Professional Documents
Culture Documents
34
BURKE, Edmund, Reflexiones sobre la Revolucin Francesa, Trad. y prlogo de E. TIERMadrid, 1954.
4
PELLICANT, Luciano, Revolucin y legitimidad, en revista Sistema, Madrid, nm. 74,
1986, pp. 5 y ss.
NO GALVN,
35
36
OFFE, Claus, Partidos Polticos y nuevos movimientos sociales, Ed. Sistema. Madrid,
1998, pp. 7 a 24.
10
OFFE, Claus, op. cit., pp. 24, 25.
CUESTIONES Y REFLEXIONES POLTICO-ELECTORALES
37
11
12
38
39
16
40
Esta posicin ha originado crticas,20 ya que Weber no realiz valoraciones sobre orden legtimo, no existe en su discurso intercambio comunicativo entre los fundamentos y los motivos, un orden poltico es
digno de reconocimiento atendiendo a las razones o argumentos para
ser reconocido como correcto y justo.
5. COMENTARIO FINAL
El propsito de haber intentado realizar un somero anlisis, sobre los
criterios de los autores (Habermas, Offe y Weber), sobre los conceptos
de legitimidad, legitimacin y legalidad, ha sido con la idea de tener
un panorama ms claro sobre estos trminos y poder determinar de
qu manera son aplicados en los sistemas polticos sociales de los
Estados.
En los conceptos analizados (legitimidad, legitimacin y legalidad) se
encuentra diferenciacin, pero a la vez para que tenga funcionalidad
esa diferenciacin debe verse sin rupturas ni escisiones particularistas.
Por legalidad entendemos la norma e instituciones que forman parte
del ordenamiento jurdico, pero tambin con lo relativo a la legalizacin
de los valores, es decir la legitimidad legalizada.
La legitimacin se refiere al derecho eficaz, al derecho vivido, la legitimidad entendida como valores socialmente operantes; como cuestiones de estricta justificacin tica, es decir, las que tienen que ver
con el valor justicia.21 Lo ideal sera que en un sistema democrtico,
estos tres conceptos, as formulados se encontraran presentes en los
diferentes sectores del orden jurdico.
Por lo que se refiere a nuestro pas se ha dicho, que el proyecto de
los regmenes posteriores a la revolucin estuvo ms interesado en la
estabilidad de la legitimidad. A partir de la crisis del sistema; entre
1968 y 1988, la clase poltica ha vuelto sus ojos a los problemas generados por el dficit democrtico, confundiendo y no delimitando los
conceptos.
20
DAZ, Elas, De la maldad estatal y la soberana popular, Ed. Debate, Madrid, 1984, pp.
21 y ss.
21
DAZ, Elas, tica contra la poltica, Distribuidora Fontamara, S.A., Mxico 1993, pp. 14
y 15.
CUESTIONES Y REFLEXIONES POLTICO-ELECTORALES
41
42