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Resumen de: Ibáñez, Javier – Mendoza, Fernando “Origen e historia del dogma de
la maternidad divina de María”, Estudios Marianos 42, Barcelona 1978, pp 57-71,
¿Mariología en crisis? Los dogmas marianos y su revisión teológica.
Pbro. Juan Lisandro Scarabino, 17 de octubre de 2005
Marco orientador: “Deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas
que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional, y son propuestas por la
Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por solemne juicio, ora por su
ordinario y universal magisterio”.
Término ad quem: solemne juicio del concilio de Éfeso, que propuso para ser
creído como divinamente revelada la maternidad divina de María.
Término a quo: es la divina revelación contenida en la Palabra de Dios escrita o
tradicional.
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e con
mayor
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ón y
clarida
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2
seno materno, se sometió a nacimiento carnal… En este sentido decimos que Él sufrió y
resucitó.”
3- “…un solo Cristo y un solo Señor, no adorando un hombre…adoramos un solo
y mismo (Cristo), porque el cuerpo del Verbo no le es extraño…Pero si rechazamos como
incomprensible o indecorosa la unión según la hipóstasis, estamos abocados a hablar de
dos Hijos…o es necesario separa en dos Hijos al único Señor Jesucristo.”
Doctrina de estorio:
1- No admite la comunicación de idiomas.
2- Piensa que Cirilo se contradice: “…tú dices… que él es pasible y creado de
nuevo, como si las propiedades que convienen por naturaleza al Dios Verbo hubieran
sido destruidas por la unión con el Templo, o tuviera poca importancia…que el Templo
sin pecado e inseparable de la naturaleza divina haya sufrido por los pecadores el
nacimiento y la muerte”.
3- Las Escrituras “… atribuyen el nacimiento y sufrimiento no a la divinidad sino a
la humanidad de Cristo, de modo que para hablar con más exactitud debemos llamara
la santa Virgen madre de Cristo (cristotokos) y no madre de Dios (Theotókos)”.
4- “…el cuerpo es el templo de la divinidad del Hijo, templo unido por una divina
y suprema unión, de modo que la naturaleza de la divinidad se apropio lo que pretende
a este templo. Pero con el pretexto de esta apropiación atribuirle (al Verbo) las
propiedades de la carne que le está unida… es tener un espíritu contaminada con los
errores de los griegos”.
La maternidad divina de María es uno de los puntos fundamentales que se hallan
“in contradictorio”. Así lo expresa San Cirilo: “Toda esta disputa sobre la fe no ha
sido entablada más que porque estábamos firmemente convencidos de que la Santa
Virgen es Madre de Dios”. Podemos concluir, por tanto, que la maternidad divina de
María, doctrina negada por Nestorio a quien condenaron los Padres por impío y verdad
defendida por San Cirilo de cuya doctrina afirmaron los obispos de Éfeso: “estar
contenida en la Escritura y en la Tradición”, “estar inspirada por el mismo Espíritu
que inspiró la de icea”, y “tratarse de una doctrina que hay que abrazar
necesariamente”, es un dogma de fe proclamado en Éfeso. En dicho Concilio, la
maternidad divina de María fue declarada auténtica y definitivamente como doctrina
revelada.