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APROXIMACIÓN A LA ESENCIA DEL ARTE, BASADA EN “EL ORIGEN DE


LA OBRA DE ARTE” DE MARTÍN HEIDEGGER.1

Para comienzos del S.XX, Heidegger, después de suspender la escritura de la segunda


parte de El Ser y El Tiempo (1927), escribe en 1935 “El origen de la obra de arte”e
inicia así su gran preocupación por el arte.
H., (así llamaremos a Heidegger), da lugar a un diálogo histórico-ontológico con la
posibilidad del lenguaje de dar cuenta de El Ser y su verdad, pero aplicado ahora al arte.
En este documento juegan papel decisivo en secuencia analítica: La cosa y la obra,
La obra y la verdad y La verdad y el Arte. Los términos mencionados, entrelazados
desde un seguimiento etimológico y genealógico riguroso, revelan sentidos olvidados
actualmente, y que rescatan los reales fundamentos del arte, como preocupación básica
filosófica.
Para comienzos del S.XX, la estética ha sido acusada, de ser demasiada abstracta con
relación a la continua transformación del arte, circunstancia que impide encerrar al arte
en una definición ni sistema, y se tenga que definir su importancia en la naturaleza
ontológica humana, lo cual radicaliza a H., en la búsqueda de dichos fundamentos.
Para H., (y es lo central de su demostración) “la verdad (...) es revelación y
ocultamiento; es el aparecer de algo a la luz del ser, a partir del ser y como proveniente
de él; pero a medida que el ser se retrae, se esconde, deja que la cosa sea no como
producto sino como realmente es”2, esto contrae que, el ser en un proceso milenario que
se remonta hasta Grecia, ha estado oculto bajo los entes, y que en la actualidad, cosa de
lamentar, lo ocultado es tomado como “verdadero” y como objeto de manipulación y
dominio.
H., ve que el arte en esencia es “Dichtung (palabra poética que orienta la existencia a
partir del ser y nombra al ser mismo)”3 y por lo tanto, reconocimiento del primado del
ser sobre la propia existencia.
Todo arte, en cuanto deja que se haga histórico el advenimiento de la verdad del ente
como tal, es en esencia, poesía (Ditchtung), por permitir la historización de la verdad
del ser, a diferencia de la metafísica, de la ciencia y de la técnica, mantiene la relación
de la iluminación con el ocultamiento. Así, el ser y su verdad se manifiestan por
intermedio del artista en el evento de la obra. El arte se constituye así, en el espacio
abierto en la que cada ente se hace diferente a su rutina poniendo así en obra la verdad.
Según Gadamer, ....“lo que tiene en común el lenguaje del pensar con el del poeta es
más bien que también aquí nada de lo que se dice es un mero referirse a algo (...).Tanto
la palabra poética como la de pensar no se << refieren>> a nada” 4.Con lo anterior se
fundamenta que tanto el arte (poesía) como la filosofía crean su propio campo
autónomo, auto-referencial, de significación, es decir “pensar filosóficamente”=
“creación poética”.
A la pregunta ¿Qué es el ser?, ante el olvido histórico-filosófico de la real esencia del
ser -proceso de traslaciones de la lengua griega al latín, y de aquí a las lenguas
respectivas de la filosofía moderna-, H., interroga a la filosofía moderna “que pretende
responder a la pregunta por el ser de los entes desde el sujeto”5.

1
Versión española de Helena Cortés y Arturo Leyte en HEIDEGGER, MARTÍN, CAMINOS DE
BOSQUE, Madrid, Alianza, 1996. Tomado de Internet, Boogle, Nietzshe en Castellano, Heidegger,
Textos.
2
Givone, Sergio. Historia de la Estética. Tecnos , Madrid, 1990, Pág. 156.
3
Op. Cit. Pág.156.
4
H.G. Gadamer., Los caminos de Heidegger, Herder, Barcelona, 2002, pp.67-72. Internet.
5
Cruz, V., Danilo. Filosofía sin supuestos. Edit., Sudamericana, Buenos Aires, 1970, Pág. 108.
2

Según Danilo Cruz, Descartes intenta fundar una metafísica desde el sujeto, para eso
tiene que disolver el objetivismo contenido, que no lo dejaba emerger, desde los griegos
hasta la Edad Media. Sin embargo este se cosifica dentro de la concepción del ego
cogito, al no utilizar conceptos pertinentes para lo especificado. Asume al ego como
res cogitans (cosa que piensa) identificándolo con el término anima que cosifica al yo,
lo que continúa sedimentando el empirismo inglés. Husserl, desmitifica esto
encontrando que en la base de la metafísica de la subjetividad: “el sujeto es el
fundamento determinante de los objetos(...) los conceptos tomados del mundo de los
objetos son inadecuados para determinar al sujeto y por lo tanto deben ser abolidos”6.
Continua D. Cruz asumiendo que H., no busca ya en los contenidos del eje sujeto-
objeto sino en un terreno más profundo, como por ejemplo, ¿Porqué vino a convertirse
el yo en el fundamento del ser? H., comienza así su investigación histórica sobre el
origen de dicha identificación.
Recordando lo expresado líneas atrás, a la pregunta ¿qué es el ser? agregamos su
correlativa ¿Qué es el arte? Aquí colabora R.Givone aseverando, ...”Para H., la pregunta
(...) está mal planteada. Mejor dicho, está planteada metafísicamente y, por tanto, al
igual que la metafísica, debe ser superada”7. Givone manifiesta que al ser concebido el
arte como objeto del pensamiento, queda encerrado en un concepto que lo define y
encierra como cosa dada para usufructuarlo mecánicamente, como lo manipula la
ciencia y la técnica para el consumo placentero. Contrariamente, el arte es apertura
desde una continua trasgresión que impide o que cuestiona todo horizonte conceptual
dado.
Si la estética ha tenido como objeto, en su mayor parte al arte, parece necesario, antes
que todo, hacer la pregunta por la esencia del arte: ¿Qué es el arte? Esto no será posible
si se parte de nociones y términos cuyo punto de referencia exclusivo es el mismo
término arte, ambiguo y recargado de juicios de valor, como lo plantea la autora J.
Bambula Díaz 8.
Solemos llamar arte a objetos y hechos tan disímiles, como una obra de Van Gogh, un
vaso griego cuyo uso original fue para beber, una estatua que representa –en bronce,
mármol, chatarra, etc.- a un personaje importante en cualquier sitio del mundo, un tótem
tallado y pintado por indígenas, un sarcófago etrusco, un happening, una película de
Fellini, una danza contemporánea etc.
Manifiesta Bambula Díaz: “Esta (la estética) se encuentra encerrada en un círculo
vicioso. Martín Heidegger lo diagnostica en “El origen de la obra de arte”, pero lo
acepta como ineludible y lo convierte en premisa de reflexión. La Estética es para él uno
de los Holzwege (caminos de palo, es decir, caminos que no conducen a nada) del
pensamiento”9. Sin entrar a confrontar lo asertivo o, de lo expresado por la autora,
constatamos el callejón sin salida que encuentra H., en el terreno del arte.
Existen dos caminos ya trazados, a partir de los cuales se ramifican los senderos
estético-artísticos del S.XX y XXI. Uno de ellos es el enfoque filosófico de Kant para
quién la estética se centra en el problema de la forma -subjetivismo en detrimento de la
realidad extrasubjetiva. Por el contrario Hegel, concibe el arte como una objetivación
desplegada del espíritu absoluto e histórico, conceptuando lo estético como aspecto
cognoscitivo producto de la relación social del hombre con la realidad objetiva.
Es de suponer, que H., comienza de nuevo el recorrido de la filosofía y de la metafísica
sin necesitar apoyarse en ningún otro pensador, y así mismo como interroga por el ser,
6
Op., Cit. Pág. 109.
7
Givone, R. Op. Cit. Pág. 155.
8
Bambula, Díaz, Juliane. Lo estético en la dinámica de las culturas. Univ. Del Valle. Santiago de Cali.
1993. Págs. 19-35.
9
Op. Cit. Pág. 35.
3

interroga por el arte. ¿Cuál es el origen de la obra de arte? Su respuesta deriva de su


acepción del ser.
H., profundizando en la pregunta originaria y en cada uno de sus términos, detecta el
círculo vicioso del texto interrogativo. Pregunta por la esencia de la obra de arte. Lo
normal es asegurar que el artista es el creador de la obra de arte....”Pero¿ Por medio de
qué y a partir de dónde es el artista aquello que es?” 10. Es a partir de la obra de arte, y
esto se aclara con la irrupción de un tercero sin el cual no pueden estar los dos términos:
el artista y la obra de arte se generan en el arte.
¿Y como podríamos saber la esencia de arte sino es remitiéndonos a las obras de arte?
¿ Y como podríamos captar cuando una obra es de arte? Para esto H., estudia el carácter
de “cosa” de la obra de arte, haciendo ver su estructura de ente, como otro ente más
entre todos los entes: las obras se transportan, se guardan, se empaquetan como las
verduras o como cualquier cosa.
H., considera tres tipos de interpretaciones:
• La cosa con sus propiedades, portadora de características.
• El carácter inmediato de la cosa: unidad de una multiplicidad de sensaciones.
• La cosa: síntesis entre materia y forma.
Mientras que en la primera y segunda versiones, la cosa desaparece, una por la excesiva
distancia de la cosa entre nosotros y sus propiedades, la segunda nos la aproxima
demasiado por la constitución de sensaciones para percibirla.
Es en la tercera, con el aporte de los conceptos de materia y forma, como se puede
observar que existen “meras” cosas como los entes inanimados, las piedras por ejemplo,
las cuales asumen contenido de la materia como forma; a su vez existen el cántaro, el
hacha y los zapatos en donde la forma determina la distribución matérica, puesto que ha
sido pensada previamente como utilidad y como utensilio. Los entes concebidos así son
siempre producto de una elaboración.
H., considera que... “el utensilio presenta un parentesco con la obra de arte”11 como
realizada manualmente, pero al mismo tiempo ...“la obra de arte se parece más bien a la
cosa generada espontáneamente y no forzada a nada”12.Los utensilios son intermediarios
entre la cosa y la obra de arte.
Subrepticio a las correspondientes interpretaciones, está el desarrollo histórico que
transcurre desde los griegos hasta la filosofía moderna, pasando por el medioevo, y que
conlleva como se dijo anteriormente que, ...“El modo de pensar romano toma prestadas
las palabras griegas sin la correspondiente experiencia originaria de aquello que dicen,
sin la palabra griega”13. A lo largo de esta historia se fueron mezclando las tres
interpretaciones. La tercera versión de la esencia de la cosa como cosa, parece esconder
a esa esencia misma, lo que correspondería al ocultamiento histórico ocurrido en el
tránsito de la edad Media a la edad Moderna, implicando que la metafísica moderna
descansa sobre dicho encubrimiento medieval, constituyéndose, lo mismo que las otras
dos versiones, en atropello al ser-cosa de la cosa.
El carácter de cosa, el ser-cosa, consiste precisamente en lo que queda después al
estar ... “despojadas de su carácter de utilidad y de cosa elaborada”14.
En lo que queda después, es difícil reconocer el ser-cosa de la cosa,, desde el momento
en que se deshace el carácter de utensilio. Es tanto así que las determinaciones de cosa,

10
Heidegger, Martín. Caminos de bosque. Op. Cit.
11
Op. Cit.
12
Op. Cit.
13
Op. Cit.
14
Op. Cit.
4

utensilio y obra, al ser difíciles de aprehender nos hacen pensar sobre todo ente en
general.
H., plantea que para poder reconocerlo ...“se precisa dejar reposar a la cosa en sí misma
(...) sin incurrir en la anticipación ni el atropello de esos modos de pensar” 15. Sin
embargo, considera que la interpretación del ser-utensilio del utensilio es lo que ha
alcanzado más predominio por estar relacionado con la tradición medieval y su
concepto de creación divina.
H., para correr el velo, toma como ejemplo inicial un utensilio corriente, un par de
zapatos de campesino, con las connotaciones rutinarias que posee: sirven para calzar los
pies y dependiendo de la función, asumen un determinado materia-forma de zapatos ...
¿y aún así puede captarse, el carácter de utensilio del utensilio? H., ahora trae el
ejemplo: Las botas de campesino de Van Gogh, y ocurre lo inesperado : a través de la
imagen de las botas, se captan sus sufrimientos, dignidades, procedencias telúricas y
usos diversos, encontrando que ...“este utensilio pertenece a la tierra y su refugio es el
mundo de la campesina”16, es decir... “gracias a este modo de pertenencia
salvaguardada en su refugio”17.
H., reconoce que el ser-utensilio del utensilio reside en su utilidad, pero en este caso es
gracias a su fiabilidad, que es la que permite que la labradora sin mirarlos y sin
reflexionar en nada, sepa de ellos, gracias a la callada llamada de la tierra que protege su
mundo de labradora. El reposo del utensilio en su fiabilidad nos descubre lo que es de
verdad el utensilio. Ahora, confirma que ni la descripción de un zapato presente, ni la
observación de su uso, ni de su proceso de elaboración, nos permite captar el ser-
utensilio del utensilio, sino solo situándonos ante el cuadro de Van Gogh. Ha sido la
obra de arte y solo ella, la que hace manifestarse la verdad que duerme en el zapato.
H., explica ...“En la obra de arte se ha puesto manos a la obra la verdad de lo ente”,
aunque el arte de forma histórica solo se ocupa de lo bello y no de la verdad, crea lo
bello reservado a la estética, y no a la lógica que incluye a la verdad; tampoco
entraremos en lo del arte como copia o imitación de la realidad, en donde lo allí
presente exige correspondencia con lo ente al estilo antiguo y medieval. “En la obra lo
que sucede es la reproducción de la esencia general de las cosas”18.
H., escoge otro ejemplo: Un templo griego (evocado, no pintado) en toda su plenitud
matérica y formal, incluyendo la tierra sobre la que se instala por medio de la
consagración y la glorificación; emergiendo de él, pero en combate, se abre un mundo,
únicamente humano, no vegetal ni animal. El mundo es la apertura decisional simple y
esencial, de un pueblo histórico que se funda, en combate, sobre la tierra que lo contiene
y lo lleva a lo abierto: al ser del hombre y al ser de la obra.
H.,interroga ¿Cómo ocurre la verdad en el combate silencioso entre la tierra y su
mundo?. En la pintura de Van Gogh acontece la verdad, no por reproducir con
exactitud, sino que el ser-utensilio del utensilio, lo ente en su totalidad, el mundo y la
tierra en sus tensiones recíprocas, alcanzan el desocultamiento debido a su simplicidad y
pureza de lo representado, una luz configurada deja entrever una brillante aparición que
corresponde a lo bello y concluye parcialmente ...“La belleza es uno de los modos de
presentarse la verdad como desocultamiento”19.
Evidentemente esto sucede tomando la obra como algo elaborado mas allá del ser-
utensilio: creado por un artista. El crear permite que algo emerja, trayéndole hacia
delante, y para esto hay que abandonar el concepto artesanal puesto que en su origen
15
Op. Cit.
16
Op. Cit.
17
Op. Cit.
18
Op. Cit.
19
Op. Cit.
5

griego techné no es un hacer sino el desocultamiento de un saber. Entonces lo creado,


que no es para reconocimiento de la destreza de un artista, permite acontecer el
desocultamiento de lo ente.... “como esa fijación del combate en la figura por medio del
rasgo”20, y queda fijado en la figura aislada - libre de los círculos viciosos - de lo abierto
dentro de la apertura lograda por ella misma.
Ahora H., agrega a la necesidad y lo fundante de la obra, que lo creado no puede
seguir siendo sin sus cuidadores, para esto define... “Cuidar la obra significa
mantenerse en el interior de la apertura de lo ente acaecida en la obra”21, lo cual sucede
a través de un saber ...“así pues el arte es el cuidado creador de la verdad en la obra” 22
por lo tanto... “el arte es un llegar a ser y acontecer de la verdad”23. Volviendo sobre lo
ya expuesto, es desde la esencia poética del arte - propuesta al comienzo- desde donde
éste procura un lugar abierto en medio de lo ente, en cuya apertura todo es diferente a lo
acostumbrado. Es decir, ha sucedido una transformación en la obra (el desocultamiento
revelador de lo ente del ser) que detenta la esencia del arte.
La esencia del arte es poema. El decir que proyecta es poema. El relato del mundo y de
la tierra, el relato del espacio de juego de su combate, es el relato del desocultamiento
de lo ente, en donde se le acuñan previamente a un pueblo histórico los conceptos de su
esencia, esto es , su pertenencia a la historia del mundo.
Para terminar, algo caro a Heidegger, él mismo revela ...“El origen de la obra de arte,
esto es, también el origen de los creadores y cuidadores, el Dasein histórico de un
pueblo es el arte. Esto es así porque el arte es en su esencia un origen: un modo
destacado de cómo la verdad llega al ser, de cómo se torna histórica”.24

Manteniéndose a la altura exigida por H., Baudelaire canta:

“Pues no podemos daros, Verdad de las Verdades


más alto testimonio de nuestra dignidad
que ése sollozo ardiente que hendiendo las edades
viene a morir al borde de vuestra eternidad”.25

BIBLIOGRAFIA.
• Bambula, Díaz, Juliane. Lo estético en la dinámica de las culturas. Univ. Del
Valle, Cali, 1993.
• Cruz, Vélez, Danilo. Filosofía sin supuestos. Sudamericana, Buenos Aires,
1970.
• Gadamer, Hans, George. Los caminos de Heidegger. Cap: El pensador Martín
Heidegger. Herder, Barcelona,2002. Internet, Boogle, Nietzsche en castellano.
Gadamer. Textos.

• Givone, Sergio. Historia de la estética. Tecnos., Madrid, 1990.


• Heidegger, Martín. Caminos de bosque. Cap.: El origen de la obra de arte.
Madrid, Alianza, 1996. Internet, Boogle, Nietzsche en castellano, Heidegger,
Textos.

20
Op. Cit.
21
Op. Cit.
22
Op. Cit.
23
Op. Cit.
24
Op Cit.
25
Mandrioni, Hector. Introducción a la filosofía. Kapelusz, Buenos Aires, 1964, pp.293.
6

• Mandrioni, Hector. Introducción a la filosofía. Kapelusz. Buenos Aires. 1964.

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