Professional Documents
Culture Documents
en la embajada
La historia oculta de los crímenes en Costa Rica
s e r i e
7tWXORGHOFDStWXOR
1
7tWXORGHOOLEUR
2
7tWXORGHOFDStWXOR
Terror en la embajada
seri e
3
7tWXORGHOOLEUR
RIL® editores,
por la bibliodiversidad
4
7tWXORGHOFDStWXOR
en la embajada
/DKLVWRULDRFXOWDGHORVFUtPHQHVHQ&RVWD5LFD
PRÓLOGOS:
Alejandro Guillier
Marcelo Araya
Alejandro Carreño
5
7tWXORGHOOLEUR
320 p. ; 24 cm.
ISBN: 956-284-496-X
Terror en la embajada.
La historia oculta de los
crímenes en Costa Rica
Primera edición: agosto 2006
ISBN 9 5 6 - 2 8 4 - 4 9 6 - x
Derechos reservados.
6
7tWXORGHOFDStWXOR
ADVERTENCIA AL LECTOR
7
7tWXORGHOOLEUR
8
7tWXORGHOFDStWXOR
&ULPHQVLQUHVSXHVWDV
por Alejandro Guillier A.
10
7tWXORGHOFDStWXOR
(OGHUHFKRDODLQIRUPDFLyQ
por Marcelo Araya E.
12
7tWXORGHOFDStWXOR
,QYHVWLJDQGRORVKHFKRV
por Alejandro Carreño T.
Académico, semiólogo y metodólogo de UNIACC
14
7tWXORGHOFDStWXOR
,QWURGXFFLyQ
& uando el martes 27 de julio de 2004 se informó, a través de los
medios de comunicación, que un guardia «desquiciado» había
asesinado, sin miramientos, a tres funcionarios chilenos de la embaja-
da de Chile en Costa Rica, ningún testigo, autoridad o fiscal, de los
cientos que estuvieron in situ, lograron dictaminar las causas de la
«locura temporal» que –dicen–habría afectado al guardia civil de la
fuerza pública de Costa Rica, Orlando Ulises Jiménez Jiménez.
Fueron algunos medios de prensa que, en la vorágine del día a día,
se atrevieron a postular hipótesis surgidas de declaraciones hechas
por algunos testigos, conocidos de las víctimas y, principalmente, a
través de los escuetos resultados obtenidos por la policía judicial de
Costa Rica (OIJ)1, en un informe que dejó entrever un déficit y falta de
rigurosidad metodológica en la investigación. Incluso, con el tiempo
se detectaron declaraciones de personas que en nada se ajustaron a la
realidad.
Si a ello sumamos los infalibles chismes y rumores que suele levan-
tar el vox populi, estamos en presencia de un fenómeno sociológico
digno de consignar y, a nuestro entender, se cometió un error al haberlos
descartado a priori, sin mediar una investigación seria, rigurosa y
responsable.
Al revisar los cientos de artículos publicados y las diversas decla-
raciones hechas por distintos protagonistas, se deja entrever una infi-
nidad de vacíos, contradicciones, falsedades y actos indolentes, que
son imperdonables cuando provienen de autoridades y de quienes os-
tentan cargos públicos. Otras tantas, simplemente, fueron considera-
das una quimera.
Aquí, hallamos el punto de partida para esta investigación. Una
exploración que se adentra en cada una de las personas que vivieron
los trágicos hechos. Familiares, amigos, colegas, empleados, aboga-
dos, periodistas, psicólogos y una larga lista de gente que aporta con
valiosa información, forman parte de lo que, en páginas sucesivas,
permite ir configurando un puzzle policial, que incluye misteriosas
prácticas esotéricas, relaciones pecaminosas, abusos de autoridad, tra-
tos pendencieros y un deterioro progresivo de la convivencia.
El objetivo general de esta exploración es delimitar, a través de
estos temas específicos, junto a otros que se darán a conocer, los posi-
bles escenarios donde el guardia de seguridad, Orlando Jiménez, pudo
haber jugado un papel protagónico. Dicho sea de paso, a la fecha, no
existe en la investigación formal, llevada a cabo por la fiscalía de
Costa Rica, siquiera un solo detonante que justifique tanta violencia y
ensañamiento. El fiscal costarricense, Mauricio Boraschi, declaró para
este escrito, en las primeras semanas de ocurrida la tragedia:
No noto en el expediente un hecho anterior o 1
OIJ (Organismo de Investi-
instantáneo, al momento de los hechos, que gación Judicial).
ameritara razonablemente, racionalmente, un
15
7HUURUHQODHPEDMDGD
enojo de tal magnitud que pudiera terminar en esta tragedia, en esta ma-
sacre. Ni siquiera algo que ameritara una discusión o un contacto físico,
menos la utilización de un arma con una intención totalmente homicida y
suicida.
17
7tWXORGHOOLEUR
18
7tWXORGHOFDStWXOR
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
/DQRFKHSUHYLD
Faltan escasos minutos para que el reloj marque las 21.30, y en San-
tiago de Puriscal, distante a 45 kilómetros de San José, se concluye
una jornada sin mayores sobresaltos. El comercio conformado,
mayoritariamente, por pequeños negocios, almacenes y tiendas, ha
cerrado en todas sus calles aledañas a la plaza central. Solo unos
pocos locales bohemios inician su exigua vida nocturna, mientras er-
guida e imponente, la desgastada y sacudida Iglesia Santiago vigila el
quehacer de los puriscaleños.
El pueblo de Puriscal está inserto en una geografía con incontables
lomas, cerros y terrenos irregulares, donde es difícil encontrar zonas
llanas para el asentamiento humano. Sin embargo, todo se compensa
con una belleza escénica potenciada por su flora y fauna. Al ser una
zona rural, un gran número de sus habitantes subsiste echando mano a
la agricultura y la ganadería, segunda actividad económica en impor-
tancia del país, después del ítem servicios y comercio3.
Un bus provincial de la empresa Comtrasuli, proveniente de San
José, trae a bordo al ciudadano costarricense, Orlando Ulises
Jiménez Jiménez, de 53 años. Su turno de 12 horas como guardia
de seguridad en la embajada de Chile, ha concluido hace una hora
y media.
Jiménez cumple a cabalidad su rutina laboral, incluso cuando efec-
túa turnos de noche4. Su sentido de la responsabilidad le impide si-
quiera llegar dos minutos tarde a los relevos de sus compañeros5, y su
rendimiento tiene reconocidas calificaciones en las evaluaciones a las
que son sometidos, periódicamente, los distintos agentes del Estado.
Desde niño, sus padres inculcaron a él y sus
hermanos valores y principios de buena crian- 3 Censo año 2000 en Costa
za, con fuertes lazos de familia. Precisamente, Rica.
4
en este aspecto, Jiménez se regocija cada vez Cumplió turnos de 12 ho-
ras. Dos de ellos eran reali-
que retorna del trabajo para encontrarse con los zados de día, y luego, dos
suyos. Su transitar por las calles de Puriscal no de noche. Acto seguido, te-
pasa inadvertido, más aún, cuando debe respon- nía dos días libres.
5
der con ademanes a los constantes saludos de El servicio de seguridad
que se brinda en la emba-
vecinos, amigos y conocidos, que lo interceptan jada de Chile es proporcio-
en su caminar. nado por el Ministerio de
Al bajarse del autobús, se dirige a su ho- Seguridad Pública de Costa
gar, en el barrio Los Ángeles, situado a un cos- Rica y, en este caso, los
asignados fueron los guar-
tado del camino y cercado de abundante vege- dias Dagoberto Aguilar, Joa-
tación tropical. El ladrar de una de sus quín Mata y Orlando Jimé-
mascotas, «Jake», como un plañido de alegría, nez.
19
7HUURUHQODHPEDMDGD
anuncia la llegada. Tras golpear la puerta, su esposa por más de treinta años,
Auxiliadora Guzmán, sale a recibirlo con un beso en los labios:
–¡Hola, mi amor!, ¿cómo le fue? –dice ella.
–Todo bien. ¿Y Andrea? –pregunta, mientras se despoja de sus enseres.
Entonces, busca a su hija y como siempre, la besa en la mejilla.
–¡Hola mi amor! –expresa.
Andrea Jiménez Guzmán tiene 23 años y desde hace cuatro meses trabaja en
una empresa distribuidora de software computacionales. El hermano de ella,
Randall Jiménez, es el primogénito del matrimonio. Tiene 30 años y hace más de
tres que está casado con Lucele Solís, una joven puriscaleña, seis años menor que él.
–¿Va a comer algo? –pregunta Auxiliadora.
–Si me da de comer, que sea algo liviano, porque tengo que dormirme tempra-
no–replica Orlando, mientras desamarra sus zapatos y se tiende en el sofá.
Auxiliadora Guzmán o «Dora», como le llaman sus cercanos, tiene 50 años y
junto con dedicarse a los menesteres del hogar y velar por los suyos, ha logrado
con su marido sacar adelante una linda familia.
Guzmán se encamina a la cocina para servir la cena a su esposo. Ha prepara-
do unos «burritos», tortillas hechas a base de queso, frijol y carne, que también
acompaña con un vaso de Cola-Cola. Durante la cena, Orlando está flanqueado
por su hija y ambos dialogan sobre distintos temas. Luego, Jiménez se incorpora
de la mesa y, nuevamente, deja reposar su pequeña y atlética anatomía en el sofá.
El fin de la jornada hace mella en su vitalidad y el cansancio se traduce en lentos
y simultáneos parpadeos que presagian un buen dormir.
–¡Voy a la habitación! –anuncia Jiménez a viva voz, mientras camina a
paso firme.
Una vez acostado en la cama prende el televisor. Su mujer lava la vajilla y ter-
mina las labores propias de una dueña de casa, cuando, sigilosamente, se dirige
al lecho matrimonial presumiendo que a su marido le quedan escasas energías.
Ella lo vislumbra por la puerta que está entreabierta. Jiménez siente que lo obser-
van y separa sus pestañas, al mismo tiempo que Dora lo delata:
–¡Está bonita la tele!, ¿verdad? –exclama Auxiliadora.
Una sutil sonrisa de Jiménez como respuesta, acompaña la búsqueda instinti-
va del control remoto del televisor. Su mano derecha presiona el botón power y
con una media vuelta acomoda la sábana hasta el cuello, dejando en claro que el
día ha concluido para él. Es lunes 26 de julio de 2004.
/DPDxDQDVLJXLHQWH
El amanecer del martes presagia una jornada distinta a la de cualquier otro día.
El domingo había llegado a Costa Rica, el ministro del Interior de Chile, José
Miguel Insulza, segundo hombre en importancia del gobierno que encabeza el
Presidente Ricardo Lagos. El secretario de Estado ha sido invitado por el Ministe-
rio de Comercio Exterior de Costa Rica, para exponer sobre la experiencia de los
chilenos en la apertura comercial y los tratados de libre comercio. Además, debe
cumplir una agenda que lo considera, este día, como panelista en la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José. Por último, en la
noche asistirá a la Embajada de Chile, a un acto en agasajo a quienes participa-
ron en la organización y conmemoración de los cien años del natalicio del vate
Pablo Neruda, celebrado el día 12 de julio, en el Teatro Nacional de Costa Rica.
20
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
Sin duda, esta última actividad, implica para Orlando Jiménez tener una es-
pecial dedicación en sus quehaceres, traspasando, incluso, el ámbito propio de la
seguridad. En distintas oportunidades, junto a sus compañeros de relevo, ha sido
requerido para otros menesteres. Estos se traducen en actividades como izar la
bandera o controlar los estacionamientos en el antejardín de la embajada. Jiménez
lleva cerca de cinco años resguardando la seguridad en la misión chilena6 y, por
lo mismo, existe una mayor confianza depositada en él. Su buena voluntad y
disposición a servir en los requerimientos que tanto funcionarios como diplomáti-
cos le demandan, junto a su ponderada indulgencia y caballerosidad, hacen de él
un elemento de valorada calidad humana.
Son las 4:30 de la madrugada y Jiménez se dispone a iniciar una nueva jornada.
Evitando despertar a Dora, Orlando va al baño y bajo la ducha, el sonido del
agua actúa como despertador en ella. Al salir, su mujer ya está en la cocina
preparando el desayuno para él y para Andrea, que en ese instante es interrumpi-
da en sus sueños:
–¡Andrea, mi amor!, levántese que se hace tarde –la alerta su padre que,
suavemente, golpea la puerta del dormitorio.
Mientras Andrea hace un esfuerzo por incorporarse de la cama, Orlando apro-
vecha de afeitar la incipiente barba que asoma en su rostro. Debe desocupar el
baño para su hija:
–¿Por qué me despertó tan temprano? –reclama Andrea.
El reproche se cimenta en que su progenitor la ha despertado cinco minutos
antes de lo habitual.
–¡Para que no te «agarre» tarde! –responde Orlando, conocedor con la rutina,
del excesivo tiempo que su hija toma para alistarse.
Jiménez se sirve un vaso de jugo con una galleta, además de un trozo de pan.
Dora le ofrece otro bocado, pero él se excusa que en la embajada llegará a desayu-
nar más tranquilo. Andrea está en la ducha, cuando la voz de su padre la exalta:
–¡Andrea, hasta luego, ya me voy! –exclama Jiménez.
–¡Hasta luego papi! ¡Que Dios lo acompañe! –responde.
–A usted también.
Orlando besa a su mujer y se aferra al maletín donde
6
lleva los lentes para leer, el cepillo de dientes y papeles Jiménez ingresó a la Fuer-
za Pública en 1997 y, desde
varios de la policía de San Pedro Montes de Oca, cuartel que fue asignado como po-
al que pertenece. Jiménez echa mano a un abrigo junto a licía, cumplió labores de
una pequeña cobija, más su infaltable paraguas. Él sabe lo resguardo en la residencia
que significa vivir en una zona tropical. Los cambios re- del embajador de Colombia,
en la embajada de Nicara-
pentinos de clima pueden tener a una persona bajo una gua, un período aproxima-
intensa lluvia y, a los pocos minutos, bajo un sol radiante, do de tres años y medio en
con cielo despejado. la embajada de Chile, lue-
Orlando se aleja tranquilamente de su hogar para to- go fue asignado a la emba-
jada de Bélgica, volviendo
mar el bus de las 5:30 am, que lo llevará directo a San nuevamente a la represen-
José. Auxiliadora Guzmán apostada en la puerta lo ve ale- tación chilena donde, has-
jarse, desconociendo que el destino lo separaría de él para ta ese instante, llevaba cer-
siempre. ca de un año y medio. En
ambos períodos bordeó los
cinco años velando por la
seguridad e integridad de
quienes trabajaban en «te-
rritorio chileno».
21
7HUURUHQODHPEDMDGD
/DHPEDMDGD
/DFDUWD
&XPSOLHQGRORHVWLSXODGR
0HFRUWDURQGHDTXt\D
Son las dos de la tarde y el auto fiscal BMW designado por el Gobierno de Chile,
para uso diplomático del embajador Guillermo Yunge, lleva detenido varios mi-
nutos en los estacionamientos asignados para el jefe de misión, en el antejardín de
la embajada. Edgar Mata, chofer y encargado de trasladarlo, a su llegada es
saludado amablemente por Jiménez. Sin embargo, cuando Mata procede a abor-
dar el vehículo para ir a buscar al embajador que se encuentra almorzando junto
a Insulza y un grupo de comensales, Jiménez se acerca a él y manifiesta:
–¡Vio Edgar, me cortaron de aquí ya! –mientras con sus dedos hace una señal
en forma de tijeras.
–¿Cómo así? –pregunta Edgar.
–Este hijo ‘e puta de Christian y de Roberto me cortaron de aquí.
–Pero ¿cómo? –consulta Edgar extrañado.
Jiménez le enseña la carta que anuncia el cambio:
24
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
+HFKRVSUHYLRVDODWUDJHGLD
El reloj marca las 3:20 de la tarde y todos en la embajada continúan afinando los
más mínimos detalles para la celebración de la noche. En el salón principal o
salón de eventos, está todo dispuesto. Las sillas están distribuidas de forma tal
que al medio, se forma un pasadizo donde los distintos concurrentes pueden circu-
lar sin dificultad, hasta llegar al podio.
Gustavo Becerra Vásquez es el agregado cultural de Chile para Centroamérica
y en su oficina está terminando algunos trabajos. Rocío Sariego Pérez-Olea es
la antigua secretaria del embajador Yunge y ahora presta sus servicios a CUSO,
una agencia de cooperación canadiense, que la contrató para asesorar a Bece-
rra, en este caso, en todo lo que concierne a las actividades que conmemoran los
cien años del natalicio del poeta chileno, Pablo Neruda.
La oficina de Rocío se sitúa, una vez entrando a la emba- 8 José Joaquín Trejos Fer-
jada, a mano derecha, entre un pequeño patio de luz y la nández gobernó como pre-
cocina. Ella está afinando asuntos propios de la organi- sidente de Costa Rica entre
los años 1966 y 1970. Nació
zación del evento. Colindante a la oficina del agregado en 1916 en la capital, San
cultural está la dependencia del cónsul, Christian Yuseff José.
Marchant que en esos instantes anda junto al estafeta, 9 Declaración y apreciación
Jesús Abarca, cumpliendo con un pedido del embajador. hecha por Edgar Mata a los
investigadores costarricen-
Colindante también a la oficina de Becerra está el despa- ses, plasmadas en la «Au-
cho de Xinia Vargas Cascante, secretaria del cónsul. Se- topsia Psicológica» realiza-
guido, está la oficina de César Gómez, secretario privado da a Orlando Jiménez, Au-
de Yunge. En el gabinete comercial de ProChile, al final topsia Psicológica, pág. 11.
25
7HUURUHQODHPEDMDGD
del salón de eventos, a mano derecha, existen cuatro funcionarios en sus tareas
habituales, y que son comandados por el ministro consejero y director de la
oficina comercial para Centroamérica, Leonardo Banda Maldonado. Él es asis-
tido en las labores operativas por Cecilia Montero López, Jeannette Víquez
Chaverri y Jeannette Aguilar Nicoya, además del joven chileno y estudiante en
práctica, Leonardo Guerra Alarcón.
A esa misma hora, Roberto Nieto regresa del aeropuerto después de haber
dejado a Patricia Esquenazi. Estaciona el vehículo y, apresuradamente, hace in-
greso a las dependencias de la legación.
Gustavo Becerra está empecinado en que «la fiesta» de la noche debe salir
impecable y previendo que la presencia de un grupo de teatro podía con la rutina
manchar las murallas del salón, resuelve salir a comprar cartulina en policromía
y proteger con ella, el incorruptible blanco que viste las paredes internas de la
embajada. Al descender los tres escalones que están al ingreso de la sede, Becerra
divisa a Jiménez con su fusil M-16 al hombro y se despide de él, alzando la mano
derecha. El guardia responde el saludo. El agregado cultural se sube a un taxi y
desaparece por la calle Los Yoses.
Faltan 25 minutos para las cuatro de la tarde y el cónsul Christian Yuseff
regresa en su camioneta Pathfinder color dorado, acompañado de Jesús Abarca.
El vehículo que compró hace un par de meses queda estacionado justo atrás del
jeep Montero azul, propiedad de Roberto Nieto.
Cuando ambos se bajan, Paulo Cuadra, el «cuida carros», se levanta de su
pequeña banca en la que descansa bajo los árboles que hay en el bandejón central
de la calle Los Yoses e irrumpe para cooperar. Yuseff le pide que entre una caja de
vinos, mientras Abarca se hace cargo de portar un proyector. Los tres ingresan a
la sede diplomática. Cuadra se dirige a la cocina y deja los vinos sobre una mesa.
Roberto Nieto, al verlo, le hace una invitación:
–¡Paulito!, prepárese un café –le dice.
–Gracias, don Roberto, pero recién me invitaron uno en la clínica –respon-
de el nicaragüense, aludiendo a un centro oftalmológico que limita con la
embajada.
Después de eso, Cuadra vuelve a la calle, Yuseff se encierra en su oficina y
Abarca se dedica a cooperar con los demás.
/ODPDQGH&KLOH
(OSULPHUGLVSDUR
5REHUWR1LHWR
27
7HUURUHQODHPEDMDGD
Caseta
guardia Oficina Oficina Oficina de
de C. Gómez de X. Vargas Gustavo Becerra
Oficina de R. Nieto
Patio
Terraza
Oficina de
Oficina del Christian Yuseff
embajador G. Yunge
Salón
Acceso
Cocina
Biblioteca Oficina de
Patio Oficinas de
Rocío Sariego
ProChile
::: Figura 1.
La puerta está entreabierta y es empujada por Jiménez, que ingresa sin trepi-
dar. En fracción de segundos, Nieto, que está volteado en su sillón, intuye que
alguien está a su espalda. El diplomático se gira y apenas su mirada se cruza con
la del guardia, este descarga un potente disparo, que da de lleno en el corazón del
chileno. El proyectil perfora su pecho, atravesando la corbata que, tiempo atrás,
Caseta
guardia Oficina Oficina Oficina de
de C. Gómez de X. Vargas Gustavo Becerra
Oficina de R. Nieto
Patio
Terraza
Oficina de
Oficina del Christian Yuseff
embajador G. Yunge
Salón
Acceso
Cocina
Biblioteca Oficina de
Patio Oficinas de
Rocío Sariego
ProChile
::: Figura 2.
28
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
$EUDQFDPSRHVXQDHPHUJHQFLD
(OVHJXQGRGLVSDUR5RFtR6DULHJR
Jesús Abarca lleva caminados 25 metros, desde que dejó a Jiménez entrar a la
embajada, cuando escucha un fuerte estruendo. Abarca no le toma importancia al
estallido, incluso piensa que se trata de un transformador de la luz. Continúa
caminando con destino a una ferretería.
11
Relato de Xinia Vargas Al interior de la embajada, en la oficina comercial de
para este libro.
ProChile, la funcionaria Cecilia Montero escucha la pri-
30
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
::: El sonido de los disparos ejecutados por el guardia estaba siendo advertido por distin-
tas personas en casas aledañas. La zona residencial del barrio Dent se vio alterada en
su habitual calma. La tragedia estaba en curso. La imagen corresponde al frontis de la
legación dimplomática chilena.
Caseta
guardia Oficina Oficina Oficina de
de C. Gómez de X. Vargas Gustavo Becerra
Oficina de R. Nieto
Patio
Terraza
Oficina de
Oficina del Christian Yuseff
embajador G. Yunge
Salón
Acceso
Cocina
Biblioteca Oficina de
Patio Oficinas de
Rocío Sariego
ProChile
::: Figura 3.
6LWXDFLRQHVSDUDOHODV,
Cuando Jiménez ingresa por la cocina, con destino al cubículo de Rocío, el miedo
se apodera de las tres mujeres de ProChile, quienes deciden volver a sus despa-
chos para resguardarse. En el marco de la puerta se asoma Leonardo Guerra:
–¿Qué pasa, qué pasa? –pregunta el estudiante.
–¡Hay un ladrón!, ¡hay un ladrón! –responde Jeannette Víquez, apurando su
ingreso.
32
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
Detrás de ella le siguen Jeannette Aguilar y Cecilia Montero. Las tres mujeres
escuchan el segundo impacto y esta última cree que Jiménez se ha encontrado con
«el ladrón» dándole muerte de un disparo, y que por eso Rocío asustada grita
«¡Aaay, Aaay!». El diplomático y director de ProChile, Leonardo Banda, está en
una oficina contigua a la de su equipo de trabajo.
–¡Hay un ladrón y el guardia lo está siguiendo! –le informan.
Aguilar, Víquez, Montero y Guerra invaden la oficina del jefe buscando pro-
tección. La puerta que da al salón de eventos queda abierta, por lo que Banda y
Guerra se apresuran para cerrar con llave. Rápidamente, vuelven al despacho.
Guerra propone bloquear la puerta, cruzando un rack que sostiene un televisor de
29 pulgadas y fortalecer el cerco con el escritorio de Banda. También cierran con
un seguro de mano, la puerta que permite acceder al patio. Las pulsaciones car-
díacas de las cinco personas que están en ProChile se hallan al tope. El instinto de
sobrevivencia lleva a Víquez a ocultarse en el baño. Banda y Montero se refugian
debajo del escritorio que bloquea la puerta, mientras que Aguilar y Guerra per-
manecen parados al lado del escritorio.
Cuando Jiménez iba por la cocina rumbo a la oficina de Rocío Sariego, Xinia
Vargas había dejado hacía escasos segundos, la oficina de Roberto Nieto. Xinia
había ido al encuentro de César Gómez, para insistirle que llamara al 911. Cuan-
do llega al despacho de este, se oye el disparo que impacta en el pecho de Rocío.
–¡Doña Xinia, escondámonos! –dice Gómez.
La secretaria de Yuseff y el secretario privado de Yunge están aterrados, por lo
que deciden encerrarse en un pequeño baño, situado justo al frente de la oficina de
Gómez. (Ver Figura 3 en página anterior).
33
7HUURUHQODHPEDMDGD
○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○
::: Aquí y en la página siguiente, las fotografías de la puerta que da acceso a las oficinas de
ProChile, tomadas desde el salón de eventos. Las flechas indican lo lateralizado del disparo y la
dirección de este (documentos del expediente; la segunda imagen corresponde a una fotocopia).
(OWHUFHU\FXDUWRGLVSDURV2ILFLQDVGH3UR&KLOH
Jiménez camina en dirección este, por el salón de eventos, hasta llegar a la puerta
de acceso a las oficinas de ProChile. Se detiene, observa, y con su mano intenta
abrirla. Es inútil. Recién, Banda y Guerra le habían puesto llave. El guardia está
decidido a entrar. Por lo mismo, patea con ímpetu la entrada en reiteradas ocasio-
nes, sin embargo, no lo consigue. El ruido es escuchado por todos en su interior.
La gente de ProChile cree que es el ladrón que intenta ingresar. Vargas y Gómez
escuchan desde el pequeño baño donde están guarecidos.
Jiménez sostiene el fusil M-16, apunta a la manilla de la puerta y descerraja
un potente disparo. El policía patea la puerta y ésta se abre, encontrando resisten-
cia en una pared. Ingresa con decisión y de inmediato fija la vista en otra puerta
que está a su izquierda. Es la entrada al despacho de Leonardo Banda (ver Figura
4 en página 36). Ahí está el director comercial y sus cuatro empleados, en absolu-
to silencio. Leonardo Guerra logra percibir que «el sujeto algo hablaba, pero no
sé que mencionaba» 5. Saben que alguien entró a la oficina de al lado y, por el
disparo, entienden que es un tiroteo entre «el ladrón» y el policía. En seguida,
observan que la manilla de la puerta está siendo forzada, sin embargo esta se
encuentra trancada con el rack y el televisor de 29 pulgadas, además del escrito-
rio en el que Banda se refugia tirado en el piso.
Al otro lado de la puerta, Jiménez no cesa en buscar un ingreso, por lo que
resuelve, nuevamente, disparar a la manija. Esta vez el guardia no tiene los
espacios suficientes para lateralizar el disparo, por lo que gatilla de frente. El
estruendo sobresalta e intimida a los cinco funcionarios
13
Declaración hecha por en su interior. El proyectil traspasa la madera y se incrus-
Leonardo Guerra al OIJ, In- ta en el televisor. El aparato explota con un potente soni-
forme OIJ, pág. 32. do. La puerta queda levemente entreabierta, aunque Jiménez
34
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○
no logra apartar suficiente espacio para ingresar. El televisor actúa como escudo,
evitando que el disparo dé en el cuerpo de Guerra y Aguilar, parados en la línea
de fuego.
El guardia patea la lámina inferior de la puerta, desprendiéndola. Leonardo
Banda observa desde el piso el forado y, a través de este, el pantalón azul y las
botas negras de Jiménez. El policía se agacha y queda cara a cara con el diplomá-
tico que, instintivamente, eleva sus manos en señal de rendición. El guardia lo
mira y no reconoce en él a uno de sus objetivos, por lo que se incorpora y vuelve
al salón de conferencias14.
Al instante, Cecilia Montero se refugia en el baño con Víquez, mientras Gue-
rra quita el seguro a la puerta trasera y sale al patio. Tras él, le siguen Jeannette
Aguilar y Leonardo Banda. En la loca carrera, Guerra observa, a través de un
ventanal, la oficina del cónsul Christian Yuseff. Éste también lo divisa y le hace
gestos inquiriendo por lo que está pasando. Guerra levanta sus hombros y abre
sus manos queriendo decir: «¡No sé qué pasa!». Rápidamente, el joven estudiante
en práctica se desentiende del cónsul y se introduce en una bodega. Aguilar y
Banda quedan a medio camino, sin posibilidad de guarecerse en ella, porque
Guerra ha puesto llave por dentro. Ambos deciden volver al despacho, pero antes
que ello ocurra, Jiménez aparece desde el salón de eventos. Pese a que Aguilar y
Banda quedan a disposición de su irracional y arbitraria conducta, son ignora-
dos. Jiménez debe haber visto, en cosa de segundos, que alguien se estaba refu-
giando en el silo, por lo que intenta abrir la puerta (ver Figura 5 en página
siguiente).
–¡Ahí no vaya! ¡Ahí no vaya! ¡Ahí está Leo! –advierte Aguilar.
–¿Cuál Leo? –pregunta el guardia.
–Leo Guerra, mi compañero –responde ella.
–¿Y Christian? –interpela Jiménez.
–No sé donde está –confiesa la mujer.
–¡Váyase a la parte de adelante, que por ahí debe andar 14
Ver fotografías del hecho
el ladrón! –incita Banda. relatado al final del libro.
El guardia obedece la sugerencia y se devuelve por don-
35
7HUURUHQODHPEDMDGD
Caseta
guardia Oficina Oficina Oficina de
de C. Gómez de X. Vargas Gustavo Becerra
Oficina de R. Nieto
Patio
Terraza
Oficina de
Oficina del Christian Yuseff
embajador G. Yunge
Salón
Acceso
Cocina
Biblioteca Oficina de
Patio Oficinas de
Rocío Sariego
ProChile
::: Figura 4.
Caseta
guardia Oficina Oficina Oficina de
de C. Gómez de X. Vargas Gustavo Becerra
Oficina de R. Nieto
Terraza Patio
Oficina de
Christian Yuseff
Oficina del
embajador G. Yunge
Salón
Acceso
Cocina
Biblioteca Oficina de
Patio Oficinas de
Rocío Sariego
ProChile
::: Figura 5.
36
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
6LWXDFLRQHVSDUDOHODV,,
37
7HUURUHQODHPEDMDGD
(OTXLQWR\VH[WRGLVSDURV&KULVWLDQ<XVHII
Después que Leonardo Banda, junto a Jeannette Aguilar, sugieren a Jiménez que
busque al «ladrón» en la parte delantera de la embajada, este último los mira y
hace caso a la indicación. El guardia se devuelve para ingresar por la terraza al
salón de eventos. En ese trayecto, el policía queda de frente a los ventanales de las
oficinas del cónsul y del agregado cultural. A través de estos, Jiménez atisba todo
en su interior, y pudo haber visto a Yuseff en su despacho. El guardia ingresa al
salón y camina en dirección oeste hasta el primer pasillo, entrando en él.
Jeannette Aguilar está aterrada y decide volver a la oficina de su jefe, ocultán-
dose con Montero y Víquez en el baño privado. Leonardo Guerra sale de la
bodega y se junta con Banda. Los dos deciden ingresar al salón principal y correr
con destino a la oficina del personal de ProChile (ver Figura 6 en página siguien-
te). En el trayecto oyen que el guardia está dialogando con el cónsul. Lo mismo es
advertido por Xinia Vargas y César Gómez, ocultos en el baño.
Jiménez, al ingresar por el pasillo hasta el fondo, se detiene frente al despacho
de Gustavo Becerra. Empuja la puerta con fuerza, golpeando un mueble que está
detrás de la misma. No hay nadie en su interior. Entonces dirige su atención a la
oficina de al lado y golpea a la puerta:
–¡Don Christian, tengo que hablar con usted! –monologa el policía, como
teniendo certeza que alguien le va a responder.
Yuseff, desconcertado por todo lo que sucede y sin tener una idea clara de qué
ocurre, resuelve abrir la puerta motivado por la confianza que le infunde escu-
38
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
Caseta
guardia Oficina Oficina Oficina de
de C. Gómez de X. Vargas Gustavo Becerra
Oficina de R. Nieto
Patio
Terraza
Oficina de
Christian Yuseff
Oficina del
embajador G. Yunge
Salón
Acceso
Cocina
Biblioteca Oficina de
Patio Oficinas de
Rocío Sariego
ProChile
::: Figura 6.
char la voz de «un buen policía». Además, se suma el hecho que el cónsul debe
haber observado, a través de su ventanal, el momento en que Jiménez interactuaba
con Banda y Aguilar en el patio, sin constatar el menor indicio de violencia.
–Sí, Jiménez, ¿pero qué le pasa? –responde Yuseff abriendo la puerta.
El guardia apunta con el fusil a media altura, al espacio que se va apartando
entre el marco de la puerta y la misma. Jiménez busca como objetivo el pecho de
sus víctimas y apenas el cónsul aparece ante sus ojos, oprime el gatillo. Yuseff
reacciona y agachándose unos centímetros esquiva el proyectil que ingresa a la
altura de la clavícula derecha, ocasionando una laceración pulmonar con salida
de proyectil en la región escapular. El guardia ha fallado en el blanco y, con el
mismo ímpetu, asesta un segundo y certero disparo en el tórax, ocasionando
laceraciones en el pulmón izquierdo, el ápex del corazón, el diafragma izquierdo,
bazo y cámara gástrica. La salida del plomo se nutre en la línea axilar posterior
izquierda. El cónsul cae sentado, apoyando su espalda en la pared. Yuseff, al
igual que Sariego, queda herido de muerte.
Orlando Jiménez ha atentado contra su tercer objetivo. Da media vuelta y
camina en dirección oeste, hasta la oficina de Roberto Nieto. Una vez ahí, dobla
a la izquierda por el mismo pasillo que ingresó al inicio de sus acciones homici-
das. Esta vez su atención se centra en el despacho del embajador, Guillermo
Yunge. La puerta está cerrada con llave. Jiménez fuerza la manilla, pero no se
abre. Entonces, propina fuertes golpes concentrados en la chapa, hasta que logra
fracturar la madera. La puerta se abre. El guardia husmea en su interior y no
halla a nadie. Decide salir del despacho y, entonces, camina hasta una mesa
ubicada en la recepción. Este escritorio es utilizado por Bernal Vega para la
conserjería y se sitúa, al hacer ingreso a la embajada, después del primer pasillo
a la izquierda.
39
7HUURUHQODHPEDMDGD
(OVpSWLPRGLVSDUR2UODQGR-LPpQH]
::: Arriba: imagen tomada al Salón de Conferencias, desde la oficina de ProChile. Correspon-
de a la misma perspectiva de visión que tuvo el diplomático Leonardo Banda, cuando
observó a Jimenez tendido en el piso. Abajo: Charco de sangre dejado por Orlando
Jiménez, después de inmolarse con su arma de servicio. (Capturas de pantalla).
41
7HUURUHQODHPEDMDGD
Caseta
guardia Oficina Oficina Oficina de
de C. Gómez de X. Vargas Gustavo Becerra
Oficina de R. Nieto
Patio
Terraza
Oficina de
Christian Yuseff
Oficina del
embajador G. Yunge
Salón
Acceso
Cocina
Biblioteca Oficina de
Patio Oficinas de
Rocío Sariego
ProChile
::: Figura 7.
17
Declaración hecha por Ce- Yo le contesté que sí recordaba y él me dijo que era que
cilia Montero al OIJ, Informe
OIJ, pág. 24. Hay que consi- le había dado unas quejas sobre lo mal que lo había tra-
derar que Leonardo Banda tado Roberto y Christian, que lo habían hecho sentirse
también alude sobre el he- como basura. Para mí, yo no acepté que eso fuera sufi-
cho en su declaración; sin ciente como para volverse loco, porque este señor era
embargo, nunca manifestó
que Jiménez haya señalado muy buena gente, muy amable, muy educado, siempre me
alguna molestia contra el ayudaba a llevar las cosas. Insisto que yo no aceptaba
cónsul, Christian Yuseff. que don Jiménez estuviera loco (Cecilia Montero)17.
Comparar con lo declarado
por Banda al OIJ, Informe Cabe destacar que desde el primer disparo recibido
OIJ, pág. 22. (Ver Anexo do- por Roberto Nieto, hasta el séptimo disparo auto inferido
cumental de este libro).
por Orlando Jiménez, transcurren menos de 10 minutos.
42
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
6LWXDFLRQHVSDUDOHODV,,,
Jesús Abarca estuvo tres minutos en la ferretería. Trae consigo el hilo de pes-
car que lo hizo abandonar la sede diplomática. Cuando está a escasos 15 metros
de llegar a la embajada, Abarca escucha «dos o tres detonaciones más»19, las
últimas que se oirían desde el exterior. Paulo Cuadra lo ve y corre hasta él.
–¡Chucito, devuélvase! Ni entre a la embajada, porque don Orlando está vo-
lando plomo dentro de la embajada –advierte el cuida carros, mientras Abarca
hace caso y se ubica en el frontis de la clínica oftalmológica, a un costado de la
legación.
Distintos oficiales de la Fuerza Pública llegan al lugar, entre ellos, el coman-
dante Eliécer León. Este es informado al instante por Roy Pérez. El movimiento y
despliegue policial se hace cada vez más intenso y confuso. Ellos mismos solici-
tan refuerzo a sus pares e instrucciones de cómo operar. Se trata de una sede
diplomática y la policía no puede actuar sin autorización.
La información preliminar que se maneja basa los he-
chos, exclusivamente, en lo que el guardia de Mideplan 18 Entrevista a José Miguel
relata a sus superiores. Ninguno de los policías que está en Insulza, Archivo de Prensa
el lugar escucha con posterioridad algún otro disparo. Por lo (Videograbación) producido
tanto, la alarma original subyace en la aparente calma y por Teletica, canal 7 de te-
levisión, San José, Costa
confusión que reina desde afuera. Si bien Cuadra, el «cuida Rica, julio de 2004.
carros», intuye que Jiménez está disparando y el policía Pérez 19 Declaración hecha por Je-
divisa en silueta la figura de su compañero herido20 nada sús Abarca al OIJ, Informe
asegura, hasta ese instante, la gravedad de los hechos que se OIJ20
, pág. 31.
Roy Pérez, en su declara-
viven en la embajada. ción al OIJ, establece un re-
Gustavo Becerra viene de comprar la cartulina en lato que con posterioridad,
policromía. El mismo taxi que lo llevó de ida, lo trae de se comprobó, tuvo mucho
regreso. Cuando circula por la Fuente de la Hispanidad, a de mitomanía. Inventó he-
chos, situaciones y diálogos
pocas cuadras de Los Yoses, su celular recibe una llamada para ostentar un protagonis-
que identifica a Leonardo Banda. El agregado cultural con- mo inexistente. Sin embar-
testa, pero la señal es deficiente y no permite establecer un go, algunas cosas contadas
diálogo. Son las 15:53 horas de la tarde. En la voz que por él tienen asidero. Pérez
dice: «Logro tener contacto
capta de Banda nota que algo está pasando, cuestión que le visual con Jiménez, al cual
hace suponer que el ministro Insulza, tal vez, ha llegado a lo veo arrastrando el arma
la embajada. Cuando Becerra llega al lugar, observa que y con sangre debajo de la
la policía está acordonando la zona con cintas amarillas. barbilla, en cuello y como
si la camisa se encontrara
Distintos medios de prensa se agolpan en la vereda del fren- húmeda. Con lo anterior me
te, siendo contenidos por miembros de la fuerza pública. El percato que Jiménez se en-
agregado cultural se une a Jesús Abarca, al mismo tiempo cuentra herido» ( Informe
que intenta comunicarse con Banda. La policía pide a am- OIJ, pág. 9).
43
7HUURUHQODHPEDMDGD
bos que confeccionen un plano de la embajada, para poder planificar los movi-
mientos y acciones a acometer. A los pocos minutos, llega el embajador con su
señora y Edgar Mata, el chofer.
&UHHPRVTXHKD\JHQWHKHULGD
mente herido y al borde de la muerte, que tenían que entrar rápido porque el
hombre estaba inconsciente y el arma estaba a un lado. Que creíamos que
había gente herida, pero ignorábamos quién estaba herido y quién no lo esta-
ba. Que tenían que actuar rápido. En ese momento sonó el teléfono de la
central de ProChile y Leonardo Banda empezó a dar informes, ya que se iden-
tificaban como agentes OIJ y él siempre repetía la misma situación. En eso
sonó el celular. Yo lo atendí, le pregunté «¿quién habla?» y se identificó como
Guillermo Yunge. Era el embajador, por lo que le pasé el celular a Leonardo y
él le dijo exactamente lo mismo que a Gustavo, que había gente herida, que
estaban perdiendo tiempo, que entraran, que estábamos desesperados (Cecilia
Montero)24.
/RVTXHMLGRVGH<XVHII6DULHJR\-LPpQH]
45
7HUURUHQODHPEDMDGD
don Christian, el cual se fue haciendo más bajo hasta desaparecer a las 06:30
horas de la noche25.
/DSUHQVDLQGDJDHQODLGHQWLGDGGHOJXDUGLD
46
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
6HFRQIRUPDXQFRPLWpGHFULVLV
(ODVHGLRGHODSUHQVD
Antes de constituirse el comité de crisis, los medios de prensa están al acecho de las
distintas autoridades que arriban al lugar. Rogelio Ramos y Francisco Dall’Anese
son las primeras autoridades en ser asediadas por los periodistas. El alboroto y
preocupación que reina en el lugar hace algo desordenada la interacción con ellos:
–¡Ministro! ¿Qué información nos puede dar? –pregunta un periodista.
–Bueno, en este momento, tanto don Francisco Dall’Anese como yo estamos
encargados de este tema. Quisiera hacer una llamado a la tranquilidad. En este
momento tenemos confirmado que tenemos a una persona que tomó como rehenes
a varios miembros de la embajada de Chile. Estamos en el proceso de inicio del
proceso de negociación con él (Orlando Jiménez), para sacar esto de la mejor
manera posible. No tenemos «ahorita» contacto con él. Los negociadores están
en la estrategia de hacerlo, y si hay oportunidad de, más bien, que él vea alguna
noticia de esto, pues que la aproveche. Yo quisiera pedirles a todos ustedes (los
periodistas) que estamos enfrentando esta situación delicada, porque tiene que ver
con la embajada de otro país y hay personas rehenes. Yo quisiera la mayor tran-
quilidad con respecto a la información que están dando. En este momento no hay
ninguna persona herida en esta situación y queremos, por supuesto, iniciar el
proceso de negociación para sacarlo de esta manera –informa el ministro Ramos.
En el cerco periodístico, decenas de preguntas se oyen a la vez, y una de ellas
es dirigida al fiscal general, Francisco Dall’Anese:
–¿El agresor sí estaría herido? –pregunta un periodista con dejo de seguridad.
–De momento no sé… mejor no voy a decir nada. Hay que llevar esto con
cierta cautela. Hay que darle tiempo a los negociadores –responde dubitativo el
fiscal.
De un momento a otro, el embajador chileno es identificado por los medios,
que no titubean en abordarlo con preguntas:
–¡Señor embajador! ¿Hubo algún contacto con el secuestrador? –consultan a
Yunge.
31
«Les dije que si no entra- –No, no hubo ningún contacto. No hubo… nosotros…
ban, se toparían con un de hecho, yo de hecho estaba con el ministro José Mi-
cadáver», Diario Extra , San guel Insulza que, como ustedes saben, está en una visita
José, Costa Rica, 29 de ju-
a Costa Rica, y me enteré porque me pude comunicar
lio de 2004. Disponible en:
<http://www.diarioextra.com/ con una… con un funcionario de la oficina comercial
2004/julio/29/sucesos05.- (ProChile) que se encuentra en una dependencia aislada.
html>. Consultado: 15 mar- Adentro están los funcionarios diplomáticos y los funcio-
zo 2005.
narios locales. Son aproximadamente diez personas y,
48
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
como les digo, hemos tenido contacto con algunos de ellos, pero están aislados –
contesta Yunge con algunas vacilaciones.
–¿Qué información maneja? – preguntan.
–Hay una persona que está armada, que efectuó los disparos y que por supues-
to no… –otra pregunta interrumpe al embajador.
–¿Hay niños en el interior?
–No hay niños adentro –asegura Yunge.
–¿Y heridos? –inquiere la prensa.
–Hasta ahora no tenemos información respecto a heridos. Las autoridades chi-
lenas están informadas que estamos coordinados con las autoridades del gobierno
de Costa Rica, para tratar de solucionar este… –nuevamente lo interrumpen.
–¿Y qué sabe del secuestrador?
–No hay nada especial. Es un funcionario que estaba hace tiempo en la emba-
jada –asegura el jefe de misión.
–¿Cómo hizo usted para salir señor embajador? –pregunta un reportero.
–No, yo estaba con el ministro Insulza afuera –responde algo complicado.
–¿Cuántas llamadas han recibido de las personas que están adentro?–indaga
otro periodista.
–Ninguna, ninguna, que yo sepa no ha habido ningún contacto con la… –lo
interrumpen.
–¿Qué petición está haciendo este señor, embajador?
–No hay ninguna petición. No ha habido ningún contacto con la persona que
se metió a la embajada –concluye Yunge32.
Este asedio periodístico permite vislumbrar las primeras discrepancias y vici-
situdes que ensombrecen el posterior proceso de «negociación» que intentan las
autoridades.
No se comprende que el ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, asegure que
«no hay ninguna persona herida en esta situación», siendo que desde el inicio de
los trágicos hechos, se supo que Jiménez estaba «gravemente herido». Así lo ma-
nifestó el guardia Roy Pérez a sus superiores, y el diplomático chileno, Leonardo
Banda, vía teléfono al OIJ. La evidente omisión se hace más perceptible cuando se
le pregunta al fiscal general, Francisco Dall’Anese, por aquello que la prensa ya
manejaba. Sin embargo, la respuesta del fiscal general buscó evadir y no compro-
meterse con algo que para ellos recién se estaba iniciando: «De momento no sé…
mejor no voy a decir nada».
Comentario aparte ameritan las evasivas que expresa con sus respuestas el
embajador de Chile, Guillermo Yunge. El jefe de misión asegura que estaba con
el ministro Insulza cuando se entera de lo que sucede, cuestión que no se condice
con las gestiones que iba a realizar en Torre Mercedes, junto a Marisol Cheves,
para asegurar los tickets aéreos que les permitiría conti-
nuar, al día siguiente, con sus vacaciones. Insulza estaba
32
descansando en el Hotel Radisson tras abandonar, hacía Esta reconstrucción del
diálogo mantenido por la
largos minutos, el almuerzo que tuvo con su señora en la prensa tica con las autori-
sede del Instituto Interamericano de Derechos Humanos. dades costarricenses y chi-
Otro punto más incomprensible aún, se refiere a la lenas fue extractada del ar-
omisión que hace Yunge, de cómo se entera que estaba ocu- chivo de prensa (videogra-
bación) que mantienen las
rriendo todo. Él asegura que conoce de los hechos cuando televisoras Teletica (canal
se logra comunicar con un funcionario de la oficina comer- 7) y Repretel (canal 9). San
cial en ProChile. Efectivamente, eso es así. Yunge logró José, Costa Rica, 27 de julio
comunicarse con Leonardo Banda, pero no se entera de los de 2004.
49
7HUURUHQODHPEDMDGD
hechos en ese instante. Anteriormente, rumbo a Torre Mercedes, recibió otro lla-
mado de su secretario privado, César Gómez, que vio a Roberto Nieto herido de
muerte. Es ahí donde se entera de lo que estaba pasando. Entonces, ¿por qué
negar que haya recibido llamadas desde el interior?, ¿por qué negar la forma en
que se entera de los hechos?, ¿por qué negar que ignora la existencia de heridos,
si su asistente vio al primer secretario con un impacto en el pecho y a Jiménez
saliendo de la oficina de la víctima? 33.
/DIDPLOLDGHOJXDUGLDVHHQWHUD
«Estamos alertas», señaló, aunque agregó que confía que la situación, que
calificó de «incomprensible», será resuelta de «buena forma» en las próximas
horas (…) «confiamos en que no haya heridos, pero no podemos decir nada
por ahora, porque se escucharon disparos», añadió (Soledad Alvear).34
51
7HUURUHQODHPEDMDGD
Media hora después llega Andrea Jiménez y Lucele Solís, esposa de Randall.
Ambas mujeres también son introducidas al bus en que se encuentra este último.
Alrededor de las 18:30 horas se suma, finalmente, Auxiliadora Guzmán.
En entrevista otorgada para esta investigación, la familia de Orlando Jiménez
entrega pormenores de lo vivido aquel día, lleno de incertidumbre, confusión y
angustia:
Mi hermana y mi esposa llegaron por cuenta propia. A mi mamá la fue a traer
una patrulla, porque supuestamente mi papá había pedido hablar con ella,
cosa que es totalmente ilógico. Mi papá tenía la lengua lacerada y no podía
hablar. Eso nunca pasó. Después supimos que fue el fiscal Mauricio Boraschi
quien la mandó a llamar, que supuestamente la orden había salido del minis-
tro Ramos, del ministro de Seguridad. Pero en realidad fue el fiscal el que dio
la orden. (…) Nosotros estuvimos allí en el bus, prácticamente secuestrados,
durante horas, como hasta las diez de la noche, cuando ya se supo todo.
Hasta esa hora estuvimos ahí, donde nadie llegó a decirnos cómo estaba la
situación. Llegaron a pedirnos ciertos datos, como que si mi padre tomaba
algún medicamento y cosas de ese estilo. (…) Yo llegué y pedí que por favor
me dejaran hablar con él. Me dijeron que iban a ver que hacían, pero nadie
llegó después (Randall Jiménez).
Yo no sabía qué pasaba ahí adentro (en la embajada). Sabía que Orlando
estaba dentro y siempre pensé en el camino (de Puriscal a San José) que
Orlando necesitó entrar a defender algo, y como decían que había secuestra-
dos, dije ‘Orlando está secuestrado también’. ¡Nunca, nunca, hasta donde
vamos, podré decir: ‘Sí, entró a otra cosa’! Siempre pensé: ‘Entró a algo y
está él también secuestrado’. El informe que a mí me dieron que estaba
herido en una pierna, yo dije: ‘¡Bueno!, le dieron en una pierna porque entró
a lo que tenía que entrar, a defender’. Nunca pensé lo que se estaba dando
ahí. ¡Nunca lo pensé! (Auxiliadora Guzmán)36.
/DQHJRFLDFLyQ
52
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
Afuera los negociadores no obtienen buenos resultados con la técnica del «gri-
to a viva voz», por lo que deciden incorporar un megáfono. Con el transcurrir de
los minutos, cerca de las 18:30 horas, la luz día comienza a desaparecer y, en
penumbra, se sigue con la «negociación».
–¡Señor Jiménez queremos ayudarle! ¡Queremos negociar con usted! –persiste
la negociadora.
(…) la voz era de una mujer. Para nosotros la negociación se nos hizo eterna.
Yo siempre consideré que estaban negociando con un muerto, porque hacía
mucho rato, no se oía al señor (Jiménez) (…) (Cecilia Montero)38.
Eso fue un error de la policía. Imagínate que la negociadora que había, una
vieja gritona hablaba por un megáfono: «¡Señor Jiménez abra la puerta! Si
quiere hablar con nosotros van a empezar a sonar los teléfonos!». Entonces
la central empezaba a sonar, y con ello todos los teléfonos y ni siquiera se
oía lo que ella decía. No se escuchaba nada. Había que ponerle mucha aten-
ción para escuchar lo que ella decía, porque empezaban a sonar todos los
teléfonos (Xinia Vargas)39.
53
7HUURUHQODHPEDMDGD
/RVLQWHQWRVGHLQJUHVRDODOHJDFLyQ
A las 16:54 horas, la policía solicita la primera autorización de ingreso, sin em-
bargo, el comité de crisis ordena esperar con el fin de asegurar la vida de quienes
estaban retenidos en su interior.
Es atendible la necesidad de asegurar con certeza el escenario que se vive
dentro de la embajada, pero no menos cierto es que siempre hubo comunicación
con Leonardo Banda y nunca las autoridades, ni las fuerzas policiales, dejaron de
contar con información necesaria para establecer, en determinados momentos,
qué ocurría con el guardia Jiménez y los movimientos que este realizaba.
A eso de las 18:30, Leonardo Banda deja de percibir ruidos, por lo que «a
partir de ese momento les digo que no pasa nada y empiezo a presionar para que
entren. El coronel me indica que estemos tranquilos, que están más cerca de lo
que creemos. El embajador (Yunge) me dice que están tratando de obtener más
información del resto de las personas para no ponerlos en riesgo. En ese momento
me percato que es razonable y que no teníamos ningún antecedente de la situa-
ción del resto de los funcionarios»41.
Al ser las 20:37 horas, se solicita nuevamente el permiso para ingresar y
explorar la parte trasera de la embajada, ya que se tiene bastante información
proporcionada por Banda a Eduardo Guzmán, jefe de la policía del Casco Metro-
politano. Nuevamente, el comité de crisis ordena esperar42. La fiscal Andrea
Murillo, asesora del fiscal general de la República de Costa Rica y designada por
Dall’Anese para investigar el caso, denunció que las autoridades chilenas presen-
tes en el operativo de la embajada de Chile, negaron el ingreso de la policía al
recinto diplomático. La fiscal asegura que en esta solicitud «el ministro del Inte-
rior, José Miguel Insulza y el embajador, Guillermo Yunge, pidieron más tiempo
para ver la posibilidad de negociar con el policía Orlando Jiménez»43.
Pero si de situaciones extrañas se trata, la conducta
41
Declaración hecha por
del embajador Yunge, tan solo diez minutos después, hizo
Leonardo Banda al OIJ, In- levantar un manto de sospechas. «Aunque el ministro
forme OIJ, pág. 21. Ramos había dicho que no hablaron con el policía
42
Considerar que cada vez Jiménez, el embajador chileno, Guillermo Yunge, aseve-
que las fuerzas de choque
solicitan autorización para
ró que alrededor de las 20:50 tuvieron el primer contac-
ingresar, es porque, técni- to telefónico con Jiménez, que fue corto y, en él, el se-
camente, evalúan que están cuestrador no pidió nada a las autoridades»44.
dadas las condiciones para ¿Cómo era posible que Jiménez se pudiera comunicar
ello.
43
Gálvez Araya, Mario. «Crí-
por teléfono, si tenía la lengua totalmente lacerada con
menes en Costa Rica: Jimé- un disparo de una M-16 que atraviesa todo su rostro?
nez se paseó tres horas ¿No habrá querido el embajador Yunge, con esta decla-
armado», El Mercurio, San- ración, haber justificado la no autorización de ingreso
tiago, Chile, 31 de julio de
2004, p.5, Cuerpo C, Nacio-
que sugirió la policía a las 20:37 horas? Las situaciones
nal. misteriosas no paran ahí. «A las 21:17 horas, se oye por
44
«Secuestro deja 4 muer- las radios de comunicación de la policía que Jiménez
tos», diario Al Día, San José, trata de pedir ayuda moviendo las cortinas y que se ha
Costa Rica, 28 de julio de
2004. Disponible en <http://
vuelto a caer»45.
www.aldia.co.cr/ad_ee/20- Según la periodista Mónica Umaña, del diario Al Día,
04/julio/28/nacionales0.ht- de Costa Rica y que reporteó los hechos ocurridos ese
ml>. Consultado el 10 febre- día, «la policía preguntaba desde fuera: ‘si usted necesi-
ro 2005.
45
Informe OIJ, pág. 3.
ta ayuda háganos una señal’ y se movían las persianas,
las cortinas. Entonces, estaban (desde la oficina de
54
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
ProChile) diciéndole (a la policía): ‘sí, está herido’, y bueno, aún así no entra-
ron»46. A las 21:21 horas, el coronel Erick Karolicki informa que varios hombres
ingresarán por el frente y el resto por la parte de atrás, todos del grupo de reac-
ción. El oficial indica que esta decisión «la toma el centro de mando, luego de
que se les informa que Jiménez se cayó y por los golpes que se escucharon, se cree
que no está en buen estado»47.
Pese a ello, según los documentos consultados para esta investigación, la tercera
recomendación de ingreso se produce a las 21:30 horas, como explicita la fiscal
Andrea Murillo, y esta vez «el señor ministro Insulza aceptó, pero Yunge se opuso
porque explicó que primero debía realizar una llamada a Santiago de Chile»48.
¿Qué sentido tenía realizar un llamado a Santiago, si nunca se solicitó ayuda
o se coordinó con peritos de Investigaciones o Carabineros de Chile? ¿Qué sentido
tenía realizar un llamado a Santiago de Chile, si el mismo embajador reconoce
que la decisión final de ingreso pasó por él y no por el Presidente Lagos?49.
Siento que sí había comunicación con don Leonardo Banda, que estaba infor-
mando de lo que estaba pasando dentro de la embajada, que el oficial que
estaba ahí (Jiménez) estaba herido, de que solo había uno y estaba herido, y
afuera habían 200 o más policías, ¿Cómo no pudieron ingresar de inmediato
si sabían que él estaba herido, que estaba impotente ante tanta gente? Eso
fue sumamente fuerte para nosotros, el tenernos ahí tantas horas sin ningu-
na necesidad (Xinia Vargas)50.
/DPXHUWHGH2UODQGR-LPpQH]
55
7HUURUHQODHPEDMDGD
Orlando Jiménez, en uno de sus últimos aprontes antes de caer muerto, ingre-
sa a la oficina de su primera víctima. Roberto Nieto tiene cinco horas y media de
haber expirado. Las fuerzas del guardia están disminuidas y sus movimientos
aletargados, se acompañan con estertores agónicos. En un acto que por siempre
quedará como un gran misterio y sin respuestas claras, Jiménez se desprende del
uniforme dejándolo, ordenadamente, en un sector de la oficina. El guardia queda
con una camiseta blanca, que a esas alturas está teñida completamente de rojo,
con la leyenda en el pecho que reza: «POLICíA». También se ha desprendido del
pantalón institucional, quedando en la más completa indefensión, vestido solo en
calzoncillo y calcetines oscuros.
Afuera, los negociadores insisten en llegar a un acuerdo con el victimario. Son
pasadas las 21:00, cuando un fuerte golpe se deja sentir. Tan fuerte es el sonido
que alerta a toda la policía. Es aquí cuando el coronel Erick Karolicki informa
que varios hombres del grupo de choque ingresarán por el frente y otro lo hará
por la parte posterior. El reloj marca las 21:21. Sin embargo, la decisión no es
inmediata, porque es retrasada por orden expresa del embajador Yunge. No es,
sino, a las 22:00 que el licenciado Manuel Cabezas Pravia, subjefe del Departa-
mento de Investigaciones del OIJ y miembro integrante del comité de crisis, se
arrima a conversar con los negociadores y resuelve acercase a la ventana que da
a la oficina de Roberto Nieto. El oficial Cabezas apoya sus manos en una jardine-
ra que sobresale de la ventana y se empina para atisbar. Por entremedio de las
persianas venecianas y un velo transparente, divisa al guardia Jiménez tendido en
el piso boca arriba. Alarmado por la escena, Cabezas coge su radio frecuencia y
anuncia:
–¡El señor Jiménez se encuentra en malas condiciones físicas y él mismo, no
ofrece ningún peligro para la seguridad de los demás! ¡Por humanidad hay que
entrar! –implora el oficial.
Solo a las 22:03 de la noche –según la cronología que entrega la fiscal Andrea
Murillo– Yunge autorizó el ingreso y la fuerza policial demoró 40 segundos en
copar la embajada. A esa hora, Jiménez ya estaba muerto a un costado del
escritorio del primer secretario, Roberto Nieto (diario El Mercurio)53.
/DQRWLFLDVHGLYXOJD
A las 22:04 horas ingresan a la embajada, los hombres del grupo de choque. Se
dirigen a los distintos aposentos y liberan a las cinco personas resguardadas en
ProChile. Lo mismo ocurre con Xinia Vargas y César
52
Relato de Xinia Vargas Gómez que logran abandonar el sofoco ocasionado por
para este libro. el encierro en el baño. Las fuerzas policiales constatan
53
Gálvez Araya, Mario, El la horrible escena que por casi seis horas y media se vive
Mercurio, op. cit.
al interior de la sede diplomática. Hay rastros de sangre
56
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
Donde estábamos había un televisor y en ese lugar había una mesa con unas
sillas y más adelante una computadora que tenía la policía. Más adelante
estaba la salida del bus y ahí estaba mi hijo hablando con algunos oficiales. Mi
hija trataba de ver qué podía ella sacar de la computadora para ver que era lo
que estaba pasando, porque a nosotros, simple y sencillamente, no nos decían
nada. Tal vez fue la menos información que tuvimos nosotros. La televisión nos
daba más información. En un momento dado, la apagamos porque ya no que-
ríamos saber nada de lo que había pasado. Mi hijo les pedía que lo dejaran
actuar, que le informaran. Mi hija en la computadora y yo estaba en otro lugar
(del bus) con mi nuera. Mi nuera viendo por la ventana los movimientos que
tenía la policía. Vimos pasar al escuadrón de choque. Sentí que hasta allí había
llegado todo, que ya iba a terminar. (…) Yo en ese momento cuando veo actuar
al escuadrón de choque pensé que iba a pasar una desgracia. (…) Yo pensé que
Orlando era un secuestrado más. Nunca pensé que estuviera actuando mal,
¡nada! En algún momento se informó por la televisión que iban a sacar a los
heridos… que había heridos, que no sé qué. En el momento que yo me doy
cuenta que hay muertos, yo no pensé que Orlando estuviera muerto. Cuando ya
la televisión dice… ya alguien entra allá a ver… me dijeron que estaba muerto,
yo tuve que coger valor no sé de donde (Auxiliadora Guzmán)57.
59
7HUURUHQODHPEDMDGD
de secuestro había terminado de esta forma. ¿Se salió de las manos el asunto?
–indaga otro periodista.
–Mira, estos hechos dieron desde el momento mismo, cuando ni siquiera ha-
bíamos llegado aquí, y a partir de ese momento, lo que hicimos fue agotar todos
los procedimientos establecidos para tratar de salvar la vida de las personas. De
modo que, este caso, siempre estuvo bajo el control de la policía, desde el mo-
mento en que lo asumimos –aclara Ramos.
–¿Hubo algún contacto, entonces, con don José Orlando?
–Bueno, hubo unos amagos de contacto. No hubo una conversación –termina
el ministro.
Las dudas estaban aclaradas y la noticia comienza a circular por el planeta.
Las agencias de noticias hacen eco de la información que sale de Costa Rica y
distintos medios de comunicación, principalmente de Chile, realizan ingentes es-
fuerzos para precisar lo que se suponía era, desde un principio, un simple arreba-
to del guardia que custodiaba la seguridad de la embajada.
/DDUUHPHWLGD<XQJH&KHYHV
Después que la embajada es desalojada por los grupos de choque y los sobrevi-
vientes trasladados a la clínica oftalmológica, la policía judicial y la Fiscalía
General tomó posesión del lugar, para realizar las pericias pertinentes. Quedaba
por hacer un largo trabajo de inspección ocular, toma de muestras y análisis
forenses, que permitieran una recolección de indicios y pruebas para sumar al expe-
diente. A partir de ese momento, la sede diplomática es manejada por las autorida-
des costarricenses. No obstante, tan pronto ello ocurre, se acerca a la entrada el
embajador Yunge acompañado de su mujer, Marisol Cheves. El máximo represen-
tante de la diplomacia chilena es interceptado en su intento por ingresar:
–¡Disculpe señor!, a partir de este instante nadie puede entrar a la embajada
–advierte un policía.
–¡Soy el embajador de Chile! –replica Yunge, intentando persuadir con el
cargo que ostenta.
–¡Lo siento señor!, pero nadie puede ingresar al lugar –insiste el oficial.
Nuevamente, y en una reacción poco acorde a las circunstancias, llena de
enormes sospechas que iremos develando más adelante, Marisol Cheves asume
un rol protagónico, que no le corresponde a su investidura… simplemente, ¡ser la
esposa de un embajador! Cheves se sitúa delante de su marido y mirando fijamen-
te al oficial, alardea en voz alta:
–¡Déjelo entrar!, es el embajador de Chile… –manifiesta Cheves, con mucho
carácter.
La situación es advertida por varias personas, provocándose un alboroto que,
finalmente, concluye con la autorización de las autoridades ticas, para que
Guillermo Yunge y Marisol Cheves ingresaran a la legación. Al ocurrir aquello,
ambos se encuentran con una imagen siniestra y pavorosa. Un gran charco de
sangre se desparrama por el piso, dejado por Jiménez al dispararse en la cabeza.
Ambos ingresan a las distintas dependencias en busca de los cadáveres. Marisol
Cheves toma siempre la iniciativa y se adelanta a su marido. Yunge va recono-
ciendo en su transitar a Roberto Nieto, Rocío Sariego y Christian Yuseff. ¡Hay
sangre en todos los rincones de la casa!
Otra vez, Marisol Cheves reacciona con desatino. No satisfecha con haber
60
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
ingresado, ni tampoco con la horrible escena que tiene ante sus ojos, decide con
cada una de las víctimas, propinar una serie de patadas a los cuerpos inertes. A
partir de aquello se levantan una serie de interrogantes que, a nuestro entender,
requieren respuestas claras y precisas: ¿Qué sentido o explicación tiene la insis-
tencia de Marisol Cheves para querer entrar a la embajada de Chile? ¿Por qué
asume roles protagónicos en situaciones que se supone, ella nada tiene que ver?
¿Por qué la señora Cheves propina patadas a Nieto, Sariego y Yuseff, si a esas
alturas ya se había comunicado, oficialmente, la muerte de todos ellos? ¿Busca-
ba, acaso, cerciorarse personalmente que hayan estado sin vida?
Cuando Yunge y Cheves abandonan la sede diplomática, caminan a la clínica
oftalmológica. Ahí están todos los sobrevivientes reunidos. Las mujeres lloran y
el desconsuelo inunda el ambiente. Ha llegado un sacerdote que hace una breve
oración, mientras todos se abrazan. Marisol Cheves busca con denuedo y obstina-
ción a César Gómez, a quien se le vincula con algún lazo de familiaridad. Al
menos, ellos siempre se han presentado como primos. Cuando Cheves lo ubica, se
acerca a él:
–¡César, mi amor, mi niño! –vocifera la mujer del embajador.
Ella lo abraza y acaricia, apartándolo del grupo y llevándolo a otra oficina.
Cheves y Gómez quedan solos.
'pMDPHKDEODUFRQ5REHUWR
Antes de conocerse el fatal desenlace, la esposa del primer secretario Nieto, Marcela
Guerrero García se entera, a través del ministro Insulza, que su marido está en la
lista de retenidos por el guardia Jiménez. Durante horas llama al celular de Rober-
to, pero nadie le contesta. A esas alturas, Guerrero está en su casa, acompañada
por Claudia, una amiga de nacionalidad argentina. Pasadas las 22:00 horas, otra
amiga de Guerrero, que está en los alrededores de la embajada, llama a Marcela:
–¡Prendan el televisor que ya salen!... ¡Ya terminó!... ¡Ya sale la policía! –
anuncia la amiga desde el otro lado de la línea.
Sin esperar más tiempo, Marcela y claudia prenden el televisor, ansiosas de
escuchar pronto el nombre de Roberto Nieto, en el listado de los rehenes liberados
por la policía. Las televisoras de San José llevan una maratónica jornada de
transmisión en vivo y en directo, informando todo el acontecer del asalto a la
embajada. Las imágenes nocturnas delatan a distintas personas que corren de un
lado para otro y camillas de ambulancias que se movilizan. Todavía no se confir-
ma si hay víctimas:
–¿Será ese Roberto? –pregunta Marcela, señalando una imagen en la pantalla
del televisión.
–¡No, ese no es! ¡Parece que ahí va! –indica Claudia.
Todo es confusión y ansiedad para ambas mujeres. De pronto, la transmisión
informa que hay cuatro muertos. Claudia, presumiendo que se acercaba una mala
noticia, y para evitar aún más la inquietud de Guerrero, apaga el televisor. La mujer
de Nieto está reprimiendo y mesurando sus sentimientos de pesar, para no alertar a
sus tres pequeños hijos. Luis Roberto, de trece años, Vicente de nueve y Tomás de
tres, están ignorantes de todo el acontecer y permanecen en una habitación de la
casa. Marcela Guerrero decide llamar al agregado cultural, Gustavo Becerra:
–¡Gustavo! ¿Qué pasa?... ¿dónde está Roberto?... ¡déjame hablar con él! –
exige la mujer.
61
7HUURUHQODHPEDMDGD
'HPHQFLDWHPSRUDO"
Los medios de prensa, en su gran mayoría, se han retirado del lugar para elabo-
rar las notas informativas que, en portada, inundarán los kioscos al día siguiente.
Solo quedan los expertos del OIJ, con personal de homicidios, para coordinar las
pericias que realizarán durante la madrugada. También ha llegado el doctor Luis
del Valle Carazo, jefe y director de la Medicatura Forense en San Joaquín de
Flores58, quien se encargará de inspeccionar los cuerpos in situ. De ello quedará
un registro audiovisual.
En la casa de Marcela Guerrero hay mucha gente que la acompaña, grupos
del Cuerpo Diplomático, además del ministro José Miguel Insulza y su señora.
Todos buscan solidarizar con el dolor de ella. El pesar y el sufrimiento se ha
adueñado de todos en esa casa. Algunas personas atienden a los hijos de Marcela
Guerrero, mientras otro grupo acompaña a la viuda. De pronto, hace ingreso al
hogar Guillermo Yunge y Marisol Cheves. Dan su pesar a Guerrero y se suman a
la aflicción que reina. Cheves se sienta en el comedor, junto a un grupo de muje-
res, e interactúa con ellas.
Claudia, mi amiga, que estaba sirviendo unos cafecitos, escuchó una conver-
sación, y la conversación era que ella (Marisol Cheves) exige entrar a la
embajada con Guillermo Yunge. Entra pateando los cuerpos… ¡ella pateando
los cuerpos!... los mueve, como una hazaña, buscando a César Gómez… y que
vio la sangre. ¡Pero disfrutaba relatando eso! ¡Ella disfrutaba relatando eso!
Yo no escuché el relato, en realidad lo supe después. Lo único que sé es que
yo la miro, algo está hablando, y antes que yo me entere, me pescan y me
alejan de ella59.
58
Corresponde a lo que en
Los medios de prensa escritos están a toda máquina ela-
Chile se conoce como el
Servicio Médico Legal. borando sus notas, y aunque hay algunas cosas claras, los
59
Relato de Marcela Guerre- periodistas no logran precisar las causas o motivaciones
ro para este libro. que tuvo Orlando Jiménez para cometer los crímenes. Al
60
«Muertes Instantáneas»,
parecer, la carta que anunciaba su traslado a otro punto de
diario Al Día, San José, Cos-
ta Rica, 30 de julio de 2004. vigilancia –a la residencia del ex presidente José Joaquín
Disponible en http://<www.- Trejos–, sería el detonante de todo, «la gota que rebasó el
aldia.co.cr/ad_ee/2004/julio/ vaso»60. Al menos, ese es el argumento que alude la fiscal
30/nacionales0.html>. Con-
Andrea Murillo para explicar las muertes que se dan desde
sultado el 10 febrero 2005.
un inicio. Dado lo incomprensible y desproporcionado del
62
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
hecho, y sin existir, hasta ese instante, ningún estudio científico de orden psicológi-
co o psiquiátrico en la persona de Orlando Jiménez, que pudiera determinar causas
reales que motivaran los homicidios, la prensa y también algunas autoridades
maquinan sus propias conclusiones: «demencia temporal».
Desgraciadamente, está claro lo que ocurrió, la persona en su demencia entró,
disparó y las personas murieron de inmediato (Ricardo Lagos Escobar)61.
El Presidente de ese país, Abel Pacheco, dijo estar «muy dolido, muy triste, es un
hecho lamentable. Chile es un país que los costarricenses amamos». El manda-
tario, también siquiatra, aseguró que el policía, José
61
Jiménez padeció ‘locura involutiva de tipo paranoico’ al «Justifican operativo en emba-
jada de Costa Rica», diario La
cometer los crímenes (diario La Nación de Chile)62.
Nación, Santiago, Chile, 28 de ju-
lio de 2004. Disponible en <http://
Antes de conocerse el (desenlace) final, el ministro www.lanacion.cl/p4_lanacion/site/
portavoz chileno, Francisco Vidal, había afirmado en artic/20040728/pags/20040728-
La Moneda (sede de Gobierno) que este hecho no 152540.html>. Consultado el 28 fe-
brero de 2005.
altera las relaciones con Costa Rica, pues se trata de 62
«Costa Rica declara duelo ofi-
un incidente aislado, de un oficial con cierto grado de cial y prepara misa», diario La
desquiciamiento (diario La Nación de Chile)63. Nación, Santiago, Chile, 28 de ju-
lio de 2004. Disponible en <http://
www.lanacion.cl/p4_lanacion/site/
Este funcionario policial hace cinco años que estaba a
artic/20040728/pags/ 2004072812-
cargo (de la seguridad), era amigo de todos quienes es- 4626.html>. Consultado el 28 fe-
taban ahí, era una persona conocida que era recibida con brero de 2005.
63
aprecio, con mucho cariño, entonces es tan inexplicable «Tragedia en embajada: Secues-
trador entró a asesinar», diario La
que una persona que estaba a cargo de la custodia de la
Nación, Santiago, Chile, 28 de ju-
embajada para evitar problemas de seguridad, tome una lio de 2004. Disponible en <http://
decisión de esta envergadura (Soledad Alvear)64. www.lanacion.cl/p4_lanacion/site/
artic/20040728/pags/20040728015-
429.html>. Consultado el 28 febre-
El Fiscal General de Costa Rica, Francisco Dall’Anesse,
ro de 2005.
afirmó hoy que el incidente ocurrido ayer en la emba- 64
«Cancillería coordina apoyo a
jada de Chile, el cual dejó un saldo de cuatro vícti- familiares de víctimas de secues-
mas, no fue un secuestro sino un homicidio (…) No trador», diario La Nación, Santia-
go, Chile, 28 de julio de 2004. Dis-
hubo ningún motivo ideológico, demanda, petición de
ponible en <http://www.lanacion.cl/
rescate o reivindicación del hecho (…) El fiscal subra- p4_lanacion/site/ artic/20040728/
yó que hasta ahora se desconoce el móvil del crimen, pags/20040728102947.html Con-
y que la única teoría es que el guardia estaba moles- sultado el 28 febrero de 2005.
65
«Autoridades afirman que inci-
to porque autoridades chilenas habían solicitado su
dente en embajada no fue secues-
traslado a otro puesto de trabajo (diario La Nación de tro», diario La Nación, San José,
Costa Rica)65. Costa Rica, 28 de julio de 2004.
Disponible en <http://www.nacion.-
com/ln_ee/2004 /julio/28/ultima-
Con la tesis de una locura o demencia temporal, se ce7.html Consultado el 14 febrero
intenta dar explicación a lo inexplicable. Ninguna de 2005.
66
«Tragedia en embajada de Cos-
las personas que conoce a Orlando Jiménez logra desci- ta Rica: Secuestrador y tres chile-
frar lo sucedido. Todos hablan de una excelente persona: nos muertos», diario electrónico
El Mostrador Santiago, Chile. 28
de julio de 2004. Disponible en
Su superior, el comandante Eliécer León, aseguró que <http://elmostrador.cl/modulos/noti-
este era un policía «responsable, serio, el mejor ofi- cias/constructor/detalle_noticia.-
cial que he tenido. ¿Qué le pasó?, no sabemos, todos asp?id_noticia=139630>. Consulta-
do el 10 febrero de 2005.
cometemos errores (diario electrónico El Mostrador)66.
63
7HUURUHQODHPEDMDGD
Este señor (Orlando Jiménez) debe ser una de las personas más bondadosas,
más bien educadas que conocíamos. Es una persona realmente humana, su
perfil es increíblemente de una persona transparente, servicial, y principal-
mente bondadoso. Por eso nos resulta tan difícil aceptar una situación tan
dolorosa como la que vivimos (Gustavo Becerra Vásquez)67.
Jiménez destacaba porque era más atento que los otros dos (guardias), nun-
ca lo ví enojado (Leonardo Banda Maldonado)68.
Para mí, don Orlando era la persona más preparada, más educada, más
servicial (Jesús Abarca)69.
De Jiménez le puedo decir que era una persona muy tranquila, el más simpá-
tico de todos los policías, era muy buena persona. Jamás me hubiera imagina-
do que esta persona fuera la causante de la tragedia (Leonardo Guerra)70.
Esta persona entró a laborar en 1997 y fue calificado de una manera adecua-
da en las pruebas que se le realizaron, tanto de carácter físico, psicológico
como médico. Posteriormente, ingresó a la Academia de
67
la Fuerza Pública, donde obtuvo el grado de agente de
«Tres chilenos mueren en
toma de embajada», Chi- policía con buenas calificaciones. También ahí fue eva-
le.com, Santiago, Chile. Dis- luado psicológicamente, sin detectársele ningún rasgo
ponible en <http://www.chi- de personalidad que pusiera en peligro a las personas.
le.com/tpl/articulo/detalle/ Finalmente, fue vuelto a evaluar cuando se dio una prue-
ver.tpl?cod_articulo=56825>.
Consultado el 10 febrero de ba para conducir, de modo que fue evaluado de manera
2005. reiterada, y en ninguna circunstancia se le encontraron
68
Declaración hecha por rasgos importantes de peligro. En segundo lugar, a lo
Leonardo Banda al OIJ, In- largo de su trayectoria, y revisando su expediente de
forme OIJ, pág. 22.
69
Declaración hecha por Je- personal, en los distintos lugares donde se desempeñó,
sús Abarca al OIJ, Informe Jiménez no mostró conductas inadecuadas. Es interesan-
OIJ, pág. 31. te en su hoja de vida, destacar que no hay siquiera una
70
Declaración hecha por llamada de atención, ni una causa que se le haya segui-
Leonardo Guerra al OIJ, In-
forme OIJ, pág. 34. do por algún motivo, especialmente por algún tipo de
71
Conferencia de Prensa del abuso de autoridad o de algún rasgo de violencia. De
gabinete del presidente Abel modo que estamos ante una persona que, al menos en
Pacheco. Archivo de Prensa el papel, mostraba cualidades adecuadas para el desem-
(videograbación) producido
por Teletica, canal 7 de te- peño de estas funciones71.
levisión, San José, Costa
Rica, julio de 2004.
64
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
72
«Hijo de policía pide dis-
culpas inmensas a Chile»,
diario La Nación, San José,
Costa Rica, 28 de julio de
2004. Disponible en <http://
www.nacion.com/ln_ee/2004 /
julio/28/ultima-sr8.html>. Con-
sultado el 14 febrero de 2005.
65
7HUURUHQODHPEDMDGD
/DFRQJRMDGHORVWLFRV\ODVJHVWLRQHVGHODVDXWRULGDGHV
PERIODISTA: ¡Al día siguiente de la matanza, usted nos dijo que el ministro Insulza había ido a
su oficina!
LUIS DEL VALLE: Sí, sí, estuvo aquí el ministro Insulza, estuvo en mi oficina.
PERIODISTA: ¿Qué cosas le comentaba él?
LUIS DEL VALLE: ¡Ah, no me acuerdo!, pero él estaba sumamente preocupado por la situación,
queriendo alivianar las cosas para que las familias sufrieran lo menos posible. ¡Eso es lo que
recuerdo!
PERIODISTA: ¿Él le preguntó respecto a si tuvieron sobrevida los…?
LUIS DEL VALLE: Sí, sí, todos ellos me preguntaron. El ministro Insulza
y el señor embajador Yunge. Sí, todos ellos estaban muy preocupados
73
Comunicado de prensa de la situación y nosotros teníamos que dar razón, no solo a ellos,
redactado por el gobierno
sino a la administración de justicia costarricense sobre esta situa-
costarricense y publicado a
la opinión pública. Disponi- ción, porque es muy seria nuestra función, en tanto tiene que valorar-
ble en <http://www.go.cr/ se la actuación de las autoridades policiales, de si la entrada de
Informacion/Boletines/2004/ ellos, o no, en el momento indicado, pudo haber salvado vidas, y
julio/Chile.doc>.
74
nosotros le pusimos especial énfasis al estudio, para demostrar cuánta
En el cuarto capítulo abor- 74
daremos la sobrevida de los sobrevida tuvieron estas personas (…) .
cuatro fallecidos y analiza-
remos las visiones radical- Las dudas no se circunscribieron sólo al tema de la tar-
mente opuestas que tienen
danza y la sobrevida, puesto que, si bien, se adujo la entre-
expertos forenses en Chile.
ga de una carta como principal detonante de la tragedia,
66
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
67
7HUURUHQODHPEDMDGD
/RVIXQHUDOHVGH2UODQGR-LPpQH]
69
7HUURUHQODHPEDMDGD
70
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
71
7HUURUHQODHPEDMDGD
::: A las 15:20 del jueves 29 de julio de 2004, concluye el responso celebrado en honor
a Orlando Jiménez y sus restos son trasladados al cementerio de Puriscal, situado en
una de las tantas lomas que conforman la accidentada geografía costarricense. El
campo santo está revestido de abundante pasto y zonas verdes. El nicho que lo
cobija tiene en la lápida recordatoria el sobrenombre que cariñosamente lo identifi-
caba: «Pepino» (captura de pantalla).
72
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
(OUHJUHVRD&KLOH\ODVDIUHQWDVDOHPEDMDGRU
Una misa en la iglesia San Bosco, de San José, rinde los últimos rezos por el
eterno descanso de Nieto, Yuseff y Sariego. El cuerpo del primer secretario, Ro-
berto Nieto, es cremado con posterioridad, según el deseo de su esposa.
El viernes 30 de julio, los medios de prensa en Costa Rica y Chile, comunican
y confirman que los tres chilenos muertos en la embajada fallecieron de forma
inmediata. Así lo sentencia el informe que entrega el médico forense, Luis del
Valle Carazo, quien además destaca la prolongada resistencia que tuvo Jiménez,
catalogándola de «excepcional»:
El policía murió a consecuencia del sangrado, no por la lesión en el cerebro
(…). La lesión pequeña se iba desangrando lentamente… Su capacidad de
ejecutar acciones iba de más a menos. Iba perdiendo la capacidad de ejecu-
tar acciones en una cur-
va descendente. Pierde
la fuerza, la capacidad
de deambular. Va dismi-
nuyendo poco a poco y
después queda postra-
do y muere por pérdida
de sangre’ (…). El mé-
dico (Luis del Valle) con-
firmó que Jiménez per-
dió un rato la concien-
cia y después volvió a
levantarse (…). ‘Es un
caso excepcional, inte-
resantísimo… Sobrevive
mucho por una explica-
ción médica muy clara,
pero alguien que sopor-
te varias horas, después de haber sufrido un disparo de una M-16, ¡es rarísi-
mo! Desde un punto de vista científico es un caso muy interesante, de los que
se publican en revistas científicas’, manifestó el jefe de patología forense
(diario Al Día, de Costa Rica)79.
Para las autoridades, las pruebas forenses buscaban poner fin a versiones de la
prensa, donde se insinuaba que pudo salvarse la vida de alguno de los chilenos.
El sábado 31 de julio, en un vuelo 651 del Grupo Taca, los féretros de Christian
Yuseff y Rocío Sariego emprenden vuelo con destino a Chile. En las primeras
horas del día domingo 1 de agosto, durante la madrugada, aterrizan en el Aero-
puerto Internacional de Santiago y de inmediato son trasla-
dados en tres carrozas fúnebres, a la Academia Diplomáti- 79 «Muerte de guardia civil
ca, una de las cuales lleva simbólicamente un ramo de ro- fue lenta», diario Al Día, San
sas blancas, representando a Roberto Nieto, cuyas cenizas José, Costa Rica, 30 de julio
quedaban con su esposa en Costa Rica. de 2004. Disponible en
< h t t p : / / w w w. a l d i a . c o . c r /
Pasado el mediodía, después de ser velados, el cortejo a d _ e e / 2 0 0 4 / j u l i o / 3 0 /
se dirige a la parroquia Santa Elena, en la comuna de Las nacionales0.html#120059>.
Condes. Una masiva asistencia se reúne para el oficio reli- Consultado el 14 febrero de
gioso que se inicia pasadas las 13:00 horas. Los ataúdes de 2005.
73
7HUURUHQODHPEDMDGD
Christian Yuseff y Rocío Sariego están cubiertos con la bandera chilena y una foto
enmarcada de cada uno. Alegóricamente, otra fotografía de Roberto Nieto se
posa sobre una pequeña mesa con un manto blanco. El sacerdote Luis Eugenio
Silva pronuncia la homilía, con un sentimiento especial, dado que uno de los
hijos del extinto primer secretario es su ahijado. Están presentes altas autoridades
del gobierno, como el Presidente Ricardo Lagos y su esposa; la canciller, Soledad
Alvear; el ministro del Interior, José Miguel Insulza; ministros de Estado, diplo-
máticos y los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, Pablo Lorenzini
y Hernán Larraín. Además de los familiares, amigos y conocidos de las víctimas.
Al finalizar la misa y conteniendo la impotencia, la tristeza y el desconsuelo
por perder a uno de sus tres hijos, el padre del cónsul Christian Yuseff, Juan
Antonio Yuseff, abogado de setenta años de edad, profirió a modo de catarsis una
serie de epítetos que apuntaban al desempeño de quien consideraban, era el gran
ausente en la ceremonia: el embajador Yunge. «Mi hijo tenía una vocación de
servicio extraordinaria. En el centenario del natalicio de Neruda, el señor Nieto,
esta chica hermosa que se nos fue y mi hijo, estaban en labores domésticas: mi
hijo comprando el vino que faltaba, la chica dibujando con sus sueños al poeta
inmortal. Pero había un gran ausente, y lo digo porque soy espartano, entierro a
mi hijo heroicamente y él no tenía que morir…» Sus dichos son interrumpidos por
funcionarios de la Cancillería, que intentan evitar la alarma y curiosidad de la
prensa. «… ¡Perdón, pero tengo que decirlo! Tal como lo dijo la ministra de
Relaciones Exteriores, trabajar en diplomacia, que algunos creen que es comer
sandwich y canapés, es estar sujeto a permanente riesgo, y el señor embajador de
Chile en Costa Rica es el gran ausente. ¡Quiero que lo sepa todo el mundo! La
colonia chilena había pedido su destitución por mucho tiempo, era odiado y ese
debería ser el victimado. Lo digo sin odio, ni resentimiento».
74
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
Yuseff dijo tener antecedentes concretos dados por su (otro) hijo abogado, en
cuanto a que la señora del diplomático asesinado Roberto Nieto ‘tuvo expre-
siones de protesta irreproducibles contra Guillermo Yunge, diciéndole váyase,
y huyendo este último como los ratones antes de hundirse el barco (diario
electrónico Emol)80.
Durante esta investigación, tomamos contacto con Marcela Guerrero y, tras una
prolongada charla, pudimos comprobar que, efectivamente, días antes, después de
cremar el cuerpo de Roberto Nieto, Guerrero enfrentó a Yunge en su oficina:
MARCELA GUERRERO: Siempre Guillermo Yunge aparecía (en la embajada) con Marisol Cheves.
No importaba la hora, aparecía por el corredor oscuro, entrando a mano izquierda, y se
encerraba en su oficina. En vez de decir: «¿Cómo están? ¿Qué han hecho? ¿Qué se está
haciendo?». ¡Yo creo, sería lo lógico! Yo dije: «Ya no doy más…a este lo enfrento». Yo le digo
al embajador Ricardo Concha (Director General Consular de la Cancillería): «Yo quiero ir a
hablar con Guillermo Yunge». Él me dice: «Marcela, ¿estás segura que quieres ir a hablar?».
«Sí», le digo, «necesito hablar con él». «Yo la acompaño», me dice Concha. Golpeo la puerta
(de la oficina del embajador) y abriendo, Guillermo me dice: «¡Pasa!». Entro y Marisol
(Cheves) está sentada. Él en el escritorio me vuelve a decir:
«Marcela, ¡entra!». Entonces le dije, «Guillermo, quiero hablar
contigo… Marisol, ¡sale!» Ella me dice: «¿Esta es una conver-
sación privada?». «Así es… tú sale de aquí». Se quedan
Guillermo, Ricardo Concha y yo. Entonces le digo: «¡El nombre
de embajador te queda muy grande! Es la primera vez que me
toca encontrarme con una persona como tú. Roberto tenía que
taparte todas las llamadas telefónicas producto de tus escán-
dalos y peleas en la residencia, con las quejas de los vecinos».
Entonces, él me dice: «¡No Marcela!, ¿de dónde sacas eso?...
¡eso es falso!». «No», le dije yo, «esto lo saben todos. Tú no
llegabas nunca a trabajar. Hubo días en que te desaparecías,
llegabas a las doce, una de la tarde. ¡Eres el peor embajador que me ha tocado ver en la
vida!... Yo creo que tú vas a necesitar mucha suerte, porque yo la tengo». Creo que fueron
entre cinco o diez minutos que estuvimos ahí.
PERIODISTA: Ricardo Concha, ¿qué hizo?
MARCELA GUERRERO: Solo escuchó. Yo salgo y Ricardo Concha sale detrás
mío. Dejamos a Guillermo Yunge. A los dos minutos sale él llorando, diciendo: «¿Por qué
Marcela me dice esto, por qué ella me trata así? ¿De dónde saca ella todo eso?» De ahí, por
supuesto, nunca más lo saludé, nunca más le dirigí la palabra, pero se lo dije en su cara. ¡Me
desahogué!
PERIODISTA: ¿Y Roberto…?
MARCELA GUERRERO: Roberto nunca llegaba tarde a la casa… ¡Ojo!, nunca llegaba tarde, el
problema es que era mucho trabajo encima de él. Es por eso que Roberto andaba estresado,
nervioso.
PERIODISTA: Pero, ¿Roberto te manifestaba que andaba estresado y 80 «Cancillería llama a infor-
mar a embajador en Costa
nervioso?
Rica», emol.com, Santiago,
MARCELA GUERRERO: Es que me decía: «Este huevón no estuvo hoy Chile. Disponible en <http://
y tuve que hacer esto y lo otro», y eso lo ponía nervioso y no se www.emol.com/noticias//na-
desconectaba del trabajo. cional/detalle/detalleno-
ticias.asp? idnoticia=154787>.
Consultado el 10 febrero de
2005.
75
7HUURUHQODHPEDMDGD
4XLHURDFODUDUTXHHQHOPHVGHMXQLRODFDQFLOOHU
(OLQIRUPH2,-\ODVUD]RQHVTXHKDEUtD 82
«Yunge deja embajada de
WHQLGR-LPpQH] Costa Rica y será llamado a
informar», diario La Nación,
El lunes 20 de septiembre de 2004, el diario La Nación, de Santiago, Chile, 2 de agos-
to de 2004. Disponible en
Costa Rica, publicó un artículo de prensa que titulaba: < h t t p : / / w w w. l a n a c i o n . c l /
«Cúmulo de problemas generó tragedia en embajada de p4_lanacion/ site/artic/200-
Chile». El autor de la nota es el periodista Otto Vargas, 40802/pags/ 200408021410-
quien revela que «la ira y la frustración acumulada en los 30.html. Consultado el 28
febrero de 2005.
últimos dos meses de su vida, llevaron al policía Orlando 83
Ibídem.
Jiménez Jiménez a cometer la masacre en la embajada de
77
7HUURUHQODHPEDMDGD
78
&URQRORJtDGHXQDWUDJHGLD
Al día siguiente de esta entrevista, el fiscal Boraschi fue requerido por la perio-
dista Orieta Santa María, del matutino Las últimas noticias de Chile, y en una
llamativa y sorprendente declaración, el abogado tico manifestó: «Siento que hay
algo oculto en las muertes ocurridas en la embajada de Chile… siento que hay
algo oculto y que quienes murieron ese día, se llevaron consigo la verdad de este
terrible hecho». Además, Boraschi anunció que realizarán una «autopsia psicoló-
gica» a Orlando Jiménez, de cara a toda la información que la fiscalía ha recaba-
do. Con esto se pretende «establecer algo que pueda explicar o determinar la
actuación del policía (…) contratamos a un psicólogo con estudios de posgrado en
el campo forense en Nueva York. Queremos encontrar un factor que no aparece
por ningún lado. De momento, queremos encontrar la verdad», decía Boraschi.
79
7HUURUHQODHPEDMDGD
NOTA: Los antecedentes expuestos en este capítulo, denominado «Cronología de una trage-
dia», buscan situar al lector en el contexto de los hechos, tal y como se fueron desarrollan-
do, entregando sutiles datos y antecedentes recabados por esta investigación, preparando
el terreno de lo que descubriremos en los próximos tres capítulos. Esta pesquisa periodística
ha logrado reunir importante y clasificada información que permite, a partir del siguiente
apartado, denominado «Investigación de campo», configurar y armar importantes piezas de
este puzzle.
80
7tWXORGHOFDStWXOR
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
4XLpQHVTXLpQ
5REHUWR1LHWR0DWXUDQD
que nunca se hizo de enemigos. Gustaba compartir con la familia y en especial con
sus hijos. Amigo de los asados y del sano esparcimiento. En un período colaboró
estrechamente con el ahora, Secretario General de la Organización de Estados
Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien lo catalogó como «una máquina del
trabajo».
Su vida conyugal era el estandarte que permitió el complemento de vida,
teniendo en Marcela Guerrero el principal apoyo y consejera de todas las decisio-
nes y destinaciones que en conjunto acataron. Sin embargo, las primeras vicisitu-
des matrimoniales las empezaron a experimentar a partir de su arribo a San José
de Costa Rica.
Roberto Nieto ocupó el cargo que dejaba el primer secretario, Alejandro Bra-
vo Forster.
82
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
::: El ex presidente de Chile, Patricio Aylwin ::: Roberto Nieto y el ex primer mandatario,
Azócar, junto a Roberto Nieto. Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
&KULVWLDQ<XVHII0DUFKDQW
85
7HUURUHQODHPEDMDGD
::: Los hermanos Yuseff. De izquierda a derecha: Juan Antonio, Christian y Vladimir.
::: El ex canciller
Enrique Silva
Cimma saluda a
Christian Yuseff
cuando egresa
de la Academia
Diplomática.
86
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
5RFtR6DULHJR3pUH]2OHD
Esta joven y hermosa mujer hacía un mes había cumplido los veintinueve
años y al momento que el guardia Jiménez disparó contra ella, se desempeñaba
como funcionaria de la Agencia Canadiense de Cooperación (CUSO), efectuando
labores profesionales en la coordinación del programa de celebraciones conme-
morativas para el centenario del natalicio del poeta Pablo Neruda. Esta actividad
formó parte de un proyecto conjunto para Centroamérica, diseñado y ejecutado
entre el Gobierno de Chile y la mencionada agencia.
Rocío nació en San Salvador, capital de El Salvador, en América Central. Sus
padres, de nacionalidad chilena, son Jorge Sariego Mac-Ginty y Mónica Pérez
Olea, de cuyo enlace nació también el hermano mayor de Rocío, Gonzalo Sariego.
Desde pequeña vivió un periplo que la hizo recorrer Panamá, Nicaragua y
Costa Rica. La separación de sus padres la marcó profundamente, y, más aún,
cuando su madre volvió a
casarse en Nicaragua. Ro-
cío recién se empinaba en
los cinco años de edad. Su
progenitora tuvo otros hi-
jos y, finalmente, se fue a
vivir a Australia. Una ma-
dre ausente la marcó para
siempre. A partir de enton-
ces, la «Ropi» o «Romy»,
como cariñosamente le di-
cen su padre y hermano,
halló en ellos el principal
refugio de vida. Jorge
Sariego dejó de ser un sim-
ple papá y Rocío lo bauti-
zó como «mampapá», alu-
diendo al doble rol de pa-
dre y madre. Pero, la au- ::: La bella Rocío Sariego junto a su hermano
sencia de una figura feme- Gonzalo durante unas vacaciones.
nina en su vida, encontró
consuelo cuando Jorge Sariego volvió a contraer matrimonio con la ciudadana
colombiana, Elizabeth Kluge, su madrastra.
Después de eso, todos volvieron a Chile. En Santiago se asentaron en una
antigua casa, en la intersección de las calles Los Leones y Hernán Cortés, en la
comuna de Providencia. Rocío entró a estudiar al Liceo Manuel de Salas y Gon-
zalo al Colegio Latinoamericano de Integración. Sin embargo, a mediados de la
década de los ochenta, nuevamente la separación marcó a esta familia. Por asun-
tos de orden profesional, Jorge Sariego debió trasladarse a Brasil, dejando en
Chile a sus dos hijos.
A partir de ese hecho, las vidas de Rocío y Gonzalo comenzaron a tomar
cierto matiz y delinearon el tipo de personalidad que los definiría como adultos.
Fueron 10 años de vivir solos, donde mutuamente se apoyaron y sacaron adelante
sus vidas, sus carreras y sus sueños. «Él (Gonzalo) no lo resentía, dice, pero Rocío
sí. (A ella) le habría gustado tener una familia más tradicional. Era su anhelo
recurrente. ‘Pasamos bastantes pellejerías por algunos años, pero siempre apo-
87
7HUURUHQODHPEDMDGD
yándonos. Mi recuerdo más lindo es el de las horas de café y cigarrillos, los dos
solos, en la cocina de la casa, conversando de lo que fuera hasta la madruga-
da…»84. Las «pellejerías» a las que hace mención Gonzalo Sariego tienen que ver
con un período donde la carencia de recursos económicos y de un techo donde
vivir, se suplió con trabajos esporádicos como, por ejemplo, de garzón en un pub
de la calle Guardia Vieja. Pero las necesidades y privaciones trascendieron a
otras esferas del quehacer diario: «Nosotros vivimos solos mucho tiempo y para
poder conseguir comida, ¡mira lo que te estoy diciendo!, a veces había que
coquetearle a la señora de la pensión, e iba yo. Para conseguir cigarros, a veces
había que coquetearle al tipo de la pieza del lado e iba Rocío», relata Gonzalo
para este escrito.
Ambos estudiaron Comunicación Social y Rocío, con la energía y alegría que
la caracterizaron, se especializó en la organización de eventos culturales. Contra-
jo matrimonio con un compañero, Felipe Campusano, y se separó a los dos años.
Rocío era una mujer llena de energía, coqueta por naturaleza, amable y cari-
ñosa. Pese a sus veintinueve años, se comportaba como una adolescente, inmadura,
que buscó en otras personas, donde refugiarse y sentir compañía. Era una mujer
llena de sueños, con miles de proyectos y, principalmente, con mucho, pero mu-
cho amor por entregar.
Rocío Sariego Pérez-Olea llegó a trabajar a la embajada de Chile en Costa
Rica en marzo de 2002, como secretaria del embajador Guillermo Yunge.
84
Gewölb, Reneé, «La mu-
jer de la embajada», revis-
ta Paula, Agosto 2005, pág.
46.
88
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
89
7HUURUHQODHPEDMDGD
2UODQGR-LPpQH]-LPpQH]
90
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
91
7HUURUHQODHPEDMDGD
PERIODISTA: Dentro del historial laboral de su marido, aparecen dos licencias médicas atendi-
das por Servicio de Neurocirugía. Aparece una operación...
DORA GUZMÁN: ¡Sí!
PERIODISTA: ¿A qué se debió?
DORA GUZMÁN: A él lo operaron de una cervical. Él iba a jugar por la cuarta comisaría a
Moravia...
PERIODISTA: ¡Perdón!... ¿del equipo que jugaba fútbol?
DORA GUZMÁN: Sí… entonces iba en un carro de la policía, lo llevaban ahí, y hubo un frenazo,
y un compañero le cayó encima de él, en el cuello, en las cervicales, y entonces ahí lo
operaron.
PERIODISTA: Y la especialidad de neurocirugía, ¿es porque esto fue cerca de la cabeza?
DORA GUZMÁN: ¡Yo no entiendo eso!…, pero eso es un tratamiento que lo da el hospital.
PERIODISTA: He conversado con algunos chilenos, que no son cercanos a su marido y, la verdad,
es que me han dicho que en la salida del señor Jiménez de la embajada de Bélgica hubo
quejas, como que, en definitiva, él tuvo problemas. Si usted me pudiera contar un poco a qué
se debió su salida.
DORA GUZMÁN: Yo sinceramente, te digo, nunca supe que él haya tenido problemas. Una vez me
hizo un comentario, porque no fue un problema que tuvo, sino que, una vez, un compañero
de trabajo, en especial, que era alcohólico, pasaba tomando mucho ahí (en la embajada), y
botaba los envases de licor, los dejaba tirados. El chofer fue el que le reclamó a él…
PERIODISTA: ¿El chofer de la embajada de Bélgica?
DORA GUZMÁN: Sí.
86
PERIODISTA: ¿Le reclamó?
«Autopsia psicológica»
realizada a Orlando Jimé-
DORA GUZMÁN: Le reclamó a él, bueno, no sé en qué término, ni
nez, Autopsia Psicológica , nada. Él sencillamente me comentó a mí y yo le dije: «Averígüese
pág. 7. quién es el que está tomando». Mi esposo le dijo al chofer: «Yo no
92
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
tomo. A mí no me regañe usted, porque usted es, simple y sencillamente, un empleado más.
Si el señor embajador me reclama, le daré detalles». Pero él (Jiménez) nunca tuvo un
problema, y su salida de la embajada es porque, cuando nuevamente lo nombran en la
embajada de Chile, fue pedido por el embajador en ese entonces, porque él ya había
trabajado ahí un tiempo. A él le gustaba mucho trabajar en esa embajada y él le había dicho
a doña Ligia Sánchez87 que si le podía hacer el favor de, como iban a nombrar nuevos
guardas en esa embajada (la chilena), tomarlo a él en cuenta.
PERIODISTA: Pero la salida de él, ¿fue porque lo echaron o porque…?
DORA GUZMÁN: No, no, a él no lo echaron.
PERIODISTA: ¿Y él pidió formalmente, a través de una carta, que lo trasladaran?
DORA GUZMÁN: Recuerdo cuando le decía a doña Ligia: «Tómeme en cuenta, porque quiero
pasar a la embajada de Chile». Yo le voy a decir el por qué, tal vez, le gustó más la embajada
de Chile, y no lo tome para mal, pero ahí daban, usted sabe, 500 colones…88
PERIODISTA: ¡Ah!, correcto, pero eran 600 colones.
DORA GUZMÁN: En ese tiempo no le daban los 600, eran menos de 500 colones. Pero Orlando
decía: «Ese trabajo me lo gano», además que lo trataban muy bien.
PERIODISTA: Me han comentado que el señor Orlando Jiménez había tenido problemas de
alcoholismo y de conducta en la embajada de Bélgica.
LUIS HERNÁNDEZ: No, no. Si yo algo le puedo decir, es que no era el perfil de ese señor. Yo
hubiera querido tener a 200 Orlando Jiménez en la policía.
PERIODISTA: Estamos de acuerdo. Mi consulta es si es que usted, alguna vez, recibió alguna
queja de la embajada de Bélgica.
LUIS HERNÁNDEZ: No, es que por eso le digo. Después de los hechos se han creado muchas
bolas de nieve.
PERIODISTA: Pero, ¿usted me confirma que nunca tuvieron una queja formal de la embajada de
Bélgica?
LUIS HERNÁNDEZ: ¡Nunca!
Orlando Jiménez era una persona sencilla a quien nunca le interesaron los
lujos. Disfrutaba de estar en su hogar, ver televisión y principalmente, los parti-
dos de fútbol. Era ordenado, responsable y minucioso en todo. Nada dejaba al
azar, porque todo tenía que ser perfecto. Para él, las personas eran iguales. «Co-
mentaba que le gustaba el trabajo y que se llevaba bien
con la gente. Nunca le comentó (a su esposa) que tuviera 87 Ligia Sánchez fue una an-
problemas con nadie de la embajada (…). Ella lo conocía tigua secretaria que laboró
y sabía cuando venía con problemas del trabajo. Él se que- en la embajada de Chile,
encargada de asuntos ad-
jaba de que sus compañeros no eran puntuales para llegar ministrativos y de la conta-
al trabajo, de eso era que se quejaba. Él era muy predecible bilidad. Fue expulsada de
en las cosas que hacía, siempre se venía del trabajo a la manera arbitraria e injusta
casa. Él andaba siempre en carreras por llegar a la hora de por el embajador Guillermo
Yunge, en enero de 2004.
89
forma puntual» . Mayores detalles en la pá-
gina 167.
88
Moneda costarricense.
89
Autopsia psicológica reali-
zada a Orlando Jiménez, Au-
topsia psicológica, pág. 8.
93
7HUURUHQODHPEDMDGD
*XLOOHUPR<XQJH%XVWDPDQWH
94
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
95
7HUURUHQODHPEDMDGD
peso político no fue suficiente, y el cargo lo asumió el ex ministro del Interior del ex
Presidente Aylwin, Enrique Krauss Rusque. Dado ese resultado, fue puesto como
primera opción para la embajada de Chile en Portugal y, nuevamente, le arrebata-
ron el cargo. Con un estrecho margen, Belisario Velasco se quedó con el puesto.
Las alternativas se estrecharon y Costa Rica, gobernada por Miguel Ángel
Rodríguez –amigo de Yunge por ser DC–, asomó como algo seguro. «Entre quie-
nes lo despidieron en una cena en Santiago, antes de su partida a San José, se
recuerda que Yunge no estaba feliz por la destinación, pero que pese a ello trataba
de subirle el perfil a la importancia de la embajada en ese país, asegurando que
para los costarricenses, la legación chilena era la segunda en importancia después
de Estados Unidos, lo que provocó más de alguna duda»96. El año 2000, Yunge
partió a Costa Rica acompañado de su hijo, Guillermo Yunge Lehner, en tanto que
su esposa, Karin Lehner, separados de hecho desde 1997, se quedó en Santiago.
Guillermo Yunge no es un hombre afable, sino, por el contrario, algo descon-
fiado en su trato con las personas, especialmente si no pertenecen a su círculo de
amigos. Dicen que es algo soberbio porque descansa en su «inteligencia política»,
y que su carácter le suele jugar malas pasadas. «Pese a que siempre fue parco
–«cae mal a la primera y peor a la segunda», dicen quienes lo conocieron–, tenía
arrastre entre los jóvenes y especialmente con las mujeres»97.
En 1978, Yunge conoció en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile
a Karin Lehner Cornejo, que años más tarde se convirtió en su esposa. Lehner
provenía de una «familia derechista», como ella misma lo manifiesta, y sus estu-
dios secundarios los realizó en el Colegio Alemán. En esos años, esta joven y
apuesta muchacha, que políticamente se consideraba ignorante, se enamoró de
un lozano Guillermo Yunge, primordialmente, por ser un tipo idealista, sano y
muy tranquilo. De la unión matrimonial nacieron tres hijos: Guillermo, Karin y
Gabriela; y tras 18 años de vida en pareja, ella decidió poner término, de hecho,
al enlace conyugal:
PERIODISTA: ¿Cómo era la relación que tenía tu esposo con tus hijos?
KARIN LEHNER: Un poquito distante, por su carrera, por su vida que tenía para atrás. Él era de
padres separados….
PERIODISTA: ¿Pero le reprochabas algo, que quizás era poco afectivo?
KARIN LEHNER: Sí, aunque después entendí que el problema era mío. Yo no ponía los límites en
el matrimonio. O sea, él viajaba, estaba tres semanas afuera, volvía dos días, se iba a una
reunión del partido. Entonces yo decía: «Parezco casada sola», y ahí fue que decidí separar-
me. No fue por algún mal modo. ¡No, no, no! Jamás me faltó nada. Era una persona tremen-
damente responsable. A Guillermo le tocaba un viaje por su diputación y yo no iba, porque
era una cuestión de trabajo. Yo lograba entender que esa era su carrera, y bueno, que lo
hiciera tranquilito, pero no me metía mayormente.
PERIODISTA: ¿Y en qué minuto se produce el quiebre tuyo en el
96
Amaro, Roberto. «La hora matrimonio?
triste de Yunge», diario El
Sur, Concepción, Chile, 11 de KARIN LEHNER: Por eso te digo, cuando yo descubro que estoy vivien-
agosto de 2004. Disponible do sola. Esto fue el ’97 o el ’98, y me separé de hecho.
en: <http://www.diarioelsu- PERIODISTA: Entonces, él se va a Costa Rica.
r.cl/edicion_hoy/secciones/ KARIN LEHNER: El se va el 2000 a Costa Rica. Viene un día y me dice:
ver_rep.php?id=1591&dia-
=1092196800>. Consultado el «Me nombraron embajador». «Muy bien» le dije, y me dice: «Qué
10 febrero de 2005. crees, ¿me llevo a Guillermo (hijo)?, y yo le digo, «Sí, porque ustedes
97
Farfán, Claudia y Skoknic, no tienen ningún tipo de relación. Yo creo que llegó el momento que
Francisca, op. cit., p. 21 ustedes estén juntos como padre e hijo, solos, sin que esté yo al
96
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
medio». Yo era muy posesiva con mi hijo, entonces dije, «Váyanse solos, ya es el momento
que arreglen su relación padre-hijo».
A la larga, los buenos intentos solo quedaron en eso, porque la relación de ambos
se rompió, definitivamente, cuando el embajador Yunge conoce a Marisol Cheves y
la lleva a vivir a la residencia. Aunque Guillermo hijo dice que se fue del lado de su
padre, porque se había enamorado de una muchacha colombiana, de todos modos
hubo detonantes de la relación Yunge-Cheves que gatillaron el quiebre.
PERIODISTA: ¿Tú crees que tu hijo, a lo mejor, te quiere ocultar alguna cosa para no crearte
problemas?
KARIN LEHNER: Es que yo creo que mi hijo quiere hacer borrón y cuenta nueva. No quiere más
hablar del tema. Yo de hecho, cuando llegó a Chile, lo envié a un psicólogo para hacerle un
examen, el famoso Test de Roch, porque yo quería saber dónde estaba el problema.
PERIODISTA: ¿Y se lo hizo?
KARIN LEHNER: Sí, tiene «castración paterna», por lo tanto, el tema del padre yo creo que no
quiere hablarlo.
97
7HUURUHQODHPEDMDGD
PERIODISTA: ¿Tiene conocimiento de que Guillermo Yunge padre estuvo en tratamiento psico-
lógico en Costa Rica?
KARIN LEHNER: Sí, él me dijo que estaba en tratamiento…
PERIODISTA: …porque incluso estando tu hijo allá, iban los dos.
KARIN LEHNER: Claro, por las malas relaciones que ellos tenían, porque cuando él estuvo en
Chile, le dijeron que era bipolar. Después, en Costa Rica, le dicen que no era bipolar…
PERIODISTA: ¿Quién dice eso? ¿El psicólogo que lo estaba atendiendo allá?
KARIN LEHNER: Sí, dice que no es bipolar.
PERIODISTA: Karin, ¿Cuál es tu sentimiento hacia él?
KARIN LEHNER: Por una parte, me da pena. Yo me casé en una época muy dura con Guillermo. Mi
familia era de buena situación económica y la pasé bastante dura porque, claro, casarte con
una persona que está estudiando todavía, que pasaba más preso que suelto, era duro.
Entonces yo me embarqué en el cuento. Yo me la jugué por él. Yo te digo, Guillermo estuvo
relegado en el norte (del país), yo iba a Arica a verlo para apoyarlo, y entonces te das cuenta
que estuviste tantos años casada. Guillermo fue una persona muy tranquila, no era una
persona botarate. Es duro ver que un padre se olvida de sus hijos, que le manda un correo
(electrónico) a mi hija del medio y le dice, «Te aviso que no te voy a pagar los estudios». Este
cambio es extraño, porque tú no puedes borrar a tres hijos.
0DULVRO&KHYHV+LGDOJR\&pVDU*yPH]&DOGHUyQ
Marisol nació el 17 de
enero de 1975 y, a la fecha de
ocurrida la tragedia en la em-
bajada, contaba con 29 años.
Tiene tres hermanas, de las
cuales solo hemos podido
identificar a Perlita Elisea
Cheves Romero, once años
mayor que Marisol, produc-
to de un matrimonio anterior
de su padre con María Rosa
Romero Sequeiro. De profe-
sión abogada, Perlita se ha tor-
nado un personaje de cierta
relevancia en su país, al pres-
tar servicios como defensora
a un imputado, en el caso de
la muerte del periodista cos-
tarricense Parmenio Medina,
asesinado el sábado 7 de ju-
lio de 2001 por denunciar en
su programa de radio «La ::: Marisol Cheves Hidalgo (captura de pantalla).
Patada», una serie de irregu-
laridades y millonarios usufructos generados por la emisora católica «Radio María
de Guadalupe». Sus denuncias afectaron la credibilidad del sacerdote Minor de
Jesús Calvo, quien era responsable en la dirección de la estación; y a las autorida-
des de la Iglesia Católica, por ser Calvo uno de sus líderes más carismáticos. La
serie de denuncias que divulgó Medina, dio como resultado el cierre de la emiso-
ra por orden de la Conferencia Episcopal.
Marisol Cheves estudió la secundaria en el «Colegio Superior de Señoritas» en
San José, donde según consta en los archivos de la tercera sala de la Corte Supre-
ma de Justicia, en una sentencia dictada en 1991, es identificada como una estu-
diante que «prestaba servicio de intermediaria a efecto de que otras lograran
adquirir marihuana para su consumo». En este caso, se sancionó a un individuo
identificado como Antonio Enríquez Sotela, por el delito de «posesión de mari-
huana para el tráfico en perjuicio de la salud pública». Según puntualiza el docu-
mento judicial «V-621-F-94» de la tercera sala:
La oficial Mayela Montero Corrales se infiltró como una alumna más de ese
Centro (educacional), a partir del veintiuno de agosto de mil novecientos
noventa, logrando individualizar a la estudiante Marisol Cheves Hidalgo como
la persona que colaboraba para hacer llegar la droga a las educandos (sic).
Que en horas de la tarde del treinta de agosto de ese año, con la ayuda de
la mencionada estudiante, la oficial Montero ubicó al imputado Enríquez Sotela
en la Plaza de la Cultura y luego de identificarse con la contraseña correspon-
diente, el encartado estuvo de acuerdo en vender marihuana, para lo cual
pactaron que se retiraría a traerla. Como a las cuatro de la tarde se presentó
a la indicada plaza, el encartado Enríquez Sotela, indicando a la oficial que
se trasladaran al negocio denominado Rincón de España. Que estando alertadas
las autoridades de la Policía Antidrogas, «cuando el imputado se disponía a
99
7HUURUHQODHPEDMDGD
Marisol Cheves era una menor que tenía quince años, lo que la hacía
inimputable, según las leyes costarricenses. En cambio, al condenado se le aplicó
la Constitución Política, el Código Penal y la Ley Nº 7093 sobre sustancias
psicotrópicas, Drogas de Uso no Autorizado y Actividades Conexas.
Con el paso del tiempo, en circunstancias que desconocemos, Cheves adquirió
conocimiento de algunas propiedades químicas de plantas herbáceas, puesto que
consta por testigos que la vieron, no solo adquiriéndolas, sino también preparan-
do pócimas. Esto tiene una estrecha relación con la práctica de ciertos ritos y
ceremonias de orden esotérico en los que, periódicamente, participa de manera
activa101. Algunos parientes y conocidos de Marisol precisan que es una herencia
de familia, donde todas sus hermanas lo practican. Al consultarles por el tipo de
ceremonia u origen del mismo, la respuesta es una sola… «magia negra».
A su haber, cuenta con un matrimonio a los dieciocho años de edad, contraído
el 3 de octubre de 1993 con un comerciante de nombre William Arnulfo Torres
Cerdas, del cual existe registro de una separación civil, el 22 de julio de 1997. De
ese enlace no hubo hijos.
Según el ex embajador Yunge, conoció a Marisol Cheves durante un evento
organizado por la Universidad Nacional de Costa Rica el año 2002, cuando ella
leía ante la audiencia, unos poemas. Cheves estudia Derecho y Filosofía en esa
casa de estudios, cuestión que pudimos corroborar.
En un período posterior, ella es sometida a una cirugía para corregir un tema
ginecológico –se habla de quistes ováricos– entonces, Guillermo Yunge la acoge
convaleciente en la residencia oficial del Gobierno de Chile. A partir de ahí,
Marisol nunca más se separaría de su lado.
Lo repentino e informal de esa relación no iba a ser bien visto por el cuerpo
diplomático costarricense, que entendía que el representante chileno estaba casa-
do legalmente en su país, con Karin Lehner. Como una manera de soslayar los
comentarios y, a la vez, de formalizar el nuevo vínculo, Guillermo y Marisol
viajaron a Paraguay donde, con el transcurrir de los días, regresaron con argolla
en mano, en señal de haber contraído matrimonio. Algunos embajadores de lega-
ciones como Alemania, Francia, Estados Unidos y la Nunciatura dudaron de la
autenticidad de ese matrimonio.
100
Tercera Sala de la Corte …nunca llegamos a ver un documento. Simplemente, regre-
Suprema de Justicia, Archi-
só de su viaje con anillo de bodas. Se comentó mucho en
vo V-621-F-94, San José, Cos-
ta Rica. 22 de diciembre de las oficinas (de la embajada) con Nieto, Rocío y demás,
1994. Disponible en <http:// pues nos parecía que no era cierto, pero no lo puedo com-
www.poder-judicial.go.cr/ probar. La duda de la legalidad de ese matrimonio, sí me
salatercera/jurispruden-
consta, pues yo misma recibí las llamadas de las secreta-
cia%20 general/1994/621-f-
94.doc>. Revisado el 18 sep- rias de la Nunciatura, Alemania y la misma Cancillería tica,
tiembre de 2005. en donde me solicitaron si yo podía confirmar el acto. Sim-
101
Los antecedentes recopi- plemente, respondí que era un asunto personal de Yunge y
lados serán explicados y
que debían conversar con él. Mientras tanto, Yunge envió
develados más adelante en
este libro. notificación oficial a la Cancillería tica acreditando a Cheves
102
Declaración hecha por como su esposa, y solicitando a la Cancillería chilena, pasa-
Ligia Sánchez para esta in- porte diplomático para ella, como su esposa (Ligia
vestigación.
Sánchez) 102.
100
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
Los días previos al viaje a Paraguay, Rocío Sariego mantuvo una constante
comunicación con las hijas y la esposa de Yunge en Chile:
KARIN LEHNER: Te puedo contar que cuando Guillermo hace evidente que se quiere casar, la
Rocío nos dijo: «Todos hemos rogado que no se case».
PERIODISTA: ¿Y por qué le habrán manifestado eso?
KARIN LEHNER: No lo sé.
PERIODISTA: Quizás sabían quién era Marisol Cheves.
KARIN LEHNER: O, yo creo que, a lo mejor, no les calzaba que estuvieran juntos.
Al poco tiempo que Marisol y Guillermo inician una vida juntos, comienzan a
suceder una serie de hechos y cambios inexplicables, no solo en la residencia del
embajador, sino, en la personalidad de Yunge. Marisol Cheves impone ciertas
reglas en el manejo del hogar, que el embajador chileno acata sin mayores mira-
mientos. De ello es testigo el hijo del diplomático, Guillermo Yunge Lehner, quien
alcanza a vivir con ellos en la residencia durante cuatro meses:
PERIODISTA: Últimamente surgieron muchas críticas a la labor que desempeñó tu papá, sobre
todo de los mismos chilenos residentes, quienes incluso manifestaron su molestia a la canci-
llería en Chile. ¿Qué respuestas das tú a eso? o sea, ¿cómo lo interpretas? ¿Por qué pasó?
GUILLERMO YUNGE JR: Mi padre, alguna situación habrá pasado que lo hizo cambiar. No sé qué
habrá sido, ni tampoco voy a teorizar porque puedo equivocarme. Pero sí puedo decir que en
el momento en que Marisol empezó a tomar un poco más la responsabilidad de la casa
(residencia), empezó todo este cambio en él.
PERIODISTA: Cuestión que comparten otras personas con las cuales hemos conversado. Hoy,
¿cuál es la relación con tu padre?
GUILLERMO YUNGE JR: Ahora, en realidad, no he hablado con él desde hace varios meses, que
vino a Chile (noviembre 2004) y hablamos de relacionarnos un poco más. Pero fuera de eso,
nada más. O sea, desconectados completamente. No tengo el teléfono de la casa de él en
Costa Rica, nada.
PERIODISTA: ¿Qué impresión tienes de Marisol Cheves?
GUILLERMO YUNGE JR: Se las da de intelectual, lo tengo más que claro, pero la «huevona» es un
cero a la izquierda.
101
7HUURUHQODHPEDMDGD
MARCELA GUERRERO: Yunge le dice a Roberto (Nieto) que busque una secretaria para él,
porque en ese momento, Ligia (Sánchez) ya no estaba. Entonces, solo estaba Xinia (Vargas)
y ya bastante trabajo tenía ella. Entonces, Roberto pone un aviso en el periódico buscando
secretaria y recuerdo que tenía un alto así de papeles, donde tenía que seleccionar un
currículo y entrevistar. Entonces él (Nieto) selecciona, por decirte, 10 de 400, y le comenta
a Yunge; pero Yunge dice: «Ah no, no, no. Yo necesito una secretaria que no sea fértil».
Roberto se quedó así como diciendo: «Y a este ¿qué le pasa?». Y me lo comenta y le digo:
«Querrá una mujer de cincuenta o sesenta años», pero ¿por qué dice «no fértil»? Roberto
dice: «¡Otra vez, todo lo mismo!». Llega de nuevo con otros currículos y cuando estaba en
plena selección, Yunge le informa: «No, ya tengo secretaria». Entonces Roberto le dice:
«¿Quién?». Y él le contesta: «Un secretario. Se llama César Gómez».
PERIODISTA: Entonces, César ¿cuándo llega?
MARCELA GUERRERO: Debe haber sido a principios del 2004.
PERIODISTA: Después que se va Ligia.
MARCELA GUERRERO: Sí, como dos meses y llega César Gómez. Entonces entra César y Roberto lo
102
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
detestaba porque, en el fondo, lo notaba como espía. Revisaba los documentos, muy callado,
un personaje siniestro, poco conservador, que no le gustó y se lo manifestaba a él, a César.
LIGIA SÁNCHEZ: Por lo menos, cuando yo estuve, a este muchacho lo trajo el embajador a
trabajar en las oficinas y, desde el punto de vista oficial, eso está prohibido. Una persona
externa, que no es funcionario, no puede tener acceso a los archivos. Sin embargo, el
embajador Yunge lo trajo y dio orden de que era una persona sumamente completa, de su
confianza y tenía acceso completo…
XINIA VARGAS: …a todos los computadores.
LIGIA SÁNCHEZ: A todos.
XINIA VARGAS: Y sin ser funcionario de la embajada.
LIGIA SÁNCHEZ: No era funcionario de la embajada. Por lo menos, a mí, personalmente, el
embajador un día me dijo que él (César Gómez) estaba haciéndole un trabajo personal y que
iba a estar en la oficina. Y, efectivamente, llegaba tempranito el muchacho, pasaba todo el
día escribiendo, viendo libros, usaba la computadora, una de la recepción que había en ese
momento, y él ahí se instalaba, supuestamente haciéndole un trabajo personal al embaja-
dor. Sin embargo, la orden fue que el muchacho tenía acceso completo a la oficina. Y se lo
repito, yo sabía que eso estaba prohibido. Una persona externa, no siendo funcionario, que
tuviera acceso completo a una oficina, pero ¡como era la orden del jefe máximo!
/RTXHVXFHGtDFRQDQWHULRULGDG
8QHPEDMDGRUDXVHQWH
104
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
nas o haya contribuido a la muerte de tres personas. ¡Nada que ver!» (Sara
Astica)104.
Otra, entre los chilenos que no aceptaron los comentarios que denostaban a
Yunge, es la presidenta de Casa Chile, Otilia Zenteno105. Ella considera que las
malas referencias y comentarios hacia Yunge se deben a otras razones:
Antes de la tragedia y después, despidieron personal que trabajaba ahí (en la
embajada), porque los descubrieron en cosas ilícitas. Esas mismas personas
hicieron comentarios y divulgaron rumores de lo que sucedía (…); curiosa-
mente había dos bandos, unos a favor y otros en contra (de Yunge) (Otilia
Zenteno)106.
OTILIA ZENTENO: …muchas de las cosas que se decían no eran ciertas y algunas eran unas
verdaderas infamias.
PERIODISTA: ¿Cómo qué cosas?
OTILIA ZENTENO: Que Yunge era culpable de la muerte de sus compañeros de trabajo, práctica-
mente, como que fue él quien puso el arma en la mano del policía y le dijo: «asesine». (…)
Lo criticaron hasta por qué él entró con su señora a la embajada, que por qué no había
entrado solo, que con eso comprobaban que era un cobarde, en fin.
PERIODISTA: Entiendo...
OTILIA ZENTENO: Guillermo nunca fue una persona sociable y mucha gente le criticaba eso,
porque no aceptó algunas cosas que a él no le parecían como diplomático.
PERIODISTA: ¿Qué cosas?
OTILIA ZENTENO: Sobre todo, en un principio, cuando él llego acá (a Costa Rica), irse de juerga
con gente de acá. Una vez que aceptó, salió hasta en los periódicos de acá, porque alguien
llamó a la prensa. ¡Dime si eso no es maldad!
PERIODISTA: ¿Con qué tipo de gente?
OTILIA ZENTENO: Sobre todo los de la farándula, actores…
PERIODISTA: Bueno, en ese sentido, yo supe que antes que Guillermo estableciera una relación
más permanente con Marisol Cheves, efectivamente, llevaba una vida algo más bohemia,
donde salía a bares y compartía con distintos personajes del ámbito político y cultural. ¡Me
parece que en eso no hay nada malo!
OTILIA ZENTENO: Totalmente de acuerdo y lo podía hacer. Estaba solo
acá, pero después se le dio vuelta la moneda, y la misma gente
104
que le palmoteaba la espalda quería sacarlo. Declaración hecha por
Sara Astica para esta inves-
PERIODISTA: Tú ¿qué crees de eso que se habla, que era un embaja- tigación.
dor ausente, que no iba a la embajada y que no cumplía con sus 105 Casa Chile es una ONG
deberes? ¿Incluso que no asistía a las invitaciones que recibía? que se fundó en 1990 con
OTILIA ZENTENO: En parte, sí. la vuelta de la democracia
en Chile. Está dedicada a
la ayuda social. Se creó para
Sin duda, muchas de las cosas que manifiestan Astica y afianzar los lazos entre chi-
Zenteno, corresponden a una deformación de la realidad y, lenos y costarricenses, y
seguramente, muchos chilenos pudieron no tener empatía para mantener la cultura
tradicional chilena en las
con Yunge, ya sea por su carácter, por su personalidad dis- nuevas generaciones. Es
plicente y, a veces, poco sociable. Pero una cosa distinta una institución que repre-
fueron las acusaciones que se levantaron contra su persona, senta a la colonia chilena,
a raíz de los hechos acaecidos el 27 de julio de 2004. Algu- participativa, sin color polí-
tico, raza o religión.
nos, quizás, pretendieron aprovecharse de las circunstancias 106
Declaración hecha por
para agrandar, aún más, sus recelos contra el embajador. Otilia Zenteno para esta in-
Sin embargo, los datos recabados en terreno hablan de vestigación.
otros hechos que protagonizó Yunge y que, claramente,
105
7HUURUHQODHPEDMDGD
106
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
Las ausencias del embajador también fueron constatadas por el sumario ad-
ministrativo interno que efectuó la Cancillería chilena, con la investigación que
llevó a cabo el ministro consejero, Eduardo Gálvez. Según el diario La Tercera,
«Altas fuentes diplomáticas que pudieron leer el texto, afirman que Yunge era un
embajador ausente, que dejaba pasar varios días sin hacerse presente en su despa-
cho, y que cuando amagaba retomar sus funciones, solo lograba que el clima de
trabajo se enrareciera aún más»109.
$EXVRGHSRGHU\GHVRUGHQDGPLQLVWUDWLYR
'HVSLGRDEXVLYRGHHPSOHDGRV
108
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
el cuarto y nos hacía trabajar. Yo iba a trabajar de lunes a sábado, hasta las dos de la tarde.
Después nos pidieron que debíamos trabajar los domingos porque la señora no le gustaba
hacer nada, ni su desayuno del fin de semana. ¡El domingo es para descansar!, ¡no es todo
trabajo!
PERIODISTA: Usted ¿hasta cuándo trabajó?
EMPLEADAS: Yo trabajé catorce meses, me corrió el 5 de abril, creo yo. Fue él quién me despidió.
Me dejó trabajar ese día, pero como a las cinco y media llegó este muchacho, César, a decirme:
«Dice Guillermo que le firme este papel. Es la carta de despido». Ahí le digo yo: «Bueno, ¿y don
Guillermo no tuvo el valor de decirme él?». En la mañana que vino al almuerzo y ¿no me pudo
decir que era el último día de trabajo? Le dije a César: «Yo no me he portado un mes mal con
él y con nadie. Está bien –le digo yo–, pero no le voy a firmar eso, porque él me está corriendo
sin pagarme». César me dijo: «No, Guillermo dice que cuando regrese le va a traer el pago». Él
me dice: «Necesito que le firme». «¡No voy a firmar!», le digo yo a César.
109
7HUURUHQODHPEDMDGD
responsabilidades para la embajada y para nosotros. En ese momento, nosotros nos senti-
mos muy contentos por la aceptación que había tenido la iniciativa, y empezamos a conocer
a las diferentes personas que integraban la embajada. Todo fue muy cordial, la atención.
Veíamos un trato muy familiar en ese grupo de personas.
PERIODISTA: Sin embargo, esa situación cambió. Ustedes se dieron cuenta de una improvisa-
ción, donde hubo falta de comunicación.
ROBERTO FUSTER: Claro. Cuando ya estábamos próximos a realizar la exposición, algunos días
antes, nos dimos cuenta de que no estaban preparados ciertos materiales que habíamos
imaginado, iban a ser responsabilidad de la embajada. Por ejemplo, hacer un folleto para una
gran difusión, para que la sala estuviera colmada. Nosotros estábamos interesados en difundir
las obras de nuestro tío, para que fuera conocido en Costa Rica, porque efectivamente no se
conocía. Es más, yo envié correos al periódico La Nación de Costa Rica, dando señas de que se
iba a realizar una exposición en la embajada y tampoco concurrieron. Entonces, en esa medida
creo que hubo poca difusión o hubo un grado de improvisación de parte de ellos.
PERIODISTA: Hay un detalle que no podemos pasar por alto, que es la pérdida de cuadros y
dibujos. Eso ¿de qué manera se da?
ROBERTO FUSTER: Bueno, nosotros habíamos aportado 12 cuadros enmarcados y un conjunto
de serigrafías que tienen como nombre «Sin paz». Es una obra del pintor del año ‘47. Para
nosotros tiene un gran valor patrimonial, y tres de esas serigrafías no estaban enmarcadas.
Entonces, era una tarea que se la íbamos a dejar a la embajada pero, finalmente, no se
enmarcaron, no se presentaron, no se expusieron esas tres serigrafías. Cuando terminó el
período de exposición, yo me encargué del retiro, pero no retiré esas tres por olvido.
Posteriormente, las fui a retirar y me dijeron que no las encontraban. Insistentemente, mes
a mes, cada cierto tiempo fui a preguntar por ellas y solo recibía la promesa de que iban a
ser buscados y devueltos. Pero, transcurrió mucho tiempo. Estamos hablando prácticamen-
te de ocho meses de estar reclamándolas, hasta que a mediados de julio, en ocasión de
hacer un trámite de pasaporte, tuve la ocasión de hablar con Rocío Sariego y Gustavo
Becerra, reiterándoles el reclamo de este material. Cuando tuve que ir a buscar el pasapor-
te, a la semana siguiente de iniciado el trámite, Rocío me prometió que me iba a buscar ese
material, que lo iba a indagar, porque yo le dije que de lo contrario, como ya había reclama-
do y apelado tantas veces, yo iba a hacer una protesta formal. Ella me prometió que me lo
averiguaba y que llamaba por teléfono, hecho que no ocurrió. A los cinco días de esa cita fue
el crimen tan dramático para todos nosotros. Posteriormente, yo me desencanté de la idea
que tenía en mi cabeza de recuperarlas, pero simplemente ya no quería hacerlo. No obstan-
te, después me di ánimo. No era posible que se extraviaran. La embajada había recibido un
material de nosotros, y se habían hecho cargo de eso. Había una persona responsable, la
cual tenía que darnos cuenta del préstamo. Cuando ya sucedieron los hechos tan trágicos,
viene un responsable a la embajada, el consejero José Fernández Barahona, y a él le
entrego una nota escrita de cómo fue que había ocurrido toda esta situación del préstamo
(de material). A él le entregué fotocopias de las serigrafías que me faltaban, y él me
prometió resolver ese asunto apenas pudiera, mientras el agregado cultural regresaba al país.
Como la respuesta tardó, volví a hacer una carta de reclamo insistiéndole en mi apelación.
También recurrí por correo electrónico al ministro de Relaciones Exteriores de Chile, don
Ignacio Walker, y él me contestó que, en verdad, él iba a estudiar el caso y que con la mayor
prontitud me respondía. Yo seguí esperando una respuesta que nunca llegó. Insistí con una
nueva carta pidiendo se me especificara en qué forma me iban a restituir lo que se había
prestado. Al tiempo, recibí una nota donde me decían que las serigrafías y los materiales
facilitados no habían sido hallados, sugiriendo que por los hechos del crimen y todo el desor-
den que ahí se había provocado, ahí se habrían extraviado. Pero yo había advertido que este
hecho había ocurrido ocho meses antes y no tenía nada que ver con este asunto del crimen.
110
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
113
Xinia Vargas desertó como –Nada, nada. Hasta ahora, en- se me bajó la presión. Enton-
secretaria del consulado, el 23 tonces, me he sentido tan bien. ces, yo me monté en un taxi y
de diciembre de 2004. A partir Yo le dije a Ligia: «No quiero le dije (al chofer), «señor, llé-
de ahí, nunca más se presentó volver», porque hasta ahora me veme a casa». En el camino
a trabajar. Este es el diálogo ha servido para mí, para pen- me fui recuperando, pero fue
que sostuvimos con ella en sar, para sentirme tranquila. algo espantoso, fue algo es-
enero de 2005, explicando las Imagínense que, más de una pantoso. Es una fobia, es un
razones de su alejamiento: vez, iba yo en el autobús para susto que, por ejemplo, inclu-
–¿Desde cuándo que no va a la trabajar y me tenía que bajar so, si yo estaba ahí y alguien
embajada? porque sentía náuseas. Yo sen- tiraba una puerta, yo de una
–Desde el 23 de diciembre. tía un horror de llegar a la Em- vez me sobresaltaba. Los rui-
–¿Y no ha tenido comunicación bajada. El abrir la puerta para dos fuertes y las voces fuertes,
con la gente allá? mí era lo peor y a ellos se los todo eso a mí me sobresalta.
–Sí, me han llamado. decía: «Yo siento náuseas». Al Yo he quedado sumamente
–¿Y? psiquiatra también se lo dije. afectada.
–No quiero ir. El psiquiatra dio unos dictáme- –¿Usted le comunicó esto a al-
–¿Por esto mismo? nes que los voy a llevar el día guien de la embajada?
–Sí que vaya a la fiscalía, para que –Ellos lo saben.
–Pero me imagino que hay algo ellos vean el dictamen que dio –¿Que necesitaba descansar un
más el psiquiatra, del pánico que poco?
–Lo que pasa es que hasta aho- yo tenía. Primero, me estaban –Sí, pero la respuesta era que
ra, yo he tenido tiempo de dár- dando (náuseas) en las noches. «usted no se puede ir», «aquí
melo a mí, y me he sentido Cuando yo buscaba mi ropa no hay quien le pueda suplir»
tan bien… para dejarla lista (para el día y nunca pensaron en traer otra
–¿…que no te dan ganas de siguiente), en la noche me da- persona. Imagínate que cuan-
volver? ban estas náuseas espantosas. do Ligia (Sánchez) se fue, nos
–(Asiente con la cabeza). Es que Yo vomitaba del susto, enton- quedamos nada más Rocío y
a mí no me dieron tiempo. Yo ces, él (siquiatra) me dijo: «No yo. Rocío realizaba algunas fun-
fui a trabajar al día siguiente la aliste en la noche para que ciones ahí, y luego, cuando
(de las muertes). Yo estaba en pueda dormir tranquila. Alíste- Rocío se fue de la Embajada,
mi casa, y ellos me llamaron la en la mañana». Y yo, más que la contrató CUSO , yo me
que fuera a las doce, y fui. Ahí, de alguna vez, me tenía que quedé sola. Entonces, hacía
todavía olía a sangre y de todo. bajar del autobús. Un día me todo lo que era el consulado,
–Siguió trabajando y ¿ni siquie- tuve que bajar en Moravia… más las funciones que hubie-
ra le dieron un tiempo para re- –¿Camino a la embajada? ran de la embajada, y ahí don
cuperarse? –Sí, me tuve que bajar porque Roberto (Nieto) quiso compen-
111
7HUURUHQODHPEDMDGD
hecho: «Las serigrafías las prestó don Roberto Fuster para una exposición. Don
Gustavo y Rocío (…), cuando esa exposición terminó, no se preocuparon dónde
guardar las serigrafías. Unos días se guardaron en la biblioteca, después estorba-
ron y los llevaron a la bodega. Nadie más se preocupó. Por eso ni siquiera el
dueño las reclamó, hasta tiempo después. Don Gustavo y Rocío le pedían a don
Bernal (Vega) que las buscara. No aparecieron nunca. Con todo lo que pasó, don
Roberto Fuster y don Julio Escames114 se presentaron en la embajada, después del
27 de julio, para hablar con don Jaime Bascuñán, que era el que estaba en ese
momento (a cargo de la embajada) a reclamar, uno las serigrafías y el otro (Julio
Escames) un cuadro que él había regalado para adornar la embajada (…). El cua-
dro se devolvió, pero de las serigrafías no se pudo saber nada. Tiempo después
volvió el señor Fuster con una carta para que enviaran a Chile, donde informaba de
la pérdida de las serigrafías, responsabilizando directamente a don Gustavo Bece-
rra, porque Rocío ya no estaba. Esto le costó a don Gustavo su despido…».
Hasta aquí, el relato era coincidente con lo que nos había contado el propio
afectado, el señor Fuster. Pero, nuestra sorpresa fue mayor cuando Xinia aportó
un nuevo antecedente: «… un día llegó César (Gómez) con unas serigrafías, y se
las enseñó a don Gustavo. Él me llamó y me dijo que las había traído César de la
residencia, (César dijo) que se las había encontrado cuando estaban en lo de la
mudanza. No eran todas, pero sí unas».
Según Xinia, cuando Yunge hizo abandono de la resi-
dencia, meses después de ocurrida la tragedia –durante la
sarme y me aumentaron el mudanza–, César Gómez apareció en la embajada con
salario. unas serigrafías. Según las descripciones de estas, dadas
En esa misma fecha de
por Roberto Fuster, corresponderían a las que se extravia-
la entrevista, Xinia estaba
siendo investigada por el ron. De ser así, ¿Qué hacían en la casa del embajador?
extravío de unos dineros que ¿Quién las sacó de la embajada? ¿Por qué la Cancillería
habrían pasado por sus chilena no las pesquisó?
manos, y de cuyo paradero
nunca se supo. En la sede
diplomática chilena se asu- (OH[WUDYtRGHHVWDPSLOODVFRQVXODUHV
mió el alejamiento volunta-
rio y definitivo de Xinia, Un consulado está definido como la representación de
como acusando el golpe por
la administración pública de un país en el extranjero. Tra-
la pérdida de ese capital.
Pese a que por esta causa baja para sus conciudadanos residentes, o que transitan
Xinia fue citada a declarar, de forma pasajera o en calidad de turistas. Las tareas que
ella nunca se presentó. En- tiene encomendadas un consulado son, entre otras, esta-
tonces, las autoridades chi-
blecer y renovar pasaportes, tramitar documentos oficia-
lenas decidieron no escar-
bar más en el asunto, para les de nacimiento, defunción, divorcios. En el caso de Chile,
no generar más polémica. para todas estas gestiones, la Contraloría General de la
El dinero fue restituido por República envía a los distintos consulados –en donde Chi-
el nuevo cónsul que reem-
le tiene representación diplomática–, lo que se llaman «es-
plazó a Christian Yuseff, Al-
berto Rodríguez Aspillaga. tampillas consulares». Si por ejemplo, un chileno en el
114
Julio Escames es un pin- extranjero requiere renovar pasaporte, ya sea por hurto,
tor chileno oriundo de la extravío o vencimiento, se acerca al consulado y solicita
octava región, radicado en
el documento, por el cual deberá pagar un monto en dine-
Costa Rica desde 1974. Es
profesor universitario con ro. Las estampillas consulares adheridas al documento
gran influencia en la plásti- certifican el equivalente en dinero cancelado por ese trá-
ca costarricense y destaca mite, además de otorgar legalidad al instrumento. Men-
por su pintura al óleo, los
sualmente, esos dineros son enviados en un cheque a la
murales y sus grabados.
Contraloría en Chile, que debe hacer cuadrar los ítems.
112
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
LIGIA SÁNCHEZ: Hubo una gran cantidad de estampillas que se perdieron (…). Xinia era nueva
en la embajada y yo la estaba entrenando para el consulado, y cuando Xinia no estaba, yo
era la que actuaba como secretaria consular. En ese momento, Rocío también quería apren-
der a manejarse en el consulado. Yo siempre le decía, «tenga mucho cuidado». Entonces
compartíamos las tareas. Un día, yo fui a hacer una «actuación» y no encontré las estampi-
llas. Entonces digo: «Rocío, ¿las estampillas?». Ella me dice: «Ah, yo no sé. Ahí deben de
estar, ahí la debe de tener la Xinia». Como no las encontré llamé (por teléfono) a Xinia y le
dije: «Xinia, no encuentro las estampillas». «Pero ahí están», me dice, «ahí mismo en la
gaveta donde yo las tengo». La cuestión es que esperamos que Xinia regresara. Cuando
Xinia regresó, no las encontramos. Hubo un sumario al consulado.
PERIODISTA: ¿Y ese sumario quién lo ordenó?
LIGIA SANCHEZ: La Cancillería. Entonces, ¿qué es lo que pasa? Xinia me comentó que un día don
Roberto llegó al consulado y botó papeles, tiró cosas (al tacho de la basura). Entonces, Xinia
me dice: «Ligia, estoy muy preocupada porque fíjese que Roberto llegó y dijo: ‘¡Esto no
sirve!, ¡esto no sirve!, hay que botar papeles’ y botó muchas cosas». Yo le dije: «Pero, Xinia,
¿usted revisó los papeles que él botaba?». Y me dice: «No, porque él llegó y corrió y corrió
y le dijo a Jesús Abarca: ‘¡Tome, bote eso no sirve!’». Entonces yo le dije a Xinia: «¿No será
que en un momento dado, sin darse cuenta, Roberto botó las estampillas sin querer?».
PERIODISTA: ¿De qué otra forma se podían perder?
LIGIA SÁNCHEZ: ¡Imposible! Mire, yo trabajé quince años y nunca faltó una estampilla, y falta-
ban casi cuatro mil dólares.
PERIODISTA: Entonces, ¿qué hicieron?
LIGIA SÁNCHEZ: Se informó a Chile que faltaban.
PERIODISTA: ¿Y ellos pidieron el sumario?
LIGIA SÁNCHEZ: Hicieron un sumario, vinieron dos personas…
PERIODISTA: ¿De la Cancillería?
LIGIA SÁNCHEZ: Sí.
PERIODISTA: ¿De Chile?
LIGIA SÁNCHEZ: No, no. Vino Juan Carlos Salazar que está destacado en Panamá. Por cierto,
trabajó aquí también. Fue jefe mío. No recuerdo si la otra persona venía de Chile. No
recuerdo bien, si venía de Chile o de otra embajada.
PERIODISTA: ¿Tampoco el nombre?
LIGIA SÁNCHEZ: No, no me acuerdo. Vinieron, nos hicieron una entrevista a cada uno, preguntas
muy puntuales. Al final, cuando dejé de trabajar en la embajada, supe que iban a hacer a
don Christian (Yuseff) pagar las estampillas. Como era el jefe responsable, como él era el
cónsul, dijeron que tenía que tener un mayor control (…). Yo nunca vi un documento que
dijera, que llegó a la conclusión de algo, pero Roberto sí se enteró que yo hice ese comen-
tario, de que tal vez los había botado cuando tiró todos esos papeles. Entonces, no le gustó
113
7HUURUHQODHPEDMDGD
y me culpaba a mí de por qué yo estaba haciendo comentarios de que él había botado las
estampillas.
PERIODISTA: ¿Te lo dijo?
LIGIA SÁNCHEZ: Sí, me lo dijo. Yo le dije: «Don Roberto, pero si yo no estoy diciendo que usted las
botó. Yo dije que tal vez, en ese momento, sin darse cuenta, se fueron». Él me dice: «No, es que
usted está diciendo que yo soy el responsable, que yo fui el que las perdí». Yo le dije: «No,
señor, eso no fue lo que yo dije». «Sí, es que Christian, eso fue lo que me dijo». A mí me extrañó
mucho. Pero en fin, los comentarios son comentarios y cada uno lo dice de acuerdo a como
quiera. Entonces, yo no sé si eso lo motivó como para no querer trabajar más conmigo…
'HVSLGRGH/LJLD6iQFKH]
114
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
(OPDQHMRGHORVGLQHURV
LIGIA SÁNCHEZ: Yo, normalmente, recibía las facturas y hacía el cheque por el monto exacto. Por
ejemplo, si yo recibía la factura del teléfono por 10 mil colones, lo llevaba para que lo
firmara quien estuviera, ya fuera Nieto con Christian, ya fuera el embajador con Christian, ya
fuera el embajador con Nieto, y así era el sistema. Cuando Nieto llegó, yo le pregunté si iba
a hacer algún cambio, y él dijo que no, que siguiéramos funcionando de la misma manera.
Lo que a mí me pareció raro un día es que yo necesitaba hacer una conciliación bancaria
mensual…
PERIODISTA: ¿Qué significa eso?
LIGIA SÁNCHEZ: Que la contabilidad de los gastos que yo tengo tienen que cuadrar con los
cheques girados en el banco. No tiene que haber un gasto que no esté considerado en el
banco, ni en el libro de contabilidad. Eso yo lo hacía mensual. Yo era muy rigurosa en todo
esto, de hecho a mí nunca me faltó un peso, principalmente la de dólares. La de dólares lo
único que yo hacía era cambiar en proporción casi a las necesidades. Si me mandaban 10 mil
dólares, yo no cambiaba los 10 mil dólares, los iba cambiando proporcional a la necesidad.
Entonces, una vez no me llegó el estado de cuenta para yo conciliar, y don Roberto me dijo
115
7HUURUHQODHPEDMDGD
116
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
permitidas. Un solo funcionario no podía manejar las cuentas oficiales, y usted al tener una
tarjeta de cajero automático, no necesita la firma de nadie.
PERIODISTA: ¿Y no pudo ser que la Cancillería chilena le haya autorizado ese cambio?
LIGIA SÁNCHEZ: A mí, lo que me extraña, es que si hubo autorización, todo lo que eran cambios
en el sistema contable de mis manejos, porque existe toda una normativa al respecto, a mí
me lo informaban. Todo lo que llegara en relación a la contabilidad, algún cambio, alguna
normativa nueva, me la hacían llegar para que yo estuviera enterada.
PERIODISTA: Esto que me estás contando, ¿se lo informaste al fiscal Eduardo Gálvez?
LIGIA SÁNCHEZ: No, yo nunca lo he contado. De hecho, es la primera vez que lo cuento.
/DIDFWXUDLPSDJDGHOLFRUHVH[RQHUDGRV
Los gobiernos, en los distintos países donde existen embajadas, suelen otorgar
a sus diplomáticos, cuotas con exención de impuesto para la compra de productos
como licores, cigarrillos, perfumes y otros. Es una especie de Duty Free, como el
que existe en los aeropuertos del mundo. Este beneficio, si no es utilizado por el
funcionario, al finalizar el año se pierde.
En el caso de Costa Rica, la exoneración comprendía una rebaja al producto
de 40 por ciento sobre el precio original. Para acceder a ella existe un formulario
que se llena con todos los datos del representante y la embajada a la que pertene-
ce. El documento se envía a la Cancillería local y este lo reenvía al Ministerio de
Hacienda, donde lo legalizan con timbres y sellos. Pasado el trámite, los papeles
se devuelven sellados a la embajada para que sean presentados ante la empresa
que tiene la concesión del producto a exonerar. En San José, la compañía que
expende los licores para la embajada de Chile es «Holterman & Cía.» que, ade-
más, cuenta con la franquicia de los vinos Concha y Toro, entre otros.
En la legación chilena, aunque no era una práctica autorizada por los gobiernos
de ambos países, cuando llegaba el mes de diciembre, Yunge, Nieto y Yuseff auto-
rizaban para que los funcionarios a contrata, que no tenían rango diplomático,
eligieran si iban a querer comprar algún licor. Entonces, entre todos reunían el
dinero para pagarlo en una sola factura. De esa manera, se aprovechaba la cuota
al máximo, en el supuesto que ninguno de los tres quisiera aprovecharla para sí.
Antes de explicar cómo se dan los hechos de los licores que pidió Yunge a
Sánchez, y que motivaron su despido de la embajada, debemos precisar otros
hechos ocurridos meses antes de diciembre de 2003. La embajada de Chile realizó
una especie de censo o catastro con todos los chilenos residentes, para saber cuán-
tos conformaban la colonia. Para ello, aprovechó un partido de fútbol amistoso
que disputaron el 8 de junio, las selecciones de Costa Rica y Chile, en el Estadio
Ricardo Saprissa. Para ese evento, se mandó a hacer una gigantografía, que se
117
7HUURUHQODHPEDMDGD
En ese mismo mes, Sánchez consultó a Yunge si iba a ocupar su cuota para
pedir licores exonerados, a lo que el embajador asintió presentándole una lista de
lo requerido. La secretaria envió los formularios para aprobar la exoneración.
Entonces, Yunge le dijo que necesitaba con premura los licores, por lo que la
mujer, aprovechando la buena relación existente con «Holterman & Cía.», solici-
tó al representante que le adelantara el pedido a la brevedad, mientras se trami-
taban los papeles en la Cancillería y el Ministerio de Hacienda. Finalmente, los
licores fueron enviados a la embajada, amparada con una factura que registró el
precio normal, sin exonerar todos los impuestos. Esta factura registró un monto
de 518.453 colones, equivalentes en ese mes, a unos 1.246 dólares. Esos mismos
licores, una vez que los papeles de exoneración fueron tramitados y aprobados
por las instancias correspondientes, significó que Ligia Sánchez cancelara un to-
tal de 829 dólares, y la factura original de los licores por adelantado fuera anula-
da. Queda constancia de la revocación primera, y la emisión de la nueva boleta
por el valor real cancelado, sin impuestos:
118
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
::: Esta es la factura original enviada por Holterman & Cía. para justificar el envío adelantado de
licores, según la solicitud hecha por Guillermo Yunge a Ligia Sánchez. El monto indica un total
de 518.453 colones, que incluye los impuestos. Equivale, al cambio de diciembre de 2003, a un
total de 1.246 dólares. Finalmente, una vez que fue autorizada la exoneración, por la Cancillería
y por el Ministerio de Hacienda costarricense, el documento fue anulado.
::: Esta es la boleta que canceló Ligia Sánchez con el valor total exonerado de los licores que
solicitó Yunge, después que fue aprobada la exención de impuestos. Nótese la fecha de pago,
que es donde se origina la arbitrariedad de Yunge contra la secretaria.
119
7HUURUHQODHPEDMDGD
Cuando se llega al último mes del año, las órdenes contables de la Cancillería
chilena son siempre tratar de pagar al máximo, todas las facturas pendientes al
31 de diciembre. Si alguna cuenta quedase impaga, se autoriza a cancelar con
cualquiera de los fondos que queden disponibles, de cualquiera de los cuatro
ítems mencionados con anterioridad.
De esa manera, cuadraron todos los dineros y las deudas que contrajo la lega-
ción durante el año. Esto implicó que la Cancillería chilena ignorara la existencia
de la factura, por la cuota de licores que había solicitado el embajador. En enero de
2004, Sánchez todavía tenía pendiente demostrar a Yunge el pago de los licores.
Aunque la autorización para exonerar se había dado, la factura que se reque-
ría para cancelarla se entrampó en «Holterman & Cía.». Sánchez estuvo las
últimas dos semanas de diciembre insistiendo en ello, mas no hubo respuesta.
120
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
LIGIA SÁNCHEZ: Mientras tanto, Roberto se comportaba de una manera extraña, o sea, trataba
de ser como muy gentil conmigo, mientras tanto, también Rocío Sariego empezó una polí-
tica de ¿por qué Ligia tiene las llaves de esto?, ¿por qué Ligia es la que lleva todo?, ¿por qué
Ligia no es chilena y tiene tanta responsabilidad?, ¿por que Ligia...?
PERIODISTA: ¿A qué atribuyes eso?
LIGIA SÁNCHEZ: Yo desconozco esa parte.
PERIODISTA: ¿Antes no había sido así?
LIGIA SÁNCHEZ: No. Esta muchacha antes de que llegara Roberto, te digo, yo misma le compré
una tele y un microondas para que ella pudiera tener sus cositas, y ella lo pagaba...
PERIODISTA: ¿Para la oficina o para la casa?
LIGIA SÁNCHEZ: De sus cosas personales, para la casa.
PERIODISTA: ¿Y ella vivía...?
LIGIA SÁNCHEZ: Ella alquilaba una casita sola. Ella alquilaba una casita sola y no tenía sus
cosas. Entonces, ella me hizo el comentario y yo le facilité la compra a crédito. Yo la compré
a nombre mío y ella lo pagaba mensualmente.
PERIODISTA: Y pese a eso, ¿por qué se puso así contigo?
LIGIA SÁNCHEZ: Yo lo desconozco. O sea, empezó una política de ¿por qué Ligia tiene tanto
poder?, ¿por qué Ligia tiene llave de todo...?
PERIODISTA: Bueno, y está también el tema de Nieto, que te reclamaba por las estampillas…
LIGIA SÁNCHEZ: Sí.
PERIODISTA: ¿Y cómo era tu relación con Marisol Cheves?
LIGIA SÁNCHEZ: El trato de ella conmigo siempre fue: «Hola señora, como está». Después yo me di
cuenta que ella a mí me detestaba… Ella dijo que yo era muy orgullosa, que quién sabe qué me
creía yo, que no me podía ver. (…) Yo no entiendo. Por un lado, me ponían bien con la gente, que
cuando llegaba un ministro acá, y si me lo tenían que presentar, le decían: «Ella es la dueña. Ligia
es la dueña de la embajada. Ella es la que lleva absolutamente todo acá»; y por otro lado,
empiezo a caer mal por proteger tanto los bienes fiscales. Entonces, es como una mezcla…
PERIODISTA: ¿Y cómo entra aquí el tema de tu despido de la embajada?
LIGIA SÁNCHEZ: El 26 de febrero llega Nieto a mi oficina y me dice que hay una reunión con el
embajador. Entonces, yo agarré el cuaderno que usaba para tomar apuntes y fui. Llegué y el
embajador estaba sentado mirando hacia fuera, porque él tenía esa costumbre de no
mirarlo a uno. Entonces, me entrega una carta y me dice: «Bueno, doña Ligia, hemos
decidido prescindir de sus servicios», y yo me quedé así, y le digo: «¿Y por qué?». Y me dice:
«Es que solicité a Holterman un estado de cuentas y me dijeron que había una factura sin
cancelar, cuando usted tenía que haberla cancelado en diciembre». Yo procedí a explicarle
que ellos (Yunge y Nieto) sabían que existía una factura con todos los impuestos, y que
simplemente cancelé la factura en el momento en que llegó a mi mano. Yunge me dijo que
eso no le interesaba que, simplemente, yo no había cumplido con mi trabajo, que la factura
tenía que estar cancelada en diciembre y que, por lo tanto, eso implicaba que yo hacía uso
personal del dinero. Yo le dije: «Vea señor embajador, usted me conoce hace mucho rato. Yo
le he llevado sus cuentas. Usted sabe, perfectamente, que eso no es verdad. Usted me pudo
haber acusado de cualquier cosa, de que era negligente en mi trabajo, de cualquier cosa,
menos de que yo tocaba algún dinero que no era mío, y eso le consta a usted». Entonces, me
contestó: «Bueno, eso es problema mío. El señor Nieto la va a acompañar a su oficina, para
que se vaya ya». Entonces, di la vuelta y salí. Me pidió que firmara la carta. Yo la leí. La firmé
como recibida y se la devolví. Por cierto, Nieto se quedó y lo esperé en la puerta y le dije:
«Roberto, venga porque el embajador quiere que usted me acompañe». Llegué a mi oficina,
cogí mis cuatro cositas. Le dije (a Nieto) que al día siguiente iba a recoger las cosas
personales, y me fui. Al día siguiente, ya me tenía dos cajas preparadas. Me habían sacado
todo de la oficina y nada más las cogí y las eché en el auto y ya está. Entonces, ¿qué hice?
121
7HUURUHQODHPEDMDGD
Mandé una carta al señor Juan Eduardo Burgos, que era el Director de Recursos Humanos
(del Ministerio de Relaciones Exteriores en Chile), con copia al subsecretario, Cristian
Barros y al Director General Administrativo, José Miguel Cruz. En esa carta, al señor Burgos,
le conté que estaban haciendo una injusticia, que me estaban despidiendo sin ninguna
responsabilidad, y que aludían tal y cual motivo. Le pedí que hicieran un sumario completo
en la embajada, de todas las materias, para que comprobaran y me dijeran a mí en qué
momento yo había faltado a la normativa de mi responsabilidad. O sea, que comparen mi
estabilidad emocional y mi trayectoria como persona, con respecto a la de Yunge, para que
este señor se atreva a decir que yo usé platas fiscales (…). Ahí, yo también le digo, o le doy
a entender, que tienen que ver cómo analizan al embajador, porque para mí el embajador
tenía un problema de personalidad…
PERIODISTA: ¿Así se lo planteas, cómo un problema de personalidad, psicológico?
LIGIA SÁNCHEZ: Sí. Que el embajador mantenía un descontrol psicológico y que, por lo tanto,
nos comparen, que hicieran una comparación. No con estas palabras (…) pero les pido un
sumario completo a la embajada y le mando copia de la factura cancelada. Le explico, en
parte, lo de la comida de los jueces y el manejo de las platas (que hacía Yunge). Y todo eso,
lo envié solicitándoles que vieran qué hacían. Después me dirigí al Ministerio del Trabajo (en
San José), que se supone que es la entidad que lo defiende a uno.
PERIODISTA: ¿Y qué respuesta te dieron?
LIGIA SÁNCHEZ: No recibí ninguna respuesta. Me fui al Ministerio del Trabajo y me dijeron que
tenía que ir a la Cancillería costarricense, porque por ser una embajada, eran ellos los que
tenían que mediar. Le mandé una carta al ministro Roberto Tovar (Canciller de Costa Rica)
solicitándole la intervención. Le mandé la copia de mi despido, y todo (…). La Cancillería me
dijo, primero, que según la Convención de Viena, ellos no podían intervenir. Después, les
mandé otro documento diciéndoles que basados en la misma Convención de Viena, que no
estábamos hablando de cuestiones políticas, sino que estábamos hablando de un tema
laboral, y que yo solicitaba que, por favor, intervinieran. Al final, me respondieron que ellos
no tenían injerencia, que eso tenía que irse a los tribunales. Mientras tanto, pasó lo que
pasó en la embajada. Yo iba a enviar la demanda a los tribunales, basado en lo que me
estaba dando la Cancillería, pero en eso pasaron los asesinatos en la embajada. Vino la
comisión respectiva y conversaron conmigo
PERIODISTA: ¿Eduardo Gálvez?
LIGIA SÁNCHEZ: Eduardo Gálvez, el señor Jaime Bascuñán y Marcos Correa. Conversaron conmi-
go, les expliqué todo, les entregué una copia completa de la documentación, y luego, ellos
recabando información, así como estás tú, entrevistando gente, me dijeron a mí, que para
ellos estaba sumamente claro que yo había sido despedida injustamente.
122
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
123
7HUURUHQODHPEDMDGD
3XJQDVDPRUtRV\FRQIOLFWRV
Por lo pronto, lo confuso de este caso se agudizó con una serie de hechos en
donde se vieron involucrados agentes del Estado chileno, representantes diplomá-
ticos y, primordialmente, la embajada.
El fiscal Eduardo Gálvez, enviado por la Cancillería chilena y solicitado por
el subsecretario de Relaciones Exteriores, Cristian Barros, dejó constancia en su
investigación, de algunos de los hechos que inspiran este capítulo.
Los antecedentes que daremos a conocer a continuación, fueron contrastados
con distintas fuentes e informadas, a su debido tiempo, a los familiares de las tres
víctimas chilenas fallecidas. Estos mismos antecedentes fueron desechados por la
Fiscalía que investigó en Costa Rica, argumentando que aquello solo formó parte
de los «chismes y rumores». Negaron que, de haber sido cierta esa información,
tuviera alguna relación o nexo con las muertes.
/RVYLOLSHQGLRVLQWHUQRV
Recordábamos que el cónsul, Christian Yuseff, frecuentó –al igual que Rocío
Sariego y Gustavo Becerra–, la casa del afamado matrimonio de actores chile-
nos, Marcelo Gaete y Sara Astica. La vida en solitario que llevaba Yuseff en
Costa Rica halló consuelo, afecto y confianza, en continuas y frecuentes jornadas
de convivencia junto a ellos. Esto mismo permitió que el diplomático confidenciara
sus aprehensiones en varios asuntos que se vivieron durante el 2003 y 2004.
Los cuestionamientos al desempeño de Yunge eran «pan de cada día», y Yuseff
expuso sus puntos de vista al matrimonio. Él no estaba de acuerdo con las cons-
tantes y permanentes ausencias en el trabajo del embajador, como tampoco de la
relación que había entre él y Marisol Cheves, y de los escándalos que protagoni-
zaron a menudo en la residencia del embajador. El cónsul, hastiado de esas situa-
ciones, comenzó a patrocinar la reunión de firmas con la colonia chilena para
solicitar la expulsión de Yunge como embajador115.
En las conversaciones que Yuseff mantuvo con el matrimonio de chilenos, y
por la misma confianza que ellos depositaron en su persona, dio pie para que el
cónsul confidenciara asuntos y apreciaciones de orden menor, con una evidente
valoración personal. Sin embargo, esas cuestiones «menores» también evidencia-
ron diferencias ostensibles con el jefe de misión y su señora. «Él venía y comenta-
ba de la mala presentación de Marisol, que no sabía vestirse, que había llegado
de una forma muy provocativa, que cómo se le ocurría llegar a una actividad así,
por ejemplo, con un escote muy pegado», cuenta Astica.
El matrimonio Gaete-Astica relata que, para ellos, estos comentarios no revis-
tieron mayor importancia y lo consideraban como «simples chismes». Pero las
diferencias que tenía Yuseff con el embajador y su relación con Cheves, también
se encargó de divulgarlo por otros lados, con otros chilenos, en su denodado
intento por reunir firmas.
Para que el cónsul se envalentonara en esta iniciativa, también influyeron
otros asuntos que lo afectaron personalmente. Christián Yuseff estaba cansado de
las descalificaciones y desprecios que recibía de parte del
jefe de misión. 115
Los escándalos en la resi-
Yunge siempre lo trató mal. Don Christian, por lo menos en dencia del embajador y la
reunión de firmas con la
dos ocasiones, así muy precisas, llegaba a mi oficina. Llega-
colonia chilena de parte del
ba ahogándose y transpiraba, porque cuando él se alteraba cónsul serán abordados
transpiraba, transpiraba mucho. Él me decía: «¡Ve doña más adelante en este libro.
125
7HUURUHQODHPEDMDGD
Ligia!, tuve que meterme en su oficina (la de Yunge) y le dije que qué se creía
él, yo tengo mi puesto, yo soy abogado y por lo tanto tiene que respetarme.
Yo no soy cualquier ‘pelao’ que viene de ahí, de cualquier lado. Yo soy un tipo
que me formé y vengo de una familia». Entonces él tomó valor y le reclamó,
y le dijo que lo respetara un poco más, que él tenía unas funciones y él se
dedicaba a cumplirlas (Ligia Sánchez)116.
/DVWDUHDVXQLYHUVLWDULDVGH0DULVRO\VXVUHVTXHPRUHVFRQWUD5RFtR
126
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
taria. Aquella distribución del personal dio pie para que Xinia Vargas entrara
como recepcionista y encargada de archivos, haciendo un reemplazo desde el mes
de julio hasta octubre de 2002.
Posteriormente, una instrucción originada desde Chile indicó que había que
reducir el presupuesto del personal a contrata, en dos mil dólares. Yunge decidió
alejar de sus cargos a Charpantier y Brenes. A partir de diciembre, el trabajo
quedó recargado en la persona de Ligia Sánchez, que no solo veía los temas
administrativos y contables de la embajada, sino también del consulado. Rocío,
por su parte, llevaba la agenda del embajador y coordinaba las actividades de
éste, al mismo tiempo que apoyaba a Ligia en lo que podía.
Para entonces, el embajador Yunge evidenció las primeras ausencias y aban-
dono de sus funciones. El primer secretario, Alejandro Bravo, recomendó contra-
tar a Xinia Vargas que, durante el reemplazo de 2002, había sido bien evaluada.
En el mes de enero de 2003, el diplomático Bravo, dejó su cargo al ser reque-
rido por la Cancillería en Chile, ocasión que permitió la llegada en marzo, del
primer secretario, Roberto Nieto.
En forma paulatina, distintos funcionarios fueron percibiendo actitudes y com-
portamientos de excesiva confianza entre la joven Rocío y el embajador. Incluso,
ella estableció fluidas comunicaciones por Chat, con los tres hijos de Yunge en
Chile, al igual que con su esposa, Karin Lehner.
Rocío tenía comunicación con las niñitas. Conmigo tenía (comunicación) las
veces que hablamos, cuando mi hija iba a Costa Rica, cuando él (Yunge)
estaba solo todavía. Entonces, a veces, yo llamaba, no encontraba a nadie y
le mandaba un correo electrónico a Rocío y le decía: «¿Has visto a la niñita?
¿Cómo está?». «Sí, está bien. Salí con ella». Rocío era muy amable (Karin
Lehner)117.
Algunas personas consultadas creen que este tipo de relación se dio por «la
amistad que tenían en Chile, don Jorge (Sariego) y el embajador», y donde se
supone Guillermo Yunge conoció de pequeña a Rocío. Sin embargo, aquello fue
desmentido por la familia Sariego. Con el tiempo, el grado de confianza y acerca-
miento entre el jefe de misión y su secretaria se rompió irreversiblemente, por
distintos hechos que pudimos detectar.
Una de las cosas que incidieron en este rompimiento fue que Yunge obligaba a
Rocío a hacerle los trabajos de la universidad a Marisol, cuestión que Sariego
manifestó a su círculo de confianza, e incluso a una de las hijas del embajador.
KARIN LEHNER: Cuando Guillermo se junta con esta mujer (Marisol Cheves), Rocío le describe a
mi niñita (Karin Yunge Lehner) que está tan aburrida, que tiene que hacerle hasta los
trabajos de universidad a Marisol.
PERIODISTA: ¿Quién estaba aburrida?
KARIN LEHNER: Rocío. «Aburrida», le dice, «porque tu papá me dice que tengo que hacerle a
ella los trabajos de la universidad».
PERIODISTA: Pero ¿quién a quién?
KARIN LEHNER: Rocío tiene que hacerle los trabajos de la universidad a Marisol Cheves. Y
después, el último correo que tuvimos de chateo, lo hizo a la Karin, que es con la que más
chateaba, y le dijo: «Por suerte ni me lo cruzo, ni tengo que
saludarlo». O sea, ya las relaciones se habían roto. Rocío ya no 117 Declaración hecha por
era la secretaria de él. Karin Lehner para este li-
bro.
127
7HUURUHQODHPEDMDGD
Un particular punto de vista tiene Guillermo Yunge hijo, respecto del mismo
tema:
GUILLERMO YUNGE JR: Hay una coincidencia en el momento en que yo me retiro de la casa
(residencia del embajador), porque yo me voy a vivir con una novia que tenía en esa época,
y obviamente que Marisol, su actual esposa, se queda viviendo con mi padre. De ahí, como
que los contactos que yo tenía en la embajada, me contaban de que ya (el embajador)
estaba muy distanciado, de que ya empezaba a hacer muchos viajes con ella, como que no
sé, o sea, tomarse una en luna de miel muy larga.
PERIODISTA: ¿Era Rocío quién te contaba algunas cosas?
GUILLERMO YUNGE JR: Sí, Rocío me contaba la mayoría de las cosas.
PERIODISTA: ¿Rocío te contó, alguna vez, que tu papá le decía que le ayudara para que le
hiciera unos trabajos de la universidad a Marisol Cheves?
GUILLERMO YUNGE JR: Sí, varias veces hablé con ella y en realidad, con la otra secretaria que
había, no me acuerdo el nombre ahora. Es cierto que igual, a veces, uno, de repente,
ortografía, sintaxis, gramática; pero que te estén haciendo un trabajo completo y que más
encima sea la tesis, lo encontré siempre criticable.
PERIODISTA: ¿Tuvo que ayudarle a hacer la tesis?
GUILLERMO YUNGE JR: ¿Hacerla? O sea, yo jamás vi a Marisol en el computador de la casa
escribiendo, o sea sola, porque igual estaba con mi padre o estaba con el secretario que,
creo, se llamaba César.
PERIODISTA: ¿Qué impresión tienes tú de ella?
GUILLERMO YUNGE JR: Se la da de intelectual, lo tengo más que claro, pero la huevona es un
cero a la izquierda.
PERIODISTA: ¿No notaste alguna actitud en especial de Marisol Cheves con Rocío, por ejemplo,
alguna especie de celo o que le cayera mal o alguna cosa que...?
GUILLERMO YUNGE JR: Que yo sepa en contacto, nunca hablaron.
PERIODISTA: ¿Y qué tú hayas notado?
GUILLERMO YUNGE JR: No, no. Hostilidad no, pero era como un distanciamiento.
PERIODISTA: ¿De Marisol a Rocío?
GUILLERMO YUNGE JR: No sé si era mutuo, pero sí había un distanciamiento. Igual la Rocío
empezó a enojarse cuando tenía que escribir las cuestiones (los trabajos de la universidad),
y me contaba que esta «mina» era un «cero a la izquierda», que escribía árbol con «h», y
cuando te dicen esas cuestiones, y más que te están haciendo la tesis, y más que contrata-
ron a un secretario específicamente para eso...
A este hecho puntual de los trabajos que tenía que hacer Rocío Sariego a
Marisol Cheves, se sumaron los comentarios que ligaron a Yunge y su pareja con
escándalos en la residencia de ambos, y denuncias de violencia intrafamiliar. Es
aquí donde Cheves hace notar sus primeras diferencias con la joven Sariego.
Testigo de aquello fue Marcela Guerrero, la viuda de Roberto Nieto:
Una vez (Marisol y Guillermo) nos invitaron a su casa a comer, a la residencia.
Se fueron unos señores que eran de la Corte. Nos quedamos tomando un
último trago y Marisol me dice: «¿Tú has escuchado algunos rumores de la
embajada, de que aquí ha habido problemas, que se supone que nosotros
tenemos problemas, que se supone que nosotros tenemos maltrato fami-
liar?». Yo, que ya había escuchado los rumores, dije: «No, no tengo la menor
idea. Nunca he escuchado nada». Entonces me dice: «Sí, hay cosas que me
gustaría saber de dónde vienen, quién saca este chisme», como diciendo
¿quién informa esto? «Es alguien de la embajada», me dice. «La verdad es
128
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
que no sé. Nadie me ha comentado nada», le dije. Entonces ella me dice: «Yo,
de la única que sospecho aquí es de Rocío. ¡Ten cuidado con Rocío!». «¿Qué
me quieres decir con eso?», le digo. «No, ten mucho cuidado con ella, es una
mujer peligrosa» (Marcela Guerrero)118.
Este libro considera que, de ser cierta la acusación, Rocío no debió haber
pasado por alto el tema con su familia. Por lo mismo es que consultamos con el
hermano de ella.
Gonzalo Sariego tenía comunicación con Rocío, vía chat, «dos o tres veces
por semana», señala, y aunque manifiesta desconocer el hecho denunciado por
«el funcionario», sí recuerda una conversación en donde ella le dijo que «me
agredió un huevón de mi trabajo». Pese a que Gonzalo intentó averiguar la iden-
tidad de esa persona, Rocío le bajó el perfil al asunto. «Yo le pregunté, pero ella
me dijo que no quería darnos preocupaciones a mí, ni a mi papá. Además que era
recurrente de ella, por una cosa de familia, de bajarle el perfil a los problemas
que ella tenía, para así no generar más problemas a los demás (…) pero la noté
que estaba distinta».
Gonzalo Sariego no desmiente la posibilidad de que la acusación hecha por
este funcionario haya sido cierta, porque también manejan un antecedente de
agresión de parte de Yunge, pero en este caso, de tipo verbal. «Una amiga de
Rocío, Claudia, que trabajó en la embajada, no recuerdo el apellido; le contó a
mi papá que en una oportunidad que Yunge trató a ‘la Ropi’ de lesbiana, porque
le decía (reclamaba) que era muy amiga de esta niña (Claudia)», rememora.
Los hechos constatados tienen un trasfondo, un origen que se plantea desde la
conjunción y fortalecimiento de ciertas amistades, afectos y confianzas, que dan
paso a relaciones más profundas, de sentimientos humanos más precisos y arrai-
gados. Esta investigación establece –consultados distintos niveles de fuentes–, la
existencia de relaciones sentimentales entre algunos funcionarios, relaciones que
rayaron desde sus inicios en el peligro de ser descubiertas, de ser conocidas, de ser
difundidas.
118
Declaración hecha por
Marcela Guerrero para este
escrito.
129
7HUURUHQODHPEDMDGD
/DWUDPDGHDPRUtRV
Llegaron a tal punto las invenciones, que la gente temía verse involucrada en
el tema. La prensa chilena ha mostrado a la embajada como Sodoma y Gomorra
(Andrea Murillo)119.
130
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
(OSRWHQFLDODIIDLUH<XQJH6DULHJR
Del momento en que Rocío Sariego es asignada por el embajador Yunge como
su secretaria, se van dando una serie de acciones que despiertan sospechas en los
propios funcionarios.
Dejamos constancia que nunca vieron a Guillermo y Rocío en acciones y ade-
manes propios de una relación amorosa, sin embargo las sospechas eran enormes.
Cuando ella (Rocío) llegó a trabajar ahí, que no la habían contratado todavía,
oí unos rumores de que parecía que andaba, pero no me consta y nunca vi
nada que me haya entrado sospecha, no, nunca. Que eran muy amigos, sí,
allá en Chile, pero acá, no sé, no me consta (Jeannette Aguilar)120.
Se supone que Rocío, se rumoreaba, había tenido una relación con Guillermo
Yunge, antes de Marisol. Yo nunca lo constaté. Se rumoreaba y nada más
(Marcela Guerrero)121.
PERIODISTA: ¿En qué minuto, si es que te consta, se empieza a notar esta relación entre
Sariego y Yunge, o los rumores de una relación entre los dos?
LIGIA SÁNCHEZ: ¡No! Lo que pasa es que eso viene por comentarios que la misma Rocío hacía.
Yunge y Jorge Sariego se conocían (en Chile). Según contó Rocío, el papá le pidió a Yunge
que recibiera a Rocío. Rocío se vino de Chile para acá y él la fue a recibir. Por cierto, ella dice
que cuando llegó vio a dos personas, entonces ella se dirigió al chofer porque iba mejor
vestido que el embajador. Entonces, al ver al chofer con terno, ella se dirigió a saludarlo
creyendo que era el embajador, y Yunge entonces se le arrimó y le dijo:; «No, el embajador
soy yo». Ella siempre gozaba contando eso.
PERIODISTA: Pero ¿cómo se da el rumor de una relación entre ambos?
LIGIA SÁNCHEZ: Lo que pasa es que ella se le acercaba y desde la puerta le decía: «Oye, Yunge,
tu hijo está llamando» (…); ese era el trato, que por cierto, yo como soy tan «pelotera», yo
le decía: «Oye Rocío, ten cuidado cuando hay gente. No trates al embajador así, tan perso-
nal. Dígale, señor embajador». «¡Ah!, es que a mí me da lo mismo», decía ella. Entonces las
muchachas (Cindy Brenes e Ivette Charpantier) decían que existió una relación. Es que
Rocío misma hablaba de que en varias ocasiones salió con él, o sea, salían de noche. Iban,
tal vez, a tomar unos tragos, a compartir alguna cosa. Pero, propiamente que constara que
hubo una relación entre ellos, no. O sea, se trataban muy de confianza, pero tampoco era
que se tocaban, ni nada por el estilo.
PERIODISTA: ¿No te consta?
LIGIA SÁNCHEZ: No, no. Además, a esas alturas ya había aparecido la Cheves. A esas alturas,
Cheves ya estaba por ahí, y era amiga de Yunge y había estado en la casa de él.
Una visión un tanto más radical es la que tiene Xinia Vargas, quien no duda
en lo efectiva que fue «esa relación»:
120
Declaración hecha por
PERIODISTA: ¿Qué porcentaje de seguridad tienes de la relación de Jeannette Aguilar para este
libro.
Rocío con Yunge? 121
Declaración hecha por
XINIA VARGAS: Bueno, todo lo que comentaban los chilenos. Marcela Guerrero para este
PERIODISTA: ¿Quiénes eran los chilenos? libro.
131
7HUURUHQODHPEDMDGD
XINIA VARGAS: La mayoría de los chilenos que llegaban ahí, que supieron de la relación de ella
con Yunge.
PERIODISTA: Pero a ti, ¿no te cabe duda de que hubo una relación?
XINIA VARGAS: Es que los chilenos lo decían abiertamente aquí, ¿verdad?
PERIODISTA: ¿Quiénes son los chilenos?, ¿los funcionarios?
XINIA VARGAS: Los residentes.
PERIODISTA: ¿La colonia chilena?
XINIA VARGAS: Sí, claro.
PERIODISTA: ¿Ellos sabían de esa relación?
XINIA VARGAS: Sí, claro que sí. De hecho, imagínate que ella solo le decía «Guillermo», le decía:
«Oye, Yunge».
Decidimos abordar en Chile a Karin Lehner y tratar este tema con ella, tenien-
do como antecedente la fluida comunicación que sostuvo con Rocío:
PERIODISTA: Guillermo Yunge en algún minuto, no lo tengo confirmado, al parecer tuvo una
relación con Rocío.
KARIN LEHNER: Probablemente.
PERIODISTA: ¿Tú crees que pueda ser?
KARIN LEHNER: A ver. Para presentarle a las niñitas (hijas de Yunge con Lehner), salir con ella y
con las niñitas, yo creo que pudo haber tenido una relación. Además, yo fui al entierro de
Rocío (en el cementerio Parque del Recuerdo) con las niñitas y con mi hijo, porque aquí hubo
un «llanturreo» por la muerte de Rocío, impresionante. De hecho mi hija (Karin Yunge
Lehner), cuando vuelve la primera vez (de Costa Rica) que la conoce, me dice: «Mamá, ¿por
qué mi papá no se casa con la Rocío? Es la mujer ideal, es agradable, es bonita, es simpá-
tica». Estaban encantadas con ella, (…) había una relación muy estrecha de las niñitas con
Rocío, y con Guillermo también.
IVETTE CHARPANTIER: Toda esa relación fue repentina y rápidamente ella llegó a formalizar su
relación con él. Rocío nunca me dijo, explícitamente, que tenía una relación con Yunge. Yo
tenía mis sospechas. A pesar que nos teníamos confianza y nos contábamos cosas persona-
les, incluso salíamos juntas, vivíamos cerca y nos juntábamos, ella nunca me dijo nada. Pero
esas son cosas que se perciben. A ella no le simpatizaba la relación del embajador con
Marisol (…) a Rocío tampoco le agradaba ella y me lo manifestó varias veces (…). Ahora,
por el trato entre ellos, se podría creer que había algo más.
PERIODISTA: ¿Qué cosas te evidenciaban una posible relación entre ellos?
IVETTE CHARPANTIER: A pesar que yo le conocí dos relaciones con otras personas mientras
estuve ahí (…) después, como que había mucha confianza entre ellos, como la que habría
entre dos amigos, y no entre un patrón y un empleado. Ella conocía a las hijas del embajador.
Como le digo, había una aparente amistad que venía desde tiempo atrás, antes de la
llegada de Rocío a la embajada.
PERIODISTA: ¿Te resulta dentro de una lógica, la imagen de una Rocío liberal de pensamiento,
presta a tener una relación con diferentes personas?
132
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
IVETTE CHARPANTIER: Sí, me resulta lógico, hasta donde pude conocerla. (…). Además, eso no
es nada de otro mundo. Mucha gente tiene varias relaciones simultáneas hoy en día. En
algún momento, yo pensé que su amistad era porque el embajador era amigo de su padre,
sobre todo a la hora del despido de Cindy (Brenes) y mío. Cuando a nosotras nos despidieron
por recorte de presupuesto, fueron unos días muy tensos, en los que el embajador tenía que
escoger, entre su personal, a dos personas. Según lo que se me informó en ese momento, se
aplicarían varios criterios, entre los que estaba la antigüedad. Pero al final, salimos Cindy y
yo, y Rocío que tenía menos tiempo de laborar en la embajada, se quedó. Entonces enten-
dimos que hubo un favoritismo de parte de él.
PERIODISTA: Cuando me dices que le conociste dos relaciones anteriores, ¿a cuáles te referías?
IVETTE CHARPANTIER: No recuerdo el nombre de las personas, pero a Rocío le conocí dos novios
en Costa Rica.
PERIODISTA: ¿En un período pequeño, o eran noviazgos, «pololeos» largos?
IVETTE CHARPANTIER: No. Eran pasajeros. Digamos que duraban algunos meses. Digamos que
un promedio de tres meses. Pero sí eran pololeos, ya que los presentaba como tal, visitaba
la embajada y salíamos juntos.
PERIODISTA: Y aproximadamente, ¿cuánto tiempo se conocieron tú con Rocío?
IVETTE CHARPANTIER: Tal vez más de un año.
PERIODISTA: ¿Cómo me podrías definir a Rocío Sariego? ¿Cómo la recuerdas tú?
IVETTE CHARPANTIER: La recuerdo como una gran persona, amable, siempre sonriendo, siem-
pre dispuesta a ayudar a los demás, sencilla, amaba a los animales. Es muy triste que haya
muerto. Fue muy duro para mí. Sea lo que haya pasado en la embajada, ella no merecía lo
que pasó.
Pese a que se dan una serie de testimonios que aventuran la existencia de algo
más allá de una simple amistad entre el embajador y su secretaria, es en una
conversación sincera y abierta que accedimos con el hermano de Rocío, la que
revela y da mayor sentido a esta hipótesis.
Gonzalo Sariego dice que su hermana, en una oportunidad, le confesó que ella
«se estaba metiendo con un hombre casado». Nunca le confesó la identidad de
esa persona.
GONZALO SARIEGO: Si estuviera viva, uno podría recriminarle el hecho que estuviera cometien-
do estupideces con un hombre casado. Pero ya no hay caso. Respecto de lo que me pregun-
tas, sobre cosas que me decía la propia Rocío. Hay que partir de la base que Rocío era una
persona naturalmente coqueta (…). No tengo ninguna duda qué le pasó a Yunge, que se
entusiasmó, le gustó, le llamó la atención...
PERIODISTA: Pero ¿qué comentarios te hacía de Yunge?
GONZALO SARIEGO: Una vez mi hermana me dijo: «A Yunge lo tengo loco», «lo tengo comiendo
de mi mano».
PERIODISTA: ¿Y por qué te lo comentó? ¿Para tratar de sacar algún provecho? ¿Para beneficiar-
se de algo?
GONZALO SARIEGO: No, simplemente de que el tipo (Yunge) era conflictivo. Entonces yo le pregun-
té si ella tenía problemas. «No», me dijo, «si al tipo lo tengo loco», «lo tengo comiendo de mi
mano. Está loco por mí». Para mi hermana era un juego lo que hacía con Yunge. Lo que hizo con
Yunge yo lo vi, personalmente, varias veces, a lo largo de mi vida con ella.
PERIODISTA: ¿A qué te refieres que hizo con Yunge?
GONZALO SARIEGO: ¡Coquetearle!, ¡coquetearle a Yunge! Nosotros vivimos solos durante mucho
tiempo, y para poder conseguir comida, ¡mira lo que te estoy diciendo!, a veces había que
coquetearle a la señora de la pensión, entonces iba yo. Para conseguir cigarros, a veces
133
7HUURUHQODHPEDMDGD
había que coquetearle al vecino de la pieza del lado, porque vivíamos en una pensión,
entonces iba Rocío. La posibilidad de manejar a un individuo con más poder, mediante el
coqueteo, era absolutamente válida desde mi punto de vista y desde el punto de vista de
Rocío también (…). Pero ¿de ahí que a ella le interesara Yunge? Me dijo que Yunge era feo.
(ODIIDLUH1LHWR6DULHJR
134
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
yo le puedo dar a una persona. Enseguida Rocío dice: «Ya, me voy (a la oficina)», porque iba
a la oficina de ella, y entonces él (Nieto) se levantó, y cuando ella iba para allá le hace
«ssssh» (onomatopeya de suspiro).
Marcela Guerrero es una mujer que ha debido asumir el doble rol de padre y
madre sin tapujos, con entereza y mucha responsabilidad. Sus tres pequeños hijos
forman el principal aliciente de vida, de donde saca las energías necesarias para
salir adelante. Naturalmente, estos temas que involucran a su marido en líos de
faldas, infidelidades y engaños, la complican e incomodan, aunque prefiere ha-
cerles frente, si de ello se pueden obtener repuestas claras
que orienten a un porqué de la tragedia. 122
El embajador Jaime Bas-
Roberto Nieto y Marcela Guerrero comenzaron a tener cuñán asumió transitoria-
sus primeras vicisitudes matrimoniales a partir de marzo mente como Jefe de Misión,
en los días posteriores de
de 2004, cuando cumplieron el primer año de llegar a la ocurrida la tragedia.
capital costarricense. 123
El diplomático Marcos
Correa asumió transitoria-
mente como cónsul, en los
MARCELA GUERRERO: Yo tenía sospechas de la relación de Roberto
días posteriores de ocurri-
con Rocío. Cuando muere Roberto, yo buscaba explicaciones y da la tragedia.
quería que alguien confirmara mis sospechas. 124
Declaración hecha por
PERIODISTA: Y esa sospechas ¿cómo te surgieron? Xinia Vargas para esta in-
vestigación.
MARCELA GUERRERO: Hubo ciertas situaciones que me parecieron
135
7HUURUHQODHPEDMDGD
raras. Un día, yo me voy a una finca, un fin de semana, y Roberto tenía que trabajar el
sábado. Entonces, yo llamo a la embajada pensando que Roberto estaba ahí, para contarle
que ya había llegado a la finca de unos amigos con los niños. Me contesta ella (Rocío), y yo
le digo: «Hola Rocío ¿cómo estás? Oye, ¿Roberto no ha llegado?». Y me dice: «No, mi peor
es nada no ha llegado». Yo dije (pensé): «¿Y esta que se cree?, ¿quién se cree para contes-
tarme así?». Cuando llega Roberto en la noche lo puteo: «Qué se cree esta mina, ¿por qué
ese trato?, ¿qué le has dado tú para esa confianza?». Ahí fue la primera sospecha. Él me dijo
que me quedara tranquila, «es una persona joven, es su trato. Tú sabes que yo no soy para
nada complicado, me tutean». Y yo le dije «Ese grado de confianza no me gusta». A los pocos
meses, Christian Yuseff nos invitó a su casa. Invitó a todos a su casa, a todo el personal, y yo
fui porque también estaba invitada. Christian Yuseff era una persona encantadora y nos
recibió muy bien. Con Roberto nos sentamos en el living. Yo estaba al lado de Ligia (Sánchez).
Christian era amante de la música. Pone música para bailar. Rocío sale a bailar, pero baila
frente a Roberto como coqueteándole, y yo sentada en el sillón. Yo miraba a Roberto diciendo
(pensando): «¡Y este hijo de puta no hace nada!». Después le dije a él: «Ella te está coquetean-
do, bailando para ti y no haces nada». Roberto estaba pálido. Yo me di cuenta que Rocío se
sentía en el peligro. O sea, le gustaba el límite. ¡Yo nunca le dije nada!, ¡nunca le dije nada!
Después pasamos a la mesa y yo dije (pensé): «A ver dónde se va a sentar Roberto». Yo me
instalo y me siento primero. Roberto se sienta en la cabecera en una mesa rectangular y Rocío
inmediatamente al lado de él. Conversaron toda la noche, como si nadie más existiera,
estando yo, con miraditas y risas, sin que yo pudiera entender. Después, en la casa de Ligia nos
invitaron otra vez, y ella, de su plato, le dio de comer en la boca a Roberto...
PERIODISTA: ¿Y delante tuyo?
MARCELA GUERRERO: Sí. Yo quedo mirando a Roberto y después le digo: «No me vas a venir
ahora que no pasa nada».
PERIODISTA: ¿Cuándo fue esto?, ¿en qué fecha?
MARCELA GUERRERO: El mismo 2004, a principios, por marzo, abril. Por esos meses yo ya tenía
sospechas. Y Roberto me lo negó, me lo negó...
PERIODISTA: ¿Ahí empezaron las sospechas fuertes?
MARCELA GUERRERO: Sí. Yo le dije, «Tú no te atreves a decirme nada. Tú no me quieres admitir
esta relación, yo voy a ir a hablar con ella. ¡Yo la mando a la cresta!». Roberto estaba
preocupado.
PERIODISTA: ¿Cómo era tu relación con Roberto?
MARCELA GUERRERO: Era tirante, a raíz de todo esto.
PERIODISTA: ¿Desde cuándo empezaste a notar todo esto?, o ¿ya venían con problemas de
antes?
MARCELA GUERRERO: ¡No! De ese momento. Antes nada.
PERIODISTA: ¡Perfecto! La complicación en tu matrimonio empezó el 2004, a principios de año,
cuando empezaste a notar todo esto.
MARCELA GUERRERO: ¡Claro!
(ODIIDLUH1LHWRRWUDPXMHU
Dijimos, desde un inicio, que siempre reflotaron rumores en torno a los falle-
cidos, y que eso mismo dificultó cualquier intento por precisar cómo y por qué
ocurrieron los hechos. El grado de incomprensión y desmesura con que algunas
personas –que conocieron a Roberto Nieto–asumen estos temas, es entendible.
Todos quieren proteger el entorno familiar del diplomático, de su esposa y de sus
tres pequeños hijos. Sin embargo, la responsabilidad que le cabe a esta investiga-
ción, ha sido transmitir todo lo recabado, en primer orden, a los familiares de las
víctimas. Ellos están al tanto de lo que se pudo reunir, de lo que se pudo pesquisar
y, por lo mismo, es que accedimos a información clasificada. Estos temas que
hemos ido desarrollando fueron públicamente negados por los familiares de las
víctimas ¡Y cómo no!, si Chile y Costa Rica nunca les dieron garantías de un
«debido proceso», o ¿debiéramos decir «debida investigación»? Ninguno de los
dos países tomó «el toro por las astas» para llevar adelante un sondeo a concien-
cia, serio y responsable. En Chile, el diario La Tercera publicó el 1 de agosto de
2005, en la primera conmemoración de las muertes: «Familiares culpan a Yunge
de mala gestión y niegan relación sentimental». Sin embargo, con anterioridad a
ese desmentido público, ya habían confidenciado sus secretos para esta explora-
ción.
Durante nuestra permanencia en San José, distintas personas corrieron la voz
asegurando que Roberto Nieto, al mismo tiempo que mantuvo la relación con
Rocío Sariego, era amante de otra mujer. Nuestros contactos permitieron que
accediéramos a ella.
Nuestro objetivo fue siempre obviar la existencia de este 126 Declaración hecha por
amorío, si es que nada aportaba. No obstante, hemos deci- Gonzalo Sariego para este
dido insertarla en esta investigación porque sus dichos y escrito.
127
Declaración hecha por
declaraciones coinciden con la línea investigativa. Marcela Guerrero para este
Esta persona pidió reserva de su identidad, ya que se- libro.
137
7HUURUHQODHPEDMDGD
gún sus propias palabras: «Roberto amaba mucho a sus hijos, y no quisiera que
con esto se les ocasione más daño». Posteriormente, hemos tomado conocimiento
de algunas acciones cometidas por ella, que pueden hacernos dudar de sus reales
intenciones. Esta mujer es ajena a la embajada y, pese a ello, se fue adentrando en
la legación en reiteradas oportunidades, ingresando a la oficina de Nieto, por
expresa autorización de él mismo. Cuando su excesiva aparición despertó las
sospechas de algunos funcionarios, Nieto y la mujer optaron por coordinar sus
encuentros por teléfono o celular. Reproducimos, a continuación, parte de la in-
formación que nos aportó:
LA MUJER: A don Roberto, la última vez que lo miré fue el 18 de julio (2004) que yo lo llamé y
dijo que tenía mucho trabajo y que había muchas personas que se daban cuenta de la
relación de él conmigo, y que tenía miedo que su esposa supiera. Entonces, me dio el
número de su celular para que lo estuviera llamando. Entonces, no lo llamé más a la oficina
y lo llamé a su celular (…). Él me dijo que tenía problemas en la embajada (…). Que había
discutido con alguien, pero no me dijo quién, que después del receso que él tenía iba a
conversar con esa persona y un montón de cosas.
Nuestra sorpresa fue mayor cuando, siendo «la mujer» una persona ajena a Chi-
le, e incluso, a Costa Rica, aseveró algo que coincidía con nuestra investigación:
(OHPEXVWHURDIIDLUH1LHWR-LPpQH]
138
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
hizo aún mayor, cuando por esos mismos días comenzó a circular un mail anónimo
que titulaba «Pablo Neruda», y que solo recibieron distintas embajadas en San
José, donde se aseguraba lo mismo que Yunge había relatado al ministro Ramos.
Aquí, nuevamente surge una gran pregunta: ¿Quién o quiénes pudieron ma-
quinar el envío de mails anónimos, solo a misiones diplomáticas de otros países
con representación en San José? Si bien, nunca accedimos a una copia de ese
correo electrónico, existen varias personas ligadas al mundo diplomático que
conocieron a Roberto Nieto y Marcela Guerrero, que dieron fe de la existencia de
ese mensaje.
El rumor de un amorío entre Nieto y la hija del guardia fue creciendo, y como
una gran bola de nieve comenzó a difundirse en círculos cerrados, por distintos
medios de comunicación, entre diferentes autoridades, hasta en el propio Ministe-
rio Público costarricense. El rumor tenía peso suficiente para poder justificar el
accionar de Jiménez. Sin embargo, fue simplemente eso, un vulgar y mal inten-
cionado rumor que sirvió para distorsionar la realidad, para dificultar la investi-
gación de la fiscalía, con el claro y evidente objetivo de confundir.
Andrea Jiménez nunca tuvo una relación sentimental con Roberto Nieto, por
ende, nunca hubo un embarazo. La misma hija del policía es quien explica su
desazón:
PERIODISTA: ¿Cuántas veces te reuniste con Roberto Nieto o estuviste en la embajada, conver-
sando con gente?
ANDREA JIMÉNEZ: Solo una vez.
PERIODISTA: Después que ocurrió la tragedia surgieron muchos rumores de diversa índole, pero
lo principal era de una relación amorosa entre Roberto Nieto y tu persona. ¿Qué sensación
te queda de eso?
ANDREA JIMÉNEZ: En realidad, no sé de dónde surgió, y no entiendo de dónde sacan algo así.
Yo solo una vez fui a hablar con él y después, una vez, conversé con él por teléfono, un par
de minutos. Entonces, ¿cómo sacan algo así?, ¿cómo hacen tanto invento de la noche a la
mañana? Esa es una de las cosas que una se pregunta, porque si fuera cierto, si en realidad
hubiera una relación entre Roberto y yo, quizás esa hubiera sido una explicación para que
pasara lo que pasó. No sé por qué harán algo así, todo es mentira. Solo una vez fui a hablar
con él, y creo que esa vez fue con él y con don Leonardo (Banda) y creo que hablé con otra
señora que trabajaba antes, con doña Ligia. No tuve relación con nadie más de la embajada,
entonces, no sé quien pudo inventar una cosa así.
PERIODISTA: ¿Están tratando de acomodar las piezas, tratando de justificar el proceder de tu
padre?
ANDREA JIMÉNEZ: Sí, esa es una de las cosas que, tal vez, me hacen sentir que mi papi no lo
hizo y que algo más pasó adentro.
Esos comentarios duelen mucho (sollozando). Aquí estuvo el día del funeral un
periodista chileno. Él fue una de las primeras personas que se lo oí, entonces
yo le dije a él y se lo repito a usted, el dolor que vivía en ese momento era
mucho, mucho, mucho, y era más grande el dolor del comentario que él me
hizo, que lo que estaba viviendo. Mi esposo en ese momento no se podía
defender de lo que se hablaba. Él estaba muerto y no le hacían daño, pero a
mis hijos sí se les hace daño, con cualquier comentario que
128
se les haga (…) y no era cierto, porque de eso no hay nada Declaración hecha por
128 Auxiliadora Guzmán para
cierto (Auxiliadora Guzmán) .
esta investigación.
139
7HUURUHQODHPEDMDGD
Lo que pasa es que aquí en Costa Rica es un país muy pequeño. Como dicen:
«pueblo chico, infierno grande». Aquí la gente si no tiene que hablar enton-
ces inventa. O sea, aquí la idea de muchos de los medios es darle continui-
dad a alguna cosa, alargarse de algo para seguir con lo mismo. Ese fue un
chisme de alguien que llegó y dijo eso y ahí los medios dijeron, «Ah, sí, aquí
hay algo». Pero eso es totalmente falso. Yo creo que mi hermana se reunió
una o dos veces a lo sumo con Nieto (Randall Jiménez)129.
MAURICIO BORASCHI: Yo le digo una cosa. No tengo en la investigación nada que arroje esa
posibilidad. Es más, yo personalmente la vi a ella y no estaba embarazada, es más, la vi
varias veces, inmediatamente después de la investigación.
PERIODISTA: Pero hay algunas personas que han planteado la posibilidad de que si ocurrió este
embarazo, como todavía no detonaba la tragedia, pudo haberse hecho un aborto.
MAURICIO BORASCHI: Bueno, esa es una versión que, primero, era un romance, después, que
era una relación laboral, y ahora le digo, he oído esto y sinceramente me asombra, porque
por ningún lado logramos ubicar a esta muchacha, siquiera, cerca del señor Nieto. A mí me
parece, no sé, ¡perdone!, pero ¿qué estará sintiendo la familia de Jiménez? ¡Se me para el
pelo! (…). Yo conocí a la familia de él, a raíz de la investigación, y me parece una familia muy
decente, una familia que está muy dolida, destrozada por lo que pasó, porque ellos no
perdieron al señor que vimos nosotros ese día, ellos perdieron a un gran padre, un gran
esposo. Y vieras que eso, por ningún lado, se asoma en la investigación. Esa hipótesis se va
a descartar para nosotros.
PERIODISTA: Incluso, hasta se habla de brujerías, ¿yo no sé si usted, alguna vez, escuchó algo?
MAURICIO BORASCHI: Como te digo, a nivel de chismes se ha hablado de todo, pero no pasa de
ahí para nosotros.
PERIODISTA: ¡Perfecto!, pero tampoco se ha investigado, ni se ha indagado nada al respecto.
MAURICIO BORASCHI: Se ha indagado de todo. Nosotros hemos buscado en cada rincón de esta
investigación, lo más que hemos podido profundizar y nada de eso aparece hasta ahora.
PERIODISTA: …se habló de que había romances entre funcionarios e incluso se mencionó que
Roberto Nieto, una de las personas que falleció, habría mantenido una relación con la hija
de Jiménez…
ROGELIO RAMOS: A mí me duele profundamente escuchar eso. Yo estuve aquí en mi despacho en
varias ocasiones con la viuda de él (de Jiménez) y me parece que es una persona que ha
debido pasar una prueba muy difícil con sus hijos, y me parece muy doloroso y casi agresivo
plantear una discusión de esas, cuando no hay ninguna evidencia que así lo plantee.
PERIODISTA: ¿No resulta paradójico que la persona que comentó esa situación haya sido el
mismo embajador?
ROGELIO RAMOS: ¡Bueno!… yo no conozco que el embajador haya dicho eso…, por lo menos a
mí nunca me lo dijo y él también ha estado en este despacho y
129
Declaración hecha por comentamos sobre estas situaciones y, más bien, me comentó esos
Randall Jiménez para este
escrito. rumores que habían sido publicados en un periódico en Chile, que
140
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
era, al parecer, la primera versión, por lo menos, que salió difundida, que salió luego de este
asunto, y que a él, francamente, no le merecían ninguna credibilidad. Que él había estado en
ese lugar, había conocido al señor Nieto como un funcionario responsable, como una perso-
na que cumplía, digamos, de una manera adecuada todas sus funciones y, por supuesto, en
el ámbito familiar también como una persona seria.
(VFiQGDORVHQODUHVLGHQFLDGHOHPEDMDGRU
142
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
/DVSHOHDV\ORVGyODUHV
Según pudimos testear, las reyertas entre Marisol Cheves y Guillermo Yunge
eran tan frecuentes que, a veces, se constataban dos eventos por semana. Eran de
una agresividad inusual y excedidas en su tonalidad, donde en repetidas ocasio-
nes los vecinos debieron hacer notar sus molestias y desagrado llamando al servi-
cio de emergencias del 911 y también a la embajada.
dije: «El boxeador». «¿Y por qué?», le pregunto: «Porque pega y le pegan»,
me dice. Yo le dije: «¿Tú viste alguna vez algo?». «No, yo no vi nada, pero sí
sentía los gritos». Él argumentaba, porque mi hijo no le dice «Papá», le dice
«Memo», él le dice: «Pero Memo, el griterío que escuché anoche es espanto-
so». Entonces su papá le dice: «Sí, lo que pasa es que ella tiene problemas
hormonales y como tiene problemas hormonales anda mal genio». (...) Ahí me
dijo que la habían operado. Ahí parte la cosa. Mi hijo dice: «Marisol no puede
tener hijos» (Karin Lehner)132.
PERIODISTA: ¿Cuál era la situación que ocurría acá con el embajador y que ustedes registraban
constantemente?
GUARDIA: En cuanto llegábamos a la casa se escuchaban ruidos, que
132
Declaración hecha por
después pasaron a los gritos y después a las quebraduras de vidrios,
Karin Lehner para este es-
crito. y más gritos. Se escuchaba que ella le pedía una indemnización al
144
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
embajador para dejarlo y separarse, y él le dijo que no, que no le pagaba. Después, ella vino,
abrió el portón y se quedó en el automóvil. Pasó la noche ahí. Por cierto, vino una vecina a
decirme que qué pasaba y yo le dije que era el embajador.
PERIODISTA: ¿Las peleas eran constantes o no?
GUARDIA: Por lo que me di cuenta, eran bastante constantes (…). Una noche me tocó a mí y yo
le informé al comandante de la delegación, y él me dijo que le hiciera un informe de todo lo
que sucedía en la casa, de los gritos y quebraduras de platos, de todo lo que ellos se
gritaban. Entonces, yo se lo hice en la mañana y él no sé que haría con eso, si lo mandó para
Chile o qué sé yo.
PERIODISTA: Sus otros compañeros, incluso, tuvieron que ir a declarar más de alguna vez…
GUARDIA: Sí señor, hubo un compañero que lo llamaron de aquí de la delegación de la mujer, de
la casa de la mujer, a informar sobre esas violencias. No sé que le habrán preguntado, qué
le habrán dicho a él, pero sí, lo llegaron a llamar (…). Los vecinos escuchaban todo y ellos
venían aquí y entonces nos decían que actuáramos, y ya, la verdad, es que uno no podía
actuar porque…
PERIODISTA: ¿No se podía ingresar a la casa?
GUARDIA: No se podía ingresar a la casa de ninguna manera, entonces, a nosotros se nos pidió
que informáramos por escrito, y lo pasáramos a la delegación, y ellos lo mandaban vía fax…
PERIODISTA: Usted contaba que había un compañero suyo que, incluso, ingresó porque quería
separar…
GUARDIA: Sí. Es un muchacho que son de los comandos de las zonas fronterizas y, tal vez, él no
sabía del tejemaneje de la residencia, ni de los diplomáticos, porque él me comentó que se
había metido y que al llegar adentro, según él, iba a detener al embajador para que no la
agrediera, o algo así, entonces, en eso se topó con el chofer que le dijo, que por favor saliera
de la casa, que ahí no podía estar.
PERIODISTA: ¿Quién era?
GUARDIA: Edgar (Mata).
PERIODISTA: ¿César Gómez también…?
GUARDIA: No, César es asistente del señor Yunge.
PERIODISTA: ¿Cómo se portaba como jefe?
GUARDIA: No tenía buen trato, no, no. No saludaba y cuando uno le decía, «buenos días»,
miraba para otro lado.
/DVEXOOLFLRVDV\GXGRVDVILHVWDVGH&pVDU*yPH]
145
7HUURUHQODHPEDMDGD
doméstico. Cheves no quería que ciertas cosas establecidas por ella fueran
transgredidas. Las personas que podían romper esa «armonía» eran las emplea-
das del servicio doméstico, y César Gómez fue el encargado para actuar como
centinela.
Las ausencias de Yunge y Cheves fueron aprovechadas por Gómez para invi-
tar a la residencia, a un «amigo», que pudimos identificar como Sergio.
Fueron algunas de las mujeres despedidas por el embajador, quienes nos entre-
garon detalles de lo que allí ocurrió:
EMPLEADAS: …a ese «maricón» (César Gómez) lo dejaban cuidando, y este metía a otro. Uno
lo atendía bien al muchacho y cuando venía don Guillermo, le ponía las quejas a él, que yo
no le servía bien, ¡sirviéndole bien al muchacho!, ¿ve?
PERIODISTA: ¿Y cómo era el tema de las peleas? ¿Los vecinos reclamaron alguna vez?
EMPLEADAS: Sí. Una vez, yo iba para el alto mercado y una vecina me dijo: «Mire, ¿qué era la
‘bullaranda’ que se tenía, que el equipo estaba encendido?». «Yo no sé, porque no duermo
ahí», le dije yo. Entonces vine y le dije a ella (Marisol), entonces Sergio le dice a la misma
Marisol: «Escucharon quejándose de ti, Marisol», le dice. Yo no sé qué es la queja que le
pusieron, entonces vino ella y a mí me regañó. ¡Mire!, a mí también me regañó, entonces yo
le dije: «Pregúnteselo a él, a Sergio, a mí no me esté preguntando nada, que a él le cree
más, pregúnteselo a él».
PERIODISTA: El tema de las peleas de ellos ¿eran muy escandalosas?
EMPLEADAS: Sí, escandalosas. Todos se quejaban allí.
PERIODISTAS: ¿Llegó la policía alguna vez?
EMPLEADAS: No entraban allí. De afuera no entraban, porque los policías lo llamaban. Un día,
ella (Marisol) nos pidió un favor. «Ustedes –dice–si viene alguien ahorita a entrevistarme,
ustedes me tienen que ayudar, porque ustedes tienen que decir que es pleito de pareja,
nada más». Entonces, para mantener yo el trabajo, yo le dije: «Sí, sí».
PERIODISTA: ¿Eran peleas matrimoniales, nada más?
EMPLEADAS: ¡Sí pues, así es! Volaban las comidas, el desayuno se lo volaban encima, después
me dijo: «Vaya a cambiarnos la cama, vaya a cambiarnos la cama, que se nos regó». Hasta
el techo, todo «bringado» de té, café, jugo de naranja, todo eso. Era un desastre «la
embajadita» que teníamos.
PERIODISTA: ¿Ninguna de ustedes dos estaba en la fecha del crimen en la embajada?
EMPLEDAS: No, ya no. Yo ya tenía varios meses de que me habían corrido, cuando se da esa cosa
que sucedió ahí.
PERIODISTA: Y las fiestas que se hacían ¿eran oficiales, de recepción o eran fiestas de ella
(Marisol), como fiestas internas?
EMPLEADAS: La única fiesta que hicieron cuando estábamos nosotras, fue una en «setiembre»
(sic). Hacen una fiesta, creo, de Chile, Fiestas Patrias. Esa fue la única ¿verdad? que
estuvimos ahí, en esa fiesta con mucha gente. Esa fue la única vez que hicieron esa recep-
ción ahí, de «setiembre» (sic). Después, ya no hacían más fiestas, porque ellos se iban de
paseo.
PERIODISTA: ¿Se iban los fines de semana?
EMPLEADAS: De «setiembre», ya de «setiembre», se iban los dos a Nicaragua, a la playa, pero
siempre nos dejaban a alguien que nos estuviera cuidando a nosotros.
PERIODISTA: Y ese «maricón» que usted dice ¿quién es?
EMPLEDAS: Amigo de Marisol, amigo de la señora.
PERIODISTA: ¿Y el otro «maricón» que usted dice?
EMPLEADAS: Era amigo del «maricón», ahí lo metía.
PERIODISTA: Y a ellos dos, ¿los traía la Marisol para que cuidaran la residencia?
146
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
EMPLEADAS: No, sólo a César lo dejaba cuidando. Yo llegaba y les subía el café a los dos en una
bandeja.
PERIODISTA: ¿Y ellos dormían en la misma habitación de…?
EMPLEADAS: …de doña Marisol y don Guillermo.
PERIODISTA: ¿En la misma cama?
EMPLEADAS: Sí, y ahí se bañaban en la tina, porque la tina amanecía con grietas. Yo no sé, sucia,
con cochinadas. Una matándose para limpiar hasta con cloro y todo, pero amanecía la tina
cochina, cochina, cochina.
Estos detalles se fueron conociendo por los distintos empleados que trabajaron
en la residencia y que propalaron a los funcionarios de la embajada. Tampoco
pudimos recabar mayores antecedentes que permitieran contrastarlos con otras
fuentes o que dieran crédito a las palabras de todos ellos. Por ser gente de edad y
de baja condición sociocultural, a veces, no se les otorga la atención que deman-
daban sus denuncias.
/DFDUWDGHORVYHFLQRV\HOGLVODWHGH*yPH]
MARCELA GUERRERO: Cuando Roberto muere, sobre su escritorio tenía unos papeles, y en eso
había una carta donde manifestaban el repudio contra Guillermo Yunge…
PERIODISTA: Una copia que se la había entregado Insulza.
MARCELA GUERRERO: ¡Exactamente! Esos papeles quedaron ahí, y Rodrigo (Nieto), mi cuñado,
juntó todos esos papeles y los metió dentro de una bolsa de basura negra, y entre esos
papeles estaba esa carta. Rodrigo sale de la embajada y le dice a Xinia (Vargas): «Xinia, que
no me toquen esos papeles, esa bolsa». Rodrigo vuelve, al rato después, y encuentra que
esa bolsa estaba totalmente dada vuelta y todos los papeles en el suelo, como que anduvie-
147
7HUURUHQODHPEDMDGD
ron buscando algo, y (Rodrigo Nieto) no sabía qué papeles, porque no se dio cuenta. Agarró
todo y los metió nuevamente dentro de esta bolsa, pero no sabe qué sacaron, qué andaban
buscando.
PERIODISTA: Cuando tu cuñado entra, ¿es posterior a cuando entra el OIJ?
MARCELA GUERRERO: Claro, fue al día siguiente, porque quedan papeles manchados con san-
gre…
PERIODISTA: ¿Y el OIJ no tomó esos papeles como material de prueba?
MARCELA GUERRERO: Me parece que no, porque fue Rodrigo el que agarró todos esos papeles.
Entonces, le dice a Xinia: «Por favor, que no me toquen esos papeles de esa bolsa». Rodrigo
no revisó esos papeles, solamente los juntó para verlos posteriormente. Cuando llega y
encuentra esta bolsa dada vuelta por todos lados, le preguntó a Xinia: «¿Qué pasó aquí?»,
y le dice que César Gómez entró a la oficina y sacó la bolsa.
PERIODISTA: ¿Seguridad absoluta de que César hizo eso?
MARCELA GUERRERO: Sí. Xinia le dijo eso a Rodrigo, y Rodrigo ahí encaró a César Gómez y le
dijo: «¿Quién eres tú para hacer esto? Yo di una orden que no se tocara. ¿Por qué hiciste
esto? ¡Ten cuidado!, que mi hermano ya me había comentado quién eras tú». Pero no
sabemos qué sacó.
¿Qué anduvo buscando Gómez en esa bolsa? ¿Por qué el asistente de Yunge
hurgueteó en asuntos que nada le incumbían? ¿Quién lo mandó a realizar seme-
jante dislate? Con los vecinos de la residencia logramos obtener una copia de la
carta que Insulza había entregado a Nieto y Yunge, la mañana del martes 27 de
julio de 2004. Después de leerla y analizarla, evidentemente, la presencia de
Gómez en la embajada, hizo presumir que cumplió órdenes del embajador o de
Marisol Cheves, para tratar de alcanzar la única copia que, potencialmente, era
un agravio para la imagen de Yunge, como persona, diplomático y político. En
las siguientes dos páginas reproducimos, en su totalidad, el contenido de la ame-
nazante misiva.
/ODPDGRVDLQIRUPDU<XQJHGHMDHOFDUJR
LIGIA SÁNCHEZ: … él no viajó como llamado a informar. Él hizo una llamada a Chile, creo que
habló con la ministra Alvear, porque él tenía una constante comunicación con ella, y arregló
el viaje (…) como un viaje normal, y que él aprovechaba para ir a informar.
148
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
::: Esta carta deja en claro el sobreaviso en el que constaban distintas autoridades
ticas y chilenas para haber optado a un sumario administrativo «oportuno», con
decisiones efectivas para solucionar un problema que estaba in crescendo.
preocupe, señor embajador. Yo soy funcionaria aquí. La verdad es que la vida privada, es la
vida privada» (…). En ese momento, mis compañeros que él, a veces, no saludaba… Él
llegaba a la oficina y aunque se lo topaba de frentón, no saludaba. A mí, generalmente sí,
porque casi nunca me topaba de frentón, sino que él tenía que llegar a mi oficina. Entonces,
ahí me decía: «Buenos días, doña Ligia», o «buenas tardes», porque ya último, sólo llegaba
en las tardes. Pero, a los compañeros que a veces no los saludaba y sí les hablaba de muy
mala manera, comenzó a palmotearles el hombro, a decir, «don Bernal», «don Jesús». Uno
por uno fue llamándoles (…) nos dijo que la propia señora había ido a la Cancillería aquí en
Costa Rica.
PERIODISTA: ¿Quién?
LIGIA SÁNCHEZ: Doña Marisol. Que ya ellos mismos habían ido a la Cancillería de acá a explicar
la situación. Que ya todo había quedado arreglado y que él, ya próximo, viajaba. No recuerdo
si al día siguiente se iba. Iban a ir juntos a explicar la situación a Chile. Decía que esto era
nada más que meros chismes, que la gente estaba haciendo esto para perjudicarlo. Cuando
él regresó del viaje, a mí, en lo personal, me dijo que ya todo había quedado arreglado y que
ya, tanto él como su señora, habían explicado… que todo había quedado solucionado. Las
peleas pararon un poquito. Si acaso peleaban era muy discretamente. Pero, de pronto,
volvió a haber las peleas; volvieron a haber los llamados a la policía; empezaron de nuevo
los llamados a la oficina, de los vecinos quejándose. Decían que qué le pasaba a Chile…
PERIODISTA: ¿Y con qué frecuencia eran esas peleas?
LIGIA SÁNCHEZ: Mira, cada lunes que llegábamos (a las oficinas de la embajada) nos hacían los
comentarios los mismos policías, «hubo fiesta anoche», decían.
PERIODISTA: ¿La policía de San Pedro?
LIGIA SÁNCHEZ: Sí, los muchachos que estaban destacados. Nos decían, «Hubo fiesta anoche en
150
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
la residencia». Era la forma de decir que había habido una pelea. Se estaban volviendo muy
frecuentes. Luego, yo salí de la oficina y perdí contacto con todo eso.
KARIN LEHNER: Tengo una amiga que era amiga de él (Yunge). Entonces, me llama un día y me
dice: «Karin, ¿sabías que a Guillermo lo acusaron en la Cancillería por violencia?». Derecha-
mente, porque los vecinos se quejaban. Había un guardia en la embajada (residencia) que
llevaba una bitácora, que se la entregan a la Cancillería costarricense y que se la hacen
llegar a la Cancillería chilena, y lo hacen llamar a él. Ahí, yo no supe que había andado en
Chile. Mi amiga me dice –porque ella tiene un amigo en la Cancillería–: «A Guillermo lo
hicieron llamar por violencia», y el jefe de gabinete de la Soledad Alvear, que se llamaba
Germán Guerrero...
PERIODISTA: Que ahora es el nuevo embajador de Chile en Costa Rica.
KARIN LEHNER: ¡Correcto! Ese tipo era de la escuela de Derecho (en la misma época de Guillermo
Yunge). Eran amigos. Entonces, (Guerrero) llama a esta amiga mía y le dice «¿sabes qué?,
que lata haber tenido mi primer trabajo como jefe de gabinete y tener que llamar al ‘Memo’
para decirle que la corte o lo echan». Y él (Guillermo Yunge) llegó con la mujer (Marisol
Cheves) a la reunión. O sea, lo cita el jefe de gabinete… ¡A mí me pareció insólito! Te cita tu
jefe y llegas con tu señora. ¡Es una locura! Llega con ella y se sientan los dos (…). La Soledad
Alvear sabía. Ella le dice a Germán Guerrero que tiene que hablar con Guillermo, que la
corte con los escándalos.
Aunque altas fuentes diplomáticas aseguran que fue amonestado verbalmen-
te y exhortado a mejorar tanto su gestión como su comportamiento privado,
la reprimenda no surtió efecto, y el subsecretario (Cristián) Barros determinó
que su desempeño era incompatible con el cargo y recomendó su remoción
(diario La Tercera)133.
Las dudas surgen respecto a cuándo fue informado Yunge que debía dejar su
cargo. La información más conocida a través de la prensa, indica que fue en junio
de 2004. No obstante, fue la propia canciller, Soledad Alvear, quién dijo que
Yunge había sido informado en diciembre de 2003.
La ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, informó hoy (2 agosto
2004) que el embajador de Chile en Costa Rica, Guillermo Yunge, había sido
notificado en diciembre de 2003 que dejaría su cargo en septiembre de este
año, poniendo énfasis en que esa medida se adoptó «antes
de estos dolorosos y trágicos acontecimientos y homicidios 133 «El informe secreto de la
que sufrieron tres chilenos» (diario La Nación)134. Cancillería sobre la masacre
de Costa Rica», diario La
Entonces, si el embajador había sido incompatible en el Tercera , Santiago, Chile, 31
de julio de 2005. Disponi-
cargo y si existía la demanda de costarricenses y parte de
ble en: <http://www.laterce-
la colonia chilena que exigió su remoción, ¿por qué se le ra.cl/medio/articulo/
otorgó un plazo tan largo, desde diciembre de 2003 hasta 0,0,3255_66602343_1-
el 30 de septiembre de 2004 para dejar el puesto? ¿Por qué 51544838,00.html>. Consulta-
do el 1 agosto de 2005.
si había una premura, una necesidad urgente de realizar 134
«Yunge deja embajada de
cambios en el manejo administrativo de la embajada, se Costa Rica y será llamado a
demoraron tanto tiempo? informar», op. cit.
151
7HUURUHQODHPEDMDGD
Volvamos a formular la gran pregunta. ¿Por qué se le dio a Yunge un plazo tan
largo para dejar su cargo? Nuestras indagaciones en Costa Rica advirtieron que
Yunge había pedido autorización a Soledad Alvear, para quedarse en San José
hasta fines de 2004, hasta que Cheves terminara el año académico en la universi-
dad. En agosto de 2005, el diario La Tercera también dio luces al respecto.
Si bien su renuncia fue solicitada al menos dos meses antes del 27 de julio,
al momento de la masacre no se había materializado aún, porque el propio
152
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
Yunge –apelando a sus contactos dentro del ministerio, y también entre sus
amistades políticas– había logrado que su salida fuese postergada hasta que
pudiera encontrar una nueva ocupación y mientras el ministerio definía a su
reemplazante (diario La Tercera)135.
Así y todo, según testimonios recogidos, Guillermo Yunge nunca dejó el cargo
el 30 de septiembre. Siguió frecuentando la embajada, al menos, durante dos
semanas, en las que llegaba con sus llaves e ingresaba a la oficina. Incluso conti-
nuó viviendo en la residencia oficial hasta las primeras semanas de enero, cuando
hizo abandono definitivo del hogar. Para esa fecha la embajada estaba siendo
dirigida por el consejero y encargado de negocios, José Fernández Barahona.
/DVSUiFWLFDVRFXOWLVWDVGH0DULVRO&KHYHV
En este punto nos adentramos, a nuestro entender, en una de las aristas y varia-
bles de mayor importancia en esta trama de hechos irregulares y cuestionables,
que circundaron el ambiente previo a las muertes acaecidas. También, es uno de
los contenidos que mayor complejidad aporta al entramado, en el intento de dar
una explicación coherente a lo sucedido el 27 de julio de 2004.
En el capítulo tercero abordaremos lo que dicen distintos especialistas sobre
estos temas. Por lo pronto, presentamos los hechos tal y como fueron investiga-
dos, con los testimonios que acreditan la existencia de acontecimientos que esca-
pan a la lógica racional del ser humano, a la existencia de ritos y costumbres que
en nuestras sociedades, cada vez, se hacen más populares, más masivas, aunque
siempre manteniendo un bajo perfil frente a los demás, compartiendo un sub-
mundo al que muchos prefieren hacerle el quite, por miedo a lo desconocido, por
temor al qué dirán, por desconfianzas y que los tilden de ingenuos.
Marisol Cheves es una mujer de reconocida capacidad y conocimiento del
mundo esotérico. Ella misma ha hecho alarde de sus capacidades con algunas
personas que, obviamente, para protegerlos a ellos, nos excusamos de dar sus
identidades. Incluso pudimos dar con el paradero de gente muy cercana a su
persona, que dio crédito a todo lo que hemos podido recabar.
Ya hemos hecho mención de algo en el punto 36.6. que titula Marisol Cheves
Hidalgo y César Gómez Calderón. Esta es una práctica que heredó de su familia
y sus tres hermanas también lo ejercen. Todas las fuentes coinciden en que es
«magia negra».
Más allá de lo que cada uno entienda por brujería o magia negra, más allá del
concepto que cada uno conciba de lo que es una «bruja», lo que hemos podido
investigar trasciende a lo caricaturesco, trasciende a lo medieval, trasciende a lo
que muchos consideran una quimera. Simplemente, son hechos tangibles,
testimoniables, de conocimiento público, que también pudo recabar la Cancille-
ría chilena.
Los rumores de que Marisol Cheves es una «bruja», es decir, una «mujer que,
según la opinión vulgar, tiene pacto con el diablo y, por ello, poderes extraordina-
rios»136, fue un tema recurrente que salió en forma espontá-
nea, durante esta investigación. Un gran porcentaje de las 135 «El informe secreto de la
fuentes consultadas tuvieron conocimiento de aquello. La Cancillería sobre la masacre
de Costa Rica», op. cit.
información salió, principalmente, de la residencia del 136 Definición que entrega de
embajador, de los distintos empleados que trabajaron en el «bruja» la RAE.
153
7HUURUHQODHPEDMDGD
PERIODISTA: ¿Qué sabían ustedes de la señora de Yunge? ¿Quién era? ¿Qué hacía?
JEANNETTE AGUILAR: Yo sé que ella estaba estudiando. Escuché comentarios de que ella hacía
sus cosas y brujerías, ¡no sé!, y el jardinero (de la residencia) encontraba cosas…, que hay
un cuarto cerrado (...), que ahí tiene cosas, pero, ¡no sé!, no me consta. Dicen que Yunge
antes no era así. La gente que lo ha conocido de años atrás, dicen que su comportamiento
cambió totalmente, después que se casó con ella, y sí, hay personas que dicen que se
escuchan cosas raras en esa casa, pero, hasta ahí, no me consta. Yo no vi nunca nada.
Otra de las personas que logró tener noción de estos temas fue Ligia Sánchez:
LIGIA SÁNCHEZ: Hay un comentario muy fuerte de que había involucrado un tema de prácticas
de brujería y cosas por el estilo…
PERIODISTA: ¿Cómo se enteran ustedes de eso?
LIGIA SÁNCHEZ: Nosotros nos enteramos por los otros empleados de la residencia, y por la oficina.
Dentro de las mismas llamadas (que recibíamos), porque parece que los vecinos conocen esos
temas complicados. Normalmente, uno le tiene miedo o por lo menos respeto. Donde uno no
maneja esas cosas, es mejor tenerle un poco de respeto. Pero sí habían llamados a la oficina,
donde se quejaban de que también sabían que la señora (Cheves) utilizaba estas prácticas.
Desconozco, exactamente, qué hacía y cómo lo hacía, pero sí (decían) que había que tenerle
cuidado, porque ella practicaba estas cosas. No sabíamos en qué se basaba todo, ni cómo
procedía, ni exactamente qué hacía. Si te digo que hacía cosas...
PERIODISTA: ¿Esto lo contaron las mismas personas que trabajaban en la residencia?
LIGIA SÁNCHEZ: Sí, las mismas muchachas, las señoras que eran funcionarias en ese momento.
Decían que había que tenerle miedo (…) ellos nos comentaban que tratáramos de no comer
la comida que ella (Marisol Cheves) enviaba a la embajada, que no fuéramos a la casa
(residencia) porque le tenían miedo a lo que ella hiciera. Uno trataba también de, digamos,
creer y no creer, pero, al fin, mantener la precaución.
PERIODISTA: Llevándote a lo que ocurrió el 27 de julio con las muertes de Rocío, Christian y
Roberto, y donde todavía no hay una respuesta clara. Más allá del grado de locura o
demencia que pudo tener Jiménez, ¿qué sensación tienes después de haber conocido a la
gente que trabajaba ahí?
LIGIA SÁNCHEZ: La verdad, es que de la forma en que yo conocí al señor Jiménez, me es
sumamente difícil ubicarlo en lo que pasó. Sé que lo hizo, porque eso consta, pero, no puedo
evitarlo, porque era una persona sumamente cariñosa, respetuosa, servicial. Él siempre
participaba de cualquier cosa. Si algo no andaba bien, entonces se dirigía a mí y me pedía
sí lo podía atender, y me explicaba (el problema) para que yo le explicara al embajador, o le
dirigiera (el asunto) al embajador, para ver si había una solución. O sea, siempre fue muy
asequible, muy educado. Así que, no sé yo. Yo pienso que tiene que haber recibido una
presión sumamente fuerte, como para que haya actuado de la forma en que lo hizo.
154
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
PERIODISTA: Dicen que ella, de pronto, enviaba comida a algunos funcionarios y las mismas
empleadas llamaban por teléfono para decir que no se las comieran, ¿es verdad eso?
JEANNETTE AGUILAR: Sí, ella mandaba comida a un primo de ella, un muchacho que trabaja ahí,
que se llama César Gómez. Ellos dicen que son primos ¿verdad? Y sí, ella le enviaba almuer-
zo y entonces las empleadas llamaban para advertir a los demás, que no probaran de esa
comida porque ella usaba brujerías.
PERIODISTA: ¿En la comida?
JEANNETTE AGUILAR: Sí, en la comida, y no sé en qué más.
PERIODISTA: Algunos comentarios dicen que cuando ocurrió esta tragedia, ella le envió un plato
de comida a Jiménez.
JEANNETTE AGUILAR: No sé, no me consta. Yo no sabía. Yo no puedo decir algo que no sé.
155
7HUURUHQODHPEDMDGD
con las hojas de un periódico refregaba las murallas ensuciándolas. Ello –dicen–
lo hacía para que el embajador las regañara.
Para entender el tema de la brujería, nos recomendaron que abordáramos al
jardinero que laboró en la casa. Nuestros intentos fueron en vano, puesto que nunca
dimos con su paradero. Sin embargo, a través de otra persona que lo conoce, pudi-
mos calzar muchos puntos. Este hombre encontró en varias ocasiones distintos ob-
jetos enterrados en los cuatro costados del jardín. Estos elementos consistieron en
vasos o bolsas conteniendo aguas oscuras con pelos, pedazos de fotos, puntas de
billetes, etc. «El problema es que el jardinero al encontrarlas, como él es muy
cristiano, inmediatamente procedía a botarlas», nos relata la fuente.
Otro asunto que nos llamó la atención es el envío de comidas a la embajada,
de parte de Marisol Cheves. Si bien, puede corresponder a un acto que no despier-
ta mayores sospechas, adquiere otro cariz cuando son los mismos empleados de
la residencia quienes alertan sobre el tema a los funcionarios a contrata en la
legación. Xinia Vargas cuenta cómo se dio esa situación:
(OFXDUWRRVFXUR
Uno de los asuntos que más llama la atención en esta historia, son los relatos
de distintas personas aludiendo a la existencia de un «cuarto oscuro», habilitado
en la residencia, y que permanentemente pasaba con llave. Esta habitación aco-
gió una infinidad de fetiches, como fotos de santos, vasos con agua, velas, inciensos,
entre otros. Marisol Cheves había dado instrucciones precisas, prohibiendo el
ingreso a los empleados, y para cumplir con ese objetivo durante sus ausencias,
César Gómez actuaba como centinela. Este tema tuvo tal trascendencia que llegó
a oídos de varios altos personeros.
156
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
MARCELA GUERRERO: Solamente a César. El cuento era este. Las empleadas, antes que (Mari-
sol) le sirviera y le llevara el almuerzo, ella se acercaba a la merienda y le echaba unas gotas
de un líquido a la comida. Después, hacía que cuando Guillermo Yunge llegaba a la residencia
tenía que sacarse los zapatos y subir las escaleras, e iba tirando algunas cosas (como sal)…
PERIODISTA: ¿Quién te lo comentó?
MARCELA GUERRERO: Las empleadas. Porque un día, me parece, que se encuentran con Rober-
to y le cuentan a él, que Marisol Cheves estaba «envenenando» a Guillermo Yunge y le
cuentan esto del almuerzo. Cuando Guillermo Yunge llegaba al almuerzo a su casa, a la una,
una y media, ella también le echaba un líquido a la comida.
PERIODISTA: ¿Lo veían las empleadas?
MARCELA GUERRERO: Exacto.
XINIA VARGAS: Germán Guerrero le dice a don José Fernández, que la prioridad es la residencia
de él (…) porque cuando él vino con el ex presidente Aylwin, él fue a conocer la residencia,
porque sabía de este tema. Él entró a la residencia y sintió… ¡es que uno siente ahí!…
PERIODISTA: ¿El tema de las brujerías?
XINIA VARGAS: (Asiente con la cabeza) ¡Uno siente ahí! Yo no había ido hasta como dos días
antes de venirme de vacaciones, que fui y lo siente uno. Vieras que uno llega y siente
como…
PERIODISTA: Malas vibras…
XINIA VARGAS: Sí, como algo que le llega a uno. Y don Germán (Guerrero) también. Dijo: «Aquí
no vivo».
PERIODISTA: ¿Y él sabía del tema?
XINIA VARGAS: Sí.
PERIODISTA: ¿Tú crees que es por ese motivo que él no quiere irse a esa residencia?
XINIA VARGAS: Él lo sabe, él lo sabe, y don José (Fernández) se lo dijo.
PERIODISTA: ¿Ellos están al tanto de este tema?
XINIA VARGAS: Todos, todos. Don Roberto (Nieto) también sabía.
157
7HUURUHQODHPEDMDGD
extraño (…). No está contento. Él venía llegando de Cuba. Él estaba en Cuba de embajador
y lo había pasado estupendo (…) y ahora lo mandan a Costa Rica, después de lo que pasó.
PERIODISTA: ¿Tú conversaste esto con Germán Guerrero?
KARIN LEHNER: No.
PERIODISTA: Pero, ¿cómo supiste que él no quería irse a la residencia?
KARIN LEHNER: Porque tenemos una amiga en común.
PERIODISTA: Y ella te contó que Germán Guerrero no se quiere…
KARIN LEHNER: No se quiere ir a la embajada.
PERIODISTA: ¿Y a la residencia tampoco?
KARIN LEHNER: Tampoco. Y ahí me dijo que estaban vendiendo la residencia. También, ya se
sabía que la iban a vender.
PERIODISTA: ¿Que iban a vender la residencia?
KARIN LEHNER: También. Dijo, «yo no me voy a ir ahí». Eso lo dejó bien claro, que él no iba a ir
a esa casa. Yo creo que Germán, si era jefe de gabinete, tiene que haber leído el informe.
PERIODISTA: ¿El informe de...?
KARIN LEHNER: de Gálvez (Eduardo).
Por asuntos propios de este reporteo, dimos con el paradero de una fuente que
pidió guardar su identidad para lo que nos iba a relatar. Esta persona es cercana
al embajador, director general consular de la Cancillería chilena, Ricardo Con-
cha. Recordemos que este diplomático de carrera fue uno de los enviados a Costa
Rica, junto al consejero Eduardo Gálvez, que elaboraron el sumario técnico-
administrativo, que encargó la ministra Soledad Alvear y el subsecretario de
Relaciones Exteriores de Chile, Cristián Barros.
Según esta fuente, en una conversación cotidiana, el ministro habría revelado asun-
tos de aquel mentado informe y que mantiene la Cancillería bajo estricta reserva:
PERIODISTA: Quiero que me des tu impresión de lo que sucedió en la embajada, claro que te lo
debería haber preguntado antes de lo de la brujería.
FUENTE 1: Pero te voy a decir una cosa… yo sabía.
PERIODISTA: ¿Sabías todo esto que te dije?
FUENTE 1: Yo te voy a decir por qué sabía (obviamos parte de la conversación para no dar pistas
de quién se trata la fuente). (…) Ricardo Concha (…) con el informe no quiere más (…)
fiestas satánicas es lo más suave (que hay en el informe elaborado por la Cancillería).
PERIODISTA: ¿Eso lo dijo Ricardo Concha?
FUENTE 1: Eso me lo dijo mucho antes que tú me contaras esto (…..) ahí te digo, yo sé que la
Canciller (Soledad Alvear) sabe...
PERIODISTA: ¿Sabe todo esto?
FUENTE 1: Sí (…). Lo del satanismo, sí. La violencia lo sabía de antes.
PERIODISTA: El satanismo ¿en qué sentido?
FUENTE 1: Eso es lo que dice Concha. Concha dice: «Atroz, incluso fiestas satánicas, con eso te
lo digo todo».
0LVWHULRV\TXHUHOOD
Existen dos asuntos que fueron extraídos del centenar de entrevistas realizadas
que, insertos en este contexto de lo esotérico, queremos que se conozcan. La ver-
dad es que no tienen un sentido lógico, racional y menos descifrable para el
común de la gente. Nosotros aún no lo entendemos, y fueron protagonizados por
Marisol Cheves y César Gómez.
158
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
::: Artículo publicado el viernes 29 de julio de 2005 por el diario Siete. En el círculo, se
destaca: «Esa es una acusación inverosímil. Si no fuera tan grande el contexto, lo más
cuerdo sería no responder, no hacerle caso, pero el señor Yuseff ha actuado con muy
poca hombría al atacar a una mujer que ni siquiera conoce (...). Por esta razón he
decidido actuar en los tribunales».
Dentro del relato de los funcionarios que sobrevivieron al ataque del guardia
Jiménez, existe un hecho que Xinia Vargas recuerda y que a la fecha no logra
hallarle sentido. Por lo mismo, consideramos pertinente discurrir en este punto.
Cuando la secretaria del cónsul Christian Yuseff permaneció oculta en el baño
junto con César Gómez, este le dijo: «‘Yo tengo un reloj’, que, por cierto, vieras tú
que me quedó la duda, que él decía que por ahí él podía hablar con Marisol. Pero,
él mandaba mensajes. O sea, él ‘eschifaba’ los numeritos y yo le decía: ‘¿César,
está hablando?, ¿está hablando con ella?’, y él me decía: ¡shttt! (haciéndola ca-
llar) (…). A mí me quedó la duda siempre», cuenta Vargas.
El otro asunto se da en una conversación que sostuvo Marcela Guerrero con
Marisol Cheves:
MARCELA GUERRERO: Marisol, me relata un sueño en un círculo de fuego, que dentro de este
círculo de fuego nace su hijo, porque estaban ansiosos de tener un hijo con Yunge. Así nace
su hijo y ese hijo es Sebastián. Es un sueño muy raro.
PERIODISTA: ¿Cuándo te comenta eso?
MARCELA GUERRERO: En la misma cena, en la misma comida, que fue la única vez que nos invitó
a su casa.
PERIODISTA: ¿Cuándo fue eso?
MARCELA GUERRERO: Como en mayo, nos invita a la residencia.
PERIODISTA: ¿Y ahí te hace ese comentario, ese sueño?
159
7HUURUHQODHPEDMDGD
(OODHVXQDPpGLXP
160
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
PERIODISTA: …ella (Marisol Cheves) tiene una serie de prácticas y ritos esotéricos…
FUENTE 2: ¡Aah!
PERIODISTA: … de brujería y cosas muy extrañas.
FUENTE 2: ¡Mmm!, sí, yo participé.
PERIODISTA: ¿Participaste tú de eso?
FUENTE 2: ¡Correcto!
PERIODISTA: ¿Y qué tipo de práctica es específicamente?
FUENTE 2: Brujería negra.
PERIODISTA: Perfecto, eso lo tenía claro, pero ¿tiene algún nombre? ¿Es vudú, macumba? ¿Qué
cosa es?
FUENTE 2: Ella es médium, pero es de familia, es una herencia con todas sus hermanas.
PERIODISTA: ¿Cuántas hermanas tiene ella?
FUENTE 2: Tres…
PERIODISTA: Tres hermanas.
FUENTE 2: … que lo practican.
PERIODISTA: ¿Todas las hermanas lo practican?
FUENTE 2: Sí.
PERIODISTA: El total de las hermanas, ¿son de distinto matrimonio?
FUENTE 2: Sí, porque los padres eran separados.
PERIODISTA: Y esa herencia, ¿proviene de alguna zona de Costa Rica?
FUENTE 2: De San José.
PERIODISTA: Le cuento...
FUENTE 2: Sí, por favor…
PERIODISTA: Yo lo que he podido averiguar, es que las muertes que se producen dentro de la
embajada son provocadas por una ceremonia, por un rito satánico…
FUENTE 2: ¡Aah, ya!
PERIODISTA: … que realiza Marisol para deshacerse de esas tres personas.
FUENTE 2: ¡Ya!
PERIODISTA: Tengo las razones, tengo los motivos, tengo todo lo que configura este tema…
FUENTE 2: Sí.
PERIODISTA: El tema es que esto, en ámbitos formales, la gente no lo cree…
FUENTE 2: ¡Mmm!
PERIODISTA: La gente no le toma mucha importancia…
FUENTE 2: Yo sí lo creo, porque yo lo viví. ¡Yo sé que es cierto! Es más, yo podría ampliarle todo
eso, hasta con fotos y todo.
PERIODISTA: ¿Con qué? ¿Con fotos?
FUENTE 2: Sí, yo tengo.
137
PERIODISTA: Yo le insisto. Yo lo que quiero es que usted tenga con- Ocultismo (1): Conjunto de
conocimientos y prácticas
fianza. La idea es que esto que estamos conversando, lo dejemos mágicas y misteriosas, con
entre nosotros. las que se pretende pene-
FUENTE 2: Sí, eso es lo que yo necesito… el anonimato. trar y dominar los secretos
de la naturaleza. Dedica-
ción a las ciencias ocultas
A esta persona le planteamos, abiertamente, una hipó- (Diccionario de la Real Aca-
tesis que liga el ocultismo137 con las muertes ocurridas. demia Española). Ocultismo
Decimos que contamos con las razones y motivos que con- (2): Teoría que defiende la
figuran este tema, muchas de las cuales hemos ido desarro- existencia de fenómenos
que no tienen explicación
llando a lo largo de esta investigación. racional y que no pueden
A continuación, profundizamos aspectos que ligan a ser demostrados científica-
Christian Yuseff y Roberto Nieto, en pugnas irreconcilia- mente (diccionario de www.-
bles con Guillermo Yunge y Marisol Cheves. elmundo.es ).
161
7HUURUHQODHPEDMDGD
<XVHIIUH~QHILUPDVFRQODFRORQLDFKLOHQD
PERIODISTA: Retomando lo de las firmas de chilenos y la carta que hicieron ustedes como Casa
Chile, ¿esa carta se envió finalmente a la Cancillería en Chile?
OTILIA ZENTENO: Sí, por medio de valija diplomática.
PERIODISTA: Entonces, ¿tú estás de acuerdo conmigo, respecto a que Yuseff sí estuvo reuniendo
firmas de chilenos para pedir la expulsión del embajador?
OTILIA ZENTENO: ¡«Expulsión» suena feo!, digamos que cambio de embajador por las razones
que conocemos. Él (Yuseff) promocionó las firmas, pero no lo estaba haciendo él.
PERIODISTA: ¿Qué entiendes por «promocionar»?, para no cometer errores de interpretación.
OTILIA ZENTENO: Dar la idea y que otros la realicen.
PERIODISTA: ¡Ah!, pero él dio la idea, ¿eso es correcto?
OTILIA ZENTENO: Correcto.
PERIODISTA: Christian, en esa gestión de firmas, ¿te pidió que tú te sumaras como «Casa Chile»
a esa recolección?
OTILIA ZENTENO: Me hizo la consulta de qué podíamos hacer nosotros, me refiero a Casa Chile,
si participábamos. Mi respuesta fue que debía consultar al resto de la junta directiva. Por
supuesto, no hubo acuerdo.
162
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
PERIODISTA: De Guillermo Yunge, ¿qué cosas decía? ¿Te contó algo que reclamara de su
persona, por ejemplo, el hecho que se dijera que era un embajador ausente?
OTILIA ZENTENO: Sí, que no pasaba en la oficina, que no atendía sus funciones, y que muchas de
las cosas que le competían al embajador tenía que hacerlas él.
PERIODISTA: Cuando el grupo de chilenos quiso reunir firmas para pedir la expulsión de Yunge,
¿él sabía que Christian Yuseff estaba patrocinando esas firmas?
OTILIA ZENTENO: No sé si Guillermo (Yunge) lo sabía, pero me imagino que lo intuía.
PERIODISTA: ¿Por qué dices que lo intuía?
OTILIA ZENTENO: Por algunos comentarios que me hizo después del 27 (de julio de 2004).
PERIODISTA: ¿Comentarios que te hizo quién?
OTILIA ZENTENO: Guillermo. Hay muchas cosas que le reclaman a Guillermo, sobre todos los
familiares en Chile, de Christian y de Roberto. El por qué no viajó con los cuerpos hasta allá,
pero tampoco le reconocen que «el hombre» tuvo que mover cielo y tierra para que no les
practicaran autopsia a los cuerpos y la familia los pudiera ver.
PERIODISTA: Pero, todavía, no entiendo por qué me dices que Guillermo intuía que Christian
podía haber estado patrocinando las firmas. (…) ¿Guillermo habló ese tema contigo?
OTILIA ZENTENO: Sí, lo hablamos .
PERIODISTA: ¿Y qué te dijo?
OTILIA ZENTENO: Hablamos sobre qué sabía yo de la lista, y si era verdad que la iniciativa había
salido de la embajada, y de cuál de los funcionarios… porque se decían y especulaban
tantas cosas.
En otra parte del mail que hacemos referencia al inicio, Zenteno cuenta que:
«Guillermo nos solicitó una reunión con la directiva de Casa Chile, para exponer-
nos ciertas inquietudes del montón de barbaridades que decían de él, por ejemplo,
el día que ocurrió la tragedia comentaban que él estaba fuera de San José y no se
había preocupado (…) que Guillermo no había permitido el ingreso de la policía
a la embajada, en fin, es parte de las atrocidades que decía la gente. Nosotros
extendimos una carta dirigida a la canciller, señora Soledad Alvear en los si-
guientes términos, hablando con la verdad: que nosotros como institución siem-
pre recibimos toda la colaboración y apoyo del señor embajador, don Guillermo
Yunge, y que la relación durante su período diplomático en nuestro país, o sea,
Costa Rica, siempre fue buena, lo mismo que la comunicación. La carta la envia-
mos a principio de agosto (de 2004)».
Dentro de todo esto, surgen incógnitas que requieren ser aclaradas. ¿Por qué el
embajador recurre a Casa Chile, de quiénes sabe puede obtener apoyo? ¿Por qué
el diplomático solicita a Casa Chile el envío de una carta conciliadora de su
imagen? ¿Qué buscaba? ¿Qué pretendía? ¿Por qué Yunge estaba tan preocupado
de indagar quiénes de la embajada eran los que estaban contra su persona?
En parte, algunas respuestas podemos hallarlas en la conversación que sostu-
vimos con Xinia Vargas y Ligia Sánchez:
XINIA VARGAS: Él (Yunge) estaba tratando de recuperar (su protagonismo). Cuando él fue a
Chile a informar (…) buscó un médico allá y el médico certificó que él estaba en tratamien-
to, que él se iba a recuperar, que él estaba en condiciones de seguir como embajador y todo,
entonces él estaba tratando de recuperarse para que no lo despidieran…
PERIODISTA: Pero recuperarse de qué, ¿de una depresión, de un estrés?
LIGIA SÁNCHEZ: Yo pienso que como había descuidado tanto su puesto, de que ya él no iba a la
oficina, ya no asistía absolutamente a ninguna actividad, ya no llegaban invitaciones, más
que lo estrictamente oficial, entonces, él ya tenía el puesto completamente descuidado. No
163
7HUURUHQODHPEDMDGD
era un tema oculto para la Cancillería, y la ministra (Alvear) estaba bien enterada de lo que
estaba pasando. Pero, sin embargo, no sé, siempre hubo como una… como él siempre dijo,
había una gran amistad, había un gran compañerismo entre ellos, de manera que yo pienso,
que él creía o estaba seguro de que con ese examen, o lo que él ya estaba haciendo, iba a
lograr que lo mantuvieran en el puesto otro tiempo más.
XINIA VARGAS: Porque él pidió plazo hasta diciembre (de 2004) y lo justificó con que, como la
señora estaba en la universidad y terminaba en diciembre, que lo dejaran hasta diciembre.
Él pidió ese plazo. Lo que pasa es que en el lapso no le habían contestado (…) además, a
Yunge se le cayó todo cuando Miguel Ángel Rodríguez 138, que está en la cárcel, le ofreció
llevarlo como asesor a la secretaría de la OEA, y él estaba plenamente confiado que se lo
iban a llevar. Cuando Miguel Ángel cayó, también cayó Yunge.
&HOHEUDPRVTXHHO<XQJHVHYD
+LSyWHVLVGHODWUDJHGLD
165
7HUURUHQODHPEDMDGD
go, era amigo de todos quienes estaban ahí, era una persona conocida que era
recibida con aprecio, con mucho cariño’. Es inexplicable, dijo, que una persona
que estaba a cargo de la custodia de la embajada para evitar problemas de segu-
ridad, tome una decisión de esta envergadura»141.
¡Era muy poco lo que se podía hacer! Toda la investigación estaba en manos
de la Fiscalía Nacional costarricense. Chile no quiso aportar con sus peritos y
solo estaba a la espera de ese resultado, más aún, que la Cancillería chilena no
estaba dispuesta a compartir ni divulgar, lo que sus personeros pudieron recabar
estando en San José. Y decimos que era muy poco lo que se podía hacer, porque
bastó sopesar la disposición indolente, apática y poco crítica, de parte de la fiscal
titular a cargo de la investigación, la abogada Andrea Murillo.
Andrea Murillo (…) anunció ayer (01 de agosto de 2004) que recomendará el
sobreseimiento definitivo del caso. En términos judiciales, el crimen se en-
cuentra totalmente aclarado, ya que según Murillo, se ha establecido que el
autor de los delitos actuó solo, sin cómplices y que hasta ahora el único
móvil que se ha logrado establecer es la venganza. El policía tico José Orlando
Jiménez habría asesinado por la molestia que le causó que lo intentaran
trasladar de la representación diplomática (diario La Cuarta)142.
La explicación más común que circuló para tratar de entender los homicidios
fue que Jiménez había sufrido de súbito, un proceso de enajenación mental, y si a
eso le sumamos el móvil de la venganza que alude Murillo, se explicarían los
hechos. Pero, ¿venganza de qué?
Uno entiende la enfermedad, un accidente, pero cuando
una persona asesina a alguien sin tener ni una sola razón,
141
«Cancillería chilena coor- la sensación de impotencia y perplejidad es mucho mayor
dina repatriación de vícti- (José Miguel Insulza)143.
mas en Costa Rica», xinhua-
net.com, 29 de juli o de Cuando se le consultó al especialista del Departamen-
2004. Disponible en: <http://
to de Psicología del Ministerio de Seguridad Pública de
www.spanish.xinhuanet.com/
spanish/2004-07/29/ Costa Rica, Sergio Rechnitzer, sobre la reacción que tuvo
content_13463.htm>. Consul- Jiménez, el médico dejó ver lo incomprensible del he-
tado el 10 agosto de 2004. cho.
142
«Dura crítica a Yunge en
funeral de chilenos asesina- En este caso no se tienen informes que permitan estable-
dos en Costa Rica», diario cer un patrón estructural que constituya un factor de ries-
La Cuarta, 2 de agosto de
go (…). Esta es una situación sorpresiva para todos los
2004, Santiago, Chile. Dis-
ponible en: <http://www.la- que lo conocían, para su familia y para nosotros, porque
cuarta.cl/diario/2004/08/02/ no hay posibilidad de asociar el hecho con factores
02.02.4a.CRO.FUNERAL.html>. predisponentes». Según el especialista, en ningún caso
Consultado el 17 octubre de
las pruebas psicológicas llegan a conclusiones definitivas,
2004.
143
Rubio, Lorena y Alam, pues existen componentes impredecibles y circunstanciales.
Marcela, op. cit. Cuando hay una carga de tensión, esos componentes
144
«Un hombre con una circunstanciales se pueden convertir en lo que los psicólo-
mente sana», diario La Na-
gos llaman factores precipitantes o disparadores. Eso pa-
ción, 29 de julio de 2004,
San José, Costa Rica, Dis- reciera ser lo que le ocurrió a Jiménez, donde los hechos
ponible en: <http://www.na- resultan despropor-cionados con el factor precipitante (tras-
cion.com/ln_ee/2004/julio/ lado de puesto) (diario La Nación de Costa Rica)144.
29/pais1.html#119466>. Con-
sultado el 14 febrero de Surge otra incógnita. ¿Cuál es el grado de supuesta
2005. locura que sufrió Jiménez, tomando en consideración
166
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
/DFDUWDDQXQFLDQGRHOWUDVODGRGH-LPpQH]
167
7HUURUHQODHPEDMDGD
embajada, podían pedir su traslado, pero directamente del señor Nieto, yo no tuve informa-
ción de la problemática…
XINIA VARGAS: ¡Cuando todo lo sabía!
PERIODISTA: Pero, el informe sigue: «la persona que me comentó lo anterior es la señora Xinia,
la secretaria del consulado».
XINIA VARGAS: ¡Eeeeh!, ¡qué bárbaro! Eso es mentira, yo no hablé nada de eso.
PERIODISTA: Después dice: «Christian era cónsul (...) yo tenía gran amistad con ellos, excelen-
tes relaciones personales y nunca nadie me presentó una queja formal o informal, en el
plano laboral o personal. Lo mismo es totalmente aplicable al caso de Rocío Sariego». Es
decir, según esto, se llevaba espectacular con todos.
XINIA VARGAS: Eso es mentira.
PERIODISTA: Entonces, ¿tú nunca le dijiste…?
XINIA VARGAS: Nunca. Él nunca me preguntó nada de eso.
PERIODISTA: Perfecto. Déjame llegar al testimonio de César Gómez…
XINIA VARGAS: Ahora, cómo le iba a decir eso a él, si nunca estaba en la oficina. Y cuando más
le interesaba todo este lío, fue cuando pasó todo, para que yo no hablara en el sumario que
le estaban haciendo.
PERIODISTA: ¡Escucha! En el testimonio de César Gómez… ¿Tú leíste el informe del OIJ?
XINIA VARGAS: No, no. Yo no he leído nada.
PERIODISTA: El informe del OIJ sigue: «Se le pregunta si él (Gómez) estuvo presente cuando
don Roberto llamó al jefe de la policía de San Pedro para pedir el cambio de los guardas y
responde: «Sí, me encontraba presente. La llamada se hizo a eso de las 09:00, 09:30 horas
de la mañana, junto con doña Xinia. Don Roberto llamó desde su oficina y escuché que el
empezó a quejarse del servicio. Decía que era pésimo, sobre todo que estaba cansado de las
malas caras que le hacían los guardas. Que le arreglaran la situación o prefería quedarse sin
servicio». Eso fue lo que, supuestamente, dijo Roberto Nieto y que lo cuenta César Gómez.
XINIA VARGAS: ¡Mentira!
PERIODISTA: ¿Eso es falso?
XINIA VARGAS: Sí.
PERIODISTA: Tú estabas ahí. ¿Escuchaste eso o no?
XINIA VARGAS: Yo le pasé la llamada.
PERIODISTA: ¿A Roberto Nieto?
XINIA VARGAS: Sí. Yo le hice la llamada a él, pero él hablo con Eliécer León. Le dijo (Nieto) que por
qué no hablaba con ellos para ver si se podía mejorar, porque la verdad es que ellos estaban
como que no les importaba el trabajo. No daban el servicio como tenía que ser y entonces, que
hablara con ellos para ver si, o mejoraban, o si no querían estar ahí, que los trasladaran.
PERIODISTA: ¿Eso fue lo que le dijo Roberto Nieto a Eliécer León?
XINIA VARGAS: Exactamente. Que si no querían estar ahí, que si no querían dar el servicio,
entonces que lo dijeran, para que los trasladaran a otra sede.
168
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
ELIÉCER LEÓN: El cambio se iba a dar definitivamente, solicitado por ellos mismos.
PERIODISTA: Me podría relatar un poco cómo se hace ese llamado, quién es la persona y en el
tono que le hace la solicitud.
ELIÉCER LEÓN: Yo recibo una llamada del señor Nieto, donde me solicita que, por favor, le
remueva a los tres efectivos del lugar, que en las próximas horas me está haciendo llegar
una nota por escrito.
PERIODISTA: ¿Y cuál era el argumento de esa solicitud?
ELIÉCER LEÓN: Únicamente eso fue lo que me pronunció, luego se tomó la decisión de comuni-
carle a los superiores, se tomó la decisión de trasladar a los compañeros dentro del mismo
sector y comunicarles.
PERIODISTA: Pero, me imagino que había alguna razón por la que ellos estaban pidiendo el
cambio.
ELIECER LEÓN: Bueno, esa nota nunca me llegó con las razones, con las razones de por qué
solicitaban el cambio, y de hecho, si estaban ahí era porque ellos lo habían pedido también.
León plantea desconocer las razones que motivaron a Nieto a remover a los
guardias y es coincidente con la versión de otras autoridades.
«El señor Nieto solicitó que Jiménez fuera trasladado a otra posición y eso es
algo que consideramos normal. Él no adujo en ese momento alguna falta,
sino, solo que le parecía conveniente un cambio», según explicó el ministro
de Seguridad, Rogelio Ramos (diario La Nación de Chile)147.
Roberto Nieto se quejó del servicio policial sin dar una razón en especial y a
raíz de esa queja telefónica se dispone del traslado de Jiménez y de todo el
equipo policial asignado (Mauricio Boraschi)148.
169
7HUURUHQODHPEDMDGD
nadas por la comandancia. Jiménez sabía que, en cualquier momento, podía ser
trasladado a otro lugar.
0DORVWUDWRVDORVJXDUGLDV
PERIODISTA: Entiendo, comandante, que la decisión de retirar el dinero no fue de Roberto Nieto
ni de la embajada chilena, sino que fue orden de la comandancia.
ELIECER LEÓN: Sí, yo lo solicito y es algo muy legal que yo podía hacer, solicitarles que no les
dieran ese tipo de dádivas a mis compañeros.
PERIODISTA: Y ese dato, de que la decisión fue tomada por usted, ¿eso lo sabían los tres
guardias?
ELIECER LEÓN: Sí, claro que sí. Yo a ellos les dije, «voy a pedir que les quiten este suministro,
porque no puede ser».
PERIODISTA: Entonces, esa no podría ser una razón para que Jiménez…
ELIECER LEÓN: No, no, porque se hubiera dado desde el primer momento y ya eso (la suspensión
de la entrega del dinero) llevaba casi un mes, antes de la tragedia.
Existe otra declaración proporcionada por Jesús Abarca, que coincide con esta
versión de León, aunque con algunos matices importantes que lo diferencian. Re-
cordemos que Abarca llevaba más de 40 años trabajando en la embajada chilena:
170
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
ellos tenían dentro de la comandancia, por los famosos 600 colones, que se trataban de
ladrones entre ellos. El mismo comandante pidió a la embajada que suspendiera esa rega-
lía. Se hizo, y como después no se les volvió a dar la plata, efectivamente, y así es, ellos
empezaron a bajar la calidad del servicio y no se preocupaban si salía (en el vehículo) don
Roberto Nieto, o salía don Christian Yuseff o si salía alguien de ahí…
PERIODISTA: Pero, ¿eso eran los tres guardias, Dagoberto Aguilar, Joaquín Mata y Orlando
Jiménez? ¿Los tres tomaron la misma actitud?
JESÚS ABARCA: Sí, sí, sí, los tres, los tres. Bajaron mucho la calidad del servicio.
PERIODISTA: ¿Y de qué fecha, más o menos? ¿De cuánto antes que ocurriera la tragedia?
JESÚS ABARCA: Eso fue, más o menos, a partir de los primeros días de julio fue que eso bajó,
porque incluso yo me acuerdo que don Roberto, un día me dijo: «Oye chico, vamos al banco»,
yo le dije: «¿Qué va a hacer al banco don Roberto?». «Voy a ir a sacar la plata de estos
niños», o sea, de los policías, y de hecho traía las bolsas con sencillo, porque se hacían
paquetes. Yo me acuerdo que le dije: «Si quiere yo voy al banco, en media hora voy yo».
«No», me dijo, «voy a ir yo solo» y al instante se devolvió y me dijo: «Sabes chico, estoy con
un problema, la comandancia no quiere que les demos la plata a estos ‘cristianos’, porque
se pelean, y me llamó León», así me dijo. Después dijo: «¡No!, voy a traerlas». Y don Roberto,
así como le digo, como era tan excelente persona, porque don Roberto Nieto era una
excelente persona, fue, sacó la plata y vino con la bolsa. Yo le ayudé a hacer los paquetes y
se les dio (a los guardias) el mes de junio (…). Yo siempre hacía los paquetes con don
Roberto Nieto y me sentaba en el escritorio con don Roberto y los hacíamos.
PERIODISTA: ¿Usted sabe si don Roberto se quejó alguna vez por el servicio que daban los
guardias?
JESÚS ABARCA: No, que yo sepa, no. No sé, si él lo hizo verbal o mandó algún oficio escrito, ahí
si que yo no tengo la menor idea…
PERIODISTA: Porque el informe del OIJ dice: «una llamada al señor León en que Nieto se queja
del servicio, decía que era pésimo, que estaba cansado de las malas caras que le hacían los
guardias y pedía que le arreglaran la situación o prefería quedarse sin servicio». Eso lo
cuenta César Gómez y que, supuestamente, le dijo Nieto a León.
JESÚS ABARCA: ¡Ah, no sé yo! Yo, en realidad no sé, porque entre don Roberto y yo había mucha
confianza, pero no, eso no.
PERIODISTA: Pero, ¿usted cree que don Roberto Nieto pudo pensar eso de ellos?
JESÚS ABARCA: No sé. Es que ya le digo, que sí, ellos bajaron (su servicio) y todo, pero que don
Roberto Nieto le haya mandado algún oficio, que lo haya hecho verbalmente con el coman-
dante León, no tengo la menor idea.
PERIODISTA: ¿Y por qué piensa que Roberto Nieto pidió el cambio de los guardias?
JESÚS ABARCA: ¡Es que yo no entiendo! No fue Nieto el que lo pidió…
PERIODISTA: ¿Quién fue?
JESÚS ABARCA: El comandante, lo hizo directamente. De hecho cuando a Jiménez le llegó la
carta de despido, vino la patrulla directamente.
PERIODISTA: ¿Y en esto no tiene nada que ver Roberto Nieto?
JESÚS ABARCA: Mire, yo entiendo que todo eso fue interno en la comandancia.
PERIODISTA: ¿Y por qué Eliécer León dijo, públicamente, que la orden había sido de Nieto en la
mañana?
JESÚS ABARCA: Si él lo dice, entonces fue la orden de la embajada.
PERIODISTA: Es que todo esto es raro.
JESÚS ABARCA: Ya le digo, entre don Roberto y yo, aparte de que él era mi jefe, el director
administrativo de la embajada y todo, éramos muy buenos amigos, incluso, venía para mi
casa. Pero él no, que yo sepa, fue una decisión de la comandancia.
PERIODISTA: ¿Cómo veía usted la relación que tenía Nieto con los policías?
171
7HUURUHQODHPEDMDGD
JESÚS ABARCA: Yo la encontraba buena, le estoy diciendo. Para mí, don Roberto, con ellos,
tenía muy buena relación. Era una persona muy humana don Roberto. Además, le digo, el
cambio lo hizo la comandancia, que si lo hizo a petición de la embajada, no sé.
PERIODISTA: Y a usted ¿don Roberto nunca le comentó que se quejara de los guardias?
JESÚS ABARCA: No.
Entonces, si la carta de traslado de los tres guardias no había sido una exigen-
cia de Nieto, sino solo una recomendación en caso de que ellos estuvieran
disconformes con su trabajo (todos los testigos y sus testimonios coinciden en lo
mismo, salvo la versión de León en el informe del OIJ); y si los 600 colones
habían sido retirados a petición del comandante, y los tres policías estaban al
tanto de esa situación, ¿Qué pudo haber detonado la ira de Jiménez?
Se argumentó que pudieron ser los problemas suscita-
151
«Estuvimos hablando y dos en el parqueo (estacionamiento) de los vehículos, en
vacilando…», diario Al Día, los territorios de la embajada.
30 de julio de 2004, San
José, Costa Rica. Disponible
en: <http://www.aldia.co.cr/ /DVGLVSXWDVSRUHOSDUTXHRGHYHKtFXORV\RWURV
ad_ee/2004/julio/30/
nacionales1.html>. Consulta- Los mayores antecedentes de esta problemática están in-
do el 4 agosto de 2004.
sertos en el informe del OIJ. Son, precisamente, los compañe-
172
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
ros de Jiménez quienes hacen mención de este tema. La situación es verídica y se dio.
Además constan antecedentes en una bitácora que los guardias llevaban del día a día.
Dagoberto Aguilar dice en sus dichos al OIJ que: «Una vez tuve un altercado
con Christian (Yuseff), porque el me dijo: ‘Solo con usted he tenido problemas’,
porque él me pedía que cuidara los campos para parquear los carros, al frente de
la embajada, en la calle. Como eso no era mi función, yo no lo hacía, por lo que
me reclamó. Esto pudo ocurrir unos 22 días atrás. Yo supe que Orlando había
tenido problemas con don Roberto por «las burras» (barreras móviles para cuidar
estacionamientos), ya que él le había pasado por encima con el carro a las mis-
mas. Esto me lo contó el cuida carros»152.
De estas palabras se desprenden asuntos triviales y cotidianos, situaciones nor-
males, que se pueden dar en un ambiente de trabajo, donde escasamente adquieren
algún tipo de fuerza, como para justificar lo que sucedió el día 27 de julio.
Al seguir revisando los demás testimonios, nos encontramos con los dichos de
Joaquín Mata, quien aporta mayores antecedentes:
…el embajador me ordenó que no dejara parquear dentro del parqueo de la
embajada a nadie, que solo él podía parquear, pero Rocío, en esos días,
parqueó su carro en dicho lugar, por lo que le indiqué la orden del embajador,
a lo que ella respondió gritando: ‘Usted no es nadie, que me lo diga el
embajador a mí, porque usted no es nada para decirme algo a mí’ (…). Don
Orlando tuvo un problema parecido a este con Rocío, por lo que Rocío le
gritó: ‘Ahora ni piense que su hija va a trabajar aquí’. Esto pasó hace dos
meses, entonces él (Jiménez) muy dolido me contó eso (…). Una vez pasó que
yo puse las burras y él (Roberto Nieto) me las botó con el vehículo y les
pasaba por encima, luego uno las tenía que recoger. Orlando me contó que
ese mismo problema lo había tenido él en varias ocasiones con don Roberto,
por lo que le aconsejé que no pusiera más las burras, que cuando un vehículo
particular se parqueara en ese lugar, era mejor cruzar la calle y decirle al
chofer que esos campos eran exclusivos de la embajada. Pero él continuaba
poniendo las burras y me seguía dando las quejas de que don Roberto las
botaba y que las iba a arrugar y que nos iban a responsabilizar a nosotros. Yo
le dije a don Orlando que mejor anotáramos todas esas anomalías en el libro
de novedades (…) ya que ellos, cuando les indicábamos algo, como la orden
del embajador, nos ignoraban o nos gritaban como Rocío lo hacía. De hecho,
hace unos días, antes de esta tragedia, yo le solicité a don Roberto, que se
encontraba en la entrada de la embajada viendo el gran aguacero que estaba
cayendo, que nos regalara un paraguas, ya que nosotros, los guardias, tenía-
mos que salir a dar información a la gente, cruzar la calle para quitar los
carros que se parqueaban en los campos que, según ellos, son para los
empleados de la embajada, a lo que él me gritó de mala manera: ‘que se
mojen todos’. Yo no entendí esa actitud, si lo que yo quería era dar un mejor
servicio. También, días anteriores, yo le había informado (a Roberto Nieto)
que la pintura blanca que se pone en la calle para indicar que los campos
eran de la embajada, ya no eran visibles, y él me informó que lo iban a volver
a pintar, pero nunca lo pintaron. Don Orlando también me dijo que él le había
pedido a don Roberto que pintaran la calle. Los que nos
gritaban en la embajada eran Rocío y don Roberto. Christian 152
Declaración hecha por
era una persona que no se quedaba a hablar con nosotros,
Dagoberto Aguilar al OIJ,
pero siempre saludaba y pedía las cosas por favor. Rocío Informe OIJ, pág. 10.
173
7HUURUHQODHPEDMDGD
era constante en que nos gritara, ya que ella estudiaba en una Universidad y
en todo momento permitía que sus compañeros de estudio parquearan sus
vehículos en el parqueo del embajador y cuando uno le llamaba la atención a
sus compañeros, siguiendo las órdenes del embajador, ella salía y nos grita-
ba: ‘que los carros se quedaban ahí, que le dijera al embajador que hablara
con ella’. Por lo que esperábamos a que llegara el embajador y tratábamos de
hablar con él, pero siempre nos decía que estaba ocupado, que habláramos
con Roberto. Cuando se le decía a don Roberto y se le indicaba que había una
orden del embajador de no parquear vehículos en el parqueo de la embajada,
él nos decía: ‘que parqueen, que parqueen, que esto no es de nadie’, desobe-
deciendo las órdenes del embajador (Joaquín Mata)153.
Al desmenuzar por partes, los relevantes datos que aporta Mata, se despren-
den varias cosas importantes. Cuando Rocío Sariego y Roberto Nieto desobede-
cen las instrucciones que los guardias les daban, de no parquear en los campos de
la embajada, se produce en desacato a la autoridad del embajador, en desmedro
del poder que ostentaba Yunge, y no porque ambos tuvieran problemas persona-
les con los guardias. Por el contrario, si bien se pudieron dar situaciones de exce-
so, en el trato que Rocío y Roberto tuvieron con ellos, estas se generaron en
situaciones específicas y no eran hechos que se generalizaran con los tres policías.
Por lo demás, Jiménez, Aguilar y Mata nunca estuvieron juntos en un mismo
turno. Otro tema que despierta interés, son las propasadas atribuciones que Rocío
Sariego tuvo en distintos casos y que, evidentemente, se pudieron dar por el grado
de confianza que existió con Roberto Nieto. Es importante enfatizar que existen
partes del relato que hace Mata, que no concuerdan con los tiempos, ni con el tipo
de trato que la joven Sariego tenía con Jiménez. Por ejemplo, él dice que Rocío le
habría gritado a Jiménez: «Ahora ni piense que su hija va a trabajar aquí. Esto
pasó hace dos meses». La verdad, es que no se condice con los más de cuatro
meses que Andrea Jiménez llevaba trabajando en una empresa distribuidora de
software computacionales. No tenía necesidad de buscar trabajo. Además existen
los testimonios recogidos por esta investigación donde, claramente, no se relacio-
na con el tipo de persona que era Rocío Sariego.
No escuché nunca a Rocío gritarle a ningún guarda. Y conste que yo salí
varias veces con Rocío y don Roberto juntos, los tres salimos en varias ocasio-
nes y nos montábamos al auto y listos, nada. Con el servicio de la embajada,
con la atención, con los policías para mí (la relación) era excelente. Como le
dije ayer, don Roberto hacía una parrillada y siempre estaba su plato con
carne para los dos «nicas» que lavan autos y cuidan autos en la embajada.
Estaba el pedazo de carne para el policía, siempre se le daba el pedazo de
carne con su ensalada, con su papa, con su Coca Cola (Jesús Abarca)154.
174
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
También se dan situaciones que, específicamente, Joaquín Mata relata como una
vivencia personal donde, por ejemplo, «yo le solicité a don Roberto, que se encontra-
ba en la entrada de la embajada viendo el gran aguacero que estaba cayendo, que
nos regalara un paraguas (…) a lo que él me gritó de mala manera: ‘que se mojen
todos’». Desafortunadamente, en las publicaciones de los medios de prensa, se extrapola
ese hecho como vivenciado por Jiménez, cuando nada de eso hubo. Al revisar el
expediente, notamos que en los enseres personales del policía, que fueron rescatados
durante la inspección ocular por peritos del OIJ, se encuentra un «paraguas en buen
estado». Por lo tanto, ¿qué quejas podía tener Jiménez sobre este asunto?
Hay que tener presente también, que las declaraciones emitidas por Joaquín
Mata pueden tener un cierto sesgo, que inclinan sus apreciaciones a lo que él
valoró como una realidad, cuando, a lo mejor, tiene más de diferencias persona-
les con Rocío Sariego y Roberto Nieto.
175
7HUURUHQODHPEDMDGD
::: Orlando Jiménez siempre viajó con su paraguas para hacer frente al clima tropical en
Costa Rica. La compra de un paraguas, por parte de Roberto Nieto, y demandado por
Joaquín Mata, no tiene cabida en esta supuesta «acumulación de tensiones».
176
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
Otro hecho confuso en el que participó Jiménez, fue lo relatado al OIJ por
Leonardo Banda: «Hay una situación que sucedió el día anterior, como a las
12:30 horas. Vengo entrando a la embajada con Cecilia Montero, nosotros venía-
mos bastante apurados, Jiménez se me acerca y me dice que quiere conversar
conmigo. Yo me detengo y lo escucho. Él me dice de que había hablado con
Roberto Nieto, buscando solución al tema del estacionamiento. Él le propuso que
pintáramos los estacionamientos con pintura blanca, y que don Roberto lo había
tratado mal y que casi no lo había escuchado, a lo cual yo le dije que iba a
conversar con Roberto. Roberto Nieto era muy ejecutivo, muy franco, muy direc-
to. A mi juicio, él trataba bien a las personas».
Nuevamente nos encontramos con un hecho cotidiano, propio de un ambiente
laboral con sus dificultades, pero en ningún caso con indicios de sobrecarga emo-
cional en la persona de Jiménez, ni situaciones estresantes o de abuso sobre su
persona.
Orlando Jiménez era un hombre que dialogaba a diario con su mujer y con sus
hijos. Una muestra de aquello, es que estaban al tanto del tema de las burras, pero
nunca Jiménez le asignó una importancia más allá de lo anecdótico.
Entonces, ¿cuál fue el gran detonante, el factor precipitante que derivó en la
tragedia? Porque no venga alguien a decir que una persona mata a una, y a otra,
y a otra más, simple y sencillamente, porque le botaban las burras o porque le
contestaban de mala manera.
/DVRWUDVMXVWLILFDFLRQHV
Sumado a lo anterior, y para dar mayor fuerza a la hipótesis que dice que
Jiménez había acumulado rabia y frustración, se fueron agregando otros temas
que hemos tratado antes.
Se dijo que Roberto Nieto no le había querido dar trabajo a la hija de Jiménez;
que Rocío le había enrostrado la imposibilidad de que ella pudiera trabajar en la
embajada; se dijo que Andrea Jiménez había tenido un affaire con Roberto Nieto,
con un embarazo y aborto de por medio. Como hemos visto, nada de eso se dio en
la realidad. Sin embargo, las sospechas nuevamente recaen sobre la persona del
ex embajador Guillermo Yunge, más cuando trata de involucrar a la hija de
Orlando Jiménez.
Al revisar las declaraciones hechas por el jefe de misión al OIJ, el día 3 de
agosto de 2004, relata que: «No tengo conocimiento de que don Roberto Nieto le
dijera al señor Jiménez que trajera a su hija para una entrevista laboral. No tengo
conocimiento de que se le realizara una entrevista laboral a la señorita».159
Transcurrido un año de esa declaración, sospechosamente, Yunge cambió la
versión y reconoció en una entrevista otorgada al Diario Siete, que Nieto le había
hablado de Andrea Jiménez y que, además, el embajador le había sugerido no
contratarla, porque «no llenaba con el perfil laboral que buscábamos».
Cabe preguntar, ¿qué interés pudo tener Yunge para cambiar la versión de los
hechos, si se supone que nada tuvo que ver con los desencadenantes de la tragedia?
¿Cuál es la versión que no corresponde, la otorgada al OIJ o la emitida al Diario
Siete? Si la versión al OIJ es falsa, entonces pudo entorpecer la investigación que se
llevó a cabo en Costa Rica. Si la versión del Diario Siete es
la falsa, ¿no habrá querido con ello dar validez al rumor 159 Declaración hecha por
que el mismo levantó, al contarle al ministro Ramos que Guillermo Yunge al OIJ, In-
Nieto había embarazado a la hija de Jiménez? forme OIJ, pág. 15.
177
7HUURUHQODHPEDMDGD
178
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
::: Páginas 14 y 15 del Informe del OIJ, con parte de la declaración emitida por el ex embajador
Guillermo Yunge. Aquí dice desconocer que Nieto se haya entrevistado con Andrea Jiménez, la
hija del victimario.
179
7HUURUHQODHPEDMDGD
::: Este artículo fue publicado por el Diario Siete, el jueves 28 de julio de 2005. Aquí, Yunge
reconoce que Nieto le había comentado sobre el interés de Andrea Jiménez por trabajar en la
embajada. En el recuadro, se lee: «Roberto nieto me comentó del interés en el trabajo de la
hija del guardia. Respondí que ella no llenaba el perfil laboral que buscábamos».
Si León nunca dijo eso, ¿por qué aparece como declarado por él? Estamos
frente a un informe oficial, preparado por un organismo dependiente del Poder
Judicial costarricense y, según León, nunca dio esa información. Por lo pronto, el
tema se investigó y no hubo sustento ni veracidad para ese relato. Fue un invento
de alguien que logró, en su momento, confundir a muchos.
Hemos revisado, uno a uno, todos los posibles detonantes que pudieron llevar
a Jiménez a cometer los crímenes y que fueron difundidos por la prensa.
MAURICIO BORASCHI: Son hechos que no se niegan. Él (Orlando Jiménez) tuvo discusiones con
Roberto Nieto, pero lo que yo quiero que me entienda, es que son discusiones que ni siquiera
se elevaron de tono. Problemas, yo diría, insignificantes ante un desenlace tan fatal. O sea, hay
factores aislados, problemillas, pero como los cotidianos de cualquier trabajo.
PERIODISTA: Entonces, ¿por qué en el informe que difundió la prensa, se argumenta que existen
tres hechos que detonaron las acciones de Jiménez, como la carta, las rencillas…?
MAURICIO BORASCHI: Esas son conclusiones de los periódicos, y perdone que se lo diga, pero
usted sabe como se maneja eso. A estos, le dan la interpretación que ellos quieren. A nivel
de prueba, el informe como tal, no se arrima a esas tres conclusiones. Sí, son hechos que se
mencionan y que mencionan los testigos. La existencia de esas discusiones, la existencia de
la molestia de él (Jiménez) por el traslado, etc.; pero, por sí solos, esos hechos, aún juntos,
yo no creo que hagan llevar a una persona a semejante grado de salvajismo.
/DVYDULDEOHVTXHTXHGDQ\ODIXHU]D
GHQXHVWUDKLSyWHVLV 161
«Gobierno ‘perplejo’ con
versión sobre tragedia de
Como hemos revisado hasta ahora, con un acabado detalle San José», diario La Nación,
de distintos hechos, de situaciones dispares, de escenarios 21 de septiembre de 2004,
que despiertan razonables sospechas en el actuar de ciertos Santiago, Chile. Disponible
en: <http://www.lanacion.cl/
personajes, nos permite dudar de los argumentos que se p4_lanacion/site/edic/
han esgrimido y que intentan explicar lo absurdo e ilógico 2004_09_21_1/home/
del accionar de Orlando Jiménez. home.html>. Consultado el
Ninguno de los argumentos que se conocen, pública- 28 febrero de 2005.
181
7HUURUHQODHPEDMDGD
182
7tWXORGHOFDStWXOR
$QiOLVLVSLVFROyJLFR\
REVHUYDFLyQHVRWpULFD
5D]RQDPLHQWRSUHYLR
7HRUtDVTXHFLUFXODURQ
y que, generalmente, el desenlace va a ser negativo, tanto para las víctimas como
para los secuestradores»166.
Más aventurado, aún, fue el dictamen que dio a conocer la nota publicada por
el periodista Hernán García Martínez-Conde, en el diario El Sur, donde refirién-
dose a Orlando Jiménez, dijo que «se desconoce si la familia sabía de alguna
paranoia que afectara al agente, aunque no cabe duda que Jiménez cayó en un
abismo de evidente índole traumática, locura temporal y un comportamiento que
raya en la esquizofrenia, un trastorno fundamental de la personalidad y distor-
sión del pensamiento. Sin embargo, los especialistas aseguran que la violencia no
es un síntoma de la esquizofrenia y no es común entre las personas que sufren de
este trastorno. Aunque, si ocurre un episodio de violencia o agresión, general-
mente, es debido a que la persona esquizofrénica se siente acorralada o no alcan-
za a comprender las intenciones de los demás. Las alucinaciones, los delirios, las
preocupaciones o pensamientos revueltos son lo que, por lo general, causan los
miedos y confusiones que culminan en hechos de sangre»167.
Hubo demasiados juicios y conjeturas que se emitieron aventuradamente.
Quiérase o no, todos esos comentarios con importante grado de informalidad e
insensatez argumental, también confundieron a los familiares y conocidos de las
cuatro personas fallecidas, a las autoridades y a la opinión pública… pero, ¿por
qué todos quienes lo conocieron dicen que Jiménez era un hombre normal, una
excelente persona, sin historial médico que diera luces de problemas psicológicos
o psiquiátricos? Esta investigación da cuenta de aquello.
Durante nuestra estadía en Costa Rica, en enero de 2005, dimos con el parade-
ro del psicólogo chileno, Armando Campos Santelices, asentado en ese país hace
largos años. El fatídico 27 de julio estuvo presente en los alrededores de la emba-
jada, intentando cooperar. Nos recibió en su hogar, en una improvisada oficina-
habitación que tiene habilitada para sus quehaceres profesionales.
Campos es director del Instituto de Psicología del Deporte (INPSIDE) en San
José. Al profesional, le pedimos que hiciera un análisis del comportamiento mos-
trado ese día por el guardia Jiménez, considerando los antecedentes y los comen-
tarios que circulaban al respecto:
Yo pienso que, inevitablemente, cuando uno se refiere a esto con responsabi-
lidad, tiene que dejar establecido que uno está obligado a especular en
cierta medida. No se puede uno atribuir una certeza completa en relación a
un hecho de tanta complejidad como ésta. Yo tengo una
interpretación al respecto, que se las voy a dar, pero es 166 «El resultado de los res-
una interpretación sujeta a análisis y cierta discusión. Este cates es generalmente ne-
policía, don Orlando Jiménez, había logrado a sus 54 años, gativo», diario La Nación ,
y después de algunos años de servicio en la embajada, una Santiago, Chile, 29 de julio
de 2004. Disponible en:
identidad con la legación. Era parte de su realización per- < h t t p : / / w w w. l a n a c i o n . c l /
sonal. De alguna manera, quizás, un poco tardíamente, es- p 4 _ l a n a c i o n / s i t e / e d i c /
taba empezando a seguir el camino de sus propios hijos, 2 0 0 4 _ 0 7 _ 2 9 _ 1 / h o m e /
que eran personas que estaban teniendo éxito en la vida. home.html>. Consultado el
28 febrero de 2005.
Entiendo que uno de sus hijos es ingeniero especialista en 167 «Un día de furia», diario
informática. Es decir, personas que de algún modo lo supe- El Sur, Concepción, Chile, 6
raron en su propio nivel educativo, en su propio nivel eco- de agosto de 2004. Disponi-
nómico. Él (Jiménez) de alguna manera, logró conseguir un ble en: <http://www.elsur.cl/
edicion_hoy/secciones/ver_-
cierto estatus personal siendo el policía de una embajada, rep.php?id=1582&dia=1091764800>.
donde tenía una aceptación de parte del personal, donde Consultado el 2 marzo 2005.
185
7HUURUHQODHPEDMDGD
Por esa misma línea de cautela donde nada es claro, donde nada es absoluto,
se orienta la versión entregada por el ministro Rogelio Ramos:
186
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
PERIODISTA: ¿Cuáles son las motivaciones que usted ve en Jiménez para cometer los tres
crímenes?
MAURICIO BORASCHI: Yo, sinceramente, lo que arroja la investigación y lo que pude ver perso-
nalmente el día de los hechos, todavía no encuentro una motivación y el crimen como tal es
exageradamente brutal. No encuentro de lo que arroja la prueba, efectivamente, algo que
pueda determinar con certeza, cuál era la motivación que tenía el policía Jiménez. Era una
persona que tenía una muy buena relación con los funcionarios de la embajada. Era recípro-
co. Había un respeto recíproco, tanto de él hacia los señores de la embajada de Chile, como
de los funcionarios de la embajada de Chile hacia él. Es algo de lo que yo todavía no llego a
determinar ni creo que vaya a poder determinar, sin embargo, igual la responsabilidad de la
Fiscalía General ha sido agotar esta investigación hasta los últimos puntos que se puedan,
hasta las últimas consecuencias. Precisamente, en ese proceso es que estamos.
PERIODISTA: Acá se habla de malos tratos, de que hubo problemas por el parqueo, de que la hija
de Jiménez quería trabajar en la embajada, del traslado de Jiménez a otro lugar. ¿Usted
cree que eso justifica lo que hizo?
MAURICIO BORASCHI: ¡Jamás! Ninguna de las cosas que se han mencionado como periféricas,
motivantes o desencadenantes del hecho, justifican, siquiera, tratar verbalmente de mala
manera a uno de los funcionarios de la embajada de Chile…
PERIODISTA: Entonces, ¿qué hay?
MAURICIO BORASCHI: … hubo situaciones, es algo que no vamos a poder determinar. Considero
yo, no tiene explicación. Las motivaciones internas, la psiquis de este señor, realmente, no
sabemos y no vamos a poder determinar humanamente qué fue lo que pasó con él, qué lo
motivó a hacer tal cosa. Si era un hombre, inclusive, de una conducta ejemplar, un oficial de
muchos años de servicio, con un récord absolutamente (impecable), un padre de familia
responsable, con una familia muy linda y una familia muy unida. Por supuesto, al igual que para
todos nosotros, ha sido un golpe terrible. Por ningún lado asoma qué pudo haber determinado
a este señor a tomar esta terrible decisión de cometer esta serie de homicidios.
PERIODISTA: ¿Podemos hablar de una locura, de una demencia como se hablaba, problemas de
personalidad?
MAURICIO BORASCHI: Que pueda haber estado probado hasta ese momento, ¡nunca! O sea, un
comportamiento como le digo ejemplar, y de eso son testigos, más que nosotros, los mismos
funcionarios de la embajada de Chile. ¡Nunca hubo algún problema con este señor! Me imagino,
y así lo arroja la prueba, que en algún momento pudieron haber tenido una discusión, algún
intercambio de criterios, pero nada que haya ameritado que se alzara la voz o algo por el estilo.
PERIODISTA: Hay una publicación de un diario en Chile donde usted dice: «Siento que hay algo
oculto en las muertes ocurridas en la embajada». ¿Usted efectivamente siente eso?
MAURICIO BORASCHI: Lo oculto existe para mí (…) después de no poder determinar qué puede
haber llevado a una persona como Orlando Jiménez a cometer semejante crimen. ¡Eso es lo
oculto! Creo que, humanamente, no voy a poder descifrar este caso. (…). Lo único oculto
que tengo yo, es la motivación de don Orlando para llegar a hacer lo que hizo. Porque
insisto, era una persona de la cual nadie, nadie, nadie esperó siquiera una falta de respeto
para con los funcionarios de la embajada.
PERIODISTA: A siete meses de ocurrido los hechos, ¿qué reflexión hace de lo que sucedió?
MAURICIO BORASCHI: La única reflexión que llego a concluir, después de esta investigación, es
que realmente la psiquis y la mente humana sigue siendo un gran misterio porque, insisto,
no puedo comprender cómo una persona llega a esas instancias y toma una decisión como
la que tomó Orlando Jiménez. Por lo menos, lo que hemos podido averiguar, arroja que
Jiménez era una persona normal, con una buena vida, con trabajo, con una familia, con un
trabajo en el que estaba muy a gusto y que no tenía necesidad de tener un conflicto, aunque
fuera verbal, con las personas que veía todos los días y con las que trabajaba.
187
7HUURUHQODHPEDMDGD
4XpGLFHODSVLFRORJtD\ODSVLTXLDWUtD"
trámite judicial que el fiscal Mauricio Boraschi nos había adelantado: «Autop-
sia psicológica».
Contamos con el doctor Carlos Saborío, que es un especialista con estudios
de posgrado en el extranjero referente a esta materia, y, realmente, conside-
ro que esta es la primera vez que estamos utilizando esta técnica (en Costa
Rica). Quiero recalcar que la Fiscalía General de la República ha asumido la
responsabilidad y el compromiso en todo momento, de llevar esta investiga-
ción hasta las últimas consecuencias y, de cara a lo que pasó, hemos tratado
de hacerla con calma, de la mejor manera posible, para tener un producto
que podamos exponerle a las autoridades chilenas, a las familias, al mismo
país, que abarque la mayor cantidad de aspectos posibles. Yo espero que,
eventualmente, esta sea la última prueba (Mauricio Boraschi)171.
189
7HUURUHQODHPEDMDGD
miente en varios pasajes con sus dichos; Joaquín Mata extrapola sus problemas
personales con Nieto y Sariego, como vivenciados por Jiménez; Roy Pérez tiene
evidentes signos de mitomanía en su relato otorgado al OIJ, donde creó situacio-
nes inexistentes, atribuyéndole a Jiménez locuacidad aparente y supuestos dispa-
ros percutados por este último en su contra. ¡Nada de eso fue verdad!
Hay que tener en cuenta que casi siempre se dirige todo el esfuerzo a tener
una visión exacta de la conducta del protagonista de la situación y se pasa
por alto la conducta de los demás personajes que intervienen en ella; equivo-
cación profunda, porque, desde el punto de vista psicológico, es igual la
importancia de aquella, que la de estos. Así, son muy pocos los juristas que
se detienen en analizar la personalidad de los testigos o testimonios, con la
misma minuciosidad que la del interesado (pleitante o acusado) y ello hace
que se parta, en la inmensa mayoría de las veces, de datos incompletos para
elaborar toda la acción o actuación profesional secundaria (Manual de Psico-
logía Jurídica)174.
Por último, está la psicología anormal, que explica que cualquier enfermedad,
de cualquier órgano del cuerpo humano, puede producir un mal funcionamiento
de la mente. Esta puede existir y persistir sin que sea posible denotar una lesión
visible en el sistema nervioso. Por lo tanto, «ha pasado a la historia los tiempos
en que las psicopatías podían ser explicadas bajo la denominación de ‘enfermeda-
des del cerebro’»175. Esto mismo permite trasladar la discusión a otro punto. Con-
siderando que cualquier órgano enfermo del cuerpo humano puede generar un
mal funcionamiento de la mente, entonces desaparece la clásica oposición entre
psiquiatras y jueces, donde al juzgar a un procesado, según estos últimos está
loco, y según los primeros no lo está, o viceversa.
Mira y López plantea que «la discusión tiene lugar casi siempre porque se
quiere aparejar la noción de ‘irresponsabilidad delictiva’ con la de ‘locura’, y la
responsabilidad con la salud mental. Con arreglo al moderno criterio científico,
estas dos nociones no pueden identificarse, porque es posible ser un enfermo men-
tal y ser responsable, y viceversa, es posible ser irresponsable de un delito come-
tido con los cinco sentidos (…). Esta confusión, está claro, desaparecerá cuando
desaparezca la palabra «locura», que no quiere decir nada y por ello se la hace
significar lo que cada cual quiere (…). Que la locura es una enfermedad, es tan
absurda como si dijese que el dolor de cabeza es una enfermedad (…). La locura
es un estado psíquico capaz de engendrarse por muy diferentes causas y en virtud
del cual, el individuo pierde el contacto con la denominada realidad ambiental o
fenomenología, perturbándose su capacidad discriminativa entre el mundo exter-
no y el interno, y originándose en consecuencia una conducta, interna o externa,
que puede ser lógica (si se tiene en cuenta que se basa en vivencias anormales),
pero que resulta inadecuada. Al individuo que solo pierde ese contacto en cuanto
se refiere a una determinada serie de estímulos, se ha dado en llamarle ‘loco
parcial o semi loco’, y al que solo lo pierde durante cierto tiempo, aún cuando sea
totalmente, se le denomina ‘loco temporal’. Estas denominaciones son arbitrarias
y groseras, pues existen infinitas gradaciones entre estos estados (…). La respon-
sabilidad ha de ser individualizada por el jurista, pero para ello se requiere que
posean las debidas nociones de psicología aplicada a su
174
Ibidem, pág. 26. actividad»176. De esta forma se podrían evitar sentencias
175
Ibidem, pág. 14. como las emitidas por la fiscal Andrea Murillo, cuando
176
Ibidem, pág. 15. aseveró el jueves 29 de julio, a menos de 48 horas de ocu-
190
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
rrida la tragedia, que la carta de traslado a Jiménez «fue la gota que rebasó el
vaso»177.
Dejamos claro, en el desarrollo de este punto, que todo lo expuesto aquí co-
rresponde a una visión subjetiva, donde solo aquellas personas con experiencias
clínicas, con conocimientos profesionales y criterios éticos, deberán hacer una
valoración más precisa. Solo pretendemos exponer y relacionar los conocimien-
tos existentes, en lo que a trastornos de personalidad se refieren, con lo experi-
mentado por Orlando Jiménez el martes 27 de julio de 2004.
La cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos men-
tales (DSM-IV), de la American Psychiatric Association, clasifica los trastornos
mentales proporcionando descripciones claras de las categorías diagnosticables.
De esta manera, los investigadores pueden determinar, estudiar e intercambiar
información y tratar los distintos trastornos mentales. El DSM-IV distingue diez
tipos de trastornos de personalidad reunidos en tres grupos:
1. Raros o excéntricos: este grupo de trastornos se caracteriza por un patrón
penetrante de cognición (por ej.: sospecha), expresión (por ej.: lenguaje extraño) y
relación con otros anormales (por ej.: aislamiento).
• Trastorno paranoide.
• Trastorno esquizoide.
• Trastorno esquizotípico.
2. Dramáticos, emotivos o inestables: se caracterizan por un patrón penetran-
te de violación de las normas sociales (por ej.: comportamiento criminal), com-
portamiento impulsivo, emotividad excesiva y grandiosidad. Presenta con fre-
cuencia actino-out (exteriorización de sus rasgos), llevando a rabietas, comporta-
miento autoabusivo y arranques de rabia:
• Trastorno antisocial.
• Trastorno límite.
• Trastorno histriónico.
• Trastorno narcisista.
3. Ansiosos o temerosos: este grupo se caracteriza por un patrón penetrante de
temores anormales, incluyendo relaciones sociales, separación y necesidad de
control:
• Trastorno evitativo.
• Trastorno dependiente.
• Trastorno obsesivo-compulsivo.
Antes de entrar a detallar estos patrones e intentar cuajarlos en la personali-
dad de Orlando Jiménez, debemos entender algunas ideas
generales de lo que son las teorías conductuales. Todos los 177 «Muertes instantáneas»,
documentos consultados, preferentemente, por Internet, diario Al Día, San José, Cos-
ta Rica, 30 de julio de 2004.
coinciden en reconocer que «la personalidad está marcada Disponible en: <http://www.a-
178
por el ambiente y lo que existe es la conducta» . Los con- ldia.co.cr/ad_ee/2004/julio/
ceptos planteados por Skinner, Bandura y Ellis nos permi- 30/nacionales0.html>. Con-
ten tener una base sobre la cual trabajar, en esta idea «loca» sultado el 1 septiembre de
2004.
de entender qué ocurrió en la embajada de Chile. 178
Hernández G., Pilar, «Teo-
Skinner dice que «la personalidad se expresa por la con- rías Conductuales y Feno-
ducta y la conducta depende del ambiente (…) Los trastor- menología», apsique.com .
nos psicológicos no existen, lo que existen son conductas Disponible en <http://www.-
apsique.com/tiki-inde-
trastornadas producto del medio»179. Bandura plantea que x.php?page=SeccionPers>. Con-
la conducta de un individuo «depende de la motivación del sultado el 18 julio de 2005.
sujeto (…) los trastornos son productos de deficiencias en el 179 Ibidem.
191
7HUURUHQODHPEDMDGD
aprendizaje»180. Por su parte, Ellis propone que «las variables cognitivas (del
conocimiento) van a ser determinantes en la emoción que produce la conducta.
Una persona racional va a tener control sobre sus emociones», es decir, «será
capaz de adaptarse a las circunstancias. Teoría del ABC: acontecimiento + creen-
cias = conducta. Las personas en general, siempre van a tener ideas irracionales,
pero tienen la capacidad de alejarlas»181.
Hasta aquí, estas teorías mantienen la misma hipótesis que surgió en un co-
mienzo, cuando se dijo que Orlando Jiménez se vio sobrepasado por distintos
factores externos, de su medio ambiente, que le ocasionaron un desequilibrio
emocional. ¿Qué hechos lo pudieron afectar? Se indicó que había sido la carta
anunciando su traslado a otro punto de vigilancia; después se dijo que había
recibido malos tratos de parte de algunos funcionarios chilenos; que no le habían
querido dar trabajo a la hija en la embajada; que hubo problemas con «las bu-
rras» del estacionamiento, etcétera. Estas mismas teorías nos dicen que una per-
sona racional, normal, siempre va a tener control sobre sus emociones. De no ser
así, debiéramos pensar que existe alguna anormalidad, algún trastorno de la
personalidad que impide manejar sus emociones. «El pensamiento correcto es
esencial para el control de la emoción. Si el pensamiento es erróneo, las emocio-
nes pueden ser disfuncionales y conducen a conductas irracionales»182.
Aquí entra a jugar otro factor importante cuando hablamos de salud mental, y
se refiere a la capacidad que debe tener una persona para tolerar la frustración.
Una frustración «ocurre cuando una secuencia de conducta, encaminada hacia un
determinado objetivo, se ve interrumpida de modo que no se logra terminar y los
objetivos deseados se retrasan o se cancelan». Mientras más cerca estamos de
lograr el objetivo y este se bloquea, mayor es nuestra frustración, por lo tanto se
relaciona directamente con nuestras expectativas183. El resultado que puede gene-
rar vivir una situación frustrante, es la agresión. «Dollard plantea que la frustra-
ción siempre presupone la agresión; aunque ahora se sabe que las agresiones no
siempre tienen la base en una frustración (…) esta no es la única reacción posible.
Una misma persona puede reaccionar diferente a distintas frustraciones»184. Sin
embargo, y antes de entrar a ver algunos trastornos de personalidad aplicables al
«caso embajada», es importante tener muy presente lo que concluyen todas estas
teorías: «…en lo único que están de acuerdo las diferentes
180
teorías de la personalidad, es que juegan un papel muy
Ibidem.
181
Ibidem.
importante los modelos (dejados por) como (son) los pa-
182
Hernández G., Pilar, «Re- dres (…). Los niños van a adquirir mayor capacidad de
sumen de conceptos elemen- pensar en el futuro a medida que crecen y, por lo tanto,
tales de las teorías de la objetivos y metas que guíen su conducta»185.
personalidad», apsique.com,
Disponible en <http://www.ap-
Cuando analicemos los resultados obtenidos por la au-
sique.com/tiki-inde- topsia psicológica practicada a Jiménez, veremos impor-
x.php?page= SeccionPers>. tantes resultados que impiden llegar a una respuesta clara
Consultado el 18 julio de de lo que sucedió ese día, y donde todos los patrones de
2005.
183
Hernández G., Pilar «As-
comportamiento que hasta ahora hemos revisado, tropie-
pectos sociales de la per- zan con la tesis de una locura o demencia temporal. Ni
sonalidad, apsique.com. Dis- siquiera la existencia de algo tangible, real, responde al
ponible en: <http://www.ap- porqué se originan las muertes.
sique.com/tiki-inde-
x.php?page=SeccionPers>. Con-
sultado el 18 julio de 2005.
184
Ibidem.
185
Ibidem.
192
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
/RVWUDVWRUQRVGHSHUVRQDOLGDG
193
7HUURUHQODHPEDMDGD
psicológica» hable por sí misma. Lo inevitable –y esto cae dentro del género
periodístico «interpretativo»–, es encasillar en esta definición de paranoide, a la
esposa tica de Guillermo Yunge. Según los distintos testimonios recogidos y que
están plasmados a lo largo de todo este escrito, Marisol Cheves pudo perfecta-
mente guardar rencores producto de las permanentes denostaciones y ninguneos a
los que estuvo sometida ella y su marido. Su comportamiento en distintas situa-
ciones, son indicativos de una persona con rasgos de personalidad muy especia-
les. Recordemos que, patológicamente, una persona paranoide es celosa y sospe-
cha de su pareja, aun sin tener causas justificadas e intenta tener un control sobre
las personas más íntimas. Este control es evidente en Guillermo Yunge y César
Gómez, a nivel que el propio embajador chileno patentizó cambios en su persona-
lidad. Además, como pudimos constatar, las escenas de celo y las recriminaciones
por infidelidades en el matrimonio Yunge-Cheves fueron pan de cada día, y cons-
tancia de ello quedó por escrito en las bitácoras que los propios guardias maneja-
ban. La desconfianza y suspicacia de una persona paranoide, también se hace
evidente en las sospechas que manifestó Cheves a Marcela Guerrero, cuando
aconsejó a esta última: «ten cuidado con Rocío (…) ten mucho cuidado con ella,
que es una mujer peligrosa». En fin, una valoración más competitiva y a concien-
cia, la podrán hacer profesionales del área, si las autoridades competentes exigen
exámenes psicológicos a Marisol Cheves, Guillermo Yunge y César Gómez.
Otro dictamen emitido por el diario La Nación de Costa Rica dice que para
expertos en psicología, Jiménez estaba enfermo hacía mucho tiempo, con un cua-
dro psicótico que nadie detectó. El término psicosis, «se aplica a la forma más
severa de la psicopatología. Se caracteriza por una pérdida de contacto con la
realidad y por trastornos extremos en el funcionamiento perceptual, afectivo y
cognoscitivo. En el habla común, ser un psicótico es estar ‘loco’, ‘demente’, ‘ena-
jenado’. La psicosis es la enfermedad mental más temida y la menos aceptada. La
psicosis ha sido definida como una mente que ha perdido los estribos, una rebe-
lión de la voluntad contra los pensamientos convencionales, sentimientos previstos
y acciones uniformadas (…). Los psiquiatras analíticamente orientados y los psicó-
logos (…) reflejan una distinción básica entre ‘psicosis orgánica’ y ‘psicosis funcio-
nal’. Algunas reacciones psicóticas y otros desórdenes mentales son evidentemente
orgánicos, es decir, que están asociados con deterioro cerebral debido a causas
físicas como enfermedades del sistema nervioso, tumores cerebrales, lesiones cere-
brales, sobredosis de gases, drogas, alcohol u óxido metálicos y a trastornos de la
circulación arterial ocurridos en la vejez. La psicosis funcional surge no de defectos
físicos conocidos, sino de déficit en el funcionamiento»188.
Los trastornos psicóticos inducidos por sustancias se caracterizan por la pre-
sencia de alucinaciones o ideas delirantes que se consideran efectos fisiológicos
del consumo. Puede darse a través de la ingesta de alcohol, alucinógenos,
anfetamina y sustancias de acción similar: Marihuana, cocaína, fenilciclidina,
opio, hipnóticos y ansiolíticos. De esta forma se podría
188
«Etiquetamiento de la inducir un tipo de esquizofrenia o «división o fragmenta-
conducta anormal», Reaccio- ción del proceso del pensamiento o capacidad mental».
nes psicóticas, rincondel- Claro está, la esquizofrenia no se presenta de un minuto
vago.com . Disponible en para otro. Según estudios realizados, los síntomas de este
<http://html.rincon-
delvago.com/etiquetamien- trastorno se manifiestan como mínimo, durante un período
t o - d e - l a - c o n d u c t a - a n o r- de seis meses y «están asociados a una importante disfunción
mal.html>. Consultado el 19 social o laboral, e implican varias disfunciones cognoscitivas
de julio de 2005. y emocionales que abarcan la percepción, el pensamiento
194
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
/DDXWRSVLDSVLFROyJLFD
Es una técnica que implica «un proceso de recolección de datos del occiso que
permite reconstruir su perfil psicológico y el estado mental antes del deceso. Para
el desarrollo de dicho procedimiento, es necesario el trabajo interdisciplinario
entre médicos, abogados, psiquiatras y psicólogos forenses»190.
En Chile, solo se ha realizado en una ocasión, para una tesis académica diri-
gida por Francisco Maffioletti Celedón, presidente de la Asociación Chilena de
Psicología Jurídica.
Hay algunos textos internacionales, eventualmente dos o
189
tres, que mencionan que en Chile se hacen autopsias psico- «Psicosis», tc.umn.edu .
lógicas. Yo te digo con toda seguridad que en Chile no se Disponible en <http://www.-
tc.umn.edu/~cana0021/1-4/
hacen autopsias psicológicas, y la primera que hicimos fue PSICOSIS.pdf>. Consultado el
el año 2004, con buenos resultados (Francisco Maffioletti)191. 12 de julio de 2005.
190
«Autopsia psicológica»,
En Costa Rica, esta técnica también se aplicó por pri- psicologiajuridica.org . Dis-
mera vez en el 2005, en el «caso embajada», y fue encar- ponible en <http://www.psi-
gada al psicólogo forense Carlos Saborío Valverde y re- cologiajuridica.org/psj4.html>.
Consultado el 21 de marzo
frendada por el médico psiquiatra, Nino Castro Carboni. de 2006.
El documento pericial consta de 22 páginas y fue termina- 191
Declaración hecha por
da con fecha 5 de agosto de 2005, al conmemorarse el pri- Francisco Maffioletti para
mer año de la tragedia. este libro.
195
7HUURUHQODHPEDMDGD
::: Este es el informe toxicológico elaborado por el Departamento de Ciencias Forenses del OIJ,
donde se descarta la presencia de alguna droga o alucinógeno en la sangre del guardia,
Orlando Jiménez Jiménez. Esta pericia fue firmada por el doctor Marco Martínez Esquivel;
revisado por el jefe de la Sección Toxicológica, Guillermo Brenes Aguilar, y refrendado por el
Departamento de Ciencias Forenses.
196
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
197
7HUURUHQODHPEDMDGD
El documento asegura que se pudo corroborar, con las distintas fuentes que
aportan información, que Jiménez había estado experimentando una serie de pro-
vocaciones y que, ante ellas, el guardia no había reaccionado agresivamente.
Describe a Jiménez como una persona sumamente responsable y educada, que
se caracterizó siempre por el buen trato con todas las personas. Sin embargo, dice
que «esta actitud respetuosa y sumisa había cambiado en las últimas semanas
debido a problemas que habían acaecido en relación con el trato que estaba
recibiendo (…). En primer lugar, debido a problemas entre los policías encarga-
dos del puesto, donde les habían retirado un incentivo económico que la embaja-
da de forma voluntaria les proporcionaba para que se ayudaran con el café y el
azúcar que consumían en la casetilla de vigilancia, frente a la embajada»195.
¿Por qué Saborío asegura que el retiro de ese dinero (600 colones) pudo afectar
a Jiménez, siendo que esa decisión no fue solicitada por los diplomáticos chilenos,
sino por el comandante Eliécer León? ¿Por qué se pudo haber molestado Jiménez
con la suspensión en la entrega de ese dinero, si ellos (los tres guardias) sabían
por boca del propio comandante León, que él había pedido la suspensión de esa
dádiva? ¿Qué culpa o injerencia pueden haber tenido Nieto, Yuseff o Sariego en
este tema? Aquí, nuevamente caemos en la nula valoración respecto a la veraci-
dad de los testimonios que hicieron los testigos.
Por último, el documento señala que la información recopilada «no permite
suponer la presencia de un trastorno mental significativo que produjera un estado
reactivo en el que el señor Jiménez no supiera lo que estaba haciendo. Por el
contrario, toda la evidencia forense y de la investigación criminal, apunta hacia
una gran capacidad de ejecución y efectividad en los objetivos trazados por el
señor Jiménez. Los disparos fueron sumamente precisos. No hay evidencia física
en la escena del crimen de algún tipo de desorganización emocional que hiciera
que el señor Jiménez disparara su arma de forma descontrolada o sin objetivos
claros. (…). Es evidente (…) que el policía Orlando Jiménez
194
realiza una serie de actos dirigidos en forma directa contra 195 Ibidem, pág. 14-16.
Ibidem, pág.16.
tres personas y que una vez que cumple con esa tarea deci- 196 Ibidem, pág. 19.
de quitarse la vida de forma casi inmediata»196.
199
7HUURUHQODHPEDMDGD
Entonces, según lo que se plantea como hipótesis, donde Jiménez era un hom-
bre con una personalidad excesivamente sobre controlada, y donde los constantes
apremios que habría recibido de parte de los funcionarios chilenos, pudieron ha-
cerlo explotar. ¿Cómo se entiende que no exista evidencia física en la escena del
crimen, de algún tipo de desorganización emocional? ¿Cómo se entiende que
Jiménez actúe con los rasgos de violencia extrema, sin que haya un desorden
emocional importante? Incluso, el documento dice que «las declaraciones de las
personas que vivieron esta experiencia de cerca, corroboran la idea de que el
señor Jiménez mantuvo control absoluto sobre todos sus actos durante los homici-
dios realizados»197.
Finalmente, desde las páginas 19 hasta la 22 de la autopsia psicológica, se
emiten las conclusiones que desprende el estudio realizado. Estas se dividen en
cuatro corolarios que resumimos a continuación:
1. La información recopilada y analizada no aporta evidencia en el sentido de
que el señor Orlando Jiménez padeciera algún trastorno mental significativo,
además de descartar problemas de consumo de sustancias como alcohol o drogas
que pudieran explicar su comportamiento.
2. Se genera la hipótesis de que los homicidios fueron propiciados de forma
importante por un desbordamiento emocional (y no un desorden emocional) aso-
ciado con una personalidad de características marcadas para mantener un con-
trol de la hostilidad. No es posible establecer una relación causa efecto en la
explicación del comportamiento violento. No obstante, los rasgos de personali-
dad detectados en el señor Jiménez, son similares a los que estudios científicos
identifican con un estilo de hostilidad sobre controlada. Esta se propone única-
mente como una especulación y una probabilidad.
3. No se detecta una ganancia secundaria por parte del policía Jiménez con
los homicidios ejecutados. De hecho, la evidencia pareciera indicar que el guar-
dia ingresa a la sede diplomática con la idea clara de aniquilar a ciertas perso-
nas, para luego quitarse la vida. No existe evidencia de que Jiménez planificara
los homicidios con antelación, ni que pretendiera huir del lugar de los hechos,
luego de cometidos los asesinatos.
4. La reacción violenta demostrada por Jiménez, es poco probable que sea
predecible a través de los instrumentos tradicionales con los que se trabaja a nivel
de la psicología. Este tipo de casos es sumamente infrecuente a nivel estadístico.
Se señala que los distintos tipos de homicidio-suicidio que se producen, y en don-
de las víctimas y el perpetrador no tienen un vínculo familiar o de pareja, son los
menos comunes. El señor Jiménez pasó los filtros existentes en el Ministerio de
Seguridad Pública y, en ese sentido, la revisión de su historia de vida sugiere una
persona funcional a nivel de sus relaciones interpersonales, así como a nivel labo-
ral. No se detectaron desajustes psicológicos significativos que pudieran sugerir
un escaso control de impulsos o la predisposición a resolver de forma agresiva sus
conflictos. Al ser analizado con un modelo de evaluación de riesgo, no presentaba
la mayoría de los factores de riesgo identificados en la literatura especializada,
en especial, porque no tenía antecedentes de violencia previa, no contaba con
problemas de relaciones interpersonales inestables o problemas laborales. La re-
construcción de su historia de vida descarta la existencia de trastornos psiquiátri-
cos severos de la personalidad, con rasgos de impulsividad o rasgos disociales. En
síntesis, no parece viable que los actos homicidas cometidos por el señor Jiménez
respondieran a haber sido fácilmente anticipados, a través
197
Ibidem. de evaluaciones psicológicas tradicionales.
200
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
/DDXWRSVLDSVLFROyJLFDUHIUHQGDGDHQ&KLOH
201
7HUURUHQODHPEDMDGD
/DKLSyWHVLVTXHH[SOLFDODVPXHUWHV
203
7HUURUHQODHPEDMDGD
*UXSRVUHOLJLRVRVDQLPLVWDV
204
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
cantos, oraciones, sacrificios, etc. La persona (hombre o mujer) que tiene los dones
especiales o el entrenamiento necesario para controlar al mundo sobrenatural, se
llama chamán, adivino, hechicero o sacerdote. Ellos usan la «magia blanca» para
hacer el bien o la «magia negra» para hacer la maldad, según el caso»201.
El movimiento nativo amerindígena no tiene una sola religión, sino muchas,
dependiendo del clan, tribu, familia o ubicación geográfica en la que esté arrai-
gado el grupo. Uno de sus líderes religiosos es el chamán o también llamado
sukia, hechicero o brujo. Con ellos encontramos también a los curanderos, espe-
cialistas en el uso de las hierbas como medicina natural. Según Holland, en Costa
Rica existen –al igual que en otros tantos países de América Latina–, religiones
amerindígenas precolombinas como el caso del culto Cabecar-Bribrí. «Después
de los contactos con los europeos en el siglo XV, que trajeron nuevas enfermeda-
des, culturas y religiones a las América, muchos de los amerindígenas perdieron
confianza en los viejos sistemas de creencias y adoptaron el cristianismo (a veces
a la fuerza) o crearon nuevas religiones sincretistas (…). Durante las últimas
décadas hemos visto la revitalización del chamanismo en todo el mundo y el
surgimiento de los movimientos para unificar a los pueblos amerindígenas y resu-
citar a sus antiguas culturas y creencias»202.
Holland entrega otros conceptos básicos que se ligan con movimientos religio-
sos animistas, y que consideramos importante revisar. «El chamán es un especia-
lista en la comunicación con el mundo de los espíritus y el control de los mismos
[hechicero], usualmente para el bien del pueblo, para adivinar el futuro, para
asegurar una buena cosecha, para la protección de la gente de las fuerzas de la
naturaleza, etc.; pero, también, se puede usar la magia blanca y la magia negra
según sea el caso; se usa la «magia negra» para hacer el mal por medio de
ceremonias, ritos, manipulaciones y pociones que sean necesarias para atacar a
los enemigos y causarles daño físico, emocional y espiritual; es un medio de
control social entre las tribus amerindígenas de las América y sobrevive en las
sociedades modernas, especialmente entre la gente del campo (…). La brujería es
una categoría general que incluye a los hechiceros, conocidos también como bru-
jos y brujas, adivinos, psíquicos, metafísicos, clarividentes y astrólogos, que son
especialistas en el arte de la magia para vender sus servicios. En toda América
Latina (…) se mezclan las viejas prácticas de brujería amerindígena con el espiri-
tismo europeo, con el uso de las cartas del tarot para descifrar el futuro y ayudar
a la persona a encontrar el amor, el éxito en los negocios, la sanidad del cuerpo o
la felicidad en el matrimonio, etc.; pero a veces los servicios de los hechiceros
incluyen el uso de la «magia negra» para atacar y dañar a otras personas, que
son los enemigos de la persona que paga la cuenta. Hay ejemplos de religiones
que usan la brujería en las América, tales como la santería, el vudú, el mayalismo,
la pocomanía, el chango, el candomble, la macumba y la umbanda»203.
Estas últimas tres menciones hechas por Holland, pertenecen al movimiento
nativista afroamericano, donde los esclavos africanos que llegaron al continente,
en especial al Brasil, nunca abandonaron sus creencias
tribales y se fusionaron con el catolicismo. «Aunque no 201 Holland, Clifton, Hacia un
hay una religión Macumba propiamente hablando, se usa sistema de clasificación de
la palabra para referirse a las dos principales formas de grupos religiosos en Améri-
ca Latina…, San José, Costa
culto espiritista en Brasil: Candomble y Umbanda; a veces Rica, Prolades, 2004, pág.
se usa Macumba para referirse a la «magia negra», pero 104.
estas prácticas son en realidad las de Quimbanda. El 202 Ibidem, pág. 105.
203
Candomble fue fundada por un grupo legendario de tres Ibidem.
205
7HUURUHQODHPEDMDGD
$FODUDFLyQ
pios del ocultismo, se da en esta historia de manera natural, sin que nadie lo haya
requerido a la fuerza.
Por último, un razonamiento. ¿Hasta dónde llega la soberbia humana, al creer
que solo la ciencia es capaz de dar explicación a todo lo que nos rodea? O acaso,
aquello que la ciencia no ha logrado explicar, ¿no existe?
%UXMHUtD\PDJLDQHJUD
La mayoría de las fuentes que entregan información sobre brujería y magia negra
tienen tintes religiosos que levantan sospechas del verdadero objetivo que deva-
nan al proporcionar información. Siempre se ha dicho que las religiones manejan
a sus feligreses mediante cuestionamientos coercitivos que hace cada cual, respec-
to de la obediencia o rebeldía a las normas morales y dogmáticas que dicta la fe
que profesamos. Sin embargo, sobre temas esotéricos podemos afirmar que co-
existen los mismos elementos, la misma información, sin diferencias sustanciales
entre una y otra fe. Por el contrario, hay similitudes. Otras fuentes consultadas,
también suministran crónicas sobre estos temas, con una visión más laica, sin indi-
cios de querer adoctrinar a nadie. Un ejemplo de ello, es el web metareligión.com
donde su autor es de nacionalidad mexicana y estudió ingeniería mecánica: «He
tenido un interés especial por varios temas. Ejemplos de mis intereses: la religión,
la ciencia y el ocultismo. Considero que la religión es una manifestación de nuestro
deseo de entender la espiritualidad humana. Por varios años estudié las religiones
del mundo, y llegó un punto en que fue necesario compilar todos estos estudios en
una forma coherente. Este sitio es el resultado de esa idea», expresa el portal.
De la creencia popular que habla sobre la existencia de demonios, que son
capaces de interferir en la vida de las personas, metareligion.com cita ensayos de
fuentes católicas al respecto.
No es fácil encontrar escritos que traten de este asunto (…). La posesión
diabólica, es el tormento más grave y tiene efecto cuando el demonio se
apodera de un cuerpo y lo hace actuar o hablar como él quiere, sin que la
víctima pueda resistirse y, por lo tanto, sin que sea moralmente responsable
por ello (…) pero que quede bien en claro, que hay toda una gama de posesio-
nes diabólicas, con grandes diferencias en cuanto a gravedad y síntomas. Sería
un grave error fijarse en un modelo único (…). Para todos los fenómenos puede
haber explicaciones psiquiátricas, parapsicológicas o similares. Pero hay casos
que se salen completamente de la sintomatología comprobada por estas cien-
cias y que, en cambio, revelan síntomas de segura causa o presencia maléfica.
Son diferencias que se aprenden con estudio. Existen también infestaciones
diabólicas en casas, objetos y animales (…) la sujeción diabólica, llamada
también dependencia diabólica, se incurre en este mal cuando nos sometemos
deliberadamente a la servidumbre del demonio. Las dos formas más usadas
son el pacto de sangre con el diablo y la consagración a Satanás205.
207
7HUURUHQODHPEDMDGD
un ser revestido de rojo y negro, con una cola larga, cachos, pezuñas y habitando
un purgatorio infestado, literalmente, de un fuego abrasador. Son seres espirituales,
vale decir, que no se conforman de materia. Diablo significa «mentiroso, calumnia-
dor» y Satanás significa «opositor a los designios de Dios». Ambos conceptos reve-
lan las principales características que identifican a estos ángeles y su líder.
¿Cómo pueden las personas ser influenciadas por estos seres? Toda la literatu-
ra e información existente, indican que hay distintas maneras. «Tanto la influen-
cia demoníaca, como la posesión por malos espíritus pueden suceder por varias
causas. Maldiciones de los padres, muchas veces, desde el vientre de la madre.
Casos de incesto o de abuso sexual en la niñez. Víctimas de hechizos, brujerías,
odios, vudú, etc. Participación en cultos de satanismo, brujería, espiritismo, ma-
gia, yoga, güija, clarividencia, adivinaciones, supersticiones, amuletos, etc. (…).
El poseído pierde, finalmente, control de sus facultades mentales en cuanto a
llegar a una espiritualidad que le permita orar, por sí mismo, pues el demonio ha
recibido dominio de esta persona totalmente. Tan solo la oración profunda de
liberación hecha por otras personas creyentes o un exorcismo oficial de la iglesia
le puede liberar»206, asegura el portal <theworkofgod.org>.
¿Qué es el ocultismo? Monseñor Donald W. Montrose, Obispo de Stockton,
California, Estados Unidos, escribió al respecto que «por ocultismo entendemos
una influencia supra-humana o sobrenatural que no es de Dios y comúnmente lo
asociamos con lo que tiene influencia demoníaca. En los Estados Unidos, el ocul-
tismo es ahora mucho más popular que hace veinte años. Esto se manifiesta en la
música popular satánica, las pandillas callejeras satánicas, el aumento de los
adoradores de Satanás, el uso más extendido del horóscopo y el estudio de los
signos del zodiaco y los juegos satánicos que pueden comprarse. A pesar de esto,
mucha gente no toma el ocultismo seriamente, se ríen de la noción del poder del
mal y no lo consideran parte del mundo «real» en que vivimos. Estoy convencido
de que la influencia demoníaca es muy real y constituye una amenaza peligrosa
para nuestro bienestar espiritual (…). La brujería o magia supersticiosa se usa
para producir efectos que están más allá del poder humano. Estos efectos pueden
ser buenos o malos y se realizan por medio de palabras o gestos mágicos, por el
uso de hierbas mágicas, polvos, líquidos o cosas similares. Con frecuencia, hay
una invocación especial al diablo. Males físicos son dirigidos contra individuos,
a causa de odio o celos. Todos hemos oído sobre alfileres clavados en muñecas, el
mal de ojo, la maldición de alimentos o bebidas que mediante el poder de las
tinieblas deben causar daño, enfermedad o muerte; esto es brujería (…). También
hay un interés creciente en la brujería africana: el vudú (…). Algunas veces se
usan objetos católicos en el vudú y la brujería, tales como
imágenes de santos, crucifijos, velas, agua bendita y ora-
206
«Influencia y posesión ciones católicas, así como otros objetos y oraciones»207.
demoníaca» theworkofg-
od.org. Disponible en <http:/
En esta búsqueda de información, dimos con una web
/ w w w. t h e w o r k o f g o d . o rg / dedicada exclusivamente al mundo esotérico, al mundo de
spanish/Libreria/Exorcism/ lo oculto: <thaisyjosef.com>. En ella, se presentan varia-
exorcsm4.htm>. Consultado dos temas que concomitan religión, espiritualidad y cien-
el 27 de octubre de 2005.
207
Montrose, Donald W., «El
cia. Sus creadores son españoles –según da a entender la
Ocultismo y su influencia página–, y la publicación se actualiza periódicamente, desde
demoníaca». Disponible en el 10 de noviembre del año 2000, cuando se dieron a cono-
< h t t p : / / a p o l o g e t i c a . o r g / cer por la Internet. Dentro de la infinidad de temas que
ocultismo.htm>. Consultado
el 27 octubre de 2005.
desarrollan, existe un contenido dedicado a la magia ne-
gra, que entrega algunas claves (que más de alguien po-
208
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
209
7HUURUHQODHPEDMDGD
/DEUXMHUtDHQOD(GDG0HGLD
210
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
Respecto de los pactos diabólicos que las brujas llevan a cabo, el mismo Caro
Baroja dedica un capítulo en su libro Vidas mágicas e Inquisición, en el que nos
habla:
De los arquetipos de pactos, sobre todo en la España del medioevo. General-
mente el pacto es inducido por el amor carnal, pero es cierto que podemos
encontrar otros móviles. Estos podrían ser deseos de riquezas o de poder o
de mando (…). La persona que realiza el pacto reniega de la fe de Dios y de
la Iglesia. Se aparta del camino de Dios (…). Renuncia a sus parentescos
carnales, recibe de parte de su nuevo señor un vestido nuevo; el círculo
mágico (en cuyo interior se dibuja un pentáculo –estrella de cinco puntas–)
sirve para realizar la llamada del mago al demonio. El nuevo mago queda
inscrito en un libro de la muerte, comienza a realizar sacrificios horrendos y
practica el mal todo lo que puede (…). El sabbat era la expresión de la
religión del demonio. En él las brujas y brujos se reunían en un banquete
enorme con el diablo, comían y bebían en exceso. Luego lo adoraban, lo
besaban y copulaban con él y entre ellos, manteniendo relaciones homo-
sexuales y sodomíticas. (…) La reunión carnal llevaba a sellar el pacto demo-
níaco. Las relaciones de orgía y las relaciones desviadas desvirtúan el acto
sexual al alejarlo del carácter sagrado de la concepción y convertirlo en un
acto meramente de placer. Por otro lado, el demonio se aseguraba una des-
cendencia al transmitirle los secretos maléficos adquiridos de generación en
generación. Esta reunión se realizaba la noche del viernes al sábado en
algún lugar apartado o bien en los bosques, allí se realizaba el pacto con el
diablo, en donde él transmitía a las brujas toda clase de conocimientos
mágicos y poderes con los cuales pudieran vencer a sus adversarios o ayudar
a sus protegidos. Con el correr de los años estos sabbat fueron solamente
atribuidos a la parte femenina, los hombres quedaron de lado, entonces era
la mujer la que participaba de este rito (…). Ya se ha explicado anteriormen-
te, que las brujas adquirían su conocimiento transmitido de generación en
generación y por vía oral (…). Las artes mágicas eran uno de estos conoci-
mientos. Tenían conocimiento de la manipulación de determinadas sustan-
cias minerales las que utilizaban como remedios y vene-
210
nos. También entre estas artes tenemos la adivinación y la «La brujería en el medio-
evo», antropos.galeon.com.
interpretación de los sueños. Todas estas actividades, por
Disponible en <http://www.-
supuesto, eran censuradas por el cristianismo (…). Las bru- antropos.galeon.com/html/
jas, desde el punto de vista de curanderas, tenían un gran brujeria.htm>. Consultado el
conocimiento en cuanto a hierbas y remedio se tratara (…). 28 de octubre de 2005.
211
7HUURUHQODHPEDMDGD
$UFKLYRVFRQWHPSRUiQHRVGHSUHQVDVREUHEUXMHUtD
En Chile existen diarios que están más prestos a frecuentar estos temas, porque su
línea editorial lo permite, porque son temas que «venden» y a la gente llama la
atención; en cambios, otros intentan evitar su divulgación, porque piensan que
corresponde a un pensamiento mágico, a una quimera que puede afectar la credibi-
lidad del medio en cuestión. Lo cierto, es que no deja de sorprender lo tangible que
es el tema, no solo en nuestro país sino también en distintos puntos del planeta.
Haciendo una breve revisión de las notas relacionadas con la terminología
«magia negra», que el diario Las Últimas Noticias ha publicado, desde el 1 de
enero de 2002 hasta marzo de 2006, arroja un total de 59 artículos. De ellas
extractamos las siguientes:
,VDEHO%DZOLW]D\VXHVFDORIULDQWHFRQWDFWRFRQODPDJLDQHJUD
«El año 2002 Isabel Bawlitza se llenó de logros. Fue el rostro chileno del
Cachantún Fashion y una de las maniquíes más destacadas del programa de Tele-
visión Nacional, «Noche de juegos». Todo ese buen momento debería haberse
capitalizado el 2003, pero no sucedió (…) de un día para
211
Ibidem. otro dejó de recibir llamados telefónicos, se empezó a sen-
212
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
tir cansada, deprimida y sin ánimo, lo que la llevó a encerrarse. La modelo, hace
dos meses ya completamente recuperada, cuenta por primera vez que fue víctima
de mal de ojo o brujería, algo difícil de creer tanto para ella como para su familia
(…). «Es que no quiero parecer una loca», comenta, «ni menos que me molesten
en C.Q.C.», bromea. Con cierta reticencia entonces, comienza un relato que pone
los pelos de punta y que parece increíble. Sus papás tampoco creyeron en lo que
dijeron, tanto el psicólogo que la estaba tratando, como el místico brasileño Ri-
cardo Goncalves: que alguien le había hecho un «trabajo». (…) Era cerca de la
hora de almuerzo y, como ya se estaba haciendo habitual, la modelo estaba
todavía en cama. De pronto sintió que algo la despertaba. Isabel pensó que había
sido su mamá, pero no había nadie. Entonces se empezó a sentir extraña. Algo le
oprimía el pecho, no podía hablar y sentía la densidad del aire de su habitación.
Su papá se asomó –sin entrar– para avisarle que el almuerzo estaba casi listo,
pero ella no pudo responderle (…). La mamá, que terminaba de poner la mesa,
prácticamente soltó los platos de la sorpresa: su hija estaba completamente baña-
da en sudor. Isabel contó lo que le había pasado y en ese momento su papá le dijo
que había visto una extraña sombra en su dormitorio (…). «Hay cosas que a mí
me cuesta creer, pero lo único que sé ahora es que existe el bien y existe el mal»,
reflexiona. «Es difícil creer que alguien te puede desear tanto mal, porque uno no
cree andar haciéndole daño a nadie, aparte de gustarme mi trabajo y hacerlo
bien, no hago nada malo, no intencionalmente al menos».
–¿Tú no creías en este tipo de situaciones?
–A mí siempre me ha gustado verme la suerte, soy medio esotérica. Pero ja-
más me había tocado a mí, ni de esa manera.
–¿Y a nadie de tu familia tampoco?
–Nunca. Uno siempre escucha historias, pero lo ve como de afuera, nunca
piensas que te va a tocar a ti. Y tuve la suerte de conocer a Ricardo, que me
ayudó, tuve la suerte de conocer al psicólogo. Y que te digan ellos que te están
haciendo mal, no queda otra que creer. Yo sé que hay gente que va a ser escéptica;
pero qué bueno que alguien crea, para que sepa que estas cosas existen, para estar
protegido» (lun.com)212.
3DWW\/ySH]GLMRTXHIXHYtFWLPDGHPDJLDQHJUD
«Patricia López repite a los cuatro vientos que está en otra (…). Mientras
conversaba junto al panel de S.Q.P., la actriz volvió a mencionar que había sido
víctima de la magia negra. Aprovechando la ocasión, el programa de farándula
le recordó las declaraciones que hizo en «N-Migas», en junio de este año, donde
aseguró que «a mí un brujo me dijo una vez, por medio de
otra persona que preguntó por mí, que una persona me 212 Valle, Alejandra, «Isabel
había quitado a un pololo que quise mucho con brujería. Y Bawlitza y su escalofriante
contacto con la magia ne-
después, pensando, calzan todos los datos. Y me sentí tan gra», diario Las Últimas
mal, me sentí tan estúpida. ¡Y sé quién es además! ¡Todos Noticias , 17 de noviembre
la conocen! (riéndose)». Patty López no perdió el tiempo de de 2003, Santiago, Chile.
aclarar esas frases y detalló a los chicos de S.Q.P. que «una Disponible en <http://www.-
lun.com/TiempoLibre/deta-
amiga, que es fanática de los oráculos, preguntó por mí y lle_noticia.asp?idnoticia=C379-
le dijeron que me habían quitado a un novio que yo había 419144992245&cuerpo=701&secc-
querido mucho con magia negra» (…) la actriz de «Peca- ion=807&subseccion=901>.
dores» explicó por qué se había convertido en un blanco Consultado 29 marzo 2006.
213
7HUURUHQODHPEDMDGD
fácil para las oscuras artes de la brujería: «La mente es muy poderosa. También
tiene que ver con que yo estaba en un momento mental muy débil, con una con-
ciencia muy pequeña, enfocada en el conflicto. Por lo tanto, si alguien quiere
hacerte daño, se puede hacer. Pero ahora ya no más. Ya dejé atrás todos esos
miedos» (lun.com)213.
$OFDOGH3LQWRVRUSUHQGLGRSRUPDJLDQHJUDHQVXFRQWUD
214
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
-HDQFRLV-RVHSKDJUHJDGRFXOWXUDOGH+DLWtHQ&KLOH
(OYXG~H[LVWH\WLHQHHIHFWRVSRGHURVRV
215
7HUURUHQODHPEDMDGD
factores que puede llevar a una persona, que dice haber sido víctima de algún
«maleficio», a elucubrar esas ideas. En este sentido, en su libro I Have Lived in
the Monster [Yo he vivido en el monstruo] (St.Martin’s Press), Robert K. Ressler217,
experto en perfiles criminales, hace esta impresionante observación acerca de lo
demoníaco:
La gente de la era anterior a Freud pensaba que las causas sobrenaturales
eran las únicas explicaciones lógicas para los asesinatos excesivamente sal-
vajes, desangrados y otros actos igual de monstruosos. La gente creía que
había elementos demoníacos en esos actos, y no puedo decir que estaban
totalmente equivocados, porque incluso hoy, cuando tratamos de explicarnos
los actos de un Jeffrey Dahmer218, parecen satánicos, al menos en parte,
porque están, en gran medida, más allá de la comprensión racional. Los
podemos atribuir a la conducta humana, llevada a extremos, pero incluso
decir esto, y demostrar cómo esas conductas se pueden rastrear hasta la
niñez y a presiones genéticas, no es completamente suficiente como explica-
ción. Después de todo, en la familia Dahmer, Jeffrey tenía un medio hermano
menor que creció en la misma casa, pero no cometió actos horrendos.
216
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
217
7HUURUHQODHPEDMDGD
218
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
religiosos, sagrados, que se pone a la defensiva, que pone los ojos blancos y todo ese tipo
de cosas que uno ve en las películas…
J.A. FORTEA: Si la psiquiatría es complicada, la conexión entre psiquiatría y posesión es quizás
de las partes más complicadas de la psiquiatría.
PERIODISTA: Reverendo, para entenderlo, ¿cuál es la diferencia entre esas dos posesiones?
J.A. FORTEA: Hay unos que ciertamente cierran los ojos, quedan inmóviles, ponen los ojos en
blanco y una serie de cosas más largas; y hay otros que sin embargo, pueden verse, que
hablan mirando a la persona con los ojos abiertos y pueden llevar un diálogo sin ningún
problema, moverse y obrar. Son los casos más complicados de discernir. Cuando más patente
(son los signos que evidencia un poseso) es más sospechoso. Cuando todo es más sutil, más
oculto, menos peliculero, es más difícil... perdón, más fácil para el ojo experto discernir las
cosas. Justo lo contrario de lo que puede parecer a simple vista.
6tQGURPHGHPRQRSiWLFRGHGREOHSHUVRQDOLGDG
+XJR=HSHGD&ROO
PERIODISTA: ¿Se puede a través de magia negra, hipnosis u otro medio, obligar a una persona
que mate a otras?
HUGO ZEPEDA: Obligar no puede. Si lo acepta es porque está convencida de ello. El caso se daría
solamente si tuviera al diablo, solamente cuando es una posesión diabólica, pero este no es
el caso, ¡por supuesto! Pero una persona no puede obligar a otra si esta no acepta el
encargo, ni siquiera con hipnosis. La hipnosis hay un momento en que llega a un límite.
Usted por ejemplo, sus valores morales profundos quedan intactos. Por ejemplo, hipnotizar
y «cometa un homicidio», no lo va a cometer si usted no tiene mente homicida.
PERIODISTA: Pero, yo le estoy hablando de si una persona quiere interceder a distancia sobre
otra persona...
HUGO ZEPEDA: No, no, no, es imposible eso. Hay otros tipos de influencias a distancia, pero no
precisamente para que una persona se reserve a dar muerte a otra persona.
PERIODISTA: ¿En qué circunstancias sí podría ocurrir una situación como esta?, que una perso-
na «obligue» a matar a otra.
HUGO ZEPEDA: Cuando pertenecen a las sectas. Generalmente el «jefe» de las sectas obliga,
muchas veces, a sus afiliados, a cometer actos o ritos abominables. Les dicen que para
mantenerse en ella o para ascender deben iniciarse. Allí, las personas enajenan su volun-
tad. La entregan precisamente a este «jefe» y él se apodera de ellos, pero tiene que haber
contacto entre ellos, entre el jefe de la secta con su afiliado, o sectario que se llaman. En
este caso, por ejemplo, y puedo equivocarme, en el caso del asesinato del cura de la
Catedral Metropolitana de Santiago, por ejemplo...
220
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
PERIODISTA: Faustino Gazziero, que ocurrió unos días antes que lo de Costa Rica.
HUGO ZEPEDA: Exactamente, ¿ve usted? Lisa y llanamente usted ve que este joven (Rodrigo
Orias)... parece que él pertenecía a una secta. Entonces, en la secta se crea una especie de
ambiente para, precisamente, cometer cierto tipo de delitos, pero no (es posible), si no hay
relación entre las personas.
PERIODISTA: Yo conversé con don Humberto Lagos226 (...) y al plantearle este mismo tema él me
dice que a través de hipnosis podría...
HUGO ZEPEDA: Sí, a través de hipnosis sí, pero hipnosis a distancia no existe.
PERIODISTA: ¡Ah! por supuesto, hipnosis a distancia no…
HUGO ZEPEDA: Yo no puedo hipnotizar a distancia y más a una persona indeterminada; además,
con la hipnosis misma yo tengo mis dudas.
PERIODISTA: En Costa Rica entrevistamos a dos brujos que pertenecen a la religión o secta,
Wicca. Ellos aseguran que a través de una hipnosis, sí se podría obligar a otra persona a
matar, pero sería capaz de matar, quizás, a una sola persona y no a tres, porque con la
adrenalina que fluye se despertaría del trance.
HUGO ZEPEDA: Pero en este caso, ¿cómo va a estar sometido a una hipnosis durante más de
siete horas que creo duró el proceso?
PERIODISTA: Sí, fue largo.
HUGO ZEPEDA: Claro, entonces es muy difícil que eso pueda acontecer. Entonces yo no creo, en
este caso, en la hipnosis. Yo siempre creo más en la filiación a una secta, pero eso no consta
en el caso que usted me ha planteado.
PERIODISTA: Los antecedentes que yo le he dado son muy vagos, sin duda, pero ¿le indica algo que,
a lo mejor, esta mujer tenga cierta adhesión a ritos y costumbres esotéricas, o es inofensivo?
HUGO ZEPEDA: En realidad, yo creo que es una cosa inofensiva, porque las sectas son, sobre
todo cuando son de carácter satánico, son otro tipo de ritos más sangrientos y aquí... esto
es más... no es tanto. Es una persona de carácter difícil, nada menos (...). ¡Yo tengo muchas
dudas todavía!
PERIODISTA: ¿Cómo cuáles? Me interesa para....
HUGO ZEPEDA: Me gustaría ver el carácter de la señora misma. Todavía no me formo una opinión
completa. Este asunto hay que investigarlo muy acuciosamente, porque, o si no, uno puede
cometer errores.
PERIODISTA: Por supuesto, por supuesto. Estamos averiguando.
+XPEHUR/DJRV6FKXIIHQHJHU
221
7HUURUHQODHPEDMDGD
HUMBERTO LAGOS: Bueno, ahí, hay algunos elementos que hay que entrar a aclarar. Por ejem-
plo, es importante saber qué tipos de rezos hacía (Marisol Cheves), porque eso permitiría
establecer la relación del universo simbólico, de pertenencia de esta mujer, y su relación con
alguna práctica de ocultismo. El tema que tú me cuentas, que te han descrito, de andar
poniendo limones en cruz; el tema de la negación de la cruz en el sentido de lanzarla al baño
y otros, implica claramente una pertenencia a un grupo que no tiene nada que ver con el
hecho cristiano, por el contrario, es un grupo opositor. Sería importante establecer de qué
forma la mujer (Cheves) pudo sostener conversaciones con el homicida, en el sentido de,
cotidianamente, estar hablando con él, donde, por ejemplo, pudiera estar diciéndole, «mira,
tales y cuales individuos, esas tres personas, andan diciendo tales y cuales cosas de usted».
O sea, repetir, repetir y repetir…; «miente, miente que siempre algo queda». Te puedo dar,
también, otro tipo de manipulación que se relaciona con la participación en este «mundillo»
medio hermético, en el que el policía, a lo mejor, fue invitado y estuvo participando. Eso
puede provocar condicionamientos y gatillar conductas que se manifiestan ante determina-
da orden o provocación del medio.
PERIODISTA: ¿A través de qué, de una hipnosis o…?
HUMBERTO LAGOS: …el lavado de cerebro. Si tú tomas el modelo de los suicidios colectivos, el
lavado de cerebro es extraordinariamente fértil, cuando la persona que es víctima, de
alguna forma, se transforma en una especie de «esclavo acrítico» ante cualquier conducta
que se le exija, porque él está manejando la situación de orden simbólico, y es más fuerte
cuando se pertenece al mismo ambiente. El líder maneja los comportamientos de otro, de
orden conductual, que pueden llevar a actividades muy, muy…
PERIODISTA: Pero, ¿se puede obligar a una persona a través de hipnosis, o a través de brujería,
o como quiera llamarlo, a matar a tres personas?
HUMBERTO LAGOS: Sí, sin problema, sin problema.
PERIODISTA: ¿Sí?
HUMBERTO LAGOS: Por eso yo te pongo el modelo extremo, el modelo de suicidios colectivos. Si
el tipo (líder) te maneja tan bien en el campo ritual, en el campo del comportamiento, son
ellos los que fijan el momento y las conductas que deben adoptar los fieles.
PERIODISTA: Bueno, pero ahí siguen a un líder, a una cabeza…
HUMBERTO LAGOS: Lo que tú me estás describiendo acá, es el tema de un liderazgo, de alguien
que maneja un ambiente de orden místico ritual, en el que perfectamente puede haber
estado incorporada más de alguna persona. Entonces, eso es lo que yo te digo, si tú me
preguntas orientaciones. Por eso, esos temas hay que confirmarlos, ya sea por el descarte
o por la vía de establecer si hubo alguna relación. Lo más probable es que los funcionarios
chilenos que fallecieron hayan tenido una cuestión (diferencias) de orden administrativo,
junto a la tendencia orgullosa que los unía con Guillermo Yunge. Pero, insisto, es perfecta-
mente posible que alguien que maneja elementos del orden simbólico pueda influir sobre
las conductas de una persona y aplicar, de un minuto a otro, situaciones que son extraordi-
nariamente complejas y que no tienen una explicación racional…
PERIODISTA: ¿Incluso de matar?
HUMBERTO LAGOS: Claro, el tema de la locura. Por ejemplo, el caso del homicidio del padre
(Faustino) Gazziero, fue un poco la misma situación. Aquí hubo una planificación previa, una
planificación para llegar a cometer el hecho ritual homicida. Es una planificación previa que
222
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
obedece a un fanatismo de pertenencia. En este caso, Rodrigo Orias dice que recibió «vo-
ces», pero esas voces, sin duda, vienen del grupo al que pertenece, donde se origina la
versión de asesinar al padre Gazziero. Ahora bien, este asesinato no se produjo en cualquier
momento. Por ejemplo, hay que ver qué es lo que pasa con la hora calendaria, ¿Por qué te
digo? Acá no se habían dado cuenta, ni la jueza, ni nadie, hasta que yo les digo: «¿Se dieron
cuenta el día que ocurrió esto? Fue un día sábado, un 24 de julio de 2004. ¿Qué tiene? El
sábado es maléfico, es el 6; el día 24, es 2 más 4 igual 6; el año 2004 es, 2 más 4 igual 6. Seis,
Seis, Seis (666). Y el siete que es el mes de julio, el 7 es el número de la perfección bíblica,
que se vio atrapado en medio de las garras de la bestia, 666. Entonces, cuando uno lee los
códigos, hay que mirar todas estas situaciones, porque no es gratuito. Incluso, he podido
buscar en algunas situaciones de por qué se gatillan en determinado día, a determinadas
horas. Por lo demás, el homicidio de Gazziero fue a las seis de la tarde, durante la misa de
las seis. Todo fue planificado para que obedeciera a la simbología satánica. O sea, a la gente
le cuesta entender a veces, pero cuando se dan cuenta que la lógica con que funciona esto,
no es la lógica con que funcionamos nosotros, ahí uno se percata que son ellos los que
establecen los criterios que utilizan para cometer determinado tipo de situaciones. Por eso,
acá, sin descartar el hecho de que pueda ser una demencia temporal, desatada por una
serie de situaciones que no aparecen claras, lo que tú has hecho como investigación me
parece interesante, porque el único móvil real que aparece, es esta situación de tensión
entre los funcionarios con Yunge y, sobre todo, con la mujer (Marisol Cheves)… ¿En qué
fecha ocurrió esto?
PERIODISTA: El 27 de julio, a los tres días después de lo de Gazziero.
HUMBERTO LAGOS: Bueno, el tema es que hay que averiguar qué pasa con la pertenencia. Hay
que hacer mayor detalle de información acerca de la eventual relación, extra laboral, o en
el entorno laboral, que pudo haber tenido este policía con la mujer.
PERIODISTA: En un principio, no tendría ninguna relación, incluso, nunca los vieron conversan-
do. Orlando Jiménez seguía la rutina diaria. Él llegaba en la mañana, terminaba su turno y
se iba para su casa, en Puriscal, una zona semi rural que está a 50 minutos de San José…
HUMBERTO LAGOS: Yo no lo pongo en duda, pero si hay una situación de influencia a través de
prácticas esotéricas de la mujer, con relación a algún grupo de orden místico u otro nombre,
tendría que haberse producido una relación mayor de diálogo entre el policía (Jiménez) y
ella (Cheves), para que operen esos…
PERIODISTA: ¿Necesariamente?
HUMBERTO LAGOS: ¡Claro! Lo otro que puede ser, es que alguien haya «alimentado» fuertemen-
te al policía, diciéndole: «Mira, estas y estas personas son las responsables. A usted le va a
pasar esto y esto».
PERIODISTA: A no ser que le hayan ofrecido algo, como por ejemplo dinero a cambio de…
HUMBERTO LAGOS: ¡No! Tampoco puede descartarse, pero es demasiado violenta y absurda la
acción, como para pensar que el tipo la premeditó sin haber medido las consecuencias. Es
decir, ¿cometer eso para pegarse un balazo después?
223
7HUURUHQODHPEDMDGD
224
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
Chile no existe, por ejemplo, la figura penal de «lavado de cerebro», de la violación psíquica.
Aquí uno sabe que determinados comportamientos son inducidos por la pertenencia a
distintos grupos. Por ejemplo, si tú vas a la «Iglesia Universal del Reino de Dios», aquí,
frente a la ex «Llama de la Libertad», te vas a encontrar con que los tipos son una «manga
de frescos». Ellos te dicen: «Usted tiene diez demonios, se los sacamos, setenta mil pesos
por cada uno». Eso es un engaño, un fraude, porque eso es absolutamente falso, pero
resulta que la persona es mayor de edad y dice, «efectivamente tengo tantos demonios».
¿Cómo va a probar el juez que no los tiene? Ahí tienes una serie de problemas que te
condicionan, desde el punto de vista de la relación de fe, que tú tengas con aquellos que
están proponiendo determinadas situaciones relacionadas con el mundo meta social. Pero
es un caso sumamente interesante.
Respecto de si existen las posesiones demoníacas, Lagos tiene una visión «te-
rrenal» propia de su especialidad, que no trasunta a lo preternatural. Las posesio-
nes demoníacas responderían a un hecho sociológico que es real, que existe; pero
distinto es «que haya demonios que actúan (…) No es que la posesión demoníaca
y el demonio existan, pero es un hecho sociológico objetivo», asegura.
&DUORV0HVFKL0RQWDOGR
226
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
CARLOS MESCHI: Mira, te voy a indicar lo que nosotros vimos a distancia. Siempre hay un
margen de error, pero ese margen de error es bien teórico, porque hemos visto otros casos
a distancia y, normalmente, los hemos podido confirmar. Nosotros vemos lo siguiente. Pri-
mero, Orlando Jiménez, cuando tú me enviaste la foto, estando muerto tenía la posibilidad
de haber seguido la luz, estar en el purgatorio por haber asesinado, o estar pegado aquí
dando vueltas. Sin embargo, no estaba en ninguna de esas tres circunstancias. Estaba en
una situación muy especial. Estaba preso de los demonios. Estaba como en una botellita, en
un ánfora y había dos demonios al lado de él. Estaba atrapado. Ahora, ¿por qué estaba
atrapado?, porque el fue ofrecido a Satanás en un pacto demoníaco, fue ofrecido como
recompensa a cargo de ciertos favores. Lo que nosotros vemos, es que esta señora, la
Marisol Cheves, efectivamente hace magia negra muy poderosa…
PERIODISTA: ¿Es identificable el tipo de brujería, ya sea vudú u otro tipo de cosa?
CARLOS MESCHI: Te lo voy a describir a grandes rasgos. Esta mujer tiene una relación sentimen-
227
7HUURUHQODHPEDMDGD
tal con él, con Orlando Jiménez. No la asocio porque esté enamorada, sino porque ella
quiere utilizarlo para un fin específico. Pero hay una relación entre ellos. Y ella, durante esa
relación le da algo de tomar. Las brujas suelen hacer eso para atontar a su víctima, para
someterlo, y, en un momento dado, una vez que la relación está más avanzada, lo lleva a un
lugar donde ella hace ceremonias de magia negra, un lugar donde hay velas. Le da algo de
beber y él se queda dormido. Es una droga, y él queda como atontado, semi consciente. Ella
le pincha los dedos y le pincha los brazos para sacarle sangre. Ella le promete, cuando tiene
esta relación carnal, que va a interceder con su marido y con la gente que conoce, para que
le vaya mejor. Entonces, ella vierte esa sangre en una copa y la mezcla con otros elementos,
y ambos beben de esa copa. Él está medio ido, pero consciente. Y beben de esa copa…
PERIODISTA: ¿Ella también bebe?
CARLOS MESCHI: Ella también bebe, y al beber ella invoca en idioma demoníaco, y llegan dos
demonios y llega una sombra grande que nosotros llamamos «maestro descendido», que es
una persona que ha hecho magia negra en vida. Es como un santo, pero en oscuro, que ha
hecho magia negra en vida y que puede hacer pactos con Satanás. Este espíritu tiene
demonios a su cargo. En un momento dado, entre todas las cosas que ella le estaba dando,
como estimulantes y drogas, él cae al suelo y ella pinta con rojo alrededor y empieza a hacer
un ritual. Ella también se corta y se pone un manto de animal encima de ella…
PERIODISTA: ¿Cómo? ¿Un manto de animal? ¿Cuero de animal?
CARLOS MESCHI: Claro, una especie de cuero de algún animal. Y ella, ese círculo lo rodea con su
sangre…
PERIODISTA: ¿Lo rodea con la sangre de quién?
CARLOS MESCHI: Lo rodea con la sangre de ella. Cuando se rompe, ella echa esa sangre en el
círculo rojo que ella dibuja, y hay distintos otros elementos que no alcanzamos a distinguir
y que ella va tirando, probablemente, tierra de cementerio, alquitrán u otros. Ella se comu-
nica. Ellas es tan poderosa, que se comunica con este demonio grande y ella le pide más
poder, ella le pide más capacidad, ella le pide tener una capacidad mayor que la que tiene,
y le ofrece el alma de este hombre (Jiménez). El maestro descendido le dice que le va a dar
demonios sobre otras cosas. Y ejecuta una ceremonia que no sé cuanto dura, pero al parecer
mucho tiempo. Ella baila y se queda ahí. Al final, se apagan unas velitas que habían. Cuando
se ven demonios se apagan las velitas.
PERIODISTA: ¿Qué quiere decir «cuando se ven»?
CARLOS MESCHI: Cuando el demonio se va, cuando ya está hecho el pacto, cuando se ha firmado
y consolidado, se apagan las velitas. Ella lo arrastra hasta un sillón, le cura esos cortes y lo
lleva a un lugar para dormir, para descansar. Ella vuelve a hacer otro ritual con demonios.
PERIODISTA: Para este nuevo ritual, Orlando Jiménez ¿ya no está?
CARLOS MESCHI: Ya no esta ahí. Vemos un cristal oscuro, como un saquito. Ella, cada vez que use un
conjuro, cada vez que haga un conjuro y que quiera dañar a alguien, ella tiene que tomar ese
cristal y llamar a los demonios y al «maestro descendido». Ellos acudirán en su ayuda. Cada vez
que ella va usando eso, él le va ir dando cada vez más poder. En la siguiente escena vemos, él
(Jiménez) llegando a la embajada y ella está cerca. Ella sabe que va a ir y cuando ocurre todo
esto (la matanza), ella invoca con este cristal. Aparecen los maestros descendidos, aparecen
los demonios…un demonio se le mete adentro. Si hay (hubiese habido) alguna cámara (de
seguridad en la embajada) tiene que haber estado (Jiménez) totalmente fuera de sí.
PERIODISTA: ¡Absolutamente!
CARLOS MESCHI: Es un acto de locura, o sea, ni siquiera un tipo enojado ni nada. Simplemente,
no era él. O sea, si se puede (hubiese podido) ver la mirada (que tenía Jiménez) era un tipo
totalmente enajenado. Se le mete un demonio adentro y ahí hace lo que tiene que hacer.
Ella (Marisol Cheves) busca matar a alguien específico. Ella tenía un lío de celos con una
mujer de la embajada.
228
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
229
7HUURUHQODHPEDMDGD
230
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
y dice: «este tipo se está sacando «el pillo», está eludiendo su responsabilidad». Este tipo
dice: «de repente me encontré frente al niño y estaba sangrando y no me acuerdo que le
hice». No es una manera para que piensen que está loco es que, efectivamente, cuando un
demonio se te mete adentro, tú pierdes absolutamente el control sobre tus actos.
PERIODISTA: Este tema, al conversarlo con Humberto Lagos, siendo él abogado, sociólogo,
cientista político, él me explicaba esta situación con una visión un poco más científico, por
darte un nombre. ¿En qué sentido? Él, si bien, me hablaba de demonios, él no lo asume
como un ser pensante, viviente, como podría ser una persona, sino él me lo interpreta como
un hecho sociológico. ¿En qué sentido? Claramente está en contraposición de lo que esta-
mos hablando. Él lo entiende como que la persona, bajo su fe, se crea una situación y se
convence de aquello. Eso es lo que, en definitiva, la gente le llama «demonio». Pero aquí,
no. Aquí tú me estás hablando del demonio como un ser pensante….
CARLOS MESCHI: Aquí nos estamos saliendo del tema que sucedió en Costa Rica, pero igual
déjame hacerte una declaración de principios bien firme. La persona que tiene magia
negra, normalmente, no sabe que tiene magia negra, por lo tanto, difícilmente puede
sugestionarse. ¡Claro!, si tú lo llevas al ejemplo simplista y simplón del brujo de una tribu
que dice, «yo te voy a hacer una maldición» y tú empiezas a sentirte mal, ¡ese es otro
tema! Cuando uno evita la existencia del demonio apelando a la sugestión, al igual que
los siquiatras cuando dicen que la gente se sana de «los demonios» por sugestión; eso no
explica nada. No pretendo pelear con los señores científicos, pero ¿cómo explican ellos
que una persona entre en trance (refiriéndose a su esposa «Patty») y vea un crimen que
ocurrió en Estados Unidos, y eso es un hecho concreto que está confirmado con un
periodista acá, un crimen que está ocurriendo y que nadie sabe todavía el culpable? O
sea, no puede haberlo sacado por telepatía de alguien, no puede haberlo leído de un
diario o de un libro, que es lo que siempre ocurre. Lo ve y tres meses después meten preso
a los tipos, que coincide exactamente con las características fisonómicas que hace la
Patty. Entonces, ¿cómo puede ver a distancia? La CIA desde los años 72, 73, juntó a los
mejores psíquicos de Estados Unidos y los utilizó en la Guerra Fría contra la Unión
Soviética, con un éxito abrumador. Los utilizan hoy día en las guerras, en todas partes. Por
eso, entre otras cosas, están teniendo la efectividad que tienen. Entonces, hablar de
«sugestión» es simplificar el tema a extremos.
PERIODISTA: Sí. Lo que pasa es que igual es difícil aceptar que esto pueda ser real, que estas
cosas existan…
CARLOS MESCHI: No. Yo creo que no.
PERIODISTA: Está bien, pero imagínate que un personaje del mundo científico tradicional y con
cierta reputación, diga que cree en estas cosas. Es como para quedar en ridículo, ¿o no?
CARLOS MESCHI: Lo que pasa es que yo soy ingeniero. Yo también soy científico, también fui
educado en un régimen. Yo creo en lo científico y lo racional. Es decir, hay conocimientos que
no tienen comprensión en la ciencia hoy día. Hay cosas que no hemos podido todavía encon-
trarle explicación, pero tampoco podemos dar una explicación que no corresponde. Decir que
esto o lo otro es producto de una «sugestión», yo siempre le digo a la gente que no cree:
«Bueno, ¿usted me autoriza para, a distancia, abrirle un forado en su aura y meterle un
demonio adentro? Pero, usted es responsable de lo que pase después». ¡Entiendes!
PERIODISTA: Sí, por supuesto.
CARLOS MESCHI: Entonces, ¡No!, no es sugestión. La gente que tiene magia negra, normalmen-
te, no sabe que tiene magia negra. Este tipo (Orlando Jiménez) de seguro no sabía que
tenía magia negra (…). El tema de la sugestión existe, obviamente, y está el efecto placebo.
La gente, a veces, toma una pastilla y le dicen que le va a hacer bien para el dolor de cabeza,
se la toman y se les quita el dolor de cabeza. Ahí hay un efecto de placebo. Nadie niega el
efecto placebo, nadie niega el efecto de sugestión; pero, extrapolar la sugestión a todos
231
7HUURUHQODHPEDMDGD
232
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
que te vas a reír más todavía. La familia Kennedy tiene una magia negra, la familia Grimaldi
tiene una magia negra, yo sé que ha salido en los periódicos, pero cuadra con las cosas que
le pasan. Marcelo Salas tiene una magia negra.
PERIODISTA: ¿También?
CARLOS MESCHI: Se lesiona, se lesiona y sin ninguna explicación médica lógica…
PERIODISTA: ¿Y se lo provoca alguien?
CARLOS MESCHI: Una mujer contrató (la brujería) y lo pincha. Cada vez que entra a la cancha…
PERIODISTA: ¿Por qué tiene magia negra?
CARLOS MESCHI: Porque alguna «embarrá» habrá dejado. No es santo. Marcelo Salas es un tipo
de sangre mapuche, que tiene una fuerza, una vitalidad, donde nunca en su vida se había
lesionado. No es un tipo debilucho que uno dijera: «qué lástima, no va a poder llegar a ser
un gran deportista». Nunca tuvo ningún problema y, de repente, se lesiona solo. ¿Has visto
las imágenes en que se lesiona por primera vez? Va entrando al área grande y solo se cae
y no se va a recuperar nunca más, mientras no se saque esa magia negra. En esa área, así
de fuerte es la magia negra. Puede hacer que un futbolista nunca más juegue al fútbol.
PERIODISTA: ¿Se lo hizo una mujer?
CARLOS MESCHI: Casi siempre son mujeres. Es un sentimiento femenino, eso de la venganza,
del rencor. Es más femenino que masculino. La mayoría de las magias negras la hacen
mujeres. Pero, como te digo, la magia negra es una cosa muy fuerte.
PERIODISTA: ¡Y peligrosa!
CARLOS MESCHI: Ahora, tiene que ser una persona muy poderosa, para lograr lo que consiguió
esta mujer (Marisol Cheves). Es probable que también haya ayudado mucho el hecho que
haya estado con él (Orlando Jiménez) y que haya hecho la ceremonia directamente. Pero, yo
hablo por lo que sé. Yo no conozco casos así, de gente que mate, excepto este. He visto
gente que se suicida porque el demonio, adentro, lo hace suicidarse, lo hace tirarse de un
octavo piso.
PERIODISTA: Esto que me has contado no lo puedo relatar…
CARLOS MESCHI: (sonriendo) ¡Es que pierdes credibilidad!
PERIODISTA: ¡Absolutamente!
CARLOS MESCHI: Pero, por último, te sirve para que orientes algunas cosas…
PERIODISTA: ….y me da algunas pistas para tratar de averiguar algo…
CARLOS MESCHI: …para seguir investigando.
233
7HUURUHQODHPEDMDGD
CARLOS MESCHI: Mira, lo último que vimos es lo siguiente. Efectivamente, hay una relación
sentimental, una infidelidad, una cosa como carnal, sexual, de amante, entre Guillermo
Yunge y Rocío Sariego.
PERIODISTA: ¿Hubo?
CARLOS MESCHI: Había. Esta mujer enferma, Marisol Cheves, averigua y sabe eso, y, aparente-
mente, todo esto es una maquinación para deshacerse de Rocío Sariego. Su acercamiento
al guardia, su relación de amante con el guardia para que confíe en ella, la magia negra, etc.
234
$QiOLVLVSVLFROyJLFR\REVHUYDFLyQHVRWpULFD
Esta última invitación que hicimos a Meschi fue para ver si era capaz de
detectar la relación que hubo entre Rocío Sariego y Roberto Nieto, y de la cual
existen testigos que certificaron el romance. La sorpresa fue total cuando, nueva-
mente, por teléfono confirmó que ambos habían sido amantes. ¿Cómo pudo saber
Meschi, tanto detalle específico? ¿Cómo pudo configurar los mismos amoríos que
habíamos reportado estando en Costa Rica, si las combinaciones pudieron ser
235
7HUURUHQODHPEDMDGD
muchas más? Si es tan preciso con estos detalles, ¿se podrá equivocar cuando dice
que hubo una «posesión demoníaca» sobre la persona de Orlando Jiménez? Nue-
vamente entramos al terreno de lo especulativo, del debate irreconciliable y esté-
ril que implica tratar de imponer un punto de vista.
Este escrito no impone ni obliga a creer en ninguna doctrina y en ningún
dogma, por el contrario, provee diferentes herramientas de la ciencia humana, y
otros no tanto, que permiten configurar con razonable precisión, una lógica expli-
cativa sobre la génesis de esta tragedia.
En el siguiente y último capítulo, compilamos, a modo de conclusiones, aque-
llas interrogantes que no han sido desarrolladas hasta ahora. Corresponde a aquellas
variables que cuestionaron el proceder de las autoridades chilenas y costarricen-
ses, los criterios aplicados y los resultados obtenidos en las pericias forenses,
policiales y jurídicas. Cerramos el círculo de nuestra investigación identificando
responsabilidades.
236
,QYHVWLJDFLyQGHFDPSR
&RQFOXVLRQHV
5HFDSLWXODQGR
Hasta ahora, hemos conocido los hechos tal y como se dieron el últi-
mo martes del mes de julio del año 2004. Hemos pesquisado distintas
situaciones ignoradas por el común de la gente, como disputas y ren-
cillas internas, además de escenarios que no fueron investigados, o
que fueron descartados a priori, erróneamente, por el Ministerio Pú-
blico y la Fiscalía General de Costa Rica.
Estos elementos, y muchos más, nos permiten elaborar una hipóte-
sis que intenta explicar la génesis de la tragedia, de cuestionada tole-
rancia en el mundo científico moderno. Sin pretender ser absolutistas,
ni mucho menos dueños de la verdad, extendemos sobre la mesa todas
las cartas que conjugan y dan fuerza teórica al planteamiento. La
respuesta a la gran interrogante que suscita el caso, sobre el origen de
la matanza, sobre aquello que detonó la bestialidad y la conducta
abominable del guardia Jiménez, tendrá que ser sopesada por cada
uno. ¿Qué grado de admisión y verosimilitud le otorga el lector al
fundamento teórico? Es materia de cada cual. Lo indesmentible del
caso, se da en lo real y tangible que son las pruebas dadas a conocer
por esta investigación, y que dan testimonio de elementos que configu-
ran y arman, por sí solos, el puzzle policial. Sin embargo, por la
naturaleza del mismo, de inadmisible aprobación científica, es que
nos vemos imposibilitados de concluir empíricamente, sobre quién o
quiénes recae la responsabilidad del hecho. Lo concreto y lo demos-
trable es que Orlando Jiménez entró con su arma de servicio y arreme-
tió contra tres ciudadanos chilenos a los que, sin razón ni motivo
aparente, dio muertes violentas. Aquí no estamos especulando ni teo-
rizando. Podemos asegurar, con conocimiento de causa y con convic-
ción probada, que Jiménez nunca tuvo motivos ni razones para querer
deshacerse de Rocío Sariego, de Roberto Nieto, ni de Christian Yuseff.
Podemos configurar con base científica, que Jiménez nunca padeció
locura o demencia temporal. Nunca sufrió alguna enfermedad de ori-
gen mental, que pudiera dar explicación a su accionar.
Paralelamente, existen otras situaciones que se fueron dando y que
competen, por ejemplo, al manejo de crisis que hizo la autoridad, y a
las intransigentes decisiones adoptadas por quienes tuvieron a cargo
la negociación ese día. También se da por lo controversial que resulta-
ron ser las pericias realizadas por la policía judicial y la medicatura
forense del país caribeño. Otro tanto, se desprende de la apática acti-
tud que asumió el Estado chileno, para facilitar y aportar anteceden-
tes en la investigación que demandó, no sólo el Ministerio Público en
San José, sino los familiares de las víctimas y del victimario.
237
7HUURUHQODHPEDMDGD
3RUTXpQRVHDXWRUL]yPXFKRDQWHVHOLQJUHVRGHODVIXHU]DV
SROLFLDOHVDOUHFLQWRGLSORPiWLFR"3RUTXpQRVHOOHYyDFDER
HOUHVFDWHFXDQGRVHVXSRTXH2UODQGR-LPpQH]HVWDED
JUDYHPHQWH KHULGR"
Las respuestas debemos hallarlas en dos principios básicos que rigen cualquier
hecho delictivo y que involucre un asalto con secuestro y toma de rehenes: Mane-
jo de crisis y negociación.
Apenas se dieron las condiciones, se conformó un comité de crisis constituido
por altas autoridades costarricenses, más el embajador Guillermo Yunge y el
ministro del Interior chileno, José Miguel Insulza. Los cuerpos policiales se
apersonaron tomando control absoluto del lugar y prestos a actuar cuando se les
ordenara. El fiscal Mauricio Boraschi entrega mayores antecedentes:
MAURICIO BORASCHI: Teníamos en ese momento la presencia de todos los cuerpos de élite de
choque, listos para la entrada desde un primer momento. Se apostaron equipos que tenían
totalmente resguardadas y aseguradas las vidas de esas personas (…). Ya teníamos certeza
de que habían ocurrido disparos. No sabíamos si había gente herida, salvo el oficial Jiménez,
pero igual sabíamos que él estaba rondando por los pasillos de la embajada.
PERIODISTA: Entonces, ¿por qué no ingresar, si había tal cantidad de personal policial y cuerpos
de élite?
MAURICIO BORASCHI: En ese momento no se ingresa, precisamente, por tratar de lograr con
éxito la negociación. Ese es un paso necesario y obligatorio en este tipo de crisis, donde
intentamos, sobre todo, proteger vidas que sabíamos y teníamos la esperanza existieran
dentro de los otros aposentos de la embajada. Tampoco había ninguna señal de violencia en
ese momento (…). En algún momento las autoridades pidieron que si se tomaba alguna
acción, podíamos poner en peligro la vida de estas personas. Entonces, el primer elemento
a agotar fue el proceso de negociación.
238
&RQFOXVLRQHV
que la que teníamos nosotros adentro. Podrían haber actuado antes, pero yo
no soy quién para valorar (Leonardo Banda)228.
0DQHMRGHFULVLV\QHJRFLDFLyQ
ARMANDO CAMPOS: Hubo un exceso de despliegue, considerando que había una sola persona
que estaba llevando a cabo este acto. Uno podría analizar hasta
qué punto hubo un despliegue tan grande y siendo que pudo 228
«Testigos: entró a ma-
constituir una presión para el individuo (Jiménez). Con respecto tar», diario Al Día, 29 de ju-
a la negociación que se hizo, creo que habría que analizarla tal lio de 2004, San José, Cos-
como se llevó a cabo. Me parece que no fue desde un punto de ta Rica, Disponible en <http:/
vista técnico, completamente acertada, aunque esa no es una / w w w. a l d i a . c o . c r / a d _ e e /
2004/julio/29/nacionales-
consideración, desde luego, que tenga mayor incidencia en los 0.html>. Consultado el 14 de
hechos que ocurrieron a posterior. Esa negociación resultó febrero de 2005.
229
extemporánea, de acuerdo a como se sucedieron las cosas. Declaración hecha por el
PERIODISTA: En este sentido, ¿usted cree que faltó establecer una periodista costarricense
Otto Vargas para este es-
mayor relación de comunicación con el guardia? crito.
ARMANDO CAMPOS: Sí. Yo creo que se pudo intentar la negociación
239
7HUURUHQODHPEDMDGD
de otra forma, por ejemplo, haciendo intervenir a personas que eran de su confianza, tanto
por vínculos familiares, personales, como por vínculos de trabajo. Él tenía cierta amistad
con funcionarios de un rango similar, dentro del esquema de la embajada, y esas personas
pudieron haber participado (…). En mi criterio se prescindió de algunas figuras importantes
que pudieron haber participado en esa negociación. Se optó por un discurso muy reiterativo.
Constantemente se le estaba diciendo lo mismo a través de un megáfono. Además, la
persona que intentaba comunicarse con el secuestrador, lo hacía siempre detrás de un
muro, sacando solamente el megáfono, y eso, naturalmente, si la persona (Jiménez) está
observando, puede contribuir a aumentar su desconfianza.
PEDRO VALDIVIA: Las imágenes del video, sumado a la información que se manejó en ese
momento, además de los lamentables resultados que hubo al final, indica que no hubo
ningún manejo de crisis. Fue un hecho lamentable, donde el guardia, producto de una
alteración mental, provocó una situación de crisis que, como tal, adolece de graves fallas
desde el punto de vista técnico policial.
PERIODISTA: ¿Cuáles serían esas fallas?
PEDRO VALDIVIA: El aislamiento del sitio del suceso no tiene un resultado efectivo, porque
podemos ver una serie de civiles que podrían tener alguna explicación en algún minuto,
pero que en una situación de crisis no se condice, puesto que debe estar absolutamente
aislado (…). Vemos un policía subido en una escalera, sin ninguna medida de resguardo,
donde aparentemente está haciendo una intervención o corte telefónico (…) obviamente,
a la altura del desarrollo tecnológico que estamos viviendo, no tiene ninguna explicación,
porque se puede hacer desde una central telefónica o por conductos técnicos más sofisticados
(…). Vemos negociadores tratando de enganchar con la persona (Jiménez) a viva voz, situa-
ción que es bastante dificultosa, porque el gran don que debe tener un negociador es la
capacidad de enganchar psicológicamente. En este caso, es una mujer que pudo haber tenido
alguna aspiración, pero que a viva voz era sumamente difícil. Posteriormente, usa un megáfo-
no, pero se evidencia que técnicamente ella no estaba en condiciones (capacitada) de usar…
PERIODISTA: ¿Se justifica la demora en este proceso de «negociación» o se pudo haber ingre-
sado mucho antes?
PEDRO VALDIVIA: Indudablemente, que los antecedentes que hay aquí, indican de que hubo una
demora (…) la decisión del comité de crisis pudo haber sido mucho antes (…) para tomar
decisiones hay que ser valiente, al igual que para asumir los costos (…) tampoco es bueno
condenar a las policías del mundo, porque todo este trabajo de manejo de crisis y de
negociaciones se aprende teóricamente, como todas las cosas en la
230
Declaración hecha por vida, pero la práctica indica lo que hay que hacer o no. Yo creo que
Randall Jiménez para este nuestro país, en Chile, partimos con muchos errores, pero hoy día
escrito. estamos en condiciones óptimas de poder solucionar cualquier crisis.
240
&RQFOXVLRQHV
PERIODISTA: En el momento que estaba ocurriendo todo esto, ¿Pudo la policía costarricense o
las autoridades chilenas haber solicitado la colaboración de peritos chilenos?
PEDRO VALDIVIA: Yo creo que la presencia de nuestro ministro del Interior en el lugar, incons-
ciente o involuntariamente, en vez de ayudar, a lo mejor cohibió un poco el accionar del
comité de crisis (…) además, existían lazos sentimentales y de amistad (de Insulza) con las
personas y, obviamente, en algún momento pudo haber tenido el legítimo derecho de decir:
«¡Esperemos! porque puede pasar algo mayor». Pero en una situación de crisis, fundamen-
talmente, uno debe separar sentimientos de técnica, y la técnica es la que manda en este
caso, y los sentimientos son los que después se disfrutan cuando la técnica ha logrado
resultados positivos (…). Yo diría que cuando hay una pérdida de vida, normalmente, es una
crisis que no logró solucionarse en términos de lo que la policía quisiera. Por ejemplo,
Carabineros, en este caso, siempre lo que busca es restablecer un orden quebrantado, pero
cuando eso se restablece con el fallecimiento de personas, íntimamente, aunque la gente
no lo piense igual, queda el sentimiento de que el objetivo no se logró.
PERIODISTA: ¡Bueno!, en conversación con miembros de la policía tica, ellos reconocen que se
demoraron, pero culpan a las autoridades chilenas, de que ellos a los 30 minutos, dicen,
estaban en condiciones (de haber actuado), que tenían 125 hombres listos para entrar, 125
personas apostadas en el perímetro y que había un cuerpo de choque (de élite) que estaban
listos para ingresar.
PEDRO VALDIVIA: Por eso te digo, yo creo que un poco la presencia del ministro del Interior,
involuntariamente, no le vamos a echar la culpa a Insulza, pero el que estaba ahí era su
amigo (por Roberto Nieto), y si dice: «Entren no más» y matan a su amigo… ¡complicado!
Pero había que tomar decisiones.
241
7HUURUHQODHPEDMDGD
PERIODISTA: ¿Cómo ve usted el manejo de crisis que hubo de la situación vivida, hace unas
semanas, en la embajada de Chile en Costa Rica?
SUBOFICIAL: El manejo fue pésimo. De hecho, prácticamente, no hubo manejo. Me parece que
aquí se basaron mucho en lo que son las películas que dan por televisión. Hay que partir de
la base que en Costa Rica no hay Fuerzas Armadas, por lo tanto no tienen un servicio de
inteligencia activo. Ellos tienen un servicio de inteligencia orientado a dar seguridad solo al
Presidente y nada más. Por ser un país desmilitarizado, se piensa que es un país de paz. Por
lo tanto, la experiencia que tienen en este tipo de hechos es nula. Esto se nota en el
procedimiento que emplearon, porque se dedicaron a buscar planos de la embajada, a todo
lo que es la recolección de información, cuando debían actuar. No hay que olvidarse que
cuando el policía ingresó (a la embajada), a la hora ya estaba todo consumado y, sin
embargo, estuvo cinco horas adentro con el personal, sin que nadie se atreviera a entrar.
Según ellos hubo negociaciones, lo que nunca existió, y la información que daban (la policía)
a las 3 o 4 horas, era que se estaba negociando con el secuestrador, lo que siempre fue falso.
Eso es lo que se cuestiona hasta el minuto. Si se hubiese actuado cuando se supo que no había
conversación, que no había interrelación con el policía, posiblemente se habrían salvado más
de alguna de las víctimas. Eso es en cuanto al procedimiento. Queda de manifiesto que un país
que no tenga un servicio de inteligencia activo, no puede reaccionar ante una emergencia de
este tipo. Quedó demostrado en televisión, cuando el equipo especializado que tienen para
este tipo de eventos venía recién desempacando los utensilios. Un megáfono lo sacaron desde
la caja original, o sea, no lo habían usado nunca. Todo lo da la práctica, todas las cosas se
practican, por eso que las Fuerzas Armadas en Chile hacen ejercicios para estar siempre
preparados. No se puede reaccionar cuando no se tiene preparación.
::: La policía especializada de Costa Rica extrae de una caja el envoltorio de un megáfono sin uso,
que se ocuparía para intentar negociar con Orlando Jiménez. El grado de improvisación y falta
de experticia evidenciada en materias de seguridad se hace evidente en este tipo de procedi-
mientos [fotos extraídas de los archivos de prensa de las televisoras Teletica y Repretel].
242
&RQFOXVLRQHV
::: Cuando los negociadores del OIJ se percataron de que no existían respuestas de Orlando
Jiménez a los emplazamientos que hacían a viva voz para lograr un acuerdo, solicitaron un
megáfono que la mujer negociadora no supo operar. Secundada por otro colega, fueron
corrigiendo las dificultades de acoplo de audio y buen uso de la herramienta de trabajo [fotos
extraídas de los archivos de prensa de las televisoras Teletica y Repretel].
::: Una actitud algo displicente y de relajo inexcusable por parte del equipo negociador se aprecia
en estas imágenes captadas por una cámara de televisión. Allí, la mujer es interrumpida en su
trabajo por otro policía (suponemos) que algo le dice, y ella esboza una sonrisa [fotos extraí-
das de los archivos de prensa de las televisoras Teletica y Repretel].
243
7HUURUHQODHPEDMDGD
Uno de los factores que, sin lugar a dudas, retrasaron el ingreso oportuno del
grupo de rescate, se estableció al momento de reunir antecedentes de quién era Orlando
Jiménez. Los impecables informes de vida y excelentes calificaciones en el desempeño
de su cargo, junto al prolongado tiempo que el guardia llevaba en el puesto, hicieron
que las autoridades desestimaran la posibilidad de que ocurriera algún desenlace
fatal, y así lo dio a entender el ministro Insulza, en una entrevista ofrecida al progra-
ma de noticias «Medianoche» de Televisión Nacional de Chile: «Como hubo pocos
disparos al comienzo, pensábamos que eso había sido el primer arrebato del tipo y
que luego las había secuestrado, pero ya los había asesinado en realidad»233.
De esta declaración, se desprende que la escasa diligencia y la larga espera se
debió a un exceso de confianza que nació desde el puesto de mando. Por algo
Insulza dijo «pensábamos». Se desglosa que hay responsabilidades entre quienes
conformaron ese comité. No obstante, el ministro nunca atribuyó culpabilidad a
las autoridades costarricenses ni a la policía. «Insulza, entrevistado por Chilevisión,
descartó que la muerte de los tres chilenos se deba a un error en el procedimiento
asumido tanto por el gobierno de Costa Rica como por las autoridades chilenas
que acompañaban dicho operativo, entre ellas él y el embajador Guillermo Yunge.
Todo demuestra que este asesino los mató al momento de entrar a la emba-
jada, es decir, si nosotros con el gobierno costarricense hubiéramos tomado
la decisión de entrar a la embajada tres horas antes, ya estaban muertos los
tres, ya no había nada que hacer al respecto, no hubo disparos después de
los primeros quince o veinte minutos234.
Lamentablemente, para los dichos del ministro, las pruebas reunidas por esta
investigación certifican, empíricamente, que sí hubo sobrevida en Rocío Sariego
y Christian Yuseff. De haber recibido ellos, atención médica oportuna, pudieron
salvar sus vidas. Así lo dictaminan pericias forenses realizadas en Chile, con todo
el rigor científico y que adjuntamos en el anexo documental.
1HJDWLYDGH<XQJH
233
«Tres chilenos mueren en Otro hecho de relevancia que propició la excesiva de-
toma de embajada», chi-
mora en el rescate, fue la negativa de Guillermo Yunge
le.com, Santiago, Chile. Dis-
ponible en <http://www.chi- para que ingresaran durante la mal denominada «fase de
le.com/tpl/articulo/detalle/ negociación». El embajador nunca autorizó la interven-
ver.tpl?cod_articulo=56825>. ción de la policía, salvo a las 22:03 horas, cuando la ago-
Consultado el 10 de febrero
nía de Jiménez se hizo evidente con los últimos estertores.
de 2005.
234
«Víctima dejo teléfono Recordemos que antes de esa hora, hubo tres intentos o
conectado con Chile duran- sugerencias formales de ingreso que fueron denegadas. Se-
te toma de embajada», dia- gún la fiscal Andrea Murillo, Yunge sólo autorizó el resca-
rio La Nación, Santiago, Chi-
te a las 22:03 de la noche. Esta versión de la funcionaria
le, 28 de julio de 2004. Dis-
ponible en <http://www.la- pública «provocó la extrañeza de Guillermo Yunge (quien)
nacion.cl/p4_ lanacion/antia- respondió que en el comité de crisis «no estaba esa señori-
lone.html?page=http:// ta», y que éste lo conformaban sólo hombres, entre ellos el
www.lanacion.cl/p4_lana-
ministro de Seguridad Rogelio Ramos, y el de la Presiden-
cion/site/artic/20040729/
pags/20040729212326.html>. cia, Ricardo Toledo»235, replicaba el embajador.
Consultado el 21 de diciem- Más allá de la ociosa discusión que pudo generar la
bre de 2005. controversia, los dichos de Yunge evidenciaron otra farsa
235
Gálvez Araya, Mario, op.
en esta maraña de inventos que sacó a relucir en los días
cit .
posteriores a la tragedia.
244
&RQFOXVLRQHV
::: En estas imágenes vemos reunido al Comité de Crisis en pleno, intentando hallar salidas de
escape frente a la crisis desatada por el guardia Orlando Jiménez. En primer plano, y de
espalda, vemos al ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, ya en el ángulo inferior izquierdo,
hablando por celular, a la esposa de Yunge, Marisol Cheves Hidalgo [fotos extraídas de los
archivos de prensa de las televisoras Teletica y Repretel].
245
7HUURUHQODHPEDMDGD
Guillermo Yunge fue la única persona que dio el visto bueno final, para que la
policía ingresara a la legación diplomática. Aquello fue ratificado por la canci-
ller, Soledad Alvear, que desde Santiago se encargó de aclarar el tema: «Yunge
era el único que podía dar una orden de ingreso de las fuerzas especiales a la
residencia»236.
El propio embajador precisó su actuación, a través de los medios: «Yo di la
autorización cuando se me informó que el asesino no estaba en condiciones de
poder proceder en contra de la gente que permanecía adentro de la embajada.
¡No iba a autorizar el ingreso policial, si no me garantizaban la neutralización
del individuo y garantías de vida e integridad de los funcionarios! (…). Si hubié-
ramos procedido a autorizar el ingreso policial con anticipación, no íbamos a
recuperar la vida de quienes ya habían sido asesinados y hubiéramos puesto en
peligro la integridad del resto»237.
Recordemos que hubo una primera recomendación de ingreso a la embajada,
a las 16:54. Hubo un policía que advirtió, «Entren, está sin el arma. El arma no
tiene el cargador. ¡Pueden entrar!» Sin embargo, alguien en el puesto de mando
dio la orden de seguir esperando. Leonardo Banda recomendó, telefónicamente y
en reiteradas ocasiones, a la policía y al embajador Yunge, que ingresaran, que el
guardia se encontraba «gravemente herido». Así y todo siguieron esperando. ¿Aque-
llas advertencias no fueron suficientes para tomar una decisión? Si miembros del
OIJ recomendaron entrar, ¿no significó, acaso, que estaban dadas las condiciones
para ello? Si Jiménez estaba herido de gravedad y deambulando sin el arma,
¿técnicamente no estaban las condiciones para reducirlo, por ejemplo, con gas
lacrimógeno?
Hay otro hecho que llama la atención, según informa-
236
«Cuatro muertos en se- ron medios de prensa escrito, y dice relación con lo
cuestro de embajada chile-
gravitante que pudo ser el teléfono descolgado en la oficina
na en Costa Rica», emol.-
com, Santiago, Chile, 27 de de Roberto Nieto. La comunicación se mantuvo por más
julio de 2004. Disponible en de cinco horas, con la oficina del Ministerio del Interior en
<http://www.emol.com/noti- Santiago. El diario La Nación de Chile dijo: «No obstan-
cias/internacional/detalle /
te, explicó Insulza ayer, uno de los detonantes del permiso
detallenoticias.asp?idnoti-
cia=154297>. Consultado el para entrar, que dieron Insulza en San José y Alvear desde
18 de abril de 2006. Santiago, fueron los lamentos y la tos que se escucharon a
237
«Yunge: La policía entró través del teléfono: al menos había heridos y era necesario
cuando yo lo autoricé», dia-
actuar»238. Por su parte, Guillermo Yunge repitió la misma
rio Al Día, San José, Costa
Rica, 30 de julio de 2004. idea en el diario Al Día de Costa Rica: «Durante 4 o 5
En <http://www.aldia.co.cr/ horas deambula (Jiménez), cuestión que pudimos compro-
a d _ e e / 2 0 0 4 / j u l i o / 3 0 / bar por la comunicación telefónica que tenían en Santiago
nacionales0.html>. Consulta-
con el teléfono de Roberto Nieto que quedó descolgado. Y
do el 21 de agosto de 2004. 239
238
«Las horas más dramáti- la policía de Costa Rica reportó movimientos de cortina» .
cas de Soledad Alvear en la Lo paradójico de todo esto, es que fuentes consultadas y
Cancillería», diario La Na- que pudieron escuchar la grabación de ese llamado telefó-
ción, Santiago, Chile, 29 de
nico, coinciden en advertir que solo se oye algo al inicio de
julio de 2004. Disponible en:
< h t t p : / / w w w. l a n a c i o n . c l / las acciones homicidas, donde se distingue un disparo, un
p4_lanacion/ site/edic/2004- quejido, la voz de una mujer solicitando una ambulancia,
_07_29_1/home/home.html>. y después, nada más, silencio absoluto. La misma fiscal
Consultado el 28 de febre-
Murillo aclaró a los medios de prensa que esto fue así. Por
ro de 2005.
239
«Yunge: La policía entró lo tanto, ¿cómo se puede argüir que lo escuchado en esa
cuando yo lo autoricé», dia- grabación, fue gravitante para que la policía actuara o
rio Al Día, op. cit. ingresara a la legación? Esto obliga a formular otras pre-
246
&RQFOXVLRQHV
guntas. ¿Quién dio la orden definitiva de ingreso para el rescate? ¿La dio Guillermo
Yunge, como él mismo se encargó de precisar, o la dio Insulza y Alvear en conjun-
to, como explica La Nación en Chile?
Veremos más adelante, que fue el propio Presidente de la República, Ricardo
Lagos, quien se adjudicó la responsabilidad de dar el visto bueno para el rescate.
Podemos asegurar que nunca fue competencia del Primer Mandatario, por varias
razones, pero que permite vislumbrar un acto de auxilio administrativo, intentan-
do quitarle responsabilidad a Yunge.
Por otro lado, pesar e incertidumbre fue lo que debieron cargar los familiares
de las víctimas chilenas, cuando el canciller Ignacio Walker, que reemplazó en el
cargo a Soledad Alvear, declaró a cinco meses y 11 días de ocurrida la tragedia,
que el «caso embajada» estaba «políticamente cerrado».
3RUTXpHOFDQFLOOHUFKLOHQR,JQDFLR:DONHUGHFODUyHOGHHQHUR
GHTXHORVFUtPHQHVGHODHPEDMDGDGH&RVWD5LFD
HVWDEDQSROtWLFDPHQWHFHUUDGRV"
Hay que partir por aclarar que esos dichos fueron emitidos en el marco de una
gira por países de Centroamérica, realizado por el canciller Walker, con el objeto
de buscar adhesión política para apoyar la postulación de José Miguel Insulza a
la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El cargo había quedado vacante el 15 de octubre de 2004, cuando el ex presi-
dente costarricense, Miguel Ángel Rodríguez renunció al mes de asumir la alta
investidura, acusado de corrupción.
El día 7 de enero de 2005, Walker tuvo una reunión con su homólogo Roberto
Tovar, y al finalizar esta, comentó a los periodistas que Chile había efectuado
una investigación del crimen «muy a fondo, que ya concluyó, por lo que desde el
punto de vista político el caso está cerrado»240.
¿Qué quiso decir con esto el canciller? ¿Qué significa que el caso esté «políti-
camente cerrado»? En el mes de junio de 2005, accedimos a una entrevista con
Walker en dependencias de la Cancillería, y frente a la interrogante, el ministro
precisó: «Bueno, es muy sencillo. Desde el punto de vista político administrativo,
desde el punto de vista del sumario interno que hicimos nosotros, que es lo que cabe
hacer (en estos casos), esto está cerrado. Cuando se hizo concluyó que: uno, murie-
ron en actos de servicio; y dos, que no hubo responsabilidad administrativa. Es
decir, no es el caso judicial (lo que estamos dando por cerrado), sino que el caso
político administrativo, (lo que respecta a) el sumario interno. El tema para noso-
tros está concluido desde el año pasado (2004) cuando concluyó este sumario».
Al asegurar que Nieto, Yuseff y Sariego murieron en actos de servicio y que no
hubo responsabilidades administrativas en el origen de la tragedia –haciéndola
extensiva, incluso, al desempeño mostrado por Yunge–, permitió a la Cancillería
gestionar los seguros comprometidos para funcionarios de
servicio exterior y pagar una indemnización por ese con- 240 «Chile y OIJ dan por ce-
cepto. Aquello, se tradujo en una ayuda para «aminorar» rrado caso», diario Al Día,
San José, Costa Rica, 8 de
el sufrimiento de los familiares. Sabemos, por todo lo ex- enero de 2005. Disponible
puesto, que sí hubo responsabilidades administrativas, par- en <http://www.aldia.co.cr/
tiendo desde Guillermo Yunge, quien hizo abandono irres- a d _ e e / 2 0 0 5 / e n e r o / 0 8 /
ponsable e injustificado de sus funciones administrativas nacionales6.html>. Consulta-
do el 10 de febrero de 2005.
como jefe de misión, y pasando por las autoridades de Can-
247
7HUURUHQODHPEDMDGD
cillería que, estando en conocimiento de las denuncias que recaían sobre este
último, hicieron «vista gorda» y dilataron la toma de decisiones que pudo corre-
gir el problema.
Esta investigación intentó en reiteradas oportunidades gestionar una entrevista
con Soledad Alvear, mientras era ministra de Relaciones Exteriores, pero fue apla-
zada y finalmente resistida, hasta que dejó el cargo, sucediéndole Ignacio Walker.
La frase «políticamente cerrado» se emite dentro de un contexto que hay que
desmenuzar para entender el sentido. Si bien la explicación de Walker indica que
el sumario interno, encargado por Cancillería, formaba parte de lo que él deno-
minó «caso político administrativo», otra cosa muy distinta era la investigación
judicial que encabezó el Ministerio Público en Costa Rica. ¡No deja de tener
razón!, pero, si política y administrativamente el caso estaba cerrado y como dijo
el ministro, «se hizo una investigación muy a fondo», entonces el sumario debió
contener detalles mucho más específicos que simplemente decir, «murieron en actos
de servicio y no hubo responsabilidades administrativas». ¿Por qué no se dieron a
conocer los resultados de este? ¿Pudo, el contenido de ese sumario perjudicar, tal
vez, la imagen de la diplomacia chilena o su gestión político-administrativa?
Aquí es donde entran en juego varios factores. Los familiares de las víctimas y
del victimario estuvieron pidiendo a gritos que «por favor» se investigara a fondo,
y que se hallara una explicación lógica a los motivos que propiciaron en Jiménez,
matar a tres ciudadanos chilenos y después inmolarse. Entonces, que se dijera que
el caso estaba «políticamente cerrado» cayó como un balde de agua fría.
…que de pronto aparezca el ministro Insulza postulándose y hablando por
acá, y en esos mismos días fue cuando se dio el caso por cerrado, son cosas
que tal vez uno pueda pensar más allá de lo que debiera. Pero, es producto
de que no se haya hecho una investigación a fondo, como ameritaba el caso
(Randall Jiménez)241.
248
&RQFOXVLRQHV
249
7HUURUHQODHPEDMDGD
3RUTXpHOSUHVLGHQWHGH&KLOH\VXFDQFLOOHUKDFHQXQDGHIHQVD
GHODJHVWLyQGH<XQJHDVXPLHQGR/DJRVODGHFLVLyQGHLQJUHVR
HQHOUHVFDWH\$OYHDUXQDH[FHOHQWHHYDOXDFLyQGHO
GHVHPSHxRPRVWUDGRSRUHOHPEDMDGRUHQVXFDUJR"4XLpQHV
PiVWLHQHQUHVSRQVDELOLGDGHVDFXHVWDVHQHVWHWULVWHHSLVRGLR
TXHDIHFWyDODGLSORPDFLDFKLOHQD"
250
&RQFOXVLRQHV
SUBOFICIAL: Claro. En ese minuto tenía que haber presionado. Lo que pasa aquí es que se
produjo una crisis de pánico en todo el personal, partiendo desde el embajador, y eso lo
demostró hasta el final, una vez finalizados los hechos. A lo que le dio mayor importancia fue
que tuvo que reconocer los cuerpos y eso lo tenía fuertemente impactado, y pidió una
semana de permiso porque estaba con estrés. El resto del personal que estaba al interior de
la embajada sintió los disparos y no salió más de la habitación (oficina) donde se refugiaron.
Uno de ellos salió y vio al policía que estaba herido y se devolvió y se encerró de nuevo en
el cuarto. Eso es normal. Es un estado de shock en el que entra la persona.
PERIODISTA: ¿Por qué no actuaron los servicios de inteligencia chilenos, asesorando a la policía
costarricense?
SUBOFICIAL: Porque los policías chilenos nunca obtuvieron la información. No fueron consultados.
PERIODISTA: ¿Y ustedes?
SUBOFICIAL: Tampoco.
PERIODISTA: ¿Y qué es lo normal en una situación como esta?
SUBOFICIAL: En un caso de esta naturaleza, lo primero es llamar al consejo de seguridad que
existe dentro de las Fuerzas Armadas, pero cuando es solicitado por la autoridad. En este
caso no fue solicitado. La autoridad lo que hizo fue tratar de manejar el tema… ¡a ver! aquí
lo que pasó en un principio es que se trató de bajarle el perfil. Se pensó que había sido una
toma de embajada con rehenes y que negociando se iba a…
PERIODISTA: ¡Pero eso no es bajarle el perfil!
SUBOFICIAL: No se le dio la importancia. Se le bajó el perfil en ese minuto. Lo que todos
esperaban era que en cualquier momento se iba a entregar el policía. Esto era la informa-
ción que se manejaba desde allá, porque desde acá, en Chile, nunca se pidió una versión
oficial, sino que muchas cosas llegaron a través de la prensa internacional. De hecho,
familiares de los que murieron asesinados se enteraron a través de este medio y no por la
cancillería, que es lo que corresponde en estos casos.
¿Por qué Yunge no presionó para que la policía costarricense actuara, apenas
se supo que Jiménez estaba gravemente herido? ¿Por qué Yunge, Insulza, Alvear o
Lagos no sugirieron la asesoría de la policía chilena durante la crisis? ¿Por qué la
Cancillería no solicitó la experticia de peritos nacionales para trabajar con los
fiscales de Costa Rica, durante la investigación sumarial? Existen muchas pre-
guntas sin responder.
Lo concreto y evidenciable, es lo recabado por este escrito. Guillermo Yunge
había cometido graves faltas a su probidad, generando un ambiente adverso en
las relaciones humanas al interior de la embajada. Así y todo, nadie en Cancille-
ría reconoce, públicamente, las irregularidades cometidas por él.
Lo que hemos investigado nosotros a través del sumario administrativo inter-
no, fue que había una relación absolutamente normal.
–¿Usted tenía antecedentes de quejas de algunos chilenos sobre el desempe-
ño del embajador?
Usted entenderá que yo no era la persona encargada. Yo asumí (como canci-
ller) el 1 de octubre y esto ocurrió el 27 de julio. Sí, le puedo decir que la
ministra Alvear llamó a consulta al embajador Yunge a Chile, por lo tanto ella
conversó con el embajador Yunge para justamente conocer esos anteceden-
tes (Ignacio Walker)246.
251
7HUURUHQODHPEDMDGD
Eduardo Burgos–, de los informes que revelaban las faltas cometidas por Yunge,
no se haya transparentado el desempeño de este funcionario público que recibía
su sueldo de los impuestos que cancela cada uno de los chilenos, permitió ir
configurando lo que hemos denominado «red de protección».
El diario El Mercurio publicó el 21 de agosto de 2004 que «el documento
elaborado por el abogado Eduardo Víctor Gálvez Carvallo determinó que no
existieron ‘responsabilidades administrativas’ de los funcionarios de dicha emba-
jada –incluyendo al cuestionado embajador Guillermo Yunge– en estos hechos.
Así lo confirmó ayer el subsecretario de Relaciones Exteriores, Cristián Barros,
quien ordenó el cierre del sumario: «Recibí el informe el miércoles pasado y tras
aprobarlo fue enviado a la Contraloría. En este documento quedó claro que no
existieron responsabilidades administrativas en este lamentable hecho»247.
Pese a todas estas declaraciones que intentaron ocultar información, fue la
propia Asociación de Funcionarios Diplomáticos de Carrera (Adica), quien dio la
voz de alerta. Al conmemorarse el primer año de la tragedia, y mientras Yunge
recibía acusaciones y escarnios de los deudos, este se defendió disparando contra
la Adica, quienes respondieron al instante: «pues si él quiere contribuir a la ver-
dad de su desempeño diplomático (aunque él no es un profesional de la diploma-
cia), puede pedir a las autoridades correspondientes que hagan público el sumario
administrativo a raíz de los acontecimientos referidos. Existen otros antecedentes
de carácter reservado que obran en poder de la Cancillería que también ilustran
su desempeño como embajador»248.
Si la Adica alude al sumario administrativo, significa
247
González, Patricio, «Su- que sí existen responsabilidades administrativas. Por ende,
mario exime a embajador la Cancillería también debiera asumir su competencia en
Yunge», El Mercurio, Santia-
go, Chile, 21 de agosto de
el caso, más aún, si desde antes de la tragedia se venía
2004. p. 9, Cuerpo C, Nacio- protegiendo al demócrata cristiano.
nal.
248
«Adica rechazó acusacio- En la Cancillería reconocen que los pedidos formales e in-
nes de ex embajador en formales para el traslado de Yunge son efectivos, pero –se
Costa Rica», elmostrador.cl, dice– fue el propio presidente Lagos el que no aprobó el
29 de julio de 2005. Santia- cambio. Una opinión distinta tiene una alta fuente del gabi-
go, Chile. Disponible en
<http://www.elmostrador.cl/ nete presidencial, quien detalla que si Lagos nunca dio el
modulos/noticias/ construc- paso, fue porque la canciller Soledad Alvear –amiga de Yunge
tor/noticia_new.asp?id_no- desde cuando compartieron en la JDC en tiempos de la Uni-
ticia=165053>. Consultado el dad Popular– se oponía tenazmente, ya que en más de una
29 de julio de 2005.
249
Amaro, Roberto, «La hora oportunidad el embajador le habría pedido que lo respaldara
triste de Yunge», diario El un tiempo, porque se había vuelto a enamorar en Costa Rica
Sur, Concepción, Chile. Dis- y que debía esperar a que su nueva esposa terminara su
ponible en <http://www.- estudios de derecho. «No quería separarse de ella», recono-
elsur.cl/edicion_hoy/seccio-
nes/ver_rep.php?dia- ce un dirigente DC que comparte con Yunge ser de la llama-
=1092456000&id=1591>. Con- da «ala chascona» de la colectividad y que ha seguido a la
sultado el 10 febrero de 2005. distancia la vida de su amigo (Diario El Sur)249.
250
«Cancillería llama a infor-
mar a embajador en Costa Soledad Alvear, incluso, defendió la labor del embaja-
Rica», emol.com, 2 de agos- dor asegurando que «tenemos (con Costa Rica) una exce-
to de 2004, Santiago, Chi-
lente relación bilateral y un trabajo que se ha efectuado en
le. Disponible en <http://
www.emol.com/noticias/na- dicho país que nos merece ciertamente una satisfacción desde
cional/detalle/ detallenoti- el punto de vista de la Cancillería»250.
cias.asp?idnoticia=154787>. ¿Qué satisfacción podía existir con el trabajo realizado
Consultado 10 febrero 2005.
por Yunge en Costa Rica, si desde el año 2003 solo se reci-
252
&RQFOXVLRQHV
253
7HUURUHQODHPEDMDGD
3RUTXpHOLQIRUPHIRUHQVHHODERUDGRHQ&RVWD5LFDGLFWDPLQD
TXHQRKXERVREUHYLGDGHODVYtFWLPDVVLHQGRTXHKD\WHVWLJRV
TXHDVHJXUDQKDEHUHVFXFKDGRTXHMDUVHODUJDPHQWHD&KULVWLDQ
<XVHII\D5RFtR6DULHJR"
254
&RQFOXVLRQHV
PERIODISTA: Al día siguiente de la matanza, usted dijo que el ministro Insulza había ido a su
oficina.
LUIS DEL VALLE: Sí, sí. Estuvo aquí el ministro Insulza. Estuvo en mi oficina.
PERIODISTA: ¿Qué cosas le comentaba él?
LUIS DEL VALLE: No me acuerdo. Pero él estaba sumamente preocupado por la situación,
queriendo alivianar las cosas para que las familias sufrieran lo menos posible. Eso es lo que
recuerdo.
PERIODISTA: ¿Él le preguntó respecto de si tuvieron sobrevida los chilenos?
LUIS DEL VALLE: Sí, sí. Todos ellos me preguntaron. El ministro Insulza y el señor embajador
Yunge. Sí, todos ellos estaban muy preocupados de la situación, y nosotros teníamos que
dar razón, no solo a ellos, sino a la administración de justicia costarricense sobre esta
situación, porque es muy seria nuestra función. Entre tanto, tiene que valorarse la actuación
de las autoridades policiales, de si la entrada de ellos, en el momento indicado, pudo haber
salvado vidas, y nosotros le pusimos especial énfasis al estudio, para demostrar cuanta
sobrevida tuvieron estas personas…
258
«Tragedia en embajada:
Los resultados de la autopsia forense a Roberto Nieto, Secuestrador entró a asesi-
Christian Yuseff, Rocío Sariego y Orlando Jiménez se co- nar», diario La Nación , 28
noció en la prensa local, el jueves 29 de julio, y fue divul- de julio de 2004, Santiago,
Chile. Disponible en <http://
gada en Chile al día siguiente. Recién ahí, Del Valle confir- www.lanacion.cl/p4_lana-
mó que la muerte de los tres chilenos había sido instantá- cion/site/edic/2004 _07_28-
nea. No obstante, el mismo jueves 29, el Presidente Lagos _1/home/home.html>. Consul-
reiteró su confianza en que «el procedimiento asumido por tado el 10 de febrero 2005.
259
Testimonio extraído del
la policía de Costa Rica en conjunto con el gobierno de video forense, grabado por
Chile, fue el más adecuado para proteger la vida de quie- la policía judicial del OIJ.
255
7HUURUHQODHPEDMDGD
256
&RQFOXVLRQHV
Este perito explica que los mayores daños se producen cuando el proyectil se
fragmenta durante su trayectoria, al encontrar resistencia de cuerpos duros, como
puede ser, por ejemplo, un hueso. Con un calibre 5.56, y por lo aguzado de su
punta, las zonas blandas son atravesadas sin dificultad. El orificio de entrada es
pequeño y el de salida también. No producen, en su paso por el cuerpo humano,
una gran destrucción interna; por lo mismo, no mata inmediatamente, sino, deja
herido. La estrategia militar explica que al ser un proyectil de guerra, el disparo
de una M-16 lesiona al soldado enemigo, para que así dos de sus camaradas se
inhabiliten durante un enfrentamiento, atendiendo al compañero caído. Ahora, si
el proyectil da de lleno en un órgano vital, como puede ser el corazón o el cere-
bro, seguramente el afectado tendrá muy pocas posibilidades de sobrevivir.
Ese día 27 de julio, la secretaria del cónsul Christian Yuseff, Xinia Vargas,
encerrada en un pequeño baño junto a César Gómez, aseguró haber escuchado
toser y quejarse al diplomático. Por otra parte, desde las oficinas de ProChile,
Cecilia Montero también testificó haber oído los lamentos de Rocío Sariego. Enton-
ces, ¿por qué las autoridades políticas aseveraron desde un principio, que todas las
víctimas habían muerto al inicio de las acciones? ¿Por qué el resultado de la autop-
sia forense dictaminó lo mismo dos días después? Si el guardia Jiménez también se
disparó con el arma homicida, ¿Por qué él sí tuvo una prolongada sobrevida?
Respecto del disparo que se propinó Jiménez, Luis del Valle explica que «es un
caso excepcional, interesantísimo… Sobrevive mucho por una explicación médi-
ca muy clara, pero que alguien soporte varias horas, después de haber sufrido un
disparo de una M-16 es rarísimo. Desde el punto de vista científico es un caso
muy interesante, de los que se publican en revistas científicas», manifestó el jefe
de patología262.
Del Valle explicó a la prensa local que Jiménez no murió por alguna lesión
importante en el cerebro, sino porque «la lesión pequeña se iba desangrando
lentamente (…) pierde la fuerza, la capacidad de deambular. Va disminuyendo
poco a poco y después queda postrado y muere por pérdida de sangre»263.
Durante nuestra estadía en San José, concertamos una entrevista con este mé-
dico forense, y en tanto avanzaba la audiencia asomaron las primeras contradic-
ciones:
262
LUIS DEL VALLE: Llamé (por teléfono) a tres colegas y les dije: «¡Vén- «Muerte de guardia civil
ganse! para que me crean mañana, o si no mañana no me van a fue lenta», diario Al Día, 30
de julio de 2004, San José,
creer. ¡Es impresionante!». Costa Rica. Disponible en:
PERIODISTA: ¿Que le creyeran qué cosa? < h t t p : / / w w w. a l d i a . c o . c r /
LUIS DEL VALLE: De la muerte y de su sobrevida. Esta persona (Jiménez) ad_ee/2004/julio/30/
no muere por laceración cerebral. Esta persona muere por ane- nacionales0.html>. Consulta-
do el 10 de febrero de 2005.
mia, por hemorragia, por exanguinación (sic). 263
«Muerte de guardia civil
fue lenta», diario Al Día, op.
cit .
257
7HUURUHQODHPEDMDGD
LUIS DEL VALLE: (…) Como estamos con un arma de alta velocidad, un arma de guerra, entonces
produce gran destrucción en corazón y pulmón. Y en cuanto a sobrevida es cero, en la mayoría.
PERIODISTA: Queremos ver si nos puede aclarar el hecho que una funcionaria escuchó quejarse
a Yuseff.
LUIS DEL VALLE: No es cierto. No se puede quejar, no es cierto. El que podía quejarse era este
(señalando una foto de Jiménez), hacer ruidos y quejarse, pero no podía articular porque no
tenía lengua (…) lo que oían probablemente era este hombre con su sobrevida, porque este
(indicando una foto de Roberto Nieto) no tuvo sobrevida.
En la conferencia de prensa que Del Valle ofreció la última semana del mes de
julio de 2004, los periodistas de su país inquirieron respecto de la sobrevida del
guardia: «Estoy seguro, se hubiera muerto. Si hubiera recibido atención médica
inmediata, se hubiera muerto. Las lesiones que tiene son incompatibles con la
vida. No hay una cirugía en el mundo que pueda resolver la problemática del
258
&RQFOXVLRQHV
daño que hizo el trayecto de ese proyectil, del mentón a la frente». Cuando un
periodista le preguntó por la peligrosidad que implicó su sobrevida, dijo que
«obviamente no está normal, pero sí con capacidad de deambular, de pensar y
disparar también», aseguró Del Valle264.
En Santiago, la médico forense del Instituto Medico Legal y perito del Laboratorio
de Criminalística de Carabineros (Labocar), Vivian Bustos Baquerizo, al entrar en
conocimiento de las lesiones que Jiménez había experimentado con el disparo, señaló:
VIVIAN BUSTOS: Este proyectil no encontró oposición real a su paso, y si lo encontró fue la oposición
de tejidos blandos que no le provocaron una reducción de su energía, por lo tanto, siguió
manteniendo su alta capacidad de penetración, y no consiguió tampoco deformar su punta.
PERIODISTA: Si hubiese golpeado en su trayecto con algún hueso duro, ¿se podría haber astillado?
VIVIAN BUSTOS: Deformarse, y al deformarse pierde su capacidad de seguir avanzando (…)
habría ocasionado un orificio de mayores dimensiones en su salida.
PERIODISTA: ¿Y habría provocado la muerte inmediata?
VIVIAN BUSTOS: La verdad es que los proyectiles balísticos no causan la muerte por el simple
paso en el tejido.
PERIODISTA: ¿Es posible que una persona que se dispare un tiro de esas características, tenga
una sobrevida de cinco horas?
VIVIAN BUSTOS: La muerte va a sobrevenir más lenta o más rápida, dependiendo si compromete
o no, órganos y zonas realmente vitales. Ahora, de acuerdo a lo que usted me menciona, que
el proyectil pasó justo por la línea media y salió por la parte de arriba, es posible que no
haya comprometido masa encefálica en su paso y haya pasado entre los dos hemisferios.
Entonces, si pasó entre los dos hemisferios, no tocó tejido cerebral, por lo tanto, el daño
directo no existió (…). Hay mucha gente que recibe impactos balísticos y no se muere de
inmediato. Las muertes instantáneas son excepcionales.
PERIODISTA: ¿Y siendo que es un arma de alto poder?
VIVIAN BUSTOS: De altísimo poder, pero no comprometió una zona estrictamente vital. Si
hubiese comprometido los núcleos de la base, atravesados por el interior de los hemisfe-
rios, ahí, sí habríamos estado en presencia de una lesión mayúscula. Pero pasó con una
condición absolutamente excepcional.
PERIODISTA: Afuera de la embajada, la policía y las autoridades sabían por Leonardo Banda que
Jiménez estaba gravemente herido y así y todo no quisieron entrar. Por eso, me parece
curioso lo que usted me dice, que si él se dio un disparo estaba imposibilitado de tener un
accionar que comprometiera la seguridad de los demás.
VIVIAN BUSTOS: Pero eso no lo sabían ellos. ¿Cómo puede saber la
264
policía donde tiene la lesión, y qué órgano tiene comprometido Testimonio sacado de los
archivos de prensa de la
desde afuera? televisora Repretel, 29 de
PERIODISTA: Jiménez se estuvo movilizando por todas las dependen- julio de 2004, San José, Cos-
cias de la embajada. ta Rica.
259
7HUURUHQODHPEDMDGD
Volvamos a la entrevista que sostuvimos con el doctor Luis del Valle Carazo,
a fines de enero de 2005. Queríamos conocer sus argumentos que permitieron
dictaminar «muerte instantánea», para los tres mártires chilenos.
LUIS DEL VALLE: Rocío Sariego tiene un único disparo, una única herida. El orificio de entrada es
en el lado derecho del pecho y el orificio de salida es en la espalda. Rocío estaba sentada en
una silla como esta (señala una en su oficina) y el proyectil se incrusta aquí atrás (en el
respaldo). Esto nos habla de que al momento del disparo, Rocío estaba sentada en esta
posición que estoy yo.
PERIODISTA: ¿Y cuál es el daño que le ocasiona?
LUIS DEL VALLE: El daño que le produce es en el pulmón derecho y en el hígado. Una gran
destrucción del pulmón derecho y el hígado, lo que le da una hemorragia interna inmediata,
muy letal y trastornos circulatorio y respiratorio severos, donde la sobrevida útil es cero, y
la sobrevida inútil es dos o tres minutos, una cosa así, y fallece en el suelo a la orilla de la
silla donde se encuentra. Ella no se pudo desplazar, ni siquiera les puedo hablar de sufri-
miento porque es muy, muy, muy rápida la muerte.
PERIODISTA: ¿Ella no tiene ninguna posibilidad de sobrevivencia?
LUIS DEL VALLE: No, ninguna. Aunque hubiese habido atención médica, la sobrevida era cero.
PERIODISTA: ¿Y qué pasa con Christian Yuseff? Él tiene dos impactos de bala.
260
&RQFOXVLRQHV
LUIS DEL VALLE: Sí, sí, tiene dos impactos de bala. Uno acá (debajo de la clavícula derecha) y el otro
acá (en el tórax) con las respectivas salidas (de proyectil). Christian Yuseff es una persona que,
de acuerdo al contexto donde lo encontramos, da la impresión que se trató de proteger, de
esconder. Lo encontramos detrás de una puerta. Las lesiones que tenía eran severas y también
con laceración importante del corazón. Prácticamente, destruye el corazón y los pulmones,
con lo que la sobrevida es totalmente cero. Era imposible que él tuviera sobrevida.
PERIODISTA: ¿No hay ninguna posibilidad de que él haya sobrevivido por algunos minutos?
LUSI DEL VALLE: No, imposible.
PERIODISTA: Se lo consulto, porque en el informe OIJ, hay personas que dicen haberlo escucha-
do quejarse por un lapso…
LUIS DEL VALLE: Yo pienso que esto se explica por la sobrevida que tuvo el policía, que él sí tuvo
horas de sobrevida y pudo haber metido ruidos guturales (…) y pudo ser confundido con
alguien que esté adentro de alguna habitación oyendo esto.
261
7HUURUHQODHPEDMDGD
262
&RQFOXVLRQHV
El doctor Luis Ravanal Zepeda es uno de los más afamados tanatólogos chile-
nos, que ha estado en el centro de la noticia en numerosos hechos criminales de
263
7HUURUHQODHPEDMDGD
PERIODISTA: En el caso de Rocío Sariego, ¿cuál es la percepción que usted desprende del
informe y del video forense, y de cuyas conclusiones, el doctor Luis del Valle Carazo indica
que no hubo tiempo de sobrevida?
LUIS RAVANAL: En el caso de Rocío, hay dos cosas que llaman la atención. Primero, la localiza-
ción del cuerpo de ella. Uno ve un orificio de proyectil en el respaldo del asiento y ve un
cuerpo que está en una posición totalmente distinta y alojada debajo del escritorio. Esto
nos indica que la persona, después de haber recibido el impacto, buscó alguna forma de
protegerse. Se desplazó y se colocó hacia ese lugar. O sea, ese es el primer indicio que ha
habido sobrevida. No es una muerte instantánea. La posición en la cual se encuentra, con el
cuerpo semi doblado, indica todo eso. Por otro lado, la localización del disparo es relevante
para poder hacer esta afirmación de que hubo sobrevida. No toca un órgano vital que sea
necesariamente y medianamente mortal, como hubiese sido un impacto directo en el cora-
zón o una lesión directamente en el cerebro, sino que atraviesa el pulmón. El informe de
autopsia que estuve viendo no precisa detalles respecto a la anatomía, los órganos o el
análisis del pulmón. No hay información respecto a qué estructuras fueron lesionadas,
porque dice simplemente «pulmones». De hecho, el pulmón tiene zonas donde existen
grandes vasos arteriales y venosos que pueden provocar una hemorragia masiva e inmedia-
ta, como también hay zonas en el que no hay grandes vasos y el desangramiento va a ser
más lento. Entonces, si nosotros analizamos eso, podemos concluir que fue una hemorragia
pulmonar masiva importante, pero no sabemos cuál ha sido la evolución de esto. Evidente-
mente, una herida de estas características tiene una sobrevida y es una herida que, con
tratamiento médico y socorro oportuno, pudo haberse salvado perfectamente.
PERIODISTA: ¿Y qué tiempo de sobrevida puede alcanzar?
LUIS RAVANAL: Bueno, la sobrevida es difícil precisar, porque carecemos del elemento anatómi-
co descriptivo, o sea, no sabemos si realmente lesionó un gran vaso pulmonar o no. Pero, en
general, el tejido pulmonar es bastante elástico y sufre poco daño al impacto de los proyec-
tiles, a diferencia de un impacto directo en el hígado o en otra víscera más sólida. Entonces,
dada la elasticidad del pulmón, esto le confiere mayor resistencia a las lesiones (…). No lo
puedo decir con precisión, pero no es una muerte inmediata, y a mi juicio, es una muerte que
ha tenido sobrevida y que si se hubiera intervenido adecuadamente, podría haber sobrevi-
vido. Inclusive, tampoco hay un compromiso de la vía respiratoria. Apenas se ve en la
imagen un escaso hilo de sangre que escurre por la boca. O sea, no fue una hemorragia que
haya comprometido un bronquio principal, donde hubiese salido importante cantidad de
sangre por la vía respiratoria y, especialmente, considerando la posición en que se encon-
traba. Yo diría que esos elementos, respecto al análisis del informe de autopsia, y respecto
al órgano lesionado, hablan en favor de la sobrevida. Por otro lado, hay otro elemento
importante, que es la temperatura del cuerpo. En este caso, ella tiene una temperatura
aproximada de 30 grados centígrados. Si asumimos que la temperatura promedio del cuer-
po humano es de 36,9 y 37,2 grados centígrados, encontrar un cuerpo con 30 grados de
temperatura, pasado las 12 de la noche y a más de nueve horas del momento en que ocurre
el disparo y la supuesta muerte instantánea, habría de esperar una temperatura inferior o
264
&RQFOXVLRQHV
por debajo de los treinta grados. Si a esto sumamos que el cuerpo de Rocío estuvo en
contacto con el piso, fue perdiendo calor. Por otro lado, estamos en presencia de una
hemorragia que también acelera el proceso de enfriamiento de un cuerpo. Entonces, tene-
mos elementos que ayudarían a explicar una aceleración del proceso de enfriamiento del
cuerpo, sin embargo, igual conserva una temperatura alta. Ese es otro elemento que habla
a favor de que la data de muerte de ella es inferior y no se produce en el momento del
disparo, sino que ha tenido un período agónico prolongado. Esos son elementos objetivos
que se ven en el análisis del cuerpo.
PERIODISTA: El otro cuerpo que genera bastantes dudas es el de Yuseff, que pese a tener dos
impactos de bala, al parecer también tuvo un lapso de sobrevida.
LUIS RAVANAL: El caso de Yuseff tiene características similares al caso de Rocío. Las lesiones
comprometen pulmón, hay un pequeño compromiso de la punta del corazón, que no es
necesariamente mortal. No está descrito con detalles en el informe de autopsia, y ese es el
gran problema que hay para hacer este tipo de análisis. Hay una escasez de información en
la parte descriptiva de los informes de autopsia. Hay cosas elementales que aparecen
descritos y que no corresponden a la calidad de informe que debiera hacer un especialista.
Cualquier persona puede diagnosticar a simple vista y decir que hay una lesión en el
pulmón. Basta ver la ubicación del disparo. En este caso, el informe de autopsia dice
«pulmón», dice «lesiones en el pulmón izquierdo», pero no entrega ninguna información
precisa de los órganos comprometidos. Pero, sí ayuda el hecho de que no se ve hemorragia
importante que esté saliendo por las vías respiratorias. O sea, no escurre sangre por la
boca, no hay indicio que haya un compromiso de estructuras grandes a nivel pulmonar
comos serían los bronquios. Eso habla que no habría compromiso, en primera instancia, de
grandes vasos. El otro elemento es la temperatura. Él tiene una alta temperatura de 32, 5
grados. O sea, estaría 5 grados por debajo del rango de temperatura normal. Si nosotros
consideramos que durante las primeras seis horas (de fallecida una persona), como regla
general, el cuerpo se enfría a un ritmo de 1,5 grados por hora; en este caso ha pasado un
poco más de nueve horas desde que, se supone, ocurrió la muerte. Entonces, debiéramos
esperar temperaturas cercanas a los 28 o 25 grados, y no a los 32,5 grados que tiene el
cuerpo de Yuseff. Por lo tanto, este es un elemento que sumado al análisis de las lesiones
corporales, hablan a favor de que hubo sobrevida y con un periodo agónico prolongado. Si se
hubiese intervenido al momento de producirse los disparos, a mí no me cabe duda que ellos,
hoy, estarían con vida. A pesar que Yuseff tiene dos impactos de bala, ambos tienen lesiones
que son perfectamente recuperables desde el punto de vista quirúrgico. Lógicamente, con
asistencia y ayuda oportuna. ¡No me caben dudas al respecto!
265
7tWXORGHOOLEUR
266
7tWXORGHOFDStWXOR
(StORJR
267
7HUURUHQODHPEDMDGD
Como son las instituciones las que quedan y las personas pasan, serán estas
últimas, con nombres y apellidos, las que carguen sobre sus hombros, la respon-
sabilidad que les cupo en los hechos, y en el rigor de sus conciencias vivirá un
juez que les recordará siempre su vulnerabilidad.
268
(StORJR
5HIHUHQFLDV
/LEURVGRFXPHQWRV\DUWtFXORVGHSXEOLFDFLRQHVSHULyGLFDV
269
7tWXORGHOOLEUR
3XEOLFDFLRQHVHOHFWUyQLFDVGHUHIHUHQFLD
<www.akasico.com>
<www.aldia.co.cr>
<www.antropos.galeon.com>
<www.apsique.com>
<www.biopsicologia.net>
<www.chile.com>
<www.diarioelsur.cl>
<www.diarioextra.com>
<www.elmostrador.cl>
<www.el-mundo.es>
<www.elnuevoheraldo.com>
<www.elsur.cl>
<www.emol.com>
<www.fortea.us>
<www.fortea.ws>
<www.go.cr>
<www.interrogantes.net>
<www.lacuarta.cl>
<www.lanacion.cl>
<www.lasegunda.com>
<www.latercera.cl>
<www.lun.com>
<www.meta-religion.com>
<www.nacion.com>
<www.poder-judicial.go.cr>
<www.prolades.com>
<www.psicologiajuridica.org>
<www.rbclatino.org>
<www.rincondelvago.com>
<www.spanish.xinhuanet.com>
<www.tc.umn.edu>
<www.thaisyjosef.com>
<www.theworkofgod.org>
<www.tricontinental.cubaweb.cu>
<www.utp-cantabria.org>
0DWHULDODXGLRYLVXDO
270
7tWXORGHOFDStWXOR
(QWUHYLVWDVSHUVRQDOHV
Policía, experto balístico de una de las policías chilenas, Santiago de Chile, abril
de 2005.
Juan Antonio Yuseff, padre del cónsul muerto Christian Yuseff, Santiago de Chile,
abril de 2005.
Fuente 1, cercana al embajador Ricardo Concha, Santiago de Chile, mayo de
2005.
Fuente 2, cercana a Marisol Cheves y su familia, San José de Costa Rica.
Marcela Guerrero, viuda de Roberto Nieto, Santiago de Chile, mayo de 2005.
Karin Lehner, ex esposa de Guillermo Yunge Bustamante, Santiago de Chile,
mayo de 2005.
Hugo Zepeda, teólogo y profesor universitario, Santiago de Chile, mayo de 2005.
Humberto Lagos, abogado y doctor en sociología, experto en sectas satánicas,
Santiago de Chile, mayo de 2005.
Guillermo Yunge Lehner, hijo de Guillermo Yunge Bustamante, Santiago de Chi-
le, mayo de 2005.
Jesús Abarca, estafeta de la embajada de Chile, entrevista telefónica, junio de 2005.
Pedro Valdivia, coronel en retiro de Carabineros de Chile y Director de Programa
de Seguridad Ciudadana, Santiago de Chile, junio de 2005.
Ignacio Walker, canciller de Chile, Santiago de Chile, julio de 2005.
José Antonio Fortea, sacerdote español, entrevista telefónica, agosto de 2005.
Gonzalo Sariego, hermano de Rocío Sariego. Santiago de Chile, agosto de 2005.
Francisco Maffioletti, presidente de la Asociación Chilena de Psicología Jurídica,
Santiago de Chile, marzo de 2006.
Otilia Zenteno, presidenta de ONG «Casa Chile», entrevista telefónica, email y
vía chat.
Ivette Charpantier, ex secretaria de Guillermo Yunge, entrevista vía chat.
272
7tWXORGHOFDStWXOR
$QH[RGRFXPHQWDO
273
7tWXORGHOOLEUR
274
7tWXORGHOFDStWXOR
3URWDJRQLVWDV\IXHQWHV
275
7HUURUHQODHPEDMDGD
276
$QH[RGRFXPHQWDO
277
7HUURUHQODHPEDMDGD
278
$QH[RGRFXPHQWDO
279
7HUURUHQODHPEDMDGD
280
$QH[RGRFXPHQWDO
281
7HUURUHQODHPEDMDGD
::: Carta entregada a Orlando Jiménez el mediodía del 27 de julio de 2004, donde se le anuncia el
traslado desde la embajada de Chile a otra repartición. Sobre las palabras «Estimado Señor»
es posible observar una mancha de sangre del policía.
282
$QH[RGRFXPHQWDO
::: Manija de la puerta que da acceso a la oficina del director comercial de ProChile, Leonardo
Banda. En la fotografía se distingue el orificio del proyectil disparado por Jiménez y que
encontró resistencia en un televisor (capturas de pantalla).
::: Televisor de 29 pulgadas que recibió el impacto de la M-16, y que actuó como obstáculo,
impidiendo que el guardia Jiménez ingresara a la oficina donde se refugiaron Leonardo Banda,
Cecilia Moreno, Jeannette Viquez, Jeannette Aguilar y Leonardo Guerra (capturas de pantalla).
::: En el infructuoso intento de Jiménez por ingresar a la oficina de Banda, destruyó a puntapiés la
parte inferior de la puerta, dejando un forado por el que el guardia y el jefe comercial cruzaron
miradas. No obstante, el policía desistió de atentar contra el grupo (capturas de pantalla).
283
7HUURUHQODHPEDMDGD
::: Sobre el escritorio de la conserjería, Orlando Jiménez dejó algunos de sus enseres personales,
tales como la billetera, pañuelo, cinturón, dinero y la carta en la que le notificaban su trasla-
do. Acto seguido, se separó unos metros y se disparó en el mentón.
284
$QH[RGRFXPHQWDO
::: Página 22 del Informe OIJ, donde Leonardo Banda da su versión del reclamo que le hace
Orlando Jiménez y donde nunca se avizora algún malestar del policía contra Christian Yuseff,
como lo señala en su declaración Cecilia Montero.
285
7HUURUHQODHPEDMDGD
::: En la oficina de los empleados de ProChile, Orlando Jiménez se desprendió de sus botas, tras
fracasar en su intento de ingresar al cubículo del jefe comercial, donde se refugiaron cinco
personas.
286
$QH[RGRFXPHQWDO
::: En este documento oficial del Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica, se confirma el
desorden administrativo de la policía tica y del citado organismo, al confundir a Orlando Ulises
Jiménez Jiménez con su colega José Orlando Jiménez Jiménez. Sin embargo, el embrollo se
agudiza aún más cuando a José Orlando le asignan el número de la cédula de identidad de
Orlando Ulises.
287
7HUURUHQODHPEDMDGD
288
$QH[RGRFXPHQWDO
,1)250(3(5,&,$/$1$/,7,&2
'(
52&,23,/$56$5,(*23(5(=2/($
(PLWLGRSRU
'U/XLV5DYDQDO=HSHGD
0pGLFR &LUXMDQR
([SHUWRHQ0HGLFLQD/HJDO<)RUHQVH
289
7HUURUHQODHPEDMDGD
TEMAS
Portada 1
Presentación 2
Índice 3
Evidencia utilizada para estimar la data de muerte 4
Anatomía Pulmonar 4
Anatomía y vascularización hepática 7
Orificio de entrada 12
Trayectoria del proyectil 15
Ausencia de lesiones postmortem 17
Sangre en cavidad toráxica 18
Como el pulmón limita su sangrado18
Enfriamiento corporal 22
Análisis en base a temperatura corporal 23
Confirmación de sobrevida 34
Actividad física seguida al disparo 35
Fenómenos cadavéricos inmediatos (adicionales) 40
Cómo y cuando llegan las hormigas 43
Rigidez Cadavérica 46
Consideraciones Médico-Legales 48
Conclusiones 52
Material documental analizado 53
290
$QH[RGRFXPHQWDO
• ANATOMIA PULMONAR
291
7HUURUHQODHPEDMDGD
292
$QH[RGRFXPHQWDO
293
7HUURUHQODHPEDMDGD
$1$720,$6(*0(17$5,$'(/+,*$'2
+($/(<<
5(,))(56&+(,' &28,1$8' +-2567-g
6&+52<
6(*0&5$1(2/$7(5$/ '2562&5$1($/6(*0 =21$
9,,
'(5(&+2 ,17(50(',2&5$1($/ 3267(52683(5,25
6(*0&$8'2/$7(5$/ '2562&5$1($/6(*0 =21$
'(5(&+2 9, ,17(50(',2&$8'$/ 3267(52,1)(5,25
6(*0&5$1(2 =21$
3$5$0(''(5(&+2 9,,, 6(*09(1752&5$1($/ $17(52683(5,25
6(*0&$8'2 =21$
3$5$0(''(5(&+2 9 6(*09(1752&$8'$/ $17(52,1)(5,25
6(*0&5$1(2
3$5$0(' =21$0(',$
,=48,(5'2/2%8/2 ,9 6(*0'25629(175$/ ,1)(5,25
&8$'5$'2
6(*0&5$1(2/$7(5$/ =21$
,=48,(5'2 ,, 6(*0'2562/$7(5$/ /$7(52683(5,25
6(*0&$8'2/$7(5$/ =21$
,=48,(5'2 ,,, 6(*09(1752/$7(5$/ /$7(52,1)(5,25
295
7HUURUHQODHPEDMDGD
• ORIFICIO DE ENTRADA:
296
$QH[RGRFXPHQWDO
297
7HUURUHQODHPEDMDGD
«El hígado muestra laceración del tercio superior del lóbulo hepático dere-
cho»
298
$QH[RGRFXPHQWDO
lóbulo, como lo son la vesícula biliar y las vías biliares extrahepáticas, los vasos
arteriales y venosos, tal como se describe claramente en el informe de autopsia:
«La vesícula biliar: íntegra, permeable, de paredes adecuadas. Las vías biliares
extrahepáticas con el colédoco 0.3 cm de diámetro: permeable, íntegro».
299
7HUURUHQODHPEDMDGD
La máxima cantidad de aire que puede llenar las vías respiratorias y los pul-
mones de un adulto humano, denominada capacidad pulmonar total es de aproxi-
300
$QH[RGRFXPHQWDO
301
7HUURUHQODHPEDMDGD
302
$QH[RGRFXPHQWDO
Datos climatológicos:
En la imagen siguiente se recogen la evolución de las condiciones metereológicas
según los datos del Instituto Metereológico Nacional de Costa Rica correspon-
diente al día 27 de julio del 2004, correspondiente a extracto de informe oficial,
suscrito por Lic. Juan Carlos Fallas Sojo, Coordinador, Gestión de información y
Comercialización de dicho instituto el 05 de octubre del presente año.
303
7HUURUHQODHPEDMDGD
304
$QH[RGRFXPHQWDO
305
7HUURUHQODHPEDMDGD
\
5DQJRQRUPDO
&
GHWHPSHUDWXUD
'HVFHQVR
HQWUH\
&
7HPSHUDWXUD
UHJLVWUDGD
+RUDV )25(16(6
',63$526
+56
• LIMITACIONES:
Tbt –Tet
Tbo –Tet
307
7HUURUHQODHPEDMDGD
308
$QH[RGRFXPHQWDO
de las pocas que utiliza o permite utilizar la temperatura del hígado, ya que la
mayoría de lo algoritmos utilizados en la estimación de data de muerte (actuales y
pasados) utilizan la temperatura rectal, y por lo tanto no podemos traspolar valo-
res. Ni siquiera utilizar, uno de los más modernos y aceptados a nivel mundial,
como es el Nomograma de Henssge, que utiliza igualmente la temperatura rectal.
Si bien no podemos establecer un período preciso, dada la imposibilidad de
aplicar algoritmos más complejos, estos a su vez tampoco garantizan una mayor
precisión en la estimación de data de muerte por si solos, ya que como lo he
señalado, la temperatura y el enfriamiento corporal deben ser considerados como
una variable más dentro de un complejo proceso de cambios postmortem.
Por lo cual, regresamos al planteamiento inicial, tal vez simple, pero que
permite un razonable acercamiento en la estimación de data de muerte (formula
de Simpson) (Simpson and Knight, Forensic Medicine, 9th edition, (1988):
Sí la muerte hubiese acontecido en un intervalo de tiempo próximo a las 4
p.m. (momento en que se escucharon los disparos), la temperatura registrada al
momento del examen forense en el sitio del suceso (00:05 a.m.) necesariamente
debió ser inferior al valor medido que indicó una temperatura de 30º C (86º
Fahrenheit) registrada pasados 18 segundos desde el inicio de la medición con la
introducción de la sonda presuntamente en el hígado a las 00:05 horas, en fase
ascendente antes de permitir un tiempo mínimo necesario para la estabilización
del termómetro (solo se mantuvo el termómetro en el hígado por espacio de 18
segundos), sin embargo, a pesar del corto período de tiempo en que permanece el
termómetro presuntamente en el hígado, se logra registrar un descenso leve en la
temperatura corporal medido en 30º C, lo que significa que la temperatura corpo-
ral ha descendido dentro de un rango entre 5,9 y 7,2º C, si se compara con el
rango normal de temperatura corporal promedio (35,9 a 37,2º C) y de tan solo
2,7º C, si se compara con la temperatura promedio del hígado según el estudio de
Al-Alousi y Anderson (The Estimation of Time Since death in the Early Postmortem
Period, Claus Henssge, Bernard Knight, Thomas Krompecher, Burkhard Madea,
Leonard Nokes Pág. 38, Ed.1995).
Evidentemente estamos hablando de un estrecho margen de tiempo. Es impor-
tante señalar sin embargo, que se utiliza el hígado como órgano de medición de
temperatura, siendo que este órgano sólido, ha sido lesionado por el disparo,
existiendo por ende un proceso de hemorragia interna en el hígado, que se asocia
directamente a la perdida acelerada de temperatura, tanto en el hígado como en
su contigüidad inmediata superior (cavidad toráxico y pulmón derecho), lo que
necesariamente constituye una variable que acelera el enfriamiento local del ór-
gano afectado (hígado), lo que representa una inadecuada utilización en la selec-
ción del órgano utilizado para registrar la temperatura corporal media. Por ello
es perfectamente factible y posible establecer que la temperatura registrada en
esta zona hemorrágica (hígado) va ha ser inferior a la temperatura corporal me-
dia, debido, a como lo he señalado; la existencia de un factor asociado que acele-
ró el enfriamiento, como lo fue la hemorragia local focalizada en el tercio supe-
rior del lóbulo derecho del hígado.
309
7HUURUHQODHPEDMDGD
• CONFIRMACION DE SOBREVIDA
310
$QH[RGRFXPHQWDO
estimado, es decir, de nueve horas (9 hrs.), queda per se, fuera de posibilidad, ya
que indicaría que la muerte sucedió a las 15:05 horas, es decir, a las 3:05 p.m., lo
que no puede ser ya que está establecido por la información de testigos y antece-
dentes policiales que consignan que los disparos ocurrieron aproximadamente
una hora después del rango máximo señalado (9), es decir, alrededor de las 4 p.m.
(16 hrs.) y por ende se descarta.
Sin embargo el rango de seis horas (6 hrs.) señalado en dicho dictamen pericial,
indica que la muerte pudo haber acontecido dentro del rango que incluye hasta
las 18:05 hrs. (6:05 p.m.).
El dictamen pericial establece un rango que señala la posibilidad y probabili-
dad cierta de sobrevida, próxima a las dos horas (2 horas), posteriores a la ocu-
rrencia del disparo, es decir, hasta las 0.6.05 p.m. Es decir, un período agónico
aproximado de 2 horas. El que coincide con las estimaciones efectuadas en este
análisis.
Una persona puede sufrir una herida fatal por proyectil balístico y aún así
desarrollar actividad física sin asistencia o tratamiento médico de ningún tipo por
minutos u horas. El factor limitante en el estado de conciencia es el suministro de
oxígeno al cerebro. Cuando el oxígeno en el cerebro es consumido, se produce la
inconsciencia.
La pérdida repentina de sangre causa interferencia con la actividad física cuan-
do supera entre 20 al 25% del total del volumen sanguíneo. Una pérdida superior
al 40% pone en riesgo inminente de muerte.
La velocidad de sangramiento, la cantidad de sangre perdida, la naturaleza
de la lesión, y la respuesta fisiológica del cuerpo para contrarrestarla determina-
rán el tiempo necesario que conduce a la incapacitación física y posterior muerte.
Las características de las lesiones descritas en el informe de autopsia demues-
tran que no comprometen órganos y estructuras que al ser lesionadas van a origi-
nar incapacidad inmediata y muerte fulminante.
Por lo tanto estos elementos en el sitio del suceso, se vienen a sumar a las
apreciaciones anatómicas y fisiológicas ya señaladas, en especial las relaciones y
comparaciones que se establecen entre la posición y ubicación de la víctima al
momento de recibir el disparo y la posterior localización final en donde es halla-
do el cuerpo sin vida.
En la realización de este análisis he tomando como referencia los planos,
esquemas, y dibujos incorporados en el informe de autopsia por parte de los
médicos forenses que acudieron al sitio del suceso junto al video registrado por
los peritos en la descripción y levantamiento del cuerpo en la escena del crimen;
esto es, en la oficina que ocupaba la víctima, lugar en donde fue herida y falleció
posteriormente sin asistencia.
Adicionalmente se han realizado toma de medidas expresadas en centímetros
de algunos elementos que forman parte de dicha oficina, con el fin de utilizarlos
como testigos métricos en la estimación de las dimensiones, para relacionar dis-
tancias y desplazamientos en valores objetivamente cuantificables, que a conti-
nuación indico:
311
7HUURUHQODHPEDMDGD
313
7HUURUHQODHPEDMDGD
La conclusión, en este análisis resulta muy clara, y evidente; ella llego hasta
ese punto bajo el escritorio en forma consciente, con movimientos coordinados,
con suficiente fuerza muscular, sin sufrir traumatismos o golpes menores en cara
o extremidades (ya que no se describen en el informe, ni se visualizan en las
imágenes) que hicieran suponer una caída brusca y que allí agonizo hasta morir,
parcialmente oculta bajo un escritorio.
Ante esta evidencia se plantean dos interrogantes, ¿Cuándo se oculta y por
qué? ¿Fue ante la nueva presencia del homicida, horas después? Estas interrogantes,
son probables y posibles, ya que existe evidencia de manchas de sangre, que
pueden presuntamente provenir del agresor, en las baldosas frente al escritorio,
por ende es perfectamente probable suponer una acción voluntaria en el período
agónico (conciente), que pretendía buscar refugio bajo el escritorio, y no de esca-
pe, ya que estaba lesionada y por ende impedida de efectuar un esfuerzo físico
mayor como lo sería el de deambular.
La imagen siguiente refuerza esta hipótesis, ya que existen manchas de sangre
en las baldosas por el frente del escritorio, con un patrón de goteo que les da un
aspecto circular, goteo vertical.
Esta imagen corresponde al video, la cual ha sido resaltada aumentado el
contraste y brillo, con el fin de resaltar las manchas de sangre existentes en el
piso, mediante el programa Adobe PhotoShop.
LIVIDECES:
314
$QH[RGRFXPHQWDO
315
7HUURUHQODHPEDMDGD
316
$QH[RGRFXPHQWDO
camino de regreso al nido, ella deja un rastro de olor. Una vez en el nido, las
hormigas exploradoras alertan al resto del hallazgo de alimentos, que los anima
a dejar el nido atraídas por la fuente de alimento. Estas hormigas reclutadas
seguirán el rastro de olor dejado por las hormigas exploradoras que las conduce
directamente a la fuente de alimentos. A su turno, cada hormiga reforzará el
rastro de olor hasta que el alimento sea haya agotado. Este comportamiento es un
medio sumamente eficiente de explotar un recurso temporal de alimentos.
Este ejemplo general del comportamiento de las hormigas, esta influenciado por
múltiples otras variables, como son por ejemplo la especie de hormiga, el clima, la
característica del suelo o superficie de desplazamiento, la distancia al nido (hormi-
guero), el tipo de alimento y su abundancia, la existencia de rutas previamente
marcadas y la velocidad de desplazamiento de las hormigas, entre otras.
Si lo comparamos con el caso investigado, nos encontramos con variables ópti-
mas para la inmediata llegada de las hormigas a los sitios de sangramiento o heridas:
317
7HUURUHQODHPEDMDGD
minador (video) quien comenta que la presencia de estos insectos en una variable
muy importante en el establecimiento de la data de muerte, sin incorporar en los
infirmes posteriores, información alguna respecto a tal comentario.
LIMITE
LIMITE
LIMITE
LIMITE
INFERIOR SUPERIOR INFERIOR SUPERIOR
REESTABLECIMIEN KDVWD
TO POSIBLE
COMPLETA
RIGIDEZ
318
$QH[RGRFXPHQWDO
319
7HUURUHQODHPEDMDGD
La data de muerte, pero sobre todo los hallazgos de autopsia hablan e indican
reiteradamente, que la muerte sobrevino después de un tiempo, estimado en horas
bajo circunstancias objetivas que así lo avalan.
Es posible establecer, una serie de márgenes a partir de los datos existentes, en
el cadáver que definen intervalos posibles y probables:
320
$QH[RGRFXPHQWDO
7+(3$7,&$&
(/
D
K (QIULDPLHQWR
/HQWR&K
(5
D
(QIULDPLHQWR
K 5iSLGR&K
3(5,2'2'(
62%5(9,'$
DSUR[KUV
5,*,'(=&203/(7$KRUDVSURPHGLR
KUV
321
7HUURUHQODHPEDMDGD
• CONCLUSIONES
1
Informe de autopsia Nº 04-1412, caso Nº 68021 del Organismo de Investigación Judicial;
Departamento de Medicina Legal, Sección patología Forense, San José de Costa Rica firmado
por Dra. Diana Cano Canessa.
2
Dictamen Médico Legal de autopsia Nº 04-1412, caso Nº 68021 del Organismo de Investiga-
ción Judicial; Departamento de Medicina Legal, Sección patología Forense, San José de Costa
Rica firmado por Dra. Diana Cano Canessa.
3
Video del sitio del suceso: narrado y ejecutado por el Dr. Luis del Valle Carazo, Jefe Sección
Patología Forense, de del Organismo de Investigación Judicial; Departamento de Medicina
Legal, Sección patología Forense, San José de Costa Rica.
322
$QH[RGRFXPHQWDO
AGRADECIMIENTOS
El autor
323
7HUURUHQODHPEDMDGD
324
$QH[RGRFXPHQWDO
·QGLFH
:: Introducción ................................................................................................ 15
325
7HUURUHQODHPEDMDGD
:: Investigación de campo ::
:: Conclusiones ::
:: Anexo documental ::
327
7HUURUHQODHPEDMDGD
328
$QH[RGRFXPHQWDO
329
7HUURUHQODHPEDMDGD
Este libro
se terminó de imprimir
en los talleres digitales de RIL® editores
Teléfono: 225-4269 / ril@rileditores.com
Santiago de Chile, agosto de 2006
330
Terror en la embajada revisa aspectos hasta hoy
ignorados de la masacre ocurrida ese 27 de ju-
lio de 2004 en la Embajada de Chile en Costa
Rica. Rodrigo Insunza no se conforma con la
verdad «políticamente correcta» y emplaza a
las autoridades, tanto chilenas como de Costa
Rica, a explicar por qué los procesos inves-
tigativos incurrieron en tan evidentes contradic-
ciones. El periodista, prácticamente, «carea» documen-
tos con declaraciones. Abruman las faltas de coinci-
dencias.
Mar celo Araya
arcelo
Alejandro Carreño
I SBN 95 6 - 28 4 - 49 6 -X
9 789562 844963