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Lo primero es reconocer enunciados y oraciones. ¿Por qué es esto?

Vamos a
destacar al enunciado como unidad de sentido en la que se expresan los hablantes de
una lengua determinada, y a la oración como la forma principal de estructuración de los
enunciados.
Oración y enunciado pertenecen a distintos niveles. El enunciado está en un plano
más semántico, referido al sentido y al significado que le asigna el enunciador y que se
ve reforzado en el contexto. Es por esto que llamamos enunciado a la mínima unidad
que encierra una intención lingüística de la que se hace cargo un emisor en un
determinado momento, ya que el enunciado es único en tanto que es un
acontecimiento histórico irrepetible. Fonéticamente lo reconocemos por un cambio en
la curva melódica (en las oraciones interrogativas hay un ascenso del tono de voz al final,
mientras que en las aseverativas hay una baja), y gráficamente por comenzar con
mayúscula y terminar en un punto.
- Hay café.
- ¡Hay café!
−¿Hay café?
−Hoy juega

Por otro lado, la oración, definida así teóricamente, está en un plano más
gramatical e implica una organización estructural determinada. En este sentido, la
definimos como una unidad anudada a un verbo conjugado en forma personal, y
todos los sintagmas que del verbo dependen forman parte de la oración. Esta definición
evita la separación arbitraria en sujeto y predicado y permite tratar a otros componentes
utilizando el mismo criterio de descripción.

¿Por qué el verbo conjugado es el nudo de la oración?


“El verbo conjugado se presenta como un elemento jerárquicamente superior a los
demás constituyentes ya que es capaz de cumplir por sí solo los requisitos que se han
exigido para el constructo oración.
Acompañado al verbo hay elementos menores que a su vez se pueden describir
también como nudos aunque, probablemente, de otra clase: así por ejemplo el sustantivo
anuda ciertos elementos constitutivos del grupo sintáctico nominal.”

El verbo conjugado posee en su raíz la información léxica, la acción, proceso o


estado denotado y el conjunto potencial de argumentos que puede desplegar. Es decir,
en la raíz reconozco cuántas entidades pueden intervenir, en forma necesaria, y bajo qué
función. Por ejemplo, el infinitivo “correr” implica que alguien corra. Hay una entidad
potencial de realizar la acción de correr. “Comer” implica que alguien coma algo. Hay una
entidad factible de ser quien coma, y otra de ser “lo comido”. En el caso de “escribir”,
potencialmente puedo establecer un alguien que escriba, algo que sea escrito y un
destinatario de dicha escritura.
A su vez, en la terminación verbal, encontramos la información sobre quién es que
realiza la acción determinada en la raíz. Ese “quién” se presenta por un sujeto gramatical
o morfológico, definido por la persona (1º, 2º o 3º) y el número (plural o singular). Cuando
la entidad realizadora de la acción es explicitada en la oración, coincide en número y
persona con el sujeto gramatical.
La terminación verbal también nos da información sobre tiempo, modo, aspecto, y
en algunos casos, voz, que agregan información en cuanto a: si se trata de una acción
pasada, futura o presente con respecto al momento de enunciación; si se expresa un
hecho, deseo, suposición u orden; si es una acción finalizada o que continúa; si el sujeto
es agente o recipiente.
De lo anteriormente expuesto se desprende que: el verbo conjugado incluye en
sí mismo la información esencial (qué se hizo, quién, cuándo, si se culminó la acción o
no, etc.) y la potenciación de los complementos que pueda requerir (argumentos) u
otros circunstanciales que veremos más adelante.

Los conceptos de enunciado y oración pertenecen a dos niveles distintos de


análisis. Un enunciado puede no tener una estructura oracional, puede tener una
única oración o más oraciones. Por ejemplo:
“... Ella me clavó los ojos castaños, profundos y con dulzura me dijo:
−Coronel...
−¿Qué hija?
−Gracias por existir.
−Gracias por existir. Esa frase me desbarató el alma. Yo quería seguir hablando
con ella, pero las agitaciones del momento no lo permitían. Por primera vez la miré
intensamente. En el escenario, Libertad Lamarque cantaba 'Madreselva'”.

Escribe.
Él escribe.
El niño escribe.
El niño escribe una carta.
El niño escribe una carta a su amigo.

Escribe

niño carta a – amigo

el una su

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