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La Universidad Anti-Sarkozy

La Rochelle, Francia. Lunes 07 de septiembre 2009.


Por Juan-Pablo Pallamar

Otro año más en a La Rochelle. Más de tres mil militantes del


Partido Socialista Francés (PSF) se reunieron, el último fin de
semana de agosto, con el objetivo de debatir los actuales y
futuros desafíos de la izquierda en su tradicional Universidad
de Verano.
Tras la victoria de Sarkozy la izquierda atraviesa por un clima
tenso. Especialmente el PSF que estalló en crisis en su último
congreso general. Ségolène Royale, ex candidata presidencial del PSF, y Martine Aubry, alcaldesa de Lille,
sostuvieron una dura y mediática disputa por la dirección del partido, luego que Royale acusara fraude. Pero
Aubry finalmente se impuso como Primera Secretaria de un partido con dificultades internas.
La oposición socialista a Sarkozy fluye aun sin proyecto. Denuncian el presunto desmantelamiento del Estado
social de derecho. Y las confusiones en algunas materias como la ecológica, parecieran ser ocultadas con
“frases de combate” para el bronce y calificativos contra el presidente, que la prensa transversalmente tilda
de anti-sarkozysmo.
Política ecológica: gran tema en debate. Pero ni una palabra respecto a la agitación social que viven los
suburbios franceses hace ya algunos años. Por eso, “la Francia que amamos” (“La France qu’on aime”) es un
extraño eslogan para un partido de oposición ¿no? Una frase que sugiere un país como antes. Un presente
que nada cambie. Una postura más bien conservadora. Una contradicción que ejemplifica el estado de la
izquierda francesa.
El PSF ha gobernado en el pasado, pero hoy, no es un partido de gobierno como he escuchado en debates y
discusiones en La Rochelle, para subirse la moral. El PSF es líder de una oposición que ha perdido las tres
últimas elecciones presidenciales, lleva más de 15 años fuera de la conducción nacional y sólo ha elegido un
presidente en toda su historia: François Mitterrand (L. Blum fue electo por el parlamento).

Pero más allá de la dificultad, la Universidad de Verano es interesante por sus debates. Paneles de ocho
dirigentes de diversas procedencias: socialistas, comunistas, verdes, independientes, dirigentes sociales,
intelectuales, jóvenes, etcétera. Debaten ante un foro multitudinario de militantes que pueden expresarse,
preguntar, contra preguntar y debatir durante tres días.
Dos temas principales en los foros: primero, la realización de primarias abiertas para elegir un candidato
presidencial único en el PSF y/o en la izquierda; y segundo, qué partidos y movimientos de izquierda
participarían.
Aubry disipó las especulaciones de la prensa sobre sus intenciones. La dirección del PSF quiere primarias
abiertas para elegir su candidato. Logró una imagen de unidad del PSF y dio esperanzas a las filas socialistas,
luego de años de una izquierda fragmentada en candidatos presidenciales. En desmedro de una derecha,
atenta y empoderada, que a través de la reacción de varios dirigentes del UMP (Unión por un Movimiento
Popular), resintió el encuentro como un golpe.
Se esbozó la idea de un pacto con el centro político: el MoDEM (Movimiento Democrático). Asunto en que
los ecologistas son más claros. Pero la alianza con los verdes (partido ecologista del 12%) es un deseo
electoral prioritario para el PSF aunque la polémica respecto al impuesto al carbono (taxe carbone)
propuesto por el gobierno, ha sido una manzana de la discordia entre socialistas y verdes. Y a sabiendas que
un acuerdo PSF-comunista parece bastante avanzado quedando afuera, el NPA (Nuevo Partido Anti-
Capitalista) que no tiene interés en la unidad de la izquierda.
Ahora, el debate de las primarias en la izquierda avanza: Qué partidos y movimientos participarán, quiénes
podrán votar, qué ejes programáticos permitirán la unidad de la izquierda, qué estrategia común puede
esperarse para la elección regional del próximo año. Y así también, surge la interrogante de cuán sólido es el
nuevo impulso unitario dentro de la izquierda y los socialistas.-

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