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Go el juego de la vida
por Diego Albuija Ortiz
La leyenda cuenta que el emperador Yao (siglo 23 a.C.) creo este juego para
desarrollar en su hijo Dan-Zhu la inteligencia y estrategia (puesto que tenia problemas mentales y no
iba a dejar su reino en manos de un idiota). Complementa este dato el libro "Shin-Ben" (Orígenes de la
historia), del periodo de los Estados Guerreros (475 - 221 a.C.) diciendo además que Yao invento el
calendario y la adivinación. Sin embargo los primeros tratados sobre este juego no aparecen hasta la
dinastía Tang (618- 906 d.C.).
Su nombre original fue "wei-chi" que significa algo así como "piedra rodeada",
luego fue llevado a Corea donde se lo conoció como Patok o Badok; en el siglo VIII apareció en Japón
donde se lo conoció como I-go o simplemente Go. Tal fue el impacto del juego que sus más grandes
representantes fueron conocidos como Maestros (hasta hoy) y recibían la protección y honra de los
emperadores; inclusive se convirtió en una disciplina obligatoria para los samurais (después de todo el
Go es un juego de guerreros). Un dato mas sobre su historia:
Sun-Tse (o Sun Tsu) escribió el arte de la guerra en el siglo V a.C. basándose exclusivamente en
las estrategias aplicadas en el Go.
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Las posibilidades para que una partida se repita dos veces superan la
capacidad humana: prácticamente imposible durante la existencia de nuestro sol ( y aun más).
Consideremos esto: hay 361 posibilidades de realizar la primera jugada; 361x360 para la segunda
(129.960 en total); 361x360x359 para la tercera (es decir 46.655.640), para la cuarta jugada existe la
nada despreciable cantidad de casi 6 billones de posibilidades. Como siempre hay gente dedicada a
resolver estos intrincados cálculos, ahora sabemos que las posibilidades para una partida de Go
superan en tres veces la cantidad total de átomos en nuestra galaxia.
El historiador chino Ban Gu (32-92 A.C.) en su libro "Yi Zhi" (la esencia del Go)
escribe: "El tablero debe ser rectangular y representa las leyes de la tierra. Las líneas deben ser rectas
como las virtudes divinas. Hay piedras blancas y negras, divididas como el Ying y el Yang. Su
disposición en el tablero es como un modelo de los cielos". Adecuada descripción de la energía del
Go: equilibrio. De hecho, es la base fundamental de este maravilloso juego. Según la filosofía oriental,
la lucha de dos fuerzas (Ying y Yang) que continuamente desequilibran el todo, marca la vida. Se
equilibra un sector desequilibrando otro; es un círculo que gira constantemente mientras la lucha dure.
Las mutaciones son eternas y la inacción es signo de muerte.
Hay 181 piedras negras y 180 blancas, de por sí un desequilibrio. Al ubicar una
negra en el tablero, se igualan fuerzas entre las piedras mas no en el territorio; una blanca equilibra el
tablero pero las piedras vuelven a su estado anterior... Así continuamente. La fuerza interna del jugador
(llamada Chi) sigue el mismo esquema con la fuerza externa (Aji). Debe existir equilibrio de fuerzas
dentro del mismo tablero. Pronto nos damos cuenta que los esquemas planteados en el juego
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funcionan en nuestra propia vida: "no defiendas lo indefendible", "obtén el máximo provecho en cada
jugada", "nunca juegues sin una estrategia", "contrólate a ti mismo antes de controlar el tablero", "la
iniciativa es la mitad de la ganancia", "divide al enemigo, no dejes que se reagrupe..".
Y pronto nos damos cuenta que el Go ha cambiado nuestra vida para
equilibrarla y hacerla más satisfactoria.
"La guerra ha terminado. Siento una sensación de quietud como si hubiese sido
eterna. He realizado el mejor esfuerzo y me satisface saber que mi contrincante ha
hecho lo mismo: ha jugado con honor. Se retiran los prisioneros, se cuentan los
territorios de cada color y se conoce el resultado: he perdido por 15 puntos. Realmente
no me molesta, he disfrutado cada momento. Además he aprendido algo durante esta
partida y lo utilizaré en mi siguiente encuentro. La próxima vez pensare mejor en mis
posibilidades...".