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HSA

GABRIELA GÓMEZ AHUMADA


Los signos y síntomas suelen aparecer en forma
súbita.
El inicio frecuentemente esta precedido por una
actividad física intensa.
Manifestación Porcentaje (%)
Cefalea 74-80
Nauseas y vómitos 70-80
Alteraciones de la consciencia 60-70
Pérdida transitoria de la consciencia 50
Rigidez de nuca 40
 Más de nueve episodios para la cefalea tensional y más de cuatro
para la migraña sin aura.

 Frente a la primera o peor cefalea, así como a una cefalea inusual


en un paciente con un patrón establecido de dolor, debe
sospecharse hemorragia subaracnoidea hasta que se demuestre lo
contrario.

 También pueden referir vértigo, paresia o parálisis, parestesias,


diplopía, defectos en el campo visual, convulsiones y otros
síntomas de foco neurológico.

 Aproximadamente en la mitad de los casos existe una pérdida


transitoria de la conciencia al inicio del cuadro. Pueden presentarse
asimismo con rigidez de nuca, hipertensión o hipotensión arterial,
taquicardia, fiebre, parálisis de los pares craneanos, nistagmo,
hemorragia subhialoidea evidenciable en el fondo de ojo así como
edema de papila.
Sintomas premonitorios

GRADO I Ausencia de síntomas, cefalea leve o


rigidez de nuca leve

GRADO II Cefalea moderada a severa, rigidez de


nuca, paresia de pares craneanos

GRADO III Obnubilación, confusión, leve déficit


motor
GRADO IV Estupor, hemiparesia moderada a
severa, rigidez de descerebración
temprana o
trastornos neurovegetativos
GRADO V Coma, rigidez de descerebración
 La hemorragia subaracnoidea es la
causa más común de muerte súbita
y usualmente los pacientes fallecen
antes de llegar al hospital
(Hipertensión intracraneana súbita,
hemorragia intraventricular, edema
pulmonar).

 Una cefalea súbita, intensa que el


paciente describe "como la más
fuerte toda la vida", relacionado con
el ejercicio o maniobras de valsalva
(esfuerzo, coito, pujo, baño con agua
fría), se acompaña de vómito y
pérdida del estado de alerta.
Durante el examen podemos ubicar signos
focalizadores que nos indican dónde esta la lesión
responsable del sangrado (III par: comunicante
posterior; paresia faciobraquial: cerebral media,
paraparesia: comunicante anterior).

La presión arterial está elevada y la bradicardia


expresa la hipertensión endocraneana.
 Estabilización cardiorrespiratoria: Asegurar una vía aérea
permeable y considerar la necesidad de ventilación asistida en los
casos de estupor o coma, mal manejo de secreciones, mala mecánica
respiratoria, hipoxemia o hipercapnia.

 Se deben corregir enérgicamente la hipotensión y las arritmias, y ser


cauteloso en el manejo de la hipertensión arterial.

 En los casos de hipertensión arterial el estatus neurológico del


paciente puede ser una guía útil: si el paciente esta alerta significa
que la presión de perfusión cerebral (PPC) es adecuada y el
descenso de la tensión arterial puede disminuir el riesgo de
resangrado.

 La hipertensión que afecta a pacientes de buen grado neurológico


generalmente puede controlarse con reposo, analgésicos y
bloqueantes cálcicos (nimodipina).
La TC es la prueba más eficaz en el diagnóstico de la
HSA, (en ocasiones se puede sospechar la presencia
del mismo) El estudio de elección como lo es
la TC, con una sensibilidad del 95% en las
primeras 24 horas.
La punción lumbar sólo se debe hacer cuando
existen dudas de la presencia de sangre en la TC .

Se puede plantear antes de la realización de una PL


la resonancia con secuencia FLAIR.

TAC angiografía es capaz de detectar los aneurismas,


la prueba fundamental para el diagnóstico de
aneurisma sigue siendo la angiografía cerebral.
Terapia de la triple H

 Hidratación con cristaloides (aproximadamente 3 a 4 litros


por día) y coloides (alrededor de 1 a 1,5 litro por día).

 Llevar el hematocrito a valores de 30 a 38% e inducir


hipertensión arterial con aminas vasopresoras como la
dopamina, si con la expansión no alcanzare para mantener un
tensión arterial media de 140 mmHg o una PPC de 120 a 130
mmHg.

 Las principales complicaciones del tratamiento de la triple H


son el edema agudo de pulmón, el resangrado de un
aneurisma no excluido y la transformación hemorrágica y
edema de lesiones isquémicas previas.
HIDROCEFALIA: Puede aparecer en el período agudo en
un 20-40% de los casos.

Si existe deterioro clínico, se aconseja un drenaje


ventricular externo, asumiéndose un aumento del riesgo
de meningitis, resangrado y dependencia, por lo que se
debería retirar lo antes posible (dependiendo de la
cantidad de sangre en LCR).

La hidrocefalia crónica acompañada de síntomas clínicos


compatibles se debe tratar con una derivación ventrículo
peritoneal.
Hidrocefalia. El tratamiento
de la hidrocefalia aguda
consiste en la colocación de
una ventriculostomía
recordando que no es
conveniente efectuar un
drenaje demasiado rápido en
presencia de un aneurisma
no excluido de la circulación
debido al riesgo de precipitar
un nuevo sangrado.
 ANGIOGRAFIA: Realizar estudio completo (4 VASOS) en
las primeras 72 horas del sangrado. Sería conveniente no
realizarla en las primeras 6 horas del sangrado (en algunos
estudios se ha visto que favorece el resangrado).

 Se realizarán las proyecciones necesarias para determinar:

1. La localización, tamaño del saco y cuello de aneurisma.


2. Relación del aneurisma con la arteria dónde se localiza.
3. Presencia, distribución de vasoespasmo arterial, si lo
hubiera.

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