LA LEY DE LOS MÍNIMOS PARA LA CONQUISTA DE NUESTRA

DIMENSION HUMANA.

A lo largo de su historia, hombres y mujeres han descubierto en el cotidiano vivir, que a través de la
experiencia directa o indirecta y de la consideración y observación racional de ciertas costumbres
mínimas, se pueden evitarse muchos desaciertos que muchas veces originan sufrimientos y sinsabores a sí
mismos y a los otros, sus más cercanos, su prójimo. Aún más, pueden acceder a la forma más noble, plena
y trascendente de vida: la HUMANA, que yace en lo más profundo de nuestro ser.

Muchos hombres han entendido que la lucha por ser cada vez más humano, es una lucha individual e
interna y consciente; así mismo, han señalado la importancia de la dimensión comunitaria y externa, pues
el hombre conquista y alcanza su humanidad en, con y para los otros, nunca de manera aislada.

Entendieron que este caminar hacia lo humano es mucho más difícil de lo que pudiera parecer, pero
perfectamente posible en la experiencia comunitaria relativamente fácil.

He aquí, algunos de los mínimos, producto de la milenaria experiencia de los que lucharon por conquistar
su dimensión humana.

Va en honor de todos aquellos y aquellas desconocidos que a lo largo de los siglos quisieron ser:
VERDADEROS SERES HUMANOS, en toda la extensión de la palabra, y han dejando éstos mínimos como
luminarias que guían a otros hombres y mujeres en el caminar cotidiano hacia LO HUMANO.

1. Mínimo que trate de ser excelente como
persona.
2. Mínimo que respete la vida humana y en
todas sus formas, porque es lo más
valioso que existe.
3. Mínimo que tenga un proyecto de vida
para optimizar tiempo y recursos en el
logro de sus planes, porque la vida es
bastante corta.
4. Mínimo que conozca su historia (Nación,
Estado y Familiar).
5. Mínimo que sea fuerte ante los embates
de la vida.
6. Mínimo que sepa como funciona su
organismo y que lo mantenga en buen
estado.
7. Mínimo que intente ser HUMANO.
8. Mínimo que descubra y desarrolle sus
propias capacidades.
9. Mínimo que tenga buenos modales y si
percibe que no los tiene… Que luche y se
esfuerce por adquirirlos.
10. Mínimo que se respete a sí mismo y que
respete a los demás aún en la diferencia.
11. Mínimo que trabaje para que llegue a
producir al menos lo que come, viste,
calza y lo que ocupa para sus
diversiones.
12. Mínimo que hable con la verdad y que no
mienta.
13. Mínimo que sus ideas y criterios sean
claros.
14. Mínimo que tenga buenos y nobles
sentimientos e intenciones.
15. Mínimo que sea creativo.
16. Mínimo que sea consciente.
17. Mínimo que sea sensato.
18. Mínimo que sea perseverante.
19. Mínimo que razone adecuadamente antes
de actuar.
20. Mínimo que intente ser verdaderamente
libre.
21. Mínimo que no sea voluntarioso; sino que
sepa lo que tenga que hacer y lo haga.
22. Mínimo que intente ser educado,
instruido y culto.
23. Mínimo que sepa vivir en comunidad.
24. Mínimo que considere creer en Jesucristo
y en su Mensaje.
25. Mínimo que crea en la trascendencia de
la vida humana.
26. Mínimo que respete la vida humana
desde la concepción.
27. Mínimo que no se ate a las dependencias
ni a los vicios.
28. Mínimo que se conozca a sí mismo, antes
de intentar conocer a los demás.
29. Mínimo que le gusten las artes, la poesía,
la buena música, el teatro y el canto.
30. Mínimo que no sea un “borrego”, ni un
mantenido.
31. Mínimo que tenga sus propios criterios y
convicciones y que los respete.
32. Mínimo que solo se someta a Dios y a sí
mismo, nunca a los demás por ninguna
circunstancia.
33. Mínimo que ame y que no juegue con el
amor.
Jazcorraesquivel
Universidad La Salle Cancún, A.C.
20 Junio del 2007
34. Mínimo que viva la vida, pero que no sea
un vividor.
35. Mínimo que sea comprensivo y
misericordioso con los demás.
36. Mínimo que sea coherente entre lo que
piensa, dice, hace y siente.
37. Mínimo que sea reflexivo.
38. Mínimo que honre a su padre y a su
madre.
39. Mínimo que tenga aún la capacidad de
asombrarse ante lo simple, como ante lo
complicado.
40. Mínimo que intente ser libre y
responsable.
41. Mínimo que sea virtuoso.
42. Mínimo que no deje de ser nunca un niño.
43. Mínimo que su alegría ante si mismo y la
vida sean permanentes.
44. Mínimo que sea confiable.
45. Mínimo que sea responsable de sus
propios actos y decisiones.
46. Mínimo que no sea racista ni
discriminatorio.
47. Mínimo que no sea necio.
48. Mínimo que sepa pedir perdón y que no
se olvide de perdonar.
49. Mínimo que tenga sentido del buen
humor y que sepa reírse de sí mismo.
Aún más, que no se tome a sí mismo
demasiado en serio.
50. Mínimo que tenga sueños, utopías
esperanzas.
51. Mínimo que luche por la no violencia.
52. Mínimo que sea un rebelde por causas
justas.
53. Mínimo que no sea un mercenario.
54. Mínimo que sepa escuchar a los demás.
55. Mínimo que deje huellas claras en el
sendero de su vida.
56. Mínimo que rechace la injusticia y el odio
en todas sus formas.
57. Mínimo que sostenga en el infortunio, a
los menos afortunados (ignorantes,
pobres, enfermos, viudas, huérfanos,
ancianos…).
58. Mínimo que no se aproveche de los otros,
para sus logros.
59. Mínimo que no sea criticón. Pero que sí
sea crítico.
60. Mínimo que sea diáfano en sus
actuaciones, que no tenga segundas
intenciones.
61. Mínimo que tenga posturas definidas ante
lo esencial de la vida.
62. Mínimo que sea bondadoso.
63. Mínimo que sea una persona con valores.
64. Mínimo que no se venda, ni se postre
ante los poderosos, raquíticos que
siempre quieren esclavos.
65. Mínimo que no tenga miedo de decir lo
que piensa.
66. Mínimo que sea justo.
67. Mínimo que ame la paz.
68. Mínimo que ame a su prójimo.
69. Mínimo que sea fiel a su palabra y que
cumpla sus promesas.
70. Mínimo que se domine a sí mismo, antes
que pretenda dominar a los demás.
71. Mínimo que sea solidario con los demás.
72. Mínimo que sea prudente y sepa callar
cuando deba hacerlo.
73. Mínimo que sea un poco de sabio.
74. Mínimo que sea una persona de honor y
que lo defienda.
75. Mínimo que no sea soberbio.
76. Mínimo que crea en el servicio como una
de las formas esenciales de la verdadera
expresión humana.
77. Mínimo que sea comprometido, con Dios,
con la vida, consigo mismo y con los
demás.
78. Mínimo que manifieste dignidad para
vivir.
79. Mínimo que tenga una personalidad ética.
80. Mínimo que no sea hipócrita.
81. Mínimo que no sea un ignorante y
y estúpido consumista.
82. Mínimo que no sea dogmático pero que si
se preocupe por tener una sana doctrina
humanista.
83. Mínimo que no sea racista.
84. Mínimo que no sea crédulo, ni timorato.
85. Mínimo que no sea engreído.
86. Mínimo que no haga de la postura: “Me
Vale M…” una forma de vida.
87. Mínimo que haga una ALTO de vez en
vez, para reflexionar sobre sus triunfos y
fracasos y para planear a corto, mediano
y largo plazo su proyecto de vida.
88. Mínimo que se libere de sus propios
traumas, prejuicios, complejos y
frustraciones…
89. Mínimo que no se pase la vida
percibiendo únicamente los defectos de
los demás, sino que le dé mayor
importancia a las cualidades.
90. Mínimo que si decide engendrar un hijo a
cualquier edad, sea consciente de que es
un proyecto largo y delicado que
requerirá de su presencia y acción por un
poco más de 20 años.
91. Mínimo que si es hombre, respete a la
mujer, pues fue una mujer quien lo parió.
Jazcorraesquivel
Universidad La Salle Cancún, A.C.
20 Junio del 2007
 92. Mínimo que si es mujer se dé a respetar,
manteniendo su dignidad. Jazcorraesquivel
93. Mínimo que si se dedica al comercio, a la Universidad La Salle Cancún, A.C.
producción de bienes o a la prestación de 20 Junio del 2007
servicios no atente contra la salud física,
mental y espiritual de los demás por
acrecentar su fortuna.
94. Mínimo que respete las leyes de su País,
Estado y/o Municipio.
95. Mínimo que perciba de manera
consciente que el irresponsable emite
cheques en blanco para pagar sus
deudas y como no posee fondos otros
pagan por él.
96. Mínimo que no compre pleitos ajenos, es
decir, que no sea metiche.
97. Mínimo que considere las sentencias de
los antiguos que muchas tiene una
certeza indiscutible.
98. Mínimo que no viva de apariencias.
99. Mínimo que desarrolle el talento
necesario para percibir la verdadera
belleza humana y del universo.
100.Mínimo que el triunfo y el éxito no lo
aparten de lo esencialmente HUMANO.
101.Mínimo que el conocer, el tener y el
placer no le emboten los sentidos ni lo
denigren como persona.
102.Mínimo que sea un Quijote sin Mancha.
103. Mínimo que no sea supersticioso.
104.Mínimo que sea amable, caballeroso y
atento con los otros.
105. Mínimo que no sea conflictivo ni
abusivo.
106. Mínimo que sea agradecido.

LA REGLA DE ORO: “Todas las cosas que quieran

que los hombres les hagan, también ustedes de igual
manera tienen que hacérselas a ellos; esto, de
hecho, es lo que significan la Ley y los Profetas”
Jesús de Nazareth (Mt. 7, 12).

Y si los otros, en la vivencia cotidiana y comunitaria no

tienen considerado en su actuar éstos mínimos… ¿Qué
hacemos abuelo?
Si percibes que los otros con los que te involucras día con
día y que comparten tu tiempo y espacio no presentan en
su vivencia costumbres mínimas de desarrollo humano,
entonces debes comprender, educar y promover en ellos,
siempre proponiendo, jamás imponiendo. Y si la necedad
predomina perdona, perdona siempre; pues no vives en una
sociedad perfecta ni compartes tu vida con hombres y
mujeres perfectos. Todos estamos en camino de perfección.
Unos más, otros menos, y además todos tenemos
innumerables limitaciones. Esto es lo propio de la condición
humana.

Hasta cuanto tengo que perdonar, hasta siete veces?

Nó, contestó Jesús: Hasta setenta veces siete. Es
decir, SIEMPRE!
Jazcorraesquivel
Universidad La Salle Cancún, A.C.
20 Junio del 2007