Professional Documents
Culture Documents
MARCO INTRODUCTORIO
TEMA.
Recursos Naturales.
TÍTULO.
Numerosos estudios han afirmado que la deforestación está ligada a los grandes problemas
ambientales como al calentamiento global y la degradación de los suelos, que son unos de los
mayores males que han afectado actualmente a la naturaleza provocando desastres naturales que
no solo afecta a todo ser vivo, principalmente a los seres humanos.
Esa es la razón por la cual surge la problemática de reforestar las zonas públicas del centro
de la ciudad de Caraguatay causando un impacto positivo a la comunidad y del mismo modo
demostrar que la deforestación sí está ligada a los problemas ambientales contrarrestándola con la
reforestación.
PREGUNTA DE LA INVESTIGACIÓN.
¿Es posible contrarrestar los efectos de la deforestación ligados a los problemas ambientales con
la reforestación?
OBJETIVOS.
Objetivo general.
Objetivos específicos.
Determinar cuáles son los procesos a llevar a cabo para una reforestación.
Identificar las especies arbóreas aptas para una reforestación en zonas públicas.
HIPÓTESIS.
JUSTIFICACIÓN.
VARIABLES INDEPENDIENTES.
VARIABLES DEPENDIENTES.
MARCO CONCEPTUAL.
Conceptos.
Según Diccionario.
MARCO TEÓRICO.
La deforestación arrasa los bosques y las selvas de la Tierra de forma masiva causando un inmenso
daño a la calidad de los suelos. Los bosques todavía cubren alrededor del 30% de las regiones del
mundo.
Talar árboles sin una eficiente reforestación resulta en un serio daño al hábitat, en pérdida
de biodiversidad y en aridez. Tiene un impacto adverso en la fijación de dióxido de carbono (CO2).
Las regiones deforestadas tienden a una erosión del suelo y frecuentemente se degradan a tierras
no productivas.
Entre los factores que llevan a la deforestación en gran escala se cuentan: el descuido e ignorancia
medieval del valor intrínseco, la falta de valor atribuido, el manejo poco responsable de la
forestación y leyes medioambientales deficientes.
Los motivos de la tala indiscriminada son muchos, pero la mayoría están relacionados con el dinero
o la necesidad de los granjeros de mantener a sus familias. El inductor subyacente de la
deforestación es la agricultura. Los agricultores talan los bosques con el fin de obtener más espacio
para sus cultivos o para el pastoreo de ganado. A menudo, ingentes cantidades de pequeños
agricultores despejan hectáreas de terreno arbolado, para alimentar a sus familias, mediante tala y
fuego en un proceso denominado «agricultura de roza y quema».
Las operaciones madereras comerciales, que proporcionan productos de pulpa de papel y madera
al mercado mundial, también participan en la tala de innumerables bosques cada año. Los
leñadores, incluso de forma furtiva, también construyen carreteras para acceder a bosques cada
vez más remotos, lo que conlleva un incremento de la deforestación. Los bosques y selvas también
caen víctimas del crecimiento urbano constante.
La deforestación tiene muchos efectos negativos para el medio ambiente. El impacto más
dramático es la pérdida del hábitat de millones de especies. Setenta por ciento de los animales y
plantas habitan los bosques de la Tierra y muchos no pueden sobrevivir la deforestación que
destruye su medio.
La deforestación es también un factor coadyuvante del cambio climático. Los suelos de los bosques
son húmedos, pero sin la protección de la cubierta arbórea, se secan rápidamente. Los árboles
también ayudan a perpetuar el ciclo hidrológico devolviendo el vapor de agua a la atmósfera. Sin
árboles que desempeñen ese papel, muchas selvas y bosques pueden convertirse rápidamente en
áridos desiertos de tierra yerma.
La eliminación de la capa vegetal arrebata a los bosques y selvas de sus palios naturales, que
bloquean los rayos solares durante el día y mantienen el calor durante la noche. Este trastorno
contribuye a la aparición de cambios de temperatura más extremos que pueden ser nocivos para
las plantas y animales.
ACTUALIDAD.
Una tercera parte del total de la tierra está cubierta por bosques, lo que representa cerca de 4 000
000 000 (cuatro mil millones) de hectáreas. Hay 10 países que concentran dos tercios de este
patrimonio forestal: Australia, Brasil, Canadá, China, la República Democrática del
Congo, India, Indonesia, Perú, la Federación Rusa y los EE. UU. Estos han sido explotados desde
hace años para la obtención de madera, frutos, sustancias producidas por diferentes especies o para
asentamientos de población humana, ganadería y agricultura. Indonesia, Malasia, Paraguay,
Bolivia, Zambia y Angola han sido los países que más superficie forestal han perdido
En los países más desarrollados se producen otras agresiones hacia la corteza boscosa, como
la lluvia ácida, que comprometen la supervivencia de los bosques, situación que se pretende
controlar mediante la exigencia de requisitos de calidad para los combustibles, como la limitación
del contenido de azufre.
En los países menos desarrollados las masas boscosas se reducen año tras año, mientras que en los
países industrializados se están recuperando debido a las presiones sociales, reconvirtiéndose los
bosques en atractivos turísticos y lugares de esparcimiento.
Mientras que la tala de árboles de la pluviselva tropical ha atraído más atención, los bosques secos
tropicales se están perdiendo en una tasa sustancialmente mayor, sobre todo como resultado de las
técnicas utilizadas de tala y quema para ser reemplazadas por cultivos. La pérdida
de biodiversidad se correlaciona generalmente con la tala de árboles.
La deforestación es un proceso antiguo que se ha incrementado en los últimos tres siglos, con un
promedio de seis millones de hectáreas anuales. Principalmente se produjo en el Hemisferio Norte,
en los siglos XVIII y XIX, aunque en el siglo XX comenzó a realizarse en el Hemisferio Sur,
especialmente en las selvas tropicales de la región amazónica.
Un total de 36.262 hectáreas de bosque o tierras forestales sufrieron cambio de uso en el Gran
Chaco Americano durante enero de 2017.
En enero del 2017 se detectaron cambios en la cubierta natural en el Gran Chaco Americano, la
cual sufrió cambio de usos en 36.262 ha. En comparación a las 29.937 ha del mes anterior, en el
mes de enero un aumento de 6325 ha de dicha superficie. Se obtuvieron así unas 1250 ha/día en
comparación a 1032 ha/día del mes de diciembre pasado. A modo de comparación, las 36.262 ha
equivaldrían a un área de más de 3,2 veces la ciudad de Asunción y a más de 1,8 veces la ciudad
de Buenos Aires
De las 36.262 ha de bosques o tierras forestales que registraron cambio a otros usos en éste mes,
Paraguay registró el mayor porcentaje de deforestación con 55 % de áreas de desmonte, seguido
por Argentina con 29 % y Bolivia con 16 %. En el caso específico de Paraguay, el promedio de
deforestación fue de 642 ha/día, Argentina registró un promedio de 335 ha/día y Bolivia 193
ha/día.
En el Gran Chaco, el distrito que mayor cambio de cobertura presentó fue Mariscal Estigarribia,
en el Departamento de Alto Paraguay, con unas 13.520 ha, en Argentina, la máxima se registró en
Almirante Brown, en la provincia del Chaco, con unas 2802 ha y en Bolivia, Charagua (Santa
Cruz) obtuvo el área de cambio más extensa, con 4104 ha de cambio. Se presenta la distribución
geográfica de la deforestación en el Gran Chaco Americano y las cifras por municipio.
De acuerdo a la consulta realizada mediante imágenes satelitales Modis sobre el estado de las
aguas en cuencas y abanicos aluviales, se obtuvo como resultado un aumento de las superficies
cubiertas por agua en el mes de enero, obteniéndose un total 5.341.073 ha a diferencia del mes de
diciembre que arrojó como resultado un total de 1.917.574 ha con agua. Es importante resaltar que
este estudio está dado a una resolución espacial de 250 metros, es posible que cuerpos de aguas
pequeños no sean registrados.
Del 1 al 31 de enero del 2017, se detectaron en el Gran Chaco Americano, un total de 22.043 focos
de calor correspondientes a los países de Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay, representando un
aumento en relación al periodo de monitoreo anterior (1 al 30 de noviembre del 2016) en el cual
se detectaron 18.592 focos de calor. Cabe destacar que el 60 % de los focos detectados
corresponde a Paraguay y el 24 % a Argentina, el 11 % a Bolivia y el 5 % a Brasil.
EFECTOS DE LA DEFORESTACIÓN.
Los árboles contribuyen en gran medida a la existencia humana mediante la conversión de dióxido
de carbono en oxígeno respirable No sólo el impacto de deforestación afecta este proceso natural,
también la quema de árboles comunes en la deforestación libera grandes cantidades de dióxido de
carbono a la atmósfera, contribuyendo al efecto de gases de efecto invernadero y, posiblemente,
afectando y produciendo el calentamiento global.
TIPOS DE DEFORESTACIÓN.
Deforestación industrial: Es la que provocan las industrias del mueble y la madera con el
fin de utilizar la materia prima extraída de la tala de árboles.
LA REFORESTACIÓN.
Por extensión se llama también reforestación, aunque sería más correcto el término forestación, a
la plantación más o menos masiva de árboles, en áreas donde estos no existieron, por lo menos en
tiempos históricos recientes (igualmente, unos 50 años). Del mismo modo también es conocida
como la acción de repoblar una zona la cual fue afectada por fenómenos que lo llevaron a una
Deforestación ya sea intencional o natural.
OBJETIVOS DE LA REFORESTACIÓN.
Especies repobladoras
Matorral
Bosque degradado
Retama ssp.(retamas)
Bosque de ribera
De interés económico.
Cupresáceas.
Las reforestaciones y sus componentes que contemplan la siembra de árboles para producción o
para proteger el medio ambiente tienen impactos ambientales positivos también negativos.
Impactos positivos.
Las plantaciones y la reforestación de las tierras deterioradas y los proyectos sociales de siembra
de árboles producen resultados positivos por los bienes que se producen y por los servicios
ambientales que prestan.
Las plantaciones ofrecen la mejor alternativa a la explotación de los bosques naturales para
satisfacer la demanda de madera y otros productos combustibles. Las plantaciones que se realizan
para la producción de madera, generalmente emplean las especies de crecimiento más rápido y el
acceso y la explotación son más fáciles que en el caso de los bosques naturales pues dan productos
más uniformes y comercializables. Asimismo, las plantaciones comunitarias para la producción de
leña y forraje, cerca de los poblados, facilitan el acceso de los usuarios a estos bienes y, a la vez,
ayudan a aliviar la presión sobre la vegetación local, que puede ser la causa del corte y pastoreo
excesivo. El pastoreo se establece, generalmente, en los terrenos marginales o inapropiados para
la agricultura (Por ejemplo, los terrenos forestales existentes o las zonas deterioradas); las
plantaciones originan un uso beneficioso y productivo de la tierra que no compite con los usos más
productivos.
La cobertura arbórea también ayuda a reducir el flujo rápido de las aguas lluvias, regulando, de
esta manera, el caudal de los ríos, mejorando la calidad del agua y reduciendo la entrada de
sedimento a las aguas superficiales. Debajo de los árboles, las temperaturas más frescas y los ciclos
húmedos y secos moderados constituyen un microclima favorable para los microorganismos y la
fauna; ayuda a prevenir la laterización del suelo. Las plantaciones tienen un efecto moderador
sobre los vientos y ayudan a asentar el polvo y otras partículas del aire.
Al incorporar los árboles a los sistemas agrícolas, pueden mejorarse las cosechas, gracias a sus
efectos positivos para la tierra y el clima. Finalmente, la cobertura vegetal que se establece
mediante el desarrollo de las plantaciones en gran escala y la siembra de árboles, constituye un
medio para la absorción de carbono, una respuesta a corto plazo al calentamiento mundial causado
por la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera.
La incorporación de árboles, como parte de un programa forestal social, puede tener diferentes
formas, incluyendo las arboledas comunitarias, las plantaciones en el terreno gubernamental o en
las vías de pasaje autorizado, alrededor de los terrenos agrícolas, junto a los ríos y al lado de las
casas. Este tipo de plantación causa pocos impactos ambientales negativos. Los árboles dan
productos útiles y beneficios ambientales y estéticos. Los problemas comunes que surgen de estas
actividades son de naturaleza social.
Los árboles sembrados para protección, por ejemplo, como fajas protectoras o guardabrisas o para
estabilizar las laderas, controlar la erosión, facilitar el manejo de cuencas hidrográficas, proteger
las orillas de los ríos o fijar las dunas de arena, son beneficiosas por naturaleza y proveen
protección y servicios ambientales. Si surgen problemas, muy probablemente, serán sociales
(cuestiones de tenencia de las tierras y los recursos).
Sensibilización ambiental.
Impulsa la acción ciudadana en defensa del medio ambiente, participando en acciones forestales,
sensibilizando a la población, incentivando la participación social y promueve la educación
ambiental. Las reforestaciones participativas son plantaciones organizadas por asociaciones de
voluntariado ambiental, centros educativos, ayuntamientos, etc. con el objetivo de mejorar,
restaurar y conservar espacios naturales degradados.
Impactos negativos.
Las grandes plantaciones comerciales tienen el potencial para causar efectos ambientales negativos
de mucho alcance y magnitud. Los peores impactos se sienten donde se han cortado los bosques
naturales para establecer plantaciones.
Con la excepción de los proyectos que emplean siembras de enriquecimiento o plantación debajo
de los otros árboles, el terreno destinado a este propósito se prepara, generalmente, limpiando la
vegetación competitiva.
Los impactos negativos de la preparación del sitio incluyen, no sólo la pérdida de la vegetación
existente y los valores ambientales, económicos y sociales que ésta pueda tener, sino también los
problemas ambientales relacionados con el desbroce de la tierra: la mayor erosión, la interrupción
del ciclo hidrológico, la compactación del suelo, la pérdida de nutrientes y la disminución
consiguiente en la fertilidad del suelo. Aunque perjudiciales, muchos de estos efectos pueden ser
de corta duración; el sitio comienza a recuperarse una vez que se lo replante y la vegetación se
restablezca.
Las plantaciones son bosques artificiales: los árboles se manejan, esencialmente, como cultivos
agrícolas de ciclo largo. Como tales, muchos de los impactos agrícolas negativos que son
inherentes en la agricultura, ocurren también en la plantación forestal. La magnitud del impacto
depende, en gran parte, de las condiciones existentes en el sitio antes de plantarlo, las técnicas de
preparación, las especies sembradas, los tratamientos que se dan durante la rotación, la duración
de la misma y los métodos de explotación.
Las actividades de reforestación y forestación en las regiones más áridas, especialmente, pueden
agotar la humedad de la tierra, bajar el nivel del agua freática y afectar el flujo básico hacia los
ríos.
Como cualquier otro cultivo agrícola, las plantaciones de árboles de crecimiento rápido y ciclo
corto pueden agotar los alimentos del suelo y reducir la fertilidad del sitio, al eliminar,
repetidamente, la biomasa y trastornar el suelo. Este es el caso, también para las rotaciones de ciclo
largo, pero los efectos son menos notorios: la compactación de la tierra y los daños que ocurren
durante el desbroce del sitio (remoción de la vegetación por medios físicos o quemado), la
preparación mecánica y la cosecha. Puede ocurrir erosión en las plantaciones si la cobertura es
incompleta o falta monte bajo. La acumulación de hojarasca debajo de las plantaciones aumenta
el riesgo de incendio y reduce la infiltración de las agua de lluvia y si predominan una o dos
especies en la hojarasca, se puede cambiar las características químicas y bioquímicas del suelo.
Las hojas muertas de las plantaciones coníferas (pinos) pueden acidificar el suelo.
Algunas especies producen toxinas que inhiben la germinación de las semillas de las otras especies.
Las plantaciones con riego pueden causar conflicto con los demás usuarios del agua y causar otros
impactos ambientales y sociales que son comunes en los proyectos de riego.
El agua de retorno de las plantaciones con riego, ubicadas en las zonas semiáridas, puede ser salina,
haciendo que sea menos útil para otros usos y bajando la calidad de las aguas superficiales, pueden
contaminar el agua superficial y freática y representar un peligro directo para la salud de todas las
personas que las utilicen.
Impactos indirectos.
Los impactos indirectos de las grandes plantaciones comerciales incluyen los resultados de la
construcción de los caminos para transportar la madera y de las industrias que la procesan.
Factores de riesgo.
Aun cuando se han tenido en cuenta todos los factores involucrados, incluyendo las
experiencias locales exitosas, hay ciertos factores de riesgo que pueden influir en el
establecimiento del plantío que son impredecibles y que hay que tener previsto si se quiere más
seguridad en el éxito final. Algunas son:
Huracanes: Los huracanes son impredecibles y pueden a su paso, destruir toda la
plantación, un modo de palear esta situación es la utilización de variedades de rápido
crecimiento y resistentes a los vientos fuertes sembrados en fila en los bordes de la
plantación para que sirvan de cortinas rompe vientos.
Inestabilidad climática: Aunque en promedio, las lluvias de una zona sean adecuadas para
la supervivencia y desarrollo de cierta especie de árboles, siempre existe la posibilidad de
años especialmente secos que pueden matar las plantas, especialmente cuando aún son
jóvenes. La posibilidad de contar con riego alternativo durante las etapas tempranas de
desarrollo puede resolver este problema, pero desgraciadamente los costos del sistema lo
hacen económicamente insostenible para las grandes y medianas plantaciones.
Surgimiento inesperado de plagas: En ciertos casos, plagas de insectos u hongos cuya
población estaba equilibrada en la zona, pueden verse favorecidas por la variedad del árbol
sembrado, y comienza una reproducción desmedida que puede afectar notablemente la
plantación. El uso de pesticidas puede resolver la situación.
Lo mismo puede suceder con algunas enfermedades virales cuya solución en muchos casos
se limita a cortar sin excepción grandes áreas aledañas al brote para evitar su propagación.
CAPITULO II
MARCO METODOLÓGICO.
Diseño de Investigación.
Población.
Muestra.
23%
77%
11%
89%
19%
81%
4-¿Apoyas la reforestación?
Si No
10%
90%
42%
58%
En el gráfico N° 5, con la pregunta ¿Crees que las zonas públicas céntricas de la ciudad poseen
una deforestación luego de éstos fuertes temporales? La mayoría que corresponde al 58% ha dicho
que No y el 42% restante ha dicho que Sí.
47%
53%
En el gráfico N° 6, con la pregunta ¿Crees que las zonas públicas céntricas de la ciudad como la
Plaza de los Héroes necesita de una Reforestación? El 53% ha seleccionado la opción Si y el 47%
ha seleccionado que No.
7-¿Conoces las especies arbóreas presentes en nuestra
ciudad?
Si No
41%
59%
En el gráfico N° 7, con la pregunta ¿Conoces las especies arbóreas presentes en nuestra ciudad?
La mayoría de los encuestados ha dicho que No conoce, lo que correspondería al 59% y el 41% ha
dicho Sí conoce.
32%
68%