You are on page 1of 3

EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

Unidad 1 – Soy como tu

Maestro: Daniel García Ron

YO TAMBIÉN PUEDO TRABAJAR

Un joven de Motril (Granada) y con Síndrome de Down arranca su vida


laboral con un contrato en Alcampo

En medio de un mar de malas noticias para miles de trabajadores en los últimos meses, emerge como una isla de
esperanza la historia personal de Álvaro Molina Hódar, un joven motrileño con Síndrome de Down que con solo
veinte años ejemplifica mejor que nadie la palabra 'integración', una palabra que sólo sería eso sino fuera por la
entereza, la lucha y la superación personal que ha marcado la vida de este chaval desde que nació y que le ha
dado un precioso regalo: El sentirse orgulloso de sí mismo. Y no digamos quienes le rodean.

Su padre, Francisco Molina, acude cada


mediodía a recoger a su hijo al centro comercial
Alcampo de Motril. Ambos se sonríen con un
sentimiento mutuo de cariño mezclado con
satisfacción. «El niño solo habla maravillas de su
trabajo, nunca pude imaginarme que esto le
hiciera tan feliz», explica un padre que junto a
Conchi Hódar, la madre de Álvaro, jamás se han
escudado en el desánimo ni en la desatención
para brindarle a su hijo la posibilidad de un
horizonte, de un futuro con todas sus
posibilidades.«Hemos luchado por él desde que
nació -relata Francisco- y yo les pido a tantos
padres como hay tremendamente
desorientados, que den el paso». Ese paso
incluye el tocar a la puerta de una asociación que, de primeras, ayuda a los padres a abrir los ojos, a confiar en sí
mismos, en los chavales y en un futuro que existe siempre que se trabaje por él.

En este caso ha sido Granadown, organización que está haciendo un trabajo increíble por la inserción laboral de los
jóvenes con este síndrome en centros de trabajo ordinarios, como un empleado más y para ello utiliza la
metodología del Empleo con Apoyo.

«En la actualidad más de veinte jóvenes de Granadown han accedido a un puesto de trabajo normalizado y por
primera vez uno de nuestros chicos de la extensión de la costa ha comenzado, con apenas 20 años su trayectoria
laboral gracias a Alcampo Motril», explica María Matilla Nieto, gerente de Granadown. Y es cierto que, con la
integración laboral de Álvaro, se ha obrado otro nuevo milagro en la vida de este chaval que rezuma optimismo,
pasión y una alegría desbordante que se contagia a sus compañeros de trabajo, como Peña o Moya, de los que él
habla con orgullo.

1
Ahora, con su alta y contrato tras las prácticas oportunas llega, en estos días, el gran momento. «¡A fichar!» anuncia
Álvaro mientras termina de colocar unas cestas con tanta diligencia y rapidez que al fotógrafo le cuesta conseguir
la imagen.

Les ha cautivado

«Desde luego la experiencia está siendo formidable, pero es que este joven nos ha cautivado a todos por su forma
de ser», comenta Jacinta Ibáñez, jefa de sección de cajas del centro comercial motrileño y una de las personas que
ha acertado en la mejor definición posible de la situación de Álvaro: «Se siente muy responsable de lo que hace y se
encuentra muy a gusto en el centro de trabajo».

Algo que es palpable y que no pasa desapercibido al público que ya comienza a familiarizarse con el joven. «Al
principio -relata Jacinta- puede que le costase un poco dirigirse a los clientes, pero ni más ni menos que como a
cualquier otro trabajador en sus comienzos, ahora todo es muy fácil».

Álvaro cuenta, además, con el apoyo de los monitores, con el respeto y afecto de sus compañeros y -lo que es muy
importante- con el de los clientes que acuden a la conocida gran superficie y que no ocultan su agrado ante un
paso como este dentro de la política de integración laboral de las empresas de la zona. Es más, según Jacinta
Ibáñez, se ha propuesto a la asociación que esta iniciativa tenga continuidad, habida cuenta de que se tendrá
cubrirá otro turno más.

Superación

«Yo lo único que quiero repetir es que me parece increíble el cambio tan grande que ha dado mi hijo desde que
comenzó a trabajar», explica el padre de Álvaro. Cuenta que el joven no para en todo el día de relatarle sus
experiencias y que se dirige a su madre con una sonrisa de oreja a oreja para decirle «¡mamá, voy a comer que me
tengo que ir al trabajo!».

Atrás quedan años de continua subida por las escaleras de la vida. Le han ayudado una familia entregada; padres
y dos hermanos que adoran a Álvaro de una manera que conmueve. A muchos padres les sonará la aseveración
de Francisco «Al principio se te viene el mundo encima, pero mi hijo nos ha hecho tremendamente felices».

De hecho, su hijo es un joven de una constitución física extraordinaria, pues es un deportista nato y un chaval
dispuesto a participar en cuantas acciones se le pongan por delante y siempre arropado por su familia; esto implica
fiestas, movidas y carnavales consiguiendo un premio detrás de otro: «¿Yo?... De chino», decía Álvaro riéndose al
recordar su último y más conseguido disfraz.

Ahora se hará cargo, en jornada matinal, de la colocación de los productos frescos que dejan algunos clientes en
caja, reponer bolsas, rollos de impresora, recolocar las cestas. Todo ello sin perder de vista, en su interior, que la vida
da pequeñas recompensas cuando uno se empeña en superarse a si mismo.

Artículo de la Web de la Asociación “GranadaDown”- 2010

2
PREGUNTAS Y REFLEXIONES A TRABAJAR EN EL AULA DESPUÉS DE LEER EL TEXTO:

1. Normalmente las reacciones de la gente cuando ven a alguien diferente son:


- Mirar fijamente, con curiosidad o extrañeza.
- Sentir pena o lástima.
- Burlarse y aprovecharse de esa persona.
- Protegerla como si fuera de menos edad.

¿Habéis visto alguna vez reacciones así de alguna persona?. ¿Cuáles crees que son las más normales?

2. ¿Por qué la gente reacciona así?

3. Imagina que eres una persona con alguna deficiencia (Ej. Te desplazas en silla de ruedas…) ¿qué reacción
prefieres que tengan hacia ti?

4. ¿Cómo debemos comportarnos con las personas con dificultad o discapacidad?

You might also like