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Recomendaciones y mensajes clave para la salud mental de la

población

El terremoto vivido entre las regiones de Valparaíso y Araucanía, constituye


un hecho de primera prioridad para el accionar del sistema de Salud. Esto en
muchas ocasiones compromete la salud mental y física de las personas.

I.- PRINCIPALES EFECTOS DEL TERREMOTO EN LA SALUD MENTAL DE


LAS PERSONAS
Es normal que la exposición a este tipo eventos traumáticos produzca un mayor
nivel de tensión y angustia en las personas. Se ha demostrado, sin embargo, que
sólo algunos experimentan problemas más serios o duraderos.

¿QUE ES LO NORMAL?
Síntomas como el insomnio, la ansiedad, la tristeza, el estado de alerta,
dificultades para respirar, sensación de dolor en el pecho, las expresiones de
desesperación y los problemas del comportamiento deben interpretarse como
reacciones normales ante situaciones extremas.

Algunas de las manifestaciones que pueden observarse en personas


adultas:
Nerviosismo o ansiedad.
Culpar a los demás.
Tristeza y/o llanto.
Frustración.
Sentimiento de impotencia.
Pesadillas
Enojo y/o irritabilidad
Disminución de la capacidad de trabajo.
Recuerdos muy vívidos del evento.
Sentirse abrumado.

Algunas de las manifestaciones que puede observarse en niños:


Dolor de estómago Pesadillas y dificultad para dormir
Sobresalto frente a los ruidos
Conductas como volver a orinarse o hablar infantil.
Alteraciones de la concentración
Sentimientos de culpa
Llanto sin motivo
Recuerdos frecuentes del evento
Pasividad y miedos (por ejemplo, miedo de separación)
Enojo y/o irritabilidad.
Cuando se observa que las manifestaciones de las personas pueden causar
daño a sí mismo o a otros es importante pedir ayuda al personal de salud.

Algunas manifestaciones frente a las cuales es importante estar alerta y evaluar la


posibilidad de pedir ayuda al personal de salud son:
Crisis de miedo o pánico.
Ideas de suicidio
Uso excesivo de alcohol y/o drogas.
Manifestaciones de violencia contra otros o contra sí mismo

II.- MEDIDAS PREVENTIVAS:


Como respuesta a situaciones de estrés colectivo es necesario tener presente que
entre todos podemos cuidar de nosotros mismos, de nuestra familia y nuestra
comunidad.
La actitud y respuesta emocional de los padres, el personal de auxilio y cuidadores
y de los líderes de la comunidad, tienen una gran influencia sobre la capacidad
para reponerse y recuperarse de los niños y de las personas en general.
Se hace necesario reducir el sentimiento de aislamiento y la sensación de
desamparo, en especial en los niños.
Es importante mantenerse unidos con las personas cercanas. En caso de tener
que trasladarse o ir a un albergue no se separe de las personas con las que vive
habitualmente

III. RECOMENDACIONES BÁSICAS PARA CUIDAR DE SU SALUD MENTAL


• Es necesario fortalecer los mecanismos de ayuda mutua y autoayuda a nivel
familiar y comunitario (redes de apoyo social).

Para los afectados:


• Buscar compañía y hablar.
• Organizar el tiempo y mantenerse ocupado.
• Hacer cosas que lo hagan sentir bien, útil y solidario.
• Descansar lo suficiente.
• Disminuir la audición de noticias y evitar conversar todo el tiempo sobre la
emergencia.
• Conversar también sobre otros temas.

Para los familiares y amigos de los más afectados:


• Promover ayuda y solidaridad, así como fortalecer vínculos entre familiares y
amigos.
• Proveer información suficiente.
• Comprender y aceptar el enojo y otros sentimientos de los afectados.
• Evitar comparaciones sobre los daños sufridos
• En cambio, se puede expresar que lamenta lo sucedido y que lo entiende.
Para los niños:
- Promueva un ambiente de confianza y de diálogo donde los niños puedan
comentar y preguntar acerca de lo sucedido
- Explique la situación con palabras simples y claras.
- No les mienta ni invente cosas para dejarlos tranquilos.
- No haga promesas poco realistas, por ejemplo que no habrá otras réplicas.
- Acepte y no critique lo que los niños sienten y piensan.
- Si es posible, mantenga las costumbres habituales
- Evite la exposición exagerada a la TV y la radio, o conversaciones entre adultos.

ES IMPORTANTE SABER:
Después de los terremotos pueden presentarse réplicas. Es posible que en
estas ocasiones las personas reaccionen con mucho temor y actúen
impulsivamente.

Es importante conservar la calma y ayudar a quienes se encuentran más


nerviosos
Cuando se presentan desastres naturales algunas personas pueden
desarrollar reacciones inadecuadas y actuar de manera violenta asustando a sus
familias, vecinos y a la comunidad en general.

Es importante mantenerse junto a los más cercanas, evitar los


enfrentamientos con estas personas, mantener la calma y pedir ayuda a las
autoridades.
La desinformación y las informaciones falsas causan temor y confusión

Es importante no hacer caso a los rumores antes de confirmar la


información con los medios oficiales.

• Usted cree que necesita ayuda para proteger a su hijo(a).


• Si usted nota que su hijo(a) está muy diferente, muy agresivo, muy
Recomendaciones generales para padres, madres y
cuidadores de niños(as) para enfrentar la emergencia

Los terremotos producen mucho miedo y son especialmente


difíciles porque llegan sin anticipación, son seguidos de réplicas y
provocan daños.
Usted es la persona más importante en la vida de su hijo(a) y la más
apropiada para proteger, dar consuelo y ayudarle a sentirse mejor.
Una vez reestablecidas las condiciones básicas de seguridad (como tener
alimento, agua, ropa seca, un lugar seguro donde dormir) trate de
seguir estas sugerencias:

1. Mantenga la calma porque su hijo(a) se sentirá igual a como ve


que usted se siente.

2. Ante otras réplicas trate de no gritar, llorar, ni arrancar. Proteja a


su hijo(a) pero con control.

3. ¿Cómo hablar con los niños(as) acerca de lo sucedido?


• Pregúntele qué sabe y escuche con paciencia lo que tenga que decir.
Si no desea hablar, no lo presione.
• Dé una explicación real y simple. Diga “la tierra a veces se mueve
produciendo algunos daños,. Esto es algo que sucede en
Chile, pero pasa sólo cada varios años”.
• No les mienta, como por ejemplo decir que “esto no va a volver a
suceder”, ni asocie las causas del terremoto a seres, entes, animales o
cosas.
• Los niños(as) pequeños necesitan hablar poco, en corto tiempo, pero
más frecuentemente de lo que ha sucedido. Es bueno validar lo que los
niños(as) piensan y sienten. Hágales saber que sus preguntas o
comentarios son importantes.
• Ayúdelos(as) a expresarse. Hay niños(as) que no querrán hablar de lo
sucedido, pero pueden preferir expresarse a través de dibujos o juegos.
Los puede ayudar invitándolos a dibujar o hacer un relato de lo que
vivieron.
• Evite que vean televisión y escuchen las noticias de la radio y trate de
ser usted la fuente de información de sus hijos(as) o de mediar la
información que escuchan o ven de otras fuentes.

4. Dé consuelo efectivo. Los niños(as) pueden necesitar más consuelo


y usted es la mejor persona para darlo. Pase más tiempo con ellos(as),
déles más contacto físico (tóquelos, abrácelos, béselos) y juegue más
tiempo con ellos(as).

5. Vuelva a la rutina lo más pronto posible, haciendo las cosas que


normalmente se hacían antes del terremoto y trate de proveer espacios
de juego, dibujar, pintar, hacer actividad física o ir a la plaza.

6. La mayoría de los niños(as) se recuperan con su apoyo después de


las dos primeras semanas.

7. Recuerde que usted también está bajo tensión emocional. Cuídese


para así poder brindar el apoyo necesario a sus hijos(as).

8. Incorpórelos en ayudar a otros, por ejemplo colaborando en la


entrega de ropa y juguetes o alimentos no perecibles. Es bueno que los
niños y niñas sepan que hay muchas personas ayudando a quienes
fueron más afectados por el terremoto.

Algunas de las manifestaciones que pueden observarse en


personas adultas:
• Nerviosismo o ansiedad
• Culpar a los demás
• Tristeza y/o llanto
• Frustración y/o sentimiento de impotencia
• Pesadillas
• Enojo y/o irritabilidad
• Disminución de la capacidad de trabajo
• Recuerdos muy vívidos del evento
• Sentirse abrumado

Recuerde que es normal que tanto los adultos como los


niños(as) sufran algunas alteraciones tras un evento de esta
naturaleza. Poco a poco estos síntomas irán desapareciendo.

Algunas de las manifestaciones que puede observarse en


niños(as):
• Dolor de estómago
• Pesadillas y dificultad para dormir
• Sobresalto frente a los ruidos
• Conductas como volver a orinarse o hablar infantil
• Alteraciones de la concentración
• Sentimientos de culpa
• Llanto sin motivo
• Recuerdos frecuentes del evento
• Pasividad y miedos (por ejemplo, miedo de separación)
• Enojo y/o irritabilidad

Recomendaciones que permitan identificar e intervenir ante


reacciones No patológicas por eventos traumáticos en personas
adultas

1. Manifestaciones esperables que pueden observarse en personas adultas:

Nerviosismo o ansiedad.
Inseguridad.
Tristeza y/o llanto.
Necesidad de estar solo.
Culpabilidad por haber sobrevivido.
Crisis de miedo o pánico.
Ideas de suicidio.
Disminución en la resistencia física.
Fatiga.
Problemas para dormir o descansar.
Dificultades para retornar al nivel normal de actividad.
Confusión para pensar y/o problemas de concentración.
Sentirse frío emocionalmente.
Problemas de memoria.
Sentirse abrumado.
Disminución de la higiene personal.
Intensa preocupación por otros.
Cambio en los hábitos alimenticios.
Náuseas.
Pérdida de confianza en uno mismo.
Dolores de pecho o cabeza.
Recuerdos muy vivos del evento.
Temblores musculares.
Culpar a los demás.
Dificultad para respirar.
Frustración.
Palpitaciones o taquicardia.
Desorientación en tiempo o lugar.
Aumento de la presión sanguínea.
Sentimiento de impotencia.
Uso excesivo de alcohol y/o drogas.
Problemas en el trabajo y/o familia.
Enojo y/o irritabilidad.
2. Recomendaciones para la intervención de personas afectadas:

En base al modelo “SAFER”2, de Primeros Auxilios Emocionales, rescatamos las


siguientes indicaciones: El objetivo es ayudar a la persona a entender lo que sucedió.

− Trate de calmar a la persona que cayó en la situación.


− Asegúrese que la persona está fuera de peligro.
− Demostrar calma, seguridad, confianza.
− Realizar una primera evaluación del estado de salud mental de la persona.
− Ayude a la persona a reconocer la crisis o el incidente.
− Establezca rapport (buena relación) y sensación de seguridad.
− Reúna los hechos y estimule a la persona para que narre los eventos.
− Explique que los síntomas que tiene la persona son un mecanismo de defensa y
supervivencia.
− Ayude a que la persona vea y entienda los síntomas como una reacción normal a
una situación anormal.
− Ayudar a la persona a reconocer estrategias que le permitan reducir el estrés o la
sensación de angustia
− Elabore un plan que se pueda implementar inmediatamente (ej. Primero vamos a
hacer esto, luego esto… y finalmente esto…)
− Ayuda a la persona a que utilice lo recursos disponibles (ej. Hay algún familiar o
amigo que pueda ayudarle ahora?.

En base al modelo de OPS: “Protección de la salud mental en situaciones de desastres y


emergencias”

Para los afectados:


• Buscar compañía y hablar. Compartir sentimientos y pensamientos con otros.
• Escuchar y ayudar a sus compañeros.
• Permitirse sentirse mal, deprimido o indiferente.
• Realizar ejercicios físicos suaves, alternados con relajación.
• Estructurar el tiempo y mantenerse ocupado.
• No evadir el dolor o sufrimiento con el uso de drogas o alcohol.
• Tratar de mantener un itinerario de vida lo más normal posible.
• Hacer cosas que lo hagan sentir bien, útil y solidario.
• Tomar pequeñas decisiones cotidianas.
• Descansar lo suficiente.
• Intentar, dentro de lo posible, comer bien y regularmente.
• Saber que los sueños y pensamientos recurrentes acerca del evento traumático son
normales y deben ser compartidos

Para los familiares y amigos de los más afectados:


• Escucharlos detenidamente y acompañarlos.
• Promover ayuda y solidaridad, así como fortalecer vínculos entre familiares y
amigos.
• Proveer información suficiente.
• Estimularlos a participar en las tareas de la vida cotidiana.
• Comprender y aceptar el enojo y otros sentimientos de los afectados.
ORIENTACIONES PARA LOS EQUIPOS DE SALUD QUE
PROVEEN AUXILIO Y
CUIDADOS.
1. Alerta sobre los signos de estrés
El personal que provee auxilio o cuidados necesita que se les recuerde el estrés que
normalmente les puede afectar.

a) Reacciones comunes físicas y conductuales:


Fatiga, pérdida de apetito, dificultad para quedarse dormido, inquietud motora,
cefaleas, cambios en el sueño, aumento de la presión arterial, cambios en los hábitos
de alimentación, mayor susceptibilidad a resfríos e infecciones, cambios en la libido,
cambios en los hábitos de fumar y en el consumo de alcohol y psicofármacos.

b) Reacciones emocionales comunes:


Sentimientos de desamparo, estar sobrepasado, inadecuación, fragilidad,
vulnerabilidad, incapacidad de enfrentar o continuar, aislamiento, estar al límite.
Cambios de ánimo, disminución de la motivación, llanto más frecuente y menos
controlable. Cambios en los patrones de comunicación, de relaciones interpersonales,
aislamiento.

c) Reacciones cognitivas habituales:


Confusión, dificultad para tomar decisiones, para resolver problemas, para
concentrarse o poner atención. Vacíos de memoria, sentimientos ambiguos,
cuestionamientos acerca de porqué suceden cosas en un mundo que se supone
debiera ser seguro.

2. Actitudes y actividades que alivian el estrés.


Los cuidadores no son inmunes a las reacciones anteriores, porque son respuestas
humanas normales a circunstancias de estrés.
Si bien no siempre es posible prevenir los estresores, sí es posible incrementar la
resistencia a ellos, cuidando de sí mismos, estableciendo el propio ritmo, conociendo
los propios límites.
Dé una caminata de 15 minutos, durante el espacio del almuerzo o de un recreo.
Encuentre otras oportunidades para estar activo físicamente.
Coma lento y degustando. Evite exceso de cafeína y de alcohol. Beba mucha agua
y jugos de frutas.
Conozca y respete sus límites. Si se siente muy cansado y necesita tiempo para
hacer un alto, tómeselo. Respete los tiempos establecidos para recreos y descansos.
Invierta tiempo para estar con la familia y amistades. Converse con ellos.
Escúchelos y sea receptivo si ellos se preocupan de su salud y bienestar.
En la medida de lo posible, continúe participando en actividades sociales y
recreativas previas.
Descanse. Si tiene dificultades para dormir, levántese y haga algo relajante y
placentero.
Esté atento a cambios en sus hábitos, actitudes y ánimo.
Comparta con sus colegas sus propias reacciones y asuntos. No vacile en pedir
ayuda o consejo. Establezca momentos que permitan la descompresión de los
equipos.
Trate de lograr un balance entre las demandas del trabajo en la emergencia y las
necesidades de la propia familia.
Evaluar la factibilidad de permuta o intercambio en los espacios habituales de
trabajo con el objeto de favorecer la cercanía alas personas más significativas.
Recomendaciones para enfrentar el tema de la muerte
de un ser querido o una
Pérdida importante con un niño o niña

El país se ha visto impactado por la pérdida de vidas y pertenencias


debido al terremoto. El soporte emocional que padres, madres,
profesionales o cuidadores puedan ofrecer a los niños(as) para ayudar a
enfrentar la pérdida y facilitar el proceso de recuperación es muy
importante.
Es vital comprender que una pérdida no es sólo de un pariente cercano,
sino que muchos niños(as) han perdido sus casas, sus escuelas, el
barrio donde vivían, incluso sus juguetes y sus mascotas. Todos estos
eventos conllevan un duelo que debe ser apoyado. Aquí algunas
sugerencias para los adultos:
La conversación con los niños(as) acerca de una pérdida o la muerte
debe considerar su nivel de desarrollo, edad, respetar su cultura y
respetar su manera particular de entender la situación.
Los niños(as) están atentos a las reacciones emocionales de otros
adultos, a cómo ellos actúan y manejan la situación, imitándolos.
Al momento de hablar con un niño(a):

• Mantenga la calma y la tranquilidad.


• Háblele de manera sencilla y sin rodeos, pero con un lenguaje que
pueda entender.
• No lo presione, permita que el niño(a) le guíe en sus necesidades de
información y clarificación.
• Responda a las preguntas que realice y al ritmo que el o ella
establezca.
No lo agobie con explicaciones complejas.
• Dígale que es normal que sienta tristeza, pena, o que extrañe y desee
ver al ser querido que ha muerto.
• No obligue a un niño(a) asustado a ir a un velorio, funeral o ver al ser
querido fallecido.
• Facilite un vínculo espiritual en el tiempo, honrando a la persona de
alguna manera, evocando su recuerdo o rezando, si es que son
creyentes.
• Facilite la expresión de las emociones, dándole a entender que si lo
desea puede recordar en todo momento al ser querido. Puede ser útil el
escribir una carta o el hacer un dibujo para la persona querida que ha
fallecido en cuenta
, y que va a volver en algún momento.
, y que va a volver en algún momento.
Los niños(as) pueden reaccionar de maneras muy diferentes ante la
pérdida de un ser querido:
• Pueden sentir angustia, que se refleja en el miedo a perder a otros
seres queridos y en la necesidad de estar cerca de sus padres o
cuidadores.
El país se ha visto impactado por la pérdida de vidas y pertenencias
debido al terremoto. El soporte emocional que padres, madres,
profesionales o cuidadores puedan ofrecer a los niños(as) para ayudar a
enfrentar la pérdida y facilitar el proceso de recuperación es muy
importante.
Es vital comprender que una pérdida no es sólo de un pariente cercano,
sino que muchos niños(as) han perdido sus casas, sus escuelas, el
barrio donde vivían, incluso sus juguetes y sus mascotas. Todos estos
eventos conllevan un duelo que debe ser apoyado. Aquí algunas
sugerencias para los adultos:

La conversación con los niños(as) acerca de una pérdida o la muerte


debe considerar su nivel de desarrollo, edad, respetar su cultura y
respetar su manera particular de entender la situación.
Los niños(as) están atentos a las reacciones emocionales de otros
adultos, a cómo ellos actúan y manejan la situación, imitándolos.

Al momento de hablar con un niño(a):


• Mantenga la calma y la tranquilidad.
• Háblele de manera sencilla y sin rodeos, pero con un lenguaje que
pueda entender.
• No lo presione, permita que el niño(a) le guíe en sus necesidades de
información y clarificación.
• Responda a las preguntas que realice y al ritmo que el o ella
establezca.
No lo agobie con explicaciones complejas.
• Dígale que es normal que sienta tristeza, pena, o que extrañe y desee
ver al ser querido que ha muerto.
• No obligue a un niño(a) asustado a ir a un velorio, funeral o ver al ser
querido fallecido.
• Facilite un vínculo espiritual en el tiempo, honrando a la persona de
alguna manera, evocando su recuerdo o rezando, si es que son
creyentes.
• Facilite la expresión de las emociones, dándole a entender que si lo
desea puede recordar en todo momento al ser querido. Puede ser útil el
escribir una carta o el hacer un dibujo para la persona querida que ha
fallecido.
En la medida en que un adulto acompañe al niño(a), ya sea
respondiendo las preguntas que pueda tener sobre la muerte así como
conteniéndolo, podrá incorporar la experiencia de la muerte como un
elemento que es parte de la vida, y no como un terror sin nombre que
pudiera desorganizarlo.

Considere que:
• Los niños(as) pequeños necesitan hablar poco, en corto tiempo, pero
más frecuentemente de lo que ha sucedido. Repiten una y otra vez lo
que les preocupa. Es bueno validar lo que los niños(as) piensan y
sienten.
Hágales saber que sus preguntas o comentarios son importantes.

• Ayúdelos(as) a expresarse. Hay niños(as) que no querrán hablar de lo


sucedido, pero pueden optar por comunicarse a través de dibujos o
juegos. Los puede ayudar invitándolos a dibujar o a hacer un relato de
lo que vivieron.
Recuerde que es normal que un niño o niña sufra algunas alteraciones
tras un evento de esta naturaleza, tales como:

• Dolor de estómago
• Pesadillas y dificultad para dormir
• Sobresalto frente a los ruidos
• Conductas como volver a orinarse o hablar infantil
• Alteraciones de la concentración
• Sentimientos de culpa
• Llanto sin motivo
• Recuerdos frecuentes del evento
• Pasividad y miedos (por ejemplo, miedo de separación)
• Enojo y/o irritabilidad

Estas expresiones debieran ir disminuyendo con el pasar de las


semanas.
Si usted nota que un niño(a) mantiene o agrava este comportamiento, o
puede atentar directamente contra su salud (como autoagredirse, dejar
de comer o dormir por varios días), es importante solicitar ayuda a
algún especialista de la red de salud.

• Pueden sentir culpa, al pensar que están involucrados en la muerte del


ser querido, o que algo que ellos hicieron (portarse mal, malas notas en
el colegio, pataletas, etc.) pudiera haber provocado su partida.
• También pueden negar la muerte y actuar como si no hubiera
sucedido.
• Pueden sentir mucha rabia, mostrarse irritables, expresar su dolor a
través de rabietas o conductas agresivas.
• Pueden sobreadaptarse a la situación, tratando de ser quienes
consuelan a los demás por la pérdida, sin tener el espacio para ellos
mismos, vivirla y elaborarla.

Para más recomendaciones puede usted llamar en


forma gratuita, desde cualquier parte del país, al
FONOINFANCIA al 800-200-818,
donde un grupo de psicólogos podrá orientarlo mejor.

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