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Parte 1
Bienvenidos.
Pero, cuanto más estudiamos el tema, más nos damos cuenta de que
hay que corregir este punto de vista, particularmente en inglés.
Así que vamos a pensar un poco más en las palabras relacionadas con
esta cuestión.
Primero, santificar.
Por otro lado, las iglesias de la cristiandad afirman que Dios quema a la
gente en un infierno de fuego.
Bueno, por todo esto, nos damos cuenta de que es necesario limpiar o
vindicar el nombre de Jehová, su reputación.
Y ahora estarán pensando: “¿Y eso qué significa?”. Muy sencillo, que
no está mal que oremos por la vindicación del nombre de Jehová,
porque sin duda su reputación tiene que ser limpiada.
Y hay que recordar que entre ellos están los siete edificios de Warwick.
Nos cuentan los hermanos que era muy importante que el sistema
estuviera funcionando a más tardar la primera semana de julio.
Dijo que, en los 20 años que llevaba haciendo el trabajo, nunca había
visto en una primera visita una instalación que ya estuviera lista para
funcionar”. Sin salir de su asombro, le dijo al hermano: “Dígame quiénes
instalaron el aislante.
Pero explicó: “Resultó que aquella era una falsa alarma”. En fin, el
enfriador arrancó a tiempo, y todo comenzó a funcionar según lo
planeado.
A pesar del mal tiempo, de los largos viajes, de no vivir en el lugar ideal y
de trabajar tan duro, los hermanos mostraron el fruto del espíritu; se
percibía en su trabajo.
Se notaba que Jehová estaba con ellos y les daba las fuerzas.
Una pareja había visto que el dinero que tenían solo les daba para venir
a trabajar un máximo de tres semanas.
Y vinieron.
Le dijimos que podía quedarse en casa para atender sus asuntos, pero
él quería venir.
Otro hermano, que vino por una semana, tenía a su esposa muy
enferma en casa.
Nos dimos cuenta de que lo más importante era que fuéramos personas
espirituales y de que necesitábamos la bendición de Jehová. Así que,
antes de cada reunión, los hermanos hacían una oración.
Todos teníamos muy claro que el éxito de este proyecto dependía de que
contáramos con el espíritu de Jehová. Los superintendentes se ganaron
la reputación de ser buenos pastores y no solo buenos trabajadores.
Cuidaron a los hermanos con mucho cariño.
Era evidente que Jehová nos estaba dando las fuerzas para seguir
adelante día tras día.
Fue maravilloso.
Parecía que Jehová nos estaba diciendo: “La salud espiritual y las
personas son más importantes que el trabajo”. Verlo así nos ayudó a
tener las prioridades claras.
Muchos venían temprano por la mañana para dirigir el tráfico, guiar a los
autobuses al estacionamiento y dar paso a los peatones.
Otro trabajo sobresaliente que hicieron fue ayudarnos con los más de
700 viajes al aeropuerto que se debían hacer cada fin de semana para
llevar y traer a los voluntarios.
Esto se tuvo que hacer por varios años, y la mayoría de las veces lo
hicieron hermanos de la zona, incluso usando sus propios vehículos.
¿Qué nos pueden contar sobre eso? Recuerdo una ocasión en particular
en la que nos reunimos con un miembro del Cuerpo Gobernante.
Desde ese momento en adelante, tanto él como los demás miembros del
Cuerpo Gobernante no tuvieron absolutamente ninguna duda de que la
voluntad de Jehová era que se mudaran de Brooklyn a Warwick.
Luego, ellos venían a decirnos que habían estado orando sobre el tema
y que les habían pedido a sus familias que hicieran lo mismo.
Era como si nos estuviera diciendo: “Tranquilos, tengo todo bajo control.
Así que el Comité decidió que un par de nosotros buscara una manera
ordenada de reclutar a hermanos de todo el país.
Yo pensé: “Una tarde no da para organizar algo así”. Pero nos sentamos
a la 1:30 y para las 3:00 de la tarde ya teníamos las bases de lo que
llegó a conocerse como los grupos de construcción para Warwick.
¡Fue Jehová! Él nos mostró lo que había que hacer para completar cada
edificio.
Es verdad que tuvimos que cambiar algunas cosas más adelante, pero
por lo menos teníamos las bases.
Así que los hermanos de los grupos de construcción dijeron: “No puede
ser tan difícil.
¿Por qué no les enseñamos nosotros?”. Creo que vinieron uno o dos
hermanos a Betel para aprender cómo se hacía, y luego se organizaron
talleres en Salones del Reino y en casas de hermanos.
Tanto las que fueron asignadas al proyecto como las que vinieron de
afuera hicieron una enorme aportación.
¿Se dieron cuenta ellos también de que Jehová estaba detrás de todo?
En una reunión que tuvimos con algunos funcionarios para hablar sobre
un aspecto particular del proyecto, hubo un pequeño desacuerdo y
no hallábamos la manera de resolverlo.
Así que dejamos a un lado todo, hicimos una oración en silencio y luego
les preguntamos: “¿Qué podemos hacer para que estén tranquilos?
¿Qué preferirían ustedes?”. Eso enseguida cambió el tono de la
conversación, pues nos olvidamos de los aspectos técnicos y les hicimos
ver que, como buenos vecinos, queríamos colaborar con ellos y llegar a
un acuerdo.
Unas semanas después, tuvimos que ir a hablar con ellos sobre otro
tema, pero antes de que pudiéramos explicarles por qué estábamos allí,
nos felicitaron por lo bien que había salido la reunión anterior.
Pero dijeron que agradecían mucho que los hubiéramos tratado con
dignidad.
Aquello nos hizo ver que lo más importante en este proyecto no serían
los aspectos técnicos, sino dejar claro, por nuestra forma de manifestar
el fruto del espíritu al tratar con los funcionarios, que Jehová nos estaba
guiando.
Ese camión era muy importante porque lo usábamos todos los días, a
las 4:00 o 4:30 de la mañana, para ponerles combustible a las máquinas
y los vehículos.
Así que los hermanos llamaron al taller para ir a buscarlo, pero el señor
les dijo: “Lo siento, está cerrado.
Pero ¿de dónde llaman?”. Al decirle que eran del proyecto de Warwick
de los testigos de Jehová, él les dijo: “Ah, los Testigos.
.. Bueno, por ser ustedes, les voy a dejar abierto el portón y les digo
dónde están las llaves del camión.
Nadie les paga, y tienen que llegar a tiempo”. Luego les dijo a los
hermanos: “Un día me haré Testigo y serviré a mi Dios, Jehová”.
Entonces se puso al volante y los llevó al trabajo.
Hay que tener cuidado con él mientras está fuera del conducto”. Y
añadió: “Yo no iba a trabajar mañana, pero hablaré con mi esposa y nos
vemos allí”. Así que el hombre vino y se quedó un par de horas.
Pensamos que jamás podrían construir algo así en tan poco tiempo, y
encima con voluntarios.
Otra prueba de que Jehová ha bendecido este proyecto es que los cinco
siguen siendo amigos.
Al estar con ustedes y ver que se llevan tan bien, uno puede percibir que
es gracias al espíritu de Jehová. Y, sobre todo, le damos las gracias a
Jehová, pues sabemos que él es el responsable del éxito de este
proyecto.
Se les pasará este pequeño susto después de ver otro video, que
muestra todas las instalaciones que se van a dedicar.
Con el fin de apoyar la obra del Reino, recientemente se ha llevado a
cabo una expansión de nuestras instalaciones en Estados Unidos.
Para lograr este objetivo, se edificaron las Residencias Norte y Sur, que
se terminaron en el 2016. Estos edificios son auténticas residencias para
mayores, ya que cuentan con lo necesario para cuidar a los miembros
más valiosos de la familia Betel.
Su cariño me conmueve.
Es toda una bendición pasar tiempo con amigos de toda la vida como si
estuviéramos en una reunión sin fin, y ver que Jehová realmente los ha
cuidado mucho.
Y, sí, se les cuida con mucho amor, pero hay una razón para ello: vemos
a los mayores como los ve Jehová. Isaías 46:4 indica que él no nos
abandona en la vejez.
Por eso, los que hemos aprendido de Jehová cuidamos a las personas
mayores.
Estos hoteles fueron de gran ayuda para los voluntarios, pues estaban
más cerca de la obra.
Antes tenían que viajar mucho tiempo en autobús desde Brooklyn, así
que, antes de empezar, ya estaban cansados.
Pero ahora podían descansar un poquito más por las mañanas y por las
tardes, y ser más productivos.
Consideran un honor haber estado aquí, aunque son ellos los que
hicieron todos esos sacrificios.
Es más, al vivir en una ciudad que no para de crecer, teníamos cada vez
más complicaciones y más costos.
Aun así, muchas veces pienso que la auténtica razón por la que nos
mudamos de Brooklyn es la que dijo el Cuerpo Gobernante desde el
principio: ellos están convencidos de que fue el espíritu santo el que los
guió para salir de Brooklyn y mudarse a Warwick.
Y estamos deseando que llegue el momento en que miremos atrás en el
tiempo y comprendamos todas las razones por las que Jehová hizo que
esto ocurriera.
En Betel, todos estuvieron unidos para que este proyecto fuera un éxito:
el Cuerpo Gobernante y cada uno de los departamentos.
Claro que hubo dificultades, pero se resolvieron en paz, con amor y con
las demás cualidades del espíritu de Jehová. Esto es un milagro de
nuestros días, sobre todo cuando piensas que el mundo está tan
dividido, que hay tanta falta de unidad.
.. Y, cuando ves lo que hay aquí, te sientes orgulloso de ser parte de esta
organización.
Se les extraña.
Creo que los hermanos que vengan a visitar Warwick se van a fortalecer
espiritualmente.
Por supuesto, eso le da honra a Jehová. Pero lo que le traerá aún más
honra es que estos edificios se usarán para alabar su nombre, atraer a
las personas hacia su Reino y dirigir la predicación por toda la Tierra.
.. No.
Más bien, hemos llegado a una parte del programa en la que todos
podemos participar.
Entonces, en el mes séptimo del año 537 antes de nuestra era, los
israelitas edificaron el altar.
Los enemigos que vivían cerca también los presionaron para que
pararan la construcción.
Jesús hizo una comparación en Mateo 13, en los versículos 31, 32: “El
reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre
tomó y sembró en su campo; la cual es, de hecho, la más pequeña de
todas las semillas, pero cuando ha crecido es la más grande de todas las
legumbres, y se hace un árbol, de modo que vienen las aves del cielo y
hallan albergue entre sus ramas”. ¿Qué significa esa comparación de la
semilla de mostaza que mencionó Jesús? El grano de mostaza
representa el mensaje del Reino, así como el resultado de predicar ese
mensaje, es decir, la congregación cristiana.
Jesús dice que “las aves del cielo” hallan “albergue entre sus ramas”.
Estas aves simbólicas representan a las personas de buen corazón que
encuentran alimento espiritual, sombra y refugio dentro de la
congregación cristiana.
Pero la obra siguió creciendo, así que hubo que mudar las oficinas
centrales a Brooklyn, en Nueva York, entre 1908 y 1909. En 1908, se
compró el antiguo Betel de Plymouth, que abarcaba los números 13 a 17
de la calle Hicks, en Brooklyn.
La llamaron Betel, que significa “Casa de Dios”. Betel era el nombre que
la Iglesia Plymouth le había dado a su edificio de la calle Hicks.
Entre 1914 y 1919, los hermanos pasaron por muchas crisis y pruebas,
pero en 1919 las superaron del todo.
Por supuesto, eran muchas menos que las que salieron de la Babilonia
literal.
En la República Democrática del Congo, este año hubo casi 1,2 millones
de asistentes a la Conmemoración.
En México, asistieron unos 2,2 millones, eso sin incluir otros países de
Centroamérica.
En Isaías 60:22, encontramos una profecía que dice: “El pequeño mismo
llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa.
Pero ¿qué se puede decir de quienes nos visitan y de los que están
viendo o verán este programa por Internet? La buena noticia es que
ustedes también viven en un paraíso espiritual.
Pasó por muchos cambios en el transcurso de los siglos, pero al final fue
restaurado en 1919. En ese año, se hizo evidente que Dios había
aprobado a los ungidos.
Y, desde los años treinta, los que tienen la esperanza de vivir en la Tierra
también han entrado en el paraíso espiritual.
¿Y qué hay de los gobiernos que él controla hoy? Esos serán destruidos
en Armagedón, para siempre.
El dinero de la venta fue más que suficiente para cubrir los gastos de la
construcción de esta nueva sede.
¿Por qué se construyeron aquí? Creemos que Jehová quería que las
construyéramos en este lugar.
2 Reyes 23:27 nos indica que en tiempos antiguos fue Jehová quien
eligió Jerusalén como centro de su adoración.
Sería una “casa de oración” simbólica para todas las naciones, como
menciona Isaías 56:7. Revelación 7:9 predijo que habría “una gran
muchedumbre [...] de todas las naciones”. ¿Qué hace y dónde?
Fijémonos de nuevo en lo que dice la Biblia ahí, en Revelación, capítulo
7. En el versículo 9 dice: “Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una
gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las
naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante
del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera
en sus manos”. Ahí dice que están “delante del trono” de Dios.
Todos los que adoran a Jehová sobre la base de ese sacrificio están en
el templo espiritual.
Alabar a Jehová es una de las razones más importantes para asistir a las
reuniones y predicar.
En Zacarías 2:8, él dice: “El que los toca a ustedes está tocando el globo
de mi ojo”. Y en Zacarías 2:5 leemos: “Yo mismo llegaré a ser para ella
—es la expresión de Jehová— un muro de fuego todo en derredor [para
protegerla], y una gloria es lo que llegaré a ser en medio de ella”. Así es.
¿Con qué propósito? Dice: “Para que relate la alabanza mía”. Isaías
43:21. Es bueno recordar ese versículo.
Nos muestra que la razón por la que Jehová nos ha hecho su pueblo es
para glorificarlo, para alabarlo.
Todo es relativo.
Isaías 11:9 dice: “La tierra ciertamente estará llena del conocimiento de
Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar”. No hay duda,
tenemos un Dios glorioso, con un nombre glorioso, Jehová. Tenemos
buenas noticias gloriosas y una gloriosa esperanza para el futuro.
Nehemías 6:16 dice que los enemigos “llegaron a conocer que de parte
de nuestro Dios esta obra se había hecho”. Eso está de acuerdo con lo
que dice 1 Pedro 4:11: “Para que en todas las cosas Dios sea glorificado
mediante Jesucristo.
Amén”. Revelación 5:13 expresa una idea similar, porque dice: “Al que
está sentado en el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la
gloria y la potencia para siempre jamás”. ¡Aleluya! Muchas gracias,
hermano Lösch, por ayudarnos a concentrarnos en el verdadero
significado de la dedicación de estas instalaciones.
De modo que, para fin de mes, habrán podido oír los discursos de cinco
miembros del Cuerpo Gobernante.
¿Y qué me dicen del guía? Fue nada menos que un ángel, de apariencia
como de cobre, que nos mostró cosas increíbles.
Así que podemos afirmar que apuntaba a lo que Jesús haría en el futuro
en su papel de gran Sumo Sacerdote y al sacrificio que él haría.
Pero ¿qué hay del templo que vio Ezequiel? ¿Hay un sumo sacerdote?
No.
Veamos por qué. Pero antes repasemos lo que el hermano Lösch dijo
acerca del templo espiritual.
Un sacrificio, y ya.
Pablo nos enseña acerca del medio que Jehová ha puesto para que lo
adoremos.
.. allá voy.
Ezequiel nos enseña acerca de las normas que Jehová ha puesto para
que lo adoremos.
¿No les suena familiar? ¿Dónde dice la Biblia algo parecido? Ah, sí... en
Isaías 2:2. Vamos a leerlo.
Isaías 2:2 dice: “En la parte final de los días [...]”. Eso no es el año 29,
¿verdad? “En la parte final de los días tiene que suceder que la montaña
de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima
de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de
las colinas; y a ella tendrán que afluir todas las naciones”. De modo que
esta profecía nos ayuda a entender cuándo se cumple a mayor escala la
visión del templo de Ezequiel.
Él también vio unas puertas que daban paso al área del templo.
¿Por qué? Porque hay que respetar las elevadas normas morales de
Jehová. El templo de Ezequiel tenía otro detalle que llama la atención, y
es que había un muro que rodeaba el templo, todo el recinto del templo.
Cada lado medía más de un kilómetro y medio, mientras que cada lado
del templo era de 260 metros.
Lo vemos en la imagen.
Por eso dice Jehová: “¡Se acabó! ¡Basta! No quiero esas cosas cerca de
mí”. La visión del templo de Ezequiel tiene un cumplimiento a mayor
escala y otro a menor escala.
De modo que, después de que los judíos fueran liberados del cautiverio
en Babilonia, podrían adorar a Jehová de manera aceptable.
Así es, después de que los judíos fueran liberados del cautiverio en
Babilonia, podrían volver a adorar a Jehová de la manera correcta.
Pero, recuerden, el título del discurso es: “El templo de Ezequiel y lo que
significa para nosotros”. Entonces, ¿qué tiene que ver con nosotros?
Bueno, dicho sencillamente, ahora estamos viviendo en el tiempo en que
se cumple a mayor escala la visión del templo de Ezequiel, y la
adoración verdadera ha sido restablecida.
Pero yo recuerdo que, hace sesenta y cinco años, solo tenías que
entregar el informe para empezar a predicar, nadie te hacía preguntas.
La persona con esperanza no solo desea algo bueno, sino que tiene
razones para creer que eso que espera se hará realidad.
Pongamos un ejemplo para entenderlo.
Él no se cansa ni se fatiga.
Él no se cansa ni se fatiga.
Miren lo que dice el final del versículo: “Se remontarán con alas como
águilas.
Pero ¿qué hacían ellos? Todos los días iban y se sentaban a esperar en
el estacionamiento del Salón del Reino.
A los siervos de Jehová tal vez se nos considere una minoría en Rusia,
pero somos parte de una hermandad mundial y, como parte de esa
hermandad, yo quería participar en la campaña para escribir cartas.
Le escribí al primer ministro para que deje que los hermanos vayan al
Salón del Reino.
Le escribí esta carta al gobierno ruso para decirles que los Testigos son
buenos y para pedirles que los dejen adorar a Jehová con sus hijos.
“Se nos oprime de toda manera, mas no se nos aprieta de tal modo que
no podamos movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente
sin salida; se nos persigue, pero no se nos deja sin ayuda; se nos
derriba, pero no se nos destruye”. Hermanos, no sabemos lo que nos
espera en el 2018. Sin embargo, estamos seguros de que, si seguimos
esperando en Jehová y jamás perdemos la esperanza, recobraremos el
poder.
Por eso es tan apropiado que el Cuerpo Gobernante haya elegido Isaías
40:31 para que sea el texto del año 2018: “Los que estén esperando en
Jehová recobrarán el poder”. Así es, queridos hermanos siempre
tendremos acceso a la fuente de poder por excelencia si seguimos
esperando en Jehová, nuestro magnífico Dios.
El cervatillo obedece.
¿Verdad que sus padres les pusieron algunas reglas para protegerlos y
tenían que obedecer? Acompáñenme a la Biblia.
Ahí dice: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor,
porque esto es justo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’; que es el primer
mandato con promesa: ‘Para que te vaya bien y dures largo tiempo
sobre la tierra’”. Todos, aunque seamos adultos, somos hijos de nuestro
Padre celestial, Jehová. Y, comparados con él, siempre seremos como
niños.
Aquel versículo que leímos sobre los niños, esa parte que dice “para que
te vaya bien”, también es aplicable a nosotros.
Queremos ser leales y fieles a Jehová, a fin de que nos diga: “Bien
hecho”. Pero a veces, igual que los niños, preguntamos: “¿Por qué?”.
¿Verdad que los niños preguntan mucho por qué? “¿Por qué cantan los
pájaros?”. “¿Por qué el cielo es azul?”. No paran de preguntar por qué. Y
usted tal vez ha tenido que decirle a un niño en alguna ocasión: “Porque
lo digo yo”. Esa respuesta es un tanto seca y directa, sin duda.
Pero ¿por qué tuvo que responderle así? Tal vez por lo que estaba
detrás de la pregunta, detrás de ese por qué. Quizás pensó que el niño
era muy pequeño para entender la explicación.
..?”. (Aún no le llamaban Jehová). “¿Por qué Dios deja que los niños se
mueran de hambre?”. Al ver en televisión o en el cine imágenes de niños
tratando de alimentarse del pecho de su madre sin que saliera una triste
gota, ni una sola, quizás se preguntaban: “¿Por qué?”. Pero ahora ya
saben por qué y también ayudan a otros a entender la razón.
¿Y por qué Dios no ha hecho nada? Pues por el asunto que se planteó
hace tantos años y que tiene que zanjarse de una vez por todas, y que
va a zanjarse de una vez por todas.
No había microscopios.
Él es nuestro Creador, quien nos dio la vida y quien nos mantiene vivos.
Si no fuera por él y por el amor que nos tiene, no estaríamos aquí, nos
moriríamos.
Él nos ama.
Aun cuando vivamos para siempre, nunca habremos vivido tanto como
él.
Ha hecho cosas que nosotros nunca hemos hecho y que tal vez nunca
podremos hacer.
Y yo pensaba: “¡Mira, qué cosa! ¡Yo lo quiero hacer!”. Así que, un día,
cuando se volvió a salir otra, la agarré. Nunca más.
Aprendí la lección.
Por eso él sabía que podía agarrar esa brasa unos instantes y soltarla
sin quemarse.
Yo no sabía eso.
No había vivido tanto tiempo como para saberlo, pero mi padre sí.
¿Saben? Mi padre tenía 56 años cuando yo nací y, si todavía viviera, hoy
tendría 138 años.
Así que yo nunca conocí a mi padre de joven, pero fue un buen padre.
Para incinerar un cuerpo humano, el horno tiene que estar entre unos
760 y 980 grados Celsius.
(Tan solo para tener una idea de la grandeza de Jehová, no es que esto
sea cierto, porque no lo sabemos, lo único que sabemos es que él creo
el Sol). Pero para hacernos una idea de la grandeza de Jehová,
podríamos decir que él puede hacer malabares con el Sol.
Puede que tenga otra prueba, pero ha demostrado que podrá soportar
esa prueba.
Vamos a leerlo.
Son los desobedientes los que van por él, los que hacen lo que les da la
gana.
Muchísimas personas van felices de la vida por ese camino que lleva a
la destrucción.
Pedro, uno de los apóstoles más fuertes de Jesús, salió huyendo con los
demás apóstoles la noche en que arrestaron a su Maestro.
¿Somos nosotros tan fuertes como él? Tal vez sí, tal vez no.
La Biblia dice: “El que confía en Jehová será protegido”. Y de eso trata
este discurso: de la obediencia y de pedirle a Dios que nos proteja.
Las luces de los demás autos hacen que se le cierren los ojos, y le está
entrando sueño.