Professional Documents
Culture Documents
_________________________________________
Alan Woods *
*
Nacido en Swansea (Gales) en 1944, es licenciado en filología rusa por la Sussex University, Moscú y
Sofía. Ha jugado un papel relevante en la defensa de las ideas del marxismo en el seno del movimiento
obrero británico e internacional. Ha escrito numerosos artículos y documentos sobre el marxismo en
inglés y en castellano, y es coautor, con Ted Grant, del polémico libro “Lenin y Trotsky, qué defendieron
realmente” y de “Razón y Revolución. Es además editor la web “www.marxist.com" y es Co-Fundador
junto con Ted Grant de la Tendencia Marxista Internacional que en estos mo mentos agrupa a marxistas de
los cinco continentes y esta presente en aproximadamente 30 países. Por ultimo señalar que es el impulsor
de la campaña de solidaridad con la revolución venezolana "Manos Fuera de Venezuela"
La religión y la revolución
En todos los países a través de los siglos la iglesia se ha puesto al lado
de los opresores frente a los oprimidos. Los terratenientes ingleses traba-
jaban en estrecha colaboración con los predicadores protestantes. En
Francia, España e Italia, los sacerdotes eran los servidores abyectos de los
terratenientes y después de los capitalistas. Sin embargo, frecuentemente
las contradicciones de clase de la sociedad se han expresado con el disfraz
religioso, y esto no debe sorprender a quien esté familiarizado con el ma-
terialismo histórico. Con relación a este tema Trotsky escribía:
“Las ideas religiosas, como las demás, nacen en el terreno de las
condiciones materiales de la vida, es decir, ante todo en el de los an-
tagonismos de las clases, sólo poco a poco se abren un camino, so-
breviven, por razón del conservadurismo, a las necesidades que las
han engendrado y no desaparecen sino a consecuencia de choques y
trastornos serios”. (Trotsky. ¿Adonde va Inglaterra?. Argentina. El
Yunque editora. 1974. p. 192).
En diferentes períodos, diferentes religiones, iglesias y sectas han ju-
gado papeles diferentes, que, en última instancia, reflejaban intereses de
clase diferentes y antagónicos. Los primeros movimientos de la gran rebe-
lión contra el feudalismo fueron desafíos al poder y la autoridad de la igle-
La Iglesia y el socialismo
La Iglesia hoy
“¿No se considera correcto apelar a los juzgados cuando alguien
te ha estafado? Pero el apóstol considera que es un error. ¿Ofreces tu
mejilla derecha cuando te golpean la izquierda o respondes al ata-
que? El Evangelio lo prohíbe [...] ¿Acaso la mayoría de los procedi-
mientos judiciales y la ley no están relacionados con la propiedad?
Pero decís que vuestro tesoro no es de este mundo”. (Marx y Engels.
On religion. p. 35).
Las actividades de la Iglesia en la sociedad moderna se basan en con-
tradicciones manifiestas y en la hipocresía. Las tradiciones revoluciona-
rias de los primeros cristianos no guardan absolutamente ninguna rela-
ción con la situación actual. Desde el siglo IV a. C, cuando el movimiento
cristiano fue secuestrado por el estado y se convirtió en un instrumento de
los opresores, la Iglesia cristiana ha estado de parte de los ricos y podero-
sos contra los pobres. Hoy las principales iglesias son instituciones muy
ricas, tanto en los países musulmanes como en los cristianos.
En España la Iglesia católica, además de su enorme riqueza en tierras,
edificios y cuentas bancarias, recibe regularmente subvenciones del esta-
do con los impuestos pagados por todos los ciudadanos, independiente-
mente de si son religiosos o no, aunque al pueblo español nunca se le haya
Lenin y la religión
Engels en su prefacio a La guerra civil en Francia decía que: “con re-
lación al estado la religión es un asunto puramente privado”.
Lenin escribía en 1905:
“El Estado no debe tener nada que ver con la religión, las asocia-
ciones religiosas no deben estar vinculadas al Poder del Estado. Toda
persona debe tener plena libertad de profesar la religión que prefiera
o de no reconocer ninguna, es decir, de ser ateo, como lo es habitual-
mente todo socialista”. (Lenin. Acerca de la religión. Moscú. Editorial
Progreso. p. 6).
Sin embargo, con relación al partido, Lenin señalaba que Engels re-
comendaba que el partido revolucionario debería luchar contra la reli-
gión:
“El partido del proletariado exige del Estado que declare la reli-
gión un asunto privado; pero no considera, ni mucho menos, ‘asunto
privado’ la lucha contra el opio del pueblo, la lucha contra las supers-
ticiones religiosas, etc., ¡Los oportunistas tergiversan la cuestión co-
mo si el Partido Socialdemócrata considerase la religión un asunto
privado!” (Ibíd. pp. 25-26).
Y añadió que:
“La raíz más profunda de la religión en nuestros tiempos es la
opresión social de las masas trabajadoras, su aparente impotencia
total frente a las fuerzas ciegas del capitalismo [...] Ningún folleto
educativo será capaz de desarraigar la religión entre las masas
aplastadas por los trabajos forzados del régimen capitalista, y que
dependen de las fuerzas ciegas y destructivas del capitalismo, mien-
tras dichas masas no aprendan a luchar unidas y organizadas, de
modo sistemático y consciente, contra esa raíz de la religión contra el
dominio del capital en todas sus formas”. (Ibíd. pp. 21-22).
El futuro de la religión
¿Cuál será el futuro de la religión? Sobre esta cuestión, desde luego,
habrá una profunda diferencia de opinión entre los marxistas y los cris-
tianos y demás religiones. Naturalmente, no es posible mirar al futuro a
través de una bola de cristal, pero si se puede decir lo siguiente. Aunque
desde un punto de vista filosófico el marxismo es incompatible con la reli-
gión, sobra decir que nos oponemos a cualquier intento de prohibir o re-
primir la religión. Luchamos por la libertad completa del individuo a te-
ner su propio creencia religiosa o ninguna.
Lo que debemos decir es que debe haber una separación radical entre
la iglesia y el estado. Las iglesias no deben ser apoyadas directa o indirec-
tamente por los impuestos, ni tampoco se debe enseñar en las escuelas la
religión. Si la gente quiere religión, ésta se debe aprender exclusivamente
en las iglesias a través de las contribuciones de la congregación y predicar
sus doctrinas en su propio espacio. Las mismas observaciones son buenas
para el Islam o cualquier otra religión.
Por lo que a nosotros respecta el diálogo sobre la religión continuará,
pero esto no debe oscurecer el problema fundamental de nuestra época.
Nuestra principal tarea es unir en la lucha a todos aquellos que desean
poner fin a la dictadura del Capital que mantiene a la raza humana en una
situación de esclavitud. El socialismo permitirá el libre desarrollo de los
seres humanos, sin la restricción de las necesidades materiales.
Durante siglos, la religión organizada ha sido utilizada por los explo-
tadores para engañar y esclavizar a las masas. Periódicamente, han esta-
llado rebeliones contra esta situación. Desde la Edad Media hasta el día de
hoy, se han levantado voces de protesta contra la subordinación de la igle-
sia a los ricos y poderosos. Vemos también esto en la actualidad. El sufri-
miento de los trabajadores y campesinos, el martirio de la raza humana
bajo el infame despotismo del Capital, está provocando indignación entre
amplias capas de la población. Muchos de ellos no están al corriente de la
filosofía del marxismo, pero desean luchar contra la injusticia y la explo-
tación. Entre estos hay muchos cristianos honestos e incluso sacerdotes