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Un nio meti su mano en un recipiente lleno de dulces. Y tom lo ms que pudo, pero
cuando trat de sacar la mano, el cuello del recipiente no le permiti hacerlo.
Un amigo que estaba cerca le dijo: - Confrmate solamente con la mitad y podrs sacar la
mano con los dulces-.
Un cierto da, en que se desat una terrible tormenta, el tronco cayo al lago y en ese
momento las ranitas pudieron ver con claridad, que era solo un tronco tallado que ningn
dao poda hacerles. Se rieron mucho de los temores por los que haban pasado y
comenzaron a jugar con l y usarlo de trampoln para sus zambullidas en el lago.
Moraleja: Lo que por ignorancia atemoriza, a veces es slo digno de risa.
Si conoces alguna otra fbula para nios y quieres compartirla con nosotros y los dems
padres, estaremos encantados de recibirla.
EL CABALLO Y LA CABRA
Vivieron en una ocasin y en una mismo establo un caballo y una cabra. Al caballo
siempre le sacaban a pastar y a pasear muy temprano por un camino precioso y lleno de
hierba tan fresca y rica como jams se haba visto por la zona.
Al contrario que al caballo, a la cabra la sacaban a pastar por un prado situado en un
camino muy lejano y conformado por hierbas tristes y secas.
El caballo, presuntuoso y altivo, en lugar de sentir lstima por su compaera la cabra,
tenda a burlarse de ella y de su situacin:
Es increble cmo eres capaz de pastar por esos caminos aislados y tan poco
agradecidos. Yo no podra pastar donde t lo haces. Se atragantara mi brillante y suave
cuello! La buena noticia es que yo no tendr que hacerlo, porque no soy una insignificante
cabra.
La cabra, por su parte, dejaba que el caballo se desahogara con sus maleducadas
palabras con un sabio silencio por respuesta. Pero un da todo cambi para ambos. En el
establo metieron de buena maana a un caballo tan fuerte, que casi pareca un roble, y
desde entonces, las mejores hierbas fueron para l. El caballo viejo y arrogante tuvo que
acompaar en lo sucesivo a su compaera la cabra a la hora de comer, a la que tanto
haba humillado.
As que t no podas comer ni comeras por nada del mundo la hierba de estos caminos,
no? Pues no s qu haces aqu entonces comindote mi preciado sustento- Dijo la
cabra irnicamente mientras contemplaba al desdichado caballo.
El caballo compendi poco a poco, junto a su compaera la cabra, que en la vida es muy
importante no decir nunca el de este agua no beber. Porque, nunca se sabe lo que
puede pasar!