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- pero tú sabes cuánto la amo, mi vida está incompleta sin ella, nosotras
nos queremos desde niñas y no podemos vivir una sin la otra.
- un poco.
- dime Raniel, ¿cuántos miembros son en tu familia?.
- así es, mis padres nos inculcarón que la mejor herencia que nos pueden
dejar son los estudios.
- um, eres muy madura para tus años Raniel y dime, tú ¿qué estudias?.
- eso no es así, un Arquitecto es más que eso, debe poseer una visión
subrealista para plasmar sus proyectos.
El coche se detuvo a la entrada de una gran reja forjada con leones que
daban la bienvenida al lugar.
Alesia sólo sonrio al ver lo conpunjida que estaba Raniel al no dar crédito a
lo que veían sus ojos.
- hemos llegado, por favor Marcus anuncie nuestra llegada a los señores.
- otra vez llaman mi lady a Alesia, ¿porqué?, acaso sera de una familia
noble, no lo creo, ese tipo de personas son muy fríos y Alesia claramente
no lo es, se dijo asi misma Raniel.
- bien, entramos.
- después de ti Alesia.
Las puertas doradas del gran salón se abrerieron y dejo entrever una gran
luz que invadía todo la habitación, por unos momentos Raniel quedo un
poco cegada por la luz, hasta que sus ojos se acostumbraron al lugar.
-¡eh!- exclamo Alesia al oir a su tía, familia como lo prometí, les presento a
Raniel Larson.
Al salir del shock que le produjo al ver a la joven Anette, exclamo, seas
bienvenida a nuestro hogar Raniel.
Anabelle lucìa radiante y hermosa, junto a su esposo, era sin duda motivo
de tranquilidad y augurio de una descendencia perdurable en el tiempo,
todo estaba en su lugar, pensó Henrietta.
- Amigos míos, sin duda esta noche es inolvidable para mi familia, la dicha
me embarga y quiero compartirla con vosotros, os invito a disfrutar de
esta velada (hizo señas a los músicos para dar comienzo al baile).
Pocos minutos después logro ver a una familia que recien acaba de llegar y
Henrietta les saludo:
- no deberías decir eso, no vaya a ser que te oiga tu padre. Ha sido una
invitación especial de la Duquesa, además ella siempre ha sido tu amiga
desde la infancia.
Cansada del gentío y también irritada por tener que haber asistido, por
más que suplico a su esposo. Rowine se dirigio a las afueras del castillo por
un poco de aire fresco y tranquilidad.
- veo que no estás disfrutando de la velada querida, dijo una voz que
jamás olvidaría y por la cuál sentía un profundo resentimiento.
- acaso me ha seguido señora, dijo molesta Rowine.
- por supuesto que sí, y aunque han pasado ya cinco años, quería que
vieras con tus propios ojos todo lo que tú jamás podrías haberle dado.
- Señora estoy casada con Octavio, él me ha hecho la mujer más feliz, esto
es amor, ¡debería alegrase! no cree.
- ¿es eso cierto Rowine?, se escucho una voz detrás de ellas, era la voz de
Anabelle.
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¡Anabelle!
Alesia que vio con cierta incredulidad lo ourrido entre ambas y viendo lo
palida de Raniel, procedio a presentarle al resto de la familia.
- Se nota mi querida niña, que tienes una muy buena educación, dijo
Anette.
Era tal el asombro de Anette en aquella muchacha, que sintió una gran
curiosidad de saber má acerca de ella y de su procedencia.
_¿porqué me siento así, mi corazón late muy rápido?, Anabelle llevo una
de sus manos al corazón, con mucho cuidado de ser vista.
-claro.
- ¡pues claro que sí!, ya son las diez y treinta de la mañana, es todo un
record aquí en esta familia, pero como estabas cansada, mi tía ha dado
ordenes de dejarte descansar.
- ummm, mira no la había pensado, dijo con malicia Alesia, así que eres
toda mía y podre secuestrarte en el minuto que estime conveniente( e
hizo esfuerzos por no largarse a reir tras ver la cara de espanto que tenía
Raniel).
-la verdad no tengo mucho apetito, debe ser por el cambio de horario.
-¡vaya! no sabía que yo podía ser una bruja, Alesia, dijo una voz detrás de
ellas.
Raniel, sintió arder sus mejillas por lo que sus palabras habrían provocado
en la joven, además estaba el hecho que no tenía intenciones de traerle
complicaciones a Alesia, puesto que ha sido muy amable con ella.
No era correcto dirigirse así hacia los demás sin conocerle al menos, por lo
que intervino y dejo sin palabras tanto a su prima como a la joven. Estaba
visiblemente molesta, por lo que le dirigió una fría mirada a la muchacha.
-A este paso en verdad sere su enemiga, pensó Raniel.
- no seas tan drástica querida prima, sólo era una broma, dijo Alesia, quién
no daba crédito a la conducta de su prima, ( ella no es Así, qué rayos le
está pasando)
Tan cautiva y absorta estaba por todo los que iba descubriendo a su paso,
que no se percataba que esos penetrantes ojos azules, le miraban con
curiosidad e inquietud.
Para Anabelle, ser anfitriona y mostrar su hogar a sus huespedes, era algo
muy común y protocolar , muy al estilo Inglés, pero esta vez era diferente.
Verla allí, observándolo todo con admiración y ver sus verdes ojos
replandecer ante lo que tenía enfrente de sí, adremás su rostro reflejaba
asombro y a la vez alegría.
Esto era lo que más inquietaba a Anabelle, nunca había conocido a una
persona como ella y a pesar de las pocas horas que llevaba en casa, había
conseguido llamar poderosamente su atención.
_ ¿qué te está pasando, porque te preocupas tanto por alguien que recien
acabas de conocer? y desde cúando deseas que esa persona te mire solo a
tí ( se recriminaba Anabelle)
- ¿dónde está nuestra invitada?, pregunto Anette.
- es una muchacha muy franca y honesta, tiene muy claro lo que quiere en
la vida y además es muy simpática.
- bien, ire a mi despacho, debo hacer una llamada, por favor avísale al
mayor domo para cuándo este listo el almuerzo.
- como tu digas.
- enseguida D...
- deja de lado tus galanterias baratas David, quiero que vengas hoy mismo,
necesito que investigues a una persona.
- pero podrías encargarlo a otros del bufete, tengo dos casos en la corte
que ver hoy.
- no me interesa cuántos casos tengas, te quiero acá y es una orden, eres
el abogado de la familia, no quiero excusas David.
- debe ser muy importante para que uses todo tu encanto mi querida.
- lo es, creo que si mis deducciones son ciertas, realmente será muy
importante para todos.
En otro sitio del castillo, Anabelle veía como Raniel aspiraba aquella brisa,
un poco inusual en esta época.
- así es.
- Ey tú,¿ estás lista?- dijo Alesia - he venido por tí antes de que te reunas
con los demás.
- tú diras.
- tú ganas.
- vaya la niña saco sus garras, dijo Alesia haciendo alarde de estar
ofendida.
- ok, bueno hemos venido a dejarles esto( entrega el block) para que
puedan apreciar ustedes mismas y además de avisarles que Raniel y yo
iremos a la ciudad a hacer unas compras.
- veras no tiene sentido tenerla aquí mientras ustedes están ocupadas con
los bocetos ¿no te parece?.
- tienes razón Alesia - dijo Anette - será lo mejor, vayan pues y diviertanse,
a su regreso hablaremos Raniel.
- como usted diga Señora Anette- dijo esto mirando de soslayo a Anabelle,
quién mostro una actitud indiferente.
Ella me confunde, hace unas horas era toda amabilidad y ahora fría como
un iceberg, incluso en el almuerzo parecía que me sonria y varias veces me
dirijio la palabra...¡cielos es tan inalcanzable!...sera mejor que mantenga
mi distancia entonces- se dijo a sí misma Raniel, abatida por la actitud de
Anabelle.
- nada madre
- fotografiar la naturaleza.
- ¿en serio?.
- asi es.
- fabuloso.
-¿dónde vamos?
Al rato después...
- y ¡qué me dices!.
- wow, son espectaculares.
- pues hay varias, pero no he venido a comprar una Alesia- dijo Raniel.
-¿porqué?
- uffff eso ya lo sé, sólo acepta mi regalo por favor quieres, así me podras
acompañar y tomaremos fotos geniales, tengo unos lugares que te van a
encantar.
- esta bien-
Mientras en el despacho...
- no lo puedo creer, esta niña a dibujado todos los lugares del castillo
como si hubiese vivido toda su vida aquí- enfatizo Anette
- tal vez como dijo Alesia, ya trae recuerdos de una vida pasada que tiene
relación con nuestra familia.
- bien madre me retiro, debo atender unos asuntos, cuándo ellas lleguen
me avisas por favor.
- lo hare, y se quedo viendo fijamente a su hija.
una vez que Anabelle salio de la habitación, una sombra surgio desde un
costado de la biblioteca .
Era tal su enojo que termino por botar todas sus almohadas al piso...pero
era más que eso...estaba molesta por que la joven había preferido estar
con Alesia en vez de quedarse a su lado.
Al cabo de unas horas, Alesia y Raniel están de regreso, una vez dentro del
recibidor...
- bien voy a dejar esto, tú espérame aquí, regreso enseguida- dijo Alesia.
-esta bien.
Raniel palidecio de golpe, sabía que no fue buena idea haberse ido a la
ciudad y ahora pagaba las consecuencias de sus actos.
pero que rayos le pasaba a esta mujer, porque de repente era tan
antipática, está bien se equivoco, pero la trataba como si fuese un
monstruo y ese tono al subrayarle su apellido, la hacía tan odiosa.
Raniel miro suplicante a Alesia para que no dijese nada que empeorara
más la situación.
. bueno por lo que he visto, todo es increíble parace un cuento, pero ...
- ¿pero qué?
- vera, esta claro que es asombroso todo, pero no sé, puede ser un
engaño-
- ¿qué le ha hecho está niña para qué reaccione de este modo?, pensaba-
_pero Anette, eso es una tarea gigantesca, es como buscar una aguja en
un pajar, es armar un árbol genealógico completo- dijo estupefacto el
abogado.
_No sabías qué estabas ocupada madre- dijo Anabelle – buenas noches
David.
_ bien les dejo veo que tienen mucho de que platicar - dijo éste.
_bueno mi querida niña hemos visto todos tus bocetos y hemos quedado
muy impresionadas con ellos. Podríamos decir que tú conoces el castillo
mejor que toda mi familia. Quiero agradecerte tu gentileza de haber
venido desde tan lejos y aceptar nuestra invitación, que por lo demás ha
sido muy insólita.
2.- Estaba el hecho de que ella podría ser el eslabón perdido de Rowine
Mcraune y sí eso era efectivamente así, podría cambiar mucho las cosas
para su viejo amigo Joseph e incluso para la familia Calguiere, podrían
enmendar una injusticia que se cometió hace muchos años atrás.
_ Dime mi querida niña, ¿te gustan los caballos?, lo digo porque hay
muchos en tus bocetos.
_por favor acompaña a la señorita Raniel con Marcus, para que éste la
lleve hasta las caballerizas con Ralph, que le ensillen un caballo para ella y
le acompañe dónde ella lo desee, hazle saber que es responsable por la
seguridad de ella ante mí – enfatizo Anette.
_cielos mamá está enojada – pensó Anabelle – ahora sí que me ira mal.
En esos momentos Alesia vio bajar a Raniel junto a una de las doncellas y
se dirigió hasta dónde ellas estaban, justo en momento que iba a hablarle,
fue interrumpida por la doncella.
_adelante.
_toma asiento.
_tú dirás…
-y ¿entonces?... quién de las dos comienza por aclararme qué diantres fue
lo que sucedió con Raniel – dijo molesta Anette.
_no Ralph, cuándo uno trata con ternura a su hermosura como esta y le
trasmites tu paz , ellos se dejan , es cómo hacer amigos – dijo una
sonriente Raniel.
_bien señorita usted gana , vamos a dar un paseo, ¿dónde quiere ir?.
_vamos entonces.
_lo siento Madre, pero cómo te explique, tu sabes muy bien que me
molesta la falta de educación.
_pero tía fue culpa mía también por llevármela, ella había insistido que
ello podía ocasionar malos entendidos, solo que no le hice caso.
_Esto es insólito, ella tiene más sensatez y juicio que ustedes dos juntas,
es una vergüenza ustedes tienen veinticinco años y parecen unas
adolecentes peleándose por una golosina.
_nada de eso jovencitas, ahora es mi turno una vez que Raniel regrese,
iremos a casa de tus padres Alesia, ya tendrán ocasión de remediar
vuestras actitudes. Ahora si me disculpan, iré a mi recámara a descansar
de ustedes dos.
_Por Dios niña – exclamo Alesia – podrías haber puesto en riesgo tú vida.
Raniel ante la actitud de todos. Les obsequio una gran sonrisa y a más de
uno robo un suspiro en especial a esos ojos azules que luchaban por no
sentir en su pecho ese extraño latido de su corazón.
_mi querida jovencita, eres toda una caja de sorpresas, mira que a
espíritu, sin duda ya conquistaste su corazón también, rio Anette, ahora
ven conmigo y Charles que vamos a casa de los padres de Alesia.
Anabelle vio como Raniel se despidió de todos, pero no le dirigió una sola
mirada y mucho menos la palabra…qué estúpida había sido…como le
duele su indiferencia….
Anette miro de reojo a su hija y vio que ella estaba muy pensativa.
-Por cierto madre, ya va una semana que Charles está en casa de mis tíos,
¿acaso no debe volver a Londres por sus estudios? - dijo esto mientras le
daba un sorbo a su café.
-Tal vez él tenga un motivo poderoso para permancer más tiempo del
debido, ¿no te parece a tí?, se limito a decir una reposada anette.
-Así parece madre - respondió la joven , quién torcio la comisura de sus
labios y siguio degustando su café.
" te amo, por favor quedate a mi lado, y déjame hacerte feliz" dijo ella...,
entonces Raniel se levanto de golpe- otra vez ella...
- ¡eh! nadie, solo fue un sueño y tú ¿qué haces levantada tan temprano?,
dijo Raniel para distraerla.
-¡eh!
-madre mía en las manos que vine a caer- dijo Raniel- estirando las manos
al cielo como pidiendo explicaciones.
- jajajaja, estás en las mejores y por cierto son suaves y dociles y expertas
en dar masajes, sí quieres puedo darte uno.
- que cruel, estoy siendo considera contigo ofreciendo mis servicios a tus
pies y tus les rechazas y ( toco su corazón señalando quye estaba roto).
-jajajaja
-jajajaja
-entiendo.
-¿Disculpa?
-ummm
-sé qué has tenido algunos malos entendidos, pero si le das la oportunidad
de conocerla verás que es muy amable , dijo Alesia.
-tal vez sea por el exceso de trabajo y eso le esté afectando, es época de
exportaciones para la mayoria de los hacendados de por estos lados y
créeme todo es caos y tensión.
-pero eso no es motivo para desquitarse con otros Alesia, además que ella
me viene conociendo hace muy poco y da la impresión que le caigo mal o
tiene algún problema conmigo- enfatizo Raniel.
-sí que tiene un problema contigo, se dijo para sus adentros Alesia y eso es
algo que voy a averiguar.
- lo pensare
- vale.
-ahora vamos que deseo mostrarte algo antes que partamos a casa de mis
tíos.
- bien vamos Marcus debemos llegar a casa a tiempo, para firmar ese
acuerdo.
Llevaba tres años sin poder tener vacaciones y de verdad le hacía falta un
pequeño descanso, pero no podía darse ese lujo por el momento, no al
menos en esta época, habían acordado con Robert que dentro de dos
meses más viajarían a Tailandía para relajarse, pero asi cómo iban las
cosas estaba dudando que eso sea posible.
-Raniel, fue lo que se oyo en su mente, y abrio de par en par sus ojos, ya
iba una semana desde aquel desencuentro, y no había tenido la ocasión
de disculparse ...
- no, debe estar muy ocupado con el seminario y visitas que debe hacer en
los distintos hospitales en las cuales se iban a dictar conferencias.
-adelante.
-gracias Albert.
En eso momentos en que ambas mujeres bajaban las escaleras los tres
jovenes entraban muy sonrientes, y platicando a gusto de ciertos sucesos
que lograron sacarles carcajadas ... y al verlas los tres enmudecieron por
unos breves segundos.
- no es para tanto, solo se vuelve más fácil, cuándo uno se divierte nada
más que eso.
-no lo hago, conosco mis capacidades, pero ustedes exageran todo lo que
hago, son cosas simples nada más - réplico Raniel.
_Enseguida señora.
Momentos después…
-diga
-entonces…
- es preciso que viajes mi querida Anette, no es algo que pueda ser dado a
conocer a través del teléfono- dijo David.
- ya veo, pero antes de haber hecho tal cosa, deberías haberme informado
David.
- en ese aspecto has hecho bien, estuvimos a punto de perderla David, por
causa de mi hija, pero ya está todo solucionado. ¿cuánto es lo que sabe
big Jo?.
-además Anette, con respecto a ello, hay algo debo comentarle que
deberías hacer antes que cualquier cosa – dijo David.
-saldré en estos instantes , nos vemos allá, dispón de todo para mi estadía
en Londres – señalo Anette.
- sí, busque a mi hija y dígale que necesito hablar con ella a la brevedad,
otra cosa informa a Marcus que disponga todo, salimos rumbo a Londres.
-adelante.
-tú dirás, ¿qué es eso tan urgente por la cual necesitabas mi presencia?
-hay asuntos de suma importancia que debo resolver, es por ello que
necesito que me prometas que en mi ausencia harás hasta lo imposible
por llevarte bien con Raniel, sé un poco más flexible con ella, no olvides
que es nuestra huésped y para mí es vital que prolongue su estadía aquí lo
más posible- dijo Anette muy seria a su hija.
-¿por qué tanto misterio madre?
- tengo mis razones, cómo tú las tienes para no querer a darte a conocer
como Duquesa, así que respételas hija mía.
…jaque mate para la joven que no pudo rebatir ninguno de los puntos
expuestos por su madre, con resignación levanto su mirada y asintió, por
lo que la señora respiro más aliviada.
-tú ganas madre, buscare el modo de ser más condescendiente con ella –
admitió Anabelle.
- madre, ella no es una niña para que tenga que ser su niñera – dijo algo
contrariada Anabelle.
-ok, lo prometo, la vigilare noche y día, sí eso te hace feliz y quedes más
tranquila.
_tal vez ellos tiene razón, todo lo que haces es impresionante, aunque te
empeñes en bajarle el perfil a todo lo que haces.
-mentira a quién tratas de engañar, quieres verle, hace dos días que llego
y no te habla, siempre está acompañada de Charles, Francis o Alesia,
parecen sus fans número uno – se dijo para sus adentros.
- vaya, en qué andará, lleva dos días encerrada ahí, ya parece ratón de
biblioteca, nunca lo fue en sus años de colegio y que decir en la
universidad.
-si permite señorita, tal vez debe preguntarle a Ralph, ella gusta mucho de
cabalgar – dijo el mayordomo.
- puede que esté en el sector del lago o junto al río, quedo muy
impresionada ayer, cuando lo visitamos.
-está bien, gracias.
Cerro sus ojos por unos momentos, para disfrutar del ruido de las aguas y
de las aves, quería distraerse un poco, ya que llevaba varias noches sin
conciliar el sueño, debido a que cierta personita aparecía en ellos
jurándole amor y que decir las cosas que hacían ambas, del deseo y la
pasión que surgía de esos encuentros…aún con los ojos cerrados sintió
arder sus mejillas…
Raniel suspiro, todo esfuerzo era en vano, no podía llevarse bien con ella y
tampoco sacarla de su cabeza, ¿porqué tuvo que poner sus ojos en una
persona como ella, que además está comprometida?...se limito a cerrarlos
nuevamente y dejar de pensar.
Por otro lado, Anabelle llevaba ya varios minutos sin poder hallarla, hasta
que río abajo sintió un caballo relinchar… y busco de dónde procedía
….hasta que dio con Espíritu Indomable que estaba pastando alrededor de
unos árboles …entonces intento dar con su paradero, no se veía por
ningún lado, cuidadosamente penetro un poco mas con su caballo , pero
no estaba en la orilla y…entonces la vio…descansando sobre una roca en
medio del rio totalmente desnuda.
_Raniel.
-pero hasta en mis sueños oigo tú voz, pero que fastidio, se dijo.
_Raniel- volvió a llamar Anabelle , sólo que está vez un poco más fuerte.
_pero que rayos- dijo Raniel - y de golpe abrió los ojos y se levanto un
poco y fijo su vista en la orilla y fue ahí que la vio montada en su caballo
blanco, que la hacía ver la criatura más hermosa, como en los cuentos
medievales, la vio a sus ojos y estos estaban totalmente más oscuros…
-y bien, tú dirás, ¿qué deseas de mí? – pregunto Raniel sin inmutarse por
su desnudes.
-pues lo que viste, disfrutando del río y tomando un poco de sol, quería
relajarme.
- es diferente.
-pero en otros países, pueden hacer lo que deseen no es así, porque acá
en casa son incapaces de sentir por temor a lo que los demás digan –
señalo Raniel- Y con una mirada burlona se alejo en dirección donde
estaba su ropa.
Raniel se detuvo en seco y se dio media vuelta, sus ojos brillaban, como
tramando algo…
Al principio Anabelle quedo inmóvil ante el beso de Raniel, pero era tan
grande el sentimiento y deseo que tenía por ella, que no supo cuándo se
vio devolviendo el beso con pasión, sentir la desnudez de la muchacha,
ese cuerpo que emanaba un calor que la devoraba por dentro. Cada
caricia que la joven le proporcionaba despertaban en ella su sensualidad.
Entonces el beso se detuvo y abrió sus ojos , para ver los ojos esmeralda
observándola detenidamente.
Aunque había sido muy osada de su parte en lo que hizo, disfruto de ese
beso y pudo comprobar que lo que vio en los ojos de Anabelle, era deseo y
para nada se arrepentía de ello…pero por la reacción de la muchacha,
sabía que habrían más problemas…pensaba Raniel.
Anabelle, por otra parte había descubierto que esa joven le gustaba
mucho y que la deseaba más que nadie , pero ahora se sentía humillada
por eso beso y por la forma burlona que vio en el rostro de Raniel.
-pero qué diantres – dijo Alesia – y salió raudamente a ver qué estaba
sucediendo y fue que se encontró con su prima que estaba de espalda a
ella, mirando por un ventanal.
-cuenta de una vez que te hizo (vaya Raniel, tienes muy mala suerte con
ella), pensó Alesia.
Mientras Alesia se dirigió a una pequeña mesita y sirvió dos tragos para
ambas…
Anabelle bebió de su vaso y relato los hechos como habían sucedido, con
la excepción del beso y lo que ella había sentido….
_tú también.
-válgame Dios, que genio, (pensó Alesia), aquí hay gato encerrado, a mí no
me engañas, detrás de esa furia hay algo más y voy averiguar qué es.
-no creo poder conocer tanto, debo regresar a casa por mis estudios.
-jajaja – rio Charles- no es eso querida Raniel, lo que sucede es que tienes
fuertes contrincantes en esta familia. Mi padre es un gran cetrero y Alesia
, es campeona nacional en esgrima y Francis le sigue sus pasos a nivel de
condado,¡ será interesante verlos competir!
- con una vida tan ajetreada como la que llevas, no hay lugar para el amor
jovencita o estoy equivocado – pregunto James y todos los presentes
clavaron sus ojos en Raniel.
-la verdad señor no tengo tiempo con mis estudios y para serle honesta,
jamás me he enamorado, por lo que no hay cabida para el amor todavía.
Sintió arder sus mejillas, por qué tenían que meterse con ella, la estaban
poniendo entre la espada y la pared.
-eso fue un N.K y muy duro por cierto (pensó Alesia , mientras
contemplaba el rostro triste de su prima Anabelle, que hacía un gran
esfuerzo para disimularlo)
- no – respondió secamente.
- y tú le has llamado.
- ¿lo extrañas?
- no lo parece querida.
- no necesito demostrarlo a los demás, con que yo lo sienta es suficiente-
dijo resueltamente.
-mentirosa.
-se puede saber el por qué de tus palabras – pregunto sin levantar la
mirada y dejar de hacer lo que estaba haciendo.
-tú nunca antes estabas tan pensativa como lo estás ahora, ni perdías la
paciencia como lo haces hoy y jamás te vi tan afligida como esta tarde.
-tú, mi querida prima estás enamorada por primera vez – concluyo Alesia.
-¿tú qué?
Así fue como Anabelle narro a su prima todos los hechos e impresiones
desde que conoció a Raniel e incluso lo sucedido en el río.
-pero que osada salió la niñita y tío James la encuentra muy inmadura,
jajajaja.
-puede ser .
-nada
-claro que la amo, pero tú la has oído tan bien como yo, no va a renunciar
a su mundo por amor.
-claro que la oí, pero también lo que le respondió una vez que hablo tío
James.
-sabes Alesia, me sentí tan identificada con las palabras de papá, movería
cielo y tierra con tal de estar a su lado y que ella acepte mis sentimientos.
- no sé.
-mmm.
- por supuesto que no, por quién me tomas, yo no seguiría adelante con
una farsa aunque tuviera que dejar de ser la Duquesa.
-¿qué?
-bien
Con señas Alesia preguntaba quién era y Anabelle le dio a conocer que era
su hermano.
-ok.
-rayos, eso quiere decir que debo volver lo antes posible para solucionar
todo esto…
-entonces dilo…
Anabelle quería creer que tenía una oportunidad con Raniel, ya vería
como solucionar el asunto de cómo decirle que ella era la Duquesa de
Calguiere y esperaría a Robert para terminar con su compromiso.
-Adelante.
-ósea que la señorita se conforma con una taza de cocoa nada más.
-así es mi querido Albert, si desayuno perderé tiempo y debo terminar
este trabajo a como de lugar.
Salió de su cama en dirección del baño y tomo una rápida ducha, estaba
dispuesta a sacrificar su descanso con tal de ayudarle en lo que fuese
necesario.
-tal vez esté profundamente dormida, debes recordar que hoy es Sábado y
por lo general todos nos levantamos un poco más tarde de lo
acostumbrado – señalo anabelle.
-lo sé, pero es importante que comience cuanto antes – enfatizo Alesia ,
sin recibir respuesta alguna.
-vuelve a llamar- sugirió anabelle.
-así es.
-Albert, por favor disponga de una bandeja con el desayuno para tres y
tráigala a la biblioteca, Alesia y yo nos encargaremos que ella desayune
como corresponde – solicito anabelle.
En el intertanto en la biblioteca…..
-¡Alesia! No sufro del corazón, pero esta vez csi me matas del susto –
recrimino Raniel.
-jajajaja, vamos querida no es para tanto, eso te pasa por decir groserías.
¿Cómo es posible que esa boquita tan linda diga cosas tan feas? –se burlo
Alesia.
Raniel se ruborizo tanto, al recordar sus palabras y ver que enfrente suyo
tenía Anabelle y había escuchado todo.
-en lo absoluto…me muero por morder esos lindo labios tuyos, así que tú
elijes – recalco ésta - ¿cuál de las dos opciones prefieres?
Uno momentos después, Raniel les indicaba en qué podían ayudarle, así
que les asigno a cada una tarea específica,. Fue así como pasaron’ las
horas, hasta que el mayordomo les anuncio que el almuerzo estaba listo
para ser servido y les esperaban en el comedor.
-muchas gracias, pero no puedo, sólo me quedan dos horas más según el
horario de mi país para la entrega – argumento la muchacha.
-de acuerdo – dijo la joven y se volvió a sumergir en los planos en los que
estaba trabajando.
-así es-
Hubiese querido compartir más tiempo con anabelle, pero había tanto por
hacer y el tiempo jugaba en su contra, por lo que dedicó todo su esfuerzo
en terminar con el proyecto. Sin embargo de vez en cuando levantaba sus
ojos para observarle, sin que ella se diera cuenta y sentía emociones
encontradas con respecto a ella, le disgustaba por momentos sus
actitudes y otras tantas le seducía todo su ser…estaba experimentando
cosas nuevas en su vida , que a su vez l asustaban, por así decirlo, mejor
dicho ella, era su mayor problema.
Con la llegada de Raniel , su vida dio un vuelco en casi 180 grados, si bien
estaba más vulnerable a los celos y egoísmo , debido que no deseaba a
ninguna persona muy cerca de la chica. Disfrutaba descubrir cada faceta
que ésta poseía, le atraía mucho su jovialidad y chispa con que ella
impregnaba el ambiente, la ternura que tenía para con los animales y la
dedicación y pasión con que realizaba las cosas de las cuales ella
disfrutaba, pero por sobre todo era esa sensación nueva que latía dentro
de su corazón, estaba más viva que nunca y deseaba ser amada y amar a
aquella joven. Quería que se quedara a su lado, compartir el resto de su
vida con ella, tenía conciencia que era ella precisamente el amor de su
vida, tenía tal certeza ahora , aunque en un principio quizo negarlo a toda
costa, debido a las circuntancias en las que se encontraba, puesto que
estaba prometida y descubrir que se estaba enamorando de una mujer
fue todo un descubrimiento un tanto difícil de digerir.
Se podía decir que Raniel estaba hecha para ella y por una extraña razón,
sentía que había estado esperando por ella desde hace mucho tiempo.
Llevaba ya unas horas encerrada en esa biblioteca tratando de apoyarle en
lo que más podía, más aún así estaba consciente de su presencia y cómo
su corazón estaba aceleradísimo, pero lo disimulaba lo más posible, ya
que no debía distraerla, se moría por abrasarla y besarle, más debía
controlar esos impulsos. Quería tenerla a su lado, amarla, disfrutar de sus
besos y caricias como en el río, entregarse a ella y hacerla
suya….encadenar su corazón con el de Raniel.
Anabelle, creyó morir cuando Raniel la hizo girar y busco sus labios… Dios
estaba esperando esto todo el santo día, se dejo llevar por su corazón y se
entrego a las caricias de Raniel, su lengua exploraba su boca, como si
quisiese devorarla con sus labios, sus manos recorrían lentamente su
espalda , dejando una estala de escalofrió y deseo a su paso.
Raniel despego sus labios de ella y busco entre su cuello, lamiendo cada
rincón, mordiendo a su paso, cada acto suyo lograba estremecer y
conseguía que Anabelle gimiera de placer y también ella era presa de las
carias de la joven , su cuerpo se tenso al sentir las manos de Anabelle
tocar sus pechos y como estos quedaron erectos al contactos de sus
dedos que rozaban una y otra vez, atormentándolos hasta lograr sacarle
de ella un gemido agudo, quería ir más allá…quería consumirse en ese
fuego .. Dar rienda sueltas a todas esas emociones que sólo Anabelle
estaba despertando en ella.
Hasta que...
-no – dijo ella, colocando sus dedos sobre esos labios para acallarlos –
pero no es momento.
-por favor entiende, debes terminar – aclaro Anabelle, que vio en los ojos
de la muchacha desazón.
A unos cuantos pasos de ahí, una joven temblaba de pies a cabeza, por
todo lo vivido en ese lugar y todo el esfuerzo que le conllevo para detener
ese mar de caricias…
-por favor amor, no te enojes conmigo, pero era el único modo que tenía
para que puedas terminar a tiempo con tus deberes, te prometo que te
compensare con creces – decía en voz alta anabelle.
- ¿a quién vas a compensar tanto? – pregunto Alesia que le llevaba rato
observando y fue testigo de lo afectada que salió de la biblioteca.
-vaya querida…realmente te tiene por las cuerdas…a este paso voy a tener
que encerrarlas con llave- dijo burlonamente Alesia.
-vamos no seas tonta, solo es una broma, es de lo más normal todo lo que
estás viviendo y que jamás experimentaste antes, ya quisiera yo vivir todo
lo que tu vives – dijo una resignada Alesia.
-pero cómo es eso, acaso tú no has amado así…cómo es que tienes tanta
experiencia, entonces– pregunto un sorprendida Anabelle.
-jajajaja, ustedes no tienen remedio, son las dos tal para cual, a la menor
provocación y chillan como cerditos – se burlaba Alesia.
-idiota.
-jajajaja – reía Alesia hasta que consiguió hacer reír a su prima y ambas
estuvieron así por unos minutos y luego se fueron al despacho.
-al fin, con un click y….se fue…espero que está vez quedes conforme, mira
que no volveré a gastarme toda mis energías por ti, aunque seas el mismo
cesar de la arquitectura.
Al cabo de unos minutos, como pudo dejo todo listo y se dispuso a llevar
la bandeja a la cocina y luego iría a su dormitorio, lo haría lo antes posible
antes que alguien pueda verla…
Fue así que llego a duras penas a la cocina, ya que el dolor seguía e iba en
aumento, tenía que apurarse para descansar en su habitación…
-¿pero qué es lo que crees que estás haciendo? – escucho una voz detrás
de ella y ya no pudo oír nada más, porque todo se oscureció a su
alrededor…y unos brazos alcanzaron a sostenerle antes que su cuerpo se
derrumbase en el suelo.
- sí – respondió alesia – vera doctor ella debía entregar un trabajo hoy, por
lo que estuvo en ello desde las tres de la madrugada, tal vez pudo ser eso.
-por Cristo, qué clase de locuras es esa, nadie en su sano juicio trabaja 16
horas continua sin sentir el peso de las consecuencias – meneaba su
cabeza el médico-.como dije, no es nada serio, con un descanso bastara,
pero quiero comentarles que hay otra cosa que sí me preocupa un poco.
-no es el cansancio que ha hecho que tenga fiebre tan alta, sino que hay
una marca en su cuerpo que está al rojo vivo, lo que la produce, por cierto
es muy inusual todo esto, si pueden llévenla a mi consulta una vez que se
recupere, quiero examinarla un poco más.
-sorprendente – dijo Alesia – parece mentira que esa cicatriz la tenga así.
Alesia sin decir más salió del cuarto y se dispuso a hablar con su tío.
-no debí dejarte sola tanto tiempo, debí obligarte a descansar un poco, no
volverá a suceder otra vez.
…..
-tú no eres para ella, apártate de una buena vez, porque no te marchas
lejos , no las dejare nunca estar juntas…
-ya te hice caso una vez, pero no puedo ahora, porque te empeñas en
alejarme que no ves que la amo y ella a mí.
-sólo vete…ya tiene una vida hecha…no será feliz contigo nunca…le
acarrearas vergüenza y dolor…no puedo permitir que la lleves a ese
infierno…
-déjala y lárgate…
…..
-ha tenido una noche difícil, ha delirado mucho, pero hace unas horas que
ya está mejor – dijo Anabelle, visiblemente agotada, tras pasar la noche en
vela cuidando a Raniel.
-¿mujer?
-verás, después de que el doctor se fue, quede muy intrigada con la marca
que tiene Raniel y pregunte a tío james, sí habían familias que pudiesen
llevar una marca de nacimiento que los caracterice, a lo que me respondió
que sí. Que de hecho en medio oriente aún existían casos dónde los
integrantes tenían cicatrices propias de cada familia.
-vaya – dijo Anabelle - pero que tiene esto que ver con Raniel.
-exacto – se adelanto Alesia – como la que tiene Raniel, una flor de iris.
- a primera visto no recordaba muy bien dónde había visto esa flor, así que
busque por internet y encontré este escudo, así que le pregunto a tu
padre y me dijo que aquel era el escudo de una marca de vinos y fue ahí
cuando me mostro una botella de su bar – agrego Alesia.
-así es Alesia – dijo anabelle – sólo me duele saber que puede haber
alguien más y tal vez…
FLASH BACK
-no quiero ver a esa mujer mami, ella llora mucho, tiene pena y toma mi
mano- sollozaba la niña - ¿por qué ella está conmigo mami, por qué la veo.
-lo sé hijo mío, pero ya los médicos han dicho que no es una enfermedad
y sólo el sicólogo que la atiende ha dicho que las pesadillas irán
desapareciendo a medida que eso recuerdos afloren.
-pero es una niña de cinco años madre, no debe pasar por todo esto, no
me gusta ver a mi hermana así – argumento el joven.
- no hijo mío, sólo trae los recuerdos de la vida de una mujer y que estos
están grabados en la memoria de tu hermana.
En esos instantes Raniel abre sus ojos, después de una noche intranquila,
llena de recuerdos…
-¿te duele?
-no sólo que tengo una gran pesadez , eso es todo- respondió una evasiva
Raniel.
- lo siento, pero vas a desayunar te guste o no, además debes tomar esto
(entrego unas medicinas) y con el estomago vacio no lo harás – replico
Alesia.
-bien, ahora tomate una ducha, que tío James te llevará al médico.
- no para, eso no, ya te explique que no es una enfermedad, así que no
veo la razón de ir – dijo aún más molesta raniel.
-Eres testaruda como tú sola, pero déjame decirte que hay muchos en
esta casa que se han desvelado preocupados por tu salud – dijo molesta
Alesia – por lo menos por deferencia a ellos, hazlo.
-ya veo, bien , si no eres capaz de decirlo, te o diré yo, Anabelle paso toda
la noche junto a ti hasta hace poco y tío James también está muy
preocupado , al igual que el resto de la familia.
-buena chica, iré a avisarle a tío James para que el médico te reciba.
-te ha sentado bien ese descanso – dijo Alesia – mientras revisaba unos
documentos en el despacho, ya que compartían algunos negocios en
común con su prima – por cierto ella fue al médico con tío James.
-pues claro, una Brigston siempre cumple su palabra- dijo sonriente alesia.
- aunque me cueste admitirlo no tienes nada, pero aún así, voy a tomarte
una muestra de sangre y piel de tu cicatriz, quiero ver que es lo que
origina el ardor que produjo tu fiebre – señalo el médico.
Momentos después…
-listo, puedes vestirte hemos terminado, cuando tenga listo los resultados,
los hare llegar a la Familia Calguiere- respondió el médico.
-muchas gracias y se retiro del lugar, no sin antes ver de reojo a Anabelle,
quién tenía clavada su mirada en ella.
-señorita Anabelle, están listos los documentos para que los firme – dijo su
secretaria.
-Ey tú, deja eso y vamos a casa – señalo Alesia, quién estaba recostada en
la puerta – no conseguirás nada si te refugias en el trabajo.
- jajaja, cómo eres, te dejo sola un par de días y así me recibes – aulló
Alesia ofendida.
-por tu cara puedo hacerme una idea de que las cosas no van bien con
ella.
-desde que regreso del médico, no es la misma, está fuera de casa por
largas horas, llegando incluso cuando todos estamos acostados, así que
imagínate, papá no dice nada, pero sé que está preocupado por esta
situación – señalo una abatida Anabelle – llego a comentarme que no
debimos obligarla a hacer algo que no quería.
- sí- afirmo la joven- y lo peor, es que mi madre llega hoy y creerá que le
hice algo y tendremos una discusión innecesaria. De verdad Alesia, no
entiendo su comportamiento, a ratos me disgusta tanto que siento deseos
de reprocharle su conducta y pedirle respeto a mis padres. No sé qué
hacer, no puedo acercarme, es como si huyese de mí.
Tenía miedo al igual que pequeña, aunque ya era adulta. Esa fiebre abrió
los recuerdos, la angustiaban y sentía como si su corazón fuese atravesado
por un cuchillo. Recordaba absolutamente todo cuando estuvo con fiebre,
había visto el rostro de aquella joven y de quién ella se enamoro.
Ahora comprendía gran parte de sus sueños y tal cual el sicólogo le había
dicho a su madre, que a medida que los recuerdos afloraran, ella sabría la
verdad, nada era casualidad y menos coincidencia sobre todo el hecho de
estar ahí, precisamente en ese castillo y esa joven…la misma…Ahora ella y
sus propios sentimientos se veían involucrados en esta historia…¿qué es lo
que iba hacer? – se preguntaba Raniel.
-¿se puede saber qué te está sucediendo? – Pregunto una voz detrás de
ella- esa voz la reconocía a la perfección, Anabelle. Quién estuvo un buen
rato observándola desde un costado de la mansión, hasta que no aguanto
más y fue a su encuentro necesitaba disipar sus dudas de una buena vez.
-Entonces, ¿por qué has estado evitándome todos estos días? – Inquirió
Anabelle – mírame Raniel y respóndeme.
-pues toma (entregándole su block), aquí tienes, allí hallarás el motivo que
provoco mi fiebre, mis recuerdos, también es la razón por la que no quería
ir al médico y fue por lo cual me aparte de ti.
Anabelle, abrió el block y echo un rápido vistazo y enmudeció al instante y
al mismo tiempo que Raniel se alejaba de su lado alcanzo a tomarle por el
brazo.
-claro que sí, estoy muy consciente de lo que sucede entre nosotras, acaso
pensaste que es producto de la imaginación – replico Anabelle – esto es
muy real Raniel, no puedes evitarlo como yo tampoco, sólo sucedió y es
cada vez más fuerte lo que hay entre nosotras.
Desde un balcón, alesia las observaba y comprendía bien, que esas dos
sacaban chispas cuando se enfrentaban, pero en su interior rogaba para
que no fuese esta la ocasión y que el amor pudiese juntarlas al fin y en
ese momento sonó su celular…
-diga.
-Alesia, soy Kat, te llamo para informarte que está todo listo para hoy, tal
como acordamos.
-no agradezcas, todo sea por que esas dos estén juntas.
-bien, nos vemos entonces – y colgó. Ahora Raniel es mi turno.
Fue un poco decepcionante descubrir que no eran ellas, hasta que llego al
último de sus bocetos y abrió muchos los ojos al comprobar que sí eran
ellas, estaban abrazadas y uniendo sus manos con una sortija como quién
desposa a otra, esa joya la reconocía era de la familia…cómo es que Raniel
sabe de ella- pensó-…. Estos son tus recuerdos, no cabe duda ahora, tú y
yo estamos destinadas a estar juntas amor.
-¡eh! Sí, hola Anette – dijo un poco tímida.-¿ cómo estuvo el viaje?
-bien querida, vas algún lugar, estás muy abrigada inquirió la señora, con
curiosidad.
-señorita Raniel, por fin la alcanzó- dijo ésta tratando de tomar aliento –
tiene una llamada de la señorita Misha Dorwen.
Raniel volteó para agradecer a la doncella y cuando giro vio la furia en los
ojos de Anabelle y de su prima Alesia.
-verás tía Anette, claro que Raniel saldrá hoy, pero lo hará en compañía de
todas nosotras, ya que iremos a una pequeña fiesta con Katherine- dijo
una desenfadada Alesia.- lo que sí deberá cambiarse, porque no es lo más
apropiado.
- creo que no oíste bien, querido primo, dije nosotras – dijo una divertida
Alesia, guiñándole un ojo a sus primas.
- no, además que no estabas tan cansado, pues te servirá para acompañar
a tu madre- finalizo Alesia.
Por mucho que huyese, tendría en su camino más de uno tras ella, sean
hombres o mujeres, Raniel sabía eso hace mucho, lo que le causaba
gracia, de hecho su mejor amiga en la universidad es les y siempre le
comentaba cómo sacaba suspiros de algunas en la casa de estudios y
Raniel solía encogerse de hombros nadas más.
Ahora, era distinto, su corazón le estaba jugando una mala pasada y lo que
en principio partió cómo curiosidad, se ha ido transformando en algo
avasallador, que le está robando su paz interior y a eso debemos sumarle
todo sus recuerdos y cómo está envuelta en una historia que parecía
inverosímil, como sacada de una novela.
- ya no tiene importancia.
-pero influyo en ti y en cómo has estado estos días, debe verdad Raniel, lo
siento.
-dime, es muy doloroso para ti, todos esos recuerdos- inquirió la joven.
-cuando niña sí, había noches enteras que mamá se desvelaba por causa
de mi fiebre e intento de todo, pase por una serie de médicos y siempre
era lo mismo, hasta que nos enviaron a un sicólogo y le sugirió una vez
que escucho nuestra historia, que probásemos con la hipnosis y ahí
encontré o mejor dicho mamá tuvo respuestas a lo que me sucedía, dijo
que pasaría por una serie de etapas y cada vez que los recuerdos afloraran
podría equilibrarse un poco mi vida- comentó una cansada Raniel.
-sabes, desde que te vi, supe que me llevaría muy bien contigo, eres muy
agradable y me resulta muy fácil platicar contigo, no debo estar a la
defensiva como con otras personas – manifestó Raniel.
- gracias por tus palabras, me sucede lo mismo contigo, eres especial lo
sabías, te ganas el corazón de la personas con tu sencillez, lo espontánea y
divertida que eres, aunque a veces eres una tozuda.- dijo riéndose Alesia.
-de eso se trata dulzura – dijo ella – de hacer relucir tu encanto y que por
cierto te hace ver más hermosa de lo que ya eres.
-puede ser.
-O es una táctica para que vaya contigo sin oposición alguna –miro muy
escéptica a la otra joven.
-yo no me moveré de aquí, además somos dos mujeres, no hay nada que
temer y de que avergonzarse – dijo esta y fue en busca de una bolsas que
había traído desde su habitación, mientras la joven se duchaba – toma
esto es para ti y antes de que empieces, no aceptaré un no como
respuesta, está pensado en ti y punto. (Y volvió a sentarse)
-pero…
-pero nada, acepta de una buena vez, que las personas se encariñan
contigo y manifiestan de algún modo ese sentimiento a través de un
presente, no hay nada malo en ello – señalo Alesia y se dirigió
directamente donde estaba Raniel- ahora vamos a probarte todo, de lo
contrario no saldremos a tiempo.
-olvídalo, ya te dije…
Tras algunos gruñidos de Raniel, la joven Alesia logro dejarla tal como
quería, solo faltaba maquillarla y estaría lista.
-bien, ahora es mi turno, usare tu baño, he traído mis cosas porque sabía
de ante mano que no tendría tiempo suficiente contigo. Ahora si quieres
puedes acompañarme y tomamos una ducha junta- Dijo pícara Alesia.
-te gusta padre – dijo Francis, quién lucía una falda y top verde, que
resaltaban sus las piernas y delineando más su silueta.
Será toda una aventura – señalo Francis muy pícara – por cierto, Raniel y
Alesia, dónde están.
-ojalá que pudiese acompañar a Raniel – dijo Charles- son muy egoístas
ustedes.
-no es para tanto charles – acoto Francis- cambia esa cara, pues podrás
verla antes de que nos vayamos.
-hazla pasar – dijo Anette- y avísale a Alesia que todas las esperan.
A los minutos…
-buenas tardes – dijo Katherine- es un agrado verles de nuevo.
- lo suponía – dijo ésta riendo – las fiestas de hoy en día nunca acaban
temprano.
Al llegar al lugar, justo bajaban las escaleras Alesia y Raniel, cuando los
demás las vieron quedaron atónitos con la belleza de ambas.
Alesia, lucía un ajustado vestido purpura, que la hacía ver muy sexy, su
pelo estaba tomado en su totalidad y caían unos pequeños rizos por su
cara. En cuanto a Raniel, vestía un pantalón negro con botas del mismo
color y una blusa negra de manga ¾ con encajes ceñida a su figura y su
cabello recogido con un hermoso prendedor.
-vaya, ustedes dos realmente nos han quitado el aliento – dijo James.
-gracias tío- y giro para tomar de la mano a Raniel – pero está niña robara
más de un corazón esta noche, tenlo por seguro.
- toma, una rosa que palidece con tu hermosura- Dijo éste muy galante.
Raniel le miro y agradeció con una sonrisa, pero sus ojos al instante
buscaron los de Anabelle y se toparon con los azules clavados en ella y un
destello brillo en ellos y la joven se sonrojo al ver ese deseo presente en
ellos.
Alesia , percibió todo y se sonría, había logrado su cometido, esas dos ya
estaban enganchadas, ahora faltaba el otro paso….
-tienes razón.
- no-
Ella le indico una serie y opto por el que más era del agrado de la
camarera.
-encantada de servirle.
Kat también hizo lo propio y solicito las mejores tablas para picar de entre
una serie que la muchacha les recomendó.
-hay que ver que es una fresca – pensó Anabelle – mira que coquetearle
en mis narices.
En eso volvió sus ojos hacia Raniel y pudo comprobar que su prima tenía
razón, ella disfrutaba charlando con Claudine y sintió la mirada de
Anabelle y sus miradas se encontraron, regalándole una bella sonrisa.
Una vez en la calle, Kat les informo que iría una discoteca nueva que
estaba llamando mucho la atención por lo genial de sus ambientes.
-qué fue eso – pregunto Alesia- no te creía tan territorial prima, cómo has
cambiado.
-soy una Calguiere después de todo- dijo ésta rotundamente – no permito
que se metan con lo mío.
-pero hay que reconocer que Raniel está preciosa esta noche y tendrás
que acostumbrarte que llamará mucho la atención – señalo Alesia .
-lo sé, pero eso no impide que espante a cualquiera que se le acerque, ya
les dije no comparto lo mío –refuto Anabelle.
En eso las chicas siguieron platicando y estaban por llegar, cuándo oyeron
una voz que les helo el cuerpo a las tres…
Raniel que estaba muy a gusto charlando con Francis y por unos
momentos se detuvo a ver algo, mientras Francis avanzaba rumbo a
donde estaban las demás, y entonces oyó como alguien le llamaba…
Una vez que la muchacha la dejo libre para respirar, pudo ver de quién se
trataba…
-Misha – dijo estupefacta Raniel- que gusto verte, aunque de esa forma,
no suele saludarse.
-acaso acá todas son así de liberales, besándose sin más – inquirió una
risueña Raniel.
-te creía en uno de tus tantos viajes por el mundo – dijo burlesca Raniel.
- veras, estoy de descanso por lo que me vine a mi apartamento y trate de
contactarme contigo para ver si salíamos una de estas noches, pero me
avisaron que no podías.
Raniel sintió muy tenso el ambiente entre esas dos, pero sin duda no era
lo único que estaba tenso en aquel lugar, ya que más atrás alguien estaba
de mal humor.
-ya van dos Raniel, una mas y te matan – dijo secamente Alesia.
-tenías razón Kat, esto está genial, buena música, buenos ambientes, será
una noche inolvidable- dijo Francis.
-opino lo mismo que mi hermana - dijo Claudine- tienes muy buen gusto
amiga.
-gracias por los cumplidos chicas, vengan vamos a escoger un buen sitio y
después, a divertirnos en grande.
Kat hablo con alguien del lugar y ésta les llamo para que el acompañasen.
-ya está lista nuestras reservación de una mesa, así que vamos – dijo la
muchacha.
-aquí tienen mis bellas damas y para ti, bebé, tú refresco – dijo
burlonamente.
-eso depende – argumento Raniel – de quién sea la presa que vas a elegir
-cuidado niña, podrías salir quemada si juegas con fuego – respondió una
descolocada Alesia.
Anabelle , la observaba en silencio y pudo comprobar que la muchacha
podías ser muy altiva cuándo la provocaban y eso la dejo pensando unos
minutos.
-oye Raniel, sabes me gusta tu forma de ser y cómo dejas sin habla a esas
dos, jajaja, nunca había visto quedarse callada a mi hermana y tampoco a
Alesia – le señalo Francis.
-Raniel.
-dime.
-¿estás segura?- respondió ésta risueña- tal vez nos echen del lugar.
-vamos – dijo Anabelle – (quien sólo quería ponerle las manos encima a
Raniel, por hacerla sufrir como lo estaba haciendo, se estaba muriendo de
celos, primero la camarera, luego la odiosa de Misha y ahora ese baile con
su hermana, ya había agotado su paciencia y todo tenía un límite)
Así el grupo se reunión con las dos chicas y ambas se colocaron aún
costado de las más jóvenes, Raniel sintió una mirada clavada en ella y
levanto la vista y se topo con esos azules que parecían asesinarle, (creo
que esta es la tercera y a juzgar por su mirada no va a terminar bien para
mí) se dijo para sí.
Entonces las luces enfocaron a Raniel y Francis y el Dj les anunció que ellas
eran las ganadoras como la pareja más hot y sensual de la noche, y que
tenía bar abierto en la barra para ellas, esto puso muy feliz a Francis no
por el premio sino por haber conseguido su objetivo de llamar la atención.
- ya veo
- ya te dije que no era con tu hermana con quién yo quería estar, sino
contigo – replico Raniel un poco exasperada.
- eso es lo que voy hacer - dijo Raniel- la tomo del brazo y la hizo girar
quedando de tras de ella, pego su cuerpo con el de Anabelle y su boca
comenzó a subir lentamente por su cuello, respirando lentamente su olor
mientras suavemente movían sus cuerpo en una absoluta sincronía.
Raniel tenía asida con una mano la cintura de Anabelle, mientas que la
otra recorría lentamente su espalda, acariciando toda su piel, ya que
sentía el calor que de ella emanaba bajo esa delgada prenda que las
separaba de un contacto más profundo. Ésta por su parte, acariciaba su
nuca enredando sus manos en su larga cabellera y presionándola más
contra sí, para que no terminase nunca ese beso.
Sus bocas se devoraban entre sí, sus lenguas exploraban cada sitio,
bebiendo una de la otra como si hubiesen sido sometidas a una gran
agonía, sus cuerpos ardían en deseo con cada movimiento, necesitaban
explorarse más y más, alcanzar el máximo placer que se pueden dar los
amantes, pero no era el lugar para ello. De a poco sus labios se separaron
y se juntaron sus frentes y una agitada Anabelle, acaricio con su mano el
rostro de la joven.
-veras –le dijo al oído- sólo cuida de mí, esta será mi primera vez.
-todo estará bien mi vida, te lo aseguro – dijo Anabelle besando sus labios.
-¡ey! Ustedes dos tortolitas, dejen de contar dinero entre los pobres – se
mofo Alesia.
-oye tú, Casanova – dijo Francis – cuida bien de mi hermana, sino te las
veras conmigo.
-esto merece un brindis, volvamos a nuestra mesa – dijo kat, que estaba
visiblemente feliz de haber contribuido en algo a juntar a esas dos.
-te dije que jugar con fuego haría que te quemaras – bromeo ésta.
Todas chocaron sus copas con la de la pareja y las felicitaron cada cual,
hicieron bromas a Raniel, ya que había dejado de lado la soltería y se unía
al club de las que no pueden ver para el lado.
Las chicas siguieron compartiendo una buen rato , hasta que Kat, se las
llevo a para no interrumpir a las enamoradas que no dejaban de besarse.
La pista estaba que ardía con todos esos cuerpos pegados al ritmo de “mr
simple” de Super Junior, ya que el pop coreano es lo que estaba de moda
en gran parte de los continentes…
-vaya sin duda, esta noche no la olvido- dijo Francis coqueteando un poco
con Kat.
-no te preocupes es una niña apenas y las bebés no saben mucho – dijo
burlesca Kat, así que hermanitas Calguiere ustedes están para aprender de
nosotras.
-¡qué!, niñas – bramo Francis – que no te oiga Raniel, sino fuera que está
embobada con mi hermana, te mostraríamos que tan niñas somos.
-jajaja, ustedes tienen mucho que aprender – provoco Alesia, que seguía
la conversación con mucha curiosidad – así que no lo intentes, estás son
ligas mayores.
Las demás hicieron un círculo en torno a las chicas para ver el espectáculo
que se iniciaba con dos chicas hermosas, muy sexy , que pegaban sus
cuerpos hasta el punto de rozar sus cuerpos , Francis coloca las manos
alrededor del cuello de Raniel y esta toma sus caderas, y ambas sonríen
perversamente dejando toda su sensualidad en el baile.
Las demás estaban mirando sin reaccionar todavía, excepto Claudine, que
aunque era mayor un año que Francis, estaba disfrutando del espectáculo.
Muchos más también se estaban acercando a ver la joven y sensual pareja
desplegar todo su encanto y femineidad en la pista de baile.
En eso, las chicas con mucha complicidad entre ambas dan la vuelta,
quedando Francis de espaldas a Raniel, ésta abraza a la muchacha y apoya
su mentón en el hombro de Francis y ella coloca una de sus manos en la
cabeza de Raniel y la otra en una de las piernas de la joven y comienzan a
descender lentamente y sensualmente al ritmo de la música, sacando
silbidos del grupo de observadores que comienzan a vitorearlas. Y para
subir más el tono Francis voltea su rostro hacia Raniel quedando a escasos
centímetros de la joven y comienzan a subir con una compenetración
como si fuesen dos amantes… y sus movimientos son cada vez más
sensuales. Y las luces volvieron a enfocarlas para llamar aún más la
atención de los espectadores que entre chiflidos y vítores, clamaban por
más…
Alesia, Anabelle y Kat estaban atónitas, de verdad esas dos les estaban
dando una lección que en sus vidas olvidarían, Claudine reía al ver a su
hermana y las otras que quedaron en shock ante el atrevimiento de las
niñas como ellas les llamaron.
-acuérdame nunca más desafiar a esas dos- dijo Alesia.
-vaya que te lo recordare, pues no pienso dejar que ella vuelva a bailar así
con nadie más que no sea yo – dijo Anabelle
-nada mal –acepto Alesia- lo tomare en cuenta para mis próximas salidas,
eres una excelente bailarina.
- gracias por tus palabras, pero para la única persona que voy a bailar así
de ahora en adelante es para Anabelle.
- así y todo me encanta tal cuál es- dijo Raniel – me gusta su posesividad,
eso me indica que le importo.
-ni que lo digas- la abrazo – sabes que te quiero y que haría cualquier cosa
por ti.
-deseas que te prepare algo para beber o deseas comer algo – pregunto
Anabelle.
-umm, la verdad tengo un apetito que dudo que puedas saciar tan
fácilmente – dijo provocativamente Raniel.
La joven obedeció en el acto, pues quería tener contacto con esa piel,
desabotono la blusa y una vez que la quito, deposito en toda su piel
pequeños besos y mordisqueo sus hombros, y Anabelle volvió a reclamar
su boca, mientras que sus manos se entretenían atormentando los senos
de la Raniel, pero se las arreglo para quitarle el brasier a Anabellle y
cuándo se disponía a acariciarlos, ésta le sujeto las manos.
La satisfacción era total en Anabelle y sin perder más tiempo fue en busca
de su trofeo…estimulo intensamente la zona más intima de una mujer,
hasta que Raniel tenso su cuerpo, alcanzando su primer orgasmo, sus
fluidos se derramaban sobre la mano de Anabelle y ella saco lentamente
sacos sus dedos de la joven, beso cada parte de ella, hasta llegar a los
labios de Raniel, reclamándolos y devorándolos, una vez que se separo de
ellos, le susurro.
Jalo de ella y la sentó sobre sí, haciendo que sus piernas cruzaran por su
cintura, acaricio su rostro y reclamo sus labios intensamente, sin darle
respiro alguno, sus manos acariciaban su nuca, jugueteando con su
cabello. Raniel aún con algo de letargo correspondió al beso de su amada
y sus manos se movieron por la espalda de la joven demarcando con sus
uñas senderos de placer, acariciando y buscando esas zonas erógenas de
Anabelle. Nada más podía ser tan placentero como hacer el amor con ella,
no tenía experiencia alguna, pero era una buena aprendiz, así que se dejo
llevar por su instinto y se dispuso a buscar la forma de darle el mayor
placer posible a su amante.
Se separo de los labios de Anabelle , sujeto las manos de ésta , para tener
control antes que ella pudiese oponerse a los planes que tenía en mente,
estaba determinada a hacerle sentir la mejor de las experiencias, pues era
consciente de que Anabelle, no era ninguna novata en cuestiones de sexo
y que aunque no quisiera reconocerlo sentía celos de Robert por que éste
había ya disfrutado de las caricias de la joven muchacha.
Anabelle, estaba al borde de la locura con tan solo unas pequeñas caricias,
pero eso no era tan así, ya que haberle hecho el amor a Raniel, había
conseguido excitarla a niveles inimaginables, nunca pensó que se podía
disfrutar de esa manera con una mujer y mucho menos que ella llegara a
amar así, deseaba entregarse por completa, darle todo su ser a Raniel, sus
caricias, su pasión, quería hacer eso y mucho más con ella. La joven
despertó el verdadero amor, celos y la necesidad de querer cuidar de ella,
realmente buscaría la forma y agotaría todos los medios para que Raniel
permaneciera con ella e hicieran una vida junta en pareja.
Estaba tan sumergida en sus pensamientos que no sintió que Raniel había
llegado con su lengua hasta el borde de sus pezones y ahí tomó conciencia
de que el juego de la seducción comenzaba para ella y que sería
completamente suya…Raniel tomo con sus labios el pezón de anabelle y
succiono de él, tirando suavemente hasta que la joven emitió un agudo
gemido de placer y sin más paso a reclamar el otro pezón para
proporcionales el mismo tormento que a su gemelo. Sus manos bajaron
por el abdomen de la Anabelle hasta situarse en su prenda interior y
palpar cada centímetro de su ser, con suaves y lentos movimientos
circulares. Raniel busco los labios de Anabelle y la beso con tanta pasión
que despertó aún más el deseo de la otra muchacha.
La joven obvio los ruegos y beso cada parte de ella, su abdomen, sus
piernas, y subió lentamente hasta llegar a sus caderas y ahí se deleito con
lo que sus ojos contemplaban, que sensación más embriagante era sentir
y oler la esencia de su amada y su lengua fue en busca de su clítoris y
comenzó a jugar con él deliberadamente, mientras que sus dedos
iniciaban el camino de exploración hacia el interior de Anabelle,
penetraban y salía una y otra vez de la chica, que sentía morir con el juego
al que la estaban sometiendo…
Pero Anabelle, no podía esperar más y cruzo sus piernas por sobre las
caderas de Raniel y presiono para que esta se recostara sobre ella,
obligándola a poner fin a su tormento. Una vez conseguido esto, acaricio
la espalda de Raniel, enterrando sus uñas en la piel demandando mayor
placer de la joven. La joven sintió clavarse en su espaldas esas uñas de su
amante y sabía que no podía prolongar más la agonía, así que con su
mano aún en la parte baja de la joven intensifico las caricias y sus labios
atormentaron más y más los pezones hasta obtener quejidos de placer
cada vez más roncos… y cuando su clítoris ya no podía soportar más el
escarnio que estaba siendo sometido, Raniel con su mano abrió más los
labios de la vagina de anabelle y puso la suya en su lugar y con
movimientos circulares comenzó a embestirla lentamente, hasta que los
movimientos se intensificaron a tal punto que Anabelle presiono más con
sus piernas a la joven.
-Te amo Raniel – pronuncio Anabelle- soy ahora tu mujer y me siento feliz
de serlo.
Ambas chicas, estaban agotadas, pero felices por haberse amado con tal
pasión y entrega…
-en fín – murmuro ella- lo que cuentas es que estás conmigo y te hare la
mujer más feliz que pisa esta tierra.
Raniel, sin fuerzas ya y que no podía mantener sus ojos abiertos, acaricio
con su mano el rostro de Anabelle y susurro.
-he esperado toda mi vida por ti… yo…te amo – y cerro sus ojos feliz y cayó
en un sueño profundo.
-por favor avísale a mi madre que estaré lejos de casa por una semana –
expreso Anabelle – y deseo pedirte que tú te hagas cargo de los negocios
en mi ausencia.
-apoyo esa moción – acoto Alesia – has cambiado, pero es para mejor,
quién iba a decirme que aquella jovencita que conocí en Chile, sería el
amor de tu vida ,mira que la vida te da sorpresas y hablando de eso,
cuando regreses hay algo que debo mostrarte y es importante, tiene
relación con la antigua Duquesa Anabelle.
-baja la voz – solicito Anabelle – no deseo que se entere aún de quién soy.
- no – respondió Anabelle.
-vaya, eso no será nada bueno hermanita – sentencio Claudine - por qué
no les has dicho todavía, podría perjudicarte más adelante si dejas pasar el
tiempo.
- lo sé, por una razón en especial, quería conocerla sin el peso del título
de Duquesa, que no estuviera obligada a compartir con nuestra familia
sintiéndose incómoda, quería que conociese a una familia normal, eso era
todo. Ahora bien, estoy consciente de que debo buscar el modo de
explicarle y créanme que tengo cierto temor que me rechace por ser
quién soy.
-te amo, no te dejare partir- estas fueron las últimas palabras que se
escucharon antes que sus manos buscasen el cuerpo de su amante, para
reclamarle que calmase su deseo que surgía otra vez.
-rayos son las nueve de la noche – se quejo – eso me pasa por dejarte que
me hagas el amor tantas veces.
La muchacha tomo una bata que estaba extendida a los pies de la cama y
se fue directo a la ducha, necesitaba refrescarse un poco y aclarar su
mente, así dejo que el agua resbalara por su cuerpo y froto su cuerpo en
jabón, mientras sonreía al recordar cómo la habían despertado dos veces
para reclamarle más placer hasta agotarla al punto de dejarla durmiendo
cada vez que conseguía su objetivo.
-cielos en verdad estoy en las ligas menores con respecto a ella -pensó y
de repente enmudeció- pero ella está comprometida, acaso seré un
juguete nada más.
- no – respondió ella.
-entonces, qué te sucede, por qué esa cara, hice algo malo.
- Anbelle – dijo Raniel – no podría soportar que estuvieses con él. Sé que
he llegado después de él y ustedes tienen un compromiso que les une,
pero ahora es distinto para mí, no quisiera ser un juguete en tu vida o ser
tu amante, perdóname, pero preferiría parar las cosas aquí antes de que
ambas podamos salir lastimadas.
Anabelle no daba crédito a las palabras de Raniel, no podía creerlo, qué
fue entonces lo de anoche, una aventura…no… tenía que calmarse un
poco, podía comprender el temor de Raniel, pero de ahí que ella pensará
que sería una sustituta en su vida, era demasiado, le había dicho bien
claro que la amaba y ella no era mujer para jugar a dos bandos.
-¿qué te hace pensar que eres un juguete para mí? – pegunto anabelle.
Raniel poso sus ojos en los de de Anabelle, quería leer en ellos los
sentimientos verdaderos de su pareja.
-lo que pasa señorita Larson, es que usted está celosa – manifestó
sonriendo Anabelle, al descubrir que su amor podía ser celosa.
-ahora mi vida, vas alimentarte, porque tienes que recuperar fuerzas para
una larga noche, dónde te juro que vas a dormir mucho menos- dijo
pícaramente.
-tú piensas que una noche, alivia todos estos días que has estado en mi
casa y dónde no he dejado de desearte y me quedare satisfecha así nada
más.
-no, para nada- dijo ésta completamente sonrojada- pero tus negocios.
-tómalo como una pequeña luna de miel, Raniel, nos merecemos estar
solas nosotras dos, ya te dicho que te quiero sólo para mí, te prometo que
más adelante será más extensa y saldremos a dónde tú quieras.
-sólo quiero estar contigo con eso me basta Anabelle- dijo la joven.
-ahora déjame terminar con esto, tomara sólo cinco minutos nada más…
-no te imaginaba cocinando – dijo admirada Raniel.
Una vez que termino, acomodo las cosas en la mesa y dispuso de unas
copas y un buen vino para acompañar la cena, luego se dirigió hasta Raniel
y tomo su mano para acomodarla en su lugar.
-por la familia que vendrá y por ver crecer a nuestros hijos – dijo resuelta y
desenfada mente Anabelle.
Raniel casi se ahoga con el vino, recién se acaba de comprometer con ella
y ya quería hijos…eso le hizo sentir un escalofrío por todo el cuerpo.
Cerca de las cuatro de la madruga, dos cuerpos se dejan caer uno al lado
del otro, agotados y extasiados después de arder en el deseo y la pasión…
-lo siento – dijo Anabelle – pero vas a tener que cumplir conmigo, soy muy
exigente y sonrió coquetamente.
-por una simple Razón- dijo ella – quiero terminar mi compromiso, para
que pueda usar el anillo de la familia y eso te incluye a ti también, debes
darme tiempo para que acabe con todo ello y una vez que eso suceda,
podremos comprometernos oficialmente ante mi familia como debe ser,
por ahora eres mi novia, lo que no quita que tengas tus derechos como
tales y es mi deber como la tuya de velar que nuestros votos sean
respetados.
- está bien – dijo Raniel y se coloco sobre el cuerpo de Anabelle - ahora
voy a ser yo quién reclame mis derechos sobre ti.
-ella tendría sus razones para no hacerlo- dijo Claudine – además hay un
mínimo académico que se requiere para ello.
-estoy consciente de ello y eso haré una vez que él retorne- dijo anabelle –
gracias madre por comprender y apoyarme.
-hija mía sólo quiero verte feliz y si ella es tu felicidad por nosotros, tu
familia, está todo bien.
-no lo puedo creer- dijo Alesia entre risas – en verdad la tienes agotada a
tal extremo que cada vez que venimos duerme profundamente, dijo esta
viéndola desde una esquina y se dirigió a dónde estaba su prima y Kat.
-jajaja , sólo que esa dulce niña como dice tío James, no ha salido del
departamento por una semana ya…es todo un record, jejeje – ría Alesia.
-prima de verdad no te creía tan posesiva- bromeo Alesia – joder que has
cambiado.
- ya basta alesia- señalo kat – Anabelle, aquí hemos traído todos los
documentos de las inmobiliarias, ofertando los mejores departamentos en
Londres.
-gracias Kat- dijo Anabelle – sabía que podía contar contigo, ya que los
bienes raíces es tu fuerte y dime, que me recomendarías tú.
- mira, la verdad hay de todo tipo, pero sí lo que estás buscando es algo
cercano a la universidad, serían estás tres alternativas, este de aquí es
pequeño pero muy cómodo y lujoso y es ideal para ustedes dos.
- así es, ayer me confirmaron que está todo en regla y fue aceptada por el
decano Williams.
-vaya – dijo kat – jamás lo hubiese pensado, ahora está todo a tu favor
Anabelle y por cierto acepto ser tu novia.
-- así es- dijo muy feliz Anabelle- en su mano está la prueba de ello.
-en hora buena – se unió Alesia y abrazo muy fuerte a su prima- de verdad
quiero que seas muy feliz junto a Raniel, por favor cuídala, es una buena
muchacha.
-te lo prometo Alesia, nadie cuidará de ella más que yo y la protegeré con
mi vida- señalo Anabelle visiblemente emocionada.
-Raniel – djio Anabelle - ¿qué sucede amor? y pudo apreciar que la joven
estaba muy pálida y sudaba mucho.-
Alesia, se fijo directamente en la marca de Raniel y cómo ésta una vez más
estaba al rojo vivo e hizo señas a su prima, quién clavo su mirada en aquel
sector, ya que Raniel estaba completamente desnuda y Kat le alcanzo la
bata para envolverla. Entre Alesia y anabelle le acompañaron hasta el
baño para refrescarse un poco.
-tú de nuevo, pero de qué debo cuidarme- suspiro Raniel, aún le daba
vueltas todo en la cabeza, dejo pasar unos minutos y salió del cuarto de
baño, nadie estaba en la habitación, así que arreglo su bata y fue hasta la
sala de estar, para no preocupar a las demás y mucho menos a anabelle.
-jajaja , y tú toda una Casanova , quién lo hubiera dicho, que detrás de ese
rostro de niña buena, se esconde una vampiresa .
-idiota – bramo Raniel – eres mi karma, que hice en esta vida para
toparme contigo, algo muy malo de seguro.
-déjala ya amor, no pelees más con ella, porque más insistirá en fastidiarte
– dijo dulcemente Anabelle.
-por cierto felicidades Raniel, por aceptar a mi mejor amiga como tu novia,
no te arrepentirás te lo aseguro – expreso kat y abrazo a la muchacha.
-espero que sólo tengas ojos sólo para ella, de lo contrario, te voy a poner
un guarda espaldas, es más te vigilare noche y día – bromeo Alesia.
-pero yo creía que era la única neurona que le funcionaba – dijo burlesca
Raniel- dentro de esa cabecita – y burlándose aún más- no le favorece en
nada a una mujer tan guapa como ella.
Kat y Anabelle se miraron y estallaron en risas, no cabía duda que esas dos
no podían estar sin fastidiarse, era obvio que se caían muy bien y esa
amistad iba fortaleciéndose con el paso de los días.
-mira niña, no te pongo las manos encima, por estar presente tu novia –
dijo bromeando- pero no vaya a ser que te descuides porque me vengare
tarde o temprano.
-claro- dijo ella- pero tengo antojos de ti y mientras tomamos una ducha
rápida, serás mía.
Tiempo más tarde…la pareja estaba lista para acompañar a Kat y alesia…
una vez que se reunieron con ellas, Alesia no dejaba de mirar a su prima
burlona, pues sabía que la demora había sido aprovechada al máximo por
anabelle.
-te ves fantástica- dijo kat en cuánto vio a Raniel – definitivamente eres mi
mejor modelo para mi colección.
-gracias- dijo ella- no lo tomes a mal, has sido muy amable, pero me
gustaría saber cuánto es lo que te debo, porque no dejare que esta vez
sigas obsequiándome más cosas.
-jajajaja- expreso Alesia- apareció la vieja Raniel, te dije que esta niña es
muy orgullosa e independiente.
-ya veo- dijo Kat, comprendiendo a la perfección lo dicho por Alesia- pero
esta vez no he sido yo la que te está obsequiando.
-pero – acoto Raniel- quiero que entiendan que puedo comprar mis
propias cosas y no me gusta ser una carga o responsabilidad para otros,
cuando siempre lo he hecho por mí misma y es algo que hago desde hace
tiempo.
-mi amor, eso todas lo sabemos, nos dimos cuenta desde un principio y no
hemos querido ofenderte y hacerte sentir mal, sólo deseamos expresarte
nuestro cariño de algún modo, por medio de flores, cena, o ropa, es una
simple muestra del cariño que todas te tienen y en mi caso, es un placer
darle lo mejor a mi prometida, así que acéptalo Raniel.
Y antes que Raniel dijese algo, Anabelle la silencio con un beso, evitando
que ellas comenzasen una vez más con sus jueguitos…
Alesia y Kat se sonrieron, al ver lo posesiva que resultaba ser Anabelle con
respecto a Raniel. Y entre murmullos…
-cómo usted diga señorita- dijo la cajera y entrego la boleta con el vuelto-
muchas gracias por su compra.
Raniel, entrecerró sus ojos, tratando de contenerse lo que más se pudiese,
estaba molesta de que no la dejasen hacer algo a ella, Kat y Alesia, ya le
habían llenado con ropa, costeado todos los gastos de la cena y de la
discoteca, ahora Anabelle pago todos los gastos del almuerzo y le
regalaba más cosas, cuándo entenderían, que ella necesitaba y quería
hacer sus propias cosas, sólo conseguían asfixiarla y ponerla de mal
humor. Ella era agradecida siempre, pero tenía un límite que no podían
franquear y era que ella le desagradaba que le diesen cosas que no pedía.
Estaba un poco decepcionada a decir verdad, también para ella todo era
nuevo, descubrir que amaba a una mujer ya era de por si todo un cambio,
que por lo demás era maravilloso, pero siempre hubo una cierta
dependencia con Robert, ella dejaba que le demostrase todo su amor o
afecto con detalles, que le encantaba y se sentía halagada como toda
mujer. Sin embargo eso ya era parte del pasado, y su presente era Raniel y
no sabía muy bien cómo proceder con ella, cuáles eran sus gustos,
hobbies, qué necesitaba ella en fin, sólo quería formar parte de su vida y
se sentía en desventaja, ya que su novia era muy reacia con sus cosas y
todo lo tomaba de cómo una ofensa. Comprendía que todo no era color
de rosa en una relación, que existían las diferencias y claramente ellas
eran muy opuestas, pero ahí radicaba la gracia del amor, de poder
complementarse con sus diferencias y defectos y fortalecer una relación.
-Raniel- dijo anabelle, cuando llego a su lado -¿qué sucede contigo?, por
qué huiste de esa manera.
_se puede saber por qué te molestas tanto con lo que nosotras hacemos
por ti.
- a tu relación anterior- dijo con rabia Raniel- pues por mí puedes volver
con él, es más no has terminado, así has de cuenta que no ha pasado nada
entre nosotras y que fue sólo una pequeña aventura, una simple diversión
nada más, no quedará manchado tu honor y nada por el estilo, nadie
sabrá lo que paso entre nosotras…
Desde otra parte y un poco más alejadas estaban Alesia y kat, estaban
visiblemente preocupadas por no comprender que había sucedido con
Raniel y sugirieron a Anabelle que le siguiese por medio de señas y vieron
ante sus ojos como la pareja estaba discutiendo más y más hasta que
Anabelle abofeteo a Raniel. Quedaron pasmadas y fueron enseguida a
intervenir antes que la cosa se pusiera más color de hormiga.
-te dije que cuándo esas dos se enfrentan sacan chispas – señalo Alesia-
pero esto fue muy lejos.
-la verdad, no puedo creerlo llevan tan poco tiempo como novias y ya
llegaron a perder la paciencia- puntualizo Kat. – estaban súper bien hasta
hace poco.
-así es, yo también me percate de ello – dijo abrumada Alesia- esta niña es
muy orgullosa, nosotras lo comprobamos cuándo estuvimos allá de
vacaciones, pero para mi prima es nuevo y por lo que acabo de ver no será
nada fácil de asumir.
Las chicas llegaron justo a tiempo, porque Raniel iba a despachar de una
buena vez a Anabelle y regresaría a su país de dónde nunca debió salir.
-chicas – dijo kat- paren por favor, ambas están dando un espectáculo que
no es digno de ninguna de las dos.
-toma, no voy a aceptar ninguna de tus cosas, haz lo que quieras con ellas-
dijo rabiosa y saco la suma de dinero y se la deposito en las manos de ésta
y se mando a cambiar.
-espera Raniel – la detuvo del brazo Alesia- creo que te has excedido.
Anabelle quedo totalmente abatida, pues daba por sentado que este era
el fin de su brevísima relación con la joven, pudo sentir la rabia consumir
la mirada de Raniel y sintió pavor. Tal vez no debió agredirla de esa
manera, pero actuó por instinto de querer defenderse y detener a la joven
para que cesase con todas esas palabras hirientes que salían de ella. Cómo
no se daba cuenta que la lastimaba como nadie en esta vida, que por ella
hubiese puesto el cielo a sus pies. Cómo le dolía su corazón estaba
llorando por dentro, conocía la felicidad en su plenitud y ésta le era
arrebatada por la misma persona que amaba…dolía tanto…un nudo
atravesaba su garganta…hasta que de sus ojos se desprendieron las
lágrimas que expresaban todo su dolor.
Su prima sólo le abrazo y trato de serenar su espíritu, mientras que kat fue
en busca de Raniel, aunque mantenía un poco la distancia de la joven,
para que ésta pudiese calmarse lo más pronto y así poder solucionar las
cosas entre ellas.
-lo de siempre.
-creo que se acabo Alesia- dijo triste Anabelle- no está dispuesta a ser mi
novia, no me permite que pueda acercarme a ella, no me deja formar
parte de su vida.
-de verdad, vas a dar por terminado todo esto- exclamo Alesia.
-creo que es un poco tarde para eso- confeso Anabelle- sin quererlo lo
hice aunque trate de no terminar la frase, pero intuyo que era a él a quién
me refería y empeoro todo.
-oye, no insinúes nada, me doy cuenta que tiene que haberte dicho algo
muy hiriente para que hayas reaccionado así, pero aún así, no debiste
agredirla de esa manera, aunque raye en lo antipática, tú le llevas ventaja,
experiencia y años, por lo que deberías poder contenerte más- concluyo
Alesia.
Ella es una mujer joven, también deseaba formar una familia, tener hijos,
como todos los demás, pero tenía tiempo aún para ello, por lo que sus
estudios eran primera prioridad, jamás se vio eso sí en compañía de un
hombre, tal vez influenciada por sus sueños, le era más atractiva el amor
de que veía en esas dos mujeres, que las relaciones típicas que tenían sus
amigos y compañeros, que rayaban en los celos y las infidelidades.
-¿cómo está?
-un poco más calmada- señalo kat- sabes, me conmovió el verla llorar con
tanta desesperación y dolor, nunca he visto a una persona tan vulnerable,
tal vez cometimos un error en no tomar en cuenta su opinión, por lo que
no quise acercarme para no lastimarla más.
Mientras en el parque…
-diga.
-Raniel-
-em, si
- a mí no m engañas, algo te sucede- indago sara.
-le amas…
-gracias por lo de necia…no sabía que tu apoyo era tal… y por cierto por
qué llamabas Sara
-lo suficiente como para diez días en un hotel… y si fuese más girare de
mis ahorros…
-mucha la verdad…
-bueno ahora debo despedirme…debo comenzar a buscar a
alojamiento…y mañana veré lo que hago…
-si mensa… yo también te quiero mucho sara, nos vemos luego en casa…
-no deseo tener una discusión contigo ahora Alesia- señalo Raniel- estoy
cansada ya de ello.
Dicho esto la tomo de la mano, tan fuerte fue su agarre que Raniel no
pudo zafarse y no le dio tiempo a nada ya que su caminar era muy rápido,
hasta que en pocos segundo ya estaba sentada junto a Anabelle, quién
estaba muy sombría y pensativa.
Una vez dentro de éste, se aseguro de cerrar con llave y así evitar que ella
pudiese escapar. Se quito su chaqueta y saco del bar un vaso y una botella
de wisky se sirvió casi en su totalidad dicho vaso, se fue junto a la venta y
observo el horizonte.
Raniel por su parte estaba sentada en uno de los sofás, un poco incómoda,
ya que nunca la había visto tan molesta como hoy y ahora tan fría, no
sentía a gusto en aquel apartamento, pero debía escucharla.
-ya veo.
-te parece bien todo eso, somos unas desconocidas una para la otra, qué
más podías pedir – argumento Raniel.
-no
-…
- qué cosa
Raniel trago en seco, estaba entre la espada y la pared una vez más, pero
debía ser sincera por más que le asustase, no mentía, no era su estilo
Raniel, tomo el rostro de anabelle y fue secándolo con sus labios y luego
besos esos hermosos ojos azules que tanto amaba y tomo la mano de
Anabelle y la condujo hasta su corazón y le susurro.
-siente cómo late aprisa – dijo Raniel – es por ti, nunca nadie logro lo que
tú has hecho, de verdad me asusta un poco llevar una relación y por ello
mi egoísmo en el celo de mi libertad, no será fácil lidiar conmigo anabelle,
estás segura qué es esto lo que quieres en tu vida.
-muy segura, ya has dado un gran paso al darme tus razones y también tu
sentir- asevero Anabelle- por eso es que te amo por tu sencillez y
honestidad, son las cualidades que más me seducen de ti.
-Anabelle- gimio raniel- perdóname amor, por todas mis palabras, sé que
te lastimaron, no puedo cambiar mi error, pero me disculpo de todo
corazón.
-te prometo que haré ese esfuerzo por las dos- señalo Raniel-.
-me quedare a tu lado amor, pero debo arreglar las cosas antes con mis
estudios y en mi trabajo- respondió Raniel- además deberé hablar con mis
padres
-amor por favor déjame ayudarte con ello, es importante para mí hacerlo,
quiero que hagamos esto juntas como la pareja que somos, déjame
participar de tus cosas.
Raniel le miro por unos segundos, si quería aprender a aceptar una vida en
pareja, debía integrarla a ella en sus planes.
Horas…más tarde…
-espero que los acepte esta vez- Penso Anabelle – ya veré el modo en que
lo haga y se fue a terminar de hacer los pendientes antes de despertar a
su novia.
Una hora después…
Raniel abrió sus ojos y vio esos ojos azules contemplándola con mucha
ternura y se dio cuenta que estaba vestida y recién duchada y olía muy
rico, con un perfume que le era muy propio de Anabelle, se veía muy
hermosa esta mañana, ese color de blusa le favorecía y le hacía ver muy
sexy…cielos, eres el ángel más hermoso – Pensó Raniel.
-buenos días amor- saludo Raniel – estás muy hermosa hoy, de hecho
pensé que eras un ángel.
Raniel miro el reloj y se tapo la cara con ambas manos, sólo llevaba
apenas dos horas durmiendo y debía levantarse, no era justo, estaría todo
el día bostezando por causa de la falta de sueño.
-te ves hermosa amor – dijo anabelle, besándola – ahora vámonos, nos
están esperando.
-así es, pero Nadine me explico, que esos cristales eran heridas profundas
que llevan las personas, en el plano físico como en el espiritual.
- te lo agradezco mucho
-Raniel por favor espérame en mi estudio – dijo anabelle – voy a dejar las
cosas y en unos segundos estoy contigo.
-tíos, si me disculpan, les voy a privar por unos momentos de mis padres
y Alesia, necesito hablar con ellos- señalo anabelle.
-bien hija mía, tú dirás- acoto Anette- ¿qué es lo que necesitas decirnos a
todos nosotros?
-Padre, madre, el motivo por lo que les pedí venir, es para presentar a
Raniel a ustedes como mi novia y futura prometida- explico Anabelle-
estoy consciente que tengo que resolver mi situación actual con Robert y
que una vez que el regrese daré por terminada mi relación. Para mí, lo
que estoy viviendo con Raniel es lo más hermoso y es un amor que jamás
pensé vivir. Es por ello que lo querido hacer oficial nuestro noviazgo ante
ustedes y solicitar que Alesia sea nuestra testigo hasta que podamos
formalizar según la tradición de nuestra familia.
-hija mía- comento James- tú madre y yo hemos hablado mucho del tema,
encontramos que tal vez deberías haber esperado terminar las cosas en tu
relación anterior. También te confesamos que nos ha costado un poco
asumir tu nueva vida sentimental, no te reprochamos nada al respecto y
nada tenemos en contra, sólo es el proceso del cambio nada más, pero
ante todo eres nuestra hija y entendemos perfectamente tu sentir y
respetamos tu voluntad. Es por ello que deseamos saber que antes de dar
cualquier paso, ambas estén completamente seguras de lo que sienten, ya
que el compromiso es la ante sala de una vida de casados, una vida en
familia, además deberán lidiar que con el hecho de que la sociedad no
verá con buenos ojos una relación entre mujeres, deben asumir ese hecho
y decidir si están dispuestas a defender su amor de atropellos y pesadeces
que sucederán tarde o temprano. .
Por otro lado Raniel, había escuchado todo con absoluta calma, aunque no
dejaba de pensar que era algo complejo y distinto el escenario en la cual
se desenvolvía hoy, pero cómo todo en la vida debía asumirse con un
grado de responsabilidad y honestidad, aunque todo era sorpresivo e
inusual, puesto que jamás paso por su cabeza que ella se enamoraría de
Anabelle y menos que en este país encontraría el amor, por lo que se
tomo unos segundos antes de responder.
-vera, siendo muy honesta con usted, nunca antes me enamore y estoy
consciente de mis afirmaciones en aquella oportunidad – expreso Raniel –
nunca fue mi intención al venir acá enamorarme de su hija, fue un
sentimiento que fue creciendo con el transcurrir del tiempo y me costó
asumirlo hasta hace poco y lo que sí debo confesarle, que desde que la vi
por primera vez llamó mucho mi atención, ya sea por los bocetos o cosas
que sólo el corazón entiende y que son nuevas para mí. Ahora
contestando a su pregunta, le confieso que estoy enamorada de su hija
como nunca lo he estado de nadie. Además les puedo asegurar que no es
para mí un e tapa que deba experimentar y ver qué sucede. Por el
contrario tengo claro lo que siento por Anabelle, yo le amo. En lo
relacionado a lo que los demás opinen es un riesgo que debemos tomar,
pues la hipocresía es muy grande, trataremos de cuidarnos al máximo,
pero no mentire en mi amor hacia a ella, le guste o no a los demás, pues
no estoy pidiendo permiso a la sociedad para poder amar, es una decisión
sólo mía y de anabelle.
Tanto James como Anette quedaron muy conforme con las palabras de
Raniel y no les queda duda alguna que estaba hablando muy en serio y
con una gran madurez en aceptar sus debilidades. Por otro lado Alesia,
sonreía y daba gracias al cielo que la joven pudiese asumir su amor por
Anabelle.
- amor, por favor ponte de pie – dijo anabelle – dame tu mano (retiro el
anillo de su mano y saco una cajita, dónde se encontraba su gemelo y se lo
entrego a su prima) sus padres se reunieron a su alrededor, quienes
sostenían en sus manos un cáliz muy antiguo y que por lo demás era una
reliquia de la familia; ambos recibieron los anillos y los sumergieron
dentro del cáliz y dieron sus bendiciones y luego los regresaron a las
mano de Alesia.
-Raniel por medio de este anillo te ruego aceptes mi amor y quieras ser mi
novia – señalo Anabelle- frente a mis padres me comprometo hacerte feliz
y luchar por conquistar cada día tu corazón y unir en un futuro nuestras
vidas.
_Por medio de este acto, damos fe del compromiso que han asumido ante
nosotros y bendecimos esta unión y deseando que el amor acompañe sus
vidas hoy y siempre, declaramos y aceptamos su amor, son pues
prometidas ante nuestros ojos y según la tradición de nuestra familia-
declararon ambos padres.
-Seas bienvenida a nuestra familia Raniel- dijo Anette- deseo que cuides
mucho de mi hija, ella te ama y eso te lo puedo asegurar con sólo ver sus
ojos.
-hija mía, te amo y deseo seas muy feliz junto a raniel – expreso su padre-
ten paciencia y guíala en esta nueva experiencia que comienzan.
-bien ahora, vamos con los demás - señalo Anette- que hay cosas por
hacer, dijo sonriéndole a Alesia.
-jajaja, así es tía querida – comento Alesia- por cierto Raniel vete
preparando, los chicos están esperando tu duelo con Francis, ya han
hecho bastantes apuesta en tu contra y además no será el único rival que
tendrás- dijo burlonamente.
-lo siento mucho- dijo james- ahora menos que nunca puede rechazar un
duelo familiar y estamos todos deseosos de verla en acción y nos
complacería si ella acepta esta competición.
-no – dijo llanamente (pero no será culpa mía después…, se dijo para sus
adentros)
-ahora les daremos unos minutos para que disfruten su intimidad – dijo
anette – luego reúnanse con el resto.
Una vez que todos abandonaron el estudio, para así darle un tiempo a
solas. Anabelle tomo por la cintura a Raniel y busco sus labios, estaba
ansiosa de volver a sentir las caricias de la que ahora es su prometida,
poco a poco las caricias se fueron tornando más ardientes, las manos de
anabelle atormentaban por debajo del suéter los senos de su novia.
Mientras que La boca de Raniel deja una estela de deseo por todo el
cuello de Anabelle. Ésta última tuvo que sacar fuerzas mentales para
detener todo aquello, ya que sólo contaban con pocos minutos, ya
tendría toda la noche para disfrutarla de pies a cabeza y ahora tenía todo
el derecho del mundo de hacerlo como su novia.
-te lo dije- Clamo John – confiamos que Francis no sea muy despiadada
Toda la familia tomo sus ubicaciones, mientras que Michael (padre Alesia)
sería juez en el duelo. Anabelle se sentó junto a sus primas.
-relájate Anabelle- dijo Alexandra- verás que Francis acabará muy rápido
este duelo
-vaya – exclamo Annabelle – veo que todos le apuestan en su contra
(sabía que su hermana era la mejor, después de Alesia, pero Raniel es su
pareja y su apoyo estaría con ella)
- de verdad – exclamo extrañada esta- pero que no le has oído, dijo que
era aficionada, tú qué opinas Alesia.
- todo está a favor de mi prima- dijo reflexiva ésta- pero hay algo en
Raniel, que no me convence, lo siento, pero creo que no daré mi opinión
sin antes verlas en combate.
_bien llego la hora qué había estado esperando – dijo Francis- tú escoges
el arma por ser nuestra invitada cuñadita.
-a mí señal… ¡alto!
Y se dio inicio al duelo entre ambas chicas, francis dio sus primeros
golpes en busca de la zona de punto, pero Raniel hábilmente contrarresto
todos sus ataques y una vez que ella ceso ataco sin ser muy efectiva,
permitiéndole responder a su tirador y fue así que Francis obtuvo la zona
del hombro de Raniel y consiguió su primer punto.
Mientras tanto, los golpes de Francis eran cada vez más agresivos y
consistentes hacia su tirador, sin darle tregua y de un momento a otro la
posición de los pies de Raniel cambio súbitamente…
-pero qué rayos- dijo Alesia- esa posición…no puede ser…Francis cuídate
de….….no alcanzo a decirlo
-touche
-que el punto que obtuvo Francis, fue sólo un ardid para ver sus ataques y
planear su estrategia- comento Anabelle.
En eso instantes en el campo de batalla…
-touche
-no puedo creerlo- dijo Alexandra- cómo pudo perder con una aficionada.
-ella no perdió con una aficionada- replico Alesia- Francis perdió ante un
espadachín.
-ey , tú… nada mal- exclamo sonriente alesia- mis felicitaciones señora de
Calguiere, eres una digna rival.
Anatte, les llamo para que se dejasen que Raniel se cambiase, ya que el
almuerzo ya estaba servido. Unos minutos más tarde…en el comedor, la
joven fue ubicada al lado de Anabelle, por orden de sus padres.
Ambas chicas sonrieron por los augurios que les entregaban su familia y
por debajo de la mesa Anabelle tomo la mano de Raniel y muy cerca de
ella le susurro…
-te amo.
- me pillaste, voy a regarle estas flores a Raniel. Bueno tú sabes, ella…- dijo
su hermano.
Anabelle le miro muy preocupada y decidió hablar con él para dejar las
cosas claras y evitar malos entendidos con su prometida.
_charles – dijo ella- ten la bondad de pasar por favor, hay algo que
debemos aclarar.
El joven que adoraba a su hermana, fue presto a su estudio y una vez ahí
busco el mejor lugar para sentarse…
-escúchame bien anabelle, por que no te lo diré otra vez- dijo serio el
muchacho- si no terminas con Robert y haces sufrir a Raniel…no te lo
perdonare jamás y te la quitare, quedo claro hermana.
-entonces, está todo dicho- repuso éste un poco abatido- les deseo que
sean felices…se encamino hacia la puerta y de pronto se devolvió para
abrazar a su hermana, la adoraba y si ella era feliz, por él estaba todo
bien- te amo anabelle, cuídala por favor.
-jajaja – rio Anabelle- mi vida, tú crees que voy a permitirte que duermas
solas, ahora que eres mi novia, permíteme aclararte que de ahora en
adelante preciosa, vas a dormir conmigo en mi alcoba, hazte la idea de
que amanecerás en mis brazos todos los días amor.
- has caído en las manos de la mujer que más te ama en este mundo-
expreso anabelle- y que sabrá cuidarte y hacerte feliz.
Raniel sonrió y abrazo a su novia, fueron caminando hasta la
mansión…antes de llegar….
-Raniel- dijo Anebelle- debemos hablar con tus padres de nuestra relación
y de tu futuro, es preciso que nos ocupemos de tus estudios, no quiero
que te atrases y eso perjudique tu carrera.
-pasa algo amor- inquirió Anabelle al ver el silencio de la joven- por favor
ten confianza en mí.
-¿qué dilema?
_mi vida – dijo anabelle- no quiero que congeles tus estudios, cuándo aquí
puedes hacerlo como alumna de intercambio, es cosa de que
presentemos tus antecedentes académicos y ver qué universidad te puede
aceptar.
-¿intercambio? – inquirió Raniel.
-así es- señalo Anabelle- en el año se abren cierta cantidad de cupos para
estudiantes extranjeros, los cuales deben tener como requisito son
excelencia en sus estudios y dominio del idioma, cosa que tú tienes a tu
favor.
-así- dijo Raniel- pero eso es algo que no he decidido aún y tampoco estoy
del todo convencida.
-¿qué hare ahí?- inquirió asombrada Raniel- sólo seré una distracción para
ti, creo que mejor sería que me juntase contigo más tarde.
-claro que no- puntualizo anabelle- no voy a dejarte sola ni un segundo,
además que deseo que te vayas integrando a las cosas que hago, que
puedas conocerme y éste es el único modo que tenemos, ¿no te parece?
-no te burles- sentencio Anabelle- estoy consciente de ello, pero por ahora
déjame disfrutar de tu compañía, ya que más adelante estarás muy
ocupadas con nuestros hijos.
Raniel, casi se muere del infarto, abrió sus ojos enormemente y palideció
ante el comentario de su novia…¿hijos?...tan pronto…pero eran
mujeres…¿cómo rayos haría un milagro?...adopción…no…y su
carrera…madre bendita…ya se le quitaron las ganas de reir.
- ven vamos, que nos esperan, ya hablaremos del tema más adelante-
señalo anabele- respira mi cielo.
-nada más ni nada menos que la Duquesa Anabelle XVII – señalo Alesia.
-¿qué?- dijo atónita anabelle – pero qué dices prima, ella y una joven.
-ni yo- dijo Alesia – pero di por error con ella y ahí descubrí varias cosas
interesante, de eso es lo que te quería hablar el otro día….Busco entre un
libro y saco unas cartas y se las dio a Anabelle. Esta procedió a leerlas.
“Querida Anabelle:
Rowine M “
…..
-es increíble- repuso anabelle- no puede ser, ella tenía un romance con
una mujer y quién es Rowine, siento que me suena ese nombre.
-así es prima, ella tuvo un gran amor –dijo Alesia- pero eso no es todo, lee
la otra y veras de quien se trata
“Anabelle
Rowine Mcraune “
-en serio.
-así es- agrego Alesia – tengo la impresión de que tía Anette sabe algo
sobre ello, y a eso debemos sumarle, la marca que tiene Raniel y sus
bocetos, no te parece a ti extraño.
-es la misma flor de iris que tiene Raniel- repuso alesia – pero esta
muchacha es idéntica a ella, sus mis facciones, piel y el color de ojos, no lo
puedo creer. Será posible que ella sea Rowine y qué sucedió con ella.
-no sé Alesia- dijo Anabelle- hasta dónde yo sé, la familia Mcraune hizo de
todo por hallarla y sin decir que Joseph Mcraune ha tratado de dar con el
paradero de su tía y no logro absolutamente nada, es como si la tierra se
la hubiese tragado.
-mira prima, nada sucede porque sí- agrego Alesia- la llegada de Raniel no
es coincidencia, mira esos bocetos con tu antepasado y ahora ustedes,
exactamente iguales las dos, eso Anabelle es el destino o mejor dicho
aunque suene descabellado, son la reencarnación de esas dos mujeres.
-que el retrato de la Duquesa Anabelle XVII, fue hecho por Rowine –acoto
Alesia- no te parece extraño y es exactamente igual al que hizo Raniel.
_prima, no sé tú- agrego Alesia- todo esto me hace pensar que ellas
dejaron algo pendiente y volvieron en esta vida reencarnadas en ustedes a
terminar con ello. Todo lo que me has contado con respecto a cómo te
sientes al sentimiento de abandono y la necesidad de protegerla, debe ser
algo por lo que ella tuvo que vivir, pues Rowine desapareció de su vida.
-puede que tengas Razón – adujo Anabelle- es tan extraño todo esto.
-jajaja- se burlo Alesia – cielos prima, el amor te tiene por la cuerda floja,
quién lo diría, esa niña te tiene comiendo en su mano.
-puede ser- sonrió ella- pero la necesito tanto como el aire que respiro,
me muero si me deja.
-no seas loca- agrego su prima- eso no pasará, pero debes ser sincera con
ella cuando llegue el momento de decirle que eres la Duquesa de
Calguiere.
-pues que mal por ti- agrego anabelle – creí haberte dicho que no
volverías a dormir aquí, este no es tu lugar y si estoy aquí es porque intuí
que vendrías acá. Ahora amada mía, vamos a nuestra alcoba, es ahí de
donde jamás saldrás, te queda claro.
Calguiere…
Junto las orillas del río, se encuentra una joven muchacha, descansando
unos minutos y dando de beber a su caballo, un azabache, tan negro como
la noche, animal muy querido por la joven…
Otro sitio, pero en las mismas tierras dos jóvenes comparten una plática…
-no sé Vivian- expuso la joven, aunque en verdad era tan sólo una chiquilla
de 12 años – mi padre no me deja a ir a ningún sitio sin escolta, siempre
dice que los caminos están llenos de bandidos y es peligroso que una
señorita se exponga de tal manera.
Fue así que los tres partieron recorriendo los parajes del lugar hasta llegar
al borde del río y junto con ello descubrieron a alguien descansando junto
a unas rocas, mientras su caballo bebía. Las jóvenes quedaron un tanto
confundidas ya que nadie puede andar o pasear por los alrededores sin el
consentimiento del padre de Anabelle…el hombre se interpuso para no
exponer a su ama ante un posible peligro…podría tratarse de un
bandido…que muy a menudo asolaban las tierras n busca de algunos
distraídos o solitarios viajeros…
-¿qué crees que estás haciendo cazando sin autorización?- dijo la suave
voz de una joven.
El muchacho detuvo sus movimientos y maldijo ciertas palabras, pero en
ningún momento dejo de estar en posición de puntería, todo lo contrario
raudamente volteo, apuntando en dirección de aquella voz, dejando
pasmadas a las jóvenes con la rapidez de sus movimientos y al hombre
que las acompañaba…
-yo que tú no haría eso- repuso una dulce voz, que procedía nada más que
de aquel muchacho- sí lo haces, él muere y hablo muy enserio.
-no te atrevas hacer eso- repuso Anabelle- no hare nada, pero deja a mi
sirviente en paz.
-qué seguridad tengo que cumplirás tu palabra una vez que baje mi arco y
tu sirviente no intente atacarme- inquirió dulcemente el joven.
-pero quién te crees que eres- bramo la joven- para hablarme en ese tono,
hare que te golpeen mis guardias una vez te hallen, pues no podrás
escapar tan fácilmente de estas tierras.
-lo estoy- dijo vivian, aún traumatiza por la situación vivida y con cierta
extrañeza de ver la reacción de su amiga, pues jamás nadie había hecho
que ella reaccionará de ese modo, ya que era muy tranquila y alegre y
nada la hacía enfadar, por lo que la dejo totalmente consternada de ver lo
que aquel joven había ocasionado en Anabelle.
-se puede saber qué es tan gracioso – dijo aún más molesta- para que te
burles así de mí, acaso no crees que cumpliré mi palabra.
-por lo menos podría saber el nombre del rufián con quién tengo el
desagrado de hablar- demando ella.
-eres muy linda, niña presumida- se mofo Rowine- cuando gustes puedes
enviarme a buscar con tus tontos guardias, no escaparé, pues no tengo
miedo a tus estúpidas amenazas (dicho esto se separo de ella y volteo
para ir en dirección de su caballo.
Anabelle, apretó fuertemente sus manos y miro con más rabia a la joven…
-doce- contesto ella montada en su caballo y volvió a silbar una vez más y
a los pocos minutos un halcón llego a su encuentro y se poso en su
hombro acomodándolo muy bien, causando más asombro en las jóvenes
al ver que no era muy delicada al estar vestida de esa forma y menos al
hacer cosas que no son propias de una joven doncella.
-vaya, con doce años y es capaz de andar sola por estos parajes sin
ninguna escolta- dijo vivian- se nota que es valiente ¿no te parece a ti
Anabelle?
- pésimo, me tope con una brabucona que me amenazo con azotarme por
estar cazando en sus tierras – repuso Rowine – y para colmo me confundió
con un muchacho la muy tonta.
-así es Jeremy- dijo molesta Rowine- es una niña presumida que hace
alarde de las tierras que son de sus padres.
- qué más me da, si es la hija de una reina si quiere- contesto ella- no hice
nada malo, porque no me dejaron cazar, pues justo me interrumpieron.
-eso tenlo por seguro- contesto ella- yo los quiero mucho, estoy muy
orgullosa de mis cuatro hermanos, con ustedes he aprendido todo lo que
sé.
-así es Rowine- dijo él, miro fijamente a su pequeña hija y señalo- vengo
de casa de la familia Calguiere, por petición de su padre para ponerme en
antecedentes de cierto incidente que ocurrió hace unos días en sus tierras
y que tiene relación con la mayor de sus hijos. Dime Rowine, tienes algo
que contarme en relación a ello.
-veras padre- explico la joven y procedió a contarles tal cual ocurrieron los
hechos aquel día…
-padre no- contesto la joven- cualquier cosa menos eso, porque debo
hacerlo, si fueron ellos lo que me trataron como si fuese un criminal.
- bien prepara tus cosas, que mañana mismo te iré a dejar al castillo de los
Calguiere. Por cierto lleva ropa de señorita, pues no quiero que nunca más
digan que mi hija es un chico- acoto él.
-¿por qué una niña tan linda tiene un rostro tan triste?- inquirió una voz
de mujer
-¡eh!- exclamo asustada ella- lo siento no le oí llegar
- relájate pequeña- dijo risueña ella- ahora dime, ¿cómo te llamas y por
qué estás aquí?
-así que tú eres la joven Mcraune- dijo asombrada ella- dime pequeña,
¿qué edad tienes?
-yo lo siento- exclamo ella- mi padre me matará, si llega a saber que habla
mal de su hija.
Henrieta por su parte sólo sonrió, pues la pequeña era muy dulce y
agradable, muy sincera y directa en sus puntos de vista, para tan corta
edad, por lo que sería una estupenda compañía para su hija.
Anabelle, no podía apartar sus ojos ante la joven, esa misma que le falto el
respeto el otro día y que confundió con un muchacho, haciéndole pasar la
peor de las vergüenzas. Pero en esta ocasión, de chico no tenía pinta
alguna, pues la joven Rowine, estaba ataviada con un hermoso vestido
verde, un prendedor recogía su cabello y tenía un hermoso dije como
colgante en su cuello, haciéndola ver sumamente hermosa, nada que ver
con la otra imagen de hace unos días, simplemente cautivo con su belleza
a la joven Anabelle, pues no salía de su asombro, le era totalmente
irreconocible…
-te dije que las cosas no se quedarían así- contesto altiva la muchacha
-niña presumida- dijo para sí Rowine- estoy segura de qué algo vas a
tramar, pero me iré con mucho cuidado contigo y con la odiosa de la tal
Vivian, sentí que le caí mal, pero no tengo la menor idea de por qué y creo
que tampoco me interesa saber.
Para desgracia de Rowine…los días fueron más que un calvario, tuvo que
hacer de perrito faldero a todos los deseos de Anabelle y de
Vivian…aunque por dentro se moría por abofetear a esas dos, por lo que
trataba de mantenerse inmutable ante sus comentarios y
provocaciones…con el transcurrir de los días, ninguna de las dos conseguía
hacer alterar a Rowine en lo más mínimo…por el contrario Anabelle, fue
de a poco cambiando su actitud con la joven con tal de conseguir su
atención…pues aunque era una niña prácticamente, no dejaba de llamarle
mucho la atención aquella muchacha y para colmo, tenía que observar en
silencio como muchos jóvenes que visitaban a la familia quedaban
totalmente embobados con la joven Rowine…por lo hermosa que era,
resultándole desagradable a sus ojos todo ello.
-por suerte ya quedan dos días nada más- dijo aliviada rowine en voz alta,
pues suponía que estaba sola en el pasillo.
-eso lo decido yo- sentencio ella- aún no terminas y deberías cuidar tus
palabras, pues podrías decirle a mi padre de ello y conseguiría que te
quedases más tiempo o que te azoten por insolente.
-ya está todo listo- dijo el hombre- llevará escolta mi señorita anabelle.
-no- respondió ella- Rowine, será mi escolta, con ella me basta y
sobra…pues tengo la seguridad que no permitirá que nada malo me
ocurra, pues cuenta con toda la confianza de mi madre, ¿no es así
Rowine?
Fue así que ambas muchachas llegaron al borde de una ladera con vista a
un lago y descendieron de sus caballos y se fueron a contemplar aquella
hermosa vista.
-nada sucederá- repuso sonriente ella, y dio algunos pasos marcha a tras
cuando el terreno cedió a sus pies, provocando que la joven perdiera el
equilibrio y se fuera de espaldas hacia el precipicio….azoto su cuerpo
contra el borde de la pared, pues una mano alcanzo asirla firmemente,
pero no pudo evitar que se golpeara, dejándola suspendida en el aire…
-no me dejes caer- rogo asustada la joven Calguiere- por lo que más
quieras, no lo hagas.
-olvidemos lo pasado- dijo ella sin moverse del sitio en que se hallaba a
gusto y protegida- pero sí es para tu tranquilidad, también acepto tus
disculpas. Por cierto, como chico eres muy bien parecido, tu hubiera
escogido como esposo sino hubieses descubierto tu rostro (dijo esto
último sin pensar, provocando que Rowine se sonrojase hasta las orejas
ante el comentario)
-yo…- dijo titubeando Rowine- no…olvídalo (se limito a guardar silencio y
quedarse disfrutando de la joven, pues en ningún momento ambas habían
reparado que llevaban ya mucho tiempo abrazadas y tampoco tenían
intenciones de hacerlo, Anabelle, cerro sus ojos y descanso en los brazos
de Rowine, mientras que la otra joven…simplemente se dejo llevar por la
calidez y ternura de la joven Calguiere)
En otro sitio…
-no, la señorita Anabelle dijo que con la joven Mcraune era suficiente,
pues ella contaba con la aprobación de la Duquesa.
-ok, gracias- dijo vivian y se alejo en dirección del castillo- Maldición hasta
que consiguió estar sola con Rowine, por qué te esfuerzas tanto en ser de
agrado ante esa chica…pareciera que es más importante que yo, sólo
tienes ojos para ella.