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Editorial
Alfil
Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida
ISBN 978–607–8045–72–3
Dirección editorial:
José Paiz Tejada
Editor:
Dr. Jorge Aldrete Velasco
Revisión editorial:
Irene Paiz, Berenice Flores
Revisión técnica:
Dr. Jorge Aldrete Velasco
Diseño de portada:
Arturo Delgado
Impreso por:
Solar, Servicios Editoriales, S. A. de C. V.
Calle 2 No. 21, Col. San Pedro de los Pinos
03800 México, D. F.
Octubre de 2011
Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorización por escrito de los editores.
Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y esquemas
terapéuticos sean correctos y compatibles con los estándares de aceptación general de la fecha de
la publicación. Sin embargo, es difícil estar por completo seguros de que toda la información pro-
porcionada es totalmente adecuada en todas las circunstancias. Se aconseja al lector consultar cui-
dadosamente el material de instrucciones e información incluido en el inserto del empaque de cada
agente o fármaco terapéutico antes de administrarlo. Es importante, en especial, cuando se utilizan
medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. La Editorial no se responsabiliza por cualquier alte-
ración, pérdida o daño que pudiera ocurrir como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y apli-
cación de cualquier parte del contenido de la presente obra.
Autores y colaboradores
AUTORES
COLABORADORES
V
VI Trastorno por déficit de atención a lo largo...(Autores y colaboradores)
santillana_atala@hotmail.com
Capítulo 20
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XIII
Juan Manuel Sauceda García, Matilde Ruiz García
1. ¿Qué es el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Matilde Ruiz García
2. Etiología del trastorno por déficit de atención con
hiperactividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Eduardo Barragán Pérez
3. ¿Son iguales todos los niños con trastorno por déficit de
atención con hiperactividad? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Matilde Ruiz García
4. ¿Cómo son los preescolares con trastorno por déficit de
atención con hiperactividad? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Marisela Hernández Hernández
5. Cómo son los escolares con trastorno por déficit de atención
con hiperactividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Eduardo Barragán Pérez
6. ¿Cómo son los adolescentes con trastorno por déficit de
atención con hiperactividad? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Marisela Hernández Hernández
IX
X Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Contenido)
Aunque es normal que los niños muestren mucha actividad física, algunos de
ellos lo hacen de tal manera que les genera problemas significativos a ellos mis-
mos y a quienes los rodean. La actividad excesiva en sí misma no es un diagnós-
tico y puede ser sólo la expresión normal de cierto temperamento o rasgo personal
con el que se nace. Sin embargo, cuando esa hiperactividad se acompaña de exce-
so de impulsividad, distracción y problemas para mantener la atención (lo cual
ocurre en aproximadamente 5% de los niños en edad escolar), entonces sí consti-
tuye un trastorno, el llamado TDAH o trastorno por déficit de atención con hipe-
ractividad. El TDAH es una condición crónica que puede persistir en la edad
adulta, se extiende a través de las etapas del desarrollo y presenta diferentes retos
en cada fase. En este manual, dirigido principalmente a padres, maestros y médi-
cos de primer contacto, tratamos de presentar una visión actualizada global de lo
que es el TDAH, lo que se sabe de sus causas, sus complicaciones posibles, sus
tratamientos y su evolución a lo largo de la vida.
Un puñado de expertos en el tema —médicos especializados en psiquiatría in-
fantil, neuropediatría y psicólogos—, integrantes del Grupo para el Estudio y
Tratamiento de TDAH (GENPEtdah), presentan en forma sencilla lo que se co-
noce de ese trastorno y lo recomendado para su detección y tratamiento.
Por ser el problema de conducta más común en la edad pediátrica, el TDAH
ha recibido diversos nombres y se le han atribuido múltiples causas a lo largo del
tiempo, y también, como ocurre frecuentemente con otros trastornos, ha sido ob-
jeto de suposiciones, prejuicios y mitos, algunos de los cuales aún se mantienen
a pesar de los avances de la medicina. En este manual se revisan esas ideas y se
XIII
XIV Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Introducción)
presentan los argumentos que justifican el llamarlas mitos. Es cierto que acerca del
TDAH, como de la inmensa mayoría de las enfermedades, no contamos con todas
las respuestas, pero el estado actual del conocimiento científico permite cuestionar
y desechar muchas ideas falsas y plantea los posibles mecanismos responsables del
TDAH, además de aclarar las expectativas sobre su tratamiento y su evolución.
En los siguientes capítulos se explican en forma más detallada muchos aspec-
tos relacionados con este trastorno; algunos de los más importantes se plantean
a continuación en forma sucinta.
A pesar de que la existencia del TDAH es plenamente aceptada por las principa-
les asociaciones de pediatras, psiquiatras, neurólogos y psicólogos del mundo,
no es raro escuchar opiniones en el sentido de que se trata de un trastorno falso
inventado por la industria farmacéutica, coludida con médicos inescrupulosos
para vender medicamentos y así lucrar. Quienes sufren TDAH según los criterios
planteados por la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Psiquiátrica
Americana, entre otras entidades científicas, muestran, en comparación con indi-
viduos sanos, un deterioro significativo en sus principales actividades, relaciones
sociales, educación, funcionamiento familiar, funcionamiento ocupacional y
apego a las normas sociales. Son más proclives a experimentar intoxicaciones ac-
cidentales y lesiones físicas. Tienen más posibilidades de abandonar sus estudios,
tener pocos amigos, rendir menos en sus empleos, involucrarse en actividades
antisociales, consumir tabaco o drogas ilegales, experimentar durante la adoles-
cencia un embarazo no planeado y enfermedades de transmisión sexual, acciden-
tes automovilísticos, depresión y trastornos de personalidad en la edad adulta.
Además de estos hechos incontrovertibles, cada vez hay más datos aportados por
las imágenes cerebrales que muestran la base neurológica de este trastorno. El
TDAH existe, no se trata de un problema benigno, pero con los recursos actuales
es controlable las más de las veces con la ayuda de medicamentos y diversas me-
didas psicosociales.
el lóbulo frontal y sus conexiones con los ganglios basales y el cerebelo. Hay múl-
tiples factores causales conocidos, pero la evidencia más fuerte apunta a que la
predisposición genética o hereditaria en interacción con el medio ambiente pro-
duce los síntomas del TDAH mediante ciertos desbalances entre sustancias cere-
brales llamadas neurotransmisores. Tales desbalances dificultan la acción de los
sistemas inhibitorios neuronales y ante la falta de inhibición apropiada se generan
la hiperactividad, la impulsividad y la atención deficiente. La contribución gené-
tica para que se generen los síntomas del TDAH se encuentra entre las más eleva-
das para cualquier trastorno psiquiátrico; a ella se debe de 70 a 95% de los sínto-
mas, cercana a la contribución genética a la estatura humana.
Son múltiples los factores ambientales involucrados y los más comunes son:
agresiones al feto durante el embarazo por parte de la madre, como el consumo
de bebidas alcohólicas, las drogas ilegales y el fumar; el haber experimentado su-
frimiento fetal durante el parto, o haber sufrido traumas cerebrales como conse-
cuencia de golpes en la cabeza; bajo peso al nacer; que el niño esté expuesto a
sustancias como el plomo que se pueden encontrar en el aire o en algunas bebidas;
el presentar enfermedades neurológicas, sobre todo la epilepsia, etc.
En primer lugar hay que mencionar que algunos niños lactantes mayores y prees-
colares pueden ser muy activos como una variación temperamental normal, sin
que padezcan TDAH. También quienes padecen trastornos del lenguaje, trastor-
nos de aprendizaje, retraso mental o trastornos cromosómicos como el cromoso-
ma X frágil pueden simular un TDAH. Entre los trastornos emocionales sugesti-
vos de TDAH sin que realmente lo sean se encuentran la depresión, el trastorno
bipolar, la ansiedad y el trastorno obsesivo–compulsivo. Trastornos del compor-
tamiento como el negativista desafiante y el disocial, además del abuso de sustan-
XVI Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Introducción)
cias y los trastornos del sueño, también pueden simular un TDAH. Entre los tras-
tornos médicos hay que mencionar la anemia por deficiencia de hierro, los
problemas derivados de visión o audición deficientes, la desnutrición y los efec-
tos secundarios del empleo de medicamentos como antihistamínicos, benzodia-
cepinas, carbamazepina, teofilina y fenobarbital. Finalmente, algunos problemas
de origen ambiental se pueden confundir con TDAH, como maltrato al niño, am-
biente estresante, problemas en la crianza, psicopatología de los padres y am-
biente educativo inadecuado.
Ante tantos factores que pueden simular un TDAH se comprende la necesidad
de que el diagnóstico sea explorado y determinado por un médico, porque es éste
quien cuenta con los conocimientos necesarios para descartar entidades que no
son verdaderamente un TDAH, y así evitar confusiones. También hay que tener
presente que algunos de estos cuadros pueden coexistir con el TDAH.
Los menores con TDAH pueden ser tan inteligentes como aquellos que no padez-
can el trastorno, pues el TDAH se presenta independientemente del nivel de inte-
ligencia. Sí es posible que con una buena inteligencia se compensen algunas limi-
taciones en el aprendizaje de los niños con TDAH, pero esto es cada vez más
difícil a medida que se avanza en el nivel escolar.
Las metas del tratamiento deben ser realistas y medibles. Entre ellas cabe mencio-
nar las siguientes: además de incrementar la atención, mejorar las relaciones con
padres, hermanos, maestros y compañeros; disminuir los comportamientos inapro-
piados y disruptivos; mejorar el desempeño escolar; aumentar la independencia y
la realización completa de las actividades asignadas; mejorar la autoestima.
Cuando los síntomas de un niño son leves suele no ser necesario darles medica-
mentos. En tales casos puede ser suficiente la aplicación de medidas ambientales
basadas en principios de modificación de conducta. Los medicamentos sí son ne-
cesarios cuando los síntomas interfieren significativamente en el funcionamiento
del niño en casa, en la escuela o con sus iguales. Los planes de tratamiento deben
ser individualizados y considerar las fortalezas del paciente y los síntomas clave
identificados en la evaluación de cada caso.
Se deben considerar los posibles efectos adversos del medicamento, y su
administración debe continuarse sólo en el caso de que las ventajas superen a las
desventajas.
XVIII Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Introducción)
Los menores que presentan TDAH no complicado (es decir, sin otros trastornos
de conducta o emocionales concomitantes o comórbidos) suelen no requerir otro
tratamiento que no sea el medicamentoso y educación al paciente y sus padres.
Pero casi dos terceras partes de quienes sufren TDAH también presentan otro u
otros trastornos asociados o comórbidos y entonces es recomendable el empleo
de alguna forma de psicoterapia.
Definitivamente no, más bien ayudan a no caer en ese abuso. Se sabe que quienes
sufren TDAH no complicado presentan un riesgo un poco mayor que quienes no
lo sufren de abusar de sustancias, pero el principal factor que predispone marca-
damente a ese abuso es el presentar un trastorno disocial agregado al TDAH.
Tal predisposición aumenta si quien padece TDAH y también un trastorno
disocial no recibe el tratamiento adecuado, el cual incluye el empleo de medica-
mento.
Las más de las veces los medicamentos bien administrados mejoran el aprendi-
zaje del menor al aumentar su atención, disminuir la distracción y la impulsividad
y los problemas de conducta asociados. Pero hay niños que concomitantemente
con el TDAH padecen trastornos específicos de aprendizaje como la dislexia o
la discalculia, para corregir los cuales se requiere una rehabilitación específica
que pueden proporcionar pedagogos y psicólogos especializados en educación
especial.
XX Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Introducción)
REFERENCIAS
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Assessment and treatment of children adolescents, and adults with attention–deficit/hyper-
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2. Sauceda J: Trastornos del comportamiento en pediatría. PAC Pediatría 7. México, Intersis-
temas, 2010.
1
¿Qué es el trastorno por déficit
de atención con hiperactividad?
Matilde Ruiz García
UN POCO DE HISTORIA
1
2 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 1)
Inatención
Hiperactividad
Esta inquietud motora se manifiesta por tener exceso de movimiento, ser incapaz
de permanecer sentado cuando la ocasión lo amerita, no poder guardar silencio
por tiempos prolongados. La hiperactividad se refiere al exceso de movimientos
(los niños no pueden permanecer sentados ni quietos por unos cuantos minutos).
Estos movimientos quizá se manifiesten de diferentes maneras:
Impulsividad
sidera que estos pacientes están severamente afectados; en general son preescola-
res y escolares pequeños.
Tipo combinado
Se observan seis o más de cada uno de los síntomas referidos. Es la variedad más
frecuente, representa a dos tercios de todos los pacientes con TDAH y predomina
en el varón.
REFERENCIAS
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relatives of boys with attention deficit hyperactivity disorder and conduct disorder. J Clin
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4. Barragán E: El niño y el adolescente con trastorno por déficit de atención: su mundo y sus
soluciones. México, Altius, 2002.
2
Etiología del trastorno por déficit
de atención con hiperactividad
Eduardo Barragán Pérez
Es muy probable que la base etiológica del trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) resida en un desbalance de sustancias producidas por el
cerebro, los llamados neurotransmisores. Entre ellos los más conocidos hasta el
momento son la norepinefrina y la dopamina, aunque también pueden estar invo-
lucrados otros, como la serotonina. Cabe mencionar, en apoyo de esta teoría, que
los medicamentos más útiles en el tratamiento del TDAH corrigen en alguna me-
dida los síntomas del trastorno mediante la restauración de tal desbalance bioquí-
mico. En otras palabras, el TDAH es la expresión de un funcionamiento bioquí-
mico cerebral alterado, las más de las veces como consecuencia de la herencia.
Pero también intervienen factores no biológicos, de naturaleza ambiental, en la
etiología del TDAH, de manera que hay que considerar dos diferentes áreas prin-
cipales: las biológicas y las ambientales.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
7
8 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 2)
Entre las causas ambientales que pueden intervenir en la etiología del TDAH es-
tán tabaquismo y consumo de alcohol durante el embarazo, problemas durante
el nacimiento y niveles elevados de plomo en la sangre de los niños. Estos facto-
res ambientales pueden contribuir al desarrollo del trastorno o empeorar los sín-
tomas. Hace algunos años se creía que los aditivos presentes en ciertos alimentos
generaban hiperactividad, pero tal teoría no fue comprobada. Tampoco hay evi-
dencia clara de que este síntoma se produzca por consumir alimentos azucarados.
Investigaciones recientes han identificado factores ambientales importantes
que incrementan el riesgo para TDAH, y cada vez es más evidente que condicio-
nes complejas como este trastorno resultan de la interacción de factores de riesgo
tanto genéticos como ambientales.
Etiología del trastorno por déficit de atención con hiperactividad 9
ALTERACIONES ESTRUCTURALES
Aunque los niños con epilepsia y otros trastornos cerebrales son proclives a la
hiperactividad (y a otros problemas psiquiátricos), la mayoría de los niños con
10 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 2)
REFERENCIAS
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hiperactividad: búsqueda de los genes implicados en el diagnóstico clínico. Rev Neurol
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activity disorder among children of parents with childhood onset of the disorder: a pilot stu-
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Etiología del trastorno por déficit de atención con hiperactividad 11
Los niños y adolescentes que tienen trastorno por déficit de atención con hiperac-
tividad (TDAH) se presentan con diferentes perfiles, y esto depende de la edad,
la intensidad de los síntomas, los diferentes subtipos donde predomina un sínto-
ma sobre otro y la comorbilidad que puede presentarse.
El preescolar sano es impulsivo, poco reflexivo y cambia constantemente de
actividad, lo cual condiciona la necesidad de una supervisión muy estrecha; cuan-
do tiene TDAH se diferencia de sus compañeros por la excesiva intensidad de su
actividad (situación con frecuencia caótica y sin un propósito específico), así
como por su conducta impulsiva y agresiva. Estas conductas tienden a ser más
intensas cuando el niño está expuesto a un ambiente con muchos estímulos o poco
estructurado En estos niños es frecuente el oposicionismo, la torpeza motora, los
trastornos del sueño y las dificultades en la interacción social.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
13
14 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 3)
ejecutivas persisten y afectan de modo específico esta etapa de la vida. Los ado-
lescentes muestran un mayor riesgo de falla académica, reprobación y abandono
escolar prematuro. También se exponen con mayor frecuencia a tabaquismo,
consumo de alcohol e inicio temprano de vida sexual, así como a accidentes auto-
movilísticos.
Los pacientes con TDAH predominantemente inatento son con más frecuen-
cia niñas en edad escolar o adolescentes, que acuden a consulta por problemas
académicos, sin problemas conductuales y, en ocasiones, muestran retraimiento
y son poco sociables. La mayoría no tienen un trastorno de aprendizaje específi-
co; sin embargo, no concluyen sus actividades, lo que implica que cambian cons-
tantemente y no terminan lo que inician. Muestran fallas en la realización de
tareas relevantes y obligatorias; esto implica que dejan para el final del día aque-
llo que es largo, tedioso o difícil. Tienen dificultad para iniciar y completar activi-
dades, sobre todo si no son de su agrado o interés. No logran ordenar sus tareas
y cuadernos, no escuchan las instrucciones, cualquier estímulo los distrae. A ve-
ces se enfocan demasiado en actividades de su interés y se les dificulta cambiar
a otra menos interesante pero necesaria. Muchos de estos pacientes pueden pasar
horas viendo la televisión o jugando videojuegos, mostrando atención sostenida;
sin embargo, necesitan la presencia de un tercero para completar sus labores y
estudiar. En los exámenes omiten respuestas, no leen las instrucciones con detalle
y cometen muchos errores. El esfuerzo de los pacientes y los padres por mantener
un nivel de funcionamiento escolar y social es muy superior al resultado obteni-
do, lo cual a menudo condiciona frustración y enojo. En esta variedad del TDAH
es común que los chicos presenten ansiedad, la cual se manifiesta por temores
excesivos, dolores abdominales o cefalea, dificultad para conciliar el sueño; se
muerden las uñas, comen en exceso y se entristecen ante la falla persistente y la
falta de resultados exitosos.
Los pacientes con el subtipo mixto son con mayor frecuencia varones escola-
res y adolescentes que están afectados de una manera global, tienen problemas
con los maestros y compañeros por su hiperactividad e impulsividad, así como
dificultades académicas derivadas de la inatención. Muestran una conducta hi-
peractiva constante, no logran mantenerse sentados en la escuela, se levantan,
platican, rompen con la armonía del salón de clases, a veces se salen de éste y se
quedan en el patio o en el baño por largo tiempo. En casa no logran estar sentados
a la hora de la comida o para hacer la tarea, exploran todo el tiempo. Sin embargo,
en actividades al aire libre y en ambientes espaciosos generan menos problemas;
con frecuencia son buenos deportistas y disfrutan de la actividad física. Son intru-
sivos, no respetan el espacio o las decisiones de los demás, no aceptan límites.
Se les dificulta esperar su turno durante el juego, trepan por todos lados, son argu-
mentativos e impositivos. Además, el rendimiento académico suele ser insufi-
ciente o inadecuado, ya que al no lograr mantener su atención el trabajo es incom-
¿Son iguales todos los niños con trastorno por déficit de atención...? 15
REFERENCIAS
De los tres a los seis años de edad se sitúa la etapa preescolar, llamada así porque
precede a la entrada a la escuela primaria. Es la fase del desarrollo del lenguaje,
del crecimiento del juego, de la identificación y la emergencia del sentimiento
de culpa, de la identidad sexual y de la locomoción. Los problemas del desarrollo
más frecuentes por los que los padres traen al niño a consulta son los berrinches,
la desobediencia, la agresión y la actividad motriz excesiva.
Algunos síntomas (hiperactividad, impulsividad, desobediencia) del trastorno
por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) característicamente surgen
durante los años preescolares (entre cuatro y cinco años de edad) y aun antes, si
bien el diagnóstico suele hacerse más tarde, en la etapa escolar, cuando las difi-
cultades en el funcionamiento social y el desempeño académico distinguen a los
niños con TDAH de sus compañeros con desarrollo normal.1 Este trastorno co-
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PREVALENCIA
17
18 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 4)
actividad muestran severidad variable. En forma general, las niñas suelen presen-
tar menos conductas agresivas e impulsivas que los niños, apareciendo en ellas
como síntomas más frecuentes el TDAH y los problemas cognoscitivos.4
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los niños normales en edad preescolar se caracterizan habitualmente por ser in-
quietos, exploradores, muchas veces no controlan sus impulsos, se distraen o les
cuesta trabajo esperar su turno, y en ocasiones presentan poca tolerancia a la frus-
tración.8 Esto se debe en parte al proceso neurobiológico normal de la madura-
ción del lóbulo frontal, en especial de las áreas prefrontales, y a la falta de un buen
control inhibitorio durante los primeros cuatro años de vida.
Cuando todas estas características en el niño comienzan a afectar su comporta-
miento en casa, su desempeño escolar y sus relaciones sociales con otros niños,
se debe considerar una valoración para descartar un TDAH.
Es bien sabido que el TDAH se expresa de manera distinta en cada etapa de
la vida, aunque los síntomas nucleares siguen siendo la hiperactividad, la impul-
sividad y la inatención.9
Primeros síntomas
No se dispone de suficientes estudios a largo plazo que permitan referir con certe-
za síntomas que sean precursores de un TDAH en edades posteriores; sin embar-
go, por lo general los padres y familiares describen algunos síntomas característi-
cos en la etapa de lactantes, mucho antes que la mayoría de los trastornos del
comportamiento infantil.
Se describen además problemas del dormir: los pequeños despiertan muy tem-
prano y se duermen muy tarde, tienen dificultad para conciliar el sueño, pueden
presentar sueño escaso e intermitente y a menudo se despiertan con llanto. Sus
horas de sueño se observan reducidas.10
Un poco más de 50% de los lactantes que más adelante serán diagnosticados
como preescolares con TDAH son, sin embargo, tranquilos, sin antecedentes
aparentes.
Comorbilidad
De forma similar a los escolares con TDAH, aproximadamente 75% de los prees-
colares con este trastorno tienen con frecuencia uno o más diagnósticos asocia-
dos.14 Los trastornos comórbidos son síntomas que coexisten con el cuadro prin-
cipal y se presentan en el mismo periodo de tiempo. Las manifestaciones
comórbidas más frecuentes son: trastornos de conducta, trastorno negativista de-
safiante, trastorno de ansiedad, trastorno de aprendizaje, dificultades en el len-
guaje y trastorno motor.15 Las comorbilidades alteran la calidad de vida del pa-
ciente y de la familia, agravan la evolución, hacen más complejo el tratamiento
y su adherencia a éste, ya sea farmacológico, conductual, social o familiar.
La identificación de los trastornos comórbidos asociados al TDAH puede con-
tribuir a un diagnóstico más exacto de éste, al inicio temprano del tratamiento y
probablemente a un mejor pronóstico.
¿Cómo son los preescolares con trastorno por déficit de atención...? 21
DIAGNÓSTICO
Es importante distinguir entre los síntomas del TDAH y las conductas que son
evolutivamente adecuadas. El niño debe reunir los criterios clínicos del DSM–
IV;1 no hay pruebas específicas, por lo que es de suma importancia la información
de padres, familiares, cuidadores y maestros.
Además, se debe considerar el impacto y la repercusión de los síntomas, es de-
cir, demostrar el deterioro a nivel social, académico y familiar. Las pruebas neu-
ropsicológicas son un complemento útil para valorar la severidad de los síntomas,
la evolución y la respuesta al tratamiento.
En cuanto a la edad mínima para realizar el diagnóstico de TDAH, se ha consi-
derado que no debe diagnosticarse en menores de tres años; sin embargo, existen
algunos casos en que el cuadro clínico es muy sugestivo y las conductas disrupti-
vas son tan severas que ameritan la posibilidad de considerar un diagnóstico.3
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Además del TDAH puede haber otras causas de una conducta hiperactiva, impul-
siva e inatenta, en especial en la etapa preescolar, por lo que el médico debe hacer
un buen ejercicio de diagnóstico diferencial. El TDAH se debe diferenciar de di-
versas enfermedades y trastornos neurológicos, psiquiátricos y de múltiples fac-
tores o situaciones psicosociales.7–9 Se necesita una evaluación de variables rela-
cionadas con el manejo parental y el temperamento del niño.
La hiperactividad situacional es aquella generada por cambios o factores am-
bientales y puede deberse a escasas habilidades de manejo de los padres, falta de
normas, límites y reglas, ambientes desordenados y poco predecibles, cambios
en la estructura familiar o familias en las que ambos padres trabajan. Las secuelas
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TRATAMIENTO
Aunque los síntomas del TDAH casi siempre principian en la etapa preescolar,
no siempre requieren tratamiento. Éste debe proporcionarse según la severidad
24 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 4)
El trabajo con los padres y los maestros puede lograr cambios significativos en
la evolución del trastorno.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
tornos emocionales por rechazo y expulsión de los centros educativos.17 Hay con-
sensos internacionales que establecen los parámetros y algoritmos de tratamiento
del TDAH: elección de fármacos de primera línea, tiempo para evaluar los trata-
mientos, combinaciones, tratamientos para comorbilidades, etc.17,18
Los psicoestimulantes son un grupo de fármacos que han demostrado eficacia
y seguridad en preescolares, adolescentes y adultos con TDAH. De ellos, el me-
tilfenidato se ha considerado de primera elección para el tratamiento de preesco-
lares con TDAH, es el fármaco más estudiado y de mayor eficacia en el campo
de la psiquiatría infantil. El segundo medicamento utilizado es la atomoxetina.
También se ha considerado la clonidina, fármaco alfa adrenérgico que debe usar-
se con mucha precaución por sus efectos colaterales, como somnolencia, irritabi-
lidad, depresión, bradicardia e hipotensión.
Los preescolares presentan más efectos colaterales con el tratamiento farma-
cológico que otros grupos de edad, siendo quizá los más comunes la pérdida de
apetito, la irritabilidad y la cefalea. El médico debe disminuir las dosis del fárma-
co cuando se presenten estos efectos y, si no hay mejoría, suspenderlo totalmente
o pasar a otra medicación. En general deberá considerarse el riesgo de estos efec-
tos por las repercusiones que presenta un preescolar con TDAH no tratado.3
FÁRMACOS NO RECOMENDADOS
ser muy cuidadosos en su empleo, por los efectos adversos que pueden producir.
REFERENCIAS
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Child Adolesc Psychiatry 2006;45(11):1284–1293.
5
Cómo son los escolares con
trastorno por déficit de atención
con hiperactividad
Eduardo Barragán Pérez
INTRODUCCIÓN
La etapa escolar o niñez media incluye a niños entre 6 y 12 años de edad. Los es-
colares difieren de los preescolares en que se enfocan más en hechos que en fanta-
sías. Una de las principales metas del desarrollo de este grupo de edad es formar
una autoestima positiva a partir de sus vivencias internas más que depender de
la influencia de los demás.
Otras tareas incluyen desarrollar relaciones cercanas con sus pares y aceptar
mayor responsabilidad por sus acciones. Tales tareas pueden verse comprometi-
das cuando se sufre un trastorno por déficit de atención con hiperactividad
(TDAH), ya que los escolares con este trastorno suelen percatarse de las dificulta-
des que les generan sus síntomas de impulsividad, hiperactividad e inatención en
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
27
28 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 5)
Inatención
sistema de orden, llamando varias veces por su nombre a los alumnos y evi-
tando que se distraigan.
4. Sin embargo, algunos investigadores han demostrado que, si la tarea o la acti-
vidad que están realizando es altamente estimulante y les interesa mucho,
los niños con TDAH pueden concentrarse igual que los niños sin TDAH (p.
ej., un programa de televisión o videojuegos).
Esto explica que algunos niños puedan aprenderse los nombres comple-
tos y las posiciones de todos los integrantes de un equipo de fútbol o pasarse
horas enteras jugando en las “maquinitas”, pero no puedan leer acerca de
ciencias sociales o realizar la tarea de matemáticas por más de una hora.
Para otros, estos niños son soñadores empedernidos que siempre están pen-
sando en aventuras, sitios lejanos, batallas campales; en fin, nunca tienen
los pies sobre la tierra.
5. La hiperactividad se refiere al exceso de movimientos (los niños no pueden
permanecer sentados o quietos unos cuantos minutos) que pueden manifes-
tarse de diferentes maneras:
a. Movimientos pequeños e imperceptibles: mover el pie o golpear la mesa
con el dedo.
b. Movimientos de coordinación gruesa: inquietud.
c. Verborrea: locuacidad excesiva, rápida y con múltiples tropiezos: la boca
parece un embudo donde se atropellan las palabras.
6. Con frecuencia se ha descrito a estos niños como un coche “mal afinado,
que está como andando”. El incremento en la cantidad de movimientos se
observa durante el día e incluso en la noche (los padres manifiestan que sus
hijos siempre amanecen destapados y en otra posición). Parece que en el día
no existen horas suficientes para que se les acabe la energía, lo cual resulta
agotador para la gente encargada de cuidarlos.
7. Sin duda, este exceso de movilidad desespera a la mayoría de los adultos,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
IMPULSIVIDAD
El comportamiento de los niños impulsivos está caracterizado por una pobre re-
gulación de sus respuestas conductuales; parece que actúan sin pensar. Por lo ge-
neral interrumpen la actividad de los demás, no tienen sentido del límite. La difi-
cultad para esperar su turno durante el juego, su tendencia a trepar por todos
lados, su forma de interrumpir las conversaciones de los adultos o tomar cosas
“prestadas” los hace niños susceptibles a tener accidentes (fracturas de huesos)
y problemas.
Algunos investigadores han argumentado que la pobre regulación observada
es consecuencia de la falta de control sobre tres procesos fundamentales en la in-
hibición del comportamiento:
REFERENCIAS
1. Del Bosque J, Larraguíbel M, Vázquez JL, Guillén S, Calderón R et al.: Algoritmo de
tratamiento para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad en escolares. Psi-
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6
¿Cómo son los adolescentes
con trastorno por déficit de atención
con hiperactividad?
Marisela Hernández Hernández
PREVALENCIA
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
31
32 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 6)
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las manifestaciones clínicas del TDAH en los adolescentes, al igual que en cual-
quier otra edad, se caracterizan por grados variables de hiperactividad, impulsivi-
dad e inatención, y por supuesto algunos de estos síntomas deben de haberse ini-
ciado antes de siete años de edad.1 La mayoría de los adolescentes continúan
teniendo problemas de atención, concentración y control de impulsos. Estos sín-
tomas seguirán afectando su funcionamiento en la escuela y en la casa, produ-
ciendo un efecto negativo en la autoestima y habilidad de completar varios de los
procesos del desarrollo necesarios en la adolescencia.2
Las características propias de los años de pubertad y adolescencia, como el de-
sarrollo intelectual, la necesidad de independencia y la búsqueda de la propia
identidad, se exacerban en los pacientes con TDAH, sobre todo cuando no han
sido diagnosticados.11
Como ya se ha comentado, en esta etapa del desarrollo se reducen los síntomas
de hiperactividad; sin embargo, se presentan otros problemas porque se incre-
mentan progresivamente los malos resultados escolares y la baja autoestima, así
como los sentimientos de culpa por el fracaso escolar y social.12
Independientemente del subtipo de TDAH, el desarrollo en la adolescencia
hace que la presentación del cuadro sea diferente según varios factores: madura-
ción cognoscitiva y emocional, adaptación social, nivel de impulsividad, contex-
to ambiental, expectativas e intereses a corto y a largo plazo, rasgos en el desarro-
llo de la personalidad, entre otros. Por ejemplo, en los adolescentes que crecen
en ambientes hostiles, sin normas, estructuras ni límites, la hiperactividad y la im-
pulsividad pueden conducir a conductas irresponsables y arriesgadas.
Como consecuencia de toda esta evolución pueden aparecer trastornos comór-
bidos: negativismo desafiante, trastorno disocial, trastorno de ansiedad, agresivi-
dad y consumo de drogas.
Hiperactividad
Inatención
La falta de concentración es uno de los síntomas del TDAH que persisten e inclu-
so aumentan en la etapa de la adolescencia. Los adolescentes tienen dificultad
para mantener la atención tanto en las tareas académicas y familiares como en las
sociales, les resulta difícil priorizar las tareas, persistir hasta finalizarlas, y evitan
actividades que supongan un esfuerzo mental sostenido. Tienden a cambiar de
tareas sin llegar a terminar ninguna. A menudo parecen no escuchar, no siguen
órdenes ni instrucciones y tienen dificultades para organizarse, con tendencia a
los olvidos y pérdidas frecuentes, y suelen distraerse con facilidad ante estímulos
irrelevantes.
Estas dificultades pueden producir alteraciones más importantes en la adoles-
cencia que en la infancia, ya que las demandas de independencia, la complejidad
de la relación y el funcionamiento social se incrementan de modo significativo
durante este periodo de la vida. Del mismo modo, los adolescentes con TDAH
de predominio inatento pueden pasar inadvertidos y no se les diagnostica la ma-
yoría de las veces, achacando el fracaso académico o universitario a una falta de
capacidad, a dificultades de aprendizaje o a problemas vocacionales.
En situaciones sociales la inatención suele manifestarse por cambios frecuen-
tes de conversación, con dificultades para seguir las normas o detalles en activi-
dades.
Impulsividad
Los adolescentes que presentan TDAH aunado a los cambios físicos y psíquicos
naturales de esta etapa experimentan problemas importantes en diferentes ámbitos:
¿Cómo son los adolescentes con trastorno por déficit de atención...? 35
Es frecuente que los adolescentes sean llevados a consulta por primera vez en esta
etapa del desarrollo debido a que los síntomas del TDAH han sido leves o no fue-
ron diagnosticados.
La mayoría de las veces los síntomas presentes antes de los 13 años de edad
no son tan severos; sin embargo, al ingresar a la secundaria la mala evolución se
hace evidente por la competencia y el aumento de la exigencia académica, entre
otros aspectos. Además, en esta etapa se presentan con mayor frecuencia trastor-
nos como depresión o ansiedad; asimismo, los problemas de conducta disocial
son más severos y los problemas de consumo de alcohol y de otras sustancias tó-
xicas se elevan bruscamente a partir de la adolescencia, lo que genera deterioro
y búsqueda de atención.
Un número importante de adolescentes con TDAH manifiestan el trastorno en
forma crónica; existe no sólo el deterioro escolar, familiar y social desde la infan-
36 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 6)
COMORBILIDAD
TRATAMIENTO
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
ya que el apego al tratamiento es mayor al tomar una sola pastilla al día, además
de que se elimina la necesidad de administrar dosis durante los horarios de la es-
cuela. Aunque no es necesario iniciar la titulación con formulación de liberación
inmediata, sí se recomienda iniciar con la dosis mínima e ir titulando gradual-
mente de acuerdo con la respuesta clínica. La dosis inicial es de 0.3 mg/kg/día.
El segundo fármaco aprobado para el tratamiento del TDAH es la atomoxeti-
na.20 Se recomienda iniciar con dosis de 0.5 mg/kg/día hasta alcanzar, de una a
tres semanas después, la dosis de 1.2 a 1.8 mg/kg/día en una sola dosis o dividida
en dos. Se observa una adecuada evolución en pacientes con ansiedad agregada.
En caso de que los pacientes no respondan a los tratamientos indicados se de-
berá hacer una reevaluación del diagnóstico y los factores ambientales, como la
presencia de disfunción familiar, que pudieran estar contribuyendo a la respuesta
nula o parcial del tratamiento. Hay que revisar el apego al medicamento y el cum-
40 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 6)
REFERENCIAS
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¿Cómo son los adolescentes con trastorno por déficit de atención...? 41
Desde la niñez el adulto con TDAH ha tenido problemas para concentrarse y or-
ganizar sus tareas. Se le olvidan las citas que ha concertado. Ha sufrido muchos
accidentes automovilísticos por su manera de conducir. En su trabajo se le difi-
culta alcanzar las metas que se le solicitan. Pierde con frecuencia sus llaves y do-
cumentos importantes. Olvida encargos y esto le ocasiona problemas en sus rela-
ciones interpersonales y familiares. Cerca de la mitad de quienes tuvieron TDAH
en la niñez lo presentan también en la edad adulta.
Las personas adultas con TDAH son desatentas, desorganizadas y olvidadizas,
pierden cosas, faltan a sus citas, dicen cosas sin pensar (lo cual les trae problemas
en sus relaciones interpersonales), no alcanzan metas ni pueden organizar una
43
44 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 7)
agenda, difícilmente toleran la espera, son impacientes, les cuesta trabajo pospo-
ner situaciones placenteras, no cumplen con fechas límite asignadas, manejan
mal el tiempo, no escuchan con atención las instrucciones, cambian de planes en
el último momento, dejan las cosas para el último minuto, se dispersan cuando
deberían estar concentradas en una tarea, les cuesta trabajo cambiar de comporta-
miento cuando reciben informes de sus errores, tienen dificultad para el segui-
miento de varias actividades a la vez, no pueden mantenerse alerta en situaciones
aburridas, reaccionan de manera exagerada, se aburren con facilidad, carecen de
autodisciplina, no son constantes en la cantidad y calidad de su trabajo, tienen
dificultades para controlar el dinero o las tarjetas de crédito, conducen con exceso
de velocidad.
Diagnóstico
Tratamiento
Algunos adultos recurren a ciertas estrategias para sobrellevar su trastorno (p. ej.,
llevar una agenda o un diario con listas de actividades de la vida diaria) en el que
46 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 7)
apuntan, entre otras cosas, detalles tan insignificantes (para quienes no padecen
de TDAH) como pagar la luz, el teléfono, las colegiaturas y las tarjetas de crédito.
Otros incluso utilizan una grabadora para recordar estas tareas. Sin embargo, su
frustración persiste porque continúan teniendo problemas, sobre todo los relacio-
nados con la impulsividad.
Así, para combatir el TDAH —tanto en niños y adolescentes como en adul-
tos— es necesario un tratamiento multimodal que incluya la prescripción de fár-
macos como los prescritos a niños con el trastorno, la educación que ayuda a esta-
blecer confianza, motivación, aprendizaje, información y comprensión del
padecimiento, con el paciente y su familia. La educación sirve de apertura para
todas las terapias psicosociales, de apoyo, personales, en pareja o grupales, que
mejoran la autoestima, y proveen estrategias y técnicas conductuales que mejo-
ran el funcionamiento psicosocial.
Otro modelo de intervención es la terapia cognoscitivo–conductual, que se en-
foca en el manejo del tiempo y la organización de tareas, el control de emociones
e ideas negativas, el control de los impulsos y la reestructuración cognoscitiva,
que ayuda a reformular la perspectiva que los pacientes tiene de ellos mismos y
del trastorno. El apoyo familiar es un factor relevante para alcanzar los objetivos
del tratamiento
REFERENCIAS
1. Barkley RA: Attention deficit disorder in adults. Jones and Bartlett, 2010.
2. www.tdah.org.mx.
3. www.salud–mental.org.mx.
8
La crianza de los hijos
con trastorno por déficit
de atención con hiperactividad
Juan Manuel Sauceda García, Martín Maldonado Durán
Si bien no existen reglas universalmente aceptadas que precisen cuáles son los
ingredientes de una buena crianza, hay algunos factores generales que pueden
considerarse bastante pertinentes en el ejercicio del cuidado y la educación de los
hijos de parte de sus padres, independientemente de que los menores padezcan
un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o no lo presenten:
supervisión, estructura, aceptación y afecto. La supervisión del hijo con TDAH
debe ser apropiada a su nivel de desarrollo. Por ejemplo, en el caso de niños pe-
queños consiste en comprobar que jueguen en un ambiente seguro, donde su hi-
peractividad y su impulsividad no los pongan en peligro. Si se trata de un adoles-
cente hay que saber cuáles son sus actividades, dónde se encuentra y con quién
convive, para evitar, entre otras cosas, que se asocie con chicos con tendencias
antisociales que pudieran alentarlo al consumo de sustancias nocivas legales o
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
47
48 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 8)
ral que generen en el menor rencor, tristeza y tendencia a desahogar sus tensiones
internas mediante comportamientos disruptivos. Por eso es importante que quie-
nes estén a cargo del cuidado del niño (sus padres en primer término) sepan tratar-
lo con cuidado, para ayudarlo a controlar mejor sus impulsos, mejorar su autoes-
tima y no propiciar el desarrollo de otros trastornos comúnmente asociados con
el TDAH. Los problemas de conducta menores es preferible ignorarlos sin darles
demasiada importancia, para no caer en la crítica frecuente que suele afectar la
autoestima del menor y minar sus relaciones con quien lo critica. Los padres ca-
paces de proporcionar apoyo, estabilidad, estimulación y esperanza pueden ayu-
dar a compensar parcialmente las vulnerabilidades del hijo.
Los problemas serios de conducta que algunas veces presentan los niños con
TDAH suelen asociarse con un estilo coercitivo de crianza, caracterizado por
falta de consistencia en el empleo o seguimiento de las reglas, dar muchas órde-
nes no claras, responder al niño según el estado de ánimo de los padres más que
de acuerdo con las características de la conducta del niño, la tendencia a no saber
de su paradero y no responderle cuando se porta bien.
El padre promueve la conducta oposicionista o agresiva con prohibiciones a
las que el niño responde no respetándolas, y así se produce un escalamiento mu-
tuo hasta que el padre se da por vencido y cede, con lo cual refuerza negativamen-
te el comportamiento del menor.
Las respuestas inconsistentes del padre aumentan la posibilidad de que el niño
muestre en el futuro comportamientos oposicionistas y agresivos. Además de estas
interacciones, la conducta antisocial se asocia con actitudes hostiles y punitivas y
con críticas por parte del progenitor. Cabe reconocer que los niños hiperactivos
tienden a provocar más a los padres que aquellos que no lo son, y naturalmente
es más difícil ser buen padre de un niño con TDAH que de otro sin esta patología.
Los chicos con TDAH suelen hablar con rudeza e insolencia a las figuras de auto-
ridad, las cuales deben recordar que esas respuestas excesivamente emotivas e
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
1. Priorizar entre las conductas buscadas para manejar sólo una o dos de ellas.
2. Las conductas negativas necesitan ser modificadas o contenidas, más que
eliminadas. Por ejemplo, decirle a un niño insaciable que escriba una lista
de todo lo que desea y revisarla una sola vez al día con su madre.
3. Establecer sistemas de retroinformación. Por ejemplo, registrar en una hoja
o gráfica el número de actos impulsivos por día.
4. Seguir reglas consistentes tanto en casa como en la escuela. Por ejemplo,
proporcionar castigos predecibles (que no sean humillantes) para actos es-
pecíficos.
50 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 8)
REFERENCIAS
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5. Fowler M: Parenting teens with ADAD made simple. Additude, 2002:46–47.
9
¿Qué son las comorbilidades?
Miriam Feria Aranda
Es común que los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactivi-
dad (TDAH) no se presenten solos, sino acompañados de una variedad de sínto-
mas o trastornos que se revisarán en esta obra. El término médico para designar
esta concurrencia de trastornos es comorbilidad. Este nombre se refiere a cual-
quier entidad clínica adicional a la ya existente o a la coexistencia de dos o más
trastornos mentales.
Es importante tener en cuenta que sumar un trastorno psiquiátrico al TDAH
afecta el curso clínico de éste (en presentación, severidad, persistencia y recaí-
das) y también el funcionamiento psicológico y social del paciente.
Cerca de 65% de los pacientes con TDAH tienen por lo menos un trastorno
comórbido asociado en el momento de establecer el diagnóstico.
Los estudios han demostrado que de 54 a 84% de los niños y adolescentes con
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
TDAH pueden cumplir con los criterios para el trastorno de negativismo desa-
fiante (TND), y una parte significativa de ellos desarrollan trastorno disocial
(TD). De 15 a 19% de los pacientes con TDAH comienzan a fumar o presentan
otros trastornos por abuso de sustancias a edades más tempranas en comparación
con niños y adolescentes sin TDAH. Mediante pruebas psicométricas se ha deter-
minado que de 25 a 35% de los pacientes con TDAH tienen algún problema de
aprendizaje, y hasta un tercio presentan algún trastorno del espectro ansioso.
La prevalencia de trastornos del estado de ánimo (depresión) en pacientes con
TDAH es un asunto controvertido; existen estudios que demuestran que de 0 a
33% de los pacientes con TDAH cumplen los criterios para hacer el diagnóstico
de trastorno depresivo. La prevalencia de manía en pacientes con TDAH sigue
53
54 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 9)
REFERENCIAS
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ment and treatment of children and adolescents with attention–deficit/hyperactivity disor-
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3. Ulloa R, Apiquián R, De la Peña F: Comorbilidad en psiquiatría infantil. 2000.
10
El trastorno negativista desafiante
y el trastorno disocial
Miriam Feria Aranda
55
56 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 10)
doras y padres pasivo–agresivos (p. ej., ignoran la educación de los hijos, pero
critican cualquier intervención de la madre).
Sugerencias
Tratamiento
Pronóstico
Alrededor de 25 de cada 100 niños a los que se les hace el diagnóstico de TND
quizá dejen de presentarlo después de unos años. Las personas en quienes el diag-
nóstico persiste pueden mantenerse estables o comenzar a violar los derechos de
los demás y así desarrollar un trastorno disocial. Por lo tanto, el pronóstico de los
niños y adolescentes con un TND depende de alguna manera del grado de funcio-
namiento familiar y del desarrollo de otra psicopatología.
TRASTORNO DISOCIAL
las reglas adecuadas para la edad. Estas manifestaciones van unidas a una serie
de situaciones familiares, sociales y escolares que las pueden iniciar o mantener.
Aunque aparecen en etapas infantiles, pueden continuar en la adolescencia y se
extienden a la edad adulta (en esta etapa de la vida al problema se le denomina
trastorno antisocial de la personalidad).
Entre las conductas antisociales se pueden citar:
La edad promedio de aparición es más temprana en los hombres que en las muje-
res; en los varones puede desarrollarse entre los 10 y los 12 años de edad, mientras
que en las mujeres lo hace entre los 14 y los 16 años. Cuando el TD se inicia antes
de los 10 años es un fuerte indicador de persistencia. Este trastorno es más fre-
cuente en los varones, ya que por cada 4 lo presenta 1 mujer.
Se estima que de 100 niños y adolescentes varones, entre 6 y 16 presentan el
trastorno, mientras que en el caso de niñas y adolescentes mujeres, de cada 100
lo presentan de 2 a 9.
Existe también una relación entre el bajo nivel socioeconómico y el TD, y más
en la población de zonas urbanas que en las rurales.
Son muchos los factores que contribuyen al desarrollo del TD:
Los niños y adolescentes que padecen TD también tienen a menudo otros proble-
mas psiquiátricos que pueden contribuir al desarrollo de este trastorno.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
El TD no aparece de un día para otro; existe una gran variedad de síntomas que
van evolucionando con el tiempo hasta establecer un patrón uniforme de viola-
ción de los derechos de los demás.
A continuación se enumeran los criterios diagnósticos del TD de acuerdo con
el DSM–IV–TR:
Los programas de tratamiento multimodales, que utilizan todos los recursos mé-
dicos, familiares y comunitarios disponibles, son los que proporcionan los mejo-
res resultados para controlar el TD. Éstos deben abarcar diferentes áreas de rela-
ción con las personas:
Por lo general, los niños y adolescentes que manifiestan el TD a una edad tem-
prana presentan un gran número de síntomas y son con más frecuencia los que
tienen peor pronóstico. En un TD leve sin otros trastornos adicionales y con un
funcionamiento intelectual normal el pronóstico es bueno.
REFERENCIAS
1. Bauermeister JJ: Hiperactivo, impulsivo, distraído. ¿Me conoces? Guía acerca del déficit
atencional para padres, maestros y profesionales. Guilford, 2002.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
63
64 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 11)
MANIFESTACIONES DEPRESIVAS
EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Trastornos de ansiedad
Los trastornos de ansiedad se encuentran entre las formas más frecuentes de psi-
copatología en niños y adolescentes. Aunque todo el mundo experimenta ansie-
dad algunas veces, los niños con trastornos de este tipo sufren un estrés tremendo
y persistente que les impide funcionar con normalidad en su vida diaria. Los prin-
cipales trastornos de ansiedad son los siguientes:
Son más frecuentes en las mujeres, ya que 30 de cada 100 lo presentan a lo largo
de la vida, mientras que en el caso de los hombres lo presentan 19 de cada 100.
En México, según estudios epidemiológicos, los trastornos de ansiedad son los
padecimientos más frecuentes en la población general, y se inician desde edades
tan tempranas como antes de los cuatro años de edad.
Diversos estudios muestran que los trastornos del estado de ánimo existen en 15
a 75% de los niños y adolescentes con TDAH, y cerca de 60% de los niños y ado-
lescentes con TDM presentan TDAH.
¿Cómo se manifiestan la depresión y la ansiedad? 67
Se ha observado que los sujetos que sufren algún trastorno del estado de áni-
mo, en especial el trastorno depresivo mayor, a edad temprana (antes de los 13
años de edad), presentan un mayor riesgo para desarrollar posteriormente un tras-
torno del espectro bipolar, y este riesgo aumenta aún más si se encuentra presente
un trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Se sabe que el riesgo de un trastorno depresivo mayor en los familiares de ni-
ños y adolescentes con TDAH es significativamente mayor que el riesgo de un
TDM en los familiares de niños y adolescentes normales.
En estudios de seguimiento (es decir, a lo largo de un tiempo que puede ser de
semanas, meses o años) se encontró que la tasa de presentación del TDM puede
aumentar casi 16% más después de un periodo de cuatro años.
Se sabe también que los sujetos con TDAH más depresión requieren mayor
apoyo académico extracurricular que quienes no padecen de depresión.
Con respecto a los trastornos de ansiedad, entre 25 y 35% de los niños y adoles-
centes con TDAH presentan estos trastornos, y entre 15 y 30% de los niños con
trastornos de ansiedad presentan además TDAH. Es frecuente que en una persona
se presenten dos o más trastornos ansiosos al mismo tiempo (p. ej., trastorno de
ansiedad generalizada y fobia específica, o trastorno de ansiedad por separación
y crisis de angustia). El TDAH preferentemente inatento tiene mayor riesgo de
asociarse con algún trastorno de ansiedad.
Con la asociación del TDAH con los trastornos de ansiedad y los trastornos
del estado de ánimo hay más riesgo de que los sujetos que los presentan tengan
mayor deterioro psicosocial y disfunción en distintas áreas (el área interpersonal,
el área académica, el área de rendimiento en general y el área familiar).
REFERENCIAS
1. Cárdenas GEM, Feria M, Palacios CL, De la Peña F: Guía clínica para los trastornos
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
GENERALIDADES
69
70 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 12)
1. Torpeza motora.
2. Pobre organización visoespacial.
3. Escasas competencias sociales.
También se ha observado que alrededor de 50% de los niños con TDAH requieren
supervisión pedagógica, ya que con frecuencia se presenta falla académica, 30%
de ellos vuelven a cursar o reprueban años escolares, y de 10 a 35% abandonan
de manera prematura los estudios escolares.
Los trastornos del aprendizaje suelen ocurrir juntos, por ejemplo trastorno de
la lectura y trastorno de la escritura. Cerca de 80% de los niños con trastornos de
aprendizaje tienen discapacidad para la lectura, con o sin otros trastornos en otras
áreas del aprendizaje. Los problemas tempranos de lenguaje a menudo anteceden
a los TA y pueden predecirlos, aunque en algún momento el lenguaje se desarrolle
en forma normal. Los TA ocurren asociados con otros trastornos psiquiátricos en
Los trastornos de aprendizaje y la falla escolar 71
la mitad de los casos. Las condiciones comórbidas más comunes son: TDAH,
trastornos de ansiedad y depresión, enfermedad de los tics y trastorno disocial o
de la conducta.
Córtex
Cíngulo
anterior
Cuerpo
calloso
Córtex
prefrontal
Amígdala
Hipocampo
Área
tegmental Formación Cerebelo
ventral reticular Locus
coeruleus
Figura 12–1. Corte sagital del cerebro.
Alrededor de 6% de los escolares y cerca de 15% de los niños con TDAH tienen
trastorno neuromotor (TN). De los menores con TA con o sin TDAH, 70% tienen
alteraciones en la percepción motora aunque no cumplan con los criterios diag-
nósticos del trastorno neuromotor.
Se caracteriza por una alteración de la secuencia del movimiento y torpeza mo-
tora excesiva e inadecuada para la edad que interfiere en las actividades cotidia-
nas propias. Estas alteraciones no se relacionan con una lesión cerebral en aéreas
motoras.
74 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 12)
¿Cómo se diagnostican?
REFERENCIAS
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5. Schlumberger E: Papel específico del neuropediatra en la consulta de dificultades del
aprendizaje. Rev Neurol 2007;44(Supl 2):S13–S17.
13
El sueño y la enuresis en el
trastorno por déficit de
atención con hiperactividad
Óscar Benavides Aguilar
Los trastornos del sueño (TS) son frecuentes en la población general y afectan
a cerca de 25 a 40% de los niños y adolescentes. Esto tiene un impacto significa-
tivo en las actividades cotidianas y del desarrollo en áreas específicas como el
aprendizaje, la conducta y la regulación emocional. Además, los TS son mucho
más frecuentes en quienes sufren trastornos neuropsiquiátricos como la epilep-
sia, la migraña, la depresión, el autismo y el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH). Este último está presente en 25 a 50% de los pacientes.
La Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño establece que exis-
ten los siguientes apartados:
Disomnias Trastornos intrínsecos o Insomnio, narcolepsia, hiper-
primarios de sueño somnia, apnea obstructiva,
hipoventilación central, sín-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
75
76 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 13)
Los pacientes con TDAH no tienen la mayoría de las veces un trastorno prima-
rio de sueño; sin embargo, los familiares con frecuencia mencionan mucha difi-
cultad para que los pacientes se vayan a la cama. Esto se relaciona con la hiperac-
tividad motora, la dificultad que tienen para aceptar los límites y las fallas en el
proceso de higiene de sueño. Lo anterior condiciona que el tiempo que transcurre
entre acostarse y dormirse sea mayor de 30 min, por lo cual es frecuente la hiper-
somnia (exceso de sueño) diurna y el retraso del ciclo de sueño.
Cuando se presentan los TS primarios en el TDAH los más frecuentes son la
apnea obstructiva en preescolares y escolares; insomnio inicial y sueño fragmen-
tado (varios despertares en la noche) relacionados a menudo con ansiedad o con
la administración de bebidas con cafeína, el consumo de tabaco, medicamentos
estimulantes, antialérgicos o antiasmáticos.
Los síntomas y consecuencias del TDAH y los trastornos del sueño están con
frecuencia traslapados; la relación es compleja y bidireccional.
Un estudio del Centro de Sueño de la Universidad de Mesina (Italia) demostró
que los niños con TDAH presentaban los siguientes TS: sueño fragmentario du-
rante la noche, movimiento excesivo, sonambulismo, terrores nocturnos, estado
confuso al despertar, ronquido y síndrome de piernas inquietas.
Los TS pueden exacerbar los síntomas del TDAH, por lo que el tratamiento
de los problemas de sueño podría mejorar los síntomas de aquél, como la irritabi-
lidad. Los problemas de sueño que se presentan en el TDAH pueden variar según
el subtipo que presente el niño o el adolescente. Por ejemplo, los pacientes del
subtipo combinado y los del subtipo hiperactivo–impulsivo presentan más pro-
blemas que los del subtipo inatento. Predominan la hipersomnia, problemas del
ciclo circadiano sueño–vigilia, problemas para ir a la cama en el momento de dor-
mir, levantarse más tarde, insomnio, terrores nocturnos, ronquido y bruxismo.
Las repercusiones del sueño sobre el aprendizaje han sido evaluadas en volunta-
rios mediante el registro de la actividad eléctrica cerebral, y se ha demostrado que
el sueño mejora el aprendizaje. La etapa de sueño profundo permite fortalecer el
El sueño y la enuresis en el trastorno por déficit de atención... 77
recuerdo de las palabras nuevas, mientras que los husos de sueño característicos
de la etapa II de sueño tienen un papel importante en la capacidad de recordar más
palabras nuevas, de tal forma que, a mayor porcentaje de fase II de sueño, mejor
capacidad de recordar un mayor número de palabras nuevas.
¿Qué hacer?
La enuresis nocturna es más frecuente en los niños con TDAH que en la pobla-
ción general. Existen muchos factores asociados, como la herencia, la ingesta
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
REFERENCIAS
1. Konofal E, Lecendreux M, Cortese S: Sleep and ADHD. Sleep Med 2010;11(7):652–658.
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14
Mitos y realidades de los exámenes
de laboratorio y gabinete
Eduardo Barragán Pérez
79
80 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 14)
los ritmos de base se sienten con justificación para pedir que el niño sea valorado
por un neurólogo que inicie algún tratamiento farmacológico, y en casos extre-
mos lo exigen como condición para aceptar al niño en la escuela.
Otro estudio que se puede solicitar es una biometría hemática completa, que
permite conocer el nivel de hemoglobina y descartar anemia, enfermedad por la
que bajan las concentraciones de esta molécula que ayuda a transportar el oxíge-
no a través de la sangre y simular síntomas de atención deficiente. Además, los
niveles de plomo en sangre (en grandes ciudades con problemas de contamina-
ción) ayudan a detectar pacientes con intoxicación por plomo ambiental. Es im-
portante descartar estas dos últimas enfermedades, debido a que el tratamiento
es específico y su corrección proporciona alivio de los síntomas del TDAH, pero
hay que justificar su solicitud y no hacerlo en forma rutinaria.
Si se sospecha de algún problema genético se hace el rastreo por medio del ca-
riotipo (muestra de sangre en la que se analizan los cromosomas, donde se en-
cuentra almacenada la información genética) previa valoración por un genetista,
al igual que pruebas que sirvan para descartar problemas de almacenamiento o
producción de sustancias.
La tomografía de cráneo y la resonancia magnética de cráneo (pruebas de neu-
roimagen) se pueden solicitar únicamente en situaciones especiales. En general,
sólo se recomienda realizar un estudio de este tipo cuando se encuentren manifes-
taciones que podrían deberse a un trastorno genético, epilepsia o manifestaciones
clínicas que sugieran un problema del cerebro.
La resonancia magnética (RM) ha demostrado disminución no significativa
del volumen de la corteza frontal derecha, de la parte anterior del cuerpo calloso,
el cerebelo y la cabeza izquierda del núcleo caudado, así como pérdida de alrede-
dor de 5% del volumen cerebral en niños que padecen TDAH.
Los estudios con imágenes funcionales como las de flujo cerebral por tomo-
grafía de fotón único (SPECT) sugieren alteraciones frontales y del estriado. Los
estudios de tomografía por emisión de positrones (PET) han mostrado una reduc-
ción en el metabolismo de la glucosa en varias regiones del cerebro.
En resumen, a pesar de los grandes avances de la ciencia y la tecnología, el
diagnóstico del TDAH sigue siendo clínico. No hay estudios infalibles para diag-
nosticarlo, nada puede reemplazar las habilidades clínicas del neuropediatra o del
psiquiatra infantil. Son ellos los más capacitados para diagnosticar el TDAH y
prescribir su tratamiento adecuado.
REFERENCIAS
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actividad: búsqueda de los genes implicados en el diagnóstico clínico. Rev Neurol 2007;
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
82 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 14)
15
Las pruebas psicológicas en el
diagnóstico de trastorno por déficit
de atención con hiperactividad
Rosario Aguilar Silva
Las pruebas psicológicas son útiles para evaluar la capacidad intelectual (CI), los
logros académicos y posibles trastornos específicos del aprendizaje (dislexia,
disgrafía, discalculia, etc.). Aunque las observaciones durante la aplicación de
pruebas proporcionan información relevante sobre atención, distracción, impul-
sividad, habilidad para mantenerse sentado y tolerancia a la frustración, un des-
empeño normal al responder las pruebas no excluye el diagnóstico de trastorno
por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Cabe recordar que el de
TDAH es un diagnóstico clínico hecho a base de entrevistas y la aplicación de
cuestionarios o escalas a padres y maestros. Sin embargo, hay pruebas neuropsi-
cológicas especiales que permiten evaluar déficit específicos sugeridos por la
historia, el examen físico o pruebas psicológicas rutinarias. El electroencefalo-
grama, los estudios de imágenes cerebrales, las pruebas de laboratorio y las prue-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
83
84 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 15)
1. La formulación de metas.
2. La planeación.
3. La realización de planes dirigidos a metas.
4. La ejecución de estas actividades.
REFERENCIAS
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16
Principios del tratamiento integral
Matilde Ruiz García
lares.
El tratamiento integral tiene como objetivo primario obtener un control de los
síntomas del TDAH y de las comorbilidades que le permita al paciente un desa-
rrollo similar al de sus compañeros y hermanos en las áreas social, escolar y fami-
liar. También debe favorecer la aplicación de estrategias de compensación que
le permitan, en la etapa de la adolescencia y la adultez, contar con independencia
y un buen funcionamiento social y laboral.
Es importante establecer una buena comunicación con los padres, los maestros
y los terapeutas para resolver los problemas del paciente de manera coordinada
y eficiente.
87
88 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 16)
LOS PADRES
Los padres deben conocer y aceptar el diagnóstico, por lo que es necesario que
reciban información científica, actualizada y accesible. También se requiere un
sistema de crianza que, aunque sea particular para cada familia, tenga estructura,
horarios y límites definidos que sean respetados por ambos padres y, por supues-
to, por el paciente.
A veces es necesario el apoyo de los especialistas en conducta si los niños
muestran datos de comportamiento disruptivo o trastornos emocionales, o si los
padres no logran establecer una rutina familiar estructurada en casa.
EN LA ESCUELA
Los maestros deben conocer, sin generar prejuicios, las condiciones médicas de
todos sus alumnos, ya que éstas pueden influir en las habilidades de aprendizaje
y conducta.
Es importante ofrecer información científica actualizada a los maestros, así
como darles recomendaciones de manejo práctico en el aula que faciliten el de-
sarrollo de las habilidades académicas y sociales del paciente. Es necesario favo-
recer la comunicación entre el docente y los padres de familia para identificar
tempranamente los beneficios o perjuicios de las estrategias que se estén imple-
mentando.
Las escuelas en México se han enfrentado de diversas maneras, aunque con
cautela, al problema de dar apoyo a los niños con TDAH y problemas de aprendi-
zaje.
S La mayoría de los niños con TDAH pueden y deben asistir a un sistema es-
colar regular o normal de grupos reducidos, que sea congruente con la for-
ma de ser de la familia. Es indispensable contar con un docente sensible,
deseoso de ayudar a sus alumnos a alcanzar los objetivos pedagógicos que
se plantean.
S Podrá apoyar al niño sentándolo delante, lejos de la ventana y lo más cerca
posible de él, dándole instrucciones personalizadas, asegurándose de que
termine el trabajo y recordándole al alumno que debe colocar todo el mate-
rial dentro de su mochila para llevarlo a casa. En caso de apreciarlo muy
inquieto puede ponerle tareas específicas dentro del salón a fin de permitirle
movimiento sin generar disrupción del orden. En ocasiones es óptimo per-
sonalizar los exámenes, y asegurarse de que leyó y entendió las instruccio-
nes.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Algunas estrategias
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
REFERENCIAS
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
92 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 16)
17
¿Qué hacer en casa?
Aurora Jaimes Medrano
Los padres de niños con diagnóstico de trastorno por déficit de atención con hi-
peractividad (TDAH) con frecuencia desconocen el trastorno y experimentan
desconcierto, se culpan a sí mismos y se perciben poco eficaces en su estilo de
crianza y para enfrentar este trastorno cuando ya ha generado problemas dentro
de la dinámica familiar, escolar y social. Es por ello que los padres deben infor-
marse sobre el TDAH, con la finalidad de conocer sus manifestaciones clínicas
y lograr una mejor adherencia en el tratamiento.
Las estrategias que se emplean para ayudar a los niños con TDAH en casa y
en la escuela se basan en conceptos de las teorías cognoscitivas del aprendizaje:
los padres o tutores promueven habilidades en los niños para que regulen su con-
ducta, planifiquen y organicen sus actividades para que puedan ejecutar una tarea
que se les dificulte, siendo factores importantes el mantenimiento de la motiva-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
93
94 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 17)
no, la manifestación de estas fallas es variable, es decir, no todas las personas pre-
sentan las mismas dificultades ni en todas las áreas.
S Área: activación.
S Características: los pacientes con TDAH tienden a aplazar el inicio de sus
actividades o proyectos, incluso aquellas que consideran importantes las
realizan hasta el último minuto. Es como si no pudieran empezar, y sólo lo
hacen cuando perciben la tarea como algo de aguda emergencia; no saben
identificar prioridades ni manejar su tiempo. Asimismo, esto afecta su for-
ma de organizar la información y los objetivos.
S Estrategias: enseñar al niño a leer un calendario y un horario de actividades
por realizar en casa. Enseñarle a leer la hora o utilizar un reloj digital, utili-
zando alarmas para el inicio o el término de una actividad.
a. Fraccionar o dividir las tareas largas en pequeñas y establecer tiempos
para cumplirlas.
b. Enseñarle al niño a elegir las actividades principales y las secundarias.
c. Es importante que en casa, después de la escuela, los niños cuenten con
un horario en el que se establezca su rutina, la cual debe ser planteada de
acuerdo con la situación real para que se cumpla.
d. Incluir tiempo para organizar su ropa, sus juguetes, la mochila, etc.
e. Anotar en el calendario y el horario las actividades de cuidado personal,
sistematizando el peinarse, lavarse los dientes, etc.
f. Al realizar la tarea se deberá considerar el tener un espacio único y un
horario predeterminado
S Área: foco.
S Características: se refiere a la capacidad para concentrar la atención y man-
tenerla en una tarea, logrando discriminar o filtrar otros estímulos. Es fre-
cuente que ante los distractores sin importancia (ruidos, personas, masco-
tas) o cuando se le da alguna instrucción no pueda seguirla con atención.
También puede experimentar internamente los estímulos distractores,
como sus pensamientos o sus necesidades fisiológicas (sed, hambre, ir al
baño, etc.). El foco de atención no se logra en la lectura de comprensión
alargando el tiempo para leer los contenidos y captar el significado y recor-
darlo.
S Estrategias:
a. Los padres deben dar instrucciones claras.
b. Mantener el contacto visual al hablarle.
c. Comprobar con el niño que recibió la información, es decir, pedirle que
la repita.
d. Al hacer la tarea evitar distractores como la televisión, la presencia de
mascotas, etc.
¿Qué hacer en casa? 95
lo que siente.
b. No censurar o negar que los seres humanos pueden experimentan emo-
ciones negativas.
c. Enseñarle formas de expresión de las emociones negativas que afecten
a los demás.
d. Señalar indicadores de tipo social: expresiones de agrado, desagrado, etc.
S Área: memoria.
S Características: se refiere al uso de la memoria funcional y a recuperar la
información almacenada. Con frecuencia las personas con TDAH mencio-
nan que experimentan grandes dificultades para recordar información,
eventos o actividades recientes; los niños tienden a perder sus útiles escola-
res, olvidan sus libros para hacer la tarea, tienen fallas para recordar lo que
estudiaron o leyeron o las instrucciones que les indicaron.
96 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 17)
S Estrategias:
a. Los padres deben dar instrucciones cortas.
b. Enseñar estrategias de mnemotecnia cuando estudien.
c. Elaborar recordatorios gráficos con pizarrones y notas, colocándolos en
lugares estratégicos o clave.
d. Utilizar alarmas electrónicas.
S Área: acción.
S Características: se refiere a dar seguimiento a la propia acción y controlarla.
Muchas personas con TDAH, incluso aquellas sin el trastorno, tienen pro-
blemas para controlar su conducta. A menudo son demasiado impulsivas
en lo que dicen o hacen, así como en su forma de pensar, por lo que respon-
den sin reflexionar en las consecuencias. Las personas con TDAH experi-
mentan dificultades en la interacción social, no se dan cuenta de cuándo los
demás se sienten desconcertados, heridos o contrariados por lo que ellas
acaban de decir o hacer.
S Estrategias:
a. Enseñarle al niño a través de juegos o lecturas en las que se aborde el
tema de reflexionar antes de actuar o responder a situaciones sociales.
b. Los padres deben indicar al niño que piense en las posibles consecuen-
cias de su conducta, considerando que obtener una gratificación inme-
diata no siempre tiene buenos resultados.
c. El aprendizaje a través de la imitación resulta significativo, más aún
cuando los padres funcionan como modelos por seguir en el control de
los impulsos o respuestas ante las adversidades.
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98 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 17)
18
¿Cómo trabajar en la escuela?
Aurora Jaimes Medrano
Como se ha descrito en capítulos anteriores, los síntomas del trastorno por déficit
de atención con hiperactividad (TDAH) generan un impacto en la escuela y en
las relaciones sociales e influyen significativamente en la adaptación. Es por ello
que el papel del maestro o educador es fundamental, puesto que se trata de una
figura que puede facilitar la adquisición de conductas y habilidades para regular
el comportamiento y obtener un mejor rendimiento escolar e integración con los
compañeros y las personas que representan la autoridad. Asimismo, se considera
al maestro como un modelo por seguir, el cual deberá mostrar una actitud toleran-
te, flexible y paciente y conocer las características del TDAH.
Los niños con TDAH pueden presentar otros trastornos psiquiátricos, como
los trastornos específicos del aprendizaje, el trastorno de negativismo desafiante,
etc. Esto debe tomarse en cuenta no sólo en la aplicación de estrategias dentro del
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
ESTRATEGIAS GENERALES
99
100 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 18)
cias de no cumplir las normas, las que deberán ser oraciones afirmativas.
Hay que explicar por qué hay que cumplirlas y pactar las consecuencias en
caso de no hacerlo.
S Utilizar pizarrones o imágenes como recordatorios de las reglas y activida-
des.
S Elogiar las conductas logradas y no ignorarlas o minimizarlas.
S Establecer técnicas de modificación conductual a través de la economía de
fichas, sistema de puntos.
En el caso de los niños con TDAH, establecer comunicación directa con los pa-
dres y especialistas de salud mental involucrados en el tratamiento. Esto puede
realizarse de forma rápida y efectiva a través de un registro diario de las conduc-
tas “problema” (si se presentan), evaluando su intensidad o frecuencia. Asimis-
mo, este breve reporte diario será de utilidad para valorar de forma cuantitativa
la mejoría de los síntomas del TDAH. También es recomendable que el maestro
solicite hacer solamente un trabajo a la vez y no presionar a los niños si sabe que
éstos han reaccionado con frustración y pérdida del autocontrol.
En cuanto a estrategias generales en el proceso de enseñanza–aprendizaje, se
recomienda que los maestros utilicen diversas modalidades:
Parece no escuchar cuando se le habla di- S Mantener el contacto visual al hablarle al niño
rectamente
S Tener contacto físico, caminar durante la cla-
se percatándose de que el niño mantiene la
atención
Se distrae fácilmente por estímulos irrele- S Sentar al estudiante cerca de él sin excluirlo
vantes del grupo
S Evitar estímulos distractores
¿Cómo trabajar en la escuela? 101
REFERENCIAS
1. Children and adults with attention deficit hyperactivity disorder. CHADD Educator’s Ma-
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102 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 18)
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3. http://www.chadd.org/.
4. http://www.addrc.org/.
19
Los medicamentos.
Beneficios y riesgos
Óscar Sánchez Guerrero
En este capítulo se presentan de manera sencilla los efectos terapéuticos y los co-
laterales de los fármacos que han probado ser útiles en el tratamiento del trastorno
por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Existe gran cantidad de estu-
dios científicos que demuestran el beneficio del tratamiento farmacológico a
corto y largo plazos en la modificación de los síntomas del TDAH y sus comorbi-
lidades, por lo que está justificada su utilización en el TDAH moderado y severo.
UN POCO DE HISTORIA
En los primeros años del siglo XX, cuando se sabía poco de la conducta y sus alte-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
raciones, se pensaba que los problemas de los pacientes con lo que hoy se conoce
como TDAH se debían a falta de control moral, esto es, que no habían aprendido
a regular su comportamiento, así que se recomendaba el tratamiento a base de res-
tricciones y castigos.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial se presentó una epidemia de influenza
en la que los supervivientes mostraban síntomas parecidos a los pacientes con
“deficiencias en el control de la moral”. Algunos investigadores, como el Dr. von
Economo, encontraron que las secuelas de las encefalitis se caracterizaban por
trastornos conductuales: poca capacidad para concentrarse en las tareas, extrema
irritabilidad, gran inquietud psicomotriz, etc., por lo que se empezó a considerar
que la causa de los cambios en la conducta de los niños hiperactivos podrían ser
103
104 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 19)
Es preferible que los preescolares sean evaluados y tratados por médicos especia-
lizados en neuropediatría o paidopsiquiatría. Si bien la información científica
acerca de menores de edad es limitada, los estudios muestran que el metilfenidato
Los medicamentos. Beneficios y riesgos 105
y la atomoxetina son tan eficaces en ellos como en otras edades. También existen
otros compuestos (clonidina y guanfacina) que pueden mejorar las conductas dis-
ruptivas y las irregularidades del sueño de los preescolares con TDAH. Los anti-
depresivos tricíclicos como la imipramina también ejercen efectos positivos
sobre los síntomas cardinales del trastorno. No es éste el caso de la carbamazepi-
na y el ácido valproico, útiles en la epilepsia y en trastornos del humor, por lo que
no deben emplearse en el TDAH que no esté complicado con estas enfermedades.
Cabe mencionar que en casos de complicación del TDAH con los trastornos ne-
gativista desafiante y disocial es posible agregar la risperidona en dosis bajas (1
a 1.5 mg/día), de preferencia por tiempo limitado.
En los cuadros 19–1 y 19–2 se presentan las principales características de los dos
tipos de medicamentos de primera línea aprobados por la Secretaría de Salud en
México. Son los denominados “estimulantes”, que incluyen al metilfenidato y las
anfetaminas, y los “no estimulantes”, que incluyen a la atomoxetina y los alfaa-
drenérgicos. Existen otros medicamentos que también se utilizan para el trata-
miento del TDAH; sin embargo, no son de primera elección, y su administración
depende entre otras cosas de la presencia de comorbilidad.
Los beneficios generales de estos fármacos incluyen la disminución y el con-
trol de los síntomas centrales: hiperactividad, impulsividad e inatención. Como
consecuencia se observa una mejoría en la interacción de los pacientes con el en-
torno y en el control de la conducta disruptiva. También se facilita el trabajo psi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
coterapéutico con estos chicos y sus familias, ya que al ser capaces de centrar su
atención y concentración las modificaciones conductuales se logran de manera
más efectiva. Los medicamentos no tienen la misma eficacia en todos los niños;
sin embargo, se considera que 7 de cada 10 mejoran significativamente. El médi-
co debe decidir cuál es el medicamento indicado para cada paciente, la dosis y
el tiempo de uso para lograr los mejores efectos. Cuando la respuesta al medica-
mento elegido no es satisfactoria, o ante efectos secundarios relevantes, es posi-
ble cambiar a otro fármaco. El control de los síntomas no significa que el trastor-
no desaparezca, pero sí permite que el niño se adapte mejor a las exigencias
académicas y sociales de la vida diaria.
En cuanto a los riesgos del uso de estos medicamentos, es importante hacer al-
gunas puntualizaciones. Cualquier sustancia que entra en el cuerpo provoca efec-
tos llamados terapéuticos (los buscados) y secundarios o colaterales (los no bus-
106 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 19)
S Falta de apetito: es frecuente que al inicio del tratamiento con ambos medi-
camentos disminuya el apetito, lo cual suele ser transitorio. La disminución
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
mor de abusar del medicamento está poco sustentado, sobre todo si se utili-
zan las nuevas presentaciones de acción prolongada.
REFERENCIAS
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ity disorder. Review and commentary. Pediatr Ann 2002;31(8):514–522.
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tion treatment of childhood attention deficit/hyperactivity disorder. Part 1. J Am Acad Child
Adolesc Psych 2000;39(7):908–919.
20
¿Son útiles las terapias?
Juan Carlos Reséndiz Aparicio, Bertha Atala de Santillana Verdín
Ésta es una de las preguntas que con más frecuencia se hacen los padres e incluso
los médicos que atienden a niños con trastorno por déficit de atención con hiper-
actividad (TDAH), y para contestarla primero habría que especificar el tipo de
terapia y sus objetivos. Si se hace referencia a las terapias dirigidas a mejorar la
atención y la concentración habrá que precisar que, aunque sí existen y son parte
del proceso terapéutico de muchos niños, no son tan eficaces como el tratamiento
farmacológico para los propósitos mencionados. Cabe añadir que hay terapias
psicológicas efectivas en el tratamiento de los trastornos emocionales y conduc-
tuales frecuentemente agregados al TDAH, y también se cuenta con terapias pe-
dagógicas útiles en el tratamiento de los problemas de aprendizaje tan comunes
en los menores con TDAH.
Para establecer cuáles aspectos del funcionamiento psicosocial del paciente
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
113
114 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 20)
pueden aplicar pruebas psicológicas que, entre otras cosas, sirven para precisar
el grado de funcionamiento cognoscitivo del paciente, sus limitaciones en cada
una de sus áreas, su nivel de conocimientos según su edad y grado escolar, así
como datos importantes de sus condiciones emocionales. Cuando existen defi-
ciencias en la coordinación psicomotriz ayuda la intervención del terapista físico.
Los informes del maestro complementan los de los padres y aportan datos indis-
pensables para llegar al correcto diagnóstico clínico y participar en el tratamiento
integral y específico para cada caso.
TERAPIA DE APRENDIZAJE
En otro capítulo de este libro se ha mencionado que los chicos con TDAH mues-
tran dificultades inespecíficas en su desempeño escolar derivadas de los síntomas
cardinales del trastorno: inatención, impulsividad e hiperactividad. Pero además
de estas dificultades algunos pueden padecer trastornos específicos del aprendi-
zaje (TA), como la dislexia, que ya constituyen trastornos agregados o comórbi-
dos. Cabe aclarar que, con menor frecuencia, tales TA pueden existir sin estar
asociados con un TDAH y pueden ser confundidos con éste. De ahí la importan-
cia de realizar un buen ejercicio de diagnóstico diferencial para no prescribir me-
dicamentos cuando no se necesitan.2 Debe mencionarse que existen estudios en
los que se ha establecido que los niños con TDAH pueden tener un incremento
del doble en la frecuencia de problemas de aprendizaje; para matemáticas de
13%, para lenguaje de 14% y para ambas de 23%.3 Se ha observado también que
más de 50% de los niños con TDAH pueden requerir supervisión académica, te-
niendo posibilidades de repetir años escolares hasta en 30% de ellos, y de 10 a
35% podrían abandonar el colegio o no terminar el nivel bachillerato.3 La asocia-
ción entre TDAH y TA es de 30% en promedio4 y como es lógico el abordamiento
terapéutico será más complejo en este grupo de niños.
Un paciente es portador de un TA cuando su rendimiento en lectura, cálculo
o expresión escrita es sustancialmente inferior al esperado para su edad, escolari-
dad y nivel de inteligencia, según lo indican pruebas normalizadas administradas
de manera individual. Los problemas de aprendizaje interfieren de manera signi-
ficativa en el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana que
requieren lectura, cálculo o escritura.5
Con frecuencia la primera sospecha de que existen estas dificultades tanto de
déficit de atención como de trastornos específicos de aprendizaje la detectan los
maestros en el salón de clase, o bien los padres al percibir que sus hijos no cum-
plen con parámetros acordes a los niños de su edad.
Cuando un niño presenta dificultad para aprender hay que preguntarse:
¿Son útiles las terapias? 115
Procesos de aprendizaje
Audición
Visión
Lectura
Escritura
Cálculo
Atención
Cognición
Percepción
Memoria
S Pensar
S Razonar
S Inteligencia
Figura 20–1.
116 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 20)
TERAPIA DE PSICOMOTRICIDAD
TERAPIA DE LENGUAJE
Los pacientes que han presentado un trastorno del lenguaje tienen una mayor pro-
babilidad de desarrollar trastornos de aprendizaje escolar aunque se adquiera el
proceso de lenguaje que estaba retrasado. De una manera muy sencilla las disfa-
sias (término médico para los trastornos de lenguaje) se dividen en tres posibili-
dades:
Educación
Es importante explicar al niño, a su familia y a sus maestros la naturaleza de los
problemas propios del TDAH. Este trastorno no se debe a errores de los padres
118 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 20)
ni del niño, por lo cual no hay que culparlos. Los niños suelen ser blanco frecuente
de críticas por su comportamiento, lo que afecta su autoestima. Los adultos deben
aceptar que tales comportamientos no dependen de la voluntad del niño, y cuando
se presentan deben ser corregidos con calma e inteligencia, con el apoyo en su
caso de sanciones inmediatas y sin dureza.
TERAPIA CONDUCTUAL
La terapia conductual es muy útil y puede ser el único tratamiento que necesiten
algunos pacientes con TDAH. Los problemas que mejor responden a esta terapia
son los correspondientes a los trastornos negativista desafiante y disocial que con
tanta frecuencia acompañan al TDAH. Hay programas de entrenamiento para pa-
dres que mejoran sus habilidades de crianza y así reducen el estrés familiar y el
comportamiento negativo de los niños. También pueden disminuir el riesgo pos-
terior de que éstos abusen de sustancias o desarrollen una personalidad antisocial.
TERAPIA EMOCIONAL
TERAPIA FAMILIAR
La presencia de uno o más miembros de una familia con TDAH impone a todo
el grupo una carga emocional a la que no siempre se responde de manera adecua-
da. El terapeuta u orientador familiar observa la dinámica de las relaciones inter-
personales en la familia, sobre todo las relativas a las actitudes de crianza de los
hijos y a los problemas de pareja de los padres donde puede quedar incluido el
paciente. Es evidente que tanto en el hijo con TDAH influyen las disfunciones
de la familia como repercuten en los demás los problemas de él. Este tipo de psi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
REFERENCIAS
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1ª ed. Masson, 2002.
120 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 20)
Aunque la observación sugiere que existe una relación entre el TDAH, la nutri-
ción y el comportamiento, así como una relación entre las alergias y el comporta-
121
122 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 21)
VITAMINAS
OLIGOELEMENTOS
Café
El café contiene cafeína, un alcaloide estimulante del cerebro, y al ser los estimu-
lantes los medicamentos de elección para este problema, podría inferirse que la
cafeína pudiera ser útil en el tratamiento del TDAH. La cafeína es menos efectiva
que los estimulantes y tiene muchos efectos colaterales indeseables, por ello no
debe ser considerada como una modalidad terapéutica útil en niños con TDAH.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Azúcares refinados
Las observaciones clínicas y los reportes de algunos padres sugieren que los azú-
cares refinados pueden promover reacciones conductuales adversas en los niños,
especialmente en los preescolares, y se han propuesto varias explicaciones: una
es que ciertos azúcares (glucosa) pueden influir en las concentraciones de algu-
nos neurotransmisores cerebrales y por ello en el nivel de actividad del niño con
TDAH. Otra explicación es que la ingestión de carbohidratos influye en el nivel
de ácidos grasos esenciales. Así, el nivel de ácidos grasos esenciales podría ser
influido por la ingestión de carbohidratos y secundariamente influir en la produc-
ción de insulina. Sin embargo, no existe una correlación neuroquímica y clínica
124 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 21)
Alergias
Existe la posibilidad de que algunos niños sean alérgicos a ciertos alimentos y que
las alergias y sus tratamientos puedan producir problemas conductuales. Esto lo
han informado algunos pediatras y alergólogos que sostienen que los pacientes
alérgicos tienen problemas de aprendizaje y TDAH con más frecuencia que el
resto de los menores. Algunos médicos creen que las alergias alimentarias son a
menudo la causa de problemas conductuales, pero eso no ha sido demostrado.
Los síntomas de una alergia a alimentos son muy diferentes de los síntomas
de TDAH; sin embargo, si se sospecha que un menor con TDAH tiene alergia es-
pecífica a un alimento, puede mostrar mejoría si se elimina dicho alimento de su
dieta. Es importante mencionar que en la actualidad hay muy poca evidencia de
que las alergias alimentarias desempeñen un papel importante en los problemas
de comportamiento asociados con hiperactividad en el TDAH.
OTROS TRATAMIENTOS
Tomatis), que se ofrecen como tratamientos para trastornos del lenguaje, trastor-
nos de aprendizaje, TDAH, autismo, etc.; sin embargo, la Academia Americana
de Pediatría concluye que no hay elementos científicos que soporten su beneficio
en el manejo del TDAH y los problemas de aprendizaje.
También en años recientes se ha estado utilizando la terapia con delfines o ca-
ballos para el tratamiento de autistas, retrasados mentales y pacientes con otros
trastornos del desarrollo. Aunque sin sustento científico, se siguen utilizando. Se
ha intentado transpolar estos resultados a los niños con TDAH, aunque no hay
fundamentos que apoyen su utilidad.
La terapia de estimulación visual ha cobrado auge en los últimos años; no obs-
tante, la Academia Americana de Pediatría y la Asociación Oftalmológica Ame-
ricana niegan su utilidad en el tratamiento del TDAH.
Mención aparte merece la técnica del neurofeedback, que ha logrado un desa-
rrollo importante y se utiliza para el control de afecciones emocionales y conduc-
tuales; consiste en el desarrollo del control y la regulación de la ansiedad y la aten-
ción. Algunos reportes refieren una importante mejoría en niños con TDAH
cuando logran el autocontrol de sus estados emotivos y conductuales, y se consi-
dera actualmente un tratamiento de apoyo para algunos pacientes, aunque no es
suficiente como tratamiento único del TDAH.
Hay un gran número de “otras terapias” que prometen resultados maravillosos,
como la magnetoterapia, la medicina cuántica, los factores de crecimiento y rege-
neración de mamíferos (de pato, borrego o conejo), las terapias con prismas o len-
tes, la craneosacral, así como la categorización en “niños índigo” o “cristal”, ca-
rentes de valor científico.
Como conclusión, se puede admitir que el tratamiento multimodal actual para
el TDAH no es el ideal, pero los investigadores están trabajando constantemente
en su mejoramiento. Los medicamentos disponibles son efectivos y seguros y en
la gran mayoría de los casos sus ventajas sobrepasan por completo las posibles
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
desventajas.
El riesgo mayor de los tratamientos alternativos mencionados es que su utili-
zación retarda el inicio del tratamiento adecuado (farmacológico y no farmacoló-
gico), que en el caso de los niños con trastorno de atención puede significar mucho
tiempo de frustraciones y sufrimientos, con el consecuente desarrollo alterado de
la personalidad de estos chicos, además de los graves problemas académicos que
podrían llegar a presentar.
REFERENCIAS
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126 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 21)
Durante muchos años se consideró que la problemática única del trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se presentaba en el niño y que es-
taba relacionada con los problemas escolares, ya fuese por bajo rendimiento es-
colar o por alteraciones de conducta, por lo que si se resolvían dichos problemas
se estaría solucionando el TDAH.
Actualmente se reconoce al TDAH como un trastorno crónico que tiene un im-
pacto negativo en los diversos aspectos de la vida del individuo, que incluyen los
aspectos sociales, la relación con los pares, el manejo de autoridad y el rendi-
miento académico, y que afecta cada una de las etapas de la vida de manera dife-
rente, ya que de 30 a 60% de los individuos afectados mantienen síntomas que
generan alteraciones aun en la etapa adulta.
El análisis de la historia natural del TDAH (estudio de la enfermedad cuando
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
127
128 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 22)
mos tipos de trabajo, o a los niveles de ingreso que deberían tener, con la consi-
guiente frustración y desencanto personal, pero sobre todo con una especie de
desventaja social para enfrentarse al mundo laboral.
También existe una mayor propensión en estas personas a faltar a sus activida-
des (debido a lo decepcionantes que pueden ser), a cambiar de trabajo con mayor
frecuencia que otras personas y, por ende, a no ser estables laboralmente hablando.
En relación a la hiperactividad, si bien se sabe que es un síntoma que frecuente-
mente disminuye en la etapa del adolescente, permanecen algunos remanentes
conductuales que también pueden ser problemáticos para los adultos jóvenes: la
inquietud física se convierte en “nerviosismo”, en una sensación de desazón in-
terna, de aburrimiento rápido y fácil, de no poder llenar los tiempos libres con
actividades gratas para el sujeto, y de ahí uno de los elementos para buscar gratifi-
cantes externos que incluyen actividades de alto riesgo, como la velocidad y las
actividades extremas. Otro punto que se debe tener en cuenta como consecuencia
de la hiperactividad es el cambio frecuente de actividades, el cual ya se mencionó
en relación al trabajo, pero que también obedece en parte a esta inquietud, ahora
conductual, por establecer relaciones cortas, superficiales, intercambiables, y a
la poca capacidad de comprometerse en ellas.
La impulsividad como síntoma del TDAH lleva al individuo como primer
punto a tener lo que se conoce como “búsqueda de lo novedoso”, a no poder cen-
trarse en una actividad, a ser explosivo, poco tolerante e intrusivo, y a no poder
parar cuando debe hacerlo para reflexionar sobre su conducta y modificarla; esto
es tener pobre autocontrol. Este grupo de síntomas probablemente son los más
riesgosos para el futuro, debido a que hay una alta correlación, según diversos
investigadores, entre la impulsividad y la utilización de sustancias tóxicas (alco-
hol, tabaco y drogas), así como de las conductas de riesgo social (accidentes auto-
movilísticos, inicio de vida sexual temprana y conductas antisociales).
Evidentemente, el intento de separar las consecuencias dependiendo de cada
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
uno de los síntomas de base es totalmente artificial y se presenta sólo para mostrar
la gran variedad de alteraciones que se generan, ya que la mayoría de los pacien-
tes presentan los tres síntomas, aunque en diversa intensidad, y además coexisten
con diferentes comorbilidades que determinan mayor severidad de la repercusión
social.
La problemática del abuso de sustancias es la mayor preocupación de los pa-
dres y el mejor ejemplo de esta circunstancia: desde la década de 1980 se empezó
a investigar sobre la correlación entre el TDAH y el gran número de casos que
se presentaban de adolescentes y adultos jóvenes con abuso de sustancias, inclu-
yendo tabaco, alcohol y drogas como mariguana y cocaína. De manera constante
se ha encontrado en estudios realizados en diferentes lugares y por diversos in-
vestigadores que desde que son pequeños los individuos con TDAH tienen una
propensión mayor a explorar el uso de estas sustancias, tanto por su carácter de
130 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 22)
prohibidas como por las sensaciones novedosas que puedan tener, así como por
la idea y necesidad de transgresión y de poder que se obtiene con su uso.
Existe evidencia de que los pacientes con TDAH tienen tendencia a iniciar el
uso y abuso de tabaco a una edad menor y que mantienen el tabaquismo con ma-
yor intensidad y duración; igualmente, los que experimenten con mariguana lo
harán a edades más tempranas. Esto sucede específicamente en la adolescencia,
que es cuando se presenta una serie de cambios estructurales y hormonales en el
cerebro que preparan al sujeto para el funcionamiento adulto (el desarrollo de sus
lóbulos frontales y las funciones ejecutivas, según los estudios de Giedd), así
como para el inicio de la vida social independiente y con frecuencia poco supervi-
sada.
Es fácil comprender que las personas con TDAH se encuentran en mayor ries-
go de utilizar tóxicos tanto por la distorsión dada por la sustancia como por la alte-
ración del desarrollo cerebral que presentan en esta época, así como por la falla
social y académica, tan frecuentes. En esta conducta de abuso de sustancias inter-
vienen entonces múltiples factores, como la impulsividad, la hiperactividad, la
falta de previsión de las consecuencias y aun la distracción, dado que el joven en-
cuentra que algunas de estas sustancias mejoran temporalmente la presencia de
algunos de los síntomas, como sucede con el tabaco, que optimiza la atención.
Existe entonces una gran cantidad de información sobre las consecuencias a
mediano y largo plazos del trastorno por déficit de atención no tratado. Con toda
certeza puede decirse que no todas las personas con TDAH presentarán estas con-
ductas, pero sí que la persona con TDAH está en un riesgo mayor de poder pre-
sentarlas. Los factores ambientales, como la desventaja económica y educativa,
la disfunción familiar y algunas comorbilidades, son factores que incrementan
el riesgo.
Se sabe que la impulsividad y el fracaso crónico al que están expuestos son
determinantes en la búsqueda de situaciones y actividades novedosas y de alto
riesgo de manera temprana, por lo que hay que estar preparados para dar mayor
información a los jóvenes sobre los riesgos probables, y sobre todo estar más aler-
ta ante estas conductas. Si se sabe que estos chicos tendrán mayores problemas
académicos podrán evaluarse más de cerca sus capacidades académicas para
brindar los cursos o las correcciones más tempranamente, antes de que signifi-
quen verdaderos lastres en su formación. No hay que esperar, se sabe qué va a
suceder, así que hay que hacer medicina preventiva.
En conclusión, puede decirse que las personas con TDAH tienen mayor riesgo
de presentar problemas en su vida social, académica y profesional, específica-
mente con el uso y abuso de sustancias como tabaco, alcohol y otras drogas, sobre
todo cuando además del padecimiento de base presentan comorbilidades como
el oposicionismo, el desafío y el trastorno disocial, así como desventajas sociales
(pobreza, deficiente educación familiar, padres con TDAH, uso de alcohol o de-
Riesgos sociales y abuso de sustancias 131
presión, baja cohesión grupal, fracaso escolar y pobre supervisión familiar, entre
otras), por lo que es ideal iniciar tempranamente un tratamiento personalizado e
integral para modificar y minimizar estos riesgos.
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
132 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 22)
23
Grupo de Expertos Nacionales
para el Estudio del Trastorno
por Déficit de Atención con
Hiperactividad (GENPETDAH)
Matilde Ruiz García, Eduardo Barragán Pérez
133
134 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 23)
sarrollaron los doctores Francisco de la Peña, Juan Carlos Reséndiz, Silvia Ortiz,
Juan Manuel Sauceda, Arturo Mendoza, Matilde Ruiz, Salomón Pustilnik y Ro-
berto de la Fuente, entre otros, quienes encabezados por el Dr. Eduardo Barragán
participaron en las modificaciones de la Ley de Salud y Educación para los Pa-
cientes con TDAH un par de años después.
Con la finalidad de poder establecer un grupo de trabajo que uniera esfuerzos
en relación al estudio, diagnóstico y difusión del TDAH en México, se realizó una
reunión en diciembre de 2004 en la que representantes de la Asociación Psiquiá-
trica Mexicana, la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil, la Sociedad Me-
xicana de Neurología Pediátrica y la Academia Mexicana de Neurología, en pre-
sencia de integrantes de la Academia Mexicana de Pediatría y de la coordinación
del II Consenso Nacional de Expertos para el Tratamiento Farmacológico del
TDAH, consolidaron el Grupo de Expertos Nacionales para el Estudio del Tras-
torno por Déficit de Atención con Hiperactividad (GENPETDAH), y en diciem-
bre de 2005 se logró su registro como Asociación Civil (GENPE–TDAH, A. C.)
y se constituyó la mesa directiva: como Presidente el Dr. Eduardo Barragán,
como vicepresidente el Dr. Francisco de la Peña, como tesorera la Dra. Silvia Or-
tiz, como secretaria la Dra. Matilde Ruiz y como vocales los Dres. Lino Palacios
y Juan Hernández, todos ellos investigadores del Hospital Infantil de México
“Federico Gómez” (HIMFG), del Instituto Nacional de Pediatría, del Instituto
Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” y de la Universidad Nacional Au-
tónoma de México (UNAM) (figura 23–1).
Esta asociación tiene la finalidad de establecer trabajo solidario entre los dife-
rentes profesionales de la salud para fortalecer el desarrollo de programas en la
detección, vigilancia, atención, regulación y educación del TDAH en México.
Figura 23–1.
Grupo de Expertos Nacionales para el Estudio del Trastorno... 135
Figura 23–2.
136 Trastorno por déficit de atención a lo largo de la vida (Capítulo 23)
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11. Palacios L, Manjarrez L, Patiño R, de la Barra F, Cortijo A et al.: Algoritmo de trata-
miento para el trastorno por déficit de atención en adolescentes. Psiquiatría 2007;2(23 S2):
46–49.
Índice alfabético
A de la coordinación
espacial, 69
abandono escolar, 14 visual, 69
abuso hepática, 108
de alcohol, 45 neurológica, 84
de sustancias, 54, 129, 130 alucinación, 108
acetaminofén, 109 amenorrea, 110
ácido anaritmética, 73
gammaaminobutírico, 109 anemia, 21, 80, 106
valproico, 105, 109 aplásica, 109
acidosis metabólica, 110 por deficiencia de hierro, 123
adaptación social, 32 anfebutamona, 40
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
137
138 Trastorno por déficit de atención a lo largo... (Índice alfabético)
E
G
edema, 109 galactorrea, 108, 110
encefalitis, 23, 103 gastritis, 110
viral, 1 ginecomastia, 108, 110
enfermedad glaucoma, 106
autoinmunitaria materna, 70 de ángulo cerrado, 106
bipolar, 109 guanfacina, 105
cerebrovascular, 106
de los tics, 54, 71
H
de Parkinson, 110
degenerativa, 76 hepatitis, 107, 108
140 Trastorno por déficit de atención a lo largo... (Índice alfabético)
recurrente, 109
parasomnia, 75 T
paroxetina, 107, 111
pérdida del autocontrol, 100 tabaquismo, 8, 9, 14, 130
personalidad antisocial, 54 taquicardia, 106, 108, 110
plaquetopenia, 109 terror nocturno, 23, 76
poliquistosis ovárica, 110 tic, 106
poliuria nocturna, 77, 78 torpeza motora, 13, 70
privación ambiental, 9 trastorno
problema afectivo, 64, 65
conductual, 124 ansioso, 64, 66
de aprendizaje, 1, 48, 113, 114, antisocial de la personalidad, 37,
124, 125, 128 58, 60
142 Trastorno por déficit de atención a lo largo... (Índice alfabético)