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APRENDIZAJE Y COMUNICACIÓN EN LA RELACIÓN EDUCATIVA

De manera general, la Relación Educativa, es el encuentro entre un educando y un educador. En el


contexto escolar es un encuentro intencional donde se produce un conjunto de experiencias que se
orientan a informar y formar sistemáticamente al alumno. Es en esta relación donde el aprendizaje y la
comunicación se constituyen en dos pilares esenciales para la  adquisición de experiencias.
Aprendizaje, es el logro de un nuevo comportamiento gracias a una experiencia. Si esta acción se realiza
en el marco de una buena comunicación, la experiencia que modifica nuestra conducta, ha de tener
mejores logros y ha de acercarse más a su meta ideal. Así, la comunicación tiene un papel muy importante
en la interacción humana y en el aprendizaje significativo.
La comunicación es un proceso que se encuentra presente en todo momento de nuestra vida. Es el
intercambio de mensajes verbales y no verbales entre dos o más personas. Comunicación es toda forma
de comportamiento.
En toda relación interpersonal y por ende la que se establece entre el profesor y los alumnos se trasmite
ideas, información, opiniones y a la vez sentimientos y emociones. En el desarrollo de una clase no sólo
esta presente lo que el profesor nos dice con palabras sino que obtenemos información del tono de voz
(enfadado, seco, dulce, etc.), de la expresión facial (atento, cansado, aburrido, triste, alegre, etc.), de la
postura corporal (relajado, tenso, nervioso, etc.) y de la situación del contexto.
El docente desarrolla su trabajo informativo y formativo en base a dos paradigmas: el tecnológico y el
comunicacional. En ambos casos con muchas variantes y matices. Desde el paradigma tecnológico, se
destacan aspectos fundamentales del proceso de aprendizaje: la definición conductual de las metas a
lograr, la selección de experiencias a ejecutar; la secuencia, orientación y funcionamiento de cada
componente con respecto a las metas prefijadas, los medios técnicos , entre otros.
En el paradigma centrado en la comunicación se da mayor importancia al encuentro existente entre el
profesor y los alumnos. El énfasis está en los procesos relacionados con la codificación y las condiciones
en que se producen los intercambios y la interacción.
 Ahora bien, lo que se debe propiciar e incentivar en la labor educativa es la articulación de los dos
modelos y no el predominio, consciente o inconscientemente, de alguno de ellos. Todo proceso educativo
carecería de sentido si no apuntaría al logro de niveles de eficacia; sin embargo, el modelo tecnológico no
puede dar respuesta por sí sólo a todas las exigencias que nos presenta este proceso.
La experiencia profesional nos indica que muchos docentes, en su trabajo de aula y fuera de ella,
desarrollan su labor sin considerar la importancia que tiene la variable comunicación, lo que estaría
afectando el proceso de aprendizaje de los mismos.
La articulación antes mencionada implica conjugar en el profesor las esferas de un educador tecnólogo y
enseñante, la de un educador organizador y facilitador, la de un educador que como persona pueda
comunicarse con sus alumnos y compartir con ellos información y experiencias.
Postulamos que el logro de un aprendizaje significativo, se facilitaría en la medida que demos importancia
a los mensajes y estilos de comunicación. Cuando nos comuniquemos auténticamente lograremos con
facilidad nuestras metas educativas planteadas.
En base a este marco conceptual proponemos las siguientes reflexiones para optimar  la misión que
tenemos respecto a nuestros alumnos.

FACILITAREMOS EL APRENDIZAJE Y LA COMUNICACIÓN


EN NUESTROS ALUMNOS CUANDO…
Al desarrollar la clase: Hablamos con claridad, con entusiasmo (motivamos, elogiamos, etc.) y enfocamos
nuestros mensajes en lo positivo y no en sus errores o fallas que muestran.. Ejemplos: “me alegro que
hayas aprendido a multiplicar” “te felicito”, “me gustaría que fueran buenos colaboradores en mantener la
disciplina. La mayor parte de las veces lo son”, “esto no es fácil de aprender, pero si ponemos empeño
será más comprensible”, “el ejercicio no está del todo bien, intenta nuevamente, tú lo puedes hacer bien”,
etc.
Al señalarlos: Propiciamos una comunicación dirigiéndonos por su nombre, no por su apellido o número de
orden.
Al intentar fijar su atención: Establecemos un contacto visual con ellos y mostramos una expresión facial
receptiva, desplazándonos permanentemente en el aula.
Al aclarar alguna idea: Fomentamos la participación del educando, haciendo preguntas en relación al
cuestionamiento o idea planteada. Aceptando su participación con expresiones de aprobación: “gracias”,
“eso me gusta”, “bien pensado” “eso es interesante”, etc.
Ante su distracción: Nos acercamos a su ubicación mientras estamos explicando la clase y entablamos
una comunicación ocular y si persiste iniciamos la comunicación verbal, A través de ella le indicamos que
debe cambiar de conducta, llamándole la atención en forma breve, benigna y positiva. Por ejemplo, si ha
estado bromeando con sus compañeros, haciendo ruido o cualquier otro desorden, bastaría que se le
ordene portarse bien, para ello nos podríamos servir de frases como las siguientes: “basta Jesús”, “muy
gracioso Dante, pero ya deja de jugar” (dicho todo ello en tono enérgico ), luego se prosigue con la clase.
Al dar alguna sanción: Propiciamos un acercamiento hacia quien ha cometido la falta y se le invita a una
conversación en privado. En ella se le recrimina y se provoca una reflexión en relación a la falta cometida.
En este contacto personal son siempre eficaces unas palabras de ánimo y mensajes referidos a la
confianza que tenemos en la posibilidad de su rectificación. En ella se evita el sarcasmo y la comparación.

SABREMOS ESCUCHAR A NUESTROS ALUMNOS CUANDO…


- Entablamos una comunicación visual con ellos.
- Demostramos interés por escucharlos en el aula y fuera de ella.
- Incentivamos las preguntas y lo tratamos de satisfacer en el momento que lo requieran.
- Evitamos hacer otras cosas mientras se produce la interacción.
- Damos comentarios que reconocen la valía e importancia que tienen como personas: “te escucho”, ”te
entiendo”, “lo que me dices lo voy a tomar en cuenta”, ”bien hecho”, “que importante es tu opinión”, etc.
- En la interacción nos mostramos amicalmente con ellos: le damos la mano, abrazos, palmaditas,
“chocamos las manos”, caminamos juntos, etc.
- Experimentamos vivencias de su vida diaria a través de estrategias participativas.
- Les enseñamos con el ejemplo a que escuchen y respeten a sus compañeros.

RECONOCEREMOS EL LENGUAJE NO VERBAL


DE NUESTROS ALUMNOS CUANDO…
- Nos percatamos que cambia el tono, la intensidad, el ritmo de su voz ante una intervención en clase o en
una situación de entrevista.
- Nos muestra incomodidad a través de la orientación de su cuerpo: nos da la espalda, cruza sus brazos,
se toma la cintura o se muestra relajado o tenso.
- Nos damos cuenta su expresión facial (de atención, cansancio, aburrimiento, tristeza, alegría, etc.) en el
transcurso de nuestras clases y fuera de ella.
- Nos dirige o no la mirada al hablar, cuando se muestra cabizbajo, etc.
- Observamos que se saca “conejos”, frota sus manos o hace chasquidos de dedos ante una pregunta en
clase o ante nuestro acercamiento.
- Existe un silencio absoluto en algún momento de la clase, etc.
Proceso de aprendizaje
Debe existir un estímulo. El estimulo debe ser percibido por el organismo, o sea, enfocar uno o más de los
sentidos en algunos estímulos. El estímulo debe ser interpretado. El organismo debe producir alguna
respuesta al estímulo, en la forma en que fuera interpretado: el organismo observa las consecuencias de
la respuesta (respuesta de ensayo). Una respuesta de ensayo es conservada si el organismo percibe que
las consecuencias son de recompensa. Una respuesta de ensayo es descartada si el organismo no
percibe que las consecuencias son de recompensa. El aprendizaje se produce cuando la respuesta se
hace habitual. Lo que determina el aprendizaje, el desarrollo del hábito, es la recompensa. Repetimos las
respuestas que son recompensadas.
1. Presentación del estímulo.
2. Percepción del estímulo por organismo.
3. Interpretación del estímulo.
4. Respuesta de ensayo al estímulo.
5. Percepción de las consecuencias de la respuesta de ensayo.
6. Reinterpretación de las consecuencias y la posibilidad de futuras respuestas.
7. Desarrollo de una relación estímulo - respuesta (E - R) estable (hábito).
Una vez que se ha desarrollado el hábito dejamos de interpretar el estímulo. Comenzamos a responder
automáticamente, sin pensar, sin analizar.
Necesitamos desarrollar hábitos con el fin de reducir esfuerzo requerido para dar las respuestas.
La noción de hábito está relacionada con la de comunicación. Cuando queremos producir aprendizaje en
un receptor tenemos que romper algunos moldes de hábitos existentes e instalar otros nuevos. Toda
comunicación está relacionada con los hábitos del receptor, con as formas en que tiende a responder a
ciertos estímulos. 
Determinantes del hábito
Hábito es una relación entre un estímulo y la respuesta que el individuo da a ese estímulo y por la cual ha
sido recompensada.
1. Frecuencia de la repetición recompensada: cada vez que se presenta un estímulo, se da una respuesta
y ésta es recompensada, la costumbre se ve fortalecida. Cuantas más repeticiones, más fuerte se hace el
hábito, si la respuesta es recompensada.
2. Aislamiento de la relación E - R: la fuerza de conexión particular E-R está determinada por el grado en
que el estímulo provoca otras respuestas, o hasta donde otros estímulos emiten la misma respuesta. La
reducción de los estímulos disponibles aumenta la efectividad de los restantes.
3. Monto de la recompensa: una respuesta a un estímulo debe ser recompensada si es que la relación E-R
tiene que ser fortalecida. Cuanto mayor es la recompensa, tanto más se tiende a fortalecerse el hábito.

4. Espacio de tiempo entre la respuesta y la recompensa: cuanto más rápido perciba el individuo que las
consecuencias de una respuesta son recompensatorias, tanto más probable será que conserve la
respuesta. Algunas personas pueden esperar más que otras una recompensa. Las respuestas cuya
recompensa es inmediata tienen más probabilidad de ser fortalecidas que aquellas cuya recompensa es
menos rápida.
5. Esfuerzo requerido para emitir la respuesta: las respuestas que son fáciles de dar tienen mayor
probabilidad de ser conservadas que las respuestas difíciles de ser emitidas.
Cuando hablamos de recompensa debemos tener en cuenta que esta debe ser definida en función del
receptor. Una vez que se ha localizado el tipo de consecuencia que servirá de recompensa, se podrá
aumentar la fuerza de conexión E-R aumentando a su vez el nivel de recompensa.
Al elaborar mensajes, al recibirlos o al analizar la comunicación de otras personas debemos tener en
cuenta:
1. La frecuencia con que se presenta el mensaje (con recompensa o sin ella)
2. La competencia de un determinado estímulo o respuesta por otros estímulos y respuestas.
3. La cantidad de recompensa percibida como consecuencia de la respuesta.
4. El espacio de tiempo que transcurre entre el momento en que la respuesta es dada y aquel en que es
recibida la recompensa. 
5. La cantidad de esfuerzo percibida como necesaria por el receptor para dar la respuesta deseada.
Aprendizaje y recompensa
La recompensa determina la fuerza de nuestros hábitos, la velocidad y la extensión de nuestro
aprendizaje. Si no tenemos la expectativa de una recompensa hasta rehusamos elegir e interpretar un
estímulo. El hombre solo se comporta en las formas que él percibe de su propio interés. Hace cosas que
cree habrán de ayudarle y evita hacer aquellas que en su opinión pueden lastimarle. 
Las formas en que el hombre elige estructurar el mundo están determinadas por su propia inteligencia, sus
actitudes, su conocimiento, los valores que le son transmitidos a través de la cultura, etc. El hombre trata
de influir imponiendo una estructura, dando un significado al medio que lo rodea. Cuando no hay
estructuras se halla tenso, por lo que buscará situaciones que reduzcan las incertidumbres, y evitará las
que la aumenten.
El hombre percibe que una recompensa es recompensatoria en la medida en que esta le ayude a
desarrollar una estructura consistente en su universo.
La respuesta que deseamos de un receptor deberá ser compensatoria para él o, de lo contrario, no será
aprendida.El receptor lucha por conseguir una reducción de tensión, un aumento de certidumbre. Y, sin
embargo, el aprendizaje exige un aumento temporario de tensión, por lo que esa tensión debe ser
creadora si se pretende que sea productiva. La tensión es creadora si el receptor es capaz de percibir que
una nueva relación puede, eventualmente, producir mayor certidumbre, que le permita tener un efecto aún
más grande, entonces tolerará la reducción temporaria de certidumbre con la esperanza de obtener una
mayor certidumbre en el futuro.
La efectividad de la comunicación puede ser incrementada en una o dos formas: aumentando la
recompensa o disminuyendo la energía.

Comunicación y aprendizaje: similitud de procesos


Componentes del aprendizaje

1. Organismo 1. Canal
2. Estímulo 2. Mensaje
3. Percepción del estímulo 3. Decodificador
4. Interpretación del estímulo 4. Receptor – fuente
5. Respuesta manifiesta al estímulo 5. Encodificador
6. Consecuencia de la respuesta 6. Feedback
Componentes de la comunicación

Aprendizaje, la comunicación en un contexto personal


Existen distintos enfoques de análisis de la conducta. Si separamos la psicología de la sociología, estamos
separando ante todo un enfoque personal de un enfoque social de la conducta. Dicho en otra forma, un
enfoque psicológico o personal de la conducta persigue las características individuales del organismo, es
decir, lo que sucede entre el momento en que el individuo está expuesto a un mensaje y el momento en
que este mismo individuo responde a este.
Los teóricos del aprendizaje difieren de opinión en muchos puntos y están de acuerdo en otros. La teoría y
la investigación del aprendizaje no han alcanzado aún el grado de desarrollo en que las opiniones
concuerden en cuanto a la forma en que se produce aquél.
El aprendizaje y las teorías que tratan los procesos de adquisición de conocimiento han tenido durante
este último siglo un enorme desarrollo debido fundamentalmente a los avances de la psicología y de las
teorías instruccionales, que han tratado de sistematizar los mecanismos asociados a los procesos
mentales que hacen posible el aprendizaje.
El propósito de las teorías educativas es el de comprender e identificar estos procesos y a partir de ellos,
tratar de describir métodos para que la instrucción sea más efectiva. Es en este último aspecto en el que
principalmente se basa el diseño instruccional, que se fundamenta en identificar cuáles son los métodos
que deben ser utilizados en el diseño del proceso de instrucción, y también en determinar en qué
situaciones estos
métodos deben ser usados.
El concepto de comunicación en los mass media trabajado desde el enfoque del comercio Tener trato y
comunicación unas personas con otras. El intercambio contiene una estructura antrópica que tiende a la
saciedad de información del consumidor, a manera de trueque, es decir, existe una bidireccionalidad.
El lector como consumidor de información busca un producto adecuado a su necesidad, el emisor como
comunicador de información y creador de productos busca satisfacer las necesidades de información de
un público, el punto de encuentro entre el consumidor y el vendedor es el mensaje, que esta codificado por
el diseñador, quien estudia el publico, el contexto y las relaciones perceptivas que benefician la
interpretación. El usuario se convierte en el centro del esquema comunicativo que tiene como finalidad la
satisfacción del mismo.
Cuando el emisor envía un mensaje —estímulo—, este esta codificado para causar un tipo de respuesta o
reacción al receptor. En el mismo instante en que se empieza ha recibir la información, el cerebro del
individuo, realiza racionamientos y juicios a la nueva información para establecer una consistencia lógica
entre sus creencias y sus acciones, la información percibida puede ser “conocida” para ajustarse o no, al
criterio del receptor según sus conocimientos para remplazarlos o modificarlos. O “desconocida” donde el
concepto de dicha información es ampliado. En la comunicación colectiva por intermedio de los medios
masivos, el modelo no varia y el proceso es el mismo aunque los efectos son ciertamente distintos. El
cambio de una miniescala a una macroescala, de una dimensión de minigrupo de individuos conectados
directamente de una magnitud a personas, que se ignoran entre si pero que están vicarialmente
conectadas a distancia por medios técnicos, no altera este mecanismo esencial del comercio (como
intercambio en el tiempo de actos y mensajes). El aprendizaje se presenta cuando la información es
aceptada de una forma satisfactoria. Cada medio masivo maneja unas características funcionales y
estructurales que interactúan con el usuario, este debe aprender a reconocer los signos y símbolos que se
crean en cada soporte. Así, adquiere una nueva conducta —que muchas veces se convierte en
comportamiento— a consecuencia de su interacción con los medios.
La comunicación ha evolucionado junto con los avances tecnológicos, estos se han encargado de volverla
mas masiva y funcional. Con la aparición de cada una de estas nuevas formas de comunicar, aparecieron
nuevos códigos que requerían nuevos procesos cognitivos. En la década de 1950 aparece la psicología
cognitiva que estudia la cognición desde el punto de vista del manejo de la información, estableciendo
paralelismos entre las funciones del cerebro humano y conceptos propios de la informática como
codificación, almacenamiento, recuperación y ordenación de la información. Con la revolución digital, se
introduce un nuevo concepto en el que se concibe la información como una red, donde cada dato tiene
múltiples formas de enlazarse con otros, expandiendo el conocimiento. Todas estas relaciones
informáticas, controladas por la inteligencia artificial –la capacidad de un artefacto de realizar los mismos
tipos de funciones que caracterizan al pensamiento humano pero basándose en el procesamiento de la
información, el reconocimiento de modelos—.
La comunicación se ha vinculado con el diseño para estructurar y enfocar de mejor manera el mensaje, el
diseñador se centra en la codificación, realizando de antemano un estudio a fondo del dispositivo y
procesos de comprensión del receptor. El diseño evoluciona en proporción a los avances tecnológicos y
cognitivos del hombre. Imponiendo este último, los parámetros bajo los cuales esta sujeta su finalidad. El
proceso antrópico encuentra una extensión en su vinculo con la comunicación –el centro es la
decodificación— donde existe la bidireccionalidad. El hombre necesita al diseño para comunicarse de la
forma mas optima posible. En este contexto el futuro del diseño tiene un papel decisivo para las futuras
generaciones que se basaran primordialmente en el contacto óptico con imágenes funcionales.
Comunicación, expresión y aprendizaje
Estoy convencido de que estos espacios educativos son momentos por excelencia de comunicación,
expresión y aprendizaje. Favorece la expresión. No se trata de una relación tipo profesor alumno dónde
uno es el que lo sabe todo y le enseña al que no sabe. Pero fundamentalmente crea la posibilidad de
intercambio de vidas y por lo tanto de saberes diferentes, uno puede contribuir a enriquecer al otro con su
experiencia de vida
Para que este movimiento se de, la mejor manera es estar atentos a los diferentes tipos de lenguajes que
a lo largo de la historia de la humanidad las personas han ido desarrollando. Propiciar un espacio dónde
todas las personas se comuniquen de sujeto a sujeto a partir de los talentos y cualidades desarrollados
durante sus vidas. Unas a través de otras poesía o prosa, lenguaje gráfico, música o teatro, con el cuerpo
por ejemplo.
Se que no basta contribuir a que el grupo se envuelva en el proceso y tenga un espacio para comunicarse.
Hace necesario ofrecer al grupo un momento en que se de cuenta que experimenta vive la necesidad y ve
la importancia del sentido humano en la vida consecuente de los procesos educativos. Dar un tiempo para
ver, probar, tocar, oír, en fin identificar existencialmente la manera como se da el conjunto de las
relaciones que establecemos. Son momentos que llamamos “ajustando los sentidos” o “imperio de los
sentidos”, Al final, todo cuerpo se comunica, se expresa y aprende. Ha sido un error creer que el
aprendizaje se da solamente a nivel de la razón y que la palabra hablada o escrita era el único canal de
comunicación. La vida nos enseñó que no está bien así. Hay momentos en que el silencio habla más que
un alto, en que un gesto es capaz de derrumbar el más brillante de los discursos.

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