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Flashback

- déjala de una buena vez, dijo aquella mujer.

- pero tú sabes cuánto la amo, mi vida está incompleta sin ella, nosotras
nos queremos desde niñas y no podemos vivir una sin la otra.

- pamplinas, no es una relación normal, son dos mujeres y además ella va


a ser la siguiente duquesa y tiene una gran responsabilidad, tú que puedes
ofrecerle.

- todo mi amor, cuidarla y velar por ella.

- no puedes, tu familia son simples campesinos, que han salido adelante


por tezón, no pertenecen a este mundo.

- señora no le permito que hable así de mi familia, puede que no seamos


de origen noble cómo ustedes, pero somos trabajadores y honestos.

- perdona, no he querido ofenderte, pero tú bien sabes que ella ya está


comprometida con Lord Brigston y sera una excelente alianza por el bien
de todo el condado.

- no sabía que la ofrecía como si fuese un premio, es su hija.

- por que es mi hija quiero su bien y tú claramente no lo eres, sera feliz


con él,¿ cómo no lo puedes ver?. si tanto la amas cómo dices déjala ,
además tú tienes a Octavio, quién siempre ha profezado un gran cariño
por tí.

- señora, lo que me pide es demasiado.

- no te pido más de lo que no puedas dar.

Fin del flashback

Raniel contemplaba distraidamente los parajes de la campiña Inglesa,


sintiendo nostalgia por su tierra, Alesia noto el cambio de la muchacha
que llevaba más de una hora callada.

- Extrañas tu hogar. preguntó Alesia.

- un poco.
- dime Raniel, ¿cuántos miembros son en tu familia?.

- a parte de mis padres, somos cinco hermanos.

- ¿tienes más hermanos?.

- así es, soy la menor de los cinco y única mujer.

- vaya, debes ser la hermana consentida.

- sobreprotegida por mis hermanos diría yo.

- ¿cómo se llaman ellos?.

- bueno el mayor se llama Helemiah, tiene trinta años y es médico,


después le sigue Carlos, con 25 años y es Contador y luego están los
gemelos Gonzalo y Nataniel, de 23 y están en su último año de Abogado el
primero y Constructor Civil el segundo.

- vaya toda una familia de profesionales.

- así es, mis padres nos inculcarón que la mejor herencia que nos pueden
dejar son los estudios.

- vaya si todos los jóvenes pensaran como ustedes, sería distinto.

- tal vez, no todos tiene la posibilidad de acceder a estudios, hay mucha


desigualdad en el mundo, países muy ricos y otros con grandes carencias.

- um, eres muy madura para tus años Raniel y dime, tú ¿qué estudias?.

-Arquitectura, estoy en cuarto año.

- vaya, era lógico después de todo por la forma en que dibujas.

- eso no es así, un Arquitecto es más que eso, debe poseer una visión
subrealista para plasmar sus proyectos.

-jajaja y en qué te especializaras una vez finalizados tus estudios.

- creo que en Arquitectura barroca, mejor dicho a la restauración de ese


tipo de construcciones, en ello quiero basar mi tesis.

- impresionante, tendrías un gran campo aquí en Eurpoa.


- no lo sé.

El coche se detuvo a la entrada de una gran reja forjada con leones que
daban la bienvenida al lugar.

- vaya el tiempo paso volando, ya hemos llegado, diijo Alesia.

Raniel sintió un nudo en su estomago, aunque había disfrutado de la


platica con Alesia, el sólo hecho de enfrentarse a gente desconocida la
alteraba un poco.

Prosiguieron a lo largo de un camino donde había hermosos jardines en


sus costados, fue esto durante unos diez minutos hasta que se alcanzo a
vislumbrar la silueta de un viejo castillo.

A medida que se acercaban, Raniel enmudecio al ver que aquél , era el


mismo que solía ver en sus sueños y su rostro reflejaba todo lo que estaba
en sus pensamientos.

- Verdad qué es bello como el de tus bocetos!, dijo Alesia al oido.

- ¡eh! sí, dijo tímidamente Raniel.

Alesia sólo sonrio al ver lo conpunjida que estaba Raniel al no dar crédito a
lo que veían sus ojos.

- ¿cómo sera entonces lo otro?, se pregunto Raniel.

- hemos llegado, por favor Marcus anuncie nuestra llegada a los señores.

- como usted diga mi lady.

Alesia miro friamente al hombre y éste capto rápidamente el mensaje y se


disculpo.

- lo hare enseguida señorita Alesia.

- otra vez llaman mi lady a Alesia, ¿porqué?, acaso sera de una familia
noble, no lo creo, ese tipo de personas son muy fríos y Alesia claramente
no lo es, se dijo asi misma Raniel.

Mientras tanto, en el estudio de la residencia tocan a la puerta una


doncella.
- adelante, exclamo la voz de una mujer.

- mi señora, Marcus ha llegado.

- dile que entre.

- mi señora, la señorita Alesia acaba de llegar con su invitada.

- perfecto- dirigiéndoce a la doncella, haslas pasar al gran salón, ¡ah! una


cosa más por ningún motivo deben llamarnos con títulos, sólo somos la
familia Calguiere y eso sera mientras dure la estadia de nuestra invitada,
quedo claro a los dos.

- como usted diga señora, exclamaron ambos.

- bien pueden retirarse.

A la entrada del castillo, una Descolocada Raniel juntaba fuerzas para no


temblar y parecer una provinciana.

- La señora las espera en el salón mayor, señorita Alesia, dijo la doncella.

- Marcus, ocupece del equipaje de la señorita y llevelo a su alcoba.

- enseguida señorita Alesia.

- bien, entramos.

- después de ti Alesia.

Las puertas doradas del gran salón se abrerieron y dejo entrever una gran
luz que invadía todo la habitación, por unos momentos Raniel quedo un
poco cegada por la luz, hasta que sus ojos se acostumbraron al lugar.

Alesia tomo la mano de su acompañante y la instalo al medio de la


habitación

Todos los ojos de aquella habitación miraron curiosos a la joven que


acompañaba a Alesia

- por todos los cielos, ¡Rowine! - exclamo Anette madre de Anabelle.

-¡eh!- exclamo Alesia al oir a su tía, familia como lo prometí, les presento a
Raniel Larson.
Al salir del shock que le produjo al ver a la joven Anette, exclamo, seas
bienvenida a nuestro hogar Raniel.

- gracias, dijo Raniel y entonces lo vió, su corazón galopaba locamente al


tener enfrente a ella un retrato de la misma doncella que tan veces había
dibujado.y en ese preciso instante entra una joven al salón..

- llegas tarde Anabelle, dijo su madre.

- disculpen la demora, tenía asuntos urgentes que resolver, exclamo ella .

Entonces Raniel volteo su rostro hacia la joven que acaba de ingresar y


sus ojos se cruzaron con unos profundos ojos azules, el tiempo se detuvo
en ese preciso instante, aquella muchacha era la rubia doncella de sus
bocetos y ese retrato que estaba en el salón.

Ambas quedaron inmóviles, sin dejar de contemplarse, parecía un sueño,


sólo se escuchaba lo acelarado de ambos corazones, es como si el tiempo
volviera a reunir a dos personas que dejaron inconclusa una historia...

Notas finales del capítulo:

El salòn estaba repleto de invitados, quienes habìan asistido a celebrar la


ascenciòn de la nueva duquesa de Calguiere, muchos nobles de toda
Inglaterra habìan concurrido, incluso un delegado de su alteza la Reina
Victoria había sido enviado.

Todo la ceremonia resulto esplendida, los discursos de la duquesa madre y


la nueva duquesa Anabelle. Todo era dicha y alegría para la familia en
especial para Henrietta, quién veía en su hija la continuación de su obra.

Anabelle lucìa radiante y hermosa, junto a su esposo, era sin duda motivo
de tranquilidad y augurio de una descendencia perdurable en el tiempo,
todo estaba en su lugar, pensó Henrietta.

- Amigos míos, sin duda esta noche es inolvidable para mi familia, la dicha
me embarga y quiero compartirla con vosotros, os invito a disfrutar de
esta velada (hizo señas a los músicos para dar comienzo al baile).
Pocos minutos después logro ver a una familia que recien acaba de llegar y
Henrietta les saludo:

- sean ustedes bienvenidos a mi hogar Enios, Joan y mirando de soslayo y


se dirijio a una joven pareja, tambien ustedes queridos míos, refiriéndose
a Octavio y su joven esposa.

El ambiente era distendido, todos hacían galas de sus dotes en el vals,


pero sin duda una joven pareja llamaba la atención de todos por la gracia
y hermosura de la joven.

- Eres la mujer más hermosa de esta noche y me siento el hombre más


afortunado de tenerte a mi lado.

- sabes muy bien que he venido en contra de mi voluntad, dijo Rowine,


dejando descansar su barbilla en el hombro de su esposo.

- no deberías decir eso, no vaya a ser que te oiga tu padre. Ha sido una
invitación especial de la Duquesa, además ella siempre ha sido tu amiga
desde la infancia.

-¡ya no somos nada!, dijo esto visiblemente molesta, además no quiero


tener nada que ver con esta gente.

- la verdad no sé que sucedió entre ustedes, pero deberías cuidar tus


palabras, como tu esposo te lo ordeno.

L a música ceso y muchos de los concurrentes volvieron a sus lugares, fue


ahí donde los ojos de Anabelle dieron con Rowine. Ella estaba con Octavio,
sin duda era la criatura más hermosa del condado y de la fiesta. su
corazón dio un vuelco al reconocer a su gran amor, pero en el momento
en que sus miradas se cruzaron por unos isntantes, ésta solo vio frialdad e
indiferencia por parte de Rowine.

Cansada del gentío y también irritada por tener que haber asistido, por
más que suplico a su esposo. Rowine se dirigio a las afueras del castillo por
un poco de aire fresco y tranquilidad.

- veo que no estás disfrutando de la velada querida, dijo una voz que
jamás olvidaría y por la cuál sentía un profundo resentimiento.
- acaso me ha seguido señora, dijo molesta Rowine.

-Este es mi hogar y puedod ir y venir por dónde se me antoje, contesto


Henrietta con altanería.

- ¿cuál ha sido el motivo de su invitación?, según recuerdo me quería lejos


de su hija.

- por supuesto que sí, y aunque han pasado ya cinco años, quería que
vieras con tus propios ojos todo lo que tú jamás podrías haberle dado.

Rowine, apreto fuertemente los puños que estaban apoyados en la


baranda y sarcasticamente constesto:

- está equivocada señora, a mi no me interesa en absoluto lo que le


suceda a su hija.

- ¿segura?, exclamo la mujer quién aún tenía recelos de aquella jovencita


y que aunque se había casado , era conciente de que Anabelle había
cambiado por su culpa.

- Señora estoy casada con Octavio, él me ha hecho la mujer más feliz, esto
es amor, ¡debería alegrase! no cree.

- ¿es eso cierto Rowine?, se escucho una voz detrás de ellas, era la voz de
Anabelle.

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¡Anabelle!

¡Anabelle! dijo por segunda vez su madre.

-Disculpa madre, reacciono Anabelle.

_ no te quedes ahí inmóvil y ten la gentileza de saludar a nuestra invitada.

- ¡perdón!, mi nombre es Anabelle Calguiere, encantada y estiro su mano


para saludar.

- Raniel Larson, el gusto es mío y estrecho la mano de la joven.


Al instante de juntar sus manos, un escalofrio recorrio el cuerpo de ambas
e hizo que sus corazones latieran aún más acelerados de lo que ya
estaban, Anabelle fruncio el ceño y retiro rápidamente su mano, ante
aquel acto, Raniel sólo entrecerro sus ojos agudizando su mirada en la
joven.

Por su parte Anabelle partio en dirección donde estaba un joven alto


quien la recibio con un beso en los labios.

- bienvenida amor, terminastes justo a tiempo.

Alesia que vio con cierta incredulidad lo ourrido entre ambas y viendo lo
palida de Raniel, procedio a presentarle al resto de la familia.

- Raniel, él es James esposo de mi tía Anette, Charles, Claudine y Francis


hermanos de Anabelle.

- y por último y no menos importante, Robert, prometido de Anabelle.

_ encantados, respondieron los aludidos.

- El placer es mío en conocerles, respondio Raniel.

- Se nota mi querida niña, que tienes una muy buena educación, dijo
Anette.

Era tal el asombro de Anette en aquella muchacha, que sintió una gran
curiosidad de saber má acerca de ella y de su procedencia.

_¿porqué me siento así, mi corazón late muy rápido?, Anabelle llevo una
de sus manos al corazón, con mucho cuidado de ser vista.

- Vaya, creo que he cometido un gran error al venir aquí...pareciera yo


fuese su enemiga...(pensaba Raniel para sus adentros).

Notas finales del capítulo:

Los tenues rayos del sol comenzaban a inundar toda la habitación,


anunciando un nuevo día, lentamente los ojos esmeralda de Raniel se
abrieron y buscando como de costumbres las paredes de su habitación,
de pronto cayo en cuenta que no estaba en su hogar sino muy lejos de ahí.
La noche había traído el descanso reparador que necesitaba tras largas
horas de viaje. En esos precisos momentos tocaron a su puerta..

_Raniel, soy yo Alesia, ¿me permites entrar?

-claro.

- Buenos días bella durmiente, dijo Alesia y procedió a sentarse en la


cama junto a la muchacha.

- ¡eh! , dijo Raniel, cubriendo un poco su cuerpo, ya que no estaba


acostumbrada a que nadie la visitara a esas hora de la mañana, lo que
causo una picara sonrisa en Alesia, al ver el pudor de la joven .

- niña estamos en confianza, además somos dos mujeres, nada te hare,


jajaja, se burlo ella.

- disculpa, no ha sido esa mi intención.

-¿cómo has dormido?

- bien, como una bebé, me ha parecido que he dormido una enormidad.

- ¡pues claro que sí!, ya son las diez y treinta de la mañana, es todo un
record aquí en esta familia, pero como estabas cansada, mi tía ha dado
ordenes de dejarte descansar.

- uffff, Lo siento no suelo levantarme tan tarde.

-despreocúpate, es por el cambio de horario y sumado a eso, está esas


largas horas de viaje.

- si tú lo dices, hare algo al respecto para no parecer un remolona.

- jajajaja , deja ya de preocuparte , avisare a la doncella para que te traiga


el desayuno.

- espera, no por favor, no hagas eso, no acostumbro a tomar desayuno en


cama y mucho menos a esta hora, dame unos minutos y bajo en seguida.

- ¡ay niña! , suspiro Alesia, bien te espero abajo, no demores.

Después una rápida ducha Raniel se reunió con Alesia en la cocina.


_ ¿dónde están los demás?, pregunto Raniel a su anfitriona después de
unos minutos.

-Anabelle está viendo unos negocios en estos momentos, Claudine asiste


a clases de piano muy temprano, Francis está en el instituto y Malcom
viajo a Londres , tía Anette y tío James están visitando unos viñedos a
estas horas.

- vaya estamos solas…

- ummm, mira no la había pensado, dijo con malicia Alesia, así que eres
toda mía y podre secuestrarte en el minuto que estime conveniente( e
hizo esfuerzos por no largarse a reir tras ver la cara de espanto que tenía
Raniel).

- no te burles de mí, dijo avergonzada la muchacha.

- entendido no lo hare más , pero ahora debes desayunar, te sugiero algo


ligero, ya que pronto nos reuniremos con los demás a almorzar.

-la verdad no tengo mucho apetito, debe ser por el cambio de horario.

- nada de eso, deberas comer algo, o de lo contrario Anabelle me matara,


¿no querrás ver a una joven damisela muerta a temprana edad ?

- jajajajja, no lo imagino, tú, una damisela en apuros maltratada por la


perversa bruja…

- jajajja , ( Alesia rio de buena gana ante semejante comentario y siguió


con el juego), la verdad yo tampoco.

Ambas chicas continuaron riéndose, sin percatarse de la presencia de


alguien más junto a ellas.

-¡vaya! no sabía que yo podía ser una bruja, Alesia, dijo una voz detrás de
ellas.

Ambas chicas palidecieron al ver a Anabelle.

-Anabelle, no sabía que estabas aquí, creí que te encontrabas fuera de


casa en tus negocios.
- también puedo hacerlos desde aquí, dijo está mirando fijamente a
Raniel, en cuánto a lo de ser bruja, las personas no deben juzgar a la
primera impresión a los demás.

Raniel, sintió arder sus mejillas por lo que sus palabras habrían provocado
en la joven, además estaba el hecho que no tenía intenciones de traerle
complicaciones a Alesia, puesto que ha sido muy amable con ella.

-me disculpo por mis palabras, dijo resueltamente Raniel .

-el justificarse a veces agrava más la falta, señorita Larson.

(¡uy! Pero que antipática es, se dijo Raniel).

Sin duda Anabelle no podía concentrarse en nada esa mañana, en vano


veía una y otra vez la serie de documentos en su escritorio, pero no logra
ponerles mayor atención. Así que decidió salir de su despacho para
despejarse. También estaba el hecho que no había conciliado el sueño en
toda la noche por que el rostro de aquella chica le perseguía como un
fantasma.

No quería admitirlo, pero estaba intranquila con su presencia, tenía algo


que no sabía bien cómo explicar, esa mirada que parecía desnudarla sin
mayor esfuerzo, a pesar de ello, decidió ver si ya estaba levantada y
cuándo el mayor domo le indico que estaba junto Alesia en la cocina se
dirigió para ese sitio, tenía que admitir que también tenía curiosidad por
conocerla, así que dispuso sus pasos en esa dirección.

Llevaba unos minutos ahí y no habían notado su presencia, parecía que


disfrutaban mucho de la mutua compañía como sí fuesen amigas desde
toda la vida, aunque no era correcto escuchar conversaciones ajenas no
pudo evitarlo y así quedo un buen rato, admirando la desenvoltura de la
joven Raniel, hasta aquel comentario que en lugar de causarle gracia , le
molesto en lo sumo.

No era correcto dirigirse así hacia los demás sin conocerle al menos, por lo
que intervino y dejo sin palabras tanto a su prima como a la joven. Estaba
visiblemente molesta, por lo que le dirigió una fría mirada a la muchacha.
-A este paso en verdad sere su enemiga, pensó Raniel.

- no seas tan drástica querida prima, sólo era una broma, dijo Alesia, quién
no daba crédito a la conducta de su prima, ( ella no es Así, qué rayos le
está pasando)

Pero Anabelle no respondió tan sólo se limito a encoger sus hombros y


cambio de tema al instante.

_ sí no es mucha la molestia, quisiera pedirte que después de almorzar


pudieras mostrarnos tus bocetos Raniel, ¿te parece?.

_por mí no hay inconveniente.

-ahora me dejarás mostrarte el castillo y ser tu guía.

_ ¡eh! Claro será un placer, dijo Raniel extrañada de la conducta de


Anabelle.

Claro que Anabelle se había adelantado a su prima, en su interior sintió


algo muy parecido a los celos, por lo que decidió ser ella misma la que le
mostrara todo el lugar, después de todo ella era su invitada y ese honor
le correspondía solo a ella como anfitrión y….DC

El viento soplaba sobre su rostro, mientras contemplaba extasiada los


paisajas frente a sus ojos, todo, desde los hermosos jardines, el torreon, la
glorieta y los salones, pero lo que más le llamó su atención y destacaba,
era la fuente que estaba frente al salón mayor, había una pequeña estatua
de un cúpido y parecía que su flecha apuntaba directamente a su corazón.

Todo era exactamente como en sus sueños, no tenía palabras para


describir las emociones que se agolpaban en todo su ser. Es lo más loco
que había hecho en su vida, pero sin duda, el viaje había valido la pena.
Ver que todo estaba ahí delante de sus ojos y que ya no eran unos simples
bocetos o sueños, sino que real, llenaba su espíritu de una inmensa
alegría, por no era producto de su imaginación.

Tan cautiva y absorta estaba por todo los que iba descubriendo a su paso,
que no se percataba que esos penetrantes ojos azules, le miraban con
curiosidad e inquietud.
Para Anabelle, ser anfitriona y mostrar su hogar a sus huespedes, era algo
muy común y protocolar , muy al estilo Inglés, pero esta vez era diferente.

Verla allí, observándolo todo con admiración y ver sus verdes ojos
replandecer ante lo que tenía enfrente de sí, adremás su rostro reflejaba
asombro y a la vez alegría.

Se podía decir que Raniel, era un libro abierto en esos momentos, no


escondía nada, era como un espejo transparente, dónde se apreciaba la
pureza e inocencia de su corazón.

Esto era lo que más inquietaba a Anabelle, nunca había conocido a una
persona como ella y a pesar de las pocas horas que llevaba en casa, había
conseguido llamar poderosamente su atención.

El magnetismo que emanaba de ella, su olor, franqueza y la jovialidad con


la que rápidamente conquistaba a las personas, dejaban una sensación
extraña en Anabellle. ësta se sentía vulnerable a su lado, desde el preciso
momento en que la conoció; pero lo que más le causaba espanto, era el
egoísmo que comenzaba a surgir dentro de su corazón, puesto que la
joven Raniel , ya tenía cautivados a Alesia y a su hermano Charles, quién le
comento lo hermosa que era la muchacha y que sí podía averiguar si tenía
novio.

Para Anabelle era tremendamente dificultoso reconocer que una chica


llamase su atención, a pesar de que ella no era homobofica ni nada por
estilo, de hecho estando en la universidad tuvo varias amigas les, con las
cuales tenía gratos recuerdos y aún compartía una amistad.

El caso era que esta muchacha estaba poniendo de cabeza su mundo,


también había un hecho que no dejaba de rondarle por la cabeza...Misha,
¿por qué estaba tras ella?... conocía muy bien a Misha y sus gustos
personales por hombres y mujeres y que no se detenia ante nada para
conseguir su presa, como ella misma solía decir.

_ ¿qué te está pasando, porque te preocupas tanto por alguien que recien
acabas de conocer? y desde cúando deseas que esa persona te mire solo a
tí ( se recriminaba Anabelle)
- ¿dónde está nuestra invitada?, pregunto Anette.

-Está con Anabelle mostrandole el castillo, dijo Alesia.

- vaya se toma muy en serio su papel.

- así parece, a pesar de que no quiere que se sepa quién es.

- Ella tiene sus motivos Alesia, aunque a mí también me intriga, pero


mientras ella esté aquí debemos mantenernos tal cual.

- por mí no hay problema tía Anette.

- tú, ¿qué opinas de ella?

- es una muchacha muy franca y honesta, tiene muy claro lo que quiere en
la vida y además es muy simpática.

- bien, ire a mi despacho, debo hacer una llamada, por favor avísale al
mayor domo para cuándo este listo el almuerzo.

- como tu digas.

Dentro del despacho, Anette procedio a buscar dentro de unos de los


cajones, una libreta.

- Despacho de O'connell y asociados.

- Mary, ten la bondad de comunicarme con David.

- enseguida D...

- a que debo tu llamada, adorada dama, dijo un hombre al otro lado de la


línea.

- deja de lado tus galanterias baratas David, quiero que vengas hoy mismo,
necesito que investigues a una persona.

- pero podrías encargarlo a otros del bufete, tengo dos casos en la corte
que ver hoy.
- no me interesa cuántos casos tengas, te quiero acá y es una orden, eres
el abogado de la familia, no quiero excusas David.

- debe ser muy importante para que uses todo tu encanto mi querida.

- lo es, creo que si mis deducciones son ciertas, realmente será muy
importante para todos.

En otro sitio del castillo, Anabelle veía como Raniel aspiraba aquella brisa,
un poco inusual en esta época.

- ¿qué te parecido Raniel el lugar?

- hermoso, no tengo palabras para describirlo... su arquitectura se


caracteriza de a comienzo de 1600, jardines, simplemente exquisito.

-has dicho arquitectura. dijo Anabelle impresionada, eres la primera


persona, quién a dicho la fecha exacta de la construcción de este castillo.

- así es.

-¿cómo supusiste eso?

- oh perdona, es que soy estudiante de Arquitectura y me fascina todo lo


relacionado a dichas construcciones y también estilos neoclásicos.

-sorprendente, dijo Anabelle, profundamente admirada de los


conocimientos de la muchacha y lo sencilla que era en compartirlos sin
hacer alarde de ello, sino que mostro su pasión por dicha rama que
estudia.

Esta chica es sorpredente...nuevamente mi corazón se acelera... quisiera


acercarme más y perderme en esos ojos esmeralda....

En el despacho Anabelle y Anette esperaban reunirse con Raniel para ver


los bocetos, aunque ambas ya tenían una idea clara de lo que habían
podido apreciar en las fotografias de Alesia.

- Ey tú,¿ estás lista?- dijo Alesia - he venido por tí antes de que te reunas
con los demás.
- tú diras.

- aprovechando tu estancia aquí, quisiera pedirte que hicieras un retrato


para mí- dijo Alesia.

- me encantaría poder retratarte, pero no se podra, ya que mi block está


completo y no creí necesario traer uno - dijo Raniel un poco triste por no
poder cumplir el deseo de Alesia.

- Pero no hay problema con eso, vamos a la ciudad y compramos todo lo


que necesites, ¿qué me dices?.

- pero no se sí podre, debo mostrales esto a tu familia y sería descortes de


mi parte no hacerlo en persona.

- oh vamos, no es para tanto, puedes dejárselo a ellas y luego te diran qué


piensan al respecto.

- pero sería mal visto Alesia.

- a ver... eres demasiado cortes , esto es lo que haremos, yo hablare con


ellas y así podremos ir juntas, además que te aburrirías ahí adentro
esperando o me equivoco.

- jajaja tienes razón me sentiría muy incómoda.

- no ves que tengo razón.

- además conmigo te divertiras más- dijo esto guiñendole un ojo a la


muchacha.

- eres tremenda Alesia.

- umm... eso me han dicho, jajaja, resultaba tan agradable entablar


conversación con esa chica.

- tú ganas.

- bien vamos entonces...dónde la pérfida bruja.

- ¡eH! dijo Raniel avergonzada y su cara tomo un intenso color escarlata,


que hizo que Alesia riera a carcajadas.
En esos momentos Alesia toca a la puerta, adelante se escucho. y ella
entro en el despacho dónde estaban su prima y tía.

- ¿y bien?- exclamo Anette

- espera un momento - dijo Alesia y fue en un busca de la joven- vamos no


seas tímida.

- disculpa pero no lo soy, dijo Raniel, sólo es cuestión de ser prudentes


antes de hacer determinada cosa.

El comentario de la joven, saco una sonrisa en la señora, que veía como


colocaban en su sitio a su sobrina y ésta se quedaba totalmente perpleja.

- vaya la niña saco sus garras, dijo Alesia haciendo alarde de estar
ofendida.

- deja ya de hacer payasadas - comento Anabelle

- ok, bueno hemos venido a dejarles esto( entrega el block) para que
puedan apreciar ustedes mismas y además de avisarles que Raniel y yo
iremos a la ciudad a hacer unas compras.

- ¿cómo? dijo Anabelle

- veras no tiene sentido tenerla aquí mientras ustedes están ocupadas con
los bocetos ¿no te parece?.

- tienes razón Alesia - dijo Anette - será lo mejor, vayan pues y diviertanse,
a su regreso hablaremos Raniel.

- como usted diga Señora Anette- dijo esto mirando de soslayo a Anabelle,
quién mostro una actitud indiferente.

Ella me confunde, hace unas horas era toda amabilidad y ahora fría como
un iceberg, incluso en el almuerzo parecía que me sonria y varias veces me
dirijio la palabra...¡cielos es tan inalcanzable!...sera mejor que mantenga
mi distancia entonces- se dijo a sí misma Raniel, abatida por la actitud de
Anabelle.

- bien nos vamos entonces - dijo Alesia .


-¿sucede algo Anabelle?

- nada madre

- cualquiera diría que estás molesta por algo.

Alesia tomo de la mano a Raniel y de prisa salieron del castillo

- Marcus por favor llevenos a la ciudad.

- a sus órdenes señorita- exclamo el chofer.

Después de dos horas en la ciudad, dónde las jóvenes entraron a varias


tiendas, encontraron lo que buscaban y llevaron sus bolsos hasta el
automovil.

- dime Raniel, qué más te gusta a parte de dibujar.

- fotografiar la naturaleza.

- vaya, pensamos igual, adoro todo lo que se relacione con el medio


ambiente, por ello soy miembro de un grupo ambientalista.

- ¿en serio?.

- asi es.

- fabuloso.

-has traido tú cámara para que salgamos juntas de excursión.

- si, pero no es profesional, pero es muy práctica para mis clases y


hobbies.

- ummm, bien acompañame.

-¿dónde vamos?

- cerca de aquí hay una tienda con diferentes cámaras, de seguro te


encantarán-

Al rato después...

- y ¡qué me dices!.
- wow, son espectaculares.

- hay alguna que haya llamado tu atención.

- pues hay varias, pero no he venido a comprar una Alesia- dijo Raniel.

- lo sé, lo que quiero es que escojas una.

-¿porqué?

- ¡ ay niña!... tan desconfiada, quiero hacerte un presente y no quiero que


te ofendas.

- no sé, yo puedo comprar mis propias cosas.

- uffff eso ya lo sé, sólo acepta mi regalo por favor quieres, así me podras
acompañar y tomaremos fotos geniales, tengo unos lugares que te van a
encantar.

- esta bien-

- gracias, gracias señorita.

Mientras en el despacho...

- no lo puedo creer, esta niña a dibujado todos los lugares del castillo
como si hubiese vivido toda su vida aquí- enfatizo Anette

- además el retrato, es identico al que tenemos aquí, se puede decir que


ella dibujo a la duquesa XVII como si la hubiera conocido en persona. ¿tú
qué opinas hija mía?

- es sorpredente madre, no tengo palabras, estoy tan sorpredendida como


tú.

- ¿cómo puede ser posible esto?, dijo Anette

- tal vez como dijo Alesia, ya trae recuerdos de una vida pasada que tiene
relación con nuestra familia.

- puede ser hija.

- bien madre me retiro, debo atender unos asuntos, cuándo ellas lleguen
me avisas por favor.
- lo hare, y se quedo viendo fijamente a su hija.

una vez que Anabelle salio de la habitación, una sombra surgio desde un
costado de la biblioteca .

- toma asiento y dame tu opinión David...

En su cuarto una malhumorada Anabelle se recosto en su cama, no podía


creer que ella no se hubiese quedado, si había una cosa que no soportaba
Anabelle era la falta de cortesía y mala eduación.

Era tal su enojo que termino por botar todas sus almohadas al piso...pero
era más que eso...estaba molesta por que la joven había preferido estar
con Alesia en vez de quedarse a su lado.

Esos síntomas no eran nada de buenos en el corazón de Anabelle, ella


tenía un prometido, a quién amaba...por qué rayos tuvo que llegar a
desordenar así su vida...

Tantas cosas pasaban por su cabeza y recien esto era el comienzo,


quedaba un mes para que ella partiera de regreso a su hogar... y Robert
que se le había ocurrido asistir a un seminario a norteamerica, en nada le
facilitaba las cosas...sería preciso alejarse de ella.

Al cabo de unas horas, Alesia y Raniel están de regreso, una vez dentro del
recibidor...

- bien voy a dejar esto, tú espérame aquí, regreso enseguida- dijo Alesia.

-esta bien.

- vaya... parece que disfruto mucho su salida señorita Larson, dijo


Anabelle, quién las había visto llegar y esperaba hablar a solas con Raniel.

- cielos aquí vamos de nuevo( penso Raniel)- la verdad sí, realmente es


muy agradable la compañía de Alesia- contesto ésta.

las palabras de Raniel disgustaron en demasía a Anabelle quién fruncio el


ceño, algo dentro de su corazón se resintio y miro con mucha frialdad a la
muchacha.
- déjeme decirle entonces que acá estamos acostumbrados al respeto, y
fue de muy mala educación haberse retirado sin habernos consultado
personalmente, ya que estabamos esperando por usted.

Raniel palidecio de golpe, sabía que no fue buena idea haberse ido a la
ciudad y ahora pagaba las consecuencias de sus actos.

- tenía otro concepto de usted señorita Larson.

pero que rayos le pasaba a esta mujer, porque de repente era tan
antipática, está bien se equivoco, pero la trataba como si fuese un
monstruo y ese tono al subrayarle su apellido, la hacía tan odiosa.

- creo que el disculparme no servira en este caso- respondio Raniel.

- por supuesto que no, ahora tenga la amabilidad de acompañarme, mi


madre le espera- sentencio Anabelle.

-para Anabelle, he sido yo quién ha insistido, si tienes que culpar a alguien


es a mí- dijo Alesia que había escuchado.

- no le defiendas y no es precisamente contigo con quién estoy hablando,


está claro Alesia.

Raniel miro suplicante a Alesia para que no dijese nada que empeorara
más la situación.

Raniel maldecía por lo debajo, no le gustaba causar molestias y ahora


seguía con la cabeza baja a Anabelle, pensando que hablaría con sus
padres para regresar lo antes posible.

- ten la amabilidad de pasar- dijo Anabelle.

Cuándo Raniel paso a su lado, los ojos azules se percataron de la tristeza


que había en los ojos de la chica y se dio cuenta que había sido muy dura
con ella....tal vez debio escuchar a su prima...pero ella se había ido con
Alesia y eso le había dolido mucho, aunque no le quisiera reconocer.

- bien tu qué opinas , david - dijo seriamente Anette.

. bueno por lo que he visto, todo es increíble parace un cuento, pero ...
- ¿pero qué?

- ¿qué es lo que usted desea señora Calguiere?- dijo David asombrado de


los bocetos y en cierta medida, intrigado por el motivo que se le había
mandado a llamar.

- no has contestado mi pregunta- sentencio ésta.

- vera, esta claro que es asombroso todo, pero no sé, puede ser un
engaño-

- engaño no lo creo- dijo Anette.

-¿porqué lo dice?, contesto el joven abogado.

- escucha con atención lo que te voy a relatar...

Dentro del salón, una impaciente Alesia camina de un lado a otro,


preocupada por la actitud de su prima, sino la conociese tan bien diría que
está celosa.

- ¿qué le ha hecho está niña para qué reaccione de este modo?, pensaba-

- no puede ser....Anabelle ¿celosa?, pero cómo, imposible , ella tiene a


Robert a menos que ...¡podría ser cierto que ella haya comenzado!... no
debo estar imaginándome las cosas, pero de que está extraña lo está.

- Además está el hecho de que mi tía llamó a Raniel....Rowine y palideció


al verla, ¿qué está pasando aquí?...bien ,yo voy averiguar qué rayos
sucede, como que soy la hija del Conde Brigston, no dejare esto así..

- Además no permitiré que mi prima incomode de esta manera a Raniel, si


fue ella misma la que insistió en conocerle, me siento fatal por Raniel, creo
que hablare con mis padres para llevarla a casa del campo, sera preciso
distraerla- reflexiono Alesia.

Mientras tanto en el despacho de los Calguiere…

_ Entonces usted dirá mi señora, ¿qué es lo que desea que haga?.


_ quiero que investigues todo lo relacionado con Raniel, ¿quiénes son sus
padres y antepasados?, busca en las embajadas y los registros de
identificación de su país, no dejes nada al azar…

_pero Anette, eso es una tarea gigantesca, es como buscar una aguja en
un pajar, es armar un árbol genealógico completo- dijo estupefacto el
abogado.

_ ya te dije David no quiero pretextos, además no es tanto lo que debes


buscar, debes precisar que aproximadamente deben ser cinco
generaciones a lo sumo. Ella debe haber dejado algún rastro que nos lleve
directamente a Raniel, busca en la ciudad donde vive, creo que se llama
Punta Arenas.

_ tus deseos son órdenes, así se hará.

_ tienes una semana David nada más.

_pero señora mía, me pides un milagro.

_demuéstrame que eres el mejor abogado de todo Londres querido-


señalo Anette- además que tú sabes que también en cierta forma puede
estar relacionado con tu familia.

_ por lo que me has comentado puede ser, pero no le veo importancia


para mí en el sentido personal, disculpa que te lo diga.

_te entiendo a la perfección, pero te lo estoy pidiendo como abogado, no


lo olvides.

_ está bien, tu ganas Anette, no podría negarte nada, dijo este


galantemente.

_deja de lado tus adulaciones mi querido.

En ese preciso momento tocaron a la puerta.

_ Adelante- dijo Anette.

_ madre, ya está aquí la señorita Larson - dio muy seca Anabellle.


Anette miro con incredulidad a su hija, nunca la había visto tan extraña
como hoy.

_No sabías qué estabas ocupada madre- dijo Anabelle – buenas noches
David.

_ buenas noches Anabelle.

_ David te presento a Raniel Larson – dijo Anette.

El abogado quedo de una pieza, en verdad es muy hermosa la joven, con


razón está causando estragos en esta familia, pero sus ojos están tristes…

_Señorita Larson es un placer para mí en conocerle, dijo éste, extendiendo


su mano hacia Raniel.

_ el gusto es mío – señalo ella- un poco cansada de tanto exceso de


formalidades de partes de estos Ingleses, cuál fue su asombro cuándo el
abogado beso la mano de Raniel y le miro directamente a los ojos.

La actitud de David coloco más tensa a la joven y qué decir de Anabelle,


que echaba chispas por los ojos al ver otro más unirse al sequito de los
admiradores de Raniel.

_ bien les dejo veo que tienen mucho de que platicar - dijo éste.

_espero a la brevedad posible tu informe David.

_ te llamare en cuánto tenga novedades.

Al salir el abogado del despacho, la señora Calguiere pudo percibir que


Raniel estaba muy incómoda.

_¿qué tal ha sido la visita a la ciudad?, la has disfrutado.

_¡eh!... disculpe, ¡cómo dijo?, pregunto Raniel.

_sí has disfrutado la visita en la ciudad.

_ sí, respondió la muchacha y bajo su cabeza , pues no quería ver la cara


de Anabelle y nuevamente su enfado para con ella.
Al ver esto, la señora prefirió no seguir con el interrogatorio, ya que veía
las actitud de su hija como de la joven y presentía que algo había
pasado… ya vería el modo de saber.

_bueno mi querida niña hemos visto todos tus bocetos y hemos quedado
muy impresionadas con ellos. Podríamos decir que tú conoces el castillo
mejor que toda mi familia. Quiero agradecerte tu gentileza de haber
venido desde tan lejos y aceptar nuestra invitación, que por lo demás ha
sido muy insólita.

Quiero que ahora disfrutes de tu estadía en mi hogar y me permitas


conocerte un poco más mi jovencita, dijo amablemente la señora
Calguiere.

_Agradesco toda su gentileza para conmigo, el hospedarme aquí en su


hogar y sus atenciones al traerme hasta acá, pero me es imposible seguir
aceptando vuestra hospitalidad, por lo que quiero solicitarle me libere de
vuestra invitación por lo que me resta de tiempo, es preciso que regrese a
casa lo antes posible, ya he cumplido con ustedes y no hay nada más que
me retenga en este sitio, por favor perdone mi honestidad - dijo
seriamente Raniel – Hablare de inmediato con mis padres para solucionar
lo de mi viaje.

_¿qué estás diciendo muchacha? –dijo una asombrada Anette

_ lo qué usted acaba de oír señora Calguiere - sentencio Raniel.

_por ningún motivo aceptare este hecho jovencita, no sé qué ha sucedido


en el transcurso de estas horas en tu ausencia, pero tú no te irás de aquí,
guste a quién le guste, por favor acepta mis más sinceras disculpas si
alguien te ha ofendido- recalco Anette visiblemente molesta porque en el
fondo intuía que tenía relación con su hija.

Anabelle, palideció al oír las palabras de la joven, no esperaba qué ella


quisiese irse de casa, nunca fue esa su intención al llamarle la atención
para que tomase ese tipo de determinación… debía hacer algo al respecto,
sino su madre la mataría ahí mismo…pero más que hacerlo por temor a su
madre, era por ella….había cometido un error.
Sus palabras dolían como nunca antes nadie lo había hecho, no quería que
se fuese, su corazón se contrajo, y se arrepintió de su actitud….por un
motivo que aún no podía comprender no iba a dejar que se fuese…eso era
como si le arrancasen una parte de su ser.

En la habitación el ambiente era tenso, una sorprendida Anette, trataba


de buscar la manera de que su invitada no se fuese , por dos motivos.

1.- Ella es su huésped y no sería capaz de dejarla ir, si apenas acaba de


haber llegado desde un país tan lejano como el suyo y además, esa chica
le caía en gracia, por su amabilidad y lo educada que era, no se podría
decir eso de muchos ingleses hoy en día.

2.- Estaba el hecho de que ella podría ser el eslabón perdido de Rowine
Mcraune y sí eso era efectivamente así, podría cambiar mucho las cosas
para su viejo amigo Joseph e incluso para la familia Calguiere, podrían
enmendar una injusticia que se cometió hace muchos años atrás.

Por lo que decidió intervenir y persuadir a la muchacha hasta que David


tuviese noticias, pero primero debería reunir a esas dos y aclarar el mal
entendido que habían ocasionado.

_ Dime mi querida niña, ¿te gustan los caballos?, lo digo porque hay
muchos en tus bocetos.

_ Amo los caballos tanto como la naturaleza, me permiten ser totalmente


libre, sin ataduras, siento que soy una con ellos, al momento de cabalgar
– dijo una apasionada Raniel.

La señora Calguiere se limito a sonreír, no cabía duda que esa jovencita


aparte de ser muy espontánea, era muy sencilla en su forma de ser.

-Bien entonces le diré a Marcus que te acompañe a las caballerizas para


que puedas escoger el que más te guste y puedas salir a dónde tu desees,
claro está que te acompañara Ralph, para que no te pierdas y más
adelante puedas hacerlo tú sola – dijo Anette.

_ se lo agradezco mucho señora Calguiere – dijo Raniel

_ no me digas más señora Calguiere, llámame Anette.


-Permíteme un segundo, he hizo sonar una campañilla, al momento entro
una doncella.

_diga usted señora.

_por favor acompaña a la señorita Raniel con Marcus, para que éste la
lleve hasta las caballerizas con Ralph, que le ensillen un caballo para ella y
le acompañe dónde ella lo desee, hazle saber que es responsable por la
seguridad de ella ante mí – enfatizo Anette.

_cómo usted diga mi señora.

_Otra cosa más, llame a Alesia y que inmediatamente suba a mi despacho


y no hagas pasar a nadie hasta que haya terminado.

_señora y en cuanto a las llamadas, dijo la doncella.

_ de ninguna manera, no quiero ser molestada, ha quedado claro.

_Perfectamente – dijo la doncella que se asusto un poco, ya que ella era


de carácter muy dulce y era muy inusual cuándo ésta se enojaba y hoy era
uno de eso días.

_cielos mamá está enojada – pensó Anabelle – ahora sí que me ira mal.

En esos momentos Alesia vio bajar a Raniel junto a una de las doncellas y
se dirigió hasta dónde ellas estaban, justo en momento que iba a hablarle,
fue interrumpida por la doncella.

_Señorita Alesia, la señora Anette quiere que suba inmediatamente a su


despacho.

_ummm…cielos se avecina una tormenta, ¿qué has hecho Anabelle?,


pensaba la joven mientras subía la gran escalera…

En unos instantes se sintió unos pequeños golpes en la puerta…

_adelante.

_ querías verme tía Anette.

_toma asiento.
_tú dirás…

-y ¿entonces?... quién de las dos comienza por aclararme qué diantres fue
lo que sucedió con Raniel – dijo molesta Anette.

Ambas muchachas se miraron ante el tono de voz …

En los establos, Ralph le muestra los caballos a Raniel y ésta queda


embelesada con un semental azabache como la misma noche y se acerca
y acaricia su hocico…y Ralph le queda mirando.

-Señorita ese ejemplar es uno de lo que no hemos podido amansar,


porque no se deja, no creo que sea aconsejable que usted le monte.

_Ralph, no se preocupe, el no me hará nada, de hecho acepto que me


acercase, ya verá usted.

_pero señorita soy responsable de usted ante mi señora, sí le pasa algo


ella…no quiero pensar en qué sucederá.

_le comprendo, pero hagamos un trato, déjeme ensillarle y sí este me


rechaza desisto de mi actitud y buscamos uno a su elección.

_me parece bien señorita.

_por cierto, ¿cómo se llama este bello ejemplar?, dijo Raniel.

_ Espíritu Indomable, señalo Ralph.

_vaya hermoso nombre, bien veamos mi amigo, no te hare nada sólo


quiero ser tu compañera , déjame colocar estas cosas y saldremos a dar un
paseo…veras como seremos libres por unos momentos.

Al instante que Raniel puso la montura el animal resoplo, y ella acaricio


nuevamente su hocico dándole un suave beso en su nariz, es cómo le
trasmitiera su paz y el animal dejo que le ensillasen.

_Usted ha hecho un milagro señorita, dijo muy asombrado el hombre.

_no Ralph, cuándo uno trata con ternura a su hermosura como esta y le
trasmites tu paz , ellos se dejan , es cómo hacer amigos – dijo una
sonriente Raniel.
_bien señorita usted gana , vamos a dar un paseo, ¿dónde quiere ir?.

_muéstreme Ralph el lugar más bello que tenga en este sector.

_El lago señorita tiene una vista espectacular.

_vamos entonces.

Mientras tanto en el castillo…

_pero en qué rayos estabas pensando Anabelle – dijo su madre – acaso


no eres la Duquesa de Calguiere, ese no es un comportamiento adecuado
de tu parte.

_lo siento Madre, pero cómo te explique, tu sabes muy bien que me
molesta la falta de educación.

_pero que dices niña, sí esta jovencita es de lo más educada, parece


mentira que le hayas tratado de esa forma.

_pero tía fue culpa mía también por llevármela, ella había insistido que
ello podía ocasionar malos entendidos, solo que no le hice caso.

_Esto es insólito, ella tiene más sensatez y juicio que ustedes dos juntas,
es una vergüenza ustedes tienen veinticinco años y parecen unas
adolecentes peleándose por una golosina.

_ Lo sentimos- dijeron ambas al unísono.

_ las disculpas agravan la falta en su caso – dijo Anette.

Ambas chicas bajaron sus ojos ante lo intensa de la mirada de Anette.

_ espero por su bien que su comportamiento cambie de ahora en


adelante, no les permitiré a ninguna de las dos tales actitudes para con
Raniel, es más harán de su estadía la más grata posible y una disculpa será
lo siguiente que deberán hacer- les quedo claro a ambas.

_Claro que sí tía – contesto Alesia.


_por supuesto madre, iré a disculparme con ella en estos momentos –
señalo Anabelle.

_nada de eso jovencitas, ahora es mi turno una vez que Raniel regrese,
iremos a casa de tus padres Alesia, ya tendrán ocasión de remediar
vuestras actitudes. Ahora si me disculpan, iré a mi recámara a descansar
de ustedes dos.

Tras un largo paseo, Raniel llego cuándo ya estaba oscureciendo , le


llamarón a unos de los salones y ahí se encontraban Anette y su esposo,
Charles, Francis, Anabelle y Alesia, cuándo la vieron entrar , las dos
muchachas sintieron alivio al verla un poco más serena.

Con desesperación Anabelle busco la mirada de la joven, pero ésta evito


mirar en su dirección, puesto que se había impuesto alejarse de ella tanto
como le sea posible, además que algo en su interior estaba comenzando a
incomodarle y no le daría chance alguna a una persona como ella que lo
único que hacía apenas la veía era fastidiarla y humillarla. Era
precisamente el tipo de personas a las que no soportaba.

_y bien querida, ¿cómo estuvo ese paseo?

_excelente, me sentí libre junto a mi caballo, éramos uno solo corazón al


galopar.

_ vaya me parece magnífico que te hayas divertido.

_y dime Raniel, ¿cuál escogiste? – pregunto Charles- emocionado de


volver a ver la muchacha y además que él es un gran jinete y practica polo.

_A Espíritu indomable – señalo Raniel.

-¿qué?, dijeron todos en la sala…

_Por Dios niña – exclamo Alesia – podrías haber puesto en riesgo tú vida.

Raniel ante la actitud de todos. Les obsequio una gran sonrisa y a más de
uno robo un suspiro en especial a esos ojos azules que luchaban por no
sentir en su pecho ese extraño latido de su corazón.
_mi querida jovencita, eres toda una caja de sorpresas, mira que a
espíritu, sin duda ya conquistaste su corazón también, rio Anette, ahora
ven conmigo y Charles que vamos a casa de los padres de Alesia.

Anabelle vio como Raniel se despidió de todos, pero no le dirigió una sola
mirada y mucho menos la palabra…qué estúpida había sido…como le
duele su indiferencia….

Son las 8 en punto y en el comedor de la residencia, una sombría Anabelle,


toma asiento junto a su madre para desayunar.

-Estás un poco demacracada hija mía, ¿sucede algo?, pregunto Anette.

_ No pasa nada madre, debe el el cansancio producto que tuvinmos que


trabajar durísimo estos tres días para tener todo listo para el embarque de
hoy - señalo la muchacha.

-¿qué va a desayunar my lady hoy?, dijo la criada.

- lo de costumbre Clarice, y por favor te ruego no me llames así, mientras


esté nuestra invitada.

- como usted diga - dijo la criada.

Anette miro de reojo a su hija y vio que ella estaba muy pensativa.

-Por cierto madre, ya va una semana que Charles está en casa de mis tíos,
¿acaso no debe volver a Londres por sus estudios? - dijo esto mientras le
daba un sorbo a su café.

Una madre siempre conoce a la perfección a cada uno de sus hijos y es


capaz de percibir el menor cambio que se pueda producir en ellos, por
esto Anette, comprendió que su hija mayor tenía otros motivos que
encerraba su pregunta.

Estaba conciente que su preocupación no era por su hermano, sino por


otra persona, como madre era muy conciente del cariño que se tenían los
hermanos.

-Tal vez él tenga un motivo poderoso para permancer más tiempo del
debido, ¿no te parece a tí?, se limito a decir una reposada anette.
-Así parece madre - respondió la joven , quién torcio la comisura de sus
labios y siguio degustando su café.

- pero estarán de vuelta está tarde o mañana temprano, todo dependo de


cuánto tiempo quiera dejarla ir tu prima, tú sabes que le ha tomado un
gran cariño a Raniel.Según me comento tu tía fueron de excursión los tres,
han estado fotografiando todo cuánto se le atraviesa en el camino.

-que bueno - dijo Anabelle indiferente- se me ha hecho tardísimo debo


irme madre, nos vemos más tarde que estés bien.

-claro hija, recuerda que hoy debemos firmar esos documentos.

-no lo olvido madre, estare a la hora- señalo Anabelle y salió raudamente


del comedor.

- no eres nada sincera contigo misma hija mía... no te atreviste a


preguntar por ella...tal vez se vuelva a repetir la historia sin fin...- suspiro
Anette.

" te amo, por favor quedate a mi lado, y déjame hacerte feliz" dijo ella...,
entonces Raniel se levanto de golpe- otra vez ella...

- ¿quien? - pregunto una sonriente Alesia, quién la contemplaba sentada


desde otra cama continua a la de Raniel.

- ¡eh! nadie, solo fue un sueño y tú ¿qué haces levantada tan temprano?,
dijo Raniel para distraerla.

- jajajaja , eres muy escurridiza al cambiar el tema querida mía, sonrio


Alesia.

- llevas mucho tiempo ahí.

-lo suficiente para verte dormir profundamente.

-¡eh!

-jajajaja eres una dulzura cuando te sonrojas- comento burlonamente


Alesia.

-Alesia, y lanzo una almohada en dirección de ésta.


-malvada, eso no es correcto en una señorita el andar lanzando cosas por
ahí,(esquivando el objeto) mira que no respondo de mis actos y luego no
te vengas a quejar.

-madre mía en las manos que vine a caer- dijo Raniel- estirando las manos
al cielo como pidiendo explicaciones.

- jajajaja, estás en las mejores y por cierto son suaves y dociles y expertas
en dar masajes, sí quieres puedo darte uno.

-jajajaja no gracias, no estoy estresada.

- que cruel, estoy siendo considera contigo ofreciendo mis servicios a tus
pies y tus les rechazas y ( toco su corazón señalando quye estaba roto).

-jajajaja

-jajajaja

Ambas chicas se llebaban de maravillas y estuvierón recorriendo en estos


días toda la campiña de los padres de Alesia. Ella les presento a sus
amistades y Charles se ofrecio de chofer para llevarlas a todos lados.

-por cierto,¿qué haremos hoy? - dijo Raniel.

-debemos volver a casa de tía Anette - Respondio Alesia y fijo su vista en el


rostro de la muchacha.

-entiendo.

-no es mala Raniel.

-¿Disculpa?

-digo, que mi prima no es tan antipática como parece.

-ummm

-sé qué has tenido algunos malos entendidos, pero si le das la oportunidad
de conocerla verás que es muy amable , dijo Alesia.

- no sé, no he visto su amabilidad por ninguna parte Alesia.

- uffff, lo sé, ella está un poco extraña en este último tiempo.


-....

-tal vez sea por el exceso de trabajo y eso le esté afectando, es época de
exportaciones para la mayoria de los hacendados de por estos lados y
créeme todo es caos y tensión.

-pero eso no es motivo para desquitarse con otros Alesia, además que ella
me viene conociendo hace muy poco y da la impresión que le caigo mal o
tiene algún problema conmigo- enfatizo Raniel.

-sí que tiene un problema contigo, se dijo para sus adentros Alesia y eso es
algo que voy a averiguar.

-tan sólo dale una chance Raniel.

- lo pensare

-vamos Raniel, te aseguro que no te arrepentiras, sonrio Alesia.

- vale.

-ahora vamos que deseo mostrarte algo antes que partamos a casa de mis
tíos.

En una de las oficinas que hay en el departamento de aduana, Anabelle


ultima los últimos detalles antes de despachar los camiones que llevaran
todo al puerto de Bristol. una vez que termino de revisar que todos los
documentos estuvieran en regla, firmo y los entrego al agente que estaba
junto a ella.

- bien vamos Marcus debemos llegar a casa a tiempo, para firmar ese
acuerdo.

- como usted diga señorita.

Un a vez arriba del automovil, Anabelle termino de hablar con su madre y


se dispuso a relajarse de una mañana muy agitada.

- señorita desea escuchar algo de música hoy.


- no Marcus, muchas gracias y sus ojos se perdieron por la ventanilla,
siempre era lo mismo corriendo de un lugar a otro, desde que egreso de la
universidad hace unos años, después cumplidos los 25 y como era
costumbre en la familia asumio como la nueva Duquesa de Calguiere y las
responsabilidades aumentaron al tener que encargarse de los negocios
propios y los de la familia.

Llevaba tres años sin poder tener vacaciones y de verdad le hacía falta un
pequeño descanso, pero no podía darse ese lujo por el momento, no al
menos en esta época, habían acordado con Robert que dentro de dos
meses más viajarían a Tailandía para relajarse, pero asi cómo iban las
cosas estaba dudando que eso sea posible.

Con Robert lejos en Norteamérica y con un huesped en casa no se podría,


sus hermanos estaban cada uno ocupados en sus estudios y sus padres
había delegado todo en ella, por ser la heredera y mayor de sus hijos.

cerro sus ojos y trato de dormir un poco...

-Raniel, fue lo que se oyo en su mente, y abrio de par en par sus ojos, ya
iba una semana desde aquel desencuentro, y no había tenido la ocasión
de disculparse ...

-Robert,¿qué me está sucediendo?. Ella está trasnornando mi vida y tú no


estás- se lamento Anabelle.

despues de dos horas de viaje, ella se encontraba junto a su madre


firmando los documentos que la convertían en la nueva socia de un
prestigioso club.

_ al final hemos cerrado el trato señorita Calguiere , señalo un hombre de


baja estatura que era el abogado y representante de la otra parte.

- asi es , tomo un tiempo pero la espera valio la pena - respondio Anabelle.

-bueno, entonces no me resta más que felicitarle y despedirme- dijo el


hombre.

_muchas gracias por venir - dijo Anette.

- gracias a ustedes por formar esta nueva alianza.


- estaremos en contacto - dijo Anabelle.

Después de unos minutos la muchahca se deja caer en unosde los sofas...

-Estás agotada hija mía.

- sí, ha sido una jornada maratónica la de hoy- señalo la muchacha.

Anette miro a su hija y vio que volvía a quedar pensativa como en la


mañana.

-¿Robert no te ha llamado?- pregunto la señora.

- no, debe estar muy ocupado con el seminario y visitas que debe hacer en
los distintos hospitales en las cuales se iban a dictar conferencias.

- y tú no le has llamado- inquirio Anette.

- no madre, detesto interrumpir y lo sabes.

En esos momentos tocan a la puerta...

-adelante.

-señora, estamos listo para servir el almuerzo.

-gracias Albert - constesto Anette.

-estamos solas hoy madre, pregunto Anabelle.

-sí - rerspondio su madre.

-señora, la señorita Alesia, el jovencito Charles y su invitada acaban de


llegar- les aviso el mayordomo.

-gracias Albert.

En eso momentos en que ambas mujeres bajaban las escaleras los tres
jovenes entraban muy sonrientes, y platicando a gusto de ciertos sucesos
que lograron sacarles carcajadas ... y al verlas los tres enmudecieron por
unos breves segundos.

- les comio la lengua los ratones queridos, dijo Antte

- hola madre, replíco Charles.


- tú sabes que no tía.

- buenas tardes Anette, dijo Raniel

- y ¿cómo estuvo esas excursiones?- pregunto Anette.

- fantástica madre, dejame decirte que Raniel es una excelente escaladora


para ser una persona que no está acostumbrada a practicarlo.

-vaya, otra sorpresa más- señalo la señora Calguiere.

- no es para tanto, solo se vuelve más fácil, cuándo uno se divierte nada
más que eso.

- eso no es así, no te desmerescas querida. dijo Alesia

-no lo hago, conosco mis capacidades, pero ustedes exageran todo lo que
hago, son cosas simples nada más - réplico Raniel.

- sí tú lo dices - comento Alesia.

Mientras todos daban sus impresiones con respecto al viaje y disfrutaban


del almuerzo, una distraida Anabelle jugaba con el servicio y no prestaba
mayor atención a la conversación

Esto no paso desapercibido a los ojos de Raniel, algo había cambiado en


ella, y al momento de volver a mirarla sus ojos se toparon con los de ella,
los ojos del color del cielo brillaron y quedaron fijos en los de Raniel.

La muchacha sintió un escalofrio recorrer todo su cuerpo y su corazón


acelerarse, por lo que desvio la vista.

Anabelle, al ver esto bajo su mirada apenada...

- está bien Alesia lo intentare... buscare la forma de conocerla un poc más,


se dijo Raniel a sí misma.

-Señora, tiene una llamada desde Londres – dijo el mayordomo.

_por favor Albert pásela al despacho – dijo Anette.

_Enseguida señora.

Momentos después…
-diga

-mi querida dama es un honor saludarle.

-David, ¡al fin!, que novedades me tienes, demoraste más de lo previsto…

-usted disculpara, pero no fue fácil la tarea encomendada- señalo el


abogado.

-entonces…

- es preciso que viajes mi querida Anette, no es algo que pueda ser dado a
conocer a través del teléfono- dijo David.

- Está bien, partiré hoy mismo.

-Anette, esto tomara unos días.

-¿Por qué tanto tiempo? – pregunto incrédula Anette.

- verás, he contactado también a Joseph Mcraune para informarle de la


situación, pues es de sumo interés para su familia.

- ya veo, pero antes de haber hecho tal cosa, deberías haberme informado
David.

-lo siento mi dama, pero el tiempo apremiaba, ya que me percate que en


la visita que hice a vuestro hogar la muchacha parecía disgustada, por lo
que supuse que se precipitaría su partida – señalo éste.

- en ese aspecto has hecho bien, estuvimos a punto de perderla David, por
causa de mi hija, pero ya está todo solucionado. ¿cuánto es lo que sabe
big Jo?.

- no mucho, sólo que usted le informaría.

- has hecho bien.

-además Anette, con respecto a ello, hay algo debo comentarle que
deberías hacer antes que cualquier cosa – dijo David.

-¿qué podría ser eso?


-es por ello que deseo que viajes a Londres y lo conversemos
personalmente.

-saldré en estos instantes , nos vemos allá, dispón de todo para mi estadía
en Londres – señalo Anette.

-tus deseos son órdenes para mí.

Anette toco su campanilla y de inmediato entro su doncella…

-¿desea algo la señora?

- sí, busque a mi hija y dígale que necesito hablar con ella a la brevedad,
otra cosa informa a Marcus que disponga todo, salimos rumbo a Londres.

-dispondrá de equipaje mi señora.

- no Clarice, cualquier cosa qué necesite lo veré allá.

- como usted diga mi señora.

A los poco minutos…

-adelante.

-madre, me has mandado a llamar.

-toma asiento Anabelle.

-tú dirás, ¿qué es eso tan urgente por la cual necesitabas mi presencia?

- salgo en estos precisos momentos a Londres, estaré fuera de casa unos


días, tal vez una semana a lo sumo .

- ¿cuál es la precisa madre?

-hay asuntos de suma importancia que debo resolver, es por ello que
necesito que me prometas que en mi ausencia harás hasta lo imposible
por llevarte bien con Raniel, sé un poco más flexible con ella, no olvides
que es nuestra huésped y para mí es vital que prolongue su estadía aquí lo
más posible- dijo Anette muy seria a su hija.
-¿por qué tanto misterio madre?

- tengo mis razones, cómo tú las tienes para no querer a darte a conocer
como Duquesa, así que respételas hija mía.

…jaque mate para la joven que no pudo rebatir ninguno de los puntos
expuestos por su madre, con resignación levanto su mirada y asintió, por
lo que la señora respiro más aliviada.

-intenta ser su amiga, conócela un poco más, todos en casa se llevan de


maravillas con ella, sólo contigo hay un cierto roce y ninguna de las dos se
dirige la palabra- enfatizo la señora.

Anabelle, miro a su madre, cómo era posible que se haya percatado de


esos detalles, si había sido lo más cuidadosa posible para que no se notase
que prefería evitar cualquier contacto con ella y así evitar un posible
enfrentamiento, ya que eso hacían cada vez que se veían.

-tú ganas madre, buscare el modo de ser más condescendiente con ella –
admitió Anabelle.

- debes prometerme que la cuidaras, que velaras por ella.

- madre, ella no es una niña para que tenga que ser su niñera – dijo algo
contrariada Anabelle.

- Anabelle Calguiere no me repliques.

-ok, lo prometo, la vigilare noche y día, sí eso te hace feliz y quedes más
tranquila.

-gracias hija, ahora debo irme, ya sabes – volvió a recalcar la señora.

- ya sé, ya sé, ahora vete tranquila madre.

Mucho tiempo después de irse su madre, Anabelle, contemplaba los


bocetos de Raniel, podía percibir la sensibilidad con que ella veías las
cosas, su pasión en cada uno de sus dibujos y lo que le había producido a
ella misma, al ver el retrato de la antigua duquesa.

Eran idénticas a excepción de su cabello, ambos eran de una tonalidad


dorada, pero se diferenciaban en que la primera era largo y liso, en
cambio el de Anabelle, era ondeado y hasta los hombros. Ambas eran
mujeres altas y con una que otras pecas en su nariz, el color de los ojos
eran los mismos, cualquiera pensaría que se tratase de una única mujer.

_tal vez ellos tiene razón, todo lo que haces es impresionante, aunque te
empeñes en bajarle el perfil a todo lo que haces.

Fue así que decidió ir en su busca y aprovechar la ocasión de disculparse


por su comportamiento anterior, así su madre quedaría conforme….

-mentira a quién tratas de engañar, quieres verle, hace dos días que llego
y no te habla, siempre está acompañada de Charles, Francis o Alesia,
parecen sus fans número uno – se dijo para sus adentros.

-Albert has visto a la señorita Larson.

- no mi señorita – respondió éste.

Y Alesia , ¿dónde está?

-en la biblioteca señorita Anabelle.

- vaya, en qué andará, lleva dos días encerrada ahí, ya parece ratón de
biblioteca, nunca lo fue en sus años de colegio y que decir en la
universidad.

-si permite señorita, tal vez debe preguntarle a Ralph, ella gusta mucho de
cabalgar – dijo el mayordomo.

-tienes toda la razón, gracias Albert.

Anabelle se dirigió a las caballerizas y al encontrar a Ralph, este le indico


que Raniel había salido a dar un paseo sola.

-gracias Ralph, por favor ensílleme a Pegasus, voy a buscarla.

-como ordene mi señora.

-dime Ralph, hacia dónde se dirigió ella.

- puede que esté en el sector del lago o junto al río, quedo muy
impresionada ayer, cuando lo visitamos.
-está bien, gracias.

Una vez ensillado su caballo, Anabelle procedió ir en su busca, se dirigió al


lago en primer lugar, pero no le hayo, entonces fue hacia el río, eso iba
ser un poco más complicado, ya que ese río atravesaba gran parte de sus
tierras, pero estaba dispuesta a hacerlo con tal de hallarle y poder platicar
un poco con ella.

A orillas del río, una muchacha disfrutaba de un refrescante baño y


extendía su cuerpo sobre una de las rocas que estaban en medio del
cauce.

Cerro sus ojos por unos momentos, para disfrutar del ruido de las aguas y
de las aves, quería distraerse un poco, ya que llevaba varias noches sin
conciliar el sueño, debido a que cierta personita aparecía en ellos
jurándole amor y que decir las cosas que hacían ambas, del deseo y la
pasión que surgía de esos encuentros…aún con los ojos cerrados sintió
arder sus mejillas…

-condenada Anabelle, eres mi tormento en el día y mi carcelera en las


noches- dijo esto con rabia.

Raniel suspiro, todo esfuerzo era en vano, no podía llevarse bien con ella y
tampoco sacarla de su cabeza, ¿porqué tuvo que poner sus ojos en una
persona como ella, que además está comprometida?...se limito a cerrarlos
nuevamente y dejar de pensar.

Por otro lado, Anabelle llevaba ya varios minutos sin poder hallarla, hasta
que río abajo sintió un caballo relinchar… y busco de dónde procedía
….hasta que dio con Espíritu Indomable que estaba pastando alrededor de
unos árboles …entonces intento dar con su paradero, no se veía por
ningún lado, cuidadosamente penetro un poco mas con su caballo , pero
no estaba en la orilla y…entonces la vio…descansando sobre una roca en
medio del rio totalmente desnuda.

Como si un rayo le hubiese caído encima, Anabelle, quedo totalmente


paralizada…sus ojos no podían dar crédito a lo que estaba viendo, aquella
muchacha…desnuda…era hermosa…sus largas piernas…su abdomen
perfecto producto de haber sido cuidadosamente trabajado… sus
senos…su cabello enmarañado, la hacían ver como una sirena de la
mitología griega.

Anabelle, sintió un deseo incontenible de poseer aquella criatura….era tal


la magnitud de su deseo que le estaba costando respirar…nunca antes
había experimentado nada parecido y jamás por una mujer, pero esa
joven despertó en ella algo que nunca creyó ser capaz de sentir y eso que
con Robert habían intimado, como prometidos y en los tiempos que
corren eso era algo lógico.

Sin hacer mucho ruido se acerco con su caballo hasta la orilla y la


contemplo por unos minutos, aumentaba en ella la lujuria por esa
muchacha y necesitaba terminar con ello, y entonces le llamo.

_Raniel.

-pero hasta en mis sueños oigo tú voz, pero que fastidio, se dijo.

_Raniel- volvió a llamar Anabelle , sólo que está vez un poco más fuerte.

_pero que rayos- dijo Raniel - y de golpe abrió los ojos y se levanto un
poco y fijo su vista en la orilla y fue ahí que la vio montada en su caballo
blanco, que la hacía ver la criatura más hermosa, como en los cuentos
medievales, la vio a sus ojos y estos estaban totalmente más oscuros…

-vaya me pillaron infraganti – suspiro Raniel- ahora será otro


sermón…espera un momento, sus ojos…¡será posible! …

Como si nada malo estuviese haciendo pregunto… -Dime Anabelle,


¿necesitas algo?

-ten la amabilidad de venir por favor- dijo esta.

- acá vamos, adiós reconciliación –pensó la joven- y dejo la tranquilidad de


su roca y en vez de apurarse todo lo hizo muy lentamente como
provocando a Anabelle y se zambullo en el río.

Anabelle no le perdió de vista un según y cada paso que esta demoraba,


más aumentaba su libido….- ¡rayos!…niña estúpida, te estás demorando a
propósito, cielos me estás volviendo loca.
Lentamente Raniel salió del agua y camino muy seductoramente en
dirección de Anabelle. Ésta bajo de su caballo para encararla…Raniel, muy
consciente de que era observada de una manera muy peculiar , demoro
más su caminar, como si arrastrase sus pasos, prolongando la agonía de
Anabelle, estaba realmente sexy y le costaba una enormidad apartar la
vista de su cuerpo.

Una vez que estuvo a su lado…

-y bien, tú dirás, ¿qué deseas de mí? – pregunto Raniel sin inmutarse por
su desnudes.

-¿ se puede saber que haces?.

-pues lo que viste, disfrutando del río y tomando un poco de sol, quería
relajarme.

-para tú información Raniel, está prohibido nadar en este río.

-puffffff – dijo la muchacha (aquí vamos una vez más).

- desde que murieron dos jóvenes hace un par de años, mi padre


determino que nadie más volvería a estar en peligro y cada cierto tiempo
nuestros trabajadores recorren este sitio para evitar otro accidente que
lamentar.

- disculpa, no sabía – dijo Raniel pasando su mano por su larga caballera


muy sensualmente, lo que hizo estremecerse a Anabelle.

- además, pones en riesgo tu vida.

- ¿en qué forma?.

- es un poco tentador para un hombre ver a una mujer desnuda, es


indecoroso- comento Anabelle.

- ¡así!- dijo Raniel arqueando una ceja burlonamente.

- hay que ser…cómo se podría decir… ser más moral.

- jajajaja – se burlo Raniel – moral no me vengas con esas.

-podrías explicarte mejor- sentenció Anabelle.


- ustedes las Inglesas son mojigatas, son las primeras en desnudarse en las
playas de otros países sin importarles nada y aquí se hacen las recatadas y
tiene el descaro de llamar inmoral a otros cuándo lo hacen en su país –
protesto Raniel.

Anabelle abrió muchos los ojos ante tal comentario…

- es diferente.

-¿en qué es diferente?.

- nosotros tenemos ciertas normas y modales con nuestra sociedad –


sentencio Anabelle.

-pero en otros países, pueden hacer lo que deseen no es así, porque acá
en casa son incapaces de sentir por temor a lo que los demás digan –
señalo Raniel- Y con una mirada burlona se alejo en dirección donde
estaba su ropa.

Anabelle la sujeto del brazo…

-nosotros igual sentimos como todo el mundo- acoto ella.

Raniel se detuvo en seco y se dio media vuelta, sus ojos brillaban, como
tramando algo…

¡así!- señalo- y se acerco peligrosamente a Anabelle, tanto que casi rozaba


su nariz y aspiro su olor y sonrió malévolamente.

_¿qué pretendes?- pregunto una nerviosa Anabelle.

-¡yo! – respondió la aludida.

- acas…y no termino de hablar cuando Raniel la atrajo fuertemente hacia


sí y la callo con sus labios.

Al principio Anabelle quedo inmóvil ante el beso de Raniel, pero era tan
grande el sentimiento y deseo que tenía por ella, que no supo cuándo se
vio devolviendo el beso con pasión, sentir la desnudez de la muchacha,
ese cuerpo que emanaba un calor que la devoraba por dentro. Cada
caricia que la joven le proporcionaba despertaban en ella su sensualidad.
Entonces el beso se detuvo y abrió sus ojos , para ver los ojos esmeralda
observándola detenidamente.

-¿por qué hiciste eso? – se atrevió preguntar Anabelle.

- quería comprobar si las mujeres Inglesas son frígidas como dicen – se


burlo Raniel.

-estúpida- rabio Anabelle.

- pero no te preocupes, tenías razón en lo que dijiste hace un rato, usted sí


sienten , por lo menos tú sí – se mofo Raniel.

Anabelle cerró sus ojos y recordó las palabras de su madre…

-por favor ten la amabilidad de vestirte y acompañarme a casa y cuándo


decidas darte un baño, hazlo en nuestra piscina, mi padre te lo agradecerá
– sentencio.

Cuando termino de vestirse subió sobre espíritu y fue en busca de


Anabelle que la esperaba más arriba.

Aunque había sido muy osada de su parte en lo que hizo, disfruto de ese
beso y pudo comprobar que lo que vio en los ojos de Anabelle, era deseo y
para nada se arrepentía de ello…pero por la reacción de la muchacha,
sabía que habrían más problemas…pensaba Raniel.

Anabelle, por otra parte había descubierto que esa joven le gustaba
mucho y que la deseaba más que nadie , pero ahora se sentía humillada
por eso beso y por la forma burlona que vio en el rostro de Raniel.

En la biblioteca se sintió una golpe estrepitoso de una puerta cerrarse con


furia…

-pero qué diantres – dijo Alesia – y salió raudamente a ver qué estaba
sucediendo y fue que se encontró con su prima que estaba de espalda a
ella, mirando por un ventanal.

-¡hey!, ¿qué fue todo ese ruido?.

-mocosa estúpida – profirió Anabelle.


-deja ya de maldecir tanto y me puedes explicar qué te hizo ahora Raniel,
porque es más que obvio que es con ella, que tú tienes problemas –
argumento Alesia.

-pero qué se ha creído…

-cuenta de una vez que te hizo (vaya Raniel, tienes muy mala suerte con
ella), pensó Alesia.

Mientras Alesia se dirigió a una pequeña mesita y sirvió dos tragos para
ambas…

-toma, calmate y luego me cuentas

Anabelle bebió de su vaso y relato los hechos como habían sucedido, con
la excepción del beso y lo que ella había sentido….

Alesía, casi escupió el contenido de lo que había en su boca, cuando su


prima le dijo que la había encontrado desnuda y que la había llamado
mojigata por recriminarle su actitud.

-ups, eso dolio- dijo esta- nosotras no somos así.

-por supuesto que no- dijo furiosa Anabelle.

-pero sí te pones a pensar, hay algo de cierto en sus palabras.

_tú también.

-pero es verdad nosotros somos muy desinhibidos en otros lugares y aquí


somos todo lo opuesto.

-no la defiendas, lo que sucede es que tú estás de su parte y todos en esta


casa están embobados con ella, porque no le hacen un altar a su majestad
entonces – dijo con rabia. Y salió del lugar dando otro portazo.

-válgame Dios, que genio, (pensó Alesia), aquí hay gato encerrado, a mí no
me engañas, detrás de esa furia hay algo más y voy averiguar qué es.

Al día siguiente, se podía percibir una mala vibra en el ambiente, por lo


que James, que era muy observador como su esposa y a falta de ella,
decidió intervenir y mejorar un poco las relaciones.
-dime jovencita – dijo James – te ha gustado los paisajes de esta campiña.

- mucho señor, tienen lugares magníficos aquí en Inglaterra – señalo


Raniel.

_espera a ver otros sitios mi querida Raniel – dijo un entusiasmado


Charles.

-no creo poder conocer tanto, debo regresar a casa por mis estudios.

- es una pena- señalo cabizbajo el joven.

- mi esposa me ha dicho que trabajas y estudias, es así eso – pregunto


James.

- así es, trabajo media jornada y en las tardes asisto a la universidad.

-¿cómo es el sistema en tu país Raniel?, digo al de estudios – pregunto


Charles muy curioso.

-no es muy distinto a los demás países, estudiamos de Lunes a viernes y de


vez en cuando asistimos algunos Sábados en la mañana por algún taller-
señalo la joven.

-ósea que descansas los fines de semana – argumento Charles.

- no exactamente, veras los sábados en la mañana cuándo no debo asistir


a clases, voy con mi familia a practicar un poco de Cetrería, menos
mamá, dice que los animales deben ser libres y todo el día estamos en el
campo, se podría decir que es el día en familia.

-y qué clase de ave tienes tú Raniel – Pregunto James.

- bueno tenemos seis aves en casa y mi ave es un halcón peregrino.

-interesante y desde cuándo practicas la cetrería jovencita – señalo James.

- desde que tenía doce años- apuntó Raniel.

- y los Domingos deberás descansar un poco más, supongo – pregunto


Alesia.
-tampoco, en las mañanas estamos juntos y luego nos separamos, mis
padres se van con familias amigas y mis hermanos y yo nos vamos a
esgrima toda la tarde y sólo volvemos al anochecer –señalo Raniel.

-¿en serio?- pregunto una entusiasmada Alesia.

- sí, porque de tu extrañeza – enfatizo la muchacha.

-jajaja – rio Charles- no es eso querida Raniel, lo que sucede es que tienes
fuertes contrincantes en esta familia. Mi padre es un gran cetrero y Alesia
, es campeona nacional en esgrima y Francis le sigue sus pasos a nivel de
condado,¡ será interesante verlos competir!

_tú me disculparás, pero yo no he venido a competir con nadie aquí –


expreso una incómoda Raniel.

-jajajaja, rieron todos, al ver el sonrojarse a la joven por la situación en


que fue puesta por el joven charles.

-tranquila Raniel – dijo Alesia – no te vamos a comer o hacer algo por


estilo, cualquiera diría que quieres salir corriendo.

- con una vida tan ajetreada como la que llevas, no hay lugar para el amor
jovencita o estoy equivocado – pregunto James y todos los presentes
clavaron sus ojos en Raniel.

-jaque mate querida – pensó Alesia burlonamente – veremos cómo te


zafas de esta.

Raniel sintió un nudo en el estomago al sentir todas esa mirada clavadas


en ella, en especial esos ojos azules.

-la verdad señor no tengo tiempo con mis estudios y para serle honesta,
jamás me he enamorado, por lo que no hay cabida para el amor todavía.

-pero tendrás algún novio o pretendiente que te guste – puntualizó


Francis.

Sintió arder sus mejillas, por qué tenían que meterse con ella, la estaban
poniendo entre la espada y la pared.

_como dije antes, mis estudios absorben todo mi tiempo.


-vaya…eres una escurridiza profesional querida – pensó Alesia.

Francis mirando a su hermano Charles que estaba un poco abatido, le


pregunto:

-supongamos hipotéticamente, que aquí encuentras el amor de tu vida,


dejarías tus estudios y tu hogar por amor y te quedarías acá – inquirió ella.

Nuevamente todos las miradas se volvieron hacia Raniel, está se sintió


morir…

-porque no pueden dejarme en paz (pensaba para sus adentros) umm… no


lo sé – dijo para zafarse de la pregunta.

- oh vamos Raniel, estamos hablando de un supuesto, debes tener algo


que decir o no? – Francis miro sugestivamente a Raniel al momento de
terminar sus palabras.

Alesia por su parte, miraba burlonamente a Raniel … -segundo raund y no


te van a dejar en paz hasta que les contestes –pensaba ella.

-mi respuesta sigue siendo la misma, no lo sé.

-vamos querida – volvió a la carga Francis.

(maldición dijo en su mente Raniel) y tomo un poco de aire para


responderle – respondiendo a tu pregunta no lo sé, porque es hipotética,
pero desde mi posición actual te puedo responder que amo a mi familia y
mi país tanto que por ninguna persona ni por amor les dejaría – concluyo
Raniel.

Toda la habitación enmudeció ante las palabras de la muchacha y se


podría apreciar la desazón en algunos rostros tras lo esgrimido por Raniel.

-eso fue un N.K y muy duro por cierto (pensó Alesia , mientras
contemplaba el rostro triste de su prima Anabelle, que hacía un gran
esfuerzo para disimularlo)

_mi querida jovencita – contesto un reposado James – como tu bien has


dicho, no te has enamorado nunca antes, eres muy joven aún y por ello
tu respuesta, pero cuando te enamores de verdad comprenderás muchas
cosas y veras que al amar serás capaz de mover cielo y tierra con tal de
estar con la persona amada y el amor por cierto aparece cuándo tú menos
lo esperas. Mi consejo mi querida niña, es que no le cierres las puertas al
amor, ya sea por estudios o trabajo, te estarás negando la oportunidad a ti
misma de ser feliz en tu vida, porque no hay mayor dicha que el amar-
finalizo James.

_sabias tus palabras tío – apoyo Alesia.

_magnifico discurso padre mío – dijo Francis- me sorprendes que sepas


tanto del amor.

-tomare en cuentas sus palabras señor – dijo Raniel.

Y los presentes volvieron a fijarse en la muchacha.

Dos horas después alguien llama al despacho…

-adelante – dijo Anabelle.

- ¿cómo estás? – pregunto Alesia.

- bien, como veras trabajando – sentencio esta.

- como pensé…está de mal humor y ya sé porque…ahora vamos a ver otra


cosa más… fueron estos los pensamientos de Alesia.

-dime prima te ha llamado Robert.

- no – respondió secamente.

- y tú le has llamado.

- sabes perfectamente que no hago ese tipo cosas.

- ¿lo extrañas?

- sin duda – dijo Anabelle sin dejar de trabajar.

- no lo parece querida.
- no necesito demostrarlo a los demás, con que yo lo sienta es suficiente-
dijo resueltamente.

-¡has cambiado prima!

-sigo siendo la misma Alesia.

-mentirosa.

-se puede saber el por qué de tus palabras – pregunto sin levantar la
mirada y dejar de hacer lo que estaba haciendo.

-tú nunca antes estabas tan pensativa como lo estás ahora, ni perdías la
paciencia como lo haces hoy y jamás te vi tan afligida como esta tarde.

-¿Qué estás insinuando? – argumento molesta Anabelle.

-tú, mi querida prima estás enamorada por primera vez – concluyo Alesia.

- por supuesto que lo estoy, de Robert.

-claro que estás enamorada y eso es obvio, pero no es de Robert.

- qué rayos estás tratando de decir – contesto Anabelle.

-la persona de quién estás enamorada es de Raniel o me lo vas a negar en


mi cara – contesto igual de molesta Alesia.

No pudo argumentar nada y sólo dejo caer su lapicera sobre los


documentos, reclino su cuerpo sobre el asiento y le miro…

-tanto se me nota – pregunto una tímida Anabelle.

- no tanto, pero tú y yo nos conocemos muy bien, además ha sido obvio


los celos que ella ha despertado en ti, nunca fuiste una mujer celosa
prima.

-tienes razón Alesia, - suspiro Anabelle - no sé cómo ni cuándo sucedió,


pero estoy enamorada de Raniel…yo…

-¿tú qué?

-yo le amo demasiado, Alesia.


-por fin eres sincera contigo misma, eso me da mucho gusto querida –
sonrió Alesia.

Así fue como Anabelle narro a su prima todos los hechos e impresiones
desde que conoció a Raniel e incluso lo sucedido en el río.

-pero que osada salió la niñita y tío James la encuentra muy inmadura,
jajajaja.

-puede ser .

-¿qué piensas hacer ahora?

-nada

-¿cómo que nada?, no has dicho que le amas.

-claro que la amo, pero tú la has oído tan bien como yo, no va a renunciar
a su mundo por amor.

-claro que la oí, pero también lo que le respondió una vez que hablo tío
James.

-sabes Alesia, me sentí tan identificada con las palabras de papá, movería
cielo y tierra con tal de estar a su lado y que ella acepte mis sentimientos.

-¿entonces?, te vas a dar por vencida.

- no sé.

-Anabelle, nunca has dejado que algo te detenga.

- lo sé, pero ella…

-tú me dijiste que te beso.

- sí, pero sólo se estaba burlando.

-eso crees tú.

-mmm.

- sólo debes averiguarlo.


-¿cómo?, preguntarle, ni loca para que se ría en mi cara, no, tengo mi
dignidad querida.

-la verdad la tienes difícil prima…primero está el hecho de no saber si ella


siento lo mismo, segundo ella pronto debe regresar, tercero ella no sabe
que tú eres una duquesa y por último está Robert, te compadezco.

Anabelle entrelazo sus manos y apoyo su barbilla en ella muy pensativa…

-debo hablar con Robert, no puedo seguir con esto.

-claro que debes hacerlo, supongo que no seguirás con el compromiso o


que te vas a casar con él por guardar las apariencias – exclamo alarmada
Alesia.

- por supuesto que no, por quién me tomas, yo no seguiría adelante con
una farsa aunque tuviera que dejar de ser la Duquesa.

-bien dicho, ahora dime…

-¿qué?

-estás dispuesta a luchar por ella, si ella te corresponde.

-claro que sí, no dejaría que nada ni nadie me apartara de ella.

-perfecto, entonces te ayudare…

-¿qué vas hacer?

-déjalo en mis manos y tú sólo busca el modo de estar a su lado.

-bien

-sabes, creo que le gustas.

-ojalá tengas razón Alesia.

En esos momentos sonó el teléfono…

_me disculpas, diga.

-señorita tiene una llamada de larga distancia, dijo el mayordomo.

-gracias Albert transfiérala.


- diga, con quién tengo el gusto…

-buenas noches, mi nombre es Nataniel Larson, hermano de Raniel…

-por favor tenga la amabilidad de esperar unos segundos en seguida le


mando a llamar

Con señas Alesia preguntaba quién era y Anabelle le dio a conocer que era
su hermano.

-hazla venir aquí – dijo Alesia.

-ok.

Al rato después Raniel entraba al despacho y Anabelle le indicaba el


teléfono…

-Nataniel, ¿qué sucede?- pregunto extrañada su hermana.

- hola mi tesoro, te llamo porque tienes un inconveniente en la


universidad…

-rayos, eso quiere decir que debo volver lo antes posible para solucionar
todo esto…

Alesia y Anabelle se miraron preocupadas, ésta última sintió como se


apretó su corazón.

_espera mi princesita, hay una chance de solucionarlo todo dada por tu


propio profesor…

-entonces dilo…

-debes presentar otro proyecto y trata….

-pero el tiempo es muy poco, no es justo…

- tú verás, nunca has dejado que nada te detenga no será la ocasión…

-está bien – dijo una resignada Raniel.

-ahora te dejo amor…tú sabes es larga distancia.

-lo sé, te amo, dales saludos a los papás y colgó el teléfono.


-¿sucede algo? – pregunto Alesia.

-la verdad sí, nos han rechazado un proyecto en la universidad lo que


complica una asignatura y perderíamos automáticamente el semestre.

-Pero habrá algo que puedas hacer al respecto – pregunto Anabelle.

-sí, debo presentar otro trabajo en un día o de lo contrario debo regresar a


mi país – dijo Raniel.

-entonces pongo a tu disposición nuestra biblioteca y si necesitas algo sólo


dime para que lo mande a buscar- señalo Anabelle, quién no iba a
permitir que se alejase de su lado, su prima tenía razón, era la hora de
luchar por ella.

- te lo agradezco en verdad – dijo Raniel y la miro con dulzura, lo que


acelero el corazón de Anabelle.

- uyyyy – se burlo Alesia - ves que tenía razón, le gustas.

Anabelle quería creer que tenía una oportunidad con Raniel, ya vería
como solucionar el asunto de cómo decirle que ella era la Duquesa de
Calguiere y esperaría a Robert para terminar con su compromiso.

Son las 6 de la mañana y una joven trabaja afanosamente en la biblioteca,


buscando información entre libros e internet.

En esos momentos tocan a la puerta y Raniel levanta sus ojos de entre


unos libros..

-Adelante.

-señorita, dese que le traiga el desayuno – pregunto el mayordomo.

- no Albert, muchas gracias.

- pero señorita, lleva tres horas ya en pie y no es nada bueno comenzar el


día con el estomago vacio- señalo éste.

- está bien Albert, puede traerme un chocolate caliente por favor.

-ósea que la señorita se conforma con una taza de cocoa nada más.
-así es mi querido Albert, si desayuno perderé tiempo y debo terminar
este trabajo a como de lugar.

-comprendo señorita- dijo él.

Ya avanzado la mañana suena un despertador a las 7:30 y una joven abre


sus ojos…

-cielos olvide desconectar el despertador y es sábado – gruño anabelle- a


tientas tomo el artefacto y lo apago y trato de seguir durmiendo en vano…

Miro el techo de su habitación y pensó en la joven Raniel , estaba aliviada


de haberle confesado sus sentimientos a su prima . Ella ha sido su mejor
amiga y confidente y era natural que se percatase de que se había
enamorado de Raniel.

-ahora que recuerdo Raniel debe comenzar a trabajar en su proyecto o de


lo contrario deberá regresar y eso es algo que no lo voy a permitir. Sera
mejor que vaya a despertarla- concluyo Anabelle.

Salió de su cama en dirección del baño y tomo una rápida ducha, estaba
dispuesta a sacrificar su descanso con tal de ayudarle en lo que fuese
necesario.

A los minutos , ya iba en dirección de la habitación de la joven, cuando se


topo con su prima…

-vaya pensamos lo mismo – dijo Alesia.

- así parece- respondió ella.

Tocaron a la puerta de la muchacha, pero n obtuvieron respuesta alguna.

-Raniel, soy Alesia, ¿estás ahí?.

-tal vez esté profundamente dormida, debes recordar que hoy es Sábado y
por lo general todos nos levantamos un poco más tarde de lo
acostumbrado – señalo anabelle.

-lo sé, pero es importante que comience cuanto antes – enfatizo Alesia ,
sin recibir respuesta alguna.
-vuelve a llamar- sugirió anabelle.

-Raniel, ya no seas perezosa, abre esa puerta o la echaré abajo, me oye –


vocifero Alesia.

- perdón por interrumpirlas, pero si buscan a la señorita Raniel, no la van a


encontrar aquí , ella está en la biblioteca desde muy temprano, para ser
más preciso desde las tres de la madruga- acoto Albert , quien estaba
detrás de ellas.

-desde las tres – gritaron ambas.

-así es.

- y yo que la llame perezosa, que bueno que no me oyó.

-vaya es una chica muy responsable, dijo admirada Anabelle.

-señorita Anabelle- dijo el mayordomo.

-dime Albert, qué sucede.

-estoy preocupado por ella, está tan absorta en su trabajo que no ha


querido desayunar y sólo se conformo con una simple taza de cocoa,
dígame es muy importante lo que ella está haciendo para no alimentarse
como es debido – señalo Albert.

-así es mi querido Albert – respondió anabelle.

- veras, hay mucho en juego – argumento Alesia- por el bien de muchos,


es indispensable que ella realice el trabajo que le encomendaron en su
universidad.

-comprendo – dijo éste.

-Albert, por favor disponga de una bandeja con el desayuno para tres y
tráigala a la biblioteca, Alesia y yo nos encargaremos que ella desayune
como corresponde – solicito anabelle.

-como usted diga señorita – respondió el hombre más aliviado.


-vayamos a ver cómo le está yendo a esa muchachita- dijo alesia
guiñándole un ojo a su prima- debemos hacer cuanto esté a nuestro
alcance para todo salga bien y ella se quede a tu lado.

-no sabes cuánto deseo prolongar su estadía aquí´- dijo Anabelle.

- lo sé, ya veremos qué se puede hacer…

En el intertanto en la biblioteca…..

-¡cielos! Ese profesor es un cretino…mira que darme un día… grrrrr…pero


que se cree que soy…

Porquería de profesor, mis compañeros tiene razón es un viejo de m…


esto es trabajo de una semana …vejete…..

-Válgame niña, qué palabras son esas – replico Alesia.

Raniel casi cae de espalda de la impresión y hubiese sido así, si Anabelle


no la sujeta firmemente.

-¡Alesia! No sufro del corazón, pero esta vez csi me matas del susto –
recrimino Raniel.

-jajajaja, vamos querida no es para tanto, eso te pasa por decir groserías.
¿Cómo es posible que esa boquita tan linda diga cosas tan feas? –se burlo
Alesia.

Raniel se ruborizo tanto, al recordar sus palabras y ver que enfrente suyo
tenía Anabelle y había escuchado todo.

-ves Anabelle, te dije, es un encanto cuando se sonroja.

-Alesia, eres una calamidad – respondió una avergonzada Raniel.

- que mal, y yo que venía a rescatar a mi damisela en apuros – se burlo


ésta.

-¿cómo vas? – le preguntó anabelle situándose a su lado, lo que puso


nerviosa a Raniel, se podría decir que un sudor frio le recorrió toda la
espalda.
-he reunido toda la información ya, pero eso es sólo un tercio de mi
proyecto – suspiro una resignada Raniel.

Colocando su mano sobre el hombro de Raniel y mirándole fijamente,


agrego:

-¡ánimo!, Alesia y yo hemos venido a ayudarte en lo que desees.

En esos momentos tocan a la puerta…

-adelante Albert, puede colocar la bandeja sobre esa mesita - señalo


Alesia, nosotras nos encargaremos que la damita en cuestión tome su
desayuno.

-como usted diga – dijo el mayordomo.

Una vez que éste se retiro del lugar…

-entonces jovencita, ahora vas a dejar eso por unos momentos y


desayunaras con nosotras – sentencio Alesia.

-Alesia, no puedo, retrasará mi trabajo.

Alesia procedió a tomar unas tostadas y un vaso con jugo y se dirigió en


dirección de Raniel, tenía una sonrisa de oreja a oreja y una mirada
perversamente sexy y le dijo:

-nada de eso querida… o desayuna o te doy un beso, tú decides.

-¡que! – aullo Raniel – Es una broma verdad.

-en lo absoluto…me muero por morder esos lindo labios tuyos, así que tú
elijes – recalco ésta - ¿cuál de las dos opciones prefieres?

-estás loca, ni en tus sueños te besaría –reprocho Raniel- al cabo de unos


segundos……está bien tú ganas.

-jajajaja, ves mi querida Anabelle, hay que tener poder de convencimiento


y le guiño un ojo a su prima.

-eres una idiota – profirió Raniel y le lanzo una mirada asesina.


Anabbele, quién contemplaba todo, no pudo evitar sonreírse, al ver como
su prima, sacaba de sus casillas a Raniel y había conseguido su objetivo de
hacerle desayunar

Uno momentos después, Raniel les indicaba en qué podían ayudarle, así
que les asigno a cada una tarea específica,. Fue así como pasaron’ las
horas, hasta que el mayordomo les anuncio que el almuerzo estaba listo
para ser servido y les esperaban en el comedor.

-gracias Albert, bajaremos enseguida –señalo anabelle.

A los minutos después Anabelle y Alesia concluían con su trabajo,


entregándoselo a Raniel.

-vamos Raniel, debes descansar un poco y el almuerzo te sentara de


maravillo – puntualizo anabelle.

-muchas gracias, pero no puedo, sólo me quedan dos horas más según el
horario de mi país para la entrega – argumento la muchacha.

-entiendo, pero cuando finalices, por favor avísame.

-de acuerdo – dijo la joven y se volvió a sumergir en los planos en los que
estaba trabajando.

Anabbelle antes de salir, la contemplo por unos segundos y deseo con


todo su corazón abrazarla, más no quería interrumpirla, ya que sabía cuán
importante eran sus estudios para ella y lo que significaba para ella
también que la muchacha terminase.

Mientras tanto en el comedor, el resto de la familia compartían una grata


charla mientras degustaban el almuerzo.

James al verlas llegar le pregunto.

-¿cómo está ella?

-está llena de trabajo y no ha levantado cabeza – les informo Anabelle.

- ¿entonces no almorzara con nosotros? – dijo Charles.

-no – respondió su hermana.


_charles – dijo Alesia- es mucho lo que le han asignado como trabajo,
imagínate que está levantada desde las tres de la madruga y aún así le
falta por terminar.

-¡desde las tres! – exclamaron los otros hermanos calguiere.

-así es-

-entonces iré ayudarle – declaro el joven.

-nada de eso jovencito, nadie le interrumpirá, la dejaremos tranquila y una


vez que ella concluya podremos festejar, no te parece mejor – concluyo su
padre.

-como tu digas padre.

Momentos más tarde…

-¡Hey! , qué estás esperando para estar a su lado – indico Alesia.

¿Cómo? – pregunto anabelle.

-cielos prima, ve a verle, no pierdas esta oportunidad y le entrego una


pequeña bandeja con refrescos.

Mientras tanto, Raniel terminaba ya los últimos retoques en su plano,


cuando un brazo rozo su mejilla depositando algo en el escritorio, fue
tanta otra vez la impresión que perdió el equilibrio de su silla y sintió que
iba a caer, pero nuevamente la sostuvieron y al abrir sus ojos se encontró
que su rostro estaba a escasos centímetros del de Anabelle, sus ojos
quedaron hipnotizados con los de ella y se perdieron en ese azul
profundo.

Entonces Anabelle, también perdida en esos ojos esmeraldas, acerco


lentamente sus labios y le beso dulcemente por unos segundos, cuando
despego sus labios de Raniel, le ayudo a acomodarse bien y agrego.

-toma te he traído esto para ti, nos vemos al rato y le sonrió.

Cuando ya estaba por llegar a la puerta…


-Espera - dijo Raniel – tomándole del brazo y haciéndola girar y busco sus
labios, presionado su cuerpo contra la pared.

Se sentía tan suave y cálida su boca… y su cuerpo comenzó a reaccionar ,


despertando la pasión dentro de ella….te deseo….susurraba la mente de
Anabelle.

Hubiese querido compartir más tiempo con anabelle, pero había tanto por
hacer y el tiempo jugaba en su contra, por lo que dedicó todo su esfuerzo
en terminar con el proyecto. Sin embargo de vez en cuando levantaba sus
ojos para observarle, sin que ella se diera cuenta y sentía emociones
encontradas con respecto a ella, le disgustaba por momentos sus
actitudes y otras tantas le seducía todo su ser…estaba experimentando
cosas nuevas en su vida , que a su vez l asustaban, por así decirlo, mejor
dicho ella, era su mayor problema.

Por su parte Anabelle, todo estaba comenzando a cambiar lentamente


dentro en su corazón a tal punto de reconocer el amor que sentía por la
muchacha, a pesar de las diferencias y encuentros desagradables que
habían tenidos en algunas ocasiones.

Con la llegada de Raniel , su vida dio un vuelco en casi 180 grados, si bien
estaba más vulnerable a los celos y egoísmo , debido que no deseaba a
ninguna persona muy cerca de la chica. Disfrutaba descubrir cada faceta
que ésta poseía, le atraía mucho su jovialidad y chispa con que ella
impregnaba el ambiente, la ternura que tenía para con los animales y la
dedicación y pasión con que realizaba las cosas de las cuales ella
disfrutaba, pero por sobre todo era esa sensación nueva que latía dentro
de su corazón, estaba más viva que nunca y deseaba ser amada y amar a
aquella joven. Quería que se quedara a su lado, compartir el resto de su
vida con ella, tenía conciencia que era ella precisamente el amor de su
vida, tenía tal certeza ahora , aunque en un principio quizo negarlo a toda
costa, debido a las circuntancias en las que se encontraba, puesto que
estaba prometida y descubrir que se estaba enamorando de una mujer
fue todo un descubrimiento un tanto difícil de digerir.

Se podía decir que Raniel estaba hecha para ella y por una extraña razón,
sentía que había estado esperando por ella desde hace mucho tiempo.
Llevaba ya unas horas encerrada en esa biblioteca tratando de apoyarle en
lo que más podía, más aún así estaba consciente de su presencia y cómo
su corazón estaba aceleradísimo, pero lo disimulaba lo más posible, ya
que no debía distraerla, se moría por abrasarla y besarle, más debía
controlar esos impulsos. Quería tenerla a su lado, amarla, disfrutar de sus
besos y caricias como en el río, entregarse a ella y hacerla
suya….encadenar su corazón con el de Raniel.

-cielos esto e sun escarnio – pensó anabelle- vamos ten paciencia, no es el


momento todavía y además está Alesia con nosotras.

Por el contario Alesia, estaba decidida a apoyarles a ambas, se divertía al


sentir en el ambiente esa pequeña tensión, pues era consciente de la
situación de anabelle y lo que le debía estar costando frenar todas esas
nuevas sensaciones que sólo un amor verdadero deja en el corazón de
cada ser humano. Pero había algo que el preocupaba un poco, si bien
había visto muchas veces que Raniel miraba de una forma extraña a su
prima, no estaba segura que ella sintiera lo mismo por su prima, pues ella
misma había dicho que nunca se había enamorado, podía gustarle y eso se
notaba, pero de ahí al amor era otra cosa. Estaba el hecho de ella es muy
joven y en esa etapa se suelen experimentar muchas cosas y no
necesariamente ser amor.

Debía hacerlas de Cupido e intervenir un poco para encontrara el modo de


que Raniel mostrase sus verdaderos sentimientos con respecto a Anabelle,
sin duda tenía algo a su favor y que además era por cierto un enigma, el
hecho de que la joven tenía relación con el pasado de su prima, sus
recuerdos, los bocetos, las palabras de su tía al verle. Todo esto podía ser
considerado un ingrediente más que se confabularía a favor de ambas.

-habra que buscar la formar de juntarlas, pero fuera de casa- pensaba


alesia- Kat, tú me vas a ayudar, ahora me concentrare en esto para que
esta niñita no se nos escape. Deberé esperar a tía Anette para confirmar
mis sospechas en lo que descubrí en mi investigación, estoy segura que
ella algo sabe, por ello su interés en que Raniel se quede a como dé lugar,
esto se pone muy interesante – concluyo Alesia.

Horas más tarde…


-realmente estoy muy agotada pero debo terminar, de lo contrario deberé
partir y la verdad aún no quiero, necesito más tiempo para conocerle y ver
sí esto que me está pasando es cierto o simplemente una ilusión –
reflexionaba Raniel.

Tan sumida estaba en su trabajo y en sus divagaciones que no sintió y


tampoco vio llegar a anabelle, hasta que ésta paso su brazo por delante
de su rostro y depósito un refresco en su escritorio. Tal movimiento la hizo
perdiera el control de su cuerpo y de su asiento, pero a su favor contaba
con los reflejos de la muchacha que por segunda vez en el día le salvaba
de una caída y cuando abrió los ojos quedo a merced de ella, no podía
moverse, estaba encadena a sus ojos y a su cálidos brazos y lo que vino
después la dejo sin habla…

Anabelle le miro y lentamente le beso, saboreando esos labios, robándole


el aire y embriagándola con su olor. Fue un beso breve, pero que dejo un
deseo de querer más y cuando Anabelle se alejo de ella, salto como un
resorte y logro alcanzarla antes de que ella abriese la puerta, no la dejaría
ir así, necesitaba más… y la tomo del brazo e hizo girar para buscar sus
labios, presionando su cuerpo contra la puerta, fundiéndose con su
cuerpo en un abrazo que comenzaba a envolverlas en un fuego abrazador.

Anabelle, creyó morir cuando Raniel la hizo girar y busco sus labios… Dios
estaba esperando esto todo el santo día, se dejo llevar por su corazón y se
entrego a las caricias de Raniel, su lengua exploraba su boca, como si
quisiese devorarla con sus labios, sus manos recorrían lentamente su
espalda , dejando una estala de escalofrió y deseo a su paso.

Se abrazo a ella y su cuerpo se estremecía entre las caricias, sus manos


acariciaban el torso de Raniel, se movían por si solas, querían empaparse
de ella, percibir cada parte de ella.

Raniel despego sus labios de ella y busco entre su cuello, lamiendo cada
rincón, mordiendo a su paso, cada acto suyo lograba estremecer y
conseguía que Anabelle gimiera de placer y también ella era presa de las
carias de la joven , su cuerpo se tenso al sentir las manos de Anabelle
tocar sus pechos y como estos quedaron erectos al contactos de sus
dedos que rozaban una y otra vez, atormentándolos hasta lograr sacarle
de ella un gemido agudo, quería ir más allá…quería consumirse en ese
fuego .. Dar rienda sueltas a todas esas emociones que sólo Anabelle
estaba despertando en ella.

Hasta que...

-Raniel…por favor detente…imploro Anabelle.

-¿qué sucede? – inquirió interrogante una sorprendida Raniel. – Acaso te


he ofendido en algo.

-no – dijo ella, colocando sus dedos sobre esos labios para acallarlos –
pero no es momento.

-vaya – dijo contrariada Raniel, ya que le dolió un poco las palabras de


Anabelle.

-por favor entiende, debes terminar – aclaro Anabelle, que vio en los ojos
de la muchacha desazón.

-bien – dijo secamente Raniel.

Anabelle, tomo el mentón de la muchacha y deposito un beso en sus


labios para consolarle por la pérdida que tenía que someterla y agrego:

-concéntrate y luego ven a mí – dijo esto y salió raudamente, antes que se


arrepintiera y no pudiese controlarse.

-maldición – profirió Raniel- te juro que no te entiendo, sólo estás jugando


conmigo Anabelle. Se fue molesta a concluir a su proyecto, pero una vez
que finalizase no iría con ella, le haría sentir lo mismo que ella le estaba
haciendo pasar.

A unos cuantos pasos de ahí, una joven temblaba de pies a cabeza, por
todo lo vivido en ese lugar y todo el esfuerzo que le conllevo para detener
ese mar de caricias…

-por favor amor, no te enojes conmigo, pero era el único modo que tenía
para que puedas terminar a tiempo con tus deberes, te prometo que te
compensare con creces – decía en voz alta anabelle.
- ¿a quién vas a compensar tanto? – pregunto Alesia que le llevaba rato
observando y fue testigo de lo afectada que salió de la biblioteca.

-Alesia, no sabía que estabas ahí – dijo anabelle.

-vaya querida…realmente te tiene por las cuerdas…a este paso voy a tener
que encerrarlas con llave- dijo burlonamente Alesia.

Anabelle bajo su cabeza avergonzada que su prima leyese en ella, sus


emociones.

-vamos no seas tonta, solo es una broma, es de lo más normal todo lo que
estás viviendo y que jamás experimentaste antes, ya quisiera yo vivir todo
lo que tu vives – dijo una resignada Alesia.

-pero cómo es eso, acaso tú no has amado así…cómo es que tienes tanta
experiencia, entonces– pregunto un sorprendida Anabelle.

- uffff, nada de eso también he amado, pero digamos que no se pudo –


finalizo Alesia.

Anabelle, prefirió no seguir preguntando al ver a su prima un poco


nostálgica…

-lo siento, no he querido involucrarte en todo lo que me está sucediendo,


cuándo tú tienes tus propios asuntos – dijo una apenada Anabelle.

- ¡para ya!, para nada me molesta, quiero tu felicidad y esa muchachita es


tu vida ahora, sólo no la dejes escapar, porque sino los minutos se te
harán eternos para arrepentirte después y créeme que nada te consuela –
expreso Alesia – además es muy divertido ver que te trae de cabeza,
quedo lejos quedo la señorita perfección y pulcra, para convertirte en
una mujer sensual y más impulsiva, toda pasión – se mofo Alesia.

-Alesia -. Protesto Anabelle.

-jajajaja, ves que tengo razón, es muy divertido – reía Alesia.

-¡uyyyy! Cretina – dijo ésta – no te rías a mis expensas.

-jajajaja, ustedes no tienen remedio, son las dos tal para cual, a la menor
provocación y chillan como cerditos – se burlaba Alesia.
-idiota.

-jajajaja – reía Alesia hasta que consiguió hacer reír a su prima y ambas
estuvieron así por unos minutos y luego se fueron al despacho.

Al cabo de de 16 horas de arduo trabajo, Raniel finalizo su proyecto y se


dispuso a enviarlo a su dichoso profesor…

-al fin, con un click y….se fue…espero que está vez quedes conforme, mira
que no volveré a gastarme toda mis energías por ti, aunque seas el mismo
cesar de la arquitectura.

Se dispuso a ordenar sus cosas para entregar en las mismas condiciones


en que encontró la biblioteca, cuando de repente sintió un fuerte dolor
…le quemaba…era lo mismo cuando niña…ardía cada vez que se iba a
enfermar…logro sostenerse del escritorio y espero que la sala dejara de
darle vueltas…sabía muy bien que pasaría después…

Al cabo de unos minutos, como pudo dejo todo listo y se dispuso a llevar
la bandeja a la cocina y luego iría a su dormitorio, lo haría lo antes posible
antes que alguien pueda verla…

Fue así que llego a duras penas a la cocina, ya que el dolor seguía e iba en
aumento, tenía que apurarse para descansar en su habitación…

-¿pero qué es lo que crees que estás haciendo? – escucho una voz detrás
de ella y ya no pudo oír nada más, porque todo se oscureció a su
alrededor…y unos brazos alcanzaron a sostenerle antes que su cuerpo se
derrumbase en el suelo.

-y bien doctor, ¿qué es lo que tiene? – dijo una preocupada Anabelle.

-verás, no es nada serio, está con mucha fiebre, pero ya le he suministrado


medicamento que irá bajando la fiebre – señalo el médico.

-pero estaba bien hasta hace poco – argumento Alesia.

-fue sometida algún tipo de estrés o algo parecido – inquirió el médico.

- sí – respondió alesia – vera doctor ella debía entregar un trabajo hoy, por
lo que estuvo en ello desde las tres de la madrugada, tal vez pudo ser eso.
-por Cristo, qué clase de locuras es esa, nadie en su sano juicio trabaja 16
horas continua sin sentir el peso de las consecuencias – meneaba su
cabeza el médico-.como dije, no es nada serio, con un descanso bastara,
pero quiero comentarles que hay otra cosa que sí me preocupa un poco.

-¿qué es doctor? – preguntaron ambas muchachas.

-no es el cansancio que ha hecho que tenga fiebre tan alta, sino que hay
una marca en su cuerpo que está al rojo vivo, lo que la produce, por cierto
es muy inusual todo esto, si pueden llévenla a mi consulta una vez que se
recupere, quiero examinarla un poco más.

- así lo haremos doctor – afirmo James.

-bueno ahora si me disculpan debo partir a visitar a otros enfermos,


señorita cuando gusten – expreso el médico.

-gracias por venir – dijo Anabelle.

- le acompaño a la puerta – dijo James.

Una vez que el médico s e retiro de la habitación de Raniel, James dio


órdenes expresas de dejar descansa r a la joven y que no s ele molestara, a
excepción de Anabelle y Alesia.

-una marca, nunca antes he oído nada parecido – dijo Alesia.

Y ambas muchachas levantaron las mantas que cubrían el cuerpo de


Raniel y Anabelle descubrió un poco el abdomen de la joven y pudo
apreciar en el costado izquierdo la marca, una cicatriz en forma de flor de
Iris que estaba al rojo vivo, tal como lo comento el doctor.

-sorprendente – dijo Alesia – parece mentira que esa cicatriz la tenga así.

- no es sólo eso – argumento anabelle – también tantas horas sin


descansar.

- esta niña es todo un misterio – expreso Alesia.

- sabes, me asuste mucho al verla desvanecerse- dijo Anabelle


-tienes buenos reflejos prima, o al menos con ella te lo has pasado
salvándola, de verdad se nota que te importa- esgrimió Alesia.

-ese comentario está demás Alesia – enfatizo ésta, tomándole la mano de


Raniel – no dejaría que nada malo le sucediese.

Alesia sin decir más salió del cuarto y se dispuso a hablar con su tío.

Una hora después, Anabelle no dejaba de contemplarla, mientras Raniel


murmuraba incoherencias producto de la fiebre…

-no debí dejarte sola tanto tiempo, debí obligarte a descansar un poco, no
volverá a suceder otra vez.

Mientras en la cabeza de Raniel…

…..

-tú no eres para ella, apártate de una buena vez, porque no te marchas
lejos , no las dejare nunca estar juntas…

-ya te hice caso una vez, pero no puedo ahora, porque te empeñas en
alejarme que no ves que la amo y ella a mí.

-sólo vete…ya tiene una vida hecha…no será feliz contigo nunca…le
acarrearas vergüenza y dolor…no puedo permitir que la lleves a ese
infierno…

-pero tú a mí sí me condenas a ello…me has hecho sufrir más que nadie en


este mundo…no creo que te interese su felicidad… nunca entenderás un
amor como el nuestro.

-déjala y lárgate…

-no quiero…. No puedo….

…..

No quiero, no la dejare – grito Raniel levantándose abruptamente de su


cama, para volver a desplomarse inconsciente.

-Raniel, amor ¿qué sucede? – balbuceaba una nerviosa Anabelle,


acariciando su rostro que ardía en fiebre.
-que te está pasando, porque tu desesperación a quién no puedes dejar-
pensaba Anabelle – que está pasando por tu mente…por qué no le baja
esta fiebre, no me gusta verte así…sin pensarlo le abrazo fuertemente y a
los pocos minutos la joven dejo de desvariar, era como si el calor de
Anabelle hubiese calmado el espíritu de la muchacha.

-¿cómo sigue? –pregunto Alesia.

-ha tenido una noche difícil, ha delirado mucho, pero hace unas horas que
ya está mejor – dijo Anabelle, visiblemente agotada, tras pasar la noche en
vela cuidando a Raniel.

Alesia se acerco a la joven y toco su frente para verificar su estado.

-al menos ya no tiene fiebre – señalo ésta.

-la hubieses visto, realmente me preocupo mucho, no dejaba de gemir y


llamar a una mujer – comento una serie Anabelle.

-¿mujer?

-así es – respondió está abatida.

Alesia vio el rostro de su prima, la señalar esto último, se podía notar su


tristeza.

-Anabelle, no te tortures, no tenemos idea de quién pueda ser, además


que debe ser producto de su imaginación.

- no sé Alesia, estoy confundida, no sé nada de su vida, su pasado, tal vez


existió esa mujer y fue importante para ella – expreso Anabelle . tú sabes
que los enfermos y los ebrios en su delirio sale a relucir su verdad.

- eso mi querida, es una mera suposición – acoto Alesia - y por cierto,


hablando de cosas insólitas, no creerás lo que descubrí hablando con tío
James (saco de su bolsillo un papel y se lo entrego)

-¿qué es esto? – Pregunto Anabelle – y a qué te refieres con un


descubrimiento.

-verás, después de que el doctor se fue, quede muy intrigada con la marca
que tiene Raniel y pregunte a tío james, sí habían familias que pudiesen
llevar una marca de nacimiento que los caracterice, a lo que me respondió
que sí. Que de hecho en medio oriente aún existían casos dónde los
integrantes tenían cicatrices propias de cada familia.

Entonces, enfoque mi pregunta a hacia nuestra sociedad y él me


respondió, que eso se veía en familias muy antiguas y de origen noble en
toda Europa, pero que con el correr del tiempo ya no por las mezclas de
familias, pero que también existían otros casos de familias que no estaban
ligados con la nobleza, donde habían marcas de nacimiento al igual que
los casos anteriores son muy antiguas. Lo relevante de este asunto es que
se solía exhibir la marca en los escudos de armas o sello de familia.

-vaya – dijo Anabelle - pero que tiene esto que ver con Raniel.

-fíjate por favor, en el dibujo de ese papel – pidió Anabelle.

- a ver… veo un triangulo, una espada, un mazo y eso...

-vamos, mira más detenidamente – puntualizo Alesia.

- a ver… lo mismo…espera…detrás hay…un aflor…como…

-exacto – se adelanto Alesia – como la que tiene Raniel, una flor de iris.

-pero…dime, a quién pertenece este escudo – inquirió Anabelle.

- a primera visto no recordaba muy bien dónde había visto esa flor, así que
busque por internet y encontré este escudo, así que le pregunto a tu
padre y me dijo que aquel era el escudo de una marca de vinos y fue ahí
cuando me mostro una botella de su bar – agrego Alesia.

- ¿y de quién es? – pregunto una curiosa Anabelle.

-ese escudo querida prima es etiqueta de un Chardonnay de de la familia


Mcraune.

-¿qué? – dijo Anabelle – de Joseph Mcraune.

-correcto – confirmo Alesia.

-pero qué relación tiene Joseph Mcraune y su familia con Raniel –


pregunto la joven.
- eso mi querida prima, no lo sé, sólo sé que esta niña guarda un gran
misterio que está relacionado con los Calguiere y ahora con los Mcraune –
acoto Alesia.

No puede ser – respondió una asombrada –anabelle – entonces sus


bocetos, sus sueños y ahora esa marca, ¿qué está sucediendo Alesdia?

-no lo sé – indico ésta – pero vamos a averiguar, más tarde me gustaría


mostrarte algo, pero ahora mi querida prima debes descansar, yoi me
quedare en tu lugar hasta que ella se despierte.

- no quisiera, tengo la necesidad de estar a su lado, es un sentimiento tan


fuerte, quiero protegerla no sé de qué, pero quiero hacerlo, no sé
explicarlo bien – dijo una angustiada Anabelle.

-lo comprendo, pero no admitiré excusas, tú debes descansar, estar bien


por ti y también para ella. Ahora me doy cuenta de cuánto la amas y lo
importante que es para ti, de lo contrario no estarías como estás.

-así es Alesia – dijo anabelle – sólo me duele saber que puede haber
alguien más y tal vez…

-basta Anabellle, no te hagas eso, no sufras innecesariamente, una vez


que ella despierte podrás averiguar o de lo contrario lo haré a mi modo –
puntualizo Alesia.

-está bien, iré a descansar un rato.

-bien yo me hare cargo, te lo prometo.

-gracias – respondió anabelle y se retiro del lugar.

FLASH BACK

-mamí , mamí – lloraba una niña.

-aquí estoy mi querida Raniel – dijo Fabiola – ya paso, tranquila cielo.

-no quiero ver a esa mujer mami, ella llora mucho, tiene pena y toma mi
mano- sollozaba la niña - ¿por qué ella está conmigo mami, por qué la veo.

-hija mía – abraza a la pequeña fuertemente.


- Tengo miedo mami , hay personas malas junto a ella, la pequeña no deja
de gemir.

- ya mi niña hermosa, ahora debes descansar – dijo su madre y la volvió a


recostar.

Momentos más tarde…

¿Cómo sigue mamá? – pregunto un joven.

-ahora está descansando Helemiah, la fiebre bajo y su marca ha dejado de


arderle.

-¿qué haremos madre?- señalo el muchacho – esto no puede continuar


así, ella sufre mucho.

-lo sé hijo mío, pero ya los médicos han dicho que no es una enfermedad
y sólo el sicólogo que la atiende ha dicho que las pesadillas irán
desapareciendo a medida que eso recuerdos afloren.

-madre, pero – dijo el joven.

-ella trae consigo recuerdos de otra vida, de otra persona, es lo que


descubrimos con la hipnosis y regresión a la que la tuvimos que someter –
dijo una apesumbrada Fabiola- es como si viniese con la reencarnación de
alguien.

-pero es una niña de cinco años madre, no debe pasar por todo esto, no
me gusta ver a mi hermana así – argumento el joven.

-lo sé, a mí tampoco me agrada nada de esto, mientras tanto debes


cuidarla, hasta que ella pueda aclarar por si mismas estas visiones y
resolver el enigma que la acompaña.

-o sea que puede ser un espíritu – dijo alarmado el muchacho.

- no hijo mío, sólo trae los recuerdos de la vida de una mujer y que estos
están grabados en la memoria de tu hermana.

FIN DEL FLASH BACK

Mientras en la habitación de Raniel…


-que tiernas te ves, duermes como un bebé, con razón le robaste el
corazón a mi prima – murmuro Alesia.

En esos instantes Raniel abre sus ojos, después de una noche intranquila,
llena de recuerdos…

-al fin despiertas – sonrio Alesia.

- buenos días Alesia- respondió ésta, tocando su cabeza.

-¿te duele?

-no sólo que tengo una gran pesadez , eso es todo- respondió una evasiva
Raniel.

Alesia la contemplo, pero no dijo nada…

-vaya que susto nos diste.

- lo siento, no he querido preocuparlos.

-entonces, no es la primera vez que te ocurre – inquirió la joven.

- no, pero hace mucho que no me venía – acoto Raniel.

-Entiendo ( prefirió no seguir por el momento con el tema). Bueno ahora


jovencita, acomódese para que desayunes… así, Alesia se dirigió hasta
dónde había un carrito con alimentos.

-pero Alesia, tú sabes que no desayuno en cama.

- lo siento, pero vas a desayunar te guste o no, además debes tomar esto
(entrego unas medicinas) y con el estomago vacio no lo harás – replico
Alesia.

-no es necesario, no es una enfermedad- replico contrariada Raniel.

- es por el cansancio de ayer, por eso te receto esto.

- está bien .- respondió una resignada raniel, tomo su desayuno, mientras


alesia contemplaba que así fuese.

-bien, ahora tomate una ducha, que tío James te llevará al médico.
- no para, eso no, ya te explique que no es una enfermedad, así que no
veo la razón de ir – dijo aún más molesta raniel.

-Eres testaruda como tú sola, pero déjame decirte que hay muchos en
esta casa que se han desvelado preocupados por tu salud – dijo molesta
Alesia – por lo menos por deferencia a ellos, hazlo.

-¿a qué te refieres?, ¿quién se ha desvelado? – pregunto la joven.

- no te imaginas quién- replico muy indignada Alesia.

Estuvo a punto de decir su nombre, pero en vez de ello, prefirió callar.

-ya veo, bien , si no eres capaz de decirlo, te o diré yo, Anabelle paso toda
la noche junto a ti hasta hace poco y tío James también está muy
preocupado , al igual que el resto de la familia.

La joven bajo su rostro apenado por causar inconvenientes, pero no era


una enfermedad lo que tenía, eso ella bien lo sabía. Además, su corazón
estaba extrañamente agitado por saber que Anabelle le había cuidado,
pero estaba asustada por otras razones…así que debía ocultarlas y darles
en el gusto.

-ok, comprendí, dame unos minutos y bajo enseguida.

-buena chica, iré a avisarle a tío James para que el médico te reciba.

- de acuerdo – dio ésta y se fue rumbo al baño.

Después de descansar tras una larga noche en vela, anabelle, se ducho y


se alisto para proseguir con algunos pendientes que tenía.

-te ha sentado bien ese descanso – dijo Alesia – mientras revisaba unos
documentos en el despacho, ya que compartían algunos negocios en
común con su prima – por cierto ella fue al médico con tío James.

- lo sé, sabías que la harías ir – dijo ésta- después de todo me lo


prometiste.

-pues claro, una Brigston siempre cumple su palabra- dijo sonriente alesia.

-gracias por cuidarla por mí – dijo anabelle.


- de nada – acoto ésta – no esperes que el médico logre mucho, Raniel es
muy obstinada y me dio la impresión que no deseaba hablar del tema y no
es la primera vez que le sucede, según me comento.

Anabelle quedo pensativa al oir las palabras de su prima, ¿qué hare


contigo?, mi madre aún no regresa, Robert estar por volver…¡cielos!
Necesito resolver las cosas y tú eres quién más me preocupa…tu fecha de
retorno se está acercando y necesito tener muy claros mis sentimientos
con respecto a ti, debo buscar el modo de saber los tuyos, qué sientes por
mí y sí aceptarás dejar todo estar a mi lado…su mente analizaba todo,
anabelle reflexionaba en cada detalle que le pudiese ayudar para
conquistar el corazón de Raniel.

Notas finales del capítulo:

-y bien doctor – pregunto Raniel.

- aunque me cueste admitirlo no tienes nada, pero aún así, voy a tomarte
una muestra de sangre y piel de tu cicatriz, quiero ver que es lo que
origina el ardor que produjo tu fiebre – señalo el médico.

-ufff – suspiro Raniel – bien, haga lo que tiene que hacer.

Momentos después…

-listo, puedes vestirte hemos terminado, cuando tenga listo los resultados,
los hare llegar a la Familia Calguiere- respondió el médico.

-bien, gracias doctor - se despidió Raniel.

-cuídate jovencita y procura no exigirte demasiado, James cuándo esté


listo , les envio los resultados.

- gracias, estaremos esperando – dijo James.

De regreso en el castillo y mientras cenaban, todos platicaban de diversos


temas, ninguno se atrevía a tocar el tema frente a Raniel y ésta a su vez
estaba inquieta, algo le molestaba y necesitaba alejarse cuanto antes de
ahí.

-señor Calguiere, sí usted me disculpa, quisiera retirarme – señalo Raniel.


- pero niña, no has tocado tu cena – respondió éste un poco extrañado.

-lo sé, la verdad no tengo apetito- se disculpo ella.

-bien, pero sí necesitas algo, no dudes en pedirlo – agrego James.

-muchas gracias y se retiro del lugar, no sin antes ver de reojo a Anabelle,
quién tenía clavada su mirada en ella.

Anabelle como Alesia, quedaron asombradas con su actitud, ya que ella es


una chica muy chispeante, pero desde que volvió del doctor estaba
distante y sombría y ahora al retirarse del lugar habían confirmado sus
sospechas.

Al amanecer, ambas chicas parten muy temprano, cada una a sus


actividades y no regresarían hasta el atardecer…mientras que Raniel
frecuentemente sale a pasear a caballo, llevando su block y pasa largas
horas fuera de casa de los Calguiere, no regresaba a la hora del almuerzo y
tampoco de la cena, para evitar encontrarse con Anabelle y a veces
regresaba muy entrada la noche. Y cuando esto sucedía solía pedirle a
Albert más que un chocolate caliente y unos emparedados y se retiraba a
su habitación.

En el intertanto en las oficinas de las empresas Calguiere…

-señorita Anabelle, están listos los documentos para que los firme – dijo su
secretaria.

-por favor déjalos en el escritorio, los firmare enseguida – respondió ésta.

-El señor Mcraune, llamo avisando que no podrá asistir a la reunión de


hoy, ya que tiene un invitado especial y que sí usted podría organizarlas
para dos días más- termino su secretaria.

-está bien, llama a los demás y comunícales que la reunión se pospone


hasta nuevo aviso – solicito anabelle-

-como usted ordene –dijo ella- y se retiro de la oficina.

Anabelle prosiguió contemplando por la ventana, su mente estaba en otro


sitio muy lejos de ahí, no sólo su mente sino su corazón.
Al medio día…

-Ey tú, deja eso y vamos a casa – señalo Alesia, quién estaba recostada en
la puerta – no conseguirás nada si te refugias en el trabajo.

-Alesia – dijo asombrada Anabelle – no te sentí llegar y para que decir si


golpeaste la puerta o no.

- jajaja, cómo eres, te dejo sola un par de días y así me recibes – aulló
Alesia ofendida.

- no seas payasa – le reprocho anabelle – me hiciste mucha falta.

-por tu cara puedo hacerme una idea de que las cosas no van bien con
ella.

-desde que regreso del médico, no es la misma, está fuera de casa por
largas horas, llegando incluso cuando todos estamos acostados, así que
imagínate, papá no dice nada, pero sé que está preocupado por esta
situación – señalo una abatida Anabelle – llego a comentarme que no
debimos obligarla a hacer algo que no quería.

- ya veo, sigue igual por lo visto.

- sí- afirmo la joven- y lo peor, es que mi madre llega hoy y creerá que le
hice algo y tendremos una discusión innecesaria. De verdad Alesia, no
entiendo su comportamiento, a ratos me disgusta tanto que siento deseos
de reprocharle su conducta y pedirle respeto a mis padres. No sé qué
hacer, no puedo acercarme, es como si huyese de mí.

- no te preocupes, eso lo solucionaremos hoy mismo…por lo visto no


puedo dejarlas, que luego están como enemigas.

- Alesia – replico Anabelle – tú sabes muy bien que no es mi enemiga, sino


tuviese estos sentimientos por ella, me importaría un bledo lo que pase y
no tendría reparos para llamarle la atención y ponerla en su lugar.

-jajaja, ey, es una broma, ya no te exaltes así – comento una burlesca


Alesia- pero estaba hablando en serio, cuando dije de hablar y aclarar las
cosas, ella tiene que entender que las cosas se hicieron por su bien.
Tiempo más tarde en casa, una joven paseaba distraídamente por los
jardines adyacentes al castillo.

-así que después de todo eras tú – suspiro Raniel – después de tantos


años, ahora sé quién eres. Levanto su rostro al cielo mientras de sus
mejillas caían lágrimas.

Tenía miedo al igual que pequeña, aunque ya era adulta. Esa fiebre abrió
los recuerdos, la angustiaban y sentía como si su corazón fuese atravesado
por un cuchillo. Recordaba absolutamente todo cuando estuvo con fiebre,
había visto el rostro de aquella joven y de quién ella se enamoro.

Ahora comprendía gran parte de sus sueños y tal cual el sicólogo le había
dicho a su madre, que a medida que los recuerdos afloraran, ella sabría la
verdad, nada era casualidad y menos coincidencia sobre todo el hecho de
estar ahí, precisamente en ese castillo y esa joven…la misma…Ahora ella y
sus propios sentimientos se veían involucrados en esta historia…¿qué es lo
que iba hacer? – se preguntaba Raniel.

-¿se puede saber qué te está sucediendo? – Pregunto una voz detrás de
ella- esa voz la reconocía a la perfección, Anabelle. Quién estuvo un buen
rato observándola desde un costado de la mansión, hasta que no aguanto
más y fue a su encuentro necesitaba disipar sus dudas de una buena vez.

Raniel aún de espaldas le respondió- no sucede nada – tratando de


parecer lo más serena posible.

-Entonces, ¿por qué has estado evitándome todos estos días? – Inquirió
Anabelle – mírame Raniel y respóndeme.

La joven giro y la vio directamente a los ojos y frunció el ceño.

-realmente quieres la verdad.

-por supuesto, es más te lo exijo – reprocho anabelle.

-pues toma (entregándole su block), aquí tienes, allí hallarás el motivo que
provoco mi fiebre, mis recuerdos, también es la razón por la que no quería
ir al médico y fue por lo cual me aparte de ti.
Anabelle, abrió el block y echo un rápido vistazo y enmudeció al instante y
al mismo tiempo que Raniel se alejaba de su lado alcanzo a tomarle por el
brazo.

-podrías haberlo hablado conmigo en vez de huir – le reprocho anabelle –


yo hubiese comprendido y te hubiese apoyado en todo momento.

-para qué, no veo el caso, no entenderías- sentencio molesta Raniel.

-claro que sí, estoy muy consciente de lo que sucede entre nosotras, acaso
pensaste que es producto de la imaginación – replico Anabelle – esto es
muy real Raniel, no puedes evitarlo como yo tampoco, sólo sucedió y es
cada vez más fuerte lo que hay entre nosotras.

-tú, estás comprometida Anabelle , eso tampoco lo puedes cambiar – le


reprocho Raniel – y por mi parte, es mejor que no continúe con esto.

Anabelle, le tomo el rostro entre sus manos y le miro fijamente.

-tienes razón, estoy comprometida, pero escúchame bien, porque no lo


voy a volver a repetir, no me vas a apartar de tu lado, no voy a renunciar a
ti, convéncete de una buena vez – dijo esto y se marcho, dejando a una
sombría Raniel.

Desde un balcón, alesia las observaba y comprendía bien, que esas dos
sacaban chispas cuando se enfrentaban, pero en su interior rogaba para
que no fuese esta la ocasión y que el amor pudiese juntarlas al fin y en
ese momento sonó su celular…

-diga.

-Alesia, soy Kat, te llamo para informarte que está todo listo para hoy, tal
como acordamos.

-perfecto, ahora es mi turno de hablar con esa niñita escurridiza – dijo


Alesia.

-bien, pasare por ustedes a la hora acordada.

- te espero, gracias Kat por tu ayuda.

-no agradezcas, todo sea por que esas dos estén juntas.
-bien, nos vemos entonces – y colgó. Ahora Raniel es mi turno.

Unos momentos más tarde, Anabelle contemplaba los bocetos y su


corazón latía muy acelerado al ver la pareja de amantes que tenía
enfrente, sus cuerpos desnudos entrelazados en una entrega llena de
pasión y amor, no cabía duda, esas dos mujeres eran ella y Raniel, pero un
poco distintas tal vez. Continuo viendo los otros bocetos y todos ellos eran
de la misma pareja en distintas circunstancias, hasta que en uno de ellos
pudo apreciar a la joven parecida a Raniel y pudo apreciar la sutil
diferencia…en un costado de su hombro y por lo descubierto de su vestido
vio esa flor…la flor de iris…la misma que tiene Raniel…por Dios qué es
esto… y reviso todos los bocetos y la marca estaba en casi todo ellos.

Entonces contemplo la otra joven detenidamente, todo indicaba que era


ella misma, hasta que vio una cicatriz pequeña en una de sus muñecas, tal
vez producto de algún corte y ahí lo supo no era ella, sino la antigua
duquesa Anabelle Calguiere XVII. No comprendía, si ella se caso con un
pariente de Alesia, entonces la joven que le acompaña en todas partes
quién es y porque de su parecido con Raniel.

Fue un poco decepcionante descubrir que no eran ellas, hasta que llego al
último de sus bocetos y abrió muchos los ojos al comprobar que sí eran
ellas, estaban abrazadas y uniendo sus manos con una sortija como quién
desposa a otra, esa joya la reconocía era de la familia…cómo es que Raniel
sabe de ella- pensó-…. Estos son tus recuerdos, no cabe duda ahora, tú y
yo estamos destinadas a estar juntas amor.

Estaba reflexionando en ello cuando sintió el claxon de un vehículo al


llegar y comprendió en seguida que era su madre y bajo a recibirla, sin
antes guardar el block de Raniel.

-madre, al fin regresas, le saludo con un beso en la mejilla y la abrazo


fuertemente.

- vaya Anabelle, pareces una niña pequeña- comento Anette – tanto me


extrañaste.

-tú sabes que sí- respondió ella.


-tía, cómo estuvo ese viaje y esos asuntos que fuiste a tratar – dijo una
pícara Alesia.

- bien- respondió anette- quién comprendió al instante la pregunta de su


sobrina, quién era muy astuta y sin duda para esas horas algo ya sabría.

-vamos adentro – dijo un agotado charles- estos viajen matan del


aburrimiento.

-jajaja, rio toda su familia.

Al momento de entrar vieron bajar rápidamente a Raniel por las escaleras,


quién estaba más abrigada de lo normal y con una mochila a sus espaldas,
como si estuviese lista a pasar la noche afuera.

-ah no, no lo harás- se dijo mentalmente Anabelle e iba a decirlo cuándo


su prima salió al paso cerrándole el camino.

- Raniel, no vas a saludar a la tía Anette que está de regreso.

-¡eh! Sí, hola Anette – dijo un poco tímida.-¿ cómo estuvo el viaje?

-bien querida, vas algún lugar, estás muy abrigada inquirió la señora, con
curiosidad.

Y en esos momentos una doncella, bajo las escaleras corriendo tratando


de alcanzar a alguien…

-señorita Raniel, por fin la alcanzó- dijo ésta tratando de tomar aliento –
tiene una llamada de la señorita Misha Dorwen.

Raniel volteó para agradecer a la doncella y cuando giro vio la furia en los
ojos de Anabelle y de su prima Alesia.

-lo que me faltaba escupió las palabras Anabelle.

-por favor Clarice, dígale a la señorita Dorwen , que la señorita Raniel , no


puede atenderle en estos momentos – y se acerco más a Raniel y junto a
su oído le dijo- tú no vas a ningún lugar, vamos a hablar.
Anabelle, respiro más tranquila, al ver que su prima había intervenido
justo a tiempo, ya tendría tiempo de poner a Misha en su sitio, no dejaría
que se le acercase un centímetro a Raniel.

-verás tía Anette, claro que Raniel saldrá hoy, pero lo hará en compañía de
todas nosotras, ya que iremos a una pequeña fiesta con Katherine- dijo
una desenfadada Alesia.- lo que sí deberá cambiarse, porque no es lo más
apropiado.

- eso me parece genial, que saquen a esta chica a divertirse un poco,


debes estar cansada de estar tanto tiempo encerrada- señalo Anette.

- entonces puedo acompañarlas.- pregunto un entusiasmado Charles.

- creo que no oíste bien, querido primo, dije nosotras – dijo una divertida
Alesia, guiñándole un ojo a sus primas.

-que mala eres. De verdad no puedo ir – insistió el joven.

- no, además que no estabas tan cansado, pues te servirá para acompañar
a tu madre- finalizo Alesia.

-ahora si me disculpan, miro a Anabelle, debo ayudar a esta señorita (y


tomo el brazo de Raniel) a buscarle un atuendo más apropiado, nos
vamos- dijo Alesia, quién presiono más fuerte el agarre.

Y de repente se dio vuelta a ver a sus primas….

-y ustedes que esperan, Katherine vendrá por nosotras en una hora y


debemos estar lista.

-claro- respondieron las tres.

Anabelle, estaba un poco sorprendida con las palabras de su prima y


comprendió que esta era la oportunidad perfecta que había estado
esperando para poder estar junto a Raniel y no dejaría que nadie lo
arruinase, así que fue rumbo a su dormitorio para tomar una ducha y estar
lista para una noche de diversión y de amor.

Notas finales del capítulo:


Caía el agua sobre su rostro, trayendo un poco de alivio, no sabía por qué
estaba ahí, sólo que prefirió seguir con todo ello para que Anette no se
diera cuenta, que deseaba huir de su hogar lejos de su hija, sus defensas
se estaban desplomándose una a una, su vida se estaba convirtiendo en
un caos. Ella que no quería involucrarse sentimentalmente con nadie y
escapo de varios en la universidad, que se acercaron a ella tratándola de
conquistar, amigos que le eran presentados una y otra vez por sus
hermanos, pero que no tenían importancia alguna para ella.

Estaba consciente que siempre habría alguien merodeando, pues sabía


bien que no pasaba desapercibida con su metro 1,78, su tez trigueña (que
daba la sensación de estar siempre bronceada), su cabello negro y largo y
lo que más le gustaba a muchos eran sus ojos verdes, que destacaban la
hermosura de la joven, pero, que para Raniel que se consideraba una
simple muchacha, la belleza no lo era todo, pues era más importante las
cualidades internas de cada persona, esa era la belleza que buscaba, el
resto simplemente lo encontraba absurdo y no tenía ni el tiempo y
tampoco el deseo de conocer gente snob, como ella les llamaba.

Por mucho que huyese, tendría en su camino más de uno tras ella, sean
hombres o mujeres, Raniel sabía eso hace mucho, lo que le causaba
gracia, de hecho su mejor amiga en la universidad es les y siempre le
comentaba cómo sacaba suspiros de algunas en la casa de estudios y
Raniel solía encogerse de hombros nadas más.

Ahora, era distinto, su corazón le estaba jugando una mala pasada y lo que
en principio partió cómo curiosidad, se ha ido transformando en algo
avasallador, que le está robando su paz interior y a eso debemos sumarle
todo sus recuerdos y cómo está envuelta en una historia que parecía
inverosímil, como sacada de una novela.

El agua seguía corriendo sobre su cuerpo, que temblaba, pero no era de


frío, sino de un sentimiento que se estaba apoderando de todo su ser.
Estaba perdiendo la batalla y ella amaba su libertad.

-por qué rayos no puedo alejarme de ti – se recriminaba – me siento


prisionera dentro de misma por causa tuya.
Una vez que termino de ducharse fue a su dormitorio para vestirse y
acompañar a las demás.

-ahora me dirás, ¿qué sucede contigo?- pregunto Alesia, que estaba


esperándola un buen rato sentada en una silla.

-tenemos que hablar de eso – dijo una cansada Raniel-

-sabes que sí – respondió Alesia – quiero disculparme, por obligarte a


hacer algo que no deseabas.

- ya no tiene importancia.

-pero influyo en ti y en cómo has estado estos días, debe verdad Raniel, lo
siento.

- está bien, acepto tus disculpas.

-dime, es muy doloroso para ti, todos esos recuerdos- inquirió la joven.

-cuando niña sí, había noches enteras que mamá se desvelaba por causa
de mi fiebre e intento de todo, pase por una serie de médicos y siempre
era lo mismo, hasta que nos enviaron a un sicólogo y le sugirió una vez
que escucho nuestra historia, que probásemos con la hipnosis y ahí
encontré o mejor dicho mamá tuvo respuestas a lo que me sucedía, dijo
que pasaría por una serie de etapas y cada vez que los recuerdos afloraran
podría equilibrarse un poco mi vida- comentó una cansada Raniel.

-entiendo, por eso tu insistencia en no ir al médico.

-así es, estaba demás- señalo ésta.

-bien, pero ahora Raniel, debes olvidarte de todo lo sucedido, ya


tendremos tiempo para conversar, eso si tú estás dispuesta a ello –
recalco Alesía.

-sabes, desde que te vi, supe que me llevaría muy bien contigo, eres muy
agradable y me resulta muy fácil platicar contigo, no debo estar a la
defensiva como con otras personas – manifestó Raniel.
- gracias por tus palabras, me sucede lo mismo contigo, eres especial lo
sabías, te ganas el corazón de la personas con tu sencillez, lo espontánea y
divertida que eres, aunque a veces eres una tozuda.- dijo riéndose Alesia.

- no cambias – señalo Raniel- siempre te las arreglas para hacerme reír.

-de eso se trata dulzura – dijo ella – de hacer relucir tu encanto y que por
cierto te hace ver más hermosa de lo que ya eres.

-ey…me estás halagando o es mi idea – pregunto inquisitiva la muchacha.

-puede ser.

-O es una táctica para que vaya contigo sin oposición alguna –miro muy
escéptica a la otra joven.

-puffffffff, válgame el cielo, siempre tan desconfiada, ¿cuándo será el día


que no lo hagas?

-contigo nunca – rio Raniel.

- ya es suficiente, ahora vístete- ordeno Alesia.

-¡contigo aquí!, no pretenderás que lo haga delante de tuyo o me


equivoco.

-yo no me moveré de aquí, además somos dos mujeres, no hay nada que
temer y de que avergonzarse – dijo esta y fue en busca de una bolsas que
había traído desde su habitación, mientras la joven se duchaba – toma
esto es para ti y antes de que empieces, no aceptaré un no como
respuesta, está pensado en ti y punto. (Y volvió a sentarse)

A la joven no le quedo de otra, así que sólo suspiró, ya que no podía


ganarle a Alesia de ninguna forma. Reviso el contenido y miro fijamente a
la otra muchacha.

-estás loca, no puedo aceptar esto, además he traído mi propia


vestimenta por si no te has dado cuenta y si hubiese querido algo, yo
misma lo compro, no me gusta que la gente me regale cosas que no he
pedido – reprocho Raniel.
-aquí vamos de nuevo, deja ya de portarte como una necia, nadie quiere
ofenderte por que te obsequie algún presente, además no he sido yo
quién lo envió, sino Katherine escogió todo esto para ti de su propia
tienda, a pesar de que le advertí que chillarías como un cerdito por eso –
gruño Alesia.

-pero…

-pero nada, acepta de una buena vez, que las personas se encariñan
contigo y manifiestan de algún modo ese sentimiento a través de un
presente, no hay nada malo en ello – señalo Alesia y se dirigió
directamente donde estaba Raniel- ahora vamos a probarte todo, de lo
contrario no saldremos a tiempo.

-no seas tonta, puedo vestirme sola…

-olvídalo, ya te dije…

Tras algunos gruñidos de Raniel, la joven Alesia logro dejarla tal como
quería, solo faltaba maquillarla y estaría lista.

-perfecto…ya estás - dijo Alesia – ummm, realmente estás hermosa, no


me extrañaría que consigas un ejército esta noche tras de ti.

La joven se miro al espejo y realmente el atuendo que le trajo Alesia, lucía


estupendo en ella.

-bien, ahora es mi turno, usare tu baño, he traído mis cosas porque sabía
de ante mano que no tendría tiempo suficiente contigo. Ahora si quieres
puedes acompañarme y tomamos una ducha junta- Dijo pícara Alesia.

-ya querrías tú.

- no sabes lo que te pierdes.

-púdrete –dijo risueña Raniel.

-que mala, ya me desquitaré – amenazo Alesia.

Después de un buen rato las hermanas Calguiere se reúnen en el salón


junto a sus padres y hermano Charles-
-vaya están preciosas mi adoradas niñas – dijo James.

-te gusta padre – dijo Francis, quién lucía una falda y top verde, que
resaltaban sus las piernas y delineando más su silueta.

-simplemente si fuera más joven me estaría comprometiendo contigo –


dijo un entusiasta James – y ustedes dos, están muy guapas esta noche,
refiriéndose Claudine, quien traía un traje de dos piezas café con un corte
muy juvenil y por otro lado estaba Anabelle, quién lucia un pantalón
blanco con zapatos de la misma tonalidad y un suéter acanalado en una
tonalidad azul y una ruana del mismo color.

- cielos hijas, realmente conquistarán corazones hoy – dijo sonriente


Anette.

-gracias madre – respondió Claudine – hace muchos que no salíamos las


tres juntas.-

Será toda una aventura – señalo Francis muy pícara – por cierto, Raniel y
Alesia, dónde están.

-aún no bajan – dijo Anette – pero deben estar por hacerlo.

-ojalá que pudiese acompañar a Raniel – dijo Charles- son muy egoístas
ustedes.

-no es para tanto charles – acoto Francis- cambia esa cara, pues podrás
verla antes de que nos vayamos.

Anabelle, miro a su hermano - la verdad está interesado en ella, pero no


permitiré que nadie me la quite, aunque seas tu hermano.- se dijo a sí
misma.

En eso entre el mayordomo…

-mi señora, la señorita Katherine acaba de llegar- señalo él.

-hazla pasar – dijo Anette- y avísale a Alesia que todas las esperan.

-como usted diga señora.

A los minutos…
-buenas tardes – dijo Katherine- es un agrado verles de nuevo.

-buenas noches querida - dijo Anette – para nosotros también lo es.

-están listas chicas – pregunto Kat.

- no aún no – respondió Claudine- Faltan Alesia y Raniel.

-les propongo que vayamos a esperarlas al recibidor, de lo contrario


perderán más tiempo y el viaje es un poco largo- señalo Anette.

-por cierto – agrego Kat- no regresaremos Anette, nos quedaremos en el


departamento.

- lo suponía – dijo ésta riendo – las fiestas de hoy en día nunca acaban
temprano.

Al llegar al lugar, justo bajaban las escaleras Alesia y Raniel, cuando los
demás las vieron quedaron atónitos con la belleza de ambas.

Alesia, lucía un ajustado vestido purpura, que la hacía ver muy sexy, su
pelo estaba tomado en su totalidad y caían unos pequeños rizos por su
cara. En cuanto a Raniel, vestía un pantalón negro con botas del mismo
color y una blusa negra de manga ¾ con encajes ceñida a su figura y su
cabello recogido con un hermoso prendedor.

-vaya, ustedes dos realmente nos han quitado el aliento – dijo James.

-gracias tío- y giro para tomar de la mano a Raniel – pero está niña robara
más de un corazón esta noche, tenlo por seguro.

En eso no se equivocaba Alesia, ya que Anabelle estaba impactada con lo


bella que lucía Raniel y sentía que se derretía con solo verla, también sus
hermanos estaban en shock, Francis y Charles, que sólo atino a sacar un
rosa que estaba en un jarrón para obsequiársela-

- toma, una rosa que palidece con tu hermosura- Dijo éste muy galante.

Raniel le miro y agradeció con una sonrisa, pero sus ojos al instante
buscaron los de Anabelle y se toparon con los azules clavados en ella y un
destello brillo en ellos y la joven se sonrojo al ver ese deseo presente en
ellos.
Alesia , percibió todo y se sonría, había logrado su cometido, esas dos ya
estaban enganchadas, ahora faltaba el otro paso….

-nos vamos- dijo Kat a Alesia- de lo contrario se nos hará tarde.

-tienes razón.

- bueno me despido, Anette, James, Charles, un placer verlos. Se despidió


Kat.

-que disfruten esta velada queridas, nos vemos – dijo Anette.

Así las seis chicas subieron a bordo de un elegante automóvil


pthanthom… Alesia se fue junto a kat, quien conducía, Francis y Claudine
se sentaron en la parte de atrás del coche y en la parte de en medio
estaban Anabelle y Raniel, claro que esto también fue planeado por Alesia,
quien dejo solas a ambas chicas… después de un buen rato de
conversación….Alesia, coloco música para relajarlas un poco.

Ya estaba casi oscuro en su totalidad y las hermanas menores


conversaban entre sí, Alesia y kat , estaban pendientes del
camino….Entonces una mano rozo la de Raniel, está le quedo viendo
fijamente un rato y entrelazo su mano con la de ella…no hacía falta las
palabras…un gesto decía tanto para ambas chicas…dos corazones que
comenzaban a latir al unísono.

Las chicas había llegado a la ciudad de Brendwood y detuvieron el


automóvil, frente a un restaurante Francés que era muy concurrido por
jóvenes, kat entrego las llaves a un encargado e ingresaron al local, dónde
fueron atendidas por una joven camarera.

Una vez acomodadas en el mejor de los sitios, la joven les entrego la


carpeta con el menú…

-bien chicas que van a pedir para beber – pregunto Kat.

-a mi deme un coñac seco – dijo Claudine.

-yo un mojito cubano – Francis.

-para mí un whisky – dijo Alesia


-una caipiriña para mí – acoto Anabelle.

- y tú Raniel – dijo kat.

Dudo unos momentos y dijo

-tienes un refresco – dijo ésta con toda la naturalidad del mundo.

-shhhht –chillo Alesia- estás de broma.

- no-

-entonces- eres monja o qué –dijo Francis.

-nada de eso, pero no bebo eso es todo.

La camarera no pudo evitar sonreír ante el comentario de la joven,


entonces se inclino junto a ella y le susurro:

-la casa tiene una variedad de jugos naturales y si me permites podría


sugerirte algunos – dijo esta seductoramente.

-vale, cuál tu me recomendarías – dijo sonriente Raniel.

Alesia y Kat se miraron al ver lo osado de la camarera, y discretamente


vieron a Anabelle, miraba todo en silencio, pero si las miradas matasen la
joven ya lo estaría, así que opto por mostrarse lo más indiferente posible
ante la situación.

Ella le indico una serie y opto por el que más era del agrado de la
camarera.

-gracias por tu sugerencia – dijo Raniel .

-encantada de servirle.

Kat también hizo lo propio y solicito las mejores tablas para picar de entre
una serie que la muchacha les recomendó.

-vaya Raniel , tienes lo tuyo – bromeo francis.

-se puede saber a qué te refieres – indago ésta.


-nada – dijo Claudine – lo que pasa es que mi hermanita supones cosas
que no son, pero tú no le hagas caso.

- sí tú lo dices Claudine – arremetió Francis.

Después de que les trajeran su pedido, se dispusieron a comer con una


buena charla dónde se hablo de todo un poco y de trivialidades. Anabelle
entre risas, que le producía los comentarios de su hermana menor, no
podía evitar mirar hacia el mostrador y ver como esa camarera tenía
clavada la vista en Raniel, lo que le molestaba en demasía, pero ella era
muy digna y sabía comportarse con serenidad, aunque por dentro
estuviese por reventar de la rabia.

-hay que ver que es una fresca – pensó Anabelle – mira que coquetearle
en mis narices.

-no le prestes atención – le susurro Alesia – si no te has dado cuenta,


Raniel no está interesada.

En eso volvió sus ojos hacia Raniel y pudo comprobar que su prima tenía
razón, ella disfrutaba charlando con Claudine y sintió la mirada de
Anabelle y sus miradas se encontraron, regalándole una bella sonrisa.

-cielos, de verdad me muero por ella – se dijo para sus adentros.

Luego de finalizar con su banquete, y pagar el consumo, las muchachas


procedieron a retirarse del local, pero cuando pasaban junto al mostrador
Anabelle se detuvo justo enfrente de la camarera y le miro fríamente y
luego giro dándole la espalda evitando que Raniel tuviese algún tipo de
contacto con la joven del local y una vez que ella paso continuo con su
camino.

Una vez en la calle, Kat les informo que iría una discoteca nueva que
estaba llamando mucho la atención por lo genial de sus ambientes.

Y antes de llegar dónde estaba estacionado su coche…

-qué fue eso – pregunto Alesia- no te creía tan territorial prima, cómo has
cambiado.
-soy una Calguiere después de todo- dijo ésta rotundamente – no permito
que se metan con lo mío.

-estabas que matabas a esa chica – dijo burlesca Kat – estábamos


asustadas con Alesia.

-pero hay que reconocer que Raniel está preciosa esta noche y tendrás
que acostumbrarte que llamará mucho la atención – señalo Alesia .

-lo sé, pero eso no impide que espante a cualquiera que se le acerque, ya
les dije no comparto lo mío –refuto Anabelle.

En eso las chicas siguieron platicando y estaban por llegar, cuándo oyeron
una voz que les helo el cuerpo a las tres…

Raniel que estaba muy a gusto charlando con Francis y por unos
momentos se detuvo a ver algo, mientras Francis avanzaba rumbo a
donde estaban las demás, y entonces oyó como alguien le llamaba…

_Raniel, preciosa – dijo una seductora voz.

Raniel se dio vuelta a ver de quién se trataba, cuando se le vino encima


una rubia, que se le colgó al cuello y la beso apasionadamente, sin darle
tiempo a reaccionar….Provocando la ira de Anabelle y la molestia de Kat y
Alesia.

Una vez que la muchacha la dejo libre para respirar, pudo ver de quién se
trataba…

-Misha – dijo estupefacta Raniel- que gusto verte, aunque de esa forma,
no suele saludarse.

-jajaja- bromeo Misha- querida, no me dirás que te disgusto.

-acaso acá todas son así de liberales, besándose sin más – inquirió una
risueña Raniel.

-jajaja, eres un encanto- dijo misha- no me pude resistir a ello, además


que ya te había dicho que nos volveríamos a encontrar.

-te creía en uno de tus tantos viajes por el mundo – dijo burlesca Raniel.
- veras, estoy de descanso por lo que me vine a mi apartamento y trate de
contactarme contigo para ver si salíamos una de estas noches, pero me
avisaron que no podías.

- lo siento – se disculpo Raniel, que sabía perfectamente que sucedió.

- no importa, ya eso es historia, lo que cuenta es que te encontré-


puntualizo Misha, e iba a decir algo más cuando se acerco Alesia.

- cariño, porque demoras tanto, sabes que soy impaciente y no me gusta


que te me pierdas de vista – dijo Alesia, agarrando por el cuello a Raniel y
entrelazando su mano con la de ella. -¡hola Misha!, no te había visto – dijo
sarcásticamente.

_hola Alesia – expreso esta con disgusto, al ser interrumpidas – Raniel,


toma (y le entrego una tarjeta) luego nos pones de acuerdo, ¿te parece?,
nos vemos dulzura y se marcho del lugar.

Raniel sintió muy tenso el ambiente entre esas dos, pero sin duda no era
lo único que estaba tenso en aquel lugar, ya que más atrás alguien estaba
de mal humor.

-ya van dos Raniel, una mas y te matan – dijo secamente Alesia.

La joven se limito a guardar silencio, ya se hacía una idea de lo que quería


decir Alesia.

Cuando llegaron al coche, Raniel se sentó junto a Francis, ya que Anabelle


se fue junto a su hermana Claudine y no deseaba estar junto a ella, así
cuando subió le miro fríamente.

A los minutos después, estacionaban su vehículo en un lujoso parque de


estacionamientos.

-bien chicas hemos llegado- dijo Kat.

Momentos más tarde dentro de la discoteque… estaba atiborrada de


gente y la música era ensordecedora.

-tenías razón Kat, esto está genial, buena música, buenos ambientes, será
una noche inolvidable- dijo Francis.
-opino lo mismo que mi hermana - dijo Claudine- tienes muy buen gusto
amiga.

-gracias por los cumplidos chicas, vengan vamos a escoger un buen sitio y
después, a divertirnos en grande.

Kat hablo con alguien del lugar y ésta les llamo para que el acompañasen.

-ya está lista nuestras reservación de una mesa, así que vamos – dijo la
muchacha.

-ok – respondieron todas.

Se acomodaron en dónde le indico una joven, dejaron sus chaquetas


sobres sus asientos y observaron las pistas, ya que ellas se encontraban en
un segundo piso y tenía una mejor vista de todo el lugar.

-voy a la barra – dijo Alesia – que van a beber chicas.

La mayoría pidió vodka tónico y Anabelle un wisky… excepto Raniel

-vamos niña – dijo Alesia – que no quieres nada, ¡oH!, ya entendí.

Al rato llego con las bebidas…

-aquí tienen mis bellas damas y para ti, bebé, tú refresco – dijo
burlonamente.

-jajajaja – rieron todas a expensas de Raniel.

- ya veo, cuándo dijiste que te desquitarías – menciono la muchacha.

-en el amor y en la guerra todo se vale – dijo mofándose Alesia.

-eso depende – argumento Raniel – de quién sea la presa que vas a elegir

-¡uy! – dijo Francis, que alabo la actitud confrontacional de Raniel – quién


lo diría, tienes unas garras muy afiladas querida.

- tal vez – respondió esta, mirando desafiante a Alesia.

-cuidado niña, podrías salir quemada si juegas con fuego – respondió una
descolocada Alesia.
Anabelle , la observaba en silencio y pudo comprobar que la muchacha
podías ser muy altiva cuándo la provocaban y eso la dejo pensando unos
minutos.

-ya basta de platicas – dijo Francis y tomo de la mano a Raniel – vamos a


divertirnos que a eso hemos venido y se fueron a la pista de baile.

-oye Raniel, sabes me gusta tu forma de ser y cómo dejas sin habla a esas
dos, jajaja, nunca había visto quedarse callada a mi hermana y tampoco a
Alesia – le señalo Francis.

- la verdad no es tener confrontaciones, pero no siempre tienen la razón –


dijo ella.

-Raniel.

-dime.

-hagamos arder este lugar, tú sabes, démosle vida, ¿qué me dices?, te


animas – inquirió una provocativa Francis, que ya estaba casi pegada a
Raniel.

-¿estás segura?- respondió ésta risueña- tal vez nos echen del lugar.

-jajjaa, pues veamos qué sucede y se acerco casi rozando a Raniel y


seductoramente movió sus caderas al compás de la otra joven, al ritmo de
una canción de Katy Perry, las dos parecían una pareja que se estaban
seduciendo mientras bailaban, dejando a varios con la boca abierta y
muchos de los presente hicieron un circulo ante las dos jóvenes.

Mientras en el segundo nivel, las demás observaban el desenfado y la


actitud osada de ambas chicas que había llamado la atención de la
mayoría de los presentes, por la sensualidad y provocación que ambas se
prodigaban.

-se acabo – dijo Alesia – yo no me voy a quedar mirando, vine a disfrutar y


eso hare, me acompañas Claudine.

-claro, ya estabas demorando mucho – dijo risueña esta – no vamos a


dejarle toda la diversión a esas dos.
-vamos Anabelle - dijo kat – la noche está hecha para nosotras

-vamos – dijo Anabelle – (quien sólo quería ponerle las manos encima a
Raniel, por hacerla sufrir como lo estaba haciendo, se estaba muriendo de
celos, primero la camarera, luego la odiosa de Misha y ahora ese baile con
su hermana, ya había agotado su paciencia y todo tenía un límite)

Así el grupo se reunión con las dos chicas y ambas se colocaron aún
costado de las más jóvenes, Raniel sintió una mirada clavada en ella y
levanto la vista y se topo con esos azules que parecían asesinarle, (creo
que esta es la tercera y a juzgar por su mirada no va a terminar bien para
mí) se dijo para sí.

Entonces las luces enfocaron a Raniel y Francis y el Dj les anunció que ellas
eran las ganadoras como la pareja más hot y sensual de la noche, y que
tenía bar abierto en la barra para ellas, esto puso muy feliz a Francis no
por el premio sino por haber conseguido su objetivo de llamar la atención.

-vaya chicas hot – se burlo Alesia – las felicito.

-gracias primita- respondió Francis.

La noche continuaba su curso y parecía ir todo más relajado, cada cual


estaba disfrutando del baile, hasta que a una señal de Alesia, está tomo de
la cintura a su prima Francis y Kat se intercambio con Claudine, dejando
solas a Raniel y Anabelle, quienes se quedaron sorprendidas y estáticas en
medio de la pista, fue ahí que Raniel reacciono.

-te ánimas – dijo ella.

-porque no – sonrío Anabelle y miro de reojo a su prima quién le guiñaba


un ojo.

Raniel se aproximo un poco a la joven y pregunto.

-estás molesta conmigo - inquirió ella.

-un poco – dijo Anabelle.

- ya veo

-¿tenías que bailar de ese modo? –pregunto Anabelle.


- con que era eso – dijo Raniel – la verdad no era con ella, con quién yo
quería bailar así.

-entonces porque no lo impediste- esgrimió Anabelle.

- ya te dije que no era con tu hermana con quién yo quería estar, sino
contigo – replico Raniel un poco exasperada.

Anabelle se quedo mirándola fijo y se acerco a ella tanto que rozaba su


rostro con el de ella.

-entonces demuéstramelo – exigió Anabelle.

- eso es lo que voy hacer - dijo Raniel- la tomo del brazo y la hizo girar
quedando de tras de ella, pego su cuerpo con el de Anabelle y su boca
comenzó a subir lentamente por su cuello, respirando lentamente su olor
mientras suavemente movían sus cuerpo en una absoluta sincronía.

Anabelle, estaba jadeando por la cercanía de la joven, su cuerpo ardía,


Raniel tenía el poder de enloquecerla sin siquiera tocarla, eran solo suaves
roces que la tenían al borde de la locura, se acoplaban tan bien al son de
la música y de un momento a otro se vio frente al rostro de su amada ,
coloco sus manos alrededor de su cuello, mientras Raniel la tomaba de la
cintura atrayéndola más hacia sí, hasta que sus labios se unieron en un
beso que añoraban desde hace tiempo.

-¿qué? – Fue la exclamación de Francis- a lo que Alesia le hizo señas con


un dedo en la boca que guardara silencio

- ya era hora – expreso Claudine.

-¿cómo? – decía aún más incrédula Francis.

- esas dos se gustaron desde que se conocieron y la verdad ya estaban


demorando mucho – explico una calmada Claudine.

-estás diciendo que ellas ya tenían una relación – exclamo Francis


asombrada – pero Anabelle está comprometida.

-cielos hermanita, tú no entiendes nada – murmuro Claudine – dije muy


claro que ellas dos se sintieron atraídas desde el principio y eso se notaba
mi querida, hasta un ciego lo podía ver, pero no habían hecho nada hasta
hoy y referente al compromiso, eso es algo que sólo Anabelle debe
resolver.

-vaya, al parecer todos estaban al tanto – suspiro Francis- en todos los


casos hacen una linda pareja, nunca imagine a mi hermana mayor con una
mujer (dijo esto mientras las observaba y veía lo complementadas que
ambas estaban)

- yo tampoco – comento Claudine – pero el amor se te presenta y contra


eso nadie puede luchar. Papá tenía razón.

-así es – dijo Alesia – el amor es un sentimiento muy fuerte, contra el cual


no podemos luchar por más que lo intentemos, se puede decir queridas
mías, que el amor y el destino junto a esas dos.

-hasta que un Calguiere al fin atrapo a Raniel – dijo burlesca Claudine y


todas rieron.

Mientras tanto, la pareja de enamoradas estaba ajena a la conversación


de las demás. Estaban inmersas en las caricias que ambas se prodigaban,
disfrutando intensamente del momento.

Raniel tenía asida con una mano la cintura de Anabelle, mientas que la
otra recorría lentamente su espalda, acariciando toda su piel, ya que
sentía el calor que de ella emanaba bajo esa delgada prenda que las
separaba de un contacto más profundo. Ésta por su parte, acariciaba su
nuca enredando sus manos en su larga cabellera y presionándola más
contra sí, para que no terminase nunca ese beso.

Sus bocas se devoraban entre sí, sus lenguas exploraban cada sitio,
bebiendo una de la otra como si hubiesen sido sometidas a una gran
agonía, sus cuerpos ardían en deseo con cada movimiento, necesitaban
explorarse más y más, alcanzar el máximo placer que se pueden dar los
amantes, pero no era el lugar para ello. De a poco sus labios se separaron
y se juntaron sus frentes y una agitada Anabelle, acaricio con su mano el
rostro de la joven.

-Raniel – dijo susurrando– ya no puedo más, quiero hacer el amor contigo.


-lo sé, pero este no es el lugar apropiado cariño – dijo Raniel maravillada
de todo lo que experimentaba con Anabelle , pero también estaba
inquieta, ya que nunca antes había intimado con alguien.

-sucede algo – pregunto Anabelle , al apreciar cómo la joven se tensaba


por algo.

-veras –le dijo al oído- sólo cuida de mí, esta será mi primera vez.

Anabelle la miro con ternura y se sentía complacida de ser ella, quién


fuese la que le haga mujer, su mujer.

-todo estará bien mi vida, te lo aseguro – dijo Anabelle besando sus labios.

-¡ey! Ustedes dos tortolitas, dejen de contar dinero entre los pobres – se
mofo Alesia.

Las chicas reaccionaron y se fijaron en las demás como se reían a expensas


de ellas.

-en hora buena – dijo kat .

-felicidades – manifestó Claudine a su hermana abrazándola fuertemente.

-oye tú, Casanova – dijo Francis – cuida bien de mi hermana, sino te las
veras conmigo.

-por supuesto que lo hare, pierde cuidado – dijo sonriente Raniel y


admirada de que las hermanas le aceptasen.

-esto merece un brindis, volvamos a nuestra mesa – dijo kat, que estaba
visiblemente feliz de haber contribuido en algo a juntar a esas dos.

Mientras caminaban hacia el segundo nivel, Alesia se acerca por detrás y


abraza a Raniel para susurrarle al oído:

-te dije que jugar con fuego haría que te quemaras – bromeo ésta.

Anabelle que escucho lo que su prima le dijo, se anticipo a Raniel.

-soy feliz de ser la presa de Raniel – dijo sonriente y abrazo a su amada- no


me dejaría atrapar por nadie más.
Raniel la miro feliz y le saco la lengua a Alesia, provocando la risa de
Anabelle e incredulidad de Alesia.

-mira cómo eres niña mala – bromeo Alesia.

-déjalas ya – le reprocho Kat.

Reunidas en la mesa, la joven anotaba sus pedidos…

-bien, ya estamos casi todas lista a excepción de …. – expreso Alesia con


una mueca en dirección de Raniel.

Entonces Anabelle, tomo de la mano a Raniel y le miro fijamente.

-amor, acompáñanos esta vez – le súplico- Yo te recomendare algo suave


para ti, además quiero brindar contigo.

-está bien – dijo Raniel pausadamente- que me sugieres.

-por favor tráigale un caipiriña a la señorita – solicito Anabelle.

-wow – dijo admirada Francis- de verdad que el amor cambia, jajajaja

Todas las presentes rieron ante el comentario de Francis, pero Anabelle


tomo el mentón de Raniel y deposito un suave beso en sus labios, lo que
hizo feliz a la muchacha y al resto en la mesa.

Notas finales del capítulo:

A los minutos después, le llegaba a su mesa la bandeja con las bebidas.

-Entonces – dijo Alesia, alzando su copa – propongo un brindis por esta


pareja, Anabelle y Raniel , que el amor que se despertó en ustedes les
acompañe y ayude a superar todo obstáculo y vaya in crescendo, salud.

-salud – dijeron todas.

Todas chocaron sus copas con la de la pareja y las felicitaron cada cual,
hicieron bromas a Raniel, ya que había dejado de lado la soltería y se unía
al club de las que no pueden ver para el lado.

-ahora si te compadezco- dijo Francis – los Calguiere son muy territoriales,


en especial Anabelle, guiñándole un ojo a su hermana.
-jajaja – rio Raniel- eso no me preocupa, porque sé que estoy en buenas
manos, ella cuidara de mí como yo de ella. Anabelle estaba complacida
con las palabras de su amor y no cabía en sí de felicidad, menos esperaba
que fuese tan tierna y madura para su edad, definitivamente era ella con
quién quería pasar el resto de su vida.

Las chicas siguieron compartiendo una buen rato , hasta que Kat, se las
llevo a para no interrumpir a las enamoradas que no dejaban de besarse.

La pista estaba que ardía con todos esos cuerpos pegados al ritmo de “mr
simple” de Super Junior, ya que el pop coreano es lo que estaba de moda
en gran parte de los continentes…

-vaya sin duda, esta noche no la olvido- dijo Francis coqueteando un poco
con Kat.

-deja eso traviesa – dijo Kat- o no respondo

- no le hagas caso Kat – dijo Claudine riendo.

-no te preocupes es una niña apenas y las bebés no saben mucho – dijo
burlesca Kat, así que hermanitas Calguiere ustedes están para aprender de
nosotras.

-¡qué!, niñas – bramo Francis – que no te oiga Raniel, sino fuera que está
embobada con mi hermana, te mostraríamos que tan niñas somos.

-jajaja, ustedes tienen mucho que aprender – provoco Alesia, que seguía
la conversación con mucha curiosidad – así que no lo intentes, estás son
ligas mayores.

Y en esos momentos se unen Raniel y Anabelle, quienes acaban de oír lo


que dijo Alesia.

-¡así que ligas mayores! – Dijo burlesca Raniel y beso a Anabelle –


permíteme amor, hay algo que deseo enseñarle a tu primita. Anabelle
sonrió y sabía que Alesia había ido muy lejos al provocar a su hermana y
con Raniel de su lado, iban a provocar algo más que una lección.
Entonces comenzaba a sonar “Bonamana” del mismo grupo y Raniel toma
A Francis de la cintura y mira desafiante a Alesia.

-vamos hermosa, mostrémosle algo a esta señorita.

-te arrepentirás de tus palabras.

-lista- dijo Raniel-

-toda tuya, vamos a pulverizarles los sentidos.

Las demás hicieron un círculo en torno a las chicas para ver el espectáculo
que se iniciaba con dos chicas hermosas, muy sexy , que pegaban sus
cuerpos hasta el punto de rozar sus cuerpos , Francis coloca las manos
alrededor del cuello de Raniel y esta toma sus caderas, y ambas sonríen
perversamente dejando toda su sensualidad en el baile.

Las demás estaban mirando sin reaccionar todavía, excepto Claudine, que
aunque era mayor un año que Francis, estaba disfrutando del espectáculo.
Muchos más también se estaban acercando a ver la joven y sensual pareja
desplegar todo su encanto y femineidad en la pista de baile.

En eso, las chicas con mucha complicidad entre ambas dan la vuelta,
quedando Francis de espaldas a Raniel, ésta abraza a la muchacha y apoya
su mentón en el hombro de Francis y ella coloca una de sus manos en la
cabeza de Raniel y la otra en una de las piernas de la joven y comienzan a
descender lentamente y sensualmente al ritmo de la música, sacando
silbidos del grupo de observadores que comienzan a vitorearlas. Y para
subir más el tono Francis voltea su rostro hacia Raniel quedando a escasos
centímetros de la joven y comienzan a subir con una compenetración
como si fuesen dos amantes… y sus movimientos son cada vez más
sensuales. Y las luces volvieron a enfocarlas para llamar aún más la
atención de los espectadores que entre chiflidos y vítores, clamaban por
más…

Alesia, Anabelle y Kat estaban atónitas, de verdad esas dos les estaban
dando una lección que en sus vidas olvidarían, Claudine reía al ver a su
hermana y las otras que quedaron en shock ante el atrevimiento de las
niñas como ellas les llamaron.
-acuérdame nunca más desafiar a esas dos- dijo Alesia.

-vaya que te lo recordare, pues no pienso dejar que ella vuelva a bailar así
con nadie más que no sea yo – dijo Anabelle

-quién lo diría, estas niñas – recalco kat – simplemente infartan a


cualquiera.

- ni que lo digas – señalo Anabelle- tendré que custodiarla cuando salga de


ahora en adelante.

-definitivamente estas chicas latinas tiene la pasión en la sangre – suspiro


resignada Alesia.

Después que finalizo la canción, las chicas cesaron de bailar y todos


aplaudieron, ambas chicas se miraron y sonrieron, estaban cansadas,
pero se divirtieron y voltearon a ver a las demás. Anabelle llamaba con un
dedo a Raniel para que fuese a su lado.

-vamos – dijo Raniel y juntas se acercaron a dónde estaban las demás.

-quién ríe ahora prima – dijo burlonamente Francis.

-nada mal –acepto Alesia- lo tomare en cuenta para mis próximas salidas,
eres una excelente bailarina.

Anabelle, abrazo a Raniel y busco su boca demarcando inconscientemente


su territorio ante los espectadores que veían a su pareja con ojos
maliciosos.

-chicas, ustedes realmente son atrevidas – reía Kat – pero reconocemos


que no son unas niñas, son muy buenas y estupendas bailarinas ambas,
hacen palidecer hasta un profesional.

-gracias por tu cumplido Kat – dijo Raniel .

-ustedes las mujeres latinas, tienen el ritmo y la sensualidad en la sangre y


eso se noto en tus movimientos, llevaste muy bien a Francis, de verdad
estaban muy compenetradas. Deberían bailar juntas en un concurso
apuesto que lo ganarían.
-jajaja- rieron las dos aludidas.

- gracias por tus palabras, pero para la única persona que voy a bailar así
de ahora en adelante es para Anabelle.

- tampoco yo te dejaría hacerlo con nadie más – reprocho Anabelle.

-te dije que es muy territorial- se burlo Francis.

- así y todo me encanta tal cuál es- dijo Raniel – me gusta su posesividad,
eso me indica que le importo.

-claro que me importas – señalo esta, besando a su pareja – ven. Te quiero


ahora sólo para mí. Si nos disculpan y se la llevo a la pista.

-tendrás que hacer merito –manifestó Anabelle – sabes acaso lo que me


costó verte bailar así y contenerme para no ir y arrancarte de los brazos de
Francis.

- jajaja- río Raniel – no te cría celosa mi preciosa.

-tú eres la responsable – le decía, mientras le provocaba con sus


movimientos- de que tenga estos sentimientos, ahora demuéstrame que
sólo eres para mí.

-cielos, me vas a matar – dijo resignada Raniel – tengo unas ganas de


perderme en ti, la tomo fuertemente contra ella y la beso, aliviando ese
ardor de su ser y aplacando la necesidad que también tenía su pareja.

Pasaron unos dos temas más, cuando una voz la interrumpió…

-debemos irnos ya – dijo seria Alesia y se acerco al oído de Anabelle –


Misha está aquí.

Anabelle frunció el ceño y asintió al instante, tomo de la mano a Raniel y


fueron en busca de sus cosas y salieron de la discoteca sin decir una
palabra y sin ver a Misha. Todas comprendían el riesgo que corría Raniel,
si permanecían ahí más tiempo, y las hermanas no estaban dispuestas a
arruinarles la noche a la pareja.
Más tarde el coche se detenía frente a un condominio de lujosos
apartamentos, Alesia bajo y abrió la puerta y entrego unas llaves a
Anabelle.

-¿qué es esto?- dijo ella.

-son las llaves de mi apartamento.

-eso lo sé – dijo la muchacha.

-no pretenderás que vayamos con ustedes ¿o sí?- dijo burlonamente


Alesia- ya vayan, que nosotras iremos a otro lugar, disfruten el momento
que la noche es joven aún.

Anabelle, comprendió que su prima había planeado todo para que


estuvieran solas y que había cumplido su palabra de ayudarles a estar
juntas.

-gracias, te debo una- dijo Anabelle.

-ni que lo digas- la abrazo – sabes que te quiero y que haría cualquier cosa
por ti.

Las chicas se despidieron de las demás y tomadas de la mano se fueron


rumbo al departamento.

Una vez dentro Anabelle, se despojo de su ruana y le quito la chaqueta a


su amada.

-deseas que te prepare algo para beber o deseas comer algo – pregunto
Anabelle.

-umm, la verdad tengo un apetito que dudo que puedas saciar tan
fácilmente – dijo provocativamente Raniel.

-¿así? – Quién entendió la indirecta enseguida – prepárate, que me voy a


cobrar cada una de tus deudas de esta noche- y tomo la mano de Raniel y
la condujo al dormitorio- vas a rogar que te haga mía, créeme- dijo
seductoramente.

-suena interesante – alcanzo a decir Raniel.


Anabelle se acerco lentamente a ella y busco sus labios y cuándo Raniel
creía que la besaría, ésta procedió a quitarle lentamente la blusa de esta y
busco otra vez sus labios y respiro hondamente sobre ellos, con sus manos
recorrió lentamente su abdomen haciendo círculos en el, besando sus
hombros, lamiendo su cuello lentamente, saboreando la piel de su
amante.

(de fondo se escuchaba “turning tables” de Adele)

-he soñado contigo desde que te vi en el salón, no has dejado de


torturarme una y otra vez, cada noche despertaba sudando, te apoderaste
de mi mente y corazón y ahora vida mía vas a pagarme cada una de esas
noches en las que te anhelaba con toda mi alma- dijo Anabelle con una
voz ronca por el deseo que llevaba aplacando toda la noche.

Raniel , sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo y trago en seco, pues


sabía que Anabelle la haría padecer hasta lo infinito por sus caricias y la
amenaza que le profirió minutos antes, se estaba volviendo realidad, pues
la joven añoraba sus besos, quería perderse y fundirse con sus labios para
beber de ella, como si la vida pendiera de ello. Estaba experimentando por
primera vez el amor y hoy, se entregaría a la persona que había
despertado ese sentimiento tan intenso, no sólo le regalaría su inocencia ,
sino todo su alma y ser, pues el amor es una entrega sublime, que exige el
total abandono y complacencia para con el ser amado.

Anabelle, apego su cuerpo más a ella, sus manos recorrieron lentamente


la espalda de Raniel, con caricias le despojo de su brasier , cayendo lejos
de ahí, ésta contemplo extasiada los senos bien formados de la joven y
con sus labios comenzó a acariciarlos, beso y mordió esos botones rosa,
hasta dejarlos totalmente erectos y dóciles a sus caricias, así permaneció
por unos minutos hasta que oyó el gemido de su amada y comenzó a
subir lamiendo todo a su paso, saboreando esa piel que de ella emanaba
un olor a rosas y la enloquecía hasta el punto de querer poseerla de golpe,
pero contenía sus deseos pues quería verla padecer, que le rogase que la
hiciera su mujer.
Ella tenía el control y lo disfrutaba al máximo, una vez que estuvo frente a
sus ojos pudo ver como esos ojos esmeraldas estaban totalmente
oscurecidos por el deseo y que su respiración era agitada, no ofrecía lucha
alguna estaba rendida a sus caricias y esto provoco el regocijo de
Anabelle. Su mano acaricio su rostro, hasta llegar a sus labios y delineo
todo su contorno y veía el tormento por el que estaba atravesando su
amada y acerco su boca hasta la de ella, pero no la beso, sino que rozo
nada más esos hermosos labios.

Con un acto muy sutil, la deposito en la cama y mientras caían ambas,


sonría al ver a Raniel tan frágil y hermosa, tantas noches anhelantes que
hoy se saciaría hasta el cansancio. La despejo de su prendedor que
sostenía su cabello y se sentó ahorcajadas sobre la muchacha y recorrió
con su lengua desde su cuello hasta su ombligo, la muchacha se arqueaba
del placer que Anabelle le prodigaba y no sabía cuánto más podía resistir
sin rogarle, estaba perdida en el mar de caricias y sensaciones que estaba
viviendo, no podía pensar con claridad, de hecho lo único era que
necesitaba que Anabelle calmara ese fuego que la devoraba.

Entonces Anabelle, volvió a sentarse sobre la muchacha y recorrió todo su


cuerpo lenta y deliberadamente, los gemidos de la joven aumentaban su
libido y fue en busca de los labios de la joven y esta vez los tomo con
pasión, su lengua se entrelazo con la de Raniel en un juego de seducción y
exploración, como si nunca se hubiesen besado y el deseo comenzó arder
aún más en Ella y como pudo llego hasta el oído de Raniel y le suplico:

-tócame – con una voz enronquecida por el deseo.

La joven obedeció en el acto, pues quería tener contacto con esa piel,
desabotono la blusa y una vez que la quito, deposito en toda su piel
pequeños besos y mordisqueo sus hombros, y Anabelle volvió a reclamar
su boca, mientras que sus manos se entretenían atormentando los senos
de la Raniel, pero se las arreglo para quitarle el brasier a Anabellle y
cuándo se disponía a acariciarlos, ésta le sujeto las manos.

-aún no- murmuro ella.


La joven se sentía desarmada, no le gustaba estar así a merced de alguien
que la estaba haciendo sufrir con sus caricias y no poder dar el mismo
placer que el otorgaban a ella. Anabelle, podía ver a través de sus ojos, era
un libro abierto para ella, así que se acerco y le beso con ternura, se dirigió
a su cuello y lo atormento hasta que así lo quiso y le susurro:

-ahora mi vida desvísteme – dijo Anabelle.

Raniel , suspiro y se inclino para despojarla de sus prendas, lo hizo con


mucho cuidado y mientras lo hacía con unos de sus dedos acariciaba la
piel de la muchacha, arrancando suspiro de la joven, le quito todo
excepto de su ropa interior a petición de Anabelle y ésta la reclamo
enseguida depositándola una vez más sobre la cama. Entonces el juego
comenzó realmente para Anabelle, Reclamos los labios de su amor, los
mordisqueo una y otra vez, luego bajo despacio por su cuello lamiendo
cada sitio, hasta llegar a sus senos dónde se entretuvo un tiempo hasta
dejar totalmente gimiendo a Raniel y continuo su escarnio bajando por su
abdomen y alzo la vista para ver el rostro de ésta que no podía ser más
suplicante, pero aún no pronunciaba aquellas palabras que tanto ansiaba
escuchar. Con manos diestras la despojo la única tela que la separaba del
centro de la femineidad de Raniel y rozo con sus labios el contorno de los
muslos de la joven, y abrió aún más sus piernas y comenzó a atormentar a
la joven con sus caricias, se sentía cálido y húmedo, era agradable sentir
retorcerse de placer a su amada, y entonces su lengua aprisiono el clítoris
de la muchacha y jugueteo con él, mientras que Raniel, ya no pudo
contenerse más y le súplico.

_Anabelle, por favor…

Por el contrario, siguió estimulando su clítoris hasta que estaba hinchado,


y de a poco introdujo sus dedos dentro de la muchacha, lo que hizo
tensarse de golpe a Raniel y Anabelle subió hasta ella, sin sacar sus dedos
de ella; para reclamar sus boca y así calmar a la joven y una vez que
consiguió su objetivo volvió a su labor, lentamente sus dedos fueron
palpando el ser de la joven hasta ubicar el punto G de Raniel.

-Anabelle, por favor ya no puedo más… - gemía la joven.


La muchacha, alzo la vista y le sonrió maliciosamente y volvió a
concentrase en su clítoris y sus dedos estimularon esa zona, hasta que
pudo percibir que muy pronto alcanzaría su objetivo, ceso su labor y miro
a Raniel.

La muchacha, sintió morir, ya sin fuerzas, le rogo…

-por favor Anabelle, hazme tuya…hazme tu mujer – imploro Raniel.

La satisfacción era total en Anabelle y sin perder más tiempo fue en busca
de su trofeo…estimulo intensamente la zona más intima de una mujer,
hasta que Raniel tenso su cuerpo, alcanzando su primer orgasmo, sus
fluidos se derramaban sobre la mano de Anabelle y ella saco lentamente
sacos sus dedos de la joven, beso cada parte de ella, hasta llegar a los
labios de Raniel, reclamándolos y devorándolos, una vez que se separo de
ellos, le susurro.

-ahora me perteneces, eres complemente mía y de nadie más- dijo


posesivamente Anabelle.- y tomare posesión de lo mío cada vez que
quiera, me has oído.

Raniel , estaba exhausta y sólo la contemplo, pero este juego de seducción


estaba lejos de terminar, puesto que Anabelle no tenía intenciones de
dejarla descansar, además que ahora era su turno de entregarse en
cuerpo y alma a Raniel.

Jalo de ella y la sentó sobre sí, haciendo que sus piernas cruzaran por su
cintura, acaricio su rostro y reclamo sus labios intensamente, sin darle
respiro alguno, sus manos acariciaban su nuca, jugueteando con su
cabello. Raniel aún con algo de letargo correspondió al beso de su amada
y sus manos se movieron por la espalda de la joven demarcando con sus
uñas senderos de placer, acariciando y buscando esas zonas erógenas de
Anabelle. Nada más podía ser tan placentero como hacer el amor con ella,
no tenía experiencia alguna, pero era una buena aprendiz, así que se dejo
llevar por su instinto y se dispuso a buscar la forma de darle el mayor
placer posible a su amante.

Se separo de los labios de Anabelle , sujeto las manos de ésta , para tener
control antes que ella pudiese oponerse a los planes que tenía en mente,
estaba determinada a hacerle sentir la mejor de las experiencias, pues era
consciente de que Anabelle, no era ninguna novata en cuestiones de sexo
y que aunque no quisiera reconocerlo sentía celos de Robert por que éste
había ya disfrutado de las caricias de la joven muchacha.

Busco el cuello de la joven lo beso y se entretuvo con el lóbulo de su oreja


mordiéndole y jugueteo con su lengua, en ese sector y comprobó los
escalofríos que la joven sentía, pues había dado con una de sus zonas
erógenas y no pensaba renunciar a ella tan fácilmente. Sus manos fueron
dibujando un camino de fuego por su torso hasta alcanzar los senos de
Anabelle y la joven se estremeció con sólo sentir el contacto de los dedos
de Raniel, era su turno de padecer.

Anabelle, estaba al borde de la locura con tan solo unas pequeñas caricias,
pero eso no era tan así, ya que haberle hecho el amor a Raniel, había
conseguido excitarla a niveles inimaginables, nunca pensó que se podía
disfrutar de esa manera con una mujer y mucho menos que ella llegara a
amar así, deseaba entregarse por completa, darle todo su ser a Raniel, sus
caricias, su pasión, quería hacer eso y mucho más con ella. La joven
despertó el verdadero amor, celos y la necesidad de querer cuidar de ella,
realmente buscaría la forma y agotaría todos los medios para que Raniel
permaneciera con ella e hicieran una vida junta en pareja.

Estaba tan sumergida en sus pensamientos que no sintió que Raniel había
llegado con su lengua hasta el borde de sus pezones y ahí tomó conciencia
de que el juego de la seducción comenzaba para ella y que sería
completamente suya…Raniel tomo con sus labios el pezón de anabelle y
succiono de él, tirando suavemente hasta que la joven emitió un agudo
gemido de placer y sin más paso a reclamar el otro pezón para
proporcionales el mismo tormento que a su gemelo. Sus manos bajaron
por el abdomen de la Anabelle hasta situarse en su prenda interior y
palpar cada centímetro de su ser, con suaves y lentos movimientos
circulares. Raniel busco los labios de Anabelle y la beso con tanta pasión
que despertó aún más el deseo de la otra muchacha.

-amor déjame sentir tu piel con la mía- le suplico Anabelle.


Raniel, le miro y lentamente inclino su cuerpo hasta dejar recostada
Anabelle y procedió a quitarle el último obstáculo que se interponía entre
las dos, extendió su cuerpo sobre la joven y reclamo su boca devorándola
con sus besos, mientras que su mano jugaba con el pubis de Anabelle,
acariciando las paredes de sus muslos, movimientos circulares y llegaron
hasta el clítoris de la joven y comenzaron a masajear sutilmente ese rincón
intimo de su amante. Luego descendió nuevamente hasta sus pezones y
beso y mordisqueo cada uno de ellos, mientras su mano aumentaba la
presión entre la parte interior de la joven, quién ardía de deseo y se
arqueaba su espalda con cada caricia, quería más, sentirla dentro suyo,
deseaba que acabase con ese tormento, estaba delirando entre tanta
pasión.

-Raniel, no sigas torturándome- murmuraba Anabelle jadeando de deseo.

La joven obvio los ruegos y beso cada parte de ella, su abdomen, sus
piernas, y subió lentamente hasta llegar a sus caderas y ahí se deleito con
lo que sus ojos contemplaban, que sensación más embriagante era sentir
y oler la esencia de su amada y su lengua fue en busca de su clítoris y
comenzó a jugar con él deliberadamente, mientras que sus dedos
iniciaban el camino de exploración hacia el interior de Anabelle,
penetraban y salía una y otra vez de la chica, que sentía morir con el juego
al que la estaban sometiendo…

-Raniel… no lo puedo soportar más…. Hazme ya tu mujer- exigió casi


ahogada Anabelle.

La muchacha, besaba cada rincón del cuerpo de anabelle hasta llegar a


sus labios, le beso sutilmente y le susurro al oído:

-tranquila…espera un poco más – dijo ésta.

Pero Anabelle, no podía esperar más y cruzo sus piernas por sobre las
caderas de Raniel y presiono para que esta se recostara sobre ella,
obligándola a poner fin a su tormento. Una vez conseguido esto, acaricio
la espalda de Raniel, enterrando sus uñas en la piel demandando mayor
placer de la joven. La joven sintió clavarse en su espaldas esas uñas de su
amante y sabía que no podía prolongar más la agonía, así que con su
mano aún en la parte baja de la joven intensifico las caricias y sus labios
atormentaron más y más los pezones hasta obtener quejidos de placer
cada vez más roncos… y cuando su clítoris ya no podía soportar más el
escarnio que estaba siendo sometido, Raniel con su mano abrió más los
labios de la vagina de anabelle y puso la suya en su lugar y con
movimientos circulares comenzó a embestirla lentamente, hasta que los
movimientos se intensificaron a tal punto que Anabelle presiono más con
sus piernas a la joven.

Anabelle, estaba en el punto álgido del placer y que pronto se vendría,


pero no era solo ella, sino que Raniel también estaba excitada al extremo
de no poder más y el deseo de su amada había conseguido despertarla
una vez más, reclamándole más y más placer y estaba dispuesta a dárselo
y satisfacerla en su totalidad. Sus movimientos aumentaron
frenéticamente sus embestidas, hasta que Anabelle tenso su cuerpo
alcanzando el clímax y se desbordo en su orgasmo, clavando fuertemente
sus uñas en Raniel, ésta prosiguió con sus caricias hasta que ella a los
pocos segundos también alcanzo un nuevo orgasmo.

-Te amo Raniel – pronuncio Anabelle- soy ahora tu mujer y me siento feliz
de serlo.

Ambas chicas, estaban agotadas, pero felices por haberse amado con tal
pasión y entrega…

Raniel sonrió y dejo caer lentamente su cuerpo sobre Anabelle, quién la


abrazo y la recibió en su regazo para que su amante descansará, pues
comprendía que era nuevo para ella, pero estaba gratamente sorprendida
de los dotes que ella poseía sin haber tenido experiencia alguna. Pero lo
que más la hacía feliz que estaba junto a la persona que amaba y ésta
ahora era totalmente suya, le pertenecía…Anabelle, estuvo
completamente consciente desde la llegada de la muchacha a su hogar, le
llovían admiradores y pudo comprobarlo esta noche como no dejaban de
codiciarla…

-en fín – murmuro ella- lo que cuentas es que estás conmigo y te hare la
mujer más feliz que pisa esta tierra.
Raniel, sin fuerzas ya y que no podía mantener sus ojos abiertos, acaricio
con su mano el rostro de Anabelle y susurro.

-he esperado toda mi vida por ti… yo…te amo – y cerro sus ojos feliz y cayó
en un sueño profundo.

Annabelle sintió acelerarse aún más el corazón ante las palabras de la


joven, ella correspondía plenamente a sus sentimientos…

-no te dejaré ir de mi lado – dijo Anabelle – no puedo permitirlo, eres


todo para mí. Y también se acomodo, abrazando a Raniel y se dispuso a
dormir un poco, ya que en unas horas debía hacer una llamada
importante.

Horas más tarde… casi a medio día…

-por favor avísale a mi madre que estaré lejos de casa por una semana –
expreso Anabelle – y deseo pedirte que tú te hagas cargo de los negocios
en mi ausencia.

-está bien – respondió Alesia- las tortolitas quieren su luna de miel.

Todas rieron en la sala del living por el comentario pícaro de Alesia.

-ahora- se dirigió a sus hermanas – necesito pedirles a ustedes que hablen


con el encargado de intercambio estudiantil, la posibilidad de acceder a
una beca para Arquitectura.

-vaya hermanita – dijo Francis – la cosa va en serio.

- por supuesto que hablo muy en serio – dijo resueltamente Anabelle.

-pero – dijo Francis ….

-sé lo que estás pensando – respondió Anabelle – Robert, cuándo él llegue


hablaremos y daré por terminado mi compromiso, no será fácil, pero no
voy a seguir con una mentira y aunque él será el más perjudicado, yo no
puedo seguir a su lado. Entiendan yo la amo y es con ella que deseo pasar
el resto de mi vida, no sé cómo explicarlo bien, pero siento que he
esperado por ella casi una eternidad.
- no tienes que explicarnos nada Anabelle – dijo Claudine – nosotras
entendemos y comprendemos que es Raniel tu felicidad, que por cierto,
ha hecho que tú seas más feliz de lo que eras habitualmente con Robert.

-apoyo esa moción – acoto Alesia – has cambiado, pero es para mejor,
quién iba a decirme que aquella jovencita que conocí en Chile, sería el
amor de tu vida ,mira que la vida te da sorpresas y hablando de eso,
cuando regreses hay algo que debo mostrarte y es importante, tiene
relación con la antigua Duquesa Anabelle.

-baja la voz – solicito Anabelle – no deseo que se entere aún de quién soy.

-¿cómo? – Pregunto Francis – no sabe que tú eres Duquesa.

- no – respondió Anabelle.

-vaya, eso no será nada bueno hermanita – sentencio Claudine - por qué
no les has dicho todavía, podría perjudicarte más adelante si dejas pasar el
tiempo.

- lo sé, por una razón en especial, quería conocerla sin el peso del título
de Duquesa, que no estuviera obligada a compartir con nuestra familia
sintiéndose incómoda, quería que conociese a una familia normal, eso era
todo. Ahora bien, estoy consciente de que debo buscar el modo de
explicarle y créanme que tengo cierto temor que me rechace por ser
quién soy.

-sí te ama como creo, no te rechazara, le costará asumirlo, pero aceptara


quién eres – dijo Kat.

- lo mismo pienso – argumento Alesia – ella es una muchacha simple y


muy inteligente, solo debes buscar el modo de decirle y es aconsejable
que no dejes pasar más tiempo.

- lo haré – dijo Anabelle – estoy decidida a luchar por su amor.

-bueno, entonces nosotras nos retiramos – expuso Alesia.

_despreocúpate – Señalo Claudine – nosotras nos encargaremos de ver el


modo que Raniel sea aceptada como alumna de intercambio.
-todo por nuestra cuñadita y por que seas feliz Anabelle- dijo sonriente
Francis.

-gracias chicas, no saben lo importante que es para mí- dijo ella.

- lo sabemos o al menos ya nos dimos cuenta- dijo Francis.

Todas las presentes rieron y se despidieron de Anabelle…

Mientras en el dormitorio, Raniel descansaba después de una larga y


extenuante noche, unos brazos la envolvieron y comenzaron a acariciar su
piel, llenándola de besos.

-te amo, no te dejare partir- estas fueron las últimas palabras que se
escucharon antes que sus manos buscasen el cuerpo de su amante, para
reclamarle que calmase su deseo que surgía otra vez.

-cielos que bien he dormido – dijo Raniel, estirando su cuerpo a lo largo de


esa amplia cama y de repente clavo sus ojos en el reloj de mesita que
estaba en el velador y abrió tremendos ojos.

-rayos son las nueve de la noche – se quejo – eso me pasa por dejarte que
me hagas el amor tantas veces.

La muchacha tomo una bata que estaba extendida a los pies de la cama y
se fue directo a la ducha, necesitaba refrescarse un poco y aclarar su
mente, así dejo que el agua resbalara por su cuerpo y froto su cuerpo en
jabón, mientras sonreía al recordar cómo la habían despertado dos veces
para reclamarle más placer hasta agotarla al punto de dejarla durmiendo
cada vez que conseguía su objetivo.

-cielos en verdad estoy en las ligas menores con respecto a ella -pensó y
de repente enmudeció- pero ella está comprometida, acaso seré un
juguete nada más.

Seco su cuerpo y lo envolvió en la bata nuevamente, su semblante había


cambiado, esa duda le atravesó su corazón e hizo dudar de la felicidad que
había disfrutado en la noche. Salió de la habitación y fue en su busca, en el
aire olía muy rico, cómo si alguien estuviese cocinando y el aroma la llevo
hasta la cocina y ahí estaba Anabelle preparando una deliciosa cena, no la
sintió llegar y Raniel apoyo su espalda en el marco de la puerta y la
contemplo…le dolía … sólo pensar…no quería ilusionarse, pero no podía
dar marcha a tras, ella se enamoró de la joven que estaba ahí sumergida
en sus labores.

Anaballe ya casi terminaba de preparar todo y muy pronto iría a


despertar a su bella durmiente, cuando de pronto sintió sobre sí una
intensa mirada que le hizo voltear y ahí la vio apoyada en el umbral, un
tanto sombría …no era lo que esperaría ver, de hecho la imaginaba que
estaría radiante y en busca de sus besos… no le gusto, de hecho le asusto
un poco, ya había visto ese semblante antes y no era un buen presagio,
sintió temor de que ella se arrepintiera de lo que habían vivido en la
noche y eso no lo permitiría, así que deposito la bandeja sobre el mesón,
apago el fuego de la estufa y fue a su encuentro.

-buenas noches mi dormilona, cómo te sientes – añadió lo más serena


posible y con un dejo de picardía.

- la verdad muy bien – dijo Raniel un tanto seca.

-Raniel – pregunto Anabelle - ¿qué sucede?, acaso te arrepientes de lo que


vivimos anoche.

- no – respondió ella.

-entonces, qué te sucede, por qué esa cara, hice algo malo.

-no – respondió Raniel – sólo que tú estás c…

-ya veo – dijo Anabelle- amor no te atormentes, ya te dije que no me voy a


separar de ti y si lo que te preocupa es el hecho de que esté
comprometida, eso va a acabar una vez que llegue Robert, no podría
seguir con él, amándote a ti- y la abrazo y busco sus labios para
demostrarle con hechos su amor por ella.

- Anbelle – dijo Raniel – no podría soportar que estuvieses con él. Sé que
he llegado después de él y ustedes tienen un compromiso que les une,
pero ahora es distinto para mí, no quisiera ser un juguete en tu vida o ser
tu amante, perdóname, pero preferiría parar las cosas aquí antes de que
ambas podamos salir lastimadas.
Anabelle no daba crédito a las palabras de Raniel, no podía creerlo, qué
fue entonces lo de anoche, una aventura…no… tenía que calmarse un
poco, podía comprender el temor de Raniel, pero de ahí que ella pensará
que sería una sustituta en su vida, era demasiado, le había dicho bien
claro que la amaba y ella no era mujer para jugar a dos bandos.

Suspiro y se alejo un poco de ella para pensar bien antes de hablar,


porque estaba consciente que a veces resultaba difícil hablar con ella sin
terminar en pelea.

-¿qué te hace pensar que eres un juguete para mí? – pegunto anabelle.

- tú estás comprometida – dijo está un poco insegura.

- y eso te hace creer que yo deba mantener una relación paralela a mi


compromiso- sentencio ésta.

- acaso no es lo que está sucediendo en estos momentos- inquirió la


joven.

- demonios Raniel – dijo exasperada Anabelle – no has oído lo que dije


hace un rato, me cuesta creer que la mujer que amo, dude de mi palabra.
Voy a dejarte las cosas bien claras, te amo casi desde que te conocí y lo
que vivimos anoche ha sido lo más maravilloso que he experimentado en
mi vida, disfrute de cada minuto del placer que me has brindado y no me
arrepiento de nada, tal vez de no haber apresurado antes las cosas
contigo. No voy a continuar con el dichoso compromiso, no después de
haberme entregado a ti, ahora tú eres mi mundo y quiero que te metas
eso bien en la cabeza, no dudes de mi amor por ti, te lo ruego.

Raniel poso sus ojos en los de de Anabelle, quería leer en ellos los
sentimientos verdaderos de su pareja.

-perdóname, no he querido ofenderte, sólo que…

-lo que pasa señorita Larson, es que usted está celosa – manifestó
sonriendo Anabelle, al descubrir que su amor podía ser celosa.

- puede ser- dijo un poco evasiva

-¿puede ser? – inquirió anabelle.


- está bien, lo admito, lo estoy- dijo apenada.

Anabelle, estaba feliz, la tomo por la cintura y busco su boca para


perderse en un apasionado beso, después de unos minutos le susurro.

-ahora mi vida, vas alimentarte, porque tienes que recuperar fuerzas para
una larga noche, dónde te juro que vas a dormir mucho menos- dijo
pícaramente.

Raniel trago en seco, ya que no imaginaba que Anabelle fuese posesiva y


menos insaciable.

-cielo, de verdad no has tenido suficiente- pregunto tímidamente.

-tú piensas que una noche, alivia todos estos días que has estado en mi
casa y dónde no he dejado de desearte y me quedare satisfecha así nada
más.

-sólo preguntaba – dijo Raniel sonrojada.

- Para tú información, nos quedaremos en este apartamento por una


semana, dónde no saldrás ningún día, ya que estarás muy ocupada.

-una semana- dijo atónita Raniel.

- sí, algún problema con ello.

-no, para nada- dijo ésta completamente sonrojada- pero tus negocios.

-Alesia se hará cargo- dijo risueña Anabelle al ver el semblante de su amor


– ven acá.

Raniel fue a su lado y ambas se perdieron en un abrazo, Anabelle tomo el


mentón de su amada y le beso.

-tómalo como una pequeña luna de miel, Raniel, nos merecemos estar
solas nosotras dos, ya te dicho que te quiero sólo para mí, te prometo que
más adelante será más extensa y saldremos a dónde tú quieras.

-sólo quiero estar contigo con eso me basta Anabelle- dijo la joven.

-ahora déjame terminar con esto, tomara sólo cinco minutos nada más…
-no te imaginaba cocinando – dijo admirada Raniel.

-bueno, esa es una de mis cualidades, sorprenderte- bromeo ella – de


verdad me encanta la cocina, disfruto mucho cuando hay tiempo y puedo
ayudar a Odett, lo hago desde niña y ahora será un placer cocinar para ti
todos los días.

Raniel se quedo pensando por unos segundos en las palabras de anabelle


y lo que ello involucraba.

Una vez que termino, acomodo las cosas en la mesa y dispuso de unas
copas y un buen vino para acompañar la cena, luego se dirigió hasta Raniel
y tomo su mano para acomodarla en su lugar.

Raniel tomo asiento y espero que Anabelle hiciese lo mismo, cuando se


dispuso en servir, algo llamo la atención de entre el arreglo de verduras
que había sido diseñado con tal elegancia digna de un chef, había una
diminuta cajita en forma de corazón, le abrió y dentro de ella estaba un
fino anillo de oro con un zafiro azul incrustado, la muchacha palideció por
unos segundos y miro fijamente a los ojos azules.

Antes que pudiese articular palabra alguna…

-Raniel Larson Fuentes, quieres ser mi novia - pregunto de lleno Anabelle.

Raniel quedo totalmente petrificada y sintió todo su cuerpo entumecerse,


ella que no deseaba compromiso, no creía en el amor por razones
personales, estaba en shock y de repente su corazón comenzó a latir
fuertemente y ya no tuvo dudas.

Anabelle, estaba muy inquieta, le miraba y parecía conmocionada por lo


que estaba frente a ella, su silencio le estaba preocupando, rogaba para
que le aceptase, sólo quería formalizar su relación con ella, para que ella
viese que iba muy en serio en su nueva condición de pareja.

-Anabelle – dijo Raniel – yo…yo… acepto ser tu novia.

Anabelle no supo como estaba en brazos de Raniel, perdiéndose en un


beso que lo decía todo…

Después de unos minutos…


-ahora cenemos amor- dijo ella una vez que retorno a su lugar y alzo su
copa- salud por nuestro amor, por nuestra relación…

-salud por nosotras – dijo Raniel.

-por la familia que vendrá y por ver crecer a nuestros hijos – dijo resuelta y
desenfada mente Anabelle.

Raniel casi se ahoga con el vino, recién se acaba de comprometer con ella
y ya quería hijos…eso le hizo sentir un escalofrío por todo el cuerpo.

Anabelle contemplo la cara de su amada, y sonrió para sus adentros, pero


lo que dijo era exactamente lo que deseaba para ellas dos, pero más
adelante.

Cerca de las cuatro de la madruga, dos cuerpos se dejan caer uno al lado
del otro, agotados y extasiados después de arder en el deseo y la pasión…

-amor- dijo Raniel- de verdad no me vas a dar tregua.

- no Raniel, te lo prometí y yo cumplo mi palabra.

-cielos, me faltara descanso para estar en las más optimas condiciones.


Dijo en broma.

-lo siento – dijo Anabelle – pero vas a tener que cumplir conmigo, soy muy
exigente y sonrió coquetamente.

- válgame el cielo – suspiro Raniel.

Tras unos minutos de caricias y paz…

-Anabelle, por qué no tienes tú un anillo – inquirió Raniel.

-por una simple Razón- dijo ella – quiero terminar mi compromiso, para
que pueda usar el anillo de la familia y eso te incluye a ti también, debes
darme tiempo para que acabe con todo ello y una vez que eso suceda,
podremos comprometernos oficialmente ante mi familia como debe ser,
por ahora eres mi novia, lo que no quita que tengas tus derechos como
tales y es mi deber como la tuya de velar que nuestros votos sean
respetados.
- está bien – dijo Raniel y se coloco sobre el cuerpo de Anabelle - ahora
voy a ser yo quién reclame mis derechos sobre ti.

-no que deseabas un descanso – dijo pícara.

- pues ya no necesito el descanso…. Y comenzó a bajar lentamente por el


cuello de la joven hasta llegar a sus senos y busco su pezón y succiono y
mordió hasta que anabelle gimió de placer…

Después de cuatro días, en la facultad de la universidad dos jóvenes


examinan unos documentos.

-puffff – suspiro Francis – esto en verdad es agotador, nunca imagine la


cantidad de documentación que se requería para un intercambio.

-ay hermanita, es requerimiento oficial en todos los países cuándo se


postula y en nuestro caso es algo excepcional – argumentó Claudine- por
suerte , el decano no puso objeción, ya que las calificaciones de Raniel son
excelentes y le favorece el dominio del idioma.

- quién lo diría ha sido la mejor en su promoción en sus cuatro años de


estudio – señalo asombrada Francis- me extraña que no hubiese hecho
antes un intercambio, ya que sería muy cotizada por varias universidades
aquí en Europa.

-ella tendría sus razones para no hacerlo- dijo Claudine – además hay un
mínimo académico que se requiere para ello.

-Anabelle será la más contenta con todo ello – enfatizo Francis – de


verdad me asombra ver a nuestra hermana tan decidida, tan enamorada y
dispuesta a todo por amor e incluso a enfrentar a Robert, que no será
nada fácil por cierto. Sabes, ya comienzo a creer que esas dos vienen
destinadas, porque el lazo que las une es mucho más fuerte de lo que
imagine.

-por fin hablas algo coherente hermanita – bromeo Claudine – aquí no


existen las coincidencias, todo estaba destinado a su encuentro, ya verás
que se irá dilucidando muchas cosas más, eso te lo aseguro, algo me lo
dice.
En el departamento….

-estás segura hija mía – pregunto una voz al teléfono.

-por supuesto que lo estoy madre- respondió anabelle- no te mentiría en


algo tan importante en mi vida, las cosas están muy claras para mí y he
querido que lo sepas por mí antes que nadie.

-muy bien, acepto plenamente tu voluntad, a decir verdad ya lo veía venir,


pero eso es algo que conversaremos en su momento, por mi parte y la de
tu padre, tienes todo nuestro apoyo, sólo debes solucionar a la brevedad
posible lo de Robert, él merece la verdad y tú lo sabes.

-estoy consciente de ello y eso haré una vez que él retorne- dijo anabelle –
gracias madre por comprender y apoyarme.

-hija mía sólo quiero verte feliz y si ella es tu felicidad por nosotros, tu
familia, está todo bien.

-bien madre, nos veremos mañana entonces- se despidió Anabelle.

Momentos más tarde…

-no lo puedo creer- dijo Alesia entre risas – en verdad la tienes agotada a
tal extremo que cada vez que venimos duerme profundamente, dijo esta
viéndola desde una esquina y se dirigió a dónde estaba su prima y Kat.

-no molestes Alesia- bramo kat- es su privacidad y la intimidad es privada.

-jajaja , sólo que esa dulce niña como dice tío James, no ha salido del
departamento por una semana ya…es todo un record, jejeje – ría Alesia.

- Alesia – dijo anabelle y le lanzo un cojín del sillón- tú no tienes arreglo.

-prima de verdad no te creía tan posesiva- bromeo Alesia – joder que has
cambiado.

- ya basta alesia- señalo kat – Anabelle, aquí hemos traído todos los
documentos de las inmobiliarias, ofertando los mejores departamentos en
Londres.
-gracias Kat- dijo Anabelle – sabía que podía contar contigo, ya que los
bienes raíces es tu fuerte y dime, que me recomendarías tú.

- mira, la verdad hay de todo tipo, pero sí lo que estás buscando es algo
cercano a la universidad, serían estás tres alternativas, este de aquí es
pequeño pero muy cómodo y lujoso y es ideal para ustedes dos.

-anabelle- pregunto Alesia- las chicas ya averiguaron con respecto al


intercambio.

- así es, ayer me confirmaron que está todo en regla y fue aceptada por el
decano Williams.

-¿qué? – Dijo sorprendida alesia- de verdad convencieron a ese


dinosaurio, no lo puedo creer.

-vaya – dijo kat – jamás lo hubiese pensado, ahora está todo a tu favor
Anabelle y por cierto acepto ser tu novia.

-- así es- dijo muy feliz Anabelle- en su mano está la prueba de ello.

-felicidades entonces amiga mía. Dijo kat.

-en hora buena – se unió Alesia y abrazo muy fuerte a su prima- de verdad
quiero que seas muy feliz junto a Raniel, por favor cuídala, es una buena
muchacha.

-te lo prometo Alesia, nadie cuidará de ella más que yo y la protegeré con
mi vida- señalo Anabelle visiblemente emocionada.

Las chicas fueron hasta la cocinas y descorcharon un vino de reserva que


Alesia tenía guardado para ocasiones especiales y ésta ameritaba una
celebración.

Mientras en el dormitorio, Raniel profundamente Dormida… en eso, la


figura de una hermosa mujer se acerca a ella y le susurra:

-Raniel, debes cuidarte…hay un peligro inminente…

-espera- grito Raniel- Rowine.

Notas finales del capítulo:


-pero qué diantres fue ese grito – dijo Alesia.

-Raniel – señalo Anabelle y se fue raudamente al dormitorio.

Al llegar al dormitorio que estaba entre abierto, anabelle y las otras,


descubrieron a Raniel sentada en el borde de la cama, quién apoyaba su
cabeza en una de sus manos...

-Raniel – djio Anabelle - ¿qué sucede amor? y pudo apreciar que la joven
estaba muy pálida y sudaba mucho.-

No es nada- respondió evasivamente la joven- tan solo una pesadilla y


trato de levantarse y las fuerzas le traicionaron perdiendo un poco el
control de su cuerpo, pero Anabelle logro sujetarla a tiempo.

Alesia, se fijo directamente en la marca de Raniel y cómo ésta una vez más
estaba al rojo vivo e hizo señas a su prima, quién clavo su mirada en aquel
sector, ya que Raniel estaba completamente desnuda y Kat le alcanzo la
bata para envolverla. Entre Alesia y anabelle le acompañaron hasta el
baño para refrescarse un poco.

Lavo su rostro y se contemplo frente al espejo, ahí se reflejaba un rostro


sombrío y pensativo.

-tú de nuevo, pero de qué debo cuidarme- suspiro Raniel, aún le daba
vueltas todo en la cabeza, dejo pasar unos minutos y salió del cuarto de
baño, nadie estaba en la habitación, así que arreglo su bata y fue hasta la
sala de estar, para no preocupar a las demás y mucho menos a anabelle.

Las chicas estaban preocupadas por la reacción de Raniel, quién volvía a


recaer a causa de esa cicatriz y se mostraba reacia a tocar el tema. Cuando
le vieron aparecer, tenía mejor semblante y estaba un poco avergonzada
tal vez de haber sido vista en las circunstancias en la que la encontraron,
sus mejillas ardían, pero era de vergüenza.

-vaya, que hermosa te vez cuando te sonrojas- se burlo Alesia.

Anabelle fue hasta ella y le abrazo y la hizo sentar a su lado.

-buenas tardes chicas- dijo Raniel aún sonrojada.


-buenas tardes- dijo Kat.

-dulzura, al fin te encontramos despierta – bromeo Alesia – eres toda un


picarona, haciendo cosas de grande.

-eres insoportable Alesia- reprocho Raniel.

-jajaja , y tú toda una Casanova , quién lo hubiera dicho, que detrás de ese
rostro de niña buena, se esconde una vampiresa .

-idiota – bramo Raniel – eres mi karma, que hice en esta vida para
toparme contigo, algo muy malo de seguro.

-jajaja- rieron las demás.

-déjala ya amor, no pelees más con ella, porque más insistirá en fastidiarte
– dijo dulcemente Anabelle.

-hazle caso a tu novia – replico Kat- no le sigas el juego a está loca de


Alesia.

Y de pronto ambas chicas se fijaron en la mano derecha de Raniel, que


lucía un hermoso anillo, tal como se los había dicho Anabelle.

-por cierto felicidades Raniel, por aceptar a mi mejor amiga como tu novia,
no te arrepentirás te lo aseguro – expreso kat y abrazo a la muchacha.

-espero que sólo tengas ojos sólo para ella, de lo contrario, te voy a poner
un guarda espaldas, es más te vigilare noche y día – bromeo Alesia.

-ey – reclamo Raniel – por quién me tomas, no soy una irresponsable y


tampoco alguien que esté experimentando y luego se aburra. Para mí
esto es muy enserio, aunque tenga poca edad sé lo que quiero y doy todo
de mí en lo que emprendo o me comprometo. Sí bien es cierto que nunca
antes había tenido pareja, no quita que tome mi noviazgo a la ligera, así
que puedes estar tranquila, yo amo a Anabelle y de eso no te quepa la
menor duda.

Las chicas enmudecieron algunos segundos, comprendían la


determinación y seguridad que había en las palabras de Raniel. La más
feliz sin duda era su novia, jamás pensó que podía ser correspondida de
esta manera, ya que un tiempo a tras Raniel estaba reacia a dejarle
entrever sus sentimientos y eso le causo angustia y dolor, hasta se creía
una mujer desafortunada porque su amor no lograba conquistar el
corazón de la joven.

Alesia, le miro fijamente y estudio detenidamente el rostro de la


muchacha, pudo apreciar que a través de su mirada podía ver reflejado el
amor que le profesaba a su prima y quedo complacida por ello y porque
les esperaba un buen futuro, sólo falta un detalle más para ello…

-me alegra mucho escuchártelo decir – manifestó una sonriente Alesia.-


por cierto, creo que ya es hora que dejen un rato este lugar y vengan con
nosotras y nos acompañen almorzar e ir de shoping.

-por fin hay sensatez en ti – exclamo kat- ya pensaba que se te había


cocido el coco.

-jajajaja, rieron todas a costa de Alesia.

-pero yo creía que era la única neurona que le funcionaba – dijo burlesca
Raniel- dentro de esa cabecita – y burlándose aún más- no le favorece en
nada a una mujer tan guapa como ella.

Kat y Anabelle se miraron y estallaron en risas, no cabía duda que esas dos
no podían estar sin fastidiarse, era obvio que se caían muy bien y esa
amistad iba fortaleciéndose con el paso de los días.

-mira niña, no te pongo las manos encima, por estar presente tu novia –
dijo bromeando- pero no vaya a ser que te descuides porque me vengare
tarde o temprano.

-alesia- reprocho kat – no seas infantil.

-pero ella comenzó – dijo ésta ofendida.

-ja- se mofo Raniel- quién es la bebé ahora.

- ya amor, déjala – señalo riendo Anabelle y tomo del brazo a Raniel-


vamos a cambiarnos para acompañarlas.

- sí hazlo mejor- refuto Alesia – sino no respondo de mí.


Entraron la habitación y apenas se cerró la puerta, Anabelle la tomo de la
cintura y la beso, tenía la necesidad urgente de hacerla suya y comenzó a
desvestirla lo más aprisa posible y la condujo hasta al baño. Una vez allí
abrió la ducha y comenzó a buscar sus labios, mientras sus manos
acariciaban y recorrían todo su cuerpo.

-Cariño- dijo apenas audible Raniel- acaso no vamos a salir.

-claro- dijo ella- pero tengo antojos de ti y mientras tomamos una ducha
rápida, serás mía.

-umm, tú nunca tienes suficiente – dijo en un ahogado gemido.

-no – respondió tajante Anabellle – ahora, calla y hazme el amor.

Tiempo más tarde…la pareja estaba lista para acompañar a Kat y alesia…
una vez que se reunieron con ellas, Alesia no dejaba de mirar a su prima
burlona, pues sabía que la demora había sido aprovechada al máximo por
anabelle.

-te ves fantástica- dijo kat en cuánto vio a Raniel – definitivamente eres mi
mejor modelo para mi colección.

-gracias- dijo ella- no lo tomes a mal, has sido muy amable, pero me
gustaría saber cuánto es lo que te debo, porque no dejare que esta vez
sigas obsequiándome más cosas.

-jajajaja- expreso Alesia- apareció la vieja Raniel, te dije que esta niña es
muy orgullosa e independiente.

-ya veo- dijo Kat, comprendiendo a la perfección lo dicho por Alesia- pero
esta vez no he sido yo la que te está obsequiando.

-¿quién entonces?- pregunto una anonada Raniel.

-he sido yo amor – señalo Anabelle – y no es un regalo, es mi deber velar


por mi prometida y ocuparme de ella, así que déjame hacerlo.

-pero – acoto Raniel- quiero que entiendan que puedo comprar mis
propias cosas y no me gusta ser una carga o responsabilidad para otros,
cuando siempre lo he hecho por mí misma y es algo que hago desde hace
tiempo.

Anabele, tomo el rostro de su novia y le miro fijamente y añadió:

-mi amor, eso todas lo sabemos, nos dimos cuenta desde un principio y no
hemos querido ofenderte y hacerte sentir mal, sólo deseamos expresarte
nuestro cariño de algún modo, por medio de flores, cena, o ropa, es una
simple muestra del cariño que todas te tienen y en mi caso, es un placer
darle lo mejor a mi prometida, así que acéptalo Raniel.

-mmm- suspiro Raniel- lo siento disculpen un poco lo orgullosa que soy,


acepto sus obsequios y se los agradezco.

-amor no tienes nada que disculparte, nosotras entendemos tu punto de


vista – manifestó anabelle y la beso.

-por fin lo has entendido cabeza dura- bromeo Alesia.

Y antes que Raniel dijese algo, Anabelle la silencio con un beso, evitando
que ellas comenzasen una vez más con sus jueguitos…

-bien vámonos- dijo Kat-¿qué les parece sí vamos a almorzar y luego


visitamos algunos centros comerciales?

-por mí está bien- respondió alesia.

-lo que tú digas- acoto Anabelle y tomo de la mano a Raniel y todas se


marcharon del apartamento.

Estuvieron buscando entre varios lugares y terminaron por ir al mismo


restaurant que habían ido hace unos días y que Anabelle recordaba muy
bien…una vez acomodadas, llego la misma mesera que la vez anterior y les
dejo la carta con el menú del día.

Momentos después volvía para tomar sus pedidos y cuando le toco el


turno a Raniel, quién estaba indecisa de lo que pedir, Anabelle tomo su
mano y la entrelazo con la de ella dejando ver el anillo que está llevaba y
añadió sensualmente:

-mi amor, permíteme escoger para ti el mejor plato de este local.


La mesera palideció al ver que la trigueña y la rubia de mirada fría eran
novias, ya que en cierta forma le había dado gusto ver otra vez a esa
hermosa trigueña.

Alesia y Kat se sonrieron, al ver lo posesiva que resultaba ser Anabelle con
respecto a Raniel. Y entre murmullos…

-definitivamente es una Calguiere- exclamaron las dos al mismo tiempo,


los que les causo gracia y terminaron riéndose.

-¿qué resulta tan gracioso chicas? – pregunto Anabelle.

-nada- volvieron a responder a la par.

Tiempo después en el centro comercial, entraban y salían de distintas


tiendas, buscando algunos objetos que les llamase la atención, Raniel
estaba un tanto separada del grupo, ya que le aburrían en lo sumo perder
tiempo en escaparates y sólo lo hacía cuando iba con Sara, su mejor amiga
y compañera de universidad. Además que Anabelle permanecía a cierta
distancia, al no estar acostumbrada a ser muy efusiva en público con
respecto a sus relaciones afectivas. Pero de igual forma estaba al
pendiente de su prometida por si ella deseaba algo, sólo conseguía por
respuesta una negación.

Al entrar las demás a una tienda de joyas, Raniel aprovecho la ocasión


para entrar a una librería, estuvo hojeando algunos cuántos libros y opto
por comprar dos sobre arquitectura y reconstrucción neoclásica y además
de ello, llevaba otro block para sus bocetos y unos varios carboncillos,
cuando se disponía a buscar dentro de su porta documentos las 70 libras
esterlinas que era el monto de su compra, alguien se adelanto y entrego a
la cajera dicha suma.

-por favor cancélese la compra de la señorita – señalo Anabelle.

-pero qué…- exclamó Raniel molesta.

-cómo usted diga señorita- dijo la cajera y entrego la boleta con el vuelto-
muchas gracias por su compra.
Raniel, entrecerró sus ojos, tratando de contenerse lo que más se pudiese,
estaba molesta de que no la dejasen hacer algo a ella, Kat y Alesia, ya le
habían llenado con ropa, costeado todos los gastos de la cena y de la
discoteca, ahora Anabelle pago todos los gastos del almuerzo y le
regalaba más cosas, cuándo entenderían, que ella necesitaba y quería
hacer sus propias cosas, sólo conseguían asfixiarla y ponerla de mal
humor. Ella era agradecida siempre, pero tenía un límite que no podían
franquear y era que ella le desagradaba que le diesen cosas que no pedía.

Sus facciones se endurecieron mucho y tomo el paquete que le entrego el


encargado de despacho y salió de aquella librería y camino sin dirección,
sólo quería alejarse antes de estallar y pelear con ella. Además no era sólo
eso lo que la tenía molesta, sino la frialdad de Anabelle, estaba consciente
que en Europa las personas no son demostrativas en sus afectos como
suelen serlo en Latinoamérica que son más de piel y que estaba por
demás decirlo que en su actual condición de una pareja de mujeres solían
ser más recatados y eso también se daba en sus país. Pero ella, no
pensaba igual, no tenía de qué avergonzarse, entendía que no se pueden
exponer mucho, pero para ella era la primera vez en estar comprometida
y no podía disfrutar siquiera de eso, de poder disfrutar de la persona que
amas. Sí esta era la vida en pareja que se lleva comúnmente, no le
gustaba, primero no decidir por sí misma y la otra tener que ser una
fachada constante ante los demás, era muy difícil de digerir y la había
superado y busco la forma de alejarse y buscar un espacio dónde poder
calmarse, tenía cosas que reflexionar.

A su vez, Raniel no quería depender de la generosidad de la familia y


antes de partir había hablado con su empleador, para que no aceptase
ningún dinero para ella y que prefería ausentarse ese tiempo sin goce de
sueldo y que mantuviese ese dinero retenido hasta que volviese y fue
reembolsado otra vez a la familia, por lo que su jefe había aceptado las
condiciones de Raniel , pues la conocía de sobra y estimaba por su
capacidad de independencia y tenacidad para salir adelante por sus
propios medios.
Por otra parte, Anabelle, no era adepta de las grandes tiendas, iba de vez
en cuando con sus hermanas y compraban lo que precisaban, pero esta
vez era distinto, le acompaño a su prima y amiga, porque deseaba recorrer
con Raniel y ver algún objeto que a ella le gustase y poder dárselo. Cada
cierto tiempo buscaba a su novia con la mirada y le veía observando una
que otra que cosa y se acercaba a ella para consultarle si era de su agrado,
pero siempre su respuesta era negativa y eso le incomodaba y pues no
entendía un tanto su actitud.

Estaba un poco decepcionada a decir verdad, también para ella todo era
nuevo, descubrir que amaba a una mujer ya era de por si todo un cambio,
que por lo demás era maravilloso, pero siempre hubo una cierta
dependencia con Robert, ella dejaba que le demostrase todo su amor o
afecto con detalles, que le encantaba y se sentía halagada como toda
mujer. Sin embargo eso ya era parte del pasado, y su presente era Raniel y
no sabía muy bien cómo proceder con ella, cuáles eran sus gustos,
hobbies, qué necesitaba ella en fin, sólo quería formar parte de su vida y
se sentía en desventaja, ya que su novia era muy reacia con sus cosas y
todo lo tomaba de cómo una ofensa. Comprendía que todo no era color
de rosa en una relación, que existían las diferencias y claramente ellas
eran muy opuestas, pero ahí radicaba la gracia del amor, de poder
complementarse con sus diferencias y defectos y fortalecer una relación.

Cuando entraban a la joyería, alcanzo a verla entrar a una librería, le dio


tiempo suficiente para que pudiese disfrutar de un poco de privacidad y
escogiera sin la presión de todas ellas, no era su intención abrumarla con
sus atenciones. Cuando creyó que ya era tiempo suficiente fue en su busca
y estuvo un tiempo prudente observándola, tan sumida en libros de
arquitectura, que para sus adentros se sonría al ver que la joven respiraba
sólo ese mundo. Luego cuándo ya estaba lista en la caja para cancelar su
artículos, quiso sorprenderla y se adelanto y dio a la cajera el monto de la
compra, necesitaba ir conociendo las cosas que le agradan y que le
permita formar parte de ellas y de su vida.

Pero todo resulto ser un desastre, estaba furiosa y sus ojos lo


demostraban, no dijo nada y tampoco le permitió que le explicara el por
qué de su proceder, para variar la había ofendido y no podía ella también
sentirse más mal. Se marcho de su lado como alma que se la lleva el
diablo. Las demás se percataron de ello e hicieron señas para que fuese
tras ella, pero la verdad no deseaba hacerlo se estaba cansando de esa
actitud, porque no comprendía de una buena vez que tenían que
conocerse y permitirle que fuese parte de su vida, ya no era una extraña
sino su prometida y estaban tratando de comenzar una relación que no
debía basarse sólo en el sexo, porque para ella, Raniel era el amor de su
vida y como tal quería sentir ese derecho a vivirlo profundamente, pero
convivir con su amada iba ser toda una aventura, tal vez por su edad o
por su carácter independentista que solía mostrar. Raniel era un encanto
en toda la palabra, alegre, jovial, sencilla y muy tierna, pero tenía un
defecto muy obvio y que era extremadamente celosa de su libertad y por
ello era sumamente independiente y eso ya le agobiaba, así cómo podrían
formar una vida más adelante.

Momentos más tarde le alcanzo en una parte bien apartada, dónde no


había tanta concurrencia de público y podrían hablar más calmadas.

-Raniel- dijo anabelle, cuando llego a su lado -¿qué sucede contigo?, por
qué huiste de esa manera.

Raniel, no la miro, seguía con su vista fija en mirar por el ventanal, se


limito a suspirar y hacer una mueca con sus labios de desagrado y esto
molesto en lo sumo a Anabelle.

_se puede saber por qué te molestas tanto con lo que nosotras hacemos
por ti.

-porque no pueden comprender cómo me siento alguna vez, ya me canse


de disculparme por mi comportamiento, me enferma todo esto. Sabes
puedo hacer las cosas por mí misma y tengo el pleno derecho a decidir lo
que me gusta o no- dijo muy enojada Raniel – si me consideran orgullosa o
no, es su problema, no el mío, de ante mano le advertí Alesia las cosas,
pero en vez de eso prefieren ignorar mi voluntad e imponer la suya.

Anabelle, pudo apreciar en su totalidad el carácter de Raniel y conocer su


sentir, pero eso no le daba derecho a ser tan descortés con ella.
-está bien, ese es un punto que no voy a refutarte- señalo anabelle- pero
acaso tú, te has puesto en mi lugar, me has permitido o brindado la
oportunidad para conocerte, tus gustos, lo que te desagrada, que piensas
o sientes, porque lo único que has hecho es enojarte y huir de mí, yo
deseo formar parte de tu vida, integrarme a ella. Esto también es nuevo
para mí y tú no me estás facilitando las cosas en lo absoluto, escapas al
menor problema y no te dignas siquiera a escuchar lo que los demás
tienen que decir al respecto, sólo vale tu punto de vista nada más y qué
pasa con lo que uno siente. No es lo que esperaría de una vida en pareja
sabes.

Notas finales del capítulo:

Raniel, ya no se pudo contenerse más y su rostro denotaba enojo y


frunció el ceño aún más.

-pues para tu información no busque enamorarme de ti, es más trate de


alejarme por todos los medios posible, pues estaba consciente que tú
estabas con otra persona y que por lo demás a mi no me interesaba
involucrarme con nadie, de hecho siempre he evitado relacionarme
afectivamente con personas que buscaban algún tipo de relación
sentimental- escupió cada palabra con ira.

-entonces por qué aceptaste ser mi prometida, sino deseabas nada –


reprocho molesta anabelle- no me habría hecho ilusiones contigo, por lo
que veo no tienes interés alguno de permitirle la entrada a nadie en tu
vida. Yo no estoy acostumbrada a ser tratada de esta manera, menos por
la persona que es más importante para mí, no lo merezco. Esto es muy
distinto a….

- a tu relación anterior- dijo con rabia Raniel- pues por mí puedes volver
con él, es más no has terminado, así has de cuenta que no ha pasado nada
entre nosotras y que fue sólo una pequeña aventura, una simple diversión
nada más, no quedará manchado tu honor y nada por el estilo, nadie
sabrá lo que paso entre nosotras…

Anabelle, ya no pudo más y dejo caer su mano sobre el rostro de Raniel,


era demasiado su humillación, jamás nadie le había tratado así, de haber
sabido que esto sucedería tampoco se hubiera involucrado con ella, pero
quién puede mandar sobre el corazón, ya era tarde para eso le amaba
completamente, pero esto era doloroso, no le daría chance alguna de
abrirle su corazón y ahora temía que se fuese lo más pronto posible y no
podría evitarlo, ya dudaba si quería evitarlo, porque Raniel no quería
asumir su situación actual y sí había reaccionado así con algo simple cómo
sería, sí se enteraba de todo lo que estaba haciendo para que se quedase
a su lado. Esto se estaba volviendo un infierno y apenas llevaban una
semana como novias, qué le depararía más adelante.

Raniel, quedo estupefacta al sentir sobre su rostro la cachetada que


Anabelle le propino y al volver su rostro hacia ella, sus ojos esmeraldas
ardían de rabia y mascullo para sus adentros una maldición para sí misma.

Desde otra parte y un poco más alejadas estaban Alesia y kat, estaban
visiblemente preocupadas por no comprender que había sucedido con
Raniel y sugirieron a Anabelle que le siguiese por medio de señas y vieron
ante sus ojos como la pareja estaba discutiendo más y más hasta que
Anabelle abofeteo a Raniel. Quedaron pasmadas y fueron enseguida a
intervenir antes que la cosa se pusiera más color de hormiga.

-te dije que cuándo esas dos se enfrentan sacan chispas – señalo Alesia-
pero esto fue muy lejos.

-la verdad, no puedo creerlo llevan tan poco tiempo como novias y ya
llegaron a perder la paciencia- puntualizo Kat. – estaban súper bien hasta
hace poco.

-qué quieres apostar que Anabelle le obsequio algo y Raniel termino


enfureciéndose por la forma que la vimos salir de la tienda- señalo Alesia.

-ahora que lo dices-acoto kat- Raniel ya no tenía buen semblante cuándo


estábamos en el restaurante y es más creo que fue ahí que cambio.

-así es, yo también me percate de ello – dijo abrumada Alesia- esta niña es
muy orgullosa, nosotras lo comprobamos cuándo estuvimos allá de
vacaciones, pero para mi prima es nuevo y por lo que acabo de ver no será
nada fácil de asumir.
Las chicas llegaron justo a tiempo, porque Raniel iba a despachar de una
buena vez a Anabelle y regresaría a su país de dónde nunca debió salir.

-chicas – dijo kat- paren por favor, ambas están dando un espectáculo que
no es digno de ninguna de las dos.

Raniel, enfureció más, lo que menos le importaba ahora eran lo que


pensasen o dijesen los demás, quería acabar con toda esta estupidez, la
tenían harta las apariencias, era lo único que les preocupaba-

-váyanse a la punta del cerro – se dijo Raniel y tomo el bolso y se lo


entrego a Anabelle.

-toma, no voy a aceptar ninguna de tus cosas, haz lo que quieras con ellas-
dijo rabiosa y saco la suma de dinero y se la deposito en las manos de ésta
y se mando a cambiar.

-espera Raniel – la detuvo del brazo Alesia- creo que te has excedido.

- suéltame Alesia- bramo Raniel indignada - las que se excedieron fueron


ustedes, en no preguntarme antes de decidir por mí.

La muchacha salió del centro comercial, dominada por la rabia y la


decepción que le ocasiono no poder expresar sus sentimientos, había
prometido dar lo mejor y que no le molestaba la posesividad de su novia y
eso era verdad, pero ésta sólo la exhibía cuándo alguien estaba cerca
suyo, como en el caso la camarera. Ella noto la actitud de Anabelle y no le
gusto, no era un trofeo y más tarde paso a ser la princesa de hielo, lo que
hirió a su corazón, pues ella quería vivir esta experiencia del amor en toda
su plenitud y no comprendía bien, que tuviese que contenerse por que las
mirasen o no, cuál era el crimen que estaban cometiendo.

Anabelle quedo totalmente abatida, pues daba por sentado que este era
el fin de su brevísima relación con la joven, pudo sentir la rabia consumir
la mirada de Raniel y sintió pavor. Tal vez no debió agredirla de esa
manera, pero actuó por instinto de querer defenderse y detener a la joven
para que cesase con todas esas palabras hirientes que salían de ella. Cómo
no se daba cuenta que la lastimaba como nadie en esta vida, que por ella
hubiese puesto el cielo a sus pies. Cómo le dolía su corazón estaba
llorando por dentro, conocía la felicidad en su plenitud y ésta le era
arrebatada por la misma persona que amaba…dolía tanto…un nudo
atravesaba su garganta…hasta que de sus ojos se desprendieron las
lágrimas que expresaban todo su dolor.

Su prima sólo le abrazo y trato de serenar su espíritu, mientras que kat fue
en busca de Raniel, aunque mantenía un poco la distancia de la joven,
para que ésta pudiese calmarse lo más pronto y así poder solucionar las
cosas entre ellas.

Horas más tarde…

-¿estás mejor ahora?- pregunto alesia.

-sí, ya estoy más tranquila- repuso anabelle.

-¿qué sucedió?- pregunto Alesia.

-lo de siempre.

- no me digas que eso, (indicando los paquetes), fue la causa de la ira de


Raniel.

-así es- afirmo ella.

-pero esta niña es terrible – enfatizo Alesia- no puede reaccionar de esta


manera

-creo que se acabo Alesia- dijo triste Anabelle- no está dispuesta a ser mi
novia, no me permite que pueda acercarme a ella, no me deja formar
parte de su vida.

-de verdad, vas a dar por terminado todo esto- exclamo Alesia.

- qué más puedo hacer- repuso ella- si la hubieses escuchado, es como sí


la hubiese obligado a ser mi novia, cuando ella también dijo que me
amaba, qué clase de amor es ese, no logro comprender, tú sabes que me
enamore de ella y que he tratado de todas las formas para que me acepte
y consiga su corazón, pero no ha valido la pena, no está dispuesta a
entregarlo, no sé qué razones tenga, pero esto me duele a más no poder.
-te creo- señalo Alesia- es muy extraño su comportamiento, hasta hace
poco me preguntaba sí te amaba, porque me dio la impresión de qué
algo le aterra. Ella esconde algo, no sé qué es, pero le hace daño también.

- y por qué no me lo dice- señalo anabelle- por qué no confía en mí, no la


voy a lastimar y tampoco jugar con sus sentimientos, es mi gran amor y
daría todo lo que poseo porque ella correspondiese a mi amor.

-entonces, no te apresures en dar por terminada tu relación antes de


empezar. Sabes muy bien que la vida en pareja no es fácil y tampoco
esplendorosa, tiene muchos sin sabores, pero la mayor parte del tiempo
trae gran dicha y vas creciendo en la medida que tú también puedas
complementarte con ella, es muy joven y eso te juega en contra, además
tú eres su primera relación, no tiene nada de experiencia en comparación
contigo- digo Alesia. Sácale partido a tu experiencia y no cometas el error
de compararla con Robert o despertaras en ella un resentimiento que no
tiene por que experimentar.

-creo que es un poco tarde para eso- confeso Anabelle- sin quererlo lo
hice aunque trate de no terminar la frase, pero intuyo que era a él a quién
me refería y empeoro todo.

-cielos Anabelle, qué sucede contigo a veces – exclamo Alesia - ¿dónde


quedo tu sensatez?, esa que siempre te caracterizo, parece mentira que
desde que ella llego, la hayas perdido y en especial tu paz interior, como
para haberla abofeteado.

-sí tú supieras- dijo apenada Anabelle.

-oye, no insinúes nada, me doy cuenta que tiene que haberte dicho algo
muy hiriente para que hayas reaccionado así, pero aún así, no debiste
agredirla de esa manera, aunque raye en lo antipática, tú le llevas ventaja,
experiencia y años, por lo que deberías poder contenerte más- concluyo
Alesia.

-tiene el poder de enloquecerme y sacarme de mis casillas- expuso en su


defensa.
- ni que lo digas, sino están en la cama haciendo el amor, se hacen la
guerra, son insoportables las dos- dijo bromeando Alesia.

-oye, qué te pasa – reprocho Anabelle – es un comentario bastante bajo


de tu parte y grosero por lo demás.

-jajajaja- sí tú lo dices, pues es lo que yo veo – finalizo Alesia.

Tiempo más tarde, en el parque…la joven estaba absorta en sus


pensamientos, había desahogado toda su rabia por medio de las lágrimas,
estaba más calmada pero decepcionada, le daba igual si debía partir hoy
mismo o no, sólo quería alejarse, había tenido suficiente del amor, estaba
claro que no estaba hecha para ello. Por otro lado, su inseguridad siempre
estuvo acompañada de sus recuerdos, ver a esa mujer tantos años
sufriendo por amor, dejaron un sentimiento extraño en Raniel, no quería
terminar así.

Ella es una mujer joven, también deseaba formar una familia, tener hijos,
como todos los demás, pero tenía tiempo aún para ello, por lo que sus
estudios eran primera prioridad, jamás se vio eso sí en compañía de un
hombre, tal vez influenciada por sus sueños, le era más atractiva el amor
de que veía en esas dos mujeres, que las relaciones típicas que tenían sus
amigos y compañeros, que rayaban en los celos y las infidelidades.

En el centro comercial, alesia saco su celular y marco…

-¿dónde están? – pregunto ella.

- en el parque- respondió kat- no he querido acercarme.

-¿cómo está?

-un poco más calmada- señalo kat- sabes, me conmovió el verla llorar con
tanta desesperación y dolor, nunca he visto a una persona tan vulnerable,
tal vez cometimos un error en no tomar en cuenta su opinión, por lo que
no quise acercarme para no lastimarla más.

-entiendo – dijo Alesia- vamos para allá, no dejes que se vaya.

-está bien- dijo kat y corto la llamada.


Anabelle había escuchado y sintió un dolor en su corazón que el
traspasaba todo su ser.

.bien vamos a buscarla- dijo Alesia- deben hablar y buscar el modo de


darse a entender y que es lo qué quiere cada una de la otra.

-vamos- dijo anabelle, un poco nerviosa de de ver la reacción de Raniel


otra vez.

Mientras en el parque…

-necesito alejarme- se dijo para sus adentros- voy a rentar un


apartamento hasta que consiga pasaje de retorno, debo buscar la forma
de qué pueda ir por mis cosas sin que esté la familia presente, pero esta
noche no lo hare, necesito estar tranquila.

Sumida en sus pensamientos y buscando la manera de organizarse para


ver el asunto de su alojamiento, no se había percatado de qué su celular
estaba llamando, ya que le había tomados varios días solicitar a una
compañía servicio para operar en Inglaterra. Cuándo se percato, le saco de
su pequeño bolso trato de ver el número, no podía reconocerlo del
todo…

-diga.

-Raniel-

-con quién hablo

-oye tu monstruito, ya te olvidaste de mí…

Había una sola persona que la llamaba así

-SARA- exclamo sorprendida raniel

-quien más pues mensa…

- qué alegría- dijo, aunque su voz no denotaba lo de sus palabras….

-¿estás bien?- pregunto ésta.

-em, si
- a mí no m engañas, algo te sucede- indago sara.

-veras…. Y así la joven comento en resumen lo que estaba sucediendo con


su vida.

-tú no tienes remedio…

-sabes que nunca me ha gustado eso….yo tengo el derecho a


decir….demostrarme a mi misma que puedo alcanzar las cosas que me
propongo…..por qué les están difícil de entender para todos…no soy
orgullosa…solo me gusta valerme por mi misma…¿qué hay de malo en
ello?...

-nada….pero….sabes que debes dar también de ti para que los demás te


puedan conocer y respetar tus creencias y valores.

-lo sé, sólo que perdí la razón…

-le amas…

-sí…pero ya no importa…somos de mundos diferentes…no pertenezco


aquí…estando allá podre olvidarla…

-siempre huyes… cuándo dejarás de hacerlo…no te hubiese gustado


quedarte a su lado…formar un hogar como todo el resto…

-la verdad…sí…lo pensé mucho… y llegue a la conclusión de


quedarme….de hecho te iba a llamar para congelar por un semestre…

-entonces por qué no arreglas las cosas con ella…

-para qué…no tiene caso…no sirvo…el amor no es lo mío…simplemente no


funciono….

-eres una idiota lo sabías…te niegas a ser feliz…acaso no valoras su amor,


por lo visto…piensa en dejar a su prometido…no es suficiente para
ti…muestra de amor.

- de eso no estoy tan segura…no creo que él le permita dejarlo…son


personas de una familia de empresarios…tú bien sabes que ellos no
renuncian a su mundo…y que se buscan entre sí…tarde o temprano
terminaría dándome excusas tras excusas…no lo podría soportar…la vida
es así y punto y tengo que aceptarlo…

-eres una necia…estuviera ahí te estrangularía y lo sabes… en qué diantres


estás pensando…tirar por la borda tu primer a amor…

-gracias por lo de necia…no sabía que tu apoyo era tal… y por cierto por
qué llamabas Sara

-así, con tanta platica lo había olvidado….las clases se adelantaran este


semestre…para….

-ya veo…entonces deberé apresurar mi retorno…le veré mañana mismo…

-y dónde te quedarás hoy…no me digas qué…ni se te ocurra…

-no tonta…buscare un hotel dónde hospedarme esta noche….y el resto


que me quede hasta que mi pasaje esté listo…creo me tomara unos días…

-tienes dinero suficiente para ello…

-lo suficiente como para diez días en un hotel… y si fuese más girare de
mis ahorros…

-y hablando de dinero…qué harás con lo que ellos ofrecieron…supongo,


como te conozco….no lo usaste…

-no, ese dinero está depositando en una cuenta bancaría…. Mi jefe me


apoyo en todo…cuando regrese hare la trasferencia de fondo a la familia
Calguiere…no lo hice antes por qué no deseo que se ofendan… y así
evitaré que me obliguen aceptarlo…tú me entiendes mejor que nadie…

- sip…mucho diría yo…de verdad la dejaras…dale otra oportunidad…

- lo siento… no puedo…es mejor dejar las cosas hasta aquí…verás que en


un tiempo más estará casada y con familia…al igual que la joven de mis
bocetos…es inevitable…el destino es así…vaya ironía…amar y
perder…quién lo hubiera dicho…no debí venir a este lugar….

-mucha la verdad…
-bueno ahora debo despedirme…debo comenzar a buscar a
alojamiento…y mañana veré lo que hago…

-por favor cuídate, sabes que te quiero…

-si mensa… yo también te quiero mucho sara, nos vemos luego en casa…

Raniel tomo su celular y corto…miro el cielo cubrirse de estrellas


anunciando ya el anochecer y suspiro resignada, esta era su peor derrota y
calaba sus huesos y tenía roto su corazón y sin más giro sobre sus talones
para tomar rumbo a un hotel, cuando sus ojos se abrieron
profundamente…quedo clavada al piso…no podía…reaccionar…ahí estaba
Anabelle junto a Kat y Alesia.

No las sintió llegar…qué era eso… la siguieron…bueno la verdad daba


igual…desde cuándo que estaban detrás suyo…tampoco importaba…ya
que tenía decidido ya sus cosas…su presencia ahí le daba igual…por lo
menos eso pensaba Raniel.

Las tres habían escuchado toda la conversación, ya que habían llegado a


su lado justo cuando sonaba el móvil, estaban atónitas con las palabras de
Raniel y se dieron cuenta del recelo que ella les tenía, ninguna comprendía
la actitud de la joven, el de no aceptar absolutamente nada de ellos y qué
motivos tenía para hacerlo.

-Raniel – dijo Alesia muy seria- jamás pensamos en dañarte, aunque te lo


repitiera mil veces tú no lo entenderías verdad, sólo sacaste las
conclusiones que tú encontraste más apropiadas para ti, sin siquiera
darnos la oportunidad de poder entender tu sentir, no es justo te creía
más racional.

-no deseo tener una discusión contigo ahora Alesia- señalo Raniel- estoy
cansada ya de ello.

- de mi parte no la vas a tener- replico Alesia- pero déjame decirte que


eres una cobarde que al menor inconveniente huye, de verdad te
desconozco.

-terminaste – repuso molesta raniel


-si – sentencio Alesia

- bien porque ya debo irme, con su permiso y comenzó a enfilar por la


acera, hasta que una voz la detuvo en seco.

-Raniel, tú te vienes conmigo – señalo Anabelle – eres mi prometida y no


permitiré que te quedes en ningún hotel, si quieres que las cosas terminen
entre nosotras lo haremos en privado, no sin antes hablar tu y yo.

Dicho esto la tomo de la mano, tan fuerte fue su agarre que Raniel no
pudo zafarse y no le dio tiempo a nada ya que su caminar era muy rápido,
hasta que en pocos segundo ya estaba sentada junto a Anabelle, quién
estaba muy sombría y pensativa.

Una vez que Kat detuvo el coche en el departamento de alesia, abrió la


puerta y jalo de Raniel tan fuerte que casi cae en sus brazos y al ve r sus
ojos más frío que un tempano, solo bajo la mirada, Anabelle se despidió
de las demás y arrastro a Raniel al departamento.

Una vez dentro de éste, se aseguro de cerrar con llave y así evitar que ella
pudiese escapar. Se quito su chaqueta y saco del bar un vaso y una botella
de wisky se sirvió casi en su totalidad dicho vaso, se fue junto a la venta y
observo el horizonte.

Raniel por su parte estaba sentada en uno de los sofás, un poco incómoda,
ya que nunca la había visto tan molesta como hoy y ahora tan fría, no
sentía a gusto en aquel apartamento, pero debía escucharla.

-de verdad te vas a ir- pregunto anabelle sin voltear a verla.

-si – dijo cansada raniel.

-ya veo.

- no tendría caso seguir aquí – respondió Raniel.

-dime por qué- - pregunto anabelle.

- creo que lo que sucedió esta tarde fue bastante obvio

- y por eso te vas así como nada- señalo Anabelle


-sólo llevamos una semana como novias y mira como terminamos – acoto
Raniel.

- es lógico, apenas estamos conociéndonos y es predecible que haya


malos entendidos entre una pareja, para eso son también los errores,
para aprender de ellos y reforzar y afianzar una relación – menciono
anabelle.

-te parece bien todo eso, somos unas desconocidas una para la otra, qué
más podías pedir – argumento Raniel.

- que me dieras la oportunidad de llegar a ti, de conocerte, de poder


conquistar tu corazón y entregarte todo el amor que tengo para ti- replico
anabelle.

- pero tú sabes que debo partir

- sí, pero también te oí decir que estabas pensando quedarte conmigo y


tenías planeado hablar con tu amiga para que ella te ayudase o me
equivoco- pregunto anabelle.

-sí, es verdad tenía pensado quedarme un tiempo- dijo raniel

- ¿por qué no confías en mí, en mis sentimientos y en la palabra que te di?

-tú sabes bien que no vas a terminar con él.

- no hables por mí- reprocho anabelle- si no te has dado el tiempo para


conocerme y para creer en mis palabras, además aseguras algo que tú no
sabes, no puedes hablar por los demás, acaso estás dentro mi corazón y
sientes lo que hay ahí. Respóndeme.

-no

-por qué lo haces entonces –pregunto Anabelle- ¿a qué le temes?, qué


motivos te he dado yo para que desconfíes así.

-no me has dado motivo- respondió Raniel

- ¿entonces? – pregunto anabelle

-entonces qué – acoto Raniel


- a qué le temes, por qué no me dejas amarte.

- no lo entenderías- repuso Raniel

- si no me das la oportunidad de hacerlo o al menos me explicases, cómo


podría entender tus razones, no te parece- adujo anabelle.

-…

-dime algo- pegunto anabelle

- qué cosa

-¿me amas? – pregunto anabelle.

-si- dijo tímidamente Raniel

Anabelle volteo su rostro hacia la joven y lo escudriño lentamente…

-quieres dejarme en verdad- volvió a preguntar Anabelle

Raniel trago en seco, estaba entre la espada y la pared una vez más, pero
debía ser sincera por más que le asustase, no mentía, no era su estilo

-una parte de mí se quiere ir lejos – señalo Raniel – pero la otra mitad


quiere quedarse a tu lado.

Anabelle le miro, ya tenía la respuesta que deseaba y dejo de lado su trago


y lo deposito sobre un aparador y se sentó junto a Raniel, tomo su rostro y
busco sus labios y comenzó a besarla lentamente y e hizo que Raniel
respondiese a sus caricias, cómo añoraba ese paladar ese contacto, la
suavidad de su boca y juguetear con su lengua en una guerra de
seducción.

El beso se prolongo una eternidad y sólo se desprendieron de los labios de


Raniel para tomar un poco de aire, acaricio sus mejillas y junto su frente
de con la de la joven y le susurro

-no me dejes, yo te amo en verdad…Raniel levanto sus ojos al sentir sobre


sus mejillas correr algo húmedo y entonces vio el rostro de Anabelle
bañado en lágrimas y quedo aturdida.
-perdóname Anabelle, no deseaba lastimarte de esta manera- repuso
Raniel- realmente soy una estúpida.

- no lo eres- acoto anabelle, acariciando su rostro – solo tienes miedo, eso


es todo.

Raniel, tomo el rostro de anabelle y fue secándolo con sus labios y luego
besos esos hermosos ojos azules que tanto amaba y tomo la mano de
Anabelle y la condujo hasta su corazón y le susurro.

-siente cómo late aprisa – dijo Raniel – es por ti, nunca nadie logro lo que
tú has hecho, de verdad me asusta un poco llevar una relación y por ello
mi egoísmo en el celo de mi libertad, no será fácil lidiar conmigo anabelle,
estás segura qué es esto lo que quieres en tu vida.

-muy segura, ya has dado un gran paso al darme tus razones y también tu
sentir- asevero Anabelle- por eso es que te amo por tu sencillez y
honestidad, son las cualidades que más me seducen de ti.

- ¿de verdad? – pregunto raniel

- déjame amarte – rogo anabelle- quiero hacerte feliz, puedo hacerlo,


déjate llevar por mi amor, no jugare con tus sentimientos, deseo que tú
me ames y me dejes que te muestre quién soy en verdad… tomando la
mano de Raniel también la llevo hasta su corazón…siéntelo, está así por ti,
tómalo es tuyo Raniel, te pertenece solo a ti.

-Anabelle- gimio raniel- perdóname amor, por todas mis palabras, sé que
te lastimaron, no puedo cambiar mi error, pero me disculpo de todo
corazón.

- ya amor, ya todo paso- señalo anabelle – además también debo


disculparme por haberte abofeteado, no debí perder la cordura.

- sabes, aunque me enojo, me la merecía por herirte de esa manera-


confeso Raniel-

-prometamos nos que no permitiremos llegar a esos extremos


nuevamente- suplico Anabelle- que le vamos a buscar el modo de poder
limar nuestras diferencias al poder escucharnos y decirnos que es lo que
deseamos una de la otra.

Raniel, esbozo una sonrisa que sólo conseguía derretir el corazón de


Anebelle.

-te prometo que haré ese esfuerzo por las dos- señalo Raniel-.

-te quedarás a mi lado – inquirió Anabelle

- creo que acabo de responder a eso hace unos minutos

- dímelo- suplico anabelle.

-me quedare a tu lado amor, pero debo arreglar las cosas antes con mis
estudios y en mi trabajo- respondió Raniel- además deberé hablar con mis
padres

-amor por favor déjame ayudarte con ello, es importante para mí hacerlo,
quiero que hagamos esto juntas como la pareja que somos, déjame
participar de tus cosas.

Raniel le miro por unos segundos, si quería aprender a aceptar una vida en
pareja, debía integrarla a ella en sus planes.

-está bien amor- afirmo la joven- vamos a hacerlo juntas.

-gracias mi tesoro- repuso anabelle- ahora ven conmigo, necesito


demostrarte todo mi amor… y de la mano fueron juntas al dormitorio, las
palabras dieron paso a las caricias, el amor y deseo se instalaron en
aquella habitación.

Horas…más tarde…

Anabelle descansaba junto a Raniel , apoyada en su brazo contemplaba el


cuerpo desnudo de su prometida y no dejaba de acariciarlo…

-¿quién es Sara?- pregunto de improviso Anabelle.

-mi mejor amiga y compañera –dijo raniel -¿por qué?

-me pareció demasiada cercana para mi gusto.


-jajajaja. No me digas que estás celosa – exclamo Raniel.

- tú tienes la culpa – respondió anabelle- Recuerda que te quiero sólo para


mí…y busco sus labios para tomar posesión de lo que ahora le había sido
entregado por voluntad propia, así la pareja comenzaba el camino de una
vida en pareja, resuelto un gran bache en el camino.

Notas finales del capítulo:

Comenzaba a despuntar el alba ya en la ciudad y el sol asomaba en la


habitación, Anabelle abrió sus ojos, estirando su cuerpo con pereza y
volteo a ver a su lado y contemplo como Raniel, descansaba a su lado muy
plácidamente. Le parecía increíble tenerla así, ya que estuvo a punto de
perderla por los malos entendidos al no permitirse mutuamente
conocerse.

Ella parecía un bebé de la forma que dormía, toda ternura y apacibilidad,


sonrío al recordar las palabras de su prima que la llamó vampiresa y tenía
razón , su ternura se transformaba en fogosidad, sensualidad y seducción,
ya que era muy hábil para hacerlo al menos con ella, la tenía a su merced.

Deseaba despertarla con caricias y continuar con lo que dejaron hace


apenas una hora, le daría una tregua por lo menos por unas horas, así que
se levanto y fue al baño a ducharse y ordenar un poco el apartamento
antes de partir, ya que debía reunirse con su familia, porque los padres y
hermanos de Alesia se encontraban en casa y su madre le había pedido
que fuesen a almorzar con ellos, ya que era fin de semana y tenían
planeado algunas cosas por el castillo.

Salió de la ducha y se vistió, llevaba un traje negro de dos piezas y una


blusa rosada, antes de dejar la habitación, dejo ropa para Raniel sobre la
cama, botas al pie de la misma. Tomo todo el resto de las pertenencias y
las guardo en su bolso y en eso se topo con aquellos libros causantes del
mal rato que ambas vivieron y los guardo junto a las demás cosas…

-espero que los acepte esta vez- Penso Anabelle – ya veré el modo en que
lo haga y se fue a terminar de hacer los pendientes antes de despertar a
su novia.
Una hora después…

_Amor – dijo anabelle , acariciando su rostro.

Raniel abrió sus ojos y vio esos ojos azules contemplándola con mucha
ternura y se dio cuenta que estaba vestida y recién duchada y olía muy
rico, con un perfume que le era muy propio de Anabelle, se veía muy
hermosa esta mañana, ese color de blusa le favorecía y le hacía ver muy
sexy…cielos, eres el ángel más hermoso – Pensó Raniel.

-buenos días amor- saludo Raniel – estás muy hermosa hoy, de hecho
pensé que eras un ángel.

-buenos días mi vida – saludo Anabelle y la beso- gracias por tu cumplido.


Ahora debes de levantarte amor, debemos partir, Marcus vendrá a
recogernos en unos minutos más.

Raniel miro el reloj y se tapo la cara con ambas manos, sólo llevaba
apenas dos horas durmiendo y debía levantarse, no era justo, estaría todo
el día bostezando por causa de la falta de sueño.

Se fue directo al baño tomo una ducha rápida y cuándo se disponía a


vestirse observo el conjunto que estaba al pie de la cama y en ese mismo
instante entro Anabelle y le adivino el pensamiento –

-amor, es para ti- expuso anabelle, un tanto nerviosa – veras encargue a


Kat un conjunto de trajes de su tienda el otro día, que fuesen a tu medida,
algo casual ya que ese es tu estilo por lo que he notado. Hice esto porque
no habíamos traído ninguna de nuestras pertenencias y no podíamos
estar vestidas con una misma ropa toda la semana, ¿no te parece?

Raniel la contemplo por unos instantes y se fijo que estaba un poco


nerviosa al respecto de cómo fuese a reaccionar.

-Anabelle- dijo ella- me gustaría que la próxima vez me acompañases a


comprar ropa, ésta de verdad está estupenda y debo alabar tu buen gusto
y me encantaría que me aconsejases al momento de hacerlo.
Anabelle quedo sin palabras… una vez que se recupero… agradecía todo
ello…ya que comprendía que Raniel le estaba dando los primeros pasos
para mejorar su relación y permitiéndole a ella formar parte de sus planes.

-¿de verdad te gusto? – Inquirió ella – no estás molesta.

-la verdad si me gusta mucho y por qué habría de molestarme, sí mi novia


lo hizo con cariño- manifestó Raniel sonriente.

Anabelle sólo atino en abrazarle, luego le ayudo a vestirse…Raniel, llevaba


un jeans azul, suéter blanco, botas café y una chaqueta del mismo color,
que le daban un aspecto aún más juvenil y casual.

-te ves hermosa amor – dijo anabelle, besándola – ahora vámonos, nos
están esperando.

Durante el viaje, Raniel no se pudo mantener despierta y termino


quedándose dormida en brazos de Anabelle. Ella le sostenía muy bien en
su regazo y acariciaba su rostro, estaba feliz, no cabía en sí de la dicha que
la embargaba y ahora comenzaba a pavimentarse el camino a su relación y
podría hacer planes junto a ella.

Marcus quién le observaba por el retrovisor de vez en cuando, veía que la


Duquesa estaba más feliz desde la llegada de la joven, estaba más
radiante y en sus ojos podía ver el amor que le profesaba a la joven que le
acompañaba y que nunca antes vio con el joven Robert, era tal como se lo
había señalado su hermana, cuándo ella le visito en la residencia.

_señorita Anabelle – dijo éste.

-dime Marcus, ¿qué sucede? – señalo Anabelle.

-quería comentarle algo con respecto a la señorita Raniel- dijo él

-¿qué pasa con ella? – inquirió anabelle.

- mi hermana vino a verme hace unos días y conoció a la señorita Raniel,


usted sabe que ella puede ver ciertas cosas.

- estoy enterada de eso – respondió ella.


-vera, ella me confesó que veía en el aura de la señorita Raniel
desprenderse dos cristales.

-¿cristales?- dijo anabelle.

-así es, pero Nadine me explico, que esos cristales eran heridas profundas
que llevan las personas, en el plano físico como en el espiritual.

-prosigue – solicito anabelle intrigada.

- bueno al parecer, según entendí, ella tiene un cristal ámbar en uno de


sus costados y representaba una herida física del presente y el otro
cristal gris ubicado en la zona del corazón tiene relación con el pasado de
la señorita Raniel, pero que ambos estaban conectados entre sí. Lo que le
preocupo a mi hermana, es que cuándo uno de ellos libera su energía
desencadena que el otro reaccione, provocando que pierda la totalidad
de la energía del cuerpo y le traiga sufrimiento, es por ello que me atreví
a comentarle- dijo Marcus – pues hace unos días ella se veía muy extraña.

- me has dicho, que vio uno en el costado de Raniel – inquirió Anabelle.

-así es señorita – repuso el chofer.

-entiendo, Marcus podrías pedirle a tu hermana que viniese a hablar


conmigo lo antes posible – solicito anabelle.

-como no, le llamaré a penas lleguemos – señalo él.

- te lo agradezco mucho

- no me agradezca señorita Anabelle, usted sabe que estoy para servirle,


además Nadine menciono que no era bueno para la salud de la señorita
Raniel y sí en algo puede ayudarle, estoy segura lo hará encantada.

-comprendo, de todas formas muchas gracias Marcus.

Anabelle, contemplo a su prometida y reflexionó en las palabras de su


chofer, ya que asocio esa herida del costado con la cicatriz en forma de
flor de iris que ella tenía, recordó lo sucedido ese día y cómo había
afectado su salud.

-qué misterios guardas amor – dijo Anabelle acariciando su rostro.


Momentos más tarde el coche se detenía frente al castillo…

-amor despierta- dijo Aanbelle.

-eh –está abrió sus ojos y se enderezo en seguida- siento haberme


quedado dormida.

- no te disculpes - dijo anabelle y le ayudo a salir, juntas entraron a la


mansión… en el recibidor….anabelle detuvo por el brazo a Raniel

-Raniel por favor espérame en mi estudio – dijo anabelle – voy a dejar las
cosas y en unos segundos estoy contigo.

- de acuerdo, nos vemos ahí- afirmo Raniel.

Anabelle dejos sus cosas en su alcoba y fue en busca de sus padres y


Alesia, necesitaba conversar con ellos.

-buenos días – dijo anabelle al encontrarles en el jardín y se dispuso a


saludar a sus tíos y primos- que alegría verles.

-has llegado hija mía- repuso Anette.

- al fin llegas, ya pensamos que te habíamos perdido- bromeo John, primo


de anabelle.

-jajajaa, eso te gustaría- replico ella.

- ¿cómo estuvo ese descanso?- pregunto su tío.

-estupendo- repuso sonriente Aanbelle.

-se te nota más radiante, picarona – señalo Alexandra, su otra prima,


guiñándole un ojo.

Anabelle se limito a sonreír nada más…

-tíos, si me disculpan, les voy a privar por unos momentos de mis padres
y Alesia, necesito hablar con ellos- señalo anabelle.

-como no querida- repuso su tía, quién era hermana de s u madre..

Cuando ya estaban en el interior de la residencia,…


-¿sucede algo Anabelle?- inquirió su padre.

-por favor acompáñenme hasta mi estudio, necesito hablar un tema con


ustedes- señalo la joven.

Al llegar al lugar, se encontraron con Raniel que les esperaba


también…fue una sorpresa para la joven verlos ahí a los tres, quedo
intrigada…

-bien hija mía, tú dirás- acoto Anette- ¿qué es lo que necesitas decirnos a
todos nosotros?

Anabelle fue hasta dónde se encontraba Raniel, se quedo de pie junto a


ella, tomo una de sus manos y la entrelazo con la de ella, respiro
profundamente y se dispuso a comenzar a explicarles el motivo de la
reunión.

-Padre, madre, el motivo por lo que les pedí venir, es para presentar a
Raniel a ustedes como mi novia y futura prometida- explico Anabelle-
estoy consciente que tengo que resolver mi situación actual con Robert y
que una vez que el regrese daré por terminada mi relación. Para mí, lo
que estoy viviendo con Raniel es lo más hermoso y es un amor que jamás
pensé vivir. Es por ello que lo querido hacer oficial nuestro noviazgo ante
ustedes y solicitar que Alesia sea nuestra testigo hasta que podamos
formalizar según la tradición de nuestra familia.

-hija mía- comento James- tú madre y yo hemos hablado mucho del tema,
encontramos que tal vez deberías haber esperado terminar las cosas en tu
relación anterior. También te confesamos que nos ha costado un poco
asumir tu nueva vida sentimental, no te reprochamos nada al respecto y
nada tenemos en contra, sólo es el proceso del cambio nada más, pero
ante todo eres nuestra hija y entendemos perfectamente tu sentir y
respetamos tu voluntad. Es por ello que deseamos saber que antes de dar
cualquier paso, ambas estén completamente seguras de lo que sienten, ya
que el compromiso es la ante sala de una vida de casados, una vida en
familia, además deberán lidiar que con el hecho de que la sociedad no
verá con buenos ojos una relación entre mujeres, deben asumir ese hecho
y decidir si están dispuestas a defender su amor de atropellos y pesadeces
que sucederán tarde o temprano. .

Alesia observo detenidamente a Raniel, quería ver a la joven, necesitaba


estar segura que la muchacha sería capaz de asumir su relación con
Anabelle frente a los padres de ésta.

-por mi parte estoy completamente segura de lo que siento – expreso


Anabelle- es más estoy consciente de que no seremos aceptadas en
mucho lugares, por lo que habrá ocasiones en la que deberes mantener
un cierto comportamiento, pero a pesar de todo ello, no pienso dar
marcha atrás y estoy segura de lo que quiero y que es Raniel con la
persona que deseo estar toda mi vida.

-¿y tú jovencita? – pregunto james - ¿qué es lo que sientes por mi hija?,


anteriormente escuche tu punto de vista en cuánto al compromiso y
respete tus argumentos, pero ahora la situación es muy distinta y deseo
que seas muy sincera y honesta contigo misma, más que para con
nosotros.

Todas las miradas se clavaron en Raniel, en especial la de Anette, que


comprendía que su esposo tenía ciertas reservas y por ello de las
preguntas.

Por otro lado Raniel, había escuchado todo con absoluta calma, aunque no
dejaba de pensar que era algo complejo y distinto el escenario en la cual
se desenvolvía hoy, pero cómo todo en la vida debía asumirse con un
grado de responsabilidad y honestidad, aunque todo era sorpresivo e
inusual, puesto que jamás paso por su cabeza que ella se enamoraría de
Anabelle y menos que en este país encontraría el amor, por lo que se
tomo unos segundos antes de responder.

-vera, siendo muy honesta con usted, nunca antes me enamore y estoy
consciente de mis afirmaciones en aquella oportunidad – expreso Raniel –
nunca fue mi intención al venir acá enamorarme de su hija, fue un
sentimiento que fue creciendo con el transcurrir del tiempo y me costó
asumirlo hasta hace poco y lo que sí debo confesarle, que desde que la vi
por primera vez llamó mucho mi atención, ya sea por los bocetos o cosas
que sólo el corazón entiende y que son nuevas para mí. Ahora
contestando a su pregunta, le confieso que estoy enamorada de su hija
como nunca lo he estado de nadie. Además les puedo asegurar que no es
para mí un e tapa que deba experimentar y ver qué sucede. Por el
contrario tengo claro lo que siento por Anabelle, yo le amo. En lo
relacionado a lo que los demás opinen es un riesgo que debemos tomar,
pues la hipocresía es muy grande, trataremos de cuidarnos al máximo,
pero no mentire en mi amor hacia a ella, le guste o no a los demás, pues
no estoy pidiendo permiso a la sociedad para poder amar, es una decisión
sólo mía y de anabelle.

Tanto James como Anette quedaron muy conforme con las palabras de
Raniel y no les queda duda alguna que estaba hablando muy en serio y
con una gran madurez en aceptar sus debilidades. Por otro lado Alesia,
sonreía y daba gracias al cielo que la joven pudiese asumir su amor por
Anabelle.

-¿entonces?- exclamo Alesia sonriente - ¿cuándo hacemos la promesa?, ya


quiero oficializarlas de testigo.

- amor, por favor ponte de pie – dijo anabelle – dame tu mano (retiro el
anillo de su mano y saco una cajita, dónde se encontraba su gemelo y se lo
entrego a su prima) sus padres se reunieron a su alrededor, quienes
sostenían en sus manos un cáliz muy antiguo y que por lo demás era una
reliquia de la familia; ambos recibieron los anillos y los sumergieron
dentro del cáliz y dieron sus bendiciones y luego los regresaron a las
mano de Alesia.

Anabelle tomo la mano de Raniel y le miro fijamente…

-Raniel por medio de este anillo te ruego aceptes mi amor y quieras ser mi
novia – señalo Anabelle- frente a mis padres me comprometo hacerte feliz
y luchar por conquistar cada día tu corazón y unir en un futuro nuestras
vidas.

Por el otro lado…Raniel tomo el segundo anillo…

-Anabelle, te entrego mi corazón y mi amor que ahora te pertenecerán


por medio de este anillo y deseo que seas mi novia- murmuro una
temblorosa Raniel – prometo estar junto a ti en todo momento y procurar
con todas mi fuerzas para hacerte la mujer más feliz. (Dicho esto procedió
a colocar el anillo en la mano de Anabelle)

James y Anette luego de pronunciar los votos, los padres se dispusieron


en ambos costados de las jóvenes y juntaron las manos de las muchachas
con las suyas, mientras Alesia derramaba el agua de los anillos sobre las
manos de la nueva pareja.

_Por medio de este acto, damos fe del compromiso que han asumido ante
nosotros y bendecimos esta unión y deseando que el amor acompañe sus
vidas hoy y siempre, declaramos y aceptamos su amor, son pues
prometidas ante nuestros ojos y según la tradición de nuestra familia-
declararon ambos padres.

Con ello concluyo un ritual de la familia Calguiere. Ahora eran


oficialmente prometidas antes los padres de Anabelle y sellaron su
promesa con un breve beso.

-Seas bienvenida a nuestra familia Raniel- dijo Anette- deseo que cuides
mucho de mi hija, ella te ama y eso te lo puedo asegurar con sólo ver sus
ojos.

- gracias Anette – Respondió Raniel – te doy mi palabra.

-hija mía, te amo y deseo seas muy feliz junto a raniel – expreso su padre-
ten paciencia y guíala en esta nueva experiencia que comienzan.

-padre, gracias por su apoyo – respondió sonriente Anabelle- claro que


sabré ser paciente y estaré a su lado para que ambas aprendamos a forjar
una relación fuerte y solida, como la de ustedes.

- lo harán – dijo éste – sí saben escucharse y se permiten amarse


libremente sin egoísmos.

-vengan acá el parcito- clamo Alesia y las abrazo fuertemente- felicidades


a las dos, prométanme que sabrán escucharse y respetarse aún cuando las
cosas se tornen mal.

- lo prometemos- dijeron al unísono


-jajaja, eso me parece genial- repuso Alesia- te llevas una mujer
maravillosa prima- le susurro al oído.

- lo sé- respondió anabelle.

-bien ahora, vamos con los demás - señalo Anette- que hay cosas por
hacer, dijo sonriéndole a Alesia.

-jajaja, así es tía querida – comento Alesia- por cierto Raniel vete
preparando, los chicos están esperando tu duelo con Francis, ya han
hecho bastantes apuesta en tu contra y además no será el único rival que
tendrás- dijo burlonamente.

-¿duelo?- pregunto Raniel - de qué hablas

-Alesia- dijo Anabelle (quien supo al instante a qué se refería su prima)-


déjala descansar

-lo siento mucho- dijo james- ahora menos que nunca puede rechazar un
duelo familiar y estamos todos deseosos de verla en acción y nos
complacería si ella acepta esta competición.

-¿de qué están hablando con una competición?- inquirió Raniel

-amor mío, no tienes más alternativa que aceptar- suspiro anabelle-


tendrás un duelo en esgrima con Francis y otros miembros de esta familia.

-¿están seguros de qué desean eso?- pregunto raniel. Todos la


contemplaron por lo insólito de su pregunta.

-no me dirás ahora que tienes miedo- ataco Alesia riendo.

-no – dijo llanamente (pero no será culpa mía después…, se dijo para sus
adentros)

Anabelle se quedo viéndole unos instantes y le dio la impresión que Raniel


algo escondía…

-ahora les daremos unos minutos para que disfruten su intimidad – dijo
anette – luego reúnanse con el resto.
Una vez que todos abandonaron el estudio, para así darle un tiempo a
solas. Anabelle tomo por la cintura a Raniel y busco sus labios, estaba
ansiosa de volver a sentir las caricias de la que ahora es su prometida,
poco a poco las caricias se fueron tornando más ardientes, las manos de
anabelle atormentaban por debajo del suéter los senos de su novia.
Mientras que La boca de Raniel deja una estela de deseo por todo el
cuello de Anabelle. Ésta última tuvo que sacar fuerzas mentales para
detener todo aquello, ya que sólo contaban con pocos minutos, ya
tendría toda la noche para disfrutarla de pies a cabeza y ahora tenía todo
el derecho del mundo de hacerlo como su novia.

Al tiempo después, las chicas se reúnen con los demás miembros de la


familia, dentro de un gran salón, que fue preparado para el duelo de
esgrima que se daría en unos minutos. Raniel saludos a todos los
integrantes de ambas familia.

-Raniel – dijo Charles visiblemente emocionado - ¿cómo te sientes?, estás


lista para esto, puedo darte algunos consejos que te ayuden contra
Francis.

-no te preocupes Charles, muchas gracias de todos modos, aunque sea


una aficionada puedo defenderme y dar al menos un digno espectáculo-
señalo Raniel sonriendo.

-te lo dije- Clamo John – confiamos que Francis no sea muy despiadada

-nada de eso querido primo- Reprocho Francis – no sería honorable de mi


parte, no es así mi querida Raniel (se acerco a ella y le susurro. No tendré
compasión contigo cuñadita)

- estás en lo cierto Francis,- asevero Raniel- ahora si me disculpan iré a


vestirme.

Toda la familia tomo sus ubicaciones, mientras que Michael (padre Alesia)
sería juez en el duelo. Anabelle se sentó junto a sus primas.

-relájate Anabelle- dijo Alexandra- verás que Francis acabará muy rápido
este duelo
-vaya – exclamo Annabelle – veo que todos le apuestan en su contra
(sabía que su hermana era la mejor, después de Alesia, pero Raniel es su
pareja y su apoyo estaría con ella)

-acaso lo dudas- pregunto Alexandra.

- esta vez apoyare a Raniel – dijo llanamente anabelle.

- de verdad – exclamo extrañada esta- pero que no le has oído, dijo que
era aficionada, tú qué opinas Alesia.

- todo está a favor de mi prima- dijo reflexiva ésta- pero hay algo en
Raniel, que no me convence, lo siento, pero creo que no daré mi opinión
sin antes verlas en combate.

-vaya hermana, me sorprendes – repuso Alexandra.

En esos momentos regresaba Raniel con su careta bajo el brazo…

_bien llego la hora qué había estado esperando – dijo Francis- tú escoges
el arma por ser nuestra invitada cuñadita.

-sable – respondió Raniel

-vaya, se pone interesante – repuso Francis.

-El duelo será a tres puntos- señalo Michael – están de acuerdo

-si- respondieron ambas.

-Entonces – dijo éste – a sus lugares.

Cada una tomo su lugar…

-a mí señal… ¡alto!

Y se dio inicio al duelo entre ambas chicas, francis dio sus primeros
golpes en busca de la zona de punto, pero Raniel hábilmente contrarresto
todos sus ataques y una vez que ella ceso ataco sin ser muy efectiva,
permitiéndole responder a su tirador y fue así que Francis obtuvo la zona
del hombro de Raniel y consiguió su primer punto.

-touche – exclamo el árbitro


Las jóvenes volvieron a sus posiciones…

-alto… y se dio inicio por el segundo punto

-te dije, esto es pan comido para Francis- repuso su prima.

- hay algo qué no me gusta- dijo Alesia- Raniel no estaba combatiendo en


serio.

-te diste cuenta también- menciono anabelle.

- así es – repuso ésta (qué está tramando Raniel) pensaba Alesia.

Mientras tanto, los golpes de Francis eran cada vez más agresivos y
consistentes hacia su tirador, sin darle tregua y de un momento a otro la
posición de los pies de Raniel cambio súbitamente…

-pero qué rayos- dijo Alesia- esa posición…no puede ser…Francis cuídate
de….….no alcanzo a decirlo

Raniel en dos segundos tocaba el torso de francis, consiguiendo el punto


para sí…

-touche

Todos quedaron pasmado con el ataque de la joven Raniel, que no podía


contener hasta hace unos minutos los ataques de francis…

-pero qué paso- dijo John –

-demasiado tarde- suspiro Claudine- esta niña tiene su as bajo la manga.

-pero cómo- exclamo Alexandra.

-esa niñita, no es quién dijo ser- señalo Alesia- no es ninguna principiante,


lo que acaba de hacer es un FUKEN, y consiste en usar el ataque sorpresa
del estilo samurái y para conseguirlo estudia previamente los movimientos
de su oponente.

-eso quiere decir…-preguntaron John y Alexandra.

-que el punto que obtuvo Francis, fue sólo un ardid para ver sus ataques y
planear su estrategia- comento Anabelle.
En eso instantes en el campo de batalla…

-alto – pronuncio el árbitro y comenzó el punto final…

Francis, estaba sorprendida por el punto anterior, pero ahora le


demostraría toda su capacidad, no tendría piedad de ella y fue
amenazante con su sable contra su oponente, ataco velozmente,
buscando un mínimo de espacio para contacto, pero Raniel, respondió a
sus ataques esquivándolos muy bien de una forma más ágil y sutil que las
veces anteriores… y sus pasos variaron otra vez como atrayendo a su
oponente…

-no puede ser – dijo Alesia seria.- ese…estilo es…

Raniel dejo que Francis atacase, respondió al último golpe y entonces…sus


pies cambiaron de posición y en cuestión de abrir y cerrar los ojos…Francis
era tocada en el brazo, dando el punto para Raniel.

-touche

-alto- exclamo Michael- punto valido para Raniel y, eres la vencedora.

Ambas chicas se quitaron sus respectivas caretas y Francis felicito a Raniel


por su victoria, la joven agradeció y miro desafiante a Alesia.

-no puedo creerlo- dijo Alexandra- cómo pudo perder con una aficionada.

-ella no perdió con una aficionada- replico Alesia- Francis perdió ante un
espadachín.

- a qué te refieres- indago su hermano.

-Raniel no es una esgrimista cualquiera, sino es una persona que en su


esgrima ha ido incorporándole estilos de otras artes marciales con
espadas- acoto Alesia- es una nueva practica que se está usando , pero
toma mucho tiempo alcanzar la perfección y Raniel, según pude apreciar
domina el kendo, kenjutsu y el Iaido.

-por eso fue que Francis perdió- finalizo Anabelle.


-ahora entiendo el porqué de su pregunta- acoto Alesia- sabía de ante
mano que la estábamos subestimando y nos acaba de dar una lección a
todos.

- así es – puntualizo Anabelle- con su permiso iré con ella.

El matrimonio Calguiere como el Brigston , felicitaban a la joven por su


logro y en esos momentos llego su flamante prometida, quién la separo
de ellos unos metros y le susurro a su oído…

-te felicito mi amor, estuviste soberbia, a la noche te entregare tu premio-


dijo coquetamente anabelle.

-esperare con ansias entonces- respondió igual de coqueta.

-ey , tú… nada mal- exclamo sonriente alesia- mis felicitaciones señora de
Calguiere, eres una digna rival.

-gracias por tus palabras, me honras, viniendo de la campeona nacional-


bromeo Raniel- la próxima serás tú

-jajaja, ya quisieras- dijo Alesia- soy un hueso duro de roer, además ya vi


tu estilo y eso juego lo podemos hacer las dos.

-jajaja – bromeo Raniel- entonces acepto tu desafío.

Anatte, les llamo para que se dejasen que Raniel se cambiase, ya que el
almuerzo ya estaba servido. Unos minutos más tarde…en el comedor, la
joven fue ubicada al lado de Anabelle, por orden de sus padres.

-bueno- dijo james, llamando la atención de todos los presente- quiero


hacer junto a todos ustedes un brindis por la flamante ganadora de este
duelo y felicitarla por su clase magistral que nos dio. Junto a ello también
quiero brindar por mi hija Anabelle, por la nueva etapa que comienza en
su vida, así que les deseo éxito a ambas…salud por Raniel y Anabelle.

-salud- exclamaron todos.

Ambas chicas sonrieron por los augurios que les entregaban su familia y
por debajo de la mesa Anabelle tomo la mano de Raniel y muy cerca de
ella le susurro…
-te amo.

Notas finales del capítulo:

El resto del día la familia compartió en distintas actividades, estuvieron


los jóvenes entre partidos de tenis y billar, mientras que los padres de
estuvieron platicando en la terraza y disfrutaban de la hora del té
acostumbrada. Mientras que Raniel había buscado un lugar apartado para
retratar los jardines de la familia…

Ya había transcurrido las horas y no se había percatado de ello…

Dentro de la mansión, anabelle terminaba de revisar unos documentos


para ir en busca de Raniel, una vez hecho esto salía de su estudio cuándo
se topo con su hermano Charles, que llevaba un buque de lirios y se quedo
mirándole por unos instantes…

-¿qué haces Charles?- dijo ella

- me pillaste, voy a regarle estas flores a Raniel. Bueno tú sabes, ella…- dijo
su hermano.

Anabelle le miro muy preocupada y decidió hablar con él para dejar las
cosas claras y evitar malos entendidos con su prometida.

_charles – dijo ella- ten la bondad de pasar por favor, hay algo que
debemos aclarar.

El joven que adoraba a su hermana, fue presto a su estudio y una vez ahí
busco el mejor lugar para sentarse…

-bien, tú dirás hermanita – dijo charles.

Anabelle tomo asiento en su escritorio y le miro fijamente y decidió ir al


grano.

-Charles, quiero hablarte de Raniel- dijo anabelle- mejor dicho de


nosotras.

-¿nosotras?- inquirió éste incrédulo.


-así es- señalo Anabelle…. Y procedió a contarle todo lo sucedido con
Raniel y la situación actual que mantenía con ella y que sus padres les
habían dado la bendición para su noviazgo.

El joven quedo de una pieza, jamás pensó que su hermana llegaría


enamorarse de una mujer y mucho menos que esta fuese Raniel, que por
cierto a él le gustaba mucho, pero comprendía que Anabelle no le hubiese
dicho algo así sino no fuese cierto, sabía que estaba de novia con Robert,
pero desde que Raniel estaba en casa, ella había cambiado mucho, al
principio la noto tensa, luego muy distraída y ahora radiante, esos eran
signos de amor, él no era experto en temas del corazón pero estúpido no
era….no podía asumirlo así como así…pero si ellas se amaban…no le
quedaba más que apartarse…

-escúchame bien anabelle, por que no te lo diré otra vez- dijo serio el
muchacho- si no terminas con Robert y haces sufrir a Raniel…no te lo
perdonare jamás y te la quitare, quedo claro hermana.

- bastante claro- señalo ella- agradezco tu sinceridad, pero no voy a


renunciar a ella y tampoco le dejare el camino libre a nadie y aunque eso
te incluya hermano mío.

-entonces, está todo dicho- repuso éste un poco abatido- les deseo que
sean felices…se encamino hacia la puerta y de pronto se devolvió para
abrazar a su hermana, la adoraba y si ella era feliz, por él estaba todo
bien- te amo anabelle, cuídala por favor.

-te lo prometo Charles- dijo anabelle- gracias, te amo hermano.

Momentos más tarde Raniel terminaba con sus bocetos y se quedo


viéndole fijamente, sin duda se veía hermosa, había dibujado a Anabelle
montada sobre su caballo entre medio del bosque y le hizo recordar aquel
día junto al río…estaba tan sumida en sus pensamientos que de repente
unos brazos la envolvieron por la cintura y besaron su mejilla…

-¿Qué haces mi amor?- dijo anabelle.

- Eres tú- dijo sorprendida ella.


-¿a quién más esperabas?- pregunto anabelle

- a nadie- repuso Raniel- no miento…esperaba a mi princesa…pero no se


ha presentado- río burlesca Raniel-

-¡así!- dijo Anabelle – mira tú, entonces ya que tampoco he encontrado a


mi novia, volveré a casa (e hizo como se marchaba)

- no espera- le suplico Raniel- sólo estaba bromeando, no podría esperar a


nadie más que a ti mi vida, y se levanto para abrazarla, busco sus labios y
se fundió con ella en un beso apasionado que comenzó a elevar la
temperatura…sus cuerpos estaba prendidos por el deseo y detuvieron a
tiempo sus caricias o hubiesen acabado en aquel sitio.

-mi vida, aguardemos un poco, ya tendremos la noche para pertenecernos


mutuamente- dijo anabelle.

-Anabelle- exclamo aún agitada Raniel- pero eso no va a poder ser,


ambas estamos en distintas habitaciones y quedan lejos la una de la otra
y no que creo que tus padres nos permitan hacer una vida matrimonial.

-jajaja – rio Anabelle- mi vida, tú crees que voy a permitirte que duermas
solas, ahora que eres mi novia, permíteme aclararte que de ahora en
adelante preciosa, vas a dormir conmigo en mi alcoba, hazte la idea de
que amanecerás en mis brazos todos los días amor.

-mmm, ni una noche solita- dijo pícara raniel.

-nada de nada, tu vida de soltera se acabo mi cielo- aclaro Anabelle –


ahora vamos con los demás o no respondo de mis actos.

-jajaja – se burlo Raniel – mira nada más, que acaparadora te me has


vuelto.

-si por mí fuera- señalo Anabelle- estarías encadenada a mí.

-cielos en dónde vine a caer – acoto risueña Raniel.

- has caído en las manos de la mujer que más te ama en este mundo-
expreso anabelle- y que sabrá cuidarte y hacerte feliz.
Raniel sonrió y abrazo a su novia, fueron caminando hasta la
mansión…antes de llegar….

-Raniel- dijo Anebelle- debemos hablar con tus padres de nuestra relación
y de tu futuro, es preciso que nos ocupemos de tus estudios, no quiero
que te atrases y eso perjudique tu carrera.

Raniel, contemplo el cielo y suspiro….era verdad…había dejado a un lado


el tema de sus estudios… y más aún tenía la obligación de hablar con sus
padres…a decir verdad no sabía cómo empezar…

-pasa algo amor- inquirió Anabelle al ver el silencio de la joven- por favor
ten confianza en mí.

-sabes- dijo Raniel- estoy en un dilema

-¿qué dilema?

-puedo a través de Sara ocuparme de congelar mis estudios por un


semestre, más que nada serían algunos ramos, ya que otros los tengo
adelantados- prosiguió Raniel – pero después deberé volver a casa a
terminar mis estudios y eso significa que estaremos separadas un tiempo
y por otro lado están mis padres, no creo que el teléfono sea el medio más
apropiado para darles la noticia de mi relación contigo, es algo delicado
que se debe hacer personalmente.

Anabelle escucho en silencio y sintió un dolor en su corazón de sólo


pensar que podrían separarse, ella no quería que Raniel se fuese de su
lado ni siquiera por sus estudios, sus palabras la dejaron inquieta, tenía
que buscar el modo de solucionar las cosas para que su novia aceptase
quedarse a estudiar en Inglaterra y en cuanto a sus padres, si era
necesario le acompañaría hasta su país para conocerles y así formalizar su
relación, pero de una cosa estaba segura la quería a su lado, como
Duquesa movería sus influencias para conseguir sus objetivos.

_mi vida – dijo anabelle- no quiero que congeles tus estudios, cuándo aquí
puedes hacerlo como alumna de intercambio, es cosa de que
presentemos tus antecedentes académicos y ver qué universidad te puede
aceptar.
-¿intercambio? – inquirió Raniel.

-así es- señalo Anabelle- en el año se abren cierta cantidad de cupos para
estudiantes extranjeros, los cuales deben tener como requisito son
excelencia en sus estudios y dominio del idioma, cosa que tú tienes a tu
favor.

- la verdad, nunca había pensado en el intercambio – dijo Raniel- hasta


que hubiese finalizado mi carrera, de hecho el jefe de la facultad de
arquitectura, me había propuesto hacer una pasantía en Norteamérica
después de finalizar mi tesis.

-¿a Norteamérica?- inquirió Anabelle.

-así- dijo Raniel- pero eso es algo que no he decidido aún y tampoco estoy
del todo convencida.

Anabelle, respiro un poco más aliviada, de saber que ella no se planteaba


como objetivo los Estados Unidos, ahora tendría más chance de
convencerla para que optase por buscar acá su futuro, a su lado.

-me alegra escuchar eso- comento anabelle- no te negare que me


preocupe por un momento, pues la mayoría de los jóvenes buscan su
futuro en prestigiosas universidades en ese país.

-jajaja, no para mí- señalo ella- no me seduce en lo absoluto.

-eres increíble- murmuro con ternura anebelle- vamos entremos, más


tarde seguiremos con esta conversación. Por cierto quiero que me
acompañes mañana.

-¿dónde me piensas secuestrar?- dijo risueña Raniel.

-no seas traviesa- dijo anabelle- iremos de compras y saldremos a cenar


más tarde.

- y tus negocios – pregunto Raniel.

-me acompañarás a la compañía Calguiere- señalo Anabelle.

-¿qué hare ahí?- inquirió asombrada Raniel- sólo seré una distracción para
ti, creo que mejor sería que me juntase contigo más tarde.
-claro que no- puntualizo anabelle- no voy a dejarte sola ni un segundo,
además que deseo que te vayas integrando a las cosas que hago, que
puedas conocerme y éste es el único modo que tenemos, ¿no te parece?

-es razonable tu punto de vista- señalo Raniel- pero no podremos estar


tan pegadas siempre- río Raniel.

-no te burles- sentencio Anabelle- estoy consciente de ello, pero por ahora
déjame disfrutar de tu compañía, ya que más adelante estarás muy
ocupadas con nuestros hijos.

Raniel, casi se muere del infarto, abrió sus ojos enormemente y palideció
ante el comentario de su novia…¿hijos?...tan pronto…pero eran
mujeres…¿cómo rayos haría un milagro?...adopción…no…y su
carrera…madre bendita…ya se le quitaron las ganas de reir.

Anabelle, miro el rostro de su novia y no pudo contenerse y exploto en


sonoras carcajadas, le encantaba darle sorpresas, aunque esta la dejo
conmocionada…pero no eran una broma después de todo…quería hijos
con Raniel y no iba a desistir de ello…habían muchos métodos y ellas
serían madres.

-mírate amor- se burlo anabelle- estás como si hubiese visto un fantasma.

-este…yo…- dijo la joven, quién no reaccionaba del todo.

- ven vamos, que nos esperan, ya hablaremos del tema más adelante-
señalo anabele- respira mi cielo.

Más tarde en la mansión y después de cenar…. Estaban reunidos en la sala


de música, dónde Claudine les deleitaba con algunas melodías…

-Raniel- pregunto alesia- ¿estás bien?, estás pálida.

-si- dijo distraídamente Raniel sin verle a la cara.

Alesia se acerco a su prima…

-¿qué sucede con Raniel?- inquirió alesia- no me dirás que se pelearon


otra vez.
-jajajaja, nada de eso – repuso Anabelle – verás… y le comento lo sucedido
y la reacción de su novia.

-pobre- se compadeció Alesia- yo estaría igual, apenas llevan unas horas


oficialmente de prometidas y ya le exiges hijos, que mala eres, con razón
está así. De verdad quieres tener hijos con Raniel o es una broma.

- hablo muy en serio – repuso anabelle- claro que no todavía, quiero


formar una familia con Raniel y eso incluye hijos más adelante, ya deseo
tener un bebé de ella con sus hermosos ojos.

-cielos prima- dijo Alesia – la pobre no tendrá descanso, eres


tremenda…jajaja, pero me gusta la idea de tener unos hermosos
sobrinitos, pero no se lo digas a Raniel o la matamos anticipadamente.

-Jajajaja y me llamas mala a mí- repuso anabelle- es más debo confesarte


que tengo este extraño sentimiento desde que la vi la primera vez y me
ocurre lo mismo cuando ella desea alejarse de mi lado, es como si ya
hubiese vivido con anterioridad un abandono, por lo que algo dentro de
mí no acepta ni remotamente un alejamiento, es una voz interna que me
suplica desesperadamente que no la deje ir por ningún motivo.

-de verdad es curioso según me cuentas- agrego Alesia – y hablando de


curiosidades, en la biblioteca encontré unas cartas que te van a interesar y
hablan sobre tu antepasado y un supuesto romance que tuvo con una
joven.

-¿antepasado?, ¿romance con una joven?- inquirió Anabelle - ¿a quién te


refieres Alesia?

-nada más ni nada menos que la Duquesa Anabelle XVII – señalo Alesia.

-¿qué?- dijo atónita anabelle – pero qué dices prima, ella y una joven.

- ven conmigo- pido Alesia- vamos a la biblioteca

Al rato después… las muchachas se introdujeron en la parte final de la


biblioteca y Alesia toco un libro que resulto ser el botón para entrara a
una segunda habitación dónde había muchos más libros y al parecer muy
antiguos.
-cielos- exclamo anabelle- no sabía que existía esta habitación.

-ni yo- dijo Alesia – pero di por error con ella y ahí descubrí varias cosas
interesante, de eso es lo que te quería hablar el otro día….Busco entre un
libro y saco unas cartas y se las dio a Anabelle. Esta procedió a leerlas.

“Querida Anabelle:

Siento mucho no poder acompañarte en el día de tu


cumpleaños, sé que es muy importante para ti, pero por motivos ajenos
no puedo, ya que debo acompañar a mi padre a casa de una tía.

Te aseguro que mi corazón estará contigo en todo


momento y no habrá un segundo en que no piense en ti y en lo mucho
que te amo y lo que me harás falta. Eres el sol que alumbra mis días cada
día, todo mi existencia depende de ti como el aire que respiro. Por ello
amor mío no he querido irme sin dejarte un presente y espero sea de tu
agrado, lo hice con mucho cariño, se verá muy bien en uno de los salones
de tu hogar y estoy segura que a tu madre le gustara este retrato tuyo.

Con todo mi amor, tuya…

Rowine M “

…..

-es increíble- repuso anabelle- no puede ser, ella tenía un romance con
una mujer y quién es Rowine, siento que me suena ese nombre.

-así es prima, ella tuvo un gran amor –dijo Alesia- pero eso no es todo, lee
la otra y veras de quien se trata

“Anabelle

Te estare esperando en el lugar de siempre, junto al río,


necesito verte…tuya para siempre…

Rowine Mcraune “

-¿qué?- exclamo Anabelle- pero si ella es la hija de…


-Enios Mcraune- contesto Alesia- mejor dicho la desaparecida hija de
Enios, Rowine.

-que te puedo decir- expreso anabelle que no salía de su asombro – no


entiendo, anabelle se caso con un familiar tuyo.

-estás en lo cierto- respondió Alesia- pero eso no quita que hubiese


tenido una relación con la joven Mcraune, además tengo que decirte algo
que calle y fue el motivo que junto a otros sucesos que han estado
ocurriendo , me llevaron a investigarla. Te recuerdas el día en que Raniel
llego.

-sí- respondió ella- ¿qué sucede con ello?

-veras – dijo alesia – antes que tú entraras, tú madre casi se desmayo al


verla y le llamo Rowine y aunque trato de disimularlo ante mí, no dejo de
mirarla asombrada.

-en serio.

-así es- agrego Alesia – tengo la impresión de que tía Anette sabe algo
sobre ello, y a eso debemos sumarle, la marca que tiene Raniel y sus
bocetos, no te parece a ti extraño.

-Alesia- señalo anabelle- acompáñame, debo mostrarte los últimos


bocetos de Raniel.

Las muchachas abandonaron la biblioteca y se dirigieron al dormitorio de


anabelle. Ésta le mostro el block con los sus dibujos y Alesia los observo
detenidamente….momentos después…

-no puede ser- exclamo Alesia- son ustedes dos.

-no prima, no somos ninguna de las dos, ella es la antigua Duquesa –


indico anabelle – fíjate en la otra joven, mira su hombro…

-es la misma flor de iris que tiene Raniel- repuso alesia – pero esta
muchacha es idéntica a ella, sus mis facciones, piel y el color de ojos, no lo
puedo creer. Será posible que ella sea Rowine y qué sucedió con ella.
-no sé Alesia- dijo Anabelle- hasta dónde yo sé, la familia Mcraune hizo de
todo por hallarla y sin decir que Joseph Mcraune ha tratado de dar con el
paradero de su tía y no logro absolutamente nada, es como si la tierra se
la hubiese tragado.

-hasta hoy- recalco Alesia.

-¿a qué te refieres? – inquirió Anabelle.

-mira prima, nada sucede porque sí- agrego Alesia- la llegada de Raniel no
es coincidencia, mira esos bocetos con tu antepasado y ahora ustedes,
exactamente iguales las dos, eso Anabelle es el destino o mejor dicho
aunque suene descabellado, son la reencarnación de esas dos mujeres.

Anabelle, quedo en silencio, podría ser el destino, su prima tenía razón en


que ellas eran idénticas a las mujeres de los bocetos. Entonces no cabía
duda que ellas estaban destinadas desde antes a encontrarse, pero qué
fue lo que sucedió en la vida de la antigua Anabelle y Rowine.

-además Anabelle – señalo Alesia- hay otra coincidencia, que hemos


pasado por alto, tanto Raniel como Rowine son dibujantes.

-¿qué estás diciendo?

-que el retrato de la Duquesa Anabelle XVII, fue hecho por Rowine –acoto
Alesia- no te parece extraño y es exactamente igual al que hizo Raniel.

-tienes Razón- señalo Anabelle.

_prima, no sé tú- agrego Alesia- todo esto me hace pensar que ellas
dejaron algo pendiente y volvieron en esta vida reencarnadas en ustedes a
terminar con ello. Todo lo que me has contado con respecto a cómo te
sientes al sentimiento de abandono y la necesidad de protegerla, debe ser
algo por lo que ella tuvo que vivir, pues Rowine desapareció de su vida.

-puede que tengas Razón – adujo Anabelle- es tan extraño todo esto.

-pero por ahora prima, debemos guardar silencio- comento Alesia-


debemos averiguar más, sobre todo con respecto a Raniel y ver sí ella
tiene Relación con Rowine.
-será como tú digas- manifestó Anabelle- ahora volvamos con los demás,
quiero estar junto a ella, ya la estoy extrañando.

-jajaja- se burlo Alesia – cielos prima, el amor te tiene por la cuerda floja,
quién lo diría, esa niña te tiene comiendo en su mano.

-puede ser- sonrió ella- pero la necesito tanto como el aire que respiro,
me muero si me deja.

-no seas loca- agrego su prima- eso no pasará, pero debes ser sincera con
ella cuando llegue el momento de decirle que eres la Duquesa de
Calguiere.

-claro que lo hare- dijo Anabelle- no te quepa la menor duda.

Momentos más tarde se reúnen en el salón…Anabelle, al entrar lo primero


que hizo fue contemplar a su amada y sintió un gozo y un dolor al mismo
tiempo de saber que ellas pudieron haberse conocido antes.

Raniel platicaba junto a Claudine en esos instantes y sintió sobre sí la


mirada de su novia, pero algo había distinto en ella, tenía un poco sombría
su mirada…le preocupo un poco, que estuviese de ese modo y fue hasta
ella.

-amor- dijo Raniel- ¿sucede algo?

-no – dijo ella aún conmocionada

-anabelle- señalo Raniel- si es por el tema de los hijos, veras, también


quiero formar una familia contigo y que tengamos muchos hijos. Puede
que en un principio quedase sin palabras, fue por lo improvisto de tus
palabras, pero no es algo que me desagrade, al contrario nada me haría
más feliz que darte muchos niños con esos ojos tuyos.

Anabelle, le miro y suspiro profundamente, su corazón se contrajo


fuertemente, pero a causa de la dicha y también por todo lo que
descubrieron, por el nexo que ambas podían tener.

-dime que no me dejarás- inquirió anabelle- que estarás a mi lado, suceda


lo que suceda
-amor- señalo Raniel- ¿qué sucede?

-dímelo Raniel – suplico Anabelle

-te amo Anabelle – declaro Raniel- estaré a tu lado, somos novias no es


así.

-claro- respondió ella- pero necesito que me lo prometas, que no dejarás


que nada nos separe.

-Anabelle- inquirió Raniel- estás muy extraña, te prometo que nada me


apartará de ti, luchare por tu amor.

-gracias mi vida- respondió anabelle, visiblemente afectada- necesito


descansar un poco.

Anabelle se despido de la familia y se fue a su alcoba…

Más tarde Raniel, cansada y un poco preocupada por la situación de


Anabelle, también hizo lo mismo y se fue a su dormitorio, no quiso ir con
su prometida, pues deseaba dejarla descansar…Estaba sumida en sus
pensamientos y al llegar a su habitación no se percato que alguien más le
esperaba… y surgió de uno de los costados del pasillo.

-dónde crees que vas Raniel – pregunto Anebelle.

-¡eh!, Anabelle – dijo ésta sorprendida – a mi habitación a descansar y tú


qué haces acá, pensé que estarías dormida.

-pues que mal por ti- agrego anabelle – creí haberte dicho que no
volverías a dormir aquí, este no es tu lugar y si estoy aquí es porque intuí
que vendrías acá. Ahora amada mía, vamos a nuestra alcoba, es ahí de
donde jamás saldrás, te queda claro.

-muy claro- dijo sonriente Raniel.

Anabelle tomo de la mano a su prometida y la entrelazo sus dedos con los


de Raniel y fueron rumbo a la recamara de anabelle.

La joven cerro tras de sí la puerta de su dormitorio y busco frenéticamente


los labios de Raniel, necesitaba amarla, sentirla una vez más, quería
poseerla, sólo así calmaría esa gran necesidad que tenía de ella y que con
su amor lograría superar todos los obstáculos que enfrentasen.

Notas finales del capítulo:

Calguiere…

Junto las orillas del río, se encuentra una joven muchacha, descansando
unos minutos y dando de beber a su caballo, un azabache, tan negro como
la noche, animal muy querido por la joven…

Otro sitio, pero en las mismas tierras dos jóvenes comparten una plática…

-vamos Anabelle, ánimate – suplico Vivian- es tan sólo un paseo, no creo


que tus padres lo sepan, será nuestro secreto.

-no sé Vivian- expuso la joven, aunque en verdad era tan sólo una chiquilla
de 12 años – mi padre no me deja a ir a ningún sitio sin escolta, siempre
dice que los caminos están llenos de bandidos y es peligroso que una
señorita se exponga de tal manera.

- ok – contesto derrotada vivian- vamos con un acompañante, pero uno


sólo.

-sí es así- contesto Anabelle- acepto.

-vamos- señalo ella-verás que no te arrepentirás-

-eso espero- dijo una no muy convencida Anabelle.

Ambas muchahcas se dirigieron hasta las caballerizas de la familia y


solicitaron al encargado ensillarles caballos, vivian escogió un potro café,
mientras que Anabelle tomo su caballo favorito Pegasus…

_podrías por favor acompañarnos a dar un paseo- demando Anabelle a su


empleado.

-como usted mande mi señorita.

-bien- exclamo risueña y triunfante Vivian.

Fue así que los tres partieron recorriendo los parajes del lugar hasta llegar
al borde del río y junto con ello descubrieron a alguien descansando junto
a unas rocas, mientras su caballo bebía. Las jóvenes quedaron un tanto
confundidas ya que nadie puede andar o pasear por los alrededores sin el
consentimiento del padre de Anabelle…el hombre se interpuso para no
exponer a su ama ante un posible peligro…podría tratarse de un
bandido…que muy a menudo asolaban las tierras n busca de algunos
distraídos o solitarios viajeros…

-no se acerque – indico el hombre- puede ser peligroso, observemos


primero antes de acercarnos.

- nada de eso- inquirió desafiante Vivian- deberíamos ir ahora mismo a


encararle y sacarle de estas tierras, no debe tener permiso alguno y eso es
un atrevimiento para la familia Calguiere.

-no digas más- replico anabelle –haremos caso, esperaremos unos


momentos y luego interrogaremos a esa persona.

Observaron atentamente…pudieron comprobar que era un joven o niño,


aunque por la altura tenía más el porte de un adolecente…el muchacho
estaba ligeramente reclinado observando a la otra orilla del río…vestía
sencillamente, pero pulcramente, aunque su vestimenta era de caza,
denotaba que no era un simple campesino y que podría tratarse de algún
hijo de burgués…de súbito el joven se puso de pie como se hubiese visto
algo que llamó su atención y sigilosamente se dirigió a la orilla del cauce y
se quedo en estado de alerta…cómo acechando algo…

Entonces el hombre les dio indicaciones de adentrarse hacia el lugar, pero


sigilosamente sin ser descubiertos, así lo hicieron hasta quedar a escasos
metros del muchacho, quién no se percato de su presencia, puesto que
sus sentidos estaban enfocados en otra parte… De súbito el joven saca de
su espalda, mejor dicho de una alforja, una flecha y de su cintura extrae
un arco y procede alistarse para atacar…no cabía duda alguna, ese joven
estaba cazando en aquel sitio y cuándo tomo posición de tiro para
disparar, escucho una voz a sus espaldas….

-¿qué crees que estás haciendo cazando sin autorización?- dijo la suave
voz de una joven.
El muchacho detuvo sus movimientos y maldijo ciertas palabras, pero en
ningún momento dejo de estar en posición de puntería, todo lo contrario
raudamente volteo, apuntando en dirección de aquella voz, dejando
pasmadas a las jóvenes con la rapidez de sus movimientos y al hombre
que las acompañaba…

-¿contesta? – dijo nuevamente esa voz, que resulto ser de Anabelle -


¿quién eres y qué haces en este lugar?

El joven no contesto, todo lo contrario alzo sus ojos hacia la chica en


forma desafiante y tenso aún más su arco, por lo que su sirviente se bajo
en el acto de su caballo en dirección de aquel desconocido tratando de
sorprenderlo, pero no alcanzo a dar más de unos cuantos pasos, cuando
una flecha se incrusto en su camino en señal de advertencia, dejando al
hombre temeroso de la agilidad de aquel muchacho…cuando levanto sus
ojos ya el muchacho se encontraba apuntando con otra flecha en su lugar
e iba en dirección del corazón del hombre. Éste se detuvo al instante y
sólo balbuceo palabras sueltas hasta que reacciono y encaro al joven
muchacho.

-no es de caballeros no responder- dijo el hombre – cuándo una dama te


hace una pregunta, di quién eres y por qué estás cazando en este sitio,
quién te ha autorizado a semejante acción.

Pero nuevamente no obtuvo respuesta, todo lo contrario del muchacho


desprendió una sonrisa burlona y un tanto cínica, lo que hizo enfurecer al
hombre y sin pensarlo se dispuso a atacarlo…mientras que ambas chicas,
estaban preocupadas por la vida del sirviente, pues sabían que si algo
llegaba a suceder, el padre de Anabelle, le castigaría por haber
desobedecido sus órdenes y más si su sirviente quedaba mal herido…no
quería descubrirlo, por lo que sin pensarlo hizo que su caballo avanzase
hacia el intruso…

-yo que tú no haría eso- repuso una dulce voz, que procedía nada más que
de aquel muchacho- sí lo haces, él muere y hablo muy enserio.

-no te atrevas hacer eso- repuso Anabelle- no hare nada, pero deja a mi
sirviente en paz.
-qué seguridad tengo que cumplirás tu palabra una vez que baje mi arco y
tu sirviente no intente atacarme- inquirió dulcemente el joven.

-soy Anabelle Calguiere- acoto ella- y tienes mi palabra de que él no hará


nada, ahora cumple la tuya y baja tu arco.

-pues yo no te he prometido nada señorita- dijo burlesco él- pero tampoco


soy un criminal, así que apártense un poco y bajare mi arma.

-cómo tú digas- repuso Anabelle.

El muchacho procedió a bajar su arco, en tanto Anabelle como su


sirviente retrocedieron algunos pasos, pero Vivian hincó sus espuelas en
su caballo dispuesta a darle con el rebenque de su caballo a aquel
atrevido….pero en ese mismo instante una flecha paso rozando su mejilla
y termino incrustada en un árbol, rasguñándole un tanto y dejando un
línea delgada de sangre, dejando totalmente paralizada a la
muchacha…quién tenía un rostro de espanto y temblaba por causa de
aquella agresión…

-¡vivian!- grito Anabelle- estás bien, pero cómo te atreves (bramo la


muchacha, mirando con rabia al agresor)- acaso no tienes palabra, o eres
un maldito forajido.

- vaya- repuso burlesco éste- no fui yo quién cometió el error, sino tu


amiguita, y son muy feas las palabras que acabas de pronunciar viniendo
de una señorita como tú, que presume de tener palabra pero al menor
intento falta a ella.

-pero quién te crees que eres- bramo la joven- para hablarme en ese tono,
hare que te golpeen mis guardias una vez te hallen, pues no podrás
escapar tan fácilmente de estas tierras.

-no tengo intenciones de escapar de nadie- señalo desafiante éste- pues


mi padre dice que las tierras sólo le pertenecen a Dios y que el hombre es
libre de ir dónde guste, por tanto no he incurrido en ninguna falta, por lo
que no debo tomar en cuentas tus amenazas, además yo estoy de paso
nada más y me detuve para dar de beber a mi caballo y me dispuse a cazar
aprovechando la ocasión, antes de que ustedes me interrumpieran.
Anabelle, estaba furiosa ante las palabras de aquel joven, era altanero e
insolente, además que puso en riesgo la vida de su amiga Vivian, le lanzo
una mirada fulminante de sus ojos azules y el joven volvió a sonreír
burlonamente, despertando aún más la molestia en la joven…llena de
rabia se dirigió hasta dónde estaba vivian…

-estás bien- inquirió ella, mientras limpiaba el rostro de su amiga

-lo estoy- dijo vivian, aún traumatiza por la situación vivida y con cierta
extrañeza de ver la reacción de su amiga, pues jamás nadie había hecho
que ella reaccionará de ese modo, ya que era muy tranquila y alegre y
nada la hacía enfadar, por lo que la dejo totalmente consternada de ver lo
que aquel joven había ocasionado en Anabelle.

Anabelle volteo a ver al joven insolente y le volvió amenazar…

-esto no se va a quedar así- bramo la joven- te hallare y haré que azoten


por tu atrevimiento.

-jajajaja- se burlo él- cómo si pudieras niñita, ya te dije que no huiré de


nadie y menos de ti y tus tontos guardias, eso es de cobardes- exclamo el
joven, mientras bajaba su arco y guardaba su flecha.

-se puede saber qué es tan gracioso – dijo aún más molesta- para que te
burles así de mí, acaso no crees que cumpliré mi palabra.

-jajajaja, por mí puedes hacer lo que se te venga en gana, me tienes sin


cuidado cuántos guardias tengas o que seas la hija de la misma reina- se
mofo el joven- nada cambiara mis actos y ahora si su alteza, la niña
caprichosa me permite, me retiro…volteo y silbo…lo que hizo que su
caballo llegará en el acto a su lado y cuándo se disponía a montar…la voz
de Anabelle le detiene…

-por lo menos podría saber el nombre del rufián con quién tengo el
desagrado de hablar- demando ella.

El joven volteo a verla y avanzo unos cuantos pasos en su dirección,


mientras se carcajeaba de ella…
-jajajaja, aparte de caprichosa, eres tonta, ignorante y ridícula- se mofo,
mientras que sus manos se dirigían a su cabeza y bajo la capucha de su
ropa dejando al descubierto su verdadera identidad, quedo dejo en shock
a los tres…en especial a Anabelle- presumida niña tonta, eres tan ciega
que nunca te diste cuenta ¿no es verdad? Y para tu información no soy
ningún rufián y mi nombre es ROWINE MCRAUNE.

-¿Mcraune?- dijo el sirviente- tu eres la hija de…

-Enios Mcraune- contesto Rowine- ahora puedes comprobar niña tonta,


que nunca pensé en huir, y que fueron ustedes todo el tiempo los que me
agredieron e intentaron atacarme más de una vez, para ser alguien tan
presumida eres muy ignorante o mejor dicho, eres una completa ciega.

Anabelle, estaba totalmente sonrojada por muchas razones…no dejaba de


contemplar a la joven…mejor a quién creyó que era un muchacho…pues
era alto y muy joven…de tez trigueña y que tenía su caballera azabache
tomada en una cola, muy al estilo de hombres…lo que le hacía parecer
uno, con esas vestimentas y con esas armas que tenía ceñida junto a su
cuerpo…pero ahora que tenía descubierto sus facciones, pudo apreciar lo
delicado de su rostro…una nariz perfecta, unos labios muy delgados y
finos, pero lo que más resaltaba de ese hermoso rostro eran sus ojos
verde esmeralda…que parecían desvestirla con la mirada…hasta hacerle
sonrojar de golpe, además de estar muy apenada por confundirla por un
chico…estaba avergonzada…pues la joven no le quitaba la vista de encima
y su sonrisa burlona…la hacía sentirse más mal aún, quería que la tierra se
la tragase…la joven Calguiere, experimentaba otras sensaciones además
de la vergüenza, su corazón estaba latiendo a prisa…y para su desgracia no
podía aparta la mirada de la otra joven….estaba totalmente embelesada
con su presencia.

Por otra Rowine, observaba a la joven Anabelle y no podía evitar sonreírse


de ella, pues era muy evidente lo avergonzada que ésta estaba ante su
descubrimiento y podía ahora tranquilamente burlarse de ella, por lo
petulante que había sido con su persona…aunque algo también sucedía
con ella al acercarse más a la joven Calguiere, no podía tampoco quitarle
la vista de encima, por lo que decidió tomarlo como una pequeña
venganza y se aproximo a ella hasta quedar pegada a su cuerpo y en su
oído le susurro:

-eres muy linda, niña presumida- se mofo Rowine- cuando gustes puedes
enviarme a buscar con tus tontos guardias, no escaparé, pues no tengo
miedo a tus estúpidas amenazas (dicho esto se separo de ella y volteo
para ir en dirección de su caballo.

Anabelle, apretó fuertemente sus manos y miro con más rabia a la joven…

-esto no se quedará sí- amenazó Anabelle- vas a lamentarlo

-cómo tú digas- dijo desganada Rowine sin voltear a verla y levantando su


mano derecha en señal de fastidio, pero en su camino se atravesó Vivian,
quién la miro con curiosidad y mucho recelo

-dime Rowine- indago vivian- ¿qué edad tienes?

-doce- contesto ella montada en su caballo y volvió a silbar una vez más y
a los pocos minutos un halcón llego a su encuentro y se poso en su
hombro acomodándolo muy bien, causando más asombro en las jóvenes
al ver que no era muy delicada al estar vestida de esa forma y menos al
hacer cosas que no son propias de una joven doncella.

Rowine como adivinándoles el pensamiento sólo sonrío burlonamente, en


especial al ver el rostro de la joven Calguiere, que no dejaba de verle con
ese rostro de boba…por lo que se limito a tomar fuerte las riendas de su
caballo y salir a galope rápido hasta desaparecer de la vista de los tres…

-vaya, con doce años y es capaz de andar sola por estos parajes sin
ninguna escolta- dijo vivian- se nota que es valiente ¿no te parece a ti
Anabelle?

Anabelle no prestaba atención a las palabras de su amiga, pues se sentía


muy humillada por todo lo sucedido y fue en dirección a su caballo

-vámonos a casa- ordeno Anabelle- ya hemos perdido mucho tiempo en


este lugar

-cómo usted ordene mi señorita- contesto el sirviente.


-esto no es bueno- pensaba vivian- ella aún sigue muy conmocionada con
esa chica, bueno a mí también me engaño, pues supuse que era un joven,
vaya que desgracia, no me agrada que Anabelle le haya dado tan
importancia a una persona como ella, tan vulgar, para nada es una dama y
además es desafiante y peligrosa (y llevo su mano a su rostro, tocando su
rasguño), tampoco me quedare tan tranquila después de esto, verás que
me cobrare esta afrenta.

Muy lejos de ahí y ya pasadas unas horas…en el salón de un hogar..

-¿cómo le fue a mi pequeña hermanita? – inquirió un joven

- pésimo, me tope con una brabucona que me amenazo con azotarme por
estar cazando en sus tierras – repuso Rowine – y para colmo me confundió
con un muchacho la muy tonta.

-¿de verdad?- pregunto él

-así es Jeremy- dijo molesta Rowine- es una niña presumida que hace
alarde de las tierras que son de sus padres.

- mi pequeña hermana- dijo tierno el- es de esperarse pues siempre vistes


así cuando sales a cazar, pero no le des importancia, aunque me hubiese
gustado verle su cara cuando descubrió que eras una chica. ¿Cómo se
llama esa joven que te amenazo?

-Anabelle Calguiere- contesto Rowine

-Calguiere has dicho – pregunto un tanto nervioso- cielos Rowine, ojalá no


sea la hija de la Duquesa de Calguiere, de lo contrario papá se enfadará
contigo.

- qué más me da, si es la hija de una reina si quiere- contesto ella- no hice
nada malo, porque no me dejaron cazar, pues justo me interrumpieron.

-bueno hermanita- señalo él- dejemos de preocuparnos de ello…vamos a


mi habitación, compre nuevos lienzo para tus bocetos.

-gracias Jeremy- dijo sonriente Rowine- sabré recompensarte haciendo


para ti un retrato tuyo.
- no hace falta – repuso él- sólo dale un buen uso nada más, ya que tú eres
la artista de la familia y mi única hermana, sabes que todos nosotros te
queremos aunque seas la menor de nosotros cinco.

-eso tenlo por seguro- contesto ella- yo los quiero mucho, estoy muy
orgullosa de mis cuatro hermanos, con ustedes he aprendido todo lo que
sé.

Los hermanos se quedaron platicando un buen rato…hasta que llego la


hora de descansar…

Tres días después en casa de la familia Mcraune…Enios, acaba de regresar


de una visita que tuvo que hacer por petición de un noble del condado, en
cuanto entro mando a su sirviente a llamar a su hija…

-padre- dijo Rowine- me has mando a llamar.

-así es Rowine- dijo él, miro fijamente a su pequeña hija y señalo- vengo
de casa de la familia Calguiere, por petición de su padre para ponerme en
antecedentes de cierto incidente que ocurrió hace unos días en sus tierras
y que tiene relación con la mayor de sus hijos. Dime Rowine, tienes algo
que contarme en relación a ello.

Rowine, sólo suspiro, pues ya se hacía una idea de la persona y hecho de


lo que hablaba su padre.

-veras padre- explico la joven y procedió a contarles tal cual ocurrieron los
hechos aquel día…

-Rowine- demando él- cómo hayan sido los hechos, no es educado de tu


parte contestarle así a la hija de la Duquesa de Calguiere, pues estaba en
su derecho de reclamarte por estar cazando en sus dominios, ya que ella
se convertirá en unos años más en la siguiente Duquesa y su deber es
velar por el bienestar de toda su familia. Además tuviste la osadía de
agredir a otra joven, que para tu desgracia resulta ser sobrina del Conde
de Brigston, en semejante lío has metido a nuestra familia…ahora deberé
aceptar sus requerimientos me gusten o no.

-¿a qué te refieres padre?- pregunto nerviosa Rowine


-para tu desgracia jovencita- señalo Enios- lord Calguiere ha pedido
expresamente que tú seas la acompañante oficial de su hija Anabelle
durante dos semanas, en dónde deberás servirle en todo lo que ella te
pida .

-padre no- contesto la joven- cualquier cosa menos eso, porque debo
hacerlo, si fueron ellos lo que me trataron como si fuese un criminal.

-silencio jovencita- replico molesto Enios- tú harás lo que se te ordene,


pues te lo has buscado y me he tenido que ver en la obligación de aceptar
sus términos aunque esto me desagrade más a mí que a ti.

-como usted ordene padre- dijo la joven resignada.

- bien prepara tus cosas, que mañana mismo te iré a dejar al castillo de los
Calguiere. Por cierto lleva ropa de señorita, pues no quiero que nunca más
digan que mi hija es un chico- acoto él.

-cómo diga padre- dijo Rowine

-otra cosa- demando Enios- no deseo saber que le has faltado


nuevamente el respeto o de lo contrario a tu regreso a casa te depara un
castigo, y debes también disculparte con la joven Brigston.

-de acuerdo Padre- contesto ella- me retiro, con su permiso

Enios se quedo reflexionando con respecto a su hija…era muy injusto para


ella…le conocía y adoraba a su bebé, pero lo habían dejado entre la
espada y la pared…sufría en demasía al tener que obligar a su pequeña a ir
en compañía de aquella familia.

En el Castillo Calguiere…una joven espera en las afueras, sentada en los


jardines de aquella mansión, se distrae retratando lo que hay en su
alrededor para matar el tiempo, antes de que su padre salga de la reunión
que tiene con Lord Calguiere.

-¿por qué una niña tan linda tiene un rostro tan triste?- inquirió una voz
de mujer
-¡eh!- exclamo asustada ella- lo siento no le oí llegar

- relájate pequeña- dijo risueña ella- ahora dime, ¿cómo te llamas y por
qué estás aquí?

- mi nombre es Rowine Mcraune- contesto ella- y estoy aquí porque mi


padre así me lo ha ordenado, pues dice que le falte al respeto a una
jovencita y debo enmendar mi error, aunque siento que es injusto, pues
no cometí delito alguno, pero la hija de esta familia piensa que sí, todo por
qué no acepte hacer su voluntad, además que ella tiene mi misma edad y
es muy engreída lo mismo que la otra joven, presumen de las cosas de sus
familias y yo no pienso igual.

-así que tú eres la joven Mcraune- dijo asombrada ella- dime pequeña,
¿qué edad tienes?

-doce señora- contesto ella

-vaya, la misma edad de mi hija

-¿quién es su hija?- indago Rowine – y quién en es usted, no tengo el


honor de saber su nombre.

-mi hija se llama Anabelle- dijo sonriente la mujer al ver el rostro de


asombro de la pequeña – y por cierto, mi nombre es Henrieta.

-entonces usted es…- dijo aturdida Rowine

-jajaja- exclamo ella- así es mi niña, soy la Duquesa de Calguiere, la madre


de la jovencita que tuviste que enfrentar hace unos días.

-yo lo siento- exclamo ella- mi padre me matará, si llega a saber que habla
mal de su hija.

-jajaja, tranquila Rowine- expreso Henrieta- no diré nada, además sí


acepte que vinieses hasta aquí es porque deseaba que tú y mi hija se
hicieran amigas, pues es una forma en que ella, debe aprender a convivir
con aquella personas que piensan distinto y tampoco fue educado de su
parte amenazarte con azotarte, lo que sí debes tener cuidado cuando
vuelvas a cazar, debes pedir permiso a los dueños de las tierras y tampoco
es muy recomendable que una pequeña como tú ande sola por estos
lugares, así que cuando desees hacerlo en mis tierras con gusto pondré
una escolta para que te acompañen. Ahora acompáñame, es hora que tú y
mi hija cumplan con su castigo.

-cómo usted diga- expreso Rowine.

Henrieta por su parte sólo sonrió, pues la pequeña era muy dulce y
agradable, muy sincera y directa en sus puntos de vista, para tan corta
edad, por lo que sería una estupenda compañía para su hija.

Momentos después ambas entran al salón dónde se encuentra reunida


toda la familia Calguiere y también su padre Enios. Al momento de
ingresar Rowine al salón, un par de ojos azules centellaron, clavando su
vista en ella, lo que la joven sintió enseguida y trato de restarle
importancia, aunque con mucho disimulo, pues era vigilada por su padre.

Anabelle, no podía apartar sus ojos ante la joven, esa misma que le falto el
respeto el otro día y que confundió con un muchacho, haciéndole pasar la
peor de las vergüenzas. Pero en esta ocasión, de chico no tenía pinta
alguna, pues la joven Rowine, estaba ataviada con un hermoso vestido
verde, un prendedor recogía su cabello y tenía un hermoso dije como
colgante en su cuello, haciéndola ver sumamente hermosa, nada que ver
con la otra imagen de hace unos días, simplemente cautivo con su belleza
a la joven Anabelle, pues no salía de su asombro, le era totalmente
irreconocible…

-Anabelle-llamó su madre- ten la amabilidad de llevar a Rowine a sus


aposentos

-claro cómo tú digas madre- contesto ella.

- con su permiso- dijo Rowine

Minutos después de salir y al mostrar la habitación de la joven…Anabelle


la miro maliciosamente

-te dije que las cosas no se quedarían así- contesto altiva la muchacha

Rowine, le miro y recordó las palabras de su padre


-no te preocupes- contesto ella- el tiempo pasa volando y no te darás
cuenta cuando ya me haya ido.

Anabelle frunció el ceño “eso ya lo veremos, no haré nada grata tu estadía


Rowine”

-nos vemos un rato más Mcraune- dijo burlesca ella.

Rowine le miro, y tuvo un mal presentimiento…

-niña presumida- dijo para sí Rowine- estoy segura de qué algo vas a
tramar, pero me iré con mucho cuidado contigo y con la odiosa de la tal
Vivian, sentí que le caí mal, pero no tengo la menor idea de por qué y creo
que tampoco me interesa saber.

Para desgracia de Rowine…los días fueron más que un calvario, tuvo que
hacer de perrito faldero a todos los deseos de Anabelle y de
Vivian…aunque por dentro se moría por abofetear a esas dos, por lo que
trataba de mantenerse inmutable ante sus comentarios y
provocaciones…con el transcurrir de los días, ninguna de las dos conseguía
hacer alterar a Rowine en lo más mínimo…por el contrario Anabelle, fue
de a poco cambiando su actitud con la joven con tal de conseguir su
atención…pues aunque era una niña prácticamente, no dejaba de llamarle
mucho la atención aquella muchacha y para colmo, tenía que observar en
silencio como muchos jóvenes que visitaban a la familia quedaban
totalmente embobados con la joven Rowine…por lo hermosa que era,
resultándole desagradable a sus ojos todo ello.

Por otro lado…vivian, no conseguía fastidiar a l muchacha a pesar de que


se tuvo que humillar al disculparse con ella y no era tampoco de su
agrado ver cómo su amiga cada vez buscaba la forma de llamar la atención
de Rowine…realmente le estaba disgustando aquella niña.

En cambio Rowine…descubrió una cosa que le asusto mucho para sus


cortos doce años, por lo que se mantuvo lo más alejada posible de
Anabelle, aunque en todo momento acato todos sus caprichos…no quería
tener problemas…además que no tenía intenciones en convertirse en su
amiga y menos aún con lo quisquillosa que se estaba volviendo su amiga
vivian…Rowine…era muy despierta para sus años…pero trato de restarle
importancia a ese asunto…pues ya quedaban dos días nada más.

-por suerte ya quedan dos días nada más- dijo aliviada rowine en voz alta,
pues suponía que estaba sola en el pasillo.

-de verdad ya te quieres ir- inquirió una voz-

Rowine se volteo en el acto y descubrió el rostro sombrío de Anabelle…de


pronto su entrecejo se frunció y le miro con un poco de molestia…paso
por su lado y alzo su frente altanera…

-¿y por qué debería prolongarla más?- pregunto Rowine- he cumplido a


cabalidad mi castigo aquí y creo suponer que no tengas quejas sobre mí,
he hecho todo lo que has deseado, por lo tanto no veo el caso a tus
palabras.

Anabelle, detuvo su caminar y voltea a ver a la joven…

-eso lo decido yo- sentencio ella- aún no terminas y deberías cuidar tus
palabras, pues podrías decirle a mi padre de ello y conseguiría que te
quedases más tiempo o que te azoten por insolente.

Rowine, apretó firmemente los puños de sus manos y le miro un tanto


molesta…respiro profundamente y decidió quedarse callada…

-por cierto deseo que me acompañes a dar un paseo a caballo- ordeno


Anabelle- hablare con mi sirviente para que ensille nuestros caballos, tú
podrás escoger el que más te agrade, tan sólo te daré unos minutos nada
más, te espero en los establos. (Dicho ello, prosiguió su camino)

Rowine, bajo su mirada derrotada…”eres insoportable niña, no puedo


creer que tu madre me haya pedido que tratase de ser tu amiga, ni en mis
pesadillas podríamos serlo”- se recrimino la joven.

Veinte minutos más tarde…las jovencitas se encontraban en los


establos…Rowine no deseaba montar otro caballo que no fuese el suyo,
pero no tuvo más remedio y escogió un ejemplar blanco, muy semejante
al de Anabelle…

-ya está todo listo- dijo el hombre- llevará escolta mi señorita anabelle.
-no- respondió ella- Rowine, será mi escolta, con ella me basta y
sobra…pues tengo la seguridad que no permitirá que nada malo me
ocurra, pues cuenta con toda la confianza de mi madre, ¿no es así
Rowine?

La joven quedo aturdida de las palabras de la muchacha “acaso está


poniendo su vida en mis manos, a sabiendas que tenemos la misma edad,
qué le sucede ahora, desde cuándo confía tan ciegamente en mí, si hasta
hace unos días no se cansaba de mirarme con desprecio y tuve que
soportar todos sus caprichos y humillaciones, de verdad no la entiendo” –
pensó Rowine

-eso es correcto- contesto ella.

-entonces vámonos ya- ordeno Anabelle…ambas muchachas recorrieron


los parajes…ninguna de las dos pronunciaba palabra en todo el
trayecto…se miraban de reojo cuando la otra no estaba pendiente…por un
lado Anabelle, planeaba mil formas de poder acercarse a Rowine y
después conseguir ser su amiga…todos en su familia ya tenían algún tipo
de relación con ella, incluso sus hermanos menores, primos y amigos de
otras familias de nobles, e incluso el hijo de su sirviente, Octavio se había
ganado el privilegio de acompañarle en sus paseos por los jardines, sólo
era la única que no podía cruzar una palabra amistosa con ella y eso en
cierta forma le dolía…no entendía bien lo que sucedía en su corazón con
respecto a la joven Mcraune…sólo deseaba que le permitiese ser su amiga,
por lo menos con eso se conformaba…aunque estaba consciente que ella
había sido muy cruel con la muchacha, por eso se esforzaba para tratar de
cambiar lo sucedido…pero nada resultaba como lo planeaba, ya que
Rowine, se mantenía lo más alejada posible de ella y eso le dolía
demasiado.

En cambio Rowine, no dejaba de pensar que tramaba la joven


Calguiere…su cambio de actitud de hace unos días, pero luego vino su
altivez para someterla a sus caprichos…la joven Mcraune…estaba muy
consciente de que Anabelle, estaba intentando por todos los medios
acercarse y algo le decía en su corazón que podría ocasionarle
inconvenientes…puedes se había dado cuenta de que la muchacha nunca
en su presencia le quitaba la vista de encima…y eso le comenzó a
inquietar, pues no sabía cómo comportarse, ya que también estaba
alterando su paz interior…

Fue así que ambas muchachas llegaron al borde de una ladera con vista a
un lago y descendieron de sus caballos y se fueron a contemplar aquella
hermosa vista.

-¿no te parece hermoso el lugar Rowine?- comento Anabelle.

-es muy hermoso, pero yo que tú no me acercaría tanto al borde- dijo


Rowine- podrías ponerte en peligro.

-nada sucederá- repuso sonriente ella, y dio algunos pasos marcha a tras
cuando el terreno cedió a sus pies, provocando que la joven perdiera el
equilibrio y se fuera de espaldas hacia el precipicio….azoto su cuerpo
contra el borde de la pared, pues una mano alcanzo asirla firmemente,
pero no pudo evitar que se golpeara, dejándola suspendida en el aire…

-sostente firme Anabelle de mi mano - exclamo Rowine.

-no me dejes caer- rogo asustada la joven Calguiere- por lo que más
quieras, no lo hagas.

-no lo haré- afirmo con mucha seguridad Rowine, trasmitiéndole valor a la


muchacha- tienes mi palabra, ahora voy a jalar de ti…tal era su
determinación de salvarla, que hizo un esfuerzo descomunal y tiro de la
joven hasta lograr ponerla a salvo, quedando tendida sobre el suelo y muy
adolorida por el esfuerzo… se acordó de anabelle y como pudo se puso en
pie para revisar que ella estuviera bien…

-te encuentras bien- pregunto Rowine- déjame ver si no tienes alguna


herida…la reviso sin recibir nada de oposición, con su pañuelo limpio la
sangre que había producto de algunos rasguños, observo sus brazos y
busco algún indicio de fractura en sus costillas o en su hombro producto
del fuerte jalón- por lo visto estás bien, sólo son rasguños nada más.

- gracias- dijo tímidamente ananbelle- te debo la vida


-tú no me debes nada- contesto Rowine—no podría haberme permitido
que te hubiese sucedido algo

Anabelle ante las palabras de Rowine, ya no pudo contenerse más y se


lanzo a sus brazos y dando rienda suelta a su llanto, pues estaba muy
asustada, tuvo miedo a morir y eso la dejo muy sensible…Rowine aunque
aturdida se conmovió con la joven y la abrazo fuertemente hasta
conseguir que se calmará y lentamente acaricio el caballo de Anabelle,
produciendo un gran efecto en la joven Calguiere y también ella sintió
acelerarse un poco más de lo normal su corazón…causando mucha
extrañeza en Rowine…su cuerpo era muy cálido y frágil…la joven
Mcraune…no podía comprender que era ese sentimiento…deseaba
protegerla con el simple contacto con ella y verle en ese estado, hizo que
olvidará por completo todos los malos ratos que le había hecho pasar.

-perdóname- comento muy triste anabelle- por todo lo mal que te he


tratado

-olvídalo- contesto ella- eso ya no tiene importancia

-Rowine- pregunto Anabelle muy apegada al pecho de la muchacha-


querrías ser mi amiga, aunque no merezca nada de tu parte por todo lo
mala que he sido contigo.

Rowine, sintió como su corazón se contrajo por las palabras de la joven,


por primera vez estaba siendo muy amable y humilde con ella…

-claro que acepto- dijo Rowine sonriente- de ahora en adelante seremos


amigas , sí tú quieres también disculparme por haberte molestado ese día
y no hacerte saber que era una chica, creo que se me paso la mano, de
verdad lo siento, no era mi intención burlarme de ti o faltar a las normas
de tu familia al cazar.

-olvidemos lo pasado- dijo ella sin moverse del sitio en que se hallaba a
gusto y protegida- pero sí es para tu tranquilidad, también acepto tus
disculpas. Por cierto, como chico eres muy bien parecido, tu hubiera
escogido como esposo sino hubieses descubierto tu rostro (dijo esto
último sin pensar, provocando que Rowine se sonrojase hasta las orejas
ante el comentario)
-yo…- dijo titubeando Rowine- no…olvídalo (se limito a guardar silencio y
quedarse disfrutando de la joven, pues en ningún momento ambas habían
reparado que llevaban ya mucho tiempo abrazadas y tampoco tenían
intenciones de hacerlo, Anabelle, cerro sus ojos y descanso en los brazos
de Rowine, mientras que la otra joven…simplemente se dejo llevar por la
calidez y ternura de la joven Calguiere)

En otro sitio…

-¿dónde está Anabelle?- inquirió Vivian

-la señorita está de paseo en compañía de la joven Mcraune.

-han ido con escolta- indago curiosa ésta

-no, la señorita Anabelle dijo que con la joven Mcraune era suficiente,
pues ella contaba con la aprobación de la Duquesa.

-ok, gracias- dijo vivian y se alejo en dirección del castillo- Maldición hasta
que consiguió estar sola con Rowine, por qué te esfuerzas tanto en ser de
agrado ante esa chica…pareciera que es más importante que yo, sólo
tienes ojos para ella.

Mientras las dos jóvenes eran extrañas a los sentimientos de la joven


Brigston…comenzaba a entretejerse nuevos lazos en la vida de las dos
pequeñas…qué más adelante estarían más unidas de lo que ellas jamás
pensaron y que su historia trascendería territorios y cientos de años
más…pues por causa de un corazón despechado y herido no podrían
alcanzar la dicha y la felicidad…hasta muchos años más tarde…dónde
llegaran una vez más para concluir su historia.

Notas finales del capítulo:

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