1) La palabra RAPTO tiene su raíz en el griego “raptus” que es traducido como arrebatamiento o impulso. Por ejemplo en 1º Ts. 4:17. No hay que confundir el Rapto con la Segunda Venida, ya que cuando la Palabra habla de arrebatamiento el Señor no tiene contacto con la tierra, no desciende hasta pisarla, sino que es recibido por los santos en las nubes, o sea en el primer cielo (1º Ts. 4:17). En la Segunda Venida el Señor ya viene con sus santos para derrotar al diablo y a los reyes de la tierra c
1) La palabra RAPTO tiene su raíz en el griego “raptus” que es traducido como arrebatamiento o impulso. Por ejemplo en 1º Ts. 4:17. No hay que confundir el Rapto con la Segunda Venida, ya que cuando la Palabra habla de arrebatamiento el Señor no tiene contacto con la tierra, no desciende hasta pisarla, sino que es recibido por los santos en las nubes, o sea en el primer cielo (1º Ts. 4:17). En la Segunda Venida el Señor ya viene con sus santos para derrotar al diablo y a los reyes de la tierra c
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1) La palabra RAPTO tiene su raíz en el griego “raptus” que es traducido como arrebatamiento o impulso. Por ejemplo en 1º Ts. 4:17. No hay que confundir el Rapto con la Segunda Venida, ya que cuando la Palabra habla de arrebatamiento el Señor no tiene contacto con la tierra, no desciende hasta pisarla, sino que es recibido por los santos en las nubes, o sea en el primer cielo (1º Ts. 4:17). En la Segunda Venida el Señor ya viene con sus santos para derrotar al diablo y a los reyes de la tierra c
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“raptus” que es traducido como arrebatamiento o impulso. Por ejemplo en 1º Ts. 4:17. No hay que confundir el Rapto con la Segunda Venida, ya que cuando la Palabra habla de arrebatamiento el Señor no tiene contacto con la tierra, no desciende hasta pisarla, sino que es recibido por los santos en las nubes, o sea en el primer cielo (1º Ts. 4:17). En la Segunda Venida el Señor ya viene con sus santos para derrotar al diablo y a los reyes de la tierra con sus ejércitos (Ap. 19:11-21). Otras de las características que se puede ver es que cuando la biblia cita el acto del arrebatamiento, dice que el Señor viene como ladrón en la noche. Es una demostración de que será hecho cuando no se lo espera, de pronto, como algo inesperado (1º Ts. 5:2-3); pero cuando nos referimos a la Segunda Venida dice la Palabra que será como el rayo que sale de oriente y se muestra hasta el occidente (Mt.24:28-30). Es de entender que es un hecho cual no hubo desde la creación, como en los tiempos de Noé con el diluvio (Mt. 24:38,39). Hay algunas señales a las que hay que echarles un vistazo y determinar que estamos muy cerca de este suceso y de los hechos finales, por ejemplo los nombrados en los evangelios (Mt. 24:3-8; Mr. 13:3- 8; Lc. 21:7-11). También si revisamos la profecía del profeta Daniel sobre las 70 semanas, en la última (Dn. 9:24-27) que simbolizan 7 años; éste período de tiempo da fin al tiempo de los gentiles o tiempo del fin. Pero es imprescindible entender que el calendario bíblico sobre Israel no funciona cuando este pueblo está fuera de su territorio o bajo cautiverio. O sea que esta parte final de la profecía comienza a rodar cuando el pueblo judío está en su territorio y una fecha importante es la fundación del estado de Israel 1948. Ver la advertencia del Señor Jesús (Mt. 24:31-34), el retorno de Israel a su tierra y que no pasará esa generación. Creo que no hay dudas de que éste es el tiempo final. 2) El arrebatamiento del pueblo de Dios tiene dos eventos, 1) La resurrección de los que durmieron en el Señor (1º Ts. 4:16), pero con un cuerpo celestial, glorificados (Ro.8:17,30), pues nada corrompido puede entrar en el reino de los cielos. Igualmente, los que hayamos quedado seremos transformados en un abrir y cerrar de ojos (1º Co. 15:51,52). En el tiempo de un parpadeo será consumado el misterio del arrebato, vaciando la tierra de los santos que alcanzaron madurez. El arrebatamiento de los llamados “vencedores” son los que hayan cubierto sus vidas con los vestidos de bodas, (Ap.19:8), como bien dice el texto bíblico, estos ornamentos son las acciones justas de los santos. 3) Hay que entender que los que no llegaron a la madurez la van a alcanzar por medio de tribulaciones (Fip. 3:8-14, 17). Tenemos la certeza de que esto se cumplirá porque la obra no quedará inconclusa (Flp. 1:6). Hay que tener en cuenta que inmediatamente después de producido el arrebatamiento vamos a estar hablando de una economía distinta, ya que la dispensación de la GRACIA habrá terminado, para si dar comienzo a la dispensación de la Gran Tribulación. Esto trae aparejado otros medios de salvación para los que no hayan recibido a Cristo hasta ese momento, al igual que los creyentes que no hayan sido aprobados en su carrera (Mt. 24:9- 13). Este es un tiempo de gran calamidad donde la gente buscará la muerte y ella huirá de ellos (Ap. 9:6; 1º Ts. 5:1-3; Ap. 6:15-17). 4) CONCLUSIÓN: El Señor Jesucristo es nuestro Amo, quien tiene toda potestad sobre nosotros (1º Co. 6:19,20), todo lo que tenemos es para administrarlo no para decidir como señores sobre nuestras posesiones. Casa, familia, trabajo, tiempo y dineros, no son nuestros sino de nuestro Padre, si no entendemos estas enseñanzas caeremos en IDOLATRÍA (1º Sa. 15:23). Este es el inicio de nuestra carrera (Cnt. 1:4), sin la atracción del enamoramiento de nuestro Señor no podremos correr detrás de Él y mucho menos tener nuestros ojos puestos en Jesús. La pasión del amor de Cristo produce ésta acción de justicia que viste a los santos de lino fino y nos despoja de las vestiduras andrajosas de la vida natural. De esta forma llevamos el yugo del Señor, tomando nuestra cruz hacia el Gólgota tras los pasos de nuestro Amado Señor Jesucristo (Mt.16:21-25). Pidamos al Señor que nos conceda ser triunfadores en esta carrera, si podemos ver la profundidad del llamado también estará el deseo de hacerlo o el querer y esto es un don de Dios (Ro. 9:16).