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La cortesa, la consideracin y el tacto

han sido llamados "el aceite que lubrica la gran maquinaria social" que nos
permite funcionar en relativa paz y armona. Y con razn. Si todos simplemente
acturamos sin tomar en cuenta de qu manera nuestras acciones afectan a
quienes nos rodean, el solo hecho de salir a la calle a comprar el pan podra
sentirse como un acto de agresin: los ms fuertes tomaran nuestro puesto en
la fila del supermercado; los impacientes nos empujaran para quitarnos de su
camino, el indiferente nos cerrara la puerta en la cara, y muchos quizs haran
actos muy personales, y muy privados, en pblico.

"Los buenos modales -decir 'por favor' y 'gracias', bajar la voz cuando
interferimos con la tranquilidad o la concentracin de otro, poner la basura en
su lugar- demuestran un inters en el bienestar de nuestra comunidad y en la
salud del planeta en el que vivimos", opina Forni.

Por el contrario, cuando una sociedad abandona los buenos modales, el


efecto acumulativo de estas agresiones aumenta el estrs y afecta el
bienestar total de la persona: la salud, las relaciones y la paz mental. Incluso se
ha probado que la rudeza, la vulgaridad y la falta de cortesa en el trabajo
afectan la productividad. En un estudio llevado a cabo entre 800
participantes, ms de la mitad admiti que despus de un contratiempo
debido a la vulgaridad o desconsideracin de un compaero de trabajo,
perdieron tiempo pensando en el incidente, y eso no es todo: un 20 por ciento
admiti que dej de esforzarse en su trabajo.

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