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La química de las telas de araña…o las ventajas de ser araña

En sí, las telas de araña tienen una particularidad


que llama la atención: a pesar de ser dúctiles y
estirarse notablemente, las mismas presentan
una solidez e integridad que supera la de otros
materiales naturales. Considerando que al añadir
ductilidad los materiales pierden dureza, el caso
de la tela de araña resulta profundamente
enigmático para la ciencia.
Aunque frágiles en apariencia, estas redes
pueden parar a insectos en pleno vuelo y son lo
suficientemente robustas para retener la presa
sin que los hilos se rompan. Los hilos que
componen estas notables estructuras son biopolímeros.

La capacidad de la tela de araña para atrapar insectos se debe a su combinación única de


propiedades mecánicas: fuerza, extensibilidad (30 %) y, lo que es más importante, su
resistencia a la rotura. La seda de araña puede ser seis veces más fuerte que el acero (en
una proporción de peso equivalente), pero es su resistencia la que la hace tan especial, ya
que la permite absorber una gran cantidad de energía sin romperse

La seda de araña es biodegradable y reciclable: cuando reparan las redes, las arañas
suelen comerse las partes dañadas de la red, absorbiendo los nutrientes.
Es un material jerárquicamente organizado. Su estructura biopolimérica está formada por
proteínas compuestas casi en su totalidad por unidades repetitivas de aminoácidos tales
como la alanina y la glicina. Las unidades de alanina forman dominios cristalinos, que son
separados por dominios no cristalinos ricos en glicina.

Estos dominios cristalinos y no cristalinos están organizados en nanofibras, que se disponen


inmersas en una matriz amorfa de proteína. Los científicos debaten todavía acerca de cómo
esta estructura proporciona estas increíbles propiedades mecánicas a la seda de araña: ¿es
debido a ‘muelles moleculares’ en la matriz proteica amorfa o a las propiedades de una red
amorfa reforzada por dominios cristalinos

Estructuras de nanofibras
(http://www.scienceinschool.org/repository/images/issue4spidersilk1_large.jpg)
En la araña, las proteínas de la seda se sintetizan y secretan en una glándula, en forma de
una especie de cristal líquido viscoso. Este líquido es empujado a través de un largo
conducto hacia una espita, en el extremo de la hilera de la araña. En su camino al exterior,
un proceso de espesamiento y el cambio del pH, alteran el líquido viscoso, dando como
resultado la agregación de las proteínas de la seda. La araña es incluso capaz de
reabsorber y reciclar el agua durante el proceso de espesamiento. Otros factores, tales
como el movimiento del cuerpo de la araña, juegan también un papel importante en el
proceso de hilado.
La composición química varía según el entorno físico, dieta de la araña y cambios genéticos
en la química de la tela. Cuando se la estira, el núcleo del filamento puede extenderse un
200%, lo cual evita el rebote de la presa una vez atrapada. Las propiedades mecánicas de
la seda dependen fuertemente del tamaño y dieta de la araña, temperatura del cuerpo de la
araña, velocidad de hilado y composición de aminoácidos

Usos

Algunas tribus de América del Sur las empleaban como hemostático (que puede detener
una hemorragia) en las heridas.
Los pescadores de las islas de la Polinesia usan el hilo de la araña Nephila como hilo de
pescar. En Madagascar, los nativos capturaban las arañas Nephila y obtenían rollos de hilos
que usaban para fabricar tejidos de color amarillo dorado. Algunas tribus en
Nueva Guinea usan telas de araña como sombrero para protegerse de la lluvia.
Un polímero basado en la tela de araña podría ser usado en medicina, como sutura no
tóxica de alta resistencia, o en la reparación de los ligamentos, puesto que la fibra no sólo
no sufre fatiga cuando es estirada frecuentemente, sino que también puede resistir
frecuentes impactos y gran presión. El sector militar también está investigando este material
debido a que su capacidad para disipar energía podría convertirle en idóneo para el
armamento ligero

Arañas en números:

Un hilo común de la seda de la tela de araña es capaz de extenderse hasta 70 kilómetros


sin quebrarse sobre su propio peso, y se puede estirar hasta 30 ó 40% más allá de su
longitud inicial, sin romperse, mientras que el nylon resiste un estiramiento de sólo un 20%.
Se dice que la seda que produce la araña posee una resistencia tal que si fuera posible
construir una tela con el grosor de una lapicera, sería capaz de detener un avión
Boeing 747 en pleno vuelo.
El hilo de la tela de araña, a pesar de no llegar a los módulos de elasticidad
extremadamente altos de algunas fibras sintéticas, como el Kevlar®, posee un alto
alargamiento de ruptura y es más fuerte bajo compresión.

Kevlar® o poliparafenileno tereftalamida es una poliamida sintetizada por primera vez en 1965
por la química Stephanie Kwolek. Algunos de los usos más definidos de este material de alta fuerza
extensible: Cuerdas, hilo para coser; neumáticos funcionales que funcionan desinflados; guantes
contra cortes, raspones y otras lesiones; kayaks con resistencia de impacto, sin peso adicional, etc.
Un descubrimiento chino:

La telaraña cambia su estructura cuando se moja.


Se forman nudos donde quedan capturadas las
gotas de agua.
Cuando cae el rocío de madrugada, sus gotas no
atraviesan ni rompen las telas tejidas por las arañas,
sino que se quedan atrapadas en la estructura de
seda creada por estos animales.
La clave está en una estructura de fibras únicas que
se forma después de que se moje la telaraña y que
permite que el agua se quede retenida en ella.
El descubrimiento podría tener aplicaciones
industriales en procesos necesarios para la
recolección de agua o el filtrado de aerosoles
líquidos.
(Publicado en Nature 463: 640-643, 4 February
2010)

Adaptado de: http://www.materiales-sam.org.ar/sitio/revista/1_2009/TrabajoFavret.pdf

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