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Los anteriores conceptos permiten establecer un punto de vista sobre el fenómeno en

nuestra sociedad venezolana y nos revela que cierto segmento demuestra resistencia a
considerar importante la cultura propia y tradicional, debido a que recibe el impacto
externo que mayoritariamente proviene de los Estados Unidos de Norte América, que
tiende a modificar la conducta, convirtiéndose estos en un conglomerado solamente
pasivo o incluso inferior, destinado irremisiblemente a mayores pérdidas de identidad
nacional.

La sociedad venezolana ha experimentado transculturación desde la época colonial,


recordamos que para aquel entonces las personas nacidas en España llamados
peninsulares, fueron privilegiados con acceso a las mejores posiciones de autoridad,
comercio y acceso a la educación mientras que los hijos de esos mismos españoles
nacidos en el país, llamados mantuanos, aun si fueran 100% de sangre europea sin
mezcla indígena o africana, fueron excluidos de dichos privilegios o se mantuvieron muy
limitados a ellos. Esto llevó a la supresión de la evolución del país en favor de la
importación de todo desde Europa, tales como: el estilo de gobierno, la cultura, el arte, la
ciencia y la visión del mundo común entre los colonos, que era un facsímil de la del reino
que nos colonizó.

En la actualidad la transculturación prevalece en Venezuela, debido a que las culturas, las


actitudes, las tecnologías, las artes y los académicos extranjeros se ven mucho más
favorecidos que los propios, a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno
revolucionario bolivariano para revertir esta tendencia. Basta un ejemplo de ello: en los
medios de comunicación privados de nuestro país, los presentadores de noticias,
espectáculos, actores y actrices son clara y mayoritariamente de tez blanca a pesar de
que la mayoría de la población venezolana es mestiza o afrodescendiente, dichos medios
convierten algo de naturaleza social y sicológica en necesidades humanas que se
extienden más allá de lo racional, creando insatisfacción permanente.

En Venezuela, que ha sufrido este proceso desde la colonia, prevalece puesto que las
actitudes, las tecnologías, las artes y los académicos extranjeros se ven mucho más
favorecidos que los propios; así mismo, a través del proceso en que los medios de
comunicación convierten algo de naturaleza social y sicológica en necesidades humanas
que se extienden más allá de lo racional, creando insatisfacción permanente. En particular,
aunados a la tecnología de la reproducción sonora, han contribuido al pluralismo musical
que inclinan al venezolano a sobrevalorar los diferentes géneros musicales extranjeros:
Pop, Rock, Reggaetón, Vallenato, hip-hot, entre otros, con respecto a los ritmos musicales
venezolanos. Máxime cuando la gaita no se toca con la cadencia y tradición que siempre la
identificó; puesto que, se le incluyó un swing vallenatero y es casi habitual oír arrancar el
acordeón en una gaita antes que el rasgueo del cuatro.
Así mismo, con la aparición del petróleo y la industrialización, en el país irrumpieron
manifestaciones culturales de origen estadounidense y de la nueva inmigración de origen
español, italiano y portugués. Así por ejemplo llegó la influencia del gusto del deporte de
béisbol, del cine, el arte y las construcciones arquitectónicas actuales. También una ola de
productos de preparación rápida e instantánea: CornFlakes, All Bran, grape nuts, quesos
Kraft, leche Klim, Leapton tea, Quakeroats, carnes enlatadas y congeladas, Coca-Cola,
tocineta americana en lonjas, sopas Campbells, entre otros que -a partir de la inversión de
grandes sumos de dinero a su publicidad comercial- se popularizaron rápidamente y que
han incidido en la transformación del patrón alimentario y de consumo autóctono.

En este contexto encontramos que, a partir de los años 80, la introducción en el país de
cadenas de comida rápida, mejor conocidas como “fast-food”. Esta transculturación
alimentaria ha generado un paradigma conocido como el modelo“McDonald ́s”. La política
en él es que sus tiendas sean iguales y ofrezcan los mismos productos en unaurbanización;
barrio; comunidad o pueblo, donde los consumidores se mezclan y son atendidos de la
misma forma. Lejos de ser estala realización de la utopía socialista, la cadena ejecuta
lautopía capitalista en que la sociedad industrializada podrá impartir sus productos a todos
y todos podrán pagarpor ellos. Esto, ha modificado la selección de alimentos y porende la
dieta popular exponiéndola a serios riesgos nutricionales y culturales.

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