You are on page 1of 18

Diversidad y similitud

organizacionales.
Perspectivas y controversias

Luis Montaño Hirose*

En un mundo recorrido por profundas


transformaciones y dominado por el rena-
cimiento de antiguas seguridades ideológi-
cas, de corte liberal, no es fácil la búsqueda
de la originalidad, de la definición de
rumbos propios
Ugo Pipitone

INTRODUCCIÓN

E l presente trabajo1 aborda el tema de la di-


versidad organizacional, resaltando la tensión
existente entre ésta y sus formas teóricas de
aprehensión, caracterizadas por un alto nivel de homo-
geneidad. Existe la inclinación a pensar que la teoría
avanza mediante la generalización de casos particulares
y que intenta dar cuenta de la heterogeneidad del fenó-
meno a través de la sistematización de las regularidades
observadas. No obstante, una doble crítica cuestionaría,
o al menos matizaría, dicha aspiración: primera, la pro-
veniente de las limitaciones propias del énfasis en el

IZTAPALAPA 48 * Profesor investigador en el Área de Organización y Socie-


enero-junio del 2000 dad del Departamento de Economía de la Universidad Autó-
pp. 35-52 noma Metropolitana Unidad Iztapalapa.
Luis Montaño Hirose

empirismo, que privilegia el estudio de 1. LAS CRÍTICAS AL PENSAMIENTO


los aspectos directamente observa- ACUMULABLE, CLASIFICATORIO Y NEUTRAL
bles, los cuales refuerzan ciertas ideas EN EL ESTUDIO DE LAS ORGANIZACIONES
preconcebidas o determinados proyec-
tos sociales; segunda, y relacionada con La insistencia en la regularidad del fe-
la anterior, la derivada del cuestiona- nómeno ha sido una constante en el
miento de un conocimiento acumulable, estudio de las organizaciones y ha per-
elaborado de manera objetiva, neutra e mitido reducir el nivel de incertidumbre
incremental. tanto de los miembros de la organiza-
La diversidad organizacional asume ción como del propio investigador. Este
diversas modalidades: en el espacio énfasis conlleva también aspectos de
internacional, en el interior de un terri- dominación ideológica y, por lo tanto,
torio nacional, entre sectores y entre las de inclinación hacia cierto tipo de pro-
mismas organizaciones. Pero esta di- yecto económico y social. La adminis-
versidad se tensa frente al avance de la tración, en tanto disciplina, ha jugado
globalización económica que genera un papel central en dicha orientación,
prototipos e impone condiciones de fun- reduciendo los espacios de lo posible
cionamiento. Es en ese espacio que en- mediante la construcción de conceptos,
cuentra un lugar propicio de desarrollo estructuras y procedimientos que se
el llamado nuevo managerialismo, que presentan como ineludibles, repetibles
propugna un uso indistinto de las pro- y ajustables a múltiples situaciones.
puestas administrativas, el cual se con- La generación de conocimiento orga-
junta con la corriente, también reciente, nizativo-administrativo se ha realizado
del nuevo institucionalismo organiza- principalmente en los Estados Unidos,
cional, para avanzar en la idea del iso- lugar histórico del surgimiento tanto de
morfismo institucional, el cual pone la gran empresa, en su versión moder-
énfasis en una tendencia hacia el esta- na, como del administrador profesional
blecimiento de modelos organizativos y de la disciplina administrativa (Chan-
similares. dler, 1962), constituyéndose en la ac-
En esta ocasión incursionaremos en tualidad como el principal productor de
algunos aspectos significativos para el modelos e instrumentos en este domi-
caso mexicano en el contexto del perio- nio. Éstos, a su vez, son transferidos a
do modernizador reciente y se estable- otros ámbitos geográficos, que poseen
cerán ciertos elementos que entran en elementos —culturales, económicos, po-
tensión en este doble juego de similitud líticos, etcétera— totalmente distintos.
y diferencia. Finalmente, se establece- Una de las ideas centrales que propi-
rán, a manera de conclusiones, algunas cian esta acción es que la administración
implicaciones que este análisis podría es una construcción científica, alejada
tener para investigaciones futuras. de cualquier contaminación subjetiva.

36
Diversidad y similitud organizacionales. Perspectivas y controversias

Varias críticas pueden hacerse a este —diría March (1994). De hecho, dado
planteamiento; un primer conjunto de que las tipologías se construyen nor-
ellas hace referencia al carácter tipo- malmente acudiendo a un número im-
lógico basado en la observación empíri- portante de casos —recordemos que
ca; un segundo grupo tiene que ver con Heydebrand (1973) realizó un estudio
el carácter social —y por lo tanto políti- de más de diez mil organizaciones—, el
co— de la elaboración del conocimiento énfasis es puesto en la construcción teó-
científico. rica más que en la comprensión de los
En el primer orden de ideas, la crítica casos en particular (Mouzelis, 1968).
inicial consiste en que la elaboración En tercer lugar, las tipologías enfa-
tipológica considera sólo una o algunas tizan los elementos de orden objetivo.
de las características del objeto estu- La estructura de la organización es ex-
diado, tales como el tipo de tecnolo- plicada por lo más fácilmente observa-
gía adoptado (Woodward, 1958; Perrow, ble y por aquellos factores que se estima
1986), las formas que asumen las es- inciden más directamente en la con-
tructuras de control (Etzioni, 1980), las ducción de la organización, como la tec-
necesidades sociales que atienden las or- nología, el tamaño y el producto, entre
ganizaciones (Parsons, 1970), la inciden- otros. Así, el saber organizacional acu-
cia de los factores contextuales —como mulado (Charue-Duboc, 1995), las re-
el entorno, el tamaño o el régimen de laciones informales (Roethlisberger y
propiedad, entre otros— (Pugh, 1963; Dickson, 1976), las minucias del len-
Mintzberg, 1983) y los rasgos cultura- guaje (Girin, 1982), la vida afectiva (En-
les nacionales (Hofstede, 1991). Estos riquez, 1997; Pagès et al. 1979; Aubert
enfoques comparten una orientación y Gaulejac, 1993), los juegos de poder
estructuralista que excluye del análi- (Clegg, 1989), entre otros, no forman
sis dimensiones fundamentales de la parte del inventario estructurante de la
conformación organizacional, princi- organización para este tipo de perspec-
palmente aquellas que permiten redi- tivas tipológicas. El cuestionario es una
mensionar su carácter procesual en de las herramientas más socorridas, 3
términos históricos, político estratégi- llegando incluso a ser éste enviado por
cos y culturales.2 correo a otros países, sin necesidad de
Por otro lado, el establecimiento de entrar en contacto directo con la reali-
tipologías se realiza generalmente con dad estudiada, lográndose así, de ma-
la intención de abarcar la totalidad de nera totalmente ascéptica, “conocer”,
los casos posibles, facilitando la tarea por ejemplo, un abanico muy amplio
del investigador al trasladar éste la de culturas y su efecto en las organi-
coherencia lógica de la clasificación zaciones desde la comodidad de un
al fenómeno estudiado, forzando la escritorio.
realidad a entrar en el cuadro explica- A su vez, en un segundo orden de
tivo: soluciones en busca de problemas ideas, resulta imperativo cuestionar el

37
Luis Montaño Hirose

carácter objetivo y neutral de la cons- dad, ella enfatiza la creciente autonomía


trucción del conocimiento. Kuhn (1971) que guardan los espacios sociales or-
propone la noción de paradigma para ganizados, la pérdida de ejes centra-
explicar el avance científico en tanto les de la organización de la sociedad y
consensos elaborados en torno a visio- el desencantamiento del mundo, por
nes compartidas del mundo, donde el ponerlo en palabras de Weber (1970).
conocimiento se obtiene de manera in- La calculabilidad, base de este proceso,
cremental. Por su parte, Latour y Wool- se deriva del avance impresionante de
gar (1988), quienes realizaron una la racionalidad instrumental, y constitu-
estancia de investigación en un insti- ye uno de sus principales elementos,
tuto biológico en los Estados Unidos, donde el saber especializado juega un
llegan a la conclusión de que el conoci- papel cada vez más importante. La ad-
miento se inscribe siempre en una red de ministración, en tanto modalidad cogni-
acuerdos tácitos no siempre cercanos tiva, ha participado en dicho descentra-
y tendientes a atender la tarea central miento. Y segundo, como apropiación
de verificación empírica de hipótesis. El constante de un espacio social, la orga-
carácter incrementalista del conoci- nización, además de generar eficacias,
miento señala un rumbo bien definido reformula identidades. Sabemos que in-
por donde deben transitar las explica- cluso partiendo de los mismos valores
ciones del mundo, limitando de manera que le permiten una inscripción legítima
considerable a todo aquel plantea- en la sociedad —la producción de satis-
miento que pretenda generar nuevos factores, por ejemplo—, la organiza-
sentidos, hasta que surja un nuevo con- ción desarrolla una serie de dispositivos
senso, una ruptura epistemológica que, —concretos y simbólicos— que le per-
sin embargo, reinicia el proceso limita- miten diferenciarse del conjunto, no
tivo anterior. El gran consenso intersub- sólo en los términos formales impuestos
jetivo sobre la ciencia administrativa no por la competitividad, sino como expre-
ha logrado aún incluir los diversos sen- sión que refuerza la pertenencia a un
tidos culturales sobre los que histórica- grupo social.
mente se han erigido las organizaciones Estos dos enfoques se yuxtaponen
de los países menos industrializados. provocando una paradoja interesante.
Por una parte, la modernidad, enten-
dida como conformación burocrática
2. MODALIDADES Y TENSIONES —en el sentido asignado por Weber
DE LA DIVERSIDAD (1970)— implica la despersonalización
de la relación y la producción de indivi-
La diversificación organizacional puede duos, instrumentalmente racionales, en
ser entendida al menos de dos maneras. pos de medios pertinentes para la con-
Primero, como resultado de la moderni- secución de fines: la despersonalización

38
Diversidad y similitud organizacionales. Perspectivas y controversias

propicia la similitud.4 Retomando esta no cesan de incrementarse en tiempos


concepción, Merton (1965) dirá que la recientes (Gergen, 1992) son ordena-
burocracia es una forma de organiza- dos de manera que eviten tanto la es-
ción de orden secundario, alejada de los quizofrenia como la incertidumbre. El
grupos primarios, en los cuales priva individuo, en la organización, reformu-
la afectividad como premisa de la soli- la su ambiente social para hacerlo más
daridad, como en el caso de la familia. familiar y menos fragmentado5 median-
Asevera que la organización burocrática te el traslado de algunas características
es indispensable para la sociedad, ya de otros espacios previamente interio-
que ésta permite alcanzar objetivos co- rizados. Este traslado —metafórico—
lectivos que no podrían lograrse desde tiene consecuencias importantes sobre
una estructura de tipo primario. La re- las estructuras formales antes señala-
lación impersonal que caracteriza a la das (Montaño, 1996, 1998).
burocracia constituye, en este plantea- Esta paradoja permite entender, al
miento, una condición para el desarrollo menos parcialmente, las dificultades
de la acción organizada y ha jugado un resultantes de la interpretación que se
papel histórico en el desarrollo de la in- hiciera de la noción de burocracia, de
dividualidad como elemento caracterís- tipo-ideal a realidad ideal. 6 La teoría
tico de la modernidad (Taylor, 1991). de la organización puede ser interpre-
La aparición de los espacios de incerti- tada como un constante movimiento
dumbre, a partir de los cuales los indi- por escapar a la visión estática, armóni-
viduos generan estrategias de actuación ca y ordenada que se promueve desde
orientadas a la consecución de fines es- los espacios convencionales de la admi-
pecíficos que reformulan el sentido de nistración. Los círculos burocráticos,
la norma burocrática será ampliamente las relaciones informales, las anarquías
estudiado por diversos autores, princi- organizadas, las estructuras flojamente
palmente por Crozier (1963) para quien, acopladas, el pensamiento posmoderno
en el contexto francés, los individuos pre- y otros esfuerzos teóricos que intentan
sentan una marcada tendencia a evitar escapar a esta visión, no son sino ejem-
la relación personal. plos que permiten reconocer el carácter
Por otra parte, al lado de esta moder- dinámico de tal paradoja.
nidad organizacional que recalca la Sociedad organizacional frente a so-
impersonalidad y privilegia la estruc- ciedad organizada: he aquí un nuevo
tura, identificamos también la necesi- tema de reflexión. La sociedad organi-
dad del individuo de inscribirse en una zacional (Etzioni, 1980) hace referencia
colectividad que le dé sentido a sus ac- a la diversidad de espacios sociales por
ciones. La multiplicidad de marcos de los cuales transita el individuo: familia,
referencia que posee el individuo y que escuela, Iglesia, ejército, teatro, hospi-

39
Luis Montaño Hirose

tal, trabajo, etcétera. Producto de la incorporación creciente de un conjunto


modernidad, la sociedad organizacional de actividades “externas”, no direc-
reconoce la capacidad de los individuos tamente ligadas al propósito formal del
para multiplicar sus espacios de actua- establecimiento: la sociedad organiza-
ción (Dubet, 1994). Esta visión contras- cional avanzó por el rumbo de la “socia-
ta con la centralidad tanto del ámbito lización” de la organización —la or-
religioso como del estatal: constituye de ganización en tanto sociedad—, lo que
hecho un preámbulo a la estrategia facilitaría con el tiempo un aparente
de retiro del Estado de actividades de regreso a la idea de sociedad como or-
las cuales anteriormente asumía una ganización (Ouchi, 1984). La autonomía
amplia responsabilidad. del espacio organizacional se desarrolla
Desde principios de siglo, Mayo cons- no contra los demás espacios sociales
tataba con inquietud la decreciente im- sino incorporando algunos de sus as-
portancia de la familia y la progresiva pectos, fortaleciendo con ello su carác-
influencia que adquiría la escuela como ter metafórico y haciendo difusas sus
espacio de socialización, propiciando propias fronteras. La diversidad organi-
con ello una paulatina pero constante zacional no es un sinónimo de indepen-
individualización y una creciente ano- dencia sino de intersección simbólica.
mia o pérdida de valores colectivos. Podemos observar así que en los paí-
Reprochaba al Estado su incapacidad ses industrializados una creciente cen-
de organizar nuevos espacios colecti- tralidad organizacional se ha desarro-
vos al interesarse los partidos políticos llado en diversos ámbitos, como el del
más por el acceso al poder que por la trabajo —aunque éste haya sido cues-
resolución de los problemas comunes tionado recientemente por la incorpo-
(Gillespie, 1991). Así, Mayo (1972), en ración de tecnologías informáticas y
el contexto de la investigación realizada formas de organización flexibles y hasta
en los talleres Hawthorne de la Western virtuales—, el de la salud, el educati-
Electric, propondrá que la gran empresa vo, etcétera. Esta autonomía organiza-
debe ocupar dichos espacios de cons- cional, como ya lo hemos dejado entrever,
trucción simbólica con objeto de resti- está en el origen mismo del actual pro-
tuir la solidaridad perdida. El desarrollo ceso de globalización —sin pretender
de dormitorios, comedores, servicios obviamente ser unicausales—. Este
médicos, instalaciones deportivas, re- proceso, sin embargo, se ve acompaña-
vistas internas, actividades culturales do de una creciente demanda de reco-
y educativas y concursos de belleza, nocimiento de las particularidades que
entre otros aspectos, anunciaba la cre- asumen las prácticas locales. La ten-
ciente importancia social de la empresa dencia hacia el regionalismo, en un mun-
para el individuo. La sociedad organi- do en proceso de globalización, es parte
zacional se conformaba a través de la de la historia cotidiana.

40
Diversidad y similitud organizacionales. Perspectivas y controversias

3. LAS FUERZAS DE LA HOMOGENEIDAD decir, marginando la capacidad es-


tratégica y simbólica de los actores. La
La administración, desde sus orígenes estrepitosa caída del sistema socialista
como disciplina, se autoproclamó cien- ha jugado seguramente un papel signifi-
tífica y universal. La propuesta taylo- cativo en esta dirección al cuestionar
rista de principios de siglo se aplicó la capacidad del Estado en los asuntos
ciertamente a los talleres pero también que conducen a la eficiencia económica,
conoció una amplia difusión en las uni- en términos de competitividad. La gran
versidades (Barrow,1993) y la admi- empresa estadounidense se levanta en-
nistración pública (Kanigel, 1997), bajo tonces como el gran laboratorio donde
el fuerte impulso de Morris Cooke. Se se fraguan los dispositivos que asegu-
caracterizó, además de la diversidad de ran la eficiencia. Así, la aplicación de
organizaciones que lo implementaron, los procedimientos y estructuras origi-
por su gran capacidad de utilización in- nados en esos lugares ha sido transfe-
ternacional, sobre todo en Europa y rido ampliamente, en épocas recientes,
en Japón. Por el contrario, el texto de al ámbito de lo público. En Estados
Taylor 7 Principios de la administra- Unidos es más común el término de
ción científica fue traducido al español nueva gerencia pública, mientras que
hasta mediados de los cuarenta (Gui- los ingleses prefieren el de nuevo mana-
llén, 1994) y publicado por primera vez gerialismo. En cualquier caso, el lema
en México, de manera privada, a prin- implícito es el mismo: soluciones priva-
cipios de los sesenta, auspiciado por un das para problemas públicos (Dixon et
grupo de empresas. La velocidad de al., 1998). El supuesto, también implíci-
transferencia se ha incrementado enor- to, es la similitud creciente entre ambos
memente desde entonces. Así, la rein- sectores.
geniería de procesos, por ejemplo, tardó Por otro lado, la corriente denomina-
sólo unas semanas en llegar a México da nuevo institucionalismo propone una
y en conocer aquí aplicaciones tanto en creciente tendencia hacia la homogenei-
el sector empresarial como en el público dad estructural. Powell y DiMaggio
y el educativo. en un artículo ya clásico sobre el iso-
El nuevo managerialismo es el re- morfismo institucional, publicado ori-
surgimiento de este viejo proyecto de la ginalmente en 1983, establecen tres
administración científica. Su principio mecanismos de cambio que impulsan
es muy simple: presupone el problema la similitud: el coercitivo, el mimético y
de la eficiencia como acotado al ámbi- el normativo, cuyos ámbitos de actua-
to organizacional, sin mayores inter- ción son el campo organizacional. Por
ferencias sociales, como unidad casi campo organizacional, los autores en-
autorreferencial, donde priva el com- tienden el conjunto de organizaciones
portamiento racional instrumental, es que, en conjunto “constituyen un área

41
Luis Montaño Hirose

reconocida de la vida institucional: los mido esta posición, conjugando los tres
proveedores principales, los consumi- mecanismos de cambio ya señalados.
dores de recursos y productos, las agen-
cias reguladoras y otras organizaciones
que dan servicios o productos similares” 4. EL CASO DE MÉXICO: DOS EJEMPLOS
(DiMaggio y Powell, 1999: 106). El me-
canismo coercitivo se reconoce por su México es un país de múltiples culturas.
imposición, proveniente de actores so- Se estima, por ejemplo, que existen
ciales poderosos, como el Estado o las cerca de 90 lenguas, habladas por más
grandes empresas. El mimético se de- del 12 por ciento de la población (Eli-
riva de la incertidumbre proveniente del zalde, 1998). La diversidad está en el
esquema de la racionalidad instrumen- centro mismo del concepto de nación.
tal —adecuación de medios a fines—, Esta diversidad, sin embargo, ha sido
dado el carácter ambiguo y múltiple de retomada en términos negativos, como
sus componentes. La imitación busca una justificación para legitimar la desi-
gualdad. La diversidad tiene raíces his-
reducir esta incertidumbre y procura a
tóricas. Así como argumentábamos que
la vez un alto nivel de legitimidad, aun-
la autonomía organizacional se ha reali-
que no necesariamente tenga efectos
zado mediante procesos de intersección
positivos en el desempeño. El norma-
con otros espacios sociales, también la
tivo, por su cuenta, se centra en la im-
conformación nacional se ha realizado
portancia del conocimiento profesional.
a través de la incorporación de nuestro
Las escuelas especializadas y las uni-
pasado. Casi tres siglos de dominio co-
versidades juegan un papel central al
lonial no pueden borrarse mediante un
producir conocimiento legítimo especia-
simple decreto de modernidad. Es po-
lizado; otro espacio importante son las
sible, incluso, rastrear algunos antece-
asociaciones profesionales.8
dentes históricos importantes que aún
En un mundo crecientemente inter- perduran desde la época prehispánica,
conectado y competitivo, las fuerzas del los cuales se han reformulado a la luz
nuevo managerialismo han dejado sen- del periodo colonial (Haring, 1990), el
tir sus efectos en el isomorfismo estructu- cual aportó un pensamiento e institu-
ral de las organizaciones. La planeación ciones medievales (Weckmann, 1996).
estratégica, la calidad total, la reinge- Así, si bien algunos autores estiman que
niería de procesos, las estructuras fle- la modernidad se inició con el descu-
xibles, los modelos posburocráticos y brimiento de América, el encuentro con
el mismo benchmarking9 son sólo al- la cultura europea, es necesario mati-
gunos ejemplos que han conocido una zar inmediatamente esta aseveración
tasa de transferencia muy elevada.10 agregando que esta modernidad no se
Los países latinoamericanos han asu- trasladó automáticamente a los distin-

42
Diversidad y similitud organizacionales. Perspectivas y controversias

tos ámbitos de la sociedad —religioso, de las veces tangencialmente, de mane-


político, económico, cultural—. Nueva ra estructural, como ya mencionamos
España nunca fue otra España, sino anteriormente. La cultura corporativa
una conformación social totalmente es en este sentido excluyente: una cul-
particular. La modernidad en México se tura de los modernos.
caracteriza por su fragilidad, depen- Un aspecto de la modernidad es sin
dencia y parcialidad; en ella chocan el
lugar a dudas la industrialización. Mé-
mundo simbólico, construido durante
xico, al igual que el resto de los países
siglos y el proyecto económico, más
latinoamericanos ingresa tardíamente
reciente, de integración mundial: diso-
a dicho proceso, asumiendo el modelo
nancia entre cultura y economía —diría
Touraine (1997)—. La desigualdad es de sustitución de importaciones, bajo
el peor trato a la diversidad. La teoría el proteccionismo estatal. Como lo men-
de la organización es un producto de la ciona Macario (1997), con la liberali-
modernidad que generalmente relega zación de la economía las empresas se
a un segundo plano los aspectos histó- han visto obligadas a modificar tanto
ricos y culturales; los aborda las más sus estrategias como sus estructuras.

CUADRO 1
Principales estrategias, mecanismos de cambio y áreas funcionales afectadas en
la década de los noventa en Chile, México y Venezuela

Cambios estratégicos recientes, Mecanismos de cambio Área funcional de


muy significativos isomórfico desarrollo

Cambio del modelo económico Coercitivo Macroeconómico

Flexibilidad. Cambios constantes Mimético Producción


en la producción y en la distribución Mercadotecnia

Contratación de consultores externos Normativo Dirección general


Varias áreas

Medición de la productividad Mimético Producción


Otras áreas

Sistema de pagos de incentivos al desempeño Mimético Personal

Administración profesional Normativo Dirección general

Producción orientada por la demanda Mimético Producción


Mercadotecnia

Desarrollo de la subcontratación Mimético Producción

Fuerte interacción entre producción Mimético Producción


y distribución Mercadotecnia

Fuerte vinculación con detallistas y Mimético Mercadotecnia


desarrollo de puntos de venta propios

Fuente: elaborado con base en Macario (1999) y DiMaggio y Powell (1999).

43
Luis Montaño Hirose

Los cambios más significativos seña- de las empresas norteamericanas, argu-


lados por la autora se encuentran en el yendo que las estrategias productivas
Cuadro 1, donde además hemos inclui- fueron relativamente desplazadas por
do los principales mecanismos de cam- las comerciales y finalmente las finan-
bio,11 de acuerdo con la propuesta de cieras, hecho que se constata, entre
DiMaggio y Powell (1999) y las princi- otros, por los puestos de dirección pro-
pales áreas funcionales afectadas. venientes de estas áreas funcionales.
Como podrá observarse, el meca- El planteamiento anterior podría
nismo coercitivo sirve como punto de conducirnos fácilmente a la concepción
referencia básico para el ajuste de las de que los países menos industria-
estrategias empresariales. Por su parte, lizados siguen el mismo camino que los
el cambio mayor de la estrategia es res- industrializados; sólo es un asunto de
ponsabilidad de la dirección general de tiempo, son países desfasados, donde la
la empresa, la cual acude principal- administración debería jugar un papel
mente al mecanismo normativo, don- importante en la aceleración de dicho
de el desarrollo de una administración proceso, reduciendo con ello la brecha
profesional, alejada de los esquemas de de la diversidad; el efecto mimético de
orden más familiar, adquiere una im- la administración resulta entonces
portancia central; la búsqueda de ase- evidente, máxime cuando la investi-
soría especializada externa se inscribe gación en los países menos industria-
en la misma dirección. La producción lizados es todavía muy incipiente. Es
sigue siendo un ámbito de preocupa- importante por lo tanto mencionar al me-
ción relevante, que empezó a desarro- nos el proceso de reapropiación, por
llarse en el periodo de la sustitución de medio del cual la organización, en fun-
importaciones (Macario, 1999) para ción de su entorno social amplio y de
agregar ahora nuevas estrategias de sus propias condiciones internas reela-
mercadotecnia. El área de personal si- bora, consciente e inconscientemente,
gue permaneciendo relativamente re- dichos esqueletos estructurales y forma-
legada. Las estrategias financieras, por les. La similitud estructural no significa
su parte, no reflejan una alta preocupa- a priori la reducción de la diversidad.
ción debido a la composición de la mues- Para avanzar en esta dirección, requeri-
tra: grandes y medianas empresas en ríamos adentrarnos de manera más
el sector del vestido. amplia y profunda en el estudio de ca-
Resulta interesante señalar una cier- sos particulares.
ta similitud con respecto a la evolución Otro ejemplo ilustrativo es el estu-
de la importancia de las diferentes áreas dio reciente de Schuurman (1997); este
funcionales de la empresa. Desde un autor analiza la evolución de la certi-
enfoque neoinstitucionalista, Fligstein ficación de calidad ISO 9000 en varios
(1999), hace el recuento para el caso países, llegando a la conclusión de que

44
Diversidad y similitud organizacionales. Perspectivas y controversias

dicha certificación ha conocido una diversas. Así, por ejemplo, las empresas
enorme aceptación, sobre todo entre los británicas son las más numerosas por
países industrializados, aunque de ma- haber sido las primeras en desarrollar
nera diferenciada. Para el resto de los el sistema de acreditación, hacia fi-
países, su incorporación ha sido más nales de los setenta. La construcción
tardía y de manera menos acelerada. de un espacio económico común en Eu-
En términos generales, la norma ISO ropa llevó a aceptar este mecanismo
9000 se ha adoptado en más de 70 paí- como una modalidad de la integración,
ses, conociendo una tasa de crecimien- mientras que los países asiáticos lo in-
to superior al 50 por ciento aunque sólo corporaron para poder ampliar sus
entre el 2 y el 3 por ciento han sido otor- exportaciones.12 Las empresas estado-
gados a empresas de países en vías de unidenses se integraron más tardía-
industrialización (Schuurman, 1997: mente pero avanzan con seguridad. Con
39, 43). El cuadro 2 ofrece una visión respecto al caso latinoamericano, es
de la evolución reciente, por países. importante señalar, además de su re-
A pesar de la tendencia hacia la ducido número, que una parte consi-
homogeneización estructural, las em- derable de las empresas que obtienen
presas de los diferentes países han la certificación son filiales de empresas
adoptado esta modalidad por razones trasnacionales o producto de alianzas
estratégicas con empresas extranje-
CUADRO 2
ras y que obedecen a una política global;
Número de empresas con certificación
de calidad ISO 9000 otras, claro, son empresas nacionales
que exportan, y que se ven obligadas a
País 1993 1994 1995
asumirla como prerrequisito de las ne-
Reino Unido 18,577 36,832 52,591 gociaciones comerciales internacionales.
Alemania 790 3,470 10,236
Francia 1,049 3,359 5,535 Pocas son las empresas que atienden
Holanda 716 2,718 5,284 exclusivamente el mercado nacional y
Italia 188 2.008 4,814
España 43 586 1,492 que hayan realizado el esfuerzo para lo-
Estados Unidos 893 3,960 8,762 grar la acreditación. El isomorfismo
Japón 166 1,060 3,762
Brasil 19 348 932 estructural proviene de estrategias di-
México 16 85 215 ferentes, en las cuales los mecanismos
Venezuela 1 2 56
Chile - 3 15 coercitivo y mimético han tenido una
relevancia especial. No es que las or-
Nota:Las fechas corresponden a los meses de
junio para 1993 y 1994 y a diciembre para
ganizaciones sean similares y hayan
1995. En los casos de Venezuela y Chile, en adoptado estrategias convergentes en
1995 el mes corresponde a junio. Para junio
de 1996, el autor estima que México alcanzó
lo concerniente a la calidad; es precisa-
la cifra de 256, mientras Brasil llegaba a mente todo lo contrario: son diversas y
1,150.
Fuente: Elaborado con base en Schuurman (1997),
el instrumento administrativo acentúa
Tablas 8 y 9, pp. 40 y 44. dicha diferencia.13

45
Luis Montaño Hirose

5. ALGUNAS CONCLUSIONES de transferencia de los modelos se ha


incrementado de manera importante en
Las razones de la diversidad y de la si- fechas recientes, sobre todo a partir de
militud son múltiples. Corresponden al los avances de la globalización. Sin
terreno formal, como la competencia embargo, es importante mencionar que
por recursos al terreno de la informa- esta tendencia isomórfica hace refe-
lidad y como la búsqueda de una iden- rencia a los aspectos estructurales de
tidad al terreno de la vida organizacio- la organización y que sus efectos sobre
nal cotidiana, a las posibilidades de la los marcos de referencia cultural han
conformación organizacional, al con- sido probablemente mucho menores.
trol establecido por actores sociales po- Hay que recordar que las organiza-
derosos, a la sensibilidad de la cultura ciones tienden a reproducir el espacio
regional, a las formas por medio de las cultural que les dio origen y que éstas
cuales los individuos interiorizan y reex- constituyen marcos de referencia par-
presan su visión del mundo en la orga- ticulares que proporcionan elementos
nización, a la sensibilidad a los cambios de pertenencia y sentido a los distintos
del entorno, etcétera. miembros. Estos marcos son importan-
Por ello, es preciso matizar la idea tes porque orientan la toma de decisio-
de que las organizaciones tienden a pa- nes y la acción cotidiana. Como dicen
recerse cada vez más. Ello es cierto, March y Olsen (1997), no es la raciona-
desde la aparición de la administración, lidad instrumental la única que incide
aunque hay que reconocer que la tasa en el comportamiento, sino la denomi-

46
Diversidad y similitud organizacionales. Perspectivas y controversias

nada lógica de lo apropiado, que corres- luciones que no sólo amplíen la toleran-
ponde a una apreciación de lo que se cia sino que reconozcan la diferencia,
espera de los individuos en dichos mar- evitando además la errónea apreciación
cos. No es porque una empresa mexica- de la diversidad como forma legitima-
na, por ejemplo, emplee los círculos de dora de desigualdad económica o social.
calidad, que sus trabajadores parece- Por ello, es difícil reducir la administra-
rán japoneses. ción a la mera repetición de los libros
El conocimiento de las organizacio- de texto que proporcionan técnicas y vi-
nes en México presenta un alto déficit, siones pretendidamente neutrales que
sobre todo en lo que se refiere al estu- desalojan del análisis cualquier alusión
dio de organizaciones concretas. El es- a la problemática social, sea ésta en
tudio de casos significa una excelente términos de racismo, de grados de de-
modalidad para avanzar en dicha direc- sarrollo, de desempleo, de machismo o
ción; sin embargo, éste debe ser con- de cualquier otra forma de exclusión.
templado como una manera de suscitar La cultura organizacional no es una
la reflexión y la discusión, y no como cultura a escala, presenta una situación
un dispositivo para comprobar certezas semejante al concepto de democracia
teóricas, elaboradas en otros espacios en las organizaciones. Ambas (cultura
geográficos. Los casos no constituyen y democracia), no son mecanismos de
ejemplos de una teoría general, sino que regulación organizacional, administra-
testimonian particularidades. En este bles, sino que pertenecen al terreno de
sentido, cada caso representa una ex- lo social amplio. Son dispositivos de ge-
cepción, si se quiere parcial, en el ámbi- neración de sentido y de resolución de
to de lo general. Los casos son ejemplos, conflicto y no formas para asegurar la
pero de construcción, que proporcionan eficiencia. Es evidentemente un abuso
al investigador parámetros de referencia del lenguaje —¿qué lenguaje no es abu-
para enfrentar situaciones nuevas. En sivo?—, que se ha forjado ya un lugar
esta perspectiva, el caso se construye en la literatura administrativa. La orga-
mediante el análisis de una realidad nización mexicana es híbrida, proponen
multidimensional que debe abarcar sus Barba y Solís (1997): es cierto, no es si-
aspectos históricos, sociales y cultura- nónimo de unicidad sino de pluralidad.
les en sentido amplio. Las tensiones En este mismo sentido, podemos decir
entre la tradición y la modernidad de- que los países en vías de industriali-
ben estar presentes. zación no constituyen tampoco un paso
La administración no es un conjunto previo a la industrialización, sino a una
de técnicas de carácter universal, sino realidad también híbrida (Pipitone,
la búsqueda de formas de organización 1994). Los procesos de diferenciación
pertinentes en un contexto de creciente organizacional deben ser estudiados a
diversidad. Su misión es proponer so- partir de la rica, contradictoria y comple-

47
Luis Montaño Hirose

ja red de relaciones sociales, construidas referencia que dificultan el estableci-


miento de fronteras precisas entre dife-
históricamente, en vez de continuar for-
rentes ámbitos y la creación, siempre
zando nuestras frágiles organizaciones híbrida, de nuevas realidades. Podría-
a entrar en estrechos marcos teóricos. mos, de hecho, con ello, acercarnos a
la noción misma de metáfora.
6
Recordemos que Weber (1970) propuso
el concepto de tipo ideal como un mero
NOTAS recurso metodológico y no como el refle-
jo fiel de una realidad. La burocracia,
1
Una versión preliminar de este traba- en este contexto, es un tipo ideal que
jo fue presentada en el Segundo Ciclo representa la forma más acabada y
de Conferencias en Administración, en moderna de dominación social. El fun-
la Universidad Autónoma Metropolita- cionalismo norteamericano la convirtió
na Unidad Iztapalapa, en 1998. Agra- en un modelo ideal, orientado hacia la
dezco a los organizadores, Alma Patricia búsqueda de eficacia.
Aduna, Epifanio García Mata y Carlos 7
Es interesante señalar que el famoso
Pérez, su amable invitación. texto Principios de administración cien-
2
Ello resulta más evidente en el caso del tífica, de Taylor, no fue aprobado para
estructuralismo cultural de Hofstede su publicación por la Asociación Ame-
(1991). Para una revisión crítica pue- ricana de Ingenieros Industriales, de la
de consultarse Montaño (en prensa) cual el autor había sido presidente.
3
Para tener una idea de la importancia La primera edición de la obra fue asu-
de este instrumento en la investigación mida por Taylor de manera privada
en administración en México, puede (Dean, 1997).
consultarse Montaño (1999). 8
Los interesados en este aspecto pueden
4
Es importante hacer notar que la des- consultar los sugestivos trabajos de
personalización no implica necesaria- Boltansky (1982) y de Knights y Morgan
mente el logro de la tarea principal, (1991).
tal como lo menciona Menzies (1970), 9
El benchmarking es un conjunto de téc-
aunque sí una tendencia hacia la ho- nicas dedicado a hallar la mejor práctica
mogeneidad. Estudiando el comporta- administrativa, dentro de un conjun-
miento de las enfermeras en un hospital to organizacional, y trasladarla hacia otra
inglés, esta autora reconoce la aparición organización. Véase, por ejemplo, Ah-
de mecanismos de defensa colectivos, de med y Rafiq (1998).
naturaleza inconsciente, que les permi- 10
Deberíamos incluir incluso la propues-
ten un trato formal, despersonalizado, ta de la cultura corporativa que com-
con el paciente con el fin de reducir los parte con la planeación estratégica la
niveles de angustia. Los procedimientos búsqueda de las particularidades de
y la estructura formales constituyen cada organización, pero siempre asu-
reforzadores de dichos mecanismos, miendo un esquema estructural único.
pero reducen la posibilidad del logro de 11
Es importante señalar que los mecanis-
la tarea, y son compartidos con otras mos de cambio propuestos por DiMaggio
instituciones que realizan actividades y Powell (1999) no ocurren aislados en
similares (Bain, 1998). la realidad sino, como ellos mismos lo
5
La noción de botes de basura —garbage mencionan, combinados. Así, es muy
can—, propuesta por Cohen et al. (1972), probable que el mecanismo mimético
la de bote de creencias de Sperber (1996), tenga, por ejemplo, que ser acompaña-
o la de bricolage, utilizada por Lévi- do por el normativo.
Strauss (1964), resultan útiles para en- 12
Recordemos el caso de Japón, por ser
tender el uso de múltiples marcos de éste casi paradigmático en lo que con-

48
Diversidad y similitud organizacionales. Perspectivas y controversias

cierne a los sistemas de calidad. Japón BIBLIOGRAFÍA


importa el control estadístico de calidad
de los Estados Unidos y, reapropiándo- Ahmed, Pervaiz K. y Mohammed Rafiq
selo, lo convierte en calidad total, pasan- 1998 “Integrated benchmarking: a ho-
do de una perspectiva técnica a una listic examination of selected tech-
organizacional. Los ingleses responden niques for benmarking analysis”,
con la certificación de calidad, que poste- en Benchmarking for Quality Man-
riormente es adoptada por los japoneses agement and Technology, vol. 5,
como requisito para continuar con su po- núm. 3, pp. 225-242.
lítica de exportaciones hacia Europa. Aubert, Nicole y Vincent de Gaulejac
13
Para complementar este breve ejemplo 1993 El coste de la excelencia, Piadós,
de la administración de la calidad, Barcelona.
mencionaremos el trabajo reciente de Bain, Alastair
Zbaracki (1998), quien partiendo de una 1998 “Social defenses against organi-
perspectiva neoinstitucionalista, con- zational learning”, en Human Re-
cluye que el uso de la administración lations, vol. 51, núm. 3, pp. 413-
de la calidad total —TQM por sus siglas 429.
en inglés— posee una dimensión retó- Barba Álvarez, Antonio y Pedro
rica más allá de su mera funcionalidad C. Solís Pérez
técnica. Dicha naturaleza retórica, de 1997 Cultura en las organizaciones. En-
acuerdo con el autor, proviene de su foques y metáforas de los estudios
naturaleza institucional; retomando a organizacionales, Vertiente Edito-
Powell y DiMaggio, el autor señala que rial, México.
el valor técnico del instrumento ha sido Barrow, Clyde W.
sobrepasado por su valor simbólico. Sin 1993 “Reconstrucción de la educación
embargo, el autor considera dos limita- superior estadounidense. Libe-
ciones importantes del análisis neoins- ralismo corporativo, hegemonía
titucional para el estudio del TQM: pri- financiera e intervencionismo es-
mero, su acento en que el mecanismo tatal”, en Eduardo Ibarra Colado
mimético es el más representativo en (comp.), La universidad ante el
la expansión de dicho conocimiento y espejo de la excelencia. Enjuegos
que éste está más orientado hacia la organizacionales, Universidad
búsqueda de legitimidad y hacia la re- Autónoma Metropolitana-Iztapa-
ducción de la incertidumbre, minimi- lapa, México, pp. 19-42.
zando sus posibilidades de mejora de Boltansky, Luc
desempeño; segundo, el autor cuestiona 1982 Les cadres. La formation d’un
que los primeros desarrolladores enfati- groupe social, Minuit, París.
cen en el carácter técnico del instrumen- Chandler, Alfred
to y en que los seguidores simplemente 1962 Strategy and Structure, MIT Press,
asuman una versión estandarizada y Cambridge, Mass.
simplificada de éste. La retórica es en- Charue-Duboc, Florence (ed.)
tendida por el autor como un discur- 1995 Des saviors en action. Contribu-
so tendiente a fortalecer ciertas visiones tions de la recherche en gestion,
que permitan la construcción, uso y ex- L’Harmattan, París.
pansión de los argumentos que funda- Clegg, Stewart
mentan una práctica. Esta retórica, 1989 Frameworks of power, Sage, Lon-
concluye Zbaracki, es consumida am- dres.
pliamente por los directivos, la utilizan Cohen, Michael, James March
para desarrollar sus programas, para y Johan Olsen
darle sentido a su experiencia y expli- 1972 “A garbage can model for organi-
car sus éxitos. zational choice”, en Administra-

49
Luis Montaño Hirose

tive Science Quarterly, vol. 17, Unidos: una explicación institu-


núm. 1, pp. 1-25. cional de las causas de la diver-
Crozier, Michel sificación en las empresas más
1963 Le phénomène bureaucratique, Le grandes, 1919-1979”, en Walter W.
Seuil, París. Powell y Paul DiMaggio (comps.),
Dean, Carol Carson El nuevo institucionalismo en el
1997 “The principles of scientific ma- análisis organizacional, Colegio
nagement by Frederick W. Taylor: Nacional de Ciencias Políticas y
the private printing”, en Journal Administración Pública/Univer-
of Management History, vol. 3, sidad Autónoma del Estado de
núm. 1, pp. 18-30. México/Fondo de Cultura Econó-
DiMaggio, Paul J. y Walter W. Powell mica, México, pp. 384-412.
1999 “Retorno a la jaula de hierro: el Gergen, Kenneth J.
isomorfismo institucional y la ra- 1992 El yo saturado. Dilemas de identi-
cionalidad colectiva en los campos dad en el mundo contemporáneo,
organizacionales”, en Walter W. Piadós, Barcelona.
Powell y Paul DiMaggio (comps.), Gillespie, Richard
El nuevo institucionalismo en el 1991 Manufacturing knowledge. A His-
análisis organizacional, Colegio tory of the Hawthorne experi-
Nacional de Ciencias Políticas y ments, Cambridge University
Administración Pública/Univer- Press, Cambridge.
sidad Autónoma del Estado de Girin, Jacques
México/Fondo de Cultura Econó- 1982 “Langages en actes et organisa-
mica, México, pp. 104-125. tions”, en Economies et Sociétés,
Dixon, John, Alexander Kouzmin Serie Sciences de Gestion, vol. 3,
y Nada Korak-Kakabadese núm. 16, pp. 1559-1591.
1998 “Managerialism —something old, Guillén, Mauro
something borrowed, little new. 1994 Models of management. Work, au-
Economic prescription versus ef- thority, and organization in a com-
fective organizational change in parative perspective, The Univer-
public agencies”, en Internatio- sity of Chicago Press, Chicago.
nal Journal of Public Sector Ma- Haring, C. H.
nagement, vol. 11, núm. 2, pp. 1990 El imperio español en América,
164-187. Consejo Nacional para la Cultura
Dubet, François y las Artes/Alianza Editorial Me-
1994 Sociologie de l’expérience, Seuil, xicana, México.
París. Heydebrand, Wolf V. (ed.)
Elizalde, Triunfo 1973 Comparative organizations: The
1998 “Más de 40 millones, población results of empirical research, Pren-
indígena de AL y El Caribe”, en tice-Hall, Nueva Jersey.
La Jornada, 29 de enero. Hofstede, Geert
Enriquez, Eugène 1991 Cultures and organizations. Soft-
1997 Les jeux du pouvoir et du decir ware of the mind, McGraw-Hill,
dans l’entreprise, Desclée de Londres.
Brouwer, París. Kanigel, Robert
Etzioni, Amitai 1997 The one best way. Frederick Wins-
1980 Organizaciones modernas, Uthea, low Taylor and the enigma of effi-
México. ciency, Penguin Books, Londres.
Fligstein, Neil Knights, David y Glenn Morgan
1999 “La transformación estructural 1991 “Strategic discourse and subjecti-
de la industria en los Estados vity: Towards a critical analysis

50
Diversidad y similitud organizacionales. Perspectivas y controversias

of corporate strategy in organiza- Intelligence and Society, vol. 9,


tions”, en Organization Studies, núm. 1, pp. 36-50. Reimpreso en
núm. 12, pp. 251-273. Karamjit S. Gil (ed.), Information
Kuhn, Thomas S. Society. New Media, Ethics and
1971 La estructura de las revolucio- Postmodernism, Springer, Lon-
nes científicas, Fondo de Cultura dres, pp. 90-103.
Económica, México. 1998 “Metaphors and organizational
Latour Bruno y Steve Woolgar action. Postmodernity, language
1988 La vie de laboratoire, La Décou- and self-regulating systems. A
verte, París. mexican case study”, en Stewart
Lévi-Strauss, Claude Clegg et al., Global management:
1964 El pensamiento salvaje, Fondo de universal theories and local reali-
Cultura Económica, México. ties, Sage, Londres, pp. 202-225.
Macario, Carla 1999 “La investigación en administra-
1999 “La reestructuración en la indus- ción. Reflexiones para el caso de
tria: los casos de Chile, México y México”, en Administración y Or-
Venezuela”, en Revista de la CEPAL, ganizaciones, núm. 2, Universi-
núm. 67, pp. 95-112. dad Autónoma Metropolitana-
March, James G. Xochimilco, pp. 7-20.
1994 A Primer on Decision Making: How 2000 “La dimensión cultural de la or-
Decisions Happen, The Free Press, ganización. Elementos para un
Nueva York. debate en América Latina”, en En-
March, James G. y Johan P. Olsen
rique de la Garza Toledo (coord.),
1997 El redescubrimiento de las institu-
Tratado de sociología del trabajo
ciones. La base organizativa de la
para América Latina (en prensa).
política, Colegio Nacional de Cien-
Mouzelis, Nicos
cias Políticas y Administración
1968 Organisation and bureaucracy.
Pública/Universidad Autónoma
An analysis of modern theories,
de Sinaloa/Fondo de Cultura Eco-
Alding Publishing, Chicago.
nómica, México.
Ouchi, William
Mayo, Elton
1972 Problemas humanos de una civili- 1984 Sociedad M. Mayor competitivi-
zación industrial, Nueva Visión, dad a través del trabajo, Addison-
Buenos Aires. Wesley, México.
Menzies, Isabelle Pagès, Max, Michel Bonetti, Vincent
1970 The functioning of social system de Gau-lejac y Daniel Descendre
against anxiety. A report on a study 1979 L’emprise de l’organisation, Presses
of the nursing service of a general Universitaires de France, París.
hospital, Tavistok Institute of Hu- Parsons, Talcott
man Relations, Londres 1970 “Social Systems”, en O. Grusky y
Merton, Robert K. G. A. Miller (eds.), The sociology of
1965 Teoría y estructuras sociales, Fon- organizations: Basic studies, Free
do de Cultura Económica, México. Press, Nueva York, pp. 75-82.
Mintzberg, Henry Perrow, Charles
1983 Structure in five: Designing in 1986 Sociología de las organizaciones,
fives: Designing effective organi- MaGraw-Hill, Madrid.
zations, Prentice-Hall, Nueva Jer- Pipitone, Ugo
sey. 1994 La salida del atraso: un estudio
Montaño Hirose, Luis histórico comparativo, Centro de
1996 “Intelligent machines and organi- Investigación y Docencia Econó-
sational spaces. A metaphorical micas/Fondo de Cultura Eco-
approach to ethics”, en Artificial nómica, México.

51
Luis Montaño Hirose

Pugh, Dereck S. Taylor, Charles


1963 “A conceptual scheme for organi- 1991 Grandeur et misère de la moder-
zational analysis”, en Administra- nité, Bellarmin, Quebec.
tive Science Quarterly, vol. 8, pp. Touraine, Alain
289-315. 1997 Pourrons-nous vivre ensemble?
Roethlisberger, Fritz y William Dickson Égaux et différents, Fayard, París.
1976 Management and the worker, Weber, Max
Harvard University Press, Cam- 1970 Economía y sociedad, Fondo de
bridge. Cultura Económica, México.
Shuurman, Hessel Weckmann, Luis
1997 Quality management and compe- 1996 La herencia medieval de México,
titiveness. The diffusion to the ISO Fondo de Cultura Económica/El
9000 standards in Latin America Colegio de México, México.
and recommendations for gover- Woodward, Joan
nment strategies, Comisión Eco- 1958 Management and Technology,
nómica para América Latina y el HMSO, Londres.
Caribe (Serie Desarrollo produc- Zbaracki, Mark J.
tivo, núm. 40), Santiago de Chile. 1998 “The rhetoric and reality of total
Sperber, Dan quality management”, en Admi-
1996 La contagion des idées, Odile Ja- nistrative Science Quarterly, vol.
cob, París. 43, núm. 3, pp. 602-636.

52

You might also like