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Breve historia del .45 ACP y del .

40 S&W
Características
por Oscar Enrique Vanzetti

La aparición de la pólvora sin humo a finales del siglo XIX, motivó un importante
cambio en las armas de fuego como consecuencia de las altas presiones que éstas
desarrollan al quemarse, las que superaban holgadamente a las producidas por la
combustión de igual cantidad de pólvora negra.

La pólvora sin humo o smokeless (en inglés) había sido


desarrollada durante el año 1885 y fue Francia el primer país del
mundo en utilizarla al adoptar, en 1886 como arma larga
reglamentaria para su ejército, el fusil Lebel Modelo 1886 y a su
cartucho metálico de fuego central, calibre 8 mm, cargado con
pólvora monobásica nitrocelulósica sin humo, llamada por los
franceses: Poudre B.

Como los proyectiles podían ahora alcanzar mayor potencia o


energía cinética gracias a la velocidad, comenzó, en todos los
ejércitos del mundo, a utilizarse prontamente balas de menor
calibre que se transformarían en proyectiles más livianos y muy
veloces, lo que llevó a los fabricantes de las mismas a recubrir
las puntas con una envoltura de metal más duro ( llamado
camisa o jacket, en inglés), pero que también permitiera tomar
las estrías del ánima con facilidad y que al mismo tiempo evitara el rápido
emplomamiento de los cañones en sesiones prolongadas de tiro.

Las nuevas armas de fuego, tanto cortas como largas, ya todas utilizando la retrocarga,
debieron adaptarse en su construcción a las nuevas exigencias que el empleo de estas
recientes pólvoras suponía. Debido ello, en 1890, el ejército de los Estados Unidos de
Norteamérica decide cambiar el calibre de sus armas reglamentarias.

Hay circunstancias o acontecimientos que suceden en la vida de las instituciones,


empresas o sus creaciones que, tal como ocurre en la vida de las personas, con el tiempo
se transforman en puntos de referencia o hitos que se identifican rápidamente con los
acontecimientos producidos y sus consecuencias.

Así, uno puede referirse para hablar de la adopción del cartucho .45 ACP y de la pistola
Colt 1911 como arma corta de dotación del ejército de EE.UU., al fracaso del calibre .
38 Long Colt y al revólver Colt Modelo 1892, doble acción, que lo disparaba, durante la
campaña militar de este país en Filipinas ( 1899-1901).

Este nuevo calibre, el .38 Long Colt, que estaba en consonancia con los recientes
criterios de esa época ( el cartucho tenía una punta de plomo sólido, redondeada de 148
grains, una carga de pólvora negra de 15,4 grains, una velocidad inicial de 723 pps y
una energía inicial de 191 libras / pie), que en circunstancias "normales" había
demostrado ser efectivo en cuanto a su poder de detención o stopping power, como por
Ej.: durante la guerra Hispano-Americana de 1892, se demostró francamente falto de
stopping power, por su poca capacidad de penetración, para frenar con rapidez y
eficacia a los fanatizados y agresivos nativos de Filipinas, especialmente en los
singulares actos suicidas de las tribus mahometanas de la isla de Joló, los que de manera
aislada o en grupos atacaban en lucha cuerpo a cuerpo, con arma blanca, a soldados y
oficiales del ejército norteamericano con resultados generalmente mortales para estos
militares, aunque a posteriori los atacantes fallecieran como consecuencia de las
numerosas heridas de proyectiles de armas de fuego que recibían durante tal acto.

Es importante destacar que los mencionados nativos atacaban a


sus víctimas después de pasar la noche en vela, acompañados
por cánticos y ritos religiosos que les aseguraban el éxito y, si
morían, la gloria eterna en el paraíso acorde a su religión; pero
también ingerían abundantes bebidas estimulantes y drogas
psicoactivas que si bien les embotaba la razón dejándolos en un
estado de "trance hipnótico", les brindaban mayor ímpetu y
coraje quedando fuertemente enardecidos para la agresión. Por
si algo de lo anterior fallaba, porque tontos no eran, envolvían
sus torsos con gruesas cuerdas a modo de escudo protector.

En esa ceremonia juraban enfáticamente realizar el acto


agresivo a costa de su propia vida, de allí que también se los
llamara "juramentados".

Los ataques se sucedían con frecuencia, hasta que la muerte de un general colmó el vaso
de la paciencia de las fuerzas armadas norteamericanas.

Prontamente arma y cartucho fueron suplantados por los grandes y viejos calibres que él
había reemplazado, cómo ser el 44-40 Winchester, el .45 Colt y el .455 Webley,
debiendo el ejército de los Estados Unidos desempolvar de sus depósitos las armas
cortas en estos calibres, especialmente el .45 Colt Single Action Army Model 1873 o
"Peacemaker" (Pacificador) y enviarlos al frente de combate en cuestión, lo que produjo
gran tranquilidad y renovada confianza en las tropas que allí operaban.

El fracaso del calibre .38 Long Colt en las Filipinas llevó a la jefatura del ejército de
EE.UU. a estudiar, por primera vez, con más cuidado y atención el stopping power de
los proyectiles de las armas cortas existentes en ese momento, a fin de dotar a sus
FF.AA. de un arma corta y cartucho acorde a sus necesidades.

El "War Department " en 1903, crea en consecuencia una comisión a tal efecto y coloca
al frente de la misma a dos oficiales: el Capitán de Artillería John Tagliafero Thompson,
miembro del "Army Ordnance Board " (Comité de Artillería del Ejército) y al Mayor
Médico Cirujano Louis Anatole LaGarde, del
" US Army Medical Corps" (Cuerpo Médico del Ejército).

Este equipo de trabajo, que será conocida en la historia de las armas de fuego como
"Comisión Thompson-LaGarde", tuvo a su cargo determinar mediante una serie de tests
o pruebas, que proyectiles de arma corta eran aconsejables utilizar para obtener un
mayor y mejor efecto de detención (Shocking o Stopping-power) sobre seres humanos.

Ambos oficiales utilizarían, para someter a tests, antiguos proyectiles de gran masa y
reducida velocidad como el .45 Colt y el .455 Webley, comparándolos con proyectiles
modernos (de esa época) de menor peso y mayor velocidad como el .30 Luger y el .38
ACP.

También compararon proyectiles encamisados con otros enteramente de plomo;


proyectiles sólidos con deformables (puntas huecas y blandas) y así, en fin, puntas de
distintas formas en ambos tipos.

El estudio se realizó en 13 vacunos vivos, a los que se


les disparó en los corrales de Chicago, y también se
disparó sobre cadáveres humanos de una de las escuelas
médicas de New York. Los vacunos utilizadas fueron
toros, vacas y bueyes, cuyos pesos oscilaron entre 900 y
1300 libras. Los disparos fueron dirigidos sobre ciertas
partes y evitadas otras.

El Test de Thompson-LaGarde, presentado en 1904, midió la capacidad de las puntas


para incapacitar a los animales o provocar colapso.

Las conclusiones a las que arribaron ambos militares fueron:


• 1) Que para un arma corta de uso militar, el calibre más adecuado debía ser por
lo menos el .45.
• 2) Con respecto a la forma de la punta fue neta la superioridad de las puntas
blandas o semiesféricas sobre las agudas.
• 3) Otra evidencia fue, que de dos proyectiles que desarrollan la misma energía,
es más efectivo aquel que provoca, por su forma, mayor resistencia al avance.
Por Ej.: el .455 Webley "Manstopper" y el .45 Colt tienen la misma energía (288
libras / pie o l/p), sin embargo el primero goza de un stopping-power superior
debido a la amplia cavidad tallada en la punta.
Este test se realizó con una rigurosidad científica muy alejada de lo que se podría
obtener en nuestros días con los avanzados recursos tecnológicos que tenemos a
disposición, pero pese a ello el resultado fue sumamente lógico, ya que recién
comenzaban a aparecer los proyectiles rápidos y livianos, así como las nuevas pólvoras
que favorecían éstas características.

El Test Thompson-LaGarde sería la base de la teoría del stopping-power que algunos


utilizan aún en nuestros días, a pesar de existir posteriormente estudios que lo
superaron.

El General Julian Hatcher, en 1927, refiriéndose a la efectividad paralizante (stopping-


power) de las municiones de arma corta, da origen a la llamada Teoría del Stopping
Power Relativo (Relative Stopping Power) basándose en los estudios de Thompson-
LaGarde, teoría que fuera considerada por décadas casi como palabra sagrada por los
amantes y usuarios de los grandes calibres en armas cortas.

La teoría de Hatcher se basó también en datos que proporcionaron resultados obtenidos


en el uso de proyectiles subsónicos no expansivos. Pero autores modernos no pudieron
actualizar esta teoría al incluir resultados obtenidos en tiroteos reales, donde se
emplearon proyectiles expansivos de alta velocidad, pues los índices del Stopping
Power Relativo no coincidieron allí con el stopping-power real.
En resumen, se puede decir que
las pruebas realizadas por la
Comisión Thompson-LaGarde
concluyeron con una ventaja
notable para los proyectiles
pesados y lentos siendo ésta la
razón que llevó a la adopción por
el US Army, el 29 de marzo de 1911, del calibre .45 ACP como cartucho de dotación
para la nueva pistola Colt 1911 Government Model, que con algunas pequeñas y
sucesivas modificaciones se transformaría en la Modelo 1911 tipo A1, denominación
que el ejército de EE.UU. le otorgaría oficialmente en 1926 y que fuera reglamentaria
en las FF.AA. Americanas por casi 80 años, más precisamente hasta el año 1988.

Algunos autores afirman que J. T. Thompson ( que finalmente llegaría a ser General)
creador de la famosa pistola ametralladora Modelo 1928 en calibre .45 ACP, que lleva
su apellido, fue con sus influencias en el Comité del Ejército quien logró que éste
considerara el calibre .45 ( ó 0,45" de pulgada) como un cartucho verdaderamente man-
stopper (frenador o parador de hombres) y se lo adoptara como reglamentario en las
armas cortas del U.S. Army.

El Ordnance Board en su informe final también advertiría que: "Este Comité es de


opinión de que la bala, la cual tendrá un verdadero efecto de shock y de detención a
corta distancia necesaria para una pistola o revólver militar, debe tener un calibre no
menor al 0,45 pulgadas", y agrega: " Los soldados armados con pistolas o revólveres
deberán ser instruidos constantemente para mantener la precisión del disparo, debido a
que en la mayoría de los casos, de los adversarios impactados, no debe esperarse un
efecto de shock o de detención inmediata".

Pero hasta que apareciera el arma y cartucho definitivos, y a efectos de salvar


la mortal emergencia que suponía para los militares norteamericanos en las Filipinas la
desmoralizadora presión a que se veían sometidos por el continuo ataque de los
fanatizados nativos, deciden adoptar para estas tropas en 1897, el revólver Colt New
Service "Old Model" DA (Doble Acción), en calibre .45Colt ( modelo que fuera
fabricado hasta 1905 ) para reemplazar al "anémico" .38 Long Colt.

En 1905 la casa Colt reemplazará este modelo por el revólver Colt New Service "New
Model", en el mismo calibre y que presentaba algunas mejoras mecánicas con respecto
al anterior.

El revólver New Service en calibre .45 Colt, conocido también como .45 Long Colt, a
pesar de ser un arma de gran tamaño, satisfizo ampliamente por su stopping power a
soldados y oficiales de la caballería destinados en ese teatro de operaciones, adquiriendo
fama de verdadero Manstopper, o como le dirían algunos "Moro-stopper".

Este cartucho fue cargado con pólvora negra hasta 1912 y tenía una punta con un peso
de 250 grains, una velocidad en la boca de 814 pps y una energía al mismo nivel de 368
l/p (según: Handguns' 91), luego fue cargado con pólvora sin humo aumentando sus
cualidades balísticas, como por Ej.: una energía en la boca de 410 l/p (Gun Digest 1991)
.
Por todo lo anterior y porque existía cierta resistencia en la jefatura de estas tropas a
aceptar un arma automática, que en ese momento eran una novedad en el campo militar,
se decide la adopción en el año 1909 del revólver Colt New Service Model of 1909, en
el mismo calibre .45 Colt obviamente, doble acción y con un cañón de 5 ½ pulgadas,
que se mantuvo en servicio hasta el año 1913, siendo reemplazado ahora por la pistola
automática Colt 1911 en calibre .45 ACP, o sea hasta relativamente poco antes de que
EUA entrara en la Primera Guerra Mundial, el 6 de abril de 1917. ( Una vez entrado en
guerra la fabricación de la nueva pistola fue insuficiente para abastecer la gran demanda
que ella exigía, y la casa Colt se ve obligada, también, a proveer a las tropas en Europa
del Colt New Service Model 1917 en calibre .45 ACP, en una cifra que superó los
150.000 ejemplares).

Mientras esto sucedía en Filipinas, el revólver Colt Modelo 1892 en calibre .38 Long
Colt fue utilizado en otras unidades del ejército de USA.

Respondiendo a las especificaciones del Board, John Moses Browning, quizás el más
prolífico inventor de armas de fuego y municiones de todos los tiempos, creó el
cartucho .45 ACP para ser usado en la Pistola Automática Colt, (Automatic Colt Pistol,
en inglés, de allí la sigla ACP) arma que él diseñara pocos años antes, en 1905, y cuyos
derechos de fabricación vendiera luego a la prestigiosa casa Colt.

Los primeros cartuchos en este calibre poseían una punta de 200 grains y una velocidad
de 900 pps ( del inglés: feet per second, o pies por segundos).

Pero el ejército quería una bala más pesada y Browning cambia el peso de la punta
llevándolo a 230 grains ( 14,9 gramos), con una velocidad al nivel de la boca de fuego
de 830 pps, tal como lo conocemos en nuestros días.

El cartucho de uso militar, conocido en inglés como Hard Ball, además de las
características antes mencionadas, tiene una bala totalmente encamisada (FMJ), una
energía a 25 yardas de 350 l/p, un coeficiente balístico de .195, un rango efectivo de 100
yardas, un cartucho con un largo total entre 1.256" a 1.266" y una bala con un diámetro
de .451".

Si bien la pistola Colt 1911 A1 y el cartucho .45 ACP son muy conocidos en nuestro
país por tiradores, policías y militares, que la tuvieron por muchos años como arma y
munición de dotación, no creo equivocarme al decir que llegaron a gozar ambos de gran
confianza y aprecio, cualidades que hasta nuestros días se mantiene todavía en muchos
usuarios.

Pero no faltaron quienes criticarían a este conjunto (aun hoy) argumentando, entre otras
cosas que el peso de la pistola es muy elevado, su tamaño muy voluminoso, que posee
un cargador de poca capacidad, que la bala " lenta y pesada" es anticuada, con un poder
de detención exagerado por sus fans, y que no condice con las modernas investigaciones
en balística de efectos que sostienen el uso de proyectiles "más livianos y rápidos".

Puede aceptarse que la bala militar, apta en este campo, no es la más aconsejable para
ser usada por las fuerzas policiales o por civiles para la legítima defensa debido a su
gran poder de penetración, pero esto puede remediarse utilizando puntas blandas
semiencamisadas o bien puntas huecas, a las que algunos llaman "ceniceros volantes"
(flying ashtray, en inglés) por su cavidad de gran tamaño en la punta.

Estas puntas, así como otras más evolucionadas, transforman a este viejo calibre en un
cartucho siempre vigente por su adecuado stopping power y precisión, pudiendo ser
disparado desde modernas pistolas semiautomáticas con cargadores de elevada
capacidad, con mecanismos de simple o doble acción.

En mi modesta opinión, es la pistola Colt M1911 A1 en el calibre .45 ACP, en su


versión estándar para uso militar, una de las armas cortas más hermosa, confiable y
precisa, que se haya fabricado hasta la fecha.

Pero la evolución y fabricación de nuevas armas y municiones continúa hasta nuestros


días. Así hoy, un cartucho relativamente nuevo, según opinan muchos expertos, le
estaría haciendo sombra al venerable .45 ACP.
Este cartucho es el .40 Smith & Wesson, el cual tiene también una interesante historia
para contar.

Un hecho policial ocurrido el 11 de abril de 1986 en Miami, a las 10:40 AM, entre dos
delincuentes bien armados con armas semiautomáticas cortas y largas de alta capacidad
de munición y poder de fuego, y siete agentes del FBI, tendría importantes
repercusiones sobre las tácticas y elección de armas, calibres y municiones en el ámbito
de las fuerzas policiales. El famoso tiroteo duró solo 5 minutos y se dispararon 144
tiros.

Este acontecimiento conocido como " La Masacre de Miami " echaría por tierra las
conclusiones de anteriores estudios, ya que los hombres del FBI, avezados policías y
con buen entrenamiento ( aunque, dicen, cometieron muchos errores técnicos y
tácticos ) estaban armados con municiones que seguían las recomendaciones del
Protocolo de 1973 del NIJ (National Institute of Justice) de USA, adonde habían
establecido un índice o valor de incapacidad para cada cartucho estudiado denominado
"Índice de Incapacidad Relativo" (Relative Incapacitation Index o RII),cartuchos que
finalmente demostraron no ser suficientemente aptos para detener con rapidez a los dos
criminales involucrados, ambos bien armados, con mucha práctica en tiro y decididos,
de antemano, a resistir ante las fuerzas de la ley hasta perder sus vidas.

Las municiones utilizadas en ese momento por los hombres del FBI fueron para
escopetas, cartuchos calibre 12/70 con postas; para pistola semiautomática cartuchos 9 x
19 mm Para., Silvertip JHP, de 115 grains; y para revólver cartuchos .357 Magnum
JHP.

Es de destacar, como ejemplo, que uno de los delincuentes recibió al comienzo del
tiroteo un impacto mortal en el pecho ubicándose luego el proyectil en el lóbulo inferior
del pulmón derecho, y luego otro impacto, que después de atravesarle el brazo derecho
se detuvo cerca del omóplato, sin producir una lesión grave. Ambas heridas fueron
producidas por proyectiles 9 mm Para., Silvertip, de 115 grains JHP. En total se
comprobó, luego de la autopsia, que había recibido 12 disparos.

En los minutos de sobrevida que le quedaron este delincuente herido pudo matar a dos
agentes del FBI y herir gravemente a otros cinco, para ser luego detenido
definitivamente con un impacto en la cabeza disparado desde un revólver S&W con
cañón de 2", calibre .38 SPL+ P, con punta SWC HP de 158 grains.

El otro delincuente también sería finalmente abatido, luego de recibir en total 6


impactos de bala.

Pero de los siete agentes dos murieron y cinco recibieron graves heridas.

De las autopsias a los dos delincuentes también surgió que no habían consumido ningún
tipo de drogas psicotrópicas.

Ante las evidencias de que el poder de detención de los proyectiles de armas cortas
utilizadas por las fuerzas policiales de algunos Estados no producían el efecto deseado a
pesar de usar el tipo de munición aconsejada por el NIJ (RII), y con el trágico
antecedente del tiroteo de Miami; el 15 de septiembre de 1987 el FBI patrocinó el "
Wound Ballistic Workshop " ( WBW ) o "Taller de Balística de las Heridas" en la
Academia de Quantico, Virginia, adonde concurrieron prestigiosos expertos en armas
de fuego y en heridas de balas.

El "Wound Balistic Workshop" tendría por finalidad evaluar el efecto de proyectiles de


pistolas semiautomáticas en calibre 9 mm Para. y .45 ACP, como así también el
funcionamiento de las armas utilizadas que luego serían destinadas como armas
reglamentarias a los grupos especiales SWAT.

De esta revisión, se extraería un nuevo punto de vista sobre la efectividad de los


proyectiles de armas cortas, basándose en la evidencia de que la incapacitación
instantánea de un ser humano no se logra sino con proyectiles que, teniendo los calibres
antes mencionados, impactasen en el cerebro, corazón o bien en las vértebras cervicales
o dorsales altas produciendo una grave lesión medular.

Avanzando en la investigación, los especialistas afirmarían que los proyectiles no


tendrían el efecto dañoso que se le asignaba en el RII, y que además, no fue tenido en
cuenta en ese estudio una adecuada penetración de los mismos en el cuerpo humano,
que se había establecido, según el NIJ, entre 6 y 8 pulgadas, debiéndose ahora aumentar
estos valores, no reflejando por lo tanto el RII los verdaderos resultados de los
proyectiles.

El WBW del FBI puso también de manifiesto que en la balística de efectos no debe ser
tenido en cuenta el aspecto psicológico ni emocional del individuo, como tampoco la
presencia de drogas o alcohol, sino que debería considerarse únicamente la parte física
del trauma balístico.
También en este nuevo estudio se cuestionaría a los proyectiles de punta hueca que no
penetraran más de 8 pulgadas y que al impactar perdieran el encamisado y masa,
penetrando menos de lo necesario.

Es por lo antes expuesto, que cartuchos con un alto índice en RII han fallado en la
práctica por poseer un pobre valor en esta variable, tal como se comprobara en el
encuentro ocurrido en Miami en 1986, antes citado.

Estos investigadores también sostienen que el único factor útil para comparar la
efectividad de cualquier calibre es la penetración, la cual debería estar comprendida,
según este nuevo estudio, entre 10 a12 pulgadas en tejidos blandos.

Definitivamente, los tests realizados en este "Taller de Balística de las Heridas"


establece que la velocidad del impacto producido sobre los órganos internos, sumado a
la penetración y al diámetro de la bala, es el criterio real para determinar el verdadero
potencial de efectividad de un proyectil y que, a su vez, produzcan una rápida
inmovilización (stopping-power inmediato) con un solo impacto en el torso.

Como respuesta al las conclusiones arribadas por el WBW, el FBI decide cambiar en
Abril de 1988, y de manera provisoria, el tipo de cartuchos 9 mm Para. que estaban
usando los agentes, por cartuchos 9 mm Silvertip, JHP, de 147 grains y de baja
velocidad, a fin de lograr una mayor penetración y aumentar así el poder de detención
de sus armas de puño hasta que se decidiera que cambios definitivos debían producirse,
ya fuese en las armas o en sus municiones.

Mientras tanto, el Coronel (R) del US Marine Corps Jeff Coopers, el padre del Tiro
Práctico en USA, entre otros méritos, estaba promocionando en este país a un nuevo
calibre que se denominó 10 mm Auto. (del cual ya existían algunos antecedentes), y que
hace su aparición aproximadamente en 1980 juntamente con el desarrollo de una nueva
pistola semiautomática que lo dispararía, ya que la potencia del naciente cartucho
requería de un arma lo suficientemente fuerte y robusta para soportar las altas presiones
de trabajo que él desarrollaba.

En estos momentos el 10 mm Automático estaba siendo fabricado por la casa Norma de


Suecia, y finalmente terminó produciéndolo en serie, en dos variantes: uno con punta de
200 grains, con una velocidad de 1.200 pps, y otro con una punta de 170 grains y 1.300
pps.

La pistola en cuestión fue bautizada por J. Cooper como BREN-TEN ( BT). El prefijo
BREN fue puesto en homenaje a la pistola CZ 75 que se tomó como base para fabricar
la BT, la cual era producida por la firma Checoslovaca BRNO y que también fabricara
durante la Segunda Guerra Mundial a la pistola ametralladora inglesa BREN, muy
admirada por Cooper, siendo éstos los motivos por los cuales el "Gurú" ( así también lo
llaman a J. Cooper en EUA) tomaría ese nombre para su pistola; luego agregaría el
sufijo TEN (diez), en alusión al calibre 10 mm que él sostenía como lo mejor para uso
policial en pistola semiautomática.

La empresa que fabricaba la mencionada pistola fue la firma Dornaus & Dixon
Enterprise Inc. de Huntington Beach, en California, y se esperaba que produjese un
arma y calibre de singulares y notables características.

Jeff Cooper, todo una autoridad en el campo de las armas de fuego en EE.UU. y en el
mundo, continuaba, mientras tanto, tratando de convencer al FBI para lograr que el
cartucho 10 mm Auto. y la pistola BREN-TEN, fueran adoptados como arma y calibre
de servicio. Recibe J. Cooper un fuerte apoyo en este sentido, cuando el actor Don
Johnson utilizara a ambos( arma y munición) en la serie televisiva "Miami Vice",
caracterizado como el detective Sony Crocket.

El FBI decide finalmente adoptar este poderoso cartucho conocido como


"10 mm Full Power", pero sucedió que a la mayoría de los agentes les desagradaba el
potente retroceso y "patada" que producía, lo que ocasionaba malestar en los tiradores
luego de muchos disparos y además demoraba la toma de miras sobre el blanco entre
tiro y tiro, lo que unido a las roturas de la mayoría de las BT probadas, al excesivo
poder de penetración del proyectil y a la poca capacidad de expansión mostrado en los
tests realizados, ambos fueron desechados.

Finalmente, después de haber fabricado y vendido cierto número de armas, y por una
serie de problemas numerosos, especialmente económicos, la pistola quedó en el
camino, fundiéndose la empresa D&D en 1985, y el calibre queda al borde de la
desaparición, listo para caer en el olvido, ya que no había otras empresas que
construyeran armas para él.

En 1987 la casa Colt saca a la venta, para beneplácito de los que no podían acceder a
una BT, una pistola recamarada para este poderoso calibre: la Colt Delta Elite, que
finalmente sufriría los mismos problemas que la BREN TEN llevando al calibre 10 mm,
a finales de 1988, otra vez al borde del óbito.

Tratando el FBI de hallar un cartucho con un poder intermedio entre el 9 mm P. y el .45


ACP, por todos los inconvenientes antes mencionados, establece contacto con la
empresa Federal Cartridge para que probara fabricar un cartucho con una punta 10 mm
de 180 grains, JHP, y alcanzara una velocidad de 950 pps.

Logrado esto, ahora sí, en los tests que realizan los agentes de FBI hallan un cartucho
más manejable y dócil ( llamado: 10 mm FBI de velocidad reducida) y la S&W fabrica
y saca a la venta la pistola Modelo 1076, pareciéndose este nuevo cartucho, más suave,
a un.45 ACP + P de 180 grains, pero manteniendo todavía una capacidad de penetración
excesiva. También otras empresas comenzarían a producir este nuevo cartucho.

Al mismo tiempo que ocurría lo anterior, la casa Smith & Wesson, que como empresa
deseaba obtener el contrato de esta nueva munición, ya tenía preparado un cartucho en
calibre 10 mm que se basaba en el largo total Igual al de un cartucho del 9 mm
Parabellum ( la vaina es 3 mm más corta que la del 10 mm Auto.), que respondía a las
características balísticas que pedía el FBI y podía utilizarse en pistolas que conservaban
el tamaño para el 9 mm Para.

Después de asegurarse que la compañía Winchester fabricaría este cartucho en serie, la


S&W presenta al público, en 1990, el nuevo calibre bautizado
."40 Smith & Wesson" y además, una nueva pistola para él recamarada: la Smith &
Wesson Modelo 4006 (modificando la Modelo 5900 del 9 mm P.) que rápidamente se
convirtió en un éxito sorprendente ya que posee una buena relación entre retroceso,
tamaño del arma, alta capacidad de munición y un buen poder de detención o stopping
power el que, según algunos autores, sería muy parecido al del .45 ACP en aquellos
casos en que el atacante recibe un solo impacto en el pecho, capacidad a la que Marshall
& Sanow denominan: "One Shot Stop".

Prontamente el.40 S&W, al cual algunos llamaron " el 10 mm corto", se difundió entre
tiradores y policías, especialmente en su país de origen, donde las cantidades de
empresas que se dedicaron a la fabricación de armas y municiones para este calibre son
asombrosas.
En el mes de noviembre de 1990 la California Highway Patrol (Patrulla del Camino de
California) adopta el .40 S&W, lo que le da un fuerte espaldarazo ante otras agencias de
seguridad y el público en general.

En nuestro país se fabrican armas en este calibre por las empresas Bersa y Fabricaciones
Militares, ambas con excelente calidad. También se producen en otros países del
mundo, teniendo algunas un magnífico éxito y prestigio.

Las fábricas que hoy se dedican a producir cartuchos en este calibre son bastantes
numerosas, casas prestigiosas como: Winchester, Federal, PMC, CCI-Speer, Magtech,
Fiocchi y otras, los hacen en una surtida variedad por lo que el tirador puede elegir, a su
gusto, en una amplia gama de pesos (entre 105 y 180 grains), velocidades, formas y
características constructivas de la punta.

Personalmente, cuando comencé a disparar este cartucho hace muchos años, desde una
pistola CZ 75 utilizando cartuchos factory marca Fiocchi, FMJTC, de 170 grains
(MAJOR), aptas para alcanzar el Factor Mayor en Tiro Práctico, el retroceso me pareció
superior y algo más desagradable al producido por el cartucho .45 ACP estándar
disparado desde una Colt 1911 A1. Pero uno puede acostumbrarse a él fácilmente,
especialmente con munición más suave y después de cierto tiempo de práctica.

El Profesor Dr. Osvaldo Raffo, experimentado Médico Forense de la Capital Federal,


que realizó decenas de autopsias en fallecidos por heridas con el .45 ACP en la época
durante la cual la pistola Colt .45 era arma de dotación de las. FF.SS. y FF.AA. (y de
muchos delincuentes), me refirió que según sus observaciones, las características de las
heridas producidas por proyectiles de este calibre y del .40 S&W son muy parecidas
entre sí.

O sea que el poder destructivo y vulnerante de éstas municiones son similares cuando
actúan sobre los tejidos humanos vivos, usando proyectiles de parecidas características.

Hoy día algunos tiradores le confieren cierta superioridad al .40 S&W sobre el .45 ACP
aduciendo que el primero es más veloz, que el cargador de las pistolas en este calibre
permiten llevar una mayor cantidad de municiones, que su retroceso es fácilmente
manejable y que ha demostrado una buena capacidad de detención o de incapacitación,
según afirman algunos autores norteamericanos, motivos por los cuales fuere adoptado
como arma de dotación de muchas fuerzas policiales y también por civiles de ese país.

Algunas características de los cartuchos mencionados en este trabajo, elegidos por mí


según su energía y al sólo efecto de servir como ejemplos, se ven en el cuadro que
sigue:
Comparación entre algunos cartuchos mencionados
(Tomado del: Guns & Ammo Annual. 1999)
Valocidad (pps) Energía (L/P)
Calibres Peso (grains) Tipo Largo cañón Boca 50 yardas Boca 50 yardas
.45 ACP 230 FMJ 5" 880 835 401 358
.40 S&W 180 FMJ 4" 1015 959 412 367
10 mm Auto 180 JHP 5" 1030 970 425 375
Ahora bien, suponiendo que Ud. ya solucionó el dilema de que arma comprar, una
pregunta, seguramente, quedará en el aire: ¿ para mi defensa personal, elijo una pistola
semiautomática en calibre .45 ACP o en .40 S&W ?

La respuesta, o sea la decisión, es totalmente suya.

Bibliografía Consultada

1) Marshall E. & Sanow E.: "Handgun Stopping power: the definitive study".
Colorado. USA. 1992.

2) Petersen's Handguns. November 1989.

3) Guns & Ammo. Annual. 1999.

4) "El Mundo del Arma Ligera". Nº 8. México. Febrero de 1999.

5) Domenech A.: "Primer Manual Argentino de Recarga". Bs. As. 1992.

6) Guns & Ammo. Volumen 38. Nº 1. Enero de 1994.

7) Guns & Ammo. Volumen 40. Nº 1. Enero de 1996.

8) Gonzalo Fernández: "Naturaleza y Mecanismos de las Heridas de Bala".


Revista Armas y Tiro Nº 43. Bs.As. 1971.

9) O` Donnel P.: "La Primera Guerra Mundial". Revista Noticias.


Fascículo X. Bs. As.

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