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EL FINAL DE LA MATEMATICA HELENISTICA: DIOFANTO Mariano Martinez Pérez Facultad de Matemdticas Universidad Complutense. Madrid Desde finales del siglo II, con la muerte del gran Ptolomeo (ca. 180), hasta el afio 529, en el que podemos considerar, siguiendo a Boyer, que se cierra el maravi- Iloso milenio de matemstica y filosoffa griegas (véase al final), hay un intervalo de tres siglos y medio. A este perfodo vamos a dedicar estas dos charlas. No vamos, sin embargo, a tratarlo todo él con el mismo detalle por falta de tiempo para ello, pese a que presen- ta un gran interés, Se trata, en Iineas generales, de un perfodo de prolongada deca- dencia desde el punto de vista de la creacién matematica, excluyendo desde ya a las dos figuras centrales (pero sdlo a estas dos) que son Diofanto y Pappus de Alejan- dria, y ya se sabe que tales perfodos de decadencia presentan siempre un peculiar y melancélico atractivo, Me he decidido a dedicar una atencién especial, que siempre resultaré insuficien- te, ala figura de Diofanto, por ser a la vez una de las més originales (lo que no signifi- ca de las més importantes ni de las més geniales) y de las menos conocidas de toda la historia de la matemética griega. De 1a obra de Pappus haremos unos comentarios mucho més breves, lo cual evidentemente no le hace justicia, pero esperamos que sea estudiado de manera especial en otra ocasién en este mismo Seminario. * SEMINARIO -OROTAVA» DE HISTORIA DE LA CIENCIA I. Diofanto de Alejandria De Diofanto sdlo sabemos que vivid en Alejandria hacia el afio 250, y que mu- 1i6 a los 84 afios, si hemos de creer en la fidelidad de un conocido epigrama de ia «Antologfa Griega» en forma de problema que hace referencia a él. 11. La Aritmética Se trata de la més importante de las dos obras de Diofanto que nos han llegado, aunque sélo fragmentariamente. La Aritmética constaba originalmente de trece li- bros, de los que nos han Ilegado tnicamente los seis primeros (un presunto séptimo libro de algunas ediciones resulta de dividir en siete partes el material de los seis mencionados). Los siete libros perdidos de \a Aritmética lo fueron sin duda ya en la antigitedad. Segiin Tannery, la causa principal de esta pérdida fue que Hypatia s6lo escribié comentarios de los seis primeros libros, con lo que los siete restantes primero cayeron en el olvido y finalmente se perdieron. Y concretamente no tene- mos evidencia alguna de que los arabes conocieran ya més que los seis libros que nos han llegado. Antes de entrar.en el contenido de la Aritmética se impone de manera natural el problema de estimar la importancia de la pérdida de esos siete libros. Segiin Nes- selmann, después de minuciosos estudios de la obra, podemos consolarnos con el hecho de que muy probablemente la pérdida es mucho menor que lo que podrfa indi- car la relacién de siete libros perdidos frente a seis conservados, y la raz6n principal que exhibe es la de que los libros perdidos no son los tiltimos de la obra, sino que la mayor parte caerfa casi con seguridad entre los libros 1 y 2 supervivientes (véase Heath, 3, vol. II, p..450). Nos congratula que el cédice més antiguo y a la vez el mejor de todos es el «Matritensis 48» (\lamado A por Tannery), de la Biblioteca Real de Madrid, que data del siglo XL. Por desgracia parece estar sensiblemente estro- peado por algtin desaprensivo que se dedicé a hacer correcciones sobre él, princi- palmente en los libros 1 y 2. La Aritmética fue traducida al drabe por Qusté ibn Liigé a mediados de la se- gunda mitad del siglo IX. De las ediciones modernas, una de las mds famosas fue la de Bachet (1621) que publicé por primera vez el texto griego con traduccién latina y notas; ésta fue la famosa edicién utilizada por Fermat para dejar en ella anunciada su misteriosa «demostracién» de su teorema o conjetura, como veremos més adelan- te. La edicién standard hoy dia de las obras de Diofanto es la de Tannery en dos volimenes (Teubner, 1893, 1895). De las ediciones modernas, hemos utilizado las 2,6,7y8 16 La originalidad de Diofanto en esta obra tiene un doble aspecto. El primero con- siste en que se trata del tinico matematico griego (excluyendo quizas a los primeros pitagéricos) que no es un «gedmetra», sino un «aritmético» en estado puro. Los pro- blemas son todos de «teorfa de ntimeros», incluso los que estan disfrazados por un lenguaje aparentemente geométrico («Hallar un triéngulo, recténgulo tal que...»). Como es bien sabido, a partir del descubrimiento de los segmentos inconmensurables, con la consecuencia de que los nimeros no podian dar cuenta del continuo, la geometria pura se independiz6 de la aritmética y se convirtié en la auténtica reina de la mate- matica griega, domindndola précticamente toda. Otra de las novedades importantes que introduce Diofanto es la siguiente. Los objetos propios de la artmética griega eran los ndimeros naturales y sus razones, que no eran ntimeros sino relaciones entre miimeros («en cuanto al tamaiio», nos diré Euclides). Diofanto considera por primera vez a los mimeros fraccionarios (positivos solamente, por supuesto) como auténticos ntimeros. Hay que recordar que la «manipulacién» por parte de los egipcios y meso- potamios de tos «ntimeros fraccionarios» en un sentido puramente «partitivo» (que sin duda es el mejor método de introducirlos a los nijios), no tiene nada que ver con la matemética pura griega. Por otra parte, el reconocimiento pleno de los mime- ros racionales con su independencia «ontolégica», hubo de esperar hasta el siglo XVI. El punto de vista en el que se sittia Diofanto le permite en primer lugar librarse de las limitaciones dimensionales de la geometria, donde sélo se podian «multipli- car» tres magnitudes, puesto que tres es la dimensién del espacio. Diofanto admite sin ningiin problema productos y potencias hasta seis factores y sus inversos. El segundo aspecto innovador de Diofanto, tan importante al menos como el pri- mero, fue su introduccién del primer simbolismo propiamente matematico. La ma- tematica griega habia carecido de cualquier tipo de simbolismo especial: era una matematica «retérica». Diofanto introduce un simbolismo adaptado al calculo alge- braico y muy flexible. Esta notacién diofintica recibié el nombre de notacién «sin- copada» y, pese a sus indudables ventajas «algebraicas», se perdié inmediatamente después de Diofanto, al parecer, y ya ni siquiera la recuperaria la matematica arabe. Sélo durante el Renacimiento, desde finales del siglo XV hasta bien entrado el XVII, se volverd a introducir, lenta y trabajosamente la nueva notacién algebraica, que cul- minard en 1637 con la de Descartes, que es ya la nuestra. Es muy educativo repasar algunos de los muchisimos intentos fallidos de construir una notacién flexible para el célculo algebraico. Se trata de un hecho que tuvo una enorme importancia en la evolucién de toda la matematica posterior al siglo XVII, en lo que suele llamarse el proceso de «algebrizacién» de la matemitica. Los seis libros de la Aritmética conservados contienen unos 130 problemas re- sueltos, que resultan de muy dificil clasificacién, exceptuado el principio general de 7 “ie SEMINARIO -OROTAVA- DE HISTORIA DE LA CIENCIA que la resolucién de los problemas anteriones suele facilitar la de los posteriores. Utilizando un criterio estricto podemos clasificar todos estos problemas en unos j50 tipos distintos! E| libro I contiene tinicamente ecuaciones algebraicas determinadas. Los libros IL al V estén constituidos en su mayor parte por problemas indeterminados, en los que expresiones de primero 0 de segundo grado en dos 0 mas incdgnitas han de ser cuadrados o cubos. Por tiltimo, el libro VI se ocupa de tridngulos recténgulos trata- dos de manera puramente aritmética, en los que alguna funcién lineal o cuadratica de los lados ha de ser igual a un cuadrado o a un cubo. Los métodos de resolucién de problemas de Diofanto Los distintos métodos de Diofanto los podemos clasificar, siguiendo a Heath, de acuerdo con el tipo de ecuacién o ecuaciones a que conducen, en dos grandes apartados: (A) Ecuaciones determinadas, y (B) Ecuaciones indeterminadas, y en ca- da caso segiin los grados de dichas ecuaciones. (A) Ecuaciones determinadas Obviamente Diofanto no tenfa ninguna dificultad en resolver ecuaciones indivi- duales de primero y de segundo grado, siempre que tuvieran rafces racionales positi- vas y fueran determinadas. Sélo hay un caso de ecuacién cubica en toda la Aritmética. Un tipo especialmente sencillo de ecuaciones determinadas es el que se reduce, después de hacer operaciones a la formula AX"=B © sea, a una «ecuacién pura». Esta ecuacién s6lo es resoluble, evidentemente, si & es una potencia n-ésima positiva. A En general, en un problema se presentan varias incdgnitas, pero Diofanto las reduce habilmente a una sola. En los casos de ecuaciones cuadraticas Diofanto nos da sumariamente la raiz, © sin demasiadas explicaciones. Vale la pena detenerse un momento a estudiar el caso de la ctibica. E] problema 17 del Libro VI conduce a la ecuacién X?742x4+3= X343x-3x7- 1 de la que Diofanto nos dice lacénicamente: «La solucidn es x=4». {De donde la ob- tiene? Es ficil ver que la ecuacién anterior se reduce a la XO+X= 4x744 18 EL FINAL DE LA MATEMATICA HELENISTICA: DIOFANTO * luego x = 4, puesto que las otras dos raices, x es decir ino son de recibo. (B) Ecuaciones indeterminadas Se trata de unos cuantos casos particulares del caso general, que responderfa a la forma P,(xy)=0 donde P,, es un polinomio de grado n en las indeterminadas x e y con coeficientes racionales (0 lo que es lo mismo, enteros). Diofanto no estudia ningtin case de ecuacién indeterminada lineal (n=1). (Los problemas del libro I que podrian haber conducido a ecuaciones indeterminadas li- neales se ven convertidos en ecuaciones determinadas al suponer un valor arbitrario, pero fijo, para una de las dos incdgnitas. Como es natural, el sentido que tiene resol- ver una ecuaci6n indeterminada lineal Ax+By=C es la biisqueda de sus posibles soluciones enteras, puesto que para cada valor racio- nal de x habré trivialmente otro de y tal que (x,y) sea soluci6n de la ecuacién. Desde el punto de vista de Diofanto este caso no tiene interés alguno. Ecuaciones indeterminadas de segundo grado Todos los problemas se reducen a hallar valores dex que hagan el trinomio cua- dratico Ax?-+Bx+C (0 un caso particular con Ao Bo C nulos) un cuadrado per- fecto, es decir a resolver la ecuacién Ax?+Bx+C=y? bien a un sistema de dos ecuaciones simulténeas (nunca mas de dos) de este tipo. T Una sola ecuacién Hay varios subcasos: 1. Ecuaciones que siempre admiten soluciones racionales, como: a) A=C=46, es decir, Bx=y?. Diofanto se limita a tomar como y un cuadrado con- 2 a m: creto, y2=m?, y se tiene simplemente x= aa 19 ‘SEMINARIO OROTAVA® DE HISTORIA DE LA CIENCIA b) A= , es decir, Bx+C=y?, Andlogo al anterior. c) C=0, es decir, Ax?+Bx=y?. Tomando y= = x se tiene 2 2 Axt+Bx=x= 2 x2 luego Ax+B= x n n> (prescindiendo sin més de la rafz x=0), de donde, 2. Ecuaciones solubles racionalmente sélo bajo ciertas condiciones sobre los coeficientes: Caso en que B=0, es decir, Ax?+C=y? a) A es un cuadrado positivo a. Tomando y=ax +m (el signo a elegir lo determinard el que el resultado final en x sea positivo), claramente C-m? “Elam al eliminarse astutamente el término cuadratico. b) C es un cuadrado positive C2, Tomando y=mx*e se tiene + 2cm A-m ¢) Diofanto hace notar expresamente (en dos de los escasos pasajes «semitedricos» de la Aritmética) en el Lema II al problema VI-12 y en el Lema al problema VI-I5, dos situaciones en las que hay infinitas soluciones en x. En el Lema a VES dice que en el caso Ax?-+C=y?, si se tiene una solucién Xo, entonces se puede obtener otra mayor. Sea Ax;-C=q?; entonces tenemos ott © y=q-ké, con k entero, de A(xy+#2-C = (q-ké)? se obtiene que 2(Axy+kq) R-A x= donde se requiere obviamente que K?>A. En el Lema a VI-I2 hace lo mismo para el caso Ax?+C=y?, con tal de que x=1 sea una raiz, es decir, que A+C sea un cuadrado perfecto, A+C=q?. El proceso que sigue se basa en hacer x=1+E, y todo lo demas como en el caso anterior. Dos observaciones al respecto de estos dos lemas, que no dejan muy bien parado el prestigio de Diofanto. La primera es la de que, en los problemas I1I-10 y II-II, ante las ecuaciones respectivas 52x2+12=y? y 266x2- 10=y? Diofanto las declara «impo- 20 EL FINAL DE LA MATEMATICA HELEN(STICA: DIOFANTO *e sibles», pese a que x=1 es clara solucién de ambas, y caen de leno bajo el Lema a VL-A2 (que, bien es cierto, es bastante posterior, pero jhay que repasar las cosas!). La segunda, quizés més grave que el «lapsus» anterior, consiste en la observacién de que el procedimiento que se aplica en los dos Lemas a VI-IS y a VI-12 vale también para el caso general Ax?+Bx+C=y* sin ninguna restriccion sobre los coeficientes, como puede comprobar trivialmente el lector, En este mismo contexto, resulta en cambio notable la observacién de Diofanto al problema VI-I4, en el sentido de que la ecuacién Ax? - C?=y? es imposible, salvo que A sea suma de dos cuadrados, cosa de comprobacién inmediata. Consideremos de nuevo la ecuacién general Ax?+Bx+C=y? sabemos que se puede eliminar siempre el término de primer grado mediante un sim- ple cambio de variable x=z+h, pero Diofanto aplica directamente a la ecuacién com- pleta la estrategia de los casos anteriores para B=0 a) A= cuadrado positivo (problemas II-20, 21, etc.) b) C= cuadrado positivo (problemas IV-8, 9, etc.), y un tercero nuevo ¢) cuando B?-4AC = cuadrado positivo (problema IV-31, sin mencionarlo). II Sistemas de dos ecuaciones Se trata de hallar valores de x que hagan simultineamente cuadrados perfectos a dos expresiones en x lineales o cuadraticas. Sistemas de dos ecuaciones de primer grado Diofanto aplica un método més o menos general para resolver un sistema de la forma axta=u? Bx+b=w? segtin los coeficientes. Se basa en la identidad, muy witil para él, u2-v=(u+y)(u- ¥) Si es posible factorizar Ia diferencia u? - v? es decir, u?- v2=(u+v)(u - v)=pq, entonces podemos escribir utv=p ova} 21 * SEMINARIO SOROTAYAs DE HISTORIA DE LA CIENCIA a u=—> (pta) vt oa) es decir, 1 w=axta= ery de donde resulta, haciendo cuentas (ce - B)?x? +2[(@ - B)(a- b+p’) - 2p2a]x+[p4 - 2p%(at+b)+(a - bY?]=0 Hay dos casos en los que esta ecuacién se reduce de grado: i) a=6 ii) p* - 2p’(a+b)+(a - b)?=0 © bien [p?- (a+b)? =4ab luego ab debe ser un cuadrado; es decir, bien a y b son cuadrados, o la razdn de aa bes la de un cuadrado a otro, 2 a_7 b st a 2 . . m . Es interesante que al caso i) se reduce el de que =“ puesto que, en vista me de que cn?=(m? nos queda nuestro sistema en la forma Bmex+b" @ y la ecuacién anterior es ahora lineal. 2 En el caso ii), si y b=d nos queda axtc?= u2 Bx+2=w? } 0, equivalentemente. ade Bex +c%P=w? @ La manera de resolver el sistema (1) es ahora claro; restando w?-w’?=a’ -b=pq 22 EL FINAL DE LA MATEMATICA HELENISTICA: DIOFANTO * luego de donde \ w= (pq? ; 4 es decir ' anx+a= 4 (p+q)* __ 4(p?+q?) - 4 +b+) x= an pudiéndose elegir los factores py q de cualquier manera, con tal que x sea positivo. Como ejemplo puede servir el problema IV-32, que conduce a las ecuaciones a@x+c%e=w? porxteae=w'} Supongamos que u’ es el mayor. La diferencia es =(ord?- 8c2)x Sean los factores px y q Es decir L —(pxtq)? q (Pxt@) 1 ox ay? g Pe) y x se calcula de la ecuacién adxterd= | (pxtq)? que da 4 px? +2x(pq - Zad?)+q?- 4c2d2=0 es decir, dado que pq=(od? - Bc?) pex? - 2x(ad? + 6c?) +q? - 4c?d?=0 23 id SEMINARIO OROTAVA» DE HISTORIA DE LA CIENCIA y para que se reduzea a una ecuacién sencilla, Diofanto exige que se anule el término independiente, 0 lo que es lo mismo, que q2=4e%d? 0 q=2ced Asi, nuestro método nos da sdlo una solucién del sistema, al restringitse q al va- lor 2ed, solucién que es 2Wad?+fe2) __8e%d2(ad?+,6c2) pe © (ad? = Be)? Este método lo usa Diofanto una sola vez en un caso particular (problema IV-39) con c? = d?, y las ecuaciones son 8x+4=u? 6x+4=w? } Otra posibilidad para la forma original de ii) es la de tomar directamente w?- w2=(c - B)x+(c? - d?)=pa con, pac +d es decir, q + xte =d y ae 2 + 8 x42) 4\ cid luego -B\2 - (SAY ves (ED a) -0 etd etd lo que puede dar dos soluciones en x si c>d. Como ejemplo nos vale el problema I-15, con el sistema de ecuaciones LOxsama} Sx+4=w2 Como hemos dicho ya, q Diofanto no parece preocuparle el obtener otras solu- ciones a partir de una dada x=a, excepto en algunos casos de ecuaciones simples, 24 EL FINAL DE LA MATEMATICA HELENISTICA: DIOFANTO * pero no en sistemas, Seguin Heath, Fermat fue el primero en darse cuenta de que siempre se podia hacerlo también en este caso, sustituyendo x por a+£ en las dos ecuaciones, pudiendo Ilegarse asi a una raiz positiva incluso si a fuese negativa. Diofanto usa un proceso alternativo en un tinico caso, el problema IV-39, para evitar las dificultades gue plantearia el método usual. El sistema es el bx-tn2=v2 } (h+f)x+n?=w? Se trata de un sistema de la forma 6x+4=u? } 8x+4=w? Llamemos A=(h+fxtn?, — Behx+n?, — C=n? entonces, supongamos B=hx+n2=(y+n)? hx=y?+2ny Egesanyytytn? a la que hay que obligar a ser un cuadrado (B ya lo es por hipétesis). Supongamos que sea t t (4 yp) een (¢ a) y+n?=(py -n)? ecuacién lineal en y, Variando p podemos obtener diferentes valores de y, y por lo tanto de x. Sistemas de dos ecuaciones de segundo grado De la forma general AX+Bx+C=u? } AX?+Bx+C 25 entonces, de la primera ecuacién 27 * ‘SEMINARIO -OROTAVA- DE HISTORIA DE LA CIENCIA y sustituyendo en la segunda 2 ba + o(GRe) * wee 28 +ba(m? - a) (m?- @)* para lo cual basta que el numerador sea un cuadrado abm?+a(aé - ab)=y? ecuacién en m que podré resolverse 0 no. Casos favorables son aquellos en que eB-ab 2 sean cuadrados. un ejemplo puede ser el problema VI-l4 6x? - 5x=u? } 6x? - 3x=w? Ecuaciones indeterminadas de grado mayor que dos a) Ecuaciones individuales Hay en la Aritnética dos clases de problemas que conducen a ecuaciones indivi- duales de grado mayor que dos. Primera clase: AXx®4+Bxtl 4... +Kx+L=y? con 2+e con lo que queda ~ Ax?-+B=2cx? BL At2c es decir a . B que da una solucisn racional sélo si === es un cuadrado perfecto, claro. c Tipo 6; Ecuacién x®- Ax3+Bx+C2=y? B con ———. # un cuadrado. Se da el caso en el problema IV-I8 con la ecuacién A+2C x6- 16x3+-x+64=y? Ante las dificultades Diofanto, en un «célculo hacia atrds», consigue sustituir esa ecuacién por la x9 ~ 128x3 +x4+4006=y? que ya es del tipo 5, y haciendo y=x?+64 resulta od Segunda clase Se trata de ecuaciones de la forma AX4 Bx lo. +Kx+L=y? 30 FEL FINAL DE LA MATEMATICA HELENISTICA: DIOPANTO * Excepto casos tan sencillos como Ax?=y3, Ax!=y? donde lo tinico que hay que ha- cer es suponer y=mx, los demas que aparecen en Diofanto son de una de las dos formas: Ax? +Bx+C Ax +Bx?+Cxt! 1. Ecuacién AX?+Bx+C=y? Sélo se encuentra en los problemas VI-1 y VI-I7, y los datos parecen claramente pre- parados «ad-hoc» para la sencillez del resultado. 2. Ecuacién Ax3+Bx?+Cx+D=y3 Si A 0 D son cubos, la solucién es sencilla, En efecto, si A=a? basta con poner y=ax+ = ae para simplificar. $i D=d* ponemos c yaagr te y ocurre lo mismo. Si ocurren las dos cosas al mismo tiempo, podemos hacer cualquiera de los dos cambios anteiores 0 mejor hacer simplemente y=ax+d para simplificar, Parece ser que Diofanto sdlo conocia este tiltimo caso, porque en el problema IV-27 rechaza co- mo imposible la ecuacién 2 y2 8x9 - x?+8x-1 porque al hacer y=2x~- 1 da el valor negativo 2 “Tt mientras que cualquiera de los dos primeros métodos nos da una rafz racional positiva. b) Sistemas de dos ecuaciones Hay unos pocos ejemplos en los que, de dos funciones de x, una hay que hacerla un cuadrado y la otra un cubo, para el mismo valor racional de x. La mayorfa de los casos son muy sencillos por ejemplo, en el problema VI-19 hay que resolver el sistema 4x+2=y3 2xH=y? } y obviamente 31 * SEMINARIO -OROTAVAe DE HISTORIA DE LA CIENCIA Mas complicado es el caso de VI-21, que nos conduce al sistema 2x2-+2x=y? 3 4+2x2-+x=23 2 ‘ Diofanto supone que y=mx, luego x= Rd y se tiene m 23 2 \ 2 (a) +? Gea) tw amt _s (me -29) y para hacer 2m un cubo, tenemos que hacerlo a 2m poniendo, por ejemplo, m= lo que da 1 a Los casos mas generales resultarfan, evidentemente, demasiado dificiles. II. Unas breves palabras sobre Pappus Tal como hemos mencionado al comienzo, los cuatro 0 cinco tiltimos siglos de la matematica helenistica significan un descenso notable en el nivel tedrico, si los com- paramos con la época gloriosa de Euclides, Arquimedes y Apolonio. No obstante, dos figuras destacan miticamente del nivel general. De la primera, Diofanto, hemos hablado con detalle en las paginas anteriores. La segunda es Pappus de Alejandria, que debié vivir en torno al afio 350 d.c. La obra principal de Pappus es su Synagoge 0 Coleccién Matemética, una obra en 8 libros (de los que se har perdido el primero y buena parte del segundo). Los seis libros restantes son un tratado de geometria de un tipo mas enciclopédi- co que sistematico, en el que se tratan temas muy variados, sin pretender unidad alguna, A parte de los resultados concretos incluidos por Pappus en su obra, ésta tiene una gran importancia como recopilacién «hist6rica» de problemas como los tres clasi- cos, asf como la recuperacién de partes de obras que se han perdido (especialmente en el famoso libro 7). Pappus es asi el 1iltimo de los grandes matemiticos griegos. Después de él se produciré una verdadera avalancha de enciclopedistas, comenta- tas, etc, de los clasicos (Proclo, Simplicio, Teén, Hypatia), que significardé el autén- tico final de mas de un milenio de la maravillosa matemética y filosofia griega, lo cual ocurriré a lo largo del siglo V de nuestra era. 32 EL, FINAL DE LA MATEMATICA HELENISTICA: DIOFANTO * BASMAKOWA, 1.G. «Diophant und diophantische Gleichungen», col, UTB, n° 360 (Birk- hiiuser, Basel, 1974) HEATH, T.L «Diophantus of Alexandria: A Study in the History of Greek Algebra» (Dover, New York, 1964). HEATH, T.L. «A History of Greek Mathematics: vol. Il: From Aristarchus to Dio- phantus» (Dover, New York, 1981). MIDONICK, H. «The Treasury of Mathematics» (Peter Owen, Londres, 1965). BIBLIOGRAFIA MorDELL, LJ. «Diophantine Equations», col. Pure and Applied Mathematics, 30 (Academic Press, New York, 1969). 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