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APOYO CONDUCTUAL

POSITIVO
MODELO PARA LA ATENCIÓN DE LA
CONDUCTA PROBLEMÁTICA

ANA MARÍA HERNÁNDEZ


ATENCIÓN DE LOS PC
 La modificación de conducta tradicional ha
tenido poco en cuenta una comprensión de
quién es la persona.
 No se considera cuál es el contexto social
donde tiene lugar el problema de conducta.
 Cuál es la función o propósito de la conducta
problemática.
 Los procedimientos tradicionales han puesto
mayor énfasis en sistemas basados en la
manipulación de las consecuencias. Utilizando
con frecuencia contingencias aversivas para
suprimir o controlar la conducta.
 Se ha dado menos importancia a la
enseñanza y refuerzo de conductas
socialmente apropiadas.
 Y se ha dado mucho menos importancia
al control de aspectos ambientales.
DESARROLLO DEL CONCEPTO
 Desde mediados de los años 80 ha surgido un
nuevo planteamiento denominado Apoyo
Conductual Positivo (ACP).
 Este planteamiento no es simplemente una
nueva tecnología conductual.
 Es un planteamiento basado en el respeto de
los valores de la persona y en la derivación
eficaz de hipótesis funcionales sobre
comportamiento problemático.
OBJETIVO DEL MODELO DE ACP

 Proporcionar apoyos en cualquier


contexto donde se desenvuelve
habitualmente la persona.
DEFINICIÓN DE CP
 “Conductas problemáticas son
aquellas conductas que por su
intensidad, duración o frecuencia
afectan negativamente el desarrollo
personal del individuo, así como a
sus oportunidades de participación en
la comunidad”.
EL MODELO DE ACP
 Es un planteamiento con entidad propia que
integra características técnicas del análisis
conductual aplicado y se fundamenta en valores
centrados en la persona.
 Es la construcción de un conjunto comprehensivo
de procedimientos.
 Una intervención para que sea eficaz debe estar
basada en la comprensión de la persona, su
conducta y contexto social.
 Teniendo en cuenta a la hora de la planificación,
los valores de la persona, el respeto a su
dignidad, sus preferencias y aspiraciones.
FINALIDAD DEL ACP
 Centrar la atención en crear y apoyar
contextos que incrementen la calidad de vida
(desarrollo personal, salud, social, familiar,
trabajo, ocio y tiempo libre, etc.).
 Hacer que las conductas problemáticas para
aquellas personas que las presentan sean
menos eficaces, eficientes y relevantes.
 Y a la vez ayudar a que las conductas
alternativas sean más funcionales para la
persona.
 De este modo el éxito de los planes de
apoyo se mide por el incremento en la
frecuencia de la conducta alternativa, el
descenso de frecuencia de la conducta
problemática y por mejoras en la calidad
de vida de la persona.
FASES DEL PROCESO

1. Establecimiento de un equipo de apoyo


2. Desarrollo de la evaluación funcional
3. Elaboración de hipótesis en base a los
resultados
4. Diseño y desarrollo del plan de apoyo
5. Seguimiento del plan para futuras mejoras
o modificaciones
Fase 1: Establecer un equipo de ACP
 Es un grupo de personas que, comparten y evalúan
información sobre las conductas problemáticas que
manifiesta la persona con discapacidad así como
las circunstancias que la rodean, con el fin de
desarrollar apoyos efectivos, preventivos y
personalizados.
 Los miembros del grupo de apoyo pueden ser:
- Profesionales de atención directa que mantienen
contacto habitual con la persona.
- La familia de la persona con discapacidad.
- Profesionales especializados.
Compromisos de colaboración:
 Compartir recursos e información.
 Ser sensible a las metas y valores de
cada miembro del equipo.
 Hacer uso del conocimiento y
experiencias de los miembros del equipo.
 Hacer y aceptar propuestas compatibles
con la vida cotidiana del centro y de la
persona.
 Aceptar la responsabilidad mutua como
base del éxito.
Fase 2: La evaluación funcional
 Consiste en una serie de procedimientos
para conocer y comprender las variables que
influyen en la conducta de la persona.
 Se denomina "evaluación funcional" porque
se trata de conocer las funciones o
propósitos de la conducta problemática.
 El objetivo de la evaluación funcional es
recoger información contextual, tanto general
como específica, con el fin de comprender y
explicar las razones concretas de la/s
conducta/s objeto de intervención.
 Para recoger esta información se utilizan tanto
métodos indirectos (entrevistas, discusión de
grupo, cuestionarios, informes previos, etc.)
como la observación directa.
 La observación directa nos permite además de
obtener información, contrastar la información
obtenida por los métodos indirectos.
 Otra estrategia es el análisis funcional que
consiste en la manipulación totalmente
controlada de los antecedentes o consecuencias
de la conducta con el fin de verificar el propósito
de la misma.
 La información recogida permite formular
hipótesis que expliquen la función de la
conducta problemática y que orienten el plan de
apoyo.
ETAPAS DEL PROCESO DE
EVALUACIÓN
 Comenzamos la evaluación obteniendo
información general. Esta consiste en
datos contextuales de la persona que
presenta conducta problemática: sus
habilidades, sus preferencias e intereses,
su estado de salud general y la
percepción que tiene en relación a su
bienestar personal.
 Esta información normalmente es aportada y/o
elaborada por diferentes profesionales
(psicólogo, trabajador social, médico...), ya que
disponen de instrumentos eficaces para ello.
 Los instrumentos que se pueden utilizar para
recoger y ordenar la información son muy
variados y dependerán de las posibilidades y
medios de que disponga cada equipo. Los más
utilizados son: entrevistas a profesionales,
familiares y/o usuario, discusiones en grupo,
revisión de informes, revisión de planes de
trabajo con la persona o instrumentos
estandarizados (test, cuestionarios de estilo de
vida, escalas de conducta, motivación...)
Información específica sobre la
conducta de la persona
 Esta segunda fase de recogida de información
se centra específicamente en el
comportamiento problemático y tiene dos
objetivos fundamentales:
- Identificar y describir las condiciones que se
asocian habitualmente a la (s) conducta(s)
problemática (s) y
- Identificar la función de esa(s) conducta(s).
Fase 3: La elaboración de hipótesis

 Resume la mejor conjetura acerca de la


relación entre la conducta problemática y las
características del contexto.
 La hipótesis no sólo es una explicación
lógica de dicha relación, lo más importante
es que constituye la base del Plan de Apoyo
Conductual, ya que el éxito del plan
depende de la formulación de estas
hipótesis.
 La literatura científica propone establecer
dos tipos de hipótesis complementarias
entre sí para orientar la intervención:
a) hipótesis general e
b) hipótesis funcionales o específicas.
Fase 4: El plan de apoyo
 Consisten en la elaboración y aplicación
simultanea o sucesiva de diferentes
estrategias de apoyo.
 Es muy poco probable que una estrategia
simple resuelva un problema de conducta,
porque los problemas de conducta suelen
ser complejos y, por tanto, requieren
soluciones complejas en su aplicación.
 El plan de apoyo se diseña entre todos los
miembros del equipo de apoyo, teniendo en
cuenta que:
- El diseño esté basado en los resultados
obtenidos por la evaluación funcional.
- Debe indicar qué y cómo cambiará la persona
que le da apoyo y el contexto, y no sólo que
conductas deben cambiar en la persona con
discapacidad.
- Dirigido a hacer que la conducta problemática
sea ineficaz e ineficiente.
- Debe tener en cuenta los valores, recursos y
habilidades del equipo de apoyo que va a
desarrollar el plan.
 Reflejar lo acordado por el equipo en un
documento que sirva de guía de lo acordado y/o
de lo que hay que hacer en cada momento.

 Estrategias de intervención en el Plan de Apoyo


Conductual:
 - Intervenciones sobre el estilo de vida. Estas
intervenciones son las que primero deben
ponerse en marcha, porque son las que tiene
una influencia más global sobre la persona y su
conducta.
 Intervenciones dirigidas a las hipótesis
específicas: van dirigidas a que la
conducta problemática se convierta en
irrelevante, ineficaz e ineficiente. Siendo
sustituida por otra conducta alternativa
con la cual obtiene la misma función para
la que le servía la problemática.
 Para llevar a cabo la planificación estratégica se
parte de la secuencia de la conducta
problemática que se ha obtenido en la
evaluación funcional.
 Teniendo en cuenta como se produce dicha
secuencia (antecedentes – conducta
problemática – consecuencias) se plantearán
estrategias para cada momento, buscando
aquella conducta alternativa (que sustituya a la
problemática) que pueda realizar la persona o
que pueda aprender, con la cual obtenga la
misma consecuencia.
Fase 5: Seguimiento
 Un plan de apoyo conductual es eficaz cuando,
una vez puesto en marcha, constatamos
cambios significativos para la persona, su
familia, y los contextos habituales.
- Los cambios que se persiguen son:
 Incrementar las habilidades de la persona
 Reducir la frecuencia de conductas
problemáticas y
 Mejorar la calidad de vida de la persona.

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