llora mi suerte y no s lo que soy ni siento pena. Por la arruga de agua bordeo arrecifes de das marineros donde me encojo. Por la hmeda cita del mar templado, navego en fro sudario, mistral soplado, sumergido en la muerte.
II Poemas en primera persona
Homo sum: humani nihil a me alienum puto.
TERENCIO
De todo cuanto la prudencia nos ofrece para la felicidad de la vida, lo mayor es, con mucho, el logro de la amistad. EPICURO
LECTURAS
Hay poemas que son slo una impresin somera,
se te vienen encima como llega el invierno. Ni sabemos por qu ni de qu estaban hechos. No recuerdas sus nombres ni sus rimas seeras.
Despus haba otros algo ms atinados
pero vagos, ligeros. Y la insistencia en ellos su acierto nos probaban en trabajados versos. Tambin el tiempo a estos los pasara por alto.
Restaban esos otros que descubrimos velados
por alguna emocin infiltrada en las venas. Esos fueron creciendo sin darnos cuenta anclados a nuestro corazn. Enamorados.
Pasa en la vida as con todo cuanto amamos.
Pronto nos engatusan las caricias y los gestos triunfantes. Ms tarde alguien llega, tremendo amor definitivo, al que nos entregamos.