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SUMARIO
I. Introducción. II. El procedimiento de Acusación Constitucional o Antejuicio. III. El
proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios en el NCPP. IV.
Reflexiones finales.
I. INTRODUCCIÓN
1
Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con estudios de posgrado en
la Maestría con mención en Derecho Constitucional y Derechos Humanos por la misma
casa de estudios. Secretario de Confianza en la Sala Penal Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia de la República.
2
Ley 29574. Artículo 1.- Objeto de la Ley.- La presente Ley tiene el objeto de adelantar la
entrada en vigencia del Código Procesal Penal, Decreto Legislativo núm. 957, para los
delitos tipificados en las Secciones II, III y IV, artículos del 382 al artículo 401, del Capítulo
II, del Título XVIII, del Libro II del Código Penal; así como modificar los artículos 34 y 47 de
la Ley núm. 29277, Ley de la Carrera Judicial; y el artículo 94, inciso 2, del Decreto
Legislativo núm. 052, Ley Orgánica del Ministerio Público.
3
Entre los principales tipos penales que abarca esta Ley, tenemos: concusión (Art. 382°),
colusión (Art. 384°), peculado (Art. 387°), peculado por uso (Art. 388°), malversación de
fondos (Art. 389°), todas las figuras de cohecho activo y pasivo (Arts. 393° a 398°),
negociación incompatible o aprovechamiento indebido de cargo (Art. 399°), tráfico de
influencias (Art. 400°) y enriquecimiento ilícito (Art. 401°).
4
No obstante, este plazo se encuentra indicado no en las disposiciones que de manera
directa hacen referencia a la propia Ley 29574, sino –increíblemente- en el texto del
segundo párrafo que esta Ley incorpora al numeral 4 de la primera disposición
complementaria y final del NCPP, Decreto Legislativo N° 957, lo cual resulta absurdo, pues
con ello, la precisión “..entra en vigencia el Código Procesal Penal para los delitos
tipificados en las Secciones II, III y IV, artículos del 382 al 401, del Capítulo II, del Título
XVIII, del Libro II del Código Penal, a los ciento veinte (120) días de publicada la presente
Ley en el diario oficial El Peruano”, queda incluida de manera expresa en el texto del
NCPP y su lectura genera confusión.
función atribuidos a otros funcionarios públicos que no gozan de la prerrogativa
del Antejuicio (Arts. 454° y 455°).
1. Antecedentes
6
EGUIGUREN PRAELI, Francisco. En la presentación del libro: Acusación Constitucional y
Debido Proceso, de GARCÍA CHÁVARRI, Abraham. Jurista Editores. Lima, 2008, pág. 15.
7
RUBIO CORREA, Marcial. Estudio de la Constitución Política de 1993. Tomo IV. Fondo
Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, 1999, pág. 124 y ss.
8
EGUIGUREN PRAELI, Francisco. La Responsabilidad del Presidente. Razones para una
reforma constitucional. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima,
2007, pág. 47.
9
A fin de evitar el uso arbitrario de este procedimiento, durante el reinado de Eduardo III
se dictó un estatuto a través del cual se establecían y determinaban sólo siete causales
de procedencia, consideradas como de alta traición; sin embargo, en la época de Ricardo
II el Parlamento incrementó ostensiblemente esta nómina, para pasar luego a un vasto
listado con Enrique VIII.
10
EGUIGUREN PRAELI, Francisco. Op. Cit., pág. 53.
El Antejuicio, sin embargo, con las características que presenta hoy en día en
nuestro país, surgió en la Francia posrevolucionaria como una forma de
tratamiento diferenciado de la criminalidad de los ministros11 y constituía una
antesala parlamentaria, siendo finalmente la judicatura la llamada a pronunciarse
sobre la responsabilidad –o no- del funcionario cuestionado, en ese sentido, la
Constitución francesa de 1791 estableció que ningún ministro, en su cargo o
fuera de él, podía ser perseguido en materia criminal por hechos de su
administración, sin un decreto del Cuerpo Legislativo. La acusación era una
exclusiva atribución parlamentaria, en tanto que la determinación de la
responsabilidad de carácter penal quedaba reservada a la Corte Nacional,
integrada por 4 miembros de la Corte de Casación y 24 jurados populares12.
11
CAIRO ROLDÁN, Omar. El juicio político en el Perú. En: De Iure. Revista editada por
alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima. Lima, año II, N° 2,
noviembre 2000.
12
GARCÍA CHÁVARRI, Abraham. Ob. Cit., pág. 115.
3. Desarrollo Constitucional en el Perú
13
Para una lectura más detallada en los 11 textos constitucionales más importantes de
nuestro país, anteriores a la Carta de 1993: 1) Constitución de 1823: Arts. 90° y 100°; 2)
Constitución Vitalicia o Bolivariana de 1826: Arts. 30°, 52°, 53°, 54°, 55°, 56° y 105°; 3)
Constitución de 1828, llamada Madre de todas las Constituciones: Arts. 22°, 31°, 32°, 43°,
44°, 111° y 112°; 4) Constitución de 1834: Arts. 23°, 32°, 46°, 47° y 114°; 5) Constitución
de Huancayo de 1839: Arts. 18°, 19°, 35°, 42° y 43°; 6) Constitución Liberal de 1856:
Arts. 51°, 61° y 62°; 7) Constitución de 1860: Arts. 55°, 64°, 65°, 66° y 107°; 8)
Constitución de 1867: Arts. 54°, 55° y 59°; 9) Constitución de 1920: Arts. 80°, 83°, 95°,
96°, 97° y 118°; 10) Constitución de 1933: Arts. 105°, 121°, 122°, 144° y 150°; 11)
Constitución de 1979: Arts. 184°, 206° y 210°.
14
UGARTE DEL PINO, Juan Vicente. Historia de las Constituciones del Perú. Editorial Andina
S.A. Lima, 1978, pág. 21.
15
“Artículo 99°.- Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso: al
Presidente de la República; a los representantes del Congreso; a los Ministros de Estado; a
los miembros del Tribunal Constitucional; a los miembros del Consejo Nacional de la
Magistratura; a los vocales de la Corte Suprema; a los fiscales supremos; al Defensor del
Pueblo y al Contralor General por infracción de la Constitución y por todo delito que
cometan en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado
en éstas”.
16
Artículo 100°.- Corresponde al Congreso, sin participación de la Comisión Permanente,
suspender o no al funcionario acusado o inhabilitarlo para el ejercicio de la función pública
hasta por diez años, o destituirlo de su función sin perjuicio de cualquiera otra
responsabilidad. El acusado tiene derecho, en este trámite, a la defensa por sí mismo y
con asistencia de abogado ante la Comisión Permanente y ante el Pleno del Congreso. En
caso de resolución acusatoria de contenido penal, el Fiscal de la Nación formula denuncia
ante la Corte Suprema en el plazo de cinco días. El Vocal Supremo Penal abre la
instrucción correspondiente. La sentencia absolutoria de la Corte Suprema devuelve al
acusado sus derechos políticos. Los términos de la denuncia fiscal y del auto apertorio de
instrucción no pueden exceder ni reducir los términos de la acusación del Congreso”.
17
Debe recordarse que también son de aplicación para los casos de Antejuicio, el
Reglamento del Congreso y un número reducido de leyes especiales, siendo la principal la
Ley N° 26231: “Establecen procedimiento para la acusación constitucional de funcionarios
públicos beneficiados por el Antejuicio señalado en la Constitución, por infracción a la
misma y por todo delito que cometan en el ejercicio de sus funciones”, publicada en el
Diario Oficial el Peruano el 6 de octubre de 1993, modificada por la Ley N° 26339
publicada el 30 de julio de 1994.
procedimientos de acusación constitucional al señalar que “corresponde a la
Comisión Permanente acusar ante el Congreso (…) por infracción de la
Constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio de sus funciones”.
Estos dos supuestos contienen alcances y efectos jurídicos distintos: En el caso de
que el procedimiento tenga como sustento una infracción a la Constitución nos
encontraremos ante un juicio político y la sanción –política- a imponerse podrá ser
la suspensión del funcionario acusado o su inhabilitación para el ejercicio de la
función pública hasta por diez años, no existe en este procedimiento intervención
ni del Poder Judicial ni del Ministerio Público, resulta evidente que en este caso no
se le puede imputar responsabilidad penal al funcionario “infractor” sino
únicamente determinar su responsabilidad política y aplicar la sanción respectiva.
En el segundo supuesto, esto es, “si existiera resolución acusatoria de contenido
penal” como lo señala el artículo 100° en su tercer párrafo, estaremos frente al
procedimiento del Antejuicio, mediante el cual se buscará viabilizar el proceso
penal con miras a concretar la pretensión punitiva del Estado, en este caso el
Congreso no podrá imponer sanción política o administrativa alguna.
penal y el Vocal Supremo en lo Penal a abrir proceso penal”. En: NAKASAKI SERVIGÓN,
César Augusto. El Antejuicio y la responsabilidad solidaria de los Ministros de Estado
respecto de delito cometido por el Presidente de la República. Revista Diálogo con la
Jurisprudencia. Gaceta Jurídica. Año 9, N° 57, Junio, 2003, Lima, pág. 66.
21
Esta pretensión fue declarada infundada por el Tribunal Constitucional mediante
sentencia de fecha primero de diciembre de 2003.
22
Negritas agregadas.
texto constitucional se sustituya el término “acusado” por “incriminado”, en
atención a que la acusación como acto procesal sólo se produce por acción de la
Fiscalía en juicio oral, y reemplazando los párrafos tercero y quinto por la
siguiente fórmula: “En caso de resolución acusatoria de contenido penal,
el incriminado queda suspendido en el ejercicio de su función y sujeto a
juicio según ley. La Fiscalía y el Poder Judicial quedan en libertad de
actuar conforme a sus atribuciones”.
1. Naturaleza Procesal
El NCPP, incluye por primera vez, dentro de los denominados procesos especiales,
un conjunto de disposiciones referidas al procesamiento de altos funcionarios 27,
24
BACHOF, Otto. ¿Normas constitucionales inconstitucionales? Palestra Editores. Lima,
2008, pág. 61. Este libro contiene la conferencia pronunciada por el autor como lección
inaugural en la Universidad de Heidelberg en 1951.
25
NAKASAKI SERVIGÓN. Ob. Cit., pág. 67.
26
Sobre lo mismo, HAKANSSON NIETO señala que el procedimiento de acusación
constitucional previsto en la Constitución presenta vicios y que, dado que la separación de
poderes es un principio consustancial a la Constitución, ésta podría incluso cuestionar el
contenido de la propia Carta de 1993. En HAKANSSON NIETO, Carlos. Curso de Derecho
Constitucional. Palestra Editores. Lima, 2009, pág. 278.
27
Se incluyen dentro de los procesos especiales por razón de la función pública: 1. El
Proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios públicos (Arts. 449° a 451°),
2. El proceso por delitos comunes atribuidos a Congresistas y otros altos funcionarios
(Arts. 452° y 453°), y, 3. El proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios
públicos que no gozan de la prerrogativa del Antejuicio (Arts. 454° y 455°). Será materia
los cuales –en el caso de los delitos de función- deberán aplicarse en armonía con
el procedimiento de Acusación Constitucional previsto en la Constitución Política
del Estado y regulado además por el Reglamento del Congreso y algunas leyes
especiales. En puridad no se trata de un nuevo proceso, pues el mismo Código
Procesal es claro al señalar que se seguirán las pautas establecidas para el
proceso común; sin embargo, sí se han previsto algunas particularidades que
deberán ser tomadas en cuenta en función a la prerrogativa del Antejuicio que
alcanza a los altos funcionarios imputados28.
Cabe señalar, que el Congreso también ha hecho caso omiso a la exhortación del
Tribunal Constitucional contenida en la sentencia recaída en el Exp. 006-2003-
AI/TC33, a efectos de reformar la Constitución para comprender en el numerus
clausus de altos funcionarios a los miembros del JNE, el Jefe de la ONPE y el Jefe
31
EGUIGUREN PRAELI hace la siguiente precisión: “Sin embargo, desde alguna de
nuestras primeras constituciones se estableció un régimen especial respecto del
Presidente de la República, con lo cual se restringieron las causas que habilitan su
acusación constitucional durante el ejercicio de su cargo”. En: EGUIGUREN PRAELI,
Francisco. Op. Cit., pág. 197. Así, de conformidad con el artículo 117° de la Constitución
de 1993: “El Presidente de la República sólo puede ser acusado, durante su período, por
traición a la patria; por impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o
municipales; por disolver el Congreso, salvo en los casos previstos en el artículo 134 de la
Constitución, y por impedir su reunión o funcionamiento, o los del Jurado Nacional de
Elecciones y otros organismos del sistema electoral”. En ese sentido, para iniciar el
trámite establecido tanto en la Constitución como en el NCPP, por delitos de función –y
claro está, incluso por delitos comunes-, deberá esperarse a que concluya el mandato
presidencial.
32
Si bien tanto la Constitución como el NCPP hacen referencia a los términos “Vocal
Supremo” y “Vocales Supremos”, se utilizarán en el presente trabajo, para estos casos y
otros similares, las denominaciones “Juez Supremo”, “Jueces Supremos”, etc., de
conformidad con lo establecido en el artículo 3° de la Ley N° 29277, Ley de la Carrera
Judicial, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 7 de Noviembre de 2008.
33
Fundamento jurídico N° 27 de la Sentencia recaída en el Exp. 0006-2003-AI/TC:
“Asimismo, este Colegiado observa que los miembros del JNE, el Jefe de la ONPE y el Jefe
del RENIEC no cuentan con la prerrogativa del Antejuicio político, no obstante ser
funcionarios públicos de la mayor importancia en un Estado democrático de derecho,
teniendo la obligación de “asegurar que las votaciones traduzcan la expresión auténtica,
libre y espontánea de los ciudadanos, y que los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno
de la voluntad del elector expresada en las urnas por votación directa” (artículo 176° de
la Constitución). Por ello, el Tribunal Constitucional exhorta al Congreso de la República a
reformar el artículo 99° de la Constitución, incluyendo a los mencionados funcionarios del
sistema electoral entre aquellos dignatarios que gozan del privilegio de Antejuicio político,
o, en su caso, incluyendo una disposición que permita ampliar el privilegio de Antejuicio a
aquellos funcionarios que la ley establezca, tal como lo hiciera el artículo 183° de la
Constitución de 1979”.
del RENIEC, dada su importancia dentro del sistema electoral. El NCPP tampoco
ha incluido a estos funcionarios en el Título III que regula los procesos por delitos
de función atribuidos a otros funcionarios públicos34, con lo cual quedan excluidos
de cualquier tipo de trato diferenciado para su procesamiento.
De conformidad con el inciso 1 del artículo 450° del NCPP, a fin de viabilizar el
juzgamiento de altos funcionarios por la presunta comisión de delitos de función,
se requiere previamente de la interposición de una denuncia constitucional ante
el Congreso por parte del Fiscal de la Nación, el agraviado por el delito o por los
Congresistas.
34
De conformidad con el Art. 454° del NCPP, se sigue este proceso contra los Jueces y
Fiscales Superiores, los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, el Procurador
Público y, en general, contra todos los magistrados del Poder Judicial y del Ministerio
Público.
35
RUBIO CORREA, Marcial. Ob. Cit., pág. 132.
Las reglas que deben observarse para la presentación de la denuncia
constitucional y las referidas a su tramitación, se encuentran contenidas en el
artículo 89° del Reglamento del Congreso, así, la denuncia será derivada a la
Subcomisión de Acusaciones Constitucionales para su calificación, conformada
por diez miembros designados por la Comisión Permanente; el informe de
calificación es presentado a la Presidencia de la Comisión Permanente, la que en
caso de aprobarla, fijará el plazo para que la Subcomisión de Acusaciones
Constitucionales lleve a cabo la investigación correspondiente y presente su
informe. Esto no quiere decir que únicamente la Subcomisión de Acusaciones
Constitucionales pueda investigar los hechos delictivos que involucren a altos
funcionarios, pues la Fiscalía de la Nación por propia iniciativa o por denuncia de
parte puede iniciar investigaciones preliminares contra los mismos 36, sin
embargo, no puede formalizar denuncia penal ante el Poder Judicial, sino que
debe formular denuncia constitucional ante el Congreso de la República37,
conforme a lo señalado anteriormente.
Cabe indicar, que si bien el NCPP hace mención a esta etapa previa a nivel del
Congreso, no estamos hablando aún de un proceso judicial, pues, precisamente lo
que permite esta etapa con el pronunciamiento de haber lugar para la formación
de causa es autorizar el procesamiento del funcionario investigado y la
participación tanto del Ministerio Público como del Poder Judicial, quienes deben
actuar conforme a sus atribuciones. Ni el Congreso puede determinar la
responsabilidad penal de altos funcionarios, ni el Poder Judicial puede procesarlos
sin la autorización congresal.
36
Ello en virtud a lo establecido en el artículo 1° de la Ley N° 27399, “Ley que regula las
investigaciones preliminares previstas en la Ley N° 27379 tratándose de los funcionarios
comprendidos en el artículo 99° de la Constitución”, publicada en el Diario Oficial El
Peruano el 13 de enero de 2001.
37
GÁLVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino / RABANAL PALACIOS, William / CASTRO TRIGOSO,
Hamilton. El Código Procesal Penal. Comentarios descriptivos, explicativos y críticos.
Jurista Editores, Lima, 2009, pág. 450.
5. El Inicio de la Investigación Preparatoria
Lo hasta aquí precisado respecto del artículo 450° del NCPP (incisos 3 y 4),
pareciera tener como finalidad guardar cierta correspondencia con lo señalado en
el artículo 100° de la Constitución, asimilando la denuncia formal y el auto de
apertura de instrucción a la Disposición que formaliza la investigación
preparatoria y el “auto aprobatorio”, respectivamente; sin embargo, ello resulta
absurdo, ya que implica la subsistencia de reglas que son propias del Código de
Procedimientos Penales, dándole nuevamente poder al “Juez de la instrucción”.
No puede permitirse, por tanto, que sólo al tramitar este proceso especial, se
desconozca como rasgo fundamental propio del nuevo modelo procesal penal que
“en la investigación preparatoria el fiscal aparece con evidente jus imperium”43 y
como titular del ejercicio de la acción penal pública, asume la dirección de la
investigación y la ejercita con plenitud de iniciativa y autonomía 44. En ese sentido,
creemos que el inicio de la Investigación Preparatoria no puede estar sujeto, de
41
En ese sentido, los profesores chilenos Mauricio Duce y Cristian Riego, sostienen que la
actuación del Juez de garantías está establecida con el fin de resolver todos aquellos
conflictos que puedan presentarse entre los diversos intervinientes del proceso durante el
período de la investigación, lo más característico de estos conflictos –agregan- es aquello
que tiene que ver con la pretensión de los fiscales de utilizar medidas que signifiquen
alguna forma de afectación de los derechos del imputado o de otra persona. En: DUCE
JULIO, Mauricio Alfredo / RIEGO Ramírez, Cristián. Introducción al Nuevo Sistema Procesal
Penal, Vol. I. Universidad Diego Portales. Chile, 2002, Pág. 217.
42
Aún cuando sostenemos la inconstitucionalidad de la “resolución aprobatoria” del Juez
de la investigación preparatoria, no podemos dejar de advertir otra incoherencia del
NCPP, pues esta exigencia de motivación deviene en inútil y carece totalmente de
sentido, toda vez que, como se explicará más adelante, se ha instituido
inconstitucionalmente la obligación de respetar tanto la descripción de hechos como la
tipificación planteadas por el Congreso, siendo esto así, no nos explicamos en qué forma
puede motivarse una resolución que sólo está autorizada a repetir los términos del
informe congresal.
43
ANGULO ARANA, Pedro. La investigación del delito. Gaceta Jurídica. Lima, 2006, pág.
202.
ninguna manera, a la aprobación del Juez Supremo, siendo competencia exclusiva
del representante del Ministerio Público, tanto más, si el NCPP regula para el
proceso común, en su artículo 3°, que el Fiscal únicamente comunicará al Juez de
la Investigación Preparatoria su decisión formal de continuar con la investigación,
y en su artículo 336°, inciso 3, establece que el Fiscal sólo comunica al Juez
adjuntando copia de la Disposición de formalización de la investigación
preparatoria45.
Ahora bien, respecto a la posibilidad de modificar los términos fácticos, así como
la calificación jurídica expuesta en la acusación congresal, el NCPP nos da dos
respuestas: i) En el numeral 6 de su artículo 450°, establece que sí puede
variarse la tipificación de los hechos sin injerencia alguna del Congreso, sólo una
vez iniciada la investigación preparatoria, cuando de ésta se advierta que la
tipificación de los hechos es diferente a la señalada en la resolución acusatoria
del Congreso, para lo cual el Fiscal emitirá una Disposición al respecto y requerirá
al Juez Supremo de la Investigación Preparatoria emita la resolución aprobatoria
correspondiente49, quien se pronunciará previa audiencia con la concurrencia de
las partes. Esto representa sin duda un pequeño avance en cuanto al respeto al
principio de separación de poderes, pues se abre la posibilidad de que el
Ministerio Público reconduzca la errónea subsunción de los hechos que pudiera
haber realizado el Congreso, sin que éste intervenga en modo alguno; sin
embargo, al permitirse ello sólo cuando la investigación preparatoria se
encuentre en marcha, se propicia la interposición de excepciones de
improcedencia de acción50 por parte de los procesados; ii) En cuanto a la
incorporación al proceso de hechos distintos a los sometidos al procedimiento de
Antejuicio, el NCPP se muestra mucho más rígido y dispone que “la necesidad de
ampliar el objeto de la investigación por nuevos hechos delictivos cometidos por
el Alto Funcionario en el ejercicio de sus funciones públicas, requiere resolución
acusatoria del Congreso, a cuyo efecto el Fiscal de la Investigación Preparatoria
se dirigirá al Fiscal de la Nación para que formule la denuncia constitucional
respectiva”.
48
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo Mario. Manual de Derecho Procesal Penal. Editorial IDEMSA.
Lima, 2004, pág. 902.
49
Contra este nuevo “auto aprobatorio” esgrimimos los cuestionamientos señalados
anteriormente.
50
Excepción prevista en el Art. 6°, literal b), del NCPP, que procede cuando el hecho no
constituye delito o no es justiciable penalmente (denominada en el Código de
Procedimientos Penales, excepción de naturaleza de acción).
8. El cómputo de los términos de prescripción
No es posible interpretar de otra forma el artículo 84º del Código Penal -que
contradictoriamente invoca el NCPP para darle un el fin opuesto al que posee-,
pues éste señala claramente que “Si el comienzo o la continuación del proceso
penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento,
se considera en suspenso la prescripción hasta que aquél quede concluido”; debe
tenerse en cuenta además, que la Corte Suprema, en un caso en que la
Procuraduría Pública Ad Hoc del Estado solicitó la suspensión del plazo de
prescripción de la acción penal incoada contra el acusado Alberto Fujimori
Fujimori en tanto dure su procedimiento de extradición51, interpretó que el
dispositivo legal señalado exige como presupuestos que determinan el efecto
suspensivo del plazo de prescripción, en primer lugar, que preexista o surja
ulteriormente una cuestión jurídica controvertida que impida la iniciación o la
continuación del proceso penal incoado; y, en segundo lugar, que la decisión que
incida sobre la iniciación o la continuación del proceso se realice en otro
procedimiento, obviamente distinto del que se ve impedido de continuar o del
que, por lo anterior, no puede instaurarse; como se ve, ambos requisitos se
cumplen de manera clara en el Antejuicio, por lo que no se entiende por qué el
NCPP incurre en contradicción advertida.
51
Ver cuarto considerando de la resolución A.V. 09-2004, de fecha veintiséis de julio de
dos mil seis, expedida por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la
República, que declaró suspendido el plazo de prescripción desde la fecha de publicación
de la Resolución Suprema N° 270-2005-JUS, que aprobó la solicitud de extradición a la
República de Chile del acusado Alberto Fujimori Fujimori.
La Corte Suprema, además, ha tenido oportunidad de pronunciarse
específicamente sobre la interpretación del artículo 84° del Código Penal en los
casos de Antejuicio, así, en el caso Barrios Altos, señaló que “Otra causal de
suspensión de la prescripción de la acción penal es, asimismo, el trámite de
Antejuicio constitucional. El tiempo de instauración y definición del procedimiento
parlamentario de acusación constitucional, conforme al artículo 84° del Código
Penal –que establece un plazo de suspensión, desde la incoación formal de ese
procedimiento con la interposición de la denuncia constitucional respectiva hasta
la emisión de la Resolución Legislativa correspondiente–”52. En consecuencia,
debe modificarse el inciso 9 del artículo 450° del NCPP antes de su entrada en
vigencia, bastando inclusive su derogación, dada la claridad del artículo 84° del
Código Penal y la línea jurisprudencial que ha sido fijada por la Corte Suprema.
Las medidas antes señaladas tienen por finalidad evitar la ruptura de la unidad
del procesamiento, de conformidad con el artículo 44°, inciso 3 del NCPP, que
establece que las personas que no tienen la condición exigida por el artículo 99°
52
Sentencia de fecha veinte de julio de dos mil nueve, emitida en el caso Barrios Altos,
EXP. Nº AV–23–2001, por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la
República, página 609.
de la Constitución, a quienes se les imputa haber intervenido en los delitos
cometidos por los altos funcionarios en el ejercicio de sus funciones, serán
procesadas ante la Corte Suprema de Justicia conjuntamente con aquéllos. De
esta forma se faculta el juzgamiento en un solo proceso de todas las personas
implicadas en un mismo hecho delictivo, tengan o no la prerrogativa del
Antejuicio53.
Por su parte, el artículo 451° del NCPP, establece en su octavo inciso que el auto
de sobreseimiento54 o el que ampara una excepción u otro medio de defensa que
enerve la pretensión acusatoria, así como la sentencia absolutoria, en tanto
adquieran firmeza, devuelve al procesado sus derechos políticos, sin que sea
necesario acuerdo de Congreso en este sentido. Ya habíamos diferenciado la
medida de suspensión emitida como resultado de un juicio político por infracción
a la Constitución y aquélla que se impone necesariamente en el procedimiento de
acusación constitucional a efectos de que el funcionario pueda ser procesado
judicialmente. Por tanto, resulta coherente que una vez determinada la inocencia
del procesado por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, le sean restituidos
53
Esto constituye un cambio de suma importancia, en comparación con el tratamiento
que se ha venido dando a este supuesto. Recordemos, por ejemplo, los casos Barrios
Altos y La Cantuta, en que se han emitido, por un lado, sentencias por la Primera Sala
Penal Especial de la Corte Superior de Justicia de Lima contra quienes no poseían la
prerrogativa del Antejuicio, y, por otro lado pero siempre sobre los mismos hechos, por la
Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la República contra el ex
Presidente Alberto Fujimori Fujimori. Del mismo modo, se han ventilado en procesos
separados, los hechos ilícitos en los que se hallaban involucrados el ex asesor Vladimiro
Montesinos Torres, quien no poseía la prerrogativa del Antejuicio, y otros funcionarios que
sí tenían tal condición como Congresistas, Ministros de Estado y Magistrados de las más
altas jerarquías.
54
El sobreseimiento del proceso en la etapa intermedia se encuentra previsto para el
proceso común en los artículos 344° al 348° del NCPP.
sus derechos políticos, únicamente con el mérito de la sentencia, debido a que su
suspensión constituía una medida provisional.
La medida adoptada por el Poder Ejecutivo, que posibilita la aplicación del NCPP
en los casos de delitos de corrupción de funcionarios, no se avizora positiva en lo
referente a los delitos de función cometidos por funcionarios que gozan de la
prerrogativa del Antejuicio; principalmente, porque en nada ha cambiado la
situación de inconstitucionalidad que rodea a dicha institución. En efecto, pese a
las críticas planteadas a nivel doctrinario, a la exhortación realizada por el
Tribunal Constitucional, y al intento de un grupo de parlamentarios por desterrar
de nuestra Constitución una regulación que contraviene gravemente los
principios de separación de poderes, autonomía del Ministerio Público y
exclusividad e independencia de la función jurisdiccional, la modificación
constitucional no ha sido posible.
Además de ello, advertimos que algunas pautas precisadas en el texto del NCPP
para este proceso especial, lejos de contribuir a la consolidación del nuevo
modelo procesal penal que se pretende implantar en nuestro medio, constituyen
un retroceso grave, que debiera ser corregido antes de la entrada en vigencia del
NCPP, sobretodo en lo que se refiere al papel que debe asumir el Ministerio
Público en la etapa de la Investigación Preparatoria.
Lo que se busca con la aplicación del NCPP es lograr una eficiente administración
de la justicia penal con el menor uso de recursos disponibles, acortando el tiempo
de duración de los procesos en beneficio no sólo del Estado, sino también de los
imputados y agraviados, pero ello debe realizarse sin perder de vista la
relevancia que poseen los principios constitucionales propios del Estado
Democrático de Derecho, ni el fin supremo de justicia que persigue la sociedad,
por lo que no pueden tolerarse disposiciones que contribuyan a la impunidad de
los delitos cometidos por las más altas autoridades del Estado, o pongan trabas a
su procesamiento.