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Introducción
Este ensayo pretende ser, ante todo, una explicación con visión crítica sobre la necesidad
existencia de un dios en el posmodernismo para el individuo.
Basándome en la teoría de Abraham Maslow sobre las necesidades del ser humano y la
forma en que deben ser saciadas, trataré de dar una idea básica sobre la disminución de
creyentes.
Por último este ensayo pretende dar respuesta a la siguiente interrogante: ¿Es necesario
un dios para sentirnos seguros actualmente?
Después de la modernidad.
Dios en el pasado.
Maslow propone seis estratos de necesidades del ser humano. Primeramente encontramos
las necesidades fisiológicas, las cuales consisten en todas aquellas que tengan que ver
para la sobrevivencia fisiológica del ser humano (respirar, alimentarse, hidratarse, etc.),
La necesidad de seguridad era saciada por la creencia de que dios proveería todo a quien
le fuese fiel.
En tiempos antiguos, cuando la medicina estaba en una etapa primitiva, la salud de las
personas eran puestas en manos de médicos que debido a la tecnología de la época poco
podían hacer ante enfermedades graves. Para las enfermedades más graves los familiares
del paciente en cuestión, y el mismo paciente, ponían a disposición de la voluntad de dios
su salud.
La moral en tiempos antiguos, y por sobre todo entre los siglos XIV y XVII era regida
por la palabra de dios. La moral propuesta por la biblia fue la moral predominante en gran
parte de la historia de la civilización tal y como la conocemos. Quizá la constitución
fundamental para las personas eran los diez mandamientos, que de por sí, y, bien
aplicados hubieran sido extraordinariamente buenos hipotéticamente hablando.
Dios en tiempos antiguos era a respuesta para casi todo. Sería un crimen decir que incluso
la misma iglesia católica creía en esto. Bartolomé de las Casas fue el primero en declarar
que las enfermedades mentales eran eso, solo enfermedades y no un acto de posesión por
algún esbirro de satanás. Bartolomé de las Casas pertenecía a esa institución, la iglesia
católica.
Dios posmodernista
En el punto anterior traté de explicar que dios era la respuesta para casi todo en épocas
antiguas. Para el individuo, dios era el factor que saciaba sus necesidades de seguridad.
Para (Sloterdijk, 2007) la no reacción de dios ante el llamado de sus clérigos se debía a:
Dios era quien satisfacía la seguridad de la mayoría en tiempos donde la salud, el acceso
a la información para la autoeducación, la libertad de elección de empleo eran escasos,
además de una existente moral regida por la religión predominante en aquel entonces.
Y en la moral ya no es válido regirse por lo que dice la biblia, y para ello, se crearon
distintos acuerdos globales sobre derechos humanos que actualmente rigen el actuar de
países, comunidades e individuos.
Conclusión
Por parte de las épocas tratadas, se le atribuyen a dios la seguridad, por tanto, en un mundo
globalizado, con la ciencia totalmente avanzada, esas necesidades fueron desapareciendo.
Si bien no desmiento la existencia de dios, y tampoco la creo inútil debido a que gran
parte de la moral que reina actualmente se la debemos al cristianismo, es innegable que
preferentemente los individuos prefieren dejar en manos de la ciencia y el estado la
seguridad que anteriormente se le atribuía a un dios.
¿Es necesario un dios para sentirnos seguros actualmente?, la respuesta a esa incógnita es
no y sí.
No, porque la salud está más avanzada, la moral ahora es regida por estatutos creados de
acuerdo a la ética y no a una religión en sí, y, no porque la sociedad está cada vez más de
acuerdo, según mi percepción, en dejar lo que es del cesar al cesar.
Sí, porque si bien gran parte de la seguridad depende de la salud, vivienda, trabajo, moral;
también está la seguridad física y además la espiritual, y ante eso, lamentablemente el
humano sigue siendo humano, es decir, está propenso a falencias. Sí, porque cada quien
es libre de creer en lo que quiera y tiene derecho a no ser juzgado por ello.
Referencias
Maslow, A. (1954). Motivación y personalidad. Harper & Rows.