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A. Hamman — LA ORACION I. EL NUEVO TESTAMENTO Il. LOS TRES PRIMEROS SIGLOS BIBLPOMeCA HERDER BIBLIOTECA HERDER SECCION DE LITURGIA Vounuon 67 LA ORACION Pox A. Hasan ih BARCELONA EDITORIAL’ HERDER 1967 A, HAMMAN LA ORACION 1, EL NUEVO TESTAMENTO Il, LOS TRES PRIMEROS SIGLOS BARCELONA, EDITORIAL HERDER Indice a confesgn de Jess . 1a oracién de Getsemsni : Sobre la cruz . ai IM, La oraciin det 'Sefior Contexta [as rales jas del pidrenvesiro Barut 1a doctrina’ del padrenuestro Padre nuestro, que ests en los cielos Santiieado sex tt nombre ‘Venga a nosotros tu eine Higase tu voluntad El pen nustro de cads din dinosie hoy Perdénanos miestras deudas, asf como nosotros hemos ‘perdanado a-nuestros dewdores No! nos. dijs eaer en Is tentacién, mas itranos del ‘maligno 7 Apéodive: porque tuyo es el reino Fl texto del padrenuestro en Lucas IV. Ensehanza de less sobre Ta raion Serica ae Mateo 5, 44 Mateo 6, 16 y 78 Mateo 7, 7-11 a Condiciones de In orca 7 FL evangelista de 1s oracién Ando: fos ction de hic (1 4636; 6b V. Jesis'y e culo nuevo « : ET temple : EI bautismo i La cena evcaisticn , [Ga Glia cana de Jess com los suyos CConclusigas La oraciin de Tenis Capitulo TH. La omsexn Bx 1A conenaneD APasTéLCA A. Los Hechor de los apinoler 1. Lar oracionesexpicias an 1G elesign do Matias 1 oracién de la comanidad durante Ins perecuciones 1G ofaciin de Esteban NL Et ealto primitive to Descripeidn de la asamblea idgica De la comida religioss a In fraceiéa del pan 6 no im us 19 1m mr 131 ne ut 12 13 us 18 150, 10 et 165 166, 166 168 1m 176 na 7 178 19 im i’ 12 my, W. {dice CComidas y paseua aa FBI banquete escatlésico as ‘comidas de Tests a Lar formar del culo de la oraciém [La imposeiin de manos Oraciény carismas ae Onacin comtin y oracién personal: 1° Notar earacteritems de la oraciin aportblica Fielded jaca [La novedad. de la ‘oracién evista Bl culto nuewo : B. Las cartes apostéicas La carta de Santiago Desting tirsico [La commnidad riians Ensefanza sobre I oracia La carta primera de san Pedro Eersctura itirgea Oracién y exstencis eristisna Capitulo HI. Sus Pasco ¥ 14 exact 1. m1 Fuentes Hchor de tos’ apéatoies at ‘Camas pains 7 1a visin del caine de Damasco “A quién se dirge Ia oracién de Pablo. > Posto ‘del Padre 7 Pesto. de Tewseristo FL panto de partida, eel camino de Damasco Quien es Tesuerito? Maranats Otros nombres y titulo {Loe himnos a. Cristo ‘Oracisn en nombre de Cristo u oracin a Crito Pusso del Expt EL Espirta y Cristo Espirit 9 te Toesa Donolegias Bendiiones 7 ‘Objeto de ta oration 1 aceién de gracias De ls alabanza a la accién de gracias La alahanza, 199 201 210 21 23 218 214 218 216 218 219 Ey ms 24 26 29 a1 251 267 mm 2s 278 am 280 2a 22 2 289 22 26 294 28 239 Entre las oraciones de Cristo, el parenuestro ocupa un puesto privilegado. Se lo ha llamado eoracién del Seiors, no en el sen- {ido de una oracién para uso del Ser, sino ensefiada a Jos hom- bres por Jesis mismo como modelo de toda oraciéa crstiana. La tradicion ha visto en ella un tratado prictico de oracin, Tertu- iano Hega a Hamaela Breviarium forius evangelil. Ningin texto evan alco ha sido tan frecuentemente comentado ™. Contexto, Los evangelios nos ofreven dos recensiones del padrenuesro, tuna Targa en Mateo (6, 9:13) y otra mas cefida en Lucas (11, 1-4), dentro de un context diferente, En Mateo, el padrenuesto est inerto en el sermén de la mon- tafla, Los preceptos dados por Cristo sobee la limosna, la oracin y cl ayuno consttuyen un grupo cuyos miembros son de la misma di rmension (6, 1-4; 56; 16-18) y de la misma estructura. Por tres ve- 12s Jess opone las précticas nuevas a las de los fariseos, que «han recibido ya su paga» (Mt 6, 5.16), y manda obrar en seoreto (Me 6, 46.18). En medio de este contexto, Mateo trae un grupo de versculos relativos a la oracidn, en que Jesis se opone 2 los judios. No tic- ren paralelo en Jos fextos sobre la limosna y sobre el ayuno, ni ‘guardan verdadero enlace con lo que procede ni con lo que sigue. De este predmbulo al padrenuestro, Mateo pase del singular al plu- ral, Adems, la afirmacion: ¢EI Padre sabe de qué tends necesidad» (Mt 6, 8) no parece deber introducir un texto de oracién, y de ora- cién comuniteria. Asi pues, el contexto de Mateo no parece original En Lucas, ef texto del padrenuestro se halla en la seccién de Perea, que parece proveair de una coleccion aut6noma. «Un dia, 129, Para i exis del padrenuestto hemos aprowehndo ampliamente «! comentario de Loumevrn Dar Voter mer, tits 1982 El flor sen conan elmer as dependents yi divergent. "5, ara le aigidad citi tata emi a FH. Quast, The Lod’ ‘Prayer in the early Cher, Combes 189. Volieemos Soe oe C0 ‘ernest eee. 102 Las dos recensiones en cierto lugar, estaba Jest en oracion, y,terminado que hubo, uno de sus distipulos Ie dijo: Sefior, enséBanos a orar, como Tuan enseid a sus diseipolos, Y El les dijo: Cuando orareis, dicts Padre...» (Le 1, 1). Mateo yuxtapone los logia para ofrecer una ensefianza comple- ta sobre la oracioa; Lucas, empero, se preocupa de situar hist ricamente el origen del padrenuest. La evocacién de Juan Bau tista subraya que se trata de hechos histérios. Un diseipulo en nombre de los otros pide una oracin, como Ta poseian ya los dis- cipulos det precursor (Le 5, 33), a fin de forjar Ia coninidad con BL y entre sh. Sobre el lugar en que sucede el acontecimiento relatado por Lucas, estamos reducidos a conjturas Las dos recensiones. Me 6, 93 iw ol mprriqeade te ‘eep fay & sate elon, | nhcep, dyer laoad oo Dlhitw pagal oo Bo Beodeln as ‘eonthoe 2 Wand "he & loon al xt fe ‘iv doron adv nv Erutezoy Bog aby Speen uy sv Emo Bin suds ofaspo le ob sa? mw ak ges hav sh peter Ian, | ak Ages fu ake urls he ‘Seva face dppaut ce bgearart | al yp ala dpljy av Opedoree uae far 2a elortpan fle le nope, | val whores Sc elerapaman GM piom ute fed 3 romps La evistencia de dos recensiones plantea nuevos problemas a la exégesis. Unos ven ahi dos enseftanzas, dadas en dos circuns- tancias diferentes. Fsta solucién no satisface a la mayor parte de Jos comentadores, que optan por una ensefianza Gnica, 13H padre Lenuston (Vis et emcenemont de Jéu-Chnt, m6) foe za a padrenttg eel Boerta Se tor lv epin don ran Ques Te toot sig rH, Vincevty FAM, As (Jovaniem, Pals Tol 13) cea Io izno relsclonado con Me 6213 tos versculs de Me 1.2.36 sabe et pete ‘85m dads po soe el mens de oe Olives. Contra us da ala sean igo slemoe, a et paresuesto es c0‘cetto modo prcudo dela orcs de ‘teen 103 Los evangelios sindptis Parece que los dos evangelistas no vilizan la misma fuente para el padrenuestro. {Qué recensién nos ofrece la formula original? ™. Los exegetas que jzgan posible responder a esta cuestion se inli= ran por el texto de Mateo. Este esté. més cercano al ambiente ju- dio y a las formulas de oracién que nos son conoeidas: su com- posicion es demasiado armoniosa para plegarse 2 adiciones poste- riores. Por oira parte, siempre es mis fécil suprimir, que inseriar tun elemento. Tal como es, el padrenuestro nos ofrece, en sv pris mera parte sobre todo, un resumen perfecto de la ensefanza de Jest. Por lo demés, la tradiciin ha optado por la recension de Ma teo que encontramos, con leves variants, en la Dida. Los manu crstos atestiguan que el texto de Mateo vino frecuentemente a re- Ienar el de Lucas. En fin, las alusiones de la literatura candnica ¥ extracanénica se fundan ms frecuentemente sobre la recensiba de Mateo Por lo demés, entra en la manera de Lucas resumir lo que sus antecesores habian aportado y dar solamente lo esencial. El proce- dimiento de Lucas nos permite medir la Iibertad dejada a los evan- selstas en la redaccibn Las raices judias del padrenuesro La oracion de Jess, tl como aparece en el Nuevo Testamento, 5 fel a las {6rmulas del judaismo. Muchos textos judios permi- ten establecer la comparacion con el padrenuestro. La difcultad proviene de su incerta fecha, ;Cufles son anteriores a Cristo? ™. 132,_Nosformamos sn ods una ids demasado hire de I raisin {Los prmerorertnos muetn mis fexilidad reper Tor texto. Bats ompaarTos saris evageis que fetten el mismo hecho 9 In isa eee Sanam En varias seasons Le rune donde los oes evanesisas son St Dios, iD Cristo un texto eeteetpags del padreneso? 35, TAs steed en Me 28 en Toh 12 38) 17,15; en Act 2, 18 2 Tim 418: Polearpe ds Esa pie on arta lpeses ee = Fee 1 Dios noe dj at en I etaionn Ep. Pals 7,2 Yel ea de su mario fethoce dec itis ty volunady Mari. Pol,'7, 1, Sobre la nsipion Foy lat 9 ua oven Vator er sie oraion ai petion dei ven dt tape Sarto (Ober ice Wore Sea ti, Fa (as Var moc, Maer 1919) oh tas TBE, ES mae de Eno (Der tc Gott) en ahr 108 Las races judas det padrenuestro Y, aun cuando lo sean, a0 habrin sufrido posteriormente, de re- bote, la invlueacia de la literatura cristiana? Por lo dems, es Ufc! hacerse una idea exacta de la libertad que se tomata el oriente respecto a un texto incluso oficial lithrgic. ‘Sin duda por esta razén, J. Hermann ™ aconseja remontarse In oracin biblica y judia para descubrir las fuentes del padre- ‘nuestro. Un simple cuadro sindptico permite discemi las seme- janzas que existen entre el padrenvestro y el Semone esre (¥. 3, 6, 7, entre el padrenuestro en sus tres primeras petiiones y el ga dis, en la medida en que la forma actual es anterior a él" Paarenuesro Biblia Padre nuestro, que estis en los eos 1 1 bre grande; Ps 111, 19, 2 Venga tu reno 3 3 Hgase tu voluntad asi en la terra somo en el cielo Dios est en cl cielo y 18 en be tetra. Bee §,1; 1 Mae 3, 60. 4 [No me des ni pobreza ni rguecs, coneédeme el pan necesario; Prov 3008; cf Ex 16,4; Ps 147, 9, 5 EL pan mussro de cada dia dinos Te hay. s Perdénanos uestias deudas, asi ‘como nosotros perdonames& AEs tos dentores Eecli 28, 2 Santiieado sea tu nombre, Ez 36,23: Yo santtcaré mi nom- 7 | No mos dejes caer en Ia. tenta 6a, | 136. 3, Hesse, Der aestomentiche Urgrand des Vaeramer, Fs sehr for Oxo Procksch, Leica 1938, Tat. J. Buaooes ba etagerado claramente esa dependency en Der jad sehe Goes, 3. 105 ‘Los evangelios sindpticos 7 Mat libeanoe de mal Worologia) Porque tayo es al teno, el poder | 1 Par 29, 11: A ti, Yabvoh, la yl seforio por la sternidad. | grandera, el poder y la magnify ‘Amén, feencia, ¥ la lovin. ti, Yahveb, al reing Semone ese oasis Rabinos Que a padre existe acoja In oracioa de toda la casa de Ira. 1 1 1 Santo res thy ma- | Sea exaltado y sant: | Padre mueseo que es: raviloso ta nombre | feado tu nombre | ts en Tos cielos, ala- 6. sande bdo sea th nombre em todas as eterna ‘ds, Seder Ely. St. B. 1 410, 2 2 Que su reino domine | Entonces su reino se fn wuestrae vidas. | oanifestars. toda riatura. Asunci6n de Moist, 10, 1 a Haz 9 voluntad ea fl cielo, arriba, y da valor tanguilo 2 fos fue te temen sobre a terra, Re Elieer St Bo, 819.0. 4 ‘ Bendice este alo, Bendito sea Dios, ex YYanveh, Dios muss: aia, por ot pan 0 ©) eatidiano que nos da St BI, 32 106 as rales uias del padrenuestro s Perdénanos, Padre nuestro, porave he ‘mos peeado™ contr Ws bora. yale fvestros_pocados de Selante deta 00 5 Padre nuesto, rey ‘ust, perdona "y Teme todas nuerras falas, alia y bora restos _pecados de delante de tus oj. ‘Abie malkénu.” St. Bat 6 No nos lever al po= det del pecado, nial | poser de la falls, i AT poder de la teata- én, al al poder de Ta tale. Sea yo do- rminado por la fuerza buena y" no por la fuerza mala. St Bt, 42, 7 7 ‘Considers muestra ne ‘Sélvanos de los impa- fexsidad y_conduce denies ¥ de a impu- hvestto combate, y ‘eacia, del hombre Miranos por tu nom” ‘malo, dst mal ene ne cuentro, de la fuerza ‘ala, det mal compa ‘ero, del mal vecino, de Satin el eorruptor 4 tu juieio rigroso, ‘de un mal adversario enol wibunal Be | | rakor, st Bo, 422 Como el padrenuestro, las 18 bendiciones estaban redactadas en plural, Jo eual era una tendencia rabinica que rayaba en Ia supers- ticion'", ,Para qué proseguir este trabajo de mosasta y buscar coincidencias verbales? La oracién rabinica bebia en la misma uente que la de Jesis: la Biblia, Pero el agua que los rabinos conservaban en cisteras, Cristo 1a posee en plenitud hasta des- 1B St By 4104, wor Los evangeiossinépticos ordur (loh 7, 37). Jesis comunica vida nueva a férmulas cono- ids estereotipadas; a este cuerpo le insula alma y vida. Con pie ras judias construye Ja oracién cristina, La respuesta humana ‘dada @ Ia revelacion de Yahveh adquiere en labios de Cristo toda su signifcaciéa, Al darnos una oracin, Jess no quiere dece otra cosa que lo que hubian expresado los balbuceos de los israltas; EI lo expresa con la coacisin, Ia claridad y plenitud del Maestro leo. Es To que da su densidad nueva a la oracién del Sef. Estructura, Para convencerse de ello, basta analizar la estructura del pa ‘renuestro, que se divide en dos partes: una tiene por objeto a Dios, Ia otra, a los hombees, Las tres peticiones que se relieren «Dios nos dan en sintesis la revelacin del Antiguo Testamento, res- petando el ritmo de su progresia Santficado sea tu nombre recapitua la primera revelacion hecha a Moisés de la trascendencia de Dios (Ex 19, 20-25). Dios se escoge tun pueblo para que dé testimonio de £1 ante las otras naciones. Venga a nasotras tu reino. De estos hebreos dispersos, Yahveh hace una nacién y luego un reno, El rey David, figura de Crist, r= presenta Ja primera cercania del reino de Dios que Cristo viene realizar sobre la terra, Hégase tw volunad. BI reino de Israel es presario a causa de 4s prevaricacion, El desasre, el destiero, ef suftimiento y la hu ‘illacién preparan Ja inteligencia necesaria para leer la ley de 10 inerior, descubrir ahi la voluntad benevolente del Padre y res Ponder por tna conversion interior en una correspondencia de amor Estas evelaciones progresivasjalonan la historia de Israel y ter rminan en su término, Cristo, que las recaptula, #1 les trae la plenitud, manifestando la agape de su Padre, que obra siempre 139, Luter dvi lpadrnaestro en doe parts, nde tes ptciones¥ cota de east eel 1 fo Septenaria pareia ndnpenabe para toda orcin x Hil ya a ceutit de BecHel a Grain dein sagoany el ome er te combo ‘lenge de Crs dds eto dete erclos cal un, 0, Hotes, ‘Beko Cason 1912. Acoso seu mejor buscar spnaro emf tvacaeon as ley se pesciones aus igen. Seman, Dar Eongluon nach Math, [Ni obing 581°E5'msme dba nF. ns, Dr etsmen™ 108 1 doctrina del padronuestro Las peticiones que su oracién nos pone en los labios no son otras ‘que las que inspiraron en Hl la acciin y la oracién. El Isradt Dei, en la oracion del Sefior, pide que la historia sagrada de su elescion alcance también la plenitud de Cristo. [La estructura de la segunda parte del padrenuestro es més di- fic de descubrir. Los textos paralelos en Is Iteratura biblica y ra binica son mucho menos explicitos y menos convincentes. Jess pa- rece tomar aqui una via mis empiric, ascendente, la misma que sigue la podagogia de Dios. Las tres ltimas peticiones respon- den a la novedad del evangelio. EL pan nuestro de cada dia dénosle hoy. Dios da a su puc- blo el mand y luego la fértil terra de Canad. A la muchedum- bre le presenta Jess el pan necesario, antes de hablasle de Ie ‘comida espiritu Perdénanos nuestras deudas... iene en cuenta la situaciéa esp twal del hombre, que es pecador. De abi que Ja oracién s6lo pueda ser un grito, ef mismo que lan26 ya el salmista, y expresar una ne- ‘esidad que Cristo descubre a los hombres. Pero esta petiion tie- ne sus exigencis; Ie situacién del hombre delante de Dios es idén- tiea a la de los hombres entre si ‘No nos dejes caer. La condiién cristiana implica el combate recesario con la tentacién y el tenador, como Jo muestra el ejem- plo de Cristo; su vietoria es motivo de confianza para nuestra GE temerario hallar un parallismo entre estas tes altimas pe- ticiones y las tres primeras? Dios cuida del pueblo al que se re- vela. El pecado es una deuda para con su seiorio y solo £1 tiene poser para remitila. En fi, Ia tentacién pone de manifesto la opo- scion entre la voluntad det hombre y la de Dios. ‘i tal es la signifeacién de las tres peticiones paralelas for- rmuladas por la oracin del Sefior, podemos medir la plenitud que Jesis aporta a la historia del pueblo de Dios. Es ef cumplimiento necesario para los hombres que constituyen ef nuevo Israel La doctrina del padrenuestro. No entra en el plan de este libro hacer un comentario exhaus- tivo del padrenuestro, sino poner de relieve sus ideas fundamenta- 109 Los evangeiossinépticos les. El padrenuestro no es una fOrmula estereotipada, sino que ‘quiere expresar la actitud existencal dt creyeate ante Dis. Pare nuestro, que estis en los clelos Cho tse mayo ita en tr I dnc go sn, ft ss Pu, un stn deh pe Die SE fue ty net tA Sig Fate E sami Sede sr cc rs de ns pcos nin et ptr on ee Cn eet que ee pe Sse a Eade opt bl endo ei tart pn ae nie a no, cn pce at ips ix pee La mvs on espa so'n el tao ann” Atma ep i ae oo ite sua pti tan cmpaion Dy om pc’ Ge Dw oe ahem dec, vite § Lats ted anes oa cn Dru Mato io ab es de hp e Di x fu Ol 3451-4 comes, than Dh mtn ta Sei eps un des teams» tp tc urd om Abe Pfr eta at} Fo psn pra care ‘cations cle in sles te pons dst a or dare le SBS pc, denon hp go po peck, nt sr hats nsdn Srna oe pe exe ee roves ‘cums toni poo ta oq mor te Th dinein veal Pate, of pew pe bine on ie Pa cE os Gutter fn to pon 1a gin ory gent ies nto sas eect RR ee RS 1&3, Ton 3 Ty Rom 6, 18; al 4,6 lio iatuyd probablemene Ba aver caida Pade on ia esi 6 Laces. 0 Santiicado sea tw nombre {que entran en una elacidn aeva,aboliendo todos los otros vinculos de la sangre 0 de la raza El nosotros son aquellos a quienes Dios se ha revelado, los pequefos, los pobres (Mt 11, 25), que tienen necesidad del pan de cada dia En la 6ptica evangélica, el hombre no es ya un ser aslado, es miembro de la comunidad mesinica y del reno. La presencia de | agape del Padre no puede experimentarse mas que en la co- runidad fraterna. Establecida sobre la fe y la esperanza, Ia comu nidad actual anticipa Ia comunidad escatolégica El complemento en los cielos es ya familiar al pensamiento rabinio, que ve en los cielos la morada impenetrable de Dios. Yah: veh es, a par, eetcano y leno, inmanente y trascendente. No esti Tigado @ Sién, nial templo, ni a un monte; es soberanamente inde- pendiente. Los cielos sigifcan més una presencia que una Joca- lizacion divina; hay que relacionar con ésta la expresién paralela de reino de los cielos. Dios se halla donde se manifesta, El que fora se encuentra a la puerta del reino de los cielo, que Jess ha venido a abrir Desde el saludo, la oracin cristina aparece como una coacien- cia det objeto: la fe; ésta no es ya una doctrina, sino una presence. [La oracién nos pone delante de alguien en una relacién personal. Santifcato sea tu nombre. Plantéase aqui una cuestin: Se trata de una peticén o de una Dendicién? El parlelismo con la oracién del gadis, por una parte, y Tas dos peticione siguientes, por otra, prueba que se trata de una peticion. El giro pasivo dela frase, que se halla también en las ora- cones judias. es una forma de respeto. Antes de precisar el sentido de esta peticion, es indispensable des: lindar ta signficacion de las palabras. El nombre es un término espe- cificamente biblico que atraviesa todo el Antiguo Testamento, Cusn- 14a, Para dare cuenta de ts novedad de etn postion, basta comparar Lpdienuesto Son as 18 bendiiones, ea qu a stucion hsten dsempea Sun tn pape importante 1452" ESerr eomentadores ven ena precision lar ii un complements gue aur tng pe cles dl padre tore, ade Abhay E {mayen Dar Patonnter 30; ) Heme, op ts remand, ie Minne Uke ei Crease and Spent, Tuba 188, 7780. 46. comin Mateo Les un Los evangelios sinépticos do lo emplean los evangelistas 0 san Pablo, se refieren a citas bi Dlicas (Me 11, 9): eBendito sea el que viene en el nombre det Senor.» ‘San Juan, por lo contrario, habla més frecuentemente del nom- be del Padre. «Yo he venido en el nombre de mi Padre» (Ioh 5, 43), lo cual significa: He venido por autoridad y con la misi6a recibida de mi Padre. Ello lo opone a los falsos mesiss que no hhan rocibido mandato, Jess leva a cabo su obra een el nombre de su Padre> (10, 25). EI nombre de Dios se halla enlazado con el verbo santifcar, con la mayor frecuencia en el Apocalipss, que se mutre del Antiguo Testamento, El nombre de Dios es ahi te- mido (Il, 18; 15, 3-4) y alabado (15, 4); lot elegidos lo levan sobre sus frentes (3, 12; 14, 1; 22, 4). Dios se revela a Moisés descubriéadole su nombre (Ex 3, 14): 4¥o soy ef que s0y.» Yahveh no quiere comunicar su enidad me tafsica; el acento no se pone sobre el se, sino sobre la exisencia y la accién , Dios es wna presencia actuante, Ora intervenga para castigar 0 para sostener, Dios manifesta en toda cireunstancia si inrupeién todopoderosa en la historia. El segundo Isaas precisa que este Dios de la historia es el primero y el ultimo, que trasciende al tiempo y, por ende, es eterno", Como fs uno, da a Ia histo- ia su unidad (Zach 14, 9). £1 conduce al todo y lo unifica (lob 1, 21), La revelacin del Dios que dio su nombre a Moisés y condujo la historia del pueblo judfo, acaba en la revelacién de su paternidad: st nombre es «Padres. La idea fundamental expresada por ef verbo santilicar, vecina dela de sagrado y de pureza, comin a todas las religiones, es la de separac, reservar para el cullo™, Es santo todo lo que Pertenece TAT, Fl empleo si mis frecuete en ioral sacedotal (1,611.26; of ambien 1s a iui Eni lox temas, ol nombre dens ta personas mio, te expe, 1a etn ens se fimo. Sabo eo poder mii que nde nome ‘Sera eSpinss. Nombrar aang cs fevale f deters Ti Ciobx ba con 3) 199 Bs 1228 150. a 28, Sh 4, 10,4, 648 12. 151, Swuticr, Sytin,radace nel Nuevo Testament y olor LXX cl ebeo gad cone a pasvo 9 medi: revelare come sant faba de ‘Bos; hack santo resonct i saad hablendo el hombre Hi Anew Te. {melo apical vtbo snticr a Digs tks hombres as exact ‘oes de'Die, muna lon gun, sno ha sido Unmados. La santfiacon ‘pone ta cciba Sedans coo 7 oy santo (Lev Hi, 4 19, 2:20, ‘Aiipac Dic cr pico de toda saint (E22, 2) Ls hombres Sane 112 Santicado sea tu nombre al culto divino: los hombres y las cosas, los lugares y el tempo (Mi 23, 17.19). Dios mismo es santo porque e objeto del culto. Por frecuente y antigua que sea esta nocién en la Biblia, ‘oo es, sin embargo, fudamental, La santidad esté ahi ligada al nombre de Dios, es deci, a su naturaleza. Yahveh es santo por la iruscendencia de su naturaeza, que se opone a todo lo que es creado, La santidad de Dios se manifesta en su acciéa: ser y acci6n ron en El una sola cosa, La obra de Dios dene por meta dnica antfcar lo que no e$ santo por naturaleza pero puede hacerse santo por gracia, En ef camino por recorrer, mide el hombre la lancia que lo separa de Dios, como descubre el don que Jo a Bl ‘Al mismo tiempo que Jo separa, la santidad une @ Digs coo lu tierra y su historia. La santidad expresa el misterio que ha- we habitar @ Yahveh «una luz inaccesible; ella descubre su set insondable y que se revela a quien le place. La accién de la santi- dad divina que se manifesta, se Hama en el Antiguo y en el Nue- vvo Testamento Ia gloria de Dios, como Jo proclam el canto de los serafines (Is 6, 2). Saniicar significa, pues, manifestar Ia glo- ria de Dios. Le ereacién del mundo, desde sus origenes a su fin, fen su conjunto y en cada individuo, tiene por fin Unico la gloria dle Dios, En la historia de su pueblo, Dios manifesta su santidad es coxiéndolo para proclamar la gloria divina a la faz de las nacio- nes. Esta mision exige la fdelidad y tas disposiciones del corazén. 4a santidad de Dios es juicio, juzga y condena todo lo que no ‘sti conforme a su exigencia. Antes de enviar a Isias a su pueblo, Dios lo purlica. La misma luz que revela al profeta la santidad de Dios, le descubre que sus labios estin manchados, que es pe ‘eador y habite entre un pueblo pecador (Is 6, 35). El pecado «pro- ‘kan anicande a Dios y 2 nombre, en Ia medida en que Dios se sana tells tos ste ls 23,28; pore le Ua el sant I 0,2: 8,15). ‘Con ln poco de ante bay qe felicia Ia de pen ext, 1 adie rien, eo me mortar tanto ea too is de me Soe 5 tere orden resect de toto el puto (Lv 10,3) El mine pram Ste 256 29S Yer tm inne er, ty ereano de a pgnern petain dt padreseata. Soe Ea ier tos 218 153 GE Lev iy 3s 5, 16; Ba 2, a 43 Los evangelios sinépticos fana» el nombre santo de Dios; por esta razén, Jos profetas no se cansaron de instigarlo™, Es el obstéculo a la accién santif- cadora de Dios. Yahveh salva al mundo purficindolo de su pecado. Santifcar al mundo™ significa conceder a los hombres que revelen fal mundo su santidad, El fin de la historia es hacer conocer la tloria de Dios". Las mirabilia de Dios no tiene otro fin que ‘manifesta la gloria del sombre divin. Con ayuda de estas nociones preliminares, es fGcil discerir Ie significacién de la peticion: «Santicado sea tu nombre.» La forma verbal del aoristo (como en las dos peticiones siguientes) es el tem: po narrative. Se trata de un acontecimiento tnico que realiza las promesas de los profetas: «Yo santiicaré mi nombre grande, que fe profanado entre las naciones en que vosotros Jo hablis. pr fanado, y las naciones sabrin que yo soy cl Sefior Yahvch, No Jo hago por causa vuestra, casa de Israel, sino por mi nombre santo, que yosotros habsis profanado entre las maciones adonde hhabsis ido» (Ez 36, 22-23). Las profecias se cumplen en Cristo les santo por su oxigen (Le 1, 35); esté sellado por el Espiritu, ‘que es santidad y poder. Los demonios descubren en El al esanto de Dios» (Le 4, 34; Me 1, 24). Pedro hace la misma confesin (loi 6, 69). Cristo es santo porque su vida y sus obras manifestan y slorfcan al Padre. La obra del Padre cumplida por Jesis, so ada en la oblacion Unica de la cruz, santiica alos fees; ella se manifesta por sus obras en la medida en que éstas son las obras de Dios y provocan al mundo a alabar eal Padre que esti en los ielos», infinitamente cercano, infinitamente exigent En la santifcaci6n det nombre de Dios, toda Ia iniciativa vie ne del Padre. Pero obra sobre agentes; su actin tiende & poner en ‘movimiento Ia accién humana, renovada por el agua y el Espi- itu, La accion divina sélo seré completa si llega a a total explo- 154. ovo importa tate de late Lev 18, 21:20, 3), de ragresonss gps (er 8,12 3620: Am 2.1) 0 de pescplones ip (kev 0,33, $252) de position cll (Am 270 de daa eo paganon (36,2020, 3581 $8); 82, Ss Ea 6, 23.29; DD rats 4 Nom 14,21: 11,8 13S, Ebel ena delete eat (apiios 5 17 sobre ada) y mise silinente dela orsign seers Como ota Tann Dae se ink ss {ssanticacsn To eal se oxpea or fav dl vere. Et hae aparece 1 Sand desu go Boric, us Venga a nosotros tu seine lacin del don resibido por los hombres, bajo la accion del Es- piri ‘la primera petcidn del padrenuestro se da la mano y acaba ‘con Jos dos primeros mandamientos det decilogo, Ella expresa el sentido profundo, el principio y el fin de la creaciim. Al pue- No elegido, «santos, le toca revelar a Dios al mundo. El rostro to los hijos revela la faz invisible del Padre, La Igesia es sente, porque est escogida de entre el mundo para ser la sal del mundo, Esta primera peticién no s6lo tiene aleance universal, sino tam- tnén signficacin escatolégica. EI aoriso sugiere que se trata de ‘una accion histories, pero que afecta a Ja histori entera. La obra e santiicacién, emprendida por Cristo, sélo acabari el dia en ‘que todos Tos que adoran,alaban y glorfcan al Padre se congreguen en la casa de Dios, Por esta razén sin duda el Apocalipsis asocia toma de la santidad a la evocacioa de los eelegidos y santos», ‘que celebran Ja liturgia celeste ‘No sin razin han visto algunos comentadores en la primera peti- idm una doxologia%, en el estilo de la oracién judia y cristana, cen el sentido de alabanza a la gloria de Dios. El Israel de Dios an- ‘icipa y prepara en la oracién al pucblo nuevo y tierra nueva, can ‘ando el nombre del Dios santo, principio de toda seatiad. Venga a nosotros tw reino™, Las oraciones contemporineas de Cristo, como el gaddi, unian yw I santiicacién del nombre de Dios a la venida de su reino. 159. Lonmeven, Dar Vater er, $2 "eo._ ati gue tradi a sepuna ptin: «Veneta eno» Es comin amg de te’ aah 2 inion ey de Cae ‘edge’ Le tae pra in Ia pier eat tree peti Es titan abiate so natenicnd, faye sobs a Vaduclon lesan aren kone Den Rich, on a cpa Weng» orl ty rena El erb0 ire eng sea econ, Ero ce lo cea a propo de hones iden Ta dvd gue veng, emplcando el imperative 2.8, seguid del ‘numbed ioe y de ln den con se deci. La orala 2A rsa Ian, Rs Pacha, Pape racae mare. En Sctnbe at en, TAWA cats eapecaineht eles Kimnos Sst Ls formal erexends tn oie Higa 38, 70 9 Prato Lees WT metre por Jos, Minuit 36 20, 30. Mo LXX plan el verbo tesa enw content cla ene al clo rosa adrar en Jetuian. Ee empleo es eracionRabiando sigue wens a ft de Dis Pe 10D, 1119, 41.77) Ka palabra expres taba Ta ena do us Los evangeliossindpticos La progresion es Ja misma de la revelaci6n. La primera peticin ruega a Dios en la santidad de su naturaleza, que ao esté ligada al tiempo nt a la historia, el mismo siempre; la segunda nos i= troduce en el tiempo de! mundo y se disige al Sefor que conduce el universo y lo atrae a si, EI Mesias, segin la formula empleada ya or el rabinismo, es el feyduevoc (Mt 11, 3: Le 7, 19; cf. Hab 2,3), fl que abre Ia era de la salud, El verbo expresa el sentido y la naturaleza de su venida Son muchos los textos en que Jests em- plea la palabra en primera persona, Jo mismo en Juan que eo los sinopticos. Los eseritos joinicas precisan que viene «a este mundo» (6, 14; 11, 27), en la came (I Toh 4, 2). La muchedumbre Jo aclama como ¢el que viene en el nombre del Sefior» *, Lo ‘mismo que vino, Cristo volverd en su gloria mesidnica (Mt 10, 23; 16, 27; 25, 31), con su realeza (MU 16, 28). La parusia es descrta en el estilo de fos apocalipsisjudios. ‘Como el Antiguo Testamento, of Nuevo emplea Epysatas ha- blando del tiempo y los acontecimients. El verbo gyn se apica primeramente a Cristo como Mesias para expresar el sentido y la naturaleza de su venida. Los textos en que Jess emplea la palabra ‘en primera persona son caracterstcos y afrman la conciencia de ‘su mision mesinica. “Bpzzotaecalfica también el tiempo en que suceden aconte cimientos importantes (Mt 9, 15); Ia venida de dias dcisvos, intro- simplemeate una idea emanada del concepto de Dios, sino una accion de Dios: es un gesto de su gracia, que se manifesta en la historia de la salud. La obra de Cristo, el Spdnaz de su sactfci, consttuye la humanidad nueva, transforma al hombre hasta lo mds fimo de su ser y se extinde a la humanidad en toda su exten- Fon A580; 748,28, 4; Ae 2, 38; 5,315 1, 485 38 36,18 129 Los evangelios sindptiens sign, Tal es el sentido de la nueva alianza en la sangre por Ia ‘muchedumbre. EI hombre, frente a la obra salvadora de Dios, aparece como 1 devdor eminentemente insolvente, Jams podrd dar una res: puesta adecuada 2 las prevenciones divinas. La conciencia misma ‘de su pecado — primera etapa de su relomo— es el primer fn to de Ia gracia. Es Ja conciencia de su condicién de hijo de Dios Fl sentido de ln imago que el pecado mismo no ha logrado borrar enteramente, La paribola del hijo prédigo la compara a la nos- talgia de la casa paterna. ‘Lo trigico del pecado en Jo mis intimo del hombre no consiste solamente en separar de Dios, sino también en aislar respecto de los otros. El pecado tiene neceseriamente una dimension social 0, mds exactamente, horizontal, y n0 solamente vertical, El doble aspocto de un mismo misterio que hace a Cristo pedir en la cruz cl perdn de los verdugos y de los pecadores, permite comprender aque la gracia de Diosagape, que se revelé en la eruz, debe neve sariamente refluir hacia Jos otros, sin discriminacién ni restricién, [La indignidad y la fata del prdjimo son para el cristiano una raza sds para ira 6 Si observamos de manera més precisa el texto, que algunos tra- ‘ducea: «Perdénanos auestras deudas como nosotros hemos perdo~ nado» Ia experiencia de las ofensas de otto nos esclarece sobre ruestras deudas respecto de Dios, subrayando su disparidad. No hay proporcion entre las deudas de otro respecto de nosotros y las mues> tras contraidas con Dios, como no hay proporcién entre nuestro perdon y el de Dios (Le 17, 10). El nuestro no provoca, sino que ‘condiciona el perdén de Dios, que sigue siendo libre (Mt 6, 14; 18, 21.35). ‘Al establecer por ef perdén ts comunidad, los hombres garan- tizan la presencia activa de Dios que perdona. EI plural cuatro veces repetido no hace sino subrayar mejor la solidarided profunda de la humanidad, Personal o colectivo, el pecado es un abstéculo ppara ol fundamento de la comunidad. Como lo subraya la primera carta de Juan, el eristiano es mediador entre Dios y el mundo. 199. Ts el caso de Buntre(cloural of Th. Stade» 33 [1932] 253.255, otngvan cru qin soni No porte tea ea conlason Pater aer, m2 yt. 7 130 No nos dejes caer 1a gracia de la salud se maniiesta estabeciendo la comunidad es- eutolica. ‘La quinta peticiin nos permite medir hasta qué profundidad ce exigencia el don de Dios frente al hombre y lamamiento fenirar con todo su ser en la economia de la nueva alianza, que eonstituye la familia de los hijos del Padre. » nos dejes ener en ta tentacién, mas Ubranos del maligno. No hay que cortar esta petcién en dos, como han hecho Lutero y otros comentadores; la construccia simétrca de la frase, asi ‘eomo el sentido complementario de las dos partes, impone ver una vola_peticion =. Esta transformaci6n de la peticiGn del padrenuestro la encon- ttamos en oxiente lo mismo que ea occidente. Cromacio, obispo dle Aguila, a atestigua en su comentario al sermén de la montafa: (Quod ipsum in alo libro evangellevidenter ostensum est: sic enim seriptum est: et ne nos inferas in temptationem quam sufferre non ‘ossunus®. Jeronimo afirma igualmente que rezames todos los Alas: ne inducas nas in temptationem quam sufferre non possu- 200, a ern art ala compat ca Lat pate de mason {ania Halaos ef miso texto ena DiGakAé (3) yea carta Se Police {rons alae eos rir abt Soro lenin. oreo bay que scar conn gana Gee cbio En oe {extn cl stjuntvo noe mene absolut gus mperaivo: por ee" M7, ESS Possums, lento sult tanfornactonesignatr iees ‘Rion desi Ne pou fcr Indl ae Iv fempationem ie snes ‘ch Cade bhi) ea tabs de aaa Lacon 9 falas teu Es muy pestle ave Tuinstra caus de et cambio. Ed Seo Seer va aerators Tt eta ret Be ros ei ioe a cae Eee au aisas oe kmoca te DES mama meaner ae BL Los evangelios sindpticos ‘mus **, Todos estos testimonios permiten medit las difcultades que presenta esta peticién. La traduccién francesa misma (y Ia espa ola) se resiente de este arreglo 0 empeoramiento del texto orii- nal: «No nos dejes caer en la tentaciin.» Esta peticién no tiene en toda la Escritura otto paralelo que la cescena de Getsemani (Mt 26, 41 y par). Parece incluso contradecir Ja afirmacign de Santiago (I, 13). Las oraciones anlopas del judais- ‘mo contempordneo no piden nunca ser preservado de toda tenta~ cidn, sino permanecer invencible en la hora de la prueba. Esto no hace sino poner mas de relieve la novedad del padrenuestro *. La Biblia es ef libro de Ia tentacién; se abre por el relato de Jos dos primeros hombres tentados en el paraiso terenal y se cierra ‘on la gran tentacion en el Apocalipsis (Apoc 3, 10). EI Antiguo ‘Testamento use por lo genera el verbo esipéfw, en un sentido reli- ‘i0s0, para expresar la condicién siempre amenazada del hombre, Sea cual fuere el origen de su prueba. Una ripida ojeada permite istinguir el carécter ambiguo de la tentacion ios mismo tent a Abraham, poniendo a prueba su fe y sa ‘obediencia (Gen 22, 1-19). De lo mismo se trata respecto a todo cel pueblo de Israel (Ex 20, 20), epara saber lo que hay en su or 226n, si observa 0 no los mandamientos» (Deut 8, 2) En el relato de laeaida, la serpiente seduce a Eva. El adversario 2 i 2 8 Bett at th: ses we agi See Sn Sets rae et Exes ede eens aston etna Bre Eee hee Se SSS, Mr te fete Picelaets wn Sgn a pn gl rts ec i Sit ate ni ie as ceeca nee pe puattnsisiat armen ae oe een fe BSUS ce eacc aun Seam nabs Eemoitcswe aeenSenee ieee Re hseiae soe ae cde ek DS So as meas Ge cee Shp Tiel acess cam OR et rae pels OS he wo, dine Eur ges iliemugtrs Saiy meets Ate Seay satpro Se © ope specs SEOs pac inns weet aah 132 No nos dees caer ‘aparece preocupado de separar al hombre de Dios. Esta concep- ‘won sigue su camino y se encuentra mis particularmente en el fibro ile Job, en que Satén se esfuerza en hacer caer al justo. Job vence Iu entaci6n, consagrando a Dios una obediencia a toda prucba ob 42,2) ‘iu literatura sapiencial habla mucho de Ja tentacién (Eceli 2, 1: 53, Dy que revibte un cardeter educative, como entre Ios griegos, 4 que explica la oracién del salmista que pide ser tentado (Ps 26, 2). Toda la vida humana es una tentacion continua, porque Dios ‘educa a Tos suyos por la prueba. Esta concepciin se halla tam hién en Filéa. Hallamos la misma palabra en el contexto de las tusbulacones escatolgicas que anuncian y proceden el juicio y la cvonsumacion (Zach I, 15; Heb 3, 16). Daniel habla de los justos ‘que serén tentados y porificados (12, 10). Atraviesan la prueba para nee salvos (Hen 94, 5; 96, 20). La literatura rabinica recuerda el cjemplo de la fdelidad de Abraham, que resist a diez tentacio- rnes, y gusta de hablar del instinto perverso que habita en el hombre Los esertos de Qumran dividen a los hombres en hijos de ta luz e hijos de las tinieblas. Su condivién humana esti tensa por ‘esta lucha inevitable que hallamos tambign en los escritos del Nuevo Vestamento. El origen de esta concepcion, extrafin al Antiguo Tes- lumento y al rabinismo, es muy discuido, Podsfa haber sufrido la influencia directa 0 indirecta del parsismo Un primer hecho es claro, y es que la tentacion pertenece a la condicion humana, En a medida en que Cristo comparte esta con- slcién, se sometio también & la tentaci6n, como cuentan los tres sinipticas y Jo afirma la carta a los Hebreos (2, 18; 4, 15)" ‘Antes de definir la sigificacisn de la tentaci6a, hay que resolver ta cuestin del tentador, pues silo ella permite precisa el sentido dela sexta peticin. EI balanceo de nuestra oracién nos pone sobre la pista cuando decimos: eArrineanos del maligno.» ‘Ast pus, la cuestion queda circunserta: ;Quién tenta al hom. BOY, Sap 3 5 Bel 4 17534, 15 46, 20; 1 Mac 2, 52; th 8, 28.27 BS. Pre bot 3,3 Bie. Sub. to-e0 BM, GER. Somnennauno, Die sitlicke owchaft des NT, Munich, 1p8. 22, gut da ndaciona bbgrtiss Lo mismo Hasan Tegan, rey Los evangeliossindpticos bre, Dios o Satin? F1 Antiguo Testameato, jgando con la ambi- iledad de la tentacibn, respondia que uno y otro, No parece que pueda decir lo mismo del Nuevo, Jamis se dice que Dios tente al hombre. Santiago (I, 13) afirma claramente lo contrario: «Nadie ipa en su tentacién* que Dios Jo tienta. Dios es inaccesible al ‘mal y n0 tienta a nadie.» De abi podemos sacar la conclusion de que 4 tenacion de que se trata no significa Ia prueba que Dios nos envia, sino un mal que es obra del adverssrio, de Satin o de sus satélite *, siempre de una fuerza hostil a Dios y al hombre El pe ralelismo de la petici6n confirma lo que la lectura de los textos permite ya coneluir. No es contradicha nuestra afirmacion por la peticion misma: No nos lleves (0 no nos dejes caer) en la tenta cién? La peticidn es precisada: emas libranoss. Podiiamos para frasearla diciendo: No nos expongas al peligro de infidelidad, sino arrineanos del poder de Satin, EI hombre es tentado, La tentaci6n forma parte de la condicién cristina (Hebr 2, 18; 4, 15; Ps 11, 5; 66, 8). Venga ta tentaciin de la flaqueza de la came 0 de las seducciones demoniacas que el tentador inspira a los enemigos o produce él mismo, siempre es cierto que el fil tembla en la situacion ambigua de su existencia, viviendo en este mundo sin pertenecer ya a él, sometdo siempre a fucraas adverss, Las prucbas que toman cariz de persecuciones 0 de wibulacio- res forman parte de la era escatoldgica y acompafian el paso del On presente al nuevo aia, En el combate del poder saténico con Js dynamis de Dios, sean cuales fueren las fuerzas inferales des- encadenadas, el hombre esté comprometida en la lucha gigantesca ‘que se disputa el mundo. Pero Dios sigue siendo el amo podero- os mus del deta de ul rola que tata. de gra de os ios hu conta hos hos dels nc ha So puindo for EL Soca, ‘MecnaeGeacy',plancha v,e2 Danan Caer Octo! 1985, 5. 138138 {Uns radu latina ha apaeeldo en «Veebam Doms 29 (1998) 7. 2. Hallames en ef Nucto Tearono el sri profano de hat un BHO J, Por, Parables et aéorie, 12 oltre pica: que ponen su confanza en ‘eam fu def mos "ht, No ay porque we an crzatura de rasgossombro, sno wn pine tora ie ts fares par fra. ‘1: racine bin compen: conene una nate neat, zeuia ‘4 oira posta: ENarseo hace ma eo detado, aya dor vse por scan i lupts Se una Pas een de todos su nrc, iro de ha gumbres ‘Goo mo cstaban sadas (MI 93, 25; Le Ti, 8) 1ST Los evangelios sindpticos EE publicano, quedindose icjos, no osaba * siquiera Jevantar Ios ‘ojos al cielo, sito que se golpeaba el pecho dicicndo: «Oh Dios, ten compasién de mi, que soy ue peeador..» Yo os digo que éste bajo a su casa jstiicad *, y no el oto, La paribola no representa un cargo o una caricatura de los fariseos Es ficil halla oraciones contemporancas de Jess que reflejan el mismo estado de espivtu. Asi Ber, 286: «Yo te alubo, Seiior Dios, de que me has colocado entre los que se sientan en esta casa de instrucsion y no entre los que se sientan en los cruces de ‘caminos (cambistas y mercaderes), Yo me levanto de mafiana y clos se Ievantan también de mafiana; yo me levanto pare estudiar Jas palabras de la ley y ellos para las vanidades. Yo trabajo y ellos trabajan; yo trabajo y recibo una recompensa; ellos tabajan y no reciben recompensa, Yo corro y ellos corren; yo corro hacia la vida del siglo por veair y ellos corsen hacia ef abismo de la desttuce cine *" Si la parébola no trata exclusivamente de la oracién, la incluye. Aprovecta el ejemplo de la oracin para caracterizar la acttud espi> ritual del farise0 y del publicano ™*, Una y otra oracion expresan un estado de alma. El farseo se justia, su oraciin se concentra en si mismo y, por el mero hecho, se tora inefieaz. No es un Tamamiento, ni siquiera una accidn de gracias en el sentido de econocimiento. NO tiene el sentido de la dependencia ni del pecado, El publicano des- ceubre en si mismo una situacin desesperada. Su balanza no esti cquilibrada: delante de Dios es silo un pecador. Su oracién se refiere al salmo SI, 13.19, Es un lamamiento a la misericordia divi- Bi. "Oe een, se ae, CF Me 626 Le 18, J 7,1 BL range 00 ne alata para exponar ateere» J ehnan, Glick 5. 385. Este veselo presents lgunas dials El vetbo Dost fui a Faby so ste ua es ansiog Ym els erm seg we efvera pr tad It preposici herea mi a hace de comparativo. init del givo reper sobre I tasmon teal, qu $2 {stores por reproduc el comparato fee (W'G) El somparatvo” ene & {evade up soy extnve por Hay que obedeee a Dor anes que os ombres(Act 3 28:c tambitn 19; 20,58" Rom 1 35). Con a mismo verbo Bouaniotn, tos LX adorn Gen 38, 26: dedocicea, Tamar est Jase ‘Seat en camparcion de mes dese, Yo nolo este. Bes) “Dr Bucy exapers, vendo uh cargo (Pore, 70279, B57. Sh, So, gut face oto teton omens FED, Bury @ domaiado ecirivo en su comuntrio (arabols, 270 232," Mogseaoe Canta stated, Tot ribose FB, {Heal Cran, Hy S88 158 Bl evangelista do la oracisn «que se inspira s6lo en la voluntad de salvar; Dios justfca por Inala al peeador, que no lo merece jamés, Delante de Dios el Inmite no es mada o, fo que es peor, es pecador. La humiliad de st onaclba no hace, pues, sino expresar su situacién oatologica 1 ln lucidez de su conciencia esclarecida por Ja luz de Dios, que he ws ‘in historia de los ditimos dias de Jesis en Jerusalén, el dis- vu escatol6gico que preludia la pasion, terminan por una exhor- ‘stim ala vgilaneia al averearse el dia ‘Ln exhortacion es particular de Lucas: eViglad, no sea que. aque dia sobrevenga sobre vosotrs como un lazo; porque se abatiré robe los que habitan la faz de la tierra enters. Vigilad, pues, Y onud a su tiempo, para tener fuerzas * y escapar a todo lo que ha Me suceder y presentaros con seguridad delante del Hijo del hom- ven (Le 21, 34.36). ‘Oniciéa 'y vigilancia estén aqui ssociadas como en la exhor- tucién que Cristo dirige a Jos compatieros de Getsemant,relatada por Mateo y Marcos (Mc 1, 38: Mt 26, 41)". EI Iogion amplia In exhortacién y hace de ella una ley general de la vida erstana Ln recomendacion de Cristo permite situar el drama personal dentro ‘el drama general: la vigilanci es la ley del individuo, no menos tyne de la colectvidad, a ejemplo de Cristo mismo, cuando viene It or, [La viglancia colora el sentido de la oracién; una y otra deben ter activas. La oracidn es coaciencia de la lucha inevitable y ha de prolongarse, por ende, por la vigilancia, que es un despertar de todos los recursos. La oracién erstana es una oracin armada: en- lueparse fialmeate al Padre de los ciclos no dispensa de estar ale 'w Gf. Col 4, 2). La exhortacién del Maestro se da la mano con las peticiones del padrenuestroe ilustra el alcance eseatol6pico de bh vida erstana La nocién de vigilancia esti Tignda a la escatologia*". La pare bola de los eriados (Mt 24, 45-51), lade las vngenes (Mt 25, 1-13) ‘omparan la parusia a una llegada durante la noche. En la comunidad 289, Kees, uzgndos dignoen, en 3D pl lt sy Spee ae ple parr a er Baers oie a exortacla an vii, per tea do vce I a rac (Le 2, 0, BB Poe ey MU 24, 42528, 13; Me 13, 3837; Le 12,3739, 159 Los evangelios sindptivos ‘upon, estar despierto es la imagen de la existencia misma crise hi ™. Se alla, pues, natural y necesariamente a la oraciéa, ero no basta Ia vigilncia: para resstr a prueba final es ne- cesar la gracia de Dios Apéndlice: Ios edntcos de Lucas (1, 46-56; 68-80). EI Evangelio de san Lucas eel Unico que nos ha conservado dos ‘énticos, atribuidos uno a Maria ™ y otro a Zacarias. Los dos plan- tean las cuestiones tipicas propias del tercer evangelio. De buenas a primeras, uno y oto eéatico atestiguan Ta fusion de las tradiciones cconcernientes al Bautista yal Mesias, mis allé de todo antago- nismo, en perfecta unidad, Los textos de uno y otto canto estén tan inextrcablemente ligados al contexto, que parece necesario ad- ‘itr que Lucas los hall6 en las fuentes en que se inspira En ellos hallamos el cufo del judaismo precristano, sostenido por la espera mesiinica. La semejanza con ciertos textos ltirgicos de Qumran es sorprendente. El acontecimiento es situado, de una ¥y otra parte, dentro de la historia de Ia salud. Los autores estin jmpregnados de lectura biblica y formulan su oracién con las ex- presiones del texto sagrado que aflora en todos ls versculos. Como en In oraciéa veterotestamentaria, Ia accién de gracias brota de la ‘meditacion de los designios divinos. Mi sma exalta al Sefior {¥ mi expnitu se exremece de alegria™ en Dios, mi salvador, porque ha mirado la bajeza de su esava BR CE Gor 16, 1351 Thee §, 48; 1 Pat 5,8. [Bares yernoes atin a anteriores Jedaimo sribuyen lcntco f Habel Lo mo hay que dec de Nicsrar oe Rastisa (etweSibigues 6 {a9} 28) B1 taducr latino de Orienes aes slsen lo (PO 13,181, 1 tatlamos tambien en Ineneo Ade hoes 7), segura Wacol ae: ‘lay ds mi tno, qu ean poe eds en denier cone fa ei, ep cog di nes coment fb Mate (a el a oe eta Ss See de pi er Ts cra interna no pei aril inno a abe. vereso 4 lo pede apicarse aa mat del Mesa pala ene oan Hausa y Jas Eps ue al alabana del pude a pecunoe respond sin Ge pact de ite el Salvador 7 Pats jg de a aces jun cf . Krostemoes, Dar Lakaseanglion, ‘Tubiaga 1918376399, 34S Re, = 2, Es agar de tse eacoctra iy e8 Dat, 160 Los cénticor de Lucas 1 en adelante todas las generaciones tne llamar bienaventurad Prue el Todopoderoso ha hecho por mt sas grandes Su nombee es santo; de generacién en generacién te exlende su misericordia sobre los que le temea. Hizo alarde de la fuerza de su baz, Aispersé a los soberbios de corazin, Wernbé de su trond a los poderosot Y engrandeié a lor poauctos Colmé de bienes a los hambrientos Yy despaché vacios aos Ficos Revibié a Irae, st servo, scordndose e's) mastricardia, Como To prometiera a nuestros padres, cen favor de Abraham y su descendenca para siempre. El Magnificat se funda en el céntico de Ana (I Sam 2, 1-10), pero también en gran nimero de citas biblicas en que profes ¥ salmos — sobre todo los salmos de los anawim— se llevan Ia parte dle e6n *; Io cual no le quita la frescura de una improv El céntico esté estructurado, como los himnos, en estrofas cuya Uistibucion no es facil de destinder. Gloria la obra cumplida en BSH pone agul la com, Bs 35, 9 Be a8 3 Bs 31 Si, 8: 33,9, habe 9. I oem Hse 8 Gen, 332 1,8; on a, & 39; 2 Sam 7,1 Mal 3, 1 eto ren ia 3; eT i; 3 Say 2, 2B 1,6; 13, 951 Sam 2,395 sam 2,728 %: St = = Pe De ee Stas Pi 3.6: Dan's 3, Mal & Bell 10,14? ob 12, 19) Be 2,31; 1b $1 15, 7 eal 4 sa: te igh Sodas 1 sum 2,5 teat eto: hiss, 2S, 43: Mick, 20; 2 Sam 3 ti Ge 17,7518, 18; 22,17 161 ra {Los evangeios sinépticos Marla por el Espiritu Santo, Del caso personal, ef himno ensancha Tres canta la obra de la salud comenzada en Irae, En Maria, se realizan las promesas hechas a los padres. De una y otra parte, Yahveh ba manifestado su santidad y misericordia, su poder y fi lida. FHallamos agut un rasgo caracterstico de Ia oracion y de la ac- titud de Jests: la entera sumisién al designio de Dios, la objetvi= dad de la alabanza, en que el caso individual toma puesto en la historia universal. El himno ilustray protonga la palabra de Masia ‘cH agut Ia esciava del Seior» (Le 1, 38). El Mapnficar proclama con el advenimiento mesiénico el seforio de Dios, cuyo poder se ‘expresa en signos paradéjicos por la inversién de los valores re- cibidos: los anwim suceden a los potentados (ef. Mt 5, 3), Jos hhambrientos quedan colmados en lugar de los ricos. Es un prelu- dio al fondo particular del Evangelio de Lucas, con sus paribolas del hijo prodigo (15, 11-32), de Ia oveja perdida, del rico glotin y de Lazaro, del rico necio (12, 13-21), del fariseo y del publicano, no menos que un preludio al sermén de la montaia (Le 6, 20-49). Para juzgar de la antgiedad del Magnificat, basta comprobar {que no se hace en él, en parte alguna, alusién a Ja person del Me- sias, a su obra ni a'su pasién. El himao, en su estructura, es ¢s- catolbgico y presenta como cumplidos acoatecimientos futuro, 10 cual es regia dl pénero profétio (ef. Is 44, 23; Ps 47, 5.8) El Benedictus (Le |, 68-80) expresa To que se ha dicho antes «¥ (Zacarias] hablabe ‘bendiciendo a Dios» (1, 64). Se presenta ‘como un canto profético (1, 67). Zacarias esté leno del Espiritu Santo. Como el Magnificat, su canto esté teido de reminiseencias bibicas™. 299, Un cvadro comparativo fustaré fos pristamos del Antigo Testa 106, 48; 114, 9; 130, 8 of Le 7,16 28.152 17: th 302 9, 21. fe ise tr 5 B28 Soph 3.15 2 Gen 116,60, Los céntcos de Lucas Comienza por Ja bendisién en cl estilo de Ja ors Bendito sea el Senor, Dios de Israel porgus ha vislado y Librado a su pueblo; EEL nos ha susctado’ un poder salvar cn Ia casa de David su sievo, como lo anus por boes de sus santos profetas, 4e Tos tiempos antiguos, pra salvarnor de nuestios enemigos ¥ de Ia mano de todos los que nos aborrecen ‘asi hace misericordia con nuestros padres, as se auerda do my alanza sant, 4a juramento que hizo a Abraham, padre nuestro, de darnos la gracta, para que, ya Hbrados de In mano de le sivamos sin temor, ea santidad y justi, ‘jo su mirada, todos los dias de muestra vid Yt, nino, seris Tamado proteta del Alsimo, porque its delante del Senor ™ ara preparace los camino { ensefiaris al pueblo que Dios va a salvarlo perdondndole sus pocados ; por Is tiem. misercordaa de'nuestro Dios ‘Relbiremor#™ In vista del Mesat de la alturas pars que su luz inunde a lot que te hallan fn las tinieblas y sombra de Ia muerte, para que sean guiados nusstros pasos por el camino dela paz. Dos partes componen el edntico: Ia primers (68-75) es Ta que ms se acerca al Magnifat. Representa el porvenir como ya cum- pido, sein el estilo iteraio de los himnos escatolipicos. No sobre- pasa los limites de Ta espera de Israel y se desenvuelve en un efima veterotestamentario, 30 Gr et comienzn de as raion jus, spe, p72, Sobre la comp ‘cin ens el Boner Ia bendson el acto 0a ioepteon, Ferzan Kom, sum fr der hak Gr 192 61.92. iterate son ever ely per Coro ern ent tt sits gn de fora, BY TB, 32 Se By 110 He ee eae BOS Biome ata ef 98D pl we Cae 9 232 Etro Ge Boy noc Mon: Ck als Ts, 10s imodian € HH D pl tate TEI futuro tmoxteras est tere 3.7 bien teers vstados por vet ol nackte, que ven de 1 0», ve dion a Mess 168 Los evangelios sindpicos 1a salvacin estrada por et Mesias, el «cuemo de salvaci6nn, aque viens a realizar a profecia de Natin a David (2 Sam 7, 12). [HL primer benefciario es el pueblo, sin que por ello se excluya al resto de los hombres; Dios vista (ef. Le 7, 16; 19, 4) a su pueblo, librindolo polticamente del ocupante (v. 71, 74). La Independencia exterior condiciona un servicio santo y justo, en pureza interior La segunda parte (v. 76-79) es una profeca concerniente al papel de Juan Bautista en la obra de Ie salud, Profeta del Altisimo, su misién Io pone al servicio de Dios (Le 1, 16) y de su Mesias Ese thtimo es Hamado «el oriente de lo alto». El término avaons, traduce en los LXX el nombre del Mesias (ler 23, 5; Zach 3, 8; 6,12). Se habia convertdo en sindnimo de la sinagoga Una y tra cexpresién designan al Mesfas (Le 24, 49). La imagen significa la ierupcién del mundo de la luz y de la paz sobre la terra de las tinieblas y de la divisin (Mt 4, 14-16). De esta manera el Mesias instauraré la soberania de Dios, a la que esti subordinado el Bene- ictus, 1o mismo que el Magnificat, Nien el Benedictus ni en el ‘Magnificat se habla de la pasiOn y de la cruz del Mesias 0 de su precursor, cuando su lugar es grande en el tercer evangelio EI Benedictus halla los acentos del profetismo para anunciar el ‘esianismo que esti Hamando a la puerta. Més cercano de un Isafas que del rabinismo ambiente, canta los tiempos nuevos y se inspira en grado menor que el Magnificat en el Antiguo Testamento. Su composicion es mis pesada, su sintaxis menos semitica. Cada parte se compone de una sola frase, deslabazada y maciza, Uno Y otro himno se fundan en la promesa hecha a Abrahem, antepasado 4 Israel JESUS ¥ BL cuLTo NUEVO Si la religion de Jess esti enraizada en Ja de Israel, Cristo ppermanece independiente respecto del pasado religioso. Bl inflexio- ‘a las tradiciones en el sentido del culto nuevo, espiritualizindola, EI sacrifcio se hace obediencia y caridad SGN oe ey TANT 1 39 doe cai, i Gru Eo Te ec Zak 1 Ln ees fn a 9 aa nese death 9 13 pot Ds (Di, oo, 06,4; "2), 2 125, 1) 9 por Melton, 7 164 EL templo Ibn et momento en que 1a comunidad redacta Jos evangelios, el celia, la euearsta principalmente, anima ya el fervor erstiano y teprosenta ef foco de la oracién cristina. La liturgia de Ta Tglesia, Iinutiva se enraiea en la vida y ensefianza de Jesis, Es facil dis- etnn en las evangelios sindpticos sus linas generaes. HL temple 1a expulsn de los mercaderes del templo toma figura de max tutisto al principio de la vida piblica de Jesis. Marcos nos ha ‘eamservado el texto: «Est escrito: Mi casa se ama case de ora- ‘vin para todas las nacionss, y vosotros habéis hecho de ella una tnidriguera de ladrones» (Me 11, 16; ef. Mt 21, 13; Le 19, 46). ‘is cita una palabra del segundo Isaias, 56, 7, que imagina el iersalismo como una congregacién de todos los pueblos en el tem plo de Yahveh, Cristo obra como Mesias; su gesto es un signo de Tos tiempos nuevos, en que el eulto y la santidad del templo ter- ‘ninan en el culto nuevo (cl. Me 13, 22; 14, $8; Mt 12, 6; Me 7, 1: MUS, 17418). Jesis en persona viene a sustituir el calto del templo, segin la lirmacion deformada por los falsos testigos (Me 1, 58), que ori= rinariamente podia responder al texto de Juan: «Destrud este femplo y yo lo reconstmuiré en tres dias» (Loh 2, 19), 0 segun la formula de Marcos: «Yo edicaré otro que no seré hecho por ‘manos humanas» (Me 14, 58). Testigos y acusado daban a esta palabra sentido mesidnico. La renovacion del templo era considera- Ala como signo de los tiempos esperados (Ez 40-48; Hen 90, 28. EI templo nuevo no sera hecho por manos de hombres, sino ‘que ser el milagro de Ia nueva terre de Dios. Ligado a la hise {oria de la salud, con I tierra nueva acaba el culto (Mt 28, 14; 1, 2.10), pero sacando sa valor y signiicaciia de la obra que viene 4 realizar Cristo, La cima de esta historia la constituye la muerte yy resuroscion de Jesis. La historia de Terael lo anuncia y figura Jesis, polasizado por la hora del Padre, da a los judios el signo profético de Jonds, que se refiere a su muerte y resurreccin (Mt 12, 38-45). 50, 0. Couswoo, Ureritentum and Goteons, Zatch 1930 7 165 oF L hauls. {0 mismo hay que decir del bautismo. Juan Bautista precisa el saleance provisional del bautismo de penitencia, que sera susttuide fen la nuova economia por el bautismo en el esprit del fuego". EI bautismo que recibe Jesés mismo es un signo precursor de Ja obra def Calvario. Sale de las aguas, levanta eoasigo al mun- do, ve abritse Jos cielos que Adén habia cerrado para él y para sui raza, Comienza la redencién™. Pero, al recibir el bautismo de Juan, Jesis va a imprimirle una significacién nueva en la obra de la cruz. AI hablar de su cereana pasion, Jess la Ima «el bautismo que ha de recibir» (Me 10, 38; Le 12, 49.50), eHe venido a traer fuego sobre Ia tierra, y jeomo ‘uisiera que estuviera ya encendido! He de recibir el bautismo, y jeudl no es mi angustia hasta que esté consumadols Lo que va f encender el fuego, es el bautismo de sangre que Cristo recibirs sobre la cruz Las expresiones: ebautismo por el fuego, aencender el fue- ‘209 son alusiones al cuto. Al fuego del sacrificio judo, celasamen- te guardado en el templo, corresponde en un paraelismo estilo cl sacrifclo de Cristo que acaba Ja ley y los profetas. El es en 1a historia cristiana el teraplo del nuevo culto, La prueba del fuego ‘4 que Jess aspira con todo su ser es la ofrenda del Calvario, en que la victima libremente devorada, reconocida pura, se convierte cn purificante al permitir dar en adelante el culto nuevo al Dios vivo (Hebe 9, 14). El término cultual abautismoy significa que Cristo cumple una vez por todas y para todos los tiempos el culto nuevo y perfecto ™* a cena eucaristicn Lo mismo cabe decir, con mayor razén, de la cena, La ree0- ‘mendaciéa del Maestro de preparar Ia comida en la habitackin alta 510. Me 3, 11; Le 3,16, Me: shat en Faint Sant, 1 8 ‘©, Cuutnusn a ard ve ene eboney una alsin al tio tai {bie Tai im NT, Zach 1948, 65.78 a sido contadcbo pot AW. Ake On, 0. Calman’ Theory concerning Kolin Epon. Ties oc. 1955, 1. veg Nusa ebro en ang wie gi BiB, 252, 166 1a cena eucatisticn [Me 14, 12-17; Le 22, 8) recuerda su palabra conservada por Juan: ‘sVory 1 prepararos una morada en la casa de mi Padre» (Toh I 1) Fla expresa et valor profético del culto, coneebido como una an. Uypacion del fn Tos sinGpticos insertan la ltima eena dentro del marco de la solebracidn pascual. Parece probable que, histricamente, cena y pwc hayan estado unidas". De le pascua judia hay que decir oy minmo que del templo, Se realiza en la persona det Mesias y en fl ucontecimiento de su muerte y resurrecci6n, anticipado ritual. fnente por fa eena del jueves santo Jess sustituye al viejo el cuko evo, la pascua del éxodo es reemplazada por la pascua crstana, ‘que rtualiza al testamento nuevo. Los tres. sindpticas nos refieren Ja institucién, Paralelamente, ‘an Pablo, en su carta & los Corintos, formula lo que ha recibido Mle la tadicidn (1 Cor 11, 23). De la comparacién de los. re- Ios evangéicos resulta claro que el texto de Marcos se aproxima al de Mateo; mientras que Lucas es aut6nomo y utiliza fuentes que le som comunes con Pablo. Uns y otra versiGn reproducen tal vez las dos tradiciones litirgicas de Antioquta y Palestina. Entre Marcos y Mateo el parentesco es evidente y puede ex- plicarse por una fuente comin. Las variantes son minimas y no ‘cambian el tenor del relato. Ciertos retoques del texto han podio ser provocados por el uso litirgico que ejercié su influencia sobre lu redaceion. EI silencio de Marcos sabre la reiteracion se explica por el echo de que las celebraciones litirgicas lo expresaban im pictamente Fl texto de Teas se distingue del de Marcos y hasta del de san Pablo, que cono:e, porgue lo abrevia o lo alarga. Lucas se 2 0, Carine Chien and Gots, 10 fnestion ha sido muy discus por certo mero de exept ‘tants, Por el enlace decoy pace, 3nd, Di Abner Jet, ‘Gotngn 1589 donde salar una lopalig exhasitva, AR RS: Y me, ‘SC TRWNT: i: Seman, Dar Bonet ds Martar (1D) \Gonrsetenlie: Hr Liss, esse and Herel, Bella 1988, 212; YO “Orstanty, The vis Backerountof the Cron Ltr 18, 186198, ‘Tato Bai Le dtr ropar de ess furl nop pea? en ok. Zt > (1948) BLOND the Shape ofthe Lay, resins 1984 0, 313. Chl. Lemaron, Feet element de Yur Chris 58D. Bexot, 1g rl de ce dans Lae TT, 1320, on eve Biase &¥ (938) 397393 Game liparet raa d H,Scutmaa, Der Picante, Le, 167 Los evangelios sndptios cexfuerrw pos insertar el rlato dentro del marco de la comida pas- ‘ml, que desaparsce en Pablo. Pura el pan, el rlato concieta co Marcos y Mateo. Lo mismo hay que decir de la perspectiva esca- toldgica, dos veces repetida (v.16, 18; of. Me 14, 25). El mandato de reteracin es particular a la radicion paulina. En Lucas se hace ‘mencion de dos copss, la primera de las cuales es una de las copas, dela comida pascual; se la menciona a causa de la profecia: «Ya no beberé mis...o, que se aplica a la bebida ordinaia. Es posible {que se esfuerce por concliar el relato histrico de Ja cena y el uso litirgico existente, mientras que Marcos y Mateo s6lo relatan el segundo elemento I uso ltirgico se manifesta en fa version de Lucas y de Pablo, frente ala de Marcos y Mateo, cuando habla de la copa (¥. 20) «por vosotros» y del mandato de reiteracion (¥. 19). El contexto del relato es comin a la tradicign de Marcos Ja de Pablo y representa la forma primitiva; Jestis tomé pan, dijo tuna oracién y precisé su significscién. Lo mismo hizo con el vino. LLuego las palabras explcativas pronunciadas sobre el pan y sobre Ja copa. Es de notar que las palabras sobre el pan son comunes a ls os tradiciones. Las de la copa presentan una variate. En fin la perspectiva eseatolopica comin a Me 14, 28 y a Pablo, 1 Cor I1, 26. La tina cena de Jess con los suyos. Parcce muy probable que la ltima cena de Jesis fue una celebracién pascual. Las objeciones formuladas no tienen suf- cientemente en cuenta los textos". Por lo dems, ciertas difulta- des se desvanecen, si se coloca la celebracién el martes santo, como Jo sugiere el calendario judio arcaico y la tradiciSn conservada por Ia Didasealia ™, La cena pascual comenzaba por un servicio preparatorio™. 6 Marcos Pehle ‘tac sae Genre dete le ane ala, 217, Nrara in csi y In prsta c sobre todo: G. Dann, Jena Je. hua 1522, 80160. Sie BW, Sl Ba, 3. Sinan, Aberdare, 6. “is, AJnonent La de a Cine, Pal 981-La tose el tor pods moda I cston el Crt pascal ela ex, SIs, Ls csrpclon nos la proc a Mun, ca Pes. 10, St B 1, $6.76 41 dons, dtendmalovert, 168 La time cena de esis 111 pure de familia pronuciaba primeramente una doble bendici6n;, In prints por la solemnidad, la segunda sobre el vino: «Bendi- tw scis ta, Yabveb, Dios nuestro, ey del univers, que has creado 1 fruto de la vita.» Y Ja copa pasaba en medio de los comensates Tu se lavaban Ia mano derecha, Se trata el primer plato com- nieslo de hierbas amargas, de panes dcimos, de jugo de fruta y del ‘nero asado, El hijo pregunta a su padre en qué se distingue esta noche de las otras noche. EI padre evora Ja maravillosa sada de gino y cta las palabras de la Escritura (Deut 26, $-11), para re- ‘ondar que el pan écimo es un recuerdo del pan que no twvo tiem= po de fermentar (Deut 16, 3); Jas hierbas amargas evocan los tem pos de amargura por que pas6 Israel en Egipto. El cordero asado figura el cordero que cada familia judia hubo de inmolar aque, roche y cuya sangre, sobre Ia puerta de las casas, los preserv6 ‘el Angel exterminador. «Ast estamos obligados a dar gracias, a confesar,alabar y glorfcar... a aquel que nos ba librado, a nosotros {nuestros hermanos, de Egipto, y nos dio aquella noche.» Por Ia accién de gracias cuyo objeto es la salud en el pasado y el presente, Ia oracion contempla la esperanza escatologica: «Permi- {en0s, Yahveh, Dios nuestro y Dios de nuestros padres, celebrar las fiestas que se preparan en la paz, repociindonos de ver reconstrurse ruestra ciudad y de poderte servi. Nosotros te cantaremos nuestra sosion de gracias con un cintico nuevos Después de cantar Ia primera parte del halle, la altima copa ‘pasa a fos comensales. El padre de familia dice la bendicion sobre los panes cimos: ‘Bendito eres, Yahweh, nuestro Dios, rey del mundo, que has hecho producir pan a la tierra.» ‘Ahora rompe el pan y distribuye los toz0s a los comensales ‘que los comen con hietbas amargas y jugo de frutas. En este mo- ‘mento comienza la manducacién del condero pascual. Acabada la co ‘mida, el padre de familias dice la bendicion sobre la ultima copa, que 5 la accion de gracias por la comida; de ahi el nombre de copa de benlcia * La comida termina con el final del halle! y tal vez con una Gi Pes 10, 46. 6. Dara, JsusJerhna, Prtranger 192, 3 BEL Exe nombre no cake amada a tro copa i ate abe uml copy tobe ie rons nu oan acon Se cat, 169 Los evangulis sindptios ‘cuarta copa, Jesis canté Jos sulmos con los suyos. Es Ia sola ora- ‘idn que parece haber dicho con ellos. Los relatos deta dita cena facumulan las indicaciones convergeates que permiten descubrir su cardcter pascual: el uso del vino, extrafo a las comidas ordinarias (1 Cor 11, 25; Me 14, 23.25: Le 22, 17) y que se preszribe incluso Jos pobres , la evocacién de Ja historia de la salvacin, sinill- cada por los elementos de la comida (I Cor 11, 24; Me 14, 22), la perspectiva escatoligica sobre el reino de Dios (Me 1, 28; Le 22, 16.18), la afiemacidn explicta de Lucas, asl como of marco de su relato ™* (Le 22, 15.17.19). ‘Se imponen dos observaciones, En el momento en que los sin- Spticos relatan el relato de la cena, el uso litirgico atestigua la fe de la comunidad apostlica, La economia nueva est instaurada. Por el culto, los crstianos se unen al Xyrios ivisblemente presente centre los suyos (Le 24, 3.3543; ef, Toh 21, 5.9.13). Esta experiencia litdrgica affora en el relato evangélico e imprime sello pascual al ‘lato de la cena, conforme a las intenciones expresadas por Cristo mismo durante la dlima comida. El relato de los sinépticos no tiene nada de estereotipado, las versiones son libres y abreviades. Supone todo el evangelio con el ‘que forma cuerpo y que explica las formas lapidarias de la ins- tiacion, La froccién del pan era un gesto familiar de Cristo, por ef ‘que pudieron reconocerlo los discipulos de Emats (Le 24, 35): en BR Pets 10 ES, Aus inacaions se poeéen afadie otros indices: 1a bltima cena te ogre noche, Cor, 3, cosa que icamente se cae i pascin, pus la comida orn se toa ain de Ia tarde ‘esd te quet aoeli aden feral, donde debe cera pat 1 li cod tial ca eoareriarin, stbn seseryada# i eleracign pascal, Mey 18: Toh 13, 23 SPL dos copan de Loss suponen to pas, Le 22, 1720, & TS SER ile copy face Seca, ops def coma, 1"Cor 11,25, Pabio a lama expesamant a copa de bend, SrrT LiSmis tan f Cor, eee a atelier El canto final, Me 14,26 et una alsin al all! mayor do In pase ‘Se gues near, mnt costa, TI, 39% muchos pes Hv preparative pact Is ena SEs one on THWNT m, 72678, 170 1 lima cena de esis rchas ocasiones Jo habian visto romper el pan; la més solemne, ‘on la multiplicacion milagrosa (Me 6, 41; Le 9, 16). esis habia nliivado que El era ef pan verdadero (foh 6, 39.4851): el que da Jn vida eterna. El pan roto era el vinculo de la comunidad. Pan y ‘vn evocan el sacrifcio de Melquisedes, por el que los frutos de a tierra permiten comulgar entre los hombres, pero también con «el Sellor del cielo y de la terra» (Mt 11, 25), [La sangre significaba la vida y desempesaba un papel impor lane en el cuto (Mc 10, 45); este uso litdegico se halla en el tér- uno aderramado». En el Sinai, la sangre de las vitimas fue en parte esparcida sobre el altar del sacrificio, en parte utilizada para rociar a la muchedumbre. Era el signo de la alianza entre Yahweh y su pueblo: «He aqui la sangre de la alianza que Yahveh ha con «luido con vosotros, a condicién de que guardéis todas sus palabraso (Ex 24, 8), La allanza del Sinai prefiguraba Ia del Calvasio, anunciada por Joremias He agul que vienen dias —oréenlo de Yahveh— en que yo con: ‘lsr6 con In casa de Terael y con la casa de Jods una nueva. sianzn, ro como I allznza que eeebré con sus padres, el dia que lor tome dela mano para sacarlos de Epipto. Esta lianza —mi alianza— que tllos quebrattaron. Entonces les ize scar mi seforio —ordeulo. de Yahveh—. Mas he aqut la alianza que yo eslobraté con Ia casa de Israel después de aquellos dias —orkculo de Yahven— Yo pondé ii ley envel fondo de su ser y la escribicé sobre su coraain, Entonces Yo seté Dios de ellos y ellos sein mj pueblo. Yano tendrén que Instrirse motuamente, dciendo uno a otro: ten conocimieato de Yah Yeh; sino que todos’ me conocerin, desde los mis pequeSor a. Tot rmayores —orkeulo de Yahveh—, porque yo perdonaré su iniquidad ‘no pensaré mis en su pecado ™ La sangre es derramada «por la muchedumbres (Mt 26, 28; Me 14, 28, lo cual es una expreson toma a Tsaias (ls 53, 11) para significar In masa, los hombres de todas las naciones (Mt 20, 28; 24, 1112). Mateo es el nico que explicta: «para la remision 525. En Quin hbo igulnnte comida religious de pan y vino, Cf sag pe 8 EB. Ranma, 9, Ma Gomi Cn Oke BS, 32S. lee 3h, 3-3: c. Bx 36, 26.0 y Zach 8, 1 Bn, GS caja ls cnicdanbres et iplmente en Quen, m Los evangelios sndpticos de Tos pecados», segin Jeremias (31, 34), Reférese aqut al conjun- to de su evangelio* El dnico pan 1010 y la copa tnica de que beben los apsstoles (1 Cor 10, 16-17) expresan que ellos componea la familia de Dios (Me 3, 35), el pueblo nuevo congregado en forno de la mesa del Varias ideas maestras se desprenden de Jos relatos sinopticos ET culto nuevo esti ligado a la persona de Cristo (Le 17, 20-21) esis es al siervo paciente que cumple las profeclas del segundo Tsaias (42, 6; 47, 7.8; 53), Es el testamento de Dios. Le historia 4d la salud termina en Ey £1 a cumple en el sariicio de laeruz, el bbuutismo que debe recibir, el céliz que debe beber. Por esta razin, Ja Iglesia apostélca afirma que Cristo es «nuestra pascuap iamo- Tada, Segin Juan, la muerte de Ctisto coincide con la manducacién el condero pascual El sacrfcio de Cristo es obediencia y caridad, hasta la muerte. 2 expia y quita el pecado del mundo, obsticulo a la reconciiaciéa de los hombres con Dios y entre si, «El Hijo del hombre no ha venido para ser servdo, sino para servir y dar su vida en rescate por Ia muchedumbre» , £1 abre la comunidad cristina que acoge 4 todos los hijos de Abraham y en que la salud de Dios se ex- tiende a todas las familias de la terra. La pascua nueva termina la era en que se realizan las promesas hechas a Abraham, Esta perspectiva universal y escatologica inspira a Cristo, que va 4 muerte, el acento de triunfo (Me 14, 25) £1 sabe que el amor que tiene al Padre y a los hombres trinfard del odio y de la indiferen- cia, y que El abre el rein en que todos los hombres estin con Vidados al banguete de Dios. Els ef condero pascual que derrama su sangre por el pecado el mundo *. As Iibera al pueblo (ls $3, $10.11), El misterio de ‘sta eficcia reside en Ia obediencia perfecta a su Padre y en la caridad indefectible para con fos hombres con que acepta libre= mente el dolor y le muerte. La voluntad del Padre, la obra que esta CE: Me 6, 12: 7, 1159185 1, 19; 12,3: 18, 23.35; 16 19518, Me 5 18163525, Sar; Mi 513-16 1 18195 be 10, 05 12,38, (GE a, pe 30S, i 20, 287M 10, 48: ct. Me 14,21: 26,26; Le 22,2, Ch i858 4S6i0; Be 1, 122i m 1 oraeséa do Jess voluntad le manda realizar, objeto primero que eran de su oracién, se convierten en Ia meta esencal de su accién y sacrifici, ‘La pascua cucaristca ritualiza la ofrenda de la cruz por la ‘que Jess lbera al pueblo del pecado y del poder del demonio. La primera etapa de la obra del Padre termina en la nueva y eterna falianza, que constituye al nuevo Israel, Esa etapa se traduce en jibilo indecible durante las celebraciones cucaristias, porque el Seiior glotioso permanece invisiblemente presente en las reuniones de fos suyos. Conclusion: La oracion de Jess, Heller ha podido escribir: «Jests inaugura verdaderamente una cera nueva desde el punto de vista de Ia oraciém interiors". La reflexion es acertada, pero esté lejos de tener en cuenta toda Ia no- vad y riqueza de la oracion de Jess, Esta expresa ef Secreto del alma, de la naturaleza y de la misin de Cristo. Jess tiene plenamente conciencia de las misteriosas relaciones que To unen con su Padre. Esta conciencia de una unién intima con Dios aparece desde su infancia, porque existia desde que ‘Verbo tom posesin de su alma humana. A la edad de doce afos, Jesis habla como ningin mistico os6 jamés hablar de Dios, con la plenitud de una experiencia espirtual inmediata, que no pertenece a ninguna otra cxiatura y lo pone aparie de todos, incluso de su ‘madre. Esta comunién personal con el ciclo que lo sitia en el mundo {de Dios como en si mundo propio, aparece nitdamente en Ia ex- presiin «mi Padre», en que Cristo distingue siempre su relacion Ilia de Ta de sus discipolos. Cristo tiene conciencia de la relacion seflera que lo une con su Padte, Silo El dice «mi Padres, y silo El recibe la respuesta: @T% eres mi Hijo muy amado» (Me 1. 1), que express el comercio de su alma con la divinidad en una reciproci- dad total (MU 11, 27), La oracion introduce a Tesis en el corazin de esta intimidad ‘nica, Ia més personal que cabe, La oracién de Jesis emerge de cesta comunion con su Padre es verdaderamente la respiracion de su 333, F Hn, Dar Gober, 29. i Las evangeiossindpticos alma, el alto en que ef alma halla su descanso, su secreto y st Vida més profunda. La oracién le es natural Jests no experimenta jamés el sentimiento de distancia que los més grandes misticos han Seatido aun en sus éxtasis, Bastari comparar Ta oracion de Jesis on Ja de Pablo para medir lo que la separa dela de un privilesiado. Nunea tampoco un sentimiento de impotenci, de miseria ni de fangustis, sino siempre la alegra de abordar el pals de su alma esis busea la soledad para hunditse mejor en el huerto de este istero, El sentimiento de adoracion es a par alabanza y accién de gr cias. Jess esti en constante dependenciarespecto & la voluntad di ving. La sumisién es la vida de su alma: «Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado» (oh 4, 34), La voluntad de Jesis, apoyada en su Padre, esclarecida de lo alto, no coaoce ni a seducci6n de abajo, ni el atractvo de Ia inidelidad, Toda situaci6n, toda petcion reduce siempre 2 Jess al objeto de su misiéa: la voluntad diving, la obra que su Padre Te confi. Jess ‘no conoce otra cost, La oracién le permite descubrir y bendecir el dsignio paternal que ha venido a servir, Sus peticiones no tienen ‘otro objeto que el querer del Padre y el obrar a su servicio. En Getsemani, Jestis slo halla descanso en la sumision a su Padre: ce el frato de su oracign, Puede, pues, dar gracias antes de un milagro, porque su Padre le escucha siempre, su voluntad estéenterameate de acuerdo con la 4de Dios. Esta sumision motiva su confianza filial y absoluta. Jamis hhubo oracién que lo expresara con tal fuerza, con tal audacia, de ‘una manera tan absoluta: ¢Todo To que pidireis 10 alcanzaréis» (Me 11, 20) La oraciin de Jests es acomprometiday, tiende al acto, quie~ re expresarse en la accién. Ella gufa e impera toda Ia actividad de Jess, 4 par que es toda pasividad. San Lucas, con mis insistencia {que Tos otros evangelisiss, hw puesto de manifesto que todas les ecisiones mayores, los momentos fuertes emergen siempre de la oracién asidua, Lejos de aislarlo de los hombres, Ia oracién 10 Inunde més profundamente en el coraz6n de su mision (Me 11, 25; Mt 5, 2-24), que es salvar al mundo. La oracién le hace com: prender mejor el sentido de su venida, hacer més suya toda la Fistoria humana y dar plenitad y cumplimiento a la expectacién de 1m La oraei6n de Jess su pueblo, Le permite comprender por experiencia su vocacién de sicrvo paciente y responder a las exigencias inauditas que leva consigo. La transiguracién prepara ya el misterio de la muerte. En el momento de agonia, Jesis gusta la amargura del céliz que ha de bbeber: pero la oracin le permite vencer los estremecimientos de la ‘came y las cobandias de la Maqueza humana, respondiendo a la vor Juntad divina por una sumisién incondicionada, heroics, absoluta La oblacign del Calvario se efectia com grande grito™ (Mt 27, 50) que proclama a le faz del mundo Ja sumisin filial y amorosa de Jess respecto de su Padre, la fidelidad en acto de lo que su vida fentera no ces6 nunca de repetir. La oracion de Jesus es oblacin y su oblacion es oracion. Ksta expresa el drama del pueblo, Ia lucha contra los poderes desencadenados en una perspective de victoria, {La obra contiada a Jess por su Padre est cumplida 384 W. Gronosnons art, 98, ef THWNTZ Mg sO0 5 175

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