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La violencia intrafamiliar, cosa de niñas

El presente ensayo abordará el fenómeno de la violencia intrafamiliar –VIF- en


Colombia como un problema de salud pública, en un primer momento se
justificará la escogencia del tema a trabajar, se presentará un contexto
general del problema en Colombia, en los últimos cinco años, en un segundo
momento, se argumentará por que consideró que la violencia intrafamiliar en
Colombia es manejada como un problema de niñas, finalmente se darán
algunas conclusiones al respecto y se propondrán algunas iniciativas.

Ante la magnitud y los costos producidos por la violencia, La Asamblea Mundial


de la Salud reunida en Ginebra en 1996, aprobó la resolución WHA49.25, en la
que declara a la violencia como uno de los principales problemas de salud
pública en todo el mundo y propone la adopción de un enfoque científico en
materia de prevención de la misma, como una prioridad.(1)

Colombia es considerada una de las naciones más violentas de América Latina


y del mundo (en el 2005, violencia y lesiones de causa externa Colombia
ocupaba el tercer puesto con una tasa de 12.7 muertes por cada 100.000
habitantes, y primer lugar por homicidios; 2004 homicidios primer lugar con 13
5 de las defunciones, VIF 30 % OPS), es un país donde conviven ( se
presentan) todo tipo de violencias ( en plural): la social, la política, la
económica, cultural, religiosa y la intrafamiliar. Se afirma ( ) que la última
generación de colombianas y colombianos han nacido con la experiencia de las
violencias, de tal manera que no han conocido la experiencia de un país en
paz. Las manifestaciones de violencia aparecen en la cotidianidad de
diferentes maneras: los insultos y golpes en el hogar, el atraco en la calle, las
pandillas en el barrio, el “manoseo” en el transporte público, la intimidación en
los colegios, la mala remuneración y el acoso laboral en los lugares de trabajo,
las masacres, secuestros, desaparecidos por motivos políticos, la vendetta
entre narcotraficantes y muchas otras manifestaciones permanentes en el día
a día. Todas esas violencias se entrecruzan, se potencian, afectando la vida, la
salud y la calidad de vida de las personas, familias y comunidades de toda
una nación, haciéndola una situación de difícil solución. Una de las violencias
más invisibilizadas y a la que no se le presta la importancia que merece es la
violencia intrafamiliar, de ésta es a la que haremos referencia en este escrito,
sin olvidar la gran complejidad que ésta tiene y sin olvidar su estrecha
interrelación con las demás formas de violencia.

JUSTIFICACIÓN:
Como lo revela la Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2005 de
Profamilia, dos de
cada 5 mujeres en Colombia han sido maltratadas físicamente por su
esposo o compañero. El 39% de las mujeres encuestadas afirmó
haber experimentado algún tipo de agresión por parte de su pareja.
Pese a las políticas públicas que se han desarrollado en esta materia,
la violencia
intrafamiliar sigue siendo un problema de salud pública en aumento,
en el cual las mujeres son las mayores víctimas de violaciones a sus
derechos humanos.
En relación con la violencia sexual en otros ámbitos, la situación
continúa igualmente
grave. Para 2005, Medicina Legal reportó 16.267 dictámenes
sexológicos, y en el 84% de los casos denunciados (13.697) las
víctimas fueron mujeres, proporción que se mantiene con respecto al
año inmediatamente anterior, donde se reportaron 14.369
dictámenes sexológicos a mujeres.
Pese a las graves dificultades para obtener información sobre
feminicidios en el país,
debido principalmente a falta de enfoque de género en la recolección
de información y en el seguimiento estadístico, según información
remitida por el Centro de Referencia Nacional sobre Violencia del
Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses2, hasta octubre de
2004, 63 mujeres fallecieron en un homicidio cuyo posible agresor fue
su cónyuge, 2 Respuesta a derecho de petición interpuesto por la Corporación
Sisma Mujer. 15 de diciembre 2004.
compañero permanente, novio, pareja o expareja, pero la situación se
agravó en 2005,
donde por lo menos 161 personas fueron asesinadas por su cónyuge,
compañero (a)
permanente, novio (a), pareja o ex pareja. De éstas, 121 fueron
mujeres, lo que representa el 75 % de las víctimas.3
Esto significa que, sin tomar en consideración la existencia de
subregistro, en 2004 en
Colombia murió aproximadamente cada seis días una mujer en manos
de su pareja o ex
pareja, y durante 2005 esta situación ocurrió cada tres días.
La violencia intrafamiliar en Colombia ha ido en ascenso, haciéndola de una
magnitud cada vez mayor, como no lo demuestran las cifras:
Los médicos forenses del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses – INML- durante el año el 2006, evaluaron 61.015 víctimas por
violencia intrafamiliar.
Del total de los eventos, el mayor porcentaje correspondió a casos de
violencia de pareja 37.047 (60.7 %), seguido por la violencia entre otros
familiares 13.287 (21. 8%) y se evaluaron 10.681 (17.5 %) menores de edad,
víctimas de maltrato de todos los reconocimientos hechos por los
profesionales médico –forenses. Comparando con el año inmediatamente
anterior 2005 (62.514 ), el número de casos que se presentó disminución en
1.499 casos (- 8.1%). P 92

Para el año 2006, la tasa total de violencia intrafamiliar fue de 169 por 100.000
habitantes. Los departamentos con mayores tasas fueron San Andrés 486, Amazonas
447, Cundinamarca 398 y Boyacá 356; los departamentos con menores tasas fueron
Putumayo con 41, Córdoba 56, Choco 59 y la guajira 61. p.92

Maltrato al menor:
Las estadísticas relacionadas con el maltrato infantil nos permiten ver la
magnitud del problema relacionado con el mismo concepto que sobre niño se
ha dado y que se tengan en cada región y sociedad que conforman nuestro
país, las formas de relación social, los diferentes factores asociados a la falta
de denuncia, como son la dependencia económica, afectiva, aceptación cultural
del castigo como forma para educar, concepción que se tiene de familia, el
tamaño y tipo de familia. También dentro de los factores que se presentan en la
situación de maltrato al menor está: el del lugar cronológico de los hijos en la
familia(jerarquía), que en algunos casos influye en la forma como son tratados
por los padres, familiares y amigos. Pese a este cuadro de dificultades, se
presentan las estadísticas y datos obtenidos a nivel nacional sobre el maltrato
existente en el núcleo familiar.
El maltrato infantil, se presenta como un problema de orden multifactorial
porque en él convergen factores de orden individual, personalidad, familiares
de interacción o influencia mutua, factores socioeconómicos y culturales. P 93
El instituto Nacional de Medicina Legal y C.F., tuvo conocimiento de 13.450
casos sobre maltrato infantil, de los cuales 10.681 fueron evaluados por los
médicos forenses que se encuentran en el territorio nacional y 2859 por otros
profesionales del sector salud, como lo son los médicos que están cumpliendo
su función social en el área rural.
En el 2005, el número de casos de violencia infantil fue de 12.525, con una
variación relativa de 8.1 %, absoluta de 1.015.

El INML
ENDS 2005
Secretaría de bienestar social del distrito
Procuraduría
Contralaroría
Comisarías de familia

La diversidad y complejidad de las consecuencias que deja la VIF, lleva a


plantearse la necesidad de centrar la atención en ella, para lograr su
disminución y su erradicación de ser eso posible.

Tanto en la VIf y en particular en la violencia conyugal que recae en un 90 %


sobre las mujeres, como en los delitos sexuales ocurridos al interior de la
familia (80%), el fenómeno de la impunidad es enorme, debido a la
consumación de la conducta en el espacio privado, sustraído en parte del
escrutinio estatal, lo que produce un altísimo subregistro en el que tienen un
peso específico factores asociados tales como el miedo a la retalización por
parte de los agresores, la dependencia económica y afectiva, la naturalización
del acto violento, el desconocimiento de los derechos entre otros.

La CEDAW entre sus preocupaciones y recomendaciones que le hace al


Estado colombiano son:
14. Al Comité le preocupa que la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
no tenga capacidad y recursos sufi-cientes para coordinar efectivamente la
aplicación de la es-trategia de incorporación de la perspectiva de género en to-
dos los sectores del Gobierno y, en particular, para coordinar efectivamente la
aplicación de las políticas y los programas nacionales en los departamentos y los
municipios desde una perspectiva de género.
15. El Comité exhorta al Estado Parte a que supervise atenta-mente la capacidad
del mecanismo nacional para el adelanto de la mujer a fin de cumplir
plenamente su responsabilidad de promover la igualdad entre los géneros y el
disfrute por la mujer de sus derechos humanos. Alienta al Estado Parte a que
fortalezca el papel de la Consejería en lo que respecta para coordinar la
aplicación de la estrategia de incorporación de la perspectiva de género en todos
los sectores y niveles del Gobierno. El Comité recomienda en particular que el
Estado Parte fortalezca la capacidad del mecanismo nacional para coordinar la
aplicación en los departamentos y los municipi-os de una serie de políticas,
programas y planes sectoriales dirigidos específicamente a promover la igualdad
entre los géneros.

18. Si bien observa que se han adoptado medidas para hacer frente a la violencia
doméstica, al Comité le preocupa que el traspaso de competencias de los jueces
de familia a los comisarios de familia, los jueces civiles o los jueces munici-pales
pueda reducir en la práctica el acceso de la mujer a la justicia. Le preocupa el
uso de la conciliación en los casos de violencia doméstica, así como la falta de
una supervisión eficaz de los efectos de dichos procedimientos en el acceso de la
mujer a la justicia y a las vías de recurso. Le preocupa tam-bién que continúan
siendo insuficientes los datos estadísticos sobre las mujeres víctimas de violencia
doméstica.

19.Comité insta al Estado Parte a que estudie los efectos y la eficacia de sus
mecanismos destinados a hacer frente a la violencia doméstica contra la mujer.
En particular, el Comité exhorta al Estado Parte a que estudie detenidamente el
uso de la conciliación en los casos de violencia contra la mujer a fin de hacer un
seguimiento de los resultados a largo plazo de los casos sometidos a mediación y
evaluar los efectos de la conciliación en el acceso de la mujer a la justicia y la
protec-ción de sus derechos. Exhorta al Estado Parte a que mejore, en un plazo
establecido, su sistema para recopilar periódica-mente datos estadísticos sobre
la violencia contra la mujer en el hogar, desglosados por sexo, tipo de violencia y
relación de la víctima con el autor de los hechos. Alienta también al Estado Parte
a que siga intensificando la coordinación entre todas las instituciones que
prestan ayuda y apoyo en los casos de violencia doméstica contra la mujer.

24. Al tiempo que observa las medidas adoptadas para eliminar los estereotipos en
el sistema de educación, incluso por me-dio del Programa de Educación en
Género y Diversidad, el Comité expresa preocupación por el hecho de que no se
está supervisando debidamente el efecto de esas medidas y no se están
realizando estudios o investigaciones y por la ausen-cia de análisis de los efectos
y las consecuencias sociales de la persistencia de los estereotipos relacionados
con las fun-ciones de género para la promoción de la igualdad entre el hombre y
la mujer.

25.El Comité recomienda que el Estado Parte siga realizando esfuerzos para
combatir los estereotipos que perpetúan la discriminación directa e indirecta de
la mujer. Alienta al Es-tado Parte a que estudie y examine sistemáticamente el
efecto que tienen los estereotipos de género prevalecientes para la promoción de
la igualdad entre el hombre y la mujer. Ex-horta al Estado Parte a que refuerce
las medidas educativas y elabore una estrategia más integral y diversificada en
todos los sectores a fin de eliminar los estereotipos, trabajando con múltiples
interesados, incluidas las organizaciones de mu-jeres y otras organizaciones de la
sociedad civil, los medios de difusión y el sector privado para avanzar en esa
esfera. Pide al Estado Parte que haga un seguimiento del efecto de las medidas
adoptadas y que, en su próximo informe periódico, presente los resultados
alcanzados.

35. El Comité encomia al Estado Parte por haber ratificado los siete principales
instrumentos internacionales de derechos humanos1. El Comité señala que la
adhesión del Estado Parte a los siete principales instrumentos internacionales de
derechos humanos potencia el disfrute por la mujer de sus derechos humanos y
libertades fundamentales en todos los aspectos de la vida.
36. El Comité pide que se dé amplia difusión en Colombia a las presentes
observaciones finales a fin de que sus habitantes en particular, los funcionarios
gubernamentales, los políticos, los parlamentarios y las organizaciones de
mujeres y de derechos humanos conozcan las medidas que se han adoptado y se
han de adoptar para garantizar la igualdad de hecho y de derecho de la mujer. El
Comité pide al Estado Parte que continúe difundiendo ampliamente, en particular
a las organizaciones de mujeres y de derechos humanos, la Convención, su
Protocolo Facultativo, las recomendaciones generales del Comité, la Declaración
y Plataforma de Acción de Beijing y el documento final del vigésimo tercer
período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, titulado “La mujer en
el año 2000: igualdad entre los géneros, desarrollo y paz para el siglo XXI”.

1 El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Interna-cional de Derechos


Civiles y Políticos; la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Racial; la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; la Convención
contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos
del Niño y la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios
y de sus familiares.

Las recomendaciones del Comité de La Convención sobre la Elimi-nación


de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer – CEDAW- al Estado
Colombiano
En relación con los derechos humanos de las mujeres, la CEDAW es una norma
internacional de obligatorio cumplimiento para el Estado Colombiano.
Esta Convención, reconoce el papel de la cultura en el manten-imiento de la
discriminación contra las mujeres y establece ob-ligaciones, para los Estados que la
han suscrito, dirigidas a la abolición de todas las prácticas discriminatorias y a
garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres.
La CEDAW desarrolla los conceptos de discriminación y de igualdad sustantiva.
Establece que la discriminación puede ser por distinción, exclusión o restricción;
prohíbe tanto los actos que tienen la intención de discriminar como aquellos que no
teniendo la intención ocasionan discriminación. También pro-híbe la discriminación
en todas las esferas sociales; lo cual es un punto clave, pues reconoce la
discriminación tanto en el ámbito público como privado, donde la violencia es
reconocida como un acto de discriminación contra la mujer que impide grave-mente
que goce de derechos y libertades en pie de igualdad con el hombre. Con respecto
a la igualdad sustantiva, ésta comprende la igualdad de oportunidades, igualdad de
acceso a las oportuni-dades e igualdad de resultados, lo que supone que se de un
trato diferente a las mujeres para equilibrar las diferencias que existen con los
hombres y se garanticen estrategias dirigidas a corregir la representación
insuficiente y la redistribución de los recursos y el poder .
Importa revisar que desde la perspectiva de la CEDAW, la re-sponsabilidad del
Estado incluye obligaciones de respeto, de pro-tección y de garantía.
Obligaciones de respeto, es decir, que la acción, las medidas, las normas, las
políticas, los actos públicos o los mecanismos medi-ante los cuales se manifiesta el
Estado a través de sus agentes, no discriminen ni vulneren derechos de las mujeres.
Las obligaciones de protección, hacen referencia a la necesidad de prevenir situa-
ciones o prácticas discriminatorias, al tiempo que responder a las situaciones una
vez se han dado; desarrollar normas, políticas y
mecanismos para investigar y castigar las conductas discrimina-torias y resarcir a
las víctimas. Finalmente, las obligaciones de garantía se refieren a que el Estado
debe disponer lo necesario para el acceso o provisión efectiva, dirigida a la
realización de los derechos humanos de las mujeres, en condiciones de igualdad.
En este contexto, la CEDAW obliga al Estado Colombiano a tomar medidas
concretas para enfrentar la discriminación contra las mujeres, mediante leyes,
políticas y programas, que permi-tan la garantía y ejercicio real de los derechos . Es
éste el de-safío actual, pasar del reconocimiento meramente formal de los derechos
de las mujeres a su garantía, efectividad y ejercicio, en condiciones de igualdad con
los hombres y a las posibilidades de realizar acciones de exigibilidad en los casos en
que no se cumplan y de restablecimiento y reparación cuando éstos sean
vulnerados.
El Comité de la CEDAW y sus observaciones y recomendaciones para
Colombia
Con el fin de examinar los progresos realizados en la aplicación de la Convención
existe un Comité conformado por 23 personas expertas de diferentes países,
quienes analizan los informes pre-sentados por los Estados firmantes, en relación
con las medidas adoptadas para hacer efectiva la Convención. Colombia presentó
en enero del 2007 el V y VI Informe.
El Comité reconoció los progresos realizados por Colombia para eliminar la
discriminación contra la mujer y promover la igualdad entre los géneros, incluida la
aprobación de varias leyes, planes estratégicos, programas y proyectos
relacionados con muchas de las disposiciones de la Convención, en particular en los
sectores de la educación y la salud, así como en lo que respecta a la partic-ipación
de la mujer en los procesos de adopción de decisiones.
También comentó de manera positiva la contribución de los tri-bunales y el poder
judicial a la promoción de la igualdad entre los géneros y el disfrute por la mujer de
sus derechos humanos.
El Comité acogió con agrado la incorporación de la perspectiva de género en el
nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010, que también incluye un capítulo
sobre la igualdad de la mujer; y exaltó como muy importante la aprobación y la
aplicación de la Ley de Cuotas (Ley 581 de 2000), que garantiza a las mujeres

CEDAW

al menos un 30% de los cargos públicos de libre designación al máximo nivel


decisorio y otros niveles desde los cuales se ejerce la dirección de cada una de las
entidades públicas; de la misma forma hizo referencia al Plan Estratégico para la
Defensa de los Derechos de la Mujer ante la Justicia en Colombia, 2006-2010; y al
Acuerdo Nacional por la Equidad entre Mujeres y Hombres de octubre de 2003.
El Comité hizo mención a los importantes progresos realizados por el Estado Parte
para crear y fortalecer los marcos norma-tivos y los mecanismos institucionales a
fin de hacer frente al problema de la persistente violencia en el país, y en particular
a todas las formas de violencia contra la mujer, así como para prestar mayor
atención a los desplazados internos, sobre todo a las mujeres y los niños.
Finalmente, el Comité felicitó al Estado Colombiano por los es-fuerzos realizados, en
los planos nacional e internacional, con objeto de mejorar la aplicación de la
resolución 1325 (2000) del Consejo de Seguridad relativa a la mujer, la paz y la
seguridad.
Si bien observa que el Estado Parte ha adoptado medidas para fortalecer su marco
legislativo, normativo e institucional con ob-jeto de hacer frente a la persistente
violencia en el país, al Comité le preocupa cómo afectará a la plena aplicación de la
Convención el clima general de violencia e inseguridad reinante en Colombia. Al
Comité le preocupa que las medidas adoptadas no sean su-ficientes y que la
situación imperante ponga a las mujeres y las niñas en peligro constante de
convertirse en víctimas de todas las formas de violencia.
Al tiempo que el Comité destaca los avances alcanzados por Colombia, también
señala con claridad que éstos no han sido suficientes. Por ello, el Comité manifiesta
su preocupación en la situación que enfrentan las mujeres en materia de:
o La situación de los derechos de las mujeres, cuya realidad no es reconocida ni
toma en cuenta la diversidad étnica, las difer-encias regionales y las situaciones
de especial vulnerabilidad.
o Conflicto armado, dado que se ha documentado cómo todos los actores armados
han utilizado diversas formas de violen-cia contra la población civil y en el caso
de mujeres y niñas, modalidades particulares de violencia sexual que también se
presentan respecto de sus propias combatientes.

Vulnerabilidad de las mujeres y niños/as en situación de desplazamiento. La jefatura


de hogar en cabeza de mujeres es del 49.7% .
o Violencia doméstica. El reporte del Instituto de Medicina Legal del 2005 muestra
que las mujeres constituyen el 84% de los 17.712 dictámenes realizados, y el
84% de éstas son menores de edad. Asimismo, en 2005, el 41% de las mujeres
alguna vez unidas reportó haber sido víctima de violencia física y/o sexual por su
pareja, porcentaje no muy diferente al 39% reportado en 2000. Lo anterior sin
tener en cuenta que se presenta una muy baja tasa de denuncia o búsqueda de
ayuda: en 2005, el 76.1% de mujeres víctimas de violencia reportó no haber
buscado ayuda al respecto.
o Normativa vigente que permite la conciliación de la violencia al interior de la
familia y no establece seguimiento a las medi-das de protección adoptadas.
o Trata de personas. Según estimaciones del Departamento Ad-ministrativo de
Seguridad entre 45.000 a 50.000 colombianas son víctimas de la trata para
tráfico sexual .
o Un bajo nivel de salud sexual y reproductiva que genera con-diciones de
vulnerabilidad de los hogares y tiende a perpetuar las condiciones de pobreza,
produciendo un círculo vicioso o trampa de pobreza. El porcentaje de
adolescentes que han estado embarazadas o han sido madres aumentó de 17.4%
a 20.5% entre 2000 y 2005.
o Educación. En especial la ausencia de políticas destinadas a combatir los
estereotipos que perpetúan la discriminación. Además, una mujer sin educación
tiene casi 8 veces más ries-go de morir por problemas del embarazo que una
mujer con educación secundaria o más, como ocurre en el departamento de
Chocó.
o Participación política. Según la Registraduría Nacional, sólo el 12% del Senado y
10 % de Cámara son mujeres.
o Trabajo y Empleo en donde el ingreso medio de US$ 2.290, evidencia un alto nivel
de desigualdad. De hecho, la dis-tribución del ingreso de Colombia se encuentra
entre las más inequitativas de América Latina y del mundo. Según el DANE, en el
2005 la tasa de subempleo femenina era de 31,7.

CEDAW

Las observaciones realizadas a Colombia por parte del Comité evidencian aquellos
aspectos más frágiles en materia de políticas públicas y efectividad de las leyes a
favor de las mujeres, y se con-stituyen en puntos críticos que demandan una
respuesta integral e inexcusable del Estado.
El Comité de la CEDAW se pronunció con una serie de reco-mendaciones que
requieren ser adoptadas por el Estado Colom-biano. Las recomendaciones
constituyen entonces la base de una agenda pública o de un Plan de Acción que
involucra las diver-sas instancias del Estado responsables de la garantía, ejercicio y
protección de los derechos de las mujeres. Del mismo modo, se requieren acciones
coordinadas de seguimiento al cumplimiento de dichas recomendaciones de parte
del Ministerio Público y una permanente estrategia de control social por parte de la
sociedad civil, en especial de los movimientos de mujeres.
Dada la importancia de estas recomendaciones, la Confluencia Nacional de Redes
de Mujeres , en unión con la Procuraduría General de la Nación, el Fondo de
Población de las Naciones Unidas- UNFPA, la UNICEF y la Mesa Interagencial de
Género del SNU , estamos en la tarea de difundir tanto la Convención como las
Recomendaciones del Comité de la CEDAW, a todos los sectores del Estado e
instancias involucradas, y realizar la promoción y seguimiento a su aplicación, como
una forma de contribuir a la igualdad sustantiva para las mujeres en el país.
8 de Marzo, 2007

inequidad de géneros
Es más probable que la violencia sexual ocurra en sociedades con roles de genero
mas tradicionales: “en las sociedades donde la ideología de la superioridad
masculina está muy arraigada, y se hace hincapié en el predominio, la fuerza física
y el honor de los hombre, la
violación es más habitual” (Jewkes, Sen y Garcia-Moreno, p. 176, 2002). En algunos
países, el concepto de la equidad de genero desbarata el sistema arraigado de
desigualdad, creando inquietud social a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo
proporciona mayor fuerza e igualdad a las mujeres.
El derecho masculino
Es más probable que sea el hombre el que cometa un acto de violencia sexual en
omunidades en las que los conceptos honor y de los derechos masculinos son
culturalmente aceptados y donde la violencia sexual no sufre castigo. En muchos
países, la integridad del honor masculino depende de la pureza sexual femenina. La
violación de la mujer mancha el honor de su marido y/o familia, y es probable que
sea castigada como manera de restaurar el honor de la familia. El castigo puede
incluir su casamiento con el violador, el destierro y/o grados
variados de violencia contra la misma, incluyendo su asesinato o “asesinato por
honor”. La ideología social arraigada en el derecho masculino puede negar a las
mujeres el derecho fundamental de rechazar el acto sexual y deja de reconocer la
violación marital como un
problema.
Falta o precaria situación de servicios y sanciones
La tolerancia comunitaria de la violencia sexual está demostrada por la falta de
respuesta de los sistemas y servicios. La ley en muchos países no reconoce a la
violencia sexual que ocurre en ciertos ambientes o formas. Y la evidencia
proporcionada por la victima no suele ser suficiente para una condena. En muchos
lugares, las víctimas no efectúan la denuncia del hecho por temor a ser castigadas
por el sistema judicial penal.
8

Referencias
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(Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud) Ginebra,
Organización Mundial de la Salud, 2002
Krug, EG et al.,Como proceder, Recomendaciones. En: Krug E.,
Dahlberg, L., Mercy, J.A., Zwi, A.B., Lozano, R. Informe
Mundial sobre la Violencia y la Salud. Ginebra, Suiza:
Organización Mundial de la Salud. 2002: 265-277. (Disponible
en Internet: http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/
capitulo_9.pdf
Jewkes, R., Sen P., Garcia-Moreno, C., La violencia sexual. En:
Krug E., Dahlberg, L., Mercy, J.A., Zwi, A.B., Lozano, R.
Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud. Ginebra, Suiza:
Organización Mundial de la Salud. 2002: 161-197. (Disponible
en Internet: http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/
capitulo_6.pdf
Runyan, D. et al., Maltrato y descuido de los menores por los
padres u otras personas a cargo. En: Krug E., Dahlberg, L.,
Mercy, J.A., Zwi, A.B., Lozano, R. Informe Mundial sobre la
Violencia y la Salud. Ginebra, Suiza: Organización Mundial de
la Salud. 2002: 65-94. (Disponible en Internet:
http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/capitulo_3.pdf
Zwi, AB, Garfield, R. Loretti, A., violencia colectiva. En: Krug
E., Dahlberg, L., Mercy, J.A., Zwi, A.B., Lozano, R. Informe
Mundial sobre la Violencia y la Salud. Ginebra, Suiza:
Organización Mundial de la Salud. 2002: 235-262. (Disponible
en Internet: http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/
capitulo_8.pdf
Buchart, A., Phinney, A., Check P., Villaveces A. Preventing
violence: a guide to implementing the recommendations of the
world report on violence and health. Departamento de
Prevención de Violencia y Lesiones, Organización Mundial de
la Salud, Ginebra, 2004. (Disponible en ingles en Internet :
http://whqlibdoc.who.int/publications/
2004/9241592079.pdf)
El Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud completo está
disponible en el sitio de Internet de la Organización Mundial
de la Salud: http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/
Violencia_2003.htm
16

En:
http://minproteccionsocial.gov.co/entornoambiental/library/do
cuments/DocNewsNo15086 Documento N0 1918.pdf
Re. exión
Tratar un tema tan sensible al desarrollo de los derechos de los niños y las
niñas como es la violencia generada en ocasiones por falta de cuidado o afecto
es complejo, máxime cuando se trata de un problema multicausal asociado a
pobreza, hambre, miseria, e incluso a la cultura y patrones de crianza, a las
mismas interrelaciones de los sistemas sociales, en los que la normalización de la
violencia y la aceptación de las conductas agresivas son frecuentes. Sin embargo
analizar las estadísticas y mostrar cómo los niños y las niñas son sujetos de todas
las expresiones de violencia por parte de los adultos, quienes se constituyen en

37 sus principales agresores, es un deber y una necesidad; aunque se reconoce


que también entre los mismos niños se ejerce violencia o asumen actitudes
agresivas que causan daño entre unos y otros.
La violencia contra la infancia, cada vez más evidente, hace pensar que el problema
se ha convertido en una situación inmanejable. Cada vez es mayor el número
de víctimas que se registran, aunque aún se está lejos de conocer la verdadera
dimensión del problema en tanto que aparecen “nuevas” formas de violencia,
aunque no se ha demostrado que anteriormente no se presentara, sino que tal
vez la sociedad era testigo mudo de una situación aberrante pero no estudiada.
Es el caso de la prostitución y la pornografía en la que se utilizan menores de
edad, la trata de personas, el turismo sexual (incluso con el consentimiento de
los padres), que van marcando la vida de los niños hasta luego convertirlos en
adultos aún más violentos, repitiendo los esquemas tradicionales de expresión de
la violencia.
A pesar de que el país cuenta con políticas públicas importantes que abordan la
problemática de la violencia, y particularmente la violencia intrafamiliar, como es
la de Construcción de paz y convivencia familiar Haz-paz, que tiene como propósito
“generar la sinergia necesaria para hacer de la práctica de la tolerancia, el respeto
por los demás, la equidad, la resolución pacífica de los conflictos una manera de
ser cotidiana y permanente”, estas han sido insuficientes para responder a la
problemática de violencia, que cada vez cobra mayores dimensiones sobre sus
víctimas más indefensas: los niños y las niñas.
Para intervenir los factores generadores de violencia se requiere el esfuerzo
mancomunado de la familia, la sociedad, el Estado y el de los mismos niños. En
consecuencia es necesario identificar las principales fuentes de riesgo que generan
hechos violentos donde los niños y las niñas son los protagonistas, con el fin de
establecer estrategias conducentes a minimizar esta problemática que afecta
particularmente a las familias y a la sociedad en su conjunto. Se preguntaría
por qué no erradicarla, pero en donde con. uyen comportamientos humanos
de toda índole y naturaleza sería una utopía pensar que la intervención de los
factores de riesgo evitará que se manifieste. El comportamiento del ser humano
es impredecible, de allí que las acciones se deban orientar a promover políticas,
planes e intervenciones que propendan a la protección de la población infantil de
los eventos negativos que puedan afectar su crecimiento y desarrollo.
Aunque el informe no trata todas expresiones de violencia que se ejercen contra
los niños y las niñas, recoge y orienta el análisis a aquellas que se deducen
de 10 años de registros por lesiones de causa externa reportados por Medicina
Legal, casos de secuestro reportados inicialmente por la Policía Nacional y
posteriormente por la Unidad Antisecuestro de la Vicepresidencia de la República
y la presentación de la situación de salud de los niños y niñas desvinculados de
los grupos armados ilegales que operan en el territorio nacional.
El análisis corresponde entonces al periodo comprendido en 10 años (1993–
2002), 2003 y en algunas causas va hasta el 2004; no obstante, debido a la forma
de registro de algunos de los eventos, se dificulta establecer comparaciones.
Los temas son tratados de manera independiente por cada autor y los años
relacionados en todos no son exactamente los mismos: varían entre 1993, 94,
96, 2002, 2003 y hasta 2004. En el contexto nacional se recogen las estadísticas
disponibles hasta el 2005.
Para hacer un estudio completo sobre todas las expresiones de violencia contra la
infancia, se requeriría abordar otras áreas especializadas del conocimiento y no
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solo los registros de 10 años reportados al Centro Nacional de Referencia contra
la Violencia, CRNV, de Medicina Legal.
Por la importancia que ellos tienen, se realizó este trabajo conscientes de que
quedan muchos temas por abordar y profundizar, pero que no son menos
importantes; tal es el caso de la violencia generada por la confrontación de los
grupos al margen de la ley, en donde la población no combatiente, mujeres, niños,
niñas y ancianos, se convierten en sus víctimas, trayendo como consecuencia el
desplazamiento junto con los demás miembros de sus familias, y lo que hace de
Colombia uno de los países con mayor problemática en el mundo, generándoles
no solo dolor, sino desarraigo y miseria.
Entre los temas que merecen especial atención por las implicaciones y costos
sociales, económicos y políticos que conlleva está el de los niños y las niñas
víctimas de minas antipersonal y de otras expresiones del terrorismo, como la
toma de poblaciones, la sitiada de municipios que impide incluso el paso de los
alimentos y la ayuda humanitaria.
Entre otras expresiones de la violencia, se encuentran los niños y las niñas en
situación de calle, aquellos que presentan algún tipo de discapacidad y son más
vulnerables a malos tratos y los que sufren abandono. Cuentan los menores
explotados laboralmente, muchos de ellos sometidos a trabajos riesgosos para
su salud y bienestar o en situaciones indignantes, como la prostitución, el abuso,
la pornografía, el turismo sexual y la trata de personas.
Los niños y niñas víctimas de personas inescrupulosas que los inducen al consumo
de drogas y otras sustancias psicoactivas, además del cigarrillo y el alcohol, y que
viven en hogares en los que comparten con personas que presentan enfermedad
mental y en fase aguda se tornan violentos y agreden a toda la familia,
comprometiendo desfavorablemente las relaciones sociales de esta. La
negligencia y el rompimiento del vínculo psicoafectivo cuando el niño o la niña
queda al cuidado de terceros, no siempre los más idóneos, es otra forma de
maltrato que puede afectar su normal desarrollo; se presenta con frecuencia no
solo en niveles socioeconómicos bajo o medio bajo, sino también en el medio y
alto, es decir, es un problema que afecta a todos los niveles sociales.
La violencia es un riesgo permanente a la vulneración de los derechos del niño,
pero también esta vulneración de derechos se correlaciona con las condiciones
de vida de la población, como el acceso a la seguridad social, a la salud, a
la educación, a las condiciones de la vivienda, a una alimentación y nutrición
adecuadas, a forjar el vínculo afectivo desde el amamantamiento, a crecer en
un ambiente inocuo y limpio, con derecho a la participación y al disfrute de las
libertades humanas, económicas, políticas, sociales y culturales, es decir, a tener y
a gozar de un desarrollo humano sostenible. Cuando la violencia se manifiesta en
la familia, no siempre se asocia a situaciones de exclusión y marginalidad, sino a
comportamientos agresivos y temperamentos fronterizos, al consumo de alcohol
y a otras adicciones, a situaciones de desempleo e incluso al endeudamiento y la
desesperación.
Cabe reflexionar sobre la importancia de la afectividad y del desarrollo emocional
del niño, que marca su personalidad, y cómo el ambiente social, escolar y familiar
es determinante en la forma como aprende a relacionarse con el otro, en sus
comportamientos y su interacción con el mundo exterior. Lo que significa que
cuando un sistema social es afectado por alguno de sus miembros positiva o
negativamente, este tendrá repercusiones positivas o negativas en todo el sistema
social, que a su vez es determinado por otros factores políticos, económicos,
sociales, ambientales y culturales. (11 p. 36 – 39)
Bibliografía
1. Constitución Política de Colombia. 1991.
2. Convención sobre los Derechos del Niño. Pacto por la Infancia. Todos por las
niñas y los niños. Consejería Presidencial para la Política Social. República de
Colombia. Convenio UNICEF.
3. Posada, J.; F. Gómez.; H. Ramírez. El Niño Sano. 2ª. Edición. Ed. Universidad
de Antioquia. 1998.
4. Documento CONPES 3144/2001. Creación del Sistema Social de Riesgo para
Colombia.
5. Bases conceptuales de la Protección Social en Colombia. Documento CRECE.
Mauricio Perfetti y otros. 2002.
6. Fleury, Sonia y Molina, Carlos Gerardo. Modelos de Protección Social. Diseño
y gerencia de políticas y programas sociales. Banco Interamericano de
Desarrollo. Instituto Interamericano para el Desarrollo Social, INDES. 2002.
7. Holzmann y Jorgensen. Manejo Social del Riesgo. Documento O. cial del
Banco Mundial. (2000-2002).
8. Evaluación Integral. ¿Quién se bene. cia del SISBÉN? Misión Social, DNP.
PNUD. 2003.
9. Familias colombianas: estrategias frente al riesgo. DNP, PNUD, ICBF, Misión
Social. Ed. Alfaomega Colombiana S. A. 2002.
10. Haz-paz, Política Nacional de Construcción de Paz y Convivencia Familiar.
Consejería Presidencial para la Política Social. PNUD. BID.
11. Minercol Ltda. Unal. PNUD. Proyecto de Erradicación y Prevención del Trabajo
Infantil en la Minería Artesanal Colombiana “Peptima”. Grá. cas Ducal Ltda.
Dic de 2003.
12. Ministerio de la Protección Social/Fedesarrollo. Bases para el desarrollo del
componente de infancia en el SPS. Documento de trabajo. 2005.
____________________

En: http://www.oas.org/cim/XXXIII%20Asamblea%20Delegadas/CIM-
doc.23.esp.doc
Corporación Interamericana de mujeres CIM. Trigésima Tercera Asamblea de
Delegadas, 13 – 15 de noviembre, 2006 , San Salvador, el Salvador. Informe
nacional Colombia

Asimismo, desde el desde el mes de abril de 2003, el Instituto Colombiano de Bienestar


Familiar asumió la coordinación intersectorial de la Política Nacional de Construcción de Paz y
Convivencia Familiar - Haz Paz. Actualmente, adelanta sus acciones en este sentido a través de
dos aspectos: (i) el Plan Intersectorial de la Política 2004-2006 y (ii) Desarrollo, validación y/o
expansión de Modelos para la Prevención, detección, vigilancia y atención de la violencia
intrafamiliar.

Trata de personas

Las mujeres en edad productiva son la población mayormente vulnerable frente


a este delito. El DAS estima que entre 45.000 y 55.000 mujeres colombianas, víctimas
de la trata de personas se encuentran en el exterior. Las zonas de mayor vulnerabilidad
en cuanto al origen de las victimas son: Risaralda, Quindío y Caldas, Cali, Tulúa,
Buenaventura, Palmira y Cartago, Medellín y su área metropolitana, el valle de Aburrá
y Bogotá y sus alrededores. Los principales sitios de destino son Japón (40%), España
(30%), Holanda (20%) y un 10% conformado por Grecia, Alemania, Singapur, México,
Hong Kong, Bélgica, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Ecuador y Panamá.

C) Educación

De un total de 88.555 créditos universitarios otorgados por el ICETEX entre los


años 2003, 2004, 2005 y primer semestre de 2006; 39.427 fueron otorgados a mujeres.
Asimismo, de un total de 443 personas beneficiarias con becas entregadas por
Colciencias entre los años 2003 y 2005, 158 fueron entregadas a mujeres.

En el periodo 2003-2005, de un total de 150.530 adultos alfabetizados, 90.318


fueron mujeres (60%). Asimismo en el año 2005, de un total de 164.680 personas
graduadas en educación superior, 80.115 fueron mujeres (48.6%).

En Colombia, el 24% de las mujeres en edad fértil que habitan en zonas urbanas
cuentan con educación superior, mientras que el 4% de las mujeres en edad fértil que
habitan en zona rural, cuentan con este nivel de educación. El porcentaje de mujeres en
edad fértil sin educación en zona urbana bajó de un 2% en el año 2000, a un 1,60% en
2005. Asimismo, el porcentaje de mujeres en edad fértil sin educación en zona rural
bajó del 7,80% en el 2000 al 6,60% en el 2005.

D) Participación de la Mujer en las estructuras de poder y la toma de


decisiones

Además del avance mencionado relativo al “Pacto para una Inclusión Efectiva
de las Mujeres en la Política”, se encuentran:

Cumplimiento de la Ley de Cuotas: se destaca el aumento para el año 2005 de


la participación femenina en la totalidad de los cargos públicos. Dentro de la rama
ejecutiva aumentó 3,57%, en el interior de los organismos subió a 5,53% y en la
Registraduría se presentó un aumento significativo equivalente al 10,91%. Así mismo,
en el nivel territorial, más del 33% de los cargos del nivel directivo de la administración
pública están siendo ocupados por mujeres.

De 13 Ministerios, 8 están ocupados por hombres y 4 por mujeres. La


participación de la mujer en el Congreso de la República es aproximadamente del 11%
(Senado de la República y en la Cámara de Representantes). En el nivel local, tanto en
gobernaciones como en Alcaldías, la participación de las mujeres es baja en relación con
la de los hombres, que ocupan aproximadamente el 90% de los Cargos.

En la rama judicial, existe 1 cargo de magistrado (de 9) ocupado por mujeres en


la Corte Constitucional, 3 cargos de magistrados ocupados por mujeres en la corte
Suprema Justicia (de 23), 6 cargos de magistrados ocupados por mujeres en el Consejo
de Estado (de 27) y 2 cargos de magistrados ocupados por mujeres en el Consejo
Superior de la Judicatura (de 13).

Por otro lado, se han consolidado más de 320 Consejos Comunitarios de


Mujeres en el periodo 2003- julio de 2006 en 28 departamentos.

En las pasadas elecciones del 28 de mayo de 2006, el total de votación femenina


fue de 6.161.817 y la votación masculina fue de 5.700.547. El total de la votación válida
llegó a 11.864.470. La participación de voto femenino fue de 51.9% y la del masculino
48.06%. Asimismo, un total de 25 mujeres fueron elegidas al Congreso en las
elecciones de marzo.
DEFINICIONES SOBRE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR - VIF –

En http://w3.nuevos rumbos.org/violencia_intrafamiliar.html aparece ésta definición:

De acuerdo con la Asociación Americana de Psiquiatría, APA, (1994) la violencia


intrafamiliar se define como un “patrón de comportamientos abusivos, incluyendo un gran
parámetro de maltrato físico, sexual y psicológico usado por una persona en una relación
íntima contra otra para ganar poder injustamente o mantener el mal uso del poder, control y
autoridad”.

La Ley 294 de 1996, reformada por la ley 575 de 2000, define la VIF como: “ todo daño o
maltrato físico, psíquico o sexual, trato cruel, intimidatorio o degradante, amenaza, agravio,
ofensa o cualquier otra forma de agresión, producida entre miembros de una familia, llámese
cónyuge o compañero permanente, padre o madre, aunque no convivan bajo el mismo techo,
ascendientes o descendientes de estos incluyendo hijos adoptivos y en general todas las
personas que de manera permanente se hallaren integrados a la unidad familiar”

Comentarios:

Gladys me parece muy buena la parte del documento que ya elaboraste, te escribo en
rojo algunas ideas que pueden incluirse en el artículo, de lo revisado.

- En los artículos revisados, ninguno hace referencia a casos de violencia


intrafamiliar en familias de comunidades indígenas, ¿ es que no se presenta
casos en ellas? O simplemente se discrimina contra ellos y no son tenidos en
cuenta.( Las comunidades indígenas tienen una jurisdicción especial prevista
por la Constitución Nacional).

Yo sigo revisando el material que me falta y te lo estoy enviando esta misma noche. Te
envío también , algunas citas con sus referencias bibliográficas.

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