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Ciaceq §PENIO o3/a4 foogtuS Tole ACERCA DEL ‘ACTING OUT" JANINE CHASSEGUET-SMIRGEL, Paris Serfa dificil encontrar circunstancias que nos conduzcan a la investigacién del acting out de manera més ideal que la situacién analitica. Desde esta ubicacién, uno puede ver que lo importante no es tanto la natura- _leza de la actuacién sino su significado y Pp lentificar comportamientos que, fue- ra de toda referencia al andlisis, no‘serfan considerados como acting out, pero que a la luz de la relacién transferencial, y con el” ~conocimiento adquirido en el transcurso del tratamiento, se revelan como tal. ‘Asi, Romain, un paciente al cual he hecho referencia en otras oportunidades, mostraba celos homicidas con respecto a un- hermano menor, lo cual quedaba perfectamente repre- sentado en un recuerdo encubridor que con- densaba estos celos, su curiosidad respecto a Ja desnudez de su madre (puede suponerse que éste era el caso) y la escena primaria. Su madre esté dandole pecho al bebé en presen- cia del padre y dos hermanos mayores, mien- tras que a él no se le permite entrar al bajio, donde tiene lugar esta escena. Luchando, en la transferencia, contra deseos homicidas Tespecto a los hijos de la analista, el paciente dedicé momentos prolongados a hablarme de Jos libros que habia leido sobre nifios judios que habfan sido deportados hacia campos de concentracién o que habian sido separados de sus padres y de las abundantes légrimas que derramaba por el sufrimiento deellos. En una de las sesiones, é] efectivamente loré mien- tras estaba en el divan. Curiosamente, sus ldgrimas no me conmovieron, hasta que un dia, dentro de este mismo contexto asociativo, el paciente vino con el siguiente suefio: Su madre ordenaba a un muchachito que le planchara su blusa blanca, El paciente tenta en las manos un balde lleno de lagrimas. El muchachito no podia planchar las arrugas de la blusa materna. Poniéndose en el lugar del nifio, el paciente pensaba: ‘Es realmente demasiado dificil para él’. Entonces, com- prendfque las lagrimas del pacientenohabfan Jogrado conmoverme porque estaban destina- das a ahorrarle el proceso pstquico de elabo- racién, en este caso, la reparacién del objeto que 61 habfa dafiado con sus ataques. En vez de ‘planchar las arrugas’ de la blusa—pecho, él loraba sobre ella (el balde Meno de légri- mas). Ast, las légrimas, e incluso el hecho de hablar sobre ellas en la. sesién (lo que de ninguna manera puede considerarse un caso clasico de acting out) constituian la forma de evitar una confrontacién real con la culpa experimentada en la transferencia, asi como sus consecuencias: la obligacién de reparar el objeto. Este ejemplo tiene como objetivo demos- trar por qué, al igual que otros analistas, la mayoria britanicos, yo doy menos énfasis ala oposicién clésica entre: repeticion — ~~ accion — aes la oposicién entre elaboracién psiquica, ~ por un Tado, y ahorro del proceso de elabora- ~ cién, por el otra. “En este punto, debo hacer una digresién. Después de terminar este documento, lei el articulo de Adam Limentani titulado'Unare- evaluacién del acting out en relacién a la elaboracién' (1966). Si bien no me he preocu- pado de la incidencia que tendrian mis hipé- tesis en la técnica, estoy totalmente de acuer- do con Limentani en que, con ciertos pacien- tes, aquellos que él describe y los que he descrito yo (que son mds o menos el mismo tipode pacientes), elandlisis clasicotiene que __ser reajustado si sé quiere evitar el desafor- tunado resultado de, digamos un accidente, un suicidio o una enfermedad psicosomatica,. Presentado como ‘Conferencia Edward Glover’ en la Portman Clinic de Londres el 5 de diciembre de 1988. 50 En particular, el acting out debe ser tolerado . durante un periodo prolongado. Sin embargo, he tenido ocasién de observar el caso de por Jo menos un paciente que, habiendo interiori- zado lo que podriamos llamar un ideal psico- analitico, descubrié que ya no podria seguir tolerando su modo habitual de funcionamien- to, basado en gran parte en un acting out. A pesar de ello, la ruta somatica en la que él pas6 a embarcarse entonces demostré que las restricciones que el paciente se habia impues- to a sf mismo eran prematuras. Aunque resultaba dificil identificarlo antes del even- to, se trataba de una repeticién del compor- tamiento del nifio bueno que quiere a toda costa ganarse el amor de su madre (la analista en la transferencia), La dupla de opuestos, la elaboracié’ psi- quica versus un ahorro del proceso de elabo- + raci6n, es ella misma parte de la oposicién mds general entre proceso y compresién del tiempo, que ya he tratado en otros trabajos. “Mis estudios sobre El Ideal del Yo (1973), el cual puede ser definido, al menos parcialmen- te, como el proyecto del yo, lo que el yo desea llegar aser, me han Ilevado de hecho a distin- “guir dos formas diferentes que este ideal del yo puede asumir. Una de ellas se propone in- tegrar todas las etapas evolutivas y dirigirlas hacia el complejo de Edipo y la genitalidad, ~ En este caso, para resumir, el ideal del yo es convertirse en el objeto de la madre-en otras ~ palabras, en el padre~ para poder llevar a cabo el acto incestuoso en algtin momento en., “sel futuro. El deseo incestuoso no surge sola- “mente del deseo sexual. Basicamente, es incentivado por el deseo fundamental de retornar a los origenes de uno. La segunda forma que asume el ideal del yo, el proyecto del yo, es buscar este mismo objetivo, pero _-para de esa manera evitar la evolucin,el len- “Tto y doloroso proceso de maduracién e identi- “ficacién con el padre. Por lo tanto, el ideal del yo seguird uno de esos dos caminos: la ruta corta o la ruta larga. Histéricamente, la ruta corta, basada en buscar atajos, rodeos, viasde evitamiento, esta asociada a la solucién de _que es posible suprimir la evoluci$n, asi como “ala ausencia de idealizacién de la figura pa- , terna, idealizacién que va de la mano con el “hecho de tomarlo a él como modelo. De nin- guna manera soy yo la tnica en irisistir sobre el rol que juega la madre en este destino del ideal del yo y sobre la trampa ala que conduce a su hijo cuando le hace creer que, a pesar de lo pequefio que es, con su sexualidad prege- ~Zmiento (es innecesario recordar que el obje' JANINE CHASSEGUET-SMIRGEL nital, no fertilizante, 61 no tiene nada que envidiar a su padre, pues es capaz de ser un compafiero sexual adecuado para ella. Este cuadro lleva a la perversién. Y, de hecho, fue de allf de donde yo empecé. Pero la perversién es una forma de acting out y ac- tualmente he Megado al convencimiento de ~ que todo lo que favorece la apertura delaruta corta para el nifio, favorece también el acting Vout. Ademds, clinicamente, he descubierto “que una sexualidad perversa, en diferentes, grados, acompafia a todo tipo de desérdenes” que se caracterizan también por el acting out, como es el caso de la drogadiccién y la delin-- cuencia. Esto queda confirmado por el hecho de que la Portman Clinic, originalmente crea- da para atender las necesidades de trata- miento de delincuentes, répidamente se vio convertida en un centro para el tratamiento de pervertidos, ademas de delincuentes. Apesar de que he sefialado que la situacién analitica nos brinda un campo ideal para la observacién y la investigacién, gonsidero , imposible imaginar que un paciente recurra _ a mecanismos totalmente nuevos sélo por el _ {hecho de encontrarse en anilisis, Por el con- trario, la experiencia me ha ensefiado que, en naquellas organizaciones en las que se puede encontrar acting out antes del tratamiento, como en la psicopatta, la perversién, la droga- ~ eee etc., existe una carencia persistente _ de elaboracién psiquica a lo largo del trata- ~ vo del andlisis es modificar este modo de funcionamiento), asi como un persistente acting out, que puede ir desde el ejemplo apa- rentemente insignificante citado lineas arri- ba (el del paciente con el suefio de la blusa de la madre) ~pero que cobra fundamental im- portancia cuando lo que est en cuestién es la estructura del yo y del supery6, la capacidad de sublimacién y la aptitud para enfrentar la depresién— hasta un acting out mas llamati- vo, aunque no necesariamente de naturaleza més seria, como una conducta destinada a terminar en un arresto. Por el contrario, en el caso de pacientes con ungorganizacién neurética, el gctingout puede ser inducido por la neurosis de transferencia. |.¥ aparece como un nuevo modo de funciona- *“miento que adquiere importancia cuando se “le considera a la luz del complejo de Edipo. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en la neurosis, parece importante compren- der tanto las caracteristicas tipicas como los Tasgos distintivos presentes en la organiza- ACERCA DEL ‘ACTING OUT’ 51 cién de pacientes como los que he mencionado primero, Es imposible cubrir todos los aspec- tos de un tema tan vasto en esta ponencia. Por lo tanto, me concentré en log desérdenes del |. Pensamiento que sufren tales pacientes, en la jnedida que su caracteristica esencial es una cierta carencia de elaboracién psiquica, de mentalizacién, que ellos evaden mediante el ~ acting out. Sin embargo, la carencia de elabo- “racién psfquica puede estar acompariada de una inteligencia brillante. Hace varios afios (1984-86), postulé la exis- tencia de una matriz areaica del complejo de Edipo. Yo buscaba diferenciar este concepto del concepto kleiniano de las etapas tempra- nas del complejo de Edipo (1928, 1930a, 1930b, 1932), Para Melanie Klein es centralla fan- tasfa de destruir los contenidos del cuerpo de Ja madre o apoderarse de ellos. Ella detecta en esto, esencialmente, las primeras manifes- taciones del conflicto edipico, las cuales son de naturaleza s4dica (oral y anal) y se mezclan con las emergentes tendencias genitales. En'‘La importancia de la formacién de sim- bolos para el desarrollo del yo' (1930a), ella establece que existe una equivalencia entre el mundo externoy el cuerpo dela madre y entre la realidad y el cuerpo de la madre. E} nifio espera encontrar dentro de la madre excre- mento, el pene del padre, o el padre entero, y nifios. Entonces, Melanie Klein nos presenta una teorfa que le otorga una posicién central ala fantasia de destruir los contenidos del cuerpo de la madre o apropiarse de ellos, siendo éste un impulso en el cual Klein reconoce elemen- tos conectados con el complejo de Edipo posi- tivo y negativo, que actiia de manera precoz, bajo la presion de frustraciones orales. Se trata de una teoria evolutiva situada tempo- ralmente con precisién: las tendencias edipi- cas se presentan durante la segunda mitad del primer afio de vida; el interior del cuerpo de la madre se convierte en el escenario para la expresién de estos instintos, tomando el lugar del pecho, que es el objeto de los instin- tos orales. Por mi parte, la hipétesis que he planteado es la de un deseo primario por descubrir un universo sin obstdculos, sin asperezas ni di- ““ferencias, totalmente liso, identificadocon un * vientre materno despojado de sus contenidos, un interior al que uno tiene libre acceso. “Detrés de la fantasfa de destruir o apropiar- se del pene del padre, los nifios y las heces se encuentran en el interior del cuerpo de la madre, puede detectarse un deseo més bisico y més arcaico, cuya representacién es el _qetorno al vientre materno liso. En este punto, quiero insistir en las dife- rencias entre la descripeién de Melanie Klein y la mia, Primero, en mi opinién, la ‘matriz arcaica del complejo de Edipo' es innata, Ella es resultado de una tendencia a regresar al estado psicosomatico anterior, en oposicién al estado que acompaiia nuestra existencia post- natal. Para mi, es la inaccesibilidad al cuerpo de la madre después del nacimiento lo que. representa la realidad, no el cuerpo de la “madre, En otras palabras, todos los obstécu- Tos en el camino de regreso al cuerpo de la madre: el padre, su pene, sus hijos (el conte- nido del cuerpo maternal en su totalidad) son agentes poderosos de la realidad que deben ser destruidos. Para mf, la matriz arcaica del complejo de Edipo estd relacionada principal- ~* mente con la eliminacién de obstdculos, no con la apropiacién de éstos. En comparaci6n con el estado inicial de la mente, el deseo de apropiarse presupone un considerable grado de evolucién. Para no ser mal entendida, me apresuro en agregar que de ninguna manera estoy refutando la existencia del conflicto de Edipo temprano planteado por Melanie Klein ni menos aun del complejo de Edipo clasico, completamente desarrollado, planteado por Freud. Lo que sostengo es que existe un deseo estructural, innato, que esta en conflicto con el desarrollo, la evolucién, la integracién y las “condiciones de la vida postnatal en su conjun- ” to. Por supuesto, existen otras fuerzas contra- tias que empujan al sujeto hacia adelante en la ruta del desarrollo. Se puede encontrar re- presentaciones de este deseo en mitos, ideo- logiasy utopias. También tiene su lugar en la realidad, especialmente en la politica de nuestro siglo, la era de los asesinatos en masa yelgenocidio. Para mentenernos en un terre- no mas familiar, nos encontramos con é] a nivel clinico en los pacientes pervertidos -aunque la perversién acta como un amor- tiguador en el camino hacia el Apocalipsis— y en los pacientes fronterizos, También pro- bablemente en ciertas enfermedades psico- somaticas (aunque yo no trataré esta ultima categoria de desérdenes). En unarevisi6n (bien intencionadaa pesar de todo) de mi trabajo sobre la matriz arcaica del complejo de Edipo, se me ha criticado por no haber mencionado los temores a la castra- cién ni la rivalidad con el padre. Para evitar cualquier malentendido, permitaseme decir 52 que la formacién estructural, innata, que yo- tengo en mente, no puede originar constela~ ciones psiquicas tan evolucionadas y tipica- mente neuréticas como el complejo de castra- _cién y la rivalidad edipica, Estas requieren de cierto desarrollo del aparato mental, con, entre otras cosas, por lo menos un esbozo de superyé y la diferenciacién de las zonas eré- * genas, etc. Lo que estoy describiendo, tiene el potencial para avanzar hacia el complejo de Zdipo totalmente desarrollado, pero en esen- “cia no es mas que una fuerza ciega sin mayor _diferenciacién que una aplanadora dirigida a “allanar todos los obstdéculos en su camino. En realidad, la idea de que el retorno a los origenes de uno y el complejo de Edipo total- mente desarrollado estén estrechamente relacionados, es expresada claramente por Freud. Mas aun, esto lleva a Freud a otorgar- le al complejo de Edipo un micleo mas estruc- tural y menos evolutivo cuando estudia la an- gustia en ‘Inhibicién, sintoma y angustia’ (1926). ‘Al nacer, el bebé se ve abrumado por exci- taciones que son una fuente de displacer. El afecto correspondiente es la angustia auto- médtica. Luego, cuando e} objeto (la madre o su sustituto) estd ausente, la angustia rea- parece en tal medida que esta ausencia es la fuente de una situacién de peligro, que crea una necesidad y un incremento en la tensi6n y, en consecuencia, excitacién y displacer: la ausencia del objeto implica la ausencia de satisfaccién. Freud escribe: ‘El contenido del peligro que teme es desplazado dela situacién econémica a Ja condicién que determiné esa situaciém, es decir, la pérdida del objeto’ (Freud, 1926, p. 138), La angustia ha cambia- do su status y se ha convertido en una sefial de alarma. ‘Lo que sucede es que la situacién biolégica del nifio como feto es reemplazada en él por una relacién objetal con su madre’ (p. 138). La situacién biolégica habia permi- tido la satisfaccién absoluta e inmediata de sus necesidades. Todas las situaciones de angustia pueden ser vinculadas a angustias de separacién. La angustia de castracién en Ja fase falica es el peligro: De ser separado de los genitales de uno. Ferenc- zi ha trazado, de manera bastante correcta, creo yo, una clara Ifnea de conexiones entre este temor Yylos temores contenidos en las anteriores situacio- nes de peligro. El elevado grado de valor narcisis- ta que posee el pene puede deberse al hecho de que este érganoes una garantia para su propietario, de que 61 podr nuevamente unirse con su madre ~es JANINE CHASSEGUET-SMIRGEL decir, con una sustituta de ella—en el acto de c6- pula. El ser privado de este érgano implica ser se- parado nuevamente de ella (Freud, 1926, p. 139). Existe, entonces, una relacién directaentre _ la angustia primaria del nacimiento y la an- {gustia de castracién propia de la fase félica “edipica, entre la fantasfa incestuosay el deseo de retornar al vientre materng. Regresando al problema de la formacién mental que yo describo con el nombre de 'ma- triz arcaica del complejo de Edipo’, es esencial acudir a los escritos de Edward Glover, el primero en tratar de diferenciar los estados de tensién iniciales de los desérdenes poste- riores que dan origen a formaciones sintoma- ticas del tipo psiconeurético. Mientrasel estado mas primitivo del aparato mental, que él denomina la ‘fase funcional primaria’ esté.do- minado por desérdenes de excitacidn y des- carga, los desérdenes de las fases siguientes se centran alrededor del conflicto pstquico.La primera fase est relacioniada principalmen- te con un problema econémico de energia cuantitativa, mientras que la segunda esta relacionada con la posesién de significado. » Las ideas que Freud expresara en ‘Inhibi- cién, sintoma y angustia’ pueden verse re- flejadas en aquéllas planteadas por Glover en su articulo ‘Aspectos funcionales del apa- rato mental’ (1950a), pero al mismo tiempo Glover continua el intento de Karl Abraham (1924) por relacionar los diferentes cuadros mérbidos con la regresién a puntos de fijacién tempranos. Su interés se centra principal- mente en la regresién a las diferentes etapas de la evolucién del aparato mental mds que en la regresién libidinal. Este concepto lo lleva a plantear, en ‘Sobre la conveniencia de aislar un grupo "funcional" (psicosomatico) de desérdenes delincuenciales' (1950b), que las reacciones psicosomaticas preceden histéri- camente a la formacién de sintomas psiconeu- réticos durante el proceso evolutivo. El, uti- liza el término psicosomatico en un sentido amplio, como sinénimo de ‘desérdenes funcio- nales’ con Jo que abarca las neurosis traumé- ticas, las neurosis propiamente dichas, las reacciones organicas, los desérdenes del com- portamiento y muchos actos delincuenciales. En mi opinién, estos dos articulos cortos contienen Ja esencia de los conceptos de los psicosomatistas franceses que, como Edward Glover, creen en la existencia de manifesta- ciones psicopatolégicas de pura descarga, ‘Cuando esboz6 su ‘fase funcional primaria’, f ACERCA DEL ‘ACTING OUT’ concentrandose en las diferentes etapas evo- lutivas del aparato mental, Glover posible- mente buscaba responder a los planteamien- tos de Melanie Klein, al énfasis que ella ponia en los conflictos més tempranos y a lo que él consideraba como una inyeccién forzada de significado en el material del paciente por parte del analista. “Sin embargo, a mi me parece que, dentro del marco limitado de la matriz arcaica del complejo de Edipo que he tratado de presen- tar, ambas concepciones del aparato mental guardan parte de la verdad. De hecho, me in- clinoa creer que lo que yo he esbozado se ajus- ta alo que Glover denomina la ‘fase funcional primaria’, al igual que estoy convencida de que el aparato mental est estructuradodesde el inicio en base a un modo ternario: él deseo del sujeto de retornar al cuerpo materno y la realidad que se opone a esto. Al inicio, este de- seo es ms bioldgico que totalmente psiquico. No debemos olvidar en este punto que dos afios antes de la publicacién de ‘Inhibicién, sintoma y angustia' (que no puede ser leido sin tener presente que se trata en todo mo- mento de una discusin implicita, y a veces explicita, con El Trauma del Nacimiento de Rank y Thalassa. Una Teorfa de la Genitali- dad de Ferenczi) Freud habia enviado el 15 de febrero de 1924 su famosa carta abierta a los miembros del Comité sobre estas obras recientemente publicadas. Allfsefialaba, entre otras cosas, que: Desde hace tiempo estamos familiarizados con fantasfas sobre el vientre materno y hemos reco- nocido su importancia, pero con la prominencia que Rank les ha dado, ellas alcanzan una impor- tancia mucho mayor y revelan como un relmpago Jos antecedentes biolégicos del complejo de Edi- po... Si uno afiade a la concepcién de Rank la de Ferenczi, respecto a que un hombre puede ser re- presentado por su genital, entonces, por primera vez, obtenemos una derivacién del instinto sexual normal que se ajusta a nuestra concepcién del mundo. Ya en su carta de 1924, Freud conecté el deseo de retornar al vientre materno con el deseo incestuoso. El padre, un obstaculo para este doble deseo, pasaba al mismo tiempo a ser identificado con la realidad: Enla forma de obstaculos que evocan angustia, las barreras contra el incesto se oponen al retorno fantaseadohaciael vientre dela madre: ahora, {de dénde provienen estos obstaculos? Su represen- tante es evidentemente el padre, la realidad, la autoridad que no permite el incesto. 53 Vemos, por lo tanto, que Freud considera- * ba que existfa un antecedente biolégico para el complejo de Edipo y consideraba al padre como el equivalente de la realidad. Al esbozar las conclusiones que se despren- den de este punto de vista, es posible entender que el aparato mental humano podria ser construido perfectamente en base al modelo _edipico desde un inicio y que el complejo de Edipo .podrfa constituir” el ‘Kerncomplex’ (complejo nuclear) de la patologia humana en general. De ser esto asi, no creo que sea b4sicamente incorrecto atribuirle significado alo que tiene lugar durante la fase primaria del aparato mental que ha descrito Glover, tenieridoen cuentaquelaevoluciéndelaparato mental se lleva a cabo sobre la base de pulsio- ‘nes destructivas que entran en juego como “resultado del descontento frente a la realidad de la existencia postnatal y que tienen como < objetivo.regresar al estado intrauterino dé fusién. Es de suponer que se trata de tensio- nes, afectos sin representationes, que involu- cran esencialmente el cuerpo del sujeto. A medida que la relacién objetal se desarrolla, los efectos se vinculan a representaciones, “_dandole significado a las fuerzas en conflicto; “en otras palabras, anunciando la época del conflicto psfquico propiamente dicho, a pesar de que éste esta virtualmente presente desde el inicio. Es precisamente para expresar esta virtualidad que yo hablo de la ‘matriz’ del complejo de Edipo, en una alusién a amvibos significados de la palabra, al de titero, por un lado, y al de prototipo, por el otro. Mi trabajo con la matriz arcaica del com- plejo de Edipo me ha llevado a prestar espe- cial atencién a los desérdenes del pensamien- to que se originan en el deseo de retornar al cuerpo vaeio y liso de la madre. De hecho, la cuestion es redescubrir, a nivel del. pensa- miento, un funcionamiento mental sin obsté- culos, con la energia psiquica fluyendo libre- mente, El padre, su pene, los nifios, represen- ._tan la realidad. Ellos tienen que ser destrui- “dos de manera que pueda recuperarse el modo de funcionamiento mental que obedece al * principio del placer, La fantasia de destruir la realidad le confiere un rol primordial a la fantasia de vaciar el vientre de la madre. Los contenidos del cuerpo equivalen alarealidad, no asi el continente. El paciente cuyas légrimas constitufan un mecanismo para evitar la elaboracién de su depresién, a quien yo he llamado Romain en otros articulos, tenia frecuentes discusiones 2 54 JANINE CHASSEGUET-SMIRGEL con otros automovilistas. He informado ante- riormente de su suefioen el que micalle habla sido cerrada al tréfico y, por lo tanto, limpia- da de sus obstdculos los carros y sus con- ductores-, que son objeto del constante odio del paciente, un odio que él demostraba en violentos ataques de acting out antes del and- lisis y durante éste, ataques que sélo alcan- zaban su significado total dentro de la trans- ferencia analitica. Un sistema misterioso nos permitta comunicarnos, yo desde miconsulto- rio y él desde el stano del edificio que iden- tificaba como una maternidad en la que habta trabajado. Queda claro a partir de este suefio que el temaes liberar el interior de mi cuerpo de sus contenidos indeseables (carrosy conductores) yrecuperar el vientre materno (lacalle queha ‘quedado libre y el sétano identificado con la maternidad). De esa manera, podemos esta- blecer una comunicacién inmediata y comple- ta, similar a la existente entre el feto y su madre. Una de mis pacientes fronterizas tuvo un suefio en el cual un paisajedecolinas, drboles, caminos y campos cultivados se transformaba repentinamente en una llanura desértica que ella describta como algo irresistiblemente her- moso. Este suefio se produjo justo antes de una corta interrupcién del andlisis, en una 6poca en la cual ella me dirigia comentarios antisemiticos. Al pensar sobre los casos de mis pacientes fronterizos caracterizados por su acting out, me sorprende la frecuencia con la cual dichos pacientes utilizan el antisemitismo en la transferencia, mientras que con mis pacien- tes neuréticos esta actitud es bastante inci- dental. Este punto amerita por si solo un amplio estudio, pero ahora me limitaré a unos cuantos comentarios breves: — Losjudios son identificados por estos pa- cientes sobre todo con hermanos (0 herma- nas) que deben ser eliminados. Los hermanos clésicamente aparecen en los suefios como pa- rasitos o bichos, términos que en la termino- logia antisemftica ‘comin’ se aplican a los judios. . — La matanza de nifios judios, caracteris- tica del genocidio nazi, sirve como un residuo diurnio para las fantasias y suefios de estos pacientes, que estén dominados por el deseo de destruir los contenidos del cuerpo mater- no. — Los judfos representan tanto la Ley bi- blica como el intelecto (pensamiento) que impiden la unién con la madre y, por lo tanto, simbolizan el principio paterno de la separa: cién, ~ La existencia del genocidio despierta sentimientos de culpa persecutorios en aque- los pacientes que son incapaces de elaborar su culpa de un modo maduro. Esto fortalece sus temores y su odio. Un dia, la paciente que acabo de mencionar me dijo: ‘Siento que los judios me persiguen por todo lo que tuvieron que soportar'’. Esta paciente pasé por un periodo durante el cual estaba decidida a convencerme de que el asesinato de Aldo Moro no era un acto més censurable que la explotacién capitalista. Luego, me pagé en efectivo una suma consi- derablemente menor a la que me debja, Ella tuvo un suefio en el que hacéa trampa respecto a lacantidad que pagaba a un ven la compra de un carro marca Aldo-Moro. La paciente se sentfa avergonzada de dichosuefio, como si éste la traicionara. A través de la aso- ciacién, se establecié que el carro Aldo—Moro representaba a los padres unidos en la escena primaria (el cuerpo de Aldo Moro fue encon- trado en un carro italiano) y asesinados. El carro Aldo-Moro también fue asociado a un Alfa~Romeo y a Romeo y Julieta, es decir, a un par de amantes. Su conocimiento de la realidad de la escena primaria y el odio homicida dirigido contra sus padres, unidos en el acto del coito, tenian que ser negados a cualquier costo, ‘haciendo trampa’, en este caso, mediante la regresién hasta un modo de pensamiento en el que los hechos son equiva- lentes, intercambiables, donde el acto de asesinar no se diferencia en nada de la explo- tacion capitalista (al respecto, pienso que es el complejo de Edipo completamente desarro- Ilado el que coloca al asesinato por encima de todos los otros crimenes). El suefio de ‘hacer trampa’ para comprar el Aldo-Moro es una demostracién del uso que da la paciente al andlisis: un mecanismo que la ayuda a hacer trampa respecto a la realidad de la escena primaria. Al mismo tiempo, el Aldo-Moro me representabaa mi unidaa miesposo(el nombre con guién que le daba al carro, un Aldo~Moro, estaba asociado a mi nombre). En mi articulo sobre ‘La matriz arcaica del complejo de Edipo' (1984-86) comenté un suefio del material de mi paciente Franca, cuyo caso relaté detalladamente (1988) en el Congreso de Montreal. Brevemente, ella sofiaba’que el mundo habia llegado a su fin, que la Tierra habta regresado a la Edad de ACERCA DEL ‘ACTING OUT’ 55 Hielo y que su poblacién se habta reducido a un pequefio grupo de supervivientes. Se habla hecho posible viajar alrededor de toda la Tierra. Ella estaba con otros cuantos supervi- vientes en un trineo, dando vueltas al globo, experimentandomaravillosos sentimientos de Jubilo. Las asociaciones de la paciente demos- ‘traron claramente que era el cuerpo de la madre-analista el que se habia hecho accesi- ble. Comoya he sefialado, el deseo de tener ac- ceso al cuerpo de la madre, vacio, liso y, en el caso de Franca, resbaladizo, un deseo que implica la destruccién de los contenidos del cuerpomaterno con el fin de hacerlo accesible, ‘representa la destruccién de la realidad misma’. Esto me lleva a examinar el deseo de vaciar el cuerpo materno de sus contenidos como. una ‘expresién concreta de la lucha. _ entre el principio de placer y el principio de _Tealidad', Me permitiré citar otro suefio de Romain, elcual, creoyo, ilustramuy bien estahipétesis. ‘Un pez es exhibido con su boca abierta. Uno puede ver el interior del cuerpo, el cuales liso. ‘Apostamos a que podemos arrojar una piedra en su boca y que ésta bajard rodando hasta el ano y saldré por allt. Luego, la boca del pez se pliega y se transforma en una vagina. Esta se contrae. La vagina y el ano-son ahora la misma cosa. Luego se convierte en algo simi- lar al pene de una serpiente. En la siguiente puerta hay una exhibicion de judtos. Alt esta paradoX, un hombre al cual me siento homo- sexualmente atratdo. Periddicamente, la gente tiene que subir por unas escaleras. En reali- dad, estamos en una cdmara de gas’. Cuando le pregunté al paciente qué cone- xién existfa entre la historia del pez y la ex- hibicién, me respondié: 'Se puede hacer cual- quier cosa con ambos. El pez se transforma en una boca, un pene, una vagina y un ano. De los judfos se fabricaron jabones y pantallas para lémparas’. Obsérvese lo liso y completamente unifor- me que es el interior del pez. Es la imagen de un objeto, asf como la de un mundo a través del cual Ios impulsos corren sin obstéculos, sin las diferentes partes del cuerpo, que se transforman la una en Ja otra; un universo so- metido ala abolicién total de limites entre los objetos e incluso entre sus moléculas, un universo que se ha vuelto totalmente malea- ble (‘se puede hacer cualquier cosa con ellos’). Se trata también de un universo sin padre, donde el sujeto se adjudica los poderes del Creador Todopoderoso. Quisiera sefialar el hecho de que el sujeto ha encontrado una manera de funcionar una vez més en concordancia con el principio del placer, buscando satisfaccién por la ruta mas cortay répida, con atajosy sin aplazamientos, como se muestra por la apuesta de que la piedra tirada en la boca del pez atravesaré él cuerpo y emerger4 por el ano, en concordancia con la tendencia de la energia en flujo libre a cireular sin obstdculos. Como acabo de decir, enestesuerio, elfuncionamientomental propio del principio de placer est4, en cierta medida, representado como tal. Este funcionamiento mental satisface un deseo mediante métodos que son tipicos de los suefios; sin embargo, al mismo tiempo, el deseo que es dramatizado y satisfecho es precisamente el de pensar de acuerdo con el principio de placer, en otras palabras, un modo de funcionamiento mental que est en concordancia con el proceso oni- rico mismo. ‘Cuando Freud estudié las ‘Los dos princi- pios del suceder psiquico' (1911), introdujo Ia actividad de pensar como una etapa impor- tante en la adquisicién del principio de rea- Tidad. El dijo también que la accién de pensar est acompafiada por una transformacién de las catexis de flujo libre en catexis confinadas. Por lo tanto, el pensamiento aparecié con el fin de servir al principio de realidad, aun “cuando una parte de la actividad de pensar pueda separarse de la confrontacién con la realidad y permanecer bajo el control del principio del placer (el fantasear, el sofiar despierto). Como me gusta decir, la declaracién de guerra que un cierto tipo de paciente procla- ma en contra del pensamiento, tiene que ver con el vineulo que une al pensamiento con el principio de realidad. Creo que otro suefio de Romain saca esto a la luz: ‘Estoy quebrando nueces con mis manos, pero tengo la sensacién de que no deberia estar haciéndolo. Ellas son frdgiles y yo no tengo la suficiente pericia. Las pongo en una cacerola de fondue. Al despertar- me, me sorprendio el hecho de que las nueces parecieran cerebros. Al mismo tiempo, la cdscara hinchada de las nueces me hacta recordar el vientre de una mujer’ 1 Fondue viene de fundir. 56 Este paciente habja tenido recientemente un suefio largo, en el cual aparecia la misma cacerola de fondue, llena de diversos objetos, incluyendo papel y un lapicero, que represen- taban la actividad supuesta del analista de tomar notas sobre lo que dice el sofiador, ademés de una regla y un zapato de hombre. ‘Todos estos objetos se iban a fundir, como los trozos de queso en una fondue Savoyard, | convirtiéndose en una mezcolanza indiferen- ciada—o como los trozos de carne que se asan en una Yondue de carne’ (las palabras del paciente). Al comentar este suefio, yo planteé que se trataba de destruir el pensamiento, el cere- bro, las herramientas de reflexion del analis- ta, asf como el pene paterno, la regla (los reglamentos), el feto, es decir, todo el conte- nido del cuerpo materno. En’mi opinién, el feto es més que solamente un contenido del cuerpo de la madre, més que s6lo una prueba de la superioridad del padre y sus atributos por encima de los del nifio con su pene peque- fioe infértil, El feto representa la vida misma, »es decir, todo lo que, por definicién, supone * desarrollo, evolucién, un proceso, y en conse- cuencia implica esperar, es decir, el principio . de realidad, de manera semejante al caso del . Pensamiento. “prin La vida, el feto, el pensamiento, el principio misma relacién que tienen la muerte, el cadé: ver, Ia ausencia de pensamiento, la analidad y el principio de placer. Mas atin, Ta historia personal del paciente es tal que él tiene motivos para representar temas, activados por la transferencia, que estan obviamente conectados a los campos de concentracién y los crimenes de los nazis: el destrozo de créneos de bebés (las nueces), los hornos de cremacién (pesadas cacerolas de hierro para el fondue de carne), cdmaras de gas, etc. Su padre pertenecia en Rumania a los "Guardias de Hierro’, una organizacién equivalente a la SS. ~El homogeneizar obstdculos, el convertir- los en elementos indiferenciados, significa hacerlos desaparecer como obstaculos y bus- carel camino deregreso al cuerpodelamadre. El pensamiento que ha pasado por el pro- ceso de elaboracién es lo opuesto a esta fan- tasta los obstdculos han sido integrados, ipalmente a través del proceso de iden- tificacién— y, por lo tanto, es lo opuesto al acting out, asi como, a nivel colectivo, es lo opuesto a las ideologias y utopias que no ‘realidad y la genitalidad tienen entre sf la_ JANINE CHASSEGUET-SMIRGEL Haman a la accién sino que abogan por la destruccién de todos los obstéeulos que se presentan entre ellas y sus objetivos. Creo que el caso que describe Mervin Glasser (1979) del ladrén que se introducia a las casas y des- trozaba todo en su interior corresponde a lo que estoy describiendo, En consecuencia, creo qug el acting out, tal como yo lo describo aqui, tiehie subyacente una fantasia agresiva fun- * damental, aun cuando ésta permanezcaoculta. Esto estan ciérto en el caso de la drogadiccién y la perversion como lo es en el caso de un ac- tivismo politico extremista, aun cuando éste no sea de naturaleza terrorista, y de la delin- cuencia,En cada uno de estos casos, el sujeto _ busca sucamino al paraiso (se trate del paraiso artificial, el 'vuelo’, el orgasmo mediante me- canismos no genitales que involucra un atajo frente a las identificaciones y un evitarse el procesode evolucién, ola militanciaennombre de un paraiso terrenal bajo la égida de una u otra ideologia) o —en este caso, despojdndose la agresividad de su disfraz—a situaciones en las que el sujeto se apropia de propiedad ‘“Privadaola destruye mediante actos crimina- “les 0 mediante la abolicién de la autoridad, ~por lomenosen la fantasia, en un esfuerzo por recuperar la riqueza absoluta e inmediata de la condicién intrauterina. Por lo tanto, yo creo que, subyacente al acting out de las estructuras que describo, existe siempre la fantasia fundamental de re- cuperar el cuerpo de la madre, liberado de sus obstdculos. Describiré brevemente el modelo de funcio- namiento mental que propongo en base a la matriz arcaica del complejo de Edipo, y que relaciono con el acting out, y lo compararé con el modelo de pensamiento basado en la acti- vidad oral y la digestién. La actividad del pensamiento, segiin la cShcibe Bion en su libro Segundos Pensa- mientos (1967), est conectada con Jabusque- da del pecho (una disposicién innata del in- “fante)y la frustracion: el pensamientonacede “esta conjuncién. Si la capacidad para tolerar la frustracién es suficiente, el ‘no pecho' interno se convierte en un. pensamiento y se desarrolla un aparato para ‘pensar’ (p. 112). La incapacidad para tolerar esta frustra- cién leva a un alejamiento de los eventos que Freud descri- be como caracteristicos del pensamiento en la fase de dominio del principio de realidad (p. 112). ACERCA DEL ‘ACTING OUT’ Bion evidentemente est haciendo referen- cia al pasaje de ‘Los dos principios del suce- der ps{quico' al cual yo hice referencia li- neas arriba. Enel lugar del pensamiento exis- __.te un objeto malo (el no pecho no se convier- 7” te en pensamiento sino en un pecho malo que * s6lo es suficientemente bueno para ser eva- cuado). En consecuencia, el desarrollo de un aparato para pensar se ve perturbado....Se siente que la _- Maquinaria apropiadanoesun aparatopara pensar sino un aparato para liberar a la psique de la acu- mulacién de objetos internos malos (p. 112). Llevando esta concepeién a su extremo, el funcionamiento del aparatopara pensar puede ser considerado como una copia concreta del __ sistema digestivo, abierto en ambos extremos * ysin segmentos, Lo que ingresa por unode los extremossale por el otro, inalterado, En la pa- tologia somética, el modelo para este modo de funcionamiento seria la diarrea infantil. Como sabemos, Bion considera que la identificacién proyectiva puede tomar, a nivel mental, el © lugar de esta evacuacién conereta, Seguin yo * Joveo, el modelo de Bion del sistema digestivo no se opone en lo esencial al modelo de la ma- triz areaica del complejo de.Edipo que yo planteo. Me parece que la superficie lisa ca- racteristica y la ausencia de diferenciacin que acompafian mi concepto del cuerpo ma- terno despajado de sus obstdculos, se aplica- ~ rian también a la concepcién de Bion del sis- tema digestivo del sujeto. Pero, segun lo veo “yo, la nocién del aparato mental como un sis- tema digestivo sin segmentos, que no sirve para elaborar pensamientos sino sélo para evacuarlos, como la comida no digerida que pasa a través del sistema (elementos beta en oposicién a elementos alfa que sufren un proceso de elaboracién) correspondea la iden- tificaci6n del infante recién nacido de su sistema digestivo—aparato para pensar con el interior liso e indiferenciado del cuerpo ma- terno, liberado de todo obstéculo, al cual el infante desea regresar. Puede considerarse, en una primera interpretacién, que el pesca- do liso que sofié Romain representael sistema digestivo indiferenciado del sujeto. Sin em- bargo, al recordar aquella parte del suefio donde é] menciona a ‘los judfos’, asf como las asociaciones del paciente (é1 més adelante hablé de mi esposo), seria mas correct inter- pretar el suefio ala luz de una relaci6n tripar- tita, que representa el deseo de eliminar la di- 57 mensién paterna del universo psiquico. Debido a que estos pacientes identifican su propio cuerpo con el de sus madres, tienen | tendencias suicidas, Glover, en su propio arti- * culo ‘Aspectos funcionales del aparato men- tal’, escribe: Hace muchos afios sugerf que el acto de suici- dio, si bien esté estrechamente asociado a meca- nismos depresivos, podfa ser explicado s6lo asu- miendo una regresién instintiva que simultéiea- menterompa lasbarreras defensivasexistentesen cada etapa de la evolucién infantil. A esta formu- Jacién yo afiadiria ahora que, en el suicidio efec- tivo, laregresién delas energiasembalsadasactiva elnivel funcional primario del aparato, producien- do un estado de estatis intolerable que vence las inhibiciones primarias y busca una descarga auto- pléstica a través de rutas motoras. Los pacientes que describo, todos suicidas reales o potenciales, son incapaces de tolerar las ausencias fisicas o psfquicas por parte de su amante (identificado con la madre)y, en la transferencia, por parte del analista; son in- capaces de soportar la idea de que la mente del otro pueda estar ocupada en pensamien- tos que no se centran alrededor de ellos, Esto les provoca estados de abandono, ira y deses- peracién. Asi, el intento de suicidio tiene el- significado de librar a sus cuerpos y mentes, ~ que son identificados con los de la madre, de los pensamientos, bebésy penes que la madre tiene en su interior y regresar de esa manera. al cuerpo de ella, ahora accesible. Segtin he podido verificar a partir de suefios, fantasias 0 intentos reales, los suicidios cometidos al lanzarse desde un lugar elevado tiene el sig- nificado de hundirse en el interior del cuerpo materno -la tierra—cuyos obstdéculos casas, carros, arboles— vistos desde la altura resul- tan insignificantes. Aqui nuevamente diria que el ‘nivel de funcionamiento primario' ya tiene significado, por lo menos un significado “virtual, debido a lo que yo considero una si- militud, incluso una homologfa, entre el apa- rato mental y la situacién triangular, con el principio de placer, equivalente al retorno al cuerpo materno libre de su obstdculos, por un lado, y el principio de realidad, que requiere la integracién del padre, sus atributos y sus derivados, por el otro. Espero haber dejado suficientemente claro que, en mi opinién, el pensamiento, en el sen- tido que Freud utilizaesta palabra en'Los dos principios del suceder psiquico’, es decir, el pensamiento adquirido en la fase de dominio 58 JANINE CHASSEGUET-SMIRGEL del principio de realidad, no existe indepen- * dientemente de una relacién triangular. Esta relacién es, creoyo, estructural mas que adqui- rida. Por supuests, al atravesar las etapas pregenitales, la evolucién permitiré alamatriz arcaica del complejo de Edipo alcanzar el de- sarrollo ed{pico total. Aunque el acting out es predominante en un cierto mimero de estructuras que hemos visto en este articulo (y a las que podrian afia- dirse los desérdenes psicosomaticos), en rea- lidad es algo latente en todos nosotros. Es po- RESUMEN La autora se propone comparar su propiasideas respectoa la matriz arcaica del complejo de Edipo, diferenciada del complejo de Edipo completamen- te desarrollado, con la concepcién de Glover de las diferentes etapas evolutivas del aparato mental, en la cual se otorga precedencia histérica a lo que 41 denomina ‘reacciones psicosométicas' frente a los sintomas psiconeuréticos considerados poste- riores. Los primeros dan como resultado descarga pura, mientras que los tiltimos se caracterizan por poseer significado. La autora también trata breve- mente de relacionar algunos de sus puntos de vista, con los de Melanie Klein y Bion. sible que hayamos integrado adecuadamente elcomplejo de Edipo, sin embargo las circuns- tancias de nuestra vida pueden ser tales que regresionemos al estado del infante iracundo, Avido e impaciente y reactivemos la matriz arcaica del complejo de Edipo, En mi opinién, la matriz arcaica del complejo de Edipo que “he tratado de describir y el complejo de Edi- po completamente desarrollado forman el marco dentro del cual se produce la évolucién. humana. Resumo ” Aautora tentacomparar suas idéiasem relagao & matriz arcaica do complexo de Edipo -que deve diferenciar-se do complexo de Edipo totalmente desenvolvido— com o coneeito de Glover dos dife- rentes nfveis evolutivos do aparelho mental, no qual a prioridade histérica corresponde ao que ele denomina 'reagdes psicossométicas' sobre og sinto- mas psiconeuréticos. As primeiras déolugarauma descarga pura, enquanto que os segundos se carac- terizam por possuir um significado. A autora tenta também estabelecer fazer uma conexéo entre suas idéias e as de M. Klein e Bion. REFERENCIAS ABRAHAM, K. (1924). A short study of the develop: ment of the libido, viewed in the light of mental disorders. En Selected Papers on Paycho-Analy- sis. London: Hogarth Press, 1927, pp. 418-50 Bion, W. R. (1967). Second Thoughts. New Yor! Jason Aronson. CHASSEGUET-SMIRGEL, J. (1973). The Ego Ideal. New York: Norton; London: Free Association. —(1984-86). The archaic matrix of the Oedipus complex. En Sexuality and Mind. New York: New York Univ. Press. — (1987). Reflections on some thought disor- ders in non-psychotic patients. Unpublished. — (1988). A woman's attempt at a perverse solution and its failure. Int. J. Psychoanal, 69: 149-161. FREUD, S, (1911). Formulations on the two princi- ples of mental functioning. S.E. 12. — (1924). Open letter 15 February. 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