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Vida, testimonio y palabra de Monseñor Romero

“DAR LA VIDA POR LOS DEMÁ S”

¡A cada uno de nosotros nos está diciendo Cristo: si quieres que tu vida y tu misión fructifique como la mía,
haz como yo: conviértete en grano que se deja sepultar, déjate matar, no tengas miedo. El que rehuye el sufri-
miento se quedará solo. No hay gente más sola que los egoístas. Pero si por amor a los otros, das tu vida
como yo la voy a dar por todos, cosecharás muchos frutos, tendrás las satisfacciones más hondas. No le
tengas miedo a la muerte, a las amenazas. Contigo va el Señor. El que quiera salvar su alma, es decir, en frase
bíblica, el que quiera estar bien, el que no quiera tener compromisos, el que no se quiere meter en líos, el que
quiere estar al margen de una situación en que todos tenemos que comprometernos, ése perderá su vida. Qué
cosa más horrorosa haber vivido bien cómodo, sin ningún sufrimiento, no metiéndose en problemas, bien
tranquilo, bien instalado, bien relacionado políticamente, económicamente, socialmente. Nada le hacía falta,
todo lo tenía. ¿De qué sirve? Perderá su alma. Pero el que por amor a mí, se desinstale y acompañe al pueblo,
y vaya en el sufrimiento del pobre, y se encarne y sienta suyo el dolor, el atropello, ése ganará su vida, porque
mi padre lo premiará!

(Homilía 1 de abril de 1979, VI p. 249).

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ACOMPAÑANDO LA VIDA
ENERO 2010.
Zona costa, Usulután.

200 9 A Ñ O DE NU E V O S MA R T I R E S .
Con mucho dolor constatamos que contamos con nuevos mártires en El Salvador a partir de 2009.
Esta vez están en el marco de la problemática del medio ambiente. En el mes de junio fue secuestrado, torturado y
asesinado el profesor Gustavo Marcelo Rivera, activista para los derechos del medio ambiente en contra de la insta-
lación de la exploración y explotación de las minas de oro en el departamento de Cabañas. Su cuerpo fue hallado
en un pozo de 30 metros de profundidad con señales de tortura. Posteriormente fue asesinado Ramiro Rivera, quien
con anterioridad ya había sido emboscado y herido de bala, fue asesinado a pesar de ser custodiado. Y reciente-
mente, el 29 de diciembre de 2009 fue asesinada la señora Dora Sorto Rodríguez, igualmente activista a favor del
medio ambiente. Tenía 8 meses de embarazo.
Denunciamos con la máxima energía tales crímenes. Antes del último crimen otros ambientalistas y los reporteros
de “Radio Victoria” una radio comunitaria en el departamento de Cabañas quienes denuncian estos crímenes, reci-
bieron la siguiente nota anónima: “Bueno, ya mandamos a dos al hoyo, la pregunta es quien va a ser el tercero, será
acaso el Padre Quintanilla o alguno de los de la radio, no es mala idea seguir mejor con alguno de los bocones de la
radio Victoria. Nosotros no estamos jugando ya demostramos que tenemos capacidad logística y buen financia-
miento para echarnos a quien sea, no importa que anden un batallón de policías cuidándolos detrás como perros,
cueteamos cuando lo queremos, las muertes van a seguir y nadie detiene la venganza iniciada, preferimos que el
tercero de los muertos sea un locutor, o un corresponsal, o cualquier otro de esa pinche radio. El blanco más seguro
es un locutor. Cuídense, que no estamos jugando. Esta es la nueva ola de advertencias que estamos iniciando luego
de quebrar a Ramiro.”
La tercera víctima no fue un locutor sino la señora Dora Sorto Rodríguez. Este tipo de advertencias y anónimos no
cabe duda es de manos criminales que trabajan con sicarios pagados.
Como equipo pastoral de las CEB`s del Bajo Lempa escribimos la siguiente carta a la Conferencia Episcopal:
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Queridos hermanos Obispos,

Reciban de nosotros y nosotras, el Equipo Pastoral de las CEB’s del Bajo Lempa, de la parroquia de Tierra
Blanca, Usulután un cariñoso saludo.
El motivo de nuestra carta es la preocupación en torno a los asesinados en el departamento de Cabañas: Gustavo
Marcelo Rivera, Ramiro Rivera y Dora Sorto Rodríguez. Nosotros los llamamos los mártires del medio ambiente.
Pero al fin, como decía Monseñor Romero: “Mártires en el sentido popular”. Ellos dieron sus vidas porque de-
fendieron la vida de los pobres en su compromiso por el medio ambiente y contra la minería que por su exploración
y exigencia para la explotación minera nos van a contaminar el ambiente y envenenar el agua tanto de los ríos
como las aguas subterráneos. Decimos con Monseñor Alas y la Iglesia de Chalatenango: “Podemos vivir sin oro
pero no podemos vivir sin agua.”
Sabemos que de ninguna manera tenemos que convencerles porque sus pronunciamientos han sido claros contra la
minería. No obstante nos atrevemos hacerles una sugerencia. Les queremos sugerir hacer una visita pastoral a las
familias de los asesinados y a los amenazados de la radio Victoria como gesto de apoyo y solidaridad. Sugerimos
que sea a través del nuevo obispo de San Vicente, Monseñor Rauda quien además de ser obispo de esta diócesis es
también de la orden Franciscano cuyo fundador San Francisco, era amante de la naturaleza y de la vida humana y
veía en estas realidades la presencia de Dios. Ojalá esta visita podría contar con la presencia de medios de comuni-
cación, porque la divulgación de esta visita podría animar a muchos cristianos y ayudar a la toma de consciencia de
la importancia del tema tanto de la defensa del medio ambiente como la defensa de la vida. Su autoridad podría
crear mayor claridad a muchos fieles que ahora prefieren mostrar indiferencia por miedo. Además esta visita podría
ser la expresión concreta de apoyo a sus declaraciones acertadas.
Dudamos que esto sensibilizara a los de “Pacific Rim” que están más interesados en la ganancia del oro que en las
vidas y la vida de los pobladores. Su visita podría aportar a que las autoridades del país se sientan también apoya-
dos por ustedes para no vacilar en expulsar a dichas empresas que solo saben dividir a la población, engañando
cuando prometen trabajo a costa de la vida y amenazando con millonarias multas mientras están jugando con la sa-
lud y la vida de todo un pueblo.
Esperando que tomen a bien esta carta de nuestra parte, que es inspirada después de reflexión evangélica y oración,
en un anuncio que podría ser Buena Noticia para los pobres.

Atentamente en unión con el Señor de la Vida:

Equipo pastoral y representantes de las CEB’s con quienes compartimos esta problemática y este escrito:

PADRE OCTAVIO A 31 AÑOS DE SU MARTIRIO.

Octavio Ortiz Luna nació en Cacaopera Morazán, un día 22 de marzo de 1946 como hijo del catequista Alejandro
Ortiz y la señora Exaltación Luna. Era el segundo de 10 hijos de este matrimonio cristiano.
Entró en el seminario San José de la montaña para prepararse para el sacerdocio. En aquel tiempo fue el Padre Ru-
tilio Grande, el responsable del seminario mayor.
Fueron tiempos de cambio. El concilio Vaticano II, había terminado en 1964 y había nacido oficialmente la Iglesia
Católica Latinoamericana a partir de los documentos de la Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín en
1968.
Fue en este ambiente que el Padre Rutilio aconsejó a los seminaristas a realizar una misión pastoral concreta en las
parroquias a la par de sus estudios teológicos.
A nivel eclesiástico el arzobispo era Luís Chávez y Gonzáles con su auxiliar Arturo Rivera Damas. En el año 1970
se juntó como obispo auxiliar a Monseñor Oscar Arnulfo Romero. En 1974 Monseñor Romero fue nombrado
obispo en Santiago de María y en 1977 Arzobispo de San Salvador.
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En El Salvador estaba de presidente el coronel Fidel Sánchez Hernández (hasta 72) Luego fue seguido por el frau-
dulentamente electo Coronel Arturo Armando Molina (hasta 1977) y luego sucedido por el al igual fraudulenta-
mente electo General Humberto Romero. (Hasta el golpe cívico militar en octubre 1979, Todos aquellos presiden-
tes del partido de conciliación Nacional PCN) Fue también en este tiempo que nacieron las organizaciones popula-
res en protesta de los fraudes electorales y después también nacieron los organismos político-militares que de-
sembocaron en la formación del FMLN. Era tiempo pues por un lado de renovación en la Iglesia y por otro perse-
cución a todo que olía a protesta y al mismo tiempo de la creación de organismos populares en contra del régimen
establecido.

Fue así que en el año 1971 Octavio, se presentó en San Antonio Abad para solicitar su colaboración en la parroquia
para el próximo año. Porque durante las vacaciones tenia que trabajar en las cortas de café para ayudar a su familia.
Así se presentó nuevamente con otro seminarista de Santa Ana en la parroquia de Zacamil (que atendía también
San Antonio Abad) preguntando si podían asistir a las reuniones de pastoral. El párroco respondió que no! Que no
necesitaba oyentes. Pero si querían trabajar que les iba a enseñar una zona que había detectado y donde todavía no
había pastoral alguna: la zona sur de Zacamil, zona de champas de gente marginal y que podía hacer con ellos un
vistazo a la zona. Fue así que emprendieron con el párroco la visita de la zona donde no había todavía ningún cono-
cido. El párroco les decía que les daba 3 meses para visitar con el objetivo de lograr 10 hombres que estaban de
acuerdo con reunirse con ellos una vez por semana. Y, añadió, “No me vengan con cuentos como que el domingo
no pueden, o el sábado hay cantos en el seminario o es muy lejos etc. Les doy tres meses.” A los dos meses regresó
Octavio, diciendo: “Los tengo dispuestos”. El otro seminarista no volvió a aparecer. El párroco le decía: “Me los
va a presentar”. De manera que Octavio, ahora llevaba al párroco y presentó los hombres: el párroco acuerda toda-
vía los nombres: Víctor Campos, Víctor Granadeño, Buenaventura, Pedro Ramos, Efraín, Basilio, Pablo, Freddy,
Manuel, entre otros. De manera que el párroco le decía: “Desde ahora puede participar en todas las reuniones
pastorales y le acompañaré a hacer el grupo de reflexión que después se convertirá en Comunidad Eclesial de
Base.”
Esto fue el inicio de Octavio en la pastoral, como seminarista.
Octavio era humilde, pobre, no vestía sotana para distinguirse. Tímido logró conversar con la gente sobre la pobre-
za que el mismo vivía y le cuestionaba. En su diario escribió: “Me siento cada vez más animado en seguir mis estu-
dios, pero cuando me pongo a pensar en mi familia, en mis hermanos que quedaron sin estudiar, se me hace cuesta
arriba.”. Fueron tiempos de mucho trabajo para enfrentar tantas necesidades. Se organizaron cursos de alfabetiza-
ción con el método de Paulo Freire. Se empezó la discusión para conseguir el agua potable ya que los pobres paga-
ban 10 veces más por el agua potable comprado a los habitantes de la Zacamil que los propios dueños de los
apartamentos. Toda esta reflexión terminó, gracias también a la solidaridad, en la compra de un terreno propio que
es ahora la colonia de la comunidad El Paraíso.
Habiéndose cerrado el seminario mayor San José de la Montaña, en 1972, a raíz de que los seminaristas (que respi-
raban ya la Iglesia Latinoamericana) se habían negado a cantar el Te Deum con ocasión de las fiestas patrias,
porque se llenaban las bancas de catedral adelante con militares y gobernantes de elección fraudulenta y que causa-
ban la persecución, la opresión y la muerte, mientras el pueblo de Dios quedaba atrás marginado y mirado como
sospechoso. El castigo podía esperarse. Esta rebelión, este escándalo, esta falta de obediencia, este rechazo a la
unión entre Iglesia y Gobierno no podía tolerarse, No solo le costó el puesto a Rutilio Grande (que según el máxi-
mo poder no sabia orientar bien) sino se cerró el seminario. El obispo Álvarez de San Miguel, decidió mandar sus
seminaristas a Colombia. Octavio estaba a un año de ordenarse y se vio en grandes problemas teniendo que dejar la
pastoral que ya animaba su vocación. Lo discutió con el equipo pastoral de Zacamil y decidió cambiar de Diócesis
e incorporarse en la Diócesis de San Salvador. Cosa que aceptó Monseñor Chávez y González. Así cursó su último
año de seminario en la parroquia de San Francisco de Asís de Mejicanos junto a otros seminaristas entre ellos Er-
nesto Barrera.
Mientras tanto el párroco de Zacamil solicitó la Parroquia San Francisco de Mejicanos al Arzobispo para el Padre
Octavio, prometiendo atender las misas hasta la ordenación de Octavio. Y así fue.
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Octavio Ortiz Luna, fue ordenado sacerdote el 9 de marzo de 1974, por el entonces obispo auxiliar Monseñor
Oscar Arnulfo Romero. Fue el primer sacerdote ordenado por Monseñor Romero. Y casi con dificultades. Porque
entonces Monseñor Romero era muy conservador y legalista. Exigió al momento de la misa de ordenación que
Octavio, tuviera sotana. Octavio lo comunicó justo antes de la ordenación, al párroco de Zacamil quien no veía esta
necesidad. Fue un momento tenso en que al final el obispo Romero accedió seguir con la ceremonia. Octavio reci-
bió la noticia con una amplia sonrisa.
Efectivamente el Padre Octavio fue nombrado en San Francisco de Mejicanos como párroco. Pertenecía al equipo
Pastoral de Zacamil, San Antonio Abad y San Francisco.
En Aquel tiempo Padre Pedro y Padre Rogelio atendían Zacamil, Padre Guillermo San Antonio Abad y Padre
Octavio en San Francisco (Mejicanos). En 1977 Se vino también Padre Luís. Pero en cuanto a formación los cuatro
se ayudaban entre ellos y asistidos por las hermanas misioneras de la Pequeña Comunidad que ya fungieron como
madres de las comunidades.
En esta pastoral profética, los problemas no faltaban. Problemas de pobreza, problemas de analfabetismo, de salud,
de vivienda, de persecución. Incluso había por veces conflictos con la misma jerarquía a raíz de la defensa del pue-
blo. En1972 cuando se cerró y se cateó la Universidad Nacional con lujo de barbarie, el obispo auxiliar Monseñor
Romero declaró en la prensa que el hecho estaba bien realizado ya que la universidad era un nido de comunismo.
Indignadas las CEB’s convocaron a Monseñor Romero, para reclamar por esta publicación ya que en los predios de
la dicha universidad se había golpeado y apresado a gente marginal de nuestras CEB’s que Vivian ahí. Además sa-
bíamos que por lo menos dos obispos de la Conferencia Episcopal no estaban de acuerdo con el comunicado del
secretario, Monseñor Romero, a saber: Luís Chávez y González y Arturo Rivera Damas. También los profesores de
ANDES 21 de junio que participaban en las CEB’s protestaban. Hubo la gran discusión con Monseñor Romero
entonces donde Octavio, también participaba.
En 1975 se dio la toma de catedral por las Organizaciones Populares en protesta de la persecución, las desaparicio-
nes, los asesinatos. Octavio ya participó en eso y tenia la difícil tarea de estar en la puerta para controlar quien en-
traba. Porque tenia que entrar comida, y cosas necesarias y tenia que salir comunicados. Momentos de angustia con
las gradas llenas de protestantes de las CEB’s y de las Organizaciones Populares.
Mas tarde en 1977 después del asesinato martirial de Padre Rutilio Grande, también le negaron la entrada al país a
Padre Pedro, y capturaron, secuestraron y expulsaron a Padre Guillermo. Todo esto no aumentó en poco el trabajo
de Padre Rogelio y Padre Octavio. Oportunamente vino a ayudar Padre Luís.
Así funcionaba Padre Octavio en la pastoral. Atención a las CEB’s. Orientación para estos tiempos difíciles de per-
secución. Consolación y búsqueda de las víctimas. Comunicación con el Arzobispo.
En enero 1979 estaba dirigiendo un encuentro de tres días para jóvenes en el local del “Despertar” de San Antonio
Abad, junto con Ana María y Chepita de la Pequeña Comunidad. Inició el viernes 19 de enero. Padre Octavio cerró
la noche con la reflexión de LC 4,16-21 y con las preguntas sobre el texto: ¿Quiénes son los pobres hoy, a quienes
hay que dar la Buena Noticia? ¿Quiénes son los cautivos hoy, a quienes hay que liberar? ¿Quiénes son los ciegos
hoy, a quienes hay que regresar la vista? ¿Quiénes son los oprimidos hoy, a quienes hay que liberar? ¿Qué es el
año de gracia que hay que proclamar, hoy? Con esta reflexión cristiana los participantes iban a descansar.
La siguiente mañana, a las seis de la mañana sonó el timbre para levantar a los participantes. Al mismo tiempo una
tanqueta embistió el portón del Despertar y abrió fuego a los presentes. A Octavio le aplastaron la cabeza y cuatro
jóvenes más murieron: Ángel Morales, David Caballero, Jorge A. Gomes y Roberto A. Orellana. Los demás jóve-
nes fueron apresados junto con el personal de la cocina.
Los militares negaron el acceso al Despertar a todo el mundo, incluso a la prensa. Tomaron los cadáveres de los 4
jóvenes muertos y los pusieron en el techo con armas al lado. Hasta entonces dejaron entrar a la prensa contando
que ellos (los militares) fueron atacados por los jóvenes. Cosa que era totalmente falsa y que fue descubierto por la
misma prensa constatando rasgos de sangre fresca en las paredes por donde los militares habían subido los cuerpos.
Pero hasta la fecha esta masacre ha quedado impune.
Estas son algunos rasgos de la vida pastoral de Padre Octavio y decimos con fe y con convencimiento que en paz
descansa. Pero sigue viviendo entre nosotros como ejemplo de humildad y entrega hasta las últimas consecuencias.
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SILVIA MARIBEL ARRIOLA A 29 AÑOS DE SU MARTIRIO.

Silvia Nació en Santa Ana el 20 de marzo de 1951. Como joven, entró en la Congregación de las Hermanas Guada-
lupanas. Llegó a ser profesora del colegio y posteriormente también en la escuela del cantón San Roque.
Un día en el año 1973 hizo con alumnos del colegio una encuesta en la zona marginal de Tutunichapa (cerca del
colegio). Ahí como decía Monseñor Romero “Se topó con la miseria”. Pero no solo eso se encontró también una
CEB, una Comunidad Eclesial de Base en reflexión en torno al Evangelio tomando compromisos concretos de se-
guimiento del Señor Jesús. ¡Miseria y seguimiento de Jesús! Fue un chispazo de luz que llegó a ser el inicio de una
vocación. Ella andaba con tres religiosas más, pero claramente el llamado era para ella. Silvia regresó y volvió a la
comunidad marginal. Era como haber descubierto el niño Dios en la cuna, o el Jesús en la cruz, o el Señor Jesús a
la ribera del lago de Galilea. Como si ella preguntara: “Rabí, ¿dónde vives?” y que le habían respondido: “Ven a
ver aquí en el barranco”. ¿Cómo sucedió este llamado en lo concreto de la vida de Silvia?
Ella solicitó seguir participando en estas reflexiones a los y las animadoras de la comunidad. La respuesta fue un
claro “Si”. Faltaba todavía el permiso de la congregación donde ya tenía votos temporales. Pero la superiora, que,
no cabe duda, entendía como es eso lo de “vocación” decía “si” también. No obstante hubo que hacer unos arre-
glos. Las reuniones eran de noche (decimos Nicodemicos Jn.3), y de noche no se podía salir del convento. La supe-
riora hizo una excepción. Los animadores de la CEB de Zacamil iban a pasar con el carro y ella iba a salir por la
puertita de atrás y regresar por la misma ya muy noche, como murciélago. El vigilante estaba avisado. Así no se
iba a provocar ni escándalo ni otras solicitudes por cosas superfluas.
De esta manera Silvia, se hizo murciélago pastoral por más de dos años. ¡Que descubrimiento de miseria y segui-
miento!
Vino el momento de renovar sus votos en la Congregación, y bajo la tutela de una nueva superiora. Parece que la
nueva superiora no sabía mucho de vuelos nocturnos de murciélagos pastorales ni de vocación en pláticas “Nicode-
micos”. Cuando Silvia, manifestó que quería renovar sus votos pero bajo la condición de que al lado de su
compromiso de profesora, quería seguir trabajando en la pastoral de las CEB’s en los sitios marginados la respuesta
fue clara y contundente. “¡Nuestra congregación es de enseñanza para niñas y no de pastoral en la calle y menos de
noche!”
¡Fue golpe duro! Causó crisis. ¿Qué hacer? ¿Obedecer reglas humanas o obedecer al llamado de los pobres y
marginados? Descubrió Silvia, que el seguimiento no está en emociones por leer los textos escritos. Descubrió que
los textos están escritos por la emoción de la experiencia vivida de la vocación. Optó pues por seguir con los po-
bres y tuvo que salir de la Congregación. Pero ya había una salida. Las hermanas de las misioneras de la Pequeña
Comunidad eran las animadoras de aquellas CEB’s. Como personas que también tenían vocación y habían sido lla-
madas; conocían esta experiencia de viva voz y podían acompañar a Silvia, que pronto pidió entrar con ellas. Suce-
dió un 13 de agosto 1975.

No dejó de extrañar un poco a varias personas cuando vieron de repente a Silvia de “civil” y no con “el habito”.
¿Había salido? ¿Había entrado? A saber. El tiempo iba a revelarlo. También la misma familia de Silvia no estaba
de acuerdo. ¿Cómo era eso? Antes era una persona estimada, una religiosa y ahora ¿Qué era? Silvia pudo superar
esas dudas y hablar de su descubrimiento de Jesús “real” en la historia. Fácil no fue, pero aquel que está seguro del
camino ya no busca desvíos. Silvia, fue integrada en la pastoral de las CEB’s en Zacamil.

Además de acompañar a la CEB de Tutunichapa abrió nuevos espacios. Había sido profesora en San Roque y co-
nocía la pobreza de aquel lugar. Abrió camino y fundó otras CEB’s. También en Cuscatancingo. Conoció mucha-
chas jóvenes a quienes les dio formación y entendimiento. Carmen Elena como Anita entraron a su vez en la Pe-
queña Comunidad después del martirio de Silvia.
Llegó a ser secretaria privada de Monseñor Romero. En este tiempo ya de persecución, de asesinatos y desapareci-
mientos de personas, tantos y tantas visitaron a Monseñor, tantos le escribían, dejaron notas. Fue Silvia quien in-
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formaba y contestaba al gusto de Monseñor. Es que fue muy inteligente y además muy entregada y comprometida.
Además fue muy sufrida. Conoció de cerca de los mártires de la Iglesia. Era del mismo equipo de las CEB’s de Za-
camil, San Antonio Abad y de San Francisco con Octavio, quien fue martirizado el 20 de enero 1979. Y más tarde
conoció el martirio de Monseñor Romero con quien había trabajado tan íntimamente.

Se puede recordar aquellas reuniones después de la muerte de Monseñor Romero, donde se tenia que tomar deci-
siones fuertes y se necesitaba una secretaria de las asambleas del clero junto a las religiosas que alguien propuso a
Silvia como secretaria. Alguien gritó: “¡Pero ella no es una religiosa!” Respondió Monseñor Urioste (en este mo-
mento administrador de la Arquidiócesis): “Tiene razón, hermana, ella no es religiosa es religiosísima”.

En esta situación de atención a los pobres, a los perseguidos recibió también la invitación de parte de las Organiza-
ciones Populares para acompañar al pueblo. Necesitaban una persona inteligencia para la radio comunicación en el
frente occidental, además ella sabia de enfermería y tenía una voz fina, era la persona adecuada para acompañar al
pueblo. Silvia, había leído las cartas pastorales de Monseñor Romero. Sabía que Monseñor hablaba de tres campos
pastorales. La pastoral para las masas, la atención a las Comunidades Eclesiales de Base y el acompañamiento del
pueblo en su lucha por la liberación. Silvia, aceptó.

En enero de 1981 decidió acompañar al pueblo en su frente occidental. Ahí no le fue bien. Recién incorporada fue
acribillada en Cutumay Camones junto a otros 97 compañeros y compañeras. Sus cuerpos fueron quemados y se-
mienterrados.
Pero Silvia, nos sigue hablando de vocación, de miseria y seguimiento. Silvia es de aquellos que no mueren porque
inspiran con el Espíritu de Dios.

El 18 aniversario de la firma de la Paz, una celebración inolvida-

ble
Sin lugar a dudas, el cumplir 18 años, la mayoría de edad según nuestras leyes civiles, es simbólicamente
importante. En términos de edad, es el paso de juventud a la madurez. En términos políticos, en el caso salvadore-
ño, al cumplirse los 18 años de la firma de la paz, supondrían un salto cualitativo de mayores compromisos.
Esas expectativas, según la realidad salvadoreña, las cumplió el primer gobierno de izquierda de El Salvador, el
Presidente Mauricio Funes, al celebrar el 18 aniversario de la firma de la paz, el 16 de enero de l992.
El Presidente Funes, como primer gobierno de izquierda, hizo lo que debieron haber hecho, cualquiera de los go-
biernos de derecha, o de ARENA, en cuanto a pedir perdón por haber "quebrantado el orden constitucional" en El
Salvador, durante la guerra civil que duró doce años.

“En relación con el contexto del conflicto armado interno que concluyó en 1992, reconozco que agentes entonces
pertenecientes a organismos del Estado, entre ellos las Fuerzas Armadas y los cuerpos de seguridad pública, así
como otras organizaciones paraestatales, cometieron graves violaciones a los derechos humanos y abusos de poder,
realizaron un uso ilegítimo de la violencia, quebrantaron el orden constitucional y violentaron normas básicas de la
convivencia pacífica”, dijo el Presidente Funes.

“Entre los crímenes cometidos se cuentan masacres, ejecuciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas, abu-
sos sexuales, privaciones arbitrarias de libertad y diferentes actos de represión. Todos estos abusos fueron ejecuta-
dos, en su mayoría, contra civiles indefensos ajenos al conflicto”, agregó el mandatario.
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Luego, de forma sincera y contundente expresó: “Por todo lo anterior, en nombre del Estado salvadoreño, pido
perdón”. Inmediatamente, los asistentes se pusieron de pie, y más de una lágrima rodaron por las mejillas, de
hombres y mujeres, presentes en el acto conmemorativo.
Y es que el perdón del Presidente Funes, en nombre del Estado Salvadoreño, contribuirá al verdadero proceso de
reconciliación nacional.
Durante 18 años, los distintos gobiernos del país, realizaron la celebración de los Acuerdo de Paz, prácticamente en
privado, entre amigos, entre cómplices, no para sanar la paz, sino, para olvidar tristes episodios de la reciente histo-
ria de El Salvador, y dejar las heridas abiertas.
El Perdón del Presidente Funes, en nombre del gobierno, así como su compromiso de dignificar a las víctimas, en-
tre otros, debe marcar el establecimiento de una nueva nación fundamentada en el respeto al derecho ciudadano y a
la constitución.
El Salvador debe refundarse, y eso debe pasar por la reconciliación nacional que comienza con reconocer los erro-
res y pedir perdón, pero, sobre todo, con el compromiso de que los mismos no volverán a repetirse.
Sin lugar a dudas, el pueblo salvadoreño no se equivocó al elegir como Presidente al señor Mauricio Funes, ni mu-
cho menos al darle la confianza al FMLN, un partido que recurrió a las armas para buscar los cambios sociales,
pero, cuando esa vía se agotó, firmó la paz y le apostó a los procesos electorales.
El Salvador, sin lugar a dudas, con el Perdón pedido por el Presidente Funes, ha marcado un grandioso día en la
historia patria.

LA MINERÍA, MERCADO Y PODER

Después de largos años y de prolongado silencio en los socavones oscuros de las minas, las empresas transnaciona-
les, descubren y ubican oro en el norte del país, una prolongada franja como río de sangre corre a lo largo de los
departamentos norteños y así como la sangre atrae a las aves de rapiña, así el oro atrae a los mercaderes de la mine-
ría metálica, se rompe el silencio y las empresas inician el proceso que va de la exploración, pasa a la explotación y
llega al mercadeo.
La Pacific Rim, empresa con capital canadiense, resulta ser la más animosa y la que abre brecha en las comunida-
des del departamento de Cabañas, porque la zona de El Dorado ha resultado ser, según las pesquisas mineras, un
área de fuerte carga aurífera.
La quietud de la comunidad se rompe como el espejo de una poza al caerle una piedra; pero la gente no reacciona
al principio y el ir y venir de las máquinas, de los camiones y de personas extrañas y extranjeras, desconocidas y
sospechosas, silenciosas y de mirada huidiza, llega a alterar la vida comunitaria después de varios meses, porque la
exploración es la que indica a los mercaderes si hay oro en ese suelo pedregoso, cuanto oro hay y cuanto vale
aproximadamente.

Como suele ocurrir, se trata de terrenos rústicos sin valor aparente en la superficie, pedregoso, con arbustos, pero
vinculado a fuentes de agua de superficie y subterráneas y por eso las comunidades tienen una vida íntimamente
unida a estos suelos que ocultan en sus intimidades cavernosas, el oro apetecible. El punto es que los gobiernos su-
cesivos han entregado toda la riqueza minera del país a las grandes empresas y nunca han establecido ninguna
responsabilidad y mucho menos culpabilidad por los daños ocasionados a la naturaleza ni a los seres vivos, huma-
nos y no humanos, y ahora ante la crisis del dólar, los capitalistas planetarios prefieren tener su dinero convertido
en barras de oro y no en billetes verdes, que de un día para otro no valen nada; ese metal se vuelve de nuevo, codi-
ciado y buscado, y ¡hay de aquella sociedad con la mala suerte de tener oro en sus suelos!, porque todos los buitres,
de todo plumaje y picotazo, le sacara los ojos a la gente, a la tierra, a los animales y a la naturaleza por una onza de
oro.
La mala noticia de tener oro en tu suelo, o petróleo, carbón, agua, o gas natural, nace del hecho de tener, al mismo
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tiempo, un gobierno y una oligarquía sirvientes de las empresas, que extraerán esos recursos sin que el país ni la
sociedad obtengan ningún beneficio de su explotación y por el contrario, sufran y paguen el costo de la destrucción
del medio ambiente de la contaminación del suelo, de las aguas, de los seres humanos y de sus animales, todo esto
se llama externalidades, que las pagan las comunidades, mientras las empresas se embolsan, eso si, las utilidades.
Este intercambio desigual y perverso, es lo que produce la resistencia popular a la minería, y es lo que vuelve a esta
actividad capitalista en una amenaza mortal para los seres humanos. Tratándose de un país como El Salvador, con
mínimo territorio, mínimos recursos naturales, mínimos gobiernos, gran población y gran voracidad en sus
oligarquías, esta minería genera la resistencia esperable en una sociedad que aprende, día a día, a ser digna.
Por supuesto, que existiendo una boda rigurosa y secreta entre guerra y mercado, y siendo la utilidad mercantil,
ciega, sorda y muda, ante todo que implique bienestar humano, es la minería fuente permanente de guerras,
conflictos internos, desangramientos intercomunales, desplazamiento de poblaciones, golpes de estado y divisiones
sociales.

La lógica de esta realidad parte del hecho de que la minería se realiza en medio de las comunidades, en sus tierras
de labranza, en las vegas de sus ríos y ojos de agua, porque los metales no han aprendido a evitar a la gente y allí
donde hay metales hay buitres, que tratan de convertir a los pobladores en la carroña, y al metal buscado en el
paciente privilegiado, que vale más, mucho más que cualquier ser humano con sombrero, con zapatos empolvados,
con camisa sin abotonar y pantalones con bolsillo sin dinero que proteste e intente impedir a la empresa su negocio.

Todo esto ocurre en el departamento de Cabañas, y la empresa minera que ha creado la figura llena de humor
trágico de La Minería Verde, ha capturado también la imaginación de una parte de sus víctimas, ofreciendo empleo
seguro, en un océano de desempleados; carreteras, escuelas, clínicas etc. Son ofertas que en un mundo de
desamparados logran atraer y bajar la cohesión humana. La empresa también captura a los gobiernos, financian
campañas electorales, pueden financiar gestiones gubernamentales y pueden controlar el poder político local, con
tal de llevarse al final la riqueza apetecida.
En Cabañas se ha llegado hasta el asesinato y por ahora hay tres personas muertas con el estilo de la ejecución de
las bandas de ultraderecha, dos hombres y una mujer embarazada y madre de 7 hijos, todos resistentes contra esta
minería, todos miembros de las comunidades, todos abandonados por el gobierno por el que votaron, y todos cu-
biertos por un manto de silencio espectral que vuelve impenetrable a las manos asesinas y a los autores intelectua-
les.

Las comunidades de Cabañas resistentes ante la minería, los asesinados y el silencio gubernamental ante los hechos
son la prueba de fuego del momento que determinará quien gobierna a quien, en nuestro país, por ahora el mercado
tiene las mejores cartas, pero el pueblo, como siempre, tiene la ultima palabra.
Dagoberto Gutiérrez

AÑO POLÍTICO 2009

Sus doce meses concentran, como la luz en un rayo, toda la atención de la década, de la primer década del siglo y
esto significa, los veinte años de la postguerra, el neoliberalismo aplicado, sin anestesia, la derrota de la antigua
clase dominante, la Cafetalera y el ascenso de la nueva, el capital financiero; implica el cambio de clase gobernante
y la sustitución en este papel de las fuerzas armadas, también comprende el mayor empobrecimiento de la sociedad
y la proletarización de las clases medias; finalmente comprende la victoria rotunda del mercado sobre el estado y el
sometimiento de la naturaleza a la economía.
Todo esto está contenido en la primera década del presente siglo y todo esto estalla implosionando en el 2009, es
por eso el año de mayor tensión.
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Planetariamente es el año en que se derrumba el capitalismo estadounidense en su forma de financierización y se
inaugura el proceso para la erección de un nuevo imperio dominante en el planeta, Estados Unidos pierde la hege-
monía y el dólar cede posiciones ante nuevas propuestas de nuevas monedas que pueden sustituirlo como moneda
universal.
Este año es el de mayor peligro de confrontación militar porque esta es la opción por la que camina el capital esta-
dounidense y la que determina el Estado profundo en ese país, es decir el pentágono y el bloque industrial militar.
En América Latina avanzan los procesos políticos que desde el sur del continente establecen nuevas reglas de re-
lación entre el estado, el mercado y los recursos naturales y se avanza hacia nuevas formas de democracia partici-
pativa que sin negar la democracia representativa construyen un proceso de democratización de la democracia. Su-
ramérica contiene el agua, el petróleo y el gas natural que Estados Unidos no tiene y es por eso la joya codiciada
para los consorcios estadounidenses y la piedra de conflicto en la confrontación internacional.

Centroamérica, siendo la parte más atrasada del desarrollo capitalista registra, sin embargo, procesos políticos que
pueden ser desequilibrantes para los poderes tradicionales, eso es lo que ocurre en Nicaragua, y Honduras; eso es lo
que crea la necesidad imperial de apoyar el golpe de estado contra el gobierno de Mel Zelaya en el segundo país y
este factor revela un movimiento popular hondureño con la mayor capacidad combativa de organización y de re-
sistencia. El gobierno electo de Porfirio Lobo carece de legitimidades mínimas y de respaldo popular.

En El Salvador se construye, en la postguerra, el reino neoliberal más ortodoxo del continente y el mercado le pone
precio a todo incluyendo a las personas y a la naturaleza. En veinte años todo el país está en venta y millones de
migrantes se convierten en el verdadero sostén de la economía nacional, mientras una minoría de banqueros y co-
merciantes voraces atesoran inmensas riquezas. La derrota electoral de ARENA es de alta importancia por la crea-
ción de un nuevo escenario político en donde se abre nuevos procesos, una parte de ese nuevo escenario es el nue-
vo gobierno y el nuevo presidente; aunque no es lo más importante como factor crucial de cambio de las condicio-
nes; lo es como expresión de derrota electoral de un instrumento partidario exitoso hasta ahora en las urnas.
En este escenario la esperanza social ante el nuevo gobierno pasa por el trance doloroso de su matrimonio con la
realidad y el pueblo ha de aprender que es mejor un fin espantoso que un espanto sin fin, es decir que ha de saber
que los cambios por los que se votó no han de venir de arriba sino de abajo y de adentro y que ese afán no está en
manos de ninguna persona en particular sino del pueblo todo, con todos sus colores y tamaños, que este proceso es
contradictorio y nunca será en línea recta, ha de saber que la clave del momento consiste en descubrir cuál es la re-
lación política entre el pueblo y sus organizaciones y el nuevo gobierno.

Se trata de Saber que se necesita disputar el nuevo gobierno a la oligarquía y esto supone un complicado proceso
de confrontación y concertación porque en todo caso, el pueblo debe saber que depende de sus propias fuerzas, de
su propia organización, de su propio proyecto, de sus alianzas y de su unidad y, desde allí podrá pensar en acuerdos
y entendimientos con el sector gubernamental, en la medida en que éste reconozca y haga suyos los intereses popu-
lares.

Los temas del agua, la minería, la lucha contra las presas, contra los transgénicos por el empleo y el salario digno,
por la defensa del ambiente, por la soberanía, por la democracia participativa son algunos puntos programáticos
irrenunciables y desde allí el movimiento popular ha de aprender a ser sujeto político y no sólo actor político, esto
quiere decir que ha de aprender a cumplir un papel previamente asignado, siendo actor como cuando vota en una
elección; pero ha de ser capaz, de alzarse frente a una realidad injusta e inconveniente, confrontar con ella y luchar
por una realidad alternativa, es decir ser sujeto y, desde luego, hemos de aprender a combinar la calidad de sujeto
con la calidad de actor y esto dependerá que podamos hacer del actual gobierno instrumento del pueblo y no el
pueblo instrumento de ningún gobierno.
Dagoberto Gutiérrez
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La De l i n c u e n c i a , arm a de dob l e fi l o de la de -
rec h a

La delincuencia común es una de las malas herencias que dejó ARENA en sus 20 años de gobierno, siendo encu-
bierta o descubierta exageradamente por los medios de derecha, dependiendo de su utilidad para hacer negocio o
hacer política. Con el nuevo gobierno, el tema le está sirviendo a la derecha para hacer política.

La delincuencia como negocio

Antes, los ladrones operaban de manera individual y raras veces agredían a la gente. Eran hábiles carteristas, que
“te sacaban los calcetines sin quitarte los zapatos”. Con los gobiernos de ARENA, la delincuencia se convirtió en
crimen organizado, con armas, vehículos, casas de seguridad, bancos, comunicaciones; dedicada además, al tráfico
y venta de droga, a extorsiones, secuestros y asaltos a cualquier hora.
El crimen organizado tuvo su mayor empuje en el gobierno de Calderón Sol, cuando florecieron las empresas de
seguridad privada y de venta de armas. Para el año 2007, durante el gobierno de Saca, había 25 mil agentes de 416
empresas quienes daban servicios de seguridad privada, mientras la PNC tenía 18 mil policías. En esos negocios de
seguridad están metidos grandes empresarios de ARENA.

Hoy, con llanto de cocodrilo, Jorge Daboub, vicepresidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada
(ANEP), se lamenta de que anualmente los empresarios "pierden" 600 millones de dólares por pago de seguridad
privada. Habla como si no fueran ellos mismos los dueños de las empresas de seguridad privada, que operan hasta
en las colinas de ricos y sectores medios.

La delincuencia como arma política

Cuando el FMLN ganó las elecciones legislativas y municipales de 2003, ARENA entró en pánico. Entonces el
gobierno de Francisco Flores se inventó la “Ley Antimara”, que violaba la Constitución, pensando que el
FMLN se opondría y quedaría ante la gente como opuesto a combatir la delincuencia. Luego, durante la
campaña presidencial de 2004, ARENA ofreció el plan “Súper Mano Dura” con el fin de ganar votos.
Para las elecciones del 2009, ARENA intentó lo mismo pero no le resultó porque el truco ya estaba demasiado
chave1iado.
Ahora tenemos un gobierno que no es de ARENA. La ola delincuencial, toma talle de ofensiva, como si fuera en
parte provocada. Los grupos de poder le socan las tuercas al gobierno exigiendo que se destituya a Manuel
Melgar, ministro de Justicia y Seguridad, y a otros altos funcionarios del FMLN. Funes no llega hasta ahí,
pero quita de sus cargos a los presidentes de la SIGET, del ISTA y de ANDA.
El plan va más allá de la cuestión delincuencial. La derecha busca que Funes confronte con el FMLN para que la
militancia de ese partido se desespere y haga oposición de calle.

HECHOS PUNTUALES DE LA POLITICA EN EL SALVADOR AL INICIO DE 2010

·· El Presidente Mauricio Funes cesó en sus labores a 4 funcionarios:

-Al Ingeniero Gómez de ANDA (Agua)
-Al Ingeniero Toas Campos de SIGET (Energía y Telecomunicaciones)
- A la Licenciada Carla Ibanez ISTA (Transformación Agraria)
- A Juan Pablo Durán Lotería Nacional.
Las razones no fueron dadas. Solo la “falta de Confianza”. Claro que el Presidente tiene la facultad y el derecho de
cambiar a sus colaboradores. No obstante estas personas se destacaban en sus labores. No sabemos pues a que se
deben estos cambios.
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Si sabemos que los primeros dos se habían pronunciado contra la presa “El Chaparral” cuando el presidente de la
CEL: Nicolás Salume estaba a favor de la presa.
La Licenciada Carla, había demandado a los poderosos que se habían quedado con terrenos del ISTA cuando esos
terrenos debían ser asignados a campesinos.
No sabemos lo de Juan Pablo Durán en cuanto a la Lotería Nacional aunque sabemos que esta se había transparen-
tado y extendido.
A la población más atenta y consciente le duelen estos acontecimientos.

·· El Presidente Mauricio Funes, pidió perdón al pueblo como Jefe de Estado, por las arbitrariedades y crímenes
que se habían cometido durante la guerra civil. Lo hizo el 16 de enero, fecha en que se conmemoró la firma de los
Acuerdos de Paz. Esto es un hecho histórico ya que nunca un jefe de Estado había realizado este “pedir perdón”
aunque era exigido por la Comisión de la Verdad y de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
Claro que este hecho creó por un lado satisfacción, pero para los políticos de “la derecha” cayó como balde de agua
fría. Los comentarios y críticas no se hicieron tardar.
De su parte el Vicepresidente Sánchez Cerén pidió perdón por los abusos y crímenes que había cometido el FMLN.

·· El Procurador de la Comisión en Defensa de los Derechos Humanos Oscar Luna, fue amenazado a muerte por
llamadas anónimas. Indiscutiblemente se debe a su abnegada labor para esclarecer los crímenes en nuestro país
altamente violentos.

·· La violencia sigue siendo el tema del día. Siguen en enero 2010, 12 asesinatos por día por delincuentes de las
pandillas sobre todo, y por el crimen organizado del narcotráfico. Estos asesinatos y las extorsiones que se dan en
todo el país son los flagelos de la actualidad que llegan a ser casi incontrolables.

·· Mientras tanto “la derecha” no logra dirigir la derrota electoral. El partido ARENA después de la separación de
los 12 diputados sigue deteriorándose, se trata de recomponer cuando más miembros de su partido pasan a los disi-
dentes.
Los 12 diputados separados forman un nuevo partido GANA.
También el actual diputado Orlando Arévalo, ha formado un partido político: el PP (Partido Popular) que de popu-
lar no tiene nada. También pastores evangélicos conforman un nuevo partido de derecha: MANA.
Mientras tanto Mauricio Funes, goza en una encuesta con el 88 % de simpatía y el FMLN con el 80 % de las prefe-
rencias a su favor.

Haití: desgracia para el pueblo, ganga para el imperio

El pueblo haitiano está sufriendo una más de sus terribles desgracias, un terremoto que no dejó piedra sobre piedra.
La “ayuda” de Estados Unidos y Europa es un pelo de la piel robada a Haití, desnudando al país que hoy es el más
pobre del continente.

Tragedia sobre tragedia

El 12 de enero, Haití fue estremecido por un violento terremoto que dejó 200 mil muertos, 250 mil heridos y cerca
de dos millones de familias sin techo, sin nada que comer ni beber, ni mudada de ropa que ponerse.
Haití está en una isla del Caribe, compartida con República Dominicana. Tiene 10 millones de habitantes de los
cuales el 80 por ciento vive en extrema miseria. Su territorio de casi 28 mil Kilómetros cuadrados, es uno de los
más deforestados del mundo.

Haití ya estaba afectado por desgracias anteriores. Solo en los 2 últimos años pasaron 4 ciclones, que dejaron miles
de muertos y damnificados, debido a la alta vulnerabilidad de su población. Eso no ocurrió, por ejemplo, en su
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vecina Cuba, donde pasaron los mismos huracanes sin ocasionar mayores daños pues el pueblo cubano tiene bue-
nas condiciones de vida y cuenta con efectivos sistemas de prevención y evacuación.

Las desgracias de Haití no son naturales

Haití era un paraíso habitado por comunidades indígenas taínas, que fueron exterminadas por España y Francia du-
rante la conquista y colonización de la isla. Haití fue repoblada con esclavos traídos de África y luego vendida por
España a Francia.

Después de una guerra de 13 años, el 1 de enero de 1804, los esclavos sublevados expulsaron a los franceses, con-
virtiendo a Haití en el primer país de Latinoamérica que logró su independencia. Sin embargo, las potencias impe-
riales se vengaron. Bloquearon al país y lo obligaron a pagar 150 millones de francos (unos 21 mil millones de dó-
lares de ahora) y un impuesto de 50 por ciento por exportaciones e importaciones. Haití pagó esos tributos a Fran-
cia durante 125 años, hasta 1947.

En 1915, Estados Unidos invadió militarmente a Haití, para que sus transnacionales explotaran la industria azuca-
rera. Los marines salieron 19 años después, en 1934, pero dejaron montado un salvaje sistema dictatorial, en el que
destacó la dinastía Duvariel que duró 29 años (1957-1986).

En febrero de 1991 Haití intentó levantar la cabeza, cuando el sacerdote de izquierda Jean-Bertrand Aristide llegó
al poder a través de elecciones. Siete meses después Aristide fue derrocado con el apoyo del gobierno de George
Bush (padre). Aristide intentó de nuevo en el 2001, pero el gobierno norteamericano presidido por George Bush
(hijo) le dio un segundo Golpe de Estado en el 2004.
Hoy Estados Unidos aprovecha la desgracia haitiana para de nuevo ocupar militarmente al país. Dio 100 millones
de dólares, pero envió 10 mil marines y ha tomado el aeropuerto y la casa de gobierno.
El pueblo haitiano necesita una solidaridad sincera, de esa que hace la gente pobre, cuando dice: donde comen dos,
comen tres.

Un Encuentro de gratitud lleno de mucha Esperanza

Nueva Esperanza, Bajo Lempa, Usulután
16 de enero 2010

“¿Voy o no voy?”, me preguntaba todavía unos días antes de ir a “Nueva Esperanza”, Bajo Lempa. Noemí me ha-
bía llamado para invitarme a “una celebración” en reconocimiento al Padre Pedro Declercq.

Mi pregunta surgía por un compromiso que había adquirido ese mismo día y a la misma hora en Zacatecoluca, para
un encuentro diocesano de Laicos y Laicas de esa diócesis. Arreglé el horario y pude desplazarme hasta el Bajo
Lempa.

¡Oh, qué sorpresa!; ¡Qué alegría! Encontrar tantas caras conocidas. Muchas de estas caras conocidas desde los años
70s, cuando yo era Seminarista. Ahí estaban algunos de los primeros miembros de las Primeras Comunidades de
Base de Zacamil, de San Antonio Abad, de El Paraíso, de la Fosa, de San Ramón, de San Roque, de Mejicanos, de
Santa Tecla, de Morazán, de Nicaragua, de Bélgica con la presencia de Jeff y otros amigos belgas, etc. Y muy
especialmente estaba Alejandro Ortiz, papá de Octavio Ortiz, ya muy vencido por los años. Hombre valiente y lle-
no de fe.
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Comenzó la CELEBRACIÓN. Lo escribo con mayúscula, porque fue una Gran Celebración Eucarística muy origi-
nal y propia para la ocasión.
¿Pero qué había de grandioso en esta celebración? En el contexto de los 18 años de la Firma de los Acuerdos de
Paz, las comunidades decidieron homenajear a cuatro hombres y a una mujer, venidos de muy lejos, pero que han
dejado todo por este pueblo y esta nación.
Yo diría cinco Quijotes, que no han dejado de caminar y cabalgar por estas tierras, luchando contra muchos demo-
nios que esclavizan a este pueblo. Así también homenajeaban a los mártires de El Despertar (San Antonio Abad), a
la Hermana Silvia Arriola, a Monseñor Romero y a tantos y tantas mártires de este pueblo.
Uno a uno fueron presentados los testimonios sobre los mártires: Se habló de Octavio, de Silvia, de los mártires
caídos en Cutumay Camones, y de muchos otros.
Hermosos testimonios que nos ayudaron a reconciliar el pasado con el presente para proyectarnos hacia el futuro.
Esta fue la primera parte.

Pasamos enseguida a escuchar los testimonios sobre cuatro hombres y una mujer, que tienen en común haber veni-
do de lejos, ser creyentes en el Dios de la Vida, se enamoraron perdidamente de este pueblo e hicieron la Opción
de servirle incondicionalmente.

¿Quiénes son ellos? Los padres Pedro Declercq, Rogelio Ponseele (belgas), Angel Arnaiz (español), la Hermana
Elena (norteamericana) y Miguel Cavada (español). Me disculpan que mencione sus orígenes en cuanto a la tierra
que les vio nacer, pero son inmensamente salvadoreños y salvadoreña todos ellos, y esto quedó manifestado en los
testimonios hermosos que dieron. Lo que más me impresionó de los testimonios ha sido el hecho de que cada uno
de ellos se entregó a este pueblo y a esta Iglesia salvadoreña, descubriendo en su caminada, por un lado al pueblo
salvadoreño y por otro a nuestro gran pastor, profeta y mártir Mons. Oscar Arnulfo Romero.

No puedo resumir lo que se dijo de cada uno de los homenajeados. Testimonios muy sentidos y vividos por quienes
lo expresaron. Lo que Sí quedó muy claro fue su opción de estar en medio del pueblo y ser parte del pueblo. En ese
caminar descubrieron mejor al Dios de la Vida en quien siempre han creído, pero que ahora lo experimentan de
manera novedosa en la vida diaria al lado del pueblo que sufre, y que sufriendo lucha y se mantiene firme en la
esperanza.

Después de los testimonios, novedosos por cierto, porque dijeron muchas cosas de ellos y de ella, que nos enseñó
mucho de la vida, de su caminar, los homenajeados recibieron un Diploma en nombre de todas las comunidades, de
hombres y mujeres llenas de gratitud y fortaleza, gracias al espíritu infundido por estos quijotes de la historia salva-
doreña.

Al recibir su Diploma de reconocimiento y agradecimiento, cada uno de ellos dijo algo que me impactó. Pedro de-
cía: “¿Quién soy yo o que sería yo sin Dios?, ¿Qué sería yo sin Mons. Romero?, ¿Qué sería yo, sin los mártires?,
¿Qué sería yo sin las comunidades?”. Se emocionó tanto Pedro, que a pesar de cansancio nos dio un hermoso testi-
monio. Pasó la Hermana Elena. Rogelio no pudo estar con nosotros ese día porque tenía compromisos en Perquín y
se disculpó de antemano. Pero la hermana Elena también dijo algo que me quedó muy grabado en la memoria:
“Aquí he encontrado al Dios de la Vida, porque aquí le encontrado sentido a mi vida, porque aquí está Dios”.
Tremenda y hermosa opción por la vida. Gracias hermana Elena por su testimonio y su presencia.

Tocó el turno a Miguel Cavada. ¡Qué alegría ver a Miguel después de dos años de no verle. Protegiendo su respira-
ción y su cabeza. Miguel ha estado padeciendo un cáncer. Se le ve muy debilitado por el tratamiento. Aún así hizo
una dinámica inolvidable, que hasta Mons. Urioste participó. Pero lo que me impresionó fue cuando parafraseando
uno de los salmos más hermosos de la Biblia, del tiempo del Exilio en Babilonia, cuando aquel pueblo decía: “Que
Se me pegue la lengua al paladar si me olvido de ti, Jerusalén”. Miguel dijo: “Que se me pegue la lengua al paladar
si mi olvido de Romero”, agregó: “Estoy en quimioterapia por mi cáncer, pero qué mejor quimioterapia la de estar
con ustedes”. Edificante a todas luces y llenas de mucha esperanza esas palabras de Miguel. Si bien ya no ejerce su
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sacerdocio ministerial, ejerce un sacerdocio como bautizado y va santificando y santificándose con este pueblo con
quien ha hecho una opción de vida. Gracias Miguel.

Le tocó el turno a Angel Arnaiz. Dominico español, pero muy salvadoreño y muy nicaragüense. El acompañó a los
refugiados salvadoreños en Nicaragua. Esto fue durante el conflicto armado aquí en El Salvador. Todo parecía
indicar que allá en Nicaragua había dado todo por este pueblo. Pero este pueblo, al regresar del exilio, como el pue-
blo de Israel, le dijo a Ángel si estaba dispuesto a venirse con ellos a El Salvador. Cosa que hizo sin ninguna duda,
consultando primero con su comunidad. Y aquí está, acompañando a su pueblo al que tanto ha querido. Algo muy
bello que dijo Ángel: Este pueblo me pidió que me viniera con ellos, pues he hecho lo que María, la madre de Jesús
en las bodas de Caná dijo a aquellos sirvientes al faltar el vino: “Hagan lo que él les diga”. Pues bien, decía Ángel,
yo he hecho lo que Dios me ha dicho a través de este pueblo.
Quisiera hacer la crónica de muchas más cosas que escuché y viví ese día tan hermoso del l6 de enero 2010. Me
quedé con el mal sabor de no poder terminar el día ahí en medio de la fiesta. Y queda incompleta esta impresión de
lo ahí viví. Tenía otro compromiso, a la una y media, en Zacatecoluca en un encuentro diocesano de laicos y laicas.
Guillermo Cuellar (Piquín) comenzaba la parte del Ofertorio, hablando de los cantos que ya son parte de la heren-
cia de este pueblo que lucha desde hace siglos y continua su lucha por una liberación que por momentos parecía
tardar años y años. Piquín le ha puesto alegría a estos anhelos de lucha y de una sociedad nueva, a través de sus
cantos.

Ahora, al ofrecer esta celebración todo parece indicar que la salvación y liberación ya están presentes, pero queda
el reto de seguir luchando para que esto, que viene de Dios y como respuesta de un pueblo lleno de fe y esperanza,
no se estanque sino que siga produciendo muchos más frutos.

Término diciendo, a manera de conclusión: he vivido ese momento como el acercarme a las brasas, que están
siempre encendidas, muy calientes y mucho Calor. Con poca ceniza, por los años, pero fue como volver a tocar las
brasas y con un poco de viento, las cenizas volaron, las llamas volvieron a encenderse y expandirse aún más. Como
la experiencia de Moisés en el Sinaí: que se acercó a la zarza que ardía sin consumirse y se encontró con el
Trascendente: “Yo soy el que siempre será”. Así son las Comunidades Eclesiales de Base, Dios presente en medio
de ellas, como zarzas que arden sin consumirse, liberándose de las cenizas mediante el compromiso de cada día,
dejándose abrazar por los mártires y el Señor Jesús, donde se tiene el encuentro con el Trascendente que nos renue-
va continuamente con su fuerza y su espíritu para que no nos detengamos en nuestro caminar.

Luis Alonso Coto Flores