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ESPACIOS LLENOS

Otro acucioso lector me consulta varias palabras en participio, todas referidas a una situación
donde no cabe más debido a la abundancia o el exceso; atendiendo su inquietud, serán organizadas
y precisadas en el contexto de objetos contables dentro de un espacio. Cuando el insigne poeta
Pablo Neruda se presentó hace varios lustros en el Teatro Los Fundadores, se pudo describir el
estado del teatro con todas ellas, una tras otra:
COMPLETO: se han ocupado las partes o áreas destinadas en la localidad o el espacio previsto
(el teatro se completó al agotar las localidades). LLENO: cuando un espacio es ocupado dentro de
sus capacidades normales (se observa el teatro lleno; no hay silletería disponible y algunos de pie).
COLMADO: aparentemente no deja espacios normales para ocupar (hay gente hasta en los
pasillos del teatro). SATURADO: cuando agota totalmente la capacidad del contenedor (no hay por
dónde caminar en el teatro).
Si entran en acción los siguientes vocablos, la situación se torna peligrosa: ABARROTADO: sin
espacios vacíos o lleno hasta el último rincón (los colados se ubican entre las personas; no hay
cómo moverse).ATESTADO: se abarrota al punto de comprimirse los objetos o apretarse las
personas. ATIBORRADO: une a la idea de atestado, la de desorden (gente hasta en el escenario).
HENCHIDO: vocablo aplicado más a los recipientes flexibles: se llena al punto de presionar las
paredes del contenedor (incluso en esa ocasión rompieron los vidrios exteriores del Teatro).
PLAGADO: es un despectivo que indica que hay demasiados en el espacio previsto y no
propiamente quienes deben estar (muchos vagos callejeros se metieron al teatro a la brava,
creyendo que estaban repartiendo plata o regalos...No aceptaban que se tratara de la presencia de un
insigne poeta).

Apliquemos estas palabras a una maleta que nos acompaña a casa de familiares generosos: sale
completa, y para regresar la llenan, la colman, es atestada, plagada de bobadas, y cuando la revisan
(muchas veces por joder no más, como en La Nubia) queda atiborrada, de tal manera que al cerrarla
de nuevo queda henchida, con sus costuras a borde de reventar.

Departamento de Filosofía. U de C.
lgarcia@um.umanizales.edu.co

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