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Por otro lado, el Exilio de Avignon (1308-1376), con la dependencia del papa al rey
de Francia, y el Cisma de Occidente de la Iglesia Catolica (1378-1417), durante el
cual hubo hasta tres papas al mismo tiempo, socabaron mucho la autoridad y
prestigio del pontifice romano delante del pueblo. En ese contexto, surgieron
muchas teorias consiliadoras, que sustentaban la superioridad del Concilio sobre el
papa, llegando a proponerse modelos de Iglesia de tipo "democratico". Como
consecuencia de todo eso, se afirmaban las tendencias para la formacion de iglesias
nacionales (en Francia, Alemania e Inglaterra), lo que constituyo una de las
principales causas de la Reforma Protestante.
Un viento de novedad recorrio a Europa a partir del siglo XV: era el Renacimiento
que, reacciono contra la subordinacion directa de todo lo relacionado con la religion,
tipica de la Edad Media, reivindicaba la necesidad de la autonomia de las actividades
humanas, con el riesgo, sin embargo, de llegar a la separacion. Era el inicio del
camino que llevo al hombre occidental al progresivo abandono y hasta negacion de
Dios, caracteristicas de la epoca moderna y contemporanea.
Al mismo tiempo, la teologia perdia el contacto con la reflexion de los grandes
autores medievales (Santo Tomas de Aquino, Buenaventura) para reducirse a solo
discusiones vacias, lejos de la realidad (nominalismo). Occam, que ejercio gran
influencia sobre Martin lutero, redujo mucho la capacidad de la mente humana para
llegar a la realidad, encuanto ensalzaba la omnipotencia divina. En general, la teologia
como decia el propio Lutero, "estaba reducida a meras opiniones... sin mas certeza
alguna".
John Wycliffe, Juan Huss y Wessel son los precursores de los movimientos
reformadores de los siglos XIV y XV, que instan a la creacion de una Iglesia visible,
espiritual y pobre, sin poderes ni estructuras. En esos mismos siglos, se difundieron
las corrientes espirituales y misticas, , que acentuaban la dimensión íntima y
experiencia subjetiva con Dios y que evidenciaba unilateralmente la omnipotencia de
la gracia divina, llegando hasta a considerar inutiles las obras del cristiano para su
salvacion. Esas ideas tuvieron un lugar fundamental en la doctrina luterana
Causas Religiosas de la Reforma Protestante
Ademas de aquellas causas, una de las causas más relevantes para iniciar la reforma
religiosa fue la corrupcion generalizada del clero romano. Esta causa propicio el
inicio de la Reforma Protestante, ya que, el monge aleman Martin Lutero al publicar
sus 95 Tesis denuncio las doctrinas y la inmoralidad del clero en Roma, esto, dio
inicio a la Reforma Protestante en Alemania , la que se expanderia por toda Europa.
Las dos fórmulas basales de su enseñanza serán: Sola fide (solo por la fe) y Sola
Scriptura (Solo las Escrituras). Partiendo de la condición depravada del hombre,
Enceguecido por el pecado, solamente la gracia de Dios puede salvarlo, y esta gracia
se alcanza solo por la fe. El hombre, por lo tanto, carece de mérito en su salvación,
Correspondiendo todo a la misericordia de Dios. Las Sagradas Escrituras son la
única fuente de verdad, y deben ser analizadas individualmente porque son fáciles
de entender y la guía del Espíritu Santo ayuda en forma individual a su comprensión.
Los reformadores negaban todo el mecanismo sacramental y el valor de las buenas
obras en la salvación, así como también la pretendida guía del Espíritu Santo a
través de la Tradición, los Papas y la Iglesia.
* CAUSAS DE LA REFORMA
Las causas de la gran revuelta religiosa del siglo XVI, deben ser buscadas desde tan
atrás como el siglo XIV. La doctrina de la Iglesia, es verdad, había permanecido pura
y las numerosas instituciones medievales de beneficio de la Iglesia continuaron su
curso ininterrumpidamente.
Desde el siglo XIV, la demanda por una “Reforma de la cabeza y de los miembros”
(reformatio in capite et in membris) había sido voceada con una cada vez mayor
energía por hombres serios y sensatos, pero el mismo reclamo fue sostenido
también por hombres que no tenían un deseo sincero de una renovación religiosa,
aspirando meramente a reformas para los demás pero no para sí mismos y buscando
solamente sus propios intereses. Este llamado de la reforma de la cabeza y de los
miembros, discutido en muchos escritos y en conversaciones con insistencia acerca
de los abusos existentes y con frecuencia exagerados, tendía necesariamente a
rebajar aún más al clero a los ojos de las personas, especialmente porque los
concilios del siglo XV, aunque bastante ocupados en tentativas de reforma, no
tuvieron éxito en cumplirlas extensiva o permanentemente.
La explosión más severa ocurrió con el desastroso cisma papal (1378- 1418) que
familiarizó a los Cristianos de Occidente con la idea de que la guerra debía ser
hecha, con todas las armas materiales y espirituales, contra uno a quien que muchos
otros Cristianos consideraban como único Papa legítimo. Después de la restauración
de la unidad, los intentos de la reforma de la Curia Papal no fueron consistentes. El
humanismo y los Ideales del Renacimiento fueron celosamente cultivados en Roma y,
desafortunadamente, las tendencias paganas de ese movimiento, tan opuestas a la
Ley moral Cristiana, afectaron muy profundamente la vida de muchos altos
eclesiásticos, hasta el punto que esas ideas mundanas, la lujuria, y la inmoralidad
rápidamente ganaron terreno en el centro de la vida eclesiástica. Cuando la
autoridad eclesiástica se debilitó en la cabeza-frontal, necesariamente decayó en
todos los demás lugares. También había serios abusos administrativos en la Curia
Papal. La cada vez mayor centralización de la administración eclesiástica había
originado muchos beneficios eclesiásticos en todas las partes de la Cristiandad
fuesen conferidos a Roma, mientras que en la concesión de los mismos intereses
personales del peticionario, eran con mucho frecuencia considerados antes que las
necesidades espirituales de los fieles. Los diversos tipos de restricción también se
habían convertido en un grave abuso. La insatisfacción se sintió ampliamente entre
el clero con las muchas tazas impuestas por la Curia en referencia a los beneficios
eclesiásticos. En el siglo XIV esas tazas provocaron grandes quejas.
Proporcionalmente a la pérdida de respecto de muchos por la autoridad papal, el
resentimiento creció tanto contra la Curia como contra el Papado. Los concilios de
reforma del siglo XV, envés de mejorar la situación, debilitaron más todavía a las
más altas autoridades eclesiásticas por razón de tendencias y medidas anti-papales.
El nuevo movimiento, sin embargo, había ganado la simpatía del mundo laico y de la
sección del clero devota al Humanismo. Se hizo demasiado inminente el peligro de
que la Reforma no se quedara confinada a los métodos teológicos sino que se
extendiera al contenido del dogma, y de que encontrara apoyo de difusión en los
círculos humanistas.
El suelo estaba entonces listo para el crecimiento de movimientos revolucionarios en
la esfera religiosa. Muchas graves advertencias fueron de hecho proclamadas,
indicando el inminente peligro y urgiendo una fundamental reforma de las malas
condiciones de entonces. Mucho había sido hecho en esa dirección por el movimiento
de reforma en varias órdenes religiosas y por los esfuerzos apostólicos de
individuos celosos. Pero una renovación general de la vida eclesiástica y un
mejoramiento uniforme de las malas condiciones, empezando por Roma misma, el
centro de la Iglesia, no fue prontamente asumido, y pronto fue necesario tan sólo un
impulso externo para precipitar una revolución, que habría separar de la unidad de la
Iglesia grandes territorios de Europa Central y a casi todo el Norte de Europa.
Pronto fue evidente que planeaba subvertir todas las instituciones fundamentales de
la Iglesia. Empezando por proclamar la falsa doctrina de la “justificación por la sola
fe”, rechazo después todas las medicinas sobrenaturales (especialmente los
sacramentos y la Misa), negó el mérito de las buenas obras (condenando así los votos
monásticos al ascetismo cristiano en general), y finalmente rechazó la institución de
un genuino sacerdocio jerárquico (especialmente el papado) en la Iglesia. Su doctrina
de la Biblia como la única regla de fe, con el rechazo de roda autoridad eclesiástica,
estableció el subjetivismo en cuestiones de fe.
Numerosos monjes y monjas que dejaron los monasterios para romper sus votos y
muchos sacerdotes que abrazaron su causa con la intención de casarse. El apoyo de
su soberano, Federico de Sajonia, fue de gran importancia. Pronto después príncipes
seculares y magistrados municipales hicieron de la Reforma un pretexto para
interferencias arbitrarias en asuntos puramente religioso eclesiásticos, para
apropiarse de la propiedad eclesiástica y disponer de la misma a su voluntad.
El Calvinismo es distinto del Luteranismo y del Zuinglianismo por una forma más
rígida y consistente de doctrina y por el rigor de sus preceptos morales que regulan
la entera vida doméstica y pública de los ciudadanos. La organización eclesiástica de
Calvino fue declarada ley fundamental de la República de Ginebra y las autoridades
dieron su total apoyo al reformista en el establecimiento de su nuevo tribunal de
ética y fue introducido en Ginebra a través de la violencia.
d) Las emociones humanas, a las cuales los Reformistas apelaron de las diversas
maneras, fueron otro medio de expansión de la Reforma. Las mismas ideas que
estos innovadores defendían la libertad cristiana, licencia de pensamiento, el
derecho y capacidad de cada individuo de encontrar su propia fe en la Biblia y
otros principios similares eran muy seductores para muchos.
e) Mientras la gente del clero no daba mucha importancia a esta nueva Reforma,
los protestantes ponían más empeño en su causa siendo hábiles en los
sermones y escritos populares que apelaban a las debilidades del carácter y
declararon su intención de abolir sólo las cosas respaldadas por invención
humana.
INGLATERRA
La Reforma recibió su forma final en Inglaterra durante el reinado de la Reina
Isabel (1558 – 1603). Teniendo como base la liturgia establecida por el “Libro de la
Oración común” bajo Eduardo VI y la confesión de los cuarenta y dos artículos
compuestos por el Arzobispo Cranmer y por el Obispo Ridley en 1552, y después de
que la Reina María (1553 – 1558) había fallado en restaurar a su país la unión con
Roma y la Fe Católica, el predominio del Anglicanismo fue establecido en Inglaterra
por Isabel.
Después del fracaso del movimiento a favor de María Estuardo de Escocia, que se
había escapado a Inglaterra, en 1568, la opresión de los católicos ingleses continúo
con una creciente violencia. Además de la Iglesia Anglicana estaban en Inglaterra
los calvinistas no conformistas, quienes opusieron una organización presbiteriana
popular a la jerarquía episcopal; al igual que los católicos, ellos fueron oprimidos por
los mandatarios de Inglaterra.
CONTRAREFORMA.
No fue hasta que Pablo III se convirtió en Papa en 1534 que la Iglesia Católica
Romana tuvo el liderazgo necesario para coordinar esos impulsos y hacer frente al
desafío de los protestantes. Este Papa aprobó nuevas órdenes religiosas, como la
Jesuita, y convocó al Concilio de Trento (1545-63) para hacer frente a las
cuestiones doctrinales y disciplinarias formuladas por los reformadores
protestantes; los decretos de ese Concilio estableciendo creencias y prácticas
dominaron el pensamiento católico romano durante los próximos cuatro siglos. Pablo
III, como también sus sucesores, comprometieron asimismo recursos papales a la
acción militar contra los protestantes.
Se sabe que en la España del siglo XVI se escribieron más de tres mil obras
místicas, lo que sugiere que el misticismo fue un movimiento popular, pero los
principales místicos españoles fueron tres aristócratas: Teresa de Ávila (1515-82),
Juan de la Cruz (1542-91), e Ignacio de Loyola (1491-1556).
Dos de los tres grandes instrumentos de la Contrareforma, a saber, la Compañía de
Jesús y la Inquisición, provinieron de España. El tercero fue el Concilio de Trento,
que finalmente fue convocado en 1545 después de la constante presión del
emperador Carlos V, nieto de Fernando e Isabel, los grandes monarcas
reformadores de España.
Fundada en 1540, la Sociedad de Jesús (jesuitas) fue la más notable de las nuevas
órdenes de sacerdotes (clero regular), que vivían entre los fieles en lugar de
retirados en monasterios; otras órdenes incluyen a los Teatinos (1524), Somasquis
(1532) y Barnabitas (1534).
“Reforma Protestante”
En 1560 que fue cuando se dio la Reforma Protestante nace el espíritu pensador y
es aquí en donde nos topamos con importares personajes que son el sazón perfecto y
el elemento principal de esta reforma:
❖ Martín Lutero
❖ Juan Calvino
Por el momento me limitare a hablar específicamente de Martín Lutero, este es un
Teólogo alemán cuya ruptura con la Iglesia católica puso en marcha la Reforma
protestante. Contrariando la voluntad de sus padres, Martín Lutero se hizo monje
agustino en 1505 y comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Wittenberg, en
donde se doctoró en 1512.
La Contrarreforma Católica
Durante casi 20 años, la Iglesia Católica había visto cómo gran parte de los católicos
se peleaban entre ellos en Europa y sus obispos, dejaban de reconocer al Papa como
Primus inter pares o como máxima autoridad de la Iglesia Católica, y se separaban
de Roma incluso algunos cardenales, en consecuencia, hubo muchos partidarios de
Roma que requerían una reacción de su Iglesia Católica, que mejorase sus
costumbres y corrigiera los errores que habían alimentado la Reforma Protestante.
A esta reacción de la Iglesia Católica contra el protestantismo se le conoce
generalmente con el nombre de Contrarreforma Católica (aunque escritores
católicos prefieren el término "Reforma Católica").
Aunque muchos creían que era necesario reformarse, no sabían el modo de hacerlo.
Pronto, se llegó a la idea de que la mejor solución era convocar a un Concilio donde se
pudiesen discutir las posibles reformas. Carlos V presionaba también a los Papas
para que se convocase ese concilio con la esperanza de que la Iglesia Católica
volviese a existir unificada, pero los Papas desconfiaban de las pretensiones
políticas de Carlos V en Italia y no convocaron este concilio sino hasta 1545, reunión
que será conocida como Concilio de Trento.
Las sesiones del Concilio de Trento van a durar casi 17 años, ya que fueron
interrumpidas muchas veces, varios Papas se sucedieron en Roma y cuando dicho
concilio finalizó, en 1562, ya había muerto Carlos V.