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Viernes Santo
en la Pasión del Señor
Guía 2 En esta tarde de la cruz y del silencio, en la que Cristo murió por
nosotros, nos reunimos para celebrar esto:
Que con los brazos extendidos en la cruz, el Señor Jesús dijo:
«Todo se ha cumplido». Y después, inclinando la cabeza, entregó
su espíritu.
Guía 1 Ante el misterio de un amor tan grande, de un amor que llega hasta
la entrega de la propia vida, pongámonos de rodillas, caigamos en
tierra, hagamos silencio.
El presidente se postra, todos los demás se arrodillan, y permanecen en silencio. Cuando el presidente se
pone de pie, todos se levantan.
El presidente dice la oración e inmediatamente comienza la liturgia de la palabra de Dios.
Oración
El sacerdote, con las manos juntas, dice una de las dos oraciones siguientes, omitiendo la invitación
Oremos.
O bien:
Señor Dios,
que por la Pasión de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
nos libraste de la muerte heredada de nuestros padres;
concédenos que nosotros, que somos imagen del primer hombre,
recibamos de tu gracia la imagen celestial.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura
Todo lo que anunció el profeta Isaías se cumple en la Pasión de
Jesús: Él es el Siervo sufriente llevado a la muerte, él cargó sobre sí
nuestros pecados, y por sus heridas fuimos sanados.
Guía 2 Evangelio
Jesús dijo: «Todo se ha cumplido». Y después, inclinando la
cabeza, entregó su espíritu.
Es la hora de la entrega, del silencio, la cruz.
Pongámonos de pie para recibir el anuncio de la Pasión del Señor.
Homilía
Concluida la homilía, los fieles pueden ser invitados a hacer un tiempo de oración en silencio.
Oración universal
La liturgia de la Palabra concluye con la oración universal.
Se hace la invitación que expresa la intención; después todos oran en silencio durante unos momentos y,
seguidamente, el sacerdote, desde la sede, o, si parece más oportuno, desde el altar, con las manos
extendidas, reza la oración. Los fieles permaneces de rodillas o de pie durante toda la oración.
Guía Recemos por todos los pueblos y naciones de la tierra, por los
gobernantes y quienes tienen poder de decisión. Recemos
también por todas las demás personas que trabajan por la verdad,
la justicia y la paz.
(pausa de silencio)
Presidente En tus manos, Señor, están el corazón de cada ser humano y los
derechos de los pueblos. Asiste con tu bondad a quienes nos
gobiernan y a los hombres y mujeres de buena voluntad, para
que con tu ayuda se afiancen la libertad, la justicia y la paz en
todas las naciones.
Celebración de la Adoración a la Cruz 4
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Guía Recemos también por los que sufren y están afligidos, por
quienes sufren marginación o violencia, por quienes están
abatidos y no encuentran consuelo.
(pausa de silencio)
«Vengan y adoremos»
Adoración a la Cruz
Sagrada comunión
El sacerdote hace genuflexión, toma la hostia consagrada, la eleva y la muestra al pueblo, diciendo:
Y comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo, diciendo en voz baja: El cuerpo de Cristo me guarde para
la vida eterna.
Guía 1 Aquél que por nosotros entregó su vida en la cruz, nos invita ahora
a la Mesa de la Comunión. Acerquémonos con confianza y
humildad.
Al concluir la distribución de la comunión a los fieles, el diácono o un ministro idóneo lleva el copón al
lugar preparado especialmente fuera de la Iglesia.
Después, el sacerdote dice: Oremos; según las circunstancias, se hace una pausa de sagrado silencio;
luego dice la siguiente oración:
Oración
Para despedir al pueblo, el diácono o en su defecto el mismo sacerdote puede invitar con estas palabras:
Luego el sacerdote, de pie y mirando hacia el pueblo, con las manos extendidas sobre él, dice la siguiente
oración sobre el pueblo:
Te pedimos, Señor,
que descienda una abundante bendición sobre tu pueblo,
que ha recordado la muerte de tu Hijo
con la esperanza de su Resurrección:
llegue a él tu perdón, concédele tu consuelo,
acrecienta su fe y asegúrale la eterna salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.