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Recordemos que en la oracin no debemos buscar que Dios cumpla nuestra voluntad,
si no conocer Su Voluntad y alinear la nuestra a la Suya. No olvidemos que Dios es
soberano y l sabe con precisin qu es lo que nosotros necesitamos, es por eso que
a veces la respuesta a nuestra oracin puede ser un si, un no, o un todava no.
7. EN LA TIERRA, COMO EN EL CIELO.
No hay duda de que la voluntad de Dios se hace en el cielo. En el cielo, los ngeles
obedecen a Dios sin cuestionarle. Sin embargo, en la tierra el hombre cuestiona todo.
An, algunos creyentes cuestionan las enseanzas ms simples de la Biblia,
aceptando unas, rechazando otras, etc. Otros, lo nico que buscan es que suceda su
voluntad y no la voluntad de Dios, siendo esta la causa de todos sus males.
De la nica manera que la voluntad de Dios sea hecha en el cielo como en la tierra, es
cuando comencemos a aceptar esta voluntad revelada en su Palabra y pongamos
nuestras ideas y conceptos a un lado, pues Sus pensamientos y caminos son ms
altos que nuestros pensamientos y caminos. Is. 55:8,9.
No permitas que tu propia y obstinada voluntad retrase los planes y propsitos de Dios
para tu vida, o en el peor de los casos, los anule. Un ejemplo de ello lo vemos en
Esa, quien por satisfacer sus propias necesidades, vendi su primogenitura y perdi
su derecho a la bendicin. Heb. 12:16. O en el caso de Sal, que por sus propios
deseos y ambiciones, fue desechado para que en su lugar, otro ocupara el trono de
Israel. 1 S. 15:23, 26.
Dios quiere establecer Su voluntad y propsitos en nuestra vida, en nuestra familia. l
quiere construir un futuro de bendicin para nosotros. Solo su Voluntad y su Palabra
traen refrigerio y paz a nuestro corazn.
La prxima semana, continuamos con este edificante tema