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C A P Í T U L O 1 3

VARÓN DE 39 AÑOS CON


ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA,
HIPERTRANSAMINASEMIA
E ICTERICIA FRANCA

CASO CLÍNICO

Varón de 39 años que acudió al servicio de urgencias por pre-


sentar un cuadro de 4 días de evolución consistente en astenia, ano-
rexia, sensación distérmica, náuseas y vómitos de alimentos, orina
de aspecto oscuro e ictericia de piel y mucosas. No era consumidor
habitual de alcohol y no refería antecedentes de interés epidemioló-
gico.
En la exploración física presentaba presión arterial de 120/70
mmHg, frecuencia cardíaca de 70 latidos/minuto y temperatura de
37,5 °C. Destacaba la presencia de ictericia cutaneomucosa, sin
otros hallazgos exploratorios destacables.
El análisis realizado en urgencias presentó los siguientes datos:
hemoglobina 15 g/dl; leucocitos 12 ⫻ 103/µl (fórmula normal); pla-
quetas 230 ⫻ 103/µl; creatinina, glucosa, iones, proteínas y amilasa
normales. En el perfil hepático destacaba GOT 1.118 U/l; GPT 1.815
U/l; bilirrubina total 9,7 mg/dl (bilirrubina directa 7,8 mg/dl) y activi-
dad de protrombina 70 %.
Tanto las radiografías de tórax/abdomen como el electrocardio-
grama fueron normales. En la ecografía abdominal se visualizó una
vesícula con barro biliar como único dato reseñable.
El paciente ingresó en planta por intolerancia alimentaria y se
completó el estudio: proteinograma, inmunoglobulinas, cobre sérico,
J. M. RIESCO LÓPEZ ceruloplasmina, ferritina, sideremia, α-fetoproteína y amonio: todos
L. RUIZ DEL ÁRBOL OLMOS ellos en rango normal. ANOE negativos. Orina elemental colúrica sin
V. F. MOREIRA VICENTE datos de infección. Serología vírica: IgM anti-A negativo; HBsAg e IgM
anti-HBc positivos; HBeAg positivo y anti-HBe negativo; serología
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120 Varón de 39 años con encefalopatía hepática…

para VHC (ELISA y PCR), VHD y VHE (IgM) nega- EPIDEMIOLOGÍA


tivos. El ADN-VHB (PCR) fue de 69.500 c/ml. La
serología para VIH, CMV y VEB resultó negativa. Se estima que un 5 % de la población mun-
Se repitió la ecografía abdominal, en la que se dial son portadores del virus de la hepatitis B
detectó de nuevo el barro biliar, y con Doppler se (alrededor de 350-400 millones de personas, de
observó la permeabilidad de la vena porta y de los cuales un 75-80 % se encuentran en el Su-
las suprahepáticas. deste asiático, costa oeste del Pacífico y África
Durante los primeros días de ingreso el subsahariana).
paciente comenzó a tolerar la dieta oral, mejoran- Actualmente entre 500.000 y 1.000.000 de
do la sintomatología general. Sin embargo, el per- muertes anuales son debidas al VHB, siendo la
fil hepático empeoró progresivamente hasta el primera causa mundial de cirrosis hepática y
décimo día de ingreso, en el que la bilirrubina total hepatocarcinoma (HC). La relación hombre/mujer
ascendió a 39 mg/dl, con GOT de 2.201 U/l y GPT de portadores es de 1,5-2/1.
de 3.026 U/l, coincidiendo con la aparición de En España se diagnosticaron en 2003 un total
adormecimiento diurno, leve confusión y deso- de 801 casos, siendo las comunidades más afec-
rientación. La actividad de protrombina presentó tadas Andalucía con 134 casos y Madrid con
oscilaciones entre el 30-50 %. 130. En los años 2001 y 2002 se detectaron 899
Ante esta situación y dada la mala evolución y 620 casos, respectivamente, no existiendo un
analítica y clínica del paciente (aparición de ence- claro patrón endémico por comunidades autóno-
falopatía hepática grado I-II), se decidió iniciar mas (información conseguida a partir del registro
tratamiento con lamivudina (100 mg/día). Cuatro de enfermedades de declaración obligatoria en
días después empezaron a descender las cifras España).
de transaminasas y bilirrubina, al mismo tiempo
que desaparecía la clínica de encefalopatía, de tal Vías de contagio del virus B
modo que a los 14 días el paciente fue dado de
alta con una bilirrubina total 15,8 mg/dl; GOT 543 Parenteral
U/l; GPT 769 U/l; actividad de protrombina 80 %.
A los 30 días se observó seroconversión anti-e POR TRANSFUSIÓN DE SANGRE Y HEMODERIVADOS
del virus de la hepatitis B con una cuantificación
del DNA-VHB de 1.390 copias. En los años sesenta del pasado siglo la exis-
Tras el alta hospitalaria, el paciente fue segui- tencia de donantes remunerados implicaba un alto
do en consultas externas de gastroenterología, riesgo de contagio de hepatitis al recibir una trans-
siendo controlado a los 7, 30, 90 y 180 días, fusión, estimándose este riesgo hasta del 50 %
observándose una normalización sostenida de (los colectivos más castigados fueron los hemofí-
las transaminasas y bilirrubina un mes después licos y talasémicos). Posteriormente, en la déca-
de abandonar el hospital, permaneciendo la da siguiente, la exclusión de este tipo de donan-
hemostasia y la α-fetoproteína constantemente tes redujo drásticamente la incidencia de
normales. En la actualidad continúa acudiendo a hepatitis postransfusional.
nuestra consulta. Los derivados sanguíneos que pueden trans-
mitir el virus de la hepatitis B son concentrados
de hematíes, plasma, factores VIII y IX, fibrinóge-
no, trombina y crioprecipitados.
DIAGNÓSTICO DEFINITIVO
En la actualidad en Estados Unidos se detec-
tan unos 80 casos/año de contagio por esta vía
Fallo hepático agudo por VHB tratado con [1]. El estudio de Schreiber y cols., realizado en
lamivudina. 1996 en Norteamérica, sirvió para estimar el ries-
go de contagio de diferentes virus tras la recep-
ción de sangre y hemoderivados, de tal manera
COMENTARIOS que para el VHB era de 1/63.000 transfusiones
(utilizando como método de cribado la detección
HEPATITIS AGUDA B del HBsAg y HBcAc, que es el que suele utilizarse
en aquel país), para el VHC: 1/103.000 y el VIH:
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1/493.000 [2]. En España se ha estipulado el ries- riesgo de transmisión de diferentes virus ante un
go de contagio en 1/75.000 transfusiones, siendo pinchazo accidental con material sanguíneo infec-
la prevalencia del antígeno de superficie entre tado, de tal manera que para el VIH es del 0,3 %,
donantes voluntarios de 0,6-1,3 % [3]. para el VHC del 3 % y para el VHB el 20-30 %.
Por otra parte, se describe en la literatura, de
ADICTOS A DROGAS POR VÍA PARENTERAL (ADVP) forma aislada, la existencia de contagio a pacien-
tes por parte del personal sanitario (la mayoría de
A finales de la década de 1980 se produjo en
los casos en quirófano, por alteración en los
Occidente una gran disminución de la incidencia
guantes que utilizan los facultativos). Asimismo,
de contagio por esta vía, lo que fue debido a las
también puede transmitirse el VHB por utilización
campañas de información realizadas para evitar
de material diagnóstico-terapéutico no desecha-
la propagación del VIH y a la disminución de
ble, siendo el autoclave el método más seguro
consumo de drogas por vía parenteral. De igual
para la eliminación del virus B. En el supuesto de
manera y a posteriori, también ha influido nota-
aquellos utensilios que no puedan ser esteriliza-
blemente la inclusión en el calendario de vacu-
dos por este método, se podrán emplear el hipo-
nación de la inmunización frente al VHB en las
clorito sódico, formalina o glutaraldehído (con un
distintas comunidades autónomas de nuestro
alto margen de seguridad).
país.
Dentro del ámbito hospitalario se ha descri-
En España no disponemos de estudios
to otra posible vía de contagio que sería la
recientes a gran escala que indiquen el porcenta-
exposición de la mucosa conjuntival a sangre
je de pacientes infectados en la actualidad por
infectada.
esta vía, pero tal y como sucede en el resto de
países occidentales, existe una tendencia que OTROS MECANISMOS DE CONTAGIO
muestra la disminución de transmisión de VHB
entre ADVP (era la más frecuente hasta mediados Entre los demás mecanismos de contagio
de la década de 1990 [3, 4]), con aumento del por vía parenteral destacan la hemodiálisis, la
contagio por vía heterosexual (siendo probable- realización de tatuajes y perforaciones cutáneas,
mente esta última la más frecuente en la actuali- las visitas al odontólogo o la práctica de acu-
dad en el territorio español). puntura.
En Estados Unidos, según informan los cen-
tros de control y prevención de la enfermedades Vía sexual
(CDC) de aquel país, actualmente el 20 % de los
pacientes con hepatitis B han contraído el virus En la actualidad es la vía más frecuente de
tras haber compartido jeringuillas (suponiendo contagio en países desarrollados. A finales de la
la vía heterosexual la responsable del 50 % de década de 1970 existía una alta incidencia de
contagios). transmisión del virus B entre homosexuales y
heterosexuales promiscuos. Posteriormente
CONTAGIO DE FORMA ACCIDENTAL
(finales de los años ochenta del pasado siglo), y
EN CENTROS SANITARIOS
de un modo parecido a lo sucedido con el conta-
El VHB es el virus más contagiado de forma gio entre ADVP, gracias a las campañas de infor-
accidental en este ámbito y el mecanismo más mación sobre el VIH, descendió el contagio entre
frecuente son los pinchazos con agujas desecha- la población homosexual mientras seguía perma-
bles que contienen derivados sanguíneos. neciendo alto entre los heterosexuales. Como ya
El riesgo de contagio es directamente propor- se ha referido, se estima que es la principal vía de
cional al número de copias del VHB transmitido, transmisión tanto en Estados Unidos como en
que a su vez depende de la cantidad de sangre España [5].
inoculada (generalmente un pinchazo comporta El VHB presenta menor efectividad por vía
0,001 ml de plasma) y del estado de replicación sexual que el VHC o el VIH (siempre que compa-
del virus (positividad del antígeno «e» y/o del ADN remos su transmisión de forma aislada) [6]. El VIH
del virus). aumenta el riesgo de contagio por esta vía cuan-
Se ha establecido una comparación entre el do hay coinfección con VHB y/o VHC.
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Vertical (madre-hijo) descrito en niños portadores que han llegado


a contagiar a sus padres adoptivos [12].
En el contexto mundial es la vía más fre- Aunque no hay evidencias convincentes que
cuente de contagio. Sucede sobre todo en las apoyen el contagio por medio de la saliva (a
áreas de alta endemicidad de portadores cró- no ser que sea administrada de forma percu-
nicos del VHB. tánea), se cree que el hecho de compartir
El momento más frecuente de contagio de cepillos de dientes puede ser una práctica de
madre portadora al hijo es el paso por el canal del riesgo (debido a la existencia de erosiones en
parto, de modo que si la madre presenta la sero- la mucosa oral). Otros objetos sobre los que el
logía HBeAg (+) y/o ADN (+), junto con HBsAg (+), virus puede permanecer intacto durante lar-
la probabilidad de que los hijos sean portadores gas temporadas y que son potencialmente
será del 90 % (si no se realiza profilaxis del con- peligrosos para el contagio son cortauñas,
tagio en las primeras horas tras el nacimiento). hojas y máquinas de afeitar. Para evitar el con-
Por el contrario, si la madre tiene HBeAg y ADN tagio, se aconseja no compartir objetos de
negativos, junto con HBsAg (+), la probabilidad aseo personal. La posibilidad de que los
de que el hijo sea portador desciende hasta el insectos lo puedan transmitir no está del todo
15-20 % (si no se hace profilaxis en el recién esclarecida [13].
nacido) [7, 8].
En las embarazadas que presenten hepatitis b) Recepción de órganos/material genético origi-
aguda B, sólo hay riesgo de contagio al niño si la narios de donantes infectados por VHB: inse-
hepatitis aguda se adquiere durante el tercer tri- minación artificial [14], receptores de órganos
mestre de embarazo, en cuyo caso la probabili- en trasplantes [15].
dad de que los hijos sean portadores asciende al
50-70 %. Patrones de contagio y distribución mundial
En cuanto a la lactancia, no hay evidencia de del VHB
contagio por esta vía (a pesar de que la leche
materna contiene HBsAg) [9]. A modo de resumen y de una forma didáctica,
La realización de cesáreas en madres porta- se pueden correlacionar las formas predominan-
doras no ha demostrado la eliminación del riesgo tes de contagio en cada país, en función de la pre-
de contagio, por lo que no está justificada su valencia de portadores crónicos del virus B exis-
práctica sistemática para evitarlo [10]. tente en cada área mundial (datos difundidos por
En todo recién nacido de madre infectada por la OMS en 1997). Así, consideramos la siguiente
el virus B se ha de realizar profilaxis pasiva y activa, distribución geográfica [16]:
evitándose así el contagio del VHB en el 90 % de
los casos [11]. El hecho de que subsista un 5-10 % – Países de alta endemicidad. En los que la pre-
de contagios a pesar de la adecuada realización de valencia de portadores crónicos del VHB es
la profilaxis, se debe a la existencia de mutantes de mayor o igual al 8 % de la población. La mayo-
escape o bien a la presencia de alta viremia en la ría se concentran en el Sudeste asiático (con la
madre, o que la transmisión del virus se haya pro- salvedad de Japón que es de endemicidad
ducido intraútero. intermedia), costa occidental del Pacífico y el
África subsahariana. El mecanismo fundamen-
Otras vías de contagio tal de contagio es la transmisión vertical
(madre-hijo) y el contacto íntimo en la primera
a) Contacto íntimo intrafamiliar: se ha observado infancia.
fundamentalmente entre niños de áreas de – Países de endemicidad intermedia. La preva-
alta endemicidad (durante el primer año de lencia de portadores se sitúa entre el 2 y 7 %.
vida supone un 20-50 % de riesgo de cronifi- Su área geográfica se extiende por países del
cación). El mecanismo suele ser por contacto este de Europa, Asia Central, norte de África y
entre heridas/erosiones existentes en la piel y la zona centro-sur del continente americano. La
mucosas. En menor cuantía también se ha principal vía de transmisión es el contacto ínti-
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mo en la primera infancia y los ADVP en la ado- capaz de potenciar la vulnerabilidad del hepato-
lescencia. cito y aumentar la replicación del propio virus B o
– Países de baja endemicidad. La prevalencia de de otros coinfectantes como el VIH.
portadores es menor del 2 %. En este patrón
figuran España, América del Norte, Australia y GENOTIPOS DEL VHB
Nueva Zelanda. Predomina la vía de contagio
heterosexual en adultos. En un segundo plano Existen 8 genotipos (clasificados de la A a la
quedaría el contagio entre los ADVP. H), según la secuencia de aminoácidos que con-
forman el HBsAg. La mayoría de estudios realiza-
Por último, interesa consignar que el VHB no dos al respecto se llevaron a cabo en portadores
se contagia por: crónicos. Parece existir una marcada distribución
geográfica de los genotipos:
– Vía fecal-oral: ésta es la vía de contagio del
VHA y VHE. – Genotipos A y D: predominan en países medi-
– Vía oral-oral: se ha demostrado que la capaci- terráneos, Europa occidental y Estados
dad de transmisión del VHB por medio de la Unidos.
saliva sólo es posible si su administración es – Genotipos B y C: más frecuentes en Asia (lugar
por vía percutánea o si la saliva entra en con- donde se realizan la mayoría de estudios a gran
tacto con mucosas que presenten soluciones escala). El B comparado con el C, presenta
de continuidad (Aryeh B. Arch Oral Biol 1985; mayor tasa de seroconversión espontánea,
30: 97). menor actividad inflamatoria y una progresión
más lenta del hígado infectado hacia cirrosis y
MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA DEL VIRUS hepatocarcinoma [17].
– Genotipo E: predomina en África occidental; F:
El VHB pertenece al género Orthohepadnavi- en América del Sur; G: en Europa y Estados
rus, de la familia Hepadnaviridae (virus ADN Unidos; H: en América Central.
hepatótropo, parcialmente monocatenario/bica-
tenario). En un estudio español publicado en 2004 con
La capa más externa del virus se denomina genotipos de 258 pacientes, se observó que un
cubierta y es una envoltura lipoproteica donde 52 % pertenecía al genotipo A y un 40 % al D.
reside el antígeno de superficie o antígeno Aus- Ambos presentaban tasas de seroconversión
tralia (HBsAg). Por dentro de esta capa se sitúa la semejantes, pero más sostenidas en el tipo A y
nucleocápside que contiene el antígeno del core con mayor tasa de aclaramiento del HBsAg [18].
HBcAg (el cual nunca está presente en sangre Recientemente se ha descrito la existencia en
periférica) y el antígeno «e»: HBeAg (indicador, nuestro país de un predominio del genotipo A
junto con el ADN, del estado de replicación viral). entre los portadores crónicos del VHB con
El material genético se encuentra dentro de la HBeAg (+) y del D en los HBeAg (–) [19].
nucleocápside y es un ADN mono/bicatenario En los últimos años se ha estudiado la impli-
que se compone de 4 genes: S, C, P y X. Cada cación de los genotipos en la respuesta al trata-
gen codifica un tipo de proteínas necesarias para miento con interferón-α en las hepatitis crónicas
la configuración y replicación del virus. El gen S por virus B, observándose mayor número de
codifica la síntesis de las proteínas de la cubierta seroconversiones en el genotipo B que en el C
del virus (la más importante es HBsAg); el gen C (estudios realizados en Asia) [20, 21]. Asimismo,
lo hace para las de la nucleocápside (HBeAg y en Europa también se ha comprobado mayor res-
HBcAg); el gen P codifica la síntesis de ADN poli- puesta en el A que en el D.
merasa (enzima unida de forma covalente al ADN El estudio más reciente sobre este tema es
encargada de la replicación y reparación del el de Janssen y cols., en el que se realiza trata-
material genético viral); por último, el gen X codi- miento con interferón pegilado asociado o no a
fica para la proteína X, que tiene la capacidad de lamivudina en 307 pacientes con HbeAg (+), y
transactivar la transcripción de genes, siendo se compara la respuesta al tratamiento en fun-
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ción del genotipo. La respuesta para los distin- Evolución clínica típica de las hepatitis
tos genotipos fue: A 47 %; B 44 %; C 28 % y
D 25 % [22]. – Período de incubación: para el VHB es de 1-6
meses (VHA: 28 días; VHC: 15-150 días; VHE:
PATOGENIA DE LA INFECCIÓN POR VHB 5-8 semanas).
– Período clínico:
El daño hepático producido por la infección • Pródromos (duración 1-2 semanas): sínto-
del VHB es secundario a la respuesta inmune mas constitucionales, náuseas/vómitos,
asociada a la infección (no por efecto citotóxico artralgias, mialgias, fiebre (temperaturas en
directo del virus). Además de la ya conocida torno a 38-39 ºC son más frecuentes en VHA
inducción de apoptosis y la destrucción del y VHE), alteraciones en olfato/gusto; en un
hepatocito mediada por los linfocitos T CD8+, 10-20 % aparece una enfermedad similar a
recientemente se ha demostrado la existencia de la del suero (con febrícula, artritis, rash y/o
mediadores inflamatorios (TNF-α e IFN-γ) que angioedema) [24].
producen un aclaramiento del VHB sin necesidad • Fase de estado (2-6 semanas): aparición de
de destruir los hepatocitos [23]. coluria y acolia (se manifiesta 1-5 días
antes de la ictericia franca); ictericia y
CLÍNICA DE LA HEPATITIS AGUDA B hepatomegalia; en un 10-25 % hay esple-
nomegalia y adenopatías cervicales. En
Sintomatología esta fase se observa una mejoría de los sín-
tomas prodrómicos.
Los síntomas que presentan estos pacientes • Fase de recuperación: en caso de evolucio-
dependen de tres factores fundamentales: nar a curación, este período de evolución
es de 2-12 semanas (para el VHA y VHE en
– Edad: durante la infancia la infección es gene- torno a 2 meses; VHB y VHC alrededor de
ralmente asintomática y presenta un alto riesgo 3-4 meses). El riesgo de cronificación está
de cronificación. En los adultos suele ser sinto- aumentado en niños, inmunodeprimidos,
mática y autolimitada. pacientes en hemodiálisis o con el síndro-
– Estado de replicación vírica. me de Down. En la figura 1 se refleja la his-
– Sistema inmune del paciente. toria natural del VHB.

Infección aguda perinatal/infancia Infección aguda adultos


95 %
10-70 % 30-90 % <5%

Curación Infección crónica Infección crónica Curación

1*
˜
Hepatitis crónica: Portador inactivo
Leve/moderada/grave
2-10* 0,1*
˜
Cirrosis
4* 3* 2-8*
˜ ˜
Descompensación Muerte/trasplante Hepatocarcinoma

*Incidencia por 100 personas/año.

FIG. 1. Historia natural de la infección por el VHB. (Tomado de EASL [29].)


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AFECTACIÓN EXTRAHEPÁTICA DE HEPATI- rulonefritis membranoproliferativa y la nefropa-


TIS B [6, 16, 24] tía por IgA son menos frecuentes.
– Digestivas. Produce náuseas/vómitos, diarrea/
– Poliarteritis nodosa (PAN). Según algunas estreñimiento, pancreatitis aguda (complica-
series, se ha observado que el 40-50 % de los ción frecuente en el curso de una hepatitis ful-
pacientes con PAN están infectados por el minante).
VHB. Sin embargo, otros estudios muestran – Hematológicas. Ocasiona anemia aplásica (se
unas cifras que oscilan entre el 30-70 %, mien- produce por mecanismo inmunopatogénico),
tras que, por otra parte, solamente alrededor linfocitosis leve y trombopenia.
del 1-5 % de los que tienen hepatitis B des- – Síndrome poshepatitis. En un porcentaje bajo
arrollarán PAN. La presentación clínica de la de pacientes persiste durante meses el síndro-
PAN es semejante, independientemente de su me constitucional a pesar de la normalización
asociación o no al VHB. En la evolución de esta analítica y la seroconversión de la hepatitis
enfermedad, los portadores del VHB presentan aguda B.
de forma más frecuente complicaciones como
sangrado digestivo, orquioepididimitis, infartos DIAGNÓSTICO DE LA HEPATITIS AGUDA B
renales e hipertensión arterial maligna. La tasa
de mortalidad de esta afectación reumatológica Fundamentalmente se establece por los
(sin tratamiento) a los 5 años es del 30-50 %. La hallazgos analíticos y serológicos (véase aparta-
terapia habitual para la PAN a largo plazo (corti- do siguiente) que acompañan a la clínica. Analíti-
coides o inmunosupresores) puede tener efec- camente suele mostrar una elevación de trans-
tos deletéreos sobre la replicación del VHB, y su aminasas de 20-40 veces su valor normal (con
aplicación durante la fase aguda de la clínica predominio de la GPT sobre la GOT) y elevación
reumatológica parece que podría mejorar los de la bilirrubina total (a expensas de ambas frac-
síntomas sin alterar la replicación vírica en gran ciones). La fosfatasa alcalina suele estar modera-
medida. Por otro lado, en la literatura reciente damente elevada, lo mismo que la gammagluta-
se han descrito varios casos de mejoría de sín- miltranspeptidasa.
tomas de la PAN tratada con interferón-α aso-
ciado a vidarabina y/o corticoides en pauta de SEROLOGÍA DEL VHB E INTERPRETACIÓN
corta duración y/o plasmaféresis [25]. DE LOS MARCADORES (figs. 2 y 3, tabla 1)
– Crioglobulinemia mixta esencial (más frecuente
en VHB crónica que en la aguda). Es más típi- Para el diagnóstico y seguimiento de la infec-
co de la infección crónica por el VHC. Cursa ción por el VHB existen los siguientes marca-
con afectación sistémica por vasculitis, en que dores:
la afectación hepática no está mediada por
crioglobulinas. – Antígeno de superficie (HBsAg). Indica la pre-
– Acrodermatitis papulosa infantil de Giannoti- sencia del virus en el paciente.
Crosti. Afecta a niños menores de 4 años y – Anticuerpo frente al core (HBc con sus dos
cursa con máculas eritematosas en la cara y fracciones IgM, IgG). En general indica haber
extremidades, respetando generalmente el tenido contacto reciente/pasado con el virus B:
tronco. Su duración es de 15-20 días. • IgM HBc: indica hepatitis aguda B (en oca-
– Artritis de distribución asimétrica. Es la mani- siones también aparece en la reagudización
festación extrahepática más frecuente de la de una hepatitis crónica B). La existencia de
hepatitis aguda B. factor reumatoide elevado en sangre puede
– Renal. La manifestación más típica es la glome- producir falsos positivos en su determi-
rulonefritis membranosa (especialmente en ni- nación.
ños con hepatitis crónica B), que en el 30-60 % • IgG HBc: advierte del contacto con el virus
remiten de forma espontánea. No se aconseja el hace más de 6 meses (independientemen-
tratamiento con corticoides por ser poco efecti- te de la evolución a curación o cronificación
vos y potenciar la replicación vírica. La glome- del VHB).
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TABLA 1. Interpretación de los patrones serológicos de la hepatitis B

Fase infección HBsAg HBsAc HBcAc HBeAg HBeAc ADN VHB


Infección aguda
Reciente + – IgM ± – +
Período ventana – – IgM – – +
Curación – + IgG – + –
Infección crónica
Fase replicativa + – IgG/Ig M↓ + – > 105 copias/ml*
Fase no replicativa + – IgG – + < 105 copias/ml*
Reactivación + – IgM/IgG ± – > 105 copias/ml*
Mutante precore + – IgG – + > 105 copias/ml*
Vacunación – + – – – –

*Recuento realizado por PCR. (Adaptado de Servoss JC, Friedman LS. Clin Liver Dis 2004; 8: 267-281.)

– Antígeno «e» y ADN-VHB. Son marcadores de geno «e» (HBeAg) en el suero del paciente. En la
replicación e infectividad vírica. infección crónica muestran el siguiente patrón
serológico: HBsAg (+), HBc Ig G (+), HBeAg (–),
La evolución serológica que siguen los mar- HBeAc (+), ADN (+).
cadores en función del paso a la cronicidad o la Algunos autores han referido que produce
curación de la enfermedad se puede observar en hepatitis crónica más agresiva y con peor res-
las figuras 2 y 3. puesta al interferón que la cepa salvaje. No obs-
tante, también se ha encontrado en portadores
CEPAS MUTANTES DEL VHB [16] inactivos del VHB.
En Asia, África y sur de Europa se ha descri-
Mutantes precore (e-menos) to mayor índice de hepatitis fulminante asociada
a esta cepa mutante (47-60 % de los casos) a
Se produce por mutaciones en la región pre- diferencia de Estados Unidos y oeste de Europa
core del ADN que impiden la expresión del antí- (12-27 %).

Ictericia

ALT Anti-HBc

IgM anti-HBc
HBeAg

(PCR) PCR Anti-HBe


HBV-ADN Anti-HBs

HBsAg

0 1 2 3 4 5 6 12 24
Meses

FIG. 2. Evolución serológica hacia la curación de hepatitis aguda B. (Tomado de Dusheiko [6].)
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ALTA

HBeAg Anti-HBe

VHB ADN

HBsAg

Anti-HBc

IgM anti-HBc

0 1 2 3 4 5 6 12 24 36 48 60 120
Meses después del contagio

FIG. 3. Evolución serológica de la hepatitis B crónica. (Tomado de Dienstag JL, Isselbacher KJ. En: Harrison.
Principios de medicina interna, 2001: 2011-2029.)

En España hay un alto porcentaje de mutan- plante hepático tras recibir anticuerpos monoclo-
tes precore entre los portadores crónicos del nales de alta potencia frente al VHB (inmuniza-
VHB (sin embargo, en Estados Unidos predomina ción pasiva).
la cepa salvaje) [25].
En el gen X
Promotores precore
Se relaciona con la génesis del hepatocarci-
Se produce cuando hay una mutación en el noma, por inhibición de la proteína p53 y poten-
ARNm en la zona previa a la región que codifica ciación de oncogenes.
las proteínas del core (llamada región promotora
del core) y se traduce en la no expresión en el En la ADN polimerasa
suero del antígeno «e». De este modo, lo mismo
que sucede en las mutantes precore, tendremos Después del tratamiento con análogos de
hepatitis crónica B con HBeAg (–). nucleósidos se establece una resistencia del VHB
a la efectividad de dicho tratamiento debido a
De escape mutaciones producidas en esta enzima. Para la
lamivudina se aprecia un 15-30 % de resistencias
Secundario a mutaciones que conllevan alte- durante el primer año, 30-40 % en el segundo
raciones en la secuencia de aminoácidos del año, 50 % en el tercero y mayor del 65 % en el
HbsAg, concretamente relacionadas con el deter- cuarto año.
minante «a», localizándose la más frecuente en
posición 145: cambio de glicina por arginina. En TRATAMIENTO DE LA HEPATITIS AGUDA B
consecuencia, el virus escapa al reconocimiento
por parte del anticuerpo que va dirigido contra su Medidas generales
antígeno de superficie (HBsAc).
Esta mutación se ha detectado en dos situa- Se aconseja la observación domiciliaria con
ciones: a) recién nacidos hijos de madres porta- reposo relativo y dieta normal, evitando la inges-
doras del VHB, que son vacunados al nacer ta de alcohol y de fármacos hepatotóxicos. En
(inmunización activa), y b) en pacientes con tras- nuestro hospital, al dar de alta a los pacientes se
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128 Varón de 39 años con encefalopatía hepática…

les proporciona una detallada hoja informativa sed in adults in a general hospital (1983-1994). Gastroenterol
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traindicado el empleo sistemático de lamivudina infection of children born to mothers with severe hepatitis.
para su tratamiento. Sin embargo, se ha docu- Lancet 1975; 2: 1088-1089.
mentado una evolución favorable cuando se ha 11. Wong VC, Ip HM, Reesink HW, y cols. Prevention of the
utilizado en los siguientes casos: HBsAg carrier state in newborn infants of mothers who are
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cias al perfil de seguridad que ofrece el uso de 1162-1166.
lamivudina, recomienda comenzar tratamiento 13. Brotman BL, Prince AM, Godfrey HR. Role of arthropods in
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