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“Año De La Consolidación Económica Y Social Del Perú”

UNIVERSIDAD NACIONAL
"SAN LUIS GONZAGA" DE ICA

FACULTAD DE
TEMA
entropia en el calentamiento global,contamnmacion
atmosferica en la region ica

CURSO : termodinámica I

DOCENTE : ROSALIO CUSI PALOMINO

ALUMNO : TELLO QUITO DANIEL

Ciclo : 6to

Sección : “A”

Ica – Perú
2010
Introducción
Nuestro planeta es perfecta para la vida. Ni demasiada fría,
como Venus, ni demasiada caliente, como Marte. Gracias a
estas condiciones, la vida se extiende por todos sitios.
La Tierra recibe el calor del Sol. Algunos gases de la
atmósfera la retienen i evitan que parte de este calor se
escape de retorno al espacio.
Hoy día esta situación de equilibrio delicado esta en peligro
a causa de la contaminación de la atmósfera, que provoca
que los gases retengan mucho calor cerca de la superficie.
Las temperaturas de todo el planeta han aumentado en el
último siglo y esto podría provocar un cambio climático a
nivel mundial.
El aumento del nivel del mar y otros cambios en el medio
ambiente representan una amenaza para todos los seres
vivos.
El termino efecto invernadero hace referencia al fenómeno
por el cual la Tierra se mantiene caliente y también al
calentamiento general del planeta. Para mantener las
condiciones ambientales óptimas para la vida es
indispensable que entendamos las relaciones complejas
que se establecen entre la Tierra y la atmósfera. El calor del
Sol. Algunos gases de la atmósfera la retienen i evitan que
parte de este calor se escape de retorno al espacio.

Hoy día esta situación de equilibrio delicado esta en peligro


a causa de la contaminación de la atmósfera, que provoca
que los gases retengan mucho calor cerca de la superficie.
Resumen

El calentamiento global es un proceso causado por la actividad


humana, cuya acción estaría cambiando aspectos importantes del
ambiente. Con el fin de detenerlo, desde hoy entra en vigencia el
Protocolo de Kyoto.

Y aunque algunos expertos consideran que la teoría del


calentamiento global no está probada al 100 por ciento, la principal
evidencia que abona la tesis acerca de la responsabilidad humana
en el calentamiento del planeta tiene, que ver con el incremento de
temperaturas que se viene registrando desde el inicio de la
Revolución Industrial.

A algunos científicos y ecologistas lo que les preocupa son los


efectos futuros de esta tendencia. "Debido a la cantidad de gases
que ya se han emitido asegura un informe de Greenpeace, en las
próximas décadas enfrentaremos un aumento ya inevitable en la
temperatura promedio global de entre 1.2 y 1.3° C". Las
estimaciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático
(IPCC por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas avalan una
proyección todavía más dramática: para el año 2100, el aumento
sería de entre 1.4 y 5.8°C.

El calentamiento global es producido "por la liberación hacia la


atmósfera de los denominados gases con efecto invernadero (GEI),
que tienen la propiedad de retener el calor que emite la superficie
terrestre, impidiéndole enfriarse en la medida que sería necesario
para conservar el equilibrio térmico de ésta, determinando la
producción de un lento pero continuo incremento de la temperatura
del planeta".

Estos gases de invernadero (continúa) son de distinta naturaleza y


provienen de distintas fuentes. "El más importante es el dióxido de
carbono [CO2], producido por la combustión de los hidrocarburos
(nafta, gasoil, fuel oil, entre otros) y del carbón mineral, que
constituyen las principales fuentes de energía que emplea el
hombre".

Los grupos ecologistas, que han sido los que de forma más
vehemente han hecho bandera de esta causa, señalan que el
fenómeno está relacionado con un amplio catálogo de eventos
extraordinarios, como el progresivo derretimiento de los glaciares, el
aumento del nivel del mar y el incremento anormal de las
precipitaciones. Aseguran además que el calentamiento también
estaría causando muchas de las catástrofes que cada vez con
mayor frecuencia azotan el globo: huracanes, inundaciones,
tornados? Respecto de si existe una relación entre calentamiento
global y cambio climático, Mariana Walter, responsable de la
Campaña de Energía de Greenpeace Argentina, afirma: "Cuando
uno observa cuáles han sido las tendencias de emisión de gases
GEI y el aumento de las temperaturas, aunque no es una
demostración científica per se, es claro que existe una relación?".
Una opinión que concuerda con la del doctor Geoff Jenkins, de la
Universidad de Exeter (Reino Unido), quien durante un encuentro
entre meteorólogos realizado en Barcelona, con motivo del Fórum
de las Culturas 2004, dijo que "la mayor parte del calentamiento de
los últimos 40 años se debe a la actividad humana".

Objetivo

-Dar a conocer el problema del calentamiento global.

-Nuestros objetivo general pretende difundir información clara y concisa a cerca


del calentamiento global, buscando que exita un conocimiento profudo, para
promover asi la concientización de las personas.
- Establecer causas y consecuencias del calentamiento global.

-Establecer diferencias y semejanzas entre calentamiento global y efecto


invernadero

Nuestro planeta

La Tierra es como una isla de vida en medio del espacio vacío. Los científicos

no creen que exista vida en otro punto del sistema solar. En cambio, las

condiciones de nuestro país son perfectas. No le falta ni aire ni agua y el Sol


nos proporciona luz y calor.

Nuestro planeta esta rodeado por la atmósfera. Se trata de una fina capa de

gases (principalmente de oxigeno y nitrógeno) que se extiende hasta unos 700

km. por sobre de la superficie terrestre. Es en la atmósfera, que mantiene el

planeta caliente donde se producen todos los fenómenos climatológicos. Esta

capa contiene también otros elementos químicos: nitrógeno, carbono y sobre,

transferido constantemente a la Tierra y aprovechados por los seres vivos.

Las temperaturas de nuestro planeta son las mas adecuadas para que los

animales y las plantas sobrevivan y se reproduzcan. Las temperaturas varían

según la zona de la Tierra, des del frío de los casquetes polares hasta el calor

extremo de la selva tropical y el desierto. Pero los seres vivos se han adaptado

a todas las condiciones ambientales y podemos encontrar vida casi a todo el

planeta.

Des del espacio se pueden ver los indicios del clima de la Tierra. La rotación

del planeta y las diferencias de temperatura provocan movimientos de aire

sobre la superficie terrestre. Así se forman el viento, las nubes y la lluvia. Las

nubes transportan las lluvias que llenan los ríos y los lagos. La temperatura del

planeta hace que el agua se mantenga en estado liquido. Si hiciera demasiado

frío, el agua se helaría y si hiciera demasiado calor, se transformaría en vapor

de agua.

La capa de ozono

EL ozono es un gas cuyas moléculas están formadas por tres átomos de

oxígeno, uno más que las moléculas de oxígeno que respiramos. La capa de
ozono se fue engrosando a medida que fue aumentando la cantidad de

oxígeno. Esto es así porque su formación se debe a reacciones químicas entre

el oxígeno y los rayos ultravioletas.

En la atmósfera, el ozono se concentra en un estrecha franja de la estratosfera,

entre los 20 y 40 kilómetros de altura, formando la llamada capa de ozono, un

elemento decisivo para la vida en el planeta. En efecto, la capa de ozono es

para los seres vivos como un paraguas protector frente a los peligrosísimos

rayos ultravioletas. Si estas radiaciones alcanzaran la superficie terrestre sin

pasar por el filtro del ozono, causarían entre otros muchos efectos dañinos, la

destrucción del fitoplacton, base de todas las cadenas alimentarias del océano,

por lo que peligrarían todos los organismos marinos; en el hombre, la radiación

ultravioleta causaría un debilitamiento general del sistema inmunológico,

importantes daños en la vista, y un aumento de casos de cáncer de piel.

En 1974, dos científicos estadounidenses Sherwood Rowland y Mario Molina

descubrieron que los CFC, sustancias muy utilizadas en la industria, destruyen

el ozono.

Rowland y Molina fueron atacados por las empresas productoras, pero pocos

años después se detectó que con la llegada de la primavera, el espesor de la

capa de ozono sobre la Antártida era anormalmente delgado y se comprobó

que la causa era el uso de CFC. En 1987, 40 países industrializados pactaron

En Montreal la reducción de la producción de CFC en un 50% en el año 2000.

En 1990 la Argentina firmó el protocolo.


La entropía en el ambiente

La entropía es la medida que dice de hasta que punto la energía disponible en


cualquier sistema está cambiando a una formas no utilizables. La ley de la
Entropía, afirma que materia y energía solo pueden cambiar en un sentido, a
saber, de utilizable a inutilizable, o de disponible a no disponible, de ordenada a
desordenada.

Según la ley de la Entropía, cada vez que crea una apariencia de orden en
cualquier parte de la tierra o del universo, esto sucede a costa de crear un
desorden aún mayor el ambiente circundante. Destruye la idea de que ciencia y
tecnología crean un mundo mas ordenado, nos dice que la historia no se
concibe como un avance acumulativo hacia la perfección, sino como un ciclo
constantemente repetido que va del orden al caos.

La ley de la Entropía en el ámbito social explica como los habitantes modernos


hemos estado llevando el planeta a un estado de caos con la bandera del
progreso y desarrollo. Una explicación a esto se debe a que gran parte de la
energía que ha sido utilizada de la tierra no es ocupada adecuadamente, por
los principios de la ley, ésta solo puede ser utilizada una sola vez y debido a
este efecto vemos que toda la energía no utilizable es la que se encuentra
generando los problemas ambientales.

La entropía que no se puede dejar de analizar y de utilizar para el


planteamiento de soluciones a los problemas energéticos del mundo; de donde
ésta debe aplicarse a la tendencia al calentamiento global el cual se presenta
como una segunda fase de una crisis energética que amenaza la propia
existencia de la civilización industrial. Por lo que, una visión entropica del
favorece una ciencia empírica basada en el restablecimiento de un sentido de
relación y participación con el planeta, frente a la ciencia más convencional que
fomenta una explotación indiferente de la naturaleza y el medio ambiente.

Para desarrollar una cultura entropía será necesario diseñar herramientas y


tecnologías que favorezcan el mantenimiento y la durabilidad a largo plazo
que contraponga la hipereficacia a corto plazo y la utilidad momentánea y debe
reconocer que toda actividad económica no es más que una extensión más del
medio ambiente.

El paradigma entrópico se basa en una nueva visión del planeta en tanto que
organismo único, cuyas innumerables relaciones han de ser respetadas y
defendidas.
Efecto invernadero

La atmósfera de la Tierra está compuesta de muchos gases. Los más

abundantes son el nitrógeno y el oxígeno (este último es el que necesitamos

para respirar). El resto, menos de una centésima parte, son gases llamados "de
invernadero". No los podemos ver ni oler, pero están allí. Algunos de ellos son

el dióxido de carbono, el metano y el dióxido de nitrógeno.

En pequeñas concentraciones, los gases de invernadero son vitales para

nuestra supervivencia. Cuando la luz solar llega a la Tierra, un poco de esta

energía se refleja en las nubes; el resto atraviesa la atmósfera y llega al suelo.

Gracias a esta energía, por ejemplo, las plantas pueden crecer y desarrollarse.

Pero no toda la energía del Sol es aprovechada en la Tierra; una parte es

"devuelta" al espacio. Como la Tierra es mucho más fría que el Sol, no puede

devolver la energía en forma de luz y calor. Por eso la envía de una manera

diferente, llamada "infrarroja". Un ejemplo de energía infrarroja es el calor que

Emana de una estufa eléctrica antes de que las barras comiencen a ponerse rojas.

Los gases de invernadero absorben esta energía infrarroja como una esponja,

calentando tanto la superficie de la Tierra como el aire que la rodea. Si no


Existieran los gases de invernadero, el planeta sería ¡cerca de 30 grados más

frío de lo que es ahora! En esas condiciones, probablemente la vida nunca

Hubiera Podido desarrollarse. Esto es lo que sucede, por ejemplo, en Marte.

En el pasado, la Tierra paso diversos periodos glaciales. Hoy día quedan pocas

zonas cubiertas de hielo. Pero la temperatura mediana actual es solo 4 ºC

superior a la del ultimo periodo glacial, hace 18000 años.

Marte tiene casi el mismo tamaño de la Tierra, y está a una distancia del Sol

muy similar, pero es tan frío que no existe agua líquida (sólo hay hielo), ni se ha

descubierto vida de ningún tipo. Esto es porque su atmósfera es mucho más

delgada y casi no tiene gases de invernadero. Por otro lado, Venus tiene una

atmósfera muy espesa, compuesta casi en su totalidad por gases de

invernadero. ¿El resultado? Su superficie es 500ºC más caliente de lo que

sería sin esos gases.

Por lo tanto, es una suerte que nuestro planeta tenga la cantidad apropiada de

gases de invernadero.

El efecto de calentamiento que producen los gases se llama efecto

invernadero: la energía del Sol queda atrapada por los gases, del mismo modo

en que el calor queda atrapado detrás de los vidrios de un invernadero.

En el Sol se producen una serie de reacciones nucleares que tienen como

consecuencia la emisión de cantidades enormes de energía. Una parte muy

Pequeña de esta energía llega a la Tierra, y participa en una serie de procesos

físicos y químicos esenciales para la vida.

Prácticamente toda la energía que nos llega del Sol está constituida por
radiación infrarroja, ultravioleta y luz visible. Mientras que la atmósfera absorbe

la radiación infrarroja y ultravioleta, la luz visible llega a la superficie de la

Tierra. Una parte muy pequeña de esta energía que nos llega en forma de luz

visible es utilizada por las plantas verdes para producir hidratos de carbono, en

un proceso químico conocido con el nombre de fotosíntesis. En este proceso,

las plantas utilizan anhídrido carbónico y luz para producir hidratos de carbono

(nuevos alimentos) y oxígeno. En consecuencia, las plantas verdes juegan un

papel fundamental para la vida, ya que no sólo son la base de cualquier cadena

alimenticia, al ser generadoras de alimentos sino que, además, constituyen el

único aporte de oxígeno a la atmósfera.

En la fotosíntesis participa únicamente una cantidad muy pequeña de la

energía que nos llega en forma de luz visible. El resto de esta energía es

absorbida por la superficie de la Tierra que, a su vez, emite gran parte de ella

como radiación infrarroja. Esta radiación infrarroja es absorbida por algunos de

los componentes de la atmósfera (los mismos que absorben la radiación

infrarroja que proviene del Sol) que, a su vez, la remiten de nuevo hacia la

Tierra. El resultado de todo esto es que hay una gran cantidad de energía

circulando entre la superficie de la Tierra y la atmósfera, y esto provoca un

calentamiento de la misma. Así, se ha estimado que, si no existiera este

fenómeno, conocido con el nombre de efecto invernadero, la temperatura de la

superficie de la Tierra sería de unos veinte grados bajo cero. Entre los

componentes de la atmósfera implicados en este fenómeno, los más

importantes son el anhídrido carbónico y el vapor de agua (la humedad), que


actúan como un filtro en una dirección, es decir, dejan pasar energía, en forma

de luz visible, hacia la Tierra, mientras que no permiten que la Tierra emita

energía al espacio exterior en forma de radiación infrarroja.

A partir de la celebración, hace algo más de un año, de la Cumbre para la

Tierra, empezaron a aparecer, con mayor frecuencia que la habitual en los

medios de comunicación, noticias relacionadas con el efecto invernadero. El

tema principal abordado en estas noticias es el cambio climático. Desde hace

algunas décadas, los científicos han alertado sobre los desequilibrios

medioambientales que están provocando las actividades humanas, así como

de las consecuencias previsibles de éstos.

En lo que respecta al efecto invernadero, se está produciendo un incremento

espectacular del contenido en anhídrido carbónico en la atmósfera a causa de

la quema indiscriminada de combustibles fósiles, como el carbón y la gasolina,

y de la destrucción de los bosques tropicales. Así, desde el comienzo de la

Revolución Industrial, el contenido en anhídrido carbónico de la atmósfera se

ha incrementado aproximadamente en un 20 %. La consecuencia previsible de

esto es el aumento de la temperatura media de la superficie de la Tierra, con

un cambio global del clima que afectará tanto a las plantas verdes como a los

animales. Las previsiones más catastrofistas aseguran que incluso se producirá

una fusión parcial del hielo que cubre permanentemente los Polos, con lo que

muchas zonas costeras podrían quedar sumergidas bajo las aguas. Sin

embargo, el efecto invernadero es un fenómeno muy complejo, en el que


intervienen un gran número de factores, y resulta difícil evaluar tanto el

previsible aumento en la temperatura media de la Tierra, como los efectos de

éste sobre el clima.

Aún cuando no es posible cuantificar las consecuencias de éste fenómeno, la

actitud más sensata es la prevención. El obtener un mayor rendimiento de la

energía, así como el utilizar energías renovables, produciría una disminución

del consumo de combustibles fósiles y, por lo tanto, de nuestro aporte de

anhídrido carbónico a la atmósfera. Esta prevención también incluiría la

reforestación, con el fin de aumentar los medios naturales de eliminación de

anhídrido carbónico. En cualquier caso, lo importante es ser conscientes de

cómo, en muchas ocasiones, nuestras acciones individuales tienen influencia

tanto sobre la atmósfera como sobre la habitabilidad del planeta.

El efecto invernadero natural


Los gases de efecto invernadero absorben la radiación infrarroja emitida por la
superficie de la Tierra, por la propia atmósfera debido a la presencia tales
gases, y por las nubes. La atmósfera emite radiaciones en todas la direcciones,
incluso hacia la superficie de la Tierra. De esta forma los gases de efecto
invernadero retienen el calor dentro del sistema troposfera-superficie. A ésto se
le llama efecto invernadero natural.

La radiación atmosférica está estrechamente vinculada a la temperatura de la


altitud a la cual se emite. En la troposfera, la temperatura por lo general
disminuye con la altitud. En efecto, la radiación infrarroja emitida hacia el
espacio se origina a una altitud a la cual la temperatura promedio es de -19°C,
la cual está en equilibrio con la radiación solar incidente neta, mientras que la
superficie de la Tierra se mantiene a una temperatura mucho más elevada, de
+14°C de media.

El efecto invernadero acentuado

Un aumento en la concentración de los gases de efecto invernadero implica


una mayor opacidad de la atmósfera a la radiación infrarroja y, por
consiguiente, una radiación efectiva hacia el espacio desde una altitud mayor, a
una temperatura más baja. Ésto resulta en un forzamiento radiativo, un
desequilibrio que sólo puede ser compensado con un aumento de la
temperatura del sistema superficie-troposfera. A ésto se le llama efecto
invernadero acentuado.

Gases de efecto invernadero


El gas que contienen las pantallas planas de televisión contribuye a la
contaminación atmosférica y el calentamiento global, según denuncia un
científico de la Universidad de California.

Algunos de los gases que los plasmas contienen, como el trifluoruro de


nitrógeno (NF3), son alrededor de 17.000 veces más poderosos que el dióxido
de carbono (CO2) en lo que a impacto ambiental respecta, afirma el profesor
Michael Prather en un informe publicado por la revista 'New Scientist'. El
experto explica que es necesario medir las emisiones de gases no incluidos en
el Protocolo de Kioto sobre cambio climático, tales como el NF3, que al
momento de la firma del protocolo era mínima. Se calcula que solo en este año
se producirán 4.000 toneladas de NF3 y que es probable que esa cantidad se
duplique en 2009. Este gas se está produciendo en grandes cantidades y no
solo no está en el Protocolo de Kioto sino que ni siquiera hay reglamentación
sobre su uso. Las emisiones de las plantas de energía a carbón palidecen
frente a las de gas para las pantallas de televisión, declara Prather, a lo que
agrega que "no sabemos cuánto de ese gas está escapando y filtrándose en la
atmósfera".

DIOXIDO DE CARBONO (C02)


La principal fuente de emisión de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera es la
quema de combustibles fósiles y biomasa (gas natural, petróleo, combustibles,
leña) en procesos industriales, transporte, y actividades domiciliarias (cocina y
calefacción). Los incendios forestales y de pastizales constituyen también una
fuente importante de CO2 atmosférico. La concentración del CO2 atmosférico
subió desde 280 ppm en el periodo 1000 - 1750, a 368 ppm en el año 2000, lo
que representa un incremento porcentual de 31%. Se estima que la
concentración actual es mayor que ocurrida durante cualquier periodo en los
últimos 420.000 años, y es muy probable que también sea el máximo de los
últimos 20 millones de años.

Cabe hacer presente que el carbono en la atmósfera en la forma de CO2


constituye una porción muy pequeña del total de este elemento en el sistema
climático. La figura muestra los principales reservorios de carbono en el
sistema y los flujos anuales que entre ellos ocurren. El carbono contenido en la
atmósfera se estima en 730 PgC mientras que el CO2 disuelto en los océanos
es del orden de 38.000 PgC. Por otra parte, en el sistema terrestre se estima
que existen unos 500 PgC en las plantas, y que son fijados en la forma de
carbohidratos en el proceso de fotosíntesis, y otros 1.500 PgC en materia
orgánica en diferente estado de descomposición. Eventualmente todo el
carbono transferido desde la atmósfera a la biosfera es devuelto a ella en la
forma de CO2 que se libera en procesos de descomposición de la materia
vegetal muerta o en la combustión asociada a incendios de origen natural o
antrópico. A nivel anual, los flujos de carbono atmósfera-océano y atmósfera-
sistema terrestre son aproximadamente nulos. Esto significa que unos 90 PgC
se intercambian en ambos sentidos entre la atmósfera y los océanos y unos
120 PgC entre la atmósfera y el sistema terrestre. Cabe hacer notar que estos
intercambios representan una fracción considerable del total acumulado en la
atmósfera, por lo cual es importante conocer la forma como la actividad
humana puede modificarlos.

Se estima que entre 1990 y 1999 el hombre emitió a la atmósfera un promedio


de 6.3 PgC de carbono por año (1 PgC = 1 Peta-gramo de carbono = 1000
millones de toneladas). Por otra parte, en el mismo periodo la tasa anual de
traspaso de carbono atmosférico hacia la biosfera se estimó en 1.4 PgC/año, y
hacia el océano en unos 1.9 PgC/año. De esta forma el hombre contribuyó a
aumentar la concentración del carbono en el reservorio atmosférico a una tasa
de 3.0 PgC/año durante este periodo.
METANO (CH4)

La principal fuente natural de producción de CH4 son los pantanos. El CH4 se


produce también en la descomposición anaeróbica de la basura en los rellenos
sanitarios; en el cultivo de arroz, en la descomposición de fecas de animales;
en la producción y distribución de gas y combustibles; y en la combustión
incompleta de combustibles fósiles. Se estima que su concentración aumentó
entre 700 ppb en el periodo 1000 - 1750 y 1750 ppb en el año 2000, con un
aumento porcentual del 151% (incertidumbre de +/- 25%)

DIOXIDO DE NITROGENO (NO2)


El aumento del NO2 en la atmósfera se deriva parcialmente del uso creciente de
fertilizantes nitrogenados. El NO2 también aparece como sub-producto de la
quema de combustibles fósiles y biomasa, y asociado a diversas actividades
industriales (producción de nylon, producción de ácido nítrico y emisiones
vehiculares). Un 60% de la emisión de origen antropogénico se concentra en el
Hemisferio Norte. Se estima que la concentración de NO2 atmosférico creció
entre 270 ppb en el periodo 1000 - 1750, a 316 ppb en el año 2000 (un 17 +/-
5% de aumento)

OZONO TROPOSFERICO Y ESTRATOSFERICO (O3)


El ozono troposférico se genera en procesos naturales y en reacciones
fotoquímicas que involucran gases derivados de la actividad humana. Su
incremento se estima en un 35% entre el año 1750 y el 2000, aunque con una
incertidumbre de +/- 15%. El ozono estratosférico es de origen natural y tiene
su máxima concentración entre 20 y 25 km de altura sobre el nivel del mar. En
ese nivel cumple un importante rol al absorber gran parte de la componente
ultravioleta de la radiación solar. Se ha determinado que compuestos gaseosos
artificiales que contienen cloro o bromo han contribuido a disminuir la
concentración del ozono en esta capa, particularmente alrededor del Polo Sur
durante la primavera del Hemisferio Sur (información adicional sobre este tema
en la sección "Estructura y composición de la atmósfera").

HALOCARBONOS

Los halocarbonos son compuestos gaseosos que contienen carbono y algunos


de los siguientes elementos: cloro, bromo o flúor. Estos gases, que fueron
creados para aplicaciones industriales específicas, han experimentado un
significativo aumento de su concentración en la atmósfera durante los últimos
50 años. Una vez liberados, algunos de ellos son muy activos como agentes
intensificadores del efecto invernadero planetario. Como resultado de la larga
vida media de la mayoría de ellos, las emisiones que se han producido en los
últimos 20 o 30 años continuarán teniendo un impacto por mucho tiempo.

Donde se imiten los gases de efecto invernadero


El consumo de energía en el mundo muestra un sostenido crecimiento durante
las décadas más recientes. Los combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo)
continúan siendo la principal fuente de producción de energía en el mundo, y
dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera,
están asociadas a diversos usos de energía. En 1998 el consumo mundial de
los combustibles fósiles utilizados en la producción de energía fue el siguiente:

Carbón 100.000 PJ
Gas natural 82.000 PJ
Petróleo 143.000 PJ

(nota: 1 Peta-joule o PJ, corresponde a la energía equivalente a 10^15 joules)

Entre 1990 y 1998, el consumo de energía primaria a nivel global creció a una
tasa de 1.3% anual. Por su parte, la emisión de CO2 a la atmósfera durante
ese mismo periodo aumentó a una tasa similar (+1.4%). De todos modos, la
emisión de CO2 a la atmósfera continua siendo liderada por los países
industrializados, quienes en 1971 emitían un total cercano a 3 GT de CO2 por
año (1 GT = 1000 millones de toneladas), lo que representaba un 67% de la
emisión global. En 1998 esta participación porcentual había disminuido al 54%
de la emisión total, que en ese año alcanzó unos 7.4 GT. Las principales
fuentes de emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera se
concentran en América del Norte y Europa

EFECTOS DEL AUMENTO EN LA CONCENTRACION DE GEI


Se denomina forzamiento radiactivo al cambio en el flujo neto de energía
radiactiva hacia la superficie de la Tierra medido en el borde superior de la
troposfera (a unos 12.000 m sobre el nivel del mar) como resultado de cambios
internos en la composición de la atmósfera, o cambios en el aporte externo de
energía solar. Se expresa en W/m2. Un forzamiento radiactivo positivo
contribuye a calentar la superficie de la Tierra, mientras que uno negativo
favorece su enfriamiento.

En la Fig. Adjunta se muestran los forzamientos radiactivos asociados a los


diversos gases de efecto invernadero, en relación a la situación durante la era
pre-industrial.

El forzamiento radiactivo positivo más importante, y por lo tanto el que más


contribuye al calentamiento del planeta, es el del CO2 (+1.5 W/m2), seguido
por el del metano (CH4) con una contribución cercana a +0.5 W/m2 relativo a la
era pre-industrial. Con una contribución menor, pero también favorable al
calentamiento de la superficie, están los efectos del aumento de concentración
de los halocarbones, del ozono troposférico y del dióxido de nitrógeno. Por otra
parte, la disminución observada en la concentración del ozono estratosférico ha
generado un pequeño forzamiento radiactivo negativo (favorable a un
enfriamiento de la superficie).

EFECTO DEL AUMENTO DE LA CONCENTRACION DE


AEROSOLES

Los aerosoles son partículas sólidas o líquidas de un tamaño entre 0.01 y 10


micrómetros, que se mantienen suspendidas en la atmósfera, al menos por
varias horas (nota: 1 micrómetro es la milésima parte de un milímetro). Los
aerosoles, de origen natural o antropogénico, pueden influir sobre el clima de
varias maneras. Por una parte pueden absorber radiación en forma directa o
aumentar la dispersión de la radiación solar incidente (haciendo crecer la
proporción de radiación solar que se dispersa hacia el espacio exterior).

El impacto de los aerosoles sobre el clima es aún bastante incierto, pero en


general un aumento de su concentración en la atmósfera corresponde a un
forzamiento radiativo negativo, es decir, tiene a disminuir la temperatura del
planeta a nivel de superficie, como resultado de un aumento de la dispersión de
la radiación solar. En los años 1970 se argumentaba que éste era el principal
factor que explicaba la tendencia negativa en la temperatura global que se
venía produciendo desde la década de 1940.

Uno de los aerosoles cuyo efecto sobre el clima ha sido estudiado con cierto
detalle son los sulfatos, que se forman a partir de emisiones de dióxido de
azufre (SO2). El forzamiento radiativo negativo de este compuesto es del orden
de -0.3 W/m2. La magnitud de su impacto es comparable la forzamiento
radiativo de signo opuesto del ozono troposférico. Otros aerosoles que tienen
un impacto opuesto al de los gases de efecto invernadero, aunque de una
intensidad menor que los sulfatos, son los que provienen de la quema de
biomasa (incendio de bosques y quema de leña). Por último, aunque existe un
bajo nivel de conocimiento acerca de los efectos indirectos de los aerosoles
sobre la nubosidad (ya sea actuando como núcleos de condensación que se
requieren para su formación, o modificando sus características ópticas y tiempo
de vida), se estima que el aumento de su concentración en la atmósfera
representa un forzamiento radiativo negativo de una magnitud que puede ser
comparable, pero de signo opuesto, al producido por el aumento del CO2 y del
CH4.
Origen de la Contaminación Atmosférica
(Emisiones)

Los contaminantes presentes en la atmósfera proceden de dos tipos de


fuentes emisoras bien diferenciadas: las naturales y las antropogénicas. En
el primer caso la presencia de contaminantes se debe a causas naturales,
mientras que en el segundo tiene su origen en las actividades humanas.

Las emisiones primarias originadas por los focos naturales provienen


fundamentalmente de los volcanes, incendios forestales y descomposición de
la materia orgánica en el suelo y en los océanos. Por su parte, los principales
focos antropogénicos de emisiones primarias los podemos clasificar en:

Procesos industriales
Industriales
Instalaciones fijas de combustión

Focos fijos

Domésticos Instalaciones de calefacción

Vehículos automóviles

Focos móviles
Aeronaves

Buques

Aglomeraciones industriales
Focos compuestos
Áreas urbanas

Si atendemos a la distribución espacial de la emisión de contaminantes,


podemos clasificar los focos en: puntuales, tales como las chimeneas
industriales aisladas; lineales, por ejemplo, las calles de una ciudad, las
carreteras y autopistas; y planos, las aglomeraciones industriales y las áreas
urbanas son los ejemplos más representativos.

En el cuadro siguiente se muestra la proporción entre las emisiones


primarias naturales y antropogénicas para los distintos contaminantes.

Focos de emisión
Antropogénicos Naturales
Contaminante % %
Aerosoles 11.3 88.7
SO2 42.9 57.1
CO2 9.4 90.6
NO2 11.3 88.7
HC 15.5 84.5

Las cifras anteriores muestran la gran importancia que, en cuanto a


emisiones globales, tienen las fuentes naturales de emisión de contaminantes
en relación con los antropogénicos, excepto en el caso de las emisiones de
anhídrido sulfuroso en que casi se igualan ambas.

Atendiendo a la distribución espacial de estas emisiones se observa que en


las regiones más industrializadas de Europa y Norteamérica las emisiones
antropogénicas de SO2 alcanzan proporciones muy superiores a las naturales.
Así en el Norte de Europa las emisiones antropogénicas originan alrededor del
90% del azufre que está en circulación en la atmósfera.

Otra circunstancia a tener en cuenta es que los focos de emisión


antropogénicos están concentrados, por lo general, en áreas urbanas e
industriales. Este conjunto de circunstancias hacen que la contribución de las
emisiones antropogénicas al problema de la contaminación atmosférica a
escala regional sea predominante.

Focos antropogénicos de emisión


Los principales focos de contaminación atmosférica de origen
antropogénico son las chimeneas de las instalaciones de combustión para
generación de calor y energía elétrica, los tubos de escape de los vehículos
automóviles y los procesos industriales.

Contaminantes emitidos por los vehículos automóviles

En las últimas décadas, el automóvil ha aparecido de forma masiva en las


ciudades, contribuyendo a incrementar los problemas de contaminación
atmosférica como consecuencia de los gases contaminantes que se emiten por
los tubos de escape. Los principales contaminantes lanzados por los
automóviles son: monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NO 2),
hidrocarburos no quemados (HC), y compuestos de plomo.

No todos los vehículos lanzan los distintos tipos de contaminantes en las


mismas proporciones; éstas dependerán del tipo de motor que se utilice. Los
vehículos que emplean gasolina como carburante emiten principalmente
monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos y compuestos de
plomo. La emisión de este último tipo de contaminante se debe a la presencia
en algunos tipos de gasolina de tetraetilo de plomo, aditivo que se añade para
aumentar su índice de octano.

Los principales contaminantes emitidos por los vehículos que utilizan


motores de ciclo diesel (camiones y autobuses, por ejemplo) son partículas
sólidas en forma de hollín que da lugar a los humos negros, hidrocarburos no
quemados, óxidos de nitrógeno y anhídrido sulfuroso procedente del azufre
contenido en el combustible.
Calefacciones domésticas

Las instalaciones de calefacción domésticas son una de las principales


fuentes de contaminación atmosférica de las grandes ciudades. Este tipo de
focos puede contribuir con un 20 a 30% de las emisiones totales a la atmósfera
en áreas urbanas. Los principales contaminantes producidos dependen del tipo
de combustible empleado.

En el caso del carbón los principales contaminantes producidos son:


anhídrido sulfuroso, cenizas volantes, hollines, metales pesados y óxidos de
nitrógeno. Cuando el combustible empleado es líquido (gasóleo o gasoil), los
principales contaminantes emitidos son: SO2, SO3, NO2, hidrocarburos
volátiles no quemados y partículas carbonosas.

El gas natural es el combustible más limpio de los actualmente disponibles


para calefacción, siendo su producción de contaminantes despreciable
respecto a los otros combustibles. A la introducción masiva del gas para
calefacciones domésticas, sustituyendo al carbón y al gasoil anteriormente
utilizados, se debe en gran parte el éxito del Plan de Descontaminación
Atmosférica de la ciudad de Londres (Gran Bretaña).

Calderas industriales de generación de calor

Entre las distintas fuentes de contaminación atmosférica de origen


industrial, la combustión de combustibles fósiles para la generación de calor y
electricidad ocupa un lugar preponderante, tanto por la cantidad como por los
tipos de contaminantes emitidos. Especial atención merecen las centrales
térmicas de producción de electricidad.

Los combustibles utilizados por este tipo de instalaciones son el carbón y el


fuel-oíl. La producción de contaminantes depende en gran medida de la calidad
del combustible, en especial de las proporciones de azufre y cenizas
contenidas en el mismo y del tipo de proceso de combustión empleado.

Durante el proceso de combustión se libera a la atmósfera el azufre


contenido en el combustible en forma de anhídrido sulfuroso. Junto con otros
contaminantes como óxidos de nitrógeno, dióxido de carbono, metales pesados
y una gran variedad de sustancias. Cuando se utiliza como combustible el
carbón, se emiten abundantes partículas finas que pueden ser trasladadas a
grandes distancias.
Contaminantes emitidos por la industria

La contaminación de origen industrial se caracteriza por la gran cantidad de


contaminantes producidos en las distintas fases de los procesos industriales y
por la variedad de los mismos. Por otra parte, en los focos de emisión
industriales se suelen combinar las emisiones puntuales, fácilmente
controlables, con emisiones difusas de difícil control.

Los tipos de contaminantes producidos por los focos industriales dependen


fundamentalmente del tipo de proceso de producción empleado, de la
tecnología utilizada y de las materias primas usadas. Las actividades
industriales que producen contaminantes atmosféricos son muy variadas, pero
los principales focos están en los procesos productivos utilizados en las
industrias básicas.

Entre los sectores que dan lugar a la mayor emisión de contaminantes


atmosféricos podemos destacar:

• La siderurgia integral. Produce todo tipo de contaminantes y en


cantidades importantes, siendo los principales: partículas, SO2, CO,
NO2, fluoruros y humos rojos (óxidos de hierro).
• Refinerías de petróleo. Producen principalmente: SO2, HC, CO,
NO2, amoniaco, humos y partículas.
• Industria química. Produce, dependiendo del tipo de proceso
empleado: SO2, nieblas de ácidos sulfúrico, nítrico y fosfórico y da
lugar a la producción de olores desagradables.
• Industrias básicas del aluminio y derivados del fluor. Producen
emisiones de contaminantes derivados del flúor

Calentamiento del planeta


Algunos de los gases que producen el efecto invernadero, tienen un origen

natural en la atmósfera y, gracias a ellos, la temperatura superficial del planeta

a permitido el desarrollo de los seres vivos. De no existir estos gases, la

temperatura media global seria de unos 20ºC bajo cero, el lugar de los 15ºC

sobre cero de que actualmente disfrutamos. Pero las actividades humanas

realizadas durante estos últimos siglos de revoluciones industriales, y

especialmente en las ultimas décadas, han disparado la presencia de estos

gases y han añadido otros con efectos invernadero adicionales, además de

causar otros atentados ecológicos.

Es un hecho comprobado que la temperatura superficial de la Tierra está

aumentando a un ritmo cada vez mayor. Si se continúa así, la temperatura

media de superficie terrestre aumentara 0,3ºC por década. Esta cifra, que

parece a simple vista no excesiva, puede ocasionar, según los expertos

grandes cambios climáticos en todas las regiones terrestres. La década de los

años ochenta a sido la mas calurosa desde que empezaron a tomar

mediciones globales de la temperatura y los científicos están de acuerdo en

prever que, para el año 2020, la temperatura haya aumentado en 1,8ºC.

Actualmente, estamos frente a un nuevo cambio climático, pero esta vez

provocados por la actividad humana. La industria, los automóviles, los grandes

cultivos y la manutención de ganados, todo aquello que permite la

supervivencia de los 5 mil millones de seres humanos que poblamos el planeta,

provoca también grandes cambios. Uno de ellos, quizás el más preocupante,


es el calentamiento global de la Tierra, provocado por un aumento del efecto

invernadero.
Consecuencias del calentamiento global

El clima en la Tierra es muy difícil de predecir, porque existen muchos factores

para tomar en cuenta: lluvia, luz solar, vientos, temperatura... Por eso, no se

puede definir exactamente qué efectos acarreará el Calentamiento Global.

Pero, al parecer, los cambios climáticos podrían ser muy severos.

Una primera consecuencia, muy posible, es el aumento de las sequías: en

algunos lugares disminuirá la cantidad de lluvias. En otros, la lluvia aumentará,

provocando inundaciones.

Una atmósfera más calurosa podría provocar que el hielo cerca de los polos se

derritiera. La cantidad de agua resultante elevaría el nivel del mar. Un aumento

de sólo 60 centímetros podría inundar las tierras fértiles de Bangladesh, en

India, de las cuales dependen cientos de miles de personas para obtener

alimentos. Las tormentas tropicales podrían suceder con mayor frecuencia.

Los primeros pasos para detener el fenómeno

En la década de los 70, muchas personas comenzaron a darse cuenta de los

cambios que estaba sufriendo la Tierra. Al estudiarlos, pudieron observar cuán

frágil es el medio ambiente, y lo mucho que los seres humanos dependemos de

él. Poco a poco, todos nos dimos cuenta de que no era posible seguir

contaminando el agua, la tierra y el aire: la contaminación no iba a desaparecer

por sí sola.

Además, muchas actividades humanas estaban afectando al clima de una

manera muy, muy peligrosa.


En 1992, las Naciones Unidas realizaron la Primera Convención sobre el

Cambio Climático. Desde 1980, científicos y representantes de diversos países

se habían estado reuniendo para determinar cómo se producía este cambio y

qué se podía hacer para frenarlo. Los resultados se dieron a conocer en la

Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992. El acuerdo

fue firmado por 154 países.

¿Qué plantea el Acuerdo de Río? La necesidad de frenar el cambio climático,

reduciendo las emisiones de gases de invernadero. Esto significa disminuir la

cantidad de combustibles fósiles utilizados (petróleo, gas natural, carbón), y

proteger los bosques (ellos atrapan y consumen el dióxido de carbono).

También significa disminuir nuestro consumo de energía, y buscar otra fuente

energética que no produzcan gases de invernadero (energía solar, energía del

viento, del agua o de las olas del mar).

La Convención promueve el estudio y la investigación científica, para descubrir

nuevas formas de acabar con el efecto invernadero. También se plantea la

necesidad de intercambiar tecnología e ideas entre los países, promoviendo

ayuda mutua. Además, se reconoce que existen áreas en el mundo que son

muy especiales y delicadas (islas, montañas, ríos) y que deben ser

especialmente protegidas de los cambios en el clima.

Consecuencias:
Conocemos las consecuencias que podemos esperar del efecto invernadero

para el próximo siglo, en caso de que no vuelva a valores más bajos:

• Aumento de la temperatura media del planeta.

• Aumento de sequías en unas zonas e inundaciones en otras.

• Mayor frecuencia de formación de huracanes.

• Progresivo deshielo de los casquetes polares, con la consiguiente

subida de los niveles de los océanos.

• Incremento de las precipitaciones a nivel planetario pero lloverá menos

días y más torrencialmente.

• Aumento de la cantidad de días calurosos, traducido en olas de calor.

CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA EN LA CIUDAD DE ICA


Uno de los indicadores principales para la medición de los agentes
contaminantes de la atmosfera es la cantidad de combustible que se
consume por sectores, por esta razón es que es necesario predecir la
cantidad de energía que se consume de acuerdo a la actividad que se
desarrolla en la ciudad de Ica.

En el año 2005, las importaciones de hidrocarburos en la Región


Ica fueron 96 016 TJ. Las importaciones de Gas Natural provienen de
los Yacimientos de Camisea; y las importaciones de derivados de los
hidrocarburos provienen de distintas regiones del Perú hacia los Clientes
directos y grifos de la Región Ica, como se muestra en los siguientes
cuadros.

Consumo de Energía Por Sectores


Dentro de los diferentes sectores económicos, el principal demandante de
los derivados de los hidrocarburos es el sector transporte con el 43,4 %.

DISTRIBUCIÓN DE LA DEMANDA DE COMBUSTIBLES


EN LOS SECTORES ECONÓMICOS

Sector Residencial y Comercial:


En el año 2005, para la Región Ica la energía consumida en el sector
residencial fue 1220 TJ, siendo el principal derivado de los hidrocarburos
utilizado en el Sector Residencial y Comercial el GLP, seguido de otros
combustibles como se muestra en el siguiente cuadro:

DISTRIBUCIÓN DE LA DEMANDA DE COMBUSTIBLES EN EL


SECTOR RESIDENCIAL Y COMERCIAL

Sector Transporte

En el año 2005, el sector transporte consumió 5472 TJ de energía, el


combustible de mayor demanda fue diesel con 73,1 %, a continuación se
muestra la distribución de la demanda de combustibles:

DISTRIBUCIÓN DE LA DEMANDA DE COMBUSTIBLES EN EL


SECTOR TRANSPORTE
Sector Agropecuario y Agroindustrial

El consumo energético para la Región Ica en el año 2005 para el


sector Agropecuario y
Agroindustrial fue 328 TJ, además el combustible de mayor
demanda en este sector fue el diesel con 73,5 %, en el siguiente
cuadro se muestra la distribución de todos los combustibles.

DISTRIBUCIÓN DE LA DEMANDA DE COMBUSTIBLES EN EL


SECTOR AGROPECUARIO Y AGROINDUSTRIAL
Sector Pesquería
En el sector Pesquería el único consumo de combustible reportado
para el 2005 fue el diesel con 295 TJ.

� Sector Minero Metalúrgico


Para la Región Ica, en el año 2005 hubo un consumo de 3314 TJ,
siendo el combustible de mayor demanda el petróleo industrial
con 80,1%, además

También se aprecia consumo de gas natural para este sector por las
empresas Shougang Hierro Perú, Corporación Aceros Arequipa y Minsur
S.A.

DISTRIBUCIÓN DE LA DEMANDA DE COMBUSTIBLES EN EL


SECTOR MINERO METALÚRGICO
Sector Industrial
Este sector en la Región Ica, se ha dividido de acuerdo al consumo
energético en Gran Industria, Mediana Industria y Pequeña
Industria, para el año 2005 el total de consumo de combustibles
fue 1967 TJ, siendo el combustible de mayor demanda el petróleo
industrial con 88,31%, en el cuadro siguiente se muestra la
distribución de la demanda de derivados de hidrocarburos en el
sector industrial:

EMISIONES AL AMBIENTE GENERADAS POR EL CONSUMO


FINAL DE ENERGÍA COMERCIAL

En este capítulo, se presenta información sobre las emisiones


generadas por el consumo de energía comercial, es decir no están
consideradas las emisiones generadas por las fuentes no
comerciales, tales como leña, bosta, yareta y carbón vegetal.
Para el cálculo de las emisiones, se utilizó el método de
tecnologías del Intergovernmental Panel on Climate Change
(IPCC), herramienta desarrollada por la Organización
Latinoamericana de Energía (OLADE), tomando como referencia,
los coeficientes de emisión, obtenidos de los estudios realizados
por la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAM) en el año
2005, los cuales fueron publicados en la Primera Comunicación de
Cambio Climático y el Inventario Nacional de los Gases de Efecto
Invernadero.
La metodología del IPCC, se basa en el cálculo de emisiones por
contaminante, según las variables de consulta: fuente de energía
y actividad energética desempeñada en el proceso.
El método de tecnologías, utiliza los valores reportados según las
actividades energéticas, desarrolladas por fuente de energía,
estos se operan con los factores de contaminación de esta
tecnología y son aplicados según el contaminante. Así se obtienen
las emisiones por contaminante, tales como el dióxido de carbono
(CO2), monóxido de carbono (CO), metano (CH4), óxidos de
nitrógeno (NO2), óxidos de azufre (SO2) y partículas.

Conclusión
Una evaluación sobria y desapasionada de la evidencia resultante de una
amplia gama de disciplinas científicas, lleva a una conclusión convincente: El
calentamiento global está aquí y la humanidad lo está impulsando.

La realidad del calentamiento global es un peligro claro y presente para la


seguridad global y el bienestar de miles de millones de personas en todo el
planeta. La extinción acelerada de especies y la obliteración por la subida del
mar de naciones enteras situadas a baja altura, así como la inmensa disrupción
política y económica de las vidas de casi todas las naciones, es la perspectiva.

La crisis del clima global es una amenaza tan grave como cualquier amenaza
militar que jamás hayamos enfrentado, y debemos reaccionar de la misma
manera. Como hacemos típicamente cuando nos fuerzan a una batalla militar,
debemos movilizar una inmensa aplicación de recursos contra el calentamiento
global , dinero, tecnología y energía humana y desplegarlos estratégicamente
para obtener el máximo efecto. Sólo a través de una transición rápida de los
combustibles fósiles a fuentes de energía limpia, y de la preservación y
restauración de los bosques del globo, podemos detener la acumulación de
gases invernadero que nos pone a todos en peligro. Esto sumado a una
verdadera campaña de forestación mundial podrá por lo menos reducir los
riesgos a los que deberemos enfrentarnos con seguridad. Los árboles y las
plantas en general producen grandes cantidades de semillas, como si supieran
lo que les espera. Debemos aprovechar esas semillas y producir la mayor
cantidad de árboles y plantas. Es urgente.

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