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Suprema
Autor: Bianchi, Alberto B.
JA 2007-IV-1328 - SJA
Fuente:
7/11/2007
SUMARIO:
I. INTRODUCCIÓN
Esta tendencia es particularmente visible, en materia de daños y perjuicios, a partir del caso
"Barreto" (1) , donde el tribunal decidió volver sobre sus pasos y eliminar prácticamente de
aquella instancia las acciones de responsabilidad civil contra las provincias.
Me interesa verificar, entonces, y a ese fin estarán dirigidas las conclusiones, qué porción de
la competencia originaria se mantiene en la actualidad.
b) Algunas estadísticas
Antes de analizar los casos que componen esta serie me parece útil mencionar algunos datos
estadísticos sobre la competencia originaria, ubicados dentro del contexto general del trabajo
de la Corte, pues ello permite entender mejor el impacto efectivo de la reducción.
Según surge de la información proporcionada por el sitio web del tribunal (2) , entre los
meses de febrero y julio de 2007 (3) el trabajo de la Corte (4) se distribuyó de la siguiente
manera:
Cuadro 1
Cuadro 2
Previsional: 15,2.
Quejas: 49,4.
Varios: 1,6.
Originarios: 4,6.
Competencia: 12,4.
Cuadro 3
Cantidad: 16 (*)
Porcentaje: 5,6
Cantidad: 265
Porcentaje: 94,3
(*) Las cifras en este caso surgen por aproximación, pues no siempre a carátula del
expediente permite detectar si se trata de un caso concerniente a diplomáticos extranjeros, y
algunas de estas sentencias no aparecen publicadas en el sitio web de la Corte.
Por último, dentro de los casos en que una provincia es parte la distribución fue la siguiente:
Cuadro 4
Cantidad: 76.
Porcentaje: 28,6.
Cantidad: 75.
Porcentaje: 28,3.
Amparos:
Cantidad: 28.
Porcentaje: 10,5
Otros:
Cantidad: 86.
Porcentaje: 32,4.
Las cifras arriba indicadas permiten formular -cuantitativamente- las siguientes conclusiones
para el período aquí considerado:
i. la competencia originaria sólo ha ocupado el 4,6% del trabajo total de la Corte (5) ;
ii. La mayoría abrumadora (94,3%) corresponde a casos en que es parte una provincia;
iii. De la cifra total de casos en que una provincia es parte (265), más de la mitad (56,9%)
corresponde a acciones de daños y perjuicios y acciones declarativas de inconstitucionalidad;
vi. Estas últimas ocupan porciones casi iguales (28,6% y 28,3%, respectivamente).
Bien es sabido que el art. 117 Ver Texto de la Constitución establece dos categorías de
causas que acceden a la competencia originaria de la Corte Suprema: (i) las que conciernen
a embajadores, ministros y cónsules extranjeros y (ii) aquellas en que es parte una provincia
(6) .
Todo ello indica que nos encontramos primordialmente ante una competencia establecida en
razón de las personas. Y digo "primordialmente", pues de la vinculación entre los arts. 116
Ver Texto y 117 Ver Texto de la Constitución (7) , de la reglamentación del art. 117 Ver
Texto (8) y de la jurisprudencia de la Corte Suprema surgen algunas limitaciones y
ampliaciones para ambas categorías, bien que son más trascendentes para la segunda.
Más fuertes aún son las limitaciones y ampliaciones para la segunda categoría, al punto de
que la materia del caso, sumada a la distinta vecindad resultan determinantes, salvo cuando
una provincia demanda a otra, o cuando una provincia litiga con una persona que, de suyo,
accede a la jurisdicción federal.
Así, de la combinación entre materia y distinta vecindad surgen cuatro reglas básicas (10) :
Así, de la mayor o menor tolerancia que tenga la Corte hacia la presencia de elementos
locales dependerá la amplitud de la competencia originaria. Ya veremos en el desarrollo
siguiente que la sensibilidad de la Corte hacia la presencia de la materia local en la causa se
ha ido agudizando al punto de que actualmente una simple referencia o conexión con el
derecho público provincial, por leve que sea, puede obstruir la apertura de la jurisdicción
originaria.
a) Planteo
De acuerdo con la segunda de las reglas enunciadas en el punto II.b, la Corte no admite
acciones de responsabilidad civil en instancia originaria cuando es necesario examinar en
ellas el derecho local.
Dicho en otros términos, el problema de las acciones de responsabilidad civil contra las
provincias está centrado en verificar si la determinación de aquélla requiere del análisis de
normas de derecho local. En caso afirmativo la causa no es de competencia originaria; en
caso negativo sí lo es.
Como veremos a lo largo de este punto, dicha regla ya existía con anterioridad a marzo de
2006, tanto en materia de responsabilidad contractual como extracontractual, pero a partir
de esa fecha se ha vuelto mucho más rígida en relación con esta última.
Hasta 1987 la cuestión no había suscitado un examen detenido. Si bien, como regla, la Corte
rechazaba su intervención en instancia originaria cuando el caso tenía elementos de derecho
local, en general se interpretaba que las causas de responsabilidad civil (daños y perjuicios)
se regían por normas de derecho común y constituían, por ende, un "asunto civil" en los
términos del art. 24 , inc. 1, decreto ley 1285/1958.
Menciono, por ejemplo, el caso "Juan Carlos Patricio" (13) , donde se demandaban daños y
perjuicios derivados de la actuación presuntamente irregular del registro inmobiliario de una
provincia y la Corte admitió la demanda en instancia originaria.
Dos años después, en 1987, se suscitó otro caso de daños y perjuicios contra Buenos Aires,
originado también en errores del registro inmobiliario, caratulado "Sedero de Carmona v.
Provincia de Buenos Aires" Ver Texto (14) , el cual registra un interesante debate entre el
procurador general y la Corte. Podría decirse que éste es el primer caso en el cual el punto
es analizado con más detenimiento y la solución fue favorable a la habilitación de la instancia
originaria por medio de un fallo unánime (15) .
No obstante, la Corte se aparta de este criterio y dice, claramente, que las acciones de
responsabilidad contra las provincias no conllevan de por sí la aplicación del derecho público
local. "Distinto sería" -agrega el tribunal- "si se pretendiera en esta instancia la invalidez de
actos administrativos" (18) .
Una cuestión similar, bien que originada en la omisión de un tribunal judicial, se suscitó en
"De Gandía v. Provincia de Buenos Aires" Ver Texto (19) . El caso se originó como
consecuencia de que la actora fue detenida al querer cruzar un paso internacional
conduciendo un vehículo sobre el cual pesaba una orden de secuestro, cuyo levantamiento el
tribunal interviniente no había comunicado a las autoridades de Migraciones.
Como puede verse, hasta marzo de 2006 la Corte entendía que las acciones de daños y
perjuicios fundadas en la responsabilidad civil de las provincias, salvo que se planteara
conjuntamente la nulidad de actos administrativos locales, correspondían a la competencia
originaria, en la medida, claro está, que hubiera distinta vecindad entre la provincia y el
actor.
La línea divisoria de aguas se produce en marzo de 2006, cuando la Corte resuelve cambiar
drásticamente de criterio. El 21 de ese mes, al decidir el caso "Barreto v. Provincia de
Buenos Aires" (21) , junto con otras causas de responsabilidad civil de las provincias (22) , la
Corte -sin decirlo- adhiere al criterio sostenido por el procurador general en "Sedero de
Carmona" Ver Texto , casi dos décadas antes.
Los hechos del caso "Barreto" son simples: un suboficial de la Policía de la Provincia de
Buenos Aires, en el curso de un procedimiento y empleando el arma reglamentaria, da
muerte accidentalmente a Gisela Barreto. Los padres de la fallecida promueven entonces una
acción de daños y perjuicios contra la provincia y contra el agente policial.
A partir de "Barreto" la Corte empezó a aplicar la doctrina de este caso a todos los de
responsabilidad civil de las provincias en los cuales entendió que existía "falta de servicio" y
era necesario analizar normas locales.
- un presunto error judicial que privó de la libertad a un individuo que luego resultó absuelto
(26) ;
- un accidente de tránsito ocurrido en una ruta provincial por falta de debida iluminación y
señalización (28) ;
- la caída al río de una estructura colgante por donde transitaban los actores (33) ;
- irregularidades cometidas por un oficial de justicia con motivo del diligenciamiento de un
mandamiento (34) ;
En su versión actual, es decir, a partir del caso "Barreto", esta línea jurisprudencial comienza
con el caso "Punte v. Provincia de Tierra del Fuego" (42) y continúa en numerosos casos
posteriores (43) .
A partir de 1977 la Corte admitió que la competencia originaria podía surgir de una
acumulación subjetiva de pretensiones. Ello tuvo lugar en el caso "Mayoraz de Arroyo v.
Nación Argentina" (45) , donde sucedió lo siguiente. La actora, vecina de Santa Fe, había
promovido una acción de desalojo de un inmueble de su propiedad contra dicha provincia,
contra el Estado Nacional y contra quienes resultaran ocupantes de aquél. En su dictamen el
entonces procurador, Enrique C. Petracchi (46) , sostuvo que estando demandados una
provincia y el Estado Nacional la causa debía tramitar en instancia originaria. Su posición
-luego compartida por la Corte- era original, pues la actora era vecina de Santa Fe en una
causa civil.
A partir de estos dos casos, la acumulación subjetiva de acciones contra una provincia y
contra una persona que suscita el fuero federal (aun como tercero) dio como resultado la
competencia originaria.
Tal doctrina, mantenida hasta las sentencias inmediatamente anteriores al caso "Mendoza v.
Estado Nacional" Ver Texto Ver Texto (49) , fue abandonada expresamente en esta célebre
causa ambiental en la cual están demandadas, además, la provincia de Buenos Aires, la
Ciudad de Buenos Aires y una serie de empresas ubicadas en las márgenes del Riachuelo y
del río Matanza. Básicamente las pretensiones de la demanda en este proceso son dos: (i) el
resarcimiento de los daños y perjuicios y (ii) la recomposición del medio ambiente (50) .
Partiendo de esta división, la Corte señala que la primera de ellas es ajena a la competencia
originaria por aplicación del precedente "Barreto", en tanto que la segunda no lo es, pues la
recomposición ambiental es una materia federal (51) . Agrega, además, que se abandona el
precedente "Centurión de Vedoya" (52) y que no hay razones suficientes para justificar la
acumulación subjetiva de pretensiones (53) .
f) Conclusiones
Tengo para mí que los criterios empleados para rechazar de la competencia originaria los
casos de responsabilidad civil tienen entidad suficiente para que éstos, en la práctica,
desaparezcan de aquélla.
a) La regla general
Ya vimos en punto II.b que la competencia originaria surge sin exigirse distinta vecindad de
las partes cuando en el juicio se discute un problema constitucional o federal. Como
resultado de ello, las acciones declarativas de inconstitucionalidad constituyen una categoría
muy habitual en aquélla.
Sin embargo, para habilitar la instancia originaria la jurisprudencia actual exige que la
materia federal sea exclusiva, pues si aparece mezclada con elementos locales la Corte se
declara incompetente.
Un buen ejemplo de ello lo constituyen los casos de inconstitucionalidad de las normas que
gravan con el impuesto de sellos los contratos no instrumentados formalmente.
Bien es sabido que a partir de dos causas caratuladas "Shell Compañía Argentina de Petróleo
S.A. v. Provincia del Neuquén" (57) la Corte entendió originariamente en asuntos donde se
planteaba la inconstitucionalidad de normas que gravaban con el impuesto de sellos a los
contratos verbales o no instrumentados formalmente (58) .
Otro caso similar es "Droguería Oncofarma S.R.L. v. Provincia de Tucumán" (62) . La actora
pedía aquí la declaración de inconstitucionalidad de una decisión de la Dirección General de
Rentas de Tucumán y también fundaba su demanda en la violación a la Constitución
Nacional, a la Ley de Coparticipación Federal y al Código Fiscal provincial. En su dictamen
-luego compartido por la Corte- la Procuración General sostiene que no procede la
competencia originaria de la Corte pues la demanda se funda -entre otras normas- en el
Código Fiscal de Tucumán, que es una norma local (63) .
Puede decirse entonces que hay casos que a juicio de la Corte son exclusivamente federales
y casos que no lo son.
c) Casos admitidos
En este ámbito los impuestos que gravan actividades interjurisdiccionales han suscitado
varios casos. Si bien el tema ha tenido sus vaivenes, podría decirse que a partir del caso "El
Cóndor Empresa de Transportes S.A. v. Provincia de Buenos Aires" Ver Texto (65) la Corte
ha establecido que el planteo de inconstitucionalidad de normas provinciales, con base en el
régimen de coparticipación federal, es una cuestión de rango constitucional y, por ende, de
competencia originaria (66) . Hizo hincapié para ello en la reforma de 1994 (67) .
De la mano de este precedente se han resuelto varias causas. Entre las más recientes
pueden mencionarse algunas relativas a la aplicación del impuesto a los ingresos brutos
sobre el transporte interjurisdiccional de pasajeros (68) , sobre el transporte de energía
eléctrica por distribución troncal (69) y sobre la actividad industrial no radicada en la
provincia (70) . Asimismo, es competente la Corte en una causa de impugnación del
impuesto de sellos sobre los documentos de renegociación de contratos de concesión de
transporte ferroviario de pasajeros (71) .
La Corte se declara competente en forma originaria pues "se desprende [de la demanda] que
la actora dirige su pretensión contra una provincia y la materia del juicio tiene un manifiesto
contenido federal" (74) .
Entre los precedentes más recientes sobre esta materia el leading case es "YPF S.A. v.
Provincia de Neuquén" (75) . En él la actora promovió una acción declarativa de
inconstitucionalidad contra dos decretos de la demandada que habían fijado el llamado "valor
boca de pozo", a efectos de liquidar y pagar las regalías de hidrocarburos líquidos y de gas
natural, tomando el valor correspondiente al mercado internacional, sin considerar el precio
efectivamente facturado en el mercado interno. La Corte se declaró competente para
entender en la cuestión sosteniendo que el planteo involucraba una típica cuestión federal.
Dado que el fallo explica la cuestión con eminente claridad docente, me permito transcribir
sus partes esenciales (76) .
Un caso curioso es "Coihue S.R.L. v. Provincia de Santa Cruz" (83) , pues si bien la Corte
dice -en contra de la opinión del Ministerio Público (84) - que la acción deducida tiene un
"manifiesto contenido federal" (85) , en mi opinión no lo tiene; al menos no lo tiene en más
medida que algunos de los casos que han sido rechazados de la competencia originaria
recientemente (86) . Me refiero, en particular, al caso "Desarrollo de Proyectos Mineros S.A.
v. Provincia de Mendoza" , resuelto pocos días antes.
En opinión de la Corte procede la competencia originaria pues "la sociedad actora pone en
tela de juicio leyes dictadas por la provincia de Santa Cruz por ser contrarias a la
Constitución Nacional, en cuyas disposiciones sustenta directa y exclusivamente su
pretensión, por lo que cabe asignar naturaleza federal a la materia del pleito... cabe
recordar, que también ha dicho el tribunal, desde antiguo, que la inconstitucionalidad de
leyes y decretos provinciales, constituye una típica cuestión de esa especie" (87) .
d) Casos rechazados
Como bien sabemos, estas acciones se promueven -en general- cuando el órgano
recaudador local (Dirección Provincia de Rentas) determina el tributo, o bien cuando inicia el
procedimiento tendiente a determinarlo. Tradicionalmente la condición jurídica de aquél
(centralizada o descentralizada) no interesaba a efectos de establecer la competencia
originaria, pues se entendía que la acción declarativa de inconstitucionalidad de la ley en
cuestión estaba enderezada contra la provincia que la había sancionado. En otras palabras,
en acciones de ese tipo la provincia era parte sustancial.
Este criterio parece haber cambiado en la actualidad. Ahora interesa determinar en cada
provincia si dicha Dirección es parte integrante de la Administración central o si es una
persona descentralizada, ya que en las acciones declarativas de inconstitucionalidad de leyes
tributarias la Corte entiende que no es parte sustancial la provincia sino la Dirección de
Rentas.
Así, en "IBM Argentina S.A. v. Provincia de Misiones" Ver Texto (88) se resolvió que no es de
competencia originaria una acción declarativa de inconstitucionalidad de la ley 2860 de
Misiones (89) , en tanto la Dirección General de Rentas de esa provincia es una persona
descentralizada.
Así como se admiten en instancia originaria acciones declarativas de normas provinciales que
gravan el transporte interjurisdiccional de pasajeros (ver el punto IV.c.1), no se admiten, en
cambio, las que lo hacen sobre el transporte intercomunal. Así fue decidido en "La
Independencia Sociedad Anónima de Transportes v. Provincia de Buenos Aires" (91) .
Pues bien, recientemente se presentaron dos planteos muy similares, en los cuales también
se cuestionaban normas provinciales por los mismos motivos, y sin embargo la solución ha
sido diferente.
En "Díaz v. Provincia de Buenos Aires" (94) la acción estaba dirigida en contra del art. 177
Ver Texto , Const. Bs. As., el mismo que estaba cuestionado en "Hooft", bien que por
motivos diferentes (95) . La actora impugnaba la exigencia del tope 70 años de edad
establecido allí para acceder a la magistratura. No obstante tratarse de una acción típica de
inconstitucionalidad de una norma provincial, la Corte rechaza su competencia originaria
argumentando que se impugnaba no sólo la constitucionalidad de una disposición local, sino
también la interpretación de la misma efectuada por las autoridades provinciales, lo cual
exigía abordar el derecho local, cuestión ajena a la instancia originaria (96) .
Más estricta ha sido aún la decisión recaída en "De Narváez v. Provincia de Buenos Aires" Ver
Texto (97) , donde se cuestionaba el inc. 1 del art. 121 Ver Texto , Const. Bs. As. Según esta
norma, para ser elegido gobernador se requiere "Haber nacido en territorio argentino o ser
hijo de ciudadano nativo, si hubiese nacido en país extranjero". Francisco de Narváez no
reúne exactamente estas condiciones pues ha nacido en Colombia, es argentino naturalizado
y, a su vez, es hijo de argentino naturalizado. Alegó, entonces, que la Constitución de
Buenos Aires discrimina de los cargos políticos a las personas en su situación, violando así
los arts. 16 Ver Texto y 37 Ver Texto , CN. y disposiciones varias del Pacto de San José de
Costa Rica Ver Texto (LA 1994-B-1615) y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos Ver Texto (LA 1994-B-1639).
Este preámbulo parecería indicar que la causa pertenece a la instancia originaria, pues el
planteo estaba fundado precisamente en la Constitución Nacional y en tratados
internacionales. Sin embargo, la Corte (99) se inhibe de intervenir argumentando que "por
tratarse en la especie de un cuestionamiento atinente a la elección y nombramiento de la
máxima autoridad provincial, no corresponde admitir la radicación de esta causa en la
instancia pretendida, el problema suscitado concierne al procedimiento jurídico político de
organización de una provincia, es decir, a un conjunto de actos que deben nacer,
desarrollarse y consumarse dentro del ámbito estrictamente local, sin perjuicio de que las
cuestiones federales que puedan contener este tipo de litigios, sean revisadas, en su caso,
por esta Corte por la vía prevista en el art. 14 Ver Texto , ley 48 (ALJA 1853-1958-1-14)"
(100) .
En síntesis, debemos tomar conciencia de que los fundamentos de los fallos aquí comentados
permiten -y es probable que tal sea el propósito final de esta nueva tendencia- la eliminación
de toda forma de acción declarativa de inconstitucionalidad de normas provinciales en
instancia originaria.
Vimos más arriba (punto IV.c.6) que en "Coihue S.R.L. v. Provincia de Santa Cruz" una
acción declarativa motivada por una mera restricción al dominio privado en una propiedad
situada en un parque nacional fue admitida en instancia originaria por tener un "manifiesto
contenido federal".
Muy diferente ha sido el criterio aplicado en forma casi concomitante para resolver el caso
"Desarrollo de Proyectos Mineros S.A. v. Provincia de Mendoza" (102) . En él se cuestionaba
la ley 7422 de Mendoza (103) , que -por motivos ambientales- declaró de utilidad pública y
sometió a expropiación unos terrenos objeto de una explotación minera, los cuales quedaron
abarcados en el "Área Natural Protegida" establecida por la ley y ubicados en una zona
categorizada como Reserva Hídrica Natural y Reserva de Paisaje Protegido, sujeta a la ley
6045 , que prohíbe toda actividad minera en dicho ámbito.
A juicio del Ministerio Público -criterio que en este caso el tribunal comparte- la cuestión
federal planteada queda subordinada al problema ambiental en juego, que es de
competencia eminentemente local, lo cual excluye la instancia originaria (104) .
Uno de estos casos es "Henter Industrial y Comercial S.A. v. Provincia de Misiones" (106) ,
donde se impugnaba la aplicación del impuesto a los ingresos brutos sobre la exportación de
madera en violación a varias normas nacionales, entre ellas el "Pacto Federal para el Empleo,
la Producción y el Crecimiento" (LA 1993-C-3206).
Ya vimos en el punto IV.c.1 que la Corte admite en instancia originaria la acción declarativa
de normas que gravan con el impuesto a los ingresos brutos el transporte de pasajeros
cuando se trata de servicios interjurisdiccionales. Parecería entonces que el mismo criterio
debería ser aplicado cuando dicho impuesto grava la exportación de mercaderías, en tanto se
trata de una actividad sometida a la regulación impositiva nacional.
Sin embargo, la solución en este caso ha sido distinta, pues la provincia demandada había
adherido a una de las normas federales invocadas por la actora. En su dictamen la
Procuración General sostiene que la actora no sólo invoca normas nacionales sino también
locales, y menciona como ejemplo de éstas la ley 3045 , por medio de la cual la provincia de
Misiones ratificó el citado Pacto Federal. Entiende por ello -criterio que es compartido por la
Corte- que la acción no corresponde a la instancia originaria (107) .
e) Conclusiones
Tal como sucede con las acciones de responsabilidad civil, los criterios empleados en relación
con las acciones declarativas de inconstitucionalidad también tienen entidad suficiente como
para eliminar esta categoría de la competencia originaria.
Ya existen algunas materias que parecen haber sido erradicadas, tales como las cuestiones
ambientales y el nombramiento de autoridades provinciales. Pero existen, además,
argumentos tan restrictivos que podrían fácilmente producir el efecto mencionado en todas o
casi todas las materias.
No menos restrictivo resulta considerar como local una norma federal a la cual una provincia
ha adherido.
V. OTROS CASOS
El mismo criterio jurisprudencial examinado en el punto III.c ha sido aplicado en otros casos
fuera de los daños y perjuicios. Así, por ejemplo, en cobros de facturas impagas por servicios
de limpieza (112) y de servicios médicos (113) , y aun en una acción de amparo promovida
por un piloto comercial con el objeto de que la provincia demandada cese en su falta de
control sobre el funcionamiento y mantenimiento de las aeronaves, los aeropuertos, los
vuelos y el personal que los conduce y tripula, de acuerdo con las normas de aeronavegación
vigentes (114) . Sostuvo la Corte que la pretensión se enmarcaba en el ámbito de la relación
jurídica de carácter laboral existente entre el actor y la provincia demandada -a través de la
Dirección Provincial de Aeronavegación-, la cual estaba regida por el derecho local.
También ha sido aplicada esta doctrina -bien que sin ser mencionada expresamente- en "La
Holando Sudamericana Cía. de Seguros S.A. v. Provincia de Corrientes" Ver Texto (115) ,
caso en el cual la actora pretendía el reintegro del seguro pagado al Instituto Nacional de
Cine y Artes Audiovisuales, con motivo de la sustracción de equipos de cine perpetrada en
dependencias de la Subsecretaría de Cultura de la provincia demandada, los cuales habían
sido entregados a ésta como consecuencia de un comodato celebrado con el instituto.
Un criterio similar aparece en "Torales v. Provincia de Corrientes" (116) , una demanda por
despido promovida contra Corrientes y la empresa cesionaria del servicio ferroviario. Dolly B.
Torales, empleada de Trenes Especiales Argentinos S.A., fue despedida por ésta y promovió
acción laboral contra su empleador y contra la provincia, por ser ésta la concesionaria del
servicio ferroviario transferido originalmente por el Estado Nacional y posteriormente
otorgado a la empresa. La Corte descarta su intervención originaria pues entiende que,
además de las normas laborales en juego, debe analizar el vínculo de carácter administrativo
existente entre el Estado Nacional y Corrientes, por un lado, y entre ésta y la compañía
concesionaria, por el otro (117) .
Además de las acciones de responsabilidad civil, la doctrina del caso "Mendoza" Ver Texto
(ver punto III.e) se ha aplicado también en acciones declarativas de certeza. Un ejemplo de
ello puede verse en "Lavado v. Provincia de Mendoza" Ver Texto (118) , donde los actores,
un grupo de abogados con matrícula federal, promovieron contra Mendoza y el Estado
Nacional una acción declarativa de certeza en los términos del art. 322 del Código Procesal
(LA 1993-A-1037), con el objeto de que se establecieran ciertos hechos y se formularan
declaraciones en relación con la situación carcelaria en esa provincia.
Requirieron así que: 1) se determinara que los hechos que denuncian afectan la garantía del
derecho a la vida y a la integridad física de los internos alojados en las tres unidades
carcelarias mendocinas; 2) se estableciera que el Estado Nacional y la provincia demandada
son los sujetos obligados a garantizar la vigencia de esos derechos y a cumplir las
recomendaciones y decisiones adoptadas al respecto por la Comisión y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos; y 3) se fijara un plazo máximo para que dichas
decisiones sean cumplidas en su totalidad.
Al resolver -siguiendo el criterio del Ministerio Público- la Corte sostuvo que existía una
acumulación subjetiva de pretensiones, ninguna de las cuales correspondía por sí a la
instancia originaria, y, consecuentemente, debían ser tramitadas en las instancias
correspondientes, conforme a lo establecido en el caso "Mendoza" Ver Texto . La primera
correspondía a los jueces provinciales y la segunda y tercera a los federales (119) .
Con igual criterio fue resuelto "Rebull v. Provincia de Misiones" Ver Texto (120) , un amparo
en el cual el actor demandó a Misiones y al Estado Nacional para que le proveyeran los
medios necesarios para la realización de una operación quirúrgica para la cual no contaba
con medios económicos.
Aplicaciones de la doctrina "Mendoza" Ver Texto pueden verse también en acciones de cobro
de pesos (121) . En una de ellas, "Sadaic v. Provincia de Tierra del Fuego" (122) , se dio una
situación realmente singular, que además sirve de ejemplo para comprender el dispendio de
jurisdicción que en ocasiones exige el sistema judicial argentino para hallar el juez
competente (123) . Sadaic demandó a Tierra del Fuego y a un canal de televisión de
Ushuaia, ante un tribunal provincial, reclamando una suma de dinero en concepto de
derechos de autor. Al contestar la demanda, la provincia pide la citación como tercero del
Estado Nacional, pues parte de la deuda se habría devengado cuando Tierra del Fuego era
todavía un territorio nacional. Al presentarse en juicio, el Estado Nacional pide la
intervención de la justicia federal. Luego de una serie de trámites, el juez federal se declara
incompetente y remite la causa a la instancia originaria de la Corte, y ésta resuelve
finalmente, por aplicación de la doctrina "Mendoza" Ver Texto , que la deuda de la provincia
debe ser reclamada ante los tribunales provinciales y la del Estado Nacional ante los
federales (124) .
Importa destacar que en este caso, para rechazar su intervención originaria, además de la
doctrina "Mendoza" Ver Texto , la Corte invoca el sometimiento inicial de la actora a los
tribunales provinciales, lo cual implica una prórroga voluntaria de la jurisdicción originaria a
favor de éstos, en los términos del art. 12 Ver Texto , inc. 4, ley 48. En efecto, se trataba
aquí de una demanda civil, promovida contra una provincia, por una persona que no tiene
domicilio en ella, ante los tribunales provinciales. Todo ello, en los términos de la norma
citada, genera una prórroga de la jurisdicción originaria que podría haber correspondido de
haberse iniciado la demanda directamente ante la Corte Suprema. Queda en dudas si -de
haberse dado esta situación- la Corte hubiera admitido la citación como tercero del Estado, o
si también la hubiera rechazado por aplicación de la doctrina "Mendoza" Ver Texto .
Sucede en algunas ocasiones que el tribunal ante el cual se radica la demanda o bien la
pretensión inicial (puede tratarse de una medida preliminar) se declara incompetente a favor
de la instancia originaria de la Corte Suprema por entender que el caso está comprendido en
ella. Sin embargo, la Corte rechaza su intervención alegando que tal decisión es prematura
por no haber tomado intervención aún la provincia demandada.
Así fue decidido en "Olivo v. Provincia de San Luis" (130) , una demanda de daños y
perjuicios por actuación irregular de los tribunales locales, promovida ante un juzgado
federal con asiento en la provincia demandada, donde el juez interviniente, sin correr
traslado de la demanda, remite las actuaciones a la Corte Suprema. Ésta, a su turno,
sostiene que la presentación de la demanda ante el juez federal supone una prórroga
voluntaria a favor del juez federal (131) , de modo tal que la instancia originaria solamente
podrá surgir si la provincia lo solicitara una vez citada en el juicio. Por ello, tratándose de un
hecho que todavía no ha ocurrido, la decisión del tribunal inferior resulta prematura (132) .
Cita como antecedente en contrario el caso caratulado "Alberto R. Coronel" (135) , motivado
por el hurto del chal de la reina de España en una recepción oficial, que tuvo lugar durante
una visita de los monarcas españoles a nuestro país en 1978. No obstante las relaciones con
España jamás estuvieron en peligro a raíz de tal incidente doméstico de menores
proporciones (136) , la Corte tomó el caso en instancia originaria, y ello permite comparar la
diferencia abismal que existe entre aquel criterio y el actual.
Nadie puede poner en tela de juicio que el conflicto con la República Oriental del Uruguay -a
diferencia del caso del chal- tiene vastas proporciones diplomáticas y ha llevado a ambos
países hasta los estrados de tribunales internacionales. No obstante, fiel a su plan de
reducción de la competencia originaria, la Corte se abstiene de intervenir.
Luego de haber mencionado los casos que limitan en la actualidad la competencia originaria
de la Corte me parece útil resumir los criterios que se han empleado a tal fin, pues ello
ayuda a separar la paja del trigo y a detectar con más precisión los alcances de aquélla.
Ya vimos que la regla central gira en torno a la presencia del derecho local en el pleito, la
cual suele ser fatal para la competencia originaria.
A partir de esta primera noción la Corte ha ensayado las siguientes doctrinas: a) "Barreto";
b) "Mendoza" Ver Texto ; c) secuela de vínculo administrativo; d) naturaleza jurídica de la
autoridad de aplicación de la ley impugnada; e) adhesión provincial a las normas federales
invocadas en la demanda; f) demanda fundada en la violación de normas federales y normas
locales.
VIII. CONCLUSIONES
Se sigue de lo dicho que, en el marco discrecional con el cual la Corte maneja los límites de
su jurisdicción, la competencia originaria podría quedar reducida solamente a lo siguiente: a)
por razón de las personas: a las demandas entre provincias y a las que tenga lugar entre
éstas y las personas que de por sí suscitan la jurisdicción federal; b) por razón de la materia:
a los casos donde la materia es estrictamente federal o el impuesto cuestionado se aplica
sobre actividades interjurisdiccionales.
Todos los restantes casos, a los cuales no les es aplicable la doctrina "Barreto" o "Mendoza"
Ver Texto , son susceptibles de quedar fuera de la competencia originaria como consecuencia
de (a) la mayor o menor intensidad con que se apliquen las doctrinas de la secuela de
vínculo administrativo, la naturaleza jurídica de la autoridad de aplicación de la ley
impugnada y la adhesión provincial a las normas federales invocadas en la demanda; y (b) la
eventual ampliación de las materias excluidas.
NOTAS:
(2) .
(3) He tomado seis meses, período que representa una porción significativa del año judicial.
(4) Aclaro que se cuenta el número de resoluciones dictadas, las que pueden ser
interlocutorias o definitivas.
(5) No obstante, debe tenerse en cuenta que, medida en carga de trabajo, la competencia
originaria implica la tramitación de un proceso en todas sus etapas, mientras que el resto
son recursos que se agotan en un trámite prácticamente incidental. Obviamente, establecer
esta diferencia en términos porcentuales es casi imposible -salvo que se llevara a cabo un
recuento hora por hora-, pero no por ello debe dejar de señalarse.
(6) En lo que aquí interesa, el art. 117 Ver Texto dice: "En todos los asuntos concernientes a
embajadores, ministros y cónsules extranjeros y en los que alguna provincia fuese parte, la
[Corte] ejercerá [competencia] originaria y exclusivamente".
(7) El art. 116 Ver Texto , en lo que aquí interesa, dice: "Corresponde[n] a la Corte
Suprema... las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los
vecinos de otra... y entre una provincia... [y] un Estado o ciudadano extranjero". Como
puede verse, al establecer los casos en que una provincia accede a la jurisdicción federal,
esta norma determina, al mismo tiempo, en cuáles de estos asuntos la provincia -por
aplicación del art. 117 Ver Texto - litigará en instancia originaria. Una interpretación literal
de la Constitución sólo admitiría los casos de competencia originaria dentro de las categorías
allí incluidas, sin limitación alguna en razón de la materia. Sin embargo, tanto la
reglamentación que transcribiré en la nota siguiente como la jurisprudencia de la Corte han
limitado y ampliado a la vez la directiva constitucional.
(8) La reglamentación está contenida en el art. 24 , inc. 1, decreto ley 1285/1958 (ALJA
1853-1958-1-1378), que dice: "La Corte Suprema de Justicia conocerá: 1) Originaria y
exclusivamente, en todos los asuntos que versen entre dos o más provincias y los civiles
entre una provincia y algún vecino o vecinos de otra o ciudadanos o súbditos extranjeros; de
aquellos que versen entre una provincia y un Estado extranjero; de las causas concernientes
a embajadores u otros ministros diplomáticos extranjeros, a las personas que compongan la
legación y a los individuos de su familia, del modo que una corte de justicia puede proceder
con arreglo al derecho de gentes; y de las causas que versen sobre privilegios y exenciones
de los cónsules extranjeros en su carácter público".
(9) Recordemos que según el art. 117 Ver Texto no es necesario que el diplomático
extranjero sea formalmente parte en el proceso. Solamente se requiere que la causa le
concierna.
(10) Ampliar en Bianchi, Alberto B., "Competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación", Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1989.
(17) Dice el procurador: "Entiendo que asiste razón a la excepcionante. Ello así, por cuanto
el concepto de `causa civil' es utilizado para definir la competencia originaria de la Corte,
debe reservarse para el litigio regido exclusivamente por el derecho común, como tuve
oportunidad de sostener en el dictamen recaído en la causa `Provincia de Buenos Aires v.
Aubert Arnauld, María Luisa (sus sucesores) y otro s/expropiación' (B.628.XX), el 29/8/1986,
criterio que fue aceptado por V.E. en el fallo del 19/12/1986 correspondiente a dicho
expediente y ratificado el 10/2/1987 in re `Dycasa - Dragados y Construcciones Argentinas
S.A.I.C.I. v. Santa Cruz, provincia de s/cobro de intereses y actualizaciones' (D.286.XX),
oportunidad en la que también se acogió mi opinión, recuerdo que el tribunal, en su actual
composición, ha sostenido que la responsabilidad de la provincia por la acción defectuosa del
Registro de la Propiedad, al cumplir las funciones que le son propias, se enrola dentro de la
idea objetiva de la falta de servicio y traduce una responsabilidad extracontractual del Estado
en el ámbito del derecho público (conf. Fallos 306:2030 [causa `Vadell' ] en especial
consids. 5 y 6, p. 2086), criterio seguido en posteriores pronunciamientos, como el del
19/6/1986, en la causa `López, Meregilda v. Buenos Aires, Provincia de s/daños y perjuicios'
(consid. 7). De lo expuesto, se concluye que a la luz de la doctrina actual de esta Corte,
pleitos como el presente deben resolverse por aplicación de los principios y normas del
derecho público local, sin que excepcione tal principio la remisión que se ha hecho al art.
1112 Ver Texto , CCiv., como fundamento exclusivo de la responsabilidad pública del Estado,
toda vez que esta norma se aplica por vía subsidiaria (conf. consid. 5 del fallo `Vadell' ) y,
por otra parte, `el principio del alterum non laedere, entrañablemente vinculado a la idea de
reparación, tiene raíz constitucional y la reglamentación que hace el Código Civil en cuanto a
las personas y las responsabilidades consecuentes no las arraiga con carácter exclusivo y
excluyente en el derecho privado, sino que expresa un principio general que regula cualquier
disciplina jurídica` (conf. consid. 14, `Gunther, Fernando R. v. Estado Nacional [Ejército
Argentino] s/sumario' [JA 1987-IV-663 Ver Texto ] -G.184.XX-, rta. el 5/8/1986)". Fallos
310, ps. 1076/1077.
(18) "...si se argumentara que a partir de la sentencia dictada en la causa `Vadell, Jorge F.
e/Buenos Aires, Provincia de s/indemnización' del 18/12/1984, donde se aplicó en materia de
responsabilidad extracontractual del Estado la teoría objetiva de la falta de servicio con
sustento normativo en el art. 1112 Ver Texto , CCiv., se produce un desplazamiento de la
competencia originaria, bastaría señalar que ello no importa la aplicación de normas de
derecho público local ni conlleva el examen o revisión de disposiciones de ese carácter con el
sentido arriba mencionado ...distinto sería si se pretendiera, en esta instancia la invalidez de
actos administrativos dictados por la autoridad provincial -en el caso, nulidad de la
inscripción registral- supuesto en que no surtiría la competencia originaria no altera estas
conclusiones, la decisión de esta Corte en la causa `Provincia de Buenos Aires v. Aubert
Arnauld, María Luisa (sus sucesores) y otro s/expropiación' toda vez que el instituto
expropiatorio se rige por disposiciones del derecho público local dictadas en ejercicio de
facultades reservadas por las provincias (art. 105 Ver Texto de la Constitución) y se ubica,
como allí se sostuvo siguiendo el criterio de Fallos 291:232 ] (JA 27-1975-20), íntegramente
en ese ámbito con comprensión de la faz indemnizatoria". Fallos 310:1079. Agrego el
resaltado.
(19) Fallos 315:2309 Ver Texto (1992) (JA 1994-III, síntesis).
(20) En la mayoría votaron los jueces Cavagna Martínez, Belluscio, Petracchi, Nazareno,
Moliné O'Connor y Boggiano. En disidencia lo hicieron los jueces Levene, Fayt y Barra.
(23) Alude al caso "De Gandía" Ver Texto , ya mencionado, no obstante, en mi modesto
entender -como ya dije-, este caso sigue las aguas de "Sedero de Carmona" Ver Texto ,
resuelto unánimemente en 1987 y con raíces en casos anteriores.
(24) "...adquiere un valor decisivo la evidencia empírica que demuestra que el criterio
empleado a partir de 1992 para discernir la presencia de una `causa civil' ha tenido, como
consecuencia de su amplia formulación semántica, una significativa expansión en el ámbito
de la competencia originaria del tribunal de procesos de esta naturaleza, caracterizados por
una gran diversidad de temas fácticos y jurídicos concernientes a la responsabilidad
patrimonial de los estados de provincia por la llamada falta de servicio, o regulados por el
derecho común y el derecho público local, con la consecuente afectación de los siempre
limitados recursos humanos y materiales existentes que en gran medida están siendo
destinados al conocimiento y decisión de asuntos que, por su naturaleza y más allá de su
fuente, son ajenos a la trascendente e insustituible atribución institucional de este tribunal
como intérprete final de la Constitucional Nacional y custodio último de las garantías
superiores reconocidas en dicha Ley Suprema". Ver consid. 5.
(25) "...quedan excluidos de tal concepto [el de causa civil] los supuestos en los que, a pesar
de demandarse restituciones, compensaciones o indemnizaciones de carácter civil, se
requiere para su solución la aplicación de normas de derecho público provincial o el examen
o revisión, en sentido estricto, de actos administrativos, legislativos o judiciales de las
provincias en los que éstas procedieron dentro de las facultades propias reconocidas por el
art. 121 Ver Texto y ss., CN. La pretensión procesal subsume el caso, entonces, en un
supuesto de responsabilidad extracontractual del Estado local por la presunta `falta de
servicio' en que habría incurrido un órgano de la provincia de Buenos Aires derivada del
cumplimiento irregular de las funciones estatales que le son propias (Fallos 306:2030 y sus
citas; 320:1999 Ver Texto [JA 1998-I-97], dictamen de la procuradora fiscal a la que adhiere
este tribunal), se trata, pues, de un daño que los actores atribuyen a la actuación del Estado
provincial en el ámbito del derecho público, como consecuencia del ejercicio imperativo del
`poder de policía de seguridad' entendido como una `potestad pública' propia del Estado,
quien la ejerce cuando lo estima conveniente para satisfacer exigencias de bien público o de
interés general; materia cuya regulación corresponde al campo del derecho administrativo y
de resorte exclusivo, por ende, de los gobiernos locales, de conformidad con lo dispuesto por
el art. 121 Ver Texto y concs., CN.; y que encuentra su fundamento en principios extraños a
los propios del derecho privado, lo expuesto conduce necesariamente a fin de resolver el
caso al estudio del régimen jurídico administrativo local que sienta las bases del sistema
provincial de seguridad pública y que determina las funciones esenciales y obligaciones del
personal que lo integra (leyes 12154 Ver Texto y 12155 Ver Texto , entre otras),
interpretándolo en su espíritu y en los efectos que la soberanía provincial ha querido darle,
todo lo cual no es del resorte de la Corte Suprema... no obsta a tal conclusión la
circunstancia de que para resolver el sub lite se invoquen eventualmente disposiciones
contenidas en el Código Civil, pues todos los principios jurídicos entre los que se encuentra el
de la responsabilidad y el resarcimiento por daños ocasionados aunque contenidos en aquel
cuerpo legal no son patrimonio exclusivo de ninguna disciplina jurídica y menos aun del
derecho privado, pues constituyen principios generales del derecho aplicables a cualquiera de
ellas, aunque interpretándolos teniendo en cuenta el origen y naturaleza de la relación
jurídica de que se trate. Tampoco obsta a lo expuesto la circunstancia de que, ante la
ausencia de normas propias del derecho público local se apliquen subsidiariamente
disposiciones de derecho común, toda vez que ellas pasan a integrarse en el plexo de
principios de derecho administrativo en el que, prima facie, se encuadra el presente caso".
Ver consids. 8, 9, 10, 11 y 12. La similitud de estos argumentos con los del procurador
general en la causa "Sedero de Carmona" Ver Texto es evidente. Es más, la Corte menciona
aquí el caso de Fallos 306:2030 , que ya citaba el procurador en dicha causa.
(30) "Ledesma v. Provincia de Santiago del Estero" , L.171.XLI, 11/7/2006; "Márquez Bello
v. Provincia de Santa Cruz" , M.96.XL, 3/5/2007.
(40) Si bien los casos aquí examinados son de responsabilidad extracontractual, no veo
inconveniente para que la misma regla se aplique para la contractual.
(49) Véase, por ejemplo, "Casanova v. Provincia de Buenos Aires" , C.4035.XLI, 23/5/2006.
(50) Según las describe el fallo en su consid. 6, las pretensiones son las siguientes:
"...corresponde al tribunal delimitar las pretensiones con precisión a fin de ordenar el
proceso, debiendo, a tales fines, distinguirse dos grupos. La primera reclamación se refiere al
resarcimiento de la lesión de bienes individuales, cuyos legitimados activos son las personas
que se detallan en el considerando primero, y que reclaman por el resarcimiento de los
daños a las personas y al patrimonio que sufren como consecuencia indirecta de la agresión
al ambiente (pto. 6, fs. 56 vta./75). La segunda pretensión tiene por objeto la defensa del
bien de incidencia colectiva, configurado por el ambiente (fs. 75/76). En este supuesto los
actores reclaman como legitimados extraordinarios (Constitución Nacional, arts. 41 Ver Texto
, 43 Ver Texto y 30 Ver Texto , ley 25675 [LA 2002-D-4836]) para la tutela de un bien
colectivo, el que por su naturaleza jurídica, es de uso común, indivisible y está tutelado de
una manera no disponible por las partes, ya que primero corresponde la prevención, luego la
recomposición y, en ausencia de toda posibilidad, se dará lugar al resarcimiento (art. 28 Ver
Texto de la ley citada)".
(51) "...el art. 7 Ver Texto , ley 25675 prevé la competencia federal cuando se trata de la
degradación o contaminación de recursos ambientales interjurisdiccionales, hipótesis que se
verifica en el sub lite en la medida en que, por un lado, están involucradas más de una
jurisdicción estatal; y en que, por el otro, dos de las pretensiones promovidas tienen en mira
ese presupuesto atributivo de competencia la degradación o contaminación de recursos
ambientales al perseguir la recomposición y el resarcimiento del daño de incidencia colectiva,
que es el único reglado y alcanzado por este estatuto especial. En las condiciones
expresadas, el carácter federal de la materia y la necesidad de conciliar el privilegio al fuero
federal que corresponde al Estado Nacional, con la condición de aforada a esta jurisdicción
originaria de parte del Estado provincial, la única solución que satisface esas prerrogativas
jurisdiccionales es declarar la competencia originaria del tribunal que prevé el art. 117 Ver
Texto , CN., respecto de las pretensiones contenidas en el pto. 7 del escrito de demanda, esa
declaración, en cambio, no se extiende a la pretensión que tiene por objeto la indemnización
de los daños individuales que los demandantes invocan sufrir en sus derechos patrimoniales
y extrapatrimoniales, en asuntos de esa naturaleza, esta Corte ha tenido oportunidad de
definir un nuevo contorno del concepto de causa civil a efectos de determinar la competencia
originaria de este tribunal por razón de la distinta vecindad o de extranjería limitándolo a
aquellos litigios regidos exclusivamente por normas y principios de derecho privado, tanto en
lo que concierne a la relación jurídica de que se trata como en el examen sobre la
concurrencia de cada uno de los presupuestos de la responsabilidad patrimonial ventilada y,
en su caso, en la determinación y valuación del daño resarcible" (consids. 7 y 8).
(52) En mi modesta opinión, esta corriente había comenzado con "Mayoraz de Arroyo" , tal
como señalé más arriba.
(53) "...los miembros del tribunal que suscriben esta decisión consideran que debe
abandonarse el supuesto de competencia originaria de esta Corte reconocido a partir del
caso `Celina Centurión de Vedoya v. Provincia de Misiones' , no está en tela de juicio que
ninguna de las cuatro partes es aforada ante la jurisdicción originaria del tribunal, en los
términos expresados. Son demandadas una provincia una ciudad autónoma y el Estado
Nacional por personas que son vecinos de otro Estado y en algunos casos de la misma
provincia que reclaman la indemnización de daños que habrían sufrido en sus personas y en
sus bienes a título individual, en una causa que no es de naturaleza civil. De haber sido
emplazadas por las demandantes en forma autónoma, a éstos ni a ninguna de aquéllas le
hubiese correspondido ventilar este asunto ante la jurisdicción originaria que contempla el
art. 117 Ver Texto , CN., pues no se verifica ninguna de las seis situaciones que, con
sustento en la doctrina del tribunal, prevé aquella disposición. Si todo ello es
indiscutiblemente así, por las personas y por la materia, no hay razones suficientes para que
el tribunal tome intervención sobre la base de una acumulación subjetiva de pretensiones
como la promovida por los demandantes, en ejercicio de una facultad de carácter
discrecional por la cual, mediante una respetable estrategia procesal, han optado por
agrupar en un solo proceso a todos los estados que consideran responsables comunes de los
daños cuyo resarcimiento persiguen y, de este modo, generar un supuesto de competencia
originaria" (consids. 11 y 12).
(54) Entre ellas: "Rico v. Provincia de Buenos Aires" , R.1427.XLI, 15/8/2006; "Tabossi v.
Provincia de Buenos Aires" , T.887.XLI, 18/10/2006; "Godoy v. Provincia de Buenos Aires",
G.454.XLI, 21/11/2006; "Cannavo v. Provincia de Buenos Aires" , C.478.XLII, 12/12/2006;
"Valenzuela v. Provincia de Buenos Aires" , V.625.XLI, 19/12/2006; "Odano v. Estado
Nacional" , O.201.XLI, 27/12/2006; "Becce v. Provincia de Buenos Aires", B.1872.XLII,
12/6/2007; "Silberman v. Provincia de Entre Ríos", S.805.XL, 26/6/2007.
(58) Sin entrar en los detalles del caso, pues no son relevantes para este trabajo, se
planteaba allí que el art. 216, inc. a, Código Fiscal de Neuquén era inconstitucional, en
cuanto contradecía lo establecido en el art. 9 Ver Texto , inc. b, parte 1ª, y apart. II, Ley de
Coparticipación Federal de Impuestos.
(61) "...para que surja la competencia originaria del tribunal ratione materiae, resulta
necesario que el contenido del tema que se somete a la decisión sea predominantemente de
carácter federal, de modo que no se planteen también cuestiones de índole local que traigan
aparejada la necesidad de hacer mérito de éstas, pues tal extremo importaría un obstáculo
insalvable a la competencia en examen. No obsta a lo expuesto el hecho de que los derechos
que se dicen vulnerados se encuentren garantizados por la Constitución Nacional, toda vez
que el tratamiento oportuno por parte de la Corte de los aspectos federales que el litigio
pueda abarcar, y su consiguiente tutela, deberá procurarse por vía del recurso
extraordinario, la actora ha planteado en su escrito inicial la presunta colisión del proceder
del Fisco bonaerense con las previsiones federales ya referidas, mas también con lo previsto
en el art. 214, tít. 4, Código Fiscal provincial, cuyas `equívocas interpretaciones', han sido en
parte el fundamento de la posición sostenida por la dirección de rentas. Ahora bien, el
restablecimiento de este orden legal de naturaleza local no puede resultar de ninguna
manera thema decidendi de esta Corte por la vía intentada, a riesgo de alterar el orden
jurisdiccional correspondiente. Es el propio Estado provincial, mediante la intervención de sus
jueces, el que debe evaluar si ha existido afectación de lo dispuesto en el art. 214
mencionado en el párrafo anterior, al encontrarse la materia del pleito directa e
inmediatamente relacionada, de manera sustancial, con la aplicación e interpretación de
normas de derecho provincial, la causa sub examine queda excluida de la competencia
originaria del tribunal" (consids. 3, 4 y 5).
(63) "...la cuestión federal no es la predominante en la causa pues, la materia del pleito no
resulta exclusivamente federal, en tanto la actora efectúa un planteamiento conjunto de un
asunto de naturaleza federal con uno de orden local, ya que está directa e inmediatamente
relacionado, de manera sustancial, con la aplicación e interpretación de normas que integran
el derecho público provincial, el Código Tributario de la provincia de Tucumán. Al respecto,
tiene dicho V.E. que contra las leyes y decretos locales (o contra los actos locales como
resulta ser el caso en examen), que se califican de ilegítimos, caben tres procedimientos y
jurisdicciones según la calidad del vicio imputado: a) si son violatorios de la Constitución
Nacional, tratados con las naciones extranjeras, o leyes federales, debe irse directamente a
la justicia nacional; b) si se arguye que una ley es contraria a la constitución provincial o un
decreto es contrario a la ley del mismo orden, debe ocurrirse a la justicia provincial; y c) si
se sostiene que la ley, el decreto, etc., son violatorios, de las instituciones provinciales y
nacionales debe irse primeramente ante los estrados de la justicia provincial, y en su caso,
llegar a la Corte por recurso extraordinario (Fallos 311:2154 Ver Texto [JA 1989-II-358],
entre otros). En el sub examine se presenta el último de los supuestos enunciados, por lo
que estimo que el proceso debe tramitar ante la justicia de la provincia de Tucumán, pues es
dicho Estado provincial, mediante la intervención de sus jueces" (el destacado es del
original).
Hasta aquí el dictamen apela al criterio restrictivo según el cual la más leve presencia del
derecho local en la causa obsta a la competencia originaria. Luego hace una aclaración -que
podría ser interpretada como un obiter dictum- y dice: "...no es aplicable al caso el criterio
sobre competencia adoptado en los precedentes [menciona aquí la serie de casos iniciada
por `Shell v. Provincia de Neuquén', citado en nota 57], toda vez que -a diferencia de la
causa en examen- en dichos pleitos se encontraba en juego la economía del sector
hidrocarburífero y se trataba de licencias y concesiones otorgadas por el Estado Nacional,
circunstancia que no concurre en la especie".
(64) Entre otros: "Industrias Alimenticias Mendocinas S.A. v. Provincia de Buenos Aires",
I.13.XLII, 18/10/2006; "Droguería Oncofarma S.R.L. v. Provincia de Tucumán" , D.508.XLII,
12/12/2006.
(66) Un panorama preciso de la jurisprudencia que corre hasta este caso puede verse en el
extenso y fundado dictamen de la Procuración General donde se describen y agrupan las
diferentes causas con gran claridad: Fallos 324, especialmente en ps. 4230/4237.
(67) "...la reforma constitucional de 1994 exige un nuevo examen de los fundamentos en los
que radica la asunción de dicha competencia [originaria] el nuevo rango asignado al tema
por la Convención Constituyente de 1994 y el amplio tratamiento que la Ley Fundamental le
dedica después de la reforma, conduce a la conclusión de que la afectación del sistema así
establecido involucra, en principio, una cuestión constitucional" (Fallos 324, ps. 4239 y
4230).
(70) "Orbis Mertig San Luis S.A. v. Provincia de Buenos Aires" , O.459.XLI, 19/9/2006. La
actora, una fábrica de calefactores, calefones, cocinas y termotanques, impugnó las normas
mediante las cuales, para otorgar la exención del impuesto sobre los ingresos brutos, exigen
que el establecimiento industrial esté ubicado en jurisdicción provincial.
(74) Consid. 8.
(76) "YPF promueve la presente acción contra [Neuquén] con el objeto de que se declare la
inconstitucionalidad de los decretos provinciales 225/2006 y 226/2006. Expone que en ellos
se fija como 'valor boca de pozo' el correspondiente al mercado internacional, sin considerar
el precio efectivamente facturado en el mercado interno. Sostiene que la demandada al
adoptar ese temperamento avasalla competencias propias de la autoridad de aplicación de la
ley 17319 Ver Texto , que es la Secretaría de Energía de la Nación, e interfiere de esa
manera con la política del sector que en materia de cálculo y pago de regalías ha adoptado el
Poder Ejecutivo Nacional. La actora expone en su escrito inicial que los decretos provinciales
violan la Ley Federal de Hidrocarburos, sus decretos reglamentarios el `Pacto Federal de
Hidrocarburos' y, en consecuencia, los arts. 11 Ver Texto , 14 Ver Texto , 16 Ver Texto , 17
Ver Texto , 28 Ver Texto , 31 Ver Texto , 33 Ver Texto , 75 Ver Texto , incs. 11, 21, 12, 18,
19 y 30; 121, 124 y concs., CN., a fin de determinar la competencia de este tribunal resulta
propicio recordar que la materia y las personas constituyen dos categorías distintas de casos
cuyo conocimiento atribuye la Constitución Nacional a la justicia federal. En el primero lleva
el propósito de afirmar atribuciones del gobierno federal en las causas relacionadas con la
Constitución, tratados y leyes nacionales, así como las concernientes a almirantazgo y
jurisdicción marítima. En el segundo procura asegurar, esencialmente, la imparcialidad de la
decisión, la armonía nacional y las buenas relaciones con los países extranjeros. Así, la
competencia establecida por el art. 117 Ver Texto , CN. procede en razón de la materia en la
medida en que la pretensión se funde exclusivamente en prescripciones constitucionales de
carácter nacional, en leyes del Congreso, o en tratados, de tal suerte que la cuestión federal
sea la predominante en la causa... el presupuesto necesario de la competencia federal...
ratione materiae estriba en que el derecho que se pretende hacer valer esté directa e
inmediatamente fundado en un artículo de la Constitución, de la ley federal o de un tratado
de manera que una causa es de las especialmente regidas por la Constitución a las que alude
el art. 2 Ver Texto , inc. 1, ley 48, si está en juego la inteligencia de una cláusula
constitucional tal como ha sido propuesta la cuestión sometida a conocimiento de esta Corte,
y teniendo en cuenta el claro interés federal que abarca el tema se declarará la competencia
para entender en la causa por la vía prevista en el art. 117 Ver Texto , CN. En efecto, en el
sub lite la cuestión federal es exclusiva en tanto lo medular del planteo remite
necesariamente a desentrañar el sentido y alcance del art. 124 Ver Texto , CN., y de
preceptos federales, cuya adecuada hermenéutica resulta esencial para la solución del caso y
permite apreciar si existe la violación constitucional que se invoca en ese orden de decisiones
cabe asignarle un manifiesto contenido federal a esta acción, ya que el planteo de
inconstitucionalidad sobre la base del cual se considera que han sido dictadas normas que lo
violan constituye una típica cuestión de esa especie la solución indicada se sostiene en el
criterio seguido por el tribunal según el cual cuando la alegada actividad legislativa de las
autoridades provinciales invade un ámbito que podría ser considerado propio de la Nación, la
acción se encuentra entre las especialmente regidas por la Constitución a las que alude el
art. 2 Ver Texto , inc. 1, ley 48, ya que versa sobre el preservamiento de las órbitas de
competencia entre las provincias argentinas y el gobierno federal si a ello se une que la
inconstitucionalidad de las leyes y decretos nacionales constituye una típica cuestión federal,
la competencia originaria de la Corte para entender en la acción incoada queda confirmada"
(consids. 1 a 5).
(84) El dictamen, de fecha 22/8/2005, suscripto por el procurador fiscal, Ricardo O. Bausset,
y publicado en el sitio de la Corte al momento en que escribo este comentario, sostiene que
la Corte no es competente en instancia originaria. No obstante, en el consid. 4 la sentencia
alude a otra pieza del Ministerio Público -agregada a fs. 83/85- en la cual se habría
dictaminado a favor de la instancia originaria.
(85) Consid. 4.
(87) Consids. 5 y 6.
(89) Se alegaba que el plazo de prescripción de diez años establecido en ella era violatorio
del art. 4027 Ver Texto , inc. 3, CCiv.
(98) Consid. 2.
(100) Consids. 6 y 7.
(109) Todas las provincias han adherido íntegramente al Pacto, con excepción de Córdoba,
que adhirió sólo parcialmente. El cuadro de las leyes provinciales de adhesión puede verse
en la obra colectiva "El federalismo fiscal a partir de la reforma constitucional", dirigida por
Félix Borgonovo, publicación de la Asociación Mutual Empleados de las DGI, Buenos Aires,
1995, p. 626.
(113) "Intense Life S.A. v. Provincia de Tierra del Fuego" , I.423.XLI, 20/2/2007.
(117) "...aunque la actora haya dado a su pretensión el carácter de una mera reclamación
patrimonial originada en una relación de empleo ello no basta pues para otorgar al asunto el
carácter de causa civil si el pleito requiere para su solución la previa interpretación y examen
de actos administrativos y legislativos de derecho público provincial o la aplicación de
normas de carácter local; y esa calificación inequívocamente corresponde, por un lado, al
Convenio de Concesión de la Explotación de los Servicios Interurbanos de Pasajeros dentro
del territorio del Estado provincial concluido entre este último y el Estado Nacional y por otro,
el contrato entre las codemandadas de transmisión de la posición contractual con apoyo en
el cual la demandante también funda su reclamo para atribuir responsabilidad a la provincia
de Corrientes" (consids. 2 y 3).
(119) "...en el caso, la acumulación de acciones pretendida no puede prosperar, por cuanto
el objeto de cada una de las pretensiones corresponde a jurisdicciones diferentes y, por lo
tanto, deben ser examinados en procesos distintos y ante los jueces correspondientes la
primera pretensión individualizada en el consid. 2 se refiere a la prestación del servicio de
seguridad y custodia del sistema carcelario de la provincia de Mendoza, cuestión
principalmente regida por el derecho público local y respecto de la cual el gobierno provincial
conserva el pleno ejercicio de las facultades que se ha reservado en lo que atañe a las dos
restantes pretensiones, tampoco se configura un litisconsorcio necesario que autorice a
radicar estas actuaciones en la instancia pretendida en razón de las personas, dado que con
relación a aquéllas no puede concluirse que la provincia de Mendoza resulte parte sustancial
es dable recordar que es el Poder Ejecutivo Nacional quien tiene la atribución de representar
a la República Argentina en el marco de aquellos asuntos que puedan involucrar la
responsabilidad del país en la esfera internacional, toda vez que le ha sido conferido
constitucionalmente el ejercicio de la conducción de las relaciones exteriores de la Nación el
propio tenor de las resoluciones y comunicaciones de los organismos internacionales que
intervienen en las denuncias que dan origen a este proceso acompañadas a estos autos
revelan que la relación jurídica que se invoca vincula a los actores de manera directa con el
Estado Nacional y no con la provincia de Mendoza" (consids. 5, 6, 12, 13 y 15).
(131) Consid. 3.
(132) Con igual criterio fue resuelto -entre otros- "Ontivero v. Provincia de Buenos Aires" ,
O.393.XLI, 21/2/2006.
(134) Ley 24051, B.O. del 17/1/1992. El art. 55 Ver Texto dice: "Será reprimido con las
mismas penas establecidas en el art. 200 Ver Texto , CPen., el que, utilizando los residuos a
que se refiere la presente ley, envenenare, adulterare o contaminare de un modo peligroso
para la salud, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general".
(136) Quien había tomado el chal de la reina finalmente lo devolvió alegando una confusión.
Ver Fallos 301:315.