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Martín Nizama-Valladolid
Carlos E. Mendoza Angulo
Introducción
Debido a la similitud de los criterios conductuales para diagnosticar los trastornos por
dependencia de sustancias y la evidencia de refuerzo asociado con la
autoadministración de cocaína, opioides y etanol, los investigadores están interesados
en la identificación de mecanismos celulares y biomoleculares comunes, que puedan
explicar la apetencia por las sustancias y las conductas adictivas (1).
Teoría Dopaminérgica
Diferentes estudios indican que existe una alta densidad de receptores mu (m) opioides
en el ATV y receptores m, delta (d) y kappa (k) en el Nacc (8,9,29).
Los receptores m tienen una alta afinidad por los agonistas de la morfina,
dihidromorfina y oximorfina, y sus efectos son antagonizados por el naltrexone.
Craving
Reforzamiento Positivo
Las vías neurológicas para el reforzamiento positivo (placer) estarían en las vías
dopaminérgicas que van del ATV en el tallo cerebral hacia el NAcc, localizado en los
ganglios basales. Muchas drogas de uso dependiente parecen actuar a través de ésta
vía para producir el reforzamiento positivo. Las sustancias estimulantes afectan ésta
vía directamente, incrementando la cantidad de dopamina disponible para estimular las
células en el Nacc.
Otras drogas, tales como los opioides parecen tener efectos sobre las células
dopaminérgicas del ATV a través de receptores m opioides y así, indirectamente
afectan al Nacc.
Los efectos reforzadores del alcohol y las benzodiazepinas pueden estar en relación a
receptores para el ácido g aminobutírico (GABA), que aparecen en las células
dopaminérgicas localizadas en el ATV.
Los efectos reforzadores positivos de las drogas alucinógenas son menos claros. Por
ejemplo, la marihuana interacciona primero con receptores que están localizados en el
cerebelo, y estos no parecen tener una interacción directa con los sistemas
dopaminérgicos del ATV. Otras sustancias alucinógenas como la dietilamida del ácido
lisérgico (LSD), tienen efectos críticos en el sistema serotoninérgico, el cual puede
actuar en el NAcc para facilitar indirectamente la neurotransmisión de dopamina.
Reforzamiento Negativo
Alcohol
Los sistemas opioides también pueden contribuir a las acciones reforzadoras del etanol
por su interacción con el sistema dopaminérgico. El alcohol etílico puede activar el
circuito dopaminérgico de gratificación por su acción en el sistema de opioides
endógenos (receptores a opioides). Las evidencias acumuladas sugieren que la
estimulación de la liberación de dopamina por el alcohol es, en parte, mediada por
péptidos opioides. Estudios realizados con naltrexone, antagonista selectivo de
receptores opioides, muestran cómo ésta sustancia previene la liberación de dopamina
inducida por alcohol (14 ,15).
Cafeína
Varios estudios respecto al consumo de cafeína, han demostrado una más alta
concordancia para gemelos monocigotes que para dicigotes en el consumo de café;
por lo que se piensa en una predisposición genética para el uso dependiente de café
(9).
Nicotina
La nicotina es una sustancia con elevado poder adictivo que causa intensa
dependencia psicofisiológica, similar a la producida por opiáceos y otras sustancias
adictivas (15). También, la nicotina es altamente reforzadora y fácilmente conduce a un
consumo compulsivo. Sus efectos están relacionados con la dosis. La tolerancia a sus
efectos se desarrolla rápidamente, dando como resultado un aumento del consumo.
Los fumadores ajustan su consumo de cigarrillos para mantener el nivel de nicotina en
el flujo sanguíneo. El síndrome de abstinencia se presenta al cesar o disminuir el
consumo y se caracteriza por síntomas psicofisiológicos intensos.
Benzodiazepinas
Estudios de factores de riesgo han encontrado que los hijos de individuos que sufren
de alcoholismo, tienen una hiporrespuesta a alcohol y sedantes con relación a hijos de
padres no alcohólicos y los mismos sujetos alcohólicos presentan una respuesta menor
a los efectos de las benzodiazepinas (tolerancia cruzada 2 ) .
Marihuana
De otro lado, una hipótesis plantea que los dependientes a marihuana se estarían
automedicando con ella para atenuar síntomas psiquiátricos. Algunos pacientes con
depresión, ansiedad y síntomas negativos de esquizofrenia han informado que la
marihuana alivia sus síntomas (19, 20). En cambio otros autores refieren que es la
marihuana la que causa estos síntomas (21).
Cocaína
Altas dosis de cocaína usada por períodos prolongados parecen resultar en cambios
neurofisiológicos sostenidos en los sistemas cerebrales que regulan procesos
psíquicos, específicamente placer y respuesta hedonista (26,27).
Esta explicación ha sido postulada para sustentar una adicción fisiológica a cocaína
con un síndrome de abstinencia3 asociado, que se manifiestan clínicamente como un
síndrome psicofisiológico (26).
Estos hallazgos implican que las áreas de gratificación del cerebro afectadas por la
cocaína, pueden haber sido sometidas a una disminución en su sensibilidad a los
neurotransmisores. Esta afirmación es consistente con las observaciones clínicas de
prolongados períodos de anhedonia y depresión en dependientes de cocaína durante
la abstinencia, después del uso prolongado de cocaína (9).
Opioides
El término opioide describe una clase de sustancias que actúan sobre receptores
opioides. Existen numerosos receptores opioides identificados, pero las respuestas
farmacológica y fisiológica en humanos son mejor entendidas para los receptores m y
kappa (k).
Las familias de personas con dependencia a opioides tienen una mayor incidencia de
consumo de alcohol y otras drogas. Estos hallazgos pueden sugerir una susceptibilidad
genética para el consumo de sustancias. Sin embargo, una información más exacta
sobre la naturaleza o localización de potenciales factores genéticos no es disponible en
la actualidad.
Diferentes estudios indican que existe una alta densidad de receptores m opioides en el
ATV y receptores m , delta (d) y (k) en el Nacc (8, 9, 29).
Los receptores m tienen una alta afinidad por los agonistas de la morfina,
dihidromorfina y oximorfina, y sus efectos son antagonizados por el naltrexone.
Los sistemas opioides también pueden contribuir a las acciones reforzadoras del etanol
por su interacción con el sistema dopaminérgico. El alcohol etílico puede activar el
circuito dopaminérgico de gratificación por su acción en el sistema de opioides
endógenos (receptores a opioides). Las evidencias acumuladas sugieren que la
estimulación de la liberación de dopamina por el alcohol es, en parte, mediada por
péptidos opioides. Estudios realizados con naltrexone, antagonista selectivo de
receptores opioides, muestran cómo ésta sustancia previene la liberación de dopamina
inducida por alcohol (14,15).
Ludopatía
Algunos estudios han encontrado que 50 por ciento de estos pacientes tenían un
pariente con alcoholismo (32). Otras investigaciones han comunicado altas tasas de
historia familiar de dependencia a sustancias en pacientes jugadores patológicos. Hay
además una elevada prevalencia de juego patológico en padres de pacientes que
presentan ludopatía.
Conductas adictivas
Adicciones Electrónicas
Hipótesis
Bibliografía