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DEPARTAMENTO DE
PUBLICACIONES
GUIA DE TRABAJO No 3
AREA DE MATEMATICAS
MATEMATICAS
CICLO III
Elaborada por
ERNESTO CAMPOS
BOGOTA D.C
3
DATOS DEL ESTUDIANTE
_________________________
CICLO : ________________________
CALIFICACION : ________________________
_____________________
FIRMA DEL PROFESOR
4
NÚMEROS RACIONALES: Q
3.1. Fracciones
fracción m/n, o bien . Por ejemplo, si se divide el objeto unidad en cinco partes
equivalentes y se toman dos de ellas, se obtiene un objeto que se simboliza por medio de las
palabras “dos quintos”, o bien por los símbolos 2/5 o . Los símbolos del tipo m/n, como
2/5, se llaman fracciones, y refiriéndonos a la notación general m/n, el número natural m se
llama numerador y el número natural n se llama denominador de la fracción. Entonces: el
denominador indica en cuántas partes iguales se ha dividido la unidad, y el numerador
indica cuántas se han tomado. Si m < n, el objeto representado por m/n es más pequeño que
Denominador 1, o sea m/1. Con un poco de esfuerzo podemos aceptar que “dividir a la
unidad en una sola parte” es lo mismo que no dividirla, es decir que en este caso la parte es
toda la unidad. Entonces, tomar m de esas partes equivale a tomar m unidades. Luego, m/1
= m. Por ejemplo, 5/1 = 5. O sea que las fracciones de denominador 1 representan a un
número natural, a saber, el número que figura como numerador. Luego:
5
Si m es un número natural, la fracción m/1 representa a ese número natural, es decir:
Hemos visto casos en que las fracciones son menores que 1, como 2/5, o iguales a 1,
como 5/5. También hemos visto que pueden ser mayores que 1 si el numerador es mayor
que 1 y el denominador es 1, como en el caso de 5/1. Pero ¿pueden ser mayores que 1 con
denominador también mayor que 1? Sí, pero para obtenerlas necesitamos partir de más de
un objeto unidad. Por ejemplo, si nos dan dos objetos tomados como unidades (dos
manzanas o dos segmentos, etc.) y dividimos a cada uno de ellos en 5 partes iguales,
tenemos a nuestra disposición 10 de estas partes. Si tomamos 8 de ellas obtenemos un
nuevo objeto que puede ser representado por la fracción 8/5 u . Evidentemente, para
formar estos ocho quintos hemos debido tomar la totalidad de los quintos de una de las
unidades y tres quintos de la otra. Luego, es natural considerar que 8/5 es mayor que 1 y
menor que 2, o sea:
6
.
Fracciones aparentes y puras. Acabamos de ver que, para obtener una representación
de la fracción 8/5 es necesario disponer de dos unidades, dividirlas en cinco quintos a cada
una y tomar los cinco quintos de una de ellas y tres quintos de la otra. Pero si tomáramos el
total de los diez quintos reencontraríamos las dos unidades de partida, lo cual nos permite
escribir 10/5 = 2. Se comprende a partir de este ejemplo que, cada vez que el numerador es
un múltiplo del denominador, siendo ambos naturales y el denominador no nulo, la fracción
es igual a un número natural, que es el cociente entre numerador y denominador. Por
ejemplo:
Definición de igualdad de fracciones. Todas las fracciones entre números naturales están
sometidas a la convención según la cual si m.q = n.p. O sea, las fracciones m/n y
p/q son iguales si los productos cruzados son iguales, o sea si m.q = n.p. (Se sobrentiende,
por la forma habitual en que se interpretan las definiciones, que si se verifica una cualquiera
de estas dos igualdades se cumple también la otra, o sea: si los productos cruzados son
iguales entonces las fracciones dadas son iguales, y si las fracciones son iguales entonces
los productos cruzados son iguales).
Ejercicio 25. Colocar el signo igual entre dos fracciones en los casos en que corresponda:
(a) 4/14 6/21; (b) 1/5 3/10; (c) 8/3 24/6; (d) 28/21 20/15; (e) 14/4 7/3; (f) 0/2 0/7
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Ejercicio 26. Verificar mediante ejemplos que, si n y q son no nulos y además existe un
número natural k tal que, o bien m = k.p y n = k.q, o bien p = k.m y q = k.n, entonces se
cumple la condición de igualdad para las fracciones m/n y p/q.
Ejercicio 27. ¿Vale la proposición recíproca de la anterior? O sea, ¿es cierto que si se
cumple la condición de igualdad entre m/n y p/q entonces existe un número natural k tal
que, o bien m = k.p y n = k.q, o bien p = k.m y q = k.n?
La palabra “razón” suele utilizarse en lugar de “cociente”. Se dice, por ejemplo, que 2
es la razón entre 10 y 5. Siguiendo análoga costumbre, las fracciones suelen ser llamadas
“razones”. Por ejemplo, se dice que la fracción 7/2 es la razón entre 7 y 2.
Fracciones (o razones) negativas. Las fracciones que hemos visto hasta aquí (tanto las
aparentes como las puras) son consideradas positivas, porque en ellas intervienen solamente
números naturales, que son enteros positivos (incluido el 0, que puede aparecer solamente
como numerador). Pero ahora introduciremos las fracciones entre números enteros
cualesquiera (positivos o negativos, salvo 0 como denominador), adoptando la misma
definición de igualdad que usamos antes para el caso de razones entre números naturales.
Por analogía con lo que se dijo para las fracciones entre números naturales, también
vale para las fracciones entre enteros la regla de los productos cruzados.
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3.2. Introducción de los números racionales
Recordemos ahora que el adjetivo derivado del sustantivo “razón” es “racional”. Esto
justifica la siguiente denominación.
Definición de número racional. Llamamos así a cualquier fracción entre números enteros,
estableciendo (según ya se ha visto) que la igualdad m/n = p/q es equivalente a la igualdad
m.q = n.p. El conjunto de todos los números racionales se designa por Q. (Recordemos que
en toda fracción el denominador debe ser distinto de cero, lo cual se traslada entonces a los
números racionales).
Como las palabras “razón” y “racional” tienen también otra acepción, vinculada con la
capacidad para razonar o para hacer razonamientos, se podría sospechar que los números
racionales tienen algo que ver con el razonamiento o con lo razonable, pero no es así. En el
caso de estos números, las palabras “razón” y “racional” se refieren simplemente a
cocientes o fracciones.
Por lo que se vio al final de 3.1. se tiene que todos los enteros son racionales, pues se
pueden escribir como fracción aparente con denominador 1. Luego:
Q y Z Q.
9
Teorema. Un número racional no altera si se multiplican o se dividen su numerador y
su denominador por un mismo número entero no nulo.
= .
Ejemplos:
De acuerdo con el enunciado del teorema, vale una propiedad análoga para la división,
o sea: si m y n son divisibles por p (no nulo), se tiene que el número racional m/n es igual al
número racional (m/p)/(n/p). La demostración se obtiene efectuando los productos
cruzados, que son: . Como estos productos cruzados son iguales, queda
demostrado lo que deseábamos, o sea:
= .
10
3.3. Suma y resta de racionales
¿Por qué basta con sumar los numeradores y colocar el mismo denominador? Porque, al
tener denominador común, como por ejemplo 3/2 y 7/2, ambos denominadores indican
partes de la unidad que se consideran equivalentes entre sí, en este caso se trata de medios:
3 medios y 7 medios. Entonces esas partes de la unidad, en nuestro caso los medios,
funcionan como si fueran objetos equivalentes, como 3 manzanas y 7 manzanas o 3
segmentos y 7 segmentos. Luego, es natural sumarlos como se suman las manzanas y los
segmentos: 3 medios más 7 medios es igual a 10 medios.
Esto no se puede hacer si los denominadores son distintos, como en el caso de 3/2 y
5/3: los medios y los tercios son “cosas” diferentes, como las manzanas y las peras. Lo que
se hace entonces es reducir las fracciones dadas a fracciones que tengan el mismo
denominador, o denominador común. Una manera sencilla de obtener un denominador
común consiste en multiplicar entre sí los denominadores dados, en nuestro caso 2.3 = 6.
Ahora bien: si en la fracción 3/2 queremos reemplazar el denominador 2 por el
denominador 6, debemos multiplicar el numerador 3 por el mismo número 3, aprovechando
el teorema visto en 3.2., según el cual si se multiplican el numerador y el denominador por
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un mismo número entero no nulo el número racional no altera. Entonces, multiplicando
numerador y denominador por 3 se obtiene:
el otro número racional dado es 5/3 y el pretendido denominador común es 6; para lograrlo
hay que multiplicar el denominador 3 por 2, pero entonces, para que el número racional no
altere, debemos multiplicar el numerador por el mismo número 2, luego:
los números racionales dados pueden sustituirse por 9/6 y 10/6, que tienen denominador
común y se pueden sumar en forma directa, dando por resultado 19/6. Todos los pasos que
hemos explicado se representan simbólicamente por la siguiente sucesión de igualdades:
Acabamos de ver que para sumar o restar números racionales de distinto denominador
lo primero que hay que hacer es reducirlos a común denominador. Se comprende de
inmediato que, para ello, lo más simple es hallar el mínimo común múltiplo de los
denominadores, el cual es llamado mínimo común denominador. Por ejemplo, si nos
proponen la suma algebraica de racionales:
hallamos el m.c.m. de los denominadores, que es 36, el cual es entonces el mínimo común
denominador. Ahora bien: si deseamos reemplazar a 5/6 por una fracción de denominador
36, observemos que 36:6 = 6. Luego, estamos deseando multiplicar al denominador de la
primera fracción por 6; para que dicha fracción no altere debemos multiplicar al numerador
5 por el mismo número, o sea por 6, lo cual da 30. Luego, la primera fracción puede ser
reemplazada por 30/36. El denominador de la segunda fracción es 9 y tenemos que 36:9 =
4. Entonces, si queremos reemplazar a la segunda fracción por otra igual a ella pero con
denominador 36, debemos multiplicar al denominador 9 por 4; y para que la fracción no
altere debemos multiplicar también al numerador por 4, o sea que obtenemos -4.4 = -16. La
segunda fracción debe entonces ser reemplazada por -16/36. El denominador de la tercera
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es -4 y 36:(-4) = -9. Luego, si reemplazamos -4 por 36 estamos multiplicando al
denominador de la tercera fracción por -9. Para que la fracción no altere debemos también
multiplicar por -9 al numerador y obtenemos 3.(-9) = -27. Entonces la tercera fracción se
reemplaza por -27/36. Luego, la suma algebraica propuesta se reduce a la siguiente:
, (*)
donde todas tienen el mismo denominador, y en consecuencia se opera con ellas colocando
el mismo denominador común y efectuando la correspondiente suma algebraica de los
numeradores, o sea:
, (**)
Ejercicio 28. Efectuar las siguientes sumas algebraicas, reduciendo a mínimo común
denominador:
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producto de 1/2 por 1/3, pensemos en imitar lo que acabamos de decir acerca de 2 por 3.
Veamos:
Por analogía:
Pero, ¿cómo se halla un medio de un tercio? De este modo: se comienza por dividir la
unidad en 3 partes iguales y tomar una de ellas, que es 1/3. Y ahora, un medio de ese tercio
es la mitad de dicho tercio. ¿Cuántas veces cabe este trozo en la unidad completa?
Evidentemente, cabe dos veces en cada tercio, y como hay 3 tercios, el mencionado trozo
cabe 6 veces en la unidad completa. Luego, el trozo en cuestión es un sexto, o sea:
Y como habíamos convenido que multiplicar 1/2 por 1/3 es lo mismo que tomar 1/2 de
1/3, obtenemos este resultado:
Se ve que para hallar el producto de 1/2 por 1/3 hemos multiplicado lo numeradores
entre sí y los denominadores entre sí. Entonces adoptamos esta regla como definición
general:
14
Si hay más de dos factores, por ejemplo, si se trata de multiplicar , vale la
misma regla: se multiplican los numeradores entre sí y los denominadores entre sí y se
coloca el signo que corresponda según la regla de los signos; en este ejemplo se tiene:
= .
Más arriba dijimos que “multiplicar 1/2 por 1/3” significa lo mismo que “tomar 1/2 de
2/3”. En expresiones de este tipo, la preposición “de” equivale a un signo de multiplicación.
Así, pues, “hallar los 3/4 de 7/2” equivale a “hallar el producto 3/4 . 7/2”, o sea que 3/4 de
7/2 es igual a 21/8.
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; recordar que
(f) Hallar .
En 2.5. vimos la propiedad MZ1, según la cual el conjunto de los números enteros, Z,
es cerrado respecto de la multiplicación. Después, en 2.6., propusimos como Ejercicio 14
verificar mediante ejemplos que la división no cumple ninguna de las propiedades
fundamentales que vimos en el caso de la multiplicación. En consecuencia, la división en Z
no cumple una propiedad análoga a la MZ1, es decir que el conjunto Z no es cerrado
respecto de la división. Hay una excepción a la posibilidad de dividir un número por otro
que se mantiene a lo largo de toda la matemática: esta excepción es la división por 0. Pero
cabría preguntar si, dejando de lado este caso excepcional, el conjunto Z es cerrado
respecto de la división con divisor no nulo. La respuesta sigue siendo negativa. Por
ejemplo, 7 y 2 pertenecen a Z y 2 es no nulo, pero el cociente 7:2 no existe en Z: no hay
ningún número entero que multiplicado por 2 dé 7. Los números racionales vienen a llenar
este vacío: 7:2 es igual al número racional 7/2. Ésta es la razón por la cual los números
racionales se simbolizan mediante una raya de fracción, que es también símbolo de
división. Pero entonces observamos que, en el conjunto Q, dividir un número entero por 2
es lo mismo que multiplicarlo por 1/2. En efecto:
7 dividido por 2 es
y 7 multiplicado por es .
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Dividir por
Los números racionales como 2/1 y 1/2, que sólo difieren en la permutación entre
numerador y denominador, se dicen inversos entre sí. El ejemplo que acabamos de ver y
muchos otros análogos nos llevan a definir la división por el racional c/d como idéntica a la
multiplicación por el racional d/c, en el caso en que c y d sean ambos no nulos. Si el
racional dado presenta un signo antes de la raya de fracción, este signo se conserva al pasar
Definición de división de racionales. Se llama división del número racional a/b por el
número racional no nulo c/d a la multiplicación de a/b por d/c. (Al multiplicar, es claro que
debe aplicarse la regla de los signos)
O sea:
Dividir por un racional no nulo es lo mismo que multiplicar por su inverso (aplicando la
regla de los signos).
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3.5. Propiedades formales de la suma y de la multiplicación
en Q
Si a Qyb Q, entonces a + b Q.
Gracias a esta propiedad tiene sentido una suma de varios sumandos sin necesidad de
paréntesis, como a+b+c, o a+b+c+d+e, porque la asociatividad implica que, cualquiera
que sea la forma en que agrupemos los sumandos, siempre obtendremos el mismo
resultado.
(SQ4) Existencia de elemento neutro: Existe un número racional, llamado cero, que
sumado con cualquier número racional da por resultado este mismo número entero. O sea,
para cualquier número entero a se verifica: a+0 = 0+a = a. Se dice entonces que el número
0 es elemento neutro para la suma. Obsérvese que el racional 0 se puede representar
mediante una fracción del tipo 0/n, donde n es un entero cualquiera, no nulo.
(SQ5) Existencia del opuesto: Para cada número racional a existe su opuesto, designado
por –a y caracterizado por las igualdades a+(-a) = 0 y (-a)+a = 0. Si se representa a un
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Propiedades formales de la multiplicación en Q
Gracias a esta propiedad tiene sentido una multiplicación de varios factores sin
necesidad de paréntesis, como a.b.c, o a.b.c.d.e, porque la asociatividad implica que,
cualquiera que sea la forma en que agrupemos los sumandos, siempre obtendremos el
mismo resultado.
(MQ4) Existencia de elemento neutro: Existe un número racional, llamado uno, que
multiplicado por cualquier número racional da por resultado este mismo número racional.
O sea, para cualquier número racional a se verifica: a.1 = 1.a = a. Se dice entonces que el
número 1 es elemento neutro para la multiplicación. Se puede representar como fracción
así: 1/1.
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En 3.4. vimos la definición de inverso de un número racional no nulo. Esto nos permite
agregar una importante propiedad:
(MQ7) Existencia de inverso. Todo número racional no nulo admite un inverso, que
multiplicado por el primero, en cualquier orden, da por resultado 1. Su representamos a un
número racional no nulo mediante la fracción a/b (con a y b distintos de 0), su inverso es el
racional b/a, y es evidente que
Si se representa a un racional no nulo por una sola letra, por ejemplo a, su inverso se
designa mediante la notación a-1, y se verifica:
a.a-1 = 1 y a-1.a = 1.
a:b = a.b-1.
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Ejercicio 34. El conjunto Q, ¿es cerrado con respecto a la división?
La raya que separa a 3/2 de 4/5 es más larga que las otras rayas de fracción. Esto
significa que dicha raya es la principal y que determina una fracción cuyo numerador es 2/3
y cuyo denominador es 4/5. Hemos visto ya que las rayas de fracción se pueden interpretar
como signos de división, y así continuaremos interpretándolas. Luego, escribimos la
fracción anterior como cociente y resolvemos este cociente según ya hemos explicado:
= = .
Para evitar engorrosas repeticiones vamos a llamar “primera fracción” a la que hace las
veces de numerador, en nuestro caso, 3/2, y “segunda fracción” a la que hace las veces de
denominador, en nuestro caso, 4/5.
Una fracción de fracciones se transforma en una fracción simple de este modo: se coloca
como numerador el producto del numerador de la primera fracción por el denominador de
la segunda, y se coloca como denominador el producto del denominador de la primera
fracción por el numerador de la segunda.
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Es muy importante diferenciar la importancia de las rayas de fracción por medio de su
longitud. Si no se introduce ninguna diferencia de longitudes, por ejemplo, escribiendo
, , , etc.
La interpretación (a), según ya hemos visto, da por resultado 15/8. La interpretación (b)
conduce a considerar como numerador principal 3, y como denominador principal la
fracción
La interpretación (c) conduce a considerar otra vez como numerador principal 3, pero
como denominador principal la fracción
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luego, la fracción principal según la interpretación (c) es
Ejercicio 35. Proponer otras interpretaciones de la misma fracción inicial y hallar los
respectivos resultados.
2-{ } .
En estos casos lo más conveniente es proceder “de afuera hacia adentro”, es decir,
eliminar primero los paréntesis de mayor jerarquía (llaves) sin alterar los otros paréntesis ni
lo que está dentro de ellos, luego suprimir los que le siguen en jerarquía (corchetes) sin
alterar los paréntesis menores ni lo que está dentro de ellos, y finalmente suprimir los
paréntesis menores. La regla es la misma para todos ellos:
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Para suprimir un paréntesis de cualquier jerarquía se suprime también el signo que lo
precede: si ese signo era +, no se cambia nada de lo que había dentro del paréntesis
suprimido; y si ese signo era -, se cambian todos los signos que había dentro del paréntesis
suprimido, excepto los que figuran dentro de paréntesis de menor jerarquía.
2- .
2º) Supresión de corchetes. Están precedidos por signo “más”. Este signo se suprime
junto con los corchetes y quedan todos los signos interiores sin cambio:
2- .
3º) Supresión de paréntesis. Están precedidos por signo “más”. Este signo se suprime
junto con el paréntesis y quedan todos los signos interiores sin cambio:
2- .
Observemos que aparece una vez 3/2 (positivo) y dos veces -1/2 (negativo). Estos tres
términos pueden reemplazarse por su suma algebraica, que es 1/2 (positivo). Queda:
2- .
24
Ahora se tiene una suma algebraica de números racionales, que se resuelve aplicando el
método del mínimo común denominador visto en 3.3.:
(b) { }+
Los casos de supresión de paréntesis pueden incluir presencia de factores, como por
ejemplo:
O bien realizar primero las operaciones indicadas dentro del paréntesis y después
efectuar la multiplicación, lo que da
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Se sigue uno u otro de estos caminos según lo que resulte más cómodo en cada caso.
Si el factor a su vez está precedido por un signo de suma o resta, como por ejemplo:
conviene ante todo combinar el signo del factor -2/3 con el signo que lo precede (en este
caso, “menos”) aplicando la regla de los signos. En este caso se obtiene un signo “más”:
y a continuación se sigue alguno de los dos caminos señalados antes; por ejemplo, si
adoptamos el primer camino (que es el más cómodo en este caso) se obtiene, observando
que la raya de fracción funciona como un paréntesis:
{ }
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Sea:
. (*)
Para resolver el numerador de esta fracción calculamos en primer término lo que hay
dentro del corchete, o sea:
Para calcular esta expresión se aplica distributividad, multiplicando el factor -3/2 por 1
y por -5/4 y luego sumando ambos resultados. El número así obtenido se suma con 4/3.
Queda así resuelto el corchete. Este resultado se multiplica por el factor que precede al
corchete, o sea por -1/3. Luego se quita el paréntesis precedido por el signo “menos” en la
expresión –(1/4 – 2/3) y se efectúa la suma algebraica que queda planteada. Se obtiene así
un número que se suma algebraicamente con el obtenido al multiplicar el corchete por -1/3.
De este modo queda calculado el numerador de la expresión (*).
27
Ahora pasamos al segundo término del numerador principal de la expresión dada, que
es
. (**)
Para calcular el numerador de (**) conviene resolver ante todo el gran paréntesis, para
lo cual se suprime el pequeño paréntesis precedido por el signo “menos” y se efectúa la
suma algebraica que queda indicada. Este resultado se multiplica por 3/2.
Sumando los valores obtenidos para (*) y (**) se obtiene el numerador principal de la
expresión dada.
(***)
(****)
y después efectuar la suma algebraica de los resultados. Esto da el valor del denominador
principal de la expresión propuesta.
28
Ejercicio 38. Calcular el valor de la expresión propuesta al comienzo de 3.6.4., siguiendo
las indicaciones precedentes.
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