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Cómo cultivar pimiento

Conoce a fondo este alimento con estupendas propiedades nutricionales. En este artículo te
explicamos los pasos necesarios para que aprendas cómo cultivarlo.
.

El pimiento es el fruto comestible de la planta del mismo nombre. Pertenece


a la familia de las solanáceas y está emparentado con la patata, el jitomate y la
berenjena.

Su introducción en Europa supuso un avance importante en las costumbres


culinarias debido a que se empleó como un sustituto de la pimienta negra y,
aunque su consumo data de hace varios siglos, la popularidad de algunas
variedades que se consumen en la actualidad son recientes.

Hoy en día, podemos encontrar muchos tipos de pimientos disponibles en el


mercado y, si así lo deseas, puedes elegir cuál variedad deseas cultivar con base
en su tamaño, color o, incluso, el nivel de picor que tú gustes. Prácticamente, para
cada variedad de pimiento existe una forma de cocinarlo.

Si te interesa cultivarlos, es importante que sepas que, como todas las


solanáceas, su planta es muy exigente en nutrientes y requiere de sus buenas
dosis de calor. Soporta muy bien las altas temperaturas, pero es bastante sensible
al frío. Por esta razón, su cultivo tiene lugar durante el verano y parte del otoño,
aunque gracias a la producción en invernadero podemos encontrar pimiento en el
mercado durante todo el año.

¿SABÍAS QUÉ?

Con los pimientos verdes se puede preparar una mermelada, que resulta muy
adecuada para preparar tartas o acompañar alimentos como los quesos.

Principales beneficios de los pimientos.

El pimiento resulta un alimento muy versátil y se ha convertido en un


producto ideal para seguir una alimentación sana y equilibrada. Destaca porque
cuenta con diversas propiedades benéficas para la salud de aquellas personas
que tienden a consumirlo de manera habitual.

Entre sus principales beneficios podemos encontrar:


• El principal componente del pimiento es el agua, lo que lo hace una
hortaliza con bajo aporte calórico. Además, su contenido proteico es
muy bajo y apenas aporta grasas.

• Son ricos en fibra, lo que los hace una buena recomendación para
las personas con sobrepeso o problemas de estreñimiento.

• Destaca por su alto contenido en vitamina C. Los pimientos rojos


contienen incluso más que otros alimentos como la naranja y la fresa.

• La vitamina C, además de ser un potente antioxidante, interviene en


la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes.

• Es muy recomendado para la dieta de mujeres embarazadas, gracias


a su alto contenido en folatos.

• Tienen efectos anticancerígenos y son un excelente aliado para


reducir el daño en las células causado por los radicales libres.

• Su mineral más abundante es el potasio. El potasio es esencial para


la transmisión de los impulsos nerviosos y para la actividad muscular.

• Es rico en vitamina A, la cual es esencial para la visión, el buen


estado de la piel y para el buen funcionamiento del sistema
inmunológico.

• Además, tiene efecto diurético, lo que ayuda a eliminar toxinas y


regular la tensión arterial.

• Son ricos en licopeno, un caroteno con propiedades antioxidantes,


que ayuda a la prevención del cáncer de próstata.

• Favorece la absorción del hierro de los alimentos y aumenta la


resistencia a las infecciones.

• Su consumo mejora el flujo de sangre al cerebro, por lo que previene


ciertos trastornos mentales relacionados con la edad y mejora la
memoria.

• Estimulan la secreción gástrica. Si bien, los pimientos dulces son


muy buenos para personas con estómago delicado, hay que tener
cuidado con las variedades picantes puesto que pueden resultar
irritantes.
¿SABÍAS QUÉ?

El color de los pimientos rojos se debe a un caroteno, la capsantina

Características principales.

Los pimientos pertenecen a la familia de las Solanáceas y, en concreto, al


género Capsicum. Se le conoce por diferentes nombres, según la región
geográfica, lo que puede llegar a generar un poco de confusión. Hay variedades
dulces y variedades de sabor picante. A estas últimas se les suele llamar chiles,
para distinguirlos de sus parientes dulces y contienen una alta concentración de
capsaicina, una sustancia irritante que le ayuda a la planta a protegerse del ataque
de mamíferos. Como dato curioso, las aves no son susceptibles al picor de la
capsaicina, lo que les facilita esparcir las semillas cuando consumen el fruto.

La planta del pimiento es originaria de México, de hecho, hay evidencias


arqueológicas que demuestran que fue cultivado hace más de 6000 años. No
obstante, también se cree que su cultivo se habría dado simultáneamente en
diferentes lugares de Sudamérica y Centroamérica, tales como Bolivia o Perú. Era
conocido por el nombre de «chili», pero los españoles y portugueses lo bautizaron
con los nombres de pimiento y pimiento de Brasil.

Los pimientos fueron llevados a Europa por Cristóbal Colón, luego de su


primer viaje a América, pero su popularización en España comenzó a realizarse
hasta el siglo XVI. Posteriormente, se extendió a Italia y a Francia para distribuirse
por toda Europa. Hay diferentes versiones que explican su posterior extensión en
el mundo. Muchos creen que fueron los españoles —que por aquellos tiempos
dominaban el comercio en Asia—, quienes lo llevaron a las Filipinas, a la India, a
China y a Japón. No obstante, hay evidencias que sugieren que fueron los
portugueses quienes lo cultivaron en Goa, en la India —que en aquel entonces era
colonia portuguesa— y de allí se extendió a Turquía, Hungría y Asia Central.

Con base en su cultivo, pueden considerarse dos variedades en el pimiento:

• Variedades dulces: Presentan frutos de gran tamaño para consumo en


fresco e industria conservera. Dentro de este grupo encontramos el
pimiento morrón y el pimiento dulce italiano.
• Variedades de sabor picante: muy cultivadas en Sudamérica, suelen
ser variedades de fruto largo y delgado. Aquí encontramos los
pimientos de Padrón y de Gernika.

Por otro lado, también podemos clasificar diferentes variedades, según su


uso en gastronomía. De esta manera tenemos:

• Pimiento morrón, muy usado en ensaladas o asados. Tiene distintos


nombres: «ají dulce» en Venezuela y Colombia, «ajicito» en Puerto
Rico, «cachucha» en República Dominicana, «locote» en Paraguay y
«Pimentón» en Ecuador. Es una variedad gruesa, carnosa y de gran
tamaño. Se puede consumir crudo y asado o como ingrediente de
guisos y estofados.

• Guindillas, se usan para dar un toque picante a los guisos. Es el


denominado propiamente «chile».

• Pimiento de Padrón, para comer frito. Es originario de Padrón, Galicia.


Es de pequeño tamaño y forma alargada. Se consume verde y fresco,
y presenta un sabor un tanto picante.

• Pimiento dulce italiano: su forma es alargada, fina y la piel es de un


color verde brillante que se torna rojo conforme madura.

• Pimiento del piquillo, excelente para rellenar. Es originario de Lodosa y


suele comercializarse en conserva. Su piel es de un rojo intenso. Es
una variedad carnosa y compacta. Su sabor es picante, aunque
también puede encontrarse dulce.

• Pimiento choricero, bastante popular en la gastronomía española. Es


el ingrediente principal de la salsa vizcaína y es un ingrediente básico
en las patatas a la Riojana.

• Pimiento de Gernika: se produce en el País Vasco. Es un fruto


pequeño, de color verde, estrecho y alargado, que se consume sobre
todo frito.

• Pimiento amarillo, tiene diferentes usos. Como acompañamiento,


asado, adobado, como condimento, etcétera.

• Ñora, también denominada «Bola» en Alicante y Murcia, de donde es


originaria. Suele servirse frita, como acompañamiento, o como
condimento para diversos platos.
¿SABÍAS QUÉ?

Por razones aún desconocidas, las personas que son alérgicas


al látex también pueden serlo al pimiento.

Condiciones necesarias para el cultivo de pimiento.

Para sembrar pimiento de forma eficaz, hay que tener en cuenta los
siguientes requerimientos en nuestro cultivo:

1. Riego: Para cultivar pimiento, el riego debe ser abundante y regular. No


obstante, debemos procurar no excedernos con la cantidad del agua. Un exceso
de riegos podría producir la caída de las flores.

ALGUNAS RECOMENDACIONES EN CUANTO AL RIEGO:

El suelo debe permanecer húmedo al tacto en todo momento. Esto es muy


importante ya que el pimiento requiere permanecer expuesto al sol durante mucho
tiempo.

El pimiento está compuesto principalmente de agua por lo que debemos


procurar que siempre esté bien regado.

Lo ideal para este tipo de cultivos es el riego por goteo, así nos aseguramos
que no le falte agua sin llegar a encharcar la planta.

La humedad óptima se consigue regando con una frecuencia de 1 o 2 días.


Pero ten en cuenta que los pimientos cultivados en climas más calientes quizás
necesiten más agua.

2.5 a 5 cms. de agua por semana es la cantidad recomendada, en


condiciones de cultivo moderadas.

Recuerda que el pimiento soporta bien las temperaturas elevadas siempre y


cuando haya una humedad adecuada, por lo que antes de sembrar, asegúrate de
que la tierra donde las plantarás se drena fácilmente.

Si tu jardín tiende a inundarse, es necesario que hagas todo lo posible para


solucionarlo.
Puedes crear pendientes para que el agua escurra hacia un lado e instalar
canaletas para que sea más fácil recoger el agua.

Otra técnica eficaz es crear montículos de tierra y sembrar sobre ellos, así se
acumulará menos agua al pie de tus plantas.

En el momento de plantar, aporta una buena cantidad de mantillo, composta,


turba o estiércol para esponjar el suelo y airearlo. Si además le echas arena de río
y lo mezclas bien con la tierra el resultado será favorable.

En casos extremos, lo mejor será que instales una red de tuberías de


drenaje.

2. Clima: Son bastante sensibles a los cambios de temperatura. Si existe


discrepancia entre las temperaturas nocturnas y las diurnas, esto puede alterar el
desarrollo de las flores.

No le gustan nada las heladas, por lo que en otoño e invierno solo es posible
cultivarlo en invernaderos.

ALGUNAS RECOMENDACIONES EN CUANTO AL CLIMA:

Siempre espera el inicio de la primavera para plantar los pimientos.

La temperatura óptima para un buen desarrollo varía entre los 20 y los 26 ºC.
Las altas temperaturas provocan la caída de las flores, mientras que las más bajas
producen pimientos pequeños e incluso con malformaciones.

El pimiento es una planta muy exigente en luminosidad, sobre todo en los


primeros estados de desarrollo y durante la floración. Requiere al menos 6 horas
de luz para su cultivo. Si bien, no requiere tanto sol como la berenjena, si es más
exigente que el tomate.

El sol directo y pleno proporcionará suficiente luz y calor para estimular el


crecimiento de tus plantas.

La temperatura media para un buen crecimiento está comprendida entre los


20 y los 26º C, aunque soporta bien temperaturas más elevadas, siempre que la
humedad sea la adecuada.
Puedes proteger tus plantas con cubiertas con aislamiento térmico en las
noches muy frías. Estas cubiertas atrapan el calor que los pimientos necesitan, a
la vez que proporcionan una barrera contra la lluvia y los depredadores.

3. Nutrientes: Los pimientos son muy exigentes en cuanto a nutrientes, en


especial el potasio. Por lo mismo, se requiere un gran abonado.

ALGUNAS RECOMENDACIONES EN CUANTO A LOS NUTRIENTES:

Se puede hacer un abono a base de hojas de consuelda para elevar los


niveles de potasio. La absorción de potasio es determinante sobre la coloración y
la calidad de los frutos, y va aumentando progresivamente hasta la floración.

En cuanto a la nutrición, el pimiento también es una planta muy exigente en


nitrógeno durante las primeras fases de su cultivo, aunque esta demanda
disminuye tras la recolección de los primeros frutos verdes. Si es posible, plántalos
en un terreno en el que acabes de plantar guisantes.

Por otro lado, también es muy demandante en fósforo con la aparición de las
primeras flores y con el período de maduración de las semillas. El pimiento
también es muy exigente en cuanto a la nutrición de magnesio, aumentando su
absorción durante la maduración.

Los fertilizantes más recomendados son los abonos simples en forma de


sólidos solubles —nitrato cálcico, nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato
monopotásico, sulfato potásico, sulfato magnésico—, y también en forma líquida
—ácido fosfórico, ácido nítrico.

También se recomienda lo que se conoce como fertirrigación carbónica, la


cual consiste en el uso de agua carbonatada para el riego. La utilización del agua
carbonatada ofrece ciertas ventajas en el cultivo del pimiento, tales como la
acidificación del suelo, los que facilita la solubilidad y la correcta absorción de los
nutrientes. Aumenta, además, la calidad y el número de frutos y sustituye la
utilización de ácido nítrico.

Es recomendable que te asegures de medir el pH de la tierra y ajustes la


necesidad si es necesario. Los valores de pH óptimos oscilan entre 6.5 y 7,
aunque puede resistir ciertas condiciones de acidez de hasta 5.5 y en suelos
arenosos puede cultivarse con valores de pH próximos a 8.

4. Sustrato: los suelos más adecuados para el cultivo del pimiento son los
arenosos, particularmente profundos y bien drenados. Es ideal que sean ricos en
materia orgánica.
El pimiento tiene un sistema radicular pivotante y profundo, con numerosas
raíces horizontales que pueden alcanzar una longitud entre 50 centímetros y 1
metro.

ALGUNAS RECOMENDACIONES EN CUANTO AL SUSTRATO:

Si el suelo es muy rocoso o tiende a inundarse con la lluvia, considera la


posibilidad de construir un lecho elevado para plantar tus pimientos.

El sustrato debe tener buen drenaje, estar bien aireado y mullido. El


acolchado se debe mantener durante todo el proceso de cultivo, pues ayuda a
regular la temperatura y la humedad.

Lo ideal es mezclar la tierra con una gran cantidad de composta o abono, y


mantenerlo siempre húmedo.

El pimiento es menos resistente que el tomate y la berenjena a la salinidad


del suelo y del agua de riego.

Para el cultivo en sembradío o recipientes se recomienda una de mínimo 15


litros de capacidad. Cada planta de pimiento requiere de aproximadamente 60
centímetros de espacio para crecer. Por lo tanto, quizás desees sembrar una sola
planta por maceta. Así mismo, es recomendable que el recipiente donde la
coloques sea de cerámica, ya que retiene mejor el calor. Debe contar con un buen
drenado.

¿SABÍAS QUÉ?

El pimiento ACE es un pimiento híbrido desarrollado en laboratorio que cuenta


con más antioxidantes y vitaminas que los normales. Se le denomina así
porque tiene vitaminas A, C y E

Antes de sembrar.

SEMILLAS:

La semilla para la siembra de pimiento se extrae de los frutos maduros.

pH:
Los valores de pH óptimos oscilan entre 6.5 y 7.

Si el suelo es demasiado ácido, añade caliza o ceniza de madera para


neutralizar el pH.

Si el suelo es demasiado alcalino, incorpora virutas de pino o musgos de


turbera para ajustar el pH.

ABONO:

Antes de cultivar el pimiento aplica composta o humus de lombriz a la tierra.

Si prefieres, puedes aplicar un poco de fertilizante 5-10-10 en la tierra para


mantener a las plantas alimentadas. No te excedas, ya que el exceso de
fertilizante puede hacer que se pierdan los nutrientes en la tierra.

Otros fertilizantes que puedes utilizar son la harina de pescado o el abono de


aves.

Otra recomendación es enterrar unos cuantos fósforos de cabeza alrededor


de las plantas de pimiento, para así darles un poco del azufre que requieren.

DONDE SEMBRAR:

Preferentemente, al aire libre. Con sol directo, por lo menos durante 6 horas.

Si siembras en maceta, asegúrate de que esta sea de al menos 15 litros de


capacidad y más de 60 cms de circunferencia para la planta tenga suficiente
espacio para crecer.

Para plantar tus semillas en maceta, debes seguir los mismos pasos que
para plantarlas en el exterior.

PREPARACIÓN DE LA TIERRA:

La tierra debe tener un buen filtrado. Además, debe estar lo suficientemente


suelta, sin comprimirse.

Si siembras en maceta una buena recomendación es mezclar dos partes de


tierra y una parte de arena. La tierra ofrece a tu planta los nutrientes que necesita,
mientras que la arena controla la humedad.

Siembra:
FECHAS:

Entre abril y mayo. Aunque en algunas regiones más cálidas se puede


adelantar uno o dos meses.

PROCESO DE SIEMBRA:

Procura mantenerlas a una temperatura aproximada de 23 ºC, esto


favorecerá el éxito de la germinación.

Haz un agujero 3 milímetros de profundidad en la tierra y coloca la semilla.

Mantén una distancia de 2.5 centímetros entre un agujero y otro.

Cubre las semillas con una fina capa de tierra y riégalas cuidadosamente
para que el agua no se encharque.

RIEGO:

Deberás regarlas frecuentemente, pero no de manera abundante, ya que las


plántulas podrían pudrirse por el exceso de agua.

Se recomienda un sistema de riego por goteo.

La humedad relativa óptima oscila entre el 50% y el 70%. Esta se consigue


regando con una frecuencia de 1 o 2 días.

Recuerda que el suelo debe permanecer húmedo al tacto en todo momento.

PRIMEROS BROTES

En promedio, las semillas tardan entre 10 y 15 días en germinar.

Si has sembrado en maceta o almacigo deberás sacarlas de la bandeja


cuando los brotes hayan cumplido dos meses. Para corroborarlo, revisa tus
plantas: cuando presenten dos niveles de hojas, significa que están lo
suficientemente grandes para ser trasplantadas.

TRASPLANTE

Realiza el trasplante sólo si el clima es lo suficientemente cálido.

Ten en cuenta que los pimientos son plantas muy delicadas que deben ser
expuestas gradualmente al exterior antes de ser trasplantadas. Así que un par de
semanas antes de trasplantarlas, comienza a exponerlas gradualmente al clima de
afuera. Puedes colocar exponiéndolas al exterior por tan sólo algunas horas al día,
extendiendo lentamente el número de horas, a medida que van creciendo.

Coloca las plantas con una separación entre ellas de 60 cms. Si la


separación es menor, corres el riesgo de que no reciban suficiente luz y el aire no
circule adecuadamente.

TUTORADO

Deberás insertar postes para ayudar a que las plantas se mantengan


erguidas, ya que los tallos de la planta de pimiento no son especialmente
resistentes.

Además, el tutorado también mejora las condiciones de ventilación y


luminosidad.

PODA Y ACLAREO

La poda puede ser una práctica útil para mejorar las condiciones de la planta,
especialmente si se cultiva en maceta.

La poda favorece la circulación de aire entre las plantas y produce mejores


frutos.

Si se desean pimientos gruesos, se recomienda realizar un aclareo, dejando


tan sólo 2 o 3 frutos por cada planta.

Al ser plurianual, la planta se puede conservar podándola. Al siguiente año,


esta rebrotará dando nuevos pimientos.

COSECHA Y RECOLECCIÓN

Se trata de un cultivo de ciclo medio-largo, por lo que la cosecha se inicia a


los 30 días después del trasplante.

El fruto se cosecha inmaduro, ya que se puede paralizar la recolección. Esto


no aplica, por supuesto, para los pimientos dedicados al secado (guindilla,
pimentones), los cuales se dejan en la planta.

El momento de la recolección del pimiento puede determinarse por sus


características físicas visibles:

Pimientos Verdes: tamaño, firmeza y color del fruto. Los pimientos maduros
presentarán un tono verde profundo más oscuro que el tallo de la planta.

Pimientos de Color: un mínimo de 50% de coloración.


Retira los pimientos maduros usando un cuchillo afilado o tijeras de jardín.
Córtalos por la parte de arriba del tallo.

Si halas los pimientos puedes dañar los tallos o las raíces.

POSTCOSECHA

Los pimientos se deben enfriar lo más rápido posible para reducir pérdidas
de agua y evitar que se arruguen.

Los pimientos verdes se mantendrán frescos en el refrigerador hasta 2


semanas.

¿SABÍAS QUÉ?

El nombre original del pimiento es ají y así se le conoce aún en


A diferentes partes de América del Sur.

ASOCIACIONES FAVORABLES

Se asocia muy bien con el ajo y la col.

Es compatibles con la acelga, la albahaca, la berenjena, las espinacas, los


guisantes, las judías, la lechuga, los rábanos y los tomates.

Por otro lado, es incompatible con el pepino. Tampoco debes plantar


pimientos cerca de verduras como el hinojo y el colirrábano.

PLAGAS Y ENFERMEDADES MÁS COMUNES

Las plagas más comunes que pueden aparecer durante el cultivo del
pimiento son las orugas, los nematodos, la mosca blanca, la araña roja, el pulgón,
los trips y la cochinilla.

Pulgón. para prevenir se puede asociar con la albahaca. Si se requiere


erradicar, puede emplearse jabón potásico e insecticidas vegetales.
Araña roja. Aparece sobre todo cuando se dan temperaturas altas con baja
humedad y/o excesos de nitrógeno en la tierra de cultivo. Para combatirla se
recomienda regar el pimiento durante la noche por aspersión para mantener la
humedad, y utilizar insecticidas naturales.

Mosca blanca. Para prevenirla se puede pulverizar el envés de las hojas con
jabón potásico al 1% con agua de lluvia o destilada.

Trips. Son insectos voladores que dejan unas manchas blancas con puntos
negros en las hojas. Para combatirla se recomienda una aplicación combinada del
extracto de neem y jabón potásico

Cochinillas. Es una de las plagas más difíciles de controlar ya que al estar su


cuerpo cubierto con excrecencias cerosas blancas, los tratamientos químicos son
poco exitosos. No obstante. Se puede hacer un control biológico mediante
enemigos naturales, como el Cryptolaemus montrouzieri, un depredador de este
tipo de insectos. La suelta se realiza a los 15 días después de cualquier
tratamiento, de forma periódica en primavera o principios de verano.

Nematodos. Se tratan con esterilización al vapor y solarización, que consiste


en elevar la temperatura del suelo mediante la colocación de una lámina de
plástico transparente sobre el suelo durante un mínimo de 30 días. También
puedes colocar un aro de cartón alrededor de la base de cada tallo para proteger a
la planta.

En cuanto a las enfermedades más comunes, encontramos:

Oidiopsis. Se previene utilizando plántulas sanas y eliminando malas hierbas.


Su control debe ser por medios químicos.

Podredumbre gris. Se previene controlando los niveles de nitrógeno y


realizando cortes limpios a ras del tallo. Puede aplicarse una pasta fungicida en
cada corte.

Podredumbre blanca. Se previene mejorando la ventilación de la planta.

Conclusión y Recomendaciones.

Si las hojas de la planta se marchitan, es posible que haga mucho calor.


Trata de trasladarla a la sombra o riégala con agua más fría.

Si deseas evitar que tus pimientos presenten manchas, no los dejes en el sol
por demasiado tiempo.
Los pimientos y sus plantas deben manipularse con cuidado, ya que pueden
golpearse con facilidad.

Si adquieres plántulas, escoge aquellas de color más oscuro y con tallos más
largos. Evita cultivar aquellas plantas que ya tienen frutos, pues tienden a producir
menos cantidad a largo plazo.

La rotación de las cosechas y el cultivo de especies resistentes, son las


mejores defensas para la mayoría de las enfermedades propias de los pimientos.

Vigila los cultivos durante las primeras fases de desarrollo, eliminando las
malas hierbas para evitar enfermedades.

Fuente original: https://www.sembrar100.com/hortalizas-de-fruto/pimientos/

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