Para encontrarnos con Dios,

para renovar nuestra fe.

El Papa nos ha escrito una
carta. En ella nos dice:
Es una buena ocasin para reanimar nuestra fe y compartirla con
todos los que estn a nuestro alrededor No se olviden
REANIMAR, PURIFICAR, CONFIRMAR Y COMPARTIR LA FE,
NUESTRA FE.
La Puerta de la Fe
La Carta que nos ha enviado el Papa se llama La Puerta de la
Fe y su nombre recuerda nuestra entrada a la vida de los
creyentes










Y eso, cundo fue?
El da de nuestro BAUTISMO. All recibimos el don de la FE,
un regalo de Dios.









Y, as como ingresamos a
la vida de la fe, tambin
lo hacemos a la vida de la
Iglesia.
La fe crece cuando se vive como experiencia
de un amor que se recibe y se comunica como
experiencia de gracia y gozo. Porta Fidei, 7
La fe slo crece y se fortalece creyendo.
Porta Fidei, 7
La FE

que profesamos
que celebramos
que vivimos
que rezamos
que compartimos
que anunciamos

La fe se expresa en el CREDO
El Credo es una oracin que sintetiza nuestra fe.
Credo significa CREO.

CREO CREEMOS es la expresin de una fe compartida.
Dice el Papa: Son las
palabras en las que se
apoya slidamente la fe
de la Iglesia.
Durante este ao vamos a mirar de una manera particular a
Jess que inici y completa nuestra fe. Hb 12, 2
Su alegra y su amor.
Su respuesta ante el
sufrimiento.
Su perdn ante la
ofensa recibida.
Su victoria ante la
muerte.
Gracias a la fe podemos reconocer en
quienes piden nuestro amor el rostro
del Seor Resucitado. Porta Fidei, 14
El Ao de la Fe es una buena oportunidad para
intensificar el testimonio de la caridad.
La fe es compaera de vida que nos permite distinguir con
ojos siempre nuevos las maravillas que Dios hace por
nosotros Porta Fidei, 15
Por todo esto, en este Ao de la Fe te propongo que puedas
- Leer la Palabra de Dios
- Celebrar la Eucarista
- Ser generoso con los necesitados
- Participar activamente en la catequesis
- Rezar con alegra el Credo
- Visitar la Iglesia Catedral o un Santuario mariano

A nuestra Madre le confiamos
este Ao de la Fe, a ella, la
bienaventurada por haber
credo. Lc 1, 45