Hechizo de Luna Luis G.

Torregrosa Lpez

Recorr el sendero que lleva al borde del valle. La noche clara permiti mi primera salida en solitario, curioseando. Desde la altura contempl el paisaje. Permanec algn tiempo apreciando el silencio, escudriando en las sombras, olfateando el aire fresco. No me di cuenta hasta ms tarde que mi madre me haba seguido. Estaba unos pasos atrs. -Qu haces? -dijo.

Veo los riscos y los rboles centenarios salpicados entre las rocas; observo al bho que, de rama en rama, busca la presa; sigo con la vista las volutas del humo gris que salen de aquella cabaa, y me tiene atrapado el brillo de la luna all, al fondo, sobre la superficie del ro -contest. -Y qu sientes? -prosigui ella. -No lo s. Algo dentro de m me obliga a mirar la luna, a temerla y a quererla respond. [...]

El cuento termina
-Pues haz como yo, hijo mo: alla, que ya has dejado de ser un lobezno. B) -Pues haz como yo, hijo mo: contina tu paseo y djate de tonteras. C) -Pues haz como yo, hijo mo: no la mires y as no sentirs su atraccin.
A)