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Española de Reumatologia.
http://www.ser.es/wiki/index.php/S%C3%ADndrome_RS3-PE
- Síndrome RS3-PE
- Espondilitis anquilosante
- La Sulfasalacina
- Metotrexato
- Los Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)
Síndrome RS3-PE
El síndrome RS3PE remitting seronegative symmetrical synovitis with pitting edema, es
una entidad descrita por McCarty en 1985. Se trata de una artritis seronegativa en íntima
relación con la polimialgia reumática y la artritis reumatoide del anciano, con las cuales se debe
realizar diagnóstico diferencial, ya que comparten manifestaciones clínicas. El síndrome
RS3PE o polisinovitis edematosa del anciano es un cuadro reumatológico de inicio brusco,
en menos de un mes, generalmente en varones mayores de 60 años. Hoy por hoy, la
etiología es desconocida; existen varias teorías al respecto que lo relacionan con agentes
infecciosos, genéticos o con la secreción por ciertos factores séricos de tumores.
Tabla de contenidos
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1 Cuadro Clínico
2 Pruebas Complementarias
3 Diagnóstico Diferencial
4 Tratamiento
5 Pronóstico
Cuadro Clínico
El cuadro clínico, de inicio, afectación articular simétrica a nivel de carpos,
metacarpofalángicas e interfalángicas proximales con tumefacción, dolor y su consecuente
limitación funcional. De hecho, la tenosinovitis de los flexores de los dedos, puede
asociarse con un posible síndrome del túnel carpiano. Es muy característica, de este cuadro,
la presencia de edema en el dorso manos y a veces en pies. Puede haber afectación en otras
localizaciones como en pies, tobillos, hombros, rodillas, caderas y codos. No suele
presentar asociado sintomatología constitucional y no existe clínica de afectación de la
arteria temporal, lo que lo diferencia de la polimialgia reumática y arteritis de la temporal.
Pruebas Complementarias
Diagnóstico Diferencial
Tratamiento
El tratamiento más adecuado son los corticoides a dosis bajas, generalmente prednisona a
dosis de 10-20 mg/día para ir bajando progresivamente durante 6-18 meses. Los pacientes
presentan una respuesta muy relevante: con mejoría clínica a los pocos días de haber
iniciado el tratamiento y remisión completa en menos de un año. Debe valorarse, si a la
corticoterapia en un paciente mayor de 60años, precisa asociar tratamiento con calcio y
vitamina D, así como de fármacos bisfosfonatos.
Pronóstico
El pronóstico suele ser muy bueno, pero se debe siempre descartarse la presencia de
neoplasias intercurrentes, ya que esta enfermedad puede ser la manifestación de un
síndrome paraneoplásico; los tumores a los que más se ha asociado este síndrome son:
linfomas, leucemias, carcinoma gástrico, endometrial y páncreatico.
Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/S%C3%ADndrome_RS3-PE"
Espondilitis anquilosante
Tabla de contenidos
1 Introducción
2.1 Diagnóstico
2.2 Grado
3 Etiología
5 Síntomas de la EA
Introducción
Diagnóstico
1. Criterios clínicos
1. Dolor lumbar y rigidez durante más de 3 meses que mejora con el ejercicio,
pero no alivia con el reposo.
2. Criterios radiológicos
Grado
1. Espondilitis anquilosante definida si el criterio radiológico se asocia al menos con
un criterio clínico.
El criterio radiológico debe estar presente sin ningún signo o síntoma que
satisfaga el criterio clínico. Otras causas de sacroilitis deben ser consideradas.
Etiología
No se conoce la causa por la que se produce esta enfermedad. Sin embargo, en los últimos
años se está avanzando en el conocimiento de los mecanismos que desencadenan el proceso
y en los posibles agentes responsables.
HLA-B27 positivo
Se conoce desde hace tiempo que la espondilitis anquilosante afecta con mayor frecuencia a
las personas que presentan en sus células una señal específica. Esta señal se transmite por
herencia genética y se denomina antígeno HLA-B27. El hecho de la transmisión genética de
esta marca explica por qué la espondilitis anquilosante aparece con más frecuencia en
determinadas razas y dentro de éstas en determinadas familias. La posesión del antígeno
HLA-B27 parece causar una respuesta anormal de la persona a la acción de determinados
gérmenes. Probablemente la conjunción de estos dos factores desencadene la enfermedad.
Una minoría escasa de personas con este antígeno padecerá la enfermedad, aun teniendo
familiares con espondilitis anquilosante. Aproximadamente el 7% de la población española
posee el antígeno HLA-B27. En este grupo, el riesgo de desarrollar la enfermedad es del
5%. Es decir, de cada mil personas, sólo setenta tienen esta señal en sus células, y de estas
setenta, sólo cuatro desarrollarán la enfermedad.
Síntomas de la EA
Aparato musculoesquelético
Lo primero que nota la persona que tiene espondilitis anquilosante suele ser un dolor lumbar o
lumbago, que se produce por la inflamación de las articulaciones sacroilíacas y
vertebrales.Este dolor es de tipo inflamatorio, y se manifiesta de forma insidiosa, lenta y
paulatina, no pudiendo precisarse con exactitud el instante en el que comenzó el síntoma. El
lumbago aparece cuando el paciente se encuentra en reposo, mejorando con la actividad
física. De esta forma el dolor suele ser máximo en las últimas horas de la noche y en las
primeras de la madrugada, cuando el paciente lleva un largo rato en la cama. Esto obliga a
la persona a levantarse y caminar para notar un alivio e incluso la desaparición del dolor.
Otros síntomas
La espondilitis anquilosante es una enfermedad sistémica, lo que significa que puede afectar a
otros órganos del cuerpo. En algunas personas puede causar fiebre, pérdida de apetito,
fatiga e incluso inflamación en órganos como pulmones y corazón, aunque esto último
ocurre muy raramente. Puede haber una disminución de la función de los pulmones al
disminuir la elasticidad del tórax lo cual, combinado con el tabaco, puede deteriorar la
capacidad para respirar. Por lo tanto, las personas con espondilitis anquilosante deben evitar
el hábito de fumar.
Es relativamente frecuente la inflamación de algunas de las partes del ojo (uveítis), que
ocurren en una cuarta parte de las personas con espondilitis anquilosante y se manifiesta
como dolor y enrojecimiento ocular (ojo rojo), precisando atención por el oftalmólogo.
Tabla de contenidos
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1 INTRODUCCIÓN:
5 EFECTOS ADVERSOS
7 CONTROL DE TOXICIDAD
INTRODUCCIÓN:
Se administra por vía oral, y se absorbe sólo una pequeña cantidad del fármaco completo en
el intestino delgado. Para su absorción es necesaria la participación de las bacterias del
intestino grueso que desdoblan el fármaco en 5 aminosalicílico y sulfapiridina, siendo esta
última la responsable de la acción antirreumática sistémica del fármaco, mientras que el 5
aminosalicílico tiene capacidad antiinflamatoria local en las enfermedades inflamatorias
intestinales. La sulfasalacina no se debe administrar con preparados que contengan hierro,
gluconato cálcico, colestiramina y antibióticos de amplio espectro, ya que éstos pueden
alterar la flora bacteriana intestinal e interferir con la absorción. La sulfasalazina disminuye
los niveles en sangre de digoxina. Por su unión a las proteínas de la sangre puede interferir
con el tratamiento con anticoagulantes, antidiabéticos orales y fenitoina, aumentando su
efecto, por lo que en ocasiones será necesario disminuir la dosis de los mismos.
La sulfasalazina se puede utilizar con seguridad asociada a otros fármacos que con
frecuencia son necesarios para el tratamiento de su enfermedad como los antiinflamatorios
no esteroideos, los corticoides y otros fármacos antirreumáticos (metotrexato y
antipalúdicos sobre todo). La asociación de diferentes fármacos de acción lenta es una
práctica clínica habitual en la actualidad, ya que se sabe que un rápido control clínico y
analítico puede modificar la evolución y el pronóstico de la enfermedad.
Existen estudios clínicos que confirman un aumento de la eficacia sin aumento de efectos
secundarios de la asociación de alguno de estos fármacos.
En el adulto se suele comenzar con una dosis de 500 mg / día y se aumenta 500 mg cada
semana, hasta llegar a la administración de 2 gr / día en dosis repartida.
En el niño se comienza con una dosis de 250 mg /día y, gradualmente se aumenta la dosis
hasta llegar a los 50-75 mg / kg /al día, sin exceder los 2 gr / día.
Los comprimidos se deben repartir a lo largo del día con las comidas. Se recomienda beber
abundantes líquidos. Se debe elegir el horario más cómodo para evitar olvidar las tomas, y
recuerde que es un medicamento que actúa a largo plazo y se debe tomar regularmente para
obtener beneficio. El comienzo de su acción puede tardar de 2 a 4 meses y no debe
preocuparse por una aparente falta inicial de eficacia. No abandone la toma de
antiinflamatorios no esteroideos (su mecanismo de acción es diferente), hasta que se lo
indique su médico. El tratamiento con sulfasalazina es prolongado y se puede mantener
indefinidamente mientras no aparezcan efectos adversos. Su reumatólogo le indicará
aumento o disminución de la dosis según sea necesario, dependiendo de la respuesta
clínica.
EFECTOS ADVERSOS
Los efectos gastrointestinales son los más frecuentes, pero los más leves. Puede
aparecer dolor abdominal, nauseas, vómitos y disminución de apetito, que se pueden
acompañar de sensación de mareo e inestabilidad. Se controlan subiendo la dosis
lentamente como se ha explicado anteriormente, disminuyendo la dosis o
suspendiendo el fármaco temporalmente. El uso de preparaciones con cubierta
entérica (no disponible aún en España) disminuye alguno de estos síntomas.
Otras reacciones adversas menos frecuentes son alteración de las pruebas hepáticas,
dolor de cabeza, depresión, zumbidos de oídos y disminución del número de
espermatozoides, que generalmente son poco importantes porque ceden al disminuir
la dosis o al suspender el fármaco temporalmente.
Otros efectos secundarios potencialmente más serios, pero extremadamente raros,
son la neumonitis, hepatitis granulomatosa e hipogammaglobulinemia, que obligan a
suspender el tratamiento definitivamente.
Dado que la sulfasalazina puede producir una disminución en el número y movilidad de los
espermatozoides ocasionando una infertilidad, que es generalmente reversible al suspender
el tratamiento, se desaconseja su uso en los varones jóvenes que deseen a corto plazo tener
descendencia.
Si utiliza lentes de contacto, debe saber que este fármaco puede producir manchas en las
mismas.
CONTROL DE TOXICIDAD
Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Folleto_de_la_SER:_La_Sulfasalacina"
Metotrexato
El Metotrexato es un fármaco incluido dentro del grupo de Fármacos Modificadores de la
Enfermedad, se utilizó por primera vez para el manejo de la actividad de la Artritis Reumatoide
y la Artropatía Psoriásica en 1951; pero fue a mediados de los 80 cuando se comercializó y
extendió su uso en reumatología, tras la aparición de numerosos artículos científicos con
buenos resultados para el manejo de ambas entidades, al presentar una adecuada respuesta
con una discreta toxicidad secundario a su pauta. Posteriormente se ha demostrado eficaz
para el tratamiento de Espondilitis Anquilosante, Artritis Reactiva, Síndrome de Felty, Granulomatosis de
Wegener, etc.
Su administración puede ser oral, subcutánea o intramuscular; siendo las dos primeras las
posologías mas utilizadas en reumatología. Debe pautarse semanalmente (dosis única, un solo
día de la semana) se usa desde 7,5-10mg/semana de inicio y hasta 25-30mg/semana, en
pacientes que por su agresividad no responden a dosis menores; y su toxicidad disminuye
con la asociación de acido fólico (administración semanal de 1comprimido)
Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Metotrexato"
Categorías: Fármacos | Fármacos citotóxicos
Tabla de contenidos
5 TIPOS DE ANTIINFLAMATORIOS
6.3 CUTÁNEOS
7 PRECAUCIONES
9 EMBARAZO Y LACTANCIA
10 NIÑOS Y ANCIANOS
11 RECUERDE
Además, pueden disminuir la fiebre (efecto antipirético) y algunos (como ácido acetil
salicílico) pueden ayudar a prevenir una trombosis sanguínea (efecto antiagregante).
Su efecto es rápido y precoz y se puede apreciar ya desde el primer día, pero alcanza su
máximo efecto en el curso de los 7-14 días que siguen al inicio de su administración. Del
mismo modo, su efecto deja de producirse cuando se abandona. Los antiinflamatorios no
eliminan la causa de la inflamación, por lo que no curan la enfermedad, pero sí ayudan a
mejorarla ya que facilitan la actividad física y el bienestar diario del enfermo.
No hay ningún dato que demuestre que un antiinflamatorio, utilizado a dosis equivalentes,
sea claramente superior a otro. Por ello, en el momento de decidirse por un determinado
antiinflamatorio deberán valorarse diferentes factores. Estos factores dependerán de las
características de cada paciente, entre las que se incluyen el tipo de enfermedad que
presenta y sus síntomas, la edad, otras enfermedades que pueda padecer, o los tratamientos
que esté utilizando. Son igualmente importantes factores que dependen del propio fármaco
como su eficacia, tolerancia, seguridad, coste y la forma y vía de administración (Tabla 1).
Factores que dependen del tipo de antiinflamatorio Factores que dependen el paciente
EFICACIA RESPUESTA INDIVIDUAL
TOLERANCIA ENFERMEDAD
SEGURIDAD TIPO DE SÍNTOMAS
FORMA DE ADMINISTRACIÓN EDAD
VÍA DE ADMINISTRACIÓN OTRAS ENFERMEDADES
COSTE OTROS MEDICAMENTOS
EMBARAZO
Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es que existe una "respuesta
individual", de manera que antiinflamatorios que son muy efectivos en un individuo lo son
menos en otros. Por tanto, en algunos casos, deben probarse varios fármacos hasta
encontrar el más adecuado para cada paciente. Es imposible predecir qué antiinflamatorio
va a resultar más eficaz y menos tóxico en cada caso. El antiinflamatorio elegido debe
emplearse un periodo de tiempo suficientemente largo, al menos 15 días, antes de asegurar
que no es efectivo y cambiarlo por otro.
Lo más importante es encontrar el antiinflamatorio adecuado para cada caso; el ideal será
aquél que controle el dolor y la inflamación sin producir efectos secundarios. El efecto del
fármaco no se ve influenciado por la duración del tratamiento, es decir, la eficacia no
disminuye aunque se utilice de manera continuada durante mucho tiempo.
TIPOS DE ANTIINFLAMATORIOS
Para que tengan efecto deben alcanzar un nivel adecuado en sangre. Por ello, es
imprescindible seguir las indicaciones del médico y realizar un número adecuado de tomas
al día, que pueden variar según las características de cada antiinflamatorio. Un error en la
dosis puede producir un menor efecto antiinflamatorio o un exceso de efectos adversos.
Los antiinflamatorios producen muchos efectos beneficiosos pero también pueden provocar
efectos imprevistos o no deseados, llamados también efectos adversos. Se dan en un
pequeño porcentaje de casos y suelen ser de poca importancia. Debe comunicarse cualquier
anomalía o síntoma que aparece tras iniciar un tratamiento con antiinflamatorios, ya que,
bajo control médico, se debe valorar la gravedad y necesidad de suprimir la medicación.
Los efectos adversos más importantes y frecuentes son los que afectan al aparato digestivo
(esófago, estómago, intestino), al aparato respiratorio (pulmones y vías respiratorias), al
sistema nervioso (cerebro), al sistema renal (riñones y vías urinarias), a la piel y a los
componentes de la sangre.
APARATO DIGESTIVO
Todos los antiinflamatorios pueden producir ardor, dolor abdominal, náuseas o diarrea.
Esto es más frecuente en aquellos enfermos que han sufrido previamente una úlcera de
estómago o de duodeno. También la ingesta de bebidas alcohólicas, el empleo simultáneo
de varios antiinflamatorios, el tratamiento con glucocorticoides y, sobre todo, la utilización
de antiinflamatorios en personas de edad avanzada, se consideran factores de riesgo para
desarrollar más efectos secundarios gástricos. Los antiinflamatorios llamados coxibs que
reducen el riesgo de úlcera de estómago, hemorragia digestiva y perforación en
comparación con el resto de AINEs. Por esta razón se encuentran indicados en pacientes
con estos antecedentes o factores de riesgo (consejo 35).
Los efectos indeseables sobre el aparato digestivo pueden producirse tanto con los
antiinflamatorios que se toman vía oral, como con los que se administran en supositorios o
inyecciones.
En general, estos efectos pueden producirse ya desde el inicio del tratamiento, es decir, no
es necesario un tiempo prolongado de administración del fármaco. Los pacientes con mayor
riesgo de sufrir estos efectos secundarios pueden tomar antiinflamatorios, pero con mayor
precaución y siguiendo las medidas para la protección del aparato digestivo que le indique
su médico.
En los pacientes con hernia de hiato y reflujo pueden producirse molestias esofágicas. Para
prevenir estos efectos deben tomarse los antiinflamatorios después de las comidas y, si
aparece dolor, tomar antiácidos una hora después. En caso de que las molestias no
desaparezcan deberá consultarse al médico. En algunos casos, los antiinflamatorios pueden
ser perjudiciales para el hígado.
SISTEMA RENAL
En personas sanas no suelen producirse complicaciones en el sistema renal. En pacientes
con insuficiencia cardíaca, tensión arterial elevada, cirrosis hepática, tratamiento con
diuréticos, enfermedades renales o de edad avanzada, el uso de antiinflamatorios no está
contraindicado, pero se deberá modificar la dosis del antiinflamatorio de manera adecuada
para cada caso.
CUTÁNEOS
Pueden producirse diversas alteraciones en la piel, aunque suelen ser de poca importancia y
desaparecer en poco tiempo al retirar el fármaco. Las más frecuentes son los picores, las
erupciones o la urticaria. Su gravedad debe ser siempre valorada por el médico.
APARATO RESPIRATORIO
Los antiinflamatorios (sobre todo la aspirina) pueden desencadenar una crisis de asma en
pacientes que hayan presentado episodios previos de rinitis alérgica, urticaria, pólipos
nasales o de asma, En los casos en que la administración de antiinflamatorios sea necesaria
puede realizarse una prueba de tolerancia, a dosis mínimas y bajo estricto control médico.
SISTEMA NERVIOSO
En ocasiones, la administración de antiinflamatorios puede provocar dolor de cabeza,
vértigo o somnolencia. Suelen ser alteraciones poco importantes. En algunos ancianos
pueden producir cambios de carácter.
ALTERACIONES SANGUÍNEAS
Son complicaciones muy poco frecuentes. Los antiinflamatorios pueden disminuir el
número de plaquetas, glóbulos blancos y glóbulos rojos. Es aconsejable suprimir la toma de
antiinflamatorios antes de cualquier tipo de cirugía, ya que pueden aumentar el riesgo de
hemorragias. Los antiinflamatorios pueden también aumentar las cifras de tensión arterial.
PRECAUCIONES
Como ocurre con todos los medicamentos, existen algunas situaciones en las que deben
evitarse los antiinflamatorios, ya que existe un mayor riesgo para la aparición de efectos
secundarios. Entre éstas se incluyen:
Úlcera de estómago o duodeno activa (en caso que sea necesaria la toma de
antiinflamatorios deberán extremarse las precauciones y tomar gastroprotectores).
Embarazo o lactancia.
¿SE PUEDEN TOMAR CONJUNTAMENTE A OTROS MEDICAMENTOS?
Una de las interacciones más importante es la que se produce con fármacos que se usan
para disminuir la coagulación (Sintrom®, Aldocumar®), ya que puede aumentar el riesgo de
sangrado. En los pacientes que estén bajo tratamiento con fármacos antidiabéticos debe
tenerse en cuenta que, al tomar antiinflamatorios, pueden disminuir las cifras de glucosa.
Otros medicamentos con los que también puede ser necesario modificar la dosis son la
digoxina, fármacos contra la epilepsia y para control de la tensión arterial, antibióticos y
litio.
EMBARAZO Y LACTANCIA
Deben evitarse los antiinflamatorios durante el primer trimestre del embarazo y el último
mes antes del parto. En caso de embarazo y tener que recurrir a la administración de
antiinflamatorios se aconseja la administración de Aspirina. Ésta es bastante segura para el
feto.
NIÑOS Y ANCIANOS
Los niños pueden tomar algunos de los antiinflamatorios aprobados para uso pediátrico,
siempre bajo estricto control médico y con dosis adecuadas a su edad y peso.
Los enfermos de edad avanzada corren un mayor riesgo de desarrollar efectos adversos que
la población joven. Debe tenerse una precaución especial en los casos de desnutrición, en el
caso de padecer otras enfermedades o en el caso de tomar otros medicamentos. En general,
se recomienda dar dosis más bajas que las habituales.
RECUERDE
Debe informar a su médico de los diferentes fármacos que toma antes de iniciar un
tratamiento con antiinflamatorios.
Si presenta cualquier tipo de reacción que no considere normal, debe dejar de tomar
el fármaco y comunicarlo a su médico.
Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Folleto_de_la_SER:_Los_Antiinflamatorios_no_esteroideos_
%28AINE%29"
Tabla de contenidos
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1 EL INFLIXIMAB
3 ¿CÓMO SE ADMINISTRA?
5 PRECAUCIONES Y CONTRAINDICACIONES
6 EFECTOS ADVERSOS
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EL INFLIXIMAB
La artritis reumatoide es un trastorno crónico autoinmune de causa desconocida que se
produce aproximadamente en el 1% de la población. El tratamiento actual de la enfermedad
consiste en la administración de antiinflamatorios no esteroideos, corticoides orales y los
llamados fármacos antirreumáticos de acción lenta (FARAL) o modificadores de
enfermedad (sales de oro, metotrexato, sulfasalazina, antipalúdicos, D-penicilamina,
ciclosporina,...). Los FARAL son aceptados como tratamiento de primera línea en el
tratamiento de la artritis reumatoide activa. No obstante, a pesar de la administración de
FARAL y de la combinación de los mismos, algunos pacientes sólo experimentan alivio
parcial de los síntomas y siguen presentando características de enfermedad activa.
Las células que hay en las articulaciones inflamadas fabrican unas sustancias llamadas
citocinas que por un lado producen inflamación y por otro lado dañan a las articulaciones.
Estas citocinas son sustancias que todos tenemos en nuestro organismo pero que cuando
están elevadas son responsablesde la sintomatología y de la progresión de la artritis
reumatoide. Una de estas sustancias (probablemente la más importante) es el llamado factor
de necrosis tumoral (TNF) que parece ser un mediador inflamatorio clave en este proceso,
ya que su bloqueo también disminuye la producción de otras sustancias mediadoras de la
inflamación. Estos hechos indican que el TNF es un mediador importante en la producción
de la artritis reumatoide y que constituye un objetivo de tratamiento relevante.
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Se han llevado a cabo ensayos clínicos con infliximab en pacientes con artritis reumatoide
que se mantiene activa a pesar de tratamiento con otros FARAL. Estos estudios demuestran
que el tratamiento con infliximab produce una reducción de los síntomas y signos de la
enfermedad. La mejoría tanto de los síntomas como de los análisis aparece muy pronto (24-
72 horas después de la infusión). Se ha demostrado que la readministración cíclica de cA2
induce a respuestas tras cada ciclo que duran entre 8 y 16 semanas. Sin embargo, en estos
estudios se ha observado que hasta en un 50% de los casos el organismo produce
anticuerpos neutralizantes contra el infliximab. En estudios clínicos posteriores se ha
evidenciado que cuando se administra conjuntamente con metotrexato, la duración de la
respuesta clínica es mayor y que se reduce la producción de estos anticuerpos
neutralizantes. Por este motivo en la actualidad se recomienda el tratamiento con infliximab
y metotrexato de forma conjunta.
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¿CÓMO SE ADMINISTRA?
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La incidencia de reacciones a la infusión es baja. Las más frecuentes son dolor de cabeza,
tensión baja, náuseas, fiebre y mareos. Si durante la infusión se producen síntomas de
respuesta alérgica como picor y manchas en la piel, ha de avisarlo a quien esté a cargo de
su vigilancia. Las reacciones durante o después de la infusión que provoquen espasmo
bronquial con pitidos y dificultad para respirar y la caída de la tensión arterial superior a 40
mm de Hg obligan a suspender la infusión, realizar el tratamiento adecuado y no se pueden
administrar nuevas dosis.
PRECAUCIONES Y CONTRAINDICACIONES
Se debe valorar con cautela la posibilidad de tratamiento a los pacientes con una infección
crónica o infecciones de repetición. No debe administrarse la medicación si existe una
infección activa importante. Tampoco se recomienda su administración en pacientes con
infección por el virus de la hepatitis B. En lo que respecta al virus de la hepatitis C se
empieza a disponer de más datos, y actualmente se acepta que en determinados casos se
puede iniciar tratamiento con infliximab tras una evaluación previa cuidadosa y con un
seguimiento estrecho de la función hepática.
Aunque no se han realizado estudios específicos de interacción con otros fármacos, en los
ensayos clínicos los pacientes recibían uno o más fármacos concomitantemente sin
problemas. En la artritis reumatoide la medicación concomitante incluía metotrexato,
antiinflamatorios no esteroideos, ácido fólico, glucocorticosteroides y analgésicos.
Por falta de datos de seguridad, las mujeres no se deben quedar embarazadas durante el
tratamiento, por lo que se debe utilizar un método anticonceptivo fiable durante el mismo y
también se recomienda interrumpir la lactancia materna.
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EFECTOS ADVERSOS
Aproximadamente un 5% de los pacientes tratados con infliximab han abandonado el
tratamiento por efectos adversos. Los motivos más frecuentes de abandono fueron:
Infecciones. Las comunicadas con mayor frecuencia han sido las infecciones de las
vías aéreas altas (sinusitis, faringitis y bronquitis). No se ha observado un mayor
riesgo de infecciones graves o de sepsis con infliximab que con placebo. No obstante
se realiza un estrecho control de tuberculosis (TBC). Antes de empezar el tratamiento
se debe realizar un estudio para determinar si el paciente padece una tuberculosis
activa o latente. Si existe una TBC activa tendrá que realizar un tratamiento
específico y no podrá empezar el infliximab. Si existe una TBC latente, tendrá que
empezar un tratamiento profiláctico (preventivo) para evitar que la TBC se active y
en este caso se podrá empezar el infliximab al cabo de un mes.
En raras ocasiones (menos del 2% de los casos) se han producido las siguientes reacciones
adversas:
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Este fármaco está registrado y comercializado en España como Remicade® desde el mes de
septiembre de 1999 y es de "Uso hospitalario" (H).
Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Folleto_de_la_SER:_El_Infliximab"
Tabla de contenidos
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1 INTRODUCCIÓN
6 ¿CÓMO SE ADMINISTRA?
12 CONTRAINDICACIONES
INTRODUCCIÓN
Es una enfermedad que puede durar muchos años, por lo que se dice que es una enfermedad
crónica y, en la actualidad, no existe ningún tratamiento definitivo que permita su curación.
El dolor y la inflamación varía mucho de un enfermo a otro. Algunos enfermos presentan
artritis en pocas articulaciones y pueden desarrollar su actividad habitual de forma normal.
Por el contrario, en otros casos, la artritis es más grave, con muchas articulaciones
inflamadas, con tendencia a presentar deformidades y rigidez articular y, por tanto, mayor
grado de incapacidad.
La artritis reumatoide no tiene un tratamiento curativo, pero ésto no significa que no existan
tratamientos efectivos para mejorar la enfermedad. Es muy importante la colaboración entre
el médico reumatólogo y el enfermo para el control de la artritis, ya que debe tenerse en
cuenta que la enfermedad puede durar toda la vida y, por tanto, la estrategia en el
tratamiento debe hacerse con esta perspectiva.
Desde hace años se dispone de diversos tratamientos que no sólo actúan directamente sobre
el dolor de las articulaciones, sino que intervienen en el desarrollo de la enfermedad. Son
los llamados tratamientos de fondo o fármacos modificadores de la enfermedad, e incluyen
las sales de oro, la sulfasalazina, la cloroquina, la d-penicilamina y, más recientemente, el
metotrexato.
Existen, sin embargo, algunos enfermos en los que, a pesar de administrar un tratamiento
correcto, no se obtiene una mejoría satisfactoria y las articulaciones persisten inflamadas y
con dificultad para su movilidad. En estos casos se puede recurrir a otros fármacos más
potentes pero más agresivos como la ciclosporina, o a la combinación simultánea de
diversos fármacos para obtener una respuesta más favorable, pero con mayor riesgo de
efectos secundarios.
Uno de estos avances ha sido determinar el importante papel que desempeña una sustancia
que se denomina Factor de Necrosis Tumoral (en inglés Tumor Necrosis Factor o TNF) en
el desarrollo y mantenimiento de la inflamación. A partir de su conocimiento se han
desarrollado investigaciones en busca de medicamentos que eviten su acción y, con ello,
impedir la progresión de la artritis reumatoide. El Etanercept cuyo nombre comercial es
Enbrel®, pertenece a una nueva generación de fármacos llamados “agentes biológicos” por
ser una molécula de origen biológico.
El etanercept estará indicado únicamente en aquellos enfermos con artritis reumatoide muy
activa que no hayan mejorado a pesar de haberse administrado otros tratamientos de fondo
o modificadores de la enfermedad. El tratamiento de la artritis reumatoide con agentes
biológicos como el etanercept debe ser realizado por un médico con conocimiento de estos
productos y experiencia en el manejo de pacientes con artritis.
¿CÓMO SE ADMINISTRA?
Habitualmente se administra 2 veces por semana a una dosis de 25 mg en cada una de las
inyecciones. La mejoría de los síntomas y signos puede observarse ya a las 2 semanas del
inicio del tratamiento, pero en algunos casos puede tardar hasta 3 meses. Debe utilizarse de
manera continuada, ya que, cuando deja de tomarse, la enfermedad suele empeorar.
Etanercept se puede tomar con otros fármacos incluido el metotrexato. Aunque siempre
debe advertir a su médico de cualquier otro tratamiento que vaya a comenzar y también
debe informar a otros doctores que consulte que está siendo tratado con etanercept. No debe
tomar ningún preparado nuevo sin autorización de su médico.
No se sabe si el etanercept pasa a la leche materna ni si es absorbido tras su ingesta por vía
oral, pero es aconsejable evitar su administración en las mujeres con artritis reumatoide con
hijos lactantes u optar por no dar lactancia natural.
CONTRAINDICACIONES
No inicie nunca este tratamiento por recomendación de otro enfermo o por su propia
cuenta. En función de la fase de la enfermedad en que se encuentre el paciente, de los datos
clínicos, analíticos y radiológicos que presente y de los tratamientos previos administrados
se podrá realizar una valoración del tratamiento más adecuado en cada momento por parte
del médico especialista.
Debe tenerse en cuenta que la Artritis Crónica Juvenil es una enfermedad que puede
persistir activa durante muchos años por lo que, aunque en algunos casos no deja secuelas,
en otros casos aparecen deformidades articulares. Por ello, actualmente se tiende a utilizar
fármacos agresivos en momentos tempranos de la enfermedad en un intento de frenar las
alteraciones de manera precoz.
Etanercept ha sido utilizado sólo en niños de más de 4 años y se ha empleado a dosis de 0.4
mg por kilogramo de peso dos veces a la semana por vía subcutánea.
¿Cuáles son los efectos adversos de Etanercept en niños?: En general, los efectos
adversos en niños son similares y con la misma frecuencia que los observados en pacientes
adultos con artritis reumatoide. Los más frecuentes son:
Dolor abdominal.
Vómitos.
Náuseas.
Se ha observado algún caso de gastroenteritis, depresión, gastritis, esofagitis y úlcera
cutánea.
El tipo de infecciones observado en niños con Artritis Crónica Juvenil en tratamiento con
etanercept son en general leves y similares a las que se producen en la población pediátrica
general.
¿Existe alguna recomendación especial en los niños?: Se aconseja que, si es posible, los
pacientes con Artritis Crónica Juvenil hayan sido vacunados, según el calendario de
vacunas infantiles recomendadas, antes de iniciar el tratamiento con etanercept. No deben
administrarse vacunas vivas a pacientes que están en tratamiento con etanercept.
Los pacientes expuestos al virus de la varicela que estén en tratamiento con etanercept, y no
hayan padecido previamente la enfermedad ni hayan sido vacunados, deben detener su
administración de manera temporal.
Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Folleto_de_la_SER:_El_Etanercept"
Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Espondilitis_anquilosante"