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Se permite cualquier difusión o reproducción parcial o total
de los textos que aquí son expuestos, con o sin permiso del autor.
Tierras de fuego, con vientos de maíz
***
La vida brinca de un lado a otro: los vientos abrazan los polvos que cierran nuestros ojos, las lluvias
se despiden de las tierras... Tu, yo, el tiempo: ¿Qué hacer?... ¿Habremos dejado de creer en algo?
¿Habremos olvidado los temores de un mundo olvidado?... Lo descubriremos pronto y espero estar lo
más cercano a ti posible cuando eso pase.
Prologo.
Caminamos entre tierras de fuego, que con las lluvias se apagan. De esa historia escucharemos luego,
pues el viento aún camina entre los bosques y no ha dejado que las ramas y las hojas descansen por un
instante. Cuando el viento libere a este mundo de su movimiento, ni siquiera las nubes acudirán a
apagar las llamas y, entonces, ahora sí escucharemos hablar de los secretos de esta historia: de cómo es
que hemos caminado entre tierras de fuego.
De fuego son también los ríos que mojan nuestros pies, las aves que adornan el cielo y los ojos que nos
miran de vez en cuando entre tantos ojos del transporte público. Y el dulce fuego también nos domina:
plantamos nuestros corazones para que nazcan de ellos retoños de maíz, que crecen y son desbaratados
por el aire, mezclados y puestos en movimiento: así encontramos repentinamente a la vida, y el amor y
a nuestros cuerpos que integran nuestro tiempo dentro de una sociedad. Descubrimientos sorpresivos
que de alguna forma sentimos nuestros, pero nos quema el tenerlos y es el mismo viento quien siempre
los transforma, para transformarnos también a nosotros.
En las siguientes páginas se presenta esta historia, y no se espera que se olvide nuestro paso por ella...
Se muestra, de manera algo osada, un intento de cuento de lo que hacemos en este mundo para pasar al
sentimiento que intentamos dar nombre y que, al igual que las personas que son quienes lo profesan, se
encuentra ligado a esta tierra debido a nuestro inicial paso por la naturaleza del mundo para,
finalmente, poner a consideración nuestro drama sin mayor disfraz: nuestro tiempo (porque en verdad
esperamos que sea nuestro) y nuestro andar modesto por la historia del mundo.
Ojala todo fuera tan sencillo y se pudiera escribir solo del universo o del amor, olvidando que quienes
lo viven, viven también los días soleados al igual que los nublados, olvidando que en quienes se hacen
reales esas concepciones tienen cuerpos, caminan y viven en este mundo dividido en clases sociales.
Pero todo esto es más complejo de lo que se lee entre los árboles: el mundo, que nos pertenece s olo en
la medida en que le pertenecemos también, nos presenta las pasiones humanas como este algo que no
ha podido liberarse del peso de la tierra, ni del agua.
¿Cómo escribir, si las palabras que se toman del mundo humano y que le dan nombre a la realidad
comprendida por los humanos, caen en manos de alguien que no ha podido encontrar el cielo como una
metáfora, mientras camina por la tierra?
Se presenta aquí, pues, la breve historia de las tierras de fuego, que siempre vienen con todo y sus
vientos de maíz.
hicr
Muchas cosas de vez en vez suelen saltar de la sartén: los frijoles, el aceite, los chapulines...
Incluso las estrellas y los números irracionales. Algunas de estas cosas suelen ser más
sencillas de limpiar, otras nomás no lo son tanto.
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CRONOBIOLOGÍA
Estimado Amigo:
He de confesarle que cuando uno retira la batería de un reloj, éste se detiene en el instante preciso en
que sucede; y eso no es todo: además lo hace señalando la hora exacta en la que esto ocurre...
¡Qué interesante suceso! ¿No lo cree así?... Pero es cierto... Sin embargo, los hechos que a continuación
parecen cumplirse son aún más extraños: Después de que uno ha retirado la batería, y el reloj se ha
detenido, efectivamente, apuntando a la hora en que se quedó estático; la vida parece seguir (extraño,
¿no?). Aún con todo y que el reloj nos diga lo contrario... Entonces, no sin sustos, nerviosamente se
coloca de nuevo la batería y acontece que vuelve a andar... Y pasa, pues, que se cree regresar a la vida
diaria, hasta que se cae en cuenta de que el reloj ha perdido unas horas y por curiosamente extraño que
parezca, son las mismas en las que estuvo sin batería.
Bien, estimado camarada (y muy estimado): ¿Cree usted posible que la vida siga aún sin un reloj que
nos diga que lo hace? Y es que tan solo nos percatamos de que el reloj ha perdido unas cuantas horas
debido a que el mundo siguió su paso sin esperar su recuperación (casi milagrosa, vale decirlo).
Mi amigo, ¿Podría explicarme cómo puedo hacer regresar a tiempo el mundo con mi reloj? Ya sabe
todo el cuidado que uno debe de tener en esta vida, por esto de las tantas cosas que pasan... Pero eso no
es lo peor: imagínese todo lo que deja de suceder a cada instante...
OCUILAN
Con motivo al Pre-congreso
de la OPC-CLETA
Entraste naturalmente,
como lo hacen los sueños:
la lluvia en tus campos,
en cada ladera...
El sol que cuida tus pasos sonrientes
con tus manos guardadas en los bolsillos.
Existen historias,
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existen leyenda y memoria...
es aquí donde existe la vida,
que abraza más vida.
DIOS-DEMONIO
De este modo,
las personas son Dios y Demonio,
al mismo tiempo que un catalizador de la reacción
a temperatura ambiente y siempre dependiente de calcio (Ca2+).
AL ABRIR Y CERRAR
Y así lo hice:
descifré que mido una vara y media de pies a cabeza,
y que tú estas enterrado a casi tres varas de profundidad...
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¿Te acuerdas cuando me enseñaste a dibujar?
¿Y de todas esas cosas que me decías que algún día se realizarán?
mx + b
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ni se celebra su día
en alguna fecha especial del calendario.
No hay,
por ellos,
ferias en las afueras de las iglesias,
no hay palo ensebado,
ni dulces de leche,
ni novios paseando entre colores de los jardines...
CUICATL
Me duele la tierra,
y el pasto,
y las flores,
y las raíces que se clavan en ella.
Me duele la tierra,
y el viento,
y el agua que corre desbaratando laderas...
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Cómo duele la tierra,
tus labios,
tu cabello,
tu corteza empapada
que los dioses quisieran tener.
Me duele la tierra,
y las rocas,
y las aves,
y cada lombriz que es arrancada con fuerza
mientras se aferra frenéticamente por no partir.
Me duele la tierra,
y su vida,
y su muerte,
y cada pulso que le doy con mis pies...
CARTA PÓSTUMA
Querido amigo, te digo así porque te fuiste siéndolo, lo fuiste y así será por este tiempo. No se ha de
extrañar la vida como a un amigo, aunque es siempre la misma: tan impredecible.
Sabes, acá las cosas en realidad no cambian: el sol canta y se esconde aún por los mismos sitios, y yo lo
observo de vez en cuando aquí acostado, tú lo debes saber bien que llevas tiempo aquí tirado...
Aún sigue el olor a tierra mojada con ese sabor que solo una buena lluvia da al campo: cuando uno
habla parece metérsele entre los dientes; pero de eso debes saber más tú, que llevas tiempo aquí
enterrado.
Anoche pasé frente de ti, te saludé de lejos y me detuve para ver si respondías: No lo hiciste... Al
principio creí que estuvieras enojado, después entendí que no debo malinterpretar tu silencio, que se
trata solo de eso: que es que sigues sepultado. Por eso me dije que las cosas aquí no han cambiado: la
lluvia sigue cayendo del mismo modo, a veces tanto que aunque uno no se mueva se moja por todos
lados, pero eso tú lo debes saber mejor que yo, pues llevas tiempo así acomodado.
La sopa se sigue sirviendo en tu plato, las mañanitas aún se cantan en tu cumpleaños... Y cuando el frío
llega en invierno, hasta te espero con tu cobija, a veces toda la noche, despierto y sintiendo cómo se me
congelan los huesos, aunque de eso tú debes saber más que yo, que llevas tiempo siendo huesos.
Por eso estoy ahora aquí a tu lado, porque las cosas aún no han cambiado: te dejo recados con tus
vecinos, me paso las horas hablando contigo... Hasta he dejado mi número telefónico anotado aquí en
tu lápida, junto al Descanse en Paz, aunque por el momento no has respondido... Por eso ahora te
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escribo para asegurarme que recibas mi saludo, que te fuiste sin despedir; y espero te comuniques
conmigo. Tan solo es que no se ha de extrañar la vida como se extraña a un amigo... Aunque aún no sé
si el correo llegue allá abajo, me despido.
EL UNIVERSO ES DE TRIGO
Si subimos,
por descuido o voluntad,
en un autobús equivocado,
terminamos en un lugar erróneo
y preguntando cómo regresar.
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DOS Y TRES NOCHES (O NO HAY NI DOS NI TRES)
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Nuestra vida misma:
¿alcanzará para dejarnos morir?
El “punto final”
ha llegado.
MUERTE BLANCA
Las estrellas:
tan pequeñitas allá arriba
y tan diminutas acá abajo,
que igual nos da si brillan o si hacen cosquillas.
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a recolectar animalitos en un frasco?
El tiempo no da respuestas
ni da manzanas podridas
para hacerlas composta.
PIENSO EN TI
Actualmente
las cosas han adoptado
nuevos nombres:
a los Polvos de Unicornio
se les llama Fluoruro de Sodio;
a las Escamas de Dragón,
Silica Hidratada;
y el Sorbitol
no es otra cosa
que Pestañas de Pegaso Verde
acabado de despertar.
El mercado mundial
nos oferta las más grandes maravillas,
siempre y cuando podamos pagarlas...
Al Aliento de Nahual
se le conoce en el argot científico
como Sacarina Sódica,
y el actual Hidroxipropil Metilcelulosa
en sus buenos tiempos
recibía el mote de Moco Nasal
de Duende de las Cavernas.
Y extrañamente
a esta mixtura mágica,
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que blanquea los dientes
y otorga un refrescante aliento,
se le llama en nuestros días
Dentífrico, o Pasta para los Dientes.
Llegaste
en momentos donde quizás
no debías de haberlo hecho.
Tu sonrisa y el juego de tus manos
desataron una mezcla extraña
entre el viento y el agua.
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duermen en la basura,
se tiran en los vidrios
que han perdido su brillo
pero sobre todo:
se llevan tu risa escondida
entre su cabello sucio,
logrando tener con qué entretenerse
en las noches sin luna,
mientras yo repito mis oraciones,
e intento volver a soñar contigo.
*Nota importante del autor: El árbol que aquí se menciona, nunca existió. Tampoco las hormigas (ni las
vivas ni las muertas), y mucho menos el día de San Nadie. Del mismo modo que no existe el viento ni
el agua, ni sus mezclas extrañas; tampoco han existido las estrellas, ni los ojos de alguien que juega con
sus manos... Ni las manos que escribieron esto, ni el autor, y estas líneas jamás han sido en verdad
leídas. Todo es producto de un suceso extraño, que se lo debemos a San Nadie; quien desde hace
tiempo perdió todo el cabello.
A veces (y solo a veces) uno corre tal suerte que caer del cielo no es tan desastroso cuando
se tiene al menos la esperanza de ser bien recibido en el infierno. Pero cuando uno descubre
que donde el cielo tiene hoyos, el infierno ha cerrado sus sucursales, nos damos cuenta que
hemos quedado entre humanos... Y justo uno comienza a creerse dueño de sí cuando nos
damos cuenta que donde ningún dios y ningún demonio puede ayudarnos, aparecemos
solos, y ni aún así somos salvados por nosotros mismos... Y cuando la humanidad parece
aplastarnos sin que podamos hacer algo, llega alguien con los mismos pasos, con sus
manos, sus brazos, sus ojos, su sonrisa; y nos abraza, nos mira... La libertad se vuelve
mortal, y sale de uno para convertirse en alguien más: y somos salvados por un milagro que
escribe, crece y muere como todo lo vivo que nos rodea... Y se entiende así cuando dicen
que los sueños también tienen pies, y manos, y ojos, y nariz, y esos etcéteras que con el
tiempo se tendrán qué descubrir...
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II
[dos]
Hasta entendí que tu ausencia es complemento de ti: cuando te fuiste, el perfume sonoro de
tus juegos invadió poco a poco la infinidad de tu conjunto, con intersección de tu piel.
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DEL POR QUÉ DECIMOS ADIÓS,
MIENTRAS COMEMOS BOLLOS DE PAN CON MIEL
MORDIDA DE TORTUGA
El cielo de tu cabello
estrellado
no deja que la noche permanezca sin
brillo
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tu cuerpo desnudo,
montaña
sobre el oleaje nace en cada parpadeo de tu
ladera:
eres el espacio en que habitan las serpientes
silbando
a las rocas para que no olviden sus colores
cetrinos.
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eso del hambre
y de la pobreza que la genera.
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colonia económica
de los países dizque “desarrollados”,
y que sin nosotros
el primer mundo se tambalea.
Y terminaré escribiendo
que eres tú como
la noche de luna llena,
o como la hierba verde
que crece a mí alrededor.
DESAYUNO DE FRUTAS
TE SEGUIRÉ ESPERANDO
a Lucio Cabañas Barrientos
y a quienes quedaron junto a él.
Subí a la sierra
esperando que la vida
sea una existencia
con amaneceres de luciérnagas
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Me dolió alejarme
y apartarme de tu lado,
pero con el corazón en las manos,
y con la esperanza cargando un fusil
te dije adiós...
Subí y subimos,
tuvimos qué aprender a escondernos,
a no hacerlo en su debido momento,
a llorar en silencio
y a soñar a carcajadas.
He recostado mi cuerpo
a falta de fuerzas,
mi corazón inerte
todavía deja salir la esperanza
para seguir marchando...
Sabrás llegar,
aún cuando sea un poco tarde;
pero sabrás llegar:
me encontrarás
esperando...
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Habré entonces de sonreír
con mis manos rebosantes de tierra:
la espera habrá terminado,
diré
que por fin has llegado...
IZTAYOLOTL
Que lo he intentado
pero no se puede.
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DULCE DE LECHE
Tú y tu amor:
tú y mi dolor...
Nostalgia,
esperanza
y un poco de sal:
todo mezclado al gusto
y condimentado con el martilleo
de la penúltima flor...
Así,
diga adiós en silencio,
retírese a la cama y cierre los ojos
con la certeza de que los días de mañana
volverán a ser dibujadas las elipses de los planetas...
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Si de vez en cuando llevamos como sangre lo mismo,
cuando lloro
hago cuentos de trapo y papel mojado...
CAMPO Y CIUDAD
En memoria de Víctor Jara,
y su “Cuando voy al Trabajo”
Tener qué tocarte después de soñar
y dar vida al arado sin saber qué sembrar...
Mientras llueve,
el trabajo termina:
he ganado un tiempo
para poner mi cuerpo en un vagón del metro.
Descubrir
que tu cuerpo es la máquina,
que tu cuerpo es la tierra,
que mi cuerpo
tan solo unas manos sin dueño.
QUÉ ES DE TU MIRADA
De montaña perdida,
de riachuelo embrujado,
pavimento quebrado:
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¿Qué ha sido de tu vida?
¿A dónde has ido a buscar
ese mundo que era tuyo?
De esperanza verde
que adorna la calle,
aún cuando sea
a un costado de la alcantarilla.
Mientras tanto,
este descanso me sigue entreteniendo
con uno que otro gusano.
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por no decir que eran más,
aunque es entre ellos que corría mi carne
y se iba a pequeñas mordidas
como de miradas que hacía en otro tiempo de ti.
Llueve en mi ciudad.
En la que traigo dentro.
De la que no puedo
decir su nombre.
Ayer le abrazaba
mientras sus riachuelos de mugre
nacían y se alejaban de mí,
intruso vestigio de tu ventana.
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no comprendo cómo aún
retienes tu nombre.
Llueve en mi ciudad.
En la que traigo dentro.
De la que se ha perdido
el mito de su creación
en la memoria del gallo
que ha caído en la sartén.
Llovemos a cántaros,
sin terminar de caer algún día:
coloides en el tiempo,
en tu piel,
en tus plumajes de ciudad.
Mi mascota,
que es una col,
gusta el recordarme tu piel
cuando la encuentro
dormida sobre mi cama…
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“Hay quien las entiende...”
En ese momento
mi col y yo
iremos a visitarle.
Mi mascota,
una col,
conoce tu nombre de memoria
y al escucharlo el corazón verdusco
le parece salir entre saltos:
¿qué sería de ella
si conociera tu sutil aroma moreno?
Para mi col
toda una vida cabe en una semana,
aunque desconoce los detalles del primer día
que resbaló de entre tus manos,
por haber llegado al día siguiente.
Si muerto mi cuerpo, reposo bajo tierra, crecerá la hierba, si se tiene suerte, llegarán algunas flores y
hasta una roca con algún nombre y una inscripción que diga: “aquí reposa” o “aquí descansa”… O una
roca nomás… Si no es mi cuerpo pero sí unas semillas bajo tierra, crecerá la hierba de todos modos,
con suerte no llegarán las flores, sino que crecerán agarradas al suelo deseando no irse a alguna otra
parte; y seguramente también habrá rocas, que no sepan de nombres ni de descansos… Si no se
encuentra mi cuerpo, ni tampoco semillas, me atrevo a decir que aún así crecerá la hierba, pero puede
que todo lo demás no pase, o pase de otra manera…
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III
[tres]
De niño me dijeron que el amor es algo humano (y etéreo), pero nada dijeron de la
pobreza… Aprendí del amor en la escuela, y del hambre también un poco; pero entendí la
diferencia hasta el final de cursos: cuando reprobé mis materias por pasar las horas
pensando en ti y ser interrumpido de vez en cuando por los sonidos de mi panza…
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TU Y YO
Mi patria limpia,
mi pueblo dulce:
para estos casos no hay manual preciso,
solo el “rómpase en caso de incendio”...
e inicie la Revolución...
EL ESCRITO TRISTE
Pobrecito de mi país,
y yo con él:
que aún es normal llamar indio a alguien
y tomarlo como una ofensa,
que aún se habla de progreso
y nos avergonzamos de que existan
pueblos indígenas en nuestra sociedad...
Pobrecita de mi ciudad,
y yo con ella:
que escupe con asco a los “muertos de hambre”
que causan disgusto afuera de los
gloriosos edificios modernos,
a los que la gran mayoría de nosotros
tampoco podemos acercarnos
si no es para limosnear un empleo:
nos engañan con un desarrollo
que no es para nosotros...
Pobrecita de mi gente,
y yo con ella:
que nos encerramos
a construir guerras en casa,
que nos enemistan por televisión
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si seguimos como dice
su plan para el desarrollo económico...
QUERREQUE*
*de la canción popular mexicana
(que en nada se parece a este escrito)
y en memoria de José Guadalupe Posada.
Calaveras bailan en medio de la plaza,
cantan y se entonan
al son de la Muerte Alegre.
Calaveras empresarias,
obreras,
terratenientes
y trabajadoras agropecuarias
ahora comparten juntas la mesa
con solo huesos
para mostrar.
Nosotros
hacemos que caigan del techo
calaveras de azúcar y pan,
que caigan entonando rimas
que toman de las frases de El Capital.
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con tierrardiente y metano,
mientras guardan los chistes
entre canto y canto
para gritar que no importa
quién empiece la guerra,
aquí todos llegamos igual.
ÉSTE ES EL PAN
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Ahora que este sistema me lo permita,
lo primero que haré es hablarte por teléfono:
y ahora sí sabrás de una vez por todas
lo que nunca debí callar...
No puedo hacerlo,
lo intenté pero no pude...
¿Qué dices?
No te creo,
simplemente no puedo creerte:
Si lo hubieras visto en esa esquina,
solo. Imaginando que él también jugaba,
mirándolos correr.
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LA TIERRA QUE NOS CUBRE
“Sacrificaos si fuere necesario,
que la patria dejará caer
sobre vuestras tumbas
un puñado de rosas”
Gral. Emiliano Zapata Salazar
(Ejército Libertador del Sur)
Del maíz nacieron personas,
que al maíz sus cuerpos regresan.
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DE LA INFANCIA
Amo el viento,
la lluvia,
el azul del cielo y el sonido de tu risa...
Pero corro riesgos que deberían de ser una sana necesidad.
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el riesgo se convertiría en una sana necesidad.
No se trata de imaginar
que la vida se resuelve de forma aislada en la mente,
nuestras vidas se relacionan con todos,
y eso es una sana necesidad.
Si no hay dinero
¿porqué reforzar con novedoso armamento al ejército?
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Pero cuando los bancos ven aproximarse
algún peligro,
el dinero aparece de todas partes
y les cae del cielo
como un verdadero milagro.
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Y siguen viviendo el uno en el otro,
sin saberlo cabalmente.
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y también de los revoltosos de hoy
que no entienden que la Revolución
solo es el nombre con que se pide
una monografía en las papelerías,
para la tarea escolar.
Mientras tanto:
nosotros miramos.
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fatigados por el trabajo,
con nuestros corazones latiendo,
con nuestros presos,
nuestros muertos...
LA ESCUELA DE LA MONTAÑA*
*Amado Nervo
Si los milagros existen,
el pasto es uno de ellos.
Todo el pasto
nace de la misma manera:
en un instante se crea su ausencia,
después su verde cuerpo
perfuma los grillos.
Apenas y se sabe
que el pasto ha nacido
porque la lluvia le trae regalos.
El pasto,
cuyo único defecto es ser analfabeta,
no lee los letreros de propiedad privada
con los que se le adorna.
Todo pasto
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teje las mismas canciones,
y se mese del mismo modo
cuando hay viento.
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Se diseñaron cursos especiales
y libros donde se enseñaba la manera correcta de sumar:
2+2 = 4 (se escribía),
y así se cumple la igualdad (=).
¡Oh! Querido 3:
que te han ensuciado con sus sumas
que solo benefician a unos cuantos.
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Querido 4:
Si pudiéramos llegar a ti
dándonos cuenta que son
2+2 lo que sumamos.
Inspirado en el texto de
Martín Martínez Rodríguez,
y dedicado a
Esteban, Ameyaltzin, Xocoyotl, Mateo
Compañeritas,
hermanitos:
sus juegos serán mis anhelos de libertad.
Trataré con todas mis fuerzas de preparar una tierra más justa
junto a los míos: junto a los nuestros...
Tierra que no sepa a frustración,
sino a trabajo hermano
y leche caliente...
Compañeritos:
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sabrán comprender que
cuando uno grita, no pasa algo,
pero si un Pueblo lo hace:
la tierra entera se levanta.
HUIPIL DE ESTRELLAS
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Y ahora que pintas nuestras calles, mujer,
ésta sociedad voltea a verte, habla de ti, te señala,
le importa lo que haces… ¡Tienes nuestra atención!
¡Muéstranos tu cuerpo tantas veces golpeado!
¡Grítanos de frente todo el temor que sientes por salir a existir!
Porque el riesgo lo corremos todos pero tú, mujer,
has sido objeto de menosprecio y violencia por ser poderosamente
mujer.
Era uno de esos días en los que uno pierde un poco más que la paciencia… Mientras que
aquella pequeña parecía guardarla entre sus piecitos descalzos, solo por tocar una vez más
los rayos del sol que caen en picada sobre el pavimento mojado de esta calle…
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Aquí termina lo que ha intentado mostrar la historia de las tierras de fuego, con vientos de
maíz. Nada de lo que aquí se encuentre olvida las manos de quienes se han quedado sin
ellas. Si aún hubiese quien requiriera de algún mapa, baste tan solo el Sol como guía durante
el día, y la Luna durante la noche, para que las tierras de fuego emerjan andando con
nosotros, y nosotros con ellas.
Julio, 2010.
(Marzo, 2021)
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Agradecimientos.
Al Lic. Eduardo Francisco Coiro (Argentina), editor de Inventiva Social: por haberle dado una
oportunidad a estos escritos; habiéndose publicado todos ellos, en su momento cada uno, en las
numerosas ediciones de Inventiva Social desde el año 2006; apareciendo también el primer intento de
este libro en la edición titulada “Cómo Duele la Tierra”, publicada el 2 de marzo de 2010.
A los poetas mexicanos Martín Martínez Rodríguez y Juan Carlos Castrillón Soto quienes, sin saberlo y
sin que les haya pedido permiso, son mis maestros.
A la OPC-CLETA (México) y a la Escuela de Cultura Popular: por mostrar cada día, junto a las
combatientes y dignas organizaciones sociales que emergen del pueblo y con el pueblo, que este mundo
verdaderamente puede cambiar y ser mejor.
A todas y todos quienes me regalen el favor de leer este libro: ojalá la vida nos ponga en mejores
caminos, y la mayor parte de lo que aquí se escribe llegue a carecer de sentido y sea tan solo un
recuerdo lejano.
Finalmente, a todas y todos quienes habitan en mi corazón y le dan calor con las numerosas fogatas que
encienden durante la noche, y que mantienen, sin que quemen, también durante el día... Gracias.
Tu mirada tierna,
El retraso a la hora de la llagada,
Las pulgas que también han sido invitadas
Y el paso nuevo de quienes caminan desde atrás…
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