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8. ¿Es posible defender la posición tomista de las criticas de O’connor? Inténtelo.

Si creo que es posible defender la posición tomista de las críticas de O’connor.


Primeramente, debo señalar que desde mi punto de vista, O’connor ha mirado de una
manera bastante simple a Santo Tomás de Aquino en cuanto a sus planteamientos.

Para Santo Tomás, el hombre actúa de acuerdo a su esencia, esto porque Dios es
el creador de las cosas y del hombre, y las ha creado de tal manera que de forma innata
actúan de acuerdo a lo que es su esencia y en razón de ello es que los hombres pueden
seleccionar dentro de sus propiedades naturales aquellas que mejor lo lleven a lograr los
fines prácticos que buscan, todo esto basado en la racionalidad que rodea a los seres
humanos. Por consiguiente, podemos desprender de esto que O’connor, más que una
crítica, lo que hace es demostrar, de manera implícita lo que podremos encontrar en la
obra de Santo Tomás.

Otro cuestionamiento que realiza O’connor a Santo Tomás de Aquino se refiere


en cuanto a que haga suposiciones en cuanto a la naturaleza humana y sus fines, dejando
de lado toda observación de carácter empírico para saber cómo se comportan. De
acuerdo a Tomás de Aquino, el fin último de los hombres es la búsqueda de la felicidad,
por cuanto, como han sido creados a imagen y semejanza de Dios, su propia naturaleza
lo hace buscar un solo fin que consiste en lo bueno. Desde el punto de vista de
O’connor, si Dios ha dado libre albedrío al hombre, no todos tienen o buscarían el
mismo fin, cada uno sería distinto en un mismo universo. Pero de acuerdo a mi opinión
personal, al final de cuentas, todos los hombres buscan lo mismo, la felicidad.

Otra crítica que se le hace a Santo Tomás es que se presuponga a que los seres
humanos tengan una unidad de estructura, capacidad y comportamiento y no se
reconozca la diversidad de fines que los hombres persiguen. Santo Tomás, según
O’connor, al postular un fin último del hombre de índole sobrenatural (por tanto
irrefutable) se coloca fuera de la argumentación filosófica, no obstante resulta
totalmente factible el que si los hombres fueron creados por un mismo ser divino, éstos
en el fondo tengan los mismos fines, es más, se ha entregado a los hombres la libertad
de actuar, el libre albedrío, por lo que es viable que incluso actúen mal.

Respecto a la crítica de O’connor relacionado con que los principios del Derecho
Natural tienen el carácter de autoevidentes, comparto completamente con el
pensamiento del crítico de Santo Tomás, por lo que a este último se me hace realmente
difícil encontrar argumento para su defensa.

Por último, el autor critica al sistema de Santo Tomás de Aquino calificándolo


como oscuro, respecto de cuáles son los primeros y segundos preceptos del Derecho
Natural y precisamente de cómo se derivan éstos de aquéllos. Como defensa a santo
Tomás, debo señalar que O’connor al considerar tautológica la derivación de cualquier
precepto de los primarios, se refiere prácticamente de forma literal a lo señalado por
Tomás de Aquino en cuanto a que “el bien debe hacerse y el mal evitarse”, restándole
todo peso a la crítica.

Cristián Salas Papasideris

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