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una profunda responsabilidad. S que todo es gracia, por eso mi unin con
Jess tiene que ser cada vez mayor, para nunca perder las races de la
vocacin. Les pido que recen para que siempre permanezca con los ojos fijos
en Jess.
Extracto de las palabras de agradecimiento del padre Ricardo, en la primera
Misa presidida el 25 de noviembre de 2013
Antes de comulgar solemos decir Yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastar para sanarme...
Si no somos dignos para recibirlo.... no se imaginan cunto menos digno
me siento yo ahora, que soy capaz de consagrar, que por su gracia puedo
absolver los pecados en sus nombres, que puedo ungir a los enfermos.
Por eso no puedo ms que agradecer infinitamente a Dios por su
llamada y su eleccin. Y le agradezco por esa palabra suya que basta para
sanarme; esa palabra es AMOR. Porque l me ama, todo lo dems cobra
sentido.
Agradezco a toda mi familia por estar y acompaarme en este tiempo
tan especial para m. Especialmente le agradezco a mi mam; siempre que
cuento mi relato vocacional suelo comenzar diciendo que si yo creo es porque
ella crey primero. Y si la nombro a mi mam, no puedo dejar nombrar a mi
pap, porque tal como una vez me escribi mi madre: cuando uno respira, el
otro tambin respira a la par... unidos en el amor. A Dios gracias por el pap
que me dio.
Agradezco tambin la presencia de tantos seres queridos. De tantos
amigos y amigas, ustedes, con su presencia, tambin son un gesto del amor
de Dos en mi vida. Gracias a la comunidad educativa y a las hermanas
Franciscanas Educacionistas de Cristo Rey. Gracias a mis queridos jvenes de
tantas instituciones y grupos aqu presentes. Por ustedes tambin ofrezco mi
ministerio.
Y entre estos amigos y hermanos de camino, un especial agradecimiento
a los seminaristas, diconos, religiosas y sacerdotes presentes. Por el nimo y
el soporte que muchas veces han sido para m. Me permito recordar hoy al
padre Alfredo y al padre Rodolfo. Saludo tambin a los neopresbteros: padre
Federico y padre Juan. Es un orgullo para m compartir con ustedes la
ordenacin y este tiempo de gracia.
Agradezco a las comunidades por las cuales transit y que me han
formado. Pero como no dejar de nombrar de un modo especial a esta
queridsima comunidad de san Jos de Pompeo y de la capilla de San
Cayetano, mi casa. Cuando en febrero de este ao el obispo me dijo que me
enviaba aqu, me alegr hasta las lgrimas, porque senta que volva a casa...