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APUNTES DE REUMATOLOGIA Sociedad

Española de Reumatologia.
http://www.ser.es/wiki/index.php/S%C3%ADndrome_RS3-PE

- Síndrome RS3-PE
- Espondilitis anquilosante
- La Sulfasalacina
- Metotrexato
- Los Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)

Síndrome RS3-PE
El síndrome RS3PE remitting seronegative symmetrical synovitis with pitting edema, es
una entidad descrita por McCarty en 1985. Se trata de una artritis seronegativa en íntima
relación con la polimialgia reumática y la artritis reumatoide del anciano, con las cuales se debe
realizar diagnóstico diferencial, ya que comparten manifestaciones clínicas. El síndrome
RS3PE o polisinovitis edematosa del anciano es un cuadro reumatológico de inicio brusco,
en menos de un mes, generalmente en varones mayores de 60 años. Hoy por hoy, la
etiología es desconocida; existen varias teorías al respecto que lo relacionan con agentes
infecciosos, genéticos o con la secreción por ciertos factores séricos de tumores.

Tabla de contenidos

[esconder]
 1 Cuadro Clínico

 2 Pruebas Complementarias

 3 Diagnóstico Diferencial

 4 Tratamiento

 5 Pronóstico

Cuadro Clínico
El cuadro clínico, de inicio, afectación articular simétrica a nivel de carpos,
metacarpofalángicas e interfalángicas proximales con tumefacción, dolor y su consecuente
limitación funcional. De hecho, la tenosinovitis de los flexores de los dedos, puede
asociarse con un posible síndrome del túnel carpiano. Es muy característica, de este cuadro,
la presencia de edema en el dorso manos y a veces en pies. Puede haber afectación en otras
localizaciones como en pies, tobillos, hombros, rodillas, caderas y codos. No suele
presentar asociado sintomatología constitucional y no existe clínica de afectación de la
arteria temporal, lo que lo diferencia de la polimialgia reumática y arteritis de la temporal.

Pruebas Complementarias

Pruebas complementarias, el cuadro suele presentar un patrón analítico inflamatorio: VSG


aumentada, en muchas casos leucocitosis, elevación de la PCR y característicamente factor
reumatoide negativo. En raras ocasiones se evidencia anemia de proceso crónico y ANA
positivos a títulos bajos. En los casos en los que se llega a realizar HLA se ha visto posible
relación con el HLA B-7. La radiología simple de las articulaciones afectadas muestra
aumento de partes blandas sin presencia de lesiones erosivas, lo que lo diferencia de la
artritis reumatoide. Cuando se realiza el análisis del líquido articular se observa
hipercelularidad, ausencia de cristales y cultivos negativos.

Diagnóstico Diferencial

El diagnóstico diferencial respecto a la polimialgia reumática, presenta diferencias sobretodo


clínicas: en este caso no es típica la presencia de sinovitis ni la aparición de edema con
fóvea. En lo que a la artritis reumatoide se refiere, destacar la presencia de lesiones erosivas y
la valoración del FR que podría ser positivo.

Tratamiento

El tratamiento más adecuado son los corticoides a dosis bajas, generalmente prednisona a
dosis de 10-20 mg/día para ir bajando progresivamente durante 6-18 meses. Los pacientes
presentan una respuesta muy relevante: con mejoría clínica a los pocos días de haber
iniciado el tratamiento y remisión completa en menos de un año. Debe valorarse, si a la
corticoterapia en un paciente mayor de 60años, precisa asociar tratamiento con calcio y
vitamina D, así como de fármacos bisfosfonatos.

Pronóstico

El pronóstico suele ser muy bueno, pero se debe siempre descartarse la presencia de
neoplasias intercurrentes, ya que esta enfermedad puede ser la manifestación de un
síndrome paraneoplásico; los tumores a los que más se ha asociado este síndrome son:
linfomas, leucemias, carcinoma gástrico, endometrial y páncreatico.

Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/S%C3%ADndrome_RS3-PE"

Categoría: Enfermedades Sistémicas

Espondilitis anquilosante

Tabla de contenidos

 1 Introducción

 2 Criterios diagnósticos de la espondilitis anquilosante

 2.1 Diagnóstico

 2.2 Grado

 3 Etiología

 3.1 HLA-B27 positivo

 4 Prevalencia de la espondilitis anquilosante

 5 Síntomas de la EA

 5.1 Aparato musculoesquelético

 5.2 Otros síntomas

 6 Tratamiento de la espondilitis anquilosante

 7 Comorbilidad de la espondilitis anquilosante

Introducción

La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta


fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral, las cuales tienden a soldarse
entre sí, provocando una limitación de la movilidad (de ahí el término anquilosante, que
proviene del griego ANKYLOS y significa soldadura, fusión). Como resultado final se
produce una pérdida de flexibilidad de la columna, quedándose rígida y fusionada.
En la espondilitis anquilosante las articulaciones sacroiliacas suelen ser las primeras en
inflamarse. Después la inflamación suele implicar a otras articulaciones existentes entre las
vértebras. La inflamación producida tiende, con el tiempo, a fusionar o soldar las vértebras
entre sí. Este proceso da lugar a una anquilosis de la columna que se manifiesta con rigidez
y disminución de la movilidad del tronco y de la caja torácica.

Criterios diagnósticos de la espondilitis anquilosante

Diagnóstico
1. Criterios clínicos

1. Dolor lumbar y rigidez durante más de 3 meses que mejora con el ejercicio,
pero no alivia con el reposo.

2. Limitación de la movilidad de la columna lumbar en planos frontal y sagital.

3. Limitación de la movilidad de la columna lumbar en planos frontal y sagital.

2. Criterios radiológicos

1. Sacroilitis grado > 2 bilateralmente, o

2. Sacroilitis grado 3-4 unilateralmente.

Grado
1. Espondilitis anquilosante definida si el criterio radiológico se asocia al menos con
un criterio clínico.

2. Espondilitis anquilosante probable si

 Están presentes los 3 criterios clínicos.

 El criterio radiológico debe estar presente sin ningún signo o síntoma que
satisfaga el criterio clínico. Otras causas de sacroilitis deben ser consideradas.

Etiología

No se conoce la causa por la que se produce esta enfermedad. Sin embargo, en los últimos
años se está avanzando en el conocimiento de los mecanismos que desencadenan el proceso
y en los posibles agentes responsables.

HLA-B27 positivo
Se conoce desde hace tiempo que la espondilitis anquilosante afecta con mayor frecuencia a
las personas que presentan en sus células una señal específica. Esta señal se transmite por
herencia genética y se denomina antígeno HLA-B27. El hecho de la transmisión genética de
esta marca explica por qué la espondilitis anquilosante aparece con más frecuencia en
determinadas razas y dentro de éstas en determinadas familias. La posesión del antígeno
HLA-B27 parece causar una respuesta anormal de la persona a la acción de determinados
gérmenes. Probablemente la conjunción de estos dos factores desencadene la enfermedad.

Una minoría escasa de personas con este antígeno padecerá la enfermedad, aun teniendo
familiares con espondilitis anquilosante. Aproximadamente el 7% de la población española
posee el antígeno HLA-B27. En este grupo, el riesgo de desarrollar la enfermedad es del
5%. Es decir, de cada mil personas, sólo setenta tienen esta señal en sus células, y de estas
setenta, sólo cuatro desarrollarán la enfermedad.

El 5% de las personas con marcador HLA-B27 padecerán la enfermedad. Sin embargo, en


el grupo de los que, además de tener el marcador HLA-B27, tienen familiares con
espondilitis, la proporción de los que padecen la enfermedad es del 20%. De esto se deduce
que, además del factor HLA-B27, es muy probable que existan otros factores determinantes
aún no identificados.

Prevalencia de la espondilitis anquilosante

Es una enfermedad frecuente, sobre todo en la raza blanca (0.5-1% de la población).


Habitualmente aparece en varones entre los 20 y 30 años de edad. En mujeres es menos
frecuente y suele ser más leve.

Síntomas de la EA

Aparato musculoesquelético
Lo primero que nota la persona que tiene espondilitis anquilosante suele ser un dolor lumbar o
lumbago, que se produce por la inflamación de las articulaciones sacroilíacas y
vertebrales.Este dolor es de tipo inflamatorio, y se manifiesta de forma insidiosa, lenta y
paulatina, no pudiendo precisarse con exactitud el instante en el que comenzó el síntoma. El
lumbago aparece cuando el paciente se encuentra en reposo, mejorando con la actividad
física. De esta forma el dolor suele ser máximo en las últimas horas de la noche y en las
primeras de la madrugada, cuando el paciente lleva un largo rato en la cama. Esto obliga a
la persona a levantarse y caminar para notar un alivio e incluso la desaparición del dolor.

Otros síntomas
La espondilitis anquilosante es una enfermedad sistémica, lo que significa que puede afectar a
otros órganos del cuerpo. En algunas personas puede causar fiebre, pérdida de apetito,
fatiga e incluso inflamación en órganos como pulmones y corazón, aunque esto último
ocurre muy raramente. Puede haber una disminución de la función de los pulmones al
disminuir la elasticidad del tórax lo cual, combinado con el tabaco, puede deteriorar la
capacidad para respirar. Por lo tanto, las personas con espondilitis anquilosante deben evitar
el hábito de fumar.

Es relativamente frecuente la inflamación de algunas de las partes del ojo (uveítis), que
ocurren en una cuarta parte de las personas con espondilitis anquilosante y se manifiesta
como dolor y enrojecimiento ocular (ojo rojo), precisando atención por el oftalmólogo.

Tratamiento de la espondilitis anquilosante

Actualmente no existe ningún tratamiento capaz de curar definitivamente la enfermedad.


Sin embargo, sí existen una serie de medicamentos eficaces y técnicas de rehabilitación que
alivian el dolor y permiten una buena movilidad, con objeto de lograr una buena calidad de
vida.

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) consiguen disminuir e incluso suprimir la


inflamación articular, aliviando de esta forma el dolor y permitiendo un adecuado reposo
nocturno. Estos fármacos no producen habituación (es decir, el paciente no se “acostumbra”
a ellos), ni adicción, por lo que pueden tomarse en periodos prolongados de tiempo. Sin
embargo, las personas con antecedentes de úlcera de estómago o de duodeno o con
problemas de riñón deberán tener más precaución con su uso.

El pilar más importante en el tratamiento de la espondilitis es la rehabilitación permanente, es


decir la realización de ejercicios físicos reglados y ejercicios respiratorios orientados a
fortalecer la espalda, para evitar la rigidez y la pérdida de movilidad de la columna
vertebral.

La práctica deportiva que permita la extensión de la espalda, y que mantenga la movilidad de


los hombros y caderas, es muy recomendable. En este sentido, la natación es el mejor
ejercicio, porque con ella se ejercitan de una forma equilibrada todos los músculos y
articulaciones de la espalda, susceptibles de lesionarse por la enfermedad. Se deben evitar
los deportes y ejercicios de contacto y colisión física, por la posibilidad de traumatismo
articular y óseo. Así mismo, no son recomendables los deportes que, como el golf, obliguen
a la flexión continua de la espalda.
En algunos pacientes con espondilitis anquilosante con una evolución más importante y
cuando se ven afectadas otras articulaciones además de la columna vertebral, puede ser útil
la administración de sulfasalazina o metotrexato, generalmente asociada a antiinflamatorios.
También están disponibles en la actualidad los llamados medicamentos biológicos, que son
medicamentos potentes dirigidos específicamente a los componentes de la respuesta
inmunológica que están interviniendo en la enfermedad. Los autorizados en el momento
actual son Infliximab y Etanercept (aunque aparecerán otros nuevos en el futuro), pudiéndose
emplear en los casos en los que otros fármacos no han sido efectivos.

La cirugía contribuye poco al tratamiento de la espondilitis anquilosante. Sólo, de forma


ocasional puede ser necesaria la intervención quirúrgica sobre articulaciones muy dañadas
que tengan una movilidad muy escasa (fundamentalmente la cadera).

Folleto de la SER: La Sulfasalacina


(Redirigido desde Sulfasalazina)

Tabla de contenidos

[esconder]
 1 INTRODUCCIÓN:

 2 MECANISMO DE ACCIÓN E INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS

 3 PAUTA Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

 4 INDICACIONES Y EVIDENCIA DE EFICACIA

 5 EFECTOS ADVERSOS

 6 SITUACIONES ESPECIALES Y ADVERTENCIAS

 7 CONTROL DE TOXICIDAD

INTRODUCCIÓN:

Este fármaco se sintetizó en 1930 por la combinación de un compuesto de la familia de la


aspirina (5 aminosalicílico) y un antibiótico (sulfapiridina). En los años 50 se utilizó en el
tratamiento de la artritis reumatoide (AR) cuando se pensaba que ésta tenía una causa
infecciosa, pero posteriormente cayó en desuso siendo utilizada desde entonces para el
tratamiento de enfermedades inflamatorias del intestino. A partir de los años 80 volvieron a
aparecer trabajos de la sulfasalazina en el tratamiento de las enfermedades reumáticas.
Diversos estudios han demostrado que es un fármaco útil en el tratamiento de enfermedades
como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica, la artritis crónica juvenil y la
espondiloartritis. La sulfasalazina no es un medicamento para controlar el dolor o la
inflamación a corto plazo, esto es, no sólo controla las manifestaciones clínicas de estas
enfermedades (dolor, inflamación articular, rigidez matutina) sino que modifica
favorablemente el curso de la AR, impidiendo la progresión radiológica de la misma. Por
este motivo se incluye en los llamados fármacos de acción lenta o modificadores de
enfermedad -FAME-. El efecto clínico en la artritis reumatoide tarda unos 2 meses, sin
embargo, en las espondiloartritis se demora un poco más. En estas últimas es útil para la
artritis periférica (rodillas, tobillos, manos,...) pero no para el control del dolor y la rigidez
de la columna vertebral.

MECANISMO DE ACCIÓN E INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS

El mecanismo de acción de la sulfasalazina es desconocido, aunque se sabe que tiene


efectos antiinflamatorios e inmunomoduladores, es decir, modifica la respuesta del sistema
defensivo del organismo (inmunológico), que participa en el desarrollo de estas
enfermedades. Entre sus efectos destacan la capacidad de inhibición de los linfocitos, la
disminución de la síntesis de factores inflamatorios por los leucocitos, así como la
inhibición de la absorción de sustancias necesarias para la maduración de las células del
sistema inmune (folatos fundamentalmente).

Se administra por vía oral, y se absorbe sólo una pequeña cantidad del fármaco completo en
el intestino delgado. Para su absorción es necesaria la participación de las bacterias del
intestino grueso que desdoblan el fármaco en 5 aminosalicílico y sulfapiridina, siendo esta
última la responsable de la acción antirreumática sistémica del fármaco, mientras que el 5
aminosalicílico tiene capacidad antiinflamatoria local en las enfermedades inflamatorias
intestinales. La sulfasalacina no se debe administrar con preparados que contengan hierro,
gluconato cálcico, colestiramina y antibióticos de amplio espectro, ya que éstos pueden
alterar la flora bacteriana intestinal e interferir con la absorción. La sulfasalazina disminuye
los niveles en sangre de digoxina. Por su unión a las proteínas de la sangre puede interferir
con el tratamiento con anticoagulantes, antidiabéticos orales y fenitoina, aumentando su
efecto, por lo que en ocasiones será necesario disminuir la dosis de los mismos.

La sulfasalazina se puede utilizar con seguridad asociada a otros fármacos que con
frecuencia son necesarios para el tratamiento de su enfermedad como los antiinflamatorios
no esteroideos, los corticoides y otros fármacos antirreumáticos (metotrexato y
antipalúdicos sobre todo). La asociación de diferentes fármacos de acción lenta es una
práctica clínica habitual en la actualidad, ya que se sabe que un rápido control clínico y
analítico puede modificar la evolución y el pronóstico de la enfermedad.

Existen estudios clínicos que confirman un aumento de la eficacia sin aumento de efectos
secundarios de la asociación de alguno de estos fármacos.

PAUTA Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

Forma de presentación: Comprimidos de 500 mg.

Su reumatólogo será quien fije la dosificación adecuada a su caso particular. La dosis


habitual es de 2 gramos al día en el adulto y de 50-75 miligramos por kilogramo de peso
corporal por día en el niño.

En el adulto se suele comenzar con una dosis de 500 mg / día y se aumenta 500 mg cada
semana, hasta llegar a la administración de 2 gr / día en dosis repartida.

Si su reumatólogo considera que su mejoría es insuficiente, se puede aumentar la dosis


hasta 3 gr.

En el niño se comienza con una dosis de 250 mg /día y, gradualmente se aumenta la dosis
hasta llegar a los 50-75 mg / kg /al día, sin exceder los 2 gr / día.

Los comprimidos se deben repartir a lo largo del día con las comidas. Se recomienda beber
abundantes líquidos. Se debe elegir el horario más cómodo para evitar olvidar las tomas, y
recuerde que es un medicamento que actúa a largo plazo y se debe tomar regularmente para
obtener beneficio. El comienzo de su acción puede tardar de 2 a 4 meses y no debe
preocuparse por una aparente falta inicial de eficacia. No abandone la toma de
antiinflamatorios no esteroideos (su mecanismo de acción es diferente), hasta que se lo
indique su médico. El tratamiento con sulfasalazina es prolongado y se puede mantener
indefinidamente mientras no aparezcan efectos adversos. Su reumatólogo le indicará
aumento o disminución de la dosis según sea necesario, dependiendo de la respuesta
clínica.

INDICACIONES Y EVIDENCIA DE EFICACIA

La sulfasalazina se utiliza para el control de la enfermedad en pacientes con AR, artritis


reactiva, artritis psoriásica, espondilitis anquilosante con manifestaciones periféricas y
artritis enteropáticas (es decir, artritis asociadas a enfermedades intestinales. Se han
publicado diferentes trabajos en forma de revisiones y metaanálisis que confirman la
eficacia de la sulfasalazina en pacientes con artritis reumatoide mejorando los parámetros
clínicos y analíticos y retardando la progresión radiológica de la enfermedad, con una
eficacia similar a otros fármacos usados en la AR. La Guía de Práctica Clínica para el
manejo de la Artritis Reumatoide (GUIPCAR) recomienda el uso de sulfasalazina en
pacientes con AR no erosiva con menos de 6 articulaciones afectas. Igualmente, la
sulfasalazina ha demostrado eficacia cuando se usa en combinación con metotrexato e
hidroxicloroquina. Deberá considerarse valorar el fracaso terapéutico tras tres meses de
tratamiento o en caso de toxicidad.

EFECTOS ADVERSOS

La mayoría de los efectos secundarios aparecen durante el primer año de tratamiento y,


sobre todo, durante los 3 primeros meses. Sólo un 20% de los pacientes suspenden el
tratamiento por efectos adversos. Es uno de los fármacos antirreumáticos de acción lenta
mejor tolerado.

 Los efectos gastrointestinales son los más frecuentes, pero los más leves. Puede
aparecer dolor abdominal, nauseas, vómitos y disminución de apetito, que se pueden
acompañar de sensación de mareo e inestabilidad. Se controlan subiendo la dosis
lentamente como se ha explicado anteriormente, disminuyendo la dosis o
suspendiendo el fármaco temporalmente. El uso de preparaciones con cubierta
entérica (no disponible aún en España) disminuye alguno de estos síntomas.

 Las alteraciones mucocutáneas (1-5%) son las segundas en frecuencia y son


reacciones alérgicas; aparece erupción o rash, picor, urticaria y úlceras en la boca,
que pueden mejorar o incluso desaparecer con un programa de desensibilización en el
que se administran dosis bajas del producto durante varias semanas.
Excepcionalmente se producen reacciones cutáneas más graves que obligan a
suspender definitivamente el medicamento.

 Las alteraciones hematológicas son poco frecuentes y aparecen en menos del 2% de


los casos. Pueden originar disminución del número de leucocitos y de granulocitos,
células responsables de la defensa frente a las las infecciones, y también en raras
ocasiones disminución del número de plaquetas. Debido a que la sulfasalazina
interfiere con la absorción de folatos puede originar anemia megaloblástica, que se
controla añadiendo ácido fólico al tratamiento.

 Otras reacciones adversas menos frecuentes son alteración de las pruebas hepáticas,
dolor de cabeza, depresión, zumbidos de oídos y disminución del número de
espermatozoides, que generalmente son poco importantes porque ceden al disminuir
la dosis o al suspender el fármaco temporalmente.
 Otros efectos secundarios potencialmente más serios, pero extremadamente raros,
son la neumonitis, hepatitis granulomatosa e hipogammaglobulinemia, que obligan a
suspender el tratamiento definitivamente.

SITUACIONES ESPECIALES Y ADVERTENCIAS

Si ha presentado una reacción de hipersensibilidad a la aspirina (excluyendo la intolerancia


digestiva), en principio se debe evitar el uso del fármaco. No obstante si es una reacción
leve y puesto que la absorción de salicilato es escasa y en forma de 5 aminosalicílico, se
puede consultar con un alergólogo que realizará las pruebas de provocación adecuadas y en
muchas ocasiones autorizar su uso.

No debe tomar el fármaco si es alérgico a sulfamidas.

Dado que la sulfasalazina puede producir una disminución en el número y movilidad de los
espermatozoides ocasionando una infertilidad, que es generalmente reversible al suspender
el tratamiento, se desaconseja su uso en los varones jóvenes que deseen a corto plazo tener
descendencia.

Las concentraciones de sulfasalazina y sus metabólitos en el cordón umbilical y en la leche


materna son suficientemente bajas como para no tener riesgos significativos y tampoco se
han descrito efectos teratogénicos (anomalías en el feto). No obstante, se aconseja siempre
que sea posible retirar la medicación antes de quedar embarazada y durante la lactancia. Se
recomiendan suplementos de ácido fólico en las mujeres que planeen la gestación tras la
supresión de sulfasalazina.

Si utiliza lentes de contacto, debe saber que este fármaco puede producir manchas en las
mismas.

CONTROL DE TOXICIDAD

El efecto secundario más importante de la sulfasalazina es la toxicidad sobre los elementos


de la sangre, disminuyendo el número de leucocitos. Es raro y suele presentarse en los
primeros meses de tratamiento, pero puede aparecer en cualquier momento. Para detectarlo
pronto, es necesario realizar análisis de sangre periódicos. También puede ser conveniente
hacer un análisis de sangre si aparecen datos de infección como fiebre o dolor de garganta.

Aunque será su reumatólogo quien precise en su caso los controles a realizar, se


recomienda hacer analítica que incluya hemoglobina, leucocitos, plaquetas y enzimas
hepáticas, antes de iniciar el tratamiento, mensualmente durante los tres primeros meses y
posteriormente cada tres meses mientras dure el tratamiento.
Póngase en contacto con su reumatólogo si aparecen cifras alteradas en los análisis o tiene
reacción en la piel. Hasta contactar con su médico no tome la medicación. No hay
problemas por suspender la sulfasalazina bruscamente.

Documento disponible en: http://www.ser.es/pacientes/consultas_recursos/folleto.php

Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Folleto_de_la_SER:_La_Sulfasalacina"

Categorías: Folletos de la SER | Fármacos

Metotrexato
El Metotrexato es un fármaco incluido dentro del grupo de Fármacos Modificadores de la
Enfermedad, se utilizó por primera vez para el manejo de la actividad de la Artritis Reumatoide
y la Artropatía Psoriásica en 1951; pero fue a mediados de los 80 cuando se comercializó y
extendió su uso en reumatología, tras la aparición de numerosos artículos científicos con
buenos resultados para el manejo de ambas entidades, al presentar una adecuada respuesta
con una discreta toxicidad secundario a su pauta. Posteriormente se ha demostrado eficaz
para el tratamiento de Espondilitis Anquilosante, Artritis Reactiva, Síndrome de Felty, Granulomatosis de
Wegener, etc.

Su administración puede ser oral, subcutánea o intramuscular; siendo las dos primeras las
posologías mas utilizadas en reumatología. Debe pautarse semanalmente (dosis única, un solo
día de la semana) se usa desde 7,5-10mg/semana de inicio y hasta 25-30mg/semana, en
pacientes que por su agresividad no responden a dosis menores; y su toxicidad disminuye
con la asociación de acido fólico (administración semanal de 1comprimido)

Debe evitarse el uso de bebidas alcohólicas mientras se produce la administración de


metotrexato dado que puede elevar las enzimas hepáticas, produciendo hepatotoxicidad.
También es importante conocer que es un fármaco teratogénico (por tanto mujeres en edad
fértil deben de tener un método anticonceptivo eficaz mientras su utilización; y de igual
forma los varones que lo toman respecto a sus parejas).

Su uso en la Artritis Reumatoide ha sido ampliamente probado, de hecho en un altísimo


porcentaje de pacientes es el tratamiento de elección; de hecho, su uso en los primeros
estadios de la Artritis Reumatoide evita, en un alto porcentaje de pacientes, las deformidades,
destrucción radiográfica y el desarrollo de limitaciones funcionales.

Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Metotrexato"
Categorías: Fármacos | Fármacos citotóxicos

Folleto de la SER: Los Antiinflamatorios no


esteroideos (AINE)
(Redirigido desde Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs))

Tabla de contenidos

 1 ¿QUÉ SON LOS ANTIINFLAMATORIOS?

 2 ÉRASE UNA VEZ...

 3 ¿POR QUÉ SE UTILIZAN Y CÓMO ACTÚAN?

 4 ¿CUÁL ES EL MEJOR ANTIINFLAMATORIO?

 5 TIPOS DE ANTIINFLAMATORIOS

 6 EFECTOS ADVERSOS MÁS FRECUENTES

 6.1 APARATO DIGESTIVO

 6.2 SISTEMA RENAL

 6.3 CUTÁNEOS

 6.4 APARATO RESPIRATORIO

 6.5 SISTEMA NERVIOSO

 6.6 ALTERACIONES SANGUÍNEAS

 7 PRECAUCIONES

 8 ¿SE PUEDEN TOMAR CONJUNTAMENTE A OTROS MEDICAMENTOS?

 9 EMBARAZO Y LACTANCIA

 10 NIÑOS Y ANCIANOS

 11 RECUERDE

¿QUÉ SON LOS ANTIINFLAMATORIOS?


Los antiinflamatorios son un grupo muy numeroso de fármacos que se emplean para el
tratamiento del dolor y la inflamación. Son muy utilizados en las enfermedades del aparato
locomotor, es decir, aquellas que afectan a las articulaciones, los músculos, los huesos y los
tendones, ya que, administrados a dosis adecuadas y bajo control médico, contribuyen de
forma decisiva a mejorar el bienestar del enfermo.

Los antiinflamatorios constituyen uno de los principales tratamientos de las enfermedades


reumáticas en las que la inflamación juega un papel importante (efecto antiinflamatorio),
como son la artritis reumatoide, la artritis crónica juvenil, las artritis reactivas, la
espondilitis anquilosante, la gota, el lupus eritematoso sistémico, la artritis psoriásica, y las
bursitis y tendosinovitis.

Por su capacidad de disminuir el dolor (efecto analgésico), también se utilizan en otros


muchos procesos, como son la artrosis, el dolor muscular, el dolor dentario, el dolor de
cabeza y después de traumatismos y de intervenciones quirúrgicas.

Además, pueden disminuir la fiebre (efecto antipirético) y algunos (como ácido acetil
salicílico) pueden ayudar a prevenir una trombosis sanguínea (efecto antiagregante).

ÉRASE UNA VEZ...

Durante varios siglos, diferentes culturas reconocieron el efecto beneficioso de algunas


plantas para mitigar el dolor, entre ellas, la corteza del sauce. Su jugo era capaz de aliviar el
dolor gracias a una sustancia llamada salicina, de la cual se derivaría siglos más tarde el
ácido acetilsalicílico. Tras demostrar su efecto analgésico y antiinflamatorio, fue
introducido como medicamento a finales del siglo XIX con el nombre de Aspirina. En los
años siguientes se descubrieron otras sustancias con efectos similares, como la
fenilbutazona y la indometacina. Desde entonces, la investigación se ha intensificado para
conseguir antiinflamatorios más eficaces y más seguros. Sin embargo, la Aspirina sigue
estando aún vigente en el tratamiento de la inflamación.

¿POR QUÉ SE UTILIZAN Y CÓMO ACTÚAN?

Los antiinflamatorios son fármacos fundamentales en el tratamiento de los pacientes con


enfermedades reumáticas. Su objetivo es aliviar el dolor y disminuir la inflamación, ya que,
si ésta es muy intensa o prolongada, puede lesionar los tejidos articulares.

En algunas enfermedades las células sanguíneas (glóbulos blancos y plaquetas) se activan


y, mediante una enzima llamada ciclooxigenasa, producen las sustancias responsables de la
inflamación. Los antiinflamatorios impiden la acción de la ciclooxigenasa y, mediante este
mecanismo, disminuyen la inflamación. Existen 2 tipos de cicloxigenasas. La
ciclooxigenasa 2 es la responsable del dolor e inflamación. La ciclooxigenasa 1 interviene
en el mantenimiento de las funciones de diferentes órganos como el estómago y el riñón.
Los antiinflamatorios clásicos inhiben ambos tipos de enzimas. También existen unos
antiinflamatorios que inhiben sólo la ciclooxigenasa 2 (llamados coxibs) sin afectar a la
ciclooxigenasa 1 (consejo 35).

Su efecto es rápido y precoz y se puede apreciar ya desde el primer día, pero alcanza su
máximo efecto en el curso de los 7-14 días que siguen al inicio de su administración. Del
mismo modo, su efecto deja de producirse cuando se abandona. Los antiinflamatorios no
eliminan la causa de la inflamación, por lo que no curan la enfermedad, pero sí ayudan a
mejorarla ya que facilitan la actividad física y el bienestar diario del enfermo.

¿CUÁL ES EL MEJOR ANTIINFLAMATORIO?

No hay ningún dato que demuestre que un antiinflamatorio, utilizado a dosis equivalentes,
sea claramente superior a otro. Por ello, en el momento de decidirse por un determinado
antiinflamatorio deberán valorarse diferentes factores. Estos factores dependerán de las
características de cada paciente, entre las que se incluyen el tipo de enfermedad que
presenta y sus síntomas, la edad, otras enfermedades que pueda padecer, o los tratamientos
que esté utilizando. Son igualmente importantes factores que dependen del propio fármaco
como su eficacia, tolerancia, seguridad, coste y la forma y vía de administración (Tabla 1).

Tabla 1 Factores que influyen en la elección de un antiinflamatorio

Factores que dependen del tipo de antiinflamatorio Factores que dependen el paciente
EFICACIA RESPUESTA INDIVIDUAL
TOLERANCIA ENFERMEDAD
SEGURIDAD TIPO DE SÍNTOMAS
FORMA DE ADMINISTRACIÓN EDAD
VÍA DE ADMINISTRACIÓN OTRAS ENFERMEDADES
COSTE OTROS MEDICAMENTOS
EMBARAZO

Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es que existe una "respuesta
individual", de manera que antiinflamatorios que son muy efectivos en un individuo lo son
menos en otros. Por tanto, en algunos casos, deben probarse varios fármacos hasta
encontrar el más adecuado para cada paciente. Es imposible predecir qué antiinflamatorio
va a resultar más eficaz y menos tóxico en cada caso. El antiinflamatorio elegido debe
emplearse un periodo de tiempo suficientemente largo, al menos 15 días, antes de asegurar
que no es efectivo y cambiarlo por otro.
Lo más importante es encontrar el antiinflamatorio adecuado para cada caso; el ideal será
aquél que controle el dolor y la inflamación sin producir efectos secundarios. El efecto del
fármaco no se ve influenciado por la duración del tratamiento, es decir, la eficacia no
disminuye aunque se utilice de manera continuada durante mucho tiempo.

TIPOS DE ANTIINFLAMATORIOS

Los antiinflamatorios se pueden agrupar según la similitud de su estructura química, forma


de actuación y duración del efecto. Algunos deben administrarse cada 8 horas, otros cada
12 o algunos cada 24 horas, según el tiempo que tardan en eliminarse de la circulación
sanguínea. Por tanto, según las características de cada fármaco, existen unas dosis
recomendadas que determinan el número de veces al día que un enfermo debe tomar un
antiinflamatorio.

La mayor parte de antiinflamatorios se comercializan en forma de tabletas, cápsulas o


comprimidos para su administración por vía oral. También es posible su administración por
vía rectal o intramuscular. El tratamiento a través de la piel en forma de crema, gel o
pomada suele ser mucho menos eficaz, pero puede estar indicado en algunos casos.

Los antiinflamatorios se absorben fácilmente en el aparato digestivo. Circulan por la sangre


unidos a las proteínas, y se distribuyen por los tejidos hasta alcanzar el lugar donde se ha
producido la inflamación. Los antiinflamatorios se vuelven inactivos en el hígado y
posteriormente son eliminados por la orina.

Para que tengan efecto deben alcanzar un nivel adecuado en sangre. Por ello, es
imprescindible seguir las indicaciones del médico y realizar un número adecuado de tomas
al día, que pueden variar según las características de cada antiinflamatorio. Un error en la
dosis puede producir un menor efecto antiinflamatorio o un exceso de efectos adversos.

EFECTOS ADVERSOS MÁS FRECUENTES

Los antiinflamatorios producen muchos efectos beneficiosos pero también pueden provocar
efectos imprevistos o no deseados, llamados también efectos adversos. Se dan en un
pequeño porcentaje de casos y suelen ser de poca importancia. Debe comunicarse cualquier
anomalía o síntoma que aparece tras iniciar un tratamiento con antiinflamatorios, ya que,
bajo control médico, se debe valorar la gravedad y necesidad de suprimir la medicación.

Los efectos adversos más importantes y frecuentes son los que afectan al aparato digestivo
(esófago, estómago, intestino), al aparato respiratorio (pulmones y vías respiratorias), al
sistema nervioso (cerebro), al sistema renal (riñones y vías urinarias), a la piel y a los
componentes de la sangre.
APARATO DIGESTIVO
Todos los antiinflamatorios pueden producir ardor, dolor abdominal, náuseas o diarrea.
Esto es más frecuente en aquellos enfermos que han sufrido previamente una úlcera de
estómago o de duodeno. También la ingesta de bebidas alcohólicas, el empleo simultáneo
de varios antiinflamatorios, el tratamiento con glucocorticoides y, sobre todo, la utilización
de antiinflamatorios en personas de edad avanzada, se consideran factores de riesgo para
desarrollar más efectos secundarios gástricos. Los antiinflamatorios llamados coxibs que
reducen el riesgo de úlcera de estómago, hemorragia digestiva y perforación en
comparación con el resto de AINEs. Por esta razón se encuentran indicados en pacientes
con estos antecedentes o factores de riesgo (consejo 35).

Los efectos indeseables sobre el aparato digestivo pueden producirse tanto con los
antiinflamatorios que se toman vía oral, como con los que se administran en supositorios o
inyecciones.

En general, estos efectos pueden producirse ya desde el inicio del tratamiento, es decir, no
es necesario un tiempo prolongado de administración del fármaco. Los pacientes con mayor
riesgo de sufrir estos efectos secundarios pueden tomar antiinflamatorios, pero con mayor
precaución y siguiendo las medidas para la protección del aparato digestivo que le indique
su médico.

En los pacientes con hernia de hiato y reflujo pueden producirse molestias esofágicas. Para
prevenir estos efectos deben tomarse los antiinflamatorios después de las comidas y, si
aparece dolor, tomar antiácidos una hora después. En caso de que las molestias no
desaparezcan deberá consultarse al médico. En algunos casos, los antiinflamatorios pueden
ser perjudiciales para el hígado.

SISTEMA RENAL
En personas sanas no suelen producirse complicaciones en el sistema renal. En pacientes
con insuficiencia cardíaca, tensión arterial elevada, cirrosis hepática, tratamiento con
diuréticos, enfermedades renales o de edad avanzada, el uso de antiinflamatorios no está
contraindicado, pero se deberá modificar la dosis del antiinflamatorio de manera adecuada
para cada caso.

CUTÁNEOS
Pueden producirse diversas alteraciones en la piel, aunque suelen ser de poca importancia y
desaparecer en poco tiempo al retirar el fármaco. Las más frecuentes son los picores, las
erupciones o la urticaria. Su gravedad debe ser siempre valorada por el médico.
APARATO RESPIRATORIO
Los antiinflamatorios (sobre todo la aspirina) pueden desencadenar una crisis de asma en
pacientes que hayan presentado episodios previos de rinitis alérgica, urticaria, pólipos
nasales o de asma, En los casos en que la administración de antiinflamatorios sea necesaria
puede realizarse una prueba de tolerancia, a dosis mínimas y bajo estricto control médico.

SISTEMA NERVIOSO
En ocasiones, la administración de antiinflamatorios puede provocar dolor de cabeza,
vértigo o somnolencia. Suelen ser alteraciones poco importantes. En algunos ancianos
pueden producir cambios de carácter.

ALTERACIONES SANGUÍNEAS
Son complicaciones muy poco frecuentes. Los antiinflamatorios pueden disminuir el
número de plaquetas, glóbulos blancos y glóbulos rojos. Es aconsejable suprimir la toma de
antiinflamatorios antes de cualquier tipo de cirugía, ya que pueden aumentar el riesgo de
hemorragias. Los antiinflamatorios pueden también aumentar las cifras de tensión arterial.

PRECAUCIONES

Como ocurre con todos los medicamentos, existen algunas situaciones en las que deben
evitarse los antiinflamatorios, ya que existe un mayor riesgo para la aparición de efectos
secundarios. Entre éstas se incluyen:

 Alergia conocida a los antiinflamatorios (hinchazón de cara, labios, lengua o


garganta y/o erupción cutánea con picor).

 Antecedentes de crisis de asma con la Aspirina o cualquier otro antiinflamatorio.

 Úlcera de estómago o duodeno activa (en caso que sea necesaria la toma de
antiinflamatorios deberán extremarse las precauciones y tomar gastroprotectores).

 Enfermedad renal grave.

 Enfermedad hepática grave.

 Enfermedad inflamatoria intestinal.

 Embarazo o lactancia.
¿SE PUEDEN TOMAR CONJUNTAMENTE A OTROS MEDICAMENTOS?

La acción de los antiinflamatorios puede variar la acción de otros medicamentos,


aumentando o disminuyendo su eficacia. A este efecto se le llama interacción
medicamentosa.

Una de las interacciones más importante es la que se produce con fármacos que se usan
para disminuir la coagulación (Sintrom®, Aldocumar®), ya que puede aumentar el riesgo de
sangrado. En los pacientes que estén bajo tratamiento con fármacos antidiabéticos debe
tenerse en cuenta que, al tomar antiinflamatorios, pueden disminuir las cifras de glucosa.
Otros medicamentos con los que también puede ser necesario modificar la dosis son la
digoxina, fármacos contra la epilepsia y para control de la tensión arterial, antibióticos y
litio.

EMBARAZO Y LACTANCIA

Deben evitarse los antiinflamatorios durante el primer trimestre del embarazo y el último
mes antes del parto. En caso de embarazo y tener que recurrir a la administración de
antiinflamatorios se aconseja la administración de Aspirina. Ésta es bastante segura para el
feto.

Los antiinflamatorios llegan a la leche materna a través de la sangre, por lo que no se


aconseja su administración a las mujeres durante el periodo de lactancia.

NIÑOS Y ANCIANOS

Los niños pueden tomar algunos de los antiinflamatorios aprobados para uso pediátrico,
siempre bajo estricto control médico y con dosis adecuadas a su edad y peso.

Los enfermos de edad avanzada corren un mayor riesgo de desarrollar efectos adversos que
la población joven. Debe tenerse una precaución especial en los casos de desnutrición, en el
caso de padecer otras enfermedades o en el caso de tomar otros medicamentos. En general,
se recomienda dar dosis más bajas que las habituales.

RECUERDE

 Debe informar a su médico de los diferentes fármacos que toma antes de iniciar un
tratamiento con antiinflamatorios.

 Debe realizar controles periódicos para evaluar el beneficio del tratamiento y la


aparición de efectos adversos.
 No se deben combinar diferentes antiinflamatorios.

 Si presenta cualquier tipo de reacción que no considere normal, debe dejar de tomar
el fármaco y comunicarlo a su médico.

 Es importante mantener la dosis que su médico le ha recetado. Si se olvida de una,


prescinda de ella, no tome una dosis extra, y reanude su toma habitual en la dosis
siguiente.

Documento disponible en: http://www.ser.es/pacientes/consultas_recursos/folleto.php

Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Folleto_de_la_SER:_Los_Antiinflamatorios_no_esteroideos_
%28AINE%29"

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Folleto de la SER: El Infliximab

(Redirigido desde Infliximab)

Tabla de contenidos

[esconder]
 1 EL INFLIXIMAB

 2 ¿QUÉ ES EL INFLIXIMAB Y CÓMO ACTÚA?

 3 ¿CÓMO SE ADMINISTRA?

 4 ¿CUÁL ES LA DOSIS RECOMENDADA Y CON QUÉ FRECUENCIA SE DEBE


ADMINISTRAR?

 5 PRECAUCIONES Y CONTRAINDICACIONES

 6 EFECTOS ADVERSOS

 7 SITUACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA

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EL INFLIXIMAB
La artritis reumatoide es un trastorno crónico autoinmune de causa desconocida que se
produce aproximadamente en el 1% de la población. El tratamiento actual de la enfermedad
consiste en la administración de antiinflamatorios no esteroideos, corticoides orales y los
llamados fármacos antirreumáticos de acción lenta (FARAL) o modificadores de
enfermedad (sales de oro, metotrexato, sulfasalazina, antipalúdicos, D-penicilamina,
ciclosporina,...). Los FARAL son aceptados como tratamiento de primera línea en el
tratamiento de la artritis reumatoide activa. No obstante, a pesar de la administración de
FARAL y de la combinación de los mismos, algunos pacientes sólo experimentan alivio
parcial de los síntomas y siguen presentando características de enfermedad activa.

En los últimos años se ha avanzado en el conocimiento de los mecanismos de producción


del daño articular y de la inflamación en esta enfermedad. Además, el desarrollo
tecnológico ha permitido crear sustancias biológicas (proteínas) que actúan directamente
contra los mecanismos causantes de la inflamación y la destrucción de las articulaciones. A
estos nuevos tratamientos se les llama terapias biológicas. Al ser agentes más específicos
son potencialmente más eficaces y menos tóxicos.

Las células que hay en las articulaciones inflamadas fabrican unas sustancias llamadas
citocinas que por un lado producen inflamación y por otro lado dañan a las articulaciones.
Estas citocinas son sustancias que todos tenemos en nuestro organismo pero que cuando
están elevadas son responsablesde la sintomatología y de la progresión de la artritis
reumatoide. Una de estas sustancias (probablemente la más importante) es el llamado factor
de necrosis tumoral (TNF) que parece ser un mediador inflamatorio clave en este proceso,
ya que su bloqueo también disminuye la producción de otras sustancias mediadoras de la
inflamación. Estos hechos indican que el TNF es un mediador importante en la producción
de la artritis reumatoide y que constituye un objetivo de tratamiento relevante.

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¿QUÉ ES EL INFLIXIMAB Y CÓMO ACTÚA?

El infliximab es un anticuerpo monoclonal (cA2) que se compone de una región constante


humana y de otras variables de ratón. Se une con gran afinidad al TNF humano anulando
sus acciones biológicas.

Se han llevado a cabo ensayos clínicos con infliximab en pacientes con artritis reumatoide
que se mantiene activa a pesar de tratamiento con otros FARAL. Estos estudios demuestran
que el tratamiento con infliximab produce una reducción de los síntomas y signos de la
enfermedad. La mejoría tanto de los síntomas como de los análisis aparece muy pronto (24-
72 horas después de la infusión). Se ha demostrado que la readministración cíclica de cA2
induce a respuestas tras cada ciclo que duran entre 8 y 16 semanas. Sin embargo, en estos
estudios se ha observado que hasta en un 50% de los casos el organismo produce
anticuerpos neutralizantes contra el infliximab. En estudios clínicos posteriores se ha
evidenciado que cuando se administra conjuntamente con metotrexato, la duración de la
respuesta clínica es mayor y que se reduce la producción de estos anticuerpos
neutralizantes. Por este motivo en la actualidad se recomienda el tratamiento con infliximab
y metotrexato de forma conjunta.

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¿CÓMO SE ADMINISTRA?

El infliximab se suministra en forma de polvo liofilizado estéril sin conservantes. Se


administra por vía intravenosa, según las condiciones que señale su reumatólogo.

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¿CUÁL ES LA DOSIS RECOMENDADA Y CON QUÉ FRECUENCIA SE DEBE


ADMINISTRAR?

En la artritis reumatoide la dosis recomendada es de 3 mg por kg de peso corporal. Se suele


administrar una dosis en las semanas 0, 2 y 6 y cada 8 semanas a partir de entonces hasta
que su médico se lo indique. El metotrexato lo debe de seguir tomando a la dosis que le
señale su reumatólogo.

Su médico le realizará un test cutáneo, una radiografía de tórax y un electrocardiograma


antes de iniciar el tratamiento. También le dirá si hay que realizar una analítica que incluya
hemograma y bioquímica sanguínea antes de cada infusión.

La incidencia de reacciones a la infusión es baja. Las más frecuentes son dolor de cabeza,
tensión baja, náuseas, fiebre y mareos. Si durante la infusión se producen síntomas de
respuesta alérgica como picor y manchas en la piel, ha de avisarlo a quien esté a cargo de
su vigilancia. Las reacciones durante o después de la infusión que provoquen espasmo
bronquial con pitidos y dificultad para respirar y la caída de la tensión arterial superior a 40
mm de Hg obligan a suspender la infusión, realizar el tratamiento adecuado y no se pueden
administrar nuevas dosis.

La frecuencia cardiaca, temperatura corporal y tensión arterial se suelen determinar antes y


cada 30 minutos durante la infusión y hasta una hora después de su finalización. El equipo
médico le monitorizará durante la infusión y durante una hora tras el final de la misma. Si
se ha tolerado bien, podrá irse a casa una hora después de concluir la misma.
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PRECAUCIONES Y CONTRAINDICACIONES

Se debe valorar con cautela la posibilidad de tratamiento a los pacientes con una infección
crónica o infecciones de repetición. No debe administrarse la medicación si existe una
infección activa importante. Tampoco se recomienda su administración en pacientes con
infección por el virus de la hepatitis B. En lo que respecta al virus de la hepatitis C se
empieza a disponer de más datos, y actualmente se acepta que en determinados casos se
puede iniciar tratamiento con infliximab tras una evaluación previa cuidadosa y con un
seguimiento estrecho de la función hepática.

Se recomienda no administrar vacunas con gérmenes vivos de forma concomitante.

Aunque no se han realizado estudios específicos de interacción con otros fármacos, en los
ensayos clínicos los pacientes recibían uno o más fármacos concomitantemente sin
problemas. En la artritis reumatoide la medicación concomitante incluía metotrexato,
antiinflamatorios no esteroideos, ácido fólico, glucocorticosteroides y analgésicos.

Se desconoce la influencia de este tratamiento sobre el desarrollo de trastornos


linfoproliferativos (linfomas). Los datos disponibles actualmente no apoyan una mayor
incidencia de estas enfermedades por el tratamiento, aunque debe de acumularse más
experiencia para determinar su seguridad en el desarrollo a largo plazo de cáncer.

Se debe prestar especial atención en aquellos pacientes con insuficiencia cardiaca.


Infliximab está contraindicado en pacientes con insuficiencia cardiaca moderada o grave.
Debe tenerse precaución si se tratan pacientes con insuficiencia cardiaca leve, vigilándolos
de forma muy estrecha. El tratamiento con infliximab se interrumpirá si el paciente
desarrolla síntomas de insuficiencia cardiaca o experimenta un empeoramiento de la
insuficiencia cardiaca.

Por falta de datos de seguridad, las mujeres no se deben quedar embarazadas durante el
tratamiento, por lo que se debe utilizar un método anticonceptivo fiable durante el mismo y
también se recomienda interrumpir la lactancia materna.

Se desconoce si el infliximab puede afectar a la fertilidad humana.

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EFECTOS ADVERSOS
Aproximadamente un 5% de los pacientes tratados con infliximab han abandonado el
tratamiento por efectos adversos. Los motivos más frecuentes de abandono fueron:

 Reacciones agudas a la infusión.

 Infecciones. Las comunicadas con mayor frecuencia han sido las infecciones de las
vías aéreas altas (sinusitis, faringitis y bronquitis). No se ha observado un mayor
riesgo de infecciones graves o de sepsis con infliximab que con placebo. No obstante
se realiza un estrecho control de tuberculosis (TBC). Antes de empezar el tratamiento
se debe realizar un estudio para determinar si el paciente padece una tuberculosis
activa o latente. Si existe una TBC activa tendrá que realizar un tratamiento
específico y no podrá empezar el infliximab. Si existe una TBC latente, tendrá que
empezar un tratamiento profiláctico (preventivo) para evitar que la TBC se active y
en este caso se podrá empezar el infliximab al cabo de un mes.

 Formación de autoanticuerpos y pseudolupus. En escasas ocasiones se han


producido síntomas lupoides que incluyen manchas en la piel, hipersensibilidad
cutánea tras la exposición al sol, úlceras en la boca, inflamación de las articulaciones,
pleuritis, pericarditis, anemia, disminución de la cifra de leucocitos y plaquetas y
formación de anticuerpos antinucleares.

En raras ocasiones (menos del 2% de los casos) se han producido las siguientes reacciones
adversas:

 Síncope (vahido), hipertensión e hipotensión.

 Anemia, disminución del número de plaquetas y leucocitos.

 Forunculosis, aumento de la sudoración.

 Ansiedad, confusión, depresión.

 Dolor de espalda, dolores musculares, lesión tendinosa.

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SITUACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA

Este fármaco está registrado y comercializado en España como Remicade® desde el mes de
septiembre de 1999 y es de "Uso hospitalario" (H).

Infliximab está autorizado en la Unión Europea para el tratamiento de la artritis reumatoide


activa cuando la respuesta a los fármacos modificadores de la enfermedad, incluido el
metotrexato, haya sido insuficiente. La existencia de estudios que avalan su seguridad y
eficacia en estadios precoces de la enfermedad permite que este fármaco se pueda utilizar
en fases cada vez más iniciales de la enfermedad, cuando aún no se ha producido el daño
articular irreversible.

Documento disponible en: http://www.ser.es/pacientes/consultas_recursos/folleto.php

Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Folleto_de_la_SER:_El_Infliximab"

Categorías: Folletos de la SER | Fármacos

Folleto de la SER: El Etanercept

(Redirigido desde Etanercept)

Tabla de contenidos

[esconder]
 1 INTRODUCCIÓN

 2 ¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DE LA ARTRITIS REUMATOIDE?

 3 ETANERCEPT EN EL TRATAMIENTO DE LA ARTRITIS REUMATOIDE

 4 ¿CÓMO ÁCTUA ETANERCEPT?

 5 ¿EN QUÉ PACIENTES ESTÁ INDICADO EL TRATAMIENTO CON ETANERCEPT?

 6 ¿CÓMO SE ADMINISTRA?

 7 ¿CUÁL ES LA DOSIS RECOMENDADA Y CON FRECUENCIA SE DEBE ADMINISTRAR?

 8 ¿SE DEBE REALIZAR ALGÚN TIPO DE CONTROL?

 9 ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES EFECTOS ADVERSOS Y PRECAUCIONES?

 10 ¿SE PUEDEN TOMAR OTROS MEDICAMENTOS JUNTO CON ETANERCEPT?

 11 ¿QUÉ RIESGOS EXISTEN DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA?

 12 CONTRAINDICACIONES

 13 ¿ESTÁ INDICADO EL TRATAMIENTO CON ETANERCEPT EN OTRAS ENFERMEDADES?


 14 ETANERCEPT EN LA ARTRITIS CRÓNICA JUVENIL

 15 CONSIDERACIONES IMPORTANTES EN EL TRATAMIENTO CON ETANERCEPT

INTRODUCCIÓN

La artritis reumatoide es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de las


articulaciones. Puede afectar a cualquier localización pero con mayor frecuencia se produce
inflamación de las pequeñas articulaciones de las manos, las muñecas, los pies y las
rodillas.

Es una enfermedad que puede durar muchos años, por lo que se dice que es una enfermedad
crónica y, en la actualidad, no existe ningún tratamiento definitivo que permita su curación.
El dolor y la inflamación varía mucho de un enfermo a otro. Algunos enfermos presentan
artritis en pocas articulaciones y pueden desarrollar su actividad habitual de forma normal.
Por el contrario, en otros casos, la artritis es más grave, con muchas articulaciones
inflamadas, con tendencia a presentar deformidades y rigidez articular y, por tanto, mayor
grado de incapacidad.

Además de la inflamación articular, la artritis reumatoide puede, en algunos casos, provocar


alteraciones en otras partes del organismo como los ojos, el pulmón, la piel o el corazón.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DE LA ARTRITIS REUMATOIDE?

La artritis reumatoide no tiene un tratamiento curativo, pero ésto no significa que no existan
tratamientos efectivos para mejorar la enfermedad. Es muy importante la colaboración entre
el médico reumatólogo y el enfermo para el control de la artritis, ya que debe tenerse en
cuenta que la enfermedad puede durar toda la vida y, por tanto, la estrategia en el
tratamiento debe hacerse con esta perspectiva.

En la actualidad, el tratamiento de la artritis reumatoide se basa en una serie de medidas


generales que incluyen el reposo en las fases de mayor dolor, los ejercicios dirigidos y la
fisioterapia. Además, los antiinflamatorios e incluso la administración de pequeñas dosis de
corticoides ("cortisona") son casi siempre necesarios para controlar la inflamación en las
articulaciones.

Desde hace años se dispone de diversos tratamientos que no sólo actúan directamente sobre
el dolor de las articulaciones, sino que intervienen en el desarrollo de la enfermedad. Son
los llamados tratamientos de fondo o fármacos modificadores de la enfermedad, e incluyen
las sales de oro, la sulfasalazina, la cloroquina, la d-penicilamina y, más recientemente, el
metotrexato.

Existen, sin embargo, algunos enfermos en los que, a pesar de administrar un tratamiento
correcto, no se obtiene una mejoría satisfactoria y las articulaciones persisten inflamadas y
con dificultad para su movilidad. En estos casos se puede recurrir a otros fármacos más
potentes pero más agresivos como la ciclosporina, o a la combinación simultánea de
diversos fármacos para obtener una respuesta más favorable, pero con mayor riesgo de
efectos secundarios.

ETANERCEPT EN EL TRATAMIENTO DE LA ARTRITIS REUMATOIDE

En los últimos años se han producido grandes avances en el conocimiento de la artritis


reumatoide. Cada vez se conoce con mayor exactitud qué tipo de alteraciones se producen
en el organismo y en las articulaciones que provoca la inflamación, y cuáles son las
sustancias o moléculas que intervienen en el desarrollo de la enfermedad.

Uno de estos avances ha sido determinar el importante papel que desempeña una sustancia
que se denomina Factor de Necrosis Tumoral (en inglés Tumor Necrosis Factor o TNF) en
el desarrollo y mantenimiento de la inflamación. A partir de su conocimiento se han
desarrollado investigaciones en busca de medicamentos que eviten su acción y, con ello,
impedir la progresión de la artritis reumatoide. El Etanercept cuyo nombre comercial es
Enbrel®, pertenece a una nueva generación de fármacos llamados “agentes biológicos” por
ser una molécula de origen biológico.

¿CÓMO ÁCTUA ETANERCEPT?

Etanercept es una molécula compuesta de una porción de una inmunoglobulina humana


unida a dos receptores del TNF. Etanercept se une al TNF y lo inactiva biológicamente,
impidiendo que el TNF se una a los receptores situados en las membranas de las células
encargadas de la respuesta inflamatoria. De esta manera se produce un bloqueo del
mecanismo inflamatorio inducido por el TNF.

¿EN QUÉ PACIENTES ESTÁ INDICADO EL TRATAMIENTO CON ETANERCEPT?

El etanercept estará indicado únicamente en aquellos enfermos con artritis reumatoide muy
activa que no hayan mejorado a pesar de haberse administrado otros tratamientos de fondo
o modificadores de la enfermedad. El tratamiento de la artritis reumatoide con agentes
biológicos como el etanercept debe ser realizado por un médico con conocimiento de estos
productos y experiencia en el manejo de pacientes con artritis.
¿CÓMO SE ADMINISTRA?

El etanercept puede administrarse solo o en combinación con el metotrexato en los casos en


que éste haya sido poco efectivo administrado aisladamente. Se inyecta por vía subcutánea
(de forma parecida a como se inyecta insulina los pacientes con diabetes), lo que permite la
administración por un familiar o cuidador cercano, o incluso la autoadministración por el
propio paciente después de las oportunas instrucciones por parte del personal sanitario.

¿CUÁL ES LA DOSIS RECOMENDADA Y CON FRECUENCIA SE DEBE ADMINISTRAR?

Habitualmente se administra 2 veces por semana a una dosis de 25 mg en cada una de las
inyecciones. La mejoría de los síntomas y signos puede observarse ya a las 2 semanas del
inicio del tratamiento, pero en algunos casos puede tardar hasta 3 meses. Debe utilizarse de
manera continuada, ya que, cuando deja de tomarse, la enfermedad suele empeorar.

¿SE DEBE REALIZAR ALGÚN TIPO DE CONTROL?

Se debe realizar una radiografía de tórax y unos análisis, incluida la prueba de la


tuberculosis (Mantoux) antes de iniciar el tratamiento con etanercept. Durante el
tratamiento se realizarán análisis y los estudios que su reumatólogo considere oportunos.

¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES EFECTOS ADVERSOS Y PRECAUCIONES?

Los efectos adversos más frecuentes son:

 Reacción de la piel en el lugar de la inyección subcutánea con enrojecimiento,


picor, dolor y tumefacción de la zona que dura entre 3-5 días. Ocurre en
aproximadamente un tercio de los casos. Suele ser de poca importancia y en algunos
casos puede reaparecer en las administraciones sucesivas. Por lo general suele ser
bien tolerada y no obliga a dejar el tratamiento.

 Dolor de cabeza o cefalea.

 Infecciones, sobre todo de vías respiratorias altas (resfriados, sinusitis). Debe


tenerse precaución en aquellos enfermos predispuestos a infecciones, es decir, con
otras enfermedades debilitantes, o diabéticos mal controlados en los que aumenta el
riesgo de infección. En presencia de una infección debe pararse el tratamiento con
etanercept. Nunca se iniciará el tratamiento en presencia ya manifiesta de una
infección, aunque ésta sea crónica o localizada.

 Otros (rinitis, faringitis, tos, dolor abdominal, dispepsia).

 Formación de autoanticuerpos, que no suelen tener significación clínica.


¿SE PUEDEN TOMAR OTROS MEDICAMENTOS JUNTO CON ETANERCEPT?

Etanercept se puede tomar con otros fármacos incluido el metotrexato. Aunque siempre
debe advertir a su médico de cualquier otro tratamiento que vaya a comenzar y también
debe informar a otros doctores que consulte que está siendo tratado con etanercept. No debe
tomar ningún preparado nuevo sin autorización de su médico.

¿QUÉ RIESGOS EXISTEN DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA?

En estudios realizados en animales no se han observado daños sobre el feto durante la


administración de etanercept en el embarazo, sin embargo no existen datos definitivos
sobre qué ocurre en las personas, por lo que no se recomienda su administración en mujeres
embarazadas excepto en casos en que sea claramente necesaria.

No se sabe si el etanercept pasa a la leche materna ni si es absorbido tras su ingesta por vía
oral, pero es aconsejable evitar su administración en las mujeres con artritis reumatoide con
hijos lactantes u optar por no dar lactancia natural.

CONTRAINDICACIONES

No podrá administrarse etanercept en los casos de alergia al mismo, o a algunos de sus


componentes, ni tampoco en caso de infección o alto riesgo de padecerla. Deberá
considerarse su indicación en pacientes con antecedentes de tuberculosis, cáncer o
esclerosis múltiple.

No inicie nunca este tratamiento por recomendación de otro enfermo o por su propia
cuenta. En función de la fase de la enfermedad en que se encuentre el paciente, de los datos
clínicos, analíticos y radiológicos que presente y de los tratamientos previos administrados
se podrá realizar una valoración del tratamiento más adecuado en cada momento por parte
del médico especialista.

¿ESTÁ INDICADO EL TRATAMIENTO CON ETANERCEPT EN OTRAS ENFERMEDADES?

Además de la Artritis Reumatoide activa y/o severa, también se ha aprobado su indicación


en el tratamiento de formas activas y graves de Artritis Idiopática Juvenil, Artritis
Psoriásica y Espondilitis Anquilosante que no han tenido una respuesta adecuada a la
terapia convencional. En estas patologías la dosis recomendada en adultos (18-65 años) es
la misma que en la Artritis Reumatoide: 25 mg/dosis, dos dosis por semana, con un
intervalo de 3-4 días entre cada administración subcutánea. Los pacientes mayores de 65
años no precisan reajuste de la dosis.

ETANERCEPT EN LA ARTRITIS CRÓNICA JUVENIL

La Artritis Crónica Juvenil es la enfermedad que produce inflamación de las articulaciones


más frecuente de la infancia y que causa mayor grado de invalidez. Al igual que en la
Artritis Reumatoide, además de las articulaciones pueden afectarse otras partes del
organismo como los ojos, los pulmones, el bazo o el corazón.

El objetivo del tratamiento en la Artritis Crónica Juvenil es el de reducir la inflamación,


prevenir las deformidades articulares y potenciar el crecimiento del niño. Para ello es
imprescindible la colaboración de la familia con un reumatólogo infantil y los especialistas
que precise en cada momento.

Debe tenerse en cuenta que la Artritis Crónica Juvenil es una enfermedad que puede
persistir activa durante muchos años por lo que, aunque en algunos casos no deja secuelas,
en otros casos aparecen deformidades articulares. Por ello, actualmente se tiende a utilizar
fármacos agresivos en momentos tempranos de la enfermedad en un intento de frenar las
alteraciones de manera precoz.

Etanercept está indicado en el tratamiento de la Artritis Crónica Juvenil activa de aquellos


enfermos que no han presentado una respuesta adecuada a otros tratamientos de fondo o
modificadores de la enfermedad.

Etanercept ha sido utilizado sólo en niños de más de 4 años y se ha empleado a dosis de 0.4
mg por kilogramo de peso dos veces a la semana por vía subcutánea.

¿Cuáles son los efectos adversos de Etanercept en niños?: En general, los efectos
adversos en niños son similares y con la misma frecuencia que los observados en pacientes
adultos con artritis reumatoide. Los más frecuentes son:

 Infecciones del tracto respiratorio superior.

 Reacciones en el lugar de la inyección.

 Dolor de cabeza o cefalea.

 Dolor abdominal.

 Vómitos.

 Náuseas.
Se ha observado algún caso de gastroenteritis, depresión, gastritis, esofagitis y úlcera
cutánea.

El tipo de infecciones observado en niños con Artritis Crónica Juvenil en tratamiento con
etanercept son en general leves y similares a las que se producen en la población pediátrica
general.

¿Existe alguna recomendación especial en los niños?: Se aconseja que, si es posible, los
pacientes con Artritis Crónica Juvenil hayan sido vacunados, según el calendario de
vacunas infantiles recomendadas, antes de iniciar el tratamiento con etanercept. No deben
administrarse vacunas vivas a pacientes que están en tratamiento con etanercept.

Los pacientes expuestos al virus de la varicela que estén en tratamiento con etanercept, y no
hayan padecido previamente la enfermedad ni hayan sido vacunados, deben detener su
administración de manera temporal.

CONSIDERACIONES IMPORTANTES EN EL TRATAMIENTO CON ETANERCEPT

 Sólo el médico especialista está plenamente capacitado para indicar su


administración en aquellos casos oportunos en los que otros tratamientos se hayan
mostrado ineficaces. No inicie nunca este tratamiento por recomendación de otro
enfermo o por su propia cuenta.

 El tratamiento con etanercept requiere controles clínicos y analíticos periódicos.

 Conviene avisar siempre al médico en caso de fiebre o de síntomas respiratorios


(ahogo, tos persistente).

 Si está en tratamiento con etanercept debe consultar a su médico antes de ponerse


alguna vacuna.

 No debe dejar de tomar etanercept ni modificar su dosis sin contactar previamente


con el médico.

Documento disponible en: http://www.ser.es/pacientes/consultas_recursos/folleto.php

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Comorbilidad de la espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante se presenta como enfermedad aislada la mayoría de las veces,


aunque, en algunos casos, puede asociarse a enfermedades inflamatorias del intestino o a
psoriasis.

Obtenido de "http://www.ser.es/wiki/index.php/Espondilitis_anquilosante"

Categorías: Enfermedades reumáticas | Espondiloartropatías inflamatorias

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