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Universidad de Salamanca
INFORME de INVESTIGACION:
31 de diciembre de 2004
EQUIPO INVESTIGADOR
Director:
Investigadores:
Pedro Luis Iriso Napal
Marta Gutiérrez Sastre
Jaime Riviére.
Salvador Santiuste Cué
Noelia Morales Romo
Ayudantes de investigación:
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Nuestro agradecimiento a Félix Moro, Caridad Torrecilla, Víctor S. Martínez y
Raquel Planillo (Servicios Sociales municipales), Santiago Esteban (Inspección de
Educación), Florentina Álvarez (Instituto Nacional de Estadística), Alfredo Mateos
(Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación) y Fernando González
(Departamento de Sociología) y al Servicio de Información Geográfica y Estadística y
la Oficina del Padrón Municipal del Ayuntamiento de Valladolid, así como a las
numerosas personas que han participado en entrevistas individuales o de grupo y que,
por razones deontológicas, deben permanecer en el anonimato.
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INDICE
INTRODUCCIÓN
1. ENVEJECIMIENTO
1.1. EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN (1991-2021)
1.1.1. Estructura por edad y sexo de 1991-2001.
1.1.2. El inicio del proceso de envejecimiento.
1.1.3. Estructura de la población por áreas de CEAS y Zonas de acción social.
1.1.4. La evolución de la mortalidad y la fecundidad hasta 2021.
1.1.4.1. Supuesto de mortalidad.
1.1.4.2. Supuesto de fecundidad.
1.1.5. Estructura de la población en 2011 y 2021 (población cerrada sin
migraciones)
2. INMIGRACIÓN.
2.1. Estructura de la población inmigrante actualmente existente en la ciudad.
2.2. Distribución de la población extranjera por Zonas de acción social y áreas de
CEAS.
2.2.1. Origen de los extranjeros.
2.2.2. Origen según lengua.
2.3. Los saldos migratorios previstos.
2.4. El saldo migratorio de 2001 a 2011.
2.5. El saldo migratorio de 2001 a 2021.
2.6. La estructura de la población de la ciudad tras los procesos migratorios.
2.7. Detección de la inmigración por la participación en el sistema educativo.
3. HOGARES
3.1. Transformaciones en la fecundidad y hogar.
3.1.1. Evolución de la fecundidad según la edad de la madre.
3.1.2. La fecundidad según el estado civil de la madre y algunas
transformaciones en la estructura de los hogares.
3.2. Tamaño de los hogares.
3.3. Los hogares de solitarios.
3.4. Los hogares de un único adulto en edad activa con uno o más menores.
4
3.5. Los hogares de gran tamaño.
3.6. Estructura de los hogares y situación en el mercado de trabajo.
3.7. El hogar y los problemas del parque de viviendas.
3.7.1. El hacinamiento por falta de espacio habitable.
3.7.2. Hacinamiento por causa de la estructura de la vivienda.
3.7.3. El hacinamiento en las viviendas: síntesis.
4. JOVENES.
4.1. Las necesidades del aparato educativo (2001 a 2021)
4.1.1. Guarderías.
4.1.2. Educación preescolar (3-5 años).
4.1.3. Primaria y ESO (6-15 años)
4.1.4. Grupo de bachillerato y formación profesional (16-19 años)
4.1.5. Grupo universitario (19-22 años)
4.2. Jóvenes, absentismo y compensación educativa.
4.2.1. Alumnos en riesgo y Absentismo por CEAS y Zonas de acción social.
4.2.1.1. Alumnado de minorías étnicas.
4.2.1.2. Alumnado extranjero.
4.2.1.3. Otro alumnado en situación de riesgo.
4.2.1.4. Absentismo
4.3. Alumnos en riesgo, titularidad y tipo de centro.
4.3.1. Titularidad.
4.3.2. Tipo de centro.
5. COLECTIVOS ESPECÍFICOS.
5.1. Personas Con Discapacidad.
5.2. Víctimas de Maltrato.
5.3. Reclusos / Ex –Reclusos.
5.4. Enfermos de Sida.
5.5. Drogodependientes.
5.6. Indomiciliados.
5.7. Prostitución.
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6.1.2. Los usuarios del Servicio
6.2. Los técnicos.
Los técnicos y su concepción de los riesgos sociales.
6.3. Relaciones institucionales con el tercer sector.
6.4. Relaciones institucionales con otras entidades públicas.
CONCLUSIONES
6
INTRODUCCION.
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transferencia de las responsabilidades solidarias hacia lo alto del sistema social.
Nuestros sentimientos pueden ser incluso más solidarios que antaño (en todo caso,
parecen ser más universalistas), pero ni la familia ni la parroquia son ya un refugio
seguro para nadie. En el hueco de esta tijera formada por los nuevos riesgos
crecientes y los recursos tradicionales menguantes es donde ven cortadas sus
oportunidades vitales los más vulnerables. A nadie debe ocultársele que ésta no es
más que una de las caras del proceso: la otra es una sociedad más rica, más diversa,
más libre y, en muchos aspectos, sencillamente mejor, pero que no por ello está libre
de problemas. El mayor de ellos, quizá, la decreciente cohesión y la creciente
exclusión sociales.
9
crecimiento espectacular que está cogiendo por sorpresa a la sociedad española,
tanto más a los territorios tradicionalmente de inmigración como han sido hasta hace
nada las tierras castellanas; el tercer capítulo analiza los riesgos previsibles ligados a
los cambios en la estructura de los hogares y a su posición, o la de sus miembros, en
el mercado de trabajo; el cuarto está consagrado a los jóvenes, y en concreto a los
grupos que ya en el periodo escolar despuntan como grupos potencialmente
vulnerables; el capítulo quinto atiende a otros colectivos menos numerosos pero
típicamente objetivos de la asistencia social, no ya por sus características adscriptivas
sino por sus situaciones de hecho; el sexto está dedicado a la relación entre riesgos y
recursos tal como la perciben los principales actores de los servicios sociales, a saber,
los trabajadores sociales y otros grupos profesionales implicados y las organizaciones
del tercer sector que intervienen en este terreno, el séptimo y último presenta posibles
proyecciones sobre la prestación de servicios sociales, realizando un exhaustivo
análisis del crecimiento de las necesidades sociales. Las conclusiones finales intentan
sintetizar los principales hallazgos del estudio y sugerir, sobre esa base, líneas de
actuación y de investigación ulteriores.
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1. ENVEJECIMIENTO
12
Tabla 1. Porcentajes de población según grandes tramos de edad
social.
1
Renovación del Padrón Municipal de Habitantes a 01/04/1996 y lectura de la base de datos
del Padrón de Habitantes a fecha 01/07/2004.
14
viviendo en la misma que en el pasado. En el siguiente mapa se puede apreciar
claramente, indicando la mayor intensidad de color, la mayor presencia de mayores.
15
Son también las mismas zonas y CEAS las que concentran el porcentaje más
alto de mayores de 65 años, ubicándose principalmente en la Zona Campogrande
seguida de la Zona Esgueva. Esta misma relación se mantiene para las mujeres de la
ciudad, variando mínimamente para los varones, donde Campogrande es el CEAS con
mayor cantidad de varones mayores de 65 años, seguido de Hospital y de Campillo.
16
1.1.4. La evolución de la mortalidad y la fecundidad hasta 2021.
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Tabla 2. Tasas Específicas de Mortalidad en Castilla y León. 1996 y 2002
% crecimiento de las
1996 2002 tasas 1996-2002
Edad Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres
0-4 1,54 1,20 1,45 1,18 -5,07 -1,26
5-9 0,23 0,13 0,12 0,13 -39,09 -0,25
10-14 0,14 0,12 0,15 0,09 7,70 -20,61
15-19 0,59 0,18 0,58 0,22 -0,98 14,59
20-24 1,06 0,27 0,69 0,29 -29,23 5,85
25-29 1,43 0,54 0,86 0,34 -33,39 -30,37
30-34 1,74 0,50 1,02 0,42 -34,52 -12,81
35-39 1,95 0,83 1,63 0,59 -13,57 -23,83
40-44 2,52 1,35 2,11 0,90 -13,75 -27,98
45-49 3,89 1,49 3,76 1,64 -2,70 8,47
50-54 5,31 2,13 5,37 2,16 0,98 1,39
55-59 8,42 2,97 7,70 3,14 -7,15 4,65
60-64 11,62 4,54 10,79 3,57 -5,90 -17,95
65-69 18,10 8,07 16,47 6,70 -7,49 -14,12
70-74 28,79 13,41 25,72 11,91 -8,89 -9,31
75-79 49,67 25,89 45,53 22,83 -6,95 -9,84
80-84 78,00 53,45 81,40 47,24 3,63 -9,68
85 y + 160,41 142,51 149,96 130,61 -5,43 -6,96
Fuente: Movimiento Natural de la Población
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b) Que la mortalidad del grupo de edad 5-9 años sí se reduce,
exclusivamente en varones (reducción del 35 %), pero mantendremos
constante la tasa porque en 2002 se sitúa en niveles tan bajos (0,12 por mil)
que, pensamos, no pueden reducirse más.
c) Por las mismas razones que para el grupo de edad de 5-9 años, se
mantendrán constantes todas las tasas hasta la edad de 60 años. Entre 1996
y 2002 ha habido un claro descenso en las tasas de ciertos grupos de edad,
pero para dejarlas tan bajas que es prácticamente imposible reducirlas más.
Hay un claro descenso de las tasas entre los 25 y los 45 años (afecta a ambos
sexos), pero sus niveles son en 2002 del 1 por mil aproximadamente y eso
significa que difícilmente se reducirán más en el futuro. Incluso podrían
aumentar algo, como ocurre en los grupos de edad de los 45 a los 60 años. En
cualquier caso debe notarse que los supuestos de evolución de mortalidad por
lo que se refiere a todos estos grupos de edad, desde los 5 a los 60 años,
apenas afectan a la previsión básica por la escasa relevancia numérica de la
población fallecida a esas edades.
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evolución de las tasas específicas de mortalidad entre 1996 y 2002, ese aumento de la
esperanza de vida -para ellos- es tan minúsculo que su importancia para explicar el
envejecimiento es marginalmente despreciable.
Del mismo modo, la mejora del estado general de salud de esa poblaciones
ancianas no se contradice con el hecho de que los “muy viejos” -digamos los mayores
de 85 años- no estén, a la vez, alargando el tiempo de vida en el que son parcial o
absolutamente dependientes de otras personas para el mantenimiento de su vida.
Muchos demógrafos y analistas de sistemas sanitarios han remarcado que está
aumentando el periodo de dependencia parcial o absoluta entre los muy ancianos. Los
costes sociales y económicos de dicho fenómeno son evidentes.
% crecimiento de
Edad 1996 2001 tasas 1996-2001
15-19 4,03 5,47 35,7
20-24 14,48 14,22 -1,8
25-29 48,9 31,43 -35,7
30-34 83,84 83,61 -0,3
35-39 32,62 50,51 54,8
40-44 3,96 7,69 94,2
45-49 0,08 0,25 212,5
Fuente: Movimiento Natural de la Población
f) Las dos últimas cohortes (desde los 40 a los 50 años) son mucho
menos importantes para la fecundidad general. En ambos casos hay subidas
importantes de la tasa entre 1996 y 2001 y supondremos que seguirán
creciendo, aunque a velocidades mucho más reducidas -basados, de nuevo,
en la experiencia de otros países europeos en los que las tasas han rebotado-.
Hemos calculado crecimientos del 5% anual hasta 2021. Es un crecimiento
razonable y similar al de dichas sociedades. De todos modos este supuesto es
21
mucho menos importante que los de las cohortes anteriores dado que estas
mujeres no aportan tanto a la tasa general.
La Tasa General de Fecundidad (hijos que tienen cada año 1000 mujeres en
edad fértil) continuará aumentando (según los supuestos anteriores por grupos de
edad) y ese aumento se fundamenta en varias evidencias:
22
Así pues, resumiendo los supuestos de evolución a medio plazo de la mortalidad
y la fecundidad, diremos que:
migraciones)
En ningún momento debe olvidarse que estamos ahora frente a una previsión
básica (sólo basada en evolución futura de la mortalidad y la fecundidad) y que
suponemos, en consecuencia, “población cerrada” o ausencia de migraciones (más
adelante se introducirán). En poblaciones cerradas sólo debemos calcular cuántos
morirán y cuántos nacerán a partir de los supuestos anteriores.
23
El gráfico de la pirámide de la población de 2021 es el resultado de los
supuestos mencionados. El resultado no puede ser más revelador.
24
del gráfico. Este fenómeno es conocido en demografía como momentum negativo de
la fecundidad por causa de la estructura por edades.
2
Tabla 4. Porcentaje de población por grupos de edad 2001-2021.
2
Los datos para los años 2011 y 2021 son previsiones (población cerrada).
25
Figura 4. Nacidos vivos al año por quinquenios en población cerrada
26
c) La población mayor de 65 años aumentará mucho: desde el
16,3% en 2001 al 28,1% en 2001. Es un proceso de envejecimiento muy
acelerado que, como vemos, no logra ser frenado por el aumento previsto de la
fecundidad.
27
2. INMIGRACIÓN.
28
Muy distinta es la situación en el caso de los inmigrantes procedentes de
países menos desarrollados. En este caso el porcentaje de menores de 15 años
alcanza a ser el 9,3% en enero de 2002 y el 12,7% en julio de 2004. Es muy
remarcable el hecho de que, a pesar de lo reciente de este proceso inmigratorio,
procedente de países menos desarrollados, los menores de 15 años son ya más,
relativamente, que para el conjunto de la ciudad (poco más del 11,5%). Este es un
reflejo del fenómeno, ya comentado, de que entre esta población la fecundidad es más
elevada -en la primera generación de inmigrantes-. Por tanto, ya en julio de 2004 esta
población estaba haciendo un aporte humilde al aumento de la fecundidad general en
la ciudad.
29
de esta población -que es más importante, aunque sus efectos reales tardarán aún en
producirse-.
Al ver las cifras de población extranjera de los años en cuestión lo primero que
puede verse es que el aumento de extranjeros en la ciudad ha sido considerable. En el
año 2002 se registraba un total de 8235 extranjeros en Valladolid capital, mientras que
en el 2004 se alcanza la cifra de 14355. La población extranjera ha crecido en un
79.08% en dos años y medio.
Si nos atenemos a los datos del padrón, del año 2002 al 2004 hubo algunas
modificaciones no muy drásticas sobre la distribución de población extranjera en la
ciudad. Se destacan dos casos: el área de trabajo del CEAS Campillo (Zona
Campogrande) y el área de Vadillos (Zona Esgueva). El Campillo contaba con un
9.98% de extranjeros en el 2002 y un 10.37% en el 2004 siendo el lugar donde se da
la mayor concentración de población extranjera. Es también destacable el crecimiento
de la población de origen extranjero en Vadillos, que pasó de acoger al 6.89% a
acoger al 8.14% del total de la población extranjera de la ciudad.
31
2.2.1. Origen de los extranjeros.
3
Por países desarrollados en este estudio se tendrán en cuenta a los países de la UE (sin
tener en cuenta las últimas adhesiones y Portugal), más Estados Unidos y Canadá. El resto de
países serán considerados como menos desarrollados.
32
Tabla 6. Principales países de origen de los inmigrantes
Año Año
Países 2002 Países 2004
Bulgaria 13,25 Bulgaria 17,21
Francia 11,78 Colombia 8,87
Colombia 10,14 Ecuador 8,49
Alemania 7,25 Francia 7,26
Ecuador 6,84 Marruecos 6,83
Marruecos 5,51 Rumania 5,18
Argentina 3,30 Alemania 4,08
Rep. Dominicana 2,87 Rep. Dominicana 3,93
Rumania 1,40 Argentina 3,74
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Padrón Municipal de Valladolid
33
34
En el año 2002 los extranjeros de países desarrollados se ubicaron
principalmente en los CEAS de La Victoria, Puente Colgante, Pajarillos Altos y Delicias
Argales. En el mismo año los de países menos desarrollados se ubicaron
principalmente en los CEAS Juan de Austria, Campogrande, Campillo y Parquesol.
2002 2004
35
datos obtenidos del padrón municipal. En este mapa como en los anteriores la
intensidad del color representa la mayor presencia.
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2.2.2. Origen según lengua.
Los nacionales de Colombia y Ecuador son los que tienen mayor presencia en
todo el periodo. En el caso de Colombia el crecimiento no ha sido tan alto en los dos
años y medio de referencia (52.57%), aunque ya en el año 2002 la presencia de
colombianos en la ciudad era alta (un total de 835), lo que representaba el 24,73% del
total de extranjeros de la ciudad. En el año 2004 la cifra de colombianos era de 1274
pero representaba ya sólo algo más del 10,5% de la población extranjera de la ciudad.
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Tabla 8. Extranjeros según lengua de origen.
Extranjeros no Extranjeros
Año Zonas hispanohablantes Hispanohablantes
Zona Campogrande 22,22 10,31
Zona Pisuerga 10,90 6,27
Zona Esgueva 16,19 10,98
Zona Este 14,26 5,73
2002 Total 63,57 33,28
Sin embargo, a pesar de que la estructura de 2011 y 2021 que hemos descrito
no coincidirá con la realidad, era preciso realizar esos cálculos no sólo porque son
lógicamente previos a la introducción de los saldos migratorios, sino, además, porque
ilustran qué ocurriría sin migraciones incluso aunque aumente -como se prevé- la
fecundidad.
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Desde el punto de vista de la demanda de trabajo supondremos que el
número de puestos de trabajo aumentará desde 2001 a 2021 al 1,5% anual. Entre
2000 y 2003 ese aumento había sido superior al 2,5% anual y, por tanto, nuestro
supuesto es que en el conjunto del periodo de 20 años del futuro que analizamos
crecerá a ritmos más moderados. Suponemos que la creación de empleo será menor
en el futuro porque la economía española en su conjunto padece un problema de
productividad que deberá compensarse en el futuro con una menor creación de
puestos de trabajo por cada punto porcentual de crecimiento del PIB. Podemos
considerar esos años (2000-2003) como “muy intensivos” desde el punto de vista de la
creación de empleo (esa consideración se fundamenta en la pérdida de productividad
de la economía española).
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participación -es muy probable que la tasa de estudiantes aumente-, por otro lado esas
cohortes pesan cada vez menos en el conjunto de la población en edad activa como
consecuencia de su reducido tamaño y, por tanto, la importancia de su
comportamiento se reducirá. Además hemos de suponer, razonablemente, que siga
aumentando la participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Es por tanto
razonable suponer aumentos del 1% anual en la participación de esa población en el
mercado de trabajo (ocupación) que, en cualquier caso, es la mitad de lo que aumentó
entre 1991 y 2001.
En este caso lo esperable es que esa edad se atrase. Es difícil averiguar hasta
dónde y cuándo. Vamos a suponer que esa edad se situará en los 70 años a la altura
de 2021 y que el atraso será paulatino y que, en conjunto, equivale a un atraso
“repentino” (de los 65 a los 70 años) en 2011. Para el periodo 2001-2021 la edad de
jubilación se situaría, en esas condiciones, en los 67,5 años. El atraso en la edad de
jubilación supondrá que una parte de la población cerrada, que antes no se ofertaba
en el mercado de trabajo, seguirá activa durante unos años más y, por tanto, reducirá
las necesidades de saldos migratorios positivos parcialmente. Como se verá más
adelante esa reducción de los saldos migratorios necesarios, para responder a la
demanda de trabajo como consecuencia del atraso en la edad de jubilación, será sólo
muy parcial y, por tanto, no estamos ante un supuesto tan fundamental como, a
primera vista, podría parecer. Ya se ha dicho que se trata de una solución a “corto
plazo” para el mercado de trabajo y que, sin embargo, puede ser fundamental para el
funcionamiento del sistema público de la seguridad social.
40
cercana al 9,5% y en 2021 al 6% exactamente. Apreciemos que en la actual tasa de
paro lo que existe es una “capacidad” de la población cerrada para responder a la
demanda creciente de trabajo. Esto es independiente del hecho de que los
“vallisoletanos” de origen rechacen ciertos empleos. Al crecer la demanda de trabajo y
disminuir la población en edad activa se crearán oportunidades para ellos.
SUPUESTO CRECIMIENTO
Creación de empleo en la ciudad Crece 1,5% anual
Participación población en edad activa en mercado
de trabajo Crece 1% anual
Evolución tasa de paro Decrece desde 13,5% en 2001 a 6% en 2021
Edad media de jubilación 67,5 años para el conjunto del periodo
Saldo migratorio con España y otros países
desarrollados Cero
Si separamos esos 20 años en las dos décadas los saldos más probables
serían de unos 2300 entre 2001 y 2011 y de unos 2850 individuos entre 2011 y 2021.
Apréciese que esta probabilidad se basa en que el atraso de la edad de jubilación se
produce “repentinamente” en 2011 -lo que es poco probable- pero que eso es lo
mismo que suponer que se produce paulatinamente y de forma continua a lo largo de
20 años. ¿Porqué se precisaría un saldo mayor entre 2011 y 2021 que en la década
anterior? Por la sencilla razón de que aunque podemos “jugar” con la idea de que se
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produzca el atraso en la edad de jubilación en 2011, el proceso de envejecimiento
habría avanzado mucho más entre 2011 y 2021 que en la década anterior.
¿Cuál sería el efecto de este proceso inmigratorio tan fuerte sobre la ciudad en
términos demográficos? A estos efectos se han realizado proyecciones de la
estructura de la población tras los procesos migratorios, a partir de la previsión básica
en situación de población cerrada y teniendo en cuenta los siguientes supuestos:
44
para la ciudad y, en cualquier caso, es mejor utilizar los de España porque las tasas en
la ciudad serían poco representativas (por ser escasa la población inmigrante a la
altura de 2001 o 2002). Además, ha de tenerse en cuenta que los datos de España
proceden de “toda” la población extranjera -no sólo de la procedente de países pobres
o en vías de desarrollo-. Esto significa que, muy probablemente, estamos
infravalorando algo la fecundidad de los inmigrantes procedentes de países pobres.
Sin embargo en un problema que consideramos menor, pues también los extranjeros
procedentes de países pobres van adaptando -a lo largo del tiempo- su fecundidad a
la de la población receptora. Obsérvese (tabla 7) cómo el diferencial de fecundidad
entre la población extranjera en España y la de la ciudad de Valladolid está en unas
tasas mucho más elevadas entre los 15 y los 30 años por parte de las madres
extranjeras. La fecundidad a partir de los 30 años es prácticamente igual.
45
c) Se han supuesto las mismas tasas específicas de mortalidad en el
futuro que para la previsión básica -sin inmigración- de la población
de la ciudad de Valladolid.
46
sería de 488 niños en el periodo 2004-2011 -se ha partido de la población
procedente de países pobres en julio de 2004 a la que se ha añadido el saldo
inmigratorio necesario distribuido según la estructura de la población nacida en países
pobres en esa misma fecha-. En el periodo 2011-2021 el número de hijos anual
medio de la población extranjera de países pobres se elevaría a 822. Si pensamos
que la población oriunda tendría en esa década una media de unos 2600 niños cada
año podemos ver la relevancia de los datos. Más de una cuarta parte de los niños
tendrían madre inmigrante entre 2011 y 2021.
47
aumentara más que en la siguiente década es, de nuevo, un efecto del envejecimiento
(fallecería más población oriunda entre 2011 y 2021 que en la década anterior).
48
2.7. Detección de la inmigración por la participación en el sistema
educativo.
49
un indicador de la calidad del contexto en el que se desarrolla la educación de
estos alumnos.
50
Tabla 13. Distribución de los alumnos extranjeros en los centros escolares
de Valladolid, por Zonas de intervención social y áreas de los CEAS.
Alumnos Número de
Zonas y CEAS extranjeros por alumnos
cada mil extranjeros
ZONA CAMPOGRANDE 25,4 402
Centro 27,3 41
Campillo 30,6 157
Zona Sur-La Rubia 18,5 90
Campo Grande 32,5 61
Zona Sur – Juan de Austria 19,9 46
ZONA PISUERGA 16,3 128
Victoria 15,4 15
Huerta del Rey – Girón 16,2 27
Parquesol 16,7 51
Puente Colgante 8,2 13
Arturo Eyríes 63,2 22
ZONA ESGUEVA 64,8 327
Hospital 53,4 85
Rondilla- Santa Clara 102,2 114
Rondilla- Casablanca 72,6 68
Barrio España – San Pedro 2,8 2
Vadillos 136,2 53
Belén – Pilarica __ __
ZONA ESTE 42,7 293
Pajarilllos Bajos 52,7 55
Pajarillos Altos 47,1 42
Delicias Canterac 24,4 90
Delicias Argales 101,6 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de escolares.
51
3. HOGARES
52
La consecuencia es una mayor distancia, en términos de edad, entre
las generaciones (la generación se ha alargado desde 1980 en unos 3 años -la
generación mide la edad media de la maternidad y no la edad media a la que se
tiene el primer hijo, pero aquélla es un indicador estable de la generación).
Tabla 14. Porcentaje de hijos nacidos de madres no casadas según edad madre
Las madres más jóvenes (15-19 años) tienen la mayor parte de sus hijos
fuera del matrimonio legal (canónico o civil) -58,9% en 1996 y 76% en 2002 en la
ciudad de Valladolid-. Lo mismo ocurre en el siguiente tramo de edad (20-24
años) en el que, en 2002, el 59% de los hijos eran tenidos fuera del matrimonio.
53
El siguiente tramo de edad es muy significativo, pues refleja que el
fenómeno tiene algo de permanente: estas madres tuvieron el 9,6% de sus hijos
fuera del matrimonio en 1996 y en 2002 ya eran el 22,8%.
Este hecho está generando (ver más adelante) un aumento del número
de hogares compuesto sólo de madre e hijos sin presencia de varón mayor de
edad en el hogar-, que se produce en caso de ruptura de la “pareja”, además de
por divorcio o separación en el caso de los matrimonios
54
Tabla 15. Distribución de la población según tamaño del hogar.
1991 2001
Tamaño Nº % Nº %
hogar hogares Población hogares % pob. hogares Población hogares % pob.
1 persona 10801 10801 11,1 3,3 20068 20068 18,4 6,4
2 personas 20884 41768 21,4 12,8 26948 53896 24,7 17,1
3 personas 20416 61248 20,9 18,7 25535 76605 23,4 24,3
4 personas 25833 103332 26,5 31,6 25781 103124 23,6 32,7
5 personas 12159 60795 12,5 18,6 7841 39205 7,2 12,4
6 personas 4910 29460 5,0 9,0 2067 12402 1,9 3,9
7 y más
personas 2532 19741 2,6 6,0 1003 9691 0,9 3,1
Total 97535 327145 100,0 100,0 109243 314991 100,0 100,0
Fuente: Censos de población 1991 y 2001.
55
Lo más importante desde el punto de vista social es el creciente
número de solitarios de más de 65 años. No disponemos de datos más
precisos, como para hablar de “solitarios de más de 75 años”, pero es de
suponer que el aumento afecta a todos los tramos de edad. Son evidentes los
problemas que esto puede generar para el sistema de atención social y los
costes económicos que pueden suponer las atenciones que una parte de estos
solitarios requieren.
56
3.4. Los hogares de un único adulto en edad activa con uno o más
menores.
- Los varones mueren siempre -a todas las edades- más que las mujeres
y esto provoca que queden solas más mujeres adultas que varones y, en
consecuencia, se formen esas familias nucleares sin presencia de varón (no
obstante el efecto numérico de este diferencial en la mortalidad no es muy
grande ya que la mortalidad se dispara a los 60 o 65 años para ambos sexos,
siendo muy reducida hasta esas edades).
57
El problema de estos hogares de mujeres con “sus hijos” y sin presencia
de varón es el elevado coste que puede suponer para la mujer la atención
de los menores, sobre todo, lógicamente, en el caso de que no dispongan
de suficientes recursos económicos. No disponemos de datos para evaluar
esta contingencia que, en cualquier caso, requiere atención.
Al hablar de costes para estas mujeres no nos referimos sólo a los costes
monetarios inmediatos, sino al coste que supone trabajar y atender a los hijos.
Es posible que una parte de estos hogares tengan una necesidad -no siempre
satisfecha- de atención social especial para el cuidado de niños pequeños
mientras la mujer trabaja.
Ya nos hemos referido a la disminución del tamaño medio del hogar entre
1991 y 2001, pero sigue subsistiendo un cierto número de hogares “muy
grandes” por lo que se refiere a su tamaño, aunque, lógicamente, su número
está en claro descenso y es muy probable que en la mayor parte de los casos se
trate de hogares formados hace años y que, por tanto, muchos de los hijos estén
trabajando o entrando en el mercado de trabajo. Sin embargo, no siempre será
así y es preciso estudiar su posible problemática (tanto de tipo económico como
de atención a los hijos o de tipo residencial).
58
de tipo económico y residencial. En la medida en que se esté interesado en
“favorecer” la fecundidad deben evitarse las situaciones más dramáticas de este
tipo de hogares.
Sin embargo los datos pueden ser útiles no tanto por los valores
absolutos o relativos (porcentajes) de ciertos tipos de hogares con problemas,
sino porque nos indican en qué tipo de hogares se concentra esa problemática
laboral. Eso es, muy probablemente, independiente del hecho de que el paro se
haya reducido en estos 3 años y medio.
59
Tabla 17. Hogares con problemas de paro.
Nº % todos % 1 adulto % dos % al menos
adultos adultos parado y parados y dos parados
edad act. parados otro uno entre adultos
trabajando trabajando
Una mujer de 16 a 64 años 1 8,38
Un hombre de 16 a 64 años 1 7,24
Una mujer adulta con uno o más 1 12,81
menores
Un hombre adulto con uno o más 1 3,55
menores
Dos adultos de 16 a 64 años, sin 2 1,18 17,27
menores
Dos adultos, uno al menos de 65 años 1 4,27
o más, sin menores
Dos adultos y un menor 2 1,10 16,73
Dos adultos y dos menores 2 0,83 14,05
Dos adultos y tres o más menores 2 2,46 13,69
Dos adultos de 35 años o más, uno de 3 0,07 1,66
16 a 34 años, sin menores
Dos adultos de 35 años o más, uno de 3 0,05 1,18
16 a 34 años y un menor
Dos adultos de 35 años o más, uno de 3 0,48 5,33
16 a 34 años y dos o más menores
Otro hogar de tres adultos, con o sin 3 0,31 2,49
menores
Dos adultos de 35 años o más, dos de 4 0,03 5,40
16 a 34 años, sin menores
Dos adultos de 35 años o más, dos de 4 0,15 6,60
16 a 34 años y un menor
Dos adultos de 35 años o más, dos de 4 1,27 12,70
16 a 34 años y dos o más menores
Otro hogar de cuatro adultos, con o sin 4 0,13 6,60
menores
Cinco o más adultos, con o sin 5 o más 0,37 12,58
menores
Fuente: Censo de población 2001.
60
activa con uno o más menores” que tiende a sufrir problemas de tipo laboral. En
el 12,8% de los hogares el único adulto -una mujer- estaba en el paro. En
números absolutos la cifra llegaba a 223 hogares. No ocurría lo mismo en el
caso de que el único adulto existente fuera varón, pues sólo en 15 de los
hogares (frente a los mencionados 223) de estas características estaba el adulto
en paro (un 3,5% de los casos).
61
de esos hogares había alguien en el paro, sólo en el 3,8% de los casos había 3
o más parados, pero eso suponía que cerca de 260 hogares de este tipo tenían
ese número de parados.
62
3.7. El hogar y los problemas del parque de viviendas.
63
respecto a las viviendas vacías, por ejemplo) sino de detectar los hogares e
individuos que tienen problemas reales de espacio en las viviendas en que
viven. Esos problemas pueden solucionarse a través del mercado (desde el lado
de la oferta de viviendas) o desde la política (sobre viviendas sociales, viviendas
“vacías”, alquileres, etc.), pero eso exige un cierto tiempo además de decisiones
que no tienen que ver directamente con la política de acción social. Lo que nos
interesa es evaluar los problemas existentes respecto a los cuales la acción más
eficaz a corto y medio plazo puede ser la “acción social”, en el sentido de aliviar,
de manera inmediata y a corto plazo, los problemas derivados de la falta de
espacio en las viviendas para un sector de la población.
64
Tabla 18. Hogares de la ciudad con problemas de espacio en la vivienda. 2001.
Valores absolutos Porcentajes respecto al total de
hogares según nº personas
Nº Menos Menos Menos Menos Menos Menos Menos Menos
personas de 28,8 de 20 de 15 de 10 de 28,8 de 20 de 15 de 10
por metros metros metros metros metros metros metros metros
hogar
1 0 0 0 0
2 4385 446 18 0 16,27 1,66 0,07 0,00
3 19029 2861 288 14 74,47 11,20 1,13 0,05
4 23664 8175 2324 242 91,79 31,71 9,01 0,94
5 7383 6254 2416 59 94,16 79,76 30,81 0,75
6 2002 1786 1222 178 95,93 85,58 58,55 8,53
7 587 528 440 167 100,00 89,95 74,96 28,45
8 216 207 185 89 100,00 95,83 85,65 41,20
9 97 93 78 67 100,00 95,88 80,41 69,07
10 y + 103 103 92 80 100,00 100,00 89,32 77,67
Total 57466 20453 7063 896
% sobre 52,59 18,72 6,46 0,82
todos los
hogares
Fuente: Censo de 2001
65
A la hora de definir el problema de “hacinamiento por falta de espacio
habitable” podemos establecer el límite en los 15 metros cuadrados (la mitad,
prácticamente, que la media urbana). El problema afectaría, pues, al 7,3% de
todos los hogares.
66
Tabla 19. Población afectada por "hacinamiento por falta de espacio"
67
El estudio que sobre este problema podemos hacer no es del todo
preciso debido a que el INE cuenta como habitaciones la cocina, sala de estar,
terrazas cerradas y dormitorios (no se incluyen los baños o pasillos ni otros
espacios de usos diversos como tendederos o terrazas abiertas). Si bien
podemos entender que casi todas las viviendas (excepto las llamadas
“estudios”) deben incluir una cocina y, por tanto, en términos reales podemos
suponer que casi todas ellas la tienen, no podemos deducir lo mismo del salón.
Esto origina el problema de cuántas habitaciones se usan como “dormitorios” en,
por ejemplo, un hogar de dos adultos y dos menores. Está luego, además, el
hecho de que no sabemos la edad exacta de los dos menores ni su sexo y, por
tanto, es difícil hacer una suposición correcta o razonable acerca de “cuántos
dormitorios” se precisarían. Sólo podemos, a partir del censo, fijarnos en el
grupo de edad (amplio) de los menores y de los adultos y suponer que los
adultos son pareja o matrimonio y precisan un “dormitorio” y que los dos
menores necesitan, cuando menos, una habitación como dormitorio.
68
Tabla 20. Hacinamiento según estructura del hogar.
Escasez de habitaciones para los miembros del hogar
69
afectaría a más del 12%. Estos hogares pueden ser de dos clases (sobre
todo):
70
una estructura muy parecida a dos de las anteriormente reseñadas). El
15,3% de estos hogares padecen problemas de hacinamiento, aunque su
importancia en términos absolutos es escasa, como se aprecia en la
tabla.
71
disponibles correlaciona muy fuertemente con el tamaño del hogar: a medida
que el tamaño es mayor más probable es que se sufra el problema.
72
4. JOVENES.
73
inmigrantes mayores de una cierta edad –digamos 16 años- van a “usar” en una
menor proporción el aparato educativo (bachillerato o universidad, por ejemplo).
Una aclaración adicional sobre los dos últimos grupos es que, en las
tablas que siguen, se ha supuesto que –a falta de otros datos en este momento-
en 2001 la participación del grupo de secundaria en el aparato educativo
(bachillerato y formación profesional) era del 67% (dos tercios de la población
entre los 16 y los 20 años) y que se elevará al 85% en 2011 y 2021 y que la
participación del grupo universitario era del 50% del grupo de edad 19-22 años
en 2001 y que se elevará al 67% en 2011 y 2021.
74
Tabla 22. Población de 0 a 25 años en la ciudad de Valladolid y las
necesidades del aparato educativo.
4.1.1. Guarderías.
75
de 3 años entre 2001 y 2011 se debe tanto al previsible aumento de la
fecundidad de los oriundos de la ciudad como al aporte de la inmigración (véase
el capítulo 2 de este informe). La evolución entre 2011 y 2021 (reducción en 500
niños) estaría causado por el “momentum negativo de fecundidad”, esto es, por
el hecho de que a pesar de que previsiblemente siga aumentando la fecundidad
de las mujeres “oriundas” de la ciudad su fecundidad general bajaría debido a
que serían menos mujeres. La inmigración continuaría aportando “niños” nacidos
de madres extranjeras pero esa aportación no sería suficiente para compensar
el primer fenómeno. Pero lo que, en conjunto, se puede decir sobre el futuro en
los próximos años es que aumentará notoriamente la población de este grupo de
edad.
¿Cuántos niños de esa edad serán atendidos en guarderías? Es un
problema, en gran medida, político o de planificación social. Si entendemos que
todos los niños de uno y dos años deben tener plaza de guarderías (a la altura
de 2011 y 2021, entonces el número de plazas sería de unas 7300 en 2011 y de
unas 6300 en 2021. A ellas habría que añadir las que se pudieran planificar para
los niños de 0 años (3650 en 2011 y 3150 en 2021). Entendemos que en esta
planificación debe atenderse a todos los niños. Naturalmente, y no viene mal
recordarlo, se está siempre razonando en términos de ausencia de emigraciones
de la ciudad a los municipios residenciales cercanos.
76
aunque en este caso el aumento sería muy suave entre 2001 y 2011 y muy
grande entre 2011 y 2021. En 2001 eran 26.500 los niños y adolescentes en ese
grupo de edad y serían 27700 en 2011 (un aumento de sólo el 4.4% en 10 años)
y, en cambio, pasarían a ser 35200 en 2021 (un aumento del 27%).
77
a acudir a la universidad entonces las caídas de los usuarios potenciales serían
aún mayores: de los 19.700 a los 10.425 en 2011 (caída del 47%) y a los 9575
en 2021 (caída global del 51%).
En resumen
Para las primeras fases del sistema vamos a ver elevarse el número de
niños y adolescentes que requerirán atención educativa.
78
4.2. Jóvenes, absentismo y compensación educativa.
79
Por estas razones, en lo que sigue se llevará a cabo un análisis con
especial atención a la distribución por áreas de los CEAS y Zonas de
intervención social de la presencia de bolsas de estudiantes con riesgos
abiertos. En el segundo apartado se analiza someramente la distribución de
estos grupos de riesgo por titularidad pública o privada del centro y por el tipo de
centro –si es de primaria, de secundaria o integrado-
Los datos con los que contamos nos permiten, por una parte, realizar un
análisis de la presencia de alumnos extranjeros, pertenecientes a minorías o
encuadrados en otras situaciones de riesgo. Además, para cada uno de estos
grupos se considera si presentan necesidades de compensación educativa. Los
alumnos extranjeros incluyen a todos aquellos que carecen de la nacionalidad
española. Entre los alumnos pertenecientes a minorías étnicas destaca la
presencia de estudiantes de la comunidad gitana. Los alumnos en otras
situaciones de riesgo constituyen una especie de miscelánea en la que se
incluye a alumnos no pertenecientes a las otras categorías que se encuentran
en situaciones “que pueden implicar desventajas: ambientes deprivados, familia
desestructurada, familias itinerantes, etc…” 4.
Dado que los datos con los que contamos están agregados a nivel de
centro, todas las tasas se calculan a partir de los datos de los centros, para ser
recalculadas después según el peso específico de cada centro dentro de la
categoría correspondiente. Todas las tasas citadas, si no se señala lo contrario,
están especificadas en tantos por cada mil alumnos.
4
Junta de Castilla y León (2003) Instrucción 21/2003 de la Dirección General de
Formación profesional e innovación educativa relativas a la planificación de las
actuaciones de compensación educativa e interculturalidad para el curso escolar 2003-
2004. Mimeo.
80
4.2.1. Alumnos en riesgo y Absentismo por CEAS y Zonas de
acción social.
81
Tabla 24. Tasas de grupos de alumnos en riesgo por áreas de CEAS (por cada mil)
82
Tabla 25. Tasas de grupos de alumnos en riesgo por Zonas (tasas por mil)
OTROS TOTAL
ZONAS MINORIAS EXTRANJEROS EN ALUMNOS
RIESGO EN RIESGO
Campogrande 5,62 25,40 14,49 45,51
Pisuerga 30,66 16,26 13,08 60
Esgueva 52,90 64,81 32,62 150,33
Zona Este 98,91 42,74 20,57 162,22
Tasa Valladolid 36,63 32,87 18,08 87,58
Fuente: Elaboración propia a partir de Datos básicos de Educación Compensatoria.
83
Tabla 26. Tasas de grupos de alumnos en riesgo con necesidades por áreas de
CEAS (tasas por mil)
MINORÍAS EXTRANJEROS OTROS EN RIESGO TOTAL ALUMNOS
EN RIESGO
Pajarillos Bajos 136,02 Vadillos 56,56 Barrio España- 44,88 Arturo Eyríes 416,36
San Pedro
Regalado
Pajarillos Altos 82,96 Delicias Argales 50,81 Centro 36,59 Pajarillos Bajos 336,21
Barrio España- 64,52 Arturo Eyríes 40,89 Huerta del Rey- 32,97 Vadillos 287,93
San Pedro Girón
Regalado
Puente Colgante 40,73 Rondilla 37,39 Arturo Eyríes 26,02 Pajarillos Altos 199,56
Casablanca
Arturo Eyríes 37,17 Pajarillos Bajos 30,65 Pajarillos Altos 19,06 Barrio España- 197,76
San Pedro
Regalado
Vadillos 33,42 Rondilla Santa 28,67 Delicias 18,81 Rondilla Santa 193,55
Clara Canterac Clara
Huerta del Rey- 27,58 Centro 21,96 Campillo 18,71 Delicias 156,51
Girón Argales
Tasa media 27,12 Hospital 20,13 Vadillos 17,99 Tasa media 126,55
Valladolid Valladolid
Delicias 25,16 Tasa media 18,97 Rondilla 17,09 Delicias 109,02
Canterac Valladolid Casablanca Canterac
La Victoria 24,69 Pajarillos Altos 17,94 Tasa media 14,17 Rondilla 106,84
Valladolid Casablanca
Rondilla Santa 22,40 Campillo 15,20 Rondilla Santa 11,65 Huerta del 86,33
Clara Clara Rey-Girón
Delicias Argales 21,34 Juan de Austria 14,27 Juan de Austria 10,38 Hospital 68,56
Rondilla 13,89 Delicias 10,93 Pajarillos Bajos 7,66 Centro 63,87
Casablanca Canterac
Sur-La Rubia 5,74 Huerta del Rey- 8,99 Delicias 7,11 Puente 61,41
Girón Argales Colgante
Hospital 3,14 Campogrande 7,97 Hospital 5,66 Campillo 53,02
Juan de Austria 3,03 Parquesol 7,51 Sur-La Rubia 4,18 La Victoria 48,36
Campillo 0,58 La Victoria 7,20 La Victoria 2,06 Sur-La Rubia 41,26
Centro 0,0 Sur-La Rubia 2,61 Puente 1,88 Campogrande 36,15
Colgante
Campogrande 0,0 Puente Colgante 0,0 Campogrande 0,61 Juan de 34,6
Austria
Parquesol 0,0 Barrio España- 0,0 Parquesol 0,0 Parquesol 33,65
San Pedro
Regalado
Belén-Pilarica - Belén-Pilarica - Belén-Pilarica - Belén-Pilarica -
Fuente: Elaboración propia a partir de Datos básicos de Educación Compensatoria.
Tabla 27. Tasas de grupos de alumnos en riesgo con necesidades por zonas
(tasas por mil)
Tasa de Tasa de Tasa de otros
alumnos alumnos de alumnos en
extranjeros con minorías con riesgo con
necesidades necesidades necesidades
Campogrande 11,58 2,17 13,00
Zonas
Pisuerga 7,40 19,16 8,86
de
Acción Esgueva 22,79 30,73 14,64
social
Zona Este 20,57 49,02 15,46
84
4.2.1.3. Otro alumnado en situación de riesgo.
4.2.1.4. Absentismo
85
y Esgueva (66,77) presentan tasas superiores a la media del municipio, Pisuerga
(40,04) y Campogrande (7,48) –aunque sobre todo este último- se sitúan por
debajo de la media.
Tabla 28. Tasas de absentismo por CEAS
86
4.3. Alumnos en riesgo, titularidad y tipo de centro.
4.3.1. Titularidad.
Tabla 31. Grupos de riesgo según titularidad del centro (tasas por mil)
Tasa de Tasa de Tasa de Tasa de
absentismo extranjeros minorías otros en
riesgo
Titularidad Privado 19,23 20,52 18,92 12,52
87
Tabla 32. Grupos de riesgo con necesidades según titularidad del centro (tasas
por mil)
Tasa de alumnos Tasa de alumnos Tasa de otros
extranjeros con de minorías con alumnos en riesgo
necesidades necesidades con necesidades
88
educativas especiales, mientras en los centros privados esta cifra se eleva al
sesenta por ciento. Entre los pertenecientes a minorías, sin embargo, la
detección de necesidades educativas especiales es inversa, más elevada en los
centros públicos (64%) que en los privados (50%). Estos resultados son
coherentes si se piensa en una mayor selección entre los extranjeros por parte
de los privados y una mayor dotación de apoyos específicos en los centros
públicos.
Tabla 33. Grupos de riesgo según tipo de centro (tasas por mil)
Tasa de Tasa de Tasa de Tasa de
absentismo extranjeros minorías otros en
riesgo
Tabla 34. Grupos con necesidades especiales según tipo de centro (tasas por mil)
Tasa de Tasa de Tasa de otros
alumnos alumnos de alumnos en
extranjeros con minorías con riesgo con
necesidades necesidades necesidades
Primaria 19,86 33,85 5,88
Tipo de
centro Secundaria 19,27 23,82 42,73
89
educativos. Así, la presencia de alumnado extranjero apenas disminuye con el
paso de la primaria a la secundaria (pasa del 51,5 al 46,9 por mil), mientras los
alumnos pertenecientes a minorías pasan de un 72,4 a un 27,8 por mil, y pierden
por lo tanto algo más del 60% de sus efectivos. Esto se debe a que salen del
sistema educativo y, por lo tanto, de las posibilidades de detección desde el
sistema. Es decir, no es que tengan menores riesgos, sino que como
desescolarizados los tienen mayores. Los alumnos de otros grupos de riesgo,
por su parte, no sólo no disminuyen sino que aumentan, multiplicando por tres
sus efectivos. Esto tiene que ver con la propia definición de esta categoría. Por
una parte, la población itinerante cuenta con programas de atención en primaria
que no existen en la secundaria. Por otra parte, en la secundaria se realiza una
evaluación de distinto tipo de la situación familiar de los alumnos en los centros.
Integral 18163 0
90
5. COLECTIVOS ESPECÍFICOS.
91
Tabla 38. Personas valoradas con un grado de minusvalía ≥ 33%.
Distribución por tipo de discapacidad
TIPO DE DISCAPACIDAD N.
Total 159.619
Osteo-articular 65.264
Neuro-muscular 22.541
Órganos Interno Y Piel 18.094
Retraso Mental 16.650
Trastorno Mental 17.181
Visual 11.779
Auditiva 4.622
Expresiva 900
Mixta 1.918
Otras 670
92
El carácter parcial de la atención pública a los discapacitados puede
atribuirse, al menos, a tres grandes factores: primero, lo multifacético de sus
necesidades, en contraposición con la especialización funcional de
administraciones y agencias públicas; segundo, su a menudo muy elevado coste
económico tanto en términos absolutos como relativos (en comparación con
otras intervenciones igualmente demandadas por otros colectivos); tercero, pero
no por su importancia, su escasa visibilidad pública y su limitada capacidad de
movilización política. Colectivos particularmente poco atendidos son, por
ejemplo, las personas con enfermedades psíquicas, una parte de las cuales, en
particular los que carecen de redes familiares de apoyo, en buena medida se
solapan con los sin techo.
Una somera lista de las entidades que trabajan con distintos tipos de
discapacidad dará una idea de la importancia de la iniciativa privada en este
terreno:
Agrupación provincial de sordos vallisoletana (APROSORVA)
Asociación castellanoleonesa de afectados por retinosis
pigmentaria
Asociación de afectados por el síndrome tóxico
Asociación de daño cerebral adquirido de Valladolid "Camino"
Asociación de enfermos de Alzheimer
Asociación de familiares y enfermos mentales de Valladolid "El
Puente" (FEAFES)
Asociación de lucha contra enfermedades del riñón (ALCER)
Asociación de minusválidos psíquicos (OLID)
Asociación de padres y amigos del sordo de Valladolid (ASPAS)
Asociación de Paralíticos Cerebrales (ASPACE)
Asociación de paralíticos y grandes minusválidos (ASPAYM)
Asociación de protección a deficientes mentales (ASPRONA)
Asociación de tratamiento de niños con trastornos neuromotores
Asociación del personal Renault asistencia al minusválido
(APRAM)
Asociación española de deportes y tiempo libre de minusválidos
psíquicos
Asociación integral del minusválido físico (APIMF)
Asociación minusválidos psíquicos grupo alegría
Asociación padres adultos discapacitados conde Ansúrez
93
Asociación padres autistas psicóticos
Asociación para la integración del minusválido físico
Asociación Parkinson Valladolid
Asociación pro-deficientes "Arte libro"
Asociación pro-deficientes mentales de Valladolid
Asociación promoción e inserción minusválidos mundo labor
Asociación Síndrome de Down de Valladolid (ASDOVA)
Asociación vallisoletana de ayuda al invidente (ASVAIN)
Asociación de neurofibromatosis de Castilla y León
Autismo Valladolid
Confederación Española de Organizaciones en Favor de las
personas con discapacidad Intelectual (FEAPS)
Delegación territorial ONCE Valladolid
Federación de Asociaciones de personas sordas de Castilla y
León (FAPSCL)
Fraternidad Cristiana de Enfermos y Minusválidos (FRATER)
Fundación Intras
Fundación tutelar castellanoleonesa de deficientes mentales
Fundación tutelar personas con enfermedad mental. Castilla y
León (FEAFES-FECLEM)
Organización Nacional de ciegos españoles (ONCE)
Sordos en Acción
94
Tabla 39.- Proyección de la población con discapacidades y con discapacidades
severas para los años 2011 y 2021.
Censo 2001 Proyección 2011 Proyección 2021
(incluidos inmigrantes) (incluidos Inmigrantes)
Edad Total Varones Mujeres Total Varones Mujeres Total Varones Mujeres
6 a 44 3800 1899 1901 3775 1925 1851 3436 1762 1673
45 a 64 8125 3887 4238 9429 4438 4991 10566 5143 5423
Total 11925 5786 6140 13204 6363 6841 14002 6906 7097
Discapacidad 7875 3788 4086 8900 4286 4614 9336 4521 4815
severa
95
5.2. Víctimas de Maltrato.
Las cifras en este caso no hablan por sí solas, pues hay un porcentaje
muy elevado de maltrato que no es denunciado ni llega a tratarse en ninguna de
sus vertientes: física, psíquica ó social. No obstante, es evidente un aumento del
número denuncias de violencia doméstica en España, que en el primer semestre
de 2004 ha sido un 24% superior al registrado en el año anterior para el mismo
periodo, según los datos facilitados por el Observatorio contra la Violencia
Doméstica y de Género y el Consejo General del Poder Judicial. Los datos del
Ministerio del Interior apuntan la misma tendencia: en los cinco primeros meses
del año en curso, 21.845 mujeres denunciaron a su pareja o expareja, lo que
supone un aumento del 17% respecto al año anterior.
96
aunque el pequeño número (en términos de “grandes números”, por más que un
solo caso ya sea demasiado) de casos y la complejidad de las variables que
intervienen impide realizar cualquier estimación numérica.
97
Desde los Servicios Sociales se cuenta para la actuación en este terreno
con los Equipos de Intervención Familiar, que son el instrumento principal con el
que se tratan a medio plazo este tipo de problemas, frecuentemente asociados a
las familias desestructuradas. De hecho, cuentan con un programa para abordar
la problemática específica de la mujer. En el ámbito de la sociedad civil, en
Valladolid destaca una Asociación de asistencia a víctimas de agresiones
sexuales y malos tratos: ADAVAS. En lo que va de año ha atendido a unas 200
personas, observando un descenso en la demanda que ha tenido la asociación,
probablemente motivado por la implantación de los juicios rápidos el pasado
año. Este nuevo sistema no deja tiempo a la víctima de agresiones para acudir a
la asociación para asesorarse, lo que, paradójicamente, conlleva cierta
indefensión para ella. Las relaciones que tiene ADAVAS con los Servicios
Sociales son estrechas, dependiendo del perfil de la víctima: si es inmigrante, si
requiere una prestación económica…
98
5.3. Población ex-reclusa
99
inferir una tendencia clara en las sentencias de menores, pues en el año 2000
hay 35 sentencias penales, en 2001 no aparece ninguna, en 2002 hay 127, 245
en 2002 y 220 en 2003.
100
diagnóstico de los actuales casos de SIDA en la provincia, mostrando una clara
tendencia descendente.
5.5. Drogodependientes
101
Tabla 41. Pautas de consumo población de 14 a 70 años
Alguna ocasión Último año Último mes
1992 1997 2000 1992 1997 2000 1992 1997 2000
Cannabis 31,4 28,6 28,6 13,4 11,9 12,4 11,9 5,8 6,3
Anfetaminas 4,8 4,2 3,8 0,8 0,6 1 0,6 0,3 0,5
Tranquilizantes 2,5 1,9 1,7 0,7 0,6 0,8 0,6 0,4 0,2
Opiáceos 1,2 0,9 0,7 0,5 0,4 0,3 0,4 0,2 0,2
Cocaína 8 5,6 4,1 4,5 2,8 2,1 2,8 1,2 0,9
Éxtasis/Drog. ---- 4,6 5,5 ---- 3,2 3,9 3,2 1,7 2,3
Síntes
Alucinógeno 2,7 2,3 1,9 0,6 0,8 0,7 0,8 0,4 0,3
Inhalables 0,4 0,4 0,5 0 0,2 0,1 0,2 0 0,1
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Sustitutivos opiáceos 576 1339 1798 2239 2260 3592 4226 4785 5056 4907 4610
Centro de Día 380 438 756 684 785 673 675 134 158 170 153
Unidad de Desintoxicación 225 207 214 280 295 313 293 283 277 230 224
Hospitalaria
Comunidad Terapéutica 603 973 738 757 579 505 502 627 659 796 680
Centros Ambulatorios 1417 1492 1265 1153 1067 1127 1474
Total 1784 2957 3506 3960 5336 6575 6961 6982 7217 7230 7141
Fuente: Memoria del Plan Regional sobre Drogas de Castilla y León, 2003
102
Un cambio importante en la ciudad ha sido la reubicación del tráfico. El
antiguo poblado de la Esperanza albergaba una situación socioestructural en la
que el tráfico y consumo de drogas eran una actividad cotidiana. Con la
remodelación de esta zona y la reubicación de sus habitantes en otras áreas de
la ciudad, se ha producido una dispersión de esta problemática, no exenta de
nuevos conflictos.
103
un 59,2%, y un 82,3% de individuos consumen dos o más drogas diferentes; la
edad media del consumidor es de 32 años, habiendo iniciado el consumo a los
21 años, y llevando por tanto 11 de práctica; la situación laboral predominante es
la de desempleado, con un 54%, seguida de empleado, con un 33,5%, e
incapacitado, 5,3%, mientras que los estudiantes apenas son apenas el 0,9%.
La droga principal que motiva el tratamiento es todavía la heroína (72,8%),
seguida por la cocaína (22%); Entre ambas suman casi el 95% del total. En
cuanto a la relación con el VIH, un 51.9 % de los casos en tratamiento de drogas
no institucionalizadas no tienen VIH, un 15,5% son portadores y, habría que
tener en cuenta el 29,6 % de casos desconocidos.
104
características difieren. La mayoría de los alcohólicos, el 92,3%, no consumen
otras drogas. Y en cuanto a su relación con el empleo: el 53,5 % trabaja,
mientras que el 25,8% está desempleado. En lo que concierne a su nivel de
estudios, en fin, el 18,8 % no tiene siquiera los primarios completados, el 51,3
sólo primarios, el 14, 3 secundarios y el 15,6 universitarios.
105
otras situaciones de riesgo en las que sí, lo mismo como causa que como
consecuencia.
5.6. Indomiciliados.
Cruz Roja y Cáritas son dos de las entidades que más trabajan con
transeúntes. Cruz Roja atendió en 2003 a 1520 usuarios, Cáritas por su parte, a
2120 (de los que 1880 fueron atendidos desde los servicios de desayuno,
duchas, ropero, lavandería o consigna y 240 desde el Servicio de Acogida y
Orientación Social). Ambas entidades coinciden en algunas características del
perfil de este colectivo:
106
• Acusado deterioro físico y mental
5.7. Prostitución.
107
personas, tocarían a 42 clientes por prostituta; una hipótesis más realista podría
reducir la clientela potencial a la población de veinte a sesenta y nueve años,
que son 13.747.074, con lo que la clientela individual media se vería reducida a
34 parroquianos. Suponiendo que éstas trabajaran, por ejemplo, 287 días al año
(un mes de vacaciones y seis días a la semana, los clientes tendrían que ir,
según la población considerada, casi siete veces al año, o algo más de ocho.
Pero hay una encuesta del INE que afirma que sólo el 22,5% de los varones
hace uso de este servicio, lo cual los obligaría a acudir 30 o 37 veces
respectivamente. Hay que tener en cuenta, además, que la prostitución es un
trabajo de elevada productividad material: si hacemos caso a las crónicas, no
parece descabellado apuntar que una sola prostituta puede realizar tres
servicios en una jornada de trabajo. Siendo así, la clientela potencial tendría que
acudir a consumirlos 20 y 25 veces al año (según el grupo de edades que
consideremos), o 90 y 111 al año si hacemos caso a la estimación de la clientela
real porel INE.
108
problema que no existiría si la prostitución estuviera legalizada y, por tanto,
registrada.
109
6. LA OFERTA DE ACCION SOCIAL: UNA PROYECCION LINEAL.
110
determinado momento, no cuentan con habilidades o recursos suficientes para
solventar situaciones inciertas. Ello ha permitido trabajar con la idea de
normalización, incorporando nuevos grupos de atención al servicio, pero también
ha acrecentado la saturación y el desbordamiento del sistema.
“...en la medida que hay recursos que crean las necesidades, eso
es una rueda que se va engordando. Con lo cual, se cubren estas
necesidades, por tanto se amplían las otras, por tanto hacen falta
recursos, por tanto… van creciendo...” (GDTS)5
5
En las trascripción literal del discurso de los entrevistados se cita la fuente de
procedencia: GDTS, corresponde al Grupo de discusión de los Trabajadores Sociales y
otros profesionales; GDON, se corresponde con el grupo de Asociaciones y
Organizaciones No Gubernamentales; GDU con el Grupo de usuarios; y EP1, EP2, EP3
Y EP4, se corresponde con las entrevistas realizadas.
111
cuatro Zonas de Acción Social con características diferentes, necesidades,
proyectos y recursos distintos.
Tabla 43. Proyectos desarrollados por los CEAS por sector de referencia.
SECTOR DE REFERENCIA
Mujeres Menores Desarrollo Otros
comunitario colectivos
Total Total
CEAS NP NU NP NU NP NU NP NU Proyectos Usuarios
Centro 0 0
Campillo 1 24 1 24
Campogrande 0 0
La Victoria 1 6 2 68 3 74
Hospital 1 18 1 18
Rondilla Santa 1 20 1 38 2 58
Clara
Rondilla 0 0
Casablanca
Barrio España – 1 26 1 40 1 399 3 465
S.P. Regalado
Vadillos 1 23 1 23
Belén- Pilarica 1 24 2 98 1 asoc. 1 103 5 225
Pajarillos Bajos 1 50 1 50
Pajarillos Altos 2 20 1 25 3 45
Pajarillos Bajos y 4 64 3 73 1 1 9 137
Altos
Delicias 4 80 3 28 1 47 8 155
Canterac
Delicias Argales 1 30 1 30
Juan de Austria 1 30 1 30
Zona Sur - La 2 73 2 1198 1 18 5 1289
rubia
Arturo Eyríes 1 11 2 42 3 28 6 81
Puente Colgante 2 41 1 14 1 asoc. 4 55
Huerta del Rey 2 24 2 53 1 asoc. 1 35 6 112
Girón
Parquesol 1 26 1 26
Total 60 2897
112
Tabla 44. Proyectos realizados por Zonas de Acción Social.
ZONA PROYECTOS
Campogrande 7
Pisuerga 19
Esgueva 12
Este 22
113
desarrollados, aunque desde los técnicos de base interpreten dicha continuidad
como continuismo, rutina y falta de ideas:
114
6.1.2. Los usuarios del Servicio
Aunque en la mayoría de los casos son familias las que acusan una
misma situación problemática, suele ser la mujer la que acude como
demandante (a excepción de las personas mayores, o hijos varones que acuden
a pedir el SAD para sus padres). El solicitante de Servicios Sociales suele verse
afectado por una o varias de estas problemáticas: conflictos familiares,
precariedad o falta de empleo, recursos económicos escasos y/o bajo nivel de
formación. Cabe destacar que los propios usuarios tienen una visión
estereotipada del demandante como persona de bajo status social y económico,
llegando incluso a afirmar que ellos mismos sienten vergüenza al acudir a los
CEAS, o al reconocer que perciben ayudas de distinta índole, como el IMI.
115
• En relación a los usuarios: nuevas problemáticas emergentes
(aumento del número de población inmigrante, nuevas situaciones
surgidas por la falta de mecanismos de control y orientación de
los padres respecto a sus hijos) y familias más desfavorecidas.
• Problemáticas internas: falta de profesionales, lo que traería
consigo la consiguiente saturación laboral; escaso reconocimiento
del trabajo “de a pie”; ausencia de tiempo para desarrollar
determinadas funciones que se han visto relegadas; y necesidad
de “intentar repensar nuestra estructura para adaptarnos a los
nuevos tiempos” (EP4)
116
Pero, entender el funcionamiento de los Servicios Sociales sobre la base
de este desequilibrio no constituye la mejor manera de analizarlo. El abismo que
separa la progresión de las necesidades frente a los límites de los recursos
sometería al Servicio a una permanente incapacidad de actuación. Por el
contrario, los Servicios Sociales han de entenderse como solventes en la medida
en que se configuran como “recursos que buscan recursos”, es decir, que
multiplican su capacidad de respuesta mediante la utilización de “otros” medios;
públicos y privados, propios de los Servicios Sociales y externos a ellos,
coordinados para la consecución de unos mismos objetivos.
Dados los estrechos límites en los que se mueven los Servicios Sociales,
es necesario entender que sus recursos no se encuentran tanto en las cuantías
económicas destinadas a cada beneficiario, como en el entramado de
relaciones, información, asesoramiento y apoyo ofrecidos. No quiere eso decir
que los Servicios Sociales puedan mantenerse al margen de incrementos
presupuestarios, ni mucho menos desacreditar las reivindicaciones dirigidas
hacia el crecimiento del gasto social. El sentido de la frase, por el contrario,
apunta en la dirección de valorar los elementos “generadores de recursos”, esto
es, los agentes capaces de ofrecer un servicio al usuario al margen de las
prestaciones económicas de las que dispongan. Es en este entramado de
relaciones en el que destaca el papel del trabajador / animador social como un
referente fundamental en el buen desempeño de los objetivos. Esto lleva a
plantear la necesidad de valorar el principal recurso con el que cuenta el
servicio, sus propios técnicos, encargados de equilibrar lo desequilibrado, de
orientar, y evaluar cada una de las situaciones con el fin de llegar a una mejor
utilización de los recursos existentes.
117
sobrecargado de trabajo, que ve incrementar sus competencias día a día y al
que no se le dotan de suficientes recursos.
118
“El trabajo social lo veo hacia el desborde, lleva mucho tiempo al
límite. Es necesario un refuerzo de personal urgente” (EP2)
119
juventud, salud... asumieran “como propios” criterios de funcionamiento que
ahora sólo se mantienen desde Servicios Sociales, se podría despegar la
etiqueta de marginalidad con la que éstos últimos funcionan. Además, y con el
fin de fortalecer la capacidad de respuesta del sistema en su conjunto, sin tener
que utilizar recursos adicionales para limar los efectos de las políticas no
sociales, sería bueno apuntar hacia una coordinación de competencias
municipales, rechazando el sometimiento de las políticas sociales al conjunto de
los ámbitos políticos. Las impresiones recogidas apuntan en esta misma
dirección:
120
Las situaciones para las que los técnicos, de base y no de base, prevén
mayores cambios tienen que ver, por un lado, con la llegada de inmigrantes a la
ciudad, y por otro, con la transformación de los modelos de la familia y el
debilitamiento de las redes de socialización primaria.
121
socioeconómica y laboral de las familias monoparentales, la desorientación
respecto a los adolescentes, el agotamiento de los abuelos cuidadores, o la
ausencia de los padres y madres en el proceso educativo de sus hijos.
La falta de atención a los hijos por parte de sus padres merece una
especial preocupación al percibirse como un resultado evidente de la
inestabilidad del mercado de trabajo y de la necesidad de satisfacer continuas
demandas materiales. De nuevo, el problema recobra tintes universales, aunque
122
sean muy diferentes las necesidades que aquejan a los grupos con mayores o
menores ingresos económicos y no todos requieran la asistencia de los servicios
municipales.
Pero el problema no les afecta sólo a ellos. Dentro de los grupos mejor
asentados económicamente, la desorientación en el cuidado a los hijos aparece
como el resultado de una apuesta familiar que prioriza la mejora en los niveles
de vida por encima de otras responsabilidades. El incremento constante en las
necesidades sociales condiciona que las figuras de apoyo (“abuelos cuidadores,
personal de servicio, guarderías...”) pasen a convertirse en sistemas de
sustitución de suplen una frecuente ausencia paterna/materna.
123
llegaron a superarse y fueron sustituidos por nuevas problemáticas. La cuestión
no se encuentra en presentar la dificultad de este nuevo panorama sino en
apuntar la necesidad de adaptarse a las nuevas necesidades de la realidad
social.
Para concluir, sería necesario añadir los colectivos para los que los SS
no cuentan con recursos. Se habla de las dificultades para cubrir situaciones de
crisis o emergencias como los accidentes, infartos, así como la desprotección
con la que se encuentran colectivos como los enfermos mentales, o los sin
techo, especialmente para grupos de población menores de 65 años y cuando la
familia no puede hacerse cargo. Para muchos de ellos, el tercer sector —Cáritas
Cruz Roja, Aspace, Asprona...— supone el mejor recurso. Pasamos a
continuación a analizar las relaciones que se establecen entre estos colectivos y
los servicios sociales públicos.
124
Administración en relación con los convenios implementados a corto plazo, que
funcionan mientras dura la correspondiente subvención .
Hay algún profesional que indica que debería haber mayor coordinación,
y esta opinión la secundan afirmaciones de esta índole: A veces se superponen
actuaciones, se duplican recursos, les damos lo mismo dos veces, mareamos al
usuario, etc. En general, las relaciones entre los técnicos de base y dichas
asociaciones/entidades son buenas y están basadas en el mutuo interés por
llevar a cabo unos objetivos de mejora social.
Es posible que haya colectivos con los que trabajen mejor las
asociaciones, tales como las prostitutas, los indomiciliados, los inmigrantes, los
toxicómanos... Al tener mayor capacidad en la dirección del trabajo de los
125
agentes de base, al gozar de mayor autonomía, menor burocratización y
jerarquía, se pueden adaptar mejor a necesidades de grupos con una situación
social compleja. Paralelamente, sectores como estos, que están en situación de
ilegalidad o alegalidad, es probable que se acerquen antes a una asociación que
a un Centro perteneciente a la Administración Pública, por las connotaciones
inevitables de ésta.
126
Como ya hemos apuntado, hay una gran heterogeneidad en el tercer
sector de la ciudad, que va desde las grandes asociaciones6, que en ocasiones
deben funcionar internamente como empresas, a otras muy pequeñas que
tienen un carácter casi familiar o de grupo informal. Respecto a las primeras
hemos detectado, por un lado, cierta reticencia hacia su estructura, patente en
expresiones como esta: “El problema es que hay cuatro o cinco entidades
grandes, por decirlo de alguna forma que son ‘cuasiadministraciones’ o grandes
empresas” (EP4), y, por otro, un reconocimiento de su relevancia al gestionar,
por ejemplo, programas europeos de gran envergadura.
6
Un ejemplo de ello sería Cruz Roja Valladolid que tuvo en 2003 un total de 9259
usuarios, repartidos en múltiples programas y apoyados por 388 voluntarios
127
La opinión generalizada es que, aunque la relación es cordial y hay
buena comunicación, la Junta establece las directrices que los Servicios
Sociales municipales deben llevar a cabo, con delegaciones sucesivas de
competencias y mayores exigencias que no van acompañadas de una dotación
económica y profesional acorde a esta nueva situación.
128
7. LOS SERVICIOS SOCIALES EN EL FUTURO: EL CRECIMIENTO DE LAS
NECESIDADES SOCIALES.
7.1. Introducción.
129
necesidades y en cuáles van a disminuir para luego concluir hacia qué grupos
deberán orientarse los servicios sociales y todo ello sin aumento ni disminución
de cobertura o intensidad de la misma.
130
mercado, las diversas agencias públicas o las organizaciones privadas sin ánimo
de lucro es un grave problema que no nos permite ver si en cierto ámbito de
actuación están, por ejemplo, interviniendo de forma eficaz las ONGs -por
ejemplo- y “liberando” o “complementando” la acción del ayuntamiento -que
podría así dedicar sus esfuerzos a otros ámbitos no cubiertos o, simplemente,
concentrar la intensidad de su acción en colectivos más reducidos-. De manera
que una tarea de gran utilidad social es disponer de información fiable sobre las
prestaciones que llevan a cabo otros agentes, incluso de planificar un sistema de
información estadística para todos los agentes intervinientes. Ello debe
entenderse como parte propia -no extraña o ajena- de los “servicios sociales”
pues hará ganar en eficacia, complementariedad, eliminación de dobles
esfuerzos y atención a áreas o grupos sociales desatendidos.
131
7.2. Los grandes grupos de usuarios de servicios sociales en el futuro.
Tabla 46. Usuarios de los Servicios Sociales de 2001 a 2003 por grandes grupos
SECTOR DE 2001 2002 2003 Media 2001-2003
REFERENCIA
Nº % Nº % Nº % Nº %
USUARIO USUARIO USUARIO USUARIO
S S S S
FAMILIA 7822 41,86 11636 41,12 9335 39,7 9597,67 40,84
PERSONAS MAYORES 4993 26,72 7454 26,34 6018 25,6 6155,00 26,19
INFANCIA 2313 12,38 2825 9,98 2897 12,3 2678,33 11,40
2
MUJER 1412 7,56 2189 7,74 1890 8,04 1830,33 7,79
MINORIAS ETNICAS 540 2,89 1272 4,50 905 3,85 905,67 3,85
PERSONAS 593 3,17 874 3,09 753 3,2 740,00 3,15
DISCAPACITADAS
INMIGRANTES 87 0,47 576 2,04 499 2,12 387,33 1,65
OTROS GRUPOS EN 430 2,30 571 2,02 490 2,08 497,00 2,12
SITUACIÓN DE NECESIDAD
ENFERMOS 112 0,60 222 0,78 173 0,74 169,00 0,72
PSIQUATRICOS NO
INSTITUCIONALIZADOS
TOXICÓMANOS 115 0,62 241 0,85 193 0,82 183,00 0,78
(ALCOHOLICOS,
DROGADICTOS)
JUVENTUD 138 0,74 194 0,69 186 0,79 172,67 0,73
EMIGRANTES 70 0,37 153 0,54 84 0,36 102,33 0,44
MARGINADOS SIN HOGAR, 24 0,13 41 0,14 35 0,15 33,33 0,14
TRANSEUNTES
ENFERMOS TEMINALES 19 0,10 28 0,10 14 0,6 20,33 0,09
RECLUSOS Y EX- 20 0,11 26 0,09 27 0,11 24,33 0,10
RECLUSOS
COLECTIVOS SIT. 0 0,00 14 0,05 9 0,4 7,67 0,03
NECESIDAD POR
CATÁSTROFES
REFUGIADOS Y ASILADOS 0 0,00 8 0,03 3 0,01 3,67 0,02
TOTAL GENERAL: 18688 100,0 28297 100,0 23511 100 23498,67 100,0
0 0 0
Fuente: Memorias del área municipal de servicios sociales
132
Como puede apreciarse, los usuarios se concentran en algunos grupos
muy importantes como “familias” (casi el 41% de los usuarios), “personas
mayores” (26%) que, a falta de datos más precisos, entenderemos que son
mayores de 65 años, “infancia” (11,4%) y “mujer” (7,8%).
133
Tabla 47. Porcentajes de recursos aplicados a usuarios de los servicios sociales
por sector de referencia (2003)
134
7.2.1. Familias.
Usuarios
El número de usuarios de 2001 a 2003 fue de una media de
prácticamente 9.600. Nada sabemos sobre el tipo de familias de que se trata por
carecer de datos. Será, por tanto muy difícil hacer ninguna previsión firme sobre
el futuro porque tenemos que partir de una definición muy ambigua del grupo de
riesgo. Sí sabemos, sin embargo, que el 41% de los usuarios de los servicios
sociales están calificados bajo la rúbrica de Afamilias” y que, por tanto, una gran
parte de los esfuerzos de los servicios sociales municipales se van en este
concepto.
Prestaciones
Casi la mitad de las actuaciones (47,6%) están calificadas como de
aplicación de “recursos complementarios para cobertura de necesidades de
subsistencia” y que, por tanto, se trata de familias en situación de grave
necesidad económica. En poco más de un tercio de los casos (35,5%) la
aplicación fue de “información, orientación, valoración y movilización de
recursos” lo que nos hace suponer que no se trata de situaciones tan dramáticas
como las anteriores pues no se aplican recursos económicos inmediatos para la
subsistencia. Finalmente en un 9,5% de los casos se aplicaron “prestaciones y
actuaciones de prevención e inserción social” (una ayuda de tipo social) y en un
7% de los casos se aplicaron “prestaciones y actuaciones de apoyo a la unidad
convivencial y de ayuda a domicilio”. En muy pocos casos se trataba de
“prestaciones, actuaciones y medidas de alojamiento alternativo” (0,3%).
Futuro
La familia, en el futuro, evolucionará en el sentido de disminuir algo su
tamaño actual (2,88 miembros) aunque no tanto como entre 1991 y 2001.
Téngase en cuenta que cada vez será más importante la presencia de
inmigrantes (con familias mayores), aunque la inmigración también “aporta”
hogares “no familiares” entre los recién llegados.
135
La fecundidad de la población “oriunda” subirá ligeramente -lo que
frenará la disminución del tamaño medio del hogar y la familia-. Pero, a la vez,
las nuevas estructuras de hogares -mayor presencia de hogares de solitarios
tanto de jubilados como de adultos y de hogares monoparentales- provocarán,
por el contrario, que disminuya el tamaño de la familia. La consecuencia es que
esperamos que el tamaño, básicamente, se mantenga o disminuya muy poco.
136
medida el agravamiento del problema que representan los hogares
monoparentales y de inmigrantes.
Necesidades futuras
No puede establecerse con claridad, pues, si el número de hogares en
necesidad económica aumentará o no. Más bien las tendencias de evolución
manifiestan un mantenimiento del problema (en 2011 y 2021) en los niveles
actuales desde el punto de vista del número de hogares en situación de
necesidad económica urgente (necesidades de subsistencia).
Usuarios
Tampoco existe una tendencia clara en el número de usuarios mayores
de 65 años de los servicios sociales entre 2001 y 2003. En cualquier caso, como
media de esos tres años, podemos decir que el 26% de los usuarios son
ancianos, recogiendo, este colectivo, algo más de la cuarta parte de los
esfuerzos de los servicios sociales.
Prestaciones
Casi el 60% de los recursos requeridos a los servicios sociales por parte
de los ancianos son de “ayuda a domicilio” y algo más de la tercera parte
(34,2%) de “información, orientación y movilización de recursos”, siendo los
otros requerimientos prácticamente despreciables (3% de búsqueda de
realojamientos y 2% de inserción social”). Esencialmente se trata de
prestaciones de tipo social mucho más que económica.
137
Futuro
El envejecimiento hará que el número de personas mayores pase del
16,3% en 2001 al 20% en 2011 y el 25,2% en 2021. Pero en términos absolutos
el aumento es mucho mayor. Se pasará de 51.500 en 2001 a 71.200 en 2011 y
a 94.100 en 2021. En la medida en que estos servicios se presten de manera
más específicas a personas muy mayores (por ejemplo mayores de 80 años) los
aumentos serán muy similares e incluso algo superiores a esos porcentajes,
pero creemos que el crecimiento del número de mayores de 65 años es ya un
buen indicador de como deberán evolucionar los servicios sociales municipales.
Necesidades futuras
Si se desea mantener la cobertura actual de los servicios sociales
respecto a este grupo de población deberán aumentar notablemente los
servicios de orientación y movilización de recursos así como de “ayuda a
domicilio” para ellos (en un 35% hasta 2011 y en un 79% desde 2003 a
2021). Se trata pues, a diferencia de las “familias” de un desafío para los
servicios sociales municipales.
138
7.2.3. Infancia.
Usuarios
Los niños (entendiendo aquí por niños los que tienen entre 0 y 15 años)
representan el 11,4% de los usuarios de los servicios sociales entre 2001 y
2003. En este caso sí aparece una tendencia al crecimiento año a año, aunque
muy frenado entre 2002 y 2003.
Prestaciones
Más de la mitad de los recursos aplicados a este grupo social (52,3%) lo
fueron en concepto de “cobertura de necesidades de subsistencia” frente a un
29,2% en concepto de “información, orientación y movilización de recursos”.
También son importantes las prestaciones en concepto de “ayuda a domicilio”
(16,1%). Hay, pues, aplicación de recursos económicos directos y de recursos
propiamente sociales.
Futuro
El número de niños menores de 15 años crecerá desde los 36.800 en
2001 a los 46.500 en 2011 y a los 51.400 en 2021. Estos crecimientos pueden
explicarse, hasta 2011, por el crecimiento de la fecundidad entre la población
oriunda y por la fecundidad de las madres extranjeras, y de 2011 a 2021 sólo por
la fecundidad de éstas. De manera que, en buena parte, el crecimiento total se
deberá a los hijos de madres extranjeras. Habrá en 2011 unos 4.000 niños de
madre extranjera y en 2021 prácticamente el triple que esa cifra (unos 12.000).
Necesidades futuras
Las necesidades de subsistencia por parte de la población oriunda irán
disminuyendo a medida que el paro entre esa población disminuya, pero el
aumento de esas necesidades por el crecimiento del número de hijos de madres
inmigrantes hará que, en conjunto, haya más niños que requieran ese tipo de
ayuda de tipo económico inmediato.
139
También se requerirá aumentar las ayudas a domicilio para la infancia -
sobre todo para hijos de madres inmigrantes- y de orientación y movilización de
recursos sociales.
7.2.4. Mujer.
Usuarios
La atención a la mujer representa el 7,8% de los esfuerzos de atención
de los servicios sociales de la ciudad (el cuarto colectivo en orden de
importancia). No hay una evolución clara en cuanto al aumento o disminución de
este tipo de usuarios entre 2001 y 2003.
Prestaciones
En casi la mitad de los casos los recursos aplicados se referían a
información, orientación y movilización de recursos (46,5%), en segundo lugar
se respondió a sus necesidades de cobertura de subsistencia (31%) y, luego, a
prevención e inserción social (11,8%) con “ayudas a domicilio” en un no
desdeñable 7,6% de los casos. Las prestaciones económicas directas son, pues,
relevantes.
Futuro
Creemos que las necesidades de este grupo social van a disminuir, al
menos en un sentido económico, a medida que su incorporación al mercado de
trabajo aumente -cosa que ocurrirá como consecuencia de la disminución de la
población en edades activas entre la población oriunda (ya comentado en otro
capítulo)-.
140
Sin embargo, también se producirá un aumento de sus necesidades
debido a dos causas: las alteraciones ya comentadas en la estructura de los
hogares (aumento de hogares monoparentales femeninos y de hogares de
mujeres solitarias mayores de 65 años -aspectos ya mencionados-) y a la
creciente presencia de mujeres inmigrantes.
Necesidades futuras
Si entendemos como mujeres las que tienen entre 15 y 64 años
(pues a las menores las definimos como “infancia” y a las mayores como
“personas mayores” -casos ya vistos-), el número de mujeres era de
116.400 en 2001 y pasarán a ser de 120.350 en 2011 y de 113.800 en 2021.
Son, por tanto, datos bastante estables y que indicarían que las
necesidades de este grupo social serían básicamente las mismas hasta
2021.
141
7.2.5. Minorías étnicas.
Usuarios
No hay una evolución clara en cuanto al número de usuarios de los
servicios sociales de este grupo social. En el conjunto del periodo 2001-2003
representaron el 3,85% de los casos atendidos (poco más de 900 casos por
año).
Prestaciones
La mitad de los casos (49%) requirieron ayudas para cubrir sus
necesidades básicas, un 38% de información, orientación y movilización de
recursos y un 11,6% de actuaciones de inserción social. Una mitad de los casos,
pues, son prestaciones de tipo económico directo.
Futuro
Carecemos de información precisa sobre la evolución de esta población
en el futuro. Dado que, según algunos datos esporádicos, tienen una fecundidad
superior a la del resto de la población no esperamos que en términos relativos
su peso disminuya. En cualquier caso consideramos que se trata de una
población estable en cuanto a su número.
Necesidades futuras
Las necesidades futuras de esta población serán estables dado que
muy probablemente su número se mantendrá en los próximos años.
Usuarios
El número de usuarios de este grupo social representa el 3,15 de los
casos atendidos por los servicios sociales. Se trata de un valor constante desde
2001 a 2003.
Prestaciones
La más importante de las prestaciones (47,8% de los casos) hechas a
este grupo es la de información, orientación y movilización de recursos. En
segundo lugar, como resulta lógico, la de “ayudas a domicilio” y, finalmente, en
142
un 14,7% la económica directa para la cobertura de necesidades de
subsistencia.
Se trata de un grupo, pues, que requiere sobre todo apoyos de tipo social
más que económico directo.
Futuro
La definición de “persona discapacitada” es, desde luego, objeto de
debate social y de intereses, pero se defina como se defina el peso de efectivos
relativos de esta población es constante. En la definición de la EPA, por ejemplo,
hay cerca de un 1,5% de discapacitados de manera continua. Si esto es así, el
número de discapacitados de la ciudad variará igual que lo que varíe su
población total.
Necesidades futuras
En ausencia de movimientos migratorios a los municipios cercanos
la población crecerá entre 2001 y 2011 un 13% y entre 2001 y 2021 un
18,6% y, en consecuencia, esos serían los aumentos de personas
discapacitadas a atender por los servicios sociales para una misma
cobertura que en la actualidad. Sólo las migraciones a municipios cercanos
podrán reducir esa cifra.
7.2.7. Inmigrantes.
Usuarios
Los inmigrantes representan, para el conjunto de los tres años desde
2001 a 2003, sólo el 1,65% de los usuarios de servicios sociales municipales.
Pero lo importante es que se pasó de 87 casos atendidos en 2001 a 576 en
2002 y 499 en 2003. A pesar de la ligera disminución entre 2002 y 2003 ningún
otro grupo social ha aumentado su recurso a estos servicios entre 2001 y 2003
más que éste.
Ello resulta muy lógico dado el aumento continuo que desde esos años
ha tenido el proceso inmigratorio procedente de países menos desarrollados.
143
Prestaciones
Más de la mitad (55,2%) de los inmigrantes que acudieron a los servicios
sociales lo hicieron demandando información, orientación y movilización de
recursos sociales. En el 28,8% de los casos se les proporcionaron recursos para
cubrir necesidades de subsistencia y en otro 12,7% prestaciones de inserción
social.
Futuro
Con diferencia, este grupo social será el que más presión ejerza sobre
los servicios sociales. El crecimiento del número de inmigrantes va a suponer a
medio plazo una alteración de toda la estructura social de la ciudad (no sólo de
la demográfica).
Ese enorme incremento (que incluso podría ser superior) ejercerá una
enorme presión sobre las prestaciones sociales municipales o de otras
entidades.
Necesidades futuras
En 2003, año al que se refieren los datos relativos a las prestaciones de
los servicios sociales, había en la ciudad algo más de 8.000 inmigrantes
procedentes de países menos desarrollados, de los que se atendió en los
servicios municipales a 500 (el 6,3% de ellos).
144
ciudad. En caso de crisis económica sería, también, una población
especialmente vulnerable y se ejercería aún mayor presión sobre el sistema.
Además, debe tenerse en cuenta que aún no demandan ciertos servicios (como
realojamiento) y que los irán demandando a medida que se vayan asentando.
No es esperable que la intensidad con que este grupo social recurre a los
servicios sociales disminuya antes de 2021.
Usuarios
El 2,12% de los usuarios de servicios sociales está clasificados como
“otros grupos necesitados”. Carecemos de toda información respecto a este
grupo salvo, que de forma casi sistemática, representan ese 2% de los usuarios.
Prestaciones
El 46% de esos grupos demanda cobertura para atender necesidades de
subsistencia y un 38,6% información y orientación. Hay también un 11,1% a los
que se les proporcionó ayudas de inserción social.
Futuro
Dado que se atendió, como media al 0,16% de la población y es una
cobertura estable, hemos de suponer que se pasará de atender a 500
personas en 2003 a 562 en 2011 y a 589 en 2021.
Usuarios
Por término medio se atendió, entre 2001 y 2003, a 169 enfermos
psiquiátricos no institucionalizados, lo que representa el 0,7% de los casos
totales atendidos.
145
Prestaciones
El 42% de las prestaciones se referían a información y orientación y en
un 26% a cobertura de necesidades de subsistencia, mientras que un 16%
requirieron ayuda a domicilio y un 12% ayuda para la reinserción social.
Futuro
Como en el caso anterior, hemos de suponer que esta población es
constante con respecto a la población total y, por tanto, para un mismo nivel de
cobertura el número de usuarios evolucionará como la población total. La
cobertura sobre población es del 0,05% y, como consecuencia, se
atendería en 2011 a 191 individuos y en 2021 a 200 individuos.
Usuarios
En el periodo de tres años en que nos basamos (2001-2003) se atendió a
una media anual de 183 personas (0,8% de los usuarios). Hubo un cierto
crecimiento entre 2001 y 2002 y estancamiento en el siguiente año.
Prestaciones
En el 44% de los casos atendidos se les proporcionó información y
orientación y en un 38% de los casos ayudas económicas para la cobertura de
sus necesidades de subsistencia. Otro 14% de estos usuarios demandaron
ayudas de inserción social.
Futuro
De nuevo, igual que en los dos casos anteriores, tenemos que suponer
que se trata de población estable con respecto a la población total (aunque
realmente es más difícil suponer esto que en los otros dos casos, no tenemos
manera de saber cómo evolucionará el número de personas enfermas de
toxicomanías). Dado que el número de casos atendidos representa el 0,06%
de la población, para una misma cobertura se atenderán 207 casos en 2011
y 217 en 2021.
146
7.2.11. Juventud.
Usuarios
En el periodo del que partimos como base (2001-2003) se atendió por
término medio a 173 casos, siendo un número muy estable en los tres años.
Prestaciones
En el 45,8% de los casos se les proporcionó información y orientación y
en un 28,4% ayudas para la inserción social. Finalmente, un 19% demandaron
ayudas económicas inmediatas para la cobertura de sus necesidades de
subsistencia.
Futuro
Si definimos como “juventud” -no tenemos ninguna otra forma de hacerlo
que una mera suposición- a la población que va desde los 15 a los 25 años -no
variarán mucho nuestras estimaciones si cambia esta definición-, para una
cobertura igual a la actual los casos a atender serán, como ahora, el 0,38%
de los que tienen esas edades y, por tanto, equivaldrán a 109 usuarios en
2011 y a otros tantos en 2021. Es un caso en que claramente se atenderá,
para la misma cobertura, a un menor número de usuarios (aunque su relevancia
para los servicios sociales es muy pequeña). La causa de esa disminución en
los usuarios es que se trata de unos tramos de edad cuya importancia relativa
disminuye entre 2001 y 2021.
147
En conjunto representan el 0,8% de los usuarios y, por tanto, no merece
la pena considerarlos sino como un colectivo general (192 personas atendidas
por los servicios sociales de media entre 2001 y 2003 -el 0,06% de la población-
).
Futuro
Se trata de grupos con gran estabilidad en cuanto a su importancia
relativa en el conjunto de la población, pero incluso aunque su número pueda
variar se tratará siempre de números muy bajos y de escasa relevancia para los
servicios sociales, sin que eso signifique que no deban ser atendidos.
148
7.3. Tabla síntesis de evolución de necesidades futuras.
149
permanezca en la ciudad (la emigración a municipios cercanos, por lo que
sabemos, es una emigración residencial y de población esencialmente
“oriunda”).
150
requieren, en cambio, mayor atención de información o atenciones “sociales” en
las que no están implicadas prestaciones económicas al usuario. Los ancianos,
por ejemplo, no requieren prestaciones económicas directas y sí de tipo “social”.
Otros colectivos son diferentes en este sentido.
151
sociales. Aquí sólo se ha presentado lo que ello significaría en términos de
esfuerzos para la ciudad y su corporación.
152
CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES FINALES
ENVEJECIMIENTO
La evolución más espectacular va a ser la de las personas dependientes,
particularmente las personas ya en la cuarta edad. En un escenario demográfico
cerrado (sin migraciones) los mayores de 85 años, cuya proporción ya aumentó
en más de dos tercios entre 1991 y 2001, para llegar al 1,7%, se triplicarán,
llegando a ser el 3,16% de la población total de la ciudad en 2011 y el 5,44 en
2021. Si en el primer censo de este siglo eran unos 5600, en el tercero serán
unos 17500. Aunque la mayor parte de la población dependiente por razón de la
edad se encuentre en este grupo de edad, no debe tampoco olvidarse el
crecimiento de la franja de 65 a 84 años, la que podríamos llamar más
restrictivamente tercera edad, personas en gran parte todavía autosuficientes
pero entre las cuales, lógicamente, habrá más individuos dependientes que en
cualquier otro grupo adulto más joven. En su conjunto, los mayores de 65 años,
que entre 1991 y 2001 pasaron ya del 11,67 al 16,35% de la población
municipal, alcanzarán el 21,53 en 2011 y el 28,14 en 2021. Casi uno de cada
tres pucelanos será, pues, viejo y potencialmente dependiente. Las mejoras en
el mantenimiento y el tratamiento la salud aliviarán un poco esta tendencia, pero
la reducción del tamaño de las familias y los hogares será probablemente una
fuerza contraria más poderosa, al aumentar irremisiblemente el número de
ancianos viviendo solos o sin la compañía de auxiliares plenamente capaces.
153
Esto supondrá, sin lugar a dudas, un fuerte aumento cuantitativo de la
demanda de asistencia domiciliaria y otros servicios destinados a la población
anciana. Sin embargo, unos costes prohibitivos pueden traducirse también en
nuevas demandas cualitativas que permitan que la atención a estas necesidades
no descanse en exclusiva sobre los servicios sociales o las actuales entidades
colaboradoras. Habrá que explorar nuevas formas de atención, como por
ejemplo los trabajos comunitarios retribuidos mediante un salario social o el
impulso a nuevas fórmulas residenciales como las urbanizaciones y edificios
especialmente acondicionados para la ancianidad, a medio camino entre las
viviendas individuales y las residencias colectivas, que permitan concentrar los
recursos especializados y reducir los costes unitarios a la vez que asegurar la
atención y la calidad de vida.
INMIGRACIÓN
Si la evolución numérica de la inmigración en el último quinquenio ha
sido, en parámetros españoles, realmente espectacular, la de los próximos dos
decenios aún deberá serlo más para que la economía y la sociedad vallisoletana
mantengan una estructura equilibrada. Nuestras previsiones se basan en que,
por encima de los vaivenes políticos e ideológicos que pueden manifestarse en
oleadas sucesivas y alternativas, o en sentimientos encontrados, de solidaridad
y xenofobia, acogimiento y cierre, la función de la inmigración será mantener el
equilibrio entre la población económicamente activa y la población dependiente,
lo que ante todo significa compensar la baja natalidad española de los últimos
años, así como para sostener un crecimiento económico moderado. Sobre esta
base estimamos que deberán llegar a la ciudad unos dos mil quinientos
inmigrantes al año (incluidos los no económicamente activos), algo menos en la
primera década y algo más en la segunda. Esto significa pasar de los
aproximadamente 11600 inmigrantes económicos que actualmente se calculan
en la ciudad a 31600 en 2011 y a 67300 en 2021.
154
mecanismos eficaces a la vez que fluidos de acogida y de integración de la
nueva población inmigrante, una parte de lo cual corresponde a los servicios
sociales. Al mismo tiempo, no está de más recordar que la vis attractiva de estos
servicios, que hace que tienda a encomendárseles cualquier objetivo social lo
bastante difuso como para no ser competencia clara de otros, supone, en este
caso, la asunción de una tarea multiforme, que requiere la actuación coordinada
desde varias y distintas esferas de las administraciones (central, autonómica,
provincial, municipal, por su ámbito, y prácticamente todas por su función:
interior, justicia, vivienda, economía, trabajo…), los servicios públicos
(educación, sanidad), los agentes económicos (empresas, banca…) y la
sociedad civil (sindicatos, asociaciones vecinales, ONGs…); sin embargo, y
dado el carácter holístico del fenómeno migratorio, no cabe duda de que buena
parte de la intervención con y sobre esta nueva población, y en particular con los
sectores más difíciles, deberá partir de los servicios sociales hacia otras
instancias y habrá de pasar en gran medida por ellos).
CAMBIOS FAMILIARES
El proceso de nuclearización (de reducción vertical y horizontal, es decir,
en número de miembros y en número de generaciones) de los hogares
(entendiendo por tales las familias y otras pequeñas unidades de convivencia,
no las viviendas en sí) seguirá adelante. Ya entre 1991 y 2001 el número de
hogares en la ciudad aumentó en casi doce mil al tiempo que disminuía la
población en unas quince mil personas. El número de personas que viven en
soledad casi se dobló, y entre ellas particularmente las de mayor edad y en
mayor proporción las mujeres. Asimismo, aumentó el número de familias
monoparentales con menores a su cargo, en su mayoría encabezadas por
mujeres.
Esto significa dos cosas. Por un lado, que la familia, el tradicional colchón
protector, dejará de serlo para un número creciente de vallisoletanos, para una
parte de los cuales la pérdida de un empleo, el fracaso de un negocio, una
enfermedad o simplemente la incapacidad para obtener ingresos suficientes
pueden implicar sin remisión traspasar la línea de la pobreza, la marginación y la
exclusión. Será una parte muy minoritaria, pero nada desdeñable, creciente y
extremadamente vulnerable. Por otro lado el riesgo social se feminizará y se
etarizará, es decir, afectará notablemente más a las mujeres que a los hombres
y se extenderá a una proporción importante de menores (de muchas mujeres y
155
niños puede decirse ya que viven a un hombre de distancia de la pobreza) y de
personas de la tercera y la cuarta edades.
VIVIENDA
A pesar de la disminución del tamaño medio del hogar entre 1991 y 2001
en casi 0,5 miembros, subsisten en la ciudad problemas de hacinamiento tanto
por escasez de espacio habitable en las viviendas (metros cuadrados) como por
estructura de la vivienda (habitaciones). Según nuestros criterios, el 11,4% de
toda la población vive en esas condiciones (6,5% de los hogares). El problema
es especialmente grave para las casi 5.700 personas que viven en menos de 10
metros cuadrados cada una y para los cerca de 2000 hogares —5% de la
población— de estructura inadecuada. Ambos problemas tienen que ver con una
inadecuación entre la oferta de vivienda y las necesidades de los hogares de
mayor tamaño. Los hogares afectados son, sobre todo, aquellos en los que
convive un número elevado de adultos mayores de 16 años (estén o no
emparentados) y aquellos en que uno o varios hijos ya son mayores de 16 años
(haya o no, adicionalmente, menores de esa edad).
El hacinamiento, sea de uno u otro tipo, sólo puede ser solventado por el
mercado o, dado el elevado precio de éste, mediante la “reasignación” política
de viviendas. También puede solucionarse a través de políticas sociales de
vivienda, lo que, sin embargo, resulta costoso debido a límites presupuestarios
(en cualquier caso es un problema de solución a largo plazo y, dada la
inmigración esperada, incluso de dudosa solución). Por tanto, la acción social
debe intervenir para paliar los efectos de dichas situaciones, que, a todos los
efectos, entendemos y prevemos como estructurales o permanentes, por lo
menos hasta cierto punto.
EDUCACIÓN
La población escolar en riesgo (en riesgo escolar) puede considerarse no
sólo una parte de la población social actual en riesgo, sino también un anticipo
de la que mañana será la población adulta en situación de riesgo. Las políticas y
programas de educación compensatoria consideran tres grandes capítulos de
alumnos con necesidades educativas especiales: las minorías étnicas, lo que en
nuestro contexto significa, hoy por hoy, esencialmente los gitanos en
condiciones de pobreza; los inmigrantes, si bien lo que realmente se contabiliza
es a los alumnos extranjeros (incluidos los procedentes de los países ricos) y no,
156
en cambio, a los hijos de inmigrantes nacionalizados que, sin embargo, deberían
ser considerados, a estos efectos, miembros de minorías; en fin, otros alumnos
con NEE, entre los cuales se incluyen discapacidades, trastornos de
comportamiento y otras. Este último grupo se distribuye más o menos
uniformemente en el espacio y es de presumir que se mantendrá estable, si
acaso con alguna tendencia a la baja, en el tiempo, pero los otros dos tienen una
distribución geográfica heterogénea, no aleatoria, y pueden aumentar con el
tiempo.
157
COLECTIVOS ESPECÍFICOS
En este epígrafe-escoba hemos incluido un conjunto de colectivos
definidos no ya en función de un riesgo sino, directamente, de una situación de
necesidad. Para uno de ellos, los discapacitados, pueden presentarse
previsiones basadas en una simple proyección de la población y de su estructura
interna, ya que podemos suponer que su proporción para cada grupo de edad
será estable (sólo quebrarían estas previsiones si sucediera algo catastrófico,
como una guerra, un terremoto o una intoxicación masiva). Para otro, las
víctimas del maltrato, podemos prever también un aumento por la agudización
del conflicto, en lo que afecta a las relaciones de género, domésticas y
conyugales, entre la moral pública y ciertos valores y actitudes tradicionales,
conflicto que resultará especialmente grave en el rápido proceso de aculturación
a que se ven abocados los inmigrantes y que crecerá, por tanto, con éstos. Para
los demás grupos sólo cabe registrar ciertas tendencias recientes, como la
desaceleración del SIDA o la nueva distribución interna de las
drogodependencias, o constatar incluso la enorme dificultad no ya de estimar
unas tendencias, sino incluso las dimensiones actuales, como en el caos de los
sin techo y la prostitución, salvo que se recurriese a técnicas más intensivas que
quedaban fuera del alcance de este informe.
158
LOS SERVICIOS SOCIALES: UNA PROYECCIÓN
Este informe incluye una proyección de la oferta de acción social que
correspondería al mero acompañamiento de la evolución de la demanda, tal
como ésta puede ser prevista a partir de parámetros cuantitativos y sin
considerar hipótesis cualitativas. Es importante que se comprendan de
antemano las limitaciones de este apartado, pues los recursos dedicados a los
servicios sociales no pueden planificarse como pueden serlo, por ejemplo, la
educación o la sanidad. En el caso de la educación, una buena proyección
demográfica facilita una proyección muy fina porque permite prever con
exactitud la escolarización obligatoria (aunque no tanto su distribución
geográfica) y alcanzar buenas estimaciones de la voluntaria (aunque sometidas
al albur de cambios culturales); en el caso de la salud, su comportamiento
estocástico posibilita igualmente, sobre la base de proyecciones demográficas
con poco detalle (la estructura etaria, básicamente), predicciones adecuadas
sólo vulnerables a acontecimientos imprevisibles (catástrofes, epidemias…). En
el caso de los servicios sociales, en cambio, el trasfondo estructural no vendría
dado sólo por la demografía, altamente previsible, sino por la economía,
altamente imprevisible, y las disyuntivas entre ser o no ser usuario, potencial o
real, no dependen de acontecimientos individualmente ciertos (como tener
determinada edad, para la escolarización) ni estadísticamente calculables (como
contraer una enfermedad, para la asistencia sanitaria), sino de leves
desviaciones respecto de la línea divisoria entre la autosuficiencia y la
dependencia, o entre los cuidados familiares y los públicos, que pueden ser
provocadas por toda una gama de acontecimientos singulares, como un
accidente, un divorcio o un despido, o de pequeñas variaciones paramétricas en
las condiciones de vida, como una pérdida salarial, un aumento de los alquileres
o un periodo de desempleo más prolongado.
159
ni siquiera algunas de las hipótesis que sí se han considerado con cierto detalle
en otros apartados (por ejemplo, los efectos de los cambios en la estructura
etaria sobre la proyección de las discapacidades o de la inmigración sobre la
frecuencia del maltrato doméstico). La razón por la que no hemos mezclado
algunas de nuestras hipótesis cualitativas (sobre cambios) con nuestras
proyecciones cuantitativas (sobre cálculos) es, sencillamente, que hacerlo sobre
los datos que ha sido posible manejar para este informe (siempre de otras
fuentes) habría supuesto basar conclusiones en conjuntos de variables
insuficientemente controlados; y controlarlos habría exigido muchos más medios
y bastante más tiempo.
160
y asignaciones o transferencias de recursos, en particular, son vistas en general
como desequilibradas (muchas competencias y pocos recursos) y asimétricas
(dictadas o impuestas), y naturalmente no deberían serlo. Las relaciones con las
entidades no gubernamentales son ambiguas, pues por una parte son
bienvenidas (porque no se podría prescindir de ellas y, probablemente, porque
se centran en los grupos más estigmatizados) y, por otra, son siempre vistas con
desconfianza y se desea un mayor control sobre ellas y colocarlas y mantenerlas
en una posición definidamente subordinada. Ante la sociedad más amplia o la
opinión pública, en fin, hay un claro deseo de deslindar la imagen profesional de
la de su público, de separar el trabajo social y los grupos estigmatizados, que se
manifiesta en cierta incomodidad resignada ante éstos y, sobre todo, en una
insistencia sobredimensionada en la universalización del acceso a los servicios
sociales.
RIESGOS Y RECURSOS
El panorama es, a primera vista, obvio: aumentan los riesgos,
aumentarán las necesidades y demandas y deberán aumentar, en función de
ello y para una mejora de la cobertura, los recursos de todo tipo. La sociedad
vallisoletana y sus instituciones políticas, en particular el municipio, deberán
entender que los problemas sociales no abordados a tiempo no sólo no dejan de
serlo, sino que se agrandan y, al final, entrañan costes mayores. No sólo es más
justo y compasivo, sino también más económico invertir hoy en educación (no
solamente escolar) que mañana en policía, emplearse hoy a fondo en la acogida
a los inmigrantes que encontrarse mañana con un estallido xenófobo,
universalizar la dotación de ciertos servicios y prestaciones que provocar con su
escasez un conflicto entre los pobres, y así sucesivamente.
161
profundidad de las coordenadas de la acción social, un replanteamiento a fondo
de sus políticas y programas concretos y su reubicación en el conjunto de la
política y la actuación municipales.
162